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Un modelo COT para el estudio del conflicto emocional
en la toma de decisiones conjuntas
Antonio Aguilera Ontiveros y Julio César Contreras Manrique
Programa de Estudios Políticos e Internacionales.
El Colegio de San Luis, A.C.
Resumen
Se presenta un modelo para el estudio del conflicto emocional en la toma de decisiones conjuntas basado en una arquitectura cognitiva inspirada en el análisis transaccional. Se dan los elementos del modelo computacional y se muestra un ejemplo del funcionamiento del modelo.
Introducción
La Teoría Computacional de la Organización (COT por sus siglas en inglés) es
una aproximación al estudio de los tópicos organizacionales que se fundamenta
en el uso extensivo e intensivo de modelos computacionales y en la simulación
con los mismos. Si bien el uso de los modelos computacionales en el estudio de
las organizaciones es ya añejo (ver por ejemplo el trabajo de Forrester (1962) y
Cyert y March, (1963), la COT renueva de manera dramática el tipo y calidad de
investigaciones que se pueden realizar usando la llamada tercera disciplina de
investigación científica, el modelado computacional (Hulin y Ilgen, 2000). Esto es
debido a que los modelos desarrollados en la COT son herederos de la tradición
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cognotivista en donde los trabajos de Cyert y March (1963) y Cohen, March y
Olsen (1972) son los referentes paradigmáticos. Dicha tradición ha sido seguida
hasta nuestros días como dan muestra los trabajos de Morecroft (1985); Masuch y
LaPotin (1989); Kumar, et al. (1993); Carley y Prietula (1994); Carley y Ling (1997)
Ilgen y Huling (2000) y Kaneda y Hattori, (2005).
En este trabajo y siguiendo la línea de investigación que como grupo de estudio de
las organizaciones de El Colegio de San Luis, hemos seguido en los últimos tres
años (Aguilera et al. 2003; Aguilera y Contreras 2006) presentamos un modelo
computacional basado en el análisis transaccional de Berne (Chandezon y
Lancestre, 1992) para el estudio de la toma de decisiones conjunta.
Las razones para desarrollar dicho modelo surge de nuestra interés en los
conflictos en torno a los procesos de decisión, en donde emerge como un tema
relevante el proceso de toma de decisiones conjuntas bajo contextos emocionales
(Aguilera y Contreras, 2006). En nuestros primeros diseños modélicos, (Aguilera et
al., 2003), los mecanismos relacionados con los aspectos cognitivos de la decisión
eran extremadamente simples y carentes de una teoría cognitiva que les diera
significación dentro del área de los estudios del comportamiento. Un segundo
ensayo, (Aguilera y Contreras, 2006), fue realizado usando una teoría cognitiva
sobre las emociones muy compleja (Ortony et al. 1989) la cual ha sido difícil de
operativizar tanto en los aspectos del modelo computacional como en los aspectos
de trabajos empíricos. En esta ocasión hemos trabajado con una teoría cognitiva
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concreta, el análisis transaccional, que ha sido usada en el estudio empírico de
aspectos comunicativos dentro de organizaciones con el fin de desarrollar cambios
en los comportamientos de los individuos dentro de los contextos organizacionales.
El trabajo que presentamos está dividido en cuatro secciones, en la primera se
abordarán los aspectos generales que conforman las ideas del conflicto en la toma
de las decisiones y cómo los aspectos emocionales funcionan como catalizadores
que inhiben o potencian los desacuerdos. En la segunda sección se mostrarán los
aspectos generales y concretos del análisis transaccional, una metodología ya
probada en la resolución de conflictos en contextos organizacionales. En tercer
lugar, se muestra y explica el modelo computacional desarrollado usando los
aspectos concretos de las teorías anteriormente mostradas. Por último, la cuarta
sección es una discusión sobre los problemas que encontramos al transformar la
teoría en un modelo de inteligencia artificial distribuida susceptible de ser usado
para simular aspectos concretos del conflicto en la toma de decisiones.
