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1. Bibliografía: AA. VV.: Nicolás de Bussy, Murcia 2003.AA. VV.: Nuevas aportaciones al escultor barroco Nicolás de Bussy,Murcia, 2005.
2. La firma del recibo por la cantidad anticipada se realizó el 8 de noviem-bre de 1688. Ibáñez García, José María: D. Nicolás de Bussy. Murcia,1928, p. 18.
3. Archivo Histórico de la Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nues-tro Señor Jesucristo. Documentos en los que se hace referencia a lasConstituciones de 1689. Epígrafe 705-19-X. Nieto Fernández, Agustín: Orihuela en sus Documentos. Murcia, 1984.V. I. pp. 36 y sig.
4. Archivo Histórico Provincial de Murcia. Notario, Alonso de Santillán.Año 1689. 2 de diciembre, fol. 252. Sánchez Moreno ya recoge estacita en su artículo Nicolás de Bussy, escultor. Murcia, 1943, pág. 124.
Aspectos biográficos
La primera noticia documentada de su actividad
en Murcia, aunque quizá trabajaría antes para el
Cabildo de la ciudad, como ya comentaremos,
nos la proporciona Ibáñez García, en el año de
1688. Según ella, Nicolás de Bussy recibe una canti-
dad anticipada para hacer un trono para la Virgen titu-
lar de la Cofradía del Rosario, encargo que al final de
un largo y penoso proceso no realizó2. Al año siguien-
te ya tiene los encargos de las esculturas para la Archi-
cofradía de La Sangre, y para realizar las trazas del
Retablo Mayor para la Catedral de Orihuela, en cuya
documentación ya se especifica que se encuentra
viviendo en la ciudad de Murcia3. Desde aquí, y en
la mismas fechas, da poderes a Procuradores para
que lo representen en pleitos que sostiene en Madrid
y en Granada, titulándose “Escultor de su majestad”4.
Su llegada a nuestra ciudad, desde Alicante según
atestiguan las citas documentales, vendría, sin duda,
propiciada por su innegable fama; fama avalada por
sus propias obras, en especial las realizadas en la facha-
da de Santa María de Elche y en la Corte, su título “real”
frecuentemente exhibido y por las amistades en los
distintos estamentos artísticos que cultivó en tierras ali-
cantinas y con las que siguió en estrecho contacto en
la propia Murcia. Nos referimos, entre otros, a los pin-
tores Conchillos, Senén Vila y los Villacís, y a la fami-
lia de retablistas más importantes que trabajaron, por
aquí, en estos años: los Caro. Su estancia en Murcia se
vio salpicada por innumerables viajes a Madrid, don-
de mantenía abierto taller, Valencia y Alicante, ciuda-
des en las que, según sabemos, poseía casas, y en las
La etapa murciana de Nicolás de Bussy1
4María del Carmen Sánchez-Rojas Fenoll3
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temporadas que permaneció en estas tierras, dejando
a un lado las labores artísticas que luego comentare-
mos, participó activamente en asuntos de índole eco-
nómica, personal y política, inmiscuyéndose en ellos
como un ciudadano más.
Entre los primeros destacaremos los siguientes: la
donación que hace, en marzo de 1695, a favor de su
cuñada, María Gómez5, de su casa familiar alicantina
situada en la calle del Pozo, en el Raval de San Anto-
nio, perteneciente a la parroquia de Santa María, don-
de se casó, en agradecimiento por haber cuidado de
“su regalo y del gobierno de su casa y familia”, hecho
que podemos interpretar como indicativo de que Nico-
lás ya había enviudado de Micaela Gómez; su cono-
cida participación en un negocio de explotación de
una mina de cobre en las inmediaciones del pueblo
de Huércal Overa, en compañía de otros dos artistas,
el platero de origen alemán Enrique Picart, quizá su
acompañante desde la propia Alemania, y el arquitec-
to Toribio Martínez de la Vega. Bussy manifiesta ante
notario, en el año de 1699 que quiere abandonar el
negocio6. Por lo expresivo del ambiente comercial pro-
piamente murciano, y entre otras ocasiones donde
nuestro escultor aparece envuelto en tratos comercia-
les, deseamos relatar que el 15 de enero de 1700 apa-
rece como testigo en la declaración que hace Andrés
Marín, vecino de esta ciudad, morador en su huerta,
pago del Alfande, de que debe a Francisco Tuero 15
102María del Carmen Sánchez-Rojas Fenoll3
5. A. H. P. M. Notario; Francisco Martínez Yegros. Sig. 1637. Años 1692-1697. ff. 385 y sig. María José López Azorín se hace eco de esta noti-cia en Estancia y presencia de D. Nicolás de Bussy en Valencia. EnNuevas aportaciones (…) ob. cit. p. 26.
6. A. H. P. M. Notario, Bolmas Peinado. Año, 1699. Fol. 151.
2Bussy. Nazareno de Bullas.
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7. A. H. P. M. Notario, Martín de Aranda. Sig. 761. Años 1698-1707. Fol. 18. A. H. P. M. Notario, Molina. Año, 1696. Fol. 128. Recoge este dato José
Sánchez Moreno en su estudio sobre este escultor.9. Gómez Piñol, Emilio. La naturaleza icónica de las imágenes sagradas
de Nicolás de Bussy. En Nicolás de Bussy, ob. cit., pág. 41.10. A. H. P. M. Notario, Pedro Rubio. Sig. 2008. Años 1698-1702. Ff. 185-
185 v. y 349. Estas noticias han sido publicadas por María José LópezAzorín en su trabajo, ya citado, Estancia y presencia (…), p. 24.
libras de seda “en madeja buena, limpia y delgada”7.
