SOCIOLOGIA DE LA EDUCACIÓN (INDI)
A favor de la teoría de la reproducción
Ficha de cátedra
Adscripta en docencia para graduado: Cecilia Ángela Odetti
El presente documento, elaborado en el marco de las actividades de la adscripción en docencia para graduado, en la cátedra SOCIOLOGIA DE LA ECUCACIÓN, de la Facultad de Humanidades y Ciencia, bajo la dirección de la Prof. Titular Susana Valentinuz, resume los principales aspectos de las teorías de la reproducción abordados en el capítulo II del libro de Tadeu da Silva: Escuela, conocimiento y curriculum. El mismo se estructura en torno al concepto de “reproducción”, rescatando su historicidad, complejidad y derivaciones en educación a partir de diferentes autores que pueden ser reconocidos dentro de esta tradición. Se trata de Althusser, Bourdieu-Passeron y Bowles-Gintis los cuales son analizados comparativamente teniendo como guía tres ejes fundamentales: qué se reproduce; cómo y dónde se da la reproducción; y de qué manera observarla. El supuesto de este trabajo es rescatar el potencial heurístico del concepto “reproducción” para comprender las relaciones entre sociedad y educación.
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Universidad Nacional de Litoral
Facultad de Humanidades y Ciencias
Cátedra: Sociología de la Educación
Docente Titular: Pro/Mg Susana Valentinuz
Adscripta: Cecilia Ángela Odetti
Ficha de Cátedra.
Libro: Tomaz Tadeu Da Silva (1995) Escuela, conocimiento y curriculum. Ensayos críticos. Miño y Dávila
editores. Buenos Aires.
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La amplia utilización del concepto de la reproducción en el análisis de las relaciones entre educación y
sociedad ya posee más de veinte años, si aceptamos el ensayo de Althusser, Ideologie et appareils
idéologiques d’état, como el punto de partida de una larga y fructífera carrera iniciada por el concepto
en los años ´70. En este período la noción de reproducción y sus cultivadores pasaron de una situación
de amplio uso y prestigio a otra de abandono y desprecio generalizado.
Revisar esa historia y especular sobre las razones del ascenso y caída del concepto equivale, (…) a revisar
la propia historia de las disciplinas que centran su análisis en la educación.
Cuando la reproducción reinaba, gloriosa y soberana
La historia de la utilización del paradigma de la reproducción en educación pasa necesariamente por tres
trabajos centrales: Ideologie et appareils idéologiques d’état (Althusser, 1970); La reprodution
(Bourdieu y Passeron, 1970); Shooling in capitalist America (Bowles y Gintis, 1976).
En primer lugar, no fue por mera coincidencia que estas tres investigaciones que representaron una
ruptura radical con las perspectivas dominantes en educación, hicieran su aparición en la misma época
sin ninguna influencia mutua, o mejor, ignorándose mutuamente.
En segundo lugar, tampoco constituye una mera coincidencia el hecho de que ninguno de estos cinco
intelectuales fuese pedagogo o teórico de la educación. Las condiciones sociológicas de este último
oficio tal vez volviesen imposible que surgiera desde allí una ruptura con el paradigma tecnológico y pro-
sistema dominante (…).
Finalmente, esos tres estudios tuvieron su origen en países centrales del capitalismo. (…) Esto plantea
especulaciones sobre la relación entre esa circunstancia y el hecho de que se centraran en el concepto
de la reproducción.
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Una vez más: las teorías de la reproducción
Me centraré en tres de los más influyentes estudios, el de Bourdieu-Passeron, el de Althusser, y el de
Bowles-Gintis, a través de un análisis comparativo; tomando como ejes tres elementos que considero
centrales para una comprensión más global.
Qué se reproduce: para Bourdieu-Passeron en el proceso de reproducción social son reproducidas las
relaciones de fuerza entre los grupos o clases sociales. Esta noción indicaría unaconceptualización
relacional del proceso de reproducción.
Esas relaciones son definidas por la posesión, en cantidades diferentes por las diferentes clases sociales,
de ciertos atributos que establecen ventajas inmediatas o que son por definición socialmente
valorizados (…).
En realidad, las referidas relaciones de fuerza, que estarían en el origen de todo proceso de
reproducción social, están constituidas, por diferencias en la posesión de bienes materiales; esto es, en
aquello que Bourdieu llama campo económico. Es esa posición de fuerza la que permite que los grupos
así privilegiados confieran un valor diferencial a la posesión de bienes simbólicos (cultura, educación,
modales, etc.), la cual a su vez, permitirá que se conviertan en naturales y justas aquellas diferencias
económicas iniciales.
L a teoría de Bourdieu-Passeron se refiere especialmente a la transmisión de bienes simbólicos entre
generaciones. Los bienes simbólicos son el objeto principal del proceso de reproducción, (…). No
tenemos una teoría sobre cómo son establecidas originalmente esas desigualdades, sino sobre cómo
son legitimadas una vez establecidas.