Decisión, conflicto y emoción
El estudio de los procesos de toma de decisiones es un tópico general en varios
campos de la investigación del comportamiento organizacional. Dicho aspecto es
relevante sobre todo para el estudio de aspectos concretos de cooperación y
decisión en entornos en donde los individuos tienen diferencias concretas con
respecto a sus intereses o visiones del mundo. Tradicionalmente el modelo más
usado es el sustentado en la visión economicista de la elección racional. En dicho
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modelo los individuos tratan de maximizar sus ganancias o minimizar sus pérdidas
y sus proceso cognitivos son entendidos como analíticos y bien informados. Sin
embargo, dicho proceso es solo un modelo ideal cuya crítica más seria es la falta
de adecuación a las verdaderas complejidades del comportamiento de los
individuos al tomar decisiones. Los estudios críticos sobre el proceso de toma de
decisiones han puesto de manifiesto que éste es un proceso en donde se obtiene
más una salida satisfactoria que una óptima (March y Simon, 1980). Además,
otros estudiosos de los procesos de decisión han mostrado como estos son
afectados por aspectos cognitivos del individuo relacionados con sus estados
emocionales (Mumby y Putnam, 1992; Weiss y Cropanzano, 1996; Fineman,
1993 y 1996; Domagalski, 1999).
Por su parte, el proceso de decisión grupal contiene además de los aspectos
concretos establecidos por la teoría de la elección racional, ya sea economicista o
de racionalidad limitada, el factor del conflicto. Tradicionalmente, el conflicto es
visto de forma negativa como un factor que inhibe el proceso de toma de
decisiones conjuntas. Sin embargo, Moscovici y Doise (1994) plantean que el
conflicto es la variable más relevante en los procesos de toma de decisiones. El
conflicto funciona como un catalizador para el cambio y la innovación, en
contraposición con la teoría clásica en donde se trata de evitar el conflicto en aras
de la búsqueda de la unanimidad a toda costa.
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Moscovici y Doise (1994) definen el consenso como "Un proceso en el cual se
exploran, enfocan y dirigen varios puntos de vista conflictivos y posibilidades hacia
un objetivo reconocido por todos". El consenso depende de la estructura del
problema que se plantee, pudiéndose distinguir tres estructuras distintas de
problemas:
1. Problemas estructurados: existe un elevado consenso en los aspectos
relevantes y certeza sobre los conocimientos necesarios para solucionar el
problema. Los problemas estructurados suelen ser problemas de tipo
técnico, donde los técnicos, con un elevado conocimiento de la materia en
discusión, son los que juegan el papel de decisores.
2. Problemas moderadamente estructurados (objetivos): existe consenso en
los aspectos relevantes del problema pero incertidumbre sobre los
conocimientos necesarios para resolverlo. Se está de acuerdo, pues, con el
problema pero en desacuerdo con la solución. Este tipo de problemas no
suelen ser técnicos sino políticos, por lo que el experto en la materia debe
jugar el papel de abogado y la decisión se tomará teniendo en cuenta la
opinión de los grupos de interés.
3. Problemas moderadamente estructurados (medios): existe consenso sobre
qué conocimientos son necesarios para resolver el problema pero
desacuerdo respecto a los valores en juego. En este tipo de problemas el
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experto en la materia debe jugar el papel de mediador en la discusión para
decidir qué valores entrarán en juego.
En estas tres tipologías de problemas no es complicado buscar un juicio de
consenso mediante la argumentación, puesto que al existir un consenso (mayor o
menor según la estructura del problema), se puede partir de él para lograr un
acuerdo global.
Con estas ideas en mente, es fácil ver que todo el problema de una decisión
conjunta gira entorno a la capacidad que tienen los individuos de confrontar sus
opciones, visiones y modos de acción para lograr una decisión conjunta. En este
aspecto, Howard (1993) ha propuesto un modelo específico en donde se
considera el conflicto en una situación concreta de toma de decisiones conjunta.
En dicho modelo, Howard considera un proceso iterativo de comunicación
argumentativa en donde cada uno de los actores involucrados tiene una “decisión
adecuada” en función de sus intereses concretos. En el modelo de Howard los
actores interaccionan desde un punto de vista emocional con el fin de influir en la
decisión del otro. Howard considera el conflicto en el proceso decisorio como
debido a un conjunto de juicios de valor que tiene cada individuo con respecto al
otro. El modelo de Howard usa un mecanismo de transmisión de
esperanzas/amenazas con respecto a una situación futura por parte de cada actor
las cuales son emocionalmente interpretadas ocasionando cambios en las
utilidades de salida y logrando la decisión conjunta.
