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“POLÍTICA MONETARIA ÓPTIMA CONGRUENTE CON EL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE MÉXICO, 1998 – 2003”
Miguel Ángel Martínez García
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Contenido Glosario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7 Relación de siglas …………………………………………………… 8 Índice de gráficos………………..……………………………………. 9 Resumen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10 Abstract . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1. Visión histórica del desarrollo de la teoría y política monetaria ….. . . . . . 20
1.1 David Hume . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.2 La teoría clásica del dinero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
1.3 La teoría cuantitativa del dinero . . . . . …. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
1.4 El modelo neoclásico . . . . . . . . . . . . . . . . . . ……... . . . . . . . . . . . . . 27
1.5 La preferencia por la liquidez keynesiana y los neo-keynesianos. ….. . . … . . 28
1.6 El mecanismo de transmisión monetarista . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
1.7 Reglas de política monetaria óptima …... . . . . . . . . . . . ………….. 36
2. Teorías del crecimiento relacionadas con una política monetaria óptima . . . . 40
2.1 Los clásicos y el crecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
2.2 La postura de Keynes ante el crecimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
2.3 El modelo de crecimiento de Harrod . . . . . . . . . . . . . . . . . …. . . . . . . . . 44
2.4 El modelo de crecimiento de Domar ………………….. . . . . . . . . . . … . 47
2.5 El modelo de crecimiento de Solow . . . . . . . . . . . …………………… . 49
2.6 La aportación de Kaldor a las teorías del crecimiento . . . . . . . . . . . ……… . 53
2.7 Modelos de Pasinetti y Kalecki .. . . . . . . . . . ……………………. . . 56
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3. Instrumentos macroeconómicos empleados por el Banco de México para
mantener la estabilidad financiera 1996-2003 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3.1 Política monetaria instrumentada por Banxico y su definición……........ . . . 60
3.2 Tipos de cambio, definición y evolución . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
3.3 Significado y evolución de la tasa de interés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
3.4 Evolución de la inflación. ……. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
3.5 Crecimiento de México ….…. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
3.6 Recapitulación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ……… . . . . . . . . . 76
4. Modelo econométrico sobre un instrumento estocástico óptimo de tasa
de referencia para el crecimiento económico . … ….. . . . ……………………. 78
4.1 El análisis de Poole . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
4.2 Reglas tipo Taylor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
4.3 Elección óptima de tasa de referencia en una economía pequeña y
abierta como la mexicana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
4.4 Simulación de política monetaria en México 1998-2003. …….. . . . . . . . . . . . 94
Conclusiones . ……. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Apéndice …………………………………………………..………………111 Bibliografía ………………………………………………………………. 116
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Glosario
Brecha del producto interno bruto real: O simplemente brecha del producto, es la
diferencia entre el producto observado y el producto potencial –dada su trayectoria natural.
Demanda Agregada: DA es la suma del consumo de los hogares C más la inversión de las
empresas I más el gasto gubernamental G, i.e. DA = C + I + G.
Índice de Precios al Consumidor: Canasta representativa de 112 productos básicos que
utiliza el Banco de México para medir el índice inflacionario.
Oferta Agregada: OA es la suma del producto interno bruto PIB y las importaciones M:
OA = PIB + M.
Perturbación: Una perturbación es un factor que desvía a una variable de su trayectoria
“normal”.
Producto Interno Bruto: Es la suma de los bienes y servicios de uso final producidos dentro
de un país, en un periodo establecido, generalmente de un año.
Política monetaria: Es la manipulación deliberada del banco central de la cantidad de
dinero o de la tasa de interés para alcanzar sus objetivos.
Teoría monetaria: Investiga la relación entre variables económicas reales al nivel agregado
–tales como la producción real, las tasas de interés reales, el empleo y el tipo de cambio
real- y variables nominales-e.g. la inflación, la tasa de interés nominal, el tipo de cambio
nominal y la oferta de dinero.
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Relación de siglas
BC: Banco Central BANXICO: Banco de México CETES: Certificados de la Tesorería CPI: Consumer Price Index (índice de precios al consumidor) DA: Demanda Agregada DM: Demanda de dinero INEGI: Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática INPC: Índice Nacional de Precios al Consumidor IS: Curva de Ahorro e Inversión LM: Curva de Oferta y Demanda de dinero PIB: Producto Interno Bruto PPP: Purchasing Power Parity (paridad del poder adquisitivo) RSA: Régimen de Saldos Acumulados RSD: Régimen de Saldos Diarios SHCP: Secretaria de Hacienda y Crédito Público
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Índice de gráficos, figuras y cuadros
1. Figura 1.6.1 ................................................................................................... 22
2. Figura 1.6.2 ……………………………………………………………..…. 26
3. Figura 1.6.3 ………………………………………………..……………… 26
4. Gráfico 4.4.4…………………………………………………..….……….. 91
5. Gráfico 4.4.5 ………………………………………………….…………… 92
6. Gráfico 4.4.6 ………………………………………………….…………… 93 7. Cuadro 3.5.1 …………………………………………………..………….... 67
8. Cuadro 4.4.1 ……………………………………………………….……… 88
9. Cuadro 4.4.2……………………………………………………………….. 89
10. Cuadro 4.4.3 ……………………………………………………….………. 90
11. Cuadro 4.4.7 …………………………………………………………….…. 94
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Resumen Hoy que México goza de una estabilidad económica y financiera aceptable, el tipo de
cambio, la tasa de interés y la inflación constituyen las variables fundamentales para la
realización de un diagnóstico sobre el rumbo que está llevando la economía mexicana. El
objetivo de esta investigación es determinar una política monetaria de tasa de interés que
permita alcanzar un crecimiento del PIB del 7% anual (ó del 1.71% trimestral), para una
economía como la mexicana, con las siguientes características: pequeña y abierta:
(“pequeña” porque ---el modelo de pequeña economía abierta se utiliza para caracterizar
economías tomadoras de precios y no hace alusión al volumen---, “abierta” porque, ---entre
otras cosas, el nuestro es el país con más tratados comerciales en el mundo, somos el tercer
socio comercial de E.U.A, detrás de Canadá y China y somos la onceava economía
exportadora en el mundo---; y para su consecución se aporta el argumento externo, de cara
a las perturbaciones que inciden sobre una economía como la nuestra, basado en el estudio
de Poole [1970]. El problema fundamental es que existe estabilidad macroeconómica en
México, pero el crecimiento es bajo. La hipótesis comprueba como una política óptima de
tasas de interés controla las principales variables macroeconómicas y logra un crecimiento
del producto interno bruto. Los resultados fundamentales son que la tasa de interés es un
instrumento óptimo para controlar la variancia de la brecha del producto ---es la diferencia
entre el producto observado y el producto potencial dada su trayectoria natural---, y que, de
haber empleado la función de reacción óptima, se hubiera logrado una alta eficiencia en el
cumplimiento de nuestro objetivo de crecimiento del producto del 7%; la desviación
estándar de la brecha observada del producto es alta con respecto a la pronosticada con
nuestra función de reacción tuvo una disminución considerable y con ello se reduce la
volatilidad.
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Abstract
Today that Mexico enjoys acceptable an economic and financial stability, the type of
change, the interest rate and the inflation constitute the fundamental variables for the
accomplishment of a diagnosis on the course that is taking the Mexican economy. The
objective of this investigation is to determine a monetary policy of interest rate that allows
to reach a growth of the PIB of annual 7% (or 1,71%, quarterly), for an economy like the
Mexican, with the following characteristics: small and opened (“small”, because the model
of small open economy is used to characterize taking economies of prices and it does not
make reference to the volume, and opened, because among other things, ours it is the
country with more commercial treating in the world), we are the third commercial partner
of E.U.A, behind Canada and China and are onceava exporting economy in the world; and
for its attainment the external argument is contributed, facing the disturbances that affect an
economy like ours, based in the study of Poole [1970]. The fundamental problem is that
macroeconomic stability in Mexico exists, but the growth is low. The hypothesis verifies as
an optimal policy of interest rates controls the main macroeconomic variables and obtains a
growth of the gross internal product. The fundamental results are that the interest rate is an
optimal instrument to control the variancia of the breach of the product--- it is the
difference between the observed product and the potential product given its natural
trajectory---, and that, of to have used the function of optimal reaction, had managed a high
efficiency in the fulfillment of our objective of growth of the product of 7%; the standard
deviation of the observed breach of the product is high with respect to the foretold one with
our function of reaction had a considerable diminution and with it volatileness is reduced.
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Introducción
Hoy que México goza de una estabilidad económica y financiera aceptable, el tipo
de cambio, la tasa de interés y la inflación se constituyen en las variables fundamentales
para la realización de un diagnóstico sobre el rumbo que está llevando la economía
mexicana. Dentro de este marco, la Política Monetaria instrumentada por BANXICO al ser
restrictiva, provoca que existan dos equilibrios, uno con pequeñas depreciaciones y poca
volatilidad en el marco cambiario, y otro donde se presentan grandes depreciaciones y una
alta volatilidad, así mismo también causa un impacto directo en la determinación de la tasa
de interés interna que provoca un alto diferencial con la tasa de interés externa, por otro
lado, también provoca un relativo control sobre la inflación enfocándolo en la canasta
básica de productos que sirve para formar el Índice Nacional de Productos al Consumidor
(INPC), esto al contar con una Política Monetaria Restrictiva o Contraccionista.
Considerando que la economía mexicana en los últimos años ha experimentado un
crecimiento menor al esperado, pronosticado en los Criterios Generales de Política
Económica publicados por el Gobierno Federal cada año, es importante analizar el
comportamiento que ha tenido el Producto Interno Bruto en relación con la Política
Monetaria restrictiva implementada por BANXICO, en este sentido las variables que
pueden dar una explicación acerca de este comportamiento, por mencionar las más
importantes, son el tipo de interés que sirve para medir el intercambio de capitales con
relación al exterior; el tipo de cambio que es el precio de una unidad de moneda extranjera
expresado en términos de la moneda nacional, que ayuda a medir la relación de comercio
exterior y que afecta directamente a la Balanza Comercial -parte fundamental del Producto
Interno Bruto-; y por ultimo, la inflación que mide el poder adquisitivo de la moneda. Es
por ello que estas tres variables son el ancla de la estabilidad macroeconómica del país. Es
importante hacer una diferenciación sobre el crecimiento y desarrollo, el primero es de alta
prioridad para el Gobierno Federal como eje fundamental para la consolidación de la
estabilidad económica del país, el desarrollo que puede resultar del crecimiento y los
índices de pobreza se siguen manteniendo en niveles altos, todo esto por las políticas
contraccionistas que se han aplicado.
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En la actualidad la mayoría de los Bancos Centrales (BC) de las principales
economías del mundo llevan como palanca de política monetaria la implementación de
tasas de referencia para cumplir con sus objetivos. En el caso de México, BANXICO utiliza
un instrumento a base del control de agregados monetarios llamado Régimen de Saldos
Diarios (RSD) –anteriormente de Saldos Acumulados (RSA). Este instrumento en años
recientes ha recibido críticas por no cumplir con el objetivo del Banxico de cumplir con la
meta inflacionaria.
El problema consiste en que tenemos dos herramientas fundamentales para conducir
la economía: la política fiscal y la política monetaria. En México, el objetivo exclusivo de
la política monetaria es el control de la inflación; sin embargo, ante la evidente falta de
crecimiento de nuestra economía, existe el debate respecto a la necesidad de cambiar el
objetivo del BC mexicano por un doble objetivo como lo tiene el Banco de la Reserva
Federal norteamericano, a saber: el control de la inflación y el crecimiento del producto. En
este contexto, el objetivo de esta investigación es analizar la factibilidad de emplear la
tasa de interés como un instrumento de política monetaria con doble objetivo en
México en el periodo 1998 – 2003; y la hipótesis es que un crecimiento del 7%
teniendo, la inflación y demás perturbaciones bajo control, es factible empleando la
función de reacción óptima de Hernández-del-Valle [2004], para una economía como la
mexicana, con las siguientes características: pequeña y abierta, (“pequeña” porque ---el
modelo de pequeña economía abierta se utiliza para caracterizar economías tomadoras de
precios y no hace alusión al volumen---, “abierta” porque, ---entre otras cosas, el nuestro es
el país con más tratados comerciales en el mundo, somos el tercer socio comercial de
E.U.A, detrás de Canadá y China y somos la onceava economía exportadora en el mundo---
; y para su consecución se aporta el argumento externo, de cara a las perturbaciones que
inciden sobre una economía como la nuestra, basado en el estudio de Poole [1970].
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Decimos que la política monetaria basada en una tasa de interés es óptima si logra
minimizar la brecha del producto, sujeto a un crecimiento del 7% del PIB. Los supuestos
implícitos son que todas las variables macroeconómicas muestran un comportamiento
estable.
Con base en lo anterior, el trabajo está organizado de la manera siguiente: en el
capítulo 1 presentamos el debate histórico respecto a la exogeneidad/endogeneidad del
dinero, también la visión histórica del desarrollo de la teoría y política monetaria. Se
presenta una visión desde David Hume hasta el mecanismo de transmisión monetaria,
pasando por la teoría clásica del dinero, la teoría cuantitativa, el modelo neoclásico y la
preferencia por la liquidez keynesiana y neo-keynesiana. Así mismo se presenta un ejemplo
de reglas de política monetaria óptima. En el capítulo 2 se muestra una revisión de los
principales teóricos del crecimiento económico con el fin de presentar las bases en las que
se sustenta el crecimiento económico en México tocando los determinantes de este,
comenzando con las aportaciones que hicieron los clásicos como los primeros pensadores
que comenzaron a desarrollar la teoría del crecimiento, hasta llegar a Keynes, pasando por
los modelos desarrollados por Domar, Harrod, Solow y Kaldor. También se hace un
análisis de modelos recientemente desarrollados que aportaron nuevos enfoques a la teoría
del crecimiento como son Pasinetti y Kalecki. En el capítulo 3 resumimos los instrumentos
macroeconómicos empleados por BANXICO para mantener la estabilidad financiera en el
periodo 1998-2003, en el se muestra la política monetaria instrumentada por Banxico y su
definición, así como también los distintos tipos de cambio, definición y evolución que han
tenido en el periodo. Parte importante de la investigación es el significado y evolución de la
tasa de interés. El papel y la evolución de la inflación y el crecimiento económico en
México son dos variables fundamentales para nuestro estudio.
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El estudio de Poole [1970] sí permite salvar estas deficiencias, es por ello que en el
capítulo 4 en “diálogo” con este autor y empleando el modelo de pequeña economía abierta
a tiempo continuo desarrollado por Hernández-del-Valle [2004], probamos de manera
formal el instrumento óptimo para un controlador de la variancia de la brecha del producto
en una pequeña economía abierta en general; se muestra la función de reacción óptima para
el control de la variancia de la brecha del producto; y simulamos nuestra política óptima en
México en el periodo 1998-2003. Los resultados fundamentales son que la tasa de interés es
un instrumento óptimo para controlar la variancia de la brecha del producto, y que, de haber
empleado la función de reacción óptima, se hubiera logrado una alta eficiencia en el
cumplimiento de nuestro objetivo de crecimiento del producto del 7%, la desviación
estándar de la brecha observada del producto es alta con respecto a la pronosticada con
nuestra función de reacción tuvo una disminución considerable y con ello se reduce la
volatilidad.
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CAPÍTULO 1
VISIÓN HISTÓRICA DEL DESARROLLO DE LA TEORÍA Y POLÍTICA MONETARIA
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Visión histórica del desarrollo de la teoría y política monetaria
Como se mencionó en la introducción, el problema que queremos solucionar en esta
tesis es como BANXICO puede influir en generar crecimiento económico y no solo influir
en mantener la inflación controlada. Las variables que identificamos para solucionar el
problema son: el tipo de cambio, la tasa de interés y la inflación; el objetivo de este capítulo
es estudiar el desarrollo histórico que ha tenido la teoría y política monetaria, y con ello
identificar los principales teóricos que han hecho aportes a la visión de la política monetaria
y sus diferentes instrumentaciones y, por lo tanto, cómo ella puede influir en el crecimiento
y desarrollo de la economía mexicana.
1.1 David Hume
El liberalismo trataba de demostrar que el dinero no constituye la riqueza de una
nación; que la verdadera riqueza está en su población y en las mercancías que produce. El
exceso de numerario, preconizaba, no es conveniente, pues disminuye el valor de la unidad
monetaria y dificulta la exportación. La cantidad de dinero debe guardar una proporción
con el número de habitantes y el crecimiento de la industria. Según David Ricardo (1821,
pg.123) “el más conocido precursor de esta corriente fue David Hume, quién nutrió su
pensamiento con las ideas de Petty, Locke y Nort que le precedieron”.
Hume se percató, sin embargo, de que la velocidad de circulación del dinero no es
constante, y que cambios en la cantidad de dinero podían dejar los precios inalterados si
iban acompañados por cambios en los hábitos del público que alteraran la demanda de
dinero. El reconoció, antes que nadie, que un aumento en la cantidad de dinero, si iba
acompañado de un incremento en el volumen del comercio, sería benéfico para la industria.
También señaló que un aumento en la cantidad de dinero podía tener efectos estimulantes
sobre la industria en el periodo intermedio, antes de que los precios subieran.
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Por otra parte, Hume rechazó la idea de que la tasa de intereses estuviera influida
por la cantidad de dinero. Afirmaba que el interés dependía de la oferta y demanda de
capital, y que estaba estrechamente ligado a la tasa de ganancia.
Aunque reconocía que la abundancia de capital iba generalmente acompañada de
una abundancia de numerario, se oponía a la idea de que el numerario fuera la causa directa
del bajo interés, sosteniendo que un comercio floreciente implicaba una tasa de ganancia
baja y abundante capital, y que estos factores, no el numerario, eran la causa del bajo
interés.
1.2 La teoría clásica del dinero
Lo esencial de la teoría clásica sobre la naturaleza del dinero se encuentra en la
Riqueza de las Naciones. Según Smith (1776, pg. 146) considera que, “al confundir el
dinero con la riqueza, los mercantilistas no sólo se equivocaron sino que también fueron
incapaces de observar que el dinero no es más que un bien elegido por comodidad como
medio de cambio. Sin embargo, esto no significa que el dinero no sea importante.” Al
contrario, como medio de cambio y como unidad de cuenta el dinero juega un papel
esencial, ya que con él se consigue la ruptura del trueque en dos intercambios
independientes (mercancía a cambio de dinero y posteriormente dinero a cambio de
mercancías); esta separación del trueque permite según Smith (op. cit. pg. 149) un aumento
considerable de la división del trabajo y, en consecuencia, es un elemento indispensable
para la expansión del mercado. El dinero es entonces un elemento esencial del crecimiento
económico.
En un sistema de dinero-mercancía, la elección del bien que ha de servir de medio
de pago y de unidad de cuenta debe hacerse sobre la base de consideraciones de comodidad
física. El dinero debe ser fácil de llevar, es deseable que tenga un valor considerable por
unidad de volumen, debe ser homogéneo, divisible, y su valor ha de ser lo más estable
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posible. Todas esas son propiedades de los metales preciosos (y sobre todo del oro y la
plata). Sin embargo, desde la época mercantilista, se conocen los problemas relativos al bi-
metalismo. Smith sabía lo difícil que era mantener un sistema estable oro-plata ya que el
precio relativo de ambos metales era variable; por eso las personas tendían a utilizar
efectivamente en sus transacciones el tipo de dinero que se depreciaba más o que se
apreciaba menos rápido, atesorando el tipo de dinero de mayor valor.
Más original que lo anterior, es la insistencia de Smith sobre los elevados costes que
supone mantener un sistema metálico. Efectivamente si todo el dinero se reduce al oro o la
plata, para adquirir y aumentar la base monetaria será necesario obtener dinero mediante la
producción minera o, indirectamente, a través del comercio con el exterior; no solamente
serán elevados los costes de adquisición del dinero, sino también los costes de
conservación, protección y almacenamiento. Desde ese punto de vista, Smith comparaba el
dinero con el capital fijo, algo productivo pero caro de fabricar y mantener. Frente al dinero
metálico, el papel-moneda presentaba entonces la gran ventaja de realizar importantes
ahorros a la economía. Si se generaliza el uso del papel-moneda en la circulación interna, se
ahorrará una parte considerable del oro que, por ejemplo, quedaría disponible para la
financiación de importaciones adicionales; otras ventajas vendrían de la utilización de
recursos hasta ahora inmovilizados en las minas y que quedarían disponibles para otros
usos.
