A mi HERMANA la MUERTE
A todos los humanos: niños, jóvenes, adultos y ancianos.
Todos viajamos y caminamos a la misma meta
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INTRODUCCCION
“¡Madre mía! No quiero leer cuanto sigue. ¿A quién se
le ocurre hablar de la muerte? No es mi deseo ni siquiera
escuchcar la palabra muerte.
¿Qué atrevimiento es ése de llamar hermana a la misma
muerte?
Ni lo acepto y me cuesta entenderlo”.
Sígueme y verás dónde está mi atrevimiento.
Seas niño, niña, joven, persona madura o bien ya muy
mayor, blanco o de color, del Norte o del Sur, de cualquier
continente, de un país rico, pobre o muy…tanto da.
¿Cuál es el final de todos? No te asustes ni lo olvides.
No somos tremendistas. ¿Cuál va a ser tu final, mi final, el de
todos sin excepción?
Un servidor no te lo va a decir. ¡Dítelo tú a ti mismo! ¡Pronuncia la palabra en voz suave pero que te oigas, ¿Cuál es el final?.....
Y acéptalo. Supérate aceptando la realidad, de este modo no viviendo en el engaño serás más feliz, no te quepa la menor duda.
Seas creyente o no, el hecho para todos es igual, el mismo. ¿Diferencias? El creyente espera otra vida, para él, comienza de verdad la Vida con mayúsculas. Y para muchos, todo termina con esta vida.
¿Tu postura? La mía es Vida, de ahí que cuando deje de respirar, cuando mi corazón ya no palpite aquí, seguiré de otro modo viviendo, no me obligues a imaginarlo. Ya que Pablo dice a los cristianos de Corintio 1 Cor 2,9 que Dios ha preparado a los que le aman lo que “ni ojo vio, ni oído oyó,
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ni pasó por el corazón del hombre, las cosas que preparó Dios para los que le aman”.
Mi testamento y deseo en mi final quiero que sea éste: que nadie llore por mí, no habré muerto, sí estaré dormido como así decían los primeros cristianos en las catacumbas, cementerios cristianos de los primeros siglos les llamaban “koinomen”, que significa dormitorio, no están muertos, decían, están dormidos y un día, según la fe cristiana resucitarán.
Mi testamento es que se alegren cuando deje esta tierra. Cuando muera, quiero que me canten el himno de la
alegría, el aleluya de Händel, u otra música, a ser posible
clásica y que destile gozo y vida.
-¿Y eso? ¿Por qué?
-Porque el Señor Dios me habrá dado el abrazo de amor y de
paz. Viviré por siempre y para siempre en su compañía y en
la de todos los seres queridos.
Resucitaré, según su promesa y como Él resucitó y nunca
más moriré. Este es mi pensar.
Que disfrutes, querido lector, con estos pequeños
pensamientos, creados en diversos momentos vividos, así te
lo deseo. Que cada página sea alimento para tu espíritu.
Aceptando esta realidad, vivirás con más paz,
serenidad y felicidad. Inténtalo y verás. Estos pensamientos
te pueden ayudar.
El autor
Índice
01.-Sin miedo a la muerte ni a la enfermedad. 02.-A mi hermana MUERTE. 03.-La muerte nos iguala. 04.-La espera.
05-La plegaria del árbol.
06.-La casa de todos.
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07.-Como se alza un niño…
08.-Todos somos hojas.
09.-Voy a morir.
10.-Un día, Dios pensó en ti. 11.-Cuando nos deja un ser querido, así nos habla. 12.- Aleluya, aleluya.
01.-Sin miedo a la muerte ni a la enfermedad. La muerte no asusta, antes o después moriremos, es
absurdo tener temor. Contemplando el final se alcanza serenidad. Es algo natural y todo lo natural es bueno.
El día que mueran mis padres, lo celebraré con una fiesta, regalaré a los pobres sus ropas y sólo mantendré el recuerdo que estará en mi corazón y seguiré viviendo con intensidad, como ellos querrían.
Cuando vea cercana mi muerte, pediré a los que me rodean que brinden en mi honor, ya que estaré más cerca de Dios, que haya alegría; aprecio la noche estrellada. La felicidad y la fuerza espiritual estará en el presente. El miedo a la enfermedad, muerte se aniquila centrándose en el hoy.
Aceptando el hecho de la muerte, se da más disfrute y vida gozosa, si en cambio se teme a la muerte, hay menos disfrute, más queja, menos pasión y todo por el temor.
