ARQUITECTURA RELIGIOSA POPULAR EN LA HUERTA DE
MURCIA: LAS ERMITAS-1
LA historia espiritual de un pueblo, aspecto inseparable de la forma de vida de las generaciones que nos
han precedido, ha perpetuado en el transcurso de los años, la identidad de aquellos lugares donde la vida se inicia, creando un d eterm in ad o e sp ac io com o m em oria colectiva, que a su vez su sten ta toda una serie de actos en los que radica la realidad física y la virtualidad de su transcendencia.
La H uerta de Murcia, como fuente caudalosa e inagotable de evocación, constituye el punto de partida que introduce en el estudio de un patrimonio sumamente desconocido, en un arte popular que cumple con las premisas del mismo tanto en estética como en funcionalidad: ser útil, servir a una colectividad. Ante las formas establecidas, el arte religioso popular sin dejarse llevar por las modas e im posiciones institucionalizadas siempre se impone con una actitud eminentemente creadora y ajustada a las obligaciones que su existencia requiere en el medio físico. La arquitectura de las ermitas no es por ello una arquitectura de representación ni acatamiento a los valores que el Arte establece como norma, sino, y ante todo, se trata de una respuesta inmediata a las necesidades de la vida espiritual de una colectividad. La ermita representa al pueblo y el pueblo se ve reflejado en su ermita; su origen no ha sido otro que el deseo de suscitar una emoción y protección divina que conjugándose con la estética popular dan lugar a la particular idiosincrasia de este tipo de construcciones que pertenecen, sin lugar a dudas, más al m undo espiritual que al material.
Analizar este tipo de edificaciones limitándose a una visión influida por la nos
talgia no conduce más que a incompletas reconstrucciones. D e aquí la necesidad de efectuar una catalogación e inventario de lo que aún permanece y de lo que todavía no se ha transform ado, olvidado o destruido. El análisis meramente formal y riguroso de estas estructuras que ayudaron a un pueblo a seguir existiendo en un esfuerzo que se emprende con el ánimo de desvelar y conocer los secretos que aún ofrecen las premisas de una arquitectura-construcción vernácula que convive plenamente integrada con el medio que la rodea. Se trata, en definitiva, de rescatar y proteger, desde el presente, el cual invita a una seria reflexión que puede com portar una reorganización a la hora de valorar la importancia de un patrim onio vivo que permanece en el silencio y que lamentablemente poco a poco se derrumba y desaparece ante los ojos de la incomprensión.
C on este estudio pretendemos marcar los primeros pasos en el inicio de una serie de trabajos que contemplen la arquitectura de las ermitas no sólo como aquellos edificios de «ingenuo sabor popular» sino como obras emblemáticas y totalizadoras de una cultura, una época y un determinado espacio.
El estudio estará acondicionado por el motivo y fuente de vida que riega la Huerta de Murcia: el río Segura, comenzando en la margen derecha. Así, es la localidad de A lcantarilla la que iniciará una primera fase que tendrá su fin en la población de Algezares. U na segunda fase será la que nos traslade desde Los Garres hasta la Vega Baja, iniciando allí el tercer y cuarto capítulo con la margen izquierda del río, desde Santo- mera para remontarlo hasta llegar a Javalí Nuevo.
18
ARQUITECTURA RELIGIOSA POPULAR EN LA HUERTA DE MURCIA: LAS ERMITAS-1
Ermita, La voz negra, fachada. Alcantarilla.
ERMITA DE SAN FRANCISCO DE PAULA (ALCANTARILLA)
La ermita ocupa un recinto sumamente peculiar, ya que se trata del antiguo refectorio del que fue convento de Padres Mínimos que existió en la villa de Alcantarilla hasta la Desam ortización de Mendizábal. El edificio conventual, cuya disposición original ha sufrido grandes transformaciones debido a la existencia en el mismo de una fábrica, remonta sus orígenes al primer cuarto del siglo XV III, conservándose aún partes de la primitiva edificación, tales como el claustro, escalera principal y el refectorio mencionado. Este responde a las características propias de la disposición monástica: gran nave única cubierta con bóveda de
medio cañón con lunetos. El testero de la amplia nave fue m odificado al convertirse en ermita, añadiéndosele una cúpula de media naranja que configura la zona del presbiterio, que es presidida por la m oderna imagen de San Francisco de Paula y que se cobija dentro de un camarín de trazado octagonal.