Estas ideas generales se completan con el análisis del papel de los bancos en la
economía. Gracias a ellos la velocidad de circulación del dinero es más elevada y se
ahorran recursos; y gracias a los créditos, los empresarios economizan sus propios capitales
y aumentan considerablemente sus niveles de producción.
En cuanto a la definición de la base monetaria, Smith y después de él la mayoría de
los clásicos, consideraron que esta se reducía al dinero metálico y a los billetes. A menudo
estos autores excluyeron los depósitos bancarios. La razón aludida es que, si bien los
depósitos son sustitutos próximos del efectivo y del oro, no son parte de los mismos, ya que
sólo el dinero metálico y los billetes de curso legal tienen el poder de cerrar definitivamente
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una transacción. De modo que, como detentar sustitutos permite economizar encajes, el
aumento de los depósitos se traduce en un aumento de la velocidad de circulación del
dinero. Las letras de cambio tienen el mismo tratamiento. En suma, los depósitos y las
letras se clasifican entre las modalidades de crédito las cuales, apelando a un reembolso
ulterior, no saldan definitivamente las transacciones (pero, como hemos visto, sí influyen
sobre la velocidad de circulación del dinero).
Las tesis de David Hume son las que constituyen la base de la teoría clásica. Estas
tesis descansan en dos proposiciones esenciales:
- La primera proposición es la teoría cuantitativa del dinero. Aunque no
escrita con la expresión MV = PT (que será la forma adoptada por Irving Fisher ya
en el siglo XX), las ideas esenciales son las mismas: (a) la velocidad de circulación
(V) está dada, ya que depende de los hábitos de pago; (b) el volumen de
transacciones (T) está dado por la esfera real de la economía; (c) M es la base
monetaria considerada como algo independiente de V y de T. De todo lo anterior
resulta que, en equilibrio, el nivel de precios (P) es proporcional a la base monetaria
(M).
- La segunda proposición es la teoría de los flujos de especies. La mecánica
de esta ley se puede describir del siguiente modo: el saldo de la balanza comercial
depende de los precios internos comparados a los precios externos (es decir, de la
relación de precios o de los términos de intercambio). Un crecimiento monetario
excesivo, al hacer crecer los precios internos, deteriorará la competitividad y creará
un déficit comercial. El saldo negativo de la balanza comercial deberá ser arreglado
de algún modo; esto se conseguirá, en primer lugar, a través de la búsqueda de
créditos en el exterior, los cuales se encarecerán y, como consecuencia de ello,
llevarán a la depreciación de la moneda interna. Cuando la depreciación del tipo de
cambio sea tal que cubra los costes de exportación de oro, se llegará a lo que según
Cantillón (1755, pg. 89) denominó "el punto de salida de oro". Es decir, una parte
de los billetes en circulación se convertirán en oro a fin de obtener las especies
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necesarias para cubrir las obligaciones con el exterior. Evidentemente se supone que
todo el mecanismo lleva nuevamente al equilibrio. La salida de oro y la contracción
de la base monetaria conducirán finalmente a una disminución de los precios
internos hasta un punto en que se consiga nuevamente el equilibrio de la balanza
comercial.
La tesis del equilibrio automático de los intercambios exteriores y de la repartición
de la liquidez internacional, formulada por Hume (1752, pg. 149), forma parte integral de
los esquemas clásicos fundamentales y más especialmente del pensamiento ricardiano.
Hasta aquí podemos decir que los clásicos no aportan nada que no se haya dicho antes. En
realidad, en lo que se refiere a la teoría monetaria, lo que hará avanzar la reflexión serán las
discusiones sobre la política monetaria y sobre problemas concretos. En una primera época,
estos problemas fueron básicamente los que resultaron de la suspensión de la
convertibilidad de la libra entre 1797 y los años 1819 a 1821 en que se regresó
gradualmente al sistema anterior.
El sistema de convertibilidad, que permite comprar el oro a un precio fijado por la
banca, debe regular automáticamente la evolución de la masa monetaria (por el mecanismo
de flujos de especies). Cuando los billetes no son convertibles deja de existir este
mecanismo reequilibrador de disciplina monetaria; sin convertibilidad, la emisión
monetaria excesiva no vendrá acompañada de su antídoto; las alzas de precios podrán ser
permanentes, y la balanza exterior continuará siendo deficitaria; el tipo de cambio se
depreciará constantemente y el oro continuará saliendo del país.
Como ocurre casi siempre que se plantea un problema relevante de política
económica, en esta nueva situación también surgieron dos escuelas de pensamiento entre
las que se organizó la discusión sobre las consecuencias de la no convertibilidad y sobre las
medidas que deberían tomarse para subsanarlas. La primera escuela, la bullionista, se
propone como principal objetivo encontrar la forma de remediar las consecuencias de la
oferta excedentária de billete. La segunda escuela, antibullionista, se apoya sobre la
llamada "doctrina de los efectos reales" (o real bills doctrine) para negar que pueda
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sobrevenir una situación de oferta excesiva de dinero y afirma que la emisión monetaria se
puede adaptar, mediante ciertas reglas prácticas, a las necesidades de la actividad
económica sin provocar desequilibrios fundamentales.
La teoría clásica del dinero se puede sintetizar en la explicación que hace Ricardo de
la gran inflación observada durante el reinado de Isabel I de Inglaterra. Según Ricardo
(1821, pg. 64), el precio del dinero pm es la tasa de intercambio entre la moneda y los
bienes
pm = 1 / P , donde P es el nivel de precios. Luego, bajo condiciones normales de largo plazo, el
valor del dinero 1 / P es igual al costo de producirlo C, en el largo plazo tenemos que
pm = 1 / P = C .
1.3 La teoría cuantitativa del dinero
¿Podemos ver a través de esta teoría cómo afecta la cantidad de dinero a la
economía? Para ello, debemos ver cómo está relacionada con otras variables económicas,
como los precios y las rentas. La gente tiene dinero para comprar bienes y servicios. Cuanto
más dinero necesite para realizar esas transacciones, más dinero tiene. Por lo tanto, la
cantidad de dinero de la economía está estrechamente relacionada con el número de pesos
intercambiados en las transacciones.
La relación entre las transacciones y el dinero se expresa en la siguiente ecuación
llamada ecuación cuantitativa:
Dinero x Velocidad = Precio x Transacciones
M x V = P x T
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El segundo miembro de la ecuación cuantitativa transmite información sobre las
transacciones. T representa el número total de transacciones realizadas durante un periodo
de tiempo, por ejemplo, un año. En otras palabras, T es el número de veces al año que se
intercambian bienes y servicios por dinero. P es el precio de una transacción representativa,
es decir, el número de pesos intercambiados. El producto del precio de una transacción y el
número de transacciones, PT, es igual al número de pesos intercambiados en un año.
El primer miembro de la ecuación cuantitativa, transmite la información sobre el
dinero utilizado para realizar las transacciones. M es la cantidad de dinero. V se denomina
velocidad – transacciones del dinero y mide la tasa a la que circula el dinero en la
economía. En otras palabras, la velocidad indica el número de veces que cambia de manos
un peso en un determinado periodo. Por ejemplo, en Fisher (1911, Capítulo 2) presenta MV
= PQ donde Q es la cantidad de bienes comprados; y en Fisher (1911, pg.29) la ecuación es
MV + M′V′ = PT donde M′ es el volumen de cuentas de cheques y V′ es su velocidad de
circulación. Esta explicación proporciona la argumentación teórica para la causalidad
izquierda: los incrementos en la oferta de dinero se verían empatados por un incremento
directamente proporcional en los precios. Esto es a lo que Fisher (op. cit. pg. 32) llama la
Teoría cuantitativa del dinero.
Hay un problema en la ecuación que acabamos de describir, este radica en que es
difícil medir el número de transacciones. Para resolverlo, se utiliza la versión moderna de la
teoría cuantitativa del dinero y en ella se sustituye el número de transacciones, T, por la
producción total de la economía, Y. Las transacciones y la producción están estrechamente
relacionadas entre sí, porque cuánto más produce la economía, más bienes se compran y se
venden. Si Y representa la cantidad de producción y P el precio de una unidad de
producción, el valor monetario de la producción es PY.
La ecuación cuantitativa se convierte en:
Dinero x Velocidad = Precio x Producción
27
27
M x V = P x Y
Cómo Y también es la renta total, en esta versión de la ecuación cuantitativa V es la
velocidad – renta del dinero. Esta indica el número de veces que entra un peso en la renta
de una persona durante un periodo determinado de tiempo.
1.4 El modelo Neoclásico
Los neoclásicos suponen que la tasa de interés se determina por la oferta y demanda de
fondos prestables, y no tiene límites preestablecidos; es decir, puede bajar indefinidamente
(mientras sea positiva) si el ahorro excede a la inversión. Adicionalmente, sabemos que la
tasa de interés se determina en los mercados financieros. Al mecanismo de ajuste entre el
mercado de bienes y los mercados financieros se le conoce como la Teoría de fondos
prestables de Fisher (1930, pg. 56).
Asimismo, los neoclásicos suponen que las negociaciones salariales se hacen en
términos de salarios reales; o dicho de otro modo, que los salarios nominales se ajustan
inmediatamente a cualquier cambio en la demanda y en los precios.
El modelo neoclásico supone: i) que los precios son perfectamente flexibles; ii) que
el consumo no sólo es función del ingreso, sino que también de la riqueza de los individuos
(k), de modo que
C = f (Y, k)
Cuando los precios bajan, los saldos monetarios de las personas aumentan su valor
real, por lo que su riqueza aumenta. Este efecto de una mayor riqueza (llamado efecto de
saldo real o efecto Pigou) produce un aumento en el consumo, que actúa como estímulo a
la inversión.
Consecuentemente, los teóricos neoclásicos sostienen que no es necesario ningún
incentivo directo a la inversión por medio del gasto público. Con sólo que los precios (los
28
28
salarios monetarios) sean flexibles a la baja, el efecto de saldos real sobre el consumo
(efecto Pigou) hará que la demanda aumente.
Dentro de la teoría neoclásica, la teoría del valor explica la formación de los precios
relativos, y la teoría del dinero explica el nivel de precios.
1.5 La preferencia por la liquidez keynesiana y los neo-keynesianos
Keynes (1936) empieza por ampliar la naturaleza del dinero asignándole tres
funciones: i) para transacciones (para financiar gastos regulares); ii) por motivos
precautorios (para financiar gastos no anticipados); y iii) por razones especulativas. En
términos de la función de preferencia de liquidez keynesiana, la demanda de dinero está
determinada por el ingreso y la tasa de interés corrientes tal que:
M d = L (r, Y)
en donde r es la tasa de interés de bonos (una tasa promedio de rendimiento de
activos líquidos) y Y es el ingreso; y la demanda de dinero es inversa respecto a la tasa,
mientras que el ingreso es directo. Además, la propuesta original de Keynes era que el
interés sólo afecta la demanda especulativa. Sin duda la función más controvertida de las
tres. Esta tendencia que muestran las personas a escoger activos líquidos frente a otros de
más difícil realización. El término pertenece al marco conceptual desarrollado por John M.
Keynes, quien lo utilizó para analizar el comportamiento de la demanda monetaria.
La demanda monetaria está conectada con dos funciones principales que cumple el
dinero: la de ser un medio de cambio y la de servir como depósito de valor. De allí derivó
Keynes tres razones que estimulan la conservación del dinero y que explican la preferencia
por la liquidez: el motivo llamado de transacciones; el originado por la precaución y el
correspondiente a la especulación. Según Keynes (1936, cap 13, pg 94) “el primero de ellos
gobierna la demanda de dinero necesaria para financiar las transacciones corrientes de los
consumidores y de las empresas. La cantidad de dinero necesaria dependerá, por lo tanto,
del valor global de las transacciones que se realicen, y este estará influido, a su vez, por el
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nivel de la actividad económica en general. El motivo precaución lleva a conservar dinero
para necesidades futuras y contingencias imprevistas.”
La teoría de la preferencia por la liquidez (op. cit. pg. 99) dice que, “el tipo de
interés se ajusta para equilibrar la oferta y demanda de dinero. La función de la preferencia
por la liquidez es L1 (Y) + L 2 (r), muestra la demanda de saldos efectivos reales, una baja
de los precios reduce la preferencia por la liquidez en términos reales y así aumenta la
demanda de bonos, lo que hace bajar la tasa de interés.”
La curva LM representa la relación entre el tipo de interés y nivel de renta que surge
en el mercado de saldos monetarios. Para comprender esta relación comenzamos
examinando una sencilla teoría del tipo de interés, llamada teoría de la preferencia por la
liquidez.
Keynes expuso sus ideas sobre la determinación del tipo de interés a corto plazo.
Esa explicación se denomina teoría de la preferencia por la liquidez porque postula que el
tipo de interés se ajusta para equilibrar la oferta y la demanda del activo más líquido de la
economía, el dinero.
Para desarrollar esta teoría, comenzamos con la oferta de saldos monetarios reales.
Si M representa la oferta monetaria y P representa el nivel de precios, M / P es la oferta de
saldos monetarios reales. La teoría de la preferencia por la liquidez supone que hay una
oferta fija de saldos reales. Es decir,
(M / P) s = M / P
La oferta monetaria, M, es una variable de política exógena elegida por el banco
central. El nivel de precios, P, también es una variable exógena en este modelo. Estos
supuestos implican que la oferta de saldos reales es fija, y, en particular, no depende del
tipo de interés. Consideremos a continuación la demanda de saldos monetarios reales. La
30
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teoría de la preferencia por la liquidez postula que el tipo de interés es un determinante de
la cantidad de dinero que decide tener la gente.
La razón se halla en que el tipo de interés es el coste de oportunidad de tener dinero:
es aquello a lo que renunciamos por tener dinero, que no rinde intereses, en lugar de
depósitos bancarios o bonos, que sí rinden intereses. Cuando sube el tipo de interés, la
gente quiere tener una cantidad menor de su riqueza en dinero. Por lo tanto, podemos
expresar la demanda de saldos monetarios reales de la demanda siguiente:
(M / P) d = L (r)
donde la función L(r) muestra que la cantidad demandada de dinero depende del tipo de
interés
1.6 El mecanismo de transmisión monetarista
El monetarismo es una corriente de pensamiento que se basa en la teoría cuantitativa
de la moneda, y sostiene que un aumento en la cantidad en circulación es incapaz de influir
en variables reales (producción, inversión, empleo) como no sea en un plazo muy corto,
pues a largo plazo sólo incrementa los precios de las mercancías. Afirma, así mismo, que la
tasa de interés en un fenómeno real, determinado por la productividad del capital y la
frugalidad de los ahorradores, e independiente de la oferta.
La escuela monetarista postula la neutralidad del dinero y la ineficacia de la política
monetaria para influir sobre variables reales.
Para los monetaristas:
a) El dinero es neutral, no afectará variables reales; sólo elevará los precios.
b) La tasa de interés es un fenómeno real. Un aumento en la cantidad de dinero no la
reducirá.
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c) Para elevar la inversión y reducir el desempleo, hará falta que la tasa de interés baje
por un aumento en el ahorro, o que la tasa de ganancia suba por una baja en los
salarios.
d) Por lo tanto, es necesario redistribuir el ingreso a favor de los que ahorran, y reducir
los salarios.
En la Figura (1.6.1) se muestra un esquema de las principales vías a través de las
que opera el mecanismo de transmisión monetaria. Como se puede apreciar, la forma en
que se consigue afectar la dinámica de las variables objetivo de la política monetaria a
través del uso de los instrumentos de que dispone el BC sigue un camino sumamente
intrincado y que puede resultar difícil de establecer claramente en la práctica.
Figura 1.6.1 El mecanismo de transmisión
Acciones del Banco Central
Tasas de interés de Corto Plazo
Expectativa
Canal de Tasas de Interés
Canal de crédito
Canal del Precio de Otros Activos
Canal del Tipo de Cambio
Demanda Agregada
Oferta Agregada
Precios
1ª Etapa 2ª Etapa 3ª Etapa
Fuente: Schwartz y Torres [2000]
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El estudio de los mecanismos de transmisión intenta determinar la forma, la
magnitud y el momento apropiado para modificar el tono de la política monetaria para
alcanzar los objetivos finales.
La literatura sobre el mecanismo de transmisión destaca cinco canales importantes a
través de los cuales las medidas de política monetaria tienen efectos sobre la actividad
económica y los precios: el canal tradicional o money view, el canal del crédito, el canal del
tipo de cambio, el canal del precio de los activos (financieros y reales) y el canal de
expectativas.”
La transmisión de la política monetaria mediante la tasa de interés, conocido
también como el money view, ha sido el mecanismo tradicional de la literatura económica
en los últimos cincuenta años. El tipo de cambio es una variable clave para una economía
abierta e integrada al sistema financiero internacional.
De lo anterior se deduce que el estudio de los efectos del tipo de cambio, como
canal de transmisión de la política monetaria, principalmente en el contexto de una
economía con un régimen cambiario flexible, es un tema relativamente importante y
complejo. Una forma conveniente de analizar esta materia es estudiar primero los efectos
de la política monetaria sobre el tipo de cambio y luego examinar los resultados de las
modificaciones de este último sobre el gasto agregado y los precios.
El análisis de los múltiples efectos de las modificaciones del tipo de cambio sobre la
producción y los precios los podemos convenientemente dividir en los siguientes tres
caminos: el canal de demanda, el canal de oferta y el efecto renta.
Milton Friedman se convirtió en el principal defensor del capitalismo y la libertad
económica en una época en que los principales economistas buscaban modos de usar el
intervencionismo estatal para perfeccionar el desempeño de la economía. Se buscaba en
aquella época aplicar políticas anticíclicas con el fin de asegurar un crecimiento sostenido.
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Friedman basado en la filosofía del laissez - faire se convirtió en el héroe de los
empresarios del mundo entero.
Su primer intento de abordar la teoría económica fue a partir de un estudio de la
teoría cuantitativa del dinero y de la teoría keynesiana. Los conceptos de la teoría
cuantitativa fueron precisados por Irving Fischer mediante la “ecuación de intercambio”
MV = PT. Friedman pensó que esta ecuación era demasiado sencilla e inexacta para
describir la realidad.
En concreto, Friedman propone la siguiente función de demanda de dinero:
M d = f (Y p, r b, r e, r m, π e)
donde la demanda de dinero M d es: directa respecto al ingreso permanente Y p, e inversa a
la tasa de interés esperada de bonos r b, al rendimiento sobre el capital—equity en inglés—
r e y a la inflación esperada π e; r m es el rendimiento sobre el efectivo— money. El ingreso
permanente es el ingreso promedio de largo plazo esperado—la riqueza de por vida.
Como las perturbaciones al ingreso no afectan el ingreso permanente, es de
esperarse que la demanda de dinero permanezca relativamente estable a lo largo del ciclo
de vida. Las tasas de rendimiento sobre bonos y sobre capital representan los costos de
oportunidad de tener efectivo. El rendimiento sobre el efectivo es el servicio que
proporciona mantener liquidez, así como los intereses bancarios. La inflación esperada es el
rendimiento de tener bienes. Este último término es el elemento distintivo de la relación
que presenta Friedman: los agentes mantienen bienes durables como activos y los
sustituyen por efectivo si esperan que su precio suba, con lo cual obtendrán ganancias de
capital sobre su tenencia de bienes.
Para ver las implicaciones de la teoría de Friedman, recordemos que en el contexto
IS-LM de Hicks (1937), se tiene que la decisión consumo-ahorro en el mercado de bienes
está regida por la restricción de flujo:
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(Y d – Y s) + d v = 0
donde Y d es demanda agregada, Y s es la oferta agregada y d V es el cambio en
inventarios. En contraste, la decisión de asignación de ahorro entre activos en el mercado
de dinero está determinada por la restricción de la Ley de Walras:
(M d – M s) + (B d – B s) = 0
donde M d y M s son la demanda y oferta de dinero respectivamente, y B d y B s son
la demanda y oferta de bonos. Aquí, se denomina bono a cualquier instrumento financiero
que pague intereses, incluidas las acciones. Luego, partiendo del equilibrio, un incremento
en la oferta monetaria M s haría que el término de la izquierda se haga negativo (exceso de
dinero) lo cual necesariamente implica que el término de la derecha se haría positivo
(exceso de demanda de bonos). El movimiento en los bonos induciría a un incremento en su
precio y una caída en su tasa con lo cual se tendría un nuevo equilibrio en el mercado de
bonos; y por la ley de Walras, un nuevo equilibrio en el mercado de dinero.