Va a ser Francisco de Asís quien diga pocos días antes
de morir:”¡Bienvenida, hermana muerte!” Y en su “cántico
del sol o alabanzas de las criaturas” dice Francisco:
“Loado seas, mi Señor por nuestra hermana la muerte
corporal, de la cual ningún hombre viviente puede escapar”
02.-A mi hermana MUERTE
¡Ay, señor!
¿A dónde vas tan deprisa, tan veloz?
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Todos, nobles y plebeyos
tenemos la misma meta final.
No temas a quien llaman “muerte”,
vas a ella, ella, callandito viene a ti.
¡Teme a quien pueda matar tu vida!
¡Teme al poder, al dinero, a la ambición!
Son, la misma muerte,
matan espíritu y dejan vivo el cuerpo;
esa es la verdadera ruina,
el resto son minucias.
Gracias, hermana muerte
por el abrazo que me darás,
bienvenida seas.
Después volaré libre
como blanca paloma de paz
a la patria definitiva,
a la mansión celestial.
¿Para qué correr?,
moto, coche, tren o avión
tanto da, es la misma estación:
mar, tierra o cielo,
todos a repostar
para llevar otros viajeros
a la misma parada final.
¿Para qué correr? ¿Para qué volar?
Sólo prisas para limpiar manos,
rostro, corazón de la ponzoña prendida
en los días de la vida.
Va a ser el abrazo de la hermana
quien nos purifique
de tanta basura acumulada.
Lejos de mí poderes,
primeros puestos, honores,
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bancos y bolsas de oro,
lejos, muy lejos, adiós.
No os queremos,
Tampoco deseo
Quinielas, loterías ni boletos,
la suerte de millones
es veneno, no la quiero,
lejos, muy lejos.
Sí, doy la bienvenida
a la hermana muerte
que es LA VIDA.
NOTAS
1.- S. Pablo en Flp 1, 18-26 Nos habla y dice: “Para mí
la vida es Cristo y el morir una ganancia” “Me encuentro en
esta alternativa: por un lado deseo partir para estar con
Cristo, que es con mucho lo mejor, pero, por otro, quedarse
en esta vida veo que es más necesario para vosotros”.
2.-No acepto y critico al HALLAWS ´EVE- víspera de
todos los santos o noche de brujas o día de brujas; tradición
pagana. Málaga 28 Octubre 2016
03.-La muerte nos iguala
Hay que aprender a estar bien en situaciones incómodas, ante el hecho de la muerte y esto se logra cambiando la forma de pensar de tal situación. No alimentar la “neura” con nuestro diálogo interno sino todo lo contrario. “Carpe diem, quam mínimum crédula postero” Horacio “Aprovechemos el día, no confíes en el mañana”
Hay que concentrarse en el presente. La enfermedad no existe, es lo normal, sin miedos.
Amigarnos con la muerte, mañana morimos. El desapego de la vida vapulea cualquier temor.
Unos pocos años en la cresta de la ola y se acabó.
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¡Que pase el siguiente! Fugacidad de la existencia. Nos manejamos como si fuéramos a vivir mil años, nos engañamos. Amigarse con la muerte, vivenciarla más a menudo,
Adentrarse en el interior de uno mismo. La muerte es mi hermana. La mente busca salidas y lo primero es calmarse.
Cuando muere un ser querido perdemos una fuente de amor. El antídoto para esta tristeza: el resto de seres humanos también pueden ser increíbles fuentes de amor. La pérdida de un referente, nos abre la mente y el corazón para seguir amando a todos.
04.-La espera
Espera el pájaro cantando,
espera el arroyo en el remanso,
y en la espera, el viento
juega con las hojas del árbol
Sí, a la espera,
al autobús que no llega,
al médico de consulta,
al ser querido que viene,
a la tortuga que avanza.
Sala de espera,
donde alguien perdió la esperanza,
sala de espera,
donde se acrecentó la misma.
Sala de espera,
desesperación para unos,
plenitud de paciencia para otros.
Nunca desesperes,
tarde o temprano
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a todos llega
quien nos dará el último abrazo,
como amiga y hermana
nos llevará a la sala
donde nunca habrá esperas.
No corras,
espera, espera
que no hay prisas
y todo llega. Málaga 17 Noviembre 2016
05-La plegaria del árbol1
Este bello poema fue encontrado en una plaza de un
desconocido y abandonado pueblo cacereño del Valle del
Tiétar. En bella cerámica valenciana, fue adosado en una de
las paredes de una escuela ambiental de Godelleta, un
pueblo de Valencia. En esta escuela omitieron la frase: “Soy
la madera de tu ataúd”. Fueron los monitores y educadores
que pidieron se omitiese para no ser leída por los jóvenes y
niños.