Entre el numeroso repertorio escultórico que se halla en el templo, destaca un bello conjunto que en elegante urna de preciosas maderas alberga un Crucifijo de estimable talla y una Virgen Adolescente en el tránsito de la Dormición.
La fachada es escasamente representativa limitándose su esquema a un simple muro en el que se disponen puerta, ventanas y una sencilla espadaña.
19
ARQUITECTURA RELIGIOSA POPULAR EN LA HUERTA DE MURCIA: LAS ERMITAS-1
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ (ALCANTARILLA)
Erigida en el paraje conocido con el nombre de la V oz Negra, remonta sus orígenes a mediados del siglo X IX . Su estado actual es bastante deficiente siendo sus materiales los característicos de este tipo de edificaciones: manipostería y ladrillos revocados. La iglesia se inscribe en un trazado rectangular de nave única, animándose sus alzados con pilastras adosadas sobre las que monta un sencillo entablamento formado por triglifos y metopas. Cubre la nave una bóveda de medio cañón que presenta arcos fajones y lunetos. En los dos tramos intermedios, de los cuatro que conforman la ermita, se abren en sus paredes laterales cuatro hornacinas formadas por arcos de medio punto que albergan sus correspondientes altares. La fachada, revocada en un luminoso color azul, presenta puerta con arco escarzano remarcado por una pequeña moldura. Su cubierta, a dos aguas, forma un frontón que se ve perforado por una ventana circular.
En definitiva, la ermita de la V oz N egra constituye un sencillo plan, en el que tan sólo la espadaña que remata la portada de ingreso indica la función religiosa a la que está destinada, al no poseer otra posible referencia exterior que justifique el carácter sagrado del edificio.
ERMITA DE SAN ANTÓN (PUEBLA DE SOTO)
Ubicada en las cercanías de Puebla de Soto, la ermita de San Antón se encuentra en el lugar conocido popularmente como La Escudera o La Puixmarina, topónim os que tiene su explicación en el caso primero por la vinculación del enclave a la existencia de una gran casa solariega en el mismo, pro-
Ermita San Antón, fachada. La Escudera.
piedad de la familia Escudero, construcción que se mantuvo en pie hasta hace pocos años y de la que hoy sólo resta el escudo que luciría la fachada principal de dicha casa. El blasón, de estirpe dieciochesca, se presenta partido apareciendo el jefe un grifo rampante de plata sobre campo rojo, mientras que el segundo cuartel es ocupado por siete jaqueles sobre campo de oro. El término de Puixmarina viene por la proxim idad del rincón a la boquera de la acequia llamada con ese mismo nombre.
Es de destacar la belleza del lugar donde se levanta la ermita contribuyendo ello a que sea uno de los edificios de mayor encanto dentro de la arquitectura religiosa popular murciana.
La advocación de la capilla responde al
20
ARQUITECTURA RELIGIOSA POPULAR EN LA HUERTA DE MURCIA: LAS ERMITAS-1
acerbo de una de las devociones más populares en la H uerta de Murcia, debido a la relación del santo como patrón y abogado de las actividades agrícolas y ganaderas en las que lógicamente se fundamenta la economía de la zona.
El origen del recinto, sin duda, va unido al del edificio o conjunto arquitectónico civil del que form aría parte sirviendo no sólo como aglutinante religioso de la población de la zona, sino también como capilla u oratorio privado familiar de los propietarios de los terrenos.
El edificio, fechable hacia el segundo tercio del siglo X V III, es de reducidas proporciones y presenta un trazado rectangular de nave única cuyos alzados se articulan mediante pilastras adosadas sobre las que monta una arquería de medio punto de escaso resalte. La cubierta plana es, indudablemente, una reforma posterior, debida a la construcción de la casa que en la actualidad existe situada en la parte trasera de la ermita y que ha alterado notablemente la pureza arquitectónica del edificio.