En términos del modelo IS-LM, el argumento de Friedman era que la curva LM
tenía pendiente positiva —o vertical en su artículo de 1959, i.e. perfectamente inelástica a
la tasa de interés— en lugar de la caracterización horizontal de la LM que daban los
keynesianos.
Las implicaciones de política económica de una y otra versión son que si la curva
LM tiene pendiente positiva entonces la política monetaria es más efectiva que la política
fiscal; mientras que la LM keynesiana (horizontal) haría a la política monetaria totalmente
inefectiva. Como se puede observar en la Figura 1.6.2 una expansión monetaria desplaza la
LM a la derecha y con ello aumenta el ingreso y disminuye la tasa; mientras que en la
Figura 1.6.3, la versión keynesiana, una expansión monetaria no mueve a la LM por tanto
no incide sobre el producto. Sólo las variaciones en la tasa de interés pueden producir
cambios en la LM.
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Figura 1.6.2. IS – LM Monetarista
IS
LM1
Y1 Y2
LM2
r
Y
r2
r1
IS - LMM onetarista
0
100
200
300
400
500
1 2 3 4 5 6 7
Fuente: Dornbusch 1998
Figura 1.6.3. IS – LM Keynesiana
LM1
IS
Y1
r
Y
r1
IS-LM Keynesiana
050
100150200250300350400450500
1 2 3 4 5 6 7
Fuente: Dornbusch 1998
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Por último, suponiendo que la curva LM sea como afirmaban los monetaristas,
también existía la posibilidad de que las variaciones en el producto fueran inducidas por
fluctuaciones en la demanda de dinero, que el dinero fuera endógeno.
1.7 Regla de política monetaria óptima
Para hablar de optimización utilizamos lo que se ha denominado Modelos
Neoclásicos de Optimización. Hasta el momento hemos hablado solamente en los modelos
anteriores de supuestos en lo que las familias que se dedican a la producción ahorran una
parte constante de su renta, sin cuestionarnos la racionalidad de este comportamiento.
Ahora nos dedicaremos a describir la actuación de estas familias cuando se les permite
determinar de forma óptima la trayectoria de su consumo. Otro supuesto poco realista visto
hasta ahora es que las familias eran al mismo tiempo consumidores y productores.
Según Sala-i-Martín (2000), en la vida real, las empresas y los consumidores son
instituciones separadas que interaccionan en un lugar que llamamos mercado. Las familias
son las propietarias de los activos financieros que dan un rendimiento neto (que puede ser
positivo o negativo en caso de que tengan deudas), y también son propietarias del factor
trabajo. Por lo tanto, las familias reciben ingresos tanto del sector financiero (rendimiento
de los activos financieros) como de su trabajo y deciden qué parte de esos ingresos utilizar
para el consumo y qué parte deben ahorrar. Por su parte, las empresas alquilan su trabajo a
cambio de un salario, alquilan capital a cambio de una tasa de alquiler y venden su
producto a cambio de un precio. Al final, las familias y las empresas se encuentran en el
mercado, y los precios del capital, del trabajo y del producto son tales que los tres mercados
se equilibran.
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Otra de las contribuciones importantes dentro de la teoría del crecimiento
postkeynesiana es la que desarrolló el economista polaco Kalecki. Cabe mencionar una
aclaración, los modelos Kaleckianos adolecen, por regla general, de una falta de desarrollo
y de presentación matemática que en ocasiones dan lugar a una argumentación poco
precisa.
Según Kalecki (1977), la inversión no va a depender del proceso multiplicador
como en el caso de los planteamientos expuestos por Harrod, sino que, por el contrario, va
a estar relacionada con el ciclo económico, que se ve afectado por las modificaciones en el
proceso inversor, y éste a su vez habrá que considerarlo dentro del contexto de un país que
está creciendo. Y que, en definitiva, para crecer hay que invertir, y al invertir modificamos
el ciclo económico que puede generar mejores expectativas de crecimiento, que a su vez
darán lugar a una variación en la inversión.
El estudio de las reglas monetarias dentro de modelos macroeconómicos permite
analizar la interacción que a la vez existe entre las decisiones de política monetaria y el
desempeño macroeconómico de un país. De acuerdo con Taylor (1993) una regla de
política monetaria se define como una descripción (algebraica, numérica, y/o grafica) de
cómo el instrumento de política monetaria (tasa de interés, base monetaria, etc.) es
modificado por la autoridad monetaria en respuesta a cambios en variables como la
inflación y la actividad económica entre otras.
Por otra parte, Clarida, Galí y Getler (2001) desarrollan un modelo de economía
pequeña y abierta en el que la regla óptima de política monetaria es similar a la especificada
en el caso de una economía cerrada. De acuerdo con ello la única diferencia es que el efecto
de las variables relevantes en una economía abierta (tipo de cambio, tasas de interés
externas, percepción del riesgo país, etc.) sobre la inflación es capturado por los parámetros
de la regla. Así, la respuesta de la política monetaria es cualitativamente igual,
independientemente de si la economía es cerrada o abierta.
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A continuación se presenta una regla óptima de política monetaria desarrollada por
Torres García (2002), que puede ser descrita de la siguiente forma:
it* = (k + απ*t+n) + β(Et[πt+n - π*t+n]) + γ(Et[yt+k – y*t+k])
donde it* representa el objetivo de tasa de interés nominal óptima (nivel óptimo del
instrumento monetario); k + απ*t+n representa la tasa de interés nominal de largo plazo; y
el resto de las variables y parámetros se definen en valores reales. En este caso es
importante notar que la tasa de interés nominal de largo plazo (k + απ*t+n) y el objetivo de
inflación (πt+n*) no son constantes a lo largo del tiempo.
El ejemplo antes mencionado muestra una aproximación al establecimiento y
búsqueda de una regla de política monetaria óptima, como se verá más adelante este
mecanismo se utilizará para obtener el instrumento que utilizamos como es la tasa de
interés en nuestro estudio.
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CAPÍTULO 2
TEORÍAS DEL CRECIMIENTO RELACIONADAS CON UNA POLÍTICA MONETARIA ÓPTIMA
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Teorías del crecimiento relacionadas con una política monetaria óptima
El objetivo de este capítulo es describir las principales teorías del crecimiento que se
han desarrollado por los principales teóricos de las distintas corrientes que nos permitan
entender de una mejor manera la política monetaria óptima congruente que desarrollamos
en nuestra investigación identificando los detonantes que provocan crecimiento económico
para el caso de México. El tema del crecimiento económico para muchos es tal vez el eje
fundamental en el que se centra el estudio de las diferentes teorías económicas. Se presenta
un análisis del pensamiento de los principales autores y corrientes que han reflexionado
sobre el tema del crecimiento económico, desde que éste aparece reflejado teóricamente en
la visión de Keynes hasta nuestros días. Hacemos referencia que en nuestro estudio
utilizaremos el concepto crecimiento económico solo como un concepto que busca lograr
un incremento del 7% del PIB y solo como resultado de la búsqueda de una política
monetaria óptima de tasa de interés y no buscamos analizar todas las variables que hay
detrás de ello como lo presentan los diferentes autores que estudian las causas del
crecimiento, el presentar a los diferentes autores es con el propósito de tener una idea
general de la importancia de este.
Para comenzar nuestra descripción primero damos un vistazo rápido a una corriente
anterior a la keynesiana, los clásicos, de esta forma pretendemos presentar cuál era el grado
de conocimiento respecto a esta materia hasta que apareció Keynes. Según Singer (1965),
cabría considerar dos etapas perfectamente definidas. La primera abarcaría los años 1750-
1930, que se caracterizan por la existencia de un claro pesimismo en cuanto al futuro de los
países actualmente industrializados y, por el contrario, de un gran optimismo respecto al
horizonte de las economías menos desarrolladas, siempre y cuando aprendan y no repitan
los problemas en los que incurren los primeros. El segundo periodo corresponderá,
lógicamente de 1930 hasta nuestros días.
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El estudio se basa en estudiar las principales aportaciones a las teorías del
crecimiento desde los clásicos, Keynes, Harrod, Domar, Solow, Kaldor, Pasinetti y Kalecki,
como los más representativos.
2.1 Los clásicos y el crecimiento
Dentro de este periodo cabe contemplar distintos planteamientos y escuelas de
pensamiento. Aquí solamente nos encargaremos de analizar desde los autores
mercantilistas, no pretendemos analizar exhaustivamente este periodo. En primer lugar,
cabría referirse a los autores mercantilistas para encontrar una teoría ya asentada y más
perfeccionada que las aportaciones anteriores. A pesar de la dispersión de ideas que
componen esta escuela, cabe señalar como denominador común para todos ellos el hecho
de que el comercio era el pilar básico de la actividad económica, que permitía captar oro y
plata para el país. Por ello, estaban en cierta medida a favor del proteccionismo y de una
cierta aceleración en el ritmo de crecimiento de la producción. Y el Estado podría ser de
gran utilidad para ello. En segundo lugar presentamos la escuela fisiócrata, que afirma que
es el sector agrícola el más importante dentro de la economía. En su opinión es la
acumulación del capital el motor principal que permite el crecimiento en la economía, y su
papel será básico si los avances tecnológicos que se produzcan en él se introducen en la
agricultura. Asimismo se considera muy importante el desarrollo del mercado interior para
poder suministrar los productos de la forma más eficiente posible.
Acabamos de hacer una descripción general de dos escuelas antes de pasar a la
escuela del pensamiento Keynesiano que es significativo dentro del ámbito que queremos
ilustrar. Ahora se presentan las ideas más representativas de esta escuela que está
compuesta por las ideas de A. Smith, D. Ricardo, T.R. Malthus, J.S. Mill, entre otros.
En términos generales, para estos autores el crecimiento de las economías se basaba,
fundamentalmente, en la evolución que experimentaba el progreso tecnológico en relación
con el proceso demográfico. En efecto, la existencia de un mayor número de trabajadores
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ante un factor fijo, como es el capital, daba lugar a rendimientos marginales decrecientes
que provocaban, a su vez, unos mayores costes para las empresas lo que conducía
finalmente a una caída en sus beneficios. Por su parte, el progreso tecnológico va a
depender de la acumulación de capital que posibilitaba una mayor mecanización. De esta
forma se permitía una mejor división del trabajo que como se sabe, conduce a una mayor
producción. Así pues, mientras hay una mejora en el capital y se aumente la producción y
los beneficios más crecería la economía. Pero ello no era posible en gran parte de las
ocasiones, ya que la población crecía más rápidamente, según la tesis maltusiana, dando
lugar a una pobreza más extendida en el país. En cambio, para Ricardo va a ser la
existencia de una productividad marginal decreciente de la tierra el obstáculo fundamental
de un menor crecimiento en la economía.
2.2 La postura de Keynes ante el crecimiento
Si bien no es muy reconocido Keynes por sus aportaciones a la teoría del
crecimiento, son fundamentales algunas ideas que de sus estudios se derivan, Keynes es
mas reconocido en el ámbito económico y sus análisis se centran en su Teoría General y
además sólo en algunos aspectos concretos de la misma (en especial en el terreno fiscal y
en el monetario). Esta circunstancia no nos impide que, de forma muy resumida, las
expongamos a continuación y nos acerquemos así a unos planteamientos que presentan un
gran interés y que han servido de punto de apoyo para algunos economistas durante la
década de los cincuenta.
Un primer aspecto a considerar aquí es que Keynes pretendió relacionar el estudio
del ciclo económico con el análisis del crecimiento. Según Rostow (1990) se caracteriza
por las siguientes fases:
a) Los empresarios realizan nuevas inversiones que consideran ventajosas para sus
empresas. Aquéllas pueden llevar incorporados nuevos avances tecnológicos que
mejoren la producción, lo que puede conducir a un mayor nivel de empleo que
provoque a su vez un aumento en el nivel de precios. Hay que tener en cuenta que
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este proceso inflacionista es consecuente de un exceso de inversión sobre el nivel de
ahorro que resulta necesario para implantar la nueva tecnología y probablemente por
la mayor remuneración que perciben los trabajadores.
b) La segunda fase surge cuando nos acercamos a una situación de pleno empleo,
derivada de la etapa anterior. Ello da lugar a que los salarios vayan aumentando
cada vez más y conducirá a unos mayores costes, por lo que la consecuencia final
será una subida de los precios. El problema que se deriva de este proceso es que los
empresarios van a ser cada vez menos optimistas respecto al futuro, reduciendo así
sus inversiones. Por tanto, la fase expansiva anterior desaparece provocando un
mayor paro y un exceso de ahorro sobre inversión.
Con lo expuesto anteriormente, Keynes nos proporciona una explicación muy
sencilla sobre cómo la economía crece presentando un comportamiento cíclico de mayor
inversión, más empleo, más inflación; menos expectativas, menos inversión y empleo. Se
trata de un análisis parcialmente distinto al que mostraban los autores clásicos y
neoclásicos, ya que no emplea ni una función de producción ni acepta en cierto modo la
teoría cuantitativa.
Una de las variables fundamentales en el caso Keynesiano son la inversión y el
gasto publico, preferentemente con la primera, trató de mejorar el nivel de renta de
Inglaterra cuando se presentaron altos índices de desocupación, con un aumento más que
proporcional en esta última, por lo que abra más empleo. Para Keynes, cuando la
rentabilidad de los bienes de capital se reduce como consecuencia, por ejemplo, de un
aumento importante en el tipo de interés o de los costes de producción, entonces las
expectativas de rendimiento futuro de los activos son menos optimistas, apareciendo así
una fase de crisis que puede ser provocada por la recesión experimentada en la etapa
expansiva.
44
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2.3 El modelo de crecimiento de Harrod
Harrod es uno de los primeros economistas que emplearon el concepto “dinamizar”
para explicar los problemas relacionados con el crecimiento económico. En este sentido
desarrolla un concepto llamado “macrodinámica”, es decir, el análisis de las fuerzas
determinantes de las tasas de aumento de las principales categorías de la demanda (bienes
de capital, exportaciones, etc.). Según Miguel Ángel Galindo (1994), resume el modelo de
Harrod de la siguiente manera:
1. El nivel de ahorro agregado (S) ex - ante es una proporción constante de la renta
nacional (Y), de la siguiente forma:
S = s Y (2.3.1)
Siendo s la propensión media al ahorro
2. Por lo que respecta a la fuerza de trabajo, ésta crece a una tasa constante m, pero
sin que ello suponga la existencia de rendimientos decrecientes, sino que, por el
contrario, son constantes. Con ello, Harrod se aparta de los supuestos clásicos.
Teniendo en cuenta esta circunstancia, se establece que la “eficacia laboral”, es
decir, el número de trabajadores en unidades de eficiencia, aumenta a una tasa n´, lo
que implica que:
n´ = n + λ (2.3.2)
Siendo λ la tasa de crecimiento del factor trabajo
3. Se supone que poseemos una única combinación de capital (K) y de trabajo (L)
dentro de la función de producción, no existiendo, además, progreso técnico que
pudiese alterar dicha relación, ni siquiera depreciación en el capital.
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4. Por lo que respecta al capital, éste es una parte del volumen de producción
existente, expresada de la siguiente forma:
K = v Y
Donde v es la relación capital – producto
También Harrod se refirió al incremento de capital (K) asociado a un
aumento en la producción (Y) de la siguiente manera:
Ќ = v Ý (2.3.3)
Donde ahora v sería la relación marginal capital-producto, por lo que se
podría considerar como el aumento efectivo en el stock de capital en un
determinado periodo, dividido entre el incremento efectivo de la producción.
Ahora bien, teniendo en cuenta este supuesto y el anterior, nos encontramos
con que el stock de capital que se genera debe ser aquel que los empresarios
consideran adecuado en función de las necesidades que se derivan del nuevo nivel
de producción y de renta. Además, al no existir depreciación, nos encontramos con
que la tasa de variación del capital K sería igual al nivel de inversión, por lo que la
ecuación (2.3.3) queda de la siguiente forma:
I = v Ý (2.3.4)
Teniendo en cuenta los supuestos que acabamos de enumerar, podemos
desarrollar el modelo propuesto por Harrod. Para ello, hay que considerar la
condición de equilibrios según la cual el ahorro es igual a la inversión, es decir, I =
S. Por tanto,
v Ý = s Y
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De esta última expresión obtenemos lo que Harrod denominó como
“ecuación fundamental”,
Ý / Y = s / v (2.3.5)
Donde Ý / Y es la tasa de crecimiento de la renta nacional, que debe ser igual
a la relación que existe entre la propensión media al ahorro y la relación capital-
producto, v, siempre y cuando se desee que la economía mantenga el equilibrio
entre la inversión y el ahorro a lo largo del tiempo.
A este tipo de crecimiento (Ý/Y) se le denomina como tasa de crecimiento
efectiva (G). En el caso de que se suponga que s y v sean constantes también lo seria
G.
Por otra parte, si en vez de considerar v, incorporamos vr, es decir, el
coeficiente de stock de capital requerido por las empresas teniendo en cuenta el
crecimiento de la renta (o lo que es lo mismo, la relación marginal capital-
producto), entonces tendremos:
Ý / Y = s / vr (2.3.6)
denominando ahora a s/vr como la tasa de crecimiento garantizada (Gw) que
podemos considerarla como “aquel ritmo general de crecimiento que de alcanzarse,
dejara a los empresarios en una actitud que les predispondrá a mantener una
evolución similar”.
Al disponer de dos tipos de tasa de crecimiento, lo que nos interesa saber es
la relación que existe entre G y Gw, que se expresa de la siguiente forma:
Gv = s = Gw vr
Así pues, para que ambas tasas de crecimiento coincidan, alcanzando un
cierto equilibrio, resulta necesario que se cumpla que v = vr. Ello implica que al
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crecer a un ritmo Gw, entonces el incremento del stock de capital realizado por los
empresarios debe ser igual al requerido, de tal forma que consideren que el stock de
capital obtenido sea el apropiado para satisfacer las necesidades del nivel de renta.
En definitiva, de esta manera se consigue que el stock de capital que se posee se
ajuste al deseado, cuando la producción aumenta siguiendo una tasa garantizada.
Hasta aquí se presentó un resumen del modelo de Harrod, sin embargo, el modelo
presenta problemas que a continuación se describen:
• El nivel de empleo: El modelo no contiene ningún mecanismo que permita
influir sobre las variables v y n´ y que nos conduzca a un crecimiento
sostenido y con pleno empleo tal y como se pretende.
• El problema de la estabilidad: Este surge de las desviaciones que surgen
entre las tasas de crecimiento efectiva y garantizada que suelen ser cada
vez mayores, sin que muestren una tendencia a eliminarse.
• El carácter fijo en la relación capital-trabajo: Harrod considera que no hay
depreciación del capital fijo y por lo tanto lo considera constante. Este
supuesto es poco realista.
En términos generales cabe destacar en este sentido, que para este autor no siempre
una política mixta, es decir, la combinación de medidas fiscales y monetarias, va a ser
suficiente para mejorar la senda de crecimiento.
2.4 El modelo de crecimiento de Domar
El modelo de Domar no fue escrito junto al de Harrod sin embargo los dos modelos
llegan a conclusiones similares, a continuación Miguel Ángel Galindo (1994), hace un
resumen de los puntos establecidos en el:
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1. La inversión determina el nivel efectivo de la renta a través del
multiplicador de la siguiente forma:
Ý = 1 / s Í (2.4.1)
donde s es la propensión marginal a ahorrar.
2. La inversión es capaz de aumentar el nivel de renta potencial máximo (Ý),
mediante un stock de capital mayor, suponiendo que no existe
depreciación, es decir que
Ŷ = σ I (2.4.2)
Donde σ sería la productividad media de la inversión potencial, es
decir, la variación que experimenta la capacidad potencial necesaria para
elaborar el producto, que está asociada a un cierto nivel de inversión.
Domar suponía que es constante.
3. La inversión se modifica a través del comportamiento de los empresarios
y puede verse favorecida mediante la evolución de la producción.
Lógicamente, las pérdidas de capital o de los negocios no rentables que se
hubiesen efectuado pueden perjudicar ese proceso inversor.