En la faceta de lo personal hay que volver a seña-
lar, por la importancia que el propio escultor le otor-
ga, el penoso episodio del robo del que le hace vícti-
ma su criado Francisco Martínez, despojándolo, entre
otras cosas, del Cristiano Interior, libro de meditación
imprescindible para él, según sus propios testimonios,
y que los estudiosos de su figura y obras consideramos
base literaria de la inspiración mística que refleja en
buena parte de sus esculturas8. La coincidencia entre
las lecturas místicas y las expresividades religiosas era
frecuente en la formación intelectual de afamados artis-
tas de la época; recordemos al respecto que Bernini,
en su viaje a París, recomendaba a su protector fran-
cés, Chantelou, la lectura de La Imitación de Cristo, de
Tomás de Kempis y la Introducción a la vida devota,
de San Francisco de Sales, libro, este ultimo, íntima-
mente relacionado con el del Cristiano Interior9. Tam-
bién debemos señalar el testimonio de su ruptura con
un, hasta entonces, entrañable amigo Juan Conchillos.
Nada sabemos de las causas de tan dramático desen-
lace para una amistad que se remontaba, por lo menos,
al año 1678, y que se estrechó con lazos familiares,
como ya se ha comentado. Pero el caso es que, desde
Murcia, y ante notario, en el año de 1700 revoca el
poder que tiene dado al pintor para que le gestiones
sus intereses económicos en Valencia, nombrando en
su lugar al “maestro de fabricar coches” Onofre Calle-
ges, al que conocía desde la época en que ambos fre-
cuentaban el taller de Tomás Sanchís10.
Para finalizar estos comentarios sobre la trayec-
toria humana de Nicolás de Bussy en Murcia debe-
mos hacer referencia a su estrecha filiación política
con la causa de los Austrias, algo que en una ciudad
como ésta, que se va ligando paulatinamente a los
Borbones, en los primeros años del siglo XVIII, has-
ta culminar en la defensa a ultranza que de ellos enca-
bezará Luis de Belluga, obispo electo de Murcia des-
de el año de 1704, no pudo, por menos, que perjudi-
carlo en lo personal y en lo artístico, y podemos pensar
que fue la causa que propició su apresurada marcha
a Valencia con anterioridad al mes de mayo de ese
año, como está documentado, y quizá, también, de la
desaparición de su memoria en las documentaciones
de los archivos de la Catedral de Murcia u otros cen-
tros eclesiásticos murcianos, y de que sólo se conser-
ven en los de las entidades particulares o en los nota-
riales. Referente a este último aspecto, y, en especial,
a su ausencia de los Archivos catedralicios, nos llama
poderosamente la atención que, contando la ciudad
con un experto en arquitectura y trazas como él, no
aparezca citado en la referencia de maestros de can-
tería, como Toribio Martínez de la Vega y otros, que
peritan los daños causados en diferentes dependen-
cias de la Catedral, tras el incendio que sufrió este edi-
ficio en el año de 1689, en el que Bussy ya estaba en
1032Nicolás de Bussy, un escultor europeo en España. Tercer centenario de su muerte (1706-2006)
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Murcia. La misma extraña ausencia nos aparece en
relación a una serie de esculturas, del patrimonio cate-
dralicio, que, por su estilo, catalogamos de su mano,
y en cuyas referencias documentales se especifican
precios, policromadores y fechas, pero no al escultor.
Nos referimos, exactamente, a la de San Fernando y
a los bustos de San Pedro y San Pablo, de la capilla
de la Inmaculada del trascoro de dicha Catedral. En
cuanto a la primera se sabe que ya estaba hecha en
1676 y que se paga por ella al escultor, sin especificar
su nombre, 2.890 reales de vellón, cantidad impor-
tante que acredita, junto a las propias características
artísticas de la escultura, la importancia del ejecutor,
señalándose, reiterativamente, que la policromó Nico-
lás Villacís, pintor muy unido, como ya hemos seña-
lado, a nuestro maestro. También en referencia a los
dos bustos, ya citados, de San Pedro y San Pablo, nos
aparece la fecha en que el policromador interviene
en ellas, año de 1689, pero sin mención alguna al
escultor11.
Esta extremada predilección de nuestro escultor
por los Austrias ya se puso en evidencia, temprana-
mente entre los murcianos, cuando, en una apasio-
nada carta enviada al Ayuntamiento de Alicante, se
ofrece a colaborar en la restauración del edificio con-
sistorial, dañado por los bombardeos franceses, en el
año de 169112. E idéntica problemática ideológica pen-
samos que estuvo en la raíz de sus disidencias con el
Duque de Arcos y Marqués de Elche, hecho que le
obliga, como ya sabemos, a cerrar definitivamente su
taller en la Corte, en el año de 1699, y refugiarse en
Murcia acompañado por su discípulo Giulio Sacchi.