Hacia el exterior presenta una austera fachada de ladrillo revocado, enmarcándose la puerta de ingreso por dos pilastras terminadas en un sencillo capitel y rematadas a su vez por dos grandes pináculos. E stos dos últimos elementos están realizados en piedra caliza. El dintel de la puerta se interrumpe para dar cabida a un óculo ovalado cuyo diámetro se dispone horizontalmente y que constituyo el único foco de iluminación del interior de la iglesia. Sobre éste aparece una hornacina de escaso fondo que presenta un grupo escultórico en relieve que aún conserva restos de policromía original, representando a la Inmaculada delante de una cruz rodeada por cabezas de querubines. La cornisa ofrece movimiento curvo, rematándose los extremos en dos
macizos pináculos. A la fachada original se le ha adosado un cuerpo extraño a ella, donde se dispone la espadaña.
En cuanto al interior, se debe resaltar el sabor popular que ha conservado no sólo en la decoración mobiliar, sino también en la perfecta sincronía entre la devoción tradicional y la actual. Así, destaca la imagen del titular de la ermita, San Antón, que ocupa la hornacina central del altar. La escultura, obra en modera policrom ada y enlien- zada, debe datarse en el siglo X IX y dentro de la escuela murciana heredera del arte de lo salzillesco, constituyendo dicha imagen un fiel reflejo de la obra realizada por Francisco Salzillo de idéntica iconografía para la cercana iglesia de Puebla de Soto.
ERMITA DEL NIÑO DE BURGOS (NONDUERMAS)
Es de origen dieciochesco, aunque la capilla ha sido recientemente remodelada dando lugar a una pésima transformación del conjunto arquitectónico.
Ubicada en la zona norte de la pedanía de Nonduerm as, destaca su curiosa advocación al N iño de Burgos. Su planta, inscrita en un rectángulo, presenta dos zonas claramente diferenciadas: el presbiterio, por un lado, y por otro, el resto de la nave cuya separación es remarcada por un arco escarzano apoyado en unas esquemáticas pilas- trillas adosadas.
La talla del titular (N iño de Burgos) es obra de principios del siglo X X , de clara tradición salzillesca, recoge la habitual iconografía del N iño bendiciendo. También resulta interesante un lienzo de principios del siglo X IX , el cual representa a la Madre de Dios en su Primer Dolor. Es un esquema compositivo tardobarroco y próximo a la obra del artista murciano Joaquín Campos.
21
ARQUITECTURA RELIGIOSA POPULAR EN LA HUERTA DE MURCIA: LAS ERMITAS-1
ERMITA DE SAN GINÉS (SAN GINÉS)
Situada cronológicamente a finales del siglo X IX , la ermita se encuentra en la pe- danía del mismo nombre. Dibuja en su planta un rectángulo, que cubre una bóveda de medio cañón. Presenta a los pies del recinto un coro.
El interior se encuentra totalmente desornamentado, al trasladarse las imágenes y mobiliario que la adornaban a la parroquia construida recientemente. En el exterior, una sencilla puerta de madera tallada, constituye el ingreso a la ermita.
ERMITA DE PEDRIÑANES (ERA ALTA)
En las inmediaciones de la Era Alta se ubica esta singular construcción religiosa del siglo XV III, que es conocida bajo el nom bre de Pedriñanes y que se encuentra bajo la advocación de San Bartolomé. Siguiendo el esquema tradicional de este tipo de edificaciones, su planta queda inscrita en un rectángulo con nave única y techumbre a dos aguas, si bien el esquema arquitectónico ha sido modificado con la adhesión al lado de la Epístola de un cuerpo de reciente construcción, que se configura a manera de pequeña nave lateral.
La fachada, de sencilla organización, se articula verticalmente con la presencia de la puerta y un óculo circular, completando su estructura la presencia de una gran torre, obra de cronología reciente, que se eleva llamativamente sobre el resto del edificio.
ERMITA DE LOS ALBURQUERQUE (ALJUCER)
Form a parte del conjunto arquitectónico de la Torre de los Alburquerque, situada
en las inmediaciones de la Acequia Norte, constituyendo uno de los más bello exponentes de la arquitectura de raigambre p o pular de la huerta murciana.