4. La inversión a su vez puede generar capacidad productiva a un ritmo
dado. Los errores en los procesos de inversión pasados, provocarán su
eliminación dando paso a nuevos procesos. Si ello implica la existencia de
un importante coste o desperdicio, provocaría un incremento menor de la
inversión.
5. Finalmente, se supone que el empleo existente depende de la relación
entre la producción efectiva y la capacidad productiva, aunque Domar
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establecía la posibilidad de que apareciesen otros factores que pudieran
afectar al empleo.
Teniendo en cuenta estos supuestos, el modelo se formula partiendo de la condición
de pleno empleo, por lo que se cumpliría que Ý = Ŷ, o lo que es lo mismo,
σ I = 1 / s Í (2.4.3)
Operando en dicha expresión tenemos que,
Í / I = σ s (2.4.4)
Esta ecuación nos muestra cuál debe ser la tasa de crecimiento de la inversión que
consiga que la renta efectiva alcance su máximo nivel de crecimiento potencial, teniendo en
cuenta que σ y s son constantes.
Se trata, como se puede comprobar, una expresión muy similar a la que Harrod
denominó como “ecuación fundamental” o tasa de crecimiento efectiva.
2.5 El Modelo de crecimiento de Solow
Ahora se presenta uno de los modelos más representativos dentro de la postura
neoclásica respecto al crecimiento, es el que desarrolló Solow a finales de la década de los
cincuenta.
Solow parte de tres puntos para desarrollar su modelo, estos son:
1.La población y la fuerza de trabajo crecen a una tasa proporcional constante (n), que
se considera que es independiente de otros aspectos y variables económicas.
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50
2.El ahorro y la inversión son una proporción fija (s) del producto neto en cualquier
momento del tiempo.
3.Por lo que se refiere a la tecnología, se supone que está afectada por dos
coeficientes constantes, en concreto, la fuerza de trabajo por unidad de producto y el
capital por producto (a este último se le denomina v).
En concreto, Solow (1982) parte de la siguiente hipótesis y ecuaciones que
conforman su modelo:
1. Se supone que en la economía se está fabricando sólo un tipo de bien, cuyo nivel de
producción viene recogido por la variable Y.
Además, no resulta necesario en este modelo distinguir entre aquellos agentes
económicos que ahorran y los que invierten, ya que se supone que al final todo el
ahorro acabará siendo invertido, lo que implica, a su vez, no tener que incluir una
función de inversión.
2. Por lo que respecta al ahorro (S), éste se comporta de una forma proporcional a la
renta, que se puede expresar de la siguiente manera:
S = s Y (2.5.1)
3. El stock de capital (K) no se deprecia y la inversión neta (I) es la tasa de crecimiento
de dicho stock de capital, es decir, se cumple que Ќ = I. Como en equilibrio la
inversión tiene que ser igual al ahorro, entonces,
Ќ = s Y (2.5.2)
4. La función de producción recoge dos factores, capital y trabajo (L), es decir que,
Y = F (K, L) (2.5.3)
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Se supone que es una función agregada, continua y con rendimientos
constantes, por lo que se puede expresar también de la siguiente forma:
Y = f (k) (2.5.4)
Siendo y = Y/L; k = K/L.
Dentro de este ámbito, se supone, además, que la productividad marginal del
capital, es decir f´(k) es positiva para todo k y que disminuye cuando el capital por
trabajador aumenta.
5. Finalmente, se incorpora también el supuesto señalado anteriormente, según el cual,
la fuerza de trabajo crece a un nivel proporcional constante y exógeno (n), es decir,
que,
Ĺ / L = n (2.5.5)
Por su parte, L es el nivel de mano de obra disponible y que es equivalente a
la siguiente expresión:
L = Lo ent
Mostrando con el término t el periodo temporal.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, podemos obtener la ecuación
fundamental del modelo de Solow, tal y como mostraremos a continuación.
Para ello partimos de la ecuación (2.5.2) anterior y sustituimos en ella la
función de producción (2.5.3), de tal forma que tenemos:
Ќ = sF (K, L)
o lo que es lo mismo:
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Ќ = sF (K, Lo ent) (2.5.6)
Llamando a K/L = k y sabiendo, por tanto, que K = k Lo nte y diferenciando
esta última igualdad respecto al tiempo, tenemos que:
Ќ = Lo ent k + n k Lo ent
Sustituyendo esta expresión en (2.5.6), nos queda,
(ќ + nk) Lo ent = sF (K, Lo ent)
Si los rendimientos son constantes a escala, podemos dividir el segundo
miembro entre L que es igual a Lo ent, por lo que:
(ќ + nk) Lo ent = s Lo ent F (K / Lo ent, 1)
Simplificando y despejando tenemos que:
ќ = sF (k, 1) – nk
o lo que es lo mismo,
ќ = sf(k) – nk (2.5.7)
Esta expresión es la ecuación fundamental del equilibrio neoclásico. En ella,
sf(k) es el ahorro por trabajador, que se puede considerar como el flujo de inversión
que acude por trabajador, puesto que dentro del modelo se supone que todo el
ahorro se convierte automáticamente en inversión. Y del otro lado de la ecuación nk
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es la variación del stock de capital en la economía que contiene la tasa de
crecimiento de la población.
La crítica que se le puede hacer al modelo al igual que en los dos primeros modelos
desarrollados por Harrod y Domar, el modelo de Solow presenta algunos problemas, al
respecto R. Eisner (1958) dice: Solow nunca prestó una gran atención a las dificultades de
carácter keynesiano que suelen aparecer en los modelos, como por ejemplo el papel que
juega la trampa de la liquidez o el comportamiento del salario mínimo que aceptan los
trabajadores.
Los modelos antes mencionados que se pueden considerar como ortodoxos, es decir,
las aportaciones Keynesiana y Neoclásica dan lugar a desarrollar otros modelos llamados
Postkeynesianos, los principales modelos de esta corriente fueron desarrollados por Kaldor,
Kalecki y Pasinetti, a continuación se describen.
2.6 La aportación de Kaldor a las teorías del crecimiento
Kaldor ha sido uno de los autores que han ejercido una gran influencia dentro del
desarrollo y asentamiento de las ideas postkeynesianass. Su obra es muy extensa, ya que ha
abarcado distintos campos de la teoría y política económicas (fiscal, monetaria, equilibro,
economía internacional, etc). De todas sus aportaciones, la que más nos interesa aquí, como
es obvio, es su teoría del crecimiento, a la que nos referimos a continuación.
El modelo de crecimiento de Kaldor recoge el planteamiento que propone este autor
sobre los factores que pueden favorecer o perjudicar a una economía que pretende crecer.
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En concreto Kaldor (1966), fundamenta su modelo en las siguientes tres ecuaciones:
a) Una función de ahorro,
S / Y = (α – β) B / Y + β
Donde α y β son parámetros mayores a 0 pero menores a 1, siendo α
la propensión marginal a ahorrar respecto a los beneficios (B) y β la
propensión marginal a ahorrar respecto a los salarios. Y es la renta bruta del
periodo.
b) Una función que recoja el progreso técnico, en el que se muestre la relación
que existe entre la tasa de crecimiento de la producción por trabajador (G0) y
la tasa de crecimiento del capital per cápita (Gk – λ), de la siguiente forma:
G0 = α´+ β´ (Gk – λ)
c) Una función de inversión en la que aparezcan dos elementos. El primero de
ellos se refiere al volumen de inversión inducida que se necesita ante la
variación del nivel de producción realizada en un momento anterior, de
forma que se supone que esta inversión tendrá que conseguir que el
crecimiento en la capacidad de producción en un determinado periodo de
tiempo, por ejemplo t + 0, sea igual al crecimiento de la producción en el
momento inicial, es decir, t.
El segundo termino depende de la alteración que se produzca en la
tasa de beneficio, que sería una fracción creciente de la codificación que se
genere en Y / K a lo largo del tiempo.
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Teniendo en cuenta ambos elementos, conseguimos que la inversión
en el momento t + 0 sea de la siguiente forma:
I (t + 0) = [G0 (t) – α´] K(t+0)/β´+ λK(t+0) + µ d(Y(t)/K(t)) / dt
Donde λ es la tasa de crecimiento de la población y µ otro parámetro.
De esta expresión se desprende que la tasa de crecimiento de la economía (Gy) es
superior a la del capital (Gk), ya que el segundo término de la última ecuación es positivo,
por lo que Gk crecerá a lo largo del tiempo, lo que motiva que Gy también lo haga y más
que proporcionalmente.
Por otro lado, para tener una visión más completa del modelo de crecimiento de
Kaldor, hay que considerar también otros aspectos. Así, en primer lugar, la tasa de
beneficios respecto al capital existente no puede ser inferior que el tipo de interés junto con
el riesgo en el que se incurre por llevar a cabo la inversión correspondiente. Y en segundo
lugar, Kaldor supone que el tipo de interés, al que acabamos de hacer referencia, se
determina dentro del mercado monetario, al enfrentar la demanda con la oferta monetaria,
tal y como se establece dentro del análisis keynesiano.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, Kaldor llega a la conclusión de que el
nivel de acumulación se alcanza en aquel momento en que el nivel de beneficio real se
iguala a la tasa mínima de beneficio correspondiente a un tipo de interés determinado. Sólo
en estas circunstancias los empresarios estarán dispuestos a introducir nuevas inversiones
en las empresas y mejorar de esta forma el crecimiento económico de ese país.
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2.7 Modelos de Pasinetti y Kalecki
El modelo de Kaldor que se planteó anteriormente presenta un problema que
consiste en analizar el comportamiento del ahorro y de la renta como si los trabajadores no
pudieran ser propietarios del capital que poseen. Este planteamiento en una economía de
mercado o abierta actual no resulta lógico. Lo habitual, por el contrario, es que una persona
ahorre una parte de su renta, ya sea capitalista o asalariado y que posea esa proporción que
no gasta para utilizarla cuando desee. En caso contrario, no ahorraría nada.
La crítica que hizo Pasinetti (1978), a la postura de Kaldor la denominada como
“desliz lógico”, diciendo que: El stock de capital que existe en el sistema es propiedad de
las personas capitalistas o trabajadores que en el pasado realizaron el ahorro
correspondiente. Por ello van a percibir una participación en los beneficios, lo que se va a
traducir en la recepción de un tipo de interés.
En consecuencia a lo anterior Pasinetti no considera sólo el ahorro de los
capitalistas, como hacia Kaldor, ni mucho menos el supuesto de que el ahorro que realizan
los trabajadores, ya sea elevado o escaso, es transferido totalmente a los capitalistas, como
si fuera un regalo, para que ellos lo utilicen como lo juzguen más oportuno.
En este sentido Pasinetti dice que los beneficios tienen que desagregarse en dos
componentes, aquel que va dirigido a los trabajadores, que podrían emplearlos de aquella
forma que les resulte más interesante (mantener en forma de ahorro o consumirlos) y
aquellos que perciben los capitalistas.
Así pues, tenemos que distinguir dos tipos de distribución de la renta que son
inherentes a toda sociedad: la que se realiza entre beneficios y salarios y la que se lleva a
cabo entre capitalistas y trabajadores. Sólo en el caso especial de que estos últimos no
ahorrasen coincidirían ambas.
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Del modelo desarrollado por Pasinetti (1978) se hacen dos grandes conclusiones:
a) La importancia que tiene la propensión a ahorrar de los trabajadores. Con
ello se consigue dotar al modelo de Kaldor de una mayor generalidad de la
que se le suele conceder.
b) Este hecho nos demuestra a su vez, la gran relevancia que tiene para la
economía las decisiones que adopte un solo grupo de la sociedad respecto al
ahorro, en concreto, los capitalistas. Hagan lo que hagan los trabajadores
sólo van a percibir una parte de los beneficios totales que ya está
predeterminada
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CAPÍTULO 3
INSTRUMENTOS MACROECONÓMICOS EMPLEADOS POR EL BANCO DE MÉXICO PARA MANTENER LA
ESTABILIDAD FINANCIERA 1998-2003
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Instrumentos macroeconómicos empleados por el Banco de México para mantener la estabilidad financiera 1998-2003
Como se mencionó en la introducción, el problema que queremos solucionar es
como el Banco de México puede influir en lograr un mayor crecimiento en la economía
mexicana y no solo en controlar la inflación. El objetivo de este capítulo es estudiar estos
instrumentos con base en su historia reciente y retomar los modelos de crecimiento
económico con los fundamentos que de ellos se desprenden, ya que hoy México goza de
relativa estabilidad económica y financiera.
Considerando que la economía mexicana en los últimos años ha experimentado un
crecimiento menor al esperado, pronosticado en los Criterios Generales de Política
Económica publicados por el Gobierno Federal cada año, es importante analizar el
comportamiento que ha tenido el Producto Interno Bruto en relación con la Política
Monetaria restrictiva implementada por BANXICO; en este sentido, las variables que
pueden dar una explicación acerca de este comportamiento son: el tipo de interés que sirve
para medir el intercambio de capitales con relación al exterior; el tipo de cambio que es el
precio de una unidad de moneda extranjera expresado en términos de la moneda nacional, y
que ayuda a medir el comercio con el exterior y afecta directamente a la Balanza Comercial
--- parte fundamental del Producto Interno Bruto (PIB)--- y, por último, la inflación, que
mide el poder adquisitivo de la moneda, es por ello que estas tres variables se convierten en
el ancla de la estabilidad macroeconómica del país.
El capítulo está organizado de la manera siguiente: primero, se presenta la política
monetaria instrumentada por BANXICO y su definición; después se presentan tres de las
principales variables macroeconómicas que miden el comportamiento que ha tenido la
economía mexicana en los últimos años como son: el tipo de cambio, la tasa de interés y la
inflación. Por último, se presenta el comportamiento que ha tenido el crecimiento
económico en México y la vinculación que ha tenido con los modelos desarrollados por los
principales teóricos.
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3.1 Política monetaria instrumentada por Banxico y su definición
La cantidad de dinero existente se denomina oferta de dinero. En una economía que
utilice dinero-mercancía, la oferta monetaria es la cantidad de esa mercancía. Según
Mankiw (2000, pg.123) “en una economía que utilice dinero fiduciario, como la mayoría de
las economías actuales, el Gobierno controla la oferta monetaria: existen restricciones
legales que le confieren el monopolio de la impresión de dinero.” De la misma manera que
el nivel de impuestos y el nivel de compras del Estado son instrumentos del Gobierno, así
también lo es la oferta monetaria. Su control se denomina Política Monetaria.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala de manera muy
clara que el objetivo de la política monetaria instrumentada por BANXICO es el de
procurar la estabilidad del nivel general de los precios, dicho de otra manera mantener el
poder adquisitivo de nuestra moneda, todo esto porque la inflación causa serios perjuicios
al bienestar de la población.
Siguiente el objetivo de BC, Díaz de León (2000), nos dice que “si bien el mandato
prioritario de estabilidad de precios es fácilmente cuantificable, las autoridades monetarias
no controlan directamente la inflación, ya que ésta es el resultado de un sinnúmero de
operaciones y transacciones que se realizan en la economía. Las decisiones de política
monetaria tienen un efecto indirecto sobre los distintos componentes que determinan el
comportamiento de los precios. En particular, las decisiones de política monetaria
modifican tanto las expectativas de los agentes económicos, como las tasas de interés y el
tipo de cambio.” Así podemos identificar que hay muchas otras variables que afectan
directa e indirectamente el comportamiento de los precios dentro de la economía.
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Una de las primeras reglas que el BC llevó a cabo para la consecución de sus metas
inflacionarias a través del uso de la política monetaria, consiste en un ajuste del saldo
acumulado de las cuentas corrientes que el instituto emisor lleva a los bancos comerciales;
este esquema lo único que pretende es enviar señales sobre la postura del BC.
Uno de los objetivos que se pretenden obtener es, por ejemplo, un alza de las tasas
de interés, el BC lo que hace es mandar una señal al mercado induciendo un sobregiro de la
banca en las cuentas corrientes que les lleva. Es aquí donde por primera vez se utiliza la
palabra corto, esto lo definiremos más adelante con el cambio de instrumento de política
monetaria. Cabe agregar que el corto es un instrumento complementario hasta este
momento a las reglas de operación que el Banco Central ha establecido respecto a la
evolución de la base monetaria solamente.
En esta ocasión, Según BANXICO, en su informe anual (1998, pg. 100), “el
instituto emisor impuso un corto de 20 millones de pesos”. Esto significa que el BM deja al
sistema bancario con un Régimen de Saldos Acumulados (RSA) negativo y con ello ejerce
una influencia al alza de las tasas de interés, en el corto plazo tuvo éxito pero a finales de
mayo el Banco de México decidió otra vez aumentar el corto de 20 a 30 millones de pesos,
todo esto al ver que las tasas de interés habían vuelto a los niveles en los que estaban antes
de que se implementara el primer corto.
El entorno internacional inestable reinante durante 1999 hizo que el BC tuviera
precauciones en el diseño de su política monetaria, todo esto para evitar entornos adversos
que no contribuyeran a lograr sus metas inflacionarias. Una de las motivaciones que se
tuvieron en mente al elaborar el programa monetario fue que la política monetaria fuera
suficientemente flexible ante la eventualidad de que durante el año los mercados
financieros internacionales mostraran una volatilidad excesiva, caracterizada por una
disponibilidad más reducida de capital privado para las economías emergentes y por la
fragilidad financiera de algunas naciones.
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El corto consiste en que el BC fija o, en su caso, aumenta el objetivo negativo para
el Saldo Consolidado de las cuentas corrientes que lleva a la banca. La acción señalada
tiende a traducirse en un incremento temporal de las tasas de interés de corto plazo, lo cual
limita el efecto sobre los precios de las presiones inflacionarias existentes.
En el marco de la autonomía de un BC es indispensable que su estrategia de política
monetaria incorpore algunos puntos fundamentales, entre los cuales los más importantes,
para el año 2001, se presentan a continuación:
Según BANXICO, en su informe anual (2000, pg. 69), “el primero se refiere a la
adopción de criterios de operación claros. El segundo aspecto consiste en la flexibilidad
para reaccionar oportunamente ante eventos que pongan en riesgo la consecución de la
estabilidad de precios. Finalmente, todo lo anterior debe ir acompañado de un esfuerzo de
mayor transparencia respecto de la motivación de las acciones de política monetaria,
fortaleciendo la comunicación con el público.”
Uno de los puntos importantes desde que se implementó una política monetaria
restrictiva por parte del BANXICO, es que se ha venido modificando a fin de incrementar
su efectividad y transparencia. Todo esto ha contribuido a que en los últimos años se haya
registrado una convergencia hacia los objetivos de inflación. Otro de los puntos a resaltar
durante este año fue la implementación de una regla adicional de política monetaria, esta
fue, la publicación de informes trimestrales sobre la inflación y el anuncio de objetivos de
inflación multianuales.
En los últimos años la política monetaria instrumentada por BANXICO ha sufrido
modificaciones, esto porque tanto la economía interna como la externa han sufrido cambios
en su política económica. Todo esto propició que se tuvieran que implementar durante el
año 2001 un esquema de objetivos de inflación. Las características principales de este
régimen monetario son las siguientes: Según BANXICO, en su informe anual (2001, pg.
101), son “a) El reconocimiento de la estabilidad de precios como el objetivo fundamental
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de la política monetaria; b) El establecimiento y anuncio de metas de inflación de corto y
mediano plazos; c) La consolidación de una autoridad monetaria autónoma; d) La
aplicación de la política monetaria en un marco de transparencia, el cual se sustenta en una
estrategia de comunicación respecto de los objetivos, instrumentos, planes y decisiones de
la autoridad monetaria; e) El análisis permanente de todas las fuentes potenciales de
presiones inflacionarias, con el fin de evaluar la trayectoria futura del crecimiento de los
precios; y f) El uso de mediciones alternativas de la inflación, como la llamada inflación
subyacente.”
En el año 2002 la Junta de Gobierno tomó cuatro decisiones importantes en este
ámbito. Según BANXICO, en su informe anual (2002, pg. 96), son las siguientes: “i) El
objetivo de inflación de largo plazo se fijó en términos del INPC; ii) La adopción de la
meta para 2003 y años subsecuentes es de 3 por ciento; iii) El establecimiento de un
intervalo de variabilidad de más / menos un punto porcentual alrededor del objetivo; iv) Las
decisiones de política monetaria se anunciarán en fechas predeterminadas y vendrían
acompañadas de boletines de prensa en los que se explicarían, en su caso, las razones de la
modificación del instrumento.”