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En nuestras investigaciones pasadas (Aguilera, et al. 2003; Aguilera y Contreras,
2006) hemos propuesto distintos mecanismos cognitivos para explicar y
operativizar dicho mecanismo. En este trabajo exploraremos el uso del análisis
transaccional como mecanismo capaz de ser operativizado en un modelo tipo
COT.
El análisis transaccional
Para el modelo concreto que proponemos en este trabajo hemos elegido como
teoría comportamentalista a modelar el análisis transaccional o TA por sus siglas
en inglés. Éste es una aproximación integrativa al estudio de la personalidad y de
las relaciones interpersonales. Se le llama integrativa toda vez que considera
elementos de los enfoques psicoanalíticos, humanísticos y cognitivos dentro del
campo del estudio del comportamiento humano.
El análisis transaccional fue desarrollado por Eric Berne, médico psiquiatra y
psicoanalista (Chandezon y Lancestre, 1992:23). Dicho análisis es en si una
teoría concreta sobre la personalidad y la dinámica social. Fue desarrolla por
Berne sustentándose en su experiencia clínica y con énfasis en su uso terapéutico.
Sin embargo, dicha teoría ha resultado útil fuera del contexto psiquiátrico clínico y
ha permeado hacia disciplinas interesadas en el comportamiento humano, tales
como los estudios organizacionales.
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Dentro del campo de los estudios organizacionales el análisis transaccional ha
sido usado en el marco del estudio de los tópicos del desarrollo organizacional,
tanto de manera práctica como teórica (Bowen y Nath, 1978; Neath, 1995).
Algunos aspectos en que el análisis organizacional es usado son el estudio de: a)
el clima y la cultura organizacional, el comportamiento administrativo y el
desarrollo de la autoestima dentro del entorno de la organización.
Como teoría cognitiva, el análisis transaccional describe como se desarrollan las
personas y se comportan consigo mismas (Chandezon y Lancestre, 1992: 24-25).
Además, la teoría describe una serie de mecanismos que las personas usan para
relacionarse con otros y ofrece sugerencias sobre como intervenir en ciertos
aspectos de la comunicación con nosotros mismos y con los demás que le
permiten al individuo cambiar y crecer en los aspectos emocionales/afectivos y
sociales (Chandezon y Lancestre, 1992:40-41).
La teoría desarrolla por Berne considera cuatro aspectos concretos para el estudio
del comportamiento de los individuos (Chandezon y Lancestre, 1992:26):
1. El análisis estructural. Busca la comprensión de lo que pasa en el nivel
intrapsíquico dentro del individuo.
2. El análisis transaccional. Permite captar los aspectos intrapersonales de las
relaciones del individuo.
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3. El análisis de los juegos. Intenta comprender ciertos tipos de transacciones
cuyo desenvolvimiento implica el surgimiento de sentimientos
desagradables o que terminan mal.
4. El análisis del guión. Permite comprender el plan de vida del individuo.
Para nuestros fines es de suma relevancia comprender la transacción como
mecanismo de interacción entre los individuos. Según Berne:
La unidad de relación social se denomina transacción. Si dos o más personas se encuentran… antes o después, una de ellas manifestará verbalmente o por cualquier otro medio, que reconoce la presencia de otro. Este fenómeno recibe el nombre de “estímulo” transaccional. [La] Otra persona, en este momento, dirá o hará algo que se une en cierto modo, a este estímulo, y que se designa como “respuesta” transaccional (Berne, 1966 citado en Chandezon y Lancestre, 1992:40).
Las ideas básicas en que se fundamenta el análisis transaccional desarrollado por
Berne son las siguientes: En un momento específico, una persona experimenta y
manifiesta su personalidad a través de una mezcla de comportamientos,
pensamientos y sentimientos. Normalmente existen tres estados del ego que las
personas utilizan en sus interacciones con los demás:
1. El estado padre: es un estado en el que las personas se comportan, sienten
y piensan en función a un mecanismo de imitación inconsciente que sigue
el patrón del comportamiento de sus padres u otras figuras paternas, o bien
un mecanismo basado a la interpretación que se hace respecto a las
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acciones de los padres o figuras paternas. Por ejemplo, en una situación
laboral una persona puede gritarle a otra manifestando su frustración ante
lo que considera una actitud infantil en función a que gritarle era la actitud
que su padre o madre tomaba ante él/ella en su niñez. Existen dos estados
concretos del Padre, el Padre Crítico (PC) y el Padre Nutricio (PN)
(Chandezon y Lancestre, 1992:30). El Padre Crítico critica, juzga, controla,
prohíbe. Mientras que el Padre Nutricio alaba, mantiene, consuela y permite
la acción.
