por Ricardo José Avilez Espejel
INDICE: Páginas 1 y 2
PRESENTACIÓN de la “COLECCIÓN de ENSAYOS”............... 3Anexo: Bernard J. F. Lonergan, inspirador de estas reflexiones.
Datos biográficos e indicaciones Bibliográficas............................. 7
“La Búsqueda Humanizante”
INTRODUCCIÓN ............................................................................... 11
1ª Parte: Hacia la Auto-Apropiación de la Estructura
Dinámica del Sujeto Humano: ........................................... 19
1ª Sección: El Sujeto Humano como Conocedor ............................ 21 Metas para una Reflexión Introspectiva ......................... 27
2a Sección: El Sujeto Humano Conocedor de lo Real ..................... 303ª Sección: Ámbito y Objetivos del Conocer Humano ..................... 33
Anexo Gráfico: Estilos de la Actividad Experiencial Humana
y de los procesos de Significación y Valoración............. 34
2ª Parte: Método, Metodologías y “Funciones Especializadas” en la Búsqueda Humanizante: ............................... 35
1ª Sección: Método y Metodologías I. Indagación y Dinamismo Consciente ........................... 35
II. Dinamismo Consciente y “Método” ................................. 38
III. “Método, Metodologías y Reflexión Metodológica” ........... 39
IV. El Aprendizaje de Metodologías .................................... 44
V. Investigación Reflexiva y Especialización Metodológica...... 48 VI. Horizontes Típicos de Procesos Conscientes ................. 51
1
2ª Sección: Funciones Especializadas en un Proceso Global de Indagación de “lo Humanum” .............................................. 56
3ª Sección: Descripción de las Funciones Especializadas requeridas en un Proceso Integral de Investigación .......... 61
1ª Fase: En la Investigación del Pasado ......................................... 612ª Fase: En la Investigación DESDE el Presente ........................... 66
Reflexiones Finales ................................................................... 71Anexo: Propuesta para un Taller sobre
Aspectos Metodológicos del Desarrollo Humanizante...... 75
3ª Parte: Filosofía para una “Educación Humanizante” ........ 78
Anexos: Cinco Cuadros Sinópticos en torno al Bien Humano Integral y Valores ................................. 90-94
4ª Parte: Reflexión Ética y “Eticidad” .......................................... 95
5ª Parte: Dimensión “Religiosa” Humana: Religión Básica yPluralismo en las Religiones .................................................. 103
Anexos:(1) Filosofía del Fenómeno Religioso, desde un Análisis
de la Intencionalidad Humana (Esquema)............................ 112 (2) Hacia un Ecumenismo Integral (Artículos desde el CEE)...... 117
6ª Parte: Universidad, Liberación y Calidad ................. 126
Sección 1ª: Universidad, Cultura y Justicia Social..................... 126Sección 2ª: El Desafío de los desafíos......................................... 129
Sección 3ª: Hacia Procesos Liberadores en la Planeación y Evaluación de la UIA Puebla...................................... 132Sección 4ª: Hacia un Proceso Cooperativo en la
Planeación y Desarrollo de la UIA Golfo Centro.................... 135 Sección 5ª: ¿Un Horizonte de Criterios Fundantes?.................... 143Sección 6ª: Criterios de Calidad en la Maestría en Educación
Humanista de la UIA Puebla.............................................. 146
E P Í L O G O .................................................................... 151
Centro de Estudios Ecuménicos A.C., en México.
2
P R E S E N T A C I Ó Nde la “Colección”
Por invitación de unos amigos, trato de sistematizar en esta “Colección” grupos
de documentos de muy diverso tipo. Se trata de escritos que a través de
más de veinticinco años de actividad docente e investigación reflexiva, se
han venido acumulando, sin más orden interno que el de la intencionalidad
que los ha producido en múltiples y muy diversos contextos concretos. La
colección se titula de “Ensayos”, no porque los documentos lo sean en el
sentido técnico del término, sino por tratarse en casi todos ellos de intentos
pedagógicos de comunicación simbólica: son “Ensayos didácticos”.
Para ordenarlos tomo como criterio básico de unidad la intención central
permanente y más o menos implícita que los engendró: una intencionalidad
educativa, de apoyo a un aprendizaje “humanizante”. Y, como fuente de su
diversidad, el contexto propio de cada conjunto de ellos; las circunstancias
concretas en las que fueron redactados: como apoyos a la docencia; como
guías y pistas para una investigación reflexiva, casi siempre en grupo; o
bien, como resultado esquemático de esas reflexiones.
Los documentos contienen textos, esquemas o gráficas, expresiones simbólicas,
en los que se expresan tres dimensiones inseparables de un único y
complejo contexto fundante:
1ª Dimensión: La Vida concretamente vivida es el ámbito básico; ella es el
evento que, mientras vivimos, contiene y sustenta el proceso de las otras
dos dimensiones.
3
2ª Dimensión: El proceso de Conciencia, parte de la vida vivida, que
constituye el referente limitado desde el cual se puede hablar de esa Vida.
Esta Conciencia, continua o intermitente, es un dinamismo que
ilumina u oscurece de muchas maneras y con muy diversos grados y
niveles de calidad, algunas dimensiones de la vida. La vida es siempre
mayor que la conciencia que la acompaña, y esta conciencia será también
siempre mayor que todas sus expresiones.
3ª Dimensión: Las diversas modalidades de expresión de la conciencia
son ‘palabras’ en el sentido más amplio del término, con las que se intenta
objetivar y comunicar algo de esa conciencia de la vida vivida. Las
expresiones de la conciencia acompañan siempre, a la vez que retro-
alimentan la conciencia que explicitan; la conciencia de la vida, con todo, se
manifiesta en ellas de manera parcial y simbólica, muy diversa y limitada,
más bien sólo sugerente.
Las tres dimensiones suceden simultáneamente como dimensiones de un mismo
CONTEXTO BÁSICO: la REALIDAD. Todos somos tan sólo un mínimo evento
en el proceso de “lo Real”, contexto fundante de “nuestro estar siendo”. La
Realidad es dinámica, simple y compleja a la vez; en su mayor parte
desconocida e inefable; es el Misterio de lo REAL” por antonomasia;
cualquiera de sus dimensiones y todas ellas juntas son sólo sus
‘participaciones’.
Los “Ensayos” que se agrupan son así, modalidades de expresión de una
conciencia de la experiencia docente y de reflexión producidos
durante parte de la vida de su autor. El proceso de conciencia de las
experiencias vividas y en ellos parcialmente explicitadas, constituye su
significado primario; del cual, esta “Colección” pretende comunicar tan sólo
algunas pinceladas.
4
Se presentan a continuación: (1) los Campos temáticos sobre los que versan los documentos; (2) algunos aspectos de la Intencionalidad que les da unidad; (3) los Tipos de “ensayos” que integran la colección; y (4) una breve presentación del principal inspirador de ellos: Bernard Lonergan.
1º Principales ÁMBITOS TEMÁTICOS en los que se mueven las
reflexiones expresadas en los ensayos didácticos:
El Sujeto Humano concreto: corporal, psíquico y espiritual; afectivo,
sensible, simbolizante, conocedor, libre, social e histórico, valorante y
valorizador, religioso y espiritual, autotrascendente y amante, o no.
El Método y las Metodologías del Dinamismo Consciente Humano. Las
Funciones Especializadas requeridas en el proceso global de una
Indagación de “lo Humanum”. El Método Empírico Generalizado o
“Método Trascendental”.
Fundamentos Reales de una Educación Humanizante. Bienes,
Valores y la Construcción del Bien Humano Integral.
Reflexión Ética y “Eticidad”.
Dimensión Religiosa Básica del Ser Humano y Pluralismo en las
Religiones. Hacia un Ecumenismo integral.
Universidad, Liberación y Criterios de Calidad Universitaria.
2º INTENCIONALIDADes CENTRALes1 que dan unidad a los diferentes
tipos de documentos, en medio de sus muy diversos contextos:
Un Análisis de la Intencionalidad y de la Concienticidad del dinamismo
consciente del Sujeto Humano.
La Búsqueda de la Unidad Humanizante en la Pluralidad de múltiples
ámbitos del desarrollo humano en la historia que sucede: asuntos
metodológicos, morales, religiosos y espirituales, educativos, práxicos.
La Búsqueda de Implicaciones y Exigencias de la Autenticidad
Humana.
1 La “Cura” (Sorge) Heideggeriana.
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Un mismo “Eros”: colaborar en la Construcción Histórica de una
Humanidad Auténtica, mediante una Praxis Educativa Humanizante.
3º Tipos de documentos en la “ Colección de Ensayos Didácticos :
1ª Parte: Hacia una Auto-construcción inteligente y crítica del
proceso de Humanización. La “Autoapropiación” del sujeto como
Conocedor y como Valorizador: Hacia la construcción de un
progresivo Auto-conocimiento.
2ª Parte: Método, Metodologías y Funciones Especializadas
en la Indagación de “lo Humanum”./ Propuesta de un
Taller de Reflexión Metodológica.
3ª Parte: Educación Humanizante. Bien Humano y Valores.
Construcción del Bien Humano Integral.
4ª Parte: Reflexión Ética y “Eticidad”.
5ª Parte: Dimensión Religiosa Humana y Pluralismo de las
Religiones. Hacia un Ecumenismo integral.
6ª Parte: Universidad: Horizontes, Liberación y Criterios de Calidad.
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6
4º BERNARD Lonergan: (1904-1984)
Las reflexiones incluidas en los ensayos que se comparten más abajo han
sido inspiradas, motivadas y guiadas por el encuentro intelectual de su autor con
Bernard Lonergan, S.J.: Primero, a través de la obra escrita de Lonergan desde
1966; personalmente más tarde, en Dublin, Irlanda, 1972, durante una semana
entera en la que Lonergan presenta y comenta su obra “Método en Teología”, ante
un nutrido auditorio internacional.
Bernard Joseph Francis Lonergan, Filósofo y Teólogo Jesuita, nació en
Buckingham, Ottawa, Canadá, en diciembre de 1904. A la edad de 17 años, en
julio de 1922 ingresó a la Compañía de Jesús. En ella vivió el proceso de
Formación Jesuítica propio de esa época en Canadá. Realizó estudios de Filosofía
en el Heythrop College, en Oxfordshire, Inglaterra. Cursó cuatro años de Teología,
inicialmente en Montreal y después en Roma; al final del tercer año de Teología
fué ordenado sacerdote en 1936. Después de un año de Tercera Probación (un
como segundo Noviciado al final de los estudios Jesuíticos) en Amiens, Francia,
participa en la École sociale populaire de Vanves, cerca de París.
Sus Superiores lo envían a doctorarse en Teología en la Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma (1938-40). De regreso a Canadá, enseña Teología a los
Jesuitas en Montreal (1940-46), y desde 1947 a 1953 en Toronto. En el otoño de
1953 regresa una vez más a la Universidad Gregoriana de Roma, ahora como
profesor de Teología; en donde enseña hasta la primavera de 1965. En 1959 es
nombrado perito y consultor teológico en el grupo que asesora a los obispos
canadienses durante el Concilio Vaticano II (hasta 1965).
La actividad intelectual de Lonergan, fue muy intensa y productiva toda su vida:
como escritor, como consultor y como profesor invitado en muy diversas
ocasiones y lugares de Europa, Estados Unidos y Canadá. En julio de 1965
7
regresa a su país natal, donde se le detecta un cáncer pulmonar. Es operado
oportunamente, y aún convaleciente, continúa su búsqueda central, de un Método
General para la Teología y para toda búsqueda humana.
En 1972 culmina este esfuerzo con la publicación de su obra “MÉTODO en
Teología”. Desde 1969 a 1974 participa como miembro de la Comisión Teológica
Internacional nombrada por la Santa Sede.
En 1968, revive en Lonergan la preocupación e interés de su juventud por una
teoría económica capaz de iluminar las búsquedas políticas de Justicia
Económica; búsquedas desde Europa, como las reflexiones de Teología Política
de Metz, y en Latinoamérica en los Movimientos de Liberación y en la Filosofía
y Teología de la Liberación. En 1977 se encuentra en la Universidad de Notre
Dame con Gustavo Gutiérrez, con quien concuerda sobre la ausencia de un
conocimiento serio de la Economía en esas búsquedas políticas de Liberación
social. Después de varios ensayos previos, en 1982 Lonergan dirige seminarios y
dicta conferencias sobre estos asuntos en el Boston College, de Boston, MA.2
El cáncer reaparece en otoño de 1982. Los últimos años de la vida de
Lonergan transcurren en medio de operaciones, enfermerías y una amnesia
intermitente. Muere el 26 de noviembre de 1984, pocos días antes de cumplir los
80 años de edad.
En la Universidad Jesuita de Toronto3, se ha publicado una buena parte de
la producción de Lonergan. Las Obras Completas de esa colección constará de
unos 24 volúmenes. Muchas otras editoriales y publicaciones constituyen un
amplísimo material que recoge, documenta, interpreta, critica, complementa, etc.,
la monumental obra de este ‘gran genio del siglo XX’, como fue considerado en
uno de los más recientes simposios organizados en su honor.
Existen múltiples biografías, en las que la vida intelectual y la producción de
Bernard Lonergan se documentan ampliamente. Armando J. Bravo, S.J., publicó
en la Universidad Iberoamericana de México, el año 2000, “Una Introducción a
Lonergan”. En ella, A. Bravo detalla ampliamente la vida personal del Jesuita
2 Bernard Lonergan, “Macroeconomics and the Dialectic of History”, Boston College, 1982; transcripción inédita de Nicholas Graham.
3 En la University of Toronto Press.
8
Canadiense. Añade continuas referencias a las circunstancias de la producción
intelectual de Lonergan, e incluye una amplia y completa Bibliografía.
Para el autor de las reflexiones de este ensayo, desde su primer encuentro con
Bernard Lonergan hasta la fecha, la invitación y obra del Jesuita Canadiense se
convirtieron en mucho más que un modelo a imitar; se volvieron el núcleo
inspirador de un esfuerzo reflexivo por aprender a escuchar, a comprender y a
proseguir la invitación para avanzar en una siempre inacabable
“Autoapropiación”, de la estructura del dinamismo consciente que somos como
sujetos y seres humanos. El mismo Lonergan formula explícitamente en diversos
sitios la índole y la importancia de esta “Autoapropiación”, así como la de su
invitación a buscarla incansablemente. De manera explícita habla de ambas en el
“Prefacio Original a Insight” (un Prefacio previo al publicado en el libro), y en la
introducción a su obra “Método en Teología” (1972), de las que se citan como
ejemplo unos extractos:
“Alcanzar la AUTOAPROPIACIÓN4 es una cumbre que se eleva sobre las
nubes. Llegar a la consciencia Inteligente y razonable, responsable y libre,
científica y metafísica, está muy por encima de la espontaneidad romántica y
de las profundidades psicológicas, del determinismo histórico y de la
ingeniería social, del desconcertado sujeto existencial y de los símbolos sin
descifrar del artista y del modernista. Con todo, si bien el ser humano puede
escalar la cima de su ser interior, también puede no caer en la cuenta de la
posibilidad de esa ascensión. O bien puede iniciar la escalada, pero sólo
para perderse en ella. Pero si llega a conocerse como en realidad es, sólo
podrá saber que se encuentra en el mundo para verse afligido con preguntas
a las que no responde y con aspiraciones que no cumple. Pues tal es la
paradoja del ser humano: que por naturaleza es siempre mucho menos de
lo que puede llegar a ser; y la tragedia humana consiste en que la verdad
que lo representa como en realidad es, puede caerle encima como una
4 Lonergan usa en Insight la expresión ‘conciencia racional’. En la traducción se emplea la expresión ‘autoapropiación’ , porque es el término que más adelante empleará el mismo Lonergan.
9
cortina de hierro que frustra lo que él hubiera querido pode ser” (Del Prefacio
inédito a “Insight”).
“...Espero que los lectores encuentren algo más que meros modelos en lo
que diré. Pero a ellos les toca encontrarlo. Porque el capítulo primero
sobre el método establece lo que ellos pueden descubrir en sí mismos
como estructura dinámica de su propio ser cognoscitivo y moral. En la
medida en que lo encuentren, también hallarán algo que no está expuesto
a una revisión radical. Porque esa estructura dinámica es la condición de
posibilidad de cualquier revisión.” (De la Introducción a “Método en Teología”).
En el contexto del encuentro del autor de estos ensayos con Bernard Lonergan
y desde el deseo de responder a su invitación central, las subsiguientes líneas
representan intentos, en este sentido “ensayos”, por comunicar algún fruto de un
esfuerzo pedagógico y reflexivo en áreas de la docencia y de la investigación.
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10
La “BÚSQUEDA HUMANIZANTE”
INTRODUCCIÓN
Una imagen sugerente que responde metafóricamente a la
pregunta siempre relevante ¿Qué somos como Humanos?, la
proponía hace no muchos años Philip McShane en un taller del
Lonergan Workshop en Boston, MA, USA: “Somos una piel estirada en
búsqueda”. 5
Motivado por el simbolismo de esa expresión, la traduje muy
libremente en varios talleres y seminarios de reflexión, diciendo:
“Somos una Búsqueda Encarnada en un Pellejo”.6 Explicaba la
frase, subrayando cómo nuestra vida y existencia como humanos :
1.º . Consiste básicamente en una inacabable BÚSQUEDA de
BIENES de todo tipo: biológicos, estéticos, artísticos, técnicos,
económicos, políticos, culturales, religiosos, espirituales, etc.
5 Philip McShane, Amigo y discípulo de Bernard Lonergan; bien conocido para algunos de los presentes. Su expresión original fue: “We are a Skin Stretched Search: a S.S.S.”.6 Algunos alumnos preferían cambiar “Pellejo” por “Piel o Cuero”. Sin embargo, la expresión “Pellejo”, aunque parece vulgar, está más cargada de simbolismo...
11
2.º . Tal vida y existencia humana se convierten por ello en un
deseo y búsqueda “polimórficos”, frecuentemente caóticos.
3.º . Este deseo nunca queda plenamente satisfecho en la historia
personal y social de los sujetos; lo que origina un proceso abierto,
sin límites, de búsqueda existencial de un bien total siempre mayor:
la búsqueda de un BIEN HUMANO por antonomasia; la búsqueda
¿de una“Felicidad sin límites”, como la llaman algunos?
4.º . La existencia y búsqueda humanas se encuentran siempre
limitadas; porque además de ser “pluridimensionales y polimórficas”,
corporal, psíquica y espiritualmente, suceden siempre en un
entorno intersubjetivo y social. Tal ámbito no sólo hace posible el ser
y existir humanos, sino que también los limita de innumerables
maneras. Por ello, la búsqueda Humana, potencialmente ilimitada
(de suyo) sucede históricamente de manera muy limitada (de
hecho); pero abierta siempre a una Auto-Trascendencia sin
fronteras.
5.º . La paradoja de la búsqueda humana es esta: aunque
concretamente encerrada en sus límites (en su “Pellejo”), su realidad
queda siempre abierta e invitada a una Auto-Trascendencia sin
límites: su “Vocación Humana” es la de una siempre mayor
“Humanización”.
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6.º . Bajo el símbolo “Pellejo” (o “Piel”) se sugiere la totalidad de
limitaciones en que se encarnan la vida y existencia humanas: sus
límites, tanto sociales como vitales.
Por todo ello, en estas reflexiones no se habla simplemente de la
“búsqueda humana” sino de la “Búsqueda Humanizante” :
a. Toda búsqueda que proceda de seres humanos, por su origen, bien
merece el nombre de “búsqueda humana”. En este sentido, la
expresión designa los innumerables y muy diversos tipos de búsquedas
de todos los seres humanos. Pero lo que es “Humano” por su origen,
no especifica de ninguna manera la cualidad positiva o negativa, lo
atinado o desatinado de esas búsquedas.
b. El calificativo “Humanizante” pretende designar precisamente la
cualidad positiva y atinada de las búsquedas de los seres humanos.
Surgen enseguida diversas preguntas; por ejemplo:
¿En qué sentido se habla de lo positivo o negativo, de lo atinado o
desatinado de las búsquedas humanas?
¿Con qué criterios podemos discernir la cualidad positiva,
“Humanizante”, o su ausencia o deformación negativas, “des-
humanizantes”?
¿Existe alguna realidad de la que podamos tener consciencia, y que
nos permita indagar y descubrir desde ella las condiciones necesarias
para que las búsquedas humanas estén atinadamente orientadas: las
“exigencias de una búsqueda humanizante”?
¿Qué exigencias son indispensables para que la búsqueda humana se
oriente, atinada y eficazmente, a la obtención de los Bienes requeridos
para la construcción del Bien Humano Integral: del Bien que
responda deveras al Deseo Fundamental de la Humanidad concreta; a
su “Vocación Humana”, muchas veces sólo implícita y desconocida
en la búsqueda realmente existente?
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Se trata de preguntas fundamentales, cuya respuesta tentativa ha sido objeto de
muchas reflexiones, de modos de nombrarla y de búsqueda de pistas de
respuesta. Se mencionan algunos ejemplos:
Eric Voegelin, medita y habla en torno a: la “Búsqueda de la Verdad de la
Existencia”; la búsqueda de una “sintonía con el Fundamento Divino”; la
“diferenciación noética y la diferenciación pneumática de la conciencia”.
Etc.
Xavier Zubiri indaga y escribe en torno a la original y originante “presencia,
impresión y aprehensión de la realidad”; de la “inteligencia sentiente” y de
sus ulteriores desarrollos intelectuales y racionales; de la radical
orientación hacia lo Divino. Etc.
Bernard Lonergan analiza los procesos de “diferenciación” de los contenidos
de la conciencia espontáneamente “indiferenciada”; sistematiza los
elementos implicados en la “construcción del Bien Humano Integral”, y en
los procesos humanos de “Significación”; explicita la innata “Apertura a
una Auto-Trascendencia sin límites”; describe las raíces del “Progreso y
Decadencia” en la Historia que sucede. Etc.
