8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 1/11
r
:
'
O S E M ª A L IN
EL N IONERO ESP ÑOL
D E TIPO TR D I ION L
o
T U U S
M A D R ID
9 8
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 2/11
A mi pensamiento
fortuna le ayude,
no le lleve el viento,
pues tan alto sube.
(Ramillete de Flores, Lisboa, 1593.)
Bullicioso era el arroyuelo,
y salpicóme;
no hayas miedo, mi madre,
que por él torne.
(Los Cancionerillos de Munich,
1601).
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 3/11
Pá¡; i r
IND ICE GENERAi
INIROIJIJCCION L POESI ESP ÑOL
tn: / ll li
f R DlCJON I
l. llOSQUEJILLO HISTORJCO DE LA po1:.s1A TRADI-
CIONAL ESPAÑOLA ... ... ... ... 1.1
EL ORIGEN REMOTO . . . . . . ]
i
LA INFLUENCIA ARABE . . . . . . .
7
LA RELACIÓN CON FRANCIA . . . 2
LA RELACIÓN CON PORTUGAL
32
LA EVOLUCIÓN DE LA POESÍA TRADICIONAi. 1 'A.' .111.LANA.
37
I. Los dísticos: métrica
Il. Los dísticos : rima ...
Vil lancicos sin rima ...
Vitlancicos con rima
Dos subgrupos ...
Casos anómalos
1.os trísticos
Dísticos impares
l .os estribillos de cuatro versos .
1. La cuarteta ...
2. Endechas ...
3. La redondilla
4. La seguidilla
5. Los trísticos pares ...
6. Otros tipos
Estrofas de mayor número de versos
5
53
55
55
6
62
63
65
70
72
73
74
75
77
84
86
89
11. LAS FORMAS
LA MÉTRICA DEL VILLANCICO-NÚCLEO
Los dísticos
ns
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 4/11
N
D
·¡
e
ESTILÍSTICA. . . . . . . .
L Correspondencias acentuales . . . . ..
II. Los parale lismos fonét icos
LAS GLOSAS .
A modo de apéndices .. . . . . . ..
1.
Las vueltas a lo divino
2. Refranes cantados .. . . . . . .. .. . ...
3. La
cancron
crece . . . . . . . ..
4. El caso de Luis Milán .. . .. . .. . . . . . ..
5. La canción tradicional en Lope de Vega
6. Las fórmulas estereotipadas . .. . .. . .. . ..
III. LOS TEMAS
Lo TRADICIONAL..
Cómo opera la tradición
Conclusiones .. . . .. .. . . ..
DE LAS JARYASAL S IGLOXVII .
l. Las jaryas, primer hito
2. Las cantigas, segundo eslabón . .. . ..
3. Los temas en el Cancionero . .. . .. . ..
CANCIONERO .
ABREVIATURASUTILIZADAS
BIBLIOGRAFÍASUMARIA...
INDICES: De primeros versos citados en la Introducción
De primeros versos del Cancionero .. . . .. . ..
General .
786
E
s
Página
9
96
108
6
3
3
37
3 8
4
42
4 6
4 9
4 9
5 5
7
7
7
94
24 3
28 9
74 9
75
76 3
76 7
85
ESTE LIBRO
SE ACABÓ DE IMPRIMIR
EL DÍA
14
DE NOVIEMBRE DE
1%8,
EN LOS TALLERES
GRÁFICOS VELOGRAF ,
NICOLÁS SÁNCHEZ,
97
MADRID
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 5/11
I. BOSQUEJILLO HISTORICO DE LA POESIA
TRADICIONAL ESPAÑOLA
Los cantares de antaño
son los de hogaño.
(Refrán).
UIZA la mejor definición que pueda darse de la poesía
de tipo tradicional sea una breve frase de don Ramón
Menéndez Pidal: la que vive en variantes . Nada mejor
para caracterizarla. Esas canciones, creadas no sabemos por
quién en la mayoría de los casos, y que se hacen acervo común,
sufren, al pasar de mano en mano, variaciones que afectan tanto
al texto como a la música. Y aunque ésta no se nos ha conser
vado con prodigalidad, los datos que tenemos son suficientes
para asegurarlo. El
Cancionero musical de Palacio
recoge, a
veces, varias versiones musicales de una misma canción; los
vihuelistas del siglo
XVI
escribían diferencias sobre una mis
ma melodía. La canción no era de nadie, era propiedad patri
monial. Y si en un
Cancionero musical
o en un
Tratado de
vihuela figura con nombre de autor, no debemos entender que
lo sea también de la letra, sino sólo de la música -aunque
haya excepciones: Juan del Encina; posiblemente Juan Vás
quez--; de todos modos, con el paso del tiempo y su difusión
en pliegos sueltos u obras dramáticas hasta eso se pierde: el
cantarcillo carecerá de padres nominados. La anonimia será
total. A todo lo más puede ocurrir que sea prohijada a deter
minado poeta -por ejemplo, Montemayor-; pero no debe
mos fiarnos: la atribución, en buen número de casos, es errada.