La ermita, posterior en algunos años a la vivienda anexa, se data en el primer cuarto del siglo XV III. A sí lo confirma la escritura fundacional, realizada ante el escribano público D. José Bastida el 26 de abril de 1720. En dicho documento el propietario de la hacienda D. Agustín Fernández de Lima, prebendado de la Santa Iglesia Catedral de Cartagena, solicitaba a D. Luis Be- lluga y Moneada, obispo por aquel entonces de la diócesis cartaginense, el correspondiente perm iso para la erección de una ermita en las tierras que había heredado por el fallecimiento de sus padres, D. Andrés Fernández Esteve y D a. Inés de Lima. El motivo principal que alegaba dicho señor para la construcción de este sagrado recinto era, según sus propias palabras y dado el elevado contingente poblacional que habitaba en aquellos parajes, el hecho de «no haver hermita ni Iglesia mas inmediatas que la de N uestra Señora de la Fuensanta y Pa- rrochial de Algezares que están algo distantes, mottivo porque muchas personas en los tiempos de la cria de Seda, y Eras, se quedan sin el veneficio de oír en los dias festti- vos el Santo Sacrificio de la Misa, por no abandonar sus fru tos»1.
Obtenida la oportuna licencia para la construcción y comprometido el solicitante a mantenerla decentemente adornada y surtida de los elementos necesarios, se iniciarían de inmediato las obras, dado que el edificio se vincula estéticamente a las corrientes artísticas de aquel momento. La ermita es uno de los ejemplos más interesantes dentro de esa serie de edificios destinados a paliar las necesidades religiosas de aquellos núcleos de población alejados de
22
ARQUITECTURA RELIGIOSA POPULAR EN LA HUERTA DE MURCIA: LAS ERMITAS-1
Ermita de los Alburquerqu.es. Fachada.
los grandes templos parroquiales a los que pertenecían, al tiempo que funcionaba como capilla u oratorio privado de sus propietarios.
La ermita de Alburquerque presenta una planta rectangular de una sola nave disponiéndose paralelamente a la casa-torre con la que se une por la zona de entrada. Hacia el exterior, cabe destacar la fachada de ingreso donde aparece una gran puerta adintelada y centrada por una sencilla ornamentación avenerada que es flanqueada por dos motivos decorativos a manera de roleos. Encima de ésta se dispone un óculo ovalado sobre el que a su vez se sitúa un escudo enmarcado por una cartela de cueros recortados, ello propio del siglo XV II, lo cual indica que fue aprovechado en la nueva
construcción. El escudo se presenta cortado apareciendo el jefe un brazo armado con espada ocupando el segundo cuartel tres flores de lis bien ordenadas. Todo el conjunto queda rematado por una cornisa de sinuoso perfil, cercana ya al ritmo y a la gracia del Rococó. En la parte central de este último cuerpo, se abre un hueco de medio punto donde se situaría la campana. Los extremos laterales de esta cornisa terminan en dos singulares copetes.
ERMITA DE SAN ROQUE (ALGEZARES)
Su enclave, dominando el núcleo del pueblo de Algezares, da lugar a una hermosa panorámica. La construcción de la ermita es claramente dieciochesca, aunque su origen puede ser muy anterior, tiene planta rectangular, iluminada por dos ventanas adinteladas que se disponen en el lado del Evangelio, cubriéndose su única nave con bóveda de medio cañón. El interior aparece completamente vacío y tan sólo destaca el retablo fingido que decora el presbiterio, de reciente factura.
La fachada, de sinuosa cornisa, se remata con la tradicional espadaña, que es flanqueada a su vez por dos gruesos pináculos. En la parte inferior hay una gran puerta de acceso sobre la que se dispone una hornacina de medio punto.
El estado de la construcción es sumamente lamentable encontrándose en peligro de eminente ruina.
Angeles Belmonte García Manuel Pérez Sánchez Joaquín Martínez Gil
1 A.H.M. (Archivo Histórico de Murcia). Prot. 2476, f. 70.
23