Recordemos, en apoyo a esta hipótesis, que el duque
de Arcos, en esas fechas Joaquín Cayetano Ponce de
León, era partidario acérrimo de los Borbones, has-
ta tal punto que sería nombrado por el pretendiente
francés Virrey de Valencia, en el periodo cronológi-
co de 1705 a 1706, enfrentado a Juan Bautista Basset
y Ramos que, en idéntico periodo, fue nombrado con
el mismo título por el Archiduque Carlos. Nicolás de
Bussy debió vivir unos años de relativa calma en Mur-
cia, donde seguía firmando documentos sobre sus
encargos en enero de 170414. Sin embargo, sus cir-
cunstancias personales pudieron cambiar a raíz de la
radicalización de la ciudad hacia la causa borbónica,
actitud encabezada por Luis de Belluga y Moncada
que fue propuesto para la Mitra de Cartagena el 6 de
octubre de 1704. El 9 de febrero del siguiente año es
nombrado, por el Papa Clemente XI , Obispo de Car-
tagena. La activa actitud de Belluga en pro del pre-
tendiente francés no dejó de manifestarse activamen-
te en los meses sucesivos. Recordemos que, recien-
te su entrada oficial en Murcia, escribe una Carta
Pastoral sobre costumbres y deberes del Clero, razo-
nando la obediencia al Rey: “Defensa de los Dere-
chos de Felipe V a la Corona de España”. Y a princi-
11. Vid. En estudio completo sobre las esculturas en Sánchez-Rojas Fenoll.M. C. Catálogo. En Nicolás de Bussy, ob. cit. pp. 104-6. Y en A modode presentación. En: Nuevas aportaciones (…) ob. cit., pp. 13-14. Estosaspectos se han estudiado dentro del campo de investigación propiodel proyecto HUM 2005-07472-CO5-01. Proyecto I+D.
12. Fue el historiador Joaquín Sáez Vidal el que publicó dicha carta en sulibro El Ayuntamiento de Alicante: Historia de su construcción y arqui-tectura. Alicante. 1974, pp. 11-13.
13. Según datos recogidos por Desiderio Arisi y G. Battista Biffi, ya comen-tados en otros capítulos de la presente publicación, entre otros.
14. En esa fecha se documenta una carta de pago entre la Hermandad delos ‘Santos Pasos’ y nuestro escultor. A.H.P.M. Notario, Ignacio LópezCamacho. Sig. 3279. Años 1703-7. Lo cita Vicente Montojo Montojoen Nicolás de Bussy y la Hermandad de los Santos Pasos. En: Nue-vas aportaciones (…), ob. cit., p. 32
104María del Carmen Sánchez-Rojas Fenoll3
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pios de septiembre de 1706, Felipe de Borbón lo nom-
bra Virrey de Valencia, en sustitución, precisamente,
del Duque de Arcos15. El activo papel que desempe-
ñó en estas circunstancias hizo que también se enfren-
tara con el Regidor de la ciudad Diego Rejón de Sil-
va, a quien se le atribuye la siguiente frase en rela-
ción al hecho “prodigioso”, ocurrido en la huerta en
esta época, donde una imagen de la Virgen de los
Dolores lloró copiosamente: “La Virgen de las Lágri-
mas llora de dolor al ver a su Obispo dedicado a la
guerra y tan dedicado a cosas profanas”16. Así, pues,
nuestra ciudad se convirtió en refugio de partidarios
borbónicos, y es muy expresivo al respecto el que
una dama, esposa del francés Jaime Marrich, y que
oculta alhajas que quiere donar a favor del preten-
diente francés, venga a testar a Murcia desde la casa
del Párroco de la Iglesia del Salvador, de Elche, don-
de se oculta, en diciembre de 1706, en un episodio
muy parecido, aunque a la inversa, al que protagoni-
za Bussy en su sorpresivo y apresurado viaje a Ali-
cante para testar a favor de la causa austriaca17. Cree-
mos, pues, que nuestro escultor se refugia en la Car-
tuja de Altura, en Segorbe, no sólo empujado por sus
predilecciones espirituales sino, también, por la con-
veniencia de desaparecer de la escena pública que,
desde luego en Murcia, le era, en ámbitos oficiales o
por lo menos religiosos, adversa.
Las últimas noticias que de Bussy se conocen en
Murcia, hasta el momento, son los testimonios de los
plateros Mauricio Pegelot y Miguel de Aldaca y el pro-
curador Diego Ferrer Navarro, testificando, el 9 de
febrero de 1706, ante el Vicario de la diócesis, que
conocen que el escultor se encuentra como religioso
en el convento mercedario de Segorbe: “Es buen cris-
tiano y temeroso de Dios”. Testimonios recogidos en
los archivos particulares de la Archicofradía de La San-
gre, con motivo de asuntos particulares de ella18.
La total falta de noticias al respecto nos hace pen-
sar que no tuvo descendencia directa. Solamente, y
con fecha ya muy tardía, años de 1722-23 y 30, hemos
encontrado testimonios de que en nuestra ciudad per-
vivió el apellido Bussy, que, al ser foráneo, considera-
mos relacionable con el de nuestro artista19.
Su ambiente artístico en MurciaCuando el escultor llega a nuestras tierras, a fina-
les del siglo XVII, se está entrando en un periodo de
incipiente prosperidad, preámbulo de abundancias
posteriores, que propiciaban encargos de obras en los
distintos estamentos artísticos. Murcia va volviendo a
ser una ciudad rica en artistas atraídos al calor de los
encargos, entre los que sobresalían, por su calidad, los
pintores; la valía de los Villacís, Gilarte o Vila está
ampliamente tratada por los estudiosos de la materia.
Bussy se relacionó estrechamente con ellos, siguien-
do su trayectoria valenciana. En cuanto a los arquitec-
15. Entre la numerosa bibliografía existente sobre Luis de Belluga debe-mos citar la siguiente: Díaz Cassou, Pedro: Serie de los Obispos deCartagena. Murcia. 1977. Y los distintos capítulos de AA: VV: Luis Bellu-ga y Moncada. La Dignidad de la Púrpura. Murcia, 2006.