13
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 6/11
c
N
I
N
E
R
De aq11íq u e si :is1se d e S L < I podamos ampliar la anterior defi-
11i1·i1'i11·1111;il;ilil';1sdel mismo Menéndez Pidal -siempre habrá
q111·uudir a en estas cuestiones-: Poesía tradicional, poe
sía arngida por el pueblo durante mucho tiempo, asimilada
como cosa propia, herencia antigua; las variantes que cada can
tor introduce, unas deforman el texto y se pierden, otras per
duran en la tradición, reformando el texto recibido y coníor
mándole al gusto común de cada tiempo; estas variantes
ejercen una función creadora o recreadora...
1 .
Surge así,
pues, toda una poesía perpetuada por
tradición oral,
no escrita.
EL ORIGEN REMOTO.
Pero esta tradición oral, ¿desde cuándo? Considerar los
textos escritos como actas notariales de su nacimiento, como
testimonios fehacientes de una súbita aparición, es desatino
inadmisible. En una época en que sabemos que la poesía tradi
cional coexistía con la cortesana, ¿cuántas muestras de aquélla
recogen un
Cancionero de Baena
o un
Cancionero de Stúñiga,
pongo por caso? ¿Qué hay en ellos de don Diego Hurtado de
Mendoza, el padre del Marqués de Santillana? Era ésta una
poesía menor, sin importancia, despreciable, demasiado senci
lla y simple para figurar al lado de las esparzas, decires o
recuestas. Tenía por tema fundamental el amor y ¿cuántos poe
tas escriben acerca de él en un Cancionero -el de Baena, diga
mos- sojuzgado por la poesía trovadoresca, alegórica o doc
trinal, con incrustaciones, sí, de poesía amorosa, pero merce
naria en casi su totalidad? Habrá que llegar a 1511 para que
los cancioneros cortesanos, muy tímidamente, comiencen a
incluirla. Y, sin embargo, existía con mucha anterioridad. Podía
no gustar a un escribano real, pero el pueblo se solazaba
con ella.
(1) La primi tiva lí rica europea. Estado actual del problema , Revista de Filo-
logía Española, XLIII (1960), págs. 296-97.
14
o
T
o
N
L
D
e
l
Se solazaba y la cantaba, porque era poesía para cantar.
Pero al ahondar en la historia, a medida que, a redrotiempo, se
avanza, los datos son cada vez más escasos. Sin embargo, algunos
son precisos. Estrabón recuerda los cantos corales de los lusita
nos, acompañados de flautas y trompetas ; Silvio Itálico se
refiere a las danzas de los gallegos, muy semejantes, por lo
que dice, a la danza prima; Valerio Marcial habla de las jugla
resas béticas y son de sobra conocidas las
puella gaditana
que
menciona Juvenal. Esto sin contar las pruebas pictóricas:
dibujos y ornamentos de vasos o ánforas. Más adelante los
concilios y los escritores eclesiásticos, desde el siglo vr, nos
hablan de los cantos amatorios indecorosos y torpes que se oían
en el pueblo; se fijan sólo en la inmoralidad de tales cancio
nes, pero claro es que habría también cantos impecables y
nobles, si bien éstos no tenían para qué ser mentados por los
clérigos, preocupados únicamente de la corrección de malas
costumbres (2).
Estos datos nos bastan para saber de una lírica popular,
de todos los días. Posteriormente, con la dominación árabe,
el interés por la música no decrece. La compra y venta de
cantores y cantoras es proverbial ; y el episodio del médico
cordobés Aben
Al-Kattáni,
que escuchaba cantos andaluces en
el palacio del conde castellano Sancho García, ha sido citado
muchas veces. Que en las cortes castellanas hubiese juglares
moros era hecho común, atestiguado documentalmente. Tal
costumbre perduró, a lo menos, hasta el tiempo de los Reyes
Católicos; pero será necesario imaginarse lo que sería en la
época de Alfonso X, reuniendo en torno suyo lo más granado
de las ciencias y las artes en promiscuidad de confesionalida
des, o en épocas anteriores, cuando sus antepasados se titulaban
reyes de las tres religiones. Reyes. y condes y grandes señores
tenían cantores moros. Y sus cantos debían de tener mucho de
tradicional. A lo menos sabemos, por otro conducto, que la
música popular les interesaba: cuando Abenjacán, el autor de
2)
Menéndez Pidal, a rt . cit ., pág.