El proceso de reproducción social se refiere a la reproducción de las relaciones de fuerza entre las
clases, supuestamente ligada a la posesión diferenciada de bienes materiales. Su verdadero objeto son
las desigualdades simbólicas que sirven de legitimación para aquellas otras desigualdades.
Para Bowles-Gintis el objeto de la reproducción son las desigualdades en la esfera económica pero, no
se refieren a desigualdades en la propiedad de los bienes económicos sino en la posición dentro de la
producción. El proceso de reproducción se refiere a las desigualdades jerárquicas dentro del proceso de
trabajo.
En Althusser la reproducción de las relaciones sociales de producción, centralizadas en sus elementos
materiales, está en el centro del proceso. Las relaciones diferenciadas de los hombres con sus medios de
producción constituyen el objeto privilegiado del proceso de reproducción. Sin embargo, realiza una
inversión al poner el énfasis en la reproducción de las relaciones ideológicas entre los hombres, las
cuales serían necesarias para aquella otra reproducción. (…)
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Cómo y dónde se da la reproducción: en Bourdieu-Passeron la reproducción se da en el campo cultural.
Son formas de relación con la cultura dominante las que son reproducidas. Es allí donde actúan los
mecanismos de reproducción. La cultura dominante es definida como “la” cultura, lo que la transforma
en capital cultural, o sea, su posesión le confiere al poseedor una valiosa ventaja en la relación entre los
grupos o clases. La reproducción reside en la forma como ese capital cultural es transmitido de
generación en generación. Pero sólo es eficaz en la medida en que las propiedades culturales se
transforman en disposiciones duraderas; esto es, se constituyen en habitus, (…).
¿Cuál es el papel de la escuela en este proceso? su función reside en legitimar las desigualdades
producidas en el ámbito de la familia, transformándolas en diferencias en los esfuerzos de adquisición
frente a la cultura escolar. O sea, ella hace que parezca que las desigualdades no se deben a injusticias
socialmente producidas sino a la falta de capacidad y talento en la adquisición escolar de la cultura.
En el modelo de Bowles-Gintis entra en funcionamiento su principio de correspondencia, por el cual la
estructura de las relaciones sociales (entendidas en sentido interpersonal) en ámbitos como la familia y
la escuela refleja la estructura de las relaciones sociales en el lugar de trabajo.
En el caso del sistema escolar, la vivencia de relaciones sociales diferenciadas sería propiciada por el
contacto diferencial con los distintos grados de enseñanza, en combinación con la experiencia
diferencial proporcionada por los distintos de escuela. Cuanto más se asciende en el sistema de
enseñanza, las relaciones sociales se tornan menos autoritarias, proporcionando la formación de
actitudes más auto-reguladas y menos exteriormente controladas.
Diferentes tipos de escuela enfatizan diferentes tipos de relaciones sociales, de acuerdo con un padrón
por el cual las escuelas a las que tienen acceso los niños de las clases destinadas al trabajo manual
enfatizan relaciones sociales de subordinación. Inversamente, en escuelas frecuentadas por niños de las
clases dominantes predominarían relaciones sociales que enfatizan el autocontrol. El efecto combinado
de esas dos características estructurales tendría como resultado final la producción de diferentes tipos
de personalidad, en correspondencia con las distintas posiciones ocupadas en la jerarquía ocupacional.
En Althusser, la reproducción ideológica dominante que contribuye a la reproducción de las relaciones
sociales de producción se da en los famosos Aparatos Ideológicos del Estado como la familia, la iglesia,
la escuela, los medios de comunicación. Estos aparatos están encargados de transmitir la perspectiva de
sociedad que le interesa a las clases dominantes, (…). El sistema escolar se destaca por su universalidad
y por su tiempo durante la cual las personas quedan envueltas en él. La escuela es el Aparato ideológico
de Estado dominante. Ella transmite las ideas dominantes a través de los contenidos escolares o
inclusive a través de rituales y prácticas que corporifican la perspectiva dominante de la sociedad. La
transmisión apropiada hacia cada clase se consigue por una distribución diferenciada de acuerdo con los
niveles escolares. (…)
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Cómo observar la reproducción: Para Bowles-Gintis se deduce directamente de su principio de
correspondencia. Constituyen evidencias del proceso de reproducción a través del proceso educacional,
aquellas instancias de la vida escolar que mimetizan la vida en el trabajo.
El proceso de reproducción puede ser observado dentro de la institución escolar en aquellas instancias
en que la estructura es paralela a la estructura del lugar de trabajo capitalista.
