AGRAZ
_ · l:ARl/16 l:IINIIARl:11 SANT/llAN
PROLOGO
Voy a recorrer un parque otoñal. La luz oblicua del Sol esparce una atmósfera dorada. Temblor de las ramas que sacuden su ropaje. Hojas amarillentas que van, que ruedan, que se alejan estremecidas. La brisa sopla con la entraña cargada de frígidas rachas. Es un parque otoñal que esparce, sin quererlo, un sentimiento de tenaz melancolía. Me adentro y voces suspirantes me pertñiten escuchar estas dulces quejas:
La vida es sollozar constantemente ...
Sombrío corazón ¿ no te divierte advertir tu final ... ? .................................................................... La perenne nostalgia, según creo, es comp·añera de las tristes vidas ... .............. .. ...... ........ ....... .... ........ ... . .... .. .. ..... ..
Siento en mi alma bullir constantemente ~n surtidor de gris melancolía ...
No te vayas tristeza, compañera de mi insomne bohemia impenitente ...
Contemplo y sólo veo destellos en la sombra, sólo lampos fugaces disueltos en la Nada ...
Estas voces parten de los versos de Carlos Condarco Santillán.
No es un desesperado que se calcina en la fragua de la tristeza. No pertenece al cenáculo de los llorones incoflsolables. Como tiene delicadeza de espíritu se cubre con la clámide de la melancolía, ropaje de exquisita elegancia de las almas contemplativas.
Sabe del dolor del ensueño, de la amargura que significa ser poeta. Conoce que la Poesía es "la_ férrea camisa de las mil puntas cruentas", que conociera en su torturada vida Rubén Darío.
Se nace bajo el signo de la melancolía. Así nacieron Kempis, Leopardi, Verlaine, Bécquer, Darío, Nervo y ese insigne poeta que fue Don Quijote, del que Darío dijera:
Señor Don Quijote, padre de los tristes ...
Aun Ornar Kayam, tan sensual y adorador del vino, nos advierte que pasadas las alegrías de la taberna.
so.
amasando tus cenizas harán vasos y botellas.
El melancólico retorno del polvo al polvo ...
Se hace necesaria la distinción entre Poesía y ver-
Bécquer definió admirablemente:
Podrá no haber poetas: pero siempre habrá poesía.
Poesía hay en la sobrecogedora grandiosidad d_e los cuasares, esos faros del infinito, como en la luminosidad de la luciérnaga; en la corola de la rosa _y en el violín noctívago del grillo; en el arrullo de la paloma y en la fragante y diminuta violeta.
El verso es la palabra hecha música. Lo fundamental del verso es la musicalidad de la expresión. La palabra utilizada como pentagrama, para imprimirle ritmo, cadencia, sonoridad, manejable a voluntad, para expresar todos los sentimientos, para que los períodos prosódicos, estallen, revienten, murmur~n~ sollocen? suspiren, dándonos la tromba del verso epico, la clannada guerrera de la estrofa marcial~ el lánguido p~lpitar de la balada y la suavidad de petalo del madrigal.
Hacer verso 'no es poner prosa pedestre en renglones desiguales. Dos elementos fundamentales constituyen el verso: el ritmo y la rima. La rima puede faltar;
el ritmo, no, Es la esencia, es la entraña, es el jugo vital del verso. Juéguese como se quiera con el ritmo o los ritmos, pero no se prive al verso de la escala sonora, de la palabra hecha música por obra y gracia del divino milagro de la Poesía.
Algunos poetas actuales vierten poesía pero no hacen versos. Derrochan imágenes fulgurantes, metáforas cromáticas y bengalas deslumbrantes. Todo en líneas como escalera, con dislocaciones de contorsionistas de circo, sin acertar al prodigio del verbo hecho música.
Sin atenuante de ninguna clase el verso bello está destinado al oído, a la mente y al corazón.
El soneto es el aristócrata del verso, que debe siempre presentarse de estricta etiqueta. Exige la más perfecta conjunción de fondo y forma. Tiene que ser tallado, esculpido, burilado con la máxima perfección. Qué. belleza, qué profundidad, qué factura del soneto magistral de Gregorio Reynolds La llama, que se eleva como "hostia eucarística" en las páginas del Parnaso boliviano.
Baena define a la Poesía como "gracia infusa del Señor Dios"
Pierre Seghers, añade: "Considero a la Poesía tan esencial para el hombre como los latidos de su corazón".