En todas estas propuestas, más allá de la diferencia en las preguntas y lenguajes
(“simbolizaciones de experiencias” según Voegelin), subyace una muy rica,
convergente y complementaria experiencia de búsqueda; cuyos múltiples y
diversos motivos, así como el sentido de fondo que las orienta, justifican
designar su común sustrato como “Búsquedas de Humanización”.
De la enorme riqueza contenida en las propuestas de estos y otros autores, se van
a destacar, como una interpretación de ellos, algunos rasgos básicos de la
aportación de Bernard Lonergan a tal “Búsqueda Humanizante”,.
Los cinco primeros capítulos de la obra de Lonergan “Método en Teología”,
pueden ser leídos e interpretados como una potente descripción y
explicación de elementos y dimensiones constitutivas básicas de esa
concreta “Búsqueda Humanizante”. Se elige la obra de Lonergan, no
porque se le considere superior o mejor que la de otros autores; sino
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porque es la más conocida para el autor de estas reflexiones, quien las
valora como extraordinariamente lúcidas y sugerentes; sin que esto
signifique menoscabo alguno respecto de las también extraordinarias
aportaciones de otros autores como los mencionados más arriba.
Se proponen enseguida una docena de afirmaciones en las que se expresan y
matizan, analítica y sintéticamente, aspectos básicos de la “Búsqueda
Humanizante”. Se inspiran en la obra de Lonergan, aunque no
exclusivamente; pretenden sugerir, como en un Menú, pistas para esa
Búsqueda; pretenden designar e iluminar algo de la complejísima realidad
concreta que somos; señalan algún aspecto, dimensión, característica,
cualidad, de nuestro Misterio.
Cada afirmación expresa sintéticamente solamente algo de la realidad que
estamos siendo, pero implica y exige muchos más elementos y condiciones;
por lo que hay que seguirse preguntando y seguir buscando ulteriores
respuestas a la pregunta: ¿Qué implica y qué exige cada uno de esos
elementos?
Algunas pistas de respuesta a esta pregunta básica:
¿Qué somos como seres Humanos?
1ª Somos UNA REALIDAD concreta, multidimensional, dinámica y
en proceso de actualización: la cual, está siendo corporal,
psíquica (mental) y espiritualmente.
2ª Esta realidad que estamos siendo se hace parcialmente presente
a nosotros mismos: somos una REALIDAD en parte AUTO-
PRESENTE, ‘Consciente’.
15
3ª La realidad consciente que somos nos hace CAPACES DE
RELACIONARNOS de maneras múltiples y complejas con todo
“lo otro”: con todo lo presente, aunque externo a la consciencia;
y podemos también darnos cuenta de la consciencia que
tenemos de tales relaciones:
a) De la relación consciente con otras conciencias: con otros
sujetos.
b) De la relación consciente con no_sujetos; con realidades
no_conscientes, intencionalmente presentes como “objetos”.
c) De la relación consciente con lo no explícitamente consciente
de nosotros mismos, con ‘el otro que soy yo mismo’.
d) Y en primera y última instancia, podemos darnos cuenta de
algún tipo de re-ligación con el Misterio Absolutamente Otro,
al que llamamos “DIOS”.
4ª El proceso de nuestra realidad consciente implica un conjunto de
operaciones recurrentes con exigencias de relación entre sí. De
ellas depende la calidad humana de los logros en nuestro
devenir histórico, y que éstos sean acumulativos y progresivos;
es decir, que sean un verdadero desarrollo de lo que podemos
ser. Estas operaciones y sus exigencias de interrelación,
constituyen “el Método que somos”, el llamado “Método
trascendental”.
5ª Este Método que somos implica y exige siempre, que nuestra
búsqueda sea coherente con sus exigencias innatas; aunque
de hecho nuestra vida concreta sólo tiende limitadamente a ello
en el mejor de los casos.
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En la medida en que el desarrollo del proceso humano
sea congruente o no con las exigencias propias del método de la
realidad que somos, será humanizante ó des_humanizante,
auténtica ó inauténticamente Humano, de Progreso ó de
Decadencia; en esa misma medida, tal desarrollo será
“Auténtico” ó no.
6ª La “Autenticidad Humana” se realiza históricamente mediante
procesos de auto- trascendencia; a partir de una vocación
original a ella. La respuesta a esta vocación, respuesta siempre
parcial, limitada y precaria, se convierte en una incesante
invitación, implícita ó más o menos explícita, a siempre ulteriores
y mayores trascendencias (“a mayor Gloria de Dios”).
7ª El proceso en que vivimos y existimos consiste en una búsqueda
personal y social de relaciones múltiples y diversas “con todo tipo
de bienes”: con otras realidades que satisfacen necesidades y/o
desarrollan capacidades de nuestra propia realidad. Somos
buscadores de todo tipo de bienes. Los bienes que buscamos
se convierten por ser buscados, en ‘valores’ para el ser humano.
Nuestra vida humana consiste en una incesante búsqueda y
elección de valores.
8ª Nuestra relación con los bienes buscados, siempre concretos, es
pluridimensional y compleja, es ‘polimórfica’. Analíticamente,
podemos distinguir infinitos modos posibles de relación con esos
bienes buscados: relación biofísica y bioquímica, pasiva ó activa;
pulsional-instintiva, emocional, afectiva; lúdica y estética;
intelectual, conceptual, cognoscitiva; valoral, existencial; religiosa
y espiritual; activa o no; etc. etc.
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9ª En nuestra historia concreta, la realización del método de
búsqueda que somos, consiste en continuos procesos de
significación y valoración. Somos sujetos significantes y
valorantes.
¿Qué implican y qué exigen tales procesos? . . .
10ª Nuestro desarrollo consciente es siempre limitado; pero nuestra
potencialidad de relación con todo lo otro es infinita: somos
potencialmente capaces de una relación sin límites. Esta
potencialidad existe como algo constitutivo de nuestra realidad
en tanto Humana. Se trata de una dimensión originalmente
innata. Por ella, el horizonte último de nuestra búsqueda y de los
procesos de su realización no tiene límites, es abierto y sin
fronteras. Bien puede denominarse su “Dimensión Re_ligiosa”.
11ª Surge así la pregunta sobre la realidad primera y última, de la cual
se origina y a la que tiende finalmente todo nuestro dinamismo
consciente: la pregunta sobre la Realidad_Misterio a la que
llamamos “DIOS”.
12ª El desarrollo histórico del Método que somos, de la búsqueda del
Bien Humano Integral, de los procesos de significación y de
valoración, de la re-ligación con el Misterio, etc.; sucede
encarnado en personas, las cuales vivimos en mundos de
significados y valor; éstos condicionan y/o determinan los modos
concretos de vida social y personal.
13ª El desarrollo humano del sujeto sucede encarnado en “culturas”
y se expresa en “lenguajes”7 social e históricamente
preconstruidos. 7 Empleando la palabra “Cultura” en un sentido estrictamente crítico; y el término “Lenguajes” en un sentido que abarca todos los modos de expresión, sin excluir ninguno.
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Cada una de las anteriores afirmaciones plantea un nuevo campo de preguntas a la indagación e investigación reflexivas. Los logros y respuestas resultantes serán siempre parciales, limitadas y permanentemente abiertas a ulteriores avances y enriquecimientos. En presentaciones posteriores se irán desglosando implicaciones y exigencias propias de ellas. Las formulaciones son y serán siempre revisables y mejorables. Lo irrevisable y comprobable en la propia autopresencia, es la realidad experienciada y sólo tentativamente designada mediante las afirmaciones antecedentes.
A su mejoramiento quedamos todos invitados.
1ª Parte:
HACIA la AUTO - APROPIACIÓNde la ESTRUCTURA DINÁMICA del SUJETO HUMANO
Reflexiones Iniciales: ¿Quién he sido, quién estoy siendo, quién quiero llegar a
ser? ¿Por qué estoy aquí... , y para qué?
Estas preguntas ¿qué te dicen de ti misma-o? ¿qué provocan en ti?...
1. El “Mundo” en que vive cada uno de nosotros: muchísimos mundos
limitados; mundos de lenguajes, de experiencias, de significados y valores;
¿Hay unidad en medio de tanta diferencia? Todos dentro del mismo
“Misterio de lo REAL”. . .
2. Vivimos en el “Misterio” de lo que llamamos “Realidad”. Nuestro vivir en
ese misterio de la realidad constituye nuestro “ex-sistir” (ir saliendo de un
mundo a otro): nuestra existencia.
3. Tenemos alguna experiencia de nuestro existir, al mismo tiempo que no
tenemos experiencia de gran parte de esa existencia nuestra. Tenemos
alguna con-sciencia de nuestro existir, aunque no tenemos consciencia de
gran parte de ella. Nuestro existir en la realidad es en parte “consciente”
y en gran parte “no-consciente”.
19
4. Nuestro vivir consciente consiste en una actividad compleja; la cual implica
desear, buscar, indagar, suponer, juzgar, deliberar, elegir, decidir,
actuar o no, etc.
5. Nuestra vida es así un ‘ex-sistir en el que elegimos’, tomando y dejando,
recibiendo y aportando o no. Participamos así en un mismo gran misterio: el
del “Drama de la Humanidad”.
6. La pre-historia inconsciente del proceso de esa actividad consciente (una
prehistoria físico-química, filogenética, ontogenética, bioquímica, psíquica,
etc.); y la historia consciente del proceso de la misma en cada uno; ambas
juntas, son la raíz básica de todas nuestras diferencias: nuestras
diferencias provienen de los límites en los logros alcanzados por cada uno
en la realización del común potencial de la Humanidad.
7. La Humanidad se va auto-construyendo y/o auto-destruyendo como una
auténtica Humanidad en el seno de la Realidad de la que ella misma es
partícipe, junto con todo lo que ha sido, lo que está siendo y lo que será ‘en
el instante de la totalidad del proceso histórico que es todo el tiempo’
(Glosando a Bernard Lonergan).
¿Qué implica este proceso histórico y dialéctico de Auto-construcción?
¿Qué exige la calidad de su gestación: su Autenticidad?
¿Podemos indagarlo y llegar a saberlo?
¿Cómo? . . .
En las páginas siguientes, se sugieren algunas pistas para responder a estas
cuestiones vitales.
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Primera Sección:
El Sujeto Humano como “Conocedor”
El proceso del conocer y su producto el conocimiento, antes que ser una teoría, son un
hecho concreto: un evento que recurre en la historia personal de todos y cada
uno de nosotros.
Este hecho real forma parte del proceso más amplio de la vida social e individual en la
Historia Humana: la actividad de conocer sucede en un proceso social e
históricamente vivido.
Sin embargo, el conocer y los conocimientos generados por esa actividad, no
solamente son un producto histórico en la vida social e individual; sino que
debido a su carácter relativamente autónomo de esos ámbitos, puede llegar a ser
también un factor decisivo en la transformación de esos mismo contextos que lo
contienen y condicionan.
La actividad cognoscitiva se orienta de maneras diversas, según sea el objetivo
real al que tiende, y según sea la relación que con dicho objeto se busca
establecer. Se dan así diversas modalidades del conocer, cada una de
las cuáles posee características propias. Tenemos así:
1ª El modo de conocer propio de la vida ordinaria y de la vida práctica;
el modo de conocer del llamado ‘Sentido común’.
La actividad cognoscitiva del sujeto de sentido común se orienta a
establecer alguna relación entre el mismo sujeto que conoce y los otros
ámbitos de realidad en los que ejerce su acción.
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Tal conocimiento es práctico; es de lo concreto y de lo particular.
No se trata de conocer los objetos en sí mismos (qué cosa son), sino su
relación pragmática con los sujetos (para qué sirven, cómo, etc.).
Su método es espontáneo; de suyo no explícitamente controlado.
Procede casi siempre por imitación y por ensayo–error, en un proceso
social de aprendizaje.
El criterio de su validez lo proporciona el éxito pragmático (‘por sus frutos
se conocerá’).
2ª Otra modalidad del conocer es propio de la “Búsqueda Teórica”:
No es exclusivamente el modo de conocer llamado científico, filosófico, etc.
Sucede en toda búsqueda inteligente que intente responder a preguntas
nacidas de un deseo más o menos puro de entender y saber.
Este modo de buscar entender, busca hacer inteligibles, identificar,
relacionar, ordenar, clasificar, sistematizar, etc., los contenidos de la
experiencia humana integral (no sólo sensible).
Los contenidos que la búsqueda teórica se esfuerza por ordenar son
múltiples y diversos, indiferenciados o poco diferenciados y más o menos
caóticos.
En esta búsqueda, la actividad cognoscitiva intenta llegar a establecer lo
que los objetos pueden ser en sí mismos bajo condiciones bien
delimitadas; y busca descubrir o establecer ‘relaciones invariantes
verificables’ entre ellos. Es decir, busca relaciones relativamente
permanentes, que puedan ser comprobadas de alguna manera, según el
caso.
La búsqueda teórica pretende así llegar a “explicar”, y no sólo a describir.
Sus resultados son abstractos en mayor o menor grado; pero se pretende
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que sean universalmente reconocibles y de algún modo válidos. Su
expresión consiste en discursos “teóricos”, leyes y sistemas. . .
El modo propio de proceder, el “método” de este tipo de búsqueda teórica
es explícitamente más consciente, y se tiende a controlarlo más
explícitamente. Para ello construye metodologías.
3ª Una tercera modalidad, que intenta conocer el proceso de la mismo
actividad humana que busca conocer se puede denominar
“Reflexión Introspectiva”8 o también investigación reflexiva fundante
o trascendental.
La actividad cognoscitiva pretende en esta modalidad adquirir una
conciencia cada vez más plena de sí misma; o sea, busca avanzar en el
conocimiento y apropiación de sí misma o “Auto-apropiación”.
Esta modalidad intenta descubrir el modo requerido para que la actividad de
conocer logre eficazmente su objetivo propio: un conocimiento de lo real.
Indaga el método propio de la actividad concreta que está sucediendo
como actividad consciente al mismo tiempo en que ella se está ejerciendo.
Para lograrlo, este tipo de actividad reflexiva busca:
(1) Darse cuenta explícita de las operaciones presentes en el ejercicio
concreto de la actividad consciente; y
(2) Darse cuenta de las condiciones y exigencias de relación entre esas
operaciones, para que la actividad alcance acumulativa y progresivamente
los logros de su propia ‘intencionalidad’.
Esas concretas operaciones conscientes y las requeridas interrelaciones
entre ellas, constituyen la realidad normativa del proceso de conocer, su
estructura y fundamento reales, su propio principio y método.
8 “Reflexión Introspectiva”, entendida como una actividad interior que tiende a objetivar lo que sucede en ella misma mientras se ejerce (“objetivar los contenidos de la concienticidad”: Lonergan).
23
Toda actuación de esas operaciones es una mera ‘realización particular’,
limitada y más o menos bien o mal lograda, de ese método fundante,
concretamente universal.
Este método básico está presente como una permanente exigencia de
realización, en todas y cada una de las instancias particulares en que se
ejerce limitadamente.
El proceso de esta búsqueda cognoscitiva es el de una reflexión que busca
darse cuenta de la presencia implícita del método en el sujeto que
conoce, cada vez de manera más explícita, aunque siempre limitada.
Este tipo de reflexión, además de ser teórica y científica, es ‘metodológica’;
porque tiende a objetivar descriptiva y explicativamente la estructura
metódica de la interioridad consciente.
Sus resultados, en tanto sean progresivos y acumulativos, constituyen el
fundamento teórico, sólo relativamente último, de todo tipo de conocer
humano: sea del sentido común o sea teórico, científico o filosófico. Esta
reflexión metodológica, en este sentido, es denominada por algunos,
“trascendental”.
[ Ver al final de esta Parte una imagen esquemática de la relación entre estos
“Estilos Básicos” de la Actividad Experiencial_Significante Humana ]
Apropiar reflexivamente el proceso de conocer humano consiste, por todo esto, en
llegar a conocer y a formular teóricamente, no sólo lo que sucede en ese
proceso de conocer, sino sobre todo su método propio, trascendental. De
esta manera, se puede llegar a responder de una manera suficiente,
aunque nunca completa, a las preguntas fundamentales que la
experiencia de dicho proceso plantea a la actividad cognoscitiva humana
atenta a la presencia interior de su ejercicio concreto. A saber, las
siguientes TRES PREGUNTAS, las cuales se pueden formular de muchas
otras maneras:
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1ª La pregunta sobre el proceso de la actividad que ejerce el sujeto humano
mientras busca y logra llegar a conocer algo (pregunta Gnoseológica):
¿Qué es lo que hago cuando busco llegar a conocer algo?
¿De qué operaciones puedo darme cuenta sucediendo en mi interior,
cuando me esfuerzo por llegar a conocer cualquier cosa?
¿Cuál es la unidad y la relación entre esas operaciones en la totalidad del
proceso; o sea, cuál es la estructura dinámica del mismo?
2ª La pregunta sobre la calidad de la relación que se establece entre el sujeto
que intenta conocer y la realidad presente: implica preguntas acerca de la
“objetividad" de la actividad del conocer; y sobre la ‘verdad’ del
conocimiento, su resultado final (preguntas “Epistemológicas”):
¿Por qué hacer lo anterior, es “conocer bien”, en sentido estricto?
¿cómo lo sé?
¿qué significa saber que se conoce algo de la realidad?
3ª La pregunta en torno al ámbito de lo cognoscible mediante el proceso de
conocer (pregunta “Ontológica”):
¿Qué es lo que puede llegar a ser conocido por el sujeto humano
que realice bien el proceso de conocer?
¿Cuáles son los alcances y los límites de lo humanamente cognoscible?
¿Cuál es “la estructura heurística integral” de la búsqueda y capacidad
humana de conocer e implementar lo real? (pregunta “Metafísica”)
¿Lo así cognoscible, se reduce a esos límites o puede trascenderlos:
“inmanentismo” ó “apertura a la Trascendencia”?
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¿Bajo qué condiciones es posible un conocimiento que vaya más allá de los
límites propios de la condición humana esencial e histórica? (Posibilidad y
condiciones de un conocimiento trascendente en la historia humana).
Intentar responder a estas preguntas mediante un esfuerzo personal de
investigación reflexiva, más que a través de un esfuerzo de aprendizaje de
conocimientos construidos por otros; esto es construir por sí mismo y desde
el mismo ejercicio del proceso, ‘auto-construir’, un conocimiento
personal de la actividad de conocer humana; es ‘autoapropiarse’ como
sujeto conocedor, como una realidad que de hecho conoce. Hacerlo de
manera explicativa, no sólo descriptiva, es construir una “teoría científica”
del conocer humano. Si además, tal teoría avanza hacia una respuesta
suficientemente completa a las preguntas básicas en torno a nuestra
experiencia del proceso cognoscitivo; entonces, tenderá hacia la auto-
construcción de una teoría integral del proceso de conocer humano.
Ahora bien, la finalidad propia del proceso cognoscitivo, no tiende solamente
al conocimiento de lo otro y de sí mismo; ese conocimiento se convierte
en una mediación que antecede e ilumina o no, la deliberación, la
opción y la acción. La actividad de conocer tiende al conocimiento, pero
no sólo como a un bien último en sí mismo; sino como un medio para
situarse en, y/o para transformar la realidad. Por ello, al mismo
tiempo que emergen las preguntas que plantean la necesidad de optar y
de actuar, van surgiendo nuevas necesidades de conocer; nuevas
preguntas inteligentes acerca de la misma realidad ya parcialmente
conocida. El proceso se puede reciclar indefinidamente: progresiva y
acumulativamente o no.
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Propuesta esquemática de
Metas para una Reflexión Introspectiva:
1a Se parte de la conciencia espontánea, “empírica”, de un conjunto de
operaciones presentes a mí, que identifico como cognoscitivas:
Atender a esas operaciones como un evento cognoscible es el comienzo.
Atender al dinamismo del proceso nos lleva a plantear diversas preguntas
acerca de tales operaciones: ¿cuáles son; cuántas; qué caracteriza a unas
y otras? (“diferenciarlas”); ¿qué tan frecuentemente ocurren? ¿cómo se
relacionan entre sí? ...
2a Una vez que descubro las preguntas que se plantean ante la conciencia
explícita de las operaciones auto-presentes (‘conscientes’), se trata de
buscar dar a ellas una respuesta inteligente, clara, precisa, cada vez
más “diferenciada”. El meollo, la pregunta central de todas es: ¿cuál es la
diferencia y cuáles son las interrelaciones, cuál es la estructura y cuál es la
unidad del proceso de esas operaciones?
Respondiendo a esas cuestiones habré comprendido cómo es posible
entender lo que sucede cuando busco “conocer”. La expresión conceptual
de esa inteligencia constituye mi hipótesis de lo que es conocer.
3ª Ante esa hipótesis, la pregunta que espontáneamente puede surgir es: ¿lo
que pienso que es conocer, así formulado, realmente sucede así? ¿eso es
realmente conocer?
27
Esta pregunta crítica conduce a un nuevo nivel de búsqueda inteligente en la que
se trata de establecer la relación entre lo que he pensado (entendido y
formulado) y la realidad que está sucediendo presente a mi.
Se trata de la búsqueda ‘racional’, comprobatoria o no, falsificante o
verificante, de la verdad de lo pensado: ¿lo que pienso y digo que es
conocer, es lo que está sucediendo y que está presente a mí cuando estoy
conociendo? ¿eso está siendo, y tengo una conciencia no mediatizada
(‘inmediata’) de su suceder?
Si hay identidad entre lo que digo que es conocer y lo que me doy cuenta
que está sucediendo, puedo afirmar que estoy conociendo, que soy
conocedor de hecho. Si no, lo que piense y diga del conocer, en esa
medida, aún no es afirmable como verdad reconocida.
4a Una vez alcanzado un conocimiento verdadero de lo que es conocer, sé
lo qué es conocer algo en sí mismo. Pero el dinamismo de mi conciencia
operante todavía me plantea la cuestión: si así es realmente, ¿qué
bienes, qué alternativas de acción, de valor, de utilidad, etc., nos-me
plantea esa realidad conocida?