Desde el año 2003, la política monetaria del BC se conduce bajo un esquema de
objetivos de inflación. Todo ello para enviar señales positivas al mercado sobre la política
monetaria instrumentada para el logro de su meta de inflación, sin embargo, en el año 2003
hubo una modificación en el RSA al pasar a un RSD, esta modificación consistió en lo que
se describe a continuación: Según BANXICO, en su informe anual (2003, pags. 96-97), “la
sustitución a partir del 10 de abril, del Régimen de Saldos Acumulados en las cuentas
corrientes que el Banco de México lleva a la banca por uno de Saldos Diarios. Así, siendo
que al 9 de abril el objetivo de Saldos Acumulados para periodos de 28 días (“corto”)
correspondía a 700 millones de pesos a partir del día siguiente el objetivo de Saldos
Diarios se determinó en 25 millones (700 millones de pesos ÷ 28 días = 25 millones de
pesos diarios). Esta modificación se adoptó principalmente por dos razones. En primer
lugar, porque se habían reducido las ventajas de contar con un esquema que permitiera
compensar saldos positivos y negativos dentro del periodo de medición de los saldos
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acumulados, fundamentalmente en virtud de la adopción de algunas mejoras operativas que
ha permitido realizar una programación financiera más precisa. En segundo, para hacer más
transparente el mecanismo.”
A este respecto destacamos que existe un mecanismo de transmisión de la política
monetaria que en los últimos años ha sido utilizado por el BC, este según Schwartz
Rosenthal (1998), lo describe como: “el proceso mediante el cual las acciones de política
del banco central afectan a la demanda agregada y a la inflación. El proceso del mecanismo
de transmisión surge a partir del momento en que el banco central actúa en el mercado de
dinero, y sus acciones tienen un efecto sobre las tasas de interés de corto plazo. El efecto de
estas tasas de interés sobre las de más largo plazo y sobre el precio de otros activos, que
pudieran tener un impacto sobre la demanda agregada y por ende sobre los precios, no es
del todo predecible, así como tampoco lo son los rezagos con que este pudiera darse.” Es
así como la consecución de las metas inflacionarias viene acompañada de ciertos rezagos
que influyen en el futuro de los precios.
3.2 Tipos de cambio, definición y evolución
A finales del año 1994 se registró una de las más graves crisis financieras en la
historia contemporánea de México, uno de los resultados de esta crisis fue la adopción de
un tipo de cambio flotante, los primeros resultados obtenidos se consideran positivos. Al
implantarse el régimen de flotación se temía que la cotización de la moneda extranjera
frente a la nacional resultara muy volátil. Sin embargo, la evolución mostrada por el tipo de
cambio a partir de 1996, no corresponde a ese temor. Antes del año 1998 el BANXICO ha
tenido intervenciones discrecionales en el mercado de divisas, durante 1998 esto no fue
excepción, principalmente cuando ocurren fenómenos extraordinarios.
Existen varios canales de transmisión que tiene la política monetaria hacia
diferentes variables, el que se refiere al tipo de cambio de acuerdo a Schwartz Rosenthal
(2000), se refiere a que: “el canal del tipo de cambio ha cobrado cada vez más importancia
en el análisis del mecanismo de transmisión debido a la creciente apertura de las
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economías. Los movimientos del tipo de cambio pueden afectar el nivel de precios de dos
maneras. La primera se da a través del efecto del tipo de cambio real sobre la demanda
agregada. Así, la combinación de un aumento en las tasas de interés y una mejoría en las
expectativas de los agentes económicos puede propiciar una apreciación del tipo de cambio
real que influye sobre las decisiones de gasto entre bienes producidos internamente y en el
exterior, afectándose la demanda agregada y por consiguiente los precios.”
Lo más sobresaliente en 1998 en el ámbito cambiario, fue la depreciación que
mostró la paridad del peso mexicano con respecto al dólar de los Estados Unidos. Según
BANXICO, en su informe anual (1998, pg. 122), “dicha depreciación no fue continua,
pues los periodos de relativa estabilidad fueron seguidos por movimientos abruptos del tipo
de cambio, destacando los observados a finales de agosto y septiembre.” El factor que se
considera el más importante para explicar estos movimientos del tipo de cambio es la
enorme correlación del tipo de cambio con el rendimiento neto de los bonos Brady
mexicanos, considerándose este último como un factor externo y no interno.
Un punto importante a considerar para el caso de México es la alta correlación que
existe entre la inflación y la determinación del tipo de cambio. Según BANXICO, en su
informe anual (op. cit. pg. 126), “ese es precisamente uno de los grandes retos que enfrenta
la política monetaria: Romper el nexo tan directo que hoy existe entre las depreciaciones
cambiarias e inflación. De lograrse esto, el régimen de tipo de cambio flotante será más
eficaz en absorber choques externos.” La creación de la Comisión de Cambios integrada
por funcionarios de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de
México, hizo que en 1998 esta Comisión participara en el mercado cambiario por vía de
dos mecanismos: mediante la compra de dólares a través de opciones, y por medio del
esquema de ventas contingentes de dólares, todo esto de manera discrecional, recordemos
que el tipo de cambio al ser flotante se determina libremente por las fuerzas del mercado.
Al contrario de los años anteriores a la adopción de un régimen de flotación del tipo
de cambio en los que había mostrado una devaluación, para el año 1999 en general durante
casi todo el año mostró una apreciación. La revaluación cambiaria se puede explicar de
manera general a ciertos factores que se presentaron en la economía mexicana, entre ellos
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destacan: La recuperación del precio del petróleo y el dinamismo de la economía de los
Estados Unidos que se reflejaron en un aumento considerable de las exportaciones que; a su
vez, se tradujo en una reducción del déficit de la balanza comercial de México.
Los lineamientos acordados para el año 2000, y en general desde la adopción del
régimen flotante, son que haya dos objetivos claramente definidos: La acumulación de
reservas internacionales y moderar la volatilidad del tipo de cambio.
De acuerdo con la ley, durante 2001, la política cambiaria se rigió por los
lineamientos establecidos por la Comisión de Cambios, esto ocurre desde 1996. Durante
2001 el régimen de flotación cambiaria hizo posible que el efecto de los diversos factores
que generaron incertidumbre de corto plazo con respecto a la evolución de la economía
mexicana fuese absorbido mediante movimientos transitorios del tipo de cambio. Según
BANXICO, en su informe anual (2001, pg. 112), “así, los ataques terroristas del 11 de
septiembre en los Estados Unidos dieron lugar a una sensible depreciación, la cual hacia
finales de octubre quedó revertida prácticamente en su totalidad”. Aunque lo antes
mencionado afectó transitoriamente de manera negativa depreciando la moneda mexicana,
durante el año 2001 el tipo de cambio mostró una tendencia hacia la apreciación, que al
cierre del año resultó de 4.6 por ciento.
Durante el primer trimestre del año 2002 el tipo de cambio mostró una tendencia a
apreciarse alcanzando una cotización de 9.01 pesos por dólar, pero después de esto y hasta
finales de año mostró una clara depreciación del 13.5 por ciento llegando a cotizar en 10.40
pesos por dólar. Entre los factores que influyeron en esta depreciación se pueden resumir
los siguientes: Según BANXICO, en su informe anual (2002, pags. 105-106), son: “i) La
incertidumbre en cuanto a la recuperación económica en los Estados Unidos durante 2003;
ii) La percepción de los inversionistas, de que no se están llevando a cabo las reformas
estructurales que México necesita; iii) La competencia más intensa que enfrentan las
exportaciones mexicanas en el mercado de los Estados Unidos.”
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En el año 2003, como viene sucediendo desde finales de 1994 cuando se creó la
Comisión de Cambios, a ésta se le otorgó exclusivamente la conducción de la política
cambiaria. Durante el primer semestre el tipo de cambio mostró una relativa estabilidad
pero a partir del segundo semestre mostró una tendencia hacia la depreciación. Hay varios
factores que pueden explicar esta, entre los más importantes se encuentran una pérdida de
dinamismo en las exportaciones mexicanas, esto por la posición cíclica de la economía
estadounidense. Por otro lado también han estado asociadas a esta depreciación cuestiones
de índole estructural, como la pérdida de competitividad de las exportaciones mexicanas
ante otros proveedores de manufacturas, como es el caso de China. Y finalmente la
situación geopolítica debido al conflicto en Irak.
Tradicionalmente, el argumento principal a favor del establecimiento de regímenes
de tipo de cambio flexible es que la política monetaria no se encuentra restringida por un
nivel predeterminado de tipo de cambio y ello permite determinar las tasas de interés de
forma tal que se consiga un equilibrio interno mientras que el tipo de cambio nominal se
ajusta de forma que las cuentas externas también alcancen un equilibrio. Bajo este régimen
un punto a favor del tipo de cambio flexible según Baqueiro Cárdenas (2003), “es que
cuando la economía se ve afectada por una perturbación adversa a los términos de
intercambio, la depreciación necesaria del tipo de cambio real se logra mucho más rápido
cuando se deprecia el tipo de cambio nominal que cuando se espera a que disminuya el
nivel de precios, como se requeriría bajo un régimen de tipo de cambio fijo. Otro
argumento al que se hace referencia bajo un régimen de tipo cambio flexible, al absorber
los efectos de las perturbaciones externas, propicia menor volatilidad en las tasas de interés
y permite que el sector real se aísle de las perturbaciones externas.”
3.3 Significado y evolución de la tasa de interés
En 1995 se produjo una fuerte disminución, incluso reversión, de los flujos netos de
capital del exterior hacia México. Esto causó que el tipo de cambio se depreciara de manera
considerable. La depreciación provocó de inmediato un significativo repunte de la inflación
68
68
y de las expectativas inflacionarias. Estos últimos fenómenos dieron lugar a tasas de interés
muy elevadas, tanto reales como nominales. Según Keynes (1936, pg.198) “la tasa de
interés monetaria es el por ciento de excedente de una suma de dinero contratada para
entrega futura sobre el precio de entrega inmediata.”
En general durante el año 1998 se registró un alza de las tasas de interés con
respecto al año anterior, el promedio anual fue del 24.69 por ciento, hubo varias razones
tanto internas como externas para que esto sucediera. Durante la segunda mitad del año las
tasas de interés, tanto reales como nominales, se elevó a prácticamente el doble del
observado durante el primer semestre, Una de las variables principales que influyeron en el
alza de las tasas de interés fue la inflación, la demanda adicional de base monetaria a causa
de la mayor inflación, fue compensada por el efecto depresivo sobre la demanda de medios
de pago que ejercieron las mayores tasas de interés.
Los canales por los cuales ocurre la transmisión de la política monetaria han sido
ampliamente analizados por la literatura económica. Schwartz Rosenthal (1998), analiza el
tradicional que se refiere a las tasas de interés, “el canal tradicional se refiere al efecto
directo de la política monetaria sobre las tasas de interés. La afluencia sobre el
comportamiento de las tasas de interés repercute sobre las decisiones de inversión y ahorro
y por consiguiente sobre la demanda agregada y los precios. Variaciones en las tasas de
interés de corto plazo redundan en cambios en toda la cuerva de tasas de interés, inclusive
en las de largo plazo, que afectan las decisiones de inversión y de la adquisición de bienes
duraderos.”
Dentro de la postura de Keynes (1936), en cuanto a la significancía que tiene para el
crecimiento económico, se identifica en su Teoría General del interés, dinero y empleo que
la tasa de interés juega un papel fundamental para incrementar la inversión. Para Keynes,
cuando la rentabilidad de los bienes de capital se reduce como consecuencia, por ejemplo,
de un aumento importante en el tipo de interés, entonces las expectativas de rendimiento
futuro de los activos son menos optimistas, apareciendo una fase de crisis que puede ser
provocada por la recesión experimentada en la etapa expansiva.
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69
Las tasas de interés nominales registraron disminuciones importantes a lo largo de
1999, esto fue del orden de 21.31 por ciento, todo esto antes de que BANXICO modificara
su política monetaria para pasarla de neutral a restrictiva. No obstante lo anterior, en 1995
dicha tasa resultó aún más elevada en términos reales. Como se ha mencionado la
instrumentación por parte del BANXICO de una política monetaria restrictiva desde 1998 y
1999 propició incrementos temporales de las tasas de interés, tanto nominales como reales.
En el año 2000, el BANXICO siguió instrumentando el objetivo de saldos
acumulados negativo en las cuentas corrientes que mantiene la banca en el Instituto Central,
también llamado corto. Se ha demostrado desde la implementación del corto que su efecto
sobre las tasas de interés reales, redunda en un menor crecimiento de la demanda agregada
al estimular el ahorro y encarecer el crédito bancario y no bancario.
Durante el año 2001, las tasas de interés nominales volvieron a registrar una baja
considerable con respecto al año anterior, esta fue de 11.25 por ciento. Esto es atribuible a
los resultados favorables obtenidos en materia de inflación, a la moderación de la
restricción monetaria, a la reducción de las tasas de interés externas y a la entrada de
capitales.
Kaldor toma en cuenta al tipo de interés dentro de su teoría del crecimiento en la
que amplía la visión y hace dos consideraciones. En primer lugar, la tasa de beneficios
respecto al capital existente no puede ser inferior que el tipo de interés junto con el riesgo
en el que incurre por llevar a cabo la inversión correspondiente. Y en segundo lugar, Kaldor
supone que el tipo de interés, al que acabamos de hacer referencia, se determina dentro del
mercado monetario, al enfrentar la demanda con la oferta monetaria tal y como se establece
dentro del análisis keynesiano.
En el año 2002, una vez más hubo una disminución en las tasas de interés
nominales, esta vez por abajo del 10 por ciento, en este año el promedio fue del 7.09 por
ciento.
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70
Como consecuencia de la restricción monetaria que inició a finales de 2002 y que se
intensificó durante los primeros tres meses de 2003, las tasas de interés se elevaron
especialmente las de plazos más cortos. Es importante destacar que durante la segunda
parte del año las tasas de interés en México alcanzaron mínimos históricos, lo cual se debió
tanto a elementos coyunturales como a factores estructurales, Respecto al primero, el nivel
de los réditos reflejó las condiciones económicas propias de parte baja del ciclo, donde la
menor rentabilidad del capital suele disminuir la demanda de fondos prestables,
En cuanto a los factores estructurales, destaca el avance hacia una inflación baja y
estable, la cual tiende a reducir permanentemente las tasas de interés nominales dado el
menor riesgo inflacionario implícito.
3.4 Evolución de la inflación
Según el consenso de los bancos centrales en la actualidad, la inflación es el peor
mal que puede sufrir la población, es una variable que afecta negativamente el nivel de
ingresos de la sociedad. Sin embargo, en el año de 1998 la meta anual no se cumplió y esta
fue mayor a la registrada el año anterior terminando en 18.61 por ciento; o sea, un nivel de
casi tres puntos porcentuales mayor a la inflación de 1997 (15.72 por ciento), el objetivo
era de 12 por ciento, terminó siendo un poco más de seis puntos por arriba de esta meta.
Este proceso desinflacionario encontró obstáculos mayores a los anticipados. En lo
específico, la inestabilidad de los mercados financieros internacionales, la caída del precio
del petróleo y el deterioro de los términos de intercambio, generaron presiones sobre la
cotización del peso mucho mayores a las anticipadas. Según BANXICO, en su informe
anual (op. cit. pg. 85), “la depreciación del peso impactó directamente al INPC a través de
los precios de los bienes comerciables internacionalmente, lo que provocó movimientos al
alza en las expectativas de inflación. A su vez, estas se reflejaron en revisiones salariales
mayores a las previstas y en precios más elevados para una amplia variedad de bienes y
servicios no comerciables.”
71
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Tanto académicos como autoridades han llegado a la conclusión de que aislar a la
política monetaria de las decisiones de políticas facilita la consecución de la estabilidad de
precios, y permite que ésta se alcance a un menor consto en términos de actividad y
empleo. A este respecto Schwartz Rosenthal (1999), comenta que: “es bien sabido que la
inflación genera un sinnúmero de costos para el adecuado funcionamiento de una
economía. La incertidumbre y la volatilidad que caracterizan al proceso inflacionario se
reflejan en la ineficiente asignación de recursos productivos, tanto entre sus distintos usos
como en el tiempo, y en una inequitativa distribución del ingreso. No obstante, aún en el
caso de que la inflación fuera perfectamente anticipada por el público, ésta genera costos en
bienestar tales como los asociados al ajuste continuo de los precios de los bienes y
servicios, al aumento de los costos de transacción en operaciones financieras y
comerciables, y al incremento del costo de mantener dinero.”
En 1999, se cumplió con holgura la meta de inflación, toda vez que el crecimiento
de los precios durante el año fue de 12.32 por ciento; es decir, 0.68 puntos porcentuales
menos que el objetivo adoptado de 13 por ciento. Este registro fue el menor en los últimos
cinco años desde el colapso inflacionario de 1995.
La meta establecida para el año 2000 que fijó el BC era que no excediera el 10 por
ciento, esta meta fue lograda satisfactoriamente, el crecimiento registrado por el INPC fue
de 8.96 por ciento. Con este logro se registró la inflación más baja en los últimos seis años
y por segundo año consecutivo se cumplió con la meta.
El INPC se ve influido por cambios transitorios o estacionales de algunos precios.
Por ello, un buen número de bancos centrales utiliza indicadores de la tendencia de la
inflación. Uno de éstos es la llamada inflación subyacente. La norma general en la
construcción de la inflación subyacente es que se omitan de la canasta de los bienes y
servicios que integran el índice general, a aquellos conceptos que por su alta volatilidad no
son representativos de los cambios en la tendencia de la inflación.
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Dentro del aspecto que juega una subida de precios en el ciclo económico, Keynes
(1929), dice que los empresarios realizan nuevas inversiones que consideran ventajosas
para sus empresas. Aquellas pueden llevar incorporados nuevos avances tecnológicos que
mejoren la producción, lo que puede conducir a un mayor nivel de empleo que provoque a
su vez un aumento en el nivel de precios. Hay que tener en cuenta que este proceso
inflacionista es consecuente de un exceso de inversión sobre el nivel de ahorro que resulta
necesario para implantar la nueva tecnología y probablemente por la mayor remuneración
que perciben los trabajadores.
En 2001 se logró, por tercer año consecutivo cumplir ampliamente la meta de
inflación anual establecida en el programa de política monetaria. Esta fue del 4.4 por
ciento, 2.1 puntos porcentuales por debajo del objetivo. Cabe destacar que este índice es el
menor registrado para un año en la historia del INPC. Entre los factores que mayor
contribución hicieron al favorable comportamiento registrado por los precios en 2001
destacan los siguientes: Según BANXICO, en su informe anual (2001, pg. 80), son: “i) La
política monetaria de corte preventivo instrumentada a lo largo de 2000 y principios de
2001; ii) La desaceleración de la demanda agregada; iii) La fortaleza del tipo de cambio; y,
iv) Una evolución propicia de los precios de los bienes agropecuarios y de los bienes y
servicios administrados y concertados por el sector publico.”
Después de que por tres años consecutivos la meta de inflación se cumpliera, en el
año 2002 esta meta no se pudo llevar a cabo, el objetivo era del 4.5 por ciento, la meta
registrada a final de año del INPC resultó de 5.7 por ciento, 1.2 puntos porcentuales por
arriba del objetivo. Entre los factores que explican que no se haya conseguido el objetivo de
inflación en 2002 se encuentran los siguientes: Según BANXICO, en su informe anual
(2002, pg. 79), son: “i) Los precios de la electricidad residencial y del gas doméstico
experimentaron incrementos significativamente más elevados que los que hubieran sido
congruentes con la consecución de la meta de inflación anual; y ii) Los fuertes incrementos
que registraron las cotizaciones de las frutas y verduras.”
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El BANXICO fijó su meta de inflación para el año 2003 en 3 por ciento con un
intervalo de más / menos un punto porcentual, la meta se cumplió y esta fue de 3.98 por
ciento, dicho resultado implicó una baja de 1.72 puntos porcentuales con relación al mismo
mes del año previo. Es importante subrayar que la inflación anual general se redujo a lo
largo del año principalmente debido a los siguientes factores: Según BANXICO, en su
informe anual (2003, pg. 82), dice que: “i) La aplicación de una política monetaria
congruente con el abatimiento de las presiones inflacionarias, la cual coadyuvó a moderar
las expectativas de inflación; ii) La debilidad que continuó experimentando la demanda
interna; iii) La ausencia de perturbaciones importantes de oferta a partir del segundo
trimestre.”