Con vivo entusiasmo presento a mi amigo poeta, elegido por el Selior Dios, firmemente convencido de que en los versos late el corazón de Carlos Condarco Santillán.
Sucre, Primavera de 1.971.
Carlos Morales y Ugarte.
SONETOS
♦
I
En soledad de gabinete oscuro
sus ojos fatigaba en el in folio;
cada día del año era un folio
y cadá letra un misterioso apuro.
El sigue su labor, serio y seguro,
y siente que el misterio, con eolio
susurro se le anuncia en cada escolio.
Presiente, del enigma, cede el muro.
- 13 -
¿Qué decía aquel doctor hebreo?,
¿qué aquel sabio patrístico romano?,
¿qué aquel ático y profundo griego?
¿ Lo supo él al final? Yo, no lo creo.
Por siempre indescifrable es el arcano,
que nos consume sin mostrar su fuego.
- 14 -
"'
11
La vida es sollozar constantemente,
la muerte es un silencio sin final;
y muerte y vida hacen lo eternal
que intuímos nosotros débilmente'.
El Hado que se muestra inclemente,
en tiniebla solemne y abisal,
hácenos ver que el momento fatal
ya ha pasado o apenas se presiente.
- 15-
Cautiva el silencio de la Esfinge,
que acaso habló, o acaso ha de hablar,
diciendo que la Nada nos restringe.
Un triste y obcecante luminar,
rútilo y falso, esperanzas finge:
ilusos, nos dejamos engañar.
-16 -
III
Hermosa paz la que la muerte vierte,
en los senderos de los cementerios;
la rosa-té conoce los misterios,
que su raíz en una flor convierte.
Sombrío corazón ¿no te divierte
advertir tu final, que entre salterios,
haráte conocer los monasterios
donde su dulce paz vierte la muerte?
- 17-
Olvidadas leyendas lapidarias
circundarán tu última morada,
florecida de rosas funerarias ...
Triste destino de las cosas: ¡Nada!
Eterno transcurrir de lo finito
y un ansia insatisfecha de infinito.
-18-
IV
Las agostadas rosas del paseo
semejan esperanzas ateridas,
muertas aún en botón, adormecidas,
como se muere, a veces, un deseo.
La perenne nostalgia, según creo,
es compañera de las tristes vidas,
pálidas ya, apenas florecidas;
tristes flores de un frío mausoleo.
-19-
¡Ay! agostadas rosas, que en la vera
del sendero florecen sus angustia.s,
melancólicas flores, flores mustias.
¿ Acaso han de esperar l(;l primavera?
Primavera hay una en cada vida,
y cuando ya pasó ... por siempre es ida.
- 20-
..
V
Siento en mi alma' bullir constantemente
un surtidor de gris melancolía;
siendo tal mi dolor, tal mi agonía,
cansado ya, me apoyo dulcemente,
al borde una tumba floreciente .
Canta mi alma su negra letanía,
pidiendo a Dios que un día, sólo un día,
mi corazón repose con mi mente.
-21 -
Pasan los días grises, todos grises,
y mi sombra en las sombras se revierte.
Pena mía, por Dios, no te eternices;
ique olvido y Nada traigan mejor suerte;
en existir ya no te martirices,
después de los umbrales de la muerte.
-22-
VI
¿También polvo serás, tú, amada mía;
cósmica esencia del espacio mudo?
¿También has de abatirte ante el rudo
embate de la muerte. Flor de un día?
Su canto dará entonces mi agonía,
vana canción, que nunca nada pudo.
Amémonos hasta que un día el nudo
de nuestras·vidas corte la sombría
- 23 -
Eternidad. Que sea nuestro beso ...
que sea un mar vastísimo y profundo
donde quede el amor seguro y preso.
Nuestra pasión, que ella sea el mundo
huyendo, de la muerte y el regreso,
al abismo tan frío y tan profundo.
-24-
Vil
Llevar quiero una vida recoleta,
y tener un jardín y un arroyuelo,
en el olvido hallar algún consuelo,
cultivar, con amor, una violeta.
Ver cómo el sol, con mágica paleta,
cela;es pinta en el tranquilo cielo;
quiero olvidar tus ojos y tu pelo
en una vida resignada y quieta.
-25-
Desterraré mis íntimos dolores,
mis crueles amarguras y mis males,
contemplando las campesinas flores.