2. El estado adulto: en este estado las personas se comportan, sienten y
piensan en respuesta a lo que está sucediendo en el "aquí y ahora". El
mecanismo se basa en la experiencia como adulto y en base a ello se
orientan los actos. Se considera que éste es el estado ideal del ego, y
reforzar este tipo de estado del ego es un objetivo del análisis transaccional,
tanto en el psicoanálisis como en el desarrollo organizacional.
3. El estado niño: es un estado en el que la gente se comporta, siente y
piensa de manera similar a cómo lo hizo en su infancia. Por ejemplo, una
persona que recibe una mala evaluación en el trabajo pueden responder
como lo hicieron en su infancia, esto es, desviando su mirada hacia el piso
en señal de congoja y aunado a esto sintiendo verdadera vergüenza o
enojo, ya que este tipo de comportamiento es el que utilizaba cuando era
regañado de niño. El estado niño se subdivide en Niño Adaptado (NA) (con
dos subestados: Niño Sumiso (NAS) y Niño Rebelde (NAR)) y Niño libre
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(NL) (Chandezon y Lancestre, 1992:31-32). El estado niño es la base de
los sentimientos, emociones, necesidades y pulsiones.
Para Berne, los estados del ego definen patrones consistentes de sentimientos y
experiencias relacionadas directamente con patrones de comportamientos
correspondientes y consistentes. La idea detrás de todos estos aspectos es crear
un modelo cognitivo del individuo el cual contiene los tres aspectos de los estados
del ego (Padre, Adulto y Niño). Los individuos interaccionan entre sí a través de
dos tipos de interacciones: complementarias y excluyentes. Las transacciones
complementarias se caracterizan por la reciprocidad y por el mantenimiento de la
comunicación. Una transacción iniciada en una dirección es correspondida en esa
misma dirección en sentido inverso. Las transacciones complementarias pueden
ser simétricas o asimétricas. Las simétricas ponen en relación aspectos
semejantes (Padre-Padre, Adulto-Adulto, Niño-Niño). Se trata básicamente de
relaciones igualitarias en las que ambos individuos salen gratificados y ambos
ganan. Las relaciones asimétricas ponen en relación componentes distintos
(Padre-Adulto, Adulto-Niño, Padre-Niño). En este caso, también se consideran
gratificantes pero implican el dominio de un individuo por sobre el otro. Por su
parte, las transacciones excluyentes o cruzadas se caracterizan por la interrupción
de la comunicación y por la no-reciprocidad. Una transacción excluyente se
caracteriza porque surge en una dirección determinada y la respuesta se da otra
en distinta dirección y sentido.
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Dependiendo de la parte del individuo que intente establecer un proceso
comunicativo, existe una serie de condicionantes concretas en dicho proceso. Por
ejemplo, un individuo puede intentar un proceso comunicativo enviando un
mensaje desde su padre crítico (PC) a otro individuo. Obviamente el proceso
comunicativo efectivo se lograría si el mensaje fuera recibido por la parte Niño
Adaptado del individuo receptor que respondería favorablemente al mensaje-
intensión del emisor. Por su parte, si el mensaje es mandado al Niño del receptor
pero dicho recepto responde desde su Adulto la situación cae en un aspecto
concreto cuya comprensión implicaría ya no solo los estados del ego sino los
mensajes que se mandan y los resultados que dichos mensajes quieren lograr.
Como se ha establecido, este tipo de transacción excluyente genera conflicto.
La comunicación se da a través de contactos (strokes), ya sean éstos verbales
(una palabra) o corporales (una sonrisa o caricia). Dentro del modelo de Berne el
proceso comunicativo es analizado a través de un juego concreto en donde
existen cuatro grandes mensajes que se trasmiten entre los jugadores: “Tu estás
bien”, “Yo estoy bien”, “Yo estoy mal”, “Tu estás mal”. Dichos mensajes están
dentro de esquemas cognitivos que los individuos usan para justificarse y tomar
decisiones con respecto a los demás. Dichos “mensajes” forman parte de lo que
Berne llama pociones de vida.