3.5 Crecimiento de México
Si bien no es muy reconocido Keynes por sus aportaciones a la teoría del
crecimiento, son fundamentales algunas ideas que de sus estudios se derivan y que se
aplican directamente para el caso mexicano, Keynes es mas reconocido en el ámbito
económico y sus análisis se centran en su Teoría General y además sólo en algunos
aspectos concretos de la misma (en especial en el terreno fiscal y en el monetario), enfatizó
el control que se debe ejercer sobre el consumo y la inversión como variables que afectan
directamente al crecimiento. Keynes nos proporciona una explicación muy sencilla sobre
cómo la economía crece presentando un comportamiento cíclico de mayor inversión, más
empleo, más inflación; menos expectativas, menos inversión y empleo.
Durante 1996 la actividad económica de México entró en una fase de franca
recuperación, luego de la fuerte contracción registrada el año precedente (1995).De acuerdo
con la información del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI),
el Producto Interno Bruto (PIB) de México, medido a precios constantes, creció 5.1 por
ciento en 1996, lo que contrasta con la disminución que sufrió en 1995, de 6.2 por ciento.
Los componentes del PIB que contribuyeron a este mejoramiento en el año 1996 fueron el
dinamismo de las exportaciones y la reactivación tanto de la inversión como del consumo.
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Los factores que favorecieron el aumento del consumo fueron la moderación en las
demandas salariales lo que facilitó el aumento de la producción y la generación de empleos,
lo que a su vez se transmitió en un aumento del consumo.
En lo que respecta al modelo de crecimiento de Harrod, Domar y Solow, que se
vincula directamente con el caso mexicano; se identifican dos variables clave, que son el
capital (K) y el trabajo (L) como determinantes para detonarlo.
El crecimiento de la economía mexicana en el año de 1998 fue menor al año
precedente, sin embargo, fue uno de los más altos observados en la economía mundial en
ese año. El PIB real registró un crecimiento de 4.8 por ciento, ello propició que se registrara
un aumento significativo de la ocupación, acompañado de mejorías en las remuneraciones
reales de los trabajadores, fenómenos ambos que fortalecieron el poder adquisitivo de la
población. Los componentes del PIB que tuvieron mejor desempeño fue el consumo
privado que mostró un aumento pronunciado, dando lugar a un incremento significativo en
términos per cápita; el gasto en inversión privada fue muy vigoroso y todos los sectores
productivos tuvieron una evolución positiva principalmente el sector manufacturero que
desde el año 1995 ha registrado una tendencia alcista.
Al contrario de lo ocurrido en el año anterior, durante 1999 la actividad económica
consiguió avances importantes. En este año se reactivó el crecimiento y el gasto interno, lo
que se tradujo en una importante generación de empleos y en que la tasa de desempleo se
ubicara en sus niveles históricos más bajos.
De acuerdo con el INEGI, en 1999 el PIB de México creció 3.7 por ciento a precios
constantes. El componente de la demanda agregada con mayor dinamismo en 1999 fue el
de las exportaciones de bienes y servicios. El cambio estructural ha incentivado un intenso
proceso de inversión en el sector exportador, lo que ha elevado la productividad y la
competitividad de las empresas correspondientes.
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75
El INEGI reportó que el PIB de México creció 6.9 por ciento a precios constantes
en 2000, incremento muy superior al del año precedente y a la previsión. El aspecto
económico que se pueden resaltar de este crecimiento es el siguiente: Una fuerte expansión
del gasto interno en consumo e inversión.
Durante el año 2001, se registró una situación cíclica de desaceleración económica
que caracterizó a la economía mundial y, en particular, por la que atravesó el principal
socio comercial del país, los Estados Unidos. Según BANXICO, en su informe anual
(2001, pg. 9), “la desaceleración de la economía mundial se vio agudizada por las
repercusiones económicas de los atentados terroristas del 11 de septiembre en los Estados
Unidos.” Dichos eventos acentuaron la pérdida de fortaleza de la actividad en México,
sobre todo en aquellos sectores asociados a la exportación, al transporte aéreo y al turismo.
La economía mexicana en 2002 siguió contaminada por lo que estaba ocurriendo
con la economía de Estados Unidos, el PIB real registró un crecimiento modesto de 0.9 por
ciento, esto contribuyó a un ligero aumento de la demanda agregada, los componentes que
crecieron fueron el gasto en consumo e incremento de las exportaciones de bienes y
servicios, un factor negativo fue la contracción de la inversión.
Una vez más, el crecimiento de la economía mexicana fue marginal con respecto al
año anterior, en el año 2003 se registró un crecimiento del PIB de 1.3 por ciento. Uno de
los factores negativos fue la guerra en Irak, la falta de claridad en cuanto a la duración del
conflicto, sus costos y consecuencias, provocó una pérdida de confianza de los
consumidores e inversionistas en las principales económicas del mundo. Según BANXICO,
en su informe anual (2003, pg. 22), “independientemente de las circunstancias externas, se
fortalecieron algunos elementos positivos para la actividad económica en México en 2003.
Entre ellos, la disciplina que ha caracterizado a las políticas fiscal y monetaria durante los
últimos años, aunados a las reformas financieras que han permitido un mayor
financiamiento interno y la reducción de los niveles de tasas de interés, propiciaron el
avance de ciertos renglones de la demanda interna.”
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76
Cuadro 3.5.1 Evolución de las Variables Macroeconómicas 1998-2003
1998 1999 2000 2001 2002 2003 Promedio
Tipo de cambio 9.1357 9.5605 9.4556 9.3425 9.6560 10.7878 9.6563
Inflación 18.61 12.32 8.96 4.4 5.7 3.98 8.995
Tasa de interés 24.69 21.31 15.23 11.25 7.09 6.23 14.3
PIB 4.8 3.7 6.9 0.3 0.9 1.3 2.983
FUENTE: Elaboración propia.
El Cuadro 3.5.1 muestra la evolución de las principales variables macroeconómicas
durante el periodo de 1998 a 2003, las variables son el tipo de cambio con un promedio de
9.6563 pesos por dólar, la inflación que registró una ponderación de 8.995%, la tasa de
interés con promedio de 14.3% en el periodo y el producto interno bruto cuya ponderación
fue del 2.983%, este último menor al esperado por nuestra política óptima monetaria que se
quiere conseguir, el promedio fue de 2.983%, nuestro objetivo es de 7%, hay una diferencia
mayor al 4%. El tipo de cambio registró un crecimiento acumulado durante el periodo de
18.08%; es decir, tuvo una depreciación cercana al 20%. En cuanto a la inflación se
muestra que en casi todos los años mostró disminuciones con excepción de 2002 y que el
BC consiguió su meta inflacionaria. La tasa de interés también ha ido disminuyendo en
todos los años del periodo estudiado, teniendo una disminución de 74.76%. El PIB muestra
lo contrario ya que de tener un crecimiento alto de 1998 a 2000 promedio de 5.13%, en los
siguientes tres años el crecimiento fue casi nulo de un 0.83%, menos del uno porciento.
3.6 Recapitulación
En este capítulo hicimos una descripción de la evolución de los principales instrumentos
macroeconómicos como son la política monetaria instrumentada por el BC y también de las
principales variables macroeconómicas: tipo de cambio, la tasa de interés y la inflación que
influyen en el crecimiento económico de México. El contexto que definimos nos servirá
para entender mejor la naturaleza de lo que desarrollamos en el siguiente capítulo acerca
del modelo econométrico que nos permitirá entender como se consigue una variable de
referencia como es la tasa de interés.
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CAPÍTULO 4
MODELO ECONOMÉTRICO SOBRE UN INSTRUMENTO ESTOCÁSTICO ÓPTIMO DE TASA DE REFERENCIA PARA
EL CRECIMIENTO DE UNA ECONOMÍA COMO LA MEXICANA
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Modelo econométrico sobre un instrumento estocástico óptimo de tasa de referencia para el crecimiento de una economía como la mexicana
El objetivo de este capítulo es determinar un instrumento óptimo de política
monetaria como es la tasa de referencia para una economía pequeña y abierta como la
economía mexicana, todo esto para simular la política monetaria en México en el periodo
1998-2003 y aplicar los resultados. El análisis “clásico” del problema de elección óptima de
instrumento corresponde a Poole [1970]. Poole muestra como la estructura estocástica de la
economía –la naturaleza e importancia relativa de los diferentes tipos de perturbaciones-
determina el instrumento óptimo. Nuestro análisis replica el procedimiento de Poole, pero
en una economía tomadora de precios y a tiempo continúo. Es importante resaltar que
existen tres tipos de productos que manejamos a lo largo de este capítulo. El primero es el
PIB observado a precios constantes de 1995 cuya fuente es el INEGI, segundo el PIB
generado para un crecimiento del 7% anual, este se construyó multiplicando el PIB
constante del cuarto trimestre de 1997 por 1.71% (trimestral) y después multiplicando los
subsecuentes valores generados de esta manera por el mismo coeficiente. El tercero es el
PIB que resulta de la política monetaria que implementamos a través de la función de
reacción óptima que se describe más adelante. A este PIB le denominamos PIB implícito.
Por último tenemos la brecha del producto que resulta de la diferencia entre el PIB
observado y el PIB generado por una parte; y una segunda brecha del producto que deviene
de la diferencia entre el PIB implícito y el PIB generado. Como se verá en la gráfica 4.4.4,
la brecha observada es significativamente mayor a la brecha implícita que resulta de la
política que proponemos. Una es negativa y la otra es positiva.
Empleamos en un caso específico una simulación basada en el estudio de Poole
y desarrollado por Hernández-del-Valle (2004), de instrumentación de tasa de
referencia (Cetes 28) en sustitución del actual instrumento de política monetaria RSD
impartido por el BC, esto para observar cómo reacciona la economía con un nuevo
instrumento de política monetaria y con ello analizar las reacciones que tiene el
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crecimiento de la economía mexicana. El capítulo se compone de la siguiente manera, en
la sección 4.1 se resume el análisis de Poole, en la sección 4.2 se presentan las Reglas tipo
Taylor para identificar el modelo que utilizaremos en el estudio; en la sección 4.3 hacemos
la elección óptima de tasa de referencia en una economía pequeña y abierta como la
mexicana utilizando el modelo de Hernández-del-Valle (2004) que empleamos para simular
la política monetaria óptima congruente con el crecimiento de una economía con las
características de la mexicana; en la sección 4.4 incluimos nuestra simulación, evaluamos la
óptimalidad del instrumento estudiado (tasa de referencia); y por último se muestran los
resultados y el análisis de la simulación de la política monetaria en México en el periodo
1998-2003 para el caso estocástico. Recordemos que el objetivo fundamental de nuestro
estudio es identificar la política monetaria (variaciones de la tasa) congruente con un
crecimiento del PIB del 7 % anual.
4.1 El análisis de Poole
Para motivar nuestro análisis Hernández-del-Valle [2004] utiliza los estudios de
Poole para identificar el instrumento óptimo que desarrolló en su modelo, en nuestro caso
como lo mencionamos en el inicio de la investigación, utilizaremos únicamente el
instrumento tasa de interés para formular nuestra política monetaria óptima que logre un
crecimiento del 7%. Primero veamos el de Poole. Supongamos que el BC debe determinar
su política con información incompleta (i.e. antes de observar las perturbaciones actuales en
los mercados de bienes y de dinero), y que la información acerca de las tasas de interés está
disponible, pero la relativa al producto no es inmediata. Este supuesto sobre la información
refleja una situación en la que el BC puede observar las tasas de interés en el mercado de
dinero de manera continua, pero los datos de inflación y producción podrían ser mensuales
o trimestrales. En un entorno como este, el BC será incapaz de determinar, con base en el
movimiento de las tasas de interés de mercado, la fuente de las perturbaciones que pueden
estar afectando a la economía. A un nivel macro, un incremento de la tasa de interés podría
deberse a la expansión de la demanda agregada o a un cambio exógeno en la demanda de
dinero. En un marco como el descrito, Poole se pregunta si el BC debería tratar de mantener
la tasa de interés constante o si debería mantener fija la cantidad de dinero y permitir que la
80
80
tasa varíe. Además, supone que el objetivo de la política es estabilizar el producto real, y
responde esta pregunta comparando la variancia del producto implícita en las dos políticas
alternas.
¿Por qué variancias? Para modelar las preferencias de un Banco Central, es
procedimiento estándar incluir la inflación y el producto real. Sin embargo, existen dos
maneras de introducir el producto en la función objetivo de la autoridad monetaria.
Una es a la manera de Barro y Gordon [1983], presuponiendo que el objetivo del
BC es maximizar el valor esperado de la función de ganancia:
( ) ,21
2πλ −−−= nyyU (4.1.1)
donde ny es el producto potencial. La inflación es cuadrática porque se presupone
que cualquier nivel de inflación ≠ 0 genera pérdida o desutilidad. Mientras que el producto
es lineal porque con utilidad marginal constante, más producto siempre incrementa la
ganancia. La otra alternativa consiste en suponer que, por ejemplo en Walsh [1998], lo que
busca el BC es minimizar la función de pérdida:
( ) .21
2
21
2πλ −+−−= − kyyV n (4.1.2)
Como (4.1.2) involucra la variancia del producto, este planteamiento deja lugar para
políticas de estabilización que no son posibles en (4.1.1). Para una discusión más detallada
de las implicaciones de ambas funciones ver por ejemplo Cukierman [1992].
Además, Poole supone que el nivel de precios es fijo. Walsh [1998] emplea una
variante sencilla del modelo IS-LM en logaritmos para derivar los resultados de Poole:
ttt uiy +−= α ( )IS (4.1.3) .tttt vycim ++−= ( )LM (4.1.4)
81
81
La ecuación (4.1.3) representa la relación de la demanda agregada en la que la brecha del
producto ty es función inversa de la tasa ti ; la demanda también depende de una
perturbación exógena tu . La ecuación (4.1.4) proporciona la demanda de dinero tm como
una función inversa de la tasa de interés y directa respecto al producto. La demanda de
dinero está sujeta a una perturbación estocástica tv . El equilibrio requiere que la demanda
de dinero iguale la oferta de dinero tm . Por simplicidad, se presupone que u y v son
procesos con media cero, serial y mutuamente incorrelacionados. Todas las demás variables
se interpretan como desviaciones de sus trayectorias naturales, e.g. y es una medida de la
brecha del producto.
El objetivo del controlador es minimizar la variancia de la brecha del producto T
ttt YYy −= , la función objetivo, donde tY es el producto en el tiempo presente y TY es su
trayectoria. Ahora, suponiendo que el nivel de equilibrio de la brecha sin perturbaciones es
[ ] 0=yE , entonces minimizar la variancia de ty se reduce minimizar su segundo momento
o
[ ]2
tyE . (4.1.5)
El procedimiento que sigue el BC es: primero, al inicio del periodo el BC fija i —si
implementa su política mediante una tasa de interés—o m —si un agregado monetario es el
instrumento de política; segundo, las perturbaciones estocásticas u y v suceden,
determinando el valor endógeno de las variables: y e i si m es el instrumento de política
monetaria (o y y m si i es el instrumento). Como se mencionó anteriormente sólo se
utilizará la tasa de interés como instrumento.
Bajo la política donde i es el instrumento, se puede solucionar (4.1.3) directamente
para la brecha del producto. Fijando la tasa de interés, el BC permite que el stock de dinero
se ajuste endógenamente hasta igualar el nivel de demanda de dinero dado por la tasa de
interés y el nivel de brecha del producto,
82
82
[ ] .22
uti yE σ= (4.1.6)
La opción de política monetaria se puede evaluar comparando la variancia de la
brecha en el producto implícita en la política de tasa de interés y de (4.1.6), la condición
anterior se satisface si y sólo si
2vσ > .1 2
2
u
cσ
α
−+ (4.1.7)
En consecuencia, una política implementada a través del control de la tasa de interés es
preferible cuando la variancia de la perturbación de la demanda de dinero es mayor, i.e.
cuando la pendiente de la curva LM es más pronunciada, y la pendiente de la curva IS es
menos pronunciada. La pendiente de LM es c/1 y la de IS es ./1 α−
Si sólo existen perturbaciones de demanda agregada (i.e., 2vσ = 0), una regla
monetaria conlleva una variancia más pequeña de la brecha del producto. Con una función
de reacción de este tipo, una perturbación positiva de la IS induce un incremento de la tasa
de interés, y esto provoca una contracción del gasto agregado, con lo cual se cancela
parcialmente la perturbación original. Como el ajuste en i actúa automáticamente para
estabilizar el producto, mantener la tasa fija—la política alterna con i como instrumento—
generaría fluctuaciones mayores del producto.
Si sólo existen perturbaciones de demanda de dinero (i.e., 02 =uσ ), la brecha del
producto se puede estabilizar con una regla de tasa de interés. Con una función monetaria—
la política alterna—, las perturbaciones de demanda de dinero provocan un movimiento en
la tasa de interés para mantener el equilibrio en el mercado de dinero; después, estos
movimientos en la tasa generarán fluctuaciones del producto.
Si ambos tipos de perturbaciones están presentes, la comparación entre ambas reglas
de política depende de las variancias relativas de u y v , así como de las pendientes de las
curvas IS y LM.
83
83
Este análisis es simple e ignora muchos factores importantes. Por ejemplo, Poole
omite perturbaciones inflacionarias, de expectativas y de oferta agregada. Sin embargo,
proporciona un medio para determinar el instrumento óptimo dada una función objetivo
particular. La conclusión es que tomando la variancia de la brecha del producto como
función objetivo, la tasa de interés supera como instrumento al agregado monetario si las
perturbaciones son de demanda de dinero; por el contrario, el agregado supera a la tasa si
las perturbaciones son de demanda agregada; y si existen ambos tipos de perturbaciones,
entonces el resultado no es inmediato y depende de la magnitud relativa de las
perturbaciones, así como de las pendientes de las curvas IS y LM.
Como se vio arriba, en el periodo 1982-2000, Messmacher [2000] señala que
nuestro país fue objeto de perturbaciones de oferta exógenas tales como la oferta externa de
fondos, y que estas perturbaciones se identifican en variaciones de la tasa de interés
externa, del riesgo país y del saldo en la cuenta de capitales. Martínez, Sánchez y Werner
[2001] identifican un elevado pass through (traspaso) de variaciones en el tipo de cambio a
los precios, lo cual sugiere perturbaciones de tipo de cambio. Finalmente, la elevada
estacionalidad de demanda de dinero en México que identificó Banxico es indicio de que,
en principio, las perturbaciones de demanda de dinero no son la preocupación mayor.
Con base en los dos párrafos anteriores, se puede concluir, primero, que la
optimalidad del instrumento de política monetaria depende de las perturbaciones que
afectan a la economía. Segundo, ninguna de las perturbaciones que identifican
Messmacher, Martínez, Sánchez y Werner están contenidas en el estudio de Poole, porque
su análisis es para una economía desarrollada. Consecuentemente, si se desea hacer una
evaluación similar a la de Poole para una economía como la mexicana, se requiere un
modelo distinto. El modelo que empleamos es el de Pequeña Economía Abierta (Véase
apéndice). Aplicamos una metodología similar a la de Poole: evaluando la optimalidad del
instrumento para minimizar una medida de la brecha del producto y de la inflación, pero
nuestra función objetivo toma la forma
84
84
( )( )[ ] ,2
0 dttxyE T∫ con mix ,= (la de Poole era [ ]2
tyEx . Después compararemos la variancia implícita de la política alterna
sobre tasa de interés.
4.2 Reglas tipo Taylor
Antes de estudiar las Reglas tipo Taylor es fundamental considerar el componente aleatorio
de la economía que está dado por las perturbaciones. Una perturbación es un factor que
desvía a una variable de su trayectoria “normal”.
Messmacher [2000], en un contexto de políticas de estabilización, y haciendo una
revisión de la literatura relativa a los ciclos económicos y finanzas internacionales, señala
que las perturbaciones se pueden dividir en cuatro tipos dependiendo de su origen y
repercusiones sobre la economía:
1. Perturbaciones exógenas de demanda que conducen a cambios permanentes de la
inflación y a fluctuaciones temporales del producto en la misma dirección—
correlación positiva entre inflación y variaciones del producto.