Para Bourdieu-Passeron el proceso de reproducción puede ser visto actuando en aquellas instancias en
que la cultura dominante es reconocida y afirmada por la institución escolar. Lo que constituye la
esencia del proceso de reproducción vía educación es el hecho de que la cultura escolar sea isomorfa a
la cultura dominante.
La primera tarea consiste en describir los elementos de esa cultura dominante (…). En la fase siguiente
se intenta divisar aquellas prácticas de la institución escolar que están sintonizadas con los elementos
de la cultura dominante. El proceso de reproducción puede ser observado en aquellas prácticas
pedagógicas de la institución escolar que usan este lenguaje cifrado.
En Althusser, el proceso de reproducción se efectúa por medio de la persuasión ideológica, a través de
ideas cuyo contenido induce a la aceptación del lugar atribuido a cada uno en la estructura de clases de
la sociedad capitalista, y debe ser buscado en aquellas instancias en las cuales el aparato ideológico en
cuestión efectúa la transmisión de la ideología (…).
En la escuela, esto se da a través de mensajes transmitidos por materias escolares ideal y
específicamente volcadas a esta tarea (…); o de manera menos explícita, por medio de mensajes
oblicuos y menos evidentes insertados en contenidos aparentemente menos ideologizados (…).
La ideología es tomada como invincrada en prácticas y rituales (la ideología tiene una existencia
material). La ideología actúa por medio de la formación de una cierta subjetividad (la ideología interpela
a los individuos en cuanto sujetos). Por último, la ideología no se define por su contenido, sino por la
representación de una relación (es una representación de la relación imaginaria de los individuos con
sus condiciones reales de existencia).
El dossier de las acusaciones contra las teorías de la reproducción
La utilización del concepto de reproducción ha sufrido todo tipo de críticas y restricciones (…)
Las diversas críticas pueden ser agrupadas en torno a ciertas acusaciones que afirman que las teorías de
la reproducción:
Son mecanicistas, reduccionistas y economicistas: las teorías de la reproducción eran
condenadas por suponer un vínculo directo, automático, no mediado y exclusivo de las
relaciones sociales de la educación y en la educación con las relaciones sociales de la producción
capitalista.
Son funcionalistas: impugnación hecha casi siempre de forma liviana y simplificadora. (…).
Supone una evaluación negativa del funcionalismo, (…).
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Suponen una total pasividad de los actores sociales: aborda una cuestión central, la del
objetivismo y del subjetivismos, de la estructura y de la acción. Apelan a aquello que el sentido
común fácilmente concibe como correspondiendo al funcionamiento de la sociedad (…).
Ignorar el conflicto, la contradicción y la resistencia: De acuerdo con este tipo de crítica, las
teorías de la reproducción suponen una sociedad en que los intereses y la ideología de la clase
dominante se imponen sobre la clase dominada casi sin ninguna oposición o resistencia. De este
último tipo de crítica nacen las llamadas teorías de la resistencia en educación, (…).
Son ahistóricas: las teorías de la reproducción tienden a congelar e ignorar la historia,
focalizando y aislando un momento específico de su incesante flujo. (…)
Ignorar o teorizan inadecuadamente las posibilidades de transformación social: al enfatizar la
persistencia de la estructura social, no sólo dejan de considerar los procesos de cambio y
transformación que ocurren de hecho, sino que además pueden contribuir a inhibir la acción
política que podría conducir a su transformación. En el campo de la educación, las teorías de la
reproducción estarían minimizando su papel en el proceso de transformación y cambio social.
(…)
Además de eso,
Serían simplistas, pesimistas y derrotistas: Así, las teorías de la reproducción constituirían una
simplificación en la dinámica social por teorizar una relación mecánica, por ignorar el conflicto y
la contradicción y por postular la pasividad de los actores sociales. Visión pesimista y derrotista.
No corresponderían a aquello que realmente ocurre: las teorías de la reproducción constituirían
una descripción inadecuada de aquello que realmente ocurre en la vida social.
De vuelta a la reproducción en Marx
Resulta extraño que (…) los trabajos que primero propusieron el análisis de la educación vía
reproducción no hayan sentido la necesidad de remitirse directamente al tratamiento de este concepto
en El Capital. (…)
Se trata de una omisión incomprensible si pensamos que El Capital puede ser considerado exactamente
como un tratado sobre la reproducción. Una de las dificultades de este concepto está en el carácter
polisémico de la palabra, (…).El problema no está tanto en la palabra en sí (…) sino en aquello que la
complementa: ¿qué es lo que está siendo reproducido?
Las teorías de la reproducción/educación colocaban como punto de partida el proceso de reproducción
social y deducían de allí la centralidad de la reproducción de la consciencia y del papel de la educación
en ese proceso. Por el contrario, en Marx, la reproducción social comienza en la reproducción de los
elementos materiales del proceso de producción.
