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Page 1: 2007 Aula Virtual (El Pais)

EL PAÍS, viernes 11 de mayo de 2007 COMUNIDAD VALENCIANA / 49

IGNACIO ZAFRA, ValenciaMaría accede tres veces aldía desde casa al aula vir-tual de la Universitat deValència. Una, cuandovuelve de la facultad. Otra,antes de acostarse. La ter-cera, cuando se levanta, alas seis y media de la maña-na; las clases comienzantemprano y por muchoque corra, de Benifaió a Ta-rongers, una hora de cami-no no se la quita nadie.

Es martes y MaríaDuart, de 19 años, está de-lante de su PC. Lo primeroes introducir la clave, acce-der al aula y comprobar elcorreo. Hay un aviso: “No-tificación de documento:22k. Última modificación:8-5-2007. 18.53. Asignatu-ra: Matemática Financie-ra. ADE-Derecho, GrupoA. Trabajo de evaluación.Plazo de entrega: 14 de ma-yo. Envío por e-mail”. Eldocumento de PDF sobreel que María tiene que tra-bajar y luego enviar por co-rreo electrónico, empieza:“La Sra. Mentín solicitaun préstamo de 30.000 eu-ros a devolver por mediode pagos mensuales...”.

La asiduidad con la quela estudiante, que acabó elBachillerato con una me-dia de 9,5, utiliza el aulavirtual es seguramente ex-cepcional. Pero el suyo noes un caso raro. 15.000alumnos utilizan el aula vir-tual de la Universitat, pues-to en marcha hace dos cur-sos. “Los alumnos entrana tope”, dice José Antonio Váz-quez, el jefe del área de Informáti-ca. “Aprender a manejarlo cuestaun par de días”, dice María.

Son ellos, con su naturalidad an-te las nuevas tecnologías, quienesvan arrastrando a los profesores—hoy, entre 700 y 800, calculaVázquez— hacia el aula. Un lugaren la Red donde el docente deposi-ta apuntes y el estudiante los reco-ge; en el que se intercambian men-sajes y se aclaran dudas; en el quese realizan y se corrigen casos prác-ticos y exámenes. Donde los alum-nos, en el caso de la doble titula-ción Administración de Empresas(ADE)-Derecho, disponen de uncalendario dinámico de actividadesen casi el 100% de las asignaturas.

La herramienta se ajusta comoun guante a los nuevos paráme-

tros docentes lanzados por la De-claración de Bolonia. La hoja deruta del Espacio Europeo de Edu-cación Superior (EEES) pretendesituar el trabajo del alumno en elcentro del sistema, rebajando elpeso de las lecciones magistralesde toda la vida. El aula permiterealizar un seguimiento exhausti-vo de los estudiantes, asegura JoséGarcía Añón, profesor del depar-tamento de Filosofía del Derechoy coordinador de ConvergenciaEuropea en la doble titulación.

Con el nuevo sistema, el exa-men tradicional de final de cursorepresenta el 50% de la nota. Un30% proviene de la evaluación con-tinuada —que suele realizarse conexámenes tipo test— y un 20% dela resolución de casos prácticos.

Muchos profesores temen que

el modelo del EEES encalle en elmismo lugar que otros proyectosde innovación docente: allí dondelas buenas intenciones se encuen-tran con las aulas masificadas.

El aula virtual puede poner sugrano de arena. Corregir 12 test dedos grupos de 60 alumnos en uncuatrimestre —además de los exá-menes finales y los casosprácticos— implica un problema lo-gístico: la gestión de al menos 1.440

folios. Internet soluciona elproblema físico, y tambiénelimina el factor tiempo.García Añón explica que elaula virtual propone las pre-guntas del test, que son dis-tintas según el usuario. Tam-bién las corrige. Y es capazde evaluar un comentariode texto analizando cuán-tas ideas clave ha introduci-do el estudiante.

¿No conlleva eso unriesgo de alejamiento entreel profesor y el alumno?Àngels Dací, profesora deADE, usuaria “básica” delaula virtual, cree que no.“Desde el primer día”, indi-ca, “tienes una ficha con elnombre, la foto, el correoelectrónico y la evolucióndel estudiante. Así es másfácil conocerlos mejor”.

El aula virtual de la Uni-versitat de València es unprograma de software libreque van afinando, con loque les cuentan los usua-rios, ingenieros informáti-cos de cerca de 40 universi-dades, institutos de investi-gación, ministerios, ONG yotras instituciones de todoel mundo. Entre ellos, el Ins-tituto Tecnológico de Mas-sachusetts, el Ministerio deIndustria y Comercio deBrasil y la Universidad Car-los III. Del lado valencianotrabajan tres personas delServicio de Informática dela Universitat, con base enel campus de Burjassot.

El edificio acoge la salade máquinas de todo el sis-tema informático de la Uni-

versitat. Un espacio refrigerado lle-no de cables y potentes ordenado-res integrados que es el punto desalida y llegada del anillo de 34 kiló-metros de fibra óptica que recorretodos los campus de la institucióny que conecta a las cinco universi-dades valencianas con los grandesnodos de acceso a la Red situadosen Sevilla, Madrid y Barcelona.

El jefe del servicio, José Anto-nio Vázquez, cuenta que todas lasnoches, en esa sala, se produce unproceso de replicación de la basede datos central al aula virtual. “Siun alumno se ha matriculado du-rante el día de una asignatura nue-va, por la noche, aparece en el aulavirtual; y si se ha dado de baja,desaparece. Eso, que parece muyevidente, es un nivel de integraciónque no se ve en muchos sitios”.