279.
15
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 7/11
A
N
c I
o N
E
los Collares de oro, quiere denostar al famoso Avempace, sólo
encuentra estas palabras: Pasó la vida cantando y tocando;
hizo de la música un comercio, y su pasión desaforada por ella
era tal, que se iba tras de cualquier gañán a quien oyera cantar
llevando las bestias al abrevadero ...
(3).
dato es importante
y denuncia ya entre los árabes. una tendencia semejante a la
que mostrarán nuestros vihuelistas del siglo xvr, la mayoría
de nuestros poetas -profanos o a lo divino-
y
hasta un trata
dista tan docto como Salinas; pero no adelantemos acon
tecimientos.
Refiriéndose a la época en que poetizaba Muccáddam, el
Ciego de Cabra, escribe Menéndez Pidal: los coros femeninos,
con sus cantos de baile, debían ser en Córdoba diversión ordi
naria todos los días de fiesta, así que debía de ser activa la
composición de glosas sobre cantares antiguos y la producción
de cantares nuevos para ser glosados (4). Por otra parte, los
cristianos que deseaban aprender a tocar instrumentos de cuer
da se servían de maestros moros; no es, pues, difícil conjetu
rar que, para ello, aprenderían también canciones árabes (5).
Esta promiscuidad de cantores cristianos o moros a uno
y
otro lado de la frontera, además de los mozárabes y mudéjares,
iba a influir decisivamente en el curso de la poesía y música
tradicionales hispánicas. Con todos ellos, un elemento impor
tante: los cautivos, que tampoco olvidarían sus cantos.
Las Crónicas castellanas nos dirán también de la importan
cia de la música:
El oictorial,
la
Crónica de los Reyes de Cas
tilla,
etc.,
y
no cito aquellas que, mucho antes, como la
Chronica
Adefonsi lmperatoris,
la
Historia c.ompostelana
o la
Historia
anónima de Sahagún,
nos hablan de endechas, de cánticos de
recibimiento, de boda, de victoria, etc.
Había, pues, toda una tradición poético-musical, de cantos
en lengua romance, viva a lo largo de los siglos, pero pura-
3 Julián Ribera, a música árabe y su influencia en la española
pág.
224.
(4) A rt. c ít. , pág. 308.
(5) Jul ián Ribera,
id., pág.
262.
16
Portada del Libro de Música, de Luis Milán.
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 8/11
Ilustración del
Libro de Música,
de Luis Milán.
T
R
D
I
e
I N
A
L
mente oral. Faltaban los testimonios concretos. Por ello, por
la carencia de textos corroboradores y porque los
Cancioneros
cortesanos no recogían fielmente la realidad poética de su
tiempo, se vio obligado Menéndez Pidal, en una conferencia ya
clásica, a intuir esta poesía tradicional trazando, poco menos
que con datos conjeturales (6), su historia y evolución. Pero
treinta años más tarde, en 1949,hallazgos importantísimos iban
a darle la razón y a cimentar sólidamente sus hipótesis.
LA INFLUENCIA ÁRABE. (7)
Es entonces cuando S. M. Stern publica en Al-Andalus una
colección de veinte
moaxajas
hebreas y una árabe, rematadas
con sendos estribillos, las
[aryas,
en primitivo romance castellano.
El mundo literario se revoluciona; el descubrimiento es sensa
cional. Estos cantarcillos, cuyas fechas no son siempre seguras
y cuya interpretación es dificilísima, son muy anteriores a la
poesía provenzal, considerada como la más antigua lírica en len
gua romance.
Pero sigamos un orden cronológico. Ya otras hipótesis ha
bían atraído profundamente la atención de romanistas y arabis
tas: Julián Ribera, en 1915,había revelado notabilísimas rela
ciones entre la lírica árabe y la románica; relaciones -luego
precisadas por otros, entre ellos nuestro E. García Gómez
que se referían a dos aspectos: temas y estrofas. Esto último
es lo que ahora nos interesa.
