Ludwig van Beethoven (Bonn, 16 de diciembre de 1770 — Viena, 26 demarzo de 1827) fue un compositor y pianista alemán. Su legado musicalse extendió, cronológicamente, desde el periodo clásico hasta inicios del
romanticismo musical.
Considerado el último gran representante del clasicismo vienés (despuésde Gluck, Haydn y MOzart), Beethoven consiguió hacer trascender a lamúsica del romanticismo, motivando a la influencia de la misma en una
diversidad de obras musicales a lo largo del siglo XIX. Su arte se expresó
en numerosos géneros, y aunque las sinfonías fueron la fuente principalde su popularidad internacional, su impacto resultó ser mayormente
significativo en sus obras para piano y música de cámara. Su padre, quiena los siete años daba conciertos, quería que su hijo siguiera la trayectoriade Mozart y se convirtiera en música, al igual que él. Con la intención de
convertirlo en un nuevo niño prodigio, comenzó a enseñarle piano, órganoy clarinete a temprana edad. La tragedia de su prematura sordera le
causó un enorme desánimo, sin embargo lo anterior no imposibilitó suhabilidad para crear nuevas composiciones. A principios del siglo XX, elescritor Romain Rollard describió la vida de Beethoven en la afirmación,
"...logró hacerse notable entre los grandes músicos. Su ejemplo es la másheroica resistencia del arte moderno."
La familia de Ludwig van Beethoven, cuyos miembros contaban con unatradición musical naciente, vivía bajo condiciones modestas.El padre deBeethoven, muy impresionado por Wolfang Amadeus Mozart, quien a lossiete años daba conciertos, quería que su hijo siguiera sus pasos. Con la
intención de hacer de Ludwig un nuevo niño prodigio, comienza aenseñarle piano, órgano y clarinete a temprana edad. El estudio, sin
embargo, coartó el desarrollo afectivo del joven, que apenas serelacionaba con otros niños. En mitad de la noche, Ludwig era sacado de
la cama para que tocara piano a los conocidos de Johann, a quienesquería impresionar; esto causaba que estuviera cansado en la escuela. Ya
era usual que dejara de asistir a clases y se quedara en casa parapracticar música. Posiblemente a la edad de cinco años, enfermó de unainfección al oído medio, los padres no lo notaron; es posible que nunca
curara del todo y la falta de tratamiento ocasionara su posterior sordera.
Beethoven encuentra una vía de escape de la presión familiar en 1787cuando, con 17 años, marcha a la capital austriaca apoyado por su
mecenas, el conde Waldstein, quien sufraga los gastos que demanda elviaje y, lo más importante, le convence de sus posibilidades de éxito.Parece que durante este viaje a Viena, la capital europea de la Música,tuvo lugar un fugaz encuentro con MOzart, sobre el que mucho se hadicho: al parecer, Mozart no se impresionó al comienzo, pero cuando
Beethoven empezó a tocar piano, se acercó sigilosamente a la gente queesperaba y dijo:
"Recuerden su nombre, ¡este joven hará hablar al mundo!"
Muy pronto Beethoven dejó de necesitar de los conciertos y recitales delos salones de la corte para sobrevivir. Los editores se disputaban susobras; además, la aristocracia austriaca, quizás avergonzada por la
muerte de Wolfang Amadeus Mozart en la pobreza, le asignó una pensiónanual.Beethoven no llegó a casarse nunca. Se le atribuyen varios
romances, sobre todo entre damas de la nobleza. Quizá el gran amor desu vida fue Antonie von BIrkenstock, casada con el banquero alemán
Franz Brentano y sobrina del poeta alemán Thomas von Bullemore quienmás tarde le acompañaría con la lírica de su única ópera, Fidelio.
Con 25 años da a conocer sus primeras obras importantes: tres tríos parapiano (Opus 1) y tres sonatas para piano (Opus 2), de 1796; ademásofrece su primer concierto público como compositor profesional. Vienaacoge su música, en especial la corte, la nobleza y la iglesia. Por esa
época se desliga de Haydn, con el que no concuerda musicalmente pero aquien, a pesar de esto, dedica los tres tríos. Secuencialmente recibe
clases secretas de Schenk y del organista de la corte Albrechtsberger;deja de escribir para la nobleza y para la iglesia y se establece como
compositor independiente. Su música inicial, fresca y ligera, cambia paraconvertirse en épica y turbulenta, muy acorde con los tiempos
revolucionarios que vivía Europa.
Beethoven pasó los últimos años de su vida casi totalmente aislado por lasordera, relacionándose solamente con algunos de sus amigos a través de
los "cuadernos de conversación", que le sirvieron como medio decomunicación. Su último gran éxito fue la Novena Sinfonía, ejecutada en
1824. En los tres años finales se dedicó a componer cuartetos de cuerda yla grandiosa Missa Solemnis.
A pesar de los cuidados de su médico y el cariño de sus amigos, la saluddel maestro empeora. Esos últimos días le acompaña Franz Shubert,quien en realidad no se atrevió a visitar al maestro, pero un amigo de
ambos le mostró al moribundo las partituras de sus Lieder, queBeethoven tuvo oportunidad de admirar: "La chispa divina brilla en él,
dijo; recordando el comentario que sobre él hiciera Mozart y haciendo elcumplido que no hiciera a ningún otro músico. El 20 de marzo escribe:
"Estoy seguro de que me iré muy pronto". Y el 23, entre los estertores delmoribundo, exclama: "Aplaudid amigos, comoedia finita est ("La comedia
ha terminado"). Esa misma tarde tomó la pluma para designar a susobrino Karl legatario de todos sus bienes.
hubo un relámpago, acompañado de un violento trueno, y la habitacióndel moribundo quedó iluminada por una luz cegadora. Tras ese repentino
fenómeno, Beethoven abrió los ojos, levantó la mano derecha, con elpuño cerrado, y una expresión amenazadora, como si tratara de decir:"¡Potencias hostiles, os desafío!" Cuando dejó caer de nuevo la mano
sobre la cama, los ojos estaban ya cerrados..." Esa noche nevó.
En el funerall del genio se interpretó el Réquiem en Re menor de MOzart.Asistieron al entierro más de 20.000 personas, entre las que se
encontraba Schubert, gran admirador suyo. En su escritorio de trabajo seencontró el Testamento de Heiligenstadt, redactado en 1802, en dondeexplica a sus hermanos el porqué de su profunda amargura. También seencontró una desgarradora carta de amor dirigida a su “amada inmortal”
a la que llama “mi ángel, mi todo, mi mismo yo”. La identidad de esta
dama sigue generando discusiones hasta el día de hoy, aunque la mayoríade las tesis apuntan a la propia Antonie.