En El Capital, reproducción (simple) se refiere a la repetición de las mismas condiciones materiales del
proceso de producción existente (…).
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Cualquiera que sea la forma del proceso de producción, debe ser continuo,
debe repetir periódicamente las mismas fases. Una sociedad no puede
dejar de producir, así como no puede dejar de consumir. Por lo tanto,
cuando es visto como un todo relacionado, y en flujo constante de su
incesante renovación, todo proceso de producción es al mismo tiempo un
proceso de reproducción. (…) (Marx, 1985a: v.II:153).
Son las características específicas del proceso de producción del capitalismo las que proveen las
características del proceso de reproducción.
Las relaciones sociales iniciales son producidas simple y exclusivamente por la mera repetición del
proceso de producción capitalista; (…).
Frente al énfasis que pone Marx en la compulsión económica, es el momento de preguntarse ¿Cómo
relacionar entonces, este aspecto del proceso de reproducción (el de las bases materiales del proceso
de reproducción social) tan enfatizado por Marx, con aquel otro (el de las condiciones ideológicas
necesarias para este proceso) tan enfatizado por nuestras conocidas teorías? Las teorías de la
reproducción en educación se desarrollaron en una dirección diferente de aquella trazada por Marx en
El Capital.
En esas teorías el proceso de reproducción social parece ser simplificado o reducido al proceso de
reproducción cultural o al proceso de formación de una conciencia inclinada a la aceptación del orden
económico y social capitalista. Aquí, reproducción social es casi un sinónimo de reproducción cultural. Es
la reproducción cultural la que lleva a la reproducción social.
Por otro lado, en Marx las inversiones ideológicas en el capitalismo son producto de las propias
características materiales del proceso de producción. El mecanismo ideológico esencial está constituido
por la percepción –por parte de la conciencia- de una inversión que existe en la propia realidad y que
deviene de la propia naturaleza del proceso capitalista de producción.
Lamentablemente, en la confusión terminológica de nuestras teorías –donde las expresiones
reproducción, reproducción social y reproducción cultural son usadas indistintamente para referirse a
los mecanismos de formación de una conciencia mistificada por la ideología- la relación entre esos
diversos proceso, tal como es concebida por Marx, quedó relegada a un segundo plano. (…) Tal vez se
haya olvidado un poco el fundamento material del proceso de reproducción social. (…)
A favor del concepto de reproducción: las razones
Centralidad, importancia y necesidad de la utilización del concepto de reproducción en el análisis de la
educación.
El análisis que Marx realiza de la sociedad capitalista continúa no sólo siendo válido, sino que además
contiene el mayor potencial analítico.
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En la esencia del análisis de Marx está el proceso de reproducción de las relaciones sociales de
producción, (…). Según este análisis, la dinámica de la sociedad capitalista es puesta en movimiento por
el proceso de autovalorización del capital. En este proceso, la reproducción de las relaciones sociales de
producción constituye tanto una exigencia como un resultado de esta búsqueda de autovalorización. (…)
De este modo, abandonar la noción de reproducción en el análisis de la dinámica educativa en la
sociedad capitalista significa simplemente renunciar a un análisis marxista de la educación, lo que es
obviamente una actitud legítima. (…)
El gran equívoco ha consistido en señalar problemas con las teorías de la reproducción en educación sin
llegar a la cuestión central: decidir si la noción de reproducción tiene o no poder explicativo.
Ninguna lectura de El Capital puede dejar de percibir la centralidad del conflicto y de las contradicciones
estructurales en el análisis que hace Marx de la dinámica social capitalista.
Hay una contradicción que se inscribe en el propio proceso de reproducción: la reproducción de una
clase que es antagónica por naturaleza al capital; esto es, el proceso de reproducción es en sí mismo
contradictoria al reproducir las clases cuyos intereses antagónicos las van a colocar en constante
conflicto. No tiene sentido oponer contradicción y reproducción.
De la misma forma, no se puede decir que el concepto de reproducción implique una desconsideración
de la actividad del sujeto humano. Lo importante aquí no es oponer actividad humana y estructura, sino
construir una teoría social que demuestre y explique cómo ellas se relacionan. El problema principal
consiste en saber cómo acción y estructura se determinan mutuamente; tarea a la que se ha dedicado
Pierre Bourdieu.
Así como oponen reproducción y contradicción, reproducción y actividad humana, ciertos críticos
oponen también reproducción y resistencia, (…).
En síntesis, el rechazo de las teorías de la reproducción no ha sido acompañado por ninguna teorización
más abarcativa o apropiada de las relaciones entre educación y sociedad. Su rechazo tampoco tiene
como base una argumentación decisiva. En un balance global, el concepto de reproducción continúa
siendo un concepto de gran importancia analítica y de un alcance teórico bastante amplio en la tarea de
comprender la dinámica de la relación entre educación y sociedad. (…).