El juego comunicativo se da entre dos individuos y es un proceso iterativo en
donde se da un proceso secuencia de transacciones, las cuales pueden ser
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exitosas o no en el sentido de ser bidireccionales. Dichas transacciones pueden
ser profundas o triviales (ver el jocoso ejemplo propuesto por Ernst, 2008:6), pero
siempre terminan en un resultado concreto. Un ejemplo aclarará lo anterior
(adaptado de Albrecht, 2006: 143):
Esposa: “Me encantaría cambiar las cortinas de esta habitación. Ya están muy
viejas”.
Marido: Bueno, ¿por qué no? Vamos a Liverpool a ver que tienen.
Esposa: No, ahora mismo no podemos hacerlo. Ese juego de palos de golf que te
compraste se llevó un buen trozo de nuestro presupuesto.
En este juego, existen tres elementos a saber: el “gancho” u oferta de jugar que
va disfrazado de fragmento inocente de una conversación; La “aceptación” o
respuesta que en general lleva un mensaje de ayuda, consuelo o apoyo al jugador
que ha realizado la oferta; El “golpe” o vuelco repentino de la situación que hace
que el “blanco” se sienta mal. En términos del análisis transaccional, el juego es
entendible al considerar que el gancho surge desde la parte Adulta con un claro
mensaje a la parte adulta del otro. En este sentido, la parte adulta concede pero la
parte Padre Crítico envía el mensaje al Niño del otro (ver la figura 1).
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Figura 1. Análisis transaccional del juego de la esposa vengadora.
El general todo juego transaccional tiene como objetivo encubierto lograr despertar
una emoción en el otro. Dicha emoción puede ayudar o inhibir la aceptación de un
mensaje que invita a una acción concreta.
En el apartado siguiente usaremos las ideas desarrolladas aquí para mostrar
como se puede construir un modelo computacional para el modelado
organizacional.
El modelo multiagente basado en el análisis transaccional
En esta sección desarrollaremos nuestro modelo computacional de un proceso de
toma de decisiones conjunta en donde los actores llevan a cabo un proceso
transaccional. La primera idea que desarrollaremos es la de sistema autónomo
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descentralizado (ADS por sus siglas en inglés) (Cheng, et al. 1995; Kawano, et al.
1998). Este tipo de sistema es de extrema relevancia para los estudiosos de las
organizaciones que usamos la COT toda vez que presenta un marco
computacional general que involucra individuos independientes en interacción en
ambientes cambiantes, los ambientes tienen recursos y los individuos tienen
metas concretas que lograr. Además, los individuos pueden interaccionar de
manera cooperativa o competitiva dependiendo de las circunstancias y de sus
metas y planes inmanentes. Entonces para nosotros una organización será un
sistema autónomo descentralizado (en este sentido seguimos las ideas planteadas
por Cheng, et al. 1995).
Definición 1: Una organización es un Sistemas Autónomo Descentralizado
definido como la siguiente dupla:
, .Def
Org ADS A St≡ =< >
Donde 1 2{ , , , }nA a a a= K es un conjunto de agentes de la organización.
St Proposal Response= ∪ es un conjunto de contactos entre los agentes de la
organización.
Definición 2: Un agente ia puede ser definido como una tetra-tupla:
, , ,i i i i ia Sn Tn Sa Ta=
Donde, iSn representa un conjunto de escenarios que se definen como sigue:
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{ }1 2, , ,i i i imSn s s s= K
Los escenarios de un agente son las diversas funciones que un agente puede
desempeñar. Se asume que los agentes tienen un número finito de escenarios.
Sea iAtt un conjunto de actitudes estado definido como { , , )iAtt P A N= en donde
P= Padre, A=adulto y N=niño. Una actitud iatt es una n-tupla de actitudes estado
de los agentes.