16. Arch. Municipal Murcia. Gaceta de Murcia, 24 de agosto de 1706. p. 3.Lo cita María Dolores Cotallo de Aranguren. Cartagena y el primer Bor-bón de España. (Guerra de Sucesión, 1700-1715). Murcia 1982, p. 83.Este personaje fue antecesor inmediato del erudito y académico Die-go Antonio Rejón de Silva, famoso por sus obras, y entre ellas, comomás conocida, La pintura: poema didáctico en tres cantos. Año de 1786.
17. A. H. P. M. Notario, Ignacio López Camacho. Sig. 3279. Años 1703-7.6 de diciembre de 1706. Fol. 36.
18. Archivo de la citada Archicofradía. Carpeta nº 2, siglo XVIII, leg. Nº5, fol. 344-345. Estos datos los cita J. C. López Jiménez en su artículo,ya citado, sobre Nicolás de Bussy.
19. A. H. P. M. Notarios Espinosa de los Monteros. Sig. 2759. Años 1722-23. Fol. 128, y Jiménez de León. Sig. 3111. Año de 1730. Fol. 106.
1052Nicolás de Bussy, un escultor europeo en España. Tercer centenario de su muerte (1706-2006)
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tos y maestros de cantería eran figuras rigurosas y apli-
cadas en su trabajo, al servicio del Ayuntamiento o de
la Iglesia, organismos inmersos en verdaderos progra-
mas de renovación de sus edificios o de nuevos encar-
gos y mucho más procupados por la eficacia del resul-
tado que por la genialidad del diseño. En los años de
cambio de siglos se destacan José de Vallés, el herma-
no Francisco de Jesús María, Jerónimo Álvarez, Pedro
Escalante y, el más popular, Toribio Martínez de la
Vega, relacionado mercantilmente con Bussy, como
ya hemos comentado, y famoso por las obras del puen-
te de piedra de nuestra ciudad y la portada del San-
tuario de la Virgen de la Fuensanta, obras, ambas, hechas
cuando Nicolás ya no estaba aquí. Entre los plateros,
sin duda el gremio más abundante, destacamos a Mar-
cos Mariscotti, de procedencia italiana, y el alemán,
españolizado, Enrique Picart, figura también relacio-
nada directamente con nuestro escultor.
Finalmente analizaremos el específico mundo de
escultores y retablistas: ni como escultor ni como dise-
ñador de portadas o retablos tuvo Bussy la menor com-
petencia. Así, todos ellos trabajaron bajo su indiscuti-
ble e indiscutido peritaje en numerosas ocasiones, tal
y como demuestra la documentación existente que
más tarde comentaremos. Desde los años de Elche tra-
bajó con los Caro, la familia de retablistas más cono-
cida por estas tierras, y a ellos debemos unir los nom-
bres de los escultores Mateo López, Gabriel Pérez de
Mena, que trabajó al servicio de la Catedral, y Ginés
Sarmiento, también escultor que entre los años 1679-
82 hace las nuevas imágenes de Nuestro Padre Jesús,
la Virgen de la Soledad y la Verónica, para la Cofra-
día de Nuestro Padre Jesús del pueblo murciano de
Mazarrón20, los retablistas Andrés Martínez, Mateo
Sánchez, José Castillo, Domingo Cuadrado y, final-
mente, Nicolás Salzillo, que llega a Murcia alrededor
de 1700, desde sus tierras napolitanas, cuando se des-
hace el taller de sus maestros, los Perrone. Este escul-
tor, de recursos técnicos y artísticos muy limitados,
tuvo a Bussy como maestro a imitar, copiándolo for-
malmente en muchas de sus propias tallas. Comenzó
a destacar cuando, tras la marcha del estrasburgués,
queda como escultor prácticamente único en la ciu-
dad, y sólo a partir de entonces su taller empieza a reci-
bir discípulos, y los Caro le confían el aprendizaje de
sus descendientes, los Caro Utiel21, y lo mismo ocurre
con el citado escultor Mateo López, quien coloca a su
hijo, José López Martínez, en el año de 170822.
Sobre la dinámica de su propio y, lógicamente,
prestigiado taller, muy poco sabemos hasta hoy. Cono-
cemos que los Caro trabajan en obras por él diseña-
das en Elche, Orihuela y, muy posiblemente, Lorca.
Lo mismo ocurre con otros escultores y retablistas,
pero nunca nos aparecen ligados a él por ningún con-
trato de aprendizaje, ni citados, específicamente, como
discípulos, aunque, lógicamente, frecuentaran su
20. Montojo Montojo, Vicente: Formación de la procesión barroca mur-ciana de Nuestro Padre Jesús: adscripción gremial y reorganizaciónescénica en las Cofradías de Murcia, Cartagena y Mazarrón (ss. XVII-XVIII). En: Murgetana, nº XCII, p. 51. Murcia, 1996.
21. Diversos datos documentales de todos los artistas aquí citados se encuen-tran, entre otra, en la siguiente bibliografía. Sánchez-Rojas Fenoll, M.del Carmen: Noticias sobre Artistas Murcianos del siglo XVIII. (Añosde 1700 a 1730). Murgetana nº 71. Murcia, 1987, pp. 91-125.
22. Vid al respecto, de la autora anteriormente citada, El escultor NicolásSalzillo. En: Anales de la Universidad de Murcia. Filosofía y Letras. V.XXXVI. Números 3-4. (Curso 1977-78), pp. 268-9.