He aquí la plegaria:
Visitante, reflexiona:
Yo soy la madera de tu cuna, la tabla de tu mesa, la
puerta de tu casa. Soy el mango de tus herramientas y el
bastón de tu vejez. Yo soy también el fruto que te nutre y te
regala, la sombra protectora que te cobija de los ardores del
estío, el refugio bondadoso de los pajarillos que alegran con
sus cantos tu despertar y que limpian de insectos tus campos
y cultivos.
Soy señal en la montaña, lindero en los caminos,
pararrayos en las llanuras.
1 Nota: Esta actividad fue publicada en colaboración con Herminio Otero en la revista Misión Joven, nºs. 258 – 259; julio – agosto 1998, págs. 45 - 48
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Soy la madera de tu barca, la leña de tu fuego, las vigas
de tu techumbre. Y por último, recuerda: soy la madera
de tu ataúd y la cruz por la cual fuiste redimido.
Tú que miras en este instante, tú que me plantaste y
regaste con amor, tú que me has contemplado tantas veces...,
óyeme bien, mírame bien y defiéndeme de la mano enemiga.
Para responder en grupo Dar vuestro juicio sobre el punto omitido, olvidado y
borrado por el grupo de monitores, eso de “soy la madera de
tu ataúd”. ¿Lo quitarías vosotros? ¿Por qué? ¿Lo dejaríais?
¿Por qué sí?
Hoy parece que todos los rostros han de ser alegres-
¡basta de muerte! Es necesario enseñar la muerte, y hablar de
ella. Muerte y amor van unidos: “morir de amor”, “hasta que
la muerte nos separe” “Te quiero hasta morir”
La muerte da un sentido a la vida. No es posible vivir
sin considerar la muerte. La muerte es una experiencia
existencial: mueren personas mayores, compañeros, más
pequeños, que muchos han formado parte de nuestra
historia.
Se prohíbe hablar de la muerte y la TV y las películas se
hinchan de este hecho como espectáculo. Es mercado-
espectáculo. Se quita el sufrimiento, la agonía y se pide
buena muerte, “eutanasia”. Estas muertes de mercado no
plantean ni quieren ningún interrogante al sentido de la
vida. No se entiende por qué hay que tener miedo a la
muerte, cuando el mismo padre le dice e insiste al hijo joven
que la velocidad mata, que la droga y el coma etílico llevan
al cementerio. Así, los jóvenes mueren sin saber qué
significa, mueren quitándose de encima los problemas y
dificultades del momento, otros piensan en desaparecer
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como “héroes de la nada” sin formarse en serio el curso del
tiempo. Cuando la muerte ocurra hay que hablar de ella.
Sirve para reflexionar sobre la memoria y el pasado, al que
todos, también un adolescente está pegado y es bueno que se
sienta arraigado, ya que las raíces sirven para crecer.
A través de la muerte quiero que recuperes el pasado.
06.-La casa de todos
Al pasar por un cementerio que se veía en el camino,
con sus elevados cipreses, un hermano mío me dijo:”Mira, la
casa de todos” Al principio no le entendí, luego hablando
comprendí bien y creé estos pensamientos.
La casa de todos,
floreada, con cipreses
Vivamos en estepas o vergeles,
seamos ricos o pobres,
cultos o no lectores;
en costas, monte o llano;
allí iremos todos, a la casa,
a la de todos.
Seremos sopesadosen vida y corazones,
viviremos eternidades;
si vacíos, infiernos y penalidades.
Habremos de cruzar
la puerta estrecha en vida (1)
para salvarse con alegría. Navarra- 2006
1 Lucas 13, 22-30
07.-Como se alza un niño…
Como se alza un niño a la mejilla,
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así me besaste Tú.
Me quieres hasta morir,
lo demostraste día a día.
Toda mi vida ha sido
una corona de amor
con tallos verdes de ternura.
No me diste la paga que merecía,
me la condonaste por afecto
que me sobrepasa y asusta.
¿Cuál va a ser el precio?
Sin factura y el cheque en blanco.
Avergonzado, callo
y te doy por respuesta:
“Yo también te amo”
Llevaré este letrero esculpido en oro
en mi propia carne
para que otros lo copien
y lo repitan. Valencia- Mayo 2007
08.-Todos somos hojas
En juventud, verdes
y en la vejez, secas.
Todas, tarde o temprano
caemos a los suelos.
He visto tallos tiernos
arrastrados por corrientes.