Concluida la anterior fase del proceso reflexivo, una vez
experimentado, entendido, conocido y valorado el propio proceso
de conocer; lo que sigue en una nueva etapa, es el esfuerzo por
expresar, por formular (‘tematizar’), de una manera conceptual,
teórica y lingüística, lo que se ha llegado a conocer del proceso
cognoscitivo. La teoría así construida y expresada será uno más
entre otros muchos discursos teóricos en torno a la concreta
actividad de conocer.
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5a Lo primero, en esta segunda fase, será explicitar los ‘Fundamentos’, la
‘posición y horizonte’ desde los cuales surge esta nueva construcción: ¿Esta
construcción teórica depende de alguna teoría previa? ¿Tiene supuestos no
comprobables? ¿Cuáles son los fundamentos últimos, no sólo teóricos sino
reales, de los que depende su valor y aportación? ¿Por qué se la toma en
cuenta? ¿Por qué esta posición y punto de vista son validables?
6a Desde esa perspectiva, es preciso formular con precisión el conocimiento
adquirido acerca del conocer y de su fundamento en la realidad. Se trata de
expresarlo en una serie ordenada de proposiciones, en las que se afirme lo
que se sabe que es conocer, y se niegue lo que se sabe que no lo es: o sea,
hacer ‘buenos juicios”, bien expresados en una ‘Doctrina coherente’.
7a Una nueva meta consiste en explicar el significado de lo que se afirma o
niega en los juicios anteriores; así como la interrelación que existe entre ellos y
otras teorías o juicios pertinentes. Se busca así establecer o cuestionar la
unidad sistemática que los relaciona o ubica en el saber socialmente
adquirido: la “Sistematización”.
8a Lograda la expresión de la teoría y su explicación sistemática, toca al
esfuerzo pedagógico y didáctico de una praxis comunicativa el buscar
medios eficaces que faciliten el ejercicio y el aprendizaje de los logros
anteriores a sus eventuales aprendices. Para ello es preciso conocer al
interlocutor, sus creencias respecto del conocer, su contexto cultural y social,
etc.; encontrar las imágenes, símbolos, signos y lenguajes, las experiencias
más adecuadas para apoyar su proceso de aprendizaje existencial. El
esfuerzo didáctico es distinto cuándo se trata de comunicar logros previamente
elaborados por otros, y cuándo, en cambio, se trata de alcanzarlos por sí
mismo.
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2ª Sección:
El Sujeto como Conocedor de lo Real
Relación entre el Sujeto y los “Objetos” en su Conciencia.
Puesto que el proceso de conocer humano es cíclico y acumulativo, la relación
entre las operaciones interiores del Sujeto y sus respectivos ‘objetos’ (lo
presentado mediante esos actos), la llamada “OBJETIVIDAD”, también tiene
que ser procesual y compleja. A cada fase del proceso cognoscitivo
corresponderá una objetividad parcial; es decir, una determinada exigencia de
relación entre las operaciones y sus respectivos contenidos propios, también
parciales. Tenemos así:
1. Un primer aspecto experiencial de la objetividad , propio de las sensaciones,
afectos, sensibilidad, imaginación, percepciones, y de toda consciencia
meramente inmediata (‘empírica’). Es lo dado, precisamente como algo dado,
meramente presentado. Las presentaciones son de suyo incuestionables e
indudables, aunque difusas y residuales: “indiferenciadas”. Esto último se
descubre cuando, por medio de una ulterior búsqueda inteligente y razonable,
se diferencian y reconocen las características de ese nivel primario de
consciencia (aunque ya inteligente -Zubiri). Lo dado se reconoce entonces como
la ‘materia prima’ para la operación del puro y desinteresado deseo de
conocer; como el flujo de la conciencia empírica, como el sustrato que el Eros
del Espíritu humano puede tratar o no, de entender diferenciadamente, de
conocer, de elegir o no, de transformar o no.
2. Una segunda modalidad de la relación S-O, es la demanda interna de una
objetividad inteligente, ‘diferenciada y normativa’. Se manifiesta como una
exigencia indispensable para que el desarrollo del ‘deseo puro y desinteresado
de conocer’, de suyo abierto y sin restricciones, no sea interferido o desviado
por otros deseos y miedos, también propios del ‘polimórfico’ sujeto humano.
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La apertura, la ausencia de restricciones, y el desinterés propios del
deseo puro de conocer, cuyo único interés es conocer bien, son el
fundamento de esa exigencia normativa en la búsqueda inteligente.
3. Se llega así a un tercer aspecto de la objetividad: la demanda de una
‘Objetividad ab-soluta’, de una relación libre de condiciones, con fundamento
en lo real. Se llega a ella en los juicios singulares bien hechos:- ‘Juicios Bien
hechos’, en la medida en que en ellos se exprese y afirme que se han
cumplido de manera constatable las condiciones por las que lo afirmado o
negado era, antes del juicio, sólo condicionalmente afirmable o negable. Se
trata de una in-condicionalidad (ab-solutez) relativa y sólo de hecho; ‘relativa’ al
conjunto de condiciones pertinentes que sean reconocidas como tales, y que
se reconozca que han sido cumplidas de hecho.
4. Las tres anteriores, son dimensiones parciales de una “Objetividad global”: la
principal y compleja objetividad del conocer. Esta, tiene como contexto
indispensable la totalidad estructurada9 de posibles conocimientos
verdaderos10, en la medida que deveras sean conocimiento, y no sólo
experiencias, imaginaciones, ideas, conceptualizaciones hipotéticas, teorías,
creencias, prejuicios, etc.
Algo de tal objetividad es humanamente posible, en tanto existan seres
distintos, algunos de los cuáles se conocen a sí mismos como sujetos de
conocimiento y que conocen a lo otro como objeto, y en algunos casos
también como sujetos del mismo proceso cognoscitivo.
Como parte de esa totalidad es posible diferenciar lo que es sujeto y lo que
es objeto en el proceso de conocer, así como el tipo de relación e identidad
variable que hay entre ambos.
9 Asintóticamente.10 Utópica.
31
Esta totalidad de conocimientos es humana y tendencialmente posible; se
puede ir dando, limitada y gradualmente, en la medida en la que exista una
conciencia cada vez más plena, un conocimiento en sentido estricto del
proceso cognoscitivo y de su método propio.
Como actualidad plena, tal conocimiento y objetividad absoluta es exclusiva
de una Inteligencia Absoluta, necesariamente Incondicionada, absolutamente
y en concreto: Sólo Dios.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la respuesta a la pregunta
epistemológica queda básicamente resuelta: Sé que conozco
algo, cuando, además de experienciarlo de algún modo, lo
comprendo inteligentemente, y puedo afirmar algo de esa
comprensión inteligente como incondicionada de hecho en su
circunstancia, en concreto. O bien, como necesariamente
incondicionada, pero sólo en abstracto, en tanto se prescinda de
sus circunstancias.
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3ª Sección:
Ámbito y Objetivo Global del Conocer:
Desde la perspectiva de una reflexión introspectiva y trascendental, una vez respondidas las preguntas básicas en base a la constatación empírica, inteligente y razonable de lo que es conocer, y de la relación que este conocer establece con la realidad (objetividad); resulta evidente que el Objetivo global del Conocer consiste precisamente en todo lo que ya ha sido conocido y todo lo que puede llegar a ser conocido: en todo lo que puede ser objeto de un entender ilimitadamente abierto, universal, irrestricto.
Este ámbito, es precisamente lo que podemos reconocer como Objetivo Global del Conocer, lo que aquí denominamos el “SER”. El ámbito de tal SER es idéntico al de la REALIDAD; puesto que lo que supuestamente no-sea, sería supuestamente una ‘nada de ser real’: supuestamente no pertenecería a la totalidad sin límites que denominamos “lo Real”; se negaría precisamente esa ilimitación, y se estaría afirmando y negando al mismo tiempo que algo no es de lo real, pero que sí es algo más allá o fuera de lo real: se trataría de una concepción espacial y contradictoria de lo real.
Se puede seguir preguntando si la nada es algo, o qué es. La única respuesta no contradictoria, inteligentemente objetiva e incondicionalmemte afirmable como tal, sería que no es.
Seguir preguntando por el ser de un supuesto no-ser, aunque es posible y ha sido hecho varias veces, contradice totalmente la exigencia de una objetividad inteligente que se ha reconocido como una exigencia propia del deseo y proceso humanos de conocer; tal y cómo la reflexión introspectiva propuesta puede llegar a constatar y establecer una y otra vez en el concreto ejercicio humano de la búsqueda cognoscitiva.
< = = = >
33
MAPA ESQUEMÁTICO de ESTILOS de ACTIVIDAD EXPERIENCIAL y de SIGNIFICACIÓN HUMANAS
La elipse circundante simboliza la Realidad de la que es parte y en la que sucede la Actividad Experiencial Humana.
Junio de 2005 Elaboró: R J A E
34
ESTILOS en los Procesos de Desarrollo de la HU ACTIVIDAD EXPERIENCIAL HUMANA M
+ ATENTA A Siempre es: + INTELIGENTE y CRÍTICA N
+ RESPONSABLE, ó No I + Z ó 1. Exp. de SENTIDO COMÚN: 2. Exp. TEÓRICA: A NO + INDIFERENCIADA: + + DIFERENCIADA C Biol. Estét. Intel. ‘AUTO Científica y/o I
Dramática, APROPIADA’ : Filosófica y Ó Religiosa ... Teológica N
Etc. 3. Actividad Experiencial
+ “S A P I E N C I A L”
L
Parte 2ª:
1ª Sección: MÉTODO Y METODOLOGÍAS
EN LA BÚSQUEDA HUMANIZANTE
I° Indagación y Dinamismo Consciente
Toda indagación humana consiste e implica fundamentalmente una búsqueda de
consciencia de lo real (y en este sentido, búsqueda de conocimiento).
Indagar consiste en un esfuerzo por llegar a conocer algo de la realidad
propia; de la realidad de algo ya realmente presente, pero todavía no
conocido, de algo desconocido, pero que es meta de un esfuerzo cognitivo
y valoral.
En este sentido, toda indagación anticipa de alguna manera el conocimiento y
opción a la que se pretende llegar. La indagación anticipa algo aún no
conocido, ante lo cual todavía no se toma posición. Toda indagación
comienza como una anticipación del conocimiento y decisiones a que se
puede llegar. Este punto de partida es así una “noción heurística”.
Esta característica inicial del esfuerzo cognitivo humano, su índole “intencional y
heurística”, revela una característica propia de su dinamismo interno. El
dinamismo consciente se manifiesta como una búsqueda que parte desde
lo ya conocido’, para indagar algo solamente conocido como algo
desconocido.
El sujeto humano indaga así en torno a lo que está nocionalmente presente a sí
como pregunta y deseo, y/o como situación problemática; busca llegar a
entenderlo siempre más y mejor; reflexiona para constatar de alguna
manera la índole de realidad que compete a posibles inteligencias de lo
nocionalmente presentado; evalúa y delibera (valora), para llegar a afirmar
o negar posibles cualidades (“valores”) de la realidad y bondad de esas
35
inteligencias, en relación consigo mismo y/o con otros sujetos y
circunstancias; decide asumir o rechazar, para conservar o transformar,
más o menos libremente o no, esa realidad así reconocida y valorada. En
suma, se opta y toma posición ante alguna realidad, desde la consciencia
que se tenga de ella; desde una consciencia que puede ser, más o menos,
buen conocimiento y valoración de esa realidad, o no.
Surge así una tensión dinámica entre un punto de partida y una sucesión de metas
por alcanzar. Una tensión que desencadena, guía, mantiene y orienta la
indagación y el esfuerzo de la actividad intencional del ser humano. Se trata
de la tensión propia de una búsqueda, de un deseo de conocer, de una
indagación mediante la cual se genera lo que formalmente significa y vale
para el sujeto la realidad nocionalmente presentada. Indagar, por esto,
forma parte de un proceso de significación.
Mediante sus procesos de indagación, el sujeto humano crea los mundos de
significados y valores en que vive con otros; crea culturas, en un sentido
estrictamente crítico del término. En esos mundos de significado y valor
generados por la búsqueda humana se realiza, constructiva y/o
destructivamente, el drama de la Historia Humana.
Entre otras múltiples modalidades en que sucede la indagación humana, se
pueden diferenciar, por ejemplo, las de aprender y de investigar:
Mediante la actividad de aprender, el o la aprendiz busca hacer propio
algo socialmente ya conocido y valorado, pero que es aún desconocido
para él o ella.
Mediante el investigar, en cambio, el investigador-a se orienta a
descubrir y producir, progresiva y acumulativamente, nuevos
conocimientos. El objeto de búsqueda en la investigación es algo
socialmente aún desconocido. Este objeto se hace presente al
investigador ‘nocional y heurísticamente’, como preguntas a las que
busca responder inteligentemente y/o como descripción de una situación
que se le presenta como problema vital, social, histórico; para el que
busca aportar pistas de solución inteligentes y eficaces.
36
El objeto propio de la investigación está así presente como algo socialmente aún
no conocido, aunque nocionalmente ya presente como problema y/o
como pregunta-s.
Sin embargo, aunque los objetos del aprendizaje y de la investigación pueden ser
diferentes, pertenecen al mismo horizonte de un punto de vista en
continuo movimiento. Por ello, que existe una muy íntima relación entre
ambos: lo que para el aprendizaje es una meta por alcanzar (aprender lo ya
conocido para otros), se convierte en un punto de partida para la
investigación (indagar más allá de lo ya conocido, hacia lo todavía no
conocido).
Pero tanto esta meta como ese punto de partida, son sólo el aquí y ahora de un
mismo ámbito de objetos en continuo movimiento. Ese campo común se
manifiesta en el ámbito de preguntas significativas que tanto el
investigador-a como el-la aprendiz pueden hacerse en ese mismo "aquí y
ahora".
Aprender e investigar son así, sólo dos entre las muchas otras modalidades del
proceso que actualiza la tensión heurística propia del dinamismo
consciente.
A través de todas las modalidades del mismo proceso consciente, se realiza un
tránsito desde lo desconocido a lo conocido: desde lo meramente dado y
percibido, a lo más o menos bien comprendido; desde una inteligente
comprensión más o menos compacta e indiferenciada de algo, a una
gradual diferenciación, conocimiento y valoración de la misteriosa presencia
en nosotros de la realidad de lo otro, de los otros, de sí mismo y del
“Misterio del SER”, en el sentido de Misterio de todo lo cognoscible,
incluido el de su Origen radical; de todo lo cognoscible en sí mismo,
aunque no necesariamente para la capacidad humana.
37
II°. Dinamismo Consciente y “ MÉTODO ”
Los procesos a través de los que se actualiza el dinamismo consciente son muy
complejos. Respecto de ellos podemos preguntarnos, entre otras muchas,
las siguientes cuestiones:
¿Estos procesos se realizan mecánica y automáticamente?
O bien, ¿pueden realizarse o no realizarse; realizarse más o menos bien o
mal; pueden alcanzar su meta o no alcanzarla?
¿Pueden, además, suceder más o menos deliberada, libre y
responsablemente o no?
En la primera alternativa, si el proceso estuviera predeterminado y se llevase a
cabo siempre correctamente, resultaría superflua una preocupación por el
‘método’ del dinamismo del que procede; ya que los procesos alcanzarían
espontáneamente, por sí mismos, los resultados buscados: serían procesos
mecánicamente eficaces. No así, por lo contrario, en los demás supuestos.
En todos ellos, los procesos serán correctos y eficaces o no, lo serán más o
lo serán menos. ¿Por qué? ¿de qué depende la calidad propia y específica
de los procesos conscientes? 11
Ahora bien, antes que el esfuerzo consciente suceda en campos específicos de
aprendizaje, de investigación, de comunicación, etc.; es en sí mismo un
esfuerzo, un deseo de conocer, una tensión heurística, una intención (un
tender a: un in-tendere). El método de aprendizaje y/o de investigación,
resultan ser meras determinaciones particulares de ese mismo e idéntico
proceso humano de indagar, cuyo modo correcto y eficaz de realizarse,
constituye el MÉTODO BÁSICO de REALIZACIÓN del DINAMISMO
CONSCIENTE HUMANO. Este Método es básico en toda búsqueda
humana, en todo tipo de indagación, y por ello, es también básico para el
método de aprender, de enseñar, de investigar, de comunicarnos, etc.
11 El término ‘calidad’ se emplea aquí con un significado más amplio y radical que el que se le atribuye usualmente en el discurso empresarial ; aquí significa ‘validez cualitativa’, ‘autenticidad’, genuinidad’.
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Tal método básico del proceso consciente humano, subyace y es constitutivo
de todo método particular y especializado de indagación. Cualquier método
cognoscitivo, para conocer esto ó aquello en particular, para este o para
aquel otro fin, en uno o en otro campo del mundo humano del saber,
consiste en una modalidad particularizada del mismo método básico;
respecto del cual, cualquiera de esas modalidades dejaría de ser correcta,
eficaz y sobre todo, auténticamente humana.
La búsqueda reflexiva de las exigencias básicas del método propio y
constitutivo del dinamismo consciente humano, tanto en el investigar y
en el aprender, como en toda otra modalidad especializada del mismo
dinamismo; adquiere entonces toda su pertinencia y relevancia, en tanto
que de su logro progresivo dependerá la calidad del discernimiento que es
preciso hacer en torno a la autenticidad y valor humanos de todo ejercicio
del mismo dinamismo y de sus resultados.
III°: “MÉTODO, Metodologías y Reflexión Metodológica”
Se pueden diferenciar con nitidez y precisión los significados de los términos
“Método”, “Metodología” y “Reflexión Meotodológica”; a pesar de que
con frecuencia se los confunde:
En general, el modo concreto, correcto y eficaz de lograr los
fines buscados mediante una actividad, constituye lo que se
puede llamar ‘el método propio’ de la actividad correspondiente.
Tal modo, es el proceso que se requiere realizar para lograr lo
que se busca; es el camino que esa actividad necesita recorrer
para llegar a los resultados esperados (de ahí el término griego: ‘Meta-
Ödos’, con camino).
39
Por otra parte, el deseo, la búsqueda, el esfuerzo consciente por
reconocer el método propio de alguna actividad, constituyen una
reflexión metodológica:
‘Reflexión’, porque consiste en un ‘volver consciente sobre
algo’ previo o concomitante; un volver sobre algo ya ejercido o
que se está ejerciendo, sea bien o mal.
‘Metodológica’, porque en la reflexión se pregunta y responde
a ¿qué es lo que hago...?; la atención se fija en el camino que
se está caminando, se piensa y dice qué se está haciendo al
caminarlo. Se trata de darse cuenta explícita del método; se
busca lo que implica y exige ese ejercicio metódico. Esta
reflexión consiste en atender, concebir y expresar el método
como “palabra” (como lógos”).
Los resultados del deseo y esfuerzo por conocer y expresar ese
método, su explicitación consciente y su formulación, constituyen
por ello, ‘metodologías del método’: ’palabras sobre ese
método’.
El término ‘método’ designa el modo de caminar el camino que
se camina; la realidad de la cual las metodologías intentan
concebir, formular y afirmar algo. ‘Método’ designa una realidad
presente pero desconocida, que una ‘reflexión metodológica’
intenta conocer, expresar y ejercer mejor.
Existen por ello, cuando se trata de procesos conscientes
especializados, muchas y diversas metodologías; muchos modelos y
técnicas metodológicas. Por ejemplo, metodologías para el aprendizaje,
para la enseñanza, para conocer, para comunicarnos, para investigar, y
para cualquier otro ejercicio de la actividad consciente humana. Esta
multiplicidad y diversidad de metodologías suele con frecuencia volverse
más o menos caótica, confundir a los estudiosos del ‘método’ y generar
problemas, a la vez metodológicos y epistemológicos:
40
¿Cuál entre todas esas metodologías, modelos o técnicas, y hasta
dónde y por qué, expresa mejor los requisitos propios del método
realmente correcto y eficaz para lograr lo que en cada caso se
pretende?
¿Se pueden elaborar o no y cómo, criterios que permitan distinguir los
alcances y los límites de validez de todas esas metodologías,
modelos y técnicas particulares?
Más aún, ¿qué nuevos criterios ayudan a crear nuevas metodologías,
modelos y técnicas que mejoren las existentes?
Estas cuestiones expresan el ámbito de una reflexión metodológica básica.
Delimitan campos de reflexión para una búsqueda que no pretenda
solamente encontrar información acerca de “metodologías” existentes para
elegir entre ellas. Son cuestiones para una reflexión que trate de discernir,
más allá de tal información, el alcance y el valor de esas metodologías, así
como de crear las nuevas metodologías que sean necesarias. Las
preguntas plantean el ámbito de una reflexión que busca tocar fondo; que
intenta lograr criterios que permitan discernir la relación de cualquier
metodología con esa realidad desconocida que fundamenta en última
instancia su validez: criterios que sean expresión válida aunque limitada
del “Método”.
Una reflexión metodológica radical, en conclusión, necesita indagar y llegar a
reconocer, siempre más, exigencias del método básico del dinamismo
consciente humano; exigencias propias del modo de operar de la
actividad consciente e intencional del ser humano; condiciones requeridas
para que ese modo propio de la actividad consciente humana, alcance las
metas y los fines a los que connaturalmente tiende su dinamismo.
Tal “método básico” es parte constitutiva de la realidad humana
concreta: es el modo de operar correctamente, propio del dinamismo
consciente, y por ello su “método normativo en última instancia”.
41
Ese mismo “método básico” es el fundamento real de todo método
particular de la actividad consciente del ser humano; a la vez que la
realidad fundante y el principio normativo, primero y último, de la validez de
todos sus resultados: es el “método fundante” de todo modo de buscar,
de indagar, de pensar, de aprender, de conocer, de investigar, de deliberar
y elegir, de actuar, de amar, etc.
Se puede describir ese Método Básico como “una estructura dinámica, propia
y normativa de las exigencias de interrelación entre las recurrentes
operaciones conscientes que generen los resultados acumulativos y
progresivos a los que connaturalmente tiende su dinamismo.” 12
Las ’exigencias normativas’ de este Método Básico consisten así en un conjunto
de condiciones que hacen posible genuinas realizaciones de la actividad
consciente humana. Son aquellas condiciones que, si se cumplen, harán
posible la ‘connatural realización del método propio de esa actividad,
una realización en sintonía consigo misma’; por lo cual, son requeridas
por el mismo método.