106María del Carmen Sánchez-Rojas Fenoll3
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magisterio, trato y taller. Al único que podemos refe-
rirnos como tal es al cremonense Giulio Sacchi, que,
según ya citadas noticias de Arisi y Biffi, lo acompa-
ñó a Murcia para integrarse en su taller, cuando Bussy
cerró el que tenía en la Corte, entre 1699-700. De él
sólo sabemos, por los mismos referentes, que no
acompañó a Bussy a Valencia en su etapa final, sino
que trabaja en Elche y Novelda para, posteriormen-
te, regresar a su patria.
Su trabajo en MurciaAunque pensamos que en nuestra ciudad ya era
conocida su pericia como escultor al suponerlo autor
de la escultura del Santo Rey D. Fernando, que pudo
realizar, para la Catedral, entre los años 1675-6, qui-
zá presentado al Cabildo por los Caro, a los que aca-
baba de conocer en Elche en el entorno de las obras
de Santa María, el primer encargo del que tenemos
noticias es el de hacer un trono para la Cofradía de
Nuestra Señora del Rosario, en noviembre del año
de 1688. Al no realizarlo tiene que devolver el dine-
ro y el metal recibido, pues el trono había de ser de
plata. Tras un largo y doloroso proceso para nuestro
escultor, la obra la termina realizando el escultor, ya
citado, Gabriel Pérez de Mena, perteneciente a la
familia granadina de los Mena, en el año de 1696, y
en apoyo a las opiniones aquí expresadas sobre el
indiscutible prestigio que se le otorgaba a Bussy, hay
que señalar que, aún después de todas las graves diver-
gencias existentes entre éste y la Cofradía, en el con-
trato final se obliga a Pérez de Mena a que la obra, ya
finalizada, “se ha de ver y reconocer y aprobar por
D. Nicolás de Bussy” 23.
El específico encargo de un trono, rico en mate-
riales y en formas, pues se combinaba la madera y la
plata y la propia labor de talla con la escultura de bul-
to redondo, posiblemente cobijada bajo elementos
arquitectónicos, nos lleva a recordar las noticias del
manuscrito de la Academia de San Fernando en las
que se habla de un joven Bussy trabajando unas mag-
níficas carrozas para el rey de Francia24. Ya en Valen-
cia vuelve a relacionarse con estas actividades, pues,
recién entrado en el taller de Tomás Sanchís, éste, jun-
to al pintor-dorador Luis Campos, contrataba la cons-
trucción del Carro Triunfal para el gremio de herreros
y cerrajeros, trabajo en el que, lógicamente, tuvo que
implicarse. En esos momentos, y en ese taller, debió
nacer su relación con Onofre Calleges, maestro de
fabricar carrozas25. Nuevamente, en Elche, se le pue-
de relacionar con maestros dedicados a esta específi-
ca labor: en abril de 1675, cuando Bussy fue llamado
a esta ciudad para inspeccionar las obras que Antonio
Caro estaba haciendo en el Retablo Mayor de Santa
María, como ya se ha comentado, se hospeda en casa
del escultor Tauenga que, a su vez, estaba realizan-
do las andas de la Custodia del Corpus. Así
1072Nicolás de Bussy, un escultor europeo en España. Tercer centenario de su muerte (1706-2006)
23. A. H. P. M. Notario, Alonso de Santillán. Sig. 2068. Año 1696. Ff. 170y 170 v. Estas noticias han sido ampliamente tratadas por los estudio-sos de N. de Bussy. Entre otros: Baquero Almansa, Sánchez Morenoe Ibáñez García.
24. Buchón, Ana: Ignacio Vergara y la escultura de su tiempo en Valen-cia, Valencia. 2006.
25. Vid al respecto, el trabajo, ya citado, de María José López Azorín enNuevas aportaciones (…).
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a.
catalogo nicolas de bussy 29/11/06 18:17 Página 107
pues, podemos pensar que su probada trayectoria en
relación al diseño de tronos y carros triunfales, donde
desplegaría todo un repertorio de decoración típica-
mente barroca, propiciaría el encargo murciano. Qui-
zá se refirieran a él las noticias que proporciona el cita-
do manuscrito de la Academia de San Fernando cuan-
do le atribuye el haber trabajado, en nuestra ciudad,
en una célebre custodia de plata compuesta de arqui-
tectura, escultura y otros adornos.
El diseño de retablosSin olvidar los trabajos que en el campo del dise-
ño y realización de portadas-retablo y retablos pro-
piamente dichos, en piedra o madera, pudo realizar
en la Corte, Valencia o Alicante, lógicamente Bussy
llegó a Murcia avalado por la magnífica obra que aca-
baba de realizar en la portada de Santa María de Elche,
y por el apoyo que una familia de retablistas tan cono-
cida en estas tierras como la de los Caro le otorgó.
La unión entre Bussy diseñador y los Caro eje-
cutando y aprendiendo de estos diseños fue funda-
mental para la introducción de los temas de la colum-
na salomónica, y los repertorios de esculturas de
niños, frutas, etc. por los retablos y, excepcionalmen-
te, alguna portada en tierras murcianas. Nuestro maes-
tro conoce a Antonio Caro ‘El Viejo’ en Elche, cuan-
do va a peritar la obra que está haciendo, como ya
se sabe, en el retablo Mayor de Santa María, obra que
inicia en mayo de 1688, en colaboración, precisa-
mente, con Tomás Sánchís, en cuyo taller tiene que
entrar Bussy para acreditarse como escultor en tie-
rras valencianas26. El posible papel de nuestro escul-
tor en la introducción y difusión de típicas aportacio-
nes decorativas barrocas, ligadas al uso de la colum-
na salomónica, en tierras valencianas durante su
estancia en el taller de Sanchís, ya se ha comentado
en su correspondiente capítulo. Si queremos aportar
aquí la idea de que Antonio Caro se empieza a fami-
liarizar con ellas durante sus trabajos en el retablo ili-
citano y, posteriormente, trabajando o no con dise-
ños de Bussy, tanto él como toda su saga, las difun-
de por tierras murcianas y levantinas. Un ejemplo
perfecto sobre esta magnífica conjunción entre Anto-
nio Caro ‘el Viejo’ y Nicolás nos lo da el proceso de
ejecución del Retablo Mayor y Tabernáculo para la
vecina ciudad de Orihuela.