Sea iSa un conjunto de actitudes de un agente ia hacia otros agentes. Entonces se
sigue que:
i i jj i
Sa Att Att≠
⊆ ×∏
iTn es una función de transición de escenarios definida como sigue:
:i i kTn Ss St Ss× →
iTa es la función de transición de actitudes definida como:
:i i kTa Sa St Sa× →
De forma intuitiva, las funciones de transición iTn y iTa representan los cambios
posibles de escenarios y/o actitudes del agente ia cada vez que éste recibe un
contacto (stroke). En la figura 2 se muestra la estructura interna de un agente.
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Figura 2. Estructura interna de un agente.
Definición 3. Sea ,St PR AT⊆ × entonces un contacto (stroke) es un elemento de
,St esto es, ,st St∈ donde:
{ }1
,
n
ii
i jj i
PR Propuesta Respuesta;
Propuesta Sn
Respuesta ok nok, ignorarAT ATT Respuesta;ATT Att Att
=
≠
= ∪
=
=
= ∪
⊆ ×∏
U
Aquí, iAtt es el conjunto de estados de actitud del agente ia cuando éste manda
contactos (strokes), y jAtt es el conjunto de estados de actitud de ja cuando
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recibe contactos (strokes). Un contacto es una propuesta o una respuesta a una
propuesta con una actitud.
La función de transición de escenario iTn puede ser representada por un dígrafo
cuyos nodos representan los escenarios y cuyas flechas representan las
transiciones entre los escenarios. Si una flecha lleva de un escenario ks a ns , se
puede etiquetar la flecha como , ( )k nArc st donde st es el contacto recibido y
además se cumple que .st St∈ De forma similar, la función de transición de
actitudes iTa puede ser representada por un dígrafo cuyos nodos representan las
actitudes del agente ia hacia otros agentes. Además, las flechas en el grafo
representan transiciones entre las actitudes (cambios de actitudes). Una flecha de
transición que lleva de una actitud katt a una actitud natt es etiquetada como
, ( )k nArc st en donde una vez más, .st St∈
La estructura anteriormente descrita nos ha permito establecer la arquitectura del
ser artificial con el cual podremos realizar experimentos, esto es, el agente. Como
hemos visto, la organización está conformada por dichos agentes y un conjunto de
propuestas/respuestas que son intercambiadas por los agentes. Nos interesa
ahora movernos hacia el plano cognitivo emocional en donde la estructura de los
“contactos” (strokes) son los que en conjunto con los estados del ego de los
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agentes determinarán una dinámica concreta en un proceso de toma de
decisiones conjuntas.
Como hemos establecido en trabajos anteriores (Aguilera et al. 2003; Aguilera y
Contreras, 2006) la toma de decisiones conjunta implica un proceso de
intercambio de mensajes que llevan a que los actores tomen decisiones
específicas que se concretan en una salida común y benéfica para ambos.
Nuestro ejemplo recurrente es el de un taller en donde existen un conjunto de
elementos específicos que son usados por los agentes para realizar sus tareas.
Dichos elementos son escasos y el uso de uno de ellos por parte de un agente
imposibilita que otro agente realice su tarea. El desempeño global de la
organización está dado por el tiempo completo en que todos los agentes terminan
de hacer sus tareas. Obviamente existen formas concretas de hacer que sucedan
las cosas. Una estructura de tipo cola ayuda a organizar el sistema. Sin embargo,
nosotros estamos interesados en como las emociones de los individuos afectan al
desempeño del sistema. Así, nos interesamos en casos concretos en donde los
individuos pueden decidir dejar de hacer su trabajo para “prestar” el recurso a un
amigo. También, nos interesa el asunto de la jerarquía, ya que ésta permite
ordenar las salidas del sistema permitiendo que agentes con mayor jerarquía
“arrebaten” los recursos a los agentes con menor jerarquía. Aquí, también
estamos interesados en como la emocionalidad rompe con esta “lógica de acción”.
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Usando la arquitectura propuesta por Cheng et al. (1995) vemos que los diferentes
comportamientos de los agentes están codificados en los escenarios Sn. En dicha
estructura es donde se puede codificar la forma de actuar frente a un
requerimiento específico.