I. Z., ValenciaUn anillo subterráneo sale dela sala de máquinas informáti-ca de Burjassot, donde funcio-na, entre otros, César, el supe-rordenador de 500 gigaflopsde memoria compartida ca-paz de utilizar toda su memo-ria para realizar un solo cálcu-lo. El anillo, formado por fi-bra óptica, “sale del campusde Burjassot”, dice José Anto-nio Vázquez, jefe de Informá-tica de la Universitat, “tomalas vías del tranvía, penetra enlas canalizaciones del metro,va hasta el Jardí Botànic, pasapor La Nau, que es la universi-dad histórica, luego por la Es-cuela de Magisterio, cerca dela Ciudad de las Artes, llegahasta el campus de Blasco Ibá-ñez, alcanza el de Tarongers yallí aflora a la superficie y dala vuelta por el norte de Valen-cia para volver a entrar enBurjassot”.

Total: 34 kilómetros de cir-cunferencia que permiten unavelocidad de área local de vér-tigo: 10 gigabits por segundo.La infraestructura, terminadahace un par de años, fue im-portante en su momento por-que permitió acelerar drástica-mente e integrar las operacio-nes entre los distintos campusy organismos de la Universi-tat, ayudando a salvar el in-conveniente de la fragmenta-ción de los espacios físicos dela institución.

Pero además, prosigue Váz-quez, sentó las bases para lle-var a cabo proyectos de enver-gadura. Uno de ellos, en elque ahora se encuentra sumi-do el servicio informático, esla sustitución de toda la viejainfraestructura telefónica,compuesta por centralitas an-ticuadas y costosas de mante-ner, por un sistema de Voz IP.Que usa ese protocolo —elmismo que se utiliza en Inter-net para transmitir datos—para lleva la voz de ordenadora ordenador y también de telé-fono a teléfono.

Todas las llamadas inter-nas son gratuitas, aunque esoya lo ofrecían las operadorastelefónicas. La ventaja en tér-minos económicos provienedel drástico recorte en gastosde mantenimiento, al compar-tir la infraestructura con lared local. Una vez se extien-dan los móviles IP, comentaVázquez, el sistema podrá ex-tenderse a ellos, abaratandotodavía más las facturas.

‘Wi-fi’ entre los campusLa Universitat se ha sumadotambién al proyecto Eduro-am, una iniciativa impulsadapor la empresa pública RedI-RIS, en la que participanotras universidades valencia-nas y muchas españolas y quetambién tiene una vertiente in-ternacional.

Consiste, básicamente, enque los profesores, investiga-dores y alumnos que viajen aotros campus puedan utilizarlas redes inalámbricas de susanfitriones utilizando las mis-mas cuentas y claves de usua-rio que en su universidad.

APUNTES

I. Z., ValenciaCada estudiante, profesor y per-sonal de administración de laUniversitat de València disponepor el hecho de serlo de un míni-mo de 400 megabytes de espacioen los servidores web de la institu-ción. 200 de ellos, en el caso delos alumnos, corresponden a lacuenta de correo, y la otra mitad,al espacio en disco. Los profeso-res manejan, al menos, un gigaby-te de espacio. Y tanto unos comootros pueden hacer en ellos de sucapa un sayo.

Pueden crear una web perso-nal que profundice en los conteni-dos de su asignatura, con recur-sos bibliográficos, enlaces a otraspáginas e información para los

estudiantes y colegas de otras uni-versidades. Pero también puedendar rienda suelta a sus interesespersonales: crear una guía urba-na de la Valencia de la II Repúbli-ca, colgar sus creaciones fotográ-ficas, sumergirse en curiosidadescientíficas o establecer, por ejem-plo, la web estatal de los profeso-res de Escuela Universitaria.

La libertad de ese espacio só-lo está limitado por la prohibi-

ción de que se introduzcan conte-nidos ofensivos, difamatorios ocomerciales.

El primer caso suele ser másfácil de detectar que el segundo.“Nosotros no somos policías”,explica José Antonio Vázquez, di-rector del Servicio de Informáti-ca de la Universitat, “y no pode-mos estar continuamente ras-treando todas las webs”. Las pá-ginas personales no dan ni la mi-

tad de problemas que el envío decorreos oscuros. La institucióndispone de un abogado especiali-zado en este tipo de casos.

Pero a veces las webs tambiéndan quebraderos de cabeza. Váz-quez recuerda el aviso de una em-presa de Internet con sede en Bar-celona que advirtió de que al-guien de la Universitat había en-lazado su página personal con lade la compañía, dedicada a lasreservas en línea en hoteles y ca-sas rurales, aprovechándose desu software. La cosa se quedó ennada. El autor resultó ser un estu-diante de la Diplomatura de Tu-rismo que había hecho el enlacefraudulento para unas prácticas,sin ánimo de lucro.

15.000 alumnos arrastran a 750 docentesal aula virtual de la UniversitatBurjassot acoge los servidores que dan servicios web a toda la comunidad universitaria

José Antonio Vázquez, en la sala de máquinas del servicio de Informática. / TANIA CASTRO

400 megas para cadauniversitario

El anillo defibra óptica‘jubila’ a lasviejas centralitas

María entra tres vecesal día al aula desdecasa, ‘se baja’ apuntes yhace exámenes en línea