Nada más llegar a Murcia, el 28 de noviembre
de 1689, el jurado Gregorio de Masquefa propone al
Cabildo de la Catedral de Orihuela la necesidad de
hacer retablo y un tabernáculo para la Capilla Mayor.
Se tienen noticias de que en Murcia estaba D. Nico-
lás de Bussy, “experto e inteligente”, y se acuerda
escribirle para que venga y haga una o más plantas.
Que fije los precios y se haga lo que más convenga
para ornato de la Catedral. Ambas obras no existen
hoy, pero los términos de la postura que por ellas hace26. Vid al respecto. Segado Bravo, Pedro: El escultor-retablista Antonio
Caro ‘El Viejo’. En: Imafronte. 1986. pp. 83-99.
108María del Carmen Sánchez-Rojas Fenoll3
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27. Todas estas noticias se encuentran ampliamente documentadas enla obra de Agustín Nieto Fernández: Orihuela en sus Documentos.I. La Catedral. Parroquias de Santas Justa y Rufina y Santiago, ob.cit., p. 36 y sig.
28. Vilar, Juan Bautista y Sánchez Portas, Javier: La urna del monumentoeucarístico de Santa Justa, obra del escultor francés Antonio Dupar.pp. 2-4.
29. A. H. P. M. Notario, Miguel de las Peñas Torralba. Sig. 1831. Años 1687-89. Ff. 247 y 310. Notario, José Molina. Sig. 1678. Ff. 137 y 139.
Antonio Caro, trabajando, una vez más, con diseños
de nuestro artista27, son tan prolijos que permiten dar-
nos cuenta de la riqueza del repertorio formal, usan-
do elementos que ya empleó, por lo menos, en Elche:
frutas, serafines, “medias-ninfas”, etc… y, por supues-
to, columnas salomónicas. Los trabajos debieron de
gustar, y, al respecto, no podemos dejar de citar que
cuando el escultor marsellés Antonio Dupar va a rea-
lizar el monumento eucarístico para la iglesia de las
santas Justa y Rufina, de la misma ciudad, en octubre
de 1727, en el pliego de condiciones de la realización
de la obra que, por cierto, está formalmente basada
en un dibujo de Pierre Puget, se le exigía que lo hicie-
se “con la perfección que ejecutaba D. Nicolás de
Bussi”28.
Posteriormente, creemos que este ‘equipo’ vuel-
ve a trabajar en la portada, esta vez en piedra, del
palacio de la familia de los Guevara, en Lorca, fina-
lizada en 1694. En ella se documenta el trabajo de los
Caro, ejecutando, según creemos, un diseño de nues-
tro escultor. Un mero análisis formal nos demuestra
sus filiaciones con otras obras similares de Bussy,
como la citada fachada de Elche, y el despliegue de
todo un repertorio de motivos que le es muy queri-
do. Hasta la posterior llegada de Jaime Bort nadie, en
Murcia, supo hacer unos esquemas arquitectónicos-
escultóricos que aplicaran tan justamente los princi-
pios barrocos de movimiento y plasticidad. No hay
más que recordar la portada que para la nueva ermi-
ta de la Virgen de la Fuensanta hace Toribio Martí-
nez de la Vega, encargada en 1705, cuando Bussy
acaba de abandonar Murcia, de pulcra y laboriosa
realización, pero de esquema y resultados planos,
estáticos y provincianos. Las mismas características
podemos apreciar en otra de las portadas más cono-
cidas que se hicieron, pocos años después: la del con-
vento murciano de La Merced.
Nuevamente su autoridad se hace notar cuando
se le contrata para hacer el dibujo del remate del Reta-
blo Mayor para la iglesia murciana de San Bartolomé,
remate que realizó el retablista Andrés Martínez, en el
año de 1698, pero bajo la supervisión directa de nues-
tro escultor. La culminación de esta obra, suspendida
varios años, tras realizarse solamente el primer tercio,
debió levantar expectativas entre los murcianos, pues
en los registros notariales se anotan donaciones de
diversos ciudadanos, en especial del gremio de los pla-
teros, para sufragar la obra29.
Y como conclusión de este apartado no pode-
mos, por menos, volver a recordar que su fama en
estos menesteres tuvo su merecido epílogo en el reco-
nocimiento que le dispensan los novatores, cuando
lo consideran totalmente capacitado para realizar la
nueva fachada de la catedral de Valencia, en el año
de 1703, y sólo la edad y sus carísimos precios le des-
califican en su elección.