2. Perturbaciones exógenas de oferta que generan cambios permanentes o
temporales de la inflación y fluctuaciones permanentes o temporales del producto en
dirección contraria (correlación negativa). Ejemplos: los efectos Vodka y Dragón
(negativas), las ayudas del FMI (positivas). Perturbaciones de oferta tales como la
oferta externa de fondos—identificados a través de la tasa de interés externa, el
diferencial entre la tasa externa y la interna o riesgo país, y el saldo de la cuenta de
capitales, e.g. menor riesgo implica mayor entrada de capitales, y lo anterior
conlleva mayor saldo de la cuenta de capitales, apreciación del tipo de cambio, y
menor inflación—, el precio del petróleo y los términos de intercambio.
85
85
3. Perturbaciones de política exógenas o endógenas (reacciones de la política ante
otra perturbación) que generalmente afectan a la economía a través de la demanda
agregada, pero cuyos efectos dependen de la política que se instrumente. También
se presupone una correlación positiva entre este tipo de perturbaciones y la inflación
y el producto. Por ejemplo, reformas estructurales generan una perturbación positiva
de oferta financiera externa al mejorar la valuación de riesgo país.
4. Perturbación de oferta parcialmente endógena, relacionada con la provisión de
financiamiento externo. Por ejemplo, perturbaciones de oferta como variaciones en
la tasa externa pueden verse agravadas por factores internos tales como la falta de
liquidez o insolvencia. Perturbaciones de esta índole generan efectos no lineales
La política óptima a instrumentar también depende de si las perturbaciones son
temporales o permanentes, exógenas o endógenas:
1. Endogeneidad: las políticas y el estado general de la economía aumentan la
probabilidad, magnitud y efecto de las perturbaciones, i.e. perturbaciones
controladas o provocadas por la política.
2. Exógeno: externo, la acción de otros, fuera del control de la autoridad.
3. Permanente: lo define como una perturbación negativa que genera una reducción
del precio hasta su promedio histórico.
4. Transitoria: una perturbación positiva que desvía el precio de su nivel promedio
histórico.
En lo que concierne a las respuestas óptimas a los diferentes tipos de perturbaciones,
McKibbin [1993] encuentra lo siguiente:
86
86
• Para perturbaciones en general, la regla de ingreso nominal y la regla Henderson-
McKibbin (o CC) superan a la de dinero fija y a la de tasa de interés fija.
)( Ttttt mmii −+=
−
γ (Regla de dinero)
))(( Tttttt ypypii +−++=
−
γ (Regla de ingreso nominal)
Reglas Bryant Hooper – Mann, BHM
))(( Ttttttt yyii +−++=
−
ππγ (Regla Henderson-McKibbin)
)(5.0)(5.0 Ttt
Ttttt yyri −+−++=
−
πππ (Regla de Taylor)
donde: i es la tasa de interés nominal, r es la tasa de interés real, π es la tasa de inflación,
p es el logaritmo natural de precios, y el logaritmo natural del producto, m el logaritmo de
la oferta de dinero, γ es la capacidad de respuesta de la autoridad o coeficiente de ajuste; y
una sobrelínea indica el valor deseado.
En este estudio utilizaremos la Regla de Taylor ya que es la que más se apega al
objetivo de nuestro estudio y utilizaremos el supuesto de que el producto tiene un
crecimiento del 7 % anual durante el periodo estudiado, todo esto para observar como
reacciona de acuerdo a la tasa de interés adoptada.
En su artículo de 1993, John B. Taylor propuso a las autoridades monetarias una
regla de política que les ayudaría a estabilizar la producción real alrededor de una meta y a
controlar la inflación. Su regla de política se apoya en una tasa de interés nominal que,
cuando el PIB real y la tasa de inflación exceden su objetivo, se incrementa para generar un
aumento de la tasa de interés real y así reducir la demanda agregada. Al revés, si la
inflación y el PIB real caen por debajo del objetivo, recomienda recortar la tasa de interés
nominal para aumentar la demanda agregada por la vía de un aumento de la tasa de interés
real. Así, según Taylor, la tasa de interés nominal de corto plazo debería ser una función
creciente de la tasa de inflación y de la producción real para objetivos dados en ambas
variables.
87
87
La literatura de reglas monetarias al estilo de Taylor (1998) intenta, entre otras
cosas, caracterizar la respuesta de la autoridad monetaria ante condiciones que reflejan
presiones inflacionarias actuales y potenciales. Por lo general, estas reglas expresan el nivel
deseado de una tasa de interés de corto plazo como función de una brecha de inflación y
una brecha del producto –y posiblemente de algunas otras variables. La tasa de interés de
mercado de corto plazo es un candidato natural para la estimación de estas reglas debido a
que en las principales economías el instrumento de la política monetaria es precisamente
una tasa de interés de corto plazo, como la tasa de fondos federales en los EUA.
Si bien en México el instrumento de política monetaria es el RSD, también conocido
como corto, las reglas monetarias que se han estimado ponen del lado izquierdo una tasa de
interés. Es decir, se ha hecho una estimación similar a la que se realiza en los casos de
países donde el instrumento es una tasa de interés. La justificación de ese tipo de
estimación es que se entiende que el banco central modifica el corto cuando las tasas de
interés de mercado se alejan demasiado de una trayectoria que el propio banco central
juzgue congruente con el logro de los objetivos de inflación. Es decir, se hace el supuesto
de que las tasas de interés observadas pueden considerarse, la mayoría del tiempo,
implícitamente sancionadas por la autoridad monetaria. Esto supone que hay una relación
suficientemente previsible entre el corto y las tasas de interés de mercado de corto plazo
que permite al Banco Central guiar la evolución de tales tasas mediante el uso ocasional del
corto.
La estimación de reglas tipo Taylor convencionales en el caso de México no se
puede justificar directamente en términos del instrumento que efectivamente controla la
autoridad monetaria. Más bien, la justificación es que la tasa de interés de corto plazo
tiende a seguir una trayectoria que debe reflejar las preferencias del banco central. La idea
es, en pocas palabras, que si el banco central juzga que las tasas de mercado están de algún
modo desalineadas, entonces usará su instrumento para inducir una corrección en el
mercado de dinero.
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88
De acuerdo con Taylor [1993], el coeficiente 0.5 en la regla de Taylor parece ser el
óptimo. Aunque Taylor [1998] acepta que g cercano a 1 y h > 0 parece generar mayor
estabilidad económica.
En su estudio aplicado a México, y con base en reglas tipo Taylor, Messmacher
sugiere como respuesta óptima a una perturbación de oferta lineal puramente exógena
limitar la inflación implementando un fuerte alza en la tasa; y si es temporal, suavizar
parcialmente la reducción en el ingreso con una contracción de la tasa de interés.
Por otra parte, se dice que un sistema de política monetaria es un marco de
referencia coherente para la toma de decisiones que además mejora el entendimiento del
público acerca de las razones que subyacen a las acciones de la autoridad. Edey [1997]
proporciona una clasificación útil de los posibles sistemas con base en el instrumento u
objetivo operativo que emplea el agente encargado de la política. Al respecto señala cuatro
grandes posibilidades, de los cuales sólo estudiaremos el siguiente:
* Sistemas cuantitativos o de reglas: Taylor [1998, pg. 2] define una regla de política
monetaria como una “descripción—expresada algebraica, numérica o gráficamente—de la
manera en que los instrumentos de política, tales como la base monetaria o la tasa de los
fondos federales, cambian en respuesta a variables económicas.” La famosa Regla de
Taylor
frhgyr +−++= )( *πππ
sostiene que la tasa de interés de corto plazo r —el instrumento del BC
norteamericano— deberá ajustarse en g ante una brecha en el producto real y —
desviación porcentual del producto real de su tendencia—; y/o en ( )h+1 ante una inflación
observada π que se desvíe de la meta *π . fr es la estimación de la autoridad monetaria de
la tasa de interés real de equilibrio.
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89
Una característica de los sistemas de reglas simples es que los coeficientes de reacción g y h+1 —en el caso de la Regla de Taylor—se toman constantes, i.e. el BC
siempre reaccionaría en la misma magnitud ante brechas del producto y o sorpresas
inflacionarias *ππ − ≠ 0.
4.3 Elección óptima de tasa de referencia en una economía pequeña y
abierta como la mexicana
Recapitulando, Poole aplica el procedimiento siguiente: Primero, en su análisis, la política
monetaria busca minimizar la volatilidad de la brecha del producto. Segundo, emplea el
modelo IS-LM en donde la demanda agregada—la curva IS—está sujeta a una perturbación
exógena; y la curva LM del sector monetario está en función de una perturbación de
demanda de dinero. Tercero, para el nivel de equilibrio de la brecha del producto estima la
variancia generada por el agregado monetario y la variancia inducida por la tasa de interés
como instrumento. Finalmente, concluye que en una economía sujeta a perturbaciones de
demanda de dinero, la variancia generada por la tasa de interés es menor que la producida
por el agregado monetario, en consecuencia, la tasa de interés supera al agregado como
instrumento de política monetaria; por el contrario, si sólo existen perturbaciones de
demanda agregada, una regla monetaria conlleva una variancia más pequeña de la brecha
del producto; y si ambos tipos de perturbaciones están presentes, entonces la comparación
entre ambas reglas de política depende de las variancias relativas de las perturbaciones, así
como de las pendientes de las curvas IS y LM.
Aplicamos el mismo procedimiento de Poole pero a una pequeña economía abierta,
es decir, para economías cuyos eventos domésticos tienen poco impacto sobre otras
economías y que están sujetas a muchas perturbaciones más provenientes del exterior. El
modelo para la coordinación de política, en logaritmos, es el siguiente:
DAtttt Braay 121 σρ +−= (4.3.1) ttt pir −= (4.3.2) DMttttt Bciqmy 2σ++−= (4.3.3)
90
90
(4.3.1) representa la demanda agregada DA, (4.3.2) la tasa de interés real, y (4.3.3) la
demanda de dinero DM; ty y tp representan la brecha del producto y la sorpresa en
precios; tρ es el tipo de cambio real; tr la tasa real; y tq el índice de precios al
consumidor; 1a es la sensibilidad de la DA a variaciones en el tipo de cambio real, y 2a es
la elasticidad tasa de interés de la DA; c representa la elasticidad tasa de la DM. ti y tm
son nuestros instrumentos: tasa y agregado respectivamente. Los itB son movimientos
Brownianos serialmente incorrelacionados.
Usando la definición de la Paridad del Poder Adquisitivo PPP, por sus siglas en
inglés (Purchasing Power Parity), en logaritmos
tftdtt pps −+=ρ (4.3.4)
donde ts es el tipo de cambio nominal, tdp es la inflación interna, y
tfp es la inflación
externa; tenemos el índice de precios al consumidor en función del tipo de cambio real y de
los precios internos (Notación: para simplificar la notación, en lo que resta del capítulo
retomamos la notación tp en lugar de tdp ):
ttt phq +−= ρ)1( (4.3.5)
donde h es la porción de la producción interna contenida en el índice de precios al
consumidor.
Finalmente, diremos que la dinámica de la sorpresa en precios y del tipo de cambio
real están sujetas a perturbaciones aditivas de la forma:
,31 pttt dBdtpcdp σ+= −
=∈ ppRc 031 ,,σ (4.3.6)
,42 pttt dBdtcd σρρ += −
=∈ ρρσ 042 ,, Rc (4.3.7)
91
91
Presuponemos que todas las perturbaciones son independientes.
Para resolver la ecuación diferencial estocástica (4.3.6) Hernández-del-Valle [2004]
aplica el Lema de Itô a la transformación siguiente de tp :
( ) ., 1
ttc
tt peptgY −== y concluye que
∫ −++=t rc
prtc
pttc
t dreBceBpep01330
111 σσ (4.3.8)
es la solución de (4.3.6).
De manera análoga,
∫ −++=t rc
prtc
pttc
t dreBceBe02440
222 σσρρ (4.3.9)
soluciona (4.3.7).
Ahora retomamos el modelo Hernández-del-Valle [2004] que construye esperanzas,
segundos momentos, variancias de la brecha del producto y funciones óptimas para cada
instrumento, aunque el caso que nos interesa es el de la tasa de interés aleatoria.
Caso para instrumento estocástico
Para aleatorizar ti , presuponemos que la dinámica de la tasa se caracteriza por un
proceso de Langevin de la forma siguiente:
,64 ittt dBdticdi σ+= ,, 64 Rc ∈σ .10
−=i (4.3.10)
92
92
Aquí de nuevo asumimos que los términos de perturbación son independientes.
Además, por (4.3.10) tenemos que el comportamiento promedio de los instrumentos en el
tiempo se representa para la tasa de interés como:
.)( 4
0tc
t eiiE = (4.3.11)
Con base en lo anterior, las esperanzas, segundos momentos, variancias y funciones
de reacción de la tasa de interés son:
En cuanto a ftpstftsp −= , es la diferencia del tipo de cambio nominal y los precios
externos. Al igual que en los casos anteriores, aleatorizamos el producto real yt y la
diferencia ftsp como ruidos aditivos:
,00 yttt dBdtycdy σ+= ,, 00 Rc ∈σ ,0 yy−
= (4.3.12)
,75 spftdBcdtftspcftdsp += ,, 75 Rc ∈σ .0 fsp
fsp−
= (4.3.13)
Tasa de interés como instrumento
En el caso de la tasa de interés tenemos que la esperanza de la brecha del producto cuando
la tasa de interés es el instrumento de política monetaria se representa como
),()()()( 221 tttti iEapEaEayE −+= ρ (4.3.14) Con el instrumento de la tasa de interés, sustituyendo (4.3.4) en (4.3.1) y resolviendo para
pt tenemos
Bitftspyp tDAtt σγγγγ 21321 −+−= (4.3.15)
donde ,/1 211 aa +=γ aaa 2112 / +=γ y ./ 2123 aaa +=γ (4.3.16)
93
93
La esperanza de la inflación con la tasa como instrumento de política es
),()()()( 321 ttti iEftspEyEpE γγγ +−= (4.3.17)
mientras que el segundo momento está dado por
tiEftspEyEpE ttti
22
21
223
222
221
2 )()()()( σγγγγ +++=
−+− iftspEiyEftspyE tttt γγγγγγ 323121 2)(2)(2 , (4.3.18)
y la variancia generada por la tasa sobre los precios domésticos es
.)()()()( 2
221
23
22
21 tiVarftspVaryVarpVar ttti σγγγγ +++= (4.3.19)
Regla o función de reacción óptima
Para construir la función de reacción óptima que minimiza la variancia de ρ t,
calculamos ∂ E ( )/2pt ∂ i0 ; y después despejamos los instrumentos a partir de las
condiciones de primer orden de ambas derivadas parciales. Con base en lo anterior, nuestra
función es:
+
+
−= 0
40
4
)(1
23
*0 y
tcce
tce
iγ
γ .
)(2
23
0
54
4fsp
tcce
tce
+γ
γ (4.3.20)
La ecuación (4.3.20) es la función de reacción óptima que representa la
variable tasa de interés de referencia utilizada en nuestro estudio y que servirá para
determinar los valores óptimos que cumplen con el objetivo planteado y arrojan los
resultados de una tasa de interés pronosticada de referencia para alentar el crecimiento
económico. Esta función nos dice en cuanto debemos variar el instrumento como respuesta
94
94
al estado de la economía observado en el trimestre anterior, y para alcanzar la variancia
mínima del producto en el trimestre siguiente. Por último, calculamos la variancia generada
por cada instrumento para determinar el óptimo.
Nota: *
0i es función de t . Esto implica que los óptimos calculados son válidos sólo para
valores pequeños de t . Hernández-del-Valle [2004] salva este problema presuponiendo un
horizonte rodante, haremos lo mismo en este trabajo. Al igual que en el caso estocástico
para el control de la variancia de la brecha del producto, i*0 es función de t, y la misma
consideración es aplicable.
En busca de respuestas categóricas para México en el periodo 1998-2003, en la
sección siguiente simulamos la política monetaria empleando la función de reacción de
Hernández-del-Valle [2004] que presentamos en esta sección para determinar una política
monetaria congruente con el crecimiento de 7% del PIB.
4.4 Simulación de política monetaria en México 1998-2003
Lo que haremos en esta sección de nuestra investigación será: primero,
consideramos que nuestros resultados son de horizonte rodante. Esto significa que al
presente siempre le asignamos t = 0. Adicionalmente tenemos que un año completo está
dado por t = 1; y T es igual a la fracción correspondiente de un año. Por ejemplo, el Comité
Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed se reúne ocho veces al año –cada mes y
medio- para determinar las acciones de política monetaria en ese país. En este caso t = 0 es
el inicio de un mes y T = 1/8 es mediados del mes siguiente. Nosotros contamos con
información trimestral, así que el ejercicio se efectúa como si el Banco Central mexicano se
reuniera trimestralmente, i.e. T = 1/4.
Segundo, en cada tiempo t = 0, el presente, el BC observa los valores presentes del
tipo de cambio real, del nivel de precios, y de las perturbaciones, y ajusta su instrumento ---
i*0 --- para minimizar que E [ ]yT
2 y tomando como restricción un crecimiento de 7% del PIB
95
95
con base en la función de reacción (4.3.20). Esta función nos dice en cuanto debemos variar
el instrumento como respuesta a: i) el estado de la economía observado en el trimestre
anterior; y ii) la magnitud de la desviación entre el PIB observado e implícito establecido
para un crecimiento del 7% anual; lo anterior para alcanzar la variancia mínima del
producto en el trimestre siguiente.
El procedimiento es como sigue, supongamos que estamos en la primera semana de
enero de 1998. Contamos con la información siguiente de los últimos doce trimestre: PIB
constante a precios de 1995; el promedio de la tasa de Cetes a 28 días; el tipo de cambio
promedio Spot a 48 horas; la base monetaria acumulada; el INPC acumulado (base 2002); y
la inflación al consumidor de Estados Unidos, dada por las variaciones en el CPI
(Consumer Price Index, índice de precios al consumidor).
Como mencionamos anteriormente, una perturbación es aquello que desvía a una
variable de su trayectoria natural; y la diferencia entre el valor observado y el esperado de
la variable es la brecha o sorpresa. En particular, nos interesa encontrar una política
monetaria de tasa de interés de cara a las perturbaciones y a un crecimiento potencial
del PIB de 7% anual (ó 1.71% trimestral).
Ahora bien, Mikosch [1998] demuestra que existe una correspondencia entre las
ecuaciones de Langevin con ruido aditivo del tipo (4.3.6), (4.3.7), y (4.3.10) con las que
caracterizamos la dinámica de los precios, del tipo de cambio real, de la base monetaria, y
de la tasa de interés, y los modelos autorregresivos de primer orden AR (1) en diferencias –
Ln(xt/xt-1). Lo anterior nos permite modelar estas variables y el PIB como AR (1) para
identificar sus tendencias “naturales” ---los términos ci, i = 0, 4, 5; las pendientes--- y
además nos permite tomar la desviación estándar de los residuos como el término σi, i = 0,
6, 7. Lo hacemos con 12 trimestres de información. En particular, a la diferencia entre el
PIB observado y el generado sobre una tendencia de crecimiento del 7% le llamamos la
brecha, y0.
96
96
Después calculamos la demanda agregada DA y demanda de dinero DM, ecuaciones
(4.3.1) y (4.3.3) respectivamente. De estas obtenemos dos grupos de coeficientes: primero,
las elasticidades a1, a2 y c; y segundo, las perturbaciones a) la diferencia entre el PIB
observado y la DA es producto de perturbaciones de DA en donde incluimos las
perturbaciones de DA σ 1 , de tipo de cambio real σ 4 y de tasa real. b) Mientras que a la
diferencia entre el PIB observado y la DM es producto de perturbaciones de DM donde
incluimos perturbaciones de DM σ 2 , de precios σ 3 , de base monetaria σ 4 , y de tasa de
interés σ 5 .
Por último, calculamos la función de reacción de la política monetaria óptima,
conducida a través del control de la tasa de interés. Cuando la política se ejerce mediante la
tasa de interés, el agregado varía endógenamente. Además, simulamos la política monetaria
usando el instrumento de tasa de interés para todo el periodo 1998-2003.