Para clarificar el modelo usaremos un ejemplo concreto. Supongamos que
tenemos dos agentes en un proceso de negociación. Entonces los agentes en
nuestra notación se definen como: 1 2{ , }A a a= , el agente 1a es el “jefe” del agente
2a . Esto define los roles del los agentes dentro de la organización. La meta común
de ambos es realizar su trabajo lo más pronto posible. En nuestros diseños
anteriores hay un conjunto de metas concretas para cada agente las cuales para
realizarse necesitan un recurso escaso, el cual solo puede ser usado por un
agente a la vez. En un diseño jerárquico el recurso es usado por el agente con
mayor jerarquía, pero la emocionalidad puede hacer que esto cambie. En el
diseño de Cheng, et al. (1995) los escenarios representan las diferentes
situaciones en las cuales se lleva a cabo el proceso de negociación entre los
agentes. Identificamos los siguientes escenarios:
s1: el recurso es usado primero por el agente a1.
s2: el recurso es usado primero por el agente a2.
s3: el recurso usado por el otro agente.
El conjunto de actitudes que tienen los agentes está dado por:
att1 =(P,N); att2=(P,A); att3=(P,P);
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att4 =(A,N); att5=(A,A); att6=(A,P);
att7 =(N,N); att8=(N,A); att9=(N,P)
Los agentes tienen las siguientes representaciones formales:
{ }{ }
1 1 1 1 1
2 2 2 2 2
, , ,
, , ,
a Sn Tn Sa Ta
a Sn Tn Sa Ta
=
=
Para nuestro caso, el escenario del agente a1 está conformado por 1 1 3{ , }Sn s s= y
para el agente a2 está dado por 2 2 3{ , }.Sn s s= Los conjuntos de actitudes de cada
agente están dados por: 1 1 5 7 9{ , , , }Sa att att att att= y 2 1 2 4 5{ , , , }.Sa att att att att= Las
negociaciones entre los agentes dependen de sus funciones de transición Tn y Ta.
Supongamos las siguientes funciones de transición, para cada agente:
1 2 3
11
2
3
1 0 11 0 00 1 0
s s ss
Tnss
=
1 2 3
12
2
3
0 1 10 1 01 0 0
s s ss
Tnss
=
1 2 3 4 5 6 7 8 9
1
2
3
41 2
5
6
7
8
9
0 1 1 0 0 0 0 0 11 0 1 1 0 0 0 1 10 1 0 0 1 1 1 0 01 0 1 0 0 0 0 0 1
,0 1 0 0 0 0 1 0 01 0 1 1 1 0 0 0 00 0 0 1 0 0 0 0 00 0 1 0 1 0 0 0 00 0 1 1 1 0 0 0 0
att att att att att att att att attattattattatt
Tn Tnattattattattatt
=
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Veamos ahora como funcionaría el mecanismo de negociación: La situación parte
de que el agente a2 ha obtenido el recurso escaso para trabajar y éste es
requerido por su jefe el agente a1.
1. El agente 1a envía el contacto (stroke) { }1 1 1,st s att= al agente a2. Como puede
verse, el agente a1 tiene la actitud (P,N) tratando de que el escenario s1, que
equivale a que el agente a1 use el recurso sea el que se adopte por parte
del agente a2.
2. Después de recibir el contacto st1, el agente a2 trata de conformar este con
su propio escenario personal, esto es, (N,P) en donde le debe obediencia a
su patrón y debe aceptar la propuesta, esto es, ( )3 9, .s att
3. El contacto 2 3( , )st s ok= es enviado al agente a1 quien reconoce que el
agente a2 entiende su actitud (P,C) y está de acuerdo con su escenario.
Comentarios finales
En este trabajo hemos desarrollado un modelo para la toma de decisiones
conjuntas basados en una teoría cognitiva que permite el manejo de las
emociones, esto es, el análisis transaccional. Dicho modelo cae dentro de los
llamados estudios de la Teoría Computacional de las Organizaciones (COT). El
modelo presentado es sencillo de entender en su fase conceptual y permite
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capturar procesos internos de que ocurren en la “mente” de nuestros agentes
artificiales. El trabajo futuro a desarrollar es construir un entorno computacional
que nos permita simular con una gran cantidad de agentes los procesos de toma
de decisiones y observar las estructuras cognitivas que permiten la consecución
de acuerdos.
Agradecimientos
Queremos hacer patente nuestro agradecimiento a los comentarios y sugerencias
de los miembros del Seminario de Investigación Social Herbert A. Simon del
programa de Estudios Políticos e Internacionales de El Colegio de San Luis los
cuales han sido una valiosa ayuda en el desarrollo de nuestras ideas.
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