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110María del Carmen Sánchez-Rojas Fenoll3
La escultura en madera. Su trabajo paracofradías y órdenes religiosas30
Aunque Bussy llegó a nuestras tierras prestigiado
como escultor en piedra y madera, no conocemos,
hasta el presente, que aquí esculpiera en piedra. Los
encargos que tuvo, y que podemos documentar direc-
tamente en la actualidad, fueron hechos por parte de
cofradías pasionarias, la de la Sangre y de la Herman-
dad de Nuestra Señora de los Dolores y los Santos
Pasos, y por la Orden religiosa de los Jesuitas, aunque
por testimonios indirectos podemos pensar que tam-
bién trabajó para las órdenes franciscanas, y pueblos
de la provincia como Lorca y Mula. Y, atendiendo a la
naturaleza de los encargos, se prodiga, trabajando pre-
ferentemente la madera de ciprés, en acentuar la expre-
sividad y la tragedia de las formas y, en especial, de las
fisonomías, en aras de conseguir acentuar el mensaje
psicológico dirigido al fiel devoto, siendo sus obras de
la época murciana paradigmáticas en cuanto a lo que
se demanda artística y espiritualmente de las mejores
esculturas de un Barroco religioso.
Pasos realizados para la Archicofradía de laPreciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.
La amplia documentación sobre los encargos y
ejecución de las esculturas por parte de Nicolás de
Bussy se encuentra recogida en el archivo propio de
la Archicofradía y en algunas referencias notariales del
Archivo Histórico de Murcia. Las del primer apartado
se encuentran ampliamente documentadas en su capí-
tulo correspondiente en la presente publicación. Por
ellas sabemos que la primera escultura que se le encar-
gó a nuestro maestro fue la del Titular, Santísimo Cris-
to de la Preciosísima Sangre, cuyos dibujos prepara-
torios ya estaban hechos en 1688. A este primer encar-
go le suceden el de la Negación de San Pedro, el Santo
Ecce Homo y el de Nuestra Señora de la Soledad.
30. Al margen de otras esculturas atribuidas a su mano, vamos a centrar-nos, en el presente trabajo, en las que ofrecen una autoría clara en ladocumentación existente hasta ahora.Para una catalogación que abarque obras documentadas y atribuidas.Sánchez-Rojas Fenoll, María del Carmen: Catálogo. En: Nicolás deBussy, ob. cit., pp 90-178.
2Bussy. San Francisco de Borja. Iglesia de San Juan de Dios, Murcia.
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31. A. H. P. M. Notario, Ignacio López Camacho. Sig. 3279. Años 1703-7.12 de enero de 1703. Fol. 2 v. y sig. Notario, Pedro Rubio, Sig. 2008.Años 1698-1702, fol. 62. 12 de abril de 1699. Obligación de Nicolás deBussy contra varios mayordomos de la Cofradía de la Sangre de Cris-to. Se le pagan “280 pesos escudos de plata que hacen 4.216 reales y16 mrvs. que le confiesan deber del resto de las hechuras y paso deSantísimo Ecce Homo que ha hecho para la cofradía”.
Todos ellos re realizan en el periodo cronológico que
va desde 1688 a 1703, confirmando Nicolás de Bussy,
ante notario, el 9 de febrero de ese año, que están
hechas y cobradas.
Nuevos datos al respecto puede aportar un curio-
so pleito que se establece en enero de ese mismo año
en el que se relata que con motivo de la procesión del
Miércoles Santo del año anterior (1702) se llevan los
pasos, por sus cofrades correspondientes, para su ador-
no con “ramas”, según costumbre, al Convento de Reli-
giosos del “Señor San Antonio”, y que en el trayecto
se extraviaron de dicho Convento a la parroquial de
santa Eulalia, donde permanecían, sin ser devueltos a
su sede del Convento del Carmen, desde donde se
reclaman, con la excusa de la poca fiabilidad de los
puentes sobre el río Segura. Entre otros datos que nos
permiten pensar que las hechuras ya están hechas en
el año de 1702, es muy explícita la descripción que se
hace de dichos pasos, que estaban, todo este tiempo,
en casa del “beneficiado y Cura propio” de Santa Eula-
lia. Son los siguientes: “El Sr. San Pedro, Nuestra Seño-
ra de la Soledad, el Santo Cristo de la Sangre, otra del
“Ecce Homo, con cuatro niños, y tres estatuas que se
visten de Pilatos, un judío y un sayón”31.
De todas estas esculturas se conservan, en la actua-
lidad, como seguras de su mano, la del Cristo de la San-
gre, la del Cristo sentenciado a muerte, Titular del paso
del Pretorio, y el San Pedro de La Negación.
Los encargos para la Hermandad de NuestraSeñora de los Dolores y los Santos Pasos.
Según contrato de 25 de junio de 1700, se concier-
ta entre Nicolás de Bussy y los representantes de la cita-
da hermandad un conjunto escultórico de un Calvario,
destinado a la nueva ermita concertada con el Conven-
to de San Diego. El conjunto constaba de ocho hechu-
ras: un Cristo crucificado, de 9 palmos de alto, la Vir-
gen y San Juan, de la misma altura, la Magdalena y otros
cuatro niños con las insignias de la Pasión. Las hechu-
1112Nicolás de Bussy, un escultor europeo en España. Tercer centenario de su muerte (1706-2006)
2El Pretorio.
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ras debían de ser todas de talla, salvo la de la Virgen y
San Juan, que serían de vestir. El Calvario, según el mis-
mo contrato, tenía que estar acabado para el día de Pas-
cua de Navidad del año siguiente, y en la escritura de
obligación el escultor aclara que agregaría “un peñas-
co que ha de ser base o pedestal de la cruz”.
Todo debió cumplirse según lo escriturado, y el 23
de enero de 1704 Bussy declara que la Hermandad le
había liquidado el total del importe de las esculturas,
8.250 reales de vellón.
Actualmente no se conserva ninguna de las imá-
genes del citado Calvario32.
Esculturas para la Orden Jesuítica, patrimoniode la Iglesia de San Esteban, de Murcia.