A continuación, ejemplificamos el procedimiento para el primer trimestre de 1998,
en este caso solamente presentamos el primer valor arrojado para mostrar como se
desarrollan los siguientes datos, el propósito es ver únicamente un primer valor y así
observar sucesivamente los demás en los cuadros que se presentan posteriormente, todas las
variables están en logaritmo naturale:
1. En el primer trimestre de 1998, la brecha del PIB observado en el trimestre anterior
---la diferencia entre el PIB observado y el potencial generado para un crecimiento
del 7% anual--- era de y0 = -0.00572, es decir, el PIB observado fue 1, 708,526
miles de pesos. El PIB generado para un crecimiento del 7% fue 1, 766,478 miles de
pesos; y la diferencia entre ambos, la brecha, fue y0 = -57,951 miles de pesos. Es
decir, el crecimiento fue insuficiente. Intuitivamente la tasa observada debería bajar
para incentivar la DA.
97
97
2. La estimación AR (1) del logaritmo natural del diferencial de la brecha del PIB, de
la tasa de interés y de ftsp para el pronóstico del primer trimestre de 1998 son
obtenidas mediante los modelos autorregresivos de primer orden AR (1) en
diferencias –Ln(xt/xt-1). Lo anterior nos permite modelar estas variables y el PIB
como AR (1) para identificar sus tendencias “naturales” ---los términos ci, i = 0, 4,
5, las pendientes ---y además nos permite tomar la desviación estándar de los
residuos como el término σi, i = 0, 6, 7. Lo hacemos con 12 trimestres de
información, estas arrojaron las siguientes pendientes y desviaciones estándar:
Cuadro 4.4.1. Coeficientes estimados
Brecha PIB
Tasa
ftsp
Pendiente c0 = -0.0178 c4 = -0.6407 c5 = 0.8781 Desviaciones Estándar
σ 0 = 2.2032 σ 6 = 0.1480 σ 7 = 0.3965
FUENTE: Elaboración propia.
3. El cálculo de la demanda agregada en logaritmos arrojó -1.01876, con elasticidades
a1 = 26.37737, a2 = -14.02648 y desviación estándar σ 1 = 1.954569, con una
perturbación en logaritmo natural de -0.38099.
4. El cálculo de la demanda de dinero en logaritmos arrojó 1.8631, con desviación
estándar σ 2 = 2.1402, elasticidad c = 2.2567, y perturbación en logaritmo 0.4633.
Con el estado de la economía anterior, la función de reacción (4.3.20) para la tasa de
interés sugeriría ajustar la tasa de interés en -3.18%. Con esto, la tasa de interés
hubiera quedado en 18%, mientras que la observada fue 19.1%; una variación de
0.52% con respecto al último trimestre de 1997.
98
98
Resultados
Con base en la función de reacción (3.4.20) obtenemos la i0* que controla la brecha
del producto y también se presenta la i pronosticada que resulta de la simulación de los
estudios desarrollados por Hernández-del-Valle (2004) de la política monetaria para el
instrumento tasa de interés en el periodo 1998 – 2003.
Cuadro 4.4.2. i0* que controla la brecha e i pronosticada
i0*
i implícita
i observada
1998/01 1998/02 1998/03 1998/04 1999/01 1999/02 1999/03 1999/04 2000/01 2000/02 2000/03 2000/04 2001/01 2001/02 2001/03 2001/04 2002/01 2002/02 2002/03 2002/04 2003/01 2003/02 2003/03 2003/04
-0.0318 0.1107 -0.0971 -0.1455 0.2204 -0.1522 0.0028 -0.0649 0.3278 0.7214 -0.8557 -25.2341 1.6577 2.6895 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000 0.0000
18% 21% 19% 16% 20% 17% 17% 16% 23% 47% 20%
104% 0% 8% 8% 8% 8% 8% 8% 8% 8% 8% 8% 8%
19% 19% 26% 34% 28% 21% 20% 17% 15% 14% 15% 17% 17% 12% 9% 7% 7% 7% 7% 7% 7% 7% 7% 7%
FUENTE: Elaboración propia.
El Cuadro 4.4.2 muestra la variación óptima sugerida para la tasa de interés, i0* que
disminuye la distancia entre el PIB observado y el PIB potencial. También se observa la i
implicita que resulta de la misma función de reacción (segunda columna). Como se puede
observar hay tres ciclos que contrastan claramente: el primero es del trimestre uno de 1998
al tercero de 2000 en el que se muestra una alta volatilidad en la i0*. Como se observa la i
implícita es muy parecida a la i que se observó en el mismo periodo; el crecimiento
99
99
promedio observado fue de 5.13%. El segundo ciclo comienza en el cuarto trimestre del
año 2000 y termina en el segundo trimestre de 2001. En el se presentaron perturbaciones,
entre las que destaca una mayor política monetaria restrictiva que influyeron en un alza
fuerte de tasas de interés, como se observa en la simulación esta llegó a un 104%; también
hubo problemas en E.U.A de recesión en su economía; en México hubo elecciones
federales y un bajo crecimiento observado menor al 1%. Finalmente, el tercer ciclo abarca
del tercer trimestre de 2001 hasta el cuarto trimestre de 2003, la política monetaria fue más
expansiva que la observada, y a partir de este las tasas se vuelven constantes del 8%. Cabe
mencionar que el pico de 104% de la tasa de interés tendría un efecto adverso sobre los
mercados financieros y los resultados podrían ser impracticables.
Cuadro 4.4.3. PIBs y brechas del producto
PIB observado
PIB potencial
PIB generado
Brecha yo
Inflación Observada
% 1998/01 1998/02 1998/03 1998/04 1999/01 1999/02 1999/03 1999/04 2000/01 2000/02 2000/03 2000/04 2001/01 2001/02 2001/03 2001/04 2002/01 2002/02 2002/03 2002/04 2003/01 2003/02 2003/03 2003/04
1,708,674,186,330 1,698,902,697,024 1,654,772,576,301 1,753,389,706,656 1,702,259,193,505 1,737,134,562,423 1,703,116,125,811 1,842,720,925,575 1,889,193,981,665 1,909,952,534,716 1,874,099,236,587 1,955,305,932,719 1,934,043,293,176 1,903,073,060,507 1,847,808,838,786 1,922,843,699,814 1,834,774,254,848 1,941,361,822,077 1,866,648,871,676 1,998,433,748,617 1,946,401,018,581 1,992,165,271,675 1,895,435,711,965 1,946,456,156,856
1,766,492,148,221 1,796,625,898,697 1,827,273,686,509 1,858,444,280,376 1,890,146,598,597 1,922,389,711,606 1,955,182,844,565 1,988,535,380,002 2,022,456,860,499 2,056,956,991,419 2,092,045,643,684 2,127,732,856,602 2,164,028,840,734 2,200,943,980,818 2,238,488,838,742 2,276,674,156,564 2,315,510,859,585 2,355,010,059,475 2,395,183,057,454 2,436,041,347,524 2,477,596,619,756 2,519,860,763,638 2,562,845,871,476 2,606,564,241,850
2,152,065,112,386 2,354,520,906,240 2,254,273,503,035 2,002,812,862,871 1,955,465,669,152 1,961,385,244,756 2,012,041,872,122 2,046,004,839,058 2,064,810,477,170 2,097,650,608,312 2,125,593,237,601 2,161,926,854,853 2,197,325,055,717 2,235,987,261,960 2,271,447,114,134 2,309,588,375,363 2,350,927,898,400 2,390,171,526,339 2,431,995,235,515 2,478,744,540,961 2,520,299,813,193 2,628,289,471,352 2,690,458,178,674 2,730,432,236,580
-0.00572 -0.00370 0.00300 0.00734 -0.00622 -0.00303 0.01502 -0.00412 -0.00723 0.00557 -0.00109 0.00438 -0.00583 0.00176 0.00810 -0.00557 -0.00168 0.00199 -0.00487 -0.00421 -0.00368 -0.00263 -0.00196 -0.00164
5.12 3.25 3.24 4.91 6.05 2.62 2.01 2.41 3.11 1.69 1.53 2.31 1.73 1.14 0.68 1.57 1.27 1.17 1.14 1.66 1.31 -0.07 1.04 1.63
FUENTE: Elaboración propia.
100
100
El Cuadro 4.4.3 muestra el PIB observado, potencial y el implícito una vez que se
aplicaron los valores de las brechas generadas por nuestra función de reacción. En el se
muestra una clara mejoría cuando se aplica la tasa generada por nuestro modelo (implícita).
Se nota un repunte del PIB implícito con respecto al observado. En general en todos los
periodos es mayor y esto nos muestra como la economía mexicana hubiera crecido a tasas
superiores a las registradas, con inflaciones “controladas”.
El gráfico que a continuación se presenta se obtiene de la siguiente ecuación:
(exp[ln[PIBob – PIBpt / PIBob-1 – PIBpt-1]] PIBob-1 – PIBpt-1)+ PIBpt = PIBob (4.4.1)
que muestra como se obtiene el PIB generado a través de hacer rezagos del PIB observado
y el PIB potencial.
Gráfico 4.4.4 PIBs Observado, Potencial e Implícito
FUENTE: Elaboración propia.
1.6E+12
1.8E+12
2.0E+12
2.2E+12
2.4E+12
2.6E+12
2.8E+12
1998 1999 2000 2001 2002 2003
PIBOBSERVADO PIBPOTENCIAL PIBIMPLÍCITO
101
101
En el Gráfico 4.4.4 se observa claramente como el PIB implícito generado por
nuestra política instrumentada que resulta de la función de reacción responde con un mayor
crecimiento al contrastarlo con el PIB observado, la mejora llega a ser mayor en todos los
trimestres estudiados y cumple con nuestro objetivo de lograr un mayor crecimiento
económico, el PIB Generado en todos los trimestres está por encima del PIB constante y
también del PIB Potencial, esta respuesta positiva es generada por nuestra i0* que responde
de una mejor manera a cualquier perturbación que se hubiera presentado en nuestra
economía .
A continuación se presentan dos gráficos que muestran las diferentes brechas, tanto
la generada como la observada:
Gráfico 4.4.5 Límite Inferior, Brecha PIB Implícito y Límite Superior
FUENTE: Elaboración propia.
-2
-1
0
1
2
1998 1999 2000 2001 2002 2003
LIMINFERIOR BRECHAPIBIMPLICITO LIMSUPERIOR
102
102
Grafico 4.4.6 Límite Inferior, Brecha PIB Observado y Límite Superior
-6
-4
-2
0
2
4
1998 1999 2000 2001 2002 2003
LIMINFERIOR BRECHAPIBOBSER LIMSUPERIOR
FUENTE: Elaboración propia.
El Gráfico 4.4.5 muestra la brecha generada por nuestro modelo y la 4.4.6 muestra
la observada, en ellas se observan el límite inferior y el límite superior, establecidas a
más/menos una desviación estándar. La volatilidad de la brecha es precisamente el tamaño
del intervalo generado por la desviación estándar alrededor del comportamiento promedio
de la brecha. Si se comparan estos resultados generados por nuestro modelo con las
observadas (Gráfico 4.4.4) se puede ver que la volatilidad inducida por nuestra política es
significativamente menor a la observada.
103
103
Cuadro 4.4.7 Variancias generada y observada
Vari(yt) Var(yt) observada
1998/01 1998/02 1998/03 1998/04 1999/01 1999/02 1999/03 1999/04 2000/01 2000/02 2000/03 2000/04 2001/01 2001/02 2001/03 2001/04 2002/01 2002/02 2002/03 2002/04 2003/01 2003/02 2003/03 2003/04
Promedio
0.5275 0.3628 0.0373 0.0987 0.0113 0.0224 0.0442 0.0621 0.0374 0.0260 0.0201 0.0007 0.0002 0.0015 0.0007 0.0000 0.0019 0.0001 0.0002 0.0021 0.0000 0.0008 0.0010 0.0005
6 %
3.6875 3.3310 3.4533 3.6690 3.7165 4.0282 4.1442 3.7952 3.5325 3.5311 3.5923 0.8569 0.3415 0.1572 0.1432 0.1249 0.0973 0.0796 0.0835 0.0810 0.0653 0.0456 0.0523 0.0325
123 %
FUENTE: Elaboración propia.
La implicación de los resultados es que el modelo logra reducir la brecha y además
lo hace con menor volatilidad como se observa en el Cuadro 4.4.7: tanto la variancia
generada como la observada y claramente la que menor promedio de crecimiento y más
estable se vuelve es la generada por nuestra función de reacción (4.3.20) por abajo del 10%,
mientras que la variancia observada es mayor y crece en más de 100%, por lo tanto es muy
volátil.
104
104
105
105
CONCLUSIONES
106
106
Conclusiones
Como se mencionó en la introducción, el objetivo de esta investigación fue analizar
la factibilidad de emplear la tasa de interés como un instrumento de política monetaria, con
doble objetivo, en México, en el periodo 1998 – 2003; y la hipótesis es que un crecimiento
del 7% teniendo la inflación y demás perturbaciones bajo control es factible empleando la
función de reacción óptima de Hernández-del-Valle [2004]. Para lograr nuestro objetivo se
presentan dos argumentos que desarrollamos en nuestro estudio: el primero, fundado en una
retrospectiva histórica respecto al mecanismo de transmisión desde la perspectiva de la
teoría monetaria; y el segundo, basado en un criterio de optimalidad presentando una
función de reacción de la tasa de interés desarrollado por Hernández-del-Valle [2004] que
contempla las perturbaciones que inciden sobre una economía como la nuestra. El resultado
conjunto de estos dos argumentos cumple con nuestro objetivo y corrobora la hipótesis de
que un crecimiento del 7% teniendo la inflación y demás perturbaciones bajo control es
factible empleando la función de reacción óptima de Hernández-del-Valle [2004], para una
economía como la mexicana.
Empleando i*0, durante el periodo de 1998 a 2003, se percibe como la economía va
mejorando, por lo tanto la brecha del producto se vuelve casi nula y se disminuye esta con
respecto a lo observado. En general se observa que la variancia generada por nuestra
función de reacción se vuelve menos volátil y por lo tanto se acerca más a nuestro objetivo,
en este caso disminuye la volatilidad y lo pronosticado es mejor a lo observado.
El cálculo del PIB implícito por nuestra función de reacción en todos los trimestres
estudiados es mayor al PIB observado, esto corrobora que nuestra i0* logra disminuir la
volatilidad de la brecha generada y logra mayor crecimiento en la economía, reconociendo
que este es un ejercicio de simulación. También se observa que la tasa de interés implícita
cumple en general mejorías con respecto a las observadas, solo se detecta un pico que se
explica por problemas en la economía de E.U.A y aplicación de política monetaria
restrictiva en la economía mexicana, pasando este periodo de alta volatilidad en lo sucesivo
se vuelve constante la tasa implícita.
107
107
En general observamos que la brecha generada es menor a la observada y así
logramos que haya un menor diferencial entre ellas para lograr nuestro objetivo, un
crecimiento de 7% anual del PIB. Tomando el periodo 1998 a 2003 se puede observar que,
la implicación de los resultados es que el modelo logra reducir la brecha y además lo hace
con menor volatilidad como se observa en el cuadro 4.4.7. Cuando se contrasta la variancia
generada como la observada, claramente la que menor promedio de crecimiento y más
estable se vuelve es la generada por nuestra función de reacción (4.3.20) por abajo del 10%,
mientras que la variancia observada es mayor y crece en más de 100%, por lo tanto es muy
volátil. La implicación de los resultados es que el modelo logra reducir la brecha y además
lo hace con menor volatilidad.
Dentro de las recomendaciones que se pueden resaltar para que el Banco de México
tenga una contribución al crecimiento económico y no solamente al control de precios,
según Alejandro Werner director de planeación económica de la SCHP y ex jefe de
investigadores del Banxico, una contribución que podría tener el BC al crecimiento de la
economía mexicana es a través de dos posturas:
1. Adoptando una política monetaria neutral: un objetivo de saldos acumulados
ahora llamado de saldos diarios igual a cero implica una postura neutral; y
2. Bajando la tasa de interés: la tasa de interés nominal como la real son
contracíclicas y anteceden al ciclo del producto. Este resultado confirma que uno de los
canales a través de los cuales la política monetaria puede afectar la actividad económica es
el canal tradicional de tasas de interés.
108
108
En nuestra investigación se utiliza una función de reacción (4.3.20), la cual arroja
una política de tasa de interés que logra claramente que el PIB implícito generado responda
a un mayor crecimiento al contrastarlo con el PIB observado. En este contexto la opinión
vertida por Alejandro Werner en el sentido de adoptar una política monetaria neutral que
permita bajar la tasa de interés y así incentivar un crecimiento de la DA. Esto permitirá
lograr una mayor credibilidad de la política monetaria para que opere de manera
contracíclica. La política monetaria por sí sola constituye el ancla nominal de la económica
y una vez que se logra y mantiene la estabilidad de precios, las autoridades monetarias
pueden entonces fijar las tasas de interés para suavizar el ciclo económico; es decir, a partir
de la consecución de la estabilidad de precios la política monetaria puede intentar ser
contracíclica.
109
109
110
110
APÉNDICE
111
111
Apéndice
Modelo monetario para una economía pequeña y abierta.
El modelo de determinación de tipo de cambio nominal, derivado de los estudios de
R. Dornbusch y Mundell-Fleming, (que asocia la economía interna con la externa), se
sintetiza en las ecuaciones correspondientes de la demanda de dinero para la economía
interna y la economía externa. Dado que la demanda de dinero, tanto interna como externa,
es función de los precios, del nivel de ingreso y de la tasa de interés respectivamente,
tenemos que:
1)
1) M t = Bo Pt + B1 Yt – B2 Rt (1) 2) M* t = Bo* P*t + B1* Y*t – B2* Rt (2)
Donde:
Mt es el logaritmo de la oferta de dinero
Pt es el logaritmo de los precios
Yt es el logaritmo del PIB (Producto Interno Bruto)
Rt es el logaritmo de la tasa de interés
Las “B” son elasticidades de la demanda de dinero con respecto a l ingreso y al nivel de
precios. En el caso específico de la tasa de interés, al estar expresada en porcentajes, serán
semi-elasticidades.
El asterisco (*) denota las mismas variables para el país extranjero.
112
112
NOTA: Estas elasticidades y semi-elasticidades se eliminan ya que no son las mismas en
las dos economías aquí estudiadas (E.U.A. y México), por el lugar que ocupan en el
comercio internacional, una desarrollada y la otra una economía emergente. Por el tamaño
de las dos economías, su nivel de producto, su tecnología, su sistema financiero, etcétera.
2) A continuación se sustituyen dichos componentes agregados de precios dentro de
la relación básica de determinación del tipo de cambio nominal, o sea, el diferencial de
precios interno y externo.
Et = Pt – P*t (3) Donde: Et es el logaritmo del tipo de cambio nominal.
3) Así, tenemos como resultado que el tipo de cambio se encuentra determinado por
el diferencial de ofertas de dinero, de nivel de producto y de tasas de interés, internas y
externas, respectivamente.
Et = (Mt – Mt*) + (Yt* - Yt) + (Rt – Rt*) (4)
4) Finalmente, como la relación que se establece básicamente es de largo plazo, se
sustituyen en dicha ecuación los diferenciales de las ofertas de dinero por el diferencial de
precios, y obtenemos la siguiente ecuación de determinación del tipo de cambio.
Et = (Pt – Pt*) + (Yt* - Yt) + (Rt – Rt*) (5)
113
113
Es decir, el tipo de cambio nominal es función del diferencial de precios, producto y
tasas de interés, entre la economía interna y la externa, respectivamente.
No se especifican cuestiones teóricas relativas al modelo, tales como el
cumplimiento de los supuestos de demanda de dinero estable, de elasticidades iguales por
lo que se elimina el supuesto ya que en realidad no son iguales, y de paridad de poder
adquisitivo (de acuerdo con la ley de un solo precio), así como sus principales limitaciones
para una economía emergente como lo es la mexicana.
En síntesis, un modelo de precios flexibles es útil para caracterizar el
comportamiento de largo plazo de las variables económicas ya que puede ayudarnos a
evaluar la política cambiaria actual de México. En ese sentido, se desprenden interesantes
conclusiones que giran en torno al favorable desempeño de un tipo de cambio flexible o
nominal, tales como la autonomía del BANXICO, la claridad y transparencia en las reglas
de política económica, y las expectativas favorables de crecimiento económico al ajustar las
variaciones internas y externas a sus valores de equilibrio de largo plazo.
114
114
115
115
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116
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