Según Aben Bassam, que vivía en Sevilla por el año 1109,
un poeta nacido en Cabra,
y
ciego, para más detalles, había
inventado una forma poética completamente nueva: la moaxaja.
Su distinción de las casidas, escritas en árabe clásico, concep-
(6) Parte de Ios citados aquí; posteriormente, al volver sobre dicho trabajo,
añadió otros muchos. Mi exposición es un sucinto resumen.
(7) Me veo obligado, en este parágrafo, a repetir cosas archisabidas. Por ello
pido disculpas a quien me leyere. Pero esa repetición es algo poco menos que ine
ludible: tenía que empezar por el princi pio. Eso es todo.
17
2.-
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 9/11
N
c
I o
N
E
R
e
tuoso y difícil, era extraordinaria: las moaxajas utilizaban el
verso corto, cambiaban las rimas en cada estrofa -las casidas
eran monorrimas- y usaban un árabe vulgar, incluso con admi
sión de vocablos aljamiados. Además, otra novedad funda
mental: las estrofas estaban formadas por trísticos monorri
mos rematados con un verso de rima idéntica, verso de vuelta,
a la del markaz; estribillo inicial sobre el que se componía
la moaxaja. Fundamentalmente igual a ésta es el zéjel, forma
derivada de aquélla y cultivada especialmente por Aben Guz
mán (8). Su paradigma podía ser éste:
A
A
arka:
(estribillo)
b
b
b
Agsan (mudanza)
a
Simt (vuelta)
Hélo aquí ejemplificado en una cancioncilla tradicional cas
tellana:
Allá se me ponga el sol
do tengo el amor
Estribillo
Allá se me pusiese
do mis amores viese
antes que me muriese
Mudanza
con este dolor.
Vuelta
Allá se me ponga el sol
do tengo el amor.
Estribillo
(8) La distinción, en palabras de Menéndez Pidal , consiste en que las moaxajas
t ienen cant arcillo vulgar formando parte de su estrofa última; los zéjeles no tienen
este cantarc il lo, pero, en cambio, usan formas vulgar es en todas las est rof as, mient ras
la muwaschacha está escr ita en ár abe c lá sico toda , salvo la jarchya o úl timos versos de
la estrofa f inal
España, eslabón entre la cristiandad y el islam,
pág. 72, nota) .
8
o
T R
A
D
I
e
I
AN L
Este Ciego de Cabra, Muccáddam ben Muáfa, que vivió entre
los siglos
IX
y x (primer cuarto), no había, en realidad, inven
tado nada: la forma vivía en la poesía románica andalusí, pero
no había sido aceptada, hasta su invención por Muccáddam,
por la poesía árabe. Hay que añadir que no se trataba de un
paradigma único: Menéndez Pidal señala seis variantes.
Una característica, pues, era la inclusión de voces aljamia
das. Veámoslo en un ejemplo (zéjel n.º 20 del
Cancionero
de
Aben Guzmán) que tomo de Menéndez Pidal:
Ya, mutarnani Salbato,
tú n hazin tú n penato
tara al-yauma wastato
lam taduq fih geir luqeyma,
que, traducido en ritmo y rima semejantes, es dirigido a un
cierto Salvado, nombre antiguo español (conservado en cata
lán, Salvat), en vez del moderno Salvador:
Oh, mi locuelo
Salvado,
tú estás triste, tú penado
verás el día gastado,
sin probar más que un poquito (*).
Esta forma poética se propagó a Oriente y, en cuanto a Occi
dente, el primer caso de imitación que podemos señalar es
precisamente en las obras del primer poeta lírico que conoce
mos en una lengua neolatina: Guillermo IX, duque de Aquita
nia. La canción árabe andaluza apadrina así el nacimiento de
la poesía lírica de las naciones modernas de Europa (9). Tras
(*) Muy adelant ada la impresión de este libro, leo en Revista de Occidente (julio,
1968) el art ículo de García Gómez Divertidos intrínguli s de Ben Quzman , donde
hace important es correcci ones a estos versos. Corri ge también la lect ura del citado
en la nota
9
de est a página. Véanse allí.
(9) Menéndez Pidal,
Poesía árabe y poesía europea,
pág. 28. La cita anterior en
id., pág. 25. La admi sión de palabras romances puede dar lugar a un verso complet o.
como en el zéjel núm. 82 de Aben Guzmán: alba, al ba es de luz en una día, primera
r efe renc ia a las canc iones de a lbada , de tanto desarrol lo pos te rior .