De ellas, la única que tiene asegurada su autoría
es la de San Francisco Javier, al encontrarse, dentro de
ella al proceder a una de sus restauraciones, una de las
famosas cédulas deprecatorias que nuestro escultor
solía poner dentro de alguna de sus esculturas, como
en la del Cristo de la Sangre. En dicho documento tam-
bién se fijaba su cronología, en el año de 1700. Origi-
nariamente de vestir, se enlienzaría, probablemente,
después de la guerra de 1936. Las otras dos, pertene-
cientes a la misma Orden –San Francisco de Borja (en
el Museo de Bellas Artes) y un Nazareno (hoy en para-
dero incierto), que se compró en Murcia, a la extin-
ción de la citada Orden, para la Parroquia de Nuestra
Señora del Rosario, del pueblo murciano de Bullas–
por sus características tipológicas nunca han ofrecido,
a los distintos estudiosos del tema, ninguna duda de
atribución a las manos del estrasburgués, y por la belle-
za de sus tipos se encuentran entre las más admiradas
de su repertorio.
Otros testimonios sobre obras atribuidas a Bussy.f Noticias sobre un Cristo en Expiración: el 1 de
septiembre de 1691, Bussy, residente en Murcia,
comparece ante el Escribano Público, y testigos
reclamando un Cristo que tiene en poder de D.
Baltasar Gómez, presbítero y capellán de su Majes-
tad, residente en la ciudad de Granada33. La redac-
ción del documento notarial dista mucho de ser
clara en sus términos, por lo que no nos es posi-
ble deducir de ella una autoría de dicha imagen
a la mano de nuestro escultor, ni constancia de
que pudiera residir en la ciudad andaluza antes
de venir a Murcia.f El Cristo de la Misericordia. Antigua ermita del Vía
Crucis de Lorca. El erudito murciano Espín Rael
cita que en Cabildo celebrado en la iglesia colegial
de San Patricio de Lorca, el 29 de noviembre de
1697, consta que la Hermandad de la Misericordia
había encargado una imagen de un Cristo, para
dicha ermita, al escultor Nicolás de Bussy. A ello
añade la efeméride de que la escultura llegó a Lor-
32. Para un completo estudio del grupo escultórico vid.: Montojo Mon-tojo, Vicente: Nicolás de Bussy y la Hermandad de los Santos Pasos.En: Nuevas aportaciones (…) ob. cit. pp. 31-35.
33. A. H. P. M. Notario, José Molina. Sig. 1675. Años, 1691-92, fol. 157.
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34. Espín Rael, J.: Artistas y artífices levantinos. Lorca, 1931. pág. 169.35. López Jiménez, J. C.: Consideraciones en torno al Arte en Orihuela. En:
Anales Centro de Cultura Valenciana. Valencia, 1960. Pp. 160-178.36. Orts Román, Juan: Fray Nicolás de Bussy, el más original de todos los
imagineros. Conferencia pronunciada en la Academia de B.B. A.A.,de la Real Sociedad Económica murciana de Amigos del País. 10 dediciembre de 1944, y publicada en Murcia al año siguiente.
37. Ibáñez García, J. M.: Don Nicolás de Bussy. En: Estudios Bibliográfi-cos. Murcia, 1928, pp. 31 y sig.
ca traída a pie, desde Murcia, el 25 de enero de
1698. De ella sólo queda una vieja fotografía34.f Cristo para el Convento de la Encarnación de Mula.
José Crisanto López Jiménez cita la noticia de que
Nicolás de Bussy hace un Cristo para dicho Real
Convento, fundación de D. Juan José de Austria,
entresacada de la Crónica del Monasterio. Año de
1779. Tomo I. Págs. 124 y siguientes, y, hoy, desapa-
recido o no identificado35.f Nuestro Padre Jesús. Orihuela. El historiador ilici-
tano Juan Orts Román se basa en el testimonio de
Tormo para afirmar que fue obra de Bussy una
escultura de Nuestro Padre Jesús, considerada como
patrón de Orihuela y destruida en la guerra de 193636. f Paso procesional del Prendimiento de Jesús en el
Huerto de los Olivos. Cofradía de la Hermandad
del Arte de la Seda. Murcia. Ibáñez García estu-
dia, ampliamente, este conjunto escultórico que
realizaría nuestro maestro en sus primeros años
de estancia en esta ciudad. De él sólo queda la
cabeza, muy mutilada de la figura de Jesús, que,
según el autor de este estudio, era imagen de ves-
tir y muy semejante a la del paso de la Negación
de la Archicofradía de La Sangre, y en una oque-
dad de dicha cabeza encontró el escultor Sánchez
Tapia, que la estaba restaurando en 1899, una
cédula en cuyo piadoso texto se identificaba Bussy
como autor37.
Notas finalesPara concluir la etapa en estas tierras de nuestro
escultor, iniciador y figura insigne de la Escuela Barro-
ca Murciana de escultura, queremos volver a recor-
dar las palabras de alguien que lo conoció bien, Anto-
nio Palomino de Castro y Velasco, que en su ya cita-
da obra El Museo Pictórico y Escala Óptica le dedica
estos sentidos elogios, certera síntesis de las cuali-
dades artísticas de sus obras: “Murió Bussi en la Car-
tuja de Valencia, cerca del año de 1709, de larga edad,
habiendo dejado insignes obras en Murcia, que a
excesivos precios labraba; pero no hay ojos con que
mirarlas, ni palabras con que encarecerlas”.
1132Nicolás de Bussy, un escultor europeo en España. Tercer centenario de su muerte (1706-2006)
2Cristo de la Misericordia de Lorca.
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