Todos somos hojas
que caemos sobre losas,
éstas rezan:
“Aquí yace desprendida
del árbol de la vida”.
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El viento arrastró el perfume
y se llevó el color.
En la losa sólo queda
la mancha amarillenta,
la anaranjada.
Todos somos hojas. Valencia 10 Diciembre-2004
09.-Voy a morir
Yo, (nombre) voy a morir
cuando Tú, Señor quieras.
Yo, (nombre) voy a morir.
Me abrazaré a Ti, Padre.
Yo, (nombre) voy a morir.
Me acompañará María,
nuestra Madre.
No moriré para siempre,
no quiero que sea para siempre.
Yo, (nombre) voy a morir.
Ese día brotará la primavera,
brillará el sol,
se completará la promesa de esperanza.
Acoge, Cristo Jesús
mis inquietudes.
Toma mi ser,
soy todo tuyo.
¿En quién confiar sino es en Ti?
¿En quién esperar?
¿A quién amar?
Amé cosas por Ti,
amé a personas por Ti,
amé proyectos, luché,
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evangelicé, pataleé, peleé
y siempre lo hice por Ti, Señor.
Ahora, en este abrazo,
te lo entrego todo.
Tuyo soy, solo tuyo
y por siempre.
Te he querido, Señor
en todo lo que he amado.
Ahora, dame tu abrazo de paz.
Ribaforada (Navarra) 1 Oct- 2002
10.-Un día, Dios pensó en ti. DANIEL, un día Dios pensó en ti, te creó, viste la luz
del mundo al nacer, Fuiste un latido de su corazón; como tu valor es infinito, ahora, al morir tu cuerpo, no dejaste de existir. Siempre contaste para la mirada cariñosa de Dios, te quiso única, irrepetible, con tu personalidad. Ya te ha llamado para sí, nos has dejado un vacío pero has ocupado y llenado el puesto que desde siempre el Señor te preparó.
¡Enhorabuena DANIEL por la predilección que Dios tuvo y tiene contigo! ¡Felicidades porque como Cristo, resucitarás tú también. Él que te dio al vida te ha recibido en su compañía. Ahora estás lejos de la mirada de quienes te queremos, pero estás cerca más que nunca de nuestros corazones. Nos alegramos porque sabemos que el Señor te ha dado un beso y abrazo de Padre.
¡Descansa, DANIEL, descansa junto a Él! ¡Hasta pronto, hasta el cielo, hasta luego, querido DANIEL!
Valencia- Marzo 2007
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11.-Cuando nos deja un ser querido, así nos habla: “Cuando tenga que dejaros por un corto tiempo, por
favor no desesperéis, no os angustiéis, ni os abracéis a vuestra pena a través de los años. Vivir vuestra vida y haced todas las cosas igual que antes. No alimentéis vuestra soledad con días vacíos. Por el contrario, empezad de nuevo con valentía y con una sonrisa: por mi memoria y en mi nombre.
Extended vuestra mano para ayudar y dar ánimo y yo os confortaré y os tendré cerca de mí Y nunca, nunca tengáis miedo de morir, porque yo os estaré esperando”. Valencia marzo 2007
12.- Aleluya, aleluya
Las campanas repiten en sus toques
éste cántico de gloria.
Aleluya, aleluya.
Nuestra Pascua ha vencido
al invicto agresor y creído.
Aleluya, aleluya.
Cristo, principio y fin
aniquiló a la misma muerte.
Aleluya, aleluya.
¿Dónde está guadaña tu gloria?
¿Dónde tu triunfo y victoria?
Aleluya, aleluya.
La luz del Vencedor triunfante
salió del hueco horadado de la roca.
Aleluya, aleluya.
Flores, pájaros y aves
repiten la cantinela.
Aleluya, aleluya.
La creación entera
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acoge y aclama tal grandeza.
Aleluya, aleluya.
Cristo, nuestro hermano
es el “ignis” y llama eternos.
Aleluya, aleluya.
Resucitó vivo y vencedor
como así lo había dicho.
Aleluya, aleluya.
Derrumbó el muro de cielos,
la tierra se abrió
y brotó esperanza y plenitud.
Aleluya, aleluya.
Gracias, Cristo, Pastor,
Rey, Dueño y Señor.
Gracias, aleluya, aleluya.
¡Ven, Señor Jesús! Valencia Mayo-2007
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Va a ser Ella-la Auxiliadora-
quien nos presente a su Hijo Jesús.
Como una Madre, reposaremos en su regazo José Miguel Burgui/ www.jmurgui.es