9
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 10/11
A
N
e
o
N
E
R
Guillermo IX; otros trovadores provenzales (Rudel, Marcabrú,
Cercamón, etc.).
Naturalmente el zéjel se difundió con profusión en España
por razones obvias (vid. más arriba; los datos pueden multi
plicarse). Aparece ya en don Lope Díaz de Raro, personaje
importante en la corte de Alfonso VIII, y en el Arcipreste de
Hita. También lo acoge la lírica gallego-portuguesa y Alfon
so X lo usa con amplitud. Nuestra poesía tradicional, al apro
piárselo, lo lleva incluso hasta al teatro de un Lope o un
Calderón.
Una estrofa así creada, con la introducción de voces vulga
res y basándose en un estribillo del mismo tipo, inducía a Ribera
a creer que se trataba de la imitación de una poesía también
vulgar. Esta poesía vulgar serían unas cancioncillas de remota
tradición (acaso de las que buscaba Avempace), independien
tes de la lírica culta árabe. Pero faltaban las pruebas docu
mentales. Y aquí es donde intervienen las jaryas.
Estas (en árabe salida ) no son otra cosa que unas cancion
cillas en lengua vulgar colocadas al final de las moaxajas. Per
tenecen al tipo de las cantigas de amigo, de tan amplio desarro
llo en la lírica gallego-portuguesa (y aquí no estará de más
recordar que, en 1912, Julián Ribera llamó la atención sobre
los zéjeles de Aben Guzmán, creyéndolos de probable origen
gallego). Lo esencial de la jarya es su lenguaje: tiene que ser,
forzosamente, incorrecto; ya de estilo callejero, ya descuidado
-como el de un niño o un borracho- ya en románico (espa
ñol aljamiado). Por otra parte debe ser la base de la moa
xaja. El tratadista Ibn Saná al-Mulk, muerto en 1212, escribe:
siendo la jarya lo esencial de la moaxaja, conviene que sea
compuesta lo primero de todo, y que a su metro y rima obe
dezca luego todo el poema, ajustándose a ese pie forzado .
Algunos poetas -añade- por ser incapaces de componer
una buena jarya, toman una ajena... ¿De quién? ¿De otro
poeta? A veces parecería ser así: una jarya de Judá
Ha-Leví
es recogida más de un siglo después por Todros Abulafia. Pero,
2
o
T
D I
N
L
I
o
¿procederían de la tradición? Esto es lo más probable. El des
cubridor de estos cantarcillos, Stern, escribe : todas esas tan
curiosas particularidades de los versos finales se explican por
la hipótesis del origen popular de la moaxaja: parece que en su
origen los versos de la [arya hubieron de ser tomados a poesías
románicas populares . Por su parte, García Gómez supone que
pueden ser cantarcillos árabes vulgares (de una lírica popular
arábiga paralela a la mozárabe. Opinión que puede apoyarse en
la existencia de jaryas no mozárabes). Sea como sea, hay un
hecho indiscutible: su tradicionalidad. El caso antes citado de
Todros Abulafia es un ejemplo; y cuando García Gómez publi
ca las jaryas árabes se comprueba, perfectamente, que las he
breas editadas por S. M. Stern las habían imitado. Es más, en
algunos casos recogen jaryas ya utilizadas por poetas árabes.
Eso hace algunas veces -por citar un nombre que ya nos es
familiar- Judá
Ha-Leví
(muerto, según García Gómez, en
1170): traer a sus moaxajas cantarcillos ya utilizados por Ab.ú
Bakr Yahya Ibn Baqi, muerto en 1145.
Pues bien; estos versos en lenguaje vulgar o aljamiado,
colocados al final de las moaxajas y sustentadores de la misma,
tienen atestiguada una tradicionalidad. Digámoslo de una vez
-escribe Dámaso Alonso->: el centro del interés debe despla
zarse del zéjel al villancico. Estos ejemplos de villancicos mozá
rabes del siglo xr, puestos al lado de toda la tradición caste
llana tardía, prueban perfectamente que el núcleo lírico popular
en la tradición hispana es una breve y sencilla estrofa : un villan-
cico . Y Menéndez Pidal añade: Las canciones andalusíes
primitivas, las cantigas de amigo y los villancicos castellanos
aparecen claramente como tres ramas de un mismo tronco enrai
zado en el suelo de la Península hispánica. Las tres variedades
tienen aire de familia inconfudible, y, sobre todo, las tres
tienen su mayor parte, y la mejor, con un doble carácter dife
rencial común: el ser canciones puestas en boca de una don
cella enamorada, y el acogerse la doncella, confidentemente, a
su madre. Además se confirma que en ese conjunto tripartito
21
8/10/2019 Alin - Cancionero Espanol Tradicional
http://slidepdf.com/reader/full/alin-cancionero-espanol-tradicional 11/11
A N
e
I
o N E
R
la forma andalusí se asocia más íntimamente con el villancico
castellano que con la cantiga galaico-portuguesa .
El hallazgo de las jaryas reviste, por tanto, el carácter de un
acontecimiento sensacional. Y fuerza a los estudiosos de la
poesía a reconsiderar sus opiniones y a volver los ojos a una
lírica, la nuestra, que querían ver como derivada de la pro
venzal. Tal conjetura se vino abajo. Estos cantarcillos mozá
rabes son, con mucho, anteriores a la producción del primero
de los trovadores provenzales: Guillermo IX de Aquitania.
Son, pues, las jaryas los más antiguos poemillas escritos en
una lengua románica Y Joseph el Escriba -que celebra en
una al visir del rey de Granada, y a su hermano Isaac, muerto
en 1042- nuestro primer poeta castellano . Vienen a conti
nuación otros tres poetas árabes, de cronología no muy segura
-pero dentro del siglo xr-y, seguidamente, otro para el que
tenemos fechas exactas: el rey de Sevilla Mutamid ibn Abbad,
que nació en 1040 y murió cincuenta y cinco años más tarde.
Y aún hay más poetas árabes anteriores a los hebreos Mosé ben
Ezra (1060?-1140?) y Judá Ha-Leví (1075?-después de 1140,
fecha en que emprende su viaje a Egipto y Jerusalén). Los más
tardíos serían el hebreo Todros Abulafia (1257-1305?) y el
árabe Ibn Luyun (1282-1349).
Las jaryas venían. por tanto, a confirmar --como dije más
arriba- las teorías de Menéndez Pidal. Así, cuando éste, para
apoyar las citas cronísticas respecto a los cantos de recibimiento,
tenía que acudir a textos tardíos, a textos del siglo xvr :
Vengáís norabuena,
duque mi señor,
pues venís vencedor
(Auto del Sacrificio de Jeté).
del XVII:
Bien vengáis triunfando,
conde lidiadore,
bien vengáis, el Conde
Lepe de Vega, El conde Fernán Gonrález;
RAE, VII, pág. 424b).
22
o
T
R
I
e
I o
N
L
una jarya de Judá Ha-Leví, con tema semejante, vendría a
corroborar plenamente sus suposiciones:
Des cuand mio Cidiello viénid,
¡tan buona albischara
,
como rayo de sol exid
en Wadalachyara.
( Cuando mi Cidiello viene, / ¡qué buena
noticia ; / como un rayo de sol sale / en
Guadal ajara ).
¡Los cánticos triunfales, carmina triunfalia, existían ¿Por
qué no poner, pues, en relación el resto de las jaryas con
nuestra poesía tradicional? La tarea la emprendió inmediata
mente Dámaso Alonso con resultados sorprendentes. Más tarde
Menéndez Pídal abundaba en la investigación y establecía nue
vas relaciones temáticas y mostraba paralelismos estróficos.
La continuidad de temas, el tronco común, se ponía de mani
fiesto. La conclusión definitiva podía resumirse en estas pala
bras: nuestra lírica tradicional tenía un origen remoto (10).
LA RELACIÓN CON FRANCIA.
El intercambio musical entre España y Francia -dice Higi
nio Anglés, a quien tanto debemos en la investigación musical->
fue siempre muy importante. principalmente desde los prime
ros siglos de la Edad Media hasta la época de los Reyes Cató
licos (11). No tiene nada de extraño. Las relaciones militares,
políticas y económicas entre ambos países eran abundantes.
Recordemos, por ejemplo, las mantenidas entre Aragón y Cata
luña con el
Rosellón,
que habla la misma lengua, las regiones de
(10) Véase, además, el úl timo capí tulo de esta Introducción. Y este párr afo , impor
t antísimo, de Menéndez Pidal: Las jarchyas... usan rima asonante, extraña a l a poe
sía árabe, tant o cl ási ca como vulgar andaluza y extraña t ambi én a la poesí a hebrea.
(Ll) La música en la corte de los Reyes Católicos, I, pág. 13.
23
BibHoteca1
f lnJ r ers iáa i
YJ.utónoma
ie
Ciu.lai J Uiru