Estas exigencias están siempre empíricamente presentes al sujeto humano en
toda operación consciente; pero sólo de manera implícita y no
inmediatamente reconocida como condición requerida. Por ello mismo, son
siempre detectables reflexivamente, aunque aún no lo hayan sido aún
explícitamente en la actividad de la mayor parte de los sujetos humanos
concretos.
En la medida en que las exigencias básicas de este Método básico, sean
conscientemente atendidas, reconocidas, expresadas y ejercitadas, irán
siendo EXPLÍCITAMENTE APROPIADAS como EXIGENCIAS del
MÉTODO HUMANO de BUSCAR y LOGRAR BIEN todo lo que esa
búsqueda puede pretender ‘en sintonía con ella misma, connatural y
auténticamente’.
12 Glosando la noción que propone Bernard Lonergan, en Método en Teología, cap. 1° & 1.
42
En esa misma medida iremos estando en relación operativa y
explícitamente consciente con la raíz y fuente, con el principio y fundamento
real, de CRITERIOS que nos permitan valorar las múltiples y diversas
metodologías de procesos conscientes especializados.
Por ello, el resultado que busca una reflexión metodológica fundante
que realmente lo sea, irá siendo una “metodología fundante” : una
metodología en la que se expresen, siempre de manera limitada, algunas
exigencias básicas del método propio y fundante del dinamismo
consciente humano.
El Método fundante, cuyas exigencias básicas se pretende descubrir, concebir,
formular y apropiar operativamente, no consiste en una teoría metodológica
derivada o procedente de algún sistema teórico.
Se trata de una realidad concreta, consciente y operante, a partir
de la cual se originan y en la que se fundamentan en última instancia, todas
las teorías, todo sistema, o cualquier otro resultado de la actividad
consciente humana. Las exigencias metódicas de las que depende la
autenticidad de nuestras actuaciones de esa realidad, a pesar de que se
realizan bien o mal en todo nuestro operar, y aunque suceden siempre de
manera inmediatamente presente al sujeto (de manera ‘implícita-, pre-, sub-
consciente’); son, a pesar de todo ello, una realidad desconocida para el
sujeto.
Se trata de un tipo de realidad sólo heurística y nocionalmente
cognoscible, mediante una reflexión sobre la actuación consciente
concreta. Se trata de una realidad sólo reconocible a través de un proceso
reflexivo que la objetive progresivamente en el mejor de los casos, aunque
siempre de manera limitada y perfectible.
Podemos, con todo, constatar experiencialmente (‘empíricamente’),
que esa realidad consiste en una estructura de operaciones recurrentes e
interrelacionadas, inmediatamente presente a nosotros. Puesto que siempre
que ejercitamos nuestra actividad consciente, esas operaciones y sus
43
exigencias de interrelación intrínseca, están inmediatamente presentes de
manera implícita en nuestra misma actuación; precisamente porque es
‘consciente’. O sea, podemos verificar reflexivamente en nuestra propia
actuación consciente, esa presencia explícitamente no manifiesta, pero
manifestable, del Método del dinamismo consciente que opera en nosotros.
No solemos atender a esa estructura metódica de nuestro ejercicio
consciente, ni la indagamos espontáneamente. Por ello no es fácilmente
comprendida, pensada y reconocida. Es necesario indagarla
reflexivamente; es preciso esforzarse por llegar a formular en
metodologías cada vez más precisas, sus exigencias básicas, y es
necesario llegar a constatar de esa misma manera reflexiva y empírica, la
incondicionalidad de esas formulaciones en los hechos. 13
IV° APRENDIZAJE de Metodologías e “INVESTIGACIÓN REFLEXIVA”
Las Metodologías que expresen algo del Método fundante de la actividad
consciente humana, cualquiera que sea el campo o el fin de su realización,
jamás podrán ser fruto de una deducción o de una mera explicitación a
partir de alguna teoría previamente establecida. Se trataría entonces de
metodologias, sí, pero no fundantes en última instancia. Serían nuevas
teorías, dependientes a su vez de esos previos productos teóricos de la
misma actividad consciente. Su validez dependería de la validez de esas
teorías y marcos teóricos de que provienen y que las mediatizan.
13 Las formulaciones, en tanto que son expresión significante de algún ulterior significado, son siempre condicionadas. Pero si se constata en casos particulares que las condiciones pertinentes han sido cumplidas, el condicionado pasa a ser un in-condicionado fáctico en esa particular circunstancia, un ‘virtualmente incondicionado’’.
44
El aprendizaje de una metodología fundante, consiguientemente, para ser
efectivamente tal, no puede ser sólo objeto de un aprendizaje nocional, sólo
teórico. En tal caso, lo que se aprendería sería sólo una metodología más,
por exitosa que resulte; pero sin llegar a ser precisamente alguna expresión
del método básico, único fundamento real en sí mismo.
Este aprendizaje requiere necesariamente de una indagación y de un
aprendizaje reflexivo y práxico. Es decir, requiere de una indagación-
aprendizaje en la que el sujeto descubra por sí mismo y en sí mismo
esas exigencias básicas del método concretamente operativo en el
simultáneo ejercicio de su actividad consciente. Se requiere que formule en
criterios operativos lo que descubra de esas exigencias; en criterios que
puedan ayudar a ser más congruente con ellas en su actuación consciente.
En resumen, el aprendizaje de esta metodología básica exige:
1. Aprender, indagando reflexivamente.
2. Descubrir por sí mismo en la propia operación consciente, y hacer
operativamente propias, siempre más y mejor, exigencias básicas del
método propio del conocer humano; exigencias que son desconocidas
como tales, aunque están siempre presentes en toda actuación consciente.
3. Aprender a formular esas exigencias básicas, a medida que van siendo
reconocidas, en metodologías relativamente fundantes, siempre abiertas a
nuevos descubrimientos y a nuevas formulaciones.
4. Aprender a especializar esas metodologías en diversas modalidades
específicas de su realización concreta.
5. Aprender a emplear el conocimiento logrado de algunas de esas
exigencias básicas como criterios de discernimiento, ante la multitud,
diversidad y complejidad de las metodologías existentes en el mundo de la
investigación, del aprendizaje, de la comunicación, (‘científicas’ o no).
6. Se trata, en suma, de aprender a AUTOAPROPIAR, operativa y
reflexivamente las EXIGENCIAS BÁSICAS del MÉTODO HUMANO de
BUSCAR, de CONOCER, de ELEGIR, de ACTUAR, de AMAR.
45
7. Y, en la medida en que todo ello llegue a ser concretamente operante, de
aprender a “HUMANIZARNOS AUTÉNTICAMENTE”.
Que este intento no sea superfluo y sí muy conveniente y necesario, es evidente
para quien no se contente con adaptarse a los paradigmas establecidos
en los ámbitos especializados de la práctica y/o teoría. Es indispensable,
para quienes busquen aportar crítica y creativamente al desarrollo y
perfeccionamiento del conocimiento y de la acción en su propio campo de
trabajo profesional y vital. Es necesario, en cualquier hipótesis, para que el
dinamismo consciente humano pueda ser asumido y ejercitado más
deliberada y eficazmente en toda acción; para que sea así, más explícita y
realmente “humanizante”.
Tal es la “investigación reflexiva” a la que se NOS invita. No se afirman sus
resultados; los cuales serían meramente hipotéticos para todo aquél que no
los descubra, verifique, asuma y haga propios por sí mismo y en sí mismo,
precisamente como verdaderos y reales. Tal reflexión conlleva además, un
proceso siempre abierto de progresiva construcción de una sólida teoría
integral del conocer, del elegir, del actuar consecuente y del amar.
Un progresivo conocimiento metodológico y su empleo responsable y crítico,
proporcionarán progresivamente criterios de discernimiento básicos para
ejercitar mejor las diversas funciones necesarias para llegar a tomas de
posición genuinamente responsables, creativas y eficaces en toda
búsqueda humana.14 A tomas de posición genuinamente “práxicas”, en
tanto lleguen a estar más en esa connatural sintonía con las exigencias de
su propio Método.
De no avanzar en tal empeño, la actividad humana de búsqueda
seguirá siendo más ó menos eficaz; pero difícilmente crítica y creativamente
responsable. La consecuencia social de su ausencia, será que las
búsquedas seguirán corriendo el riesgo y sucumbiendo a él con frecuencia,
de convertirse en nuevas instancias de una acrítica conservación y
reproducción de lo históricamente preconstruido; sin que se cuestione y
14 Funciones heurísticas, dialécticas, analécticas, críticas y fundantes, por ejemplo.
46
discierna a fondo su valor y autenticidad. Lo anterior, en gran parte de los
casos de actividades humanas que no se autotrasciendan así,
conscientemente, conlleva el riesgo de colaborar en la perpetuación de los
deshumanizantes procesos de dominación establecidos.
La reflexión metodológica fundante consiste, según todo lo anterior, en una
INVESTIGACION REFLEXIVA sobre el MÉTODO PROPIO del
DINAMISMO CONSCIENTE HUMANO.
¿QUÉ SIGUE?: ¿Cómo aprender a historizar las exigencias metódicas de la
actividad consciente en campos particulares y para fines diversos?
Estas exigencias particularizadas no serán más que ulteriores
concreciones de las exigencias específicas básicas del conocer humano.
Serán las exigencias de ATENDER BIEN, de ENTENDER BIEN, de
VERIFICAR BIEN, de HACER BUENOS JUICIOS sobre la realidad de lo
entendido; de RESPONDER BIEN al valor significado, y de REALIZARLO
BIEN y eficazmente.
Sólo que ahora tales exigencias serán más especializadas, según
sea el campo, el fin y el objeto específico de cada búsqueda particular.
Glosando a Ortega y Gasset, podemos decir que son las exigencias del
BIEN ACTUAR, propias “del Ser Humano en su Circunstancia”.
47
V°. Investigación Reflexiva yESPECIALIZACIÓN METODOLÓGICA
Mediante el proceso de INVESTIGAR, se pretende realizar el paso de ‘lo
socialmente desconocido a lo ya conocido’. El método propio del proceso
de investigación consiste en el modo concreto como este proceso avanza
desde su punto de partida, hacia las sucesivas metas que necesita ir
alcanzando para lograr la transformación final a la que se dirige: a la
transformación del conocimiento socialmente ya producido, así como de los
horizontes del mismo, y con ello a la solución de problemas de toda índole.
La actividad que ejercite tal método será concretamente un proceso social
complejo.
Una metodología fundante que se vaya logrando a través de
esfuerzos de auto-apropiación del método consciente humano,
proporcionará una teoría verificable en la que se expresen exigencias
básicas del proceso de conocer en sí mismo. Se logrará así, una
metodología suficientemente válida para normar ulteriores
especializaciones concretas de la misma actividad de conocer.
Este conocimiento de las exigencias normativas del fundamento de
toda actividad consciente, incluirá la actividad de investigar y permitirá
determinar algunos rasgos básicos de la estructura metódica compleja
del proceso de la investigación en su totalidad.
Se trata, en consecuencia, de explicitar la estructura dinámica del
proceso investigador global; la estructura de las funciones básicas
requeridas por el método fundante, en la totalidad, complejidad y unidad
social del proceso de investigar; considerando a éste como una totalidad
histórica y social, y no sólo como un proceso individual.
Dado que el proceso de investigación concreto, implica siempre una
actividad cognoscitiva históricamente determinada, estará siempre normado
por la estructura básica del dinamismo consciente.
48
Pero esa estructura irá siendo particularizada, según sean los
diversos horizontes y según sean los diversos mundos de objetos y fines
que históricamente especifican toda búsqueda de conocimiento. Estas
determinaciones históricas hacen de la investigación una investigación con
tal o cuál ‘apellido’. Por ejemplo: investigación ‘matemática’, investigación
‘científica’; investigación ‘en’ ciencias clásicas y/o ‘en’ ciencias
estadísticas, ‘en’ ciencias naturales y/o ‘en’ ciencias humanas; ‘en’
ciencias y/o ‘en’ filosofía; ‘en’ filosofía científica y/o ‘en’ filosofía del sentido
común; etc., etc.
Surge con ello una mayor multiplicidad y diversidad de técnicas,
modelos y metodologías en la investigación, según sea la determinación
histórica de los investigadores y de sus búsquedas particulares. Esta
especialización de los procesos cognitivos que constituyen la
investigación en todas sus manifestaciones, depende fundamentalmente
de diversos factores que se combinan entre sí concretamente en diversas
dosis :
a) Depende de los diferentes tipos de intereses y de fines que pueden
mover a los investigadores en su búsqueda; de necesidades o deseos
sociales . . .:
de informarse;
de conocer posibles significados de esa información;
de conocer críticamente, desde y más allá de esa posible
significación, los procesos históricos que realmente han
estado o están en proceso;
de tomar posición ante alternativas más o menos opuestas;
de fundamentar en realidades suficientemente conocidas las
propias tomas de posición existenciales y teóricas;
de afirmar y/o negar críticamente, de ‘juzgar bien’, con
fundamento en datos, algo de la comprensión lograda;
49
de sistematizar la inteligencia expresada en esos juicios bien
hechos, relacionándola con otros conjuntos de la inteligencia y del
saber humanos;
de comunicar algo o todo lo anterior, a diversos tipos de sujetos
(más o menos especialistas en algún ámbito, o no). Sea para
informarles y/o para explicar lo que esa información puede
significar; sea para convencerlos de la veracidad de tales
significados y/o para persuadirlos a realizar alguna acción; etc.
b) Depende también de los diversos tipos de obietos que se pretenda
conocer. Por ejemplo: relaciones abstractas u objetos matemáticos;
fenómenos naturales; eventos y fenómenos humano-sociales; hechos y
procesos históricos; conflictos dialécticos, teóricos y prácticos; realidades
que trascienden lo fenoménico, etc. En cada caso, el proceso cognitivo
íntegro adopta nuevas modalidades en su modo de proceder.
Emergen así metodologías particulares: “muy diferentes en las
matemáticas, en las ciencias naturales, en las ciencias humanas, en la sociología;
y con todo, no se da ninguna transición que vaya de la atención a la inatención, de
la búsqueda a la indiferencia, del deseo de entender el significado al desinterés
por él, de la actitud crítica a la ausencia de ella, de la responsabilidad a la
irresponsabilidad" 15.
Es decir, que lo que se especializa en cada nueva modalidad es
precisamente el modo de atender, de buscar, de discernir, de evaluar, de
decidir y actuar, etc. Pero esa especialización metódica no implica, antes
bien demanda cumplir con las exigencias básicas del propio modo de
proceder del conocer humano, pero diversamente determinadas en cada
nueva circunstancia. El método humano básico es precisamente la realidad
que se va especializando en todas y cada una de esas especialidades,
según van siendo los intereses, los objetos y los fines del proceso
investigador en cada nueva situación.
15 Bernard Lonergan, en Método Trascendental, 2ª parte del cap.1° de su libro “Método en Teología”.
50
VI. Horizontes típicos de los Procesos Conscientes
La especialización del conocer en modalidades metódicas, es una exigencia
intrínseca dentro del proceso de llegar a conocer lo desconocido; pero no
por ello funciona automáticamente. La calidad de estos ejercicios
especializados dependerá básicamente, cada vez, de diversos factores:
Del grado de desarrollo del punto de vista de los sujetos agentes del
proceso;
del grado de conocimiento y control que se tenga desde ese punto de
vista, de las exigencias básicas de calidad propias del proceso intencional-
consciente, concretamente determinadas en la situación particular en que
se ejerce el proceso.
La calidad específica del proceso consciente en cada situación,
dependerá por último, del grado de congruencia operativa y
metodológica del punto de vista del sujeto que investiga, con las
exigencias del método básico del dinamismo consciente humano.
Según lo anterior, as complejas exigencias de calidad del ejercicio consciente se
cumplirán de manera diversa, según sea el tipo de “HORIZONTE” en el
que se ejerce el proceso de investigación más o menos especializado. Es
decir, según sea el ámbito de búsqueda y de logro determinado por el grado
de desarrollo de los intereses del sujeto.
Se tipifican a continuación tres estilos básicos de “Horizontes”, y las
consiguientes características que adquiere la investigación en cada uno de
ellos.
1.º . En el horizonte característico de las diversas modalidades del SENTIDO
COMÚN PRÁCTICO, la investigación procede con un mínimo de control
metodológico. Todos los fines y todos los objetos de la actividad investigadora
pueden ser buscados desde este horizonte.
51
Lo típico, sin embargo, será siempre la poca o deficiente distinción
explícita (‘indiferenciación’), tanto de los fines como de los métodos que cada
objeto o tipo de objetos exige. Resulta así un proceder que no tiene más garantía
de calidad (aunque ésta nunca es sistemáticamente nula), que la de una
probabilidad poco controlada. La investigación en un horizonte de sentido común
puede resultar pragmáticamente válida una o muchas veces. Mas no por ello
resultará plenamente exitosa como indagación de la realidad; puesto que no
alcanzará las más de las veces, control alguno sobre la VERDAD de sus logros,
que el fin propio del conocer humano demanda, precisamente para alcanzar algún
conocimiento probable o verdadero de lo real.
Este tipo de investigación, normalmente no trascenderá los alcances de
una investigación indiferenciada y meramente pragmática, subordinada
totalmente a fines extrínsecos al de CONOCER BIEN la realidad desconocida.
2.º . EL HORIZONTE DE LA TEORÍA surge históricamente como una
respuesta concreta a la necesidad de lograr mayor diferenciación metodológica
y control consciente del proceso que se ejerce al indagar. Esta necesidad se
vuelve más demandante a medida que aumenta la complejidad de los objetos,
de los fines y de los métodos que la realización individual y social de esos
procesos demanda.
En el horizonte en que emerge la teoría, la investigación se especializa
metódica y sistemáticamente:
se distinguen y diferencian claramente unos objetos de otros;
se investigan diversos tipos de objetos con diversos métodos
pertinentes;
se busca controlar sistemáticamente el valor de los resultados
obtenidos;
se ordenan, clasifican, sistematizan y especializan los departamentos
del saber que recogen y acumulan los frutos obtenidos.
52
Se han diferenciado así diversas especialidades en el proceso de
investigación teórica. Dos tipos de ellas son las más ampliamente
difundidas:
a) En la búsqueda de información, las especialidades se distinguen y
separan según sean los “campos de datos” que serán materia
prima para ulteriores indagaciones.
b) En la búsqueda de ulteriores inteligencias y conocimientos desde
horizontes teóricos, así como de solución a problemas concretos, las
especialidades en la investigación resultan de diferenciar
departamentos del saber a los que se llama "disciplinas", en los
que se acumulan resultados de previos procesos sociales e
históricos de indagación.
c) Las especialidades originadas por la sucesiva especialización de
"disciplinas", son las más usuales. Tenemos así, por ejemplo:
investigación matemática, investigación en ciencias naturales,
investigación en ciencias humanas, investigación filosófica,
investigación educativa, etc.
Dentro de ambos tipos de especialidades surgen investigadores, a su
vez más o menos especializados. Su punto de partida son precisamente los
problemas y las preguntas planteadas desde las respectivas disciplinas y/o
desde la complejidad del universo de datos. Sin embargo, ningún
especialista en cualquier tipo de estas especialidades sería capaz de
abarcar todo el complejísimo ámbito de su propia disciplina o mundo de
datos. Por ello siguen emergiendo nuevas sub-especialidades dentro de
cada tipo de especialidad. El discriminante entre las nuevas especialidades,
ya no lo constituye la búsqueda de un nuevo ámbito del saber, sino alguna
división o subdivisión del universo de los datos o de las disciplinas
existentes; lo que se convierte en punto de partida o en meta para ulteriores
indagaciones.
53
Todas estas nuevas especialidades suceden en el contexto básico del
proceso temporal de la Humanidad:
Especialidades en la investigación del pasado y de la memoria
histórica.
Especialidades en la investigación del presente: "diagnósticos”.
Especialidades para la planeación y previsión "prospectlva" del
futuro. Etc.
Cabe notar, sin embargo, que la diferenciación entre todos estos tipos
de especialidades, aunque muy comúnmente aceptada, no es del todo
precisa: las especialidades disciplinares, por "materia", proporcionan datos
al proceso de enseñanza-aprendizaje y al proceso de ulteriores
indagaciones eruditas o científicas; mientras que las especializaciones por
‘campo de datos’ son propias de una investigación más especializada. Pero
tanto esas 'materias’ como estos ‘campos’ de especialización constituyen
en realidad sólo dos puntos de vista diversos sobre un mismo mundo-objeto
de indagación. A saber, el mundo de lo problemático y desconocido que se
pretende llegar a conocer y/o a transformar.
El resultado de previas investigaciones de ‘materias o disciplinas’, en
tanto son aún un desconocido para la mayoría, se convierten en los
datos-objeto para el aprendizaje e información. El mundo de fenómenos
experienciables, cuyo ámbito, significado y valor reales constituyen lo
desconocido que los investigadores tratan de llegar humanamente a
conocer, constituyen el potencial mundo desconocido de nuevos datos-
objeto para la investigación. El ámbito de lo desconocido para el sujeto
social en búsqueda de conocimiento, incluye todos los campos de datos
que son la materia prima del conocer humano; sea este investigación,
aprendizaje, comunicación, etc..
Las mismas "materias y disciplinas del saber ya alcanzado”, son
también sólo un punto de partida, nuevos "datos" para ulteriores
indagaciones.
54
Este horizonte de la teoría, en el que la investigación es ya altamente
especializada, metodológicamente científica y socialmente productiva de
nuevos saberes; no obstante el grado de diferenciación logrado, requiere
aún de diferenciaciones y de integraciones mucho más precisas y de
fondo. Tales, que superen eficazmente la confusión y dispersión entrópicas
de la Babel actualmente reinante en los horizontes de la investigación
teórica, aunque se la denomine "científica" ¿Es posible superar este
atomismo y confusión, tan presentes en los paradigmas existentes en los
ámbitos de la investigación llamada “científica”? Tal es el desafío
metodológico básico para la investigación realmente existente.