Un paraíso tendré de celestiales,
armoniosos y dulces ruiseflores
y he de cuidar, -cual Lope, mis rosales.
- 26 -
"'
Vlll
En el postrer instante de mi vida
musitaré tu nombre, y la palabra
sonará como un raro abracadabra
conjurando una visión perdida
en el mar del recuerdo; la herida,
que día a día en mí el tiempo labra,
dará su luz, será una flor que se abra
después de haber vivido adormecida.
- 27 -
Presentiré la muerte y en un célico
miraje veré yo tu silueta
radiante como un mármol del Pentélico.
Me anunciarán mis lágrimas de poeta
-dulce y feliz visión, paisaje délico
que en paz descansará mi alma inquieta.
-28-
-
IX
No te vayas tristeza, compañera
de mi insomne bohemia impenitente;
entra en mi corazón. Pacientemente
aguardemos la nueva primavera.
No te vayas, mi súplica es sincera,
como el llanto que aflora quedamente
a mis ojos, y mi sufrir silente
que te quedes te dice, espera ... espera ...
- 29-
No te vayas tristeza, tú y la sombra
acogieron mi sentimiento roto.
Hay un algo que de verdad me asombra,
es un eco innominable, ignoto,
que en las noches la nombra, aún la nombra
con la doliente voz de un son remoto.
-30-
X
Escancia, antiguo Ornar Kayam, escancia
el vino, en esta clara 11oche cálida;
paréceme que tú, con mano pálida,
tomas, febril, el vino con prestaucia.
Dulce es el vino y es su alcurnia rancia,
su bondad, su virtud, es siempre válida
y está nuestra esperanza, en crisálida,
del rojo vino en la sutil fragancia.
-31 -
Escancia Omar Kayam. Mira, la luna,
como bajel de plata surca el cielo,
dando a todo un encanto que se aduna
con esta noche astral, novia sin velo.
Una dorada duna, una duna,
contempla, Ornar Kayam, nuestro desvelo.
-32-
"'
XI
Toma la rosa de la vida, en tanto
tomarla puedas con robusta mano;
mira que pronto mostrará el (lrcano,
con toda su verdad, todo su espanto.
Toma la rosa de la vida, el llanto
aún no ha velado tu color lozano;
tienes que darte prisa, que cercano
te encuentras de llorar y cuánto ... cuánto.
-33-
Goza tu primavera, adolescente,
disfruta de tus días, mientras puedas;
plácido es tu vivir y sonriente.
¡Ay! que jamás comprendas, tú, que ruedas
poco a poco, en la fatal pendiente
y en llegando al final ... allí te quedas.
-34-
XII
Se de mi culto azul sacerdotisa,
mi templo es un solar de arenas de oro,
arenas son que con mi ensueño doro,
y han de dorarse aún más con tu sonrisa.
Se de mi culto azul sacerdotisa,
extrañas perlas te daré que un moro,
que fue sultán, me dio de su tesoro,
a ellas hará más puras tu sonrisa.
-35-
Se la sacerdotisa que, oferente,
mi corazón eleve hacia la luna.
Mística luz yo beberé en tu fuente,
y en tu pupila, mágica laguna,
descifraré, enigmático y paciente,
las reglas misteriosas de mi suna.
-36-
VARIA
HECTOR
Mi nombre es Héctor, hija de Cilicia,
Ares me llama, a su llamado acudo;
pronto he de verme en medio de la grande
fiera batalla.
Dejo los muros de Ilión sitiados,
por los aqueos, que troyanos muchos,
en varios años de luchar constante,
dieron al Hades.
De la contienda el fragor dilate
mi ánimo fuerte, robustezca el brazo
ímpetu heroico y mis dardos guíe
Palas A tena.
-39-
Flébil esposa, ten el llanto dentro
tu seno tierno, no podrá la Parca
borrar mi nombre, guardará mi fama
Clío en sus bronces.
Mi hijo, en futuros tiempos veniderqs,
hazañas haga que a mi claro nombre
más fama otorguen y sus glorias sean
para mi gloria.
Rojo guerrero, Ares rudo embate
en la batalla, su cimera brilla,
tintas en sangre las hirsutas crines
muéstranse fieras.
A la contienda Ares me reclama,
a la llanura, por la puerta Escea,
acudo, esposa, sin temor al cruento
aqueo dardo.
-40-
..
