Adolescencia: Es una fase de reestructuración afectiva e intelectual de la personalidad, un proceso de individuación y de metabolización de las transformaciones físicas ligadas a la integración del cuerpo sexuado. Hoy día es difícil precisar el fin de esta etapa. Lo cambios se subtienden por la reviviscencia del movimiento de separación/ individuación de la infancia, por la reactivación del conflicto edípico, por el desvinculamiento con las imágenes parentales infantiles y el vincularse otra vez con nuevos objetos libidinales; mediante relaciones defensivas con un ideal del yo. La adolescencia es así una moratoria infiltrada de una problemática identificatoria: lo esencial consiste en negociar lutos, pérdidas y desilusiones hasta el momento en que el sujeto pueda asumir su separación y su diferenciación en la autonomía. Desde el punto de vista formal se caracteriza por el pensamiento formal, el razonamiento hipotético-deductivo, el descubrimiento de la noción de ley; el dominio de los posibles de pensamiento puede entonces llevar a un egocentrismo metaficiso, pero también permite al sujeto concebir grandes proyectos futuros y grandes ideales. Las formas clínicas de la adolescencia comportan también una originalidad juvenil considerada como normal, sentimientos de aislamiento y preocupaciones obsesivas, ejemplo, cuando se refieren a la imagen del cuerpo, por la búsqueda de aceptación. La adolescencia es también donde se inician o continuan graves trastornos mentales y actitudes de desafío y de dependencia que provocan la agresión y la desviación. (Roland Doron,1998)