3.º . Ahora bien, desde la perspectiva y horizonte de un progresivo
conocimiento de la estructura básica de los procesos cognitivos, es
posible plantear un camino de búsqueda (una ‘heurística’) hacia la gradual
solución a ese problema.
En la medida en que la estructura dinámica básica del progreso
cognitivo sea conscientemente apropiada; o sea, en la medida en que sea
explícitamente experienciada, entendida, verificada y operativamente
asumida como norma; en esa medida, el horizonte de la teoría se abrirá y se
fundamentará en un horizonte ulterior: en el horizonte que emerge de una
progresiva autoapropiación del Método básico de la interioridad
dinámica concretamente operante.
En y desde el ejercicio conscientemente reflexivo del dinamismo
consciente se pueden llegar a reconocer de manera gradual, experiencial e
inteligentemente crítica, exigencias básicas requeridas por el único
fundamento real y normativo del proceso de conocer humano.
Se pueden llegar así a reconocer, tanto exigencias innatas,
universales, invariantes, permanentes, transhistóricas y transculturales del
proceso cognitivo (‘trascendentales’); como condiciones para la
determinación histórica y cultural de esas mismas exigencias en sus
múltiples y muy variables circunstancias particulares.
55
Sección 2ª:
‘ FUNCIONES ESPECIALIZADAS’ en unproceso integral de INVESTIGACIÓN
La búsqueda reflexiva que genera y determina estas funciones metodológicas, pretende seguir la invitación propuesta por Bernard Lonergan16. Esta invitación ha sido ya sugerida e interpretada en las reflexiones precedentes, pero puede expresarse una vez más de la siguiente manera:
Desde el Horizonte en movimiento de una progresiva autoapropiación de las exigencias metódicas del dinamismo consciente humano:
además de poder llegar a las nuevas diferenciaciones e integraciones requeridas por la especialización en el proceso social de la investigación; se pueden explicitar ciertas funciones especializadas básicas,
propias del mismo proceso concreto de conocer e investigar; se puede contar así con cauces no convencionales, capaces de
ordenar normativamente y de sistematizar socialmente el proceso global e integral de la investigación.
Llamaremos a estos cauces, ‘Funciones Especializadas’ del proceso de investigación. Lonergan las llama “Especialidades Funcionales”: se las propone como una ‘metodología heurística’, como una hipótesis de trabajo verificable; pero sólo críticamente verificable mediante un ejercicio de la misma actividad consciente que reflexiona sobre su operar concreto. Por todo lo cual, la verificación de tales hipótesis tendrá que realizarla el mismo investigador, y dependerá del mayor o menor grado de autoapropiación de la interioridad que se haya logrado. Solamente así, estas especialidades serán para esos investigadores "tesis metodológicas válidas”. En cualquier otro horizonte, sea de sentido común o meramente teórico (científico o no), tal ‘estructura heurística’ no podrá ser más que una hipótesis aún por verificar.
Tales “Especialidades Funcionales” en la actividad social de investigación, se diferencian entre sí porque en cada una de ellas, la totalidad del proceso consciente queda determinado, orientado y metódicamente normado, por la finalidad de obtener tipos diversos de conocimientos específicos, irreductibles al tipo de conocimiento propio de cualquier otra de estas especialidades.
16 Bernard Lonergan, “Método en Teología”, cap. 5°
56
Lo que diferencia unas de otra especialidad es el tipo de logro parcial que se busca y el tipo de pregunta al que responde la indagación. Ejemplos de tales tipos de preguntas y logros a buscar son: ¿Cuáles son datos pertinentes y relevantes para ...? Se busca
información. ¿Qué significan esos datos; cómo pueden entenderse? Se buscan
posibles inteligencias de esa información que sean coherentes con los datos y preguntas.
¿Qué procesos de la realidad podemos descubrir y conocer críticamente a través de esos significados que se atribuyen inteligentemente a los datos?. Se busca conocimiento (histórico) de sucesos reales.
¿Que posición asumimos ante esa realidad, significados e información? Se busca el bien-valor por el cual optar y actuar o dejar de actuar; en el contexto del conflicto entre los diversos ámbitos de información seleccionados y entre las consiguientes interpretaciones, así como entre los juicios (afirmaciones o negaciones) en torno a lo que sucedió o está sucediendo, y entre las opuestas posiciones que asumen los sujetos. Todo lo cual, plantea una pregunta dialéctica ulterior: ¿qué origina esas diferencias de posición, etc.? Se busca conocer la raíz básica de oposiciones más o menos antagónicas o no, entre diversas posiciones y contraposiciones que se originan en la misma búsqueda.
¿Por qué se califica a estas especialidades como "Funcionales"? El calificativo “funcional” expresa aquí un tipo de mutua complementación; de sucesiva superación en un sentido y de sucesiva dependencia en el sentido contrario. La información (logro inicial) es la fuente de la interpretación, de la historia y de la dialéctica (finalidades subsiguientes). Cada una de estas últimas conoce algo nuevo que se añade, superando el logro de la etapa anterior; la complementa y la enriquece. Además, ninguna de estas especialidades es ‘funcionalmente’ independiente de todas las demás.
Finalmente, se llama a estas especialidades “Especialidades Funcionales del Proceso Investigador Global”, porque la totalidad de ellas constituye un único proceso. Cualquiera de ellas por separado, aunque es investigación en sí misma, no es sino una función particular y parcial dentro de un proceso social, totalizador y global. En estas especialidades, por tanto, se diferencian y relacionan entre sí las funciones que se necesitan para procesar integralmente cualquier ámbito de datos, y para lograr a partir de ellos los sucesivos incrementos de inteligencia y conocimiento que son necesarios para transformar el saber social y el modo social de transformar el mundo ya conocido por el ser humano colectivo.
57
De este modo, las funciones requeridas por el proceso humano para buscar conocimiento de sí mismo y de su circunstancia se diferencian entre sí. No se distribuye en ellas algún campo de datos (como sucede en las especialidades llamadas de campo); ni tampoco se separan con ellas los mundos de resultados o materias del saber (como en las especialidades disciplinares).
Las distintas funciones especializadas, su interrelación e interdependencia funcional, y la unidad del proceso que integran dinámicamente; son la "estructura dinámica normativa de operaciones recurrentes que generan los resultados acumulativos y progresivos que la investigación busca”. Es decir, las “Funciones Especializadas” o “Especialidades Funcionales”, en tanto reconocidas y formuladas, expresan funciones demandadas por el método fundante. La totalidad de ellas, en su unidad dinámica, expresa precisamente las exigencias funcionales de ese método, diferenciándolo y reintegrándolo como un todo dinámico, explícitamente reconocido y operativamente realizable. Constituyen por todo ello, una metodología fundante.
Estas especialidades se ejercen en cualquier campo de investigación. Sin embargo, no se las maneja de la misma manera en Matemáticas, en Ciencias naturales, en Ciencias Humanas, etc. Dado que nos interesa especialmente la Investigación en Educación; es decir, una investigación que pertenece al campo de las Ciencias Humanas, se presentará enseguida el criterio de especialización funcional de la investigación, pero especificado dentro del ámbito de la investigación humana y social.
¿Cuáles son y por qué las especialidades funcionalesen la indagación del fenómeno social y global de ‘lo Humanum’ 17?
En Ciencias Humanas, como también en cualquier otro campo del conocer, el proceso cognitivo tiene que alcanzar sucesivamente una serie de metas. Cada una de estas metas es un logro parcial, un nuevo tipo de conocimiento; pero es un conocimiento que requiere aún ser procesado, complementado e incrementado por ulteriores conocimientos. De tal manera que solamente en la totalidad del proceso se llega al término final de la investigación, al conocimiento socialmente transformado, socializado, y a la realidad progresivamente innovada mediante ese conocimiento.
17 La expresión ‘lo Humanum’ designa aquí la concreta realidad humana, cuyo proceso se da encarnado en ‘todos los seres humanos que han sido, están siendo y serán, en el instante de su ser que es todo el tiempo’ (Bernard Lonergan).
58
En su dimensión “trascendental”, el proceso cognitivo exige siempre alcanzar de manera recurrente una serie de metas parciales; a saber:
lo. Un conocimiento ‘empírico’: lo que la experiencia proporciona inmediatamente (sin mediaciones) son “datos empíricos”: Información básica.
2o. La meta de la consiguiente experiencia inteligente es llegar a descubrir “relaciones inteligibles” que se dan o que se pueden dar entre los elementos de lo empíricamente dado. Se entiende así, se comprende, se piensa, se describe y explica, se revisa y sistematiza, se sintetiza conceptualmente, etc. Con todo ello se conocen significados posibles, inteligibles, supuestos hipotéticos.
3o. La meta final pretendida por una reflexión crítica consiste en sopesar y/o establecer el tipo de relación con lo real de los significados previamente entendidos a partir de lo empíricamente presentado. Una vez alcanzada esta meta, se expresa en juicios internos, en afirmaciones o negaciones, en las que se expresa finalmente el conocimiento logrado: sea ya verdadero y cierto, o sólo probablemente verdadero, o probablemente falso, o simplemente falso.
4o. El dinamismo del conocer no es sino una dimensión parcial del dinamismo consciente integral. Una vez alcanzado el fin del conocer, ese mismo dinamismo lo lleva más allá, lo invita a trascenderse, lo invita a responder vital, consciente y efectivamente a la realidad conocida. El dinamismo humano tiende a la realidad concreta de que es parte; la cual reclama y exige al ser humano que intencionalmente la ha hecho propia en y mediante su actividad consciente, una concomitante o ulterior respuesta valoral, una respuesta auténtica y humanamente “responsable”.
En la sucesión histórica de cada campo especializado del conocer, estas mismas metas recurren sucesivamente, sólo que histórica y culturalmente especializadas.
Así, en el campo del conocer propio de las Ciencias Humanas, los logros sucesivos funcionalmente interdependientes que separan las etapas del proceso global, son las mismas metas sucesivas del proceso “trascendental”, sólo que especializadas en cada circunstancia (‘categorialmente’). Con este criterio se pueden establecer las funciones especializadas básicas requeridas por el proceso integral de Investigación Humana.
59
La investigación de lo humano se realiza siempre en contextos socio-históricos determinados. La dimensión temporal resulta decisiva en el modo como se investiga: no se investiga de igual manera "lo humano" acaecido en el pasado, que lo humano que está acaeciendo en el presente; ni la investigación de los hechos pasados o presentes, se realiza de igual manera que la planificación o la prospectiva de los mismos: investigación del futuro.
Consecuentemente, los fines especializados del conocer del pasado
integran un conjunto distinto del de los fines especializados del conocer del
futuro y/o del presente. Cada conjunto se relaciona funcionalmente con los
demás, aunque constituye una unidad relativamente independiente en sí
misma.
Resultan así diversos grupos de especialidades funcionales
típicas en el proceso global de la investigación de “lo humano” : en
investigación humana, en investigación social, investigación en educación,
en investigación histórica, en investigación lingüística, neurolingüística. Etc.
60
SECCIÓN 3ª
Ulterior Descripción de las F U N C I O N E S E S P E C I A L I Z A D A S
Requeridas en un Proceso Integral de Indagación
1ª Fase: En la Investigación del PasadoA). En la INVESTIGACIÓN DEL PASADO se construyen y acumulan conocimientos en torno a ‘lo
Humano ya acaecido’. A partir de sus manifestaciones históricas, de “Obras que dan testimonio
del esfuerzo humano por existir y su deseo de ser.” 18
la. Función Especializada: la “INVESTIGACIÓN de la INFORMACIÓN,” en el
sentido restringido de esa palabra, trata de conocer la información pertinente
y relevante: textos, autores, personas, testigos, testimonios, , etc.; en sus
respectivos contextos.
Se trata de llegar a conocer y elegir, las fuentes de la Información; y la
información relevante que esas fuentes pueden proporcionar.
Se trata de seleccionar, contextualizar, clasificar, ordenar, sistematizar,
procesar esa información.
Todo lo cual aún no trasciende como logro final, el nivel de calidad propio
del resultado de un darse cuenta empírico; a saber, establecer
inteligentemente los datos del problema. Esta función no plantea todavía
del todo el estado de la cuestión y las ulteriores preguntas relevantes que la
información suscita; pero se tiene ya la condición indispensable que hace
posible, probable o actual la emergencia de esas preguntas en torno a los
problemas reales.
18 Paul Ricoeur.
61
2a. Función Especializada: La “INTERPRETACIÓN o HERMENEÚTICA “,
cuya tarea consiste en INDAGAR inteligentemente el SIGNIFICADO de la
INFORMACIÓN.
Se trata de descubrir y comprender inteligentemente lo que la
información puede SIGNIFICAR formalmente: lo que "quieren decir" los
textos, los autores, las personas, los testigos, los testimonios, las obras,
etc., en sus respectivos contextos:
¿Qué significan, respecto a qué ...? ¿cómo se pueden entender y
conocer coherentemente ulteriores posibles significados de la
información procesada?
No se trata aún en esta especialidad, de discernir la realidad de lo dicho o
de lo significado; sino tan sólo de constatar la verdad de la interpretación
que se hace. Si lo que se piensa que significa formalmente la información,
es realmente lo que ésta puede coherentemente significar. Se trata, pues,
de una función de estricta interpretación, claramente diferenciada de
ulteriores metas a lograr en la búsqueda de conocimiento de la realidad del
pasado.
El fin que se busca en esta 2° especialidad es el de conocer lo
significado, lo pensado o pensable, desde la información. Es una
especialidad "exegética" de signos, símbolos, textos, monumentos,
discursos, etc.. (de “Obras” ...). El nivel de calidad del logro exegético es
paralelo al del resultado de un darse cuenta inteligente: proporciona buena
inteligencia de la información.
3a. Función Especializada: La “Reconstrucción de la HISTORIA SUCEDIDA” .
Se INDAGA cuáles han sido los PROCESOS REALMENTE SUCEDIDOS;
para ESTABLECER procesos de la REALIDAD ACAECIDA EN EL PASADO
(eventos, sucesos, tendencias, etc.).
62
Se trata de entender y de conocer (ya no sólo de entender). La meta es
construir conocimiento histórico de la realidad humana acaecida (realidad
histórica).
Se busca conocer la realidad de los significados atribuidos a la
información o construidos a partir de ella, su relación con lo real. Esto
solamente es posible a partir de las "obras que dan testimonio del esfuerzo
por existir y deseo de Ser" constitutivo del dinamismo concreto de lo
"Humanum". Tales "Obras" son precisamente testimonios, cuyo significado
ha sido investigado ya en la especialidad anterior, y cuya verdad se
investiga en ésta. Esta especialidad investiga por tanto, a partir de los
resultados de las dos anteriores; a los que complementa, trasciende y
procesa de una nueva manera.
Esta nuevo nivel de búsqueda se orienta hacia el fin específico del conocer
estrictamente tal (la verdad de los hechos); así como la meta propia del
pensar inteligente (entender el significado formal, lo inteligible), fue el fin
que rigió el modo propio de proceder en la interpretación, y como el fin de
establecer los datos iniciales dirigió el proceso de la primera especialidad.
La interrelación e interdependencia recíproca entre estos tres niveles de funciones
especializadas es manifiestamente paralela a los de la actividad consciente
humana: atender a los datos, comprenderlos, juzgar y afirmar la relación
que guarda esa comprensión con lo real.
4ª Especialidad: “DIALÉCTICA”. La búsqueda indaga ahora en torno a los
CONFLICTOS y OPOSICIONES que se presentan entre los juicios y
afirmaciones respecto a los hechos sucedidos, en torno a la interpretación de
los significados de la información, y en torno a la selección, pertinencia y
relevancia de esta o aquella información.
63
Se indagan así las diversas POSICIONES y CONTRAPOSICIONES
(intereses y opciones en conflicto); así como la RAIZ BÁSICA de dónde
PROVIENEN; a saber, el tipo y grado de OPCIONES BÁSICAS que
determinan esas POSICIONES o CONTRAPOSICIONES y el correspondiente
HORIZONTE de sus autores.
Se trata de conocer los conflictos, tanto en los resultados de las
especialidades previas, como en los procesos que generan esos
resultados. Se trata además de descubrir el por qué de esos conflictos, su
raíz.
Finalmente, cuando los conflictos son más o menos antagónicos, pero no
excluyentes, se trata de establecer cual es el horizonte desde el cual es
posible trascenderlos sintéticamente; a la vez que conocer su HORIZONTE
ORIGINANTE, la raÍz de las “posiciones y contraposiciones básicas” .
Como es evidente, tal horizonte integrador implica no sólo una posición
cognitiva sino también una posición valoral. El conocimiento específico que
es la meta de esta 4° especialidad es un conocimiento valoral y una toma
de posición más o menos libre, que trascienden las anteriores
(aprehensión, comprensión, discernimiento, juicio). Se trata de una
respuesta valoral más o menos auténtica o inauténtica.
Se trata, en suma, de la especialidad que realiza el INDISPENSABLE
DISCERNIMIENTO y OPCIÓN VALORAL respecto de la realidad conocida
y de los horizontes, procesos y resultados del esfuerzo cognitivo que
produjeron ese conocimiento.
64
Observaciones:
La realización del conjunto de las cuatro especialidades anteriores lleva a la
construcción de un conocimiento histórico de la realidad humana acaecida
en el pasado, y a una toma de posición valoral ante los investigadores de
esa realidad; lo que a su vez influye de manera determinante en el modo de
aprehenderla y de significarla, de valorarla y valorizarla (de “transformarla”);
en una serie de ‘círculos hermeneúticos’ interrelacionados. El nivel
cualitativo de esta meta del proceso es paralela al del cuarto nivel de la
búsqueda consciente humana: el nivel de la valoración, decisión y acción.
A través de las cuatro metas anteriores en el proceso global de indagación de ‘ lo
Humanum’ se construye un ‘discurso indirecto’: es decir, se traducen en
discursos (‘logos’), las “obras significativas del esfuerzo humano por existir
y del deseo de ser de seres humanos en el pasado”.
Tal discurso proporciona el contexto, a partir del cual, los investigadores elaboran,
construyen y comunican desde su propia y mudable circunstancia un
‘discurso directo’: es decir, la expresión de su propia posición,
conocimiento y comprensión en torno a lo ‘Humanum’, ya no como suceso
pasado, sino como presente o futura comprensión y proyección del mismo.
Emergen así nuevas funciones especializadas, requeridas para la
construcción de este nuevo tipo de ‘Discurso’. Serán paralelas en sus metas
y logros específicos, a los niveles cualitativos de la autotrascendencia
propia de todo esfuerzo consciente humano y de las funciones
especializadas para la construcción de un discurso Indirecto del pasado.
Estos niveles cualitativos de meta y logro son ‘isomórficos’ entre sí.
estructuralmente paralelos. Se los describe brevemente a continuación.
65
2ª Fase: Investigación DESDE el PresenteDesde el presente se indaga el futuro de ‘lo Humanum’. Se acumula, se
reconstruye, se renueva creativamente, innovándolo el conocimiento
socialmente adquirido respecto a la realidad humana. Se proyecta, se
planifica, se trasciende; siempre, a partir de lo previamente conocido.
5a. Especialidad: Indagación del FUNDAMENTO REAL y teórico, desde el
cual se pretende proponer nuevos mundos de conocimiento, como más o
menos verdaderos; o nuevos sistemas inteligibles, como más claros,
precisos, coherentes y completos; o nuevas posibles experiencias humanas
que mejoren la situación actual: planes, proyectos, etc.
Se necesita reconocer y expresar el HORIZONTE del propio sujeto del
discurso: su ‘punto de vista en movimiento’: el horizonte desde el que
procede todo el contenido del nuevo discurso directo que se construye y
propone; a saber, los nuevos conocimientos (juicios); las nuevas
comprensiones (inteligencias); los nuevos planes y proyectos que se
proponen como incremento al saber socialmente acumulado y/o como
transformación de lo ya existente, experimentado y conocido .
El Horizonte que se busca reconocer es la realidad fundante de la
actividad que actualmente indaga: es el punto de vista operante y real del
sujeto que indaga; es el modo de operar de su dinamismo intrínseco; es
su “posición” = la opción valoral operativa que mueve al sujeto; no sólo su
intención subjetiva.
Este Horizonte, implica analíticamente dos polos: el grado de desarrollo
moral, religioso, existencial, intelectual (la “situación” del punto de vista
del sujeto), por una parte, y el correspondiente mundo de conocimientos
significativos, de comprensión, de preguntas, de experiencias, etc., por la
otra. O sea, el ‘mundo y la situación’, desde y en el que ese punto de
vista del sujeto vive, discurre y se expresa.
66
En la 4a. Especialidad (Dialéctica) se investigó la posición y el horizonte desde
el que emergen los conflictos en la comprensión de la realidad histórica
del pasado y del conocimiento de la misma. En la presente (5a.), se trata
de tematizar y expresar la "posición" del investigador que va a proponer
innovaciones; o sea, la situación valoral del sujeto. El nivel cualitativo
de la meta de las especialidades 4a. Y 5ª, corresponde al del nivel
“responsable” de la actividad consciente-intencional del ser humano:
"valorar-valorizar’. El logro de esta meta, además, depende del logro de
metas previas, a las que supera sintéticamente.
El orden de las metas funcionales en esta segunda fase de la
indagación, es simétricamente inverso al del 1er conjunto. Puesto que
la relación entre el 1º y 2º conjuntos, es precisamente la relación que
va desde “llegar a conocer posiciones y horizontes del pasado”, hasta
“crear nuevas posiciones, desde las que puedan surgir nuevas
transformaciones de la realidad existente y conocida”: En el primer
caso se "llega a" ; en el 2º, "se crea a partir de". La relación mutua es
simétricamente inversa.