CONTEMPLACION
Contemplo y sólo veo destellos en la sombra,
sólo lampos fugaces disueltos en la Nada;
¿ qué fue del canto dulce, de la tierna mirada?
ayer eran presentes, hoy nadie ya los nombra.
En un girar de astros se resuelve el arcano,
la verdad que buscamos es por siempre negada.
¡Tan sólo veo sombras, tiniebla dilatada;
un esperar vencido, por esperar en vano!
- 41 -
Los libros, que los sabios un tiempo habían escrito
-palimpsestos gastados, in folios amarillos
querían dar la luz, con irisados brillos,
en la lengua latina, hebrea y en sanscrito.
¿Tendremos la verdad sublime, la divina
luz que el alma ilumine y florezca los ojos?
Ciegos, pisando vamos esta senda de abrojos
en que todo converge y a la Nada encamina.
-42 -
PAISAJE
Despiértase la aurora con dorada sonrisa;
el mar está yacente en una calma azul.
Juguetea en la espuma de las olas la brisa
y el aire se sacude de brumas de gris tul.
En múltiples facetas la arena reverbera;
despacio, muy despacio, sube al cenit el sol.
Una isla a la distancia muestra su primavera,
su perfil esfumina, esperando el resol.
-43-
Rompiendo con su quilla los plácidos cristales,
como un dorado cisne, una trirreme va;
los remos ~n el agua imitan atabales,
y el mar, antes tranquilo, ahora agitado está.
- 44-
CREPUSCULAR
I
Fue en el parque ... el cielo lagrimeaba;
ávida mariposa fue tu boca
volando hasta mis labios ¡Flama loca!
Hubo un' beso ... el cielo lagrimeaba.
II
Fue en la tarde ... el parque sonreía;
muy ... muy lejos de mí tú te encontrabas;
yo lloraba, acaso tú llorabas,
y no estabas; y el parque sonreía.
-45-
LA LUNA DE MI RECUERDO
La luna de mi recuerdo
era blanca,
era blanca,
era en la noche encendida
flor de nácar, flor de nácar.
Cómo recuerdo esa luna. ..
Cuando la noche callaba
de ternura una inmensa
fuente era tu mirada.
Te tomaba de las manos
y te besaba en la cara,
-46-
y la luna refulgía
alta y blanca, alta y blanca.
Hoy, cuando siento que apenas
vive mi alma, vive mi alma,
yo recuerdo aquella luna
blanca y alta, blanca y alta.
Hoy distante está en las sombras
tu mirada, tu mirada,
y es tu recuerdo una copla
que no canta, que no canta,
y ya nu es blanca la luna,
ya no es blanca, ya no es blanca,
ya no es tu mirada tierna,
ya no es tierna tu mirada.
La luna de mi recuerdo
era blanca, blanca, blanca.
- 47-
ROMANCE DEL ADIOS
Qué triste es tomar la pluma
para escribir un "Adiós",
cuando sentimos que adentro
se nos muere el corazón.
Cuando como una escarlata
flor nos florece el rencor,
. es triste tomar la pluma
para escribir un "Adiós".
Cómo nos tiemblan las manos
al escribir un "Adiós",
cuando el llanto ha perlado
el sombrío corazón.
-48-
..
Qué triste es tomar la pluma
para escribir un "Adiós",
cuando la pena ha dejado
nuestras gargantas sin voz.
Cuando lo único cierto
que sentimos es dolor,
cuando a llegar dudamos
de la existencia de Dios,
cuando vemos que por siempre
ha huído la canción,
de los amustiados labios,
cómo nos duele un "Adiós".
Cuando sentimos que algo
murió en nuestro corazón,
con qué amargura trazamos
las cinco letras de: "¡Adiós! "
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INDICE
SONETOS Pág.
1.............................................................. ......... 13 11...................................................................... 15 111.................................................................... 17 1 v.................................................................... 19 v...................................................................... 21 Vl....... .. ........................................................... 23 Vll........................................ ......................... .. 25 Vlll.................................................................. 27 IX ..................................................... ...... ....... .. 29 X........ .............................................................. 31 Xl.................................................................... 33 Xll. .. .'.... .............. ............................................. 35
VARIA
,. Héctor............................................... ............... 39 Contemplación................................................. 41 Paisaje.............................................................. 43 Crepuscular...................................................... 45 La luna de mi recuerdo................................ 46 Romance del adiós.. .. ... .................................. 48
1 l
Abril 1972, Oruro - Bolivia.