Funciones de la piel
Protección frente a los efectos ambientales
Contención de las estructuras corporales y
sustancias vitales
Regulación térmica
Sensibilidad
Síntesis y almacenamiento
de vitamina D
Capas de la piel
•Epitelio queratinizado. Carece de vasos sanguíneos y linfáticos. Recibe terminaciones nerviosas aferentes (sensibles al tacto)
Epidermis
•Densa capa de colágeno y fibras elásticas. Proporciona tono a la piel y le confiere fortaleza y resistencia.
Dermis
•Entre la piel y la fascia profunda. Tejido conectivo laxo y grasa almacenada. Contiene: glándulas sudoríparas, vasos sanguíneos, linfáticos y nervios cutáneos.
Tejido subcutáneo
Aunque las fibras de colágeno discurren en todas direcciones, el patrón predominante de las fibras determina la tensión característica y los surco de arrugas de la piel, dando lugar a
las líneas de tensión (de Langer).
Cuando es posible el cirujano las usa para realizar las incisiones cutáneas. Las incisiones resultantes tienen tendencia a abrirse menos
y normalmente dejan una cicatriz más pequeña tras la cicatrización.
Las fibras elásticas de la dermis se deterioran con la
edad y no son reemplazadas, por tanto, en
los adultos de edad avanzada la piel se arruga y cuelga al perder elasticidad.
Otras estructuras o derivados de la piel son las uñas, las glándulas mamarias y el esmalte
dentario.
Los retináculos de la piel son pequeñas bandas fibrosas que se extienden a través del tejido subcutáneo y unen la capa profunda de la dermis con la fascia profunda subyacente. Su longitud y
densidad determinan el grado de movilidad de la piel sobre estructuras profundas.
El flujo sanguíneo influye en el color de la piel.
Cuando la sangre no acarrea suficiente oxígeno la piel
aparece azulada o cianótica, especialmente en labios, parpados y el lecho de las
uñas.
Las agresiones a la piel, infección, inflamación o
reacciones alérgicas, pueden congestionar los lechos
capilares superficiales y la piel se torna roja o eritematosa.
En ciertos trastornos hepáticos se acumula en la
sangre bilirrubina lo que confiere a la piel y a los ojos un color amarillento, lo cual
se conoce como ictericia.
La piel puede distenderse y crecer para acomodarse a un aumento gradual de tamaño, pero si el aumento es importante y relativamente rápido las fibras de colágeno se lesionan y pueden
aparecer estrías cutáneas.
Los cortes y desgarros pueden ser superficiales o profundos dependiendo la profundidad de la herida y i interrumpen o no la continuidad de la piel.
La psoriasis, un trastorno cutáneo inflamatorio crónico, afecta a la mujer y al varón por igual
(aproximadamente un 1-3% de la población) y se caracteriza por placas rojas delimitadas, cubiertas
con una escama superficial de epidermis descamada. Aunque se desconoce la patogenia
de la enfermedad, parece que existe una predisposición genética.
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Bibliografía
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