Una vez establecido así un horizonte metodológico fundante para la indagación
(mucho más que sólo el ‘marco teórico’ tradicional, sin excluirlo), el proceso
se trasciende en la realización de las metas subsiguientes:
6a. Función Especializada: Indagación y formulación de las nuevas
“DOCTRINAS” en las que se afirman o niegan nuevas inteligencias que
trascienden las socialmente aceptadas como verosímiles o verdaderas.
Se trata, en esta especialidad, de establecer las nuevas afirmaciones
acerca de la realidad humana que emergen desde y en el nuevo horizonte
determinado en la especialidad “Fundamentos”.
67
La meta que esta función busca alcanzar es la de expresar los
conocimientos (los juicios más o menos probables) y las preguntas nuevas
que definen el límite entre lo conocido y lo desconocido en el ámbito del
nuevo horizonte.
El nivel cualitativo del logro de esta meta corresponde al del nivel crítico
razonable de la actividad consciente del ser humano: llegar a afirmar algo
de nuestra inteligencia de la realidad existente = conocer alguna verdad de
lo que entendemos y pensamos. Corresponde, asimismo, al fin de la
tercera especialidad (Historia). La diferencia esta en que la tercera función
busca afirmar los conocimientos verdaderos de lo realmente sucedido;
mientras que en esta sexta especialidad se afirma la verdad de enunciados
cuya realidad se trata de predecir, de crear, de hacer reales (de verificar).
La verdad de estas “Doctrinas”, consecuentemente, o bien ya ha sido
verificada y aquí se la reafirma como tal, o bien se la propone para ser
realizada como históricamente viable, como estrictamente “verificable”.
7a. Especialidad: La “Sistematización” ejerce la función de indagar las
posibles interrelaciones y la unidad inteligible (“sistémica”) de la realidad
conocida y afirmada como verificable.
Se trata de descubrir y expresar los conjuntos, procesos y estructuras que
interrelacionan dinámicamente la realidad humana en tanto entendida y
conocida. Explicitando elementos intrínsecamente constitutivos de la
misma realidad humana, así como su relación con todos los contextos
extrínsecos relevantes. Se trata así de situar inteligentemente esa realidad
conocida en el conjunto orgánico del saber humano y de la realidad total.
La meta que se persigue en esta especialidad, y por la que se diferencia
de las demás, corresponde a la meta del nivel inteligente de la actividad
consciente y al de la segunda función especializada.
En la segunda y séptima funciones se busca conocer (afirmar con más o
menos certeza) los significados, las interrelaciones, etc.; es decir, la
inteligibilidad inmanente.
68
En la segunda se afirma la inteligencia lograda como significado
posible de las "Obras" humanas del pasado. En la séptima, lo que se afirma
es el sistema inteligible de la realidad humana que se investiga y que ha
sido afirmada como factible en la sexta especialidad.
Una vez más, el fin es simétricamente inverso en el segundo
conjunto de especialidades (quinta a octava) al correspondiente del primer
conjunto (primera a cuarta). La dependencia funcional también se
manifiesta: la séptima procesa, superándolo, el conocimiento previo; y a su
vez, ese conocimiento previo, alcanzado en la sexta especialidad
(“doctrinas”), constituye el fundamento y la materia prima del proceso propio
de la 7ª , de la “Sistemática”.
Una vez fundamentada, conocida y sistematizada la realidad humana que se
descubre o se proyecta realizar, el proyecto social de la investigación exige
funcionalmente que tal logro sea socializado, comunicado, puesto a
disposición, no sólo de los especialistas en la investigación de la realidad
humana, sino de todos los grupos humanos a los que lo descubierto resulta
relevante. Tal es el fin de la octava realidad funcional: “ la comunicación".
8a. Especialidad: la “COMUNICACIÓN”. Pertenece a esta función indagar
cuales son los destinatarios relevantes para una pertinente socialización de los
resultados de cualquiera de las funciones antecedentes. Indaga los horizontes
culturales, los símbolos, los lenguajes y los medios de expresión adecuados
para esa socialización.
Se pretende informar de tal manera, que tal información sea afectiva e
inteligentemente comprensible, reflexiva y críticamente afirmable, valorable
y realizable, por otros sujetos sociales relevantes.
Tal meta corresponde a la de la función de proporcionar datos
conscientemente asimilables y transformables. Es paralela a la meta del
nivel empírico de la actividad consciente humana. No busca ya datos "de
otros", como en la primera especialidad; sino que trata de comunicar datos
"a y para otros".
69
Las ocho funciones anteriores tienen como meta indagar sobre el pasado y hacia
el futuro de lo Humanum. Cabe preguntar:
¿Con qué funciones se indaga el presente?
La indagación del presente de ‘lo Humanum’ no puede ser más que
una síntesis actual, en el presente, entre un pasado y un futuro inmediatos.
Se indagan en el presente, tanto el pasado de la realidad humana que se
busca conocer, como el futuro de esa misma realidad.
No se puede hablar estrictamente de una indagación del presente; ya
que la realidad del presente por indagar es ya parte del pasado cuando se
indaga sobre ella; y una indagación que se anticipe al instante en curso de
esa realidad es ya indagación del futuro. Cuando se habla, por ejemplo, de
“diagnóstico del presente” o de “análisis de la realidad actual”; etc.; de lo
que se esta hablando es de la realidad del pasado inmediato, en vistas a
permitir su ulterior (futura) transformación.
La única indagación cuyo objeto es simultáneamente presente a la
misma indagación, en el mismo instante de tiempo en que se realiza, es la
“Investigación Reflexiva” (indagación sobre la misma indagación). Sólo en
ella se da una identidad simultánea y total entre el proceso del sujeto que
indaga y la realidad auto-presente que es indagada.
El proceso de explicitación de tal inmediatez consciente es
temporalmente presente; pero mientras se siga dando el proceso de
indagación, lo indagado seguirá siendo siempre, ese mismo idéntico y
simultáneo proceso.
Los dos conjuntos de especialidades funcionales diferenciados hasta aquí en la 1ª
y 2ª fases, pueden por ello cubrir la totalidad temporal del proceso de la
realidad de lo ‘Humanum’.
Si se logran sucesivamente las metas de las funciones diferenciadas, y en la
medida en que ellas se logren, el proceso social global, unitario y complejo,
de una indagación integral de ‘lo Humanum’ se habrá realizado.
70
REFLEXIONES FINALES
Es importante subrayar aún, para no mal interpretar lo hasta aquí expresado, cuál
es el papel y cuál es el sentido de reflexionar sobre las funciones
especializadas en el proceso investigador de la realidad humana.
1) No se trata de proponer un modelo o una técnica para realizar
investigaciones particulares sobre la realidad.
2) Ni se trata de juzgar o de invalidar los modelos, las técnicas o los
metodologías actualmente en uso por investigadores de la realidad humana.
Como tampoco se trata de afirmar que no deben ser juzgados, validados o
invalidados, por los criterios que resulten estar más fundados en el Método
fundante.
3) Tampoco se trata de ofrecer un itinerario de pasos a seguir en una
investigación particular dentro del ámbito global de indagación sobre la
realidad humana.
4) Se trata, como se dijo ya más arriba de “investigar el método fundante
de la totalidad social del proceso investigador; de “determinar la
estructura normativa del proceso investigador en su totalidad”.
5) Se trata de reflexionar y encontrar respuestas operativas ante el problema
metodológico de la investigación, desde un horizonte consciente de las
exigencias trascendentales de la Interioridad Humana.
6) Se trata de descubrir los Criterios de Especialización Funcional que de
hecho son intrínsecos al Método fundante del investigar, y que por ello
mismo son también normativos de toda actividad investigadora.
7) Se trata de conocer y de hacer propio operativamente (auto_apropiar) la
estructura dinámica normativa de la actividad investigadora.
8) Todo ello, para poder mejor controlar, situar y discernir las diversos
funciones especializadas que son requeridas, sus respectivos alcances y
límites, su diferencia y mutua relación, así como la unidad del proceso total.
71
9) Las etapas funcionales de la totalidad del investigar, permiten a los
investigadores, en el caso de las investigaciones particulares: un control en
la especialización metodológica que requiere cada caso, según sean las
metas concretas parciales en esa actividad particular de la investigación; y
lograr así un mejor control metódico de las interrelaciones disciplinares, de la
interdisciplinariedad y de la transdisciplinariedad, indispensables en el
proceso social global del investigar.
10) Las funciones especializadas pueden sugerir nuevos modos de
especialización a los investigadores Modalidades en las que el proceso de
especialización no destruya la unidad compleja originaria; sino que, por el
contrario dependa intrínsecamente de ella, aportando diferencias, pero
integrándolas a su funcionamiento unitario, a través de una interdependencia
funcionalmente orgánica.
Cabe hacer notar, finalmente, cómo actualmente existen investigadores
especialistas, por ejemplo en Historia Crítica, quienes abordan
simultáneamente y confusamente problemas hermeneúticos, históricos y
dialécticos; sin distinguir que cada problema o dimensión del mismo
requiere de métodos claramente distintos. La raíz de tales faltas de
diferenciación metodológica pueden buscarse en el horizonte desde el cual
tales investigadores buscan llegar a conocer. Y más específicamente de la
contraposición (posición deficiente) implícita o explícita respecto a lo que
es el conocer, a la objetividad del conocer, y a la realidad que el
conocer expresa. Las consecuencias son múltiples: desde el escepticismo
histórico hasta el realismo ingenuo; pasando por el relativismo, el idealismo,
el agnosticismo, etc.
En las reflexiones anteriores se ha propuesto una respuesta a la pregunta
planteada más arriba: ¿Cuáles son las especialidades funcionales en el
proceso global de la investigación de la realidad humana (del mundo
de lo humano)? y ¿Por qué?
72
La formulación de esta propuesta de respuesta y ella misma, quedan
siempre abiertas a correcciones y ulteriores precisiones, a
perfeccionamiento en la concepción y expresión de la misma.
Lo que constituye el núcleo central de todo lo descubierto en esta
investigación reflexiva, es el fundamento real de los cauces de
especialización dentro de la investigación, y el conocimiento alcanzado de
ese fundamento; es decir, una metodología fundante que proporciona
criterios para buscar los cauces básicos de especialización funcional dentro
del proceso investigador global.
Tales "fundamentos", como tales, no admiten ulterior revisión. Puesto
que cualquier proceso de revisión de ellos implica necesariamente operar
precisamente con esos fundamentos y cualquier afirmación de lo contrario
contradiría los hechos que suceden en la consciencia (sería una
contradicción trascendental). Lo cual no quiere decir que la consciencia que
de ese fundamento se tengan y las expresiones de la misma, no sean
revisables, corregibles y perfeccionables.
Responder a la pregunta: ¿Qué son, cuáles y por qué las funciones
especializadas...?, no resuelve aún el problema del CÓMO; del modo
concreto como exige ser realizada cada especialización para lograr los fines
que la determinan. Proporciona con todo, la clave fundamental que permite
proseguir la investigación de los métodos específicos de cada
especialidad funcional.
La clave está en el método trascendental del conocer en cuanto conocido y
apropiado; al que se añade ahora el conocimiento de los fines específicos
de cada etapa funcional, de su interrelación y unidad dinámicas; el
conocimiento de la estructura básica total.
73
Quedan pues, aún por investigar y establecer las metodologías especializadas de
cada etapa funcional. Respecto de esta nueva etapa de la investigación
metodológica, la reflexión fundante anterior, proporciona un "horizonte
teórico"; sólo que este pretende ser un horizonte teórico fundamental :
= una Metodología Fundante .
Como Apéndices a esta parte se añade la propuesta para un Taller de
Reflexión Metodológica Humanizante. Al fin de éste, se añade un
esquema simbólico sobre diversos Estilos de Experiencia y de
Significación Humanas, a partir de la originante “Impresión de Realidad” y de
la “Inteligencia Sentiente” (X. Zubiri) que son su principio.
de la 2ª Parte
74
A P É N D I C E
TALLER sobre “ASPECTOS METODOLÓGICOS DEL DESARROLLO HUMANIZANTE”
Propuesta de Ricardo Avilez Espejel
Introducción y Enfoque:
En esta sesión del Taller:
Como “Método” se entenderá, más allá de otras acepciones comunes, “un conjunto de operaciones recurrentes, interrelacionadas de tal modo, que generen resultados acumulativos y progresivos”. 19
No se trata de aprender, ni de buscar primariamente, teorías, técnicas o modelos educativos de desarrollo; sino aspectos metodológicos del Método de Desarrollo Humanizante.
Los “aspectos metodológicos” que se busca ejercitar y reconocer son las operaciones básicas y las exigencias de su combinación; para que el resultado vaya siendo una más auténtica práctica Humanizante = Educativa (una “Praxis Educativa”).
No se trata tampoco, tan sólo del ‘Método del desarrollo intelectual y moral’; sino del “Método de un Desarrollo Humanizante Integral”. Del Método Básico20 que implica, sí, el método de un ‘desarrollo intelectual y moral’, pero que no se reduce a ellos.
Tampoco se trata de los ‘aspectos metodológicos’ de un agregado de diversos métodos particulares (como serían, por
19 Bernard Lonergan., Método en Teología, c.1º&2.20 Lonergan lo llama “Método Trascendental”; también, “Método Empírico Generalizado”. Otros autores proponen llamarlo “Meta-Método” (M. Lamb).
75
ejemplo: métodos del desarrollo afectivo, del desarrollo intelectual, del desarrollo valoral, del desarrollo religioso, Etc.).
Se trata de tomar consciencia, siempre mayor, de aspectos básicos del Método del Desarrollo Integral propio del Ser Humano: Se trata del único Método de un “Desarrollo Humanizante”.
Se presupone que todos los participantes ya han intervenido de mil maneras en los ámbitos educativos de que proceden, en los que viven, y de los que han sido y son testigos.
Se supone además que todos manejan y han sido influenciados de antemano, por alguna-s hipótesis teóricas; y que han empleado, ante circunstancias educativas propias o ajenas más o menos problemáticas, más o menos bien o mal, ese único Método Propio del ser Humano, con mayor o menor consciencia explícita de ello.
A partir de la EXPERIENCIA VIVIDA, se trata ahora, por tanto de ejercitarse en:
RECUPERAR el Método : explicitar en sus rasgos básicos la consciencia implícita de él; el cual, se ha ejercido siempre en nuestra vivencia y práctica educativa, más o menos bien o mal.
Para RE-SIGNIFICAR afectiva, intelectual, teórica y práxicamente nuestra práctica educativa, y así transformarla en el sentido de una siempre mayor “AUTENTICIDAD HUMANIZANTE”.
Nuestra Pregunta Metodológica Básica puede formularse así:
¿Qué implica y Qué exige una “Autenticidad Humanizante”,en nuestras intervenciones como sujetos agentes (no sólo
pasivos) en la práctica educativa?
El OBJETIVO CENTRAL de este taller, por tanto,consiste en ejercitarse en Discernir e Incrementar la
“ Autenticidad Humanizante”
76
de nuestras intervenciones como sujetos educadores,a través de una recuperación y resignificación reflexivasde nuestra concreta experiencia de práctica educativa.
Para avanzar en ese sentido se sugiere un Menú de “METAS”
1ª Recuperar los rasgos más salientes de la experiencia vivida por cada uno en la práctica educativa (algo de autobiografía razonada): no tan sólo recuperar la serie de experiencias vividas; sino sobre todo, recuperar el “método de actividad experiencial”, qué bien o mal se ha ejercitado en esas prácticas educativas cuando iban o van sucediendo; es decir ¿qué operaciones conscientes se ejercieron y cómo se relacionaron unas con otras, en esa práctica?
2ª Delimitar el ámbito y tipos de re-significación que se buscan:Desde un mapa esquemático de diversos estilos de actividad experiencial,21 preguntarnos: ¿A qué estilo de práctica educativa conlleva cada uno de esos “Estilos ó Patrones”? = Sistematizar los diferentes modos en que se puede significar y resignificar la actividad experiencial y sus consecuencias en la práctica educativa.
3ª Identificar, diferenciar y contrastar con algunas teorías de educación vigentes, nuestra nueva conciencia de la Educación (lo que significa para nosotros ahora); con énfasis en lo afectivo, en lo intelectual, en lo valoral, en lo pragmático, en lo existencial.
¿Qué aportan y qué noen la búsqueda de criterios para discernir la autenticidad de
una “Educación Humanizante”?
4ª Reconocer algunas técnicas e instrumentos que puedan apoyar estos procesos de re-significación: pragmáticas, psicológicas, sociológicas, psico-sociológicas, neuroligüísticas...
5ª ¿Qué sigue en el proceso de aprendizaje, discernimiento y re-significación profesional?
21 Ver Apéndice en la p. 58
77
La búsqueda reflexiva de exigencias y de criterios básicos, para discernir la autenticidad humanizante en la práctica educativa.
3ª Parte: “Hacia una Filosofía de la Educación”
INTRODUCCIÓN
Uso de los Términos en este escrito:
1. La palabra “FILOSOFÍA”:
Suele designar en primer lugar un tipo de discursos: una
FORMULACIÓN del pensamiento acerca “de algo”; en este
caso, acerca de “la educación”.
Designa también UN PENSAMIENTO acerca de la educación; el
pensamiento formulado en ese discurso.
Para que el discurso y el pensamiento expresado en él sean
“FILOSÓFICOS”, pretenderán decir algo acerca de la realidad
designada; algo acerca del ser básico, primero y fundamental
significado mediante esas formulaciones de ideas y/o de conceptos.
2. Pero, ¿QUÉ designa la palabra “Educación” ? :
¿Se nombrará con ella una imagen, una noción, una idea o una
comprensión, a las que se atribuye una realidad calificada
como“educativa”?
O bien, ¿se connotarán con ella realidades concretas: un tipo de
acciones del ser humano: un tipo de prácticas humanas; un tipo de
“praxis”, calificadas una vez más como “educativas”? ¿Cuáles?
78
¿Qué realidades vamos a designar con las palabras : “Educación” y
“lo educativo”, más allá de los significados usuales y establecidos;
aunque no necesariamente en contra de ellos?
Este es nuestro interrogante “filosófico” preliminar en la
“Auto-construcción de una Filosofía de la
Educación”.
Algunas Reflexiones Preliminares:
1. La Historia del género humano se desenvuelve inmersa en un proceso
planetario y cósmico, en el que la raza humana se va construyendo o
destruyendo a sí misma: o como una Humanidad Ecuménica22 o como un
mero agregado de individuos en permanente conflicto y lucha.
2. En ese proceso, los seres humanos individuales además de ser y estar
intersubjetivamente religados a la raza a que pertenecen mediante el
ejercicio de su peculiar actividad consciente, desarrollan más o menos,
bien o mal, un sinnúmero de relaciones con todo “lo otro”: con otros seres
humanos; con otros seres no-humanos; consigo mismos (apropiándose de
su actividad consciente interior); con el misterio absoluto de un ser
originante, de un Otro Trascendente y no_contingente.
3. En este desarrollo de interrelaciones consistirá el desarrollo de la
potencial personalidad de los seres humanos. En este sentido los seres
humanos son “SUJETOS PERSONALES”: en tanto seres vivos que
22 “Ecuménica” (del Griego: Οίκος y Μένειν): es decir, como una colectividad orgánicamente unida que habita en la misma casa (el planeta).
79
pueden ejercer una actividad consciente interior que les es propia; en este
mismo sentido son “Sujetos Humanos”.
4. La ACTIVIDAD CONSCIENTE de los sujetos humanos va
construyendo un complejísimo mundo de símbolos y de significados; los
cuales constituyen el ámbito cultural en el que los conjuntos humanos
viven y desarrollan su personalidad colectiva e individual; en congruencia
mayor, menor o nula, con la índole y exigencias de esa actividad
consciente propia del ser humano.
5. En este contexto, LA EDUCACIÓN del ser humano consistirá en
propiciar un desarrollo armónico de las dimensiones potenciales de la
actividad consciente de la que son sujetos: ayudando a liberarlas;
facilitando y acompañando la búsqueda que esa liberación desencadena.
Tal Educación consistirá en “Humanizar” el ejercicio de la actividad
consciente propia del ser humano. Consistirá en poner condiciones que
ayuden al desenvolvimiento armónico de las potencialidades de su
“HUMANIZACIÓN”: consistirá en suma, en una “Educación
Humanizante”.
6. Una Educación Humanizante, más que depender solamente de la
adquisición y aprendizaje de teorías científicas y/o filosófícas acerca de la
vida, del hombre y de la historia, o de “Humanismos” de diversa índole
(sin que estos se excluyan como mediaciones); consistirá principalmente
en un proceso de desarrollo de las capacidades innatas de la actividad
consciente humana; consistirá en un aprender a descubrir, a reconocer y a
operativizar las innatas potencialidades de la propia actividad consciente;
así como las condiciones que hacen más probable irlas liberando de los
impedimentos que obstaculizan su desarrollo positivo.
80
7. Una Educación Humanizante contribuirá al conocimiento, a la
comunicación, y a la transformación de la Cultura.23
8. Este proceso, así entendido, estará siempre abierto a nuevos
descubrimientos y realizaciones por parte de los sujetos humanos.
Consistirá en un proceso de ulteriores experiencias, intelecciones,
conceptualizaciones y formulaciones; de reconocimiento, valoración e
implementación de las propias potencialidades como sujetos.
9. Tal proceso bien puede denominarse una progresiva, acumulativa e
interminable “Auto-Apropiación”. Esta Autoapropiación exige e implica
conocimiento de sí mismo y del entorno sociocultural. Pero va mucho más
allá: tiende a una progresiva transformación del proceso de la propia
realidad del sujeto y de sus entornos; no se reduce al conocimiento, sino
que exige la progresiva implementación de lo ya conocido, y de continuos
acercamientos al inabarcable misterio de la realidad desconocida.
10. La Educación como desarrollo del sujeto capaz de construir nuevos
mundos de símbolos y significados, es así la FINALIDAD profunda que
da sentido a todos los “cómos” mediante los cuales se pueden pretender
los logros de la actividad educadora Humanizante.
