lO
ky (Apollon Ml/sagete, OedipusRex).
La erudición de Highet no esaplastante ni fastidiosa. Su libroes equilibrado y ameno, y constituye un precioso panorama de lainfluencia clásica en el mundo literario moderno, una ojea.da deconjunto destinada al lector general y, en algunos pasajes, al especialista. Enamorado como está desu tema, no es de extrañar que aveces exagere la magnitud de nuestra deuda para con Grecia y Roma."Jmaginémonos, dice, que se destruyen todos los libros, dramas ypoemas que el1 todas las lenguaseuropeas se han escrito bajo lainspiración directa de los clásicos.. o sólo desaparecerían casi todaslas obras más excelentes -la C0
media. de Dante, las tragedias deShakespe<tre, gran parte de la mejor poesía del 'siglo XIX-, sino quevarias zonas integras de la literatura europea desaparecerían por completo de nuestra mirada, como ciudades tragadas en un terremoto,sin dejar tras sí nada más que unaspocas florecillas creciendo en elborde de la gríeta, aquí un relatode aventuras caballerescas v alláuna cancioncilla de amor, 'aquí unlibro de cartas y más allá una farsa". Pero esta hipérbole no dañaal conjunto del libro, casi siempremoderado y justo. Evidentemente,ni la Divina comedia ni el Quijoteni Hallllet ni el Fausto ni losHerlllanos Karalllá:::ov se compusieron "bajo la inspiración directade los clásicos", aunque en Dantey en Cervantes, en Shakespeare yen Goethe abunden las reminiscencias clásicas. Con todo, es lo ciertoque más que 'el influjo individual ydirecto vale en esas obras el mflujo, más imperceptible, de la tradición. El escribir relatos, el contaraventuras el componer poesías, elmeditar s~bre el destino humano, elburlarse de las cosas mezquinas oidiotas no es invención de los grieO'os ni de los romanos, ni de ningúnpueblo determinado. Son ac.tividades innatas y universales. Pero losgriegos y romanos dieron forma,de manera suprema, a muchas deesas actitudes elementales y eternas, y la tradición grecolatina hasido un poderoso fremento y unafecunda inspiraciilll.
Cualquiera que sean los defectos de apreciación del libro de Gilbert Highet, cualquiera que seansus puntos flacos -¿ y qué obra deinvestigación literaria no los tiene ?--,--, en nada restan su valor esencial. Ojalá este magnífico estudiotenga todo el buen éxito que semerece.
NINA CABRERA DE TABLADA,
José Juan Tablada C1t la intimidad (con cartas JI poemasinéditos). . Serie Letras, 1 5.Impr'enta Universitaria. México; 1954. 220 pp.
La autora, esposa de José JuanTablada, nos ofrece la imagen desu marido en mangas de camisa enel mundo de la vida diaria, ya cocinando un plato exútico en la intimidad y tedio del domingo, yacomprometido en la trivialidad deuna disputa doméstica, ya en susensimismamientos, ya ejerciendo la
piedad búdica con los animales,,:;-)su sentido del humor con sus se:mej antes; además nos presenta algunos aspectos literarios y culturales del introductor del hai-kai enoccidente, que son de lo más variado v difícil de valorar; a veces,la fig~lra del maestro divulgadorempaña a la del literato, ya quefue un gran poeta -hasta hoy injustamente postergado-- que ayudóa muchos jóvenes artistas a encontrar su camino. Tablada, hombrede excepcional cultura, viaja decontinuo como embajador del artemexicano:'en Kueva York da aconocer a Orozco y a otros muchos artistas y literatos mexicanos;en varios países sustenta conferencias sobre arte mexicano, y sobreel mismo tema escribe artículos 'para los periódicos extranjeros; cuando regresa a la patria trae ideas yconsej os para los jóvenes. Comoliterato practica casi. todos. los géneros: ensayo y crítica de arte,novela, prosa lírica, poesía de varias medidas y tendencias, poemassintéticos v ultraístas. Intenta eléxito en las artes plásticas, llegando a exponer algunas de sns pintnras. Como pensador se inclina hacia la teosofía (que él llama susestudios espiri tualistas), que poneen práctica con un espíritu de caridad cristiana. Las ca¡!tas y lospoemas inéditos aumentan el interés del libro.
c. V.
JOAQUÍN ANTONIO PEÑAL()SA,
Francisco Gonzá'lez Bocanegra. Su vida y su obra. SerieLetras, 16. Imprenta Universitaria. México, 1954, 488 pp.
Su vida: nace en San Luis Po-tosí en 1824. Cnando aun es muvniño lo llevan a España, donde in;"cia sus estudios y transcurre snprimera infancia, a los trece añosregresa a México. Se radica en lacapital; buscando un ambiente propicio para sus estudios literarios,concurre a la Academia de Letrány al Liceo Hidalgo. Toma parteactiva en el mundo literario de sutiempo: su nombre era indispensable en los programas de las festividades patriótico-literarias, colahora en algunas revistas literarias,desempeña el puesto de censor deteatros, culmina su carrera con elhimno nacional. En 1854 se casa,muere eu 1861.
Su obra: escribe poco y publicamenos. Aunque conservador en pólitica, es romántico en literatura.Escribe en total sesenta y un poemas, más en el camino de la "vena"que en el del "arte"; sus fuentes deinspiración son la mujer y la patria; toda su poesía lírica es autohiográfica, directa, variaciones deltema erótico, lugares comunes delos enamorados; en los poemas cívicos cree en la providencia o destino que vela por la patria; todolo ve y califica con ojos románticos, ampara sus faltas al buengusto en la sinceridad; su valor noes otro que el de estar a la modade su época. Escribe además dosdramas en verso: Faltas y e:rp·ia(ión, que no llega a terminar, y¡'asco NIÍJle::: de Balboa, histórico,caballeresco, que parece gustar, ensus dos únicas representaciones, alpúblico, y disgust;¡r a los críticosque no son de su parcialidad. Pero
:omu ·censor de teatros es severoen la estétip y en la moral, respetando solamente a los que consideramaestros, como el poeta cómico'Bretón de los Herreros. En suDiscurso sobre la poesía mexicana,manifiesta poseer una regular cultura literaria.
Peñalosa, además de sus acertados juicios críticos sobre la vida yla obra, reúne todos los trabajosinéditos y ya publicados de Bocanegra; en conj unto, este libro resulta ser el único completo que sobre el autor se ha publicado hastala fecha.
c. V.
ABEl.ARDO CARRILLO y GARIEL,
Autógrafos de pintores coloniales. Instituto de Investigaciones Estéticas, U. N. A. Imprenta Universitaria. México,1953. 174 pp.
Este libro de Carrillo y Gariel,cuya publicación filé patrocinadarol' el Instituto de JnvestigacionesEstéticas, reúne una colección defi rmas de pintores coloniales mexicanos, copiadas directamente delos cuadros; añade una lista deautógraf<;>s de pintores coloniales,recopilada por Manuel Toussaintde varios manuscritos; así comouna N ó11lina gelle1'01 de p·intoresroloniales, que puede ser guía defuturas investigaciones.
En el prólogo, el autor exponela manera como realizó su trabajoy la utilidad que represellta tene;a la mano un catálogo de signaturás para reconocer la autenticidado la falacia de las originales, asícomo los datos pertinentes a suidentidad: lugar en que están colocadas, sus variantes caligráficas,'.u color, su configuración física,rraqueladu1'Os, y otras varias· características.
c. V.
SOCIEDAD FOLKLÓRICA DE MÉXICO, Aportaciones a la investigación folklórica de Mpxico. Cultura Mexicana, 2. Imprenta Universitaria. México,1953. 120 pp.
El objeto de este libro es ayudara los folkloristas en sus investigaciones, proporcionándoles, en unaserie de artículos, observacionesútiles a sus propósitos, y a la vezofrecer un resumen de las actividades folklóricas en México durantelos últimos cincuenta años. 1)1'1'0.)' Benwrd·illo de SahaglÍn. Relación de los tl'xtos que no aproverhó en su· obra. Su m/otodo deinvestigación. Angel María Garihay K., en este artículo analizael método que usó Sahagún pararedactar su Historia gene1'01 de lascosas de la Nueva F:spaita, inspirado en Plinio. 2) La invesfigac'iónfolklórico I'n el campo. Mis expl'j·inlcias. Virginia R. R. de Mendoza, se ocupa de la forma adecuadade recolectar datos entre el pueblo,de las cualidades y conocimientosque debe teEer el recolector queviaja en busca de materiales, deleqnipo, y de todo lo relativo a las
. investigaciones folklóricas en elcampo. 3) La serción dI' 'investirlariones '/I/usicales dl'l Insfifuto Nacional dI' Bellas A rtl's l' SI(. laborfolklórica. Baltasar San1per, relata
.~
.¿
U.NIVER'SIDAD. DE:" Mf;XICO'
como se formó el archivo musicalfolklórico, ylas diversas expediciones efectuadas entre indios y criollos.. 4) La in.veStigación folklórico-ml/sical. Vicente T. Mendoza,muestra el proceso que ha seguidoen sus estudios, que abarcan varias regiones de México y algunasdel sur de los Estados Unidos. 5)La investigación folklór.ifa en bibliotecas y arc/¡jv'os, por ErnestoMejía Sánchez. Los estudiosos queno puedan salir de viaje encontrar~n en este artículo conocimientosprácticos que les pueden auxiliaren su labor de escruti,¡tio en documentos de toda índole. 6) CinCltellfa mi.os de' invesfigacionl's folkló~ricas al México. Vicente T. Mendaza, es el encargado de elaborarel resumen histórico de esta nnevaciencia, que en MéXico s'e halla enuna etapa- inicial, pero promete jener un desarrollo intenso.
c. V. ;
EZEQUIEL CORNEJO CABRERA,
Estudio de psicología experi1I1ental en algunos grupos illdígenas de México. CulturaMexicana, 6. Imprenta Universitaria. México, 1953. 16 g
pp.
El fin que persigue este ensayoes estudiar la psique del joven inélígena mexícano en forma completa. El material humano se seleccionó en internados indígenas y escuelas rurales, entre niños de ambos sexos, nativos de casi jodas losestados de la república, de diversos grupos indígenas, alumnos deprimero a cuarto año de enSeñanzaprimaria, sus' edades fluctuabanentre los diez y los diecinueveaños; a los jóvenes de las escuelasrurales se les interrogó en náhuatl,y a los de los internados indígenas,en español, a fin de con trolar lasvariaciones que el uso de idiomasdistintos marca en la psique del indígena. El método de investigaciónque se siguió, "de acuerdo con lasdoctrinas de la psicología experimental, fué el de los tests psicométricos, apoyando los resultadosen el método estadístico para calcular los índices que acercan a larealidad. Después (le numerosaspruebas (varios miles, individualesy colectivas) de las funciones deentender, percibir-, recordar, imaginar v asociar ideas, se llegó a formar' el esquema psíquico del indígena. Algunas de las conclusionesa que llega el autor son: el indígena es distraído, sugestivo, de memoria deficiente, imaginativo, extrovertido v muy inteligente; elaborigen ~iénte preferencia por elpasado; el factor idioma hace variar su funcionamiento psíquico;el cambio de medio ambiente madi fica su mentalidad: no exist~ inferio'ridad alguna del indio frenteal mestizo. Algunas'de estas observaciones son sorprendentes: vancontra nuestros prejuicios; los datos cientí ficos demuestran que nues,tras apreciaciones a simple vistason falsas; el indio en igualdad decircunstancias econ'ómico-socialessería iglial o snperior al resto delos mexicanos, v muchas de sus deficiencias sólo ¡as determina el medio adverso en que vive.
c. V.
BARAJA D E LIBROS FRANCESE SPor Martín PALMA
TRISTAN CORBIERE, Les 01l101lrsjaulIes. Gallimard.
"... era un bretón, un marino yel desdeñoso por excelencia". Así
pinta Verlaine a Tristan Corbiere,en los primeros renglones de susPoetas malditos:' Hoy podríamosagreg~r mayores prodig,ios. Losm~de~nos -Pound y Eliot, muypnnc¡pa!mente- nos han descubierto en aquel violento solítario
a un precursor, realizador ya, de laversi ficación más audaz.
He aquí, de nuevo, su obra únicay suficiente. La enmarca un aceptable aparato crítico, e incluye algunos poemas póstumos y dos prosas.Luego, teidos quedarán complaci-
dos: el arqueólogo hallará datos,el aficionado 'medio podrá poseerun libro hasta ahora confinado a lasbibliotecas especialistas o ele lujo,v IlIlO que otro lector se embriaga~á de mar, fuerza expresiva y ritmos fecundos.
:UNlVERSIDAD DE MEXICO
MAX PICARD, Le /llande du silence. Presses Universitaires.
Páginas sueltas, mejor que librohecho, sobre un generoso tema; páITa fas cortos y reiterados que hablan, par;ldójicamente, del silencio.Gabriel Marcel trata. desde el pró- .log-o. y en vano, de justi ficar su'calidad filosófica a una luz "existencial". Nadie negará, sin embargo, v;;¡rios halla..zgos notables. y unaprosa c~ rgada, a su modo; de ciertavaga delicadeza.
~HARLES PÉGUY) Leitres et en.. tretiens. Editions de Paris.
¡ Confieso que el .~ulto de Péguy
11le despIerta reacclOlies encontralas. Por una párte, recelo de eS<t
'eyenda, fácil y heroica. de que las~Ios últimas décadas lo han ro;deado. Quisiera, mejor, toparmealgún día con el estudio sereno(¡ue su obra merece; con la comprensión madura. que viniera, delIlla vez. a superar el interminable
anecdotario. De otro lado ... t caliría ,arrancar al encendido autor deN otre' 'jellnl!sse esta aureola -temporal, familiar, afectiva- que leva como anillo al dedo? ¿Qué impresión causaría, en sus muchosdevotos, un Péguy desnudo de suhabitual vestidura de patriarca, desus cosas intimas, de sus couflictospersonales? Acaso, después de todo, convenga transigir. Hay tiempopara meditar sobre las palabras úelos libros, y tiempo para veuerarlas menudencias de la vida. Y yase sabe que el eterno· dreyfusardenlazó siempre vida y palabras, dentro de un solo drama ejemplar. N oregatearé, pues, semejante unidadmoral (unidad que sólo el farisaico- purismo de un Julien Benda seatreve a empequeñecer). y menosque nunca podría profanarla anteel despliegue de documentos e iconogra fía que aquí se ofrece. N o:a fin de cuentas, no es la divulgación incesante de papeles menores,ni el sostenido homenaje de losamigos y los hijos, lo que me re-
gna un poco. Es, simplemente,la ostensible descompensación. Allado de tanto legítimo cuchicheQ,siento que falta aún quien haya intentado universalizar sin demasiados adjetivos sentimentales la tren;enda lección humana del auténtico Charles Péguy.
MARCEL A YM'É, Les quatre '1lé
rités. Grasset.
Quizá no sea posible del todojuzgar una obra de teatro a travésde la sola lectura. Pero en la medida en que si lo sea, ésta que acabode leer y que jamás he visto representar me parece desconsoladora. N o alcanza, a lo que yo columbro, el nivel de las ~nteriores piezasde Aymé: las otras, con todos susinnegables defectos, emitían, cualmás, cual menos, eficaces destellos;herían; subian y bajaban con pareja dignidaú. Les quatre vh··itésno pasan de ofrecer un primeracto 'decoro,o (i pero t~n lejano deaqucl magni fico primer acto ele La
31
téte des aHtres, que lograba salvarla obra entera!). Lo demás se antoja voelevil, melodrama ... qué séyo. Cualquier cosa mClIOS la tramay el diálogo que eran de esperar;sede un Marcel Aymé; págano, burlón camal, mas lIttllca, antes, torpe ~n el manejo de su pluma. Aquíno hay fanlasia, ni poesía, ni humor; no hay ni siquiera cruelúad.Hay, sólo, cuatro episodios: UlIO
en que se plantea el asunto (ciertoprofesor obtiene Ull<t d raga que, al,er inyectada, produce un deseofrenético de la verdad; la conductade su esposa provoca sus cefos yél decide hacer uso de la drogapara aclarar las sospechas que ellapretende in fundadas'; la esposa,después de una tenaz oposición,
. ~~cepta a condiciún de que todossean inyedados al mismo tiempo,ella, él y los padres de ella); ytres más, que desaprovechan penosamente, salvo las divertidas esce:nas que inician el segundo, las. pocas o muchas, posibilidades de eseasunto.
EZRA POUND, The Cal1tos (Fa-'ber, London). Por Carlos FUENTES
ANGLOBIBLIOGRAFIA
Claro, Pound es un genio. Ciara,ningún poeta contemporáneo ha logrado esta forma milagrosa de ir~e
haciendo, irse descubriendo, su poema. Claro, Pound ha su frido (j gozado !) la influencia de-'Ios simbolistas, "aspira a la condición 'de lamJÍsica". Claro, con Pound los exégetas salen sobrando: aquí estáuno de los libros permal)entes delsiglo.
WILLlAM FAULKNER, AFable'(Random House, New York).
El nuevo libro 'de Faulkner -fruto de nueve años de trabajo- recrea la última semana de la vida deCristo dentro del marco temporalde la guerra de 1914-18. Los soldados de todas las naciones se amotinan en el frente, rehusando proseguir la guerra, mientras los altosmandos respectivos se alían paraimpedír que una situación de bonanza para estadistas, generales,mercaderes y la Patria, termine.Un soldado francés analfabeta,acompañado por doce discípulos, recorre los campos de batalla predicando paz y piedad: será ejecutadoen compañía de dos ladrones, después de haber rechazado la oportunidad de huir. La lenta y macizalección de hermandad y misericor.dia de Faulkner, inmersa en aquellaprosa que sabe hacer de sus defectos de oscuridad virtud última delucidez, se funda en su visión sincontingencias ni odios pasajeros, laexpuesta por el autor al recibir elPremio Nobel de Literatura: "Creoque el hombre no sólo' permanecerá: prevalecerá. Es inmortal ....porque posee un alma, un espíritucapaz de compasión y sacrificio yresistencia." No lo han entendidoasí algunos criticas norteamericanos, sorprendidos de ~Jue Faulknerno sepa distinguir entre "una guerra sin sentido" y otra dictada porla "necesidad". ¡Ay!
]OHN STEINBECK, SU/eet Thursda)' (VikingPress, NewYork).
Mr. Steinbeck retorna a CanneryRow, reiterando su ecuación favorita (prostitutas, gigolós, jugadores: ángeles, santos y mártires). Elpersonaje central es nuevamenteDoc, depositario de una saludableautosuficiencia negativa que le permite aceptar y disfrutar el.mundo
,órdido de Cannery Ro\V. Reiterados también, el sexo y la dulzuraunidimensionales, y el profundo despreCio de' Steinbeck por una formaque contenga sus poco despreciables facultades de pícaro, hermanoy reportero.
E. E. CUMMINGS, Six Nonlecittres (Oxford).
Seis no-conferencias dictadas porel poeta norteamericano en la Universidad de Harv¡¡rd. La melancoHa del intelectual norteameric;:noque perdió su oportunidad de rebelión: la reafirmación, ya yerma,de la actitud que, mejor que nadie encarnó Vachel Lindsay cuando' ciertas corrientes de la vida1!orteamericana todavía no se congelaban: "Quiero saber de la gente que da coces, quiero saber de lagente que ofrece compasión". Defensa de Ezra Pound. Memoriasde la niñez en New Hampshire.Nueva exposicióu de la verdad poética de Cummings (el Isness) : "Sila poesía es tu met<!, debes olvidartodo lo que sepa a recompensas ycastigos y obligaciones auto-estilizadas y deberes y responsabilidades, etcétera, ad infinitum y recordar sólo una cosa: que eres tú-nadie más- quien determina tudestino y decide tu fe".' Recital delos favoritos de Cummings: Dante, Shakespeare, Keats, John Donne, Swinburne. y la mímica tristedel mundo que 1.0 rechazó, que rechaza, y etel cual no puede desprenderse:
"Juan, viii, 7."Así que ahora 'hablemos deotra cosa. Este es un país librepor la educacióu obligatoria.Este es un país libre porquen;;die está obligado a comer.Este es un país libre porqueningún otro país jamás es oserá libre. Así que ahora sabéisy saber es poder ... Un datointeresante y objetivo es quela gente sencilla ama las cosascomplejas. Pero la coincidencia extraordinaria es que lagente mediocre ama las cosasde primera calidad. Esta explicación no se entiende si lascosas complejas son sencillas.Se entiende porque la gentemediocre es de primera calidad ... y ahora· seamos tontosy vámonos al Diablo".
ROBERT GITTINGS, folm Keals:The Living Year (Heinemann,Londres) .
Entre el otoño de 1818 y el de1819, Keats vive, escribe y mueresu gran poesía: Hyperion., The Eveof Sto Agnes, Ode to Psyche, LaBelle Dame Sa.lls Merei, Song ofFoiw Fa.iries, 'Ias odas To a Nighllingale y On a Grecian I!n" La111ia.En el invierno de 1819, Keats su frela hemorragia que anuncia su fin,y éste llega a principios de 1821,sin que el poeta hubiese escritonna línea más. El excelente ensayode biogra fía y critica de Gittingssc ciñe al año en que Keats, penasy amores, lecturas que se. hacensangre. paseos y cartas. anhelo ynostalgia, crea su obra. Casi al minuto, Gittings signe la sombra del·poeta menos interesado en señalarcausa~ y efectos qué en dar existencia a la ligazón metálica entrela experiencia de Keats y su obra,a la transformación inmediata a lapoesía que toda fijación en la placa de vida de Keats provocába, alas lecturas que, acaso como enninguna otra vida poética, iban haciéndose día a día carne en el verso, a la llama de acero que mantuvo a Keats, en su breve paso,Betwi:rt Da/llna.tion and
(impassion'd doy
BERTRAND RUSSELL, Human Society in Ethies and Polities(Allen and Unwin, London).
El Satán de los suburbios contesta a las críticas de racionalismoque se le han formulado. La razón -dice con Hume- sólo es ydebe ser la esclava de las pasiones:éstas dictan los problemas que larazón atiende, las pasiones señalanlos fines, fa razón explora los medios; y la razón no puede operarconsiderando fines. Russell cree yama en la verdad y la bondad, peroéstas, en tanto ideales, las percibeRusell al través de una lupa matemático-cienti fica: de ahí el auténtico susto, la ojiabierta perplejidaddel filóso fa -siempre firme en suvicio original: seguro de que todoproblema ético puede probarse conargumentos a priori- cuando nose puede demostrar que la crueldades mala de la misma manera enque se establece un dato cientí fico.Aferrado a la distinción entre juicios puros de valor (que establecen·
finc,) y operaciones racionales(que calculan medios aplicables)Hertrand Rusell se niega a percibirla fluidez desordenada úe la existencia, q'tle implica un decidir yun escoger continuos: en esta renovación reiterada, van moldeándose los valores, y no en un teoremaab in.itio. Por otra parte, "razón"en Rusell vive teiíida de "racionalismo": andamos bien lejos de laRazón humana -verdad, comunicación y amor- que entiende KarfJaspers. La segnnda parte de estenuevo libro de Rusell, deJata uncierto desencanto con su propia filosofía, i acaso la imaginación, poética e histórica, sea más persuasivaque el argumento matemático abstracto! Y aquí está, entre las dostapas, y pese a todo, una personalidad generosa y lúcida, capaz -esto es lo importante- de preocupación profunda frente a la injusticia,la persecución y el su f rimiento.
ARNOLD J. TOYNBEE y VERO
NICA TOYNBEE, Hitler's Eu:rope: Survey of Internati01zalAffairs, 1936-46 (Oxford).
Chatham Honse, con el auxiliodel profeso Toynbee, prosigue suhistoria de la guerra que todavíano admite fechas. En su breve introducción, Toynbee desprende lamoraleja de la tiranía hitleriana:será una servidumbre semejante laque los pueblos de Europa tendránque otorgar a otra dictadura si nose unen voluntariamente "eu unaépoca atómica que obliga, comoúltimo recurso, a pagar la unidada cualquier precio como única alternativa de la autodestrucción". Elcontenido del volumen poue de relieve la absoluta falta de metas yorganización, .a largo plazo, delnacismo: el único objetivo concretode la politica europea de Hitlerfué la exterminación de los judíos,Y. accesoriamente, mantener lo adquirido por el Reich en una estáticade sepulcro.
LUCIEN PRICE, Dialogues of Alfred North Whitehead (Little, Brown and Co., Boston).
Lucicn Price, del Boston Globe,goz,', de la conversación continuade Wltitehead durante los veintitantos años de I residenci a norteamericana del filósofo, imponiéndosela tarea de transcribir las pláticas,todavía frescas, a un diario. Elresul tado es este volumen vivo depercepción, curliosidad y humor.El interés de Whitehead abarca'