11. La búsqueda de otros logros de la acción educativa, puede proporcionar
MEDIOS que contribuyan a tal finalidad. Pero si ésta se descuida, mutila o
deforma, tales logros dejarán de tener un sentido verdaderamente
educativo; aunque no por ello dejen de tener algún otro valor de relativa
conveniencia o utilidad, pero que ya no será propiamente de
“Humanización”.
23 “Cultura”: “conjunto de significados y valores que están determinando los modos concretos de
vida, pensamiento y acción de los grupos humanos”. (Lonergan)
81
El DESARROLLO del SUJETO como “ BIEN HUMANO ” 24
El ‘Bien Humano’ como meta de una Educación Humanizante, puede ser
considerado como el conjunto de Bienes a lograr mediante la práctica
educativa. Pero se puede buscar como Bien Supremo del Sujeto Humano
el mismo proceso de su Desarrollo como Sujeto.
¿QUÉ IMPLICA y QUÉ EXIGE tal DESARROLLO
del SER HUMANO como ‘SUJETO’?
Consideraciones metodológicas: ¿Desde que tipo de acercamientos
podemos encontrar respuestas a este cuestionamiento?
1.1NO desde acercamientos esencialistas: De ese modo, lo ‘racional’ del ser
humano es universal, pero sólo potencialmente y en abstracto; no lo es
concretamente. Tampoco desde un acercamiento al ser humano como
‘sustancia’ no empírica y sólo ‘meta-física’.
1.2 En cambio, desde un acercamiento existencial que supere positivismos,
idealismos o realismos ingenuos; lo ‘racional’ se convierte en un continuo
desafío por actualizar nuestras ‘nociones’ (no sólo nuestros conceptos) a
través del proceso de nuestra reflexión y de nuestras decisiones más o menos
libres y responsables. De esa manera podemos descubrimos “llamados a ser
siempre más humanos”. ¿Cómo es posible? ¿quién es el ser humano así
llamado?
1.3 Mediante un acercamiento empírico-reflexivo a la concreta auto-
presencia dinámica del SUJETO como tal (a su ‘concienticidad’), se pueden
ir descubriendo inteligentemente “las operaciones recurrentes e
interrelacionadas que generan el resultado acumulativo y progresivo”25
de la Humanización.
1.4 Tal auto-presencia es siempre concretamente empírica; aunque en su
desarrollo va siendo cualitativamente diferente, en diverso grado ó nivel:
24 Interpretación del Cap. 4º de Topics in Education de Bernard Lonergan (LWS 10, pp. 79-106).25 Noción de “Método” según Lonergan. Ver cap.1º de su Método en Teología.
82
o sólo es empíricamente inteligente, como realidad dada26;
o es empírica y más o menos inteligentemente diferenciada o no:
o es empírica-inteligente y más o menos razonablemente crítica o no
(más o menos “racional de hecho” o no);
Ella es siempre una auto_presencia en acción. Por ella el sujeto no sólo
está presente a sí, sino que interviene y cambia su entorno y él mismo
(en este sentido, es una “conciencia más o menos ra cional de hecho ”).
1.5 La transición metodológica fundamental consiste en reflexiones que
proceden:
No desde una psicología de facultades metafísicas; sino desde un
ANÁLISIS REFLEXIVO del CONCRETO DINAMISMO de la CONSCIENCIA
= desde un análisis reflexivo del flujo intencional de la concienticidad.
A continuación se proponen algunas HIPÓTESIS en torno a la
EDUCACIÓN como un Desarrollo Humanizante del Sujeto Humano.
DESARROLLO HUMANO y EDUCACIÓN
Primera Hipótesis:
La EDUCACION consiste básicamente en
procesos de DESARROLLO del SER HUMANO
como SUJETO AUTÉNTICAMENTE `HUMANIZABLE'.
¿Qué significa esto, y cómo sabemos que así ES en realidad?
Lo qué significamos con los términos que empleamos:
26 ¿La “Inteligencia sentiente” según Zubiri?
83
Transformación:
1º “D ESARROLLO" = Conversiones
Maduración progresiva
Individuos-Personas
2º “S ER HUMANO" = Grupos sociales y la HUMANIDAD
3º La “HUMANIDAD” :
Como "SUJETO": no como objeto físico, químico, biológico, psíquico,
social, etc.; sino como
ACTOR que participa libre y responsablemente o no en el drama de la
Historia Humana;
como SUJETO HUMANIZABLE que puede llegar a actualizar siempre
más o no, las potencialidades innatas de su entidad partícipe de la
realidad humana;
como ‘ENTE’ que es capaz de crecer siempre más, de suyo sin LÍMITE,
en todas las dimensiones de su actividad experiencial-consciente.
4º “DESARROLLO HUMANIZANTE”
(1) ¿Desarrollo de QUIÉN ?
(2) ¿Desarrollo de QUÉ ?
(3) ¿Con ó Sin exigencias universales y permanentes?
¿Desarrollo de "QUIÉN"?: Del "SUJETO" no sólo individual sino colectivo; en
última instancia, de la Humanidad concreta en la totalidad de su historia
("en el instante de su ser que es todo el tiempo").
¿Desarrollo de "QUÉ"?: Actualizaciones de la potencialidad del ser humano en la
historia. Potencialidades nunca cabalmente realizadas como "humanas",
84
sino en un proceso dialéctico de avance o de retroceso: como
"humanización auténtica y/o como des-humanización". ¿En qué consiste
este proceso dialéctico de desar rollo del ser humano ?
2ª Hipótesis
La Educación consiste en un DESARROLLO de
los “HORIZONTES de la EXPERIENCIA” y en un
proceso de CONVERSIONES óTRANSFORMACIONES
del Sujeto como Sujeto.
(1) La experiencia humana asume diversos ESTILOS (patrones o esquemas
inteligibles), según sea el interés y amor que la orienta; es decir, según sea
su “Finalidad” dominante: biológica, lúdica, estética, artística,
intersubjetiva, dramática, técnica, económica, política, intelectual, religiosa,
etc.27
(2) La experiencia puede abrirse a diversos tipos de "HORIZONTES” deter-
minados por ese amor e interés dominante del sujeto concreto; y se
desarrolla o no, más o menos, positiva o negativamente, en mundos de
significados y valores delimitados por tales horizontes.
(3) El proceso del desarrollo siempre está sujeto a las condiciones básicas que
forman parte de su proceso: las cuales le son indispensables; porque son
exigencias propias de su desarrollo, y de cuyo mayor o menor cumpli-
miento dependen su AUTENTICIDAD y VALOR "HUMANOS".
27 Bernard Lonergan, Insight cap. 6o & 1
85
(4) Estas exigencias o condiciones intrínsecamente requeridas, son de dos
clases inseparablemente relacionadas entre sí:
a) Exigencias básicas: innatas, permanentes, invariables,
transhistóricas y transculturales ("trascendentales").
b) Exigencias históricas: modos de realización de las mismas
exigencias básicas en cada situación concreta, históricamente
condicionada.
(5) Las exigencias básicas de "Humanización" existen incompletamente
realizadas en el proceso de su actualización histórica. Dentro y fuera de
ese proceso (un “dentro y fuera” ontológicos, no espaciales ni
temporales), su realidad sigue siendo potencial y exigencial; pues son
condición indispensable por cumplir, para ir llegando a ser lo que
intrínsecamente puede llegar a ser el sujeto en cada una de las
variables situaciones y circunstancias históricas en que se realiza.
(6) La Historización de las exigencias básicas, su proceso de actuali-
zación, es indefinidamente variable, según sea la diversa manera y
medida, favorable o desfavorable al cumplimiento de las exigencias
básicas requeridas en cada circunstancia histórica concreta y en cada
cultura. El proceso de humanización es por ello un proceso histórico
dialéctico.
(7) Los “Horizontes” de la experiencia humana, son determinados por el
grado de desarrollo del sujeto, y son delimitados por los ámbitos de
objetos con los que éste puede relacionarse mediante el desempeño de su
actividad consciente, en cada circunstancia. (Polos ‘subjetivo’ y ‘objetivo’ del
horizonte).
86
(8) Las “CONVERSIONES” ó Transformaciones del sujeto, consistirán en
nuevas realizaciones (‘actualizaciones’) de sus potencialidades. Podemos
diferenciar dos tipos principales:
a) Conversiones RELATIVAS: cuando cambia el ámbito de objetos con los
que puede relacionarse la experiencia. Se dan siempre que sucede una
ampliación o una reducción del mundo de objetos; pero siempre dentro de
un determinado grado de desarrollo del sujeto. Se trata de desarrollos, por
grandes o portentosos que sean, dentro de un mismo horizonte.
b) Conversiones BÁSICAS: el horizonte del sujeto no sólo se modifica
respecto de su ámbito de objetos, sino que cambia en su misma raíz, al
transformarse la calidad fundamental de la actuación consciente del sujeto.
El horizonte se transforma cualitativamente al actualizarse “potencialidades
básicas" del sujeto humano como tal. Estas conversiones básicas, pueden
ser diferenciadas analíticamente; aunque concretamente son
interdependientes:
b1. Conversión Moral: el sujeto decide reconocer y actuar de
manera congruente con las exigencias básicas de su dinamismo
consciente, con la “Eticidad Humana”.28 Esta conversión moral
demanda, para ir siendo efectiva, una ulterior y progresiva conversión: la
intelectual.
b2. Conversión Intelectual: el sujeto busca y reconoce gradualmente
las exigencias innatas de la INTELIGENCIA y RAZONABILIDAD
propias de la actividad consciente humana, y decide operar y actuar de
acuerdo con ellas. La conversión intelectual requerida por la conversión
moral, la hace lucida y más genuina.
b3. Conversión Religiosa: el sujeto reconoce, acepta y decide
libremente actuar en congruencia con la APERTURA a la AUTO-
TRASCENDENCIA del horizonte humano, de suyo ILIMITADA:
28 Nota: Si las exigencias reconocidas son sólo exigencias de paradigmas culturales vigentes, la conversión
moral será relativa al valor real de esos paradigmas. Las exigencias de la “Eticidad” ( dimensión óntica
exigencial de la realidad humana), en cambio, NO dependen de circunstancias históricas: son “absolutas”.
87
A una autotrascendencia en búsqueda de lo Absoluto, del SER sin
límite, del Misterio Último de la Realidad, de DIOS. Sin la suficiente
dosis de conversión moral e intelectual, esta apertura puede y suele
deformarse, extraviarse y alienarse.
b4. Conversión Psíquica: El sujeto reconoce y asume operativa-
mente las consecuencias de la interrelación entre la actividad
consciente del sujeto y las DIMENSIONES NO-CONSCIENTES:
físico-químicas, bio-orgánicas, neuronales y psíquicas, sociales,
culturales, etc. La ausencia del grado conveniente de esta
conversión, puede conducir en muchos casos a ingenuidades
morales, intelectuales y religiosas, tanto prácticas como teóricas.
¿Qué implica y qué exige la realización
de cada una de estas conversiones básicas?
3ª Hipótesis:
La AUTÉNTICIDAD de una HUMANIZACION INTEGRAL,
Bien Supremo de la educación humana depende
del grado de realización de las Conversiones Básicas
Se sugieren PISTAS que ayuden a buscar respuestas en esta búsqueda:
1ª Un desarrollo positivo del Horizonte Humano se da en la relación del
sujeto con OBJETOS REALES. Estas relaciones, también reales, actualizan
más o menos, bien o mal, algunas de sus potencialidades innatas.
2ª Tales realidades son todo tipo de BIENES ELEGIBLES por el sujeto
humano, más o menos libre, inteligente, razonable y responsablemente, o no.
Esos bienes son potencialmente `VALORES Humanos' en la medida en que
son buscados y elegidos por sujetos humanos.
88
3ª Una exitosa conquista de la AUTENTICIDAD HUMANA INTEGRAL,
demanda un proceso de “AUTO-TRASCENDENCIA”, que además de
continuo y esforzado, sea atinado: a través del cuál el sujeto humano pueda
ir llegando a SER de hecho y progresivamente auténticamente “HUMANO” :
“Humanizado” = “Educado”.
4ª El ser humano puede llegar a ser mediante tal auto-trascendencia, una
PERSONA AUTÉNTICA y una FUENTE ORIGINANTE del supremo Valor
Humano: la `HUMANIZACIÓN INTEGRAL'.
5ª La EDUCACION en su sentido más pleno, es el proceso cuya meta
complexiva es la realización siempre mayor de esta auténtica auto-
trascendencia del sujeto.
6ª Las mutilaciones, desviaciones y aberraciones del proceso de
autotrascendencia, son el origen de toda suerte de “Males Humanos”.
7ª Una ESTRUCTURA HEURISTICA e INTEGRADORA de todos los Tipos
de BIENES a los que se dirige ese proceso, hace posible diferenciar y
relacionar entre sí correctamente los diversos componentes básicos
requeridos por el proceso a través del cual se busca construir la
AUTENTICIDAD HUMANA INTEGRAL.
8ª La misma estructura nos permite detectar la ausencia o mutilación de
esos componentes y de su interrelación; mostrando los componentes del
Bien Humano Integral cuya ausencia o deficiente presencia alienan el
proceso de trascendencia del Sujeto Humano (la Humanidad).
Se añaden a continuación
Cinco Cuadros Sinópticos
89
1er Cuadro:
“DESARROLLO HUMANIZANTE”
Tú y nosotros: ¿QUÉ estamos siendo?
¿QUÉ YA somos? ¿QUÉ TODAVÍA NO?
SOMOS SERES HUMANOS en una BÚSQUEDA
Somos: B U S C A D O R E S . . .
de B I E N E S de todo tipo:
“SUJETOS” = centros deACTIVIDAD
AUTOPRESENTE, de ‘actividades con-scientes’
Actividades EMPÍRICAS
y más o menos
INTELIGENTES o no,
y más o menos razonablemente
CRÍTICAS o no.
Y según el nivel de calidad anterior, más
o menos
RESPONSABLEMENTE HUMANO o NO =Origen de Valores
Auténticamente HUMANOS.
De Bienes ‘Particulares’: biológicos, estéticos, lúdicos,
económicos, políticos, sociales,
intelectuales y culturales, religiosos,
etc.
Ordenamientos intersubjetivosde Bienes: del Bien “ORDEN”
tecnológico, económico, político, legal, militar, cultural, religioso, (niveles ‘infra-estructurales’); y modos de entender, pensar y
hablar sobre esos órdenes (niveles
‘supraestructurales’: discursos ).
VALOR TERMINAL:Humanidad Humanizada
en Comunidad Agápica.
90
2º Cuadro:
BIENES y/o MALES en el DESARROLLO DEL
SER HUMANO
A. Descriptivamente:
Bienes Pre-humanos: BIENES ó MALES FíSICOS y NATURALES.
MORALES : Bienes PARTICULARES ó sus carencias.
BIENES y MALES ESTRUCTURALES: Bienes del ORDEN ó sus deficiencias. HUMANOS: (Tipos) INTERPERSONALES: RELACIONES HUMANAS VALORALES
ó sus aberraciones
B: EXPLICATIVAMENTE:
BIENES PARTICULARES:Biológicos, estéticos, artísticos, técnicos, económicos, políticos,
religiosos, intelectuales, etc.
BIENES del ORDEN:
Familiar, social, nacional, internacionales, mundial, cósmico, etc.
/----------------------------------------------------------------------------------------------
--/
Bienes Hum. ORIGINANTES: Bienes Hum. TER MINA LES :
SUJETOS, en tanto capaces LOGROS, en tanto
91
de valorar y de valorizar bien apreciados, bien elegidos, LIBRE Y RESPONSABLEMENTE o no: y bien realizados o no: = “bien” ó “mal”. =
“Humanizantes” o no.
3er Cuadro:BIENES REQUERIDOS para un DESARROLLO
INTEGRALdel SUJETO HUMANO CONCRETOUna “Estructura Heurística”: TIPOS de BIENES y sus Interrelaciones
POTENCIALIDADES
INNATAS
DESARROLLOs en la HISTORIA
Individuales y Colectivos
LOGROS
FINALES
SUJETO ORIGINANTE de BIENES
HUMANIZANTES
AUTO-CREADOR de identidad personal
LIBERTAD: capacidad de auto-determinación
AUTÓNOMA
RESPONSABLE
CONVERSIONES
APERTURA Afectiva, COMUNIDAD
Moral, Intelectual, HUMANIZADA Psíquica y Religiosa.
PERSONIFICACIÓN RELACIONES armónica y equilibrada interpersonales
ORIENTACIÓN EDUCACION existencial LIBERADORA
VALORES TERMINALES:
Medios para unaAUTO-
TRASCENDENCIA
HUMANIZANTEAUTÉNTICA
PERFECTIBILIDAD
y
PLASTICIDAD
HABILIDADES INSTITUCIONES
DESTREZAS ESPECIALIZACIÓN
DESARROLLO DESARROLLO operacional organizacional
ADAPTABILIDAD
BIENES del ¿?
ORDEN:
ReligiosoCultural
PolíticoEconómicoTecnológico
Social
Legal
Etc.
92
E P Á
G A
CAPACIDADES
y
NECESIDADES
ACTIVIDADES EQUIPOS
OPERACIONES CO-OPERACION
ACCIONES ESPECIFICAS
BIENES PARTICULARES:
ReligiososPersonales
CulturalesVitales. -Sociales.
4º Cuadro:Mapa Conceptual Integrador
+ Inteligente
BiológicaEstética
Dinamismo Interés Artística
DESARROLLO de la + Crítica dominante Práctica
del SUJETOCONSTITUYENTE
Actividad conscienteExperiencial
+ Responsable
que orienta:
“Finalidad” IntelectualDramáticaReligiosa
Mística
BIENHUMANO
Bienes Particulares:
Biológicos,Estéticos,Sociales,Intelectuales,
Económicos,Políticos,Culturales, Etc.Religiosos,
Estructura
Invariante Bienes del ORDEN Etapas en laDIFERENCIACIÓN
DESARROLLO ¿ ?Estéticos
1ª Desde Sentido Común No-
diferenciado
de los OBJETOS VALORESTerminales
ÉticosReligiosos
a S.C. + Diferenciado
CONSTITUIDOSDesarrollo
Intelectual
Civilizacióny
Cultura
2ª
Diferenciación
teórica
(Griegos)
y
93
E R O S
Diferenciales “Nuevos Aprendizajes”
Factores deCambio “Pecado”
Triple Nivelde
Aberración3ª Diferenciaciones
de la Concienticidad:
Redención Xtna. o No “Auto-Apropiación”
5º Cuadro:
94
ACTIVIDAD
CONSCIENTE
del SER HUMANO
MODELO 1
MODELO 2
Modelo 3
PRÁCTICASHUMANAS
MODELO 4
Modelo 4 5
MODELO 6
PermanentesUniversales
Trans-culturalesTrans-históricas
Trascendentales
VISIONES TEÓRICAS
EXIGENCIAS Innatas
REALIZACIONES
HISTÓRICAS y CULTURALES“Categoriales”
de las Exigencias Trascendentales
EXIGENCIAS HISTÓRICASy CULTURALES,
siempre cambiantes,“categoriales”
MÉTODOLOGÍAS
¿Dónde buscar y encontrar criterios normativos básicos?¿en MODELOS y/ó en EXIGENCIAS INNATAS?
POTENCIALIDADCONSTITUTIVA
4ª Parte
REFLEXIÓN ÉTICAdesde un
Análisis de la Intencionalidad Humana
Una “Reflexión Ética” que busque discernir la calidad específicamente humana,
“moral”, de la actuación de las personas que son parte de la humanidad, puede
asumir una infinidad de formas según sean . . . : (1) los intereses que la promueven;
(2) los presupuestos epistemológicos que subyacen en la búsqueda;
(3) la metodología que la orienta.
Se propone a continuación una hipótesis de trabajo, un
“esquema heurístico”, que pretende invitar y orientar una
reflexión “Ética”, en torno a la calidad moral de la actuación
humana, en los ámbitos básicos en que ella sucede.
(1) La Reflexión intenta explicitar analítica y sintéticamente, una
limitada conciencia de la realidad humana de la que emana y
procede el fenómeno moral en toda su complejidad.
95
Ricardo José Avilez Espejel
(2) Se presupone una reflexión epistemológica que responde a la
pregunta: ¿cómo sabemos que nuestra consciencia de algo es
consciencia de algo real? ( “conocimiento”, en sentido estricto).
(3) La metodología que la orienta es la de un ANÁLISIS
REFLEXIVO de la intencionalidad humana:
El punto de partida del análisis es la actuación + consciente
de los seres humanos: el ejercicio concreto de su
“intencionalidad”.
La reflexión avanza guiada por una pregunta central: ¿Qué
sucede en la conciencia de los sujetos humanos cuando
actúan como tales? ¿Que está sucediendo en la actividad
consciente de los actores morales, mientras ejercitan su
dinamismo intencional?
La búsqueda intenta llegar a formular y sistematizar, en
lenguajes inevitablemente abstractos, una limitada inteligencia
de lo real concreto. El esquema heurística que se propone,
distingue diversos ámbitos a los que este estilo de reflexión
conduce. Los ordena a la manera de una exposición
sistemática, y no según el orden de su invención . 1er
ámbito: la Realidad “Óntica”¿Qué Qué REALIDADREALIDAD constituye elPRINCIPIO yPRINCIPIO y
FUNDAMENTOFUNDAMENTO del Fenómeno Moral y de toda
Ética?En la raíz de toda actuación humana está la
capacidad_exigencia propia de la Realidad Potencial
96
Humana de llegar a actualizarse para llegar a ser ella
misma. Esta potencialidad constituye la fuente
primordial, radicalmente autónoma, de la calidad
moral y ética de esa actuación. La designaremos con
el término “ETICIDAD”.La Eticidad consiste en una
innata y compleja demanda del dinamismo intencional
humano; es su Vocación fundamental. En este
sentido, es una realidad trascendental; y como tal, es
permanente, universal, concreta, trans-histórica y
trans-cultural. Esta Eticidad existe en todo ser humano
antes que como alguna conciencia de ella, como una
‘demanda neural de representación psíquica’29. Esta
demanda neural no es aún consciente, puesto que
aún no está presente en la intencionalidad del sujeto.
Su índole es Física – Química – Biológica – Orgánica
– Neural – Pre-psíquica – Etc.2o Ámbito: el
“Fenómeno Moral” DESARROLLOs de la
Eticidad Potencial como “Fenómeno Moral”:
Niveles de su Explicitación Histórica
La Eticidad se hace consciente como una invitación
29 Cfr Bernard Lonergan, INSIGHT, cap. 6 .
97
interna, como un llamado, como un “imperativo
categórico” 30, como un derecho natural (ius naturae),
como una obligación moral. Llega así a convertirse en
experiencia humana, gradualmente y de muy diversas
maneras:1º Como Experiencia + IMPLÍCITA del imperativo
Moral, se da una Presencia sub–consciente de la eticidad en
todo tipo de conductas y de representaciones de origen
psíquico y cultural. Éstas son introyectadas en el sujeto a
través de lenguajes, culturas y tradiciones.2º Como
Experiencia + EXPLÍCITA, el Imperativo Moral de la Eticidad
se hace presente en:(1) Precomprensiones míticas,
imaginarias, simbólicas, lingüísticas y socio-culturales, de
derechos, deberes y obligaciones. (2) En modos sociales de
interpretar y/o de responder vitalmente desde tal
precomprensión social.En diversos estilos de sometimiento,
de defensa o resistencia, a esa comprensión de derechos,
obligaciones o deberes.
(3) En la búsqueda de una Inteligencia “Diferenciada” de la
experiencia de Eticidad, se avanza hacia alguna
COMPRENSIÓN del FENÓMENO MORAL; a través de:
Formas de ADMIRACIÓN y de cuestionamiento ante todo tipo
de experiencias de obligación.
PREGUNTAS y búsquedas + inteligentes, que conducen a
30 Así nombra Kant la manifestación de la obligación moral.
98
descripciones, explicaciones, afirmaciones, dudas o
negaciones + críticas; a deliberaciones, valoraciones y
decisiones + responsables. Todo ello, en torno a algún tipo de
búsqueda del fundamento de la experiencia y de su calidad
moral. Una COMPRENSIÓN + inteligente y + crítica,
especializada o no. La cual se expresa mediante todo tipo de
representaciones simbólicas, míticas, mágicas; en relatos,
descripciones, historias orales o escritas; en costumbres y
tradiciones: en “patrones culturales de Moralidad”. CIENCIAS
del Fenómeno Moral que intentan explicarlo con mayor o menor
éxito, desde diversos puntos de vista: la Historia crítica, la
Psicología, la Antropología, la Antropología Social, la
Sociología, etc.. Se generan así códigos y Éticas más o menos
especializadas. FILOSOFÍAS Y TEOLOGÍAS que buscan llegar
a fundamentar el fenómeno moral en Éticas vivenciales, teóricas
o existenciales, + realmente Fundantes.La Eticidad se encarna
sobre todo en Estilos Concretos de Vida personal y social:
En “Instituciones” que ordenan la vivencia de ‘lo moral’; en
sistemas de creencias, de normas y de prácticas; en funciones
especializadas para de la colaboración humana; en grupos +
diferenciados; etc. En estos desarrollos concretos, una
absolutización ideológica e institucional conduce con frecuencia,
no necesariamente, a diversos ‘fundamentalismos éticos’.
La Existencia, la Comunidad y la Historia Humana
99
+ AUTÉNTICAS o No, constituyen el ámbito básico del
Desarrollo de la Eticidad: de la HUMANIZACIÓN y/o de
la deshumanización de la Humanidad.
☼
3er Ámbito: Horizonte Límitedel Desarrollo de la Eticidad
En la totalidad del proceso histórico de la Humanidad, se
avanza o no hacia la Humanización integral. Es decir, hacia
la construcción de una Humanidad en la que se llegue a
actualizar al máximo su potencialidad original, la demanda y
Vocación integral de la Eticidad:
100
Que la Humanidad llegue a ser
plenamente “Ella mismaElla misma”.
Esta Humanización integral, por no tener límites, siempre puede
ser mayor. Por ello, la eticidad coincide con la apertura a
una trascendencia sin fronteras. Se trata de una capacidad
abierta de “re-ligación” con todo lo otro y con el Otro sin
límites, al que llamamos “DIOS”DIOS”.
La vocación humana fundamental invita así a la plena actuación
de la Dimensión Religiosa Original del Ser Humano; de la
cual, la Eticidad resulta ser solamente una dimensión, como
la demanda e imperativo ético siempre abiertos a la
definitiva y misteriosa relación y comunión con el Misterio
de DIOS.
A modo de Epílogo:
En todo el proceso de desarrollo histórico de la Eticidad, la
conciencia que de ella se tiene puede ir avanzando:
Desde una consciencia HETERÓNÓMA de derechos y
obligaciones.
Hacia una gradual consciencia AUTÓNOMA; y desde una
consciencia sólo RELATIVAMENTE AUTÓNOMA, según el
grado de desarrollo histórico y cultural de los
101
sujetos ...Hasta una consciencia RADICALMENTE
AUTÓNOMA: una consciencia de la vocación, derecho y
obligación básicos de la Humanidad a la
Humanización; una conciencia fundamentada en una
abierta, aunque siempre limitada Auto-Apropiación de la
Realidad Humana de la que todos somos partícipes.
¿Hacia una ”Onto-nomía”?
Expresión acuñada por el Mtro. Manuel Rodríguez Aguirre
5ª Parte:
“DIMENSIÓN RELIGIOSA del Sujeto Humano
y R E L I G I O N E S"31
Cuando se reflexiona a fondo sobre el complejísimo fenómeno histórico de
la experiencia humana, se puede plantear la pregunta acerca de la existencia real
o no, y de la índole, de una ‘dimensión religiosa’ presente y constitutiva de todo
ser humano. La pregunta se plantea desde una cultura y situación histórica
determinada como es la nuestra; pero buscamos constatar en qué consiste esa
dimensión: si es real y si es constitutiva o no de esa totalidad real y concreta que
31 Las reflexiones originales se presentaron bajo el título “Religión y Religiones”, en un Foro sobre el 'Futuro de la Religión' convocado por ASIM (Antiqui S.J. Milites) en 1986. Esta edición las transforma y reformula desde un nuevo punto de vista, después de 15 años de su primera aparición, y se presenta en el Boston College con el título: “Transcultural Method and Religious Normativity”. El Insight central sigue siendo el mismo; aunque no así su desarrollo y formulación.
102
vamos a designar con el vocablo ‘Humanidad’. No se trata, por tanto, de analizar
conceptos, teorías o prácticas religiosas; sino de preguntarnos a fondo acerca de
la índole ‘religiosa’ o no de una realidad concreta y universal: la “Humanidad’.
La noción de ‘Humanidad’ que se emplea en esta reflexión no es la
común. No se trata de un concepto abstracto; designamos con esta palabra una
realidad concreta que tratamos de describir con esta noción; ésta, no denota y
connota un mero agregado de individuos, ni un concepto universal y abstracto que
defina el común denominador de múltiples diferencias particulares entre seres
humanos particulares. Se designa con este vocablo la totalidad concreta y en
proceso de la que somos parte todos y cada una de los seres humanos, ‘que han
sido, que estamos siendo y que serán en el instante de la actualización del SER
de esa Totalidad concreta, que es todo el tiempo" (Bernard Lonergan). En este sentido
se designa con este término una entidad en proceso, concretamente universal.
Esta 'Humanidad' concreta es diversamente real:
Antes que nada en este universo cósmico de seres (entes) es real como una
pura potencialidad, como una posibilidad y exigencia de llegar a ser una
Humanidad plenamente actualizada. Potencialmente es ya ‘una humanidad’;
es ya una realidad que existe como posibilidad probable (seminal) de ir
llegando a actualizarse siempre más, o no.
Esa misma potencialidad, durante el transcurso de la historia humana (la
‘historia que sucede’ y no sólo el discurso acerca de ella), existe y es real
como un PROCESO más o menos caótico de auto-construccion y de
desarrollo, o de auto-destruccion y decadencia, de la probabilidad y exigencia
de llegar a ser una Humanidad. En este proceso la Humanidad ya deviene,
pero todavía no acaba de ser, nunca está plenamente actualizada.
Finalmente, en la totalidad de la Historia descrita más arriba, la
ACTUALIZACION CONSUMADA de esa potencialidad y proceso de llegar a
ser una auténtica humanidad, es el horizonte último de realidad al que
tienden y están orientados los anteriores modos de ir siendo real.
103
Observaciones:
La potencialidad y las exigencias de llegar a ser de esta Humanidad, son
transhistóricas por ser una idéntica dimensión, permanente (‘synchronica’),
a través de todo el proceso ('diachrónico’ y dialéctico) en que consiste su
actualización histórica.
Son también transculturales, ya que la pluralidad y diversidad histórica de
todas las culturas, han sido, son y serán limitados desarrollos de esa misma
potencialidad. Toda cultura, antes que ser origen, es originada precisamente
por ese sujeto universal y concreto que es la Humanidad potencial en
proceso de su actualización, sea ésta genuina o no.
Esta realidad, así como el proceso de su actualización y la resultante final del
mismo, son así UNA única realidad concreta en proceso de llegar a ser
plenamente 'ella misma'.
En el horizonte del desarrollo histórico de esta totalidad concreta surgen a
través de la historia muy diversos eventos humanos que son calificados como
‘religiosos’. A saber, experiencias; preguntas y respuestas prácticas y teóricas
en torno a esas experiencias; relatos, mitos, creencias, estudios y teorías;
tradiciones, instituciones y comunidades; un complejo conglomerado de sucesos
que constituyen todos ellos el ámbito que llamamos 'religioso'.
Desde dentro de este ámbito como en un contexto más inmediato, se sitúa
esta reflexión. Pero ella pretende colocarse además en un horizonte referencial a
la vez real, universal, y concreto; se propone como tal horizonte, esa misteriosa
totalidad concretamente existente, la HUMANIDAD POTENCIAL en su dialéctico
proceso de auto-realización.
No se trata de responder nuestras preguntas con meras definiciones
conceptuales. Pero es necesario precisar el significado abierto, meramente
‘nocional’, que se dará aquí a los términos que empleamos. Las preguntas, las
indagaciones y las respuestas en torno a lo religioso dependen mucho de lo que
se quiere decir y significa con esa palabra: ¿es sólo un nombre? ¿qué se significa
mediante él? ¿significa sólo una abstracción: lo común en las Religiones o en
104
algunas de ellas? ¿tiene sentido diferenciar entre una 'Dimensión Religiosa
Básica’ y las 'Religiones'?.
En el contexto propuesto, se llamará 'Dimensión Religiosa Básica' a un
CONJUNTO GLOBAL DE EXIGENCIAS DE RELACIÓN entre la concreta totalidad
humana y su origen y orientación radical última: su “vocación y finalidad”. Estas
exigencias son de índole no-relativa, absolutas y trascendentales.
Como 'Religiones', en cambio, se designarán los muy diversos MODOS
HISTÓRICOS, muy frecuentemente conflictivos y contradictorios entre si, en que
dichas exigencias se han manifestado o han sido reconocidas o no durante el
desarrollo de la Historia humana; hayan sido o no actualizadas, más ó menos,
bien ó mal.
La Historia Comparada de las Religiones habla y da testimonio de la
existencia de una multisecular sucesión de experiencias, preguntas, prácticas,
mitos, teorías, instituciones, grupos y comunidades humanas, etc., a las que
califica como "religiosas”.
Estos estudios comparativos: históricos antropológicos, sociológicos,
filológicos, etc., recaban y analizan una información acerca del ámbito de las
religiones que es muy valiosa. Comparándolas, tal estudio histórico descubre,
clasifica y formula algunas convergencias y muchas divergencias en su multitud;
llega a un concepto universal, aunque muy abstracto de "lo religioso"; tan
abstracto y conceptual como es la humanidad de la que habla. Mediante estos
conceptos abstractos, lo religioso y la humanidad designan solamente un mínimo
común denominador en la multitud de instancias particulares examinadas y
comparadas. Con todo, de esa manera es imposible llegar a designar una realidad
concretamente universal, transcultural y transhistórica, que sea raíz de todas esas
Religiones; esa hipotética dimensión de lo real concreto que designamos aquí
como la "Dimensión Religiosa Humana".
Ontológicamente, antes que manifestaciones históricas, experiencias y
respuestas de aceptación, de negación y rechazo, de cualquier manera que
105
sucedan en la totalidad de las religiones; se da la realidad de una
POTENCIALIDAD CONSTITUTIVA que se actualiza en ellas de manera más o
menos positiva o negativa. Todas esas religiones en su conjunto, son o no alguna
actualización parcial de esa exigencia radical del sujeto concreto Humanidad de
actualizar su propio ser; la cual se cumple o no históricamente, como respuesta
práctica y teórica a la posibilidad de relación consciente con un SER
absolutamente trascendente. A esta potencialidad de relación, será denominada
en este ensayo con el término "RELIGIÓN BÁSICA”. No podemos confundir o
identificar la realidad concreta de esta Dimensión religiosa básica, potencialidad
y exigencia trascendental; con la realidad histórica de las religiones, meras
actualizaciones parciales, auténticas o deformadas de la primera.
Pero tampoco podemos dejar de relacionarlas entre sí, si se buscan
criterios para discernir la autenticidad de lo religioso en sus muy diversas
manifestaciones históricas:
Las religiones son modos concretos que actualizan o no, más o menos,
bien o mal, en la Historia Humana, las exigencias de SER que constituyen la
"Dimensión Religiosa Básica de la Humanidad”. Entre unas y otras se da como
mediación, la siempre limitada y compleja actividad consciente e inconsciente de
los hombres concretos. Mediante el ejercicio de esta actividad conscienrte
transforman su experiencia histórica de la ‘Dimensión Religiosa Básica’ en
‘Religiones’. Pero LA UNICA FUENTE MATRIZ y NORMA BÁSICA de la
AUTENTICIDAD de lo religioso en proceso, sigue siendo la exigencia de la
dimensión básica (exigencia de "RE-LIGARE"); la cuál se manifiesta y se actualiza
sólo de manera parcial y gradual, más o menos auténtica o inauténtica, en cada
una y en todas las religiones de la Historia Humana.
En efecto, a través de multitud de experiencias y preguntas, de respuestas
y actuaciones, los hombres podemos darnos cuenta o no, aceptar o rechazar, un
enorme ''esfuerzo por existir y deseo de SER que se manifiesta a través de las
obras que dan testimonio histórico de ese mismo esfuerzo y deseo" (P. Ricoeur).
Entre esos esfuerzos y deseos, podemos discernir cómo la dimensión
"RELIGIOSA" de la totalidad humana, se convierte históricamente en religiones
106
que testifican la presencia de esa dimensión central de la exigencia radical y
normativa de llegar a SER en la UNIDAD HUMANA.
Nuestro problema, con todo, no queda resuelta con suponer que la
dimensión religiosa básica (“trascendental”) es la matriz de una normatividad
transcultural y transhistórica de autenticidad religiosa, y no alguna o algunas de las
Religiones en la historia humana. El sigue siendo el de discernir tal autenticidad
desde un horizonte humano radical. La búsqueda que debemos seguir
realizando en nuestra circunstancia histórica, tiene que descartar postura
ingenuas, anárquicas, historicistas, relativistas o escépticas; porque de uno u otro
modo se contrapondría a las exigencias de tal horizonte.
Tampoco cabe ya excluir de antemano que las exigencias de la "Religion"
se manifiesten y puedan ser históricamente reconocidas como tales; a no ser en
posturas ideológicas de índole perceptualista o conceptualista; cuyos
presupuestos epistemológicos contradicen en el discurso lo que en la ejecución
están haciendo: se oponen a la ‘posición’ de una inteligencia de ‘lo humanum’,
también objeto del discernimiento; si contradice las exigencias operativas del
mismo dinamismo consciente que las formula.
Ahora bien, tales exigencias de relación con algún Absoluto último ¿son
sólo un "sueño imposible" de la Humanidad? o bien ¿son una potencialidad
concreta y real que se ofrece como DON a la Humanidad; para que ella la
actualice de manera libre e histórica, "en el instante de su SER que es la totalidad
del tiempo"?. La disyuntiva la discuten filósofos y no-filósofos de todos las tiempos.
En su vida y acción consciente, los seres humanos responden a ella de una ú otro
modo, o no. Existen por ello innumerables teorías sobre la Religión y las
Religiones en la historia de la Humanidad.
Desde una perspectiva como la que tan solo se intenta sugerir en lo
anterior, es posible considerar todas las manifestaciones "religiosas" de la Historia,
como productos parciales a imperfectos que expresan y realizan o no, más o
menos la exigencia radical de la "RELIGION" en todas las religiones; es decir, de
manera auténtica ó inauténtica: como ‘trigo y mala yerba mezclados en un mismo
campo de labor’.
107
Más aún, casi todas, si no es que toda actuación humana, aunque no sea
reconocida en sí misma como “religiosa" (a veces será considerada como "a-
religiosa" o incluso como "anti-religiosa"), es también expresión y realización ó no
de algo de esa “dimensión religiosa trascendental”.
La Filosofía, la Ciencia, la Técnica, el Arte, el mismo Ateísmo en todas sus
formas, son así otras tantas religiones, son formas de lo ‘religioso’. Mediante ellas
la "dimensión religiosa básica” se ha manifestado en ocasiones, como denuncia
de los "ídolos" de las religiones; aunque muchas veces, al hacerlo se logró
solamente una sustitución de falsos absolutos por otros nuevos.
El ámbito de las religiones por tanto, es mucha mayor que él explícitamente
reconocido como tal. Se puede preguntar sobre el ‘Futuro de la Religiones’ así
entendidas, y la respuestas tendrán que ver con la probabilidad de permanencia
de eventos históricos y culturales. Preguntarse en cambio sobre el futuro de la
‘Dimensión Religiosa", equivale a preguntar sobre el futuro de la vocación hacia
una humanidad auténtica, la cual permanece idéntica en el pasado, en el
presente y en el futuro históricos. La "RELIGION", como invitación radical del
llegar a ser de la Humanidad, ha sido, es y será siempre la misma; mientras la
Humanidad no termine de llegar a ser ella misma, en el instante siempre presente
que es su totalidad temporal.
Las reflexiones antecedentes deben ser verificables de alguna manera, si
se quiere que sean algo más que meras elucubraciones. Las condiciones y el
camino de tal verificación sin embargo, no son cuestión de ver, de sentir algo, ni
siquiera de pensarlo correctamente. Se trata de comprobar la existencia de unas
condiciones y de un camino que sólo pueden ser vividos; se trata de condiciones
que sólo el sujeto que las vive puede experimentar; y que solo la autenticidad del
mismo sujeto hará posible que él mismo quiera y pueda esforzarse por entender
correctamente y formular el DON de su SABER.
Se trata de una serie de CONVERSIONES BASICAS; condiciones que
hacen posible tal comprobación; y sin las cuáles, todo intento o camino de
verificación resulta incompleto y parcial.
108
Se les llama ‘conversiones básicas’, porque de su grado de presencia ó
ausencia en los sujetos, depende el horizonte de significados y de valores que
concretamente serán significativos para ellos. Sin pretender explicar aquí la índole
ni el por qué de la necesidad radical de tales conversiones, solamente se las
enumera enseguida: conversión ética, conversión a la apertura religiosa
básica, conversión intelectual y psíquica. Todas ellas juntas, como respuestas
progresivas ante las exigencias básicas de un auténtico desarrollo Humanizante
de la Humanidad.
En la medida en que falte algo de cada una de ellas: ó habrá deficiencias
en la congruencia de la vida con los significados y valores aprehendidos
(deshonestidad ética); ó faltará la necesaria apertura a la totalidad potencial de
significados y valores humanizantes (oscurantismo religioso radical); ó se vivirá en
una incapacidad para entender y reconocer, para discernir inteligentemente lo
auténtico de lo inauténtico en todos los campos de la existencia; o esa inteligencia
desconocerá sus propios condicionamientos, alcance y límites por tratarse de
una inteligencia psíquicamente encarnada.
Sin honestidad básica no hay vida auténtica posible. Sin apertura total se
bloquea la experiencia religiosa y se la reduce a un inmanentismo excluyente. Sin
inteligencia de los requerimientos propios de la actividad consciente humana
(exigencias intangibles pero verificables en el mismo proceso de su realización),
se imponen como normas y criterios de su autenticidad que no le son propias; las
cuales pueden negarla, mutilarla, alienarla, en tanto se opongan a la totalidad de
exigencias del ser humano potencial, en cuya realización consiste la Autenticidad
Humana. Sin suficiente reconocimiento de la misteriosa interacción entre lo
inconsciente y lo consciente, la conciencia de sí mismo será ingenua y se volverá
falazmente autosuficiente.
En la historia humana, de muchas y diversas maneras se ha llegado a una
auténtica conciencia de la Vocación Humana básica. Entre algunas de ellas, tal
conciencia ha sido recibida y reconocida como un DON, en la experiencia vivida
de un Amor sin límites, no-irracional; de un Amor muchas veces no bien
109
comprendido, pero que hacia exclamar a Jesús "Te doy gracias, Padre, Señor de
cielo y tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has
revelado a los pequeños y a los humildes..." (Mt 11,21).
En este contexto, el Cristianismo y otras Religiones, basadas en alguna
Revelación, no son unas más entre las religiones, pero tampoco las únicas ni las
perfectas actualizaciones de la Religión.
Para el cristiano que intenta seguir a JESUCRISTO, más con obras que
con palabras, es la Persona concreta que manifiesta y posibilita históricamente en
plenitud el don de la invitación hecha a la Humanidad concreta: el DON de poder
llegar a SER por Él, y en comunión de Vida con Él, UNA COMUNIDAD CON
DIOS.
Jesucristo es "Camino de la Verdadera Vida": Camino en la construcción
histórica del Reinado de DIOS. Camino en la construcción de la fraternidad de los
"hijos". Camino en la actualización de la HUMANIDAD, a la que ha sido dado "ya,
pero todavia no en plenitud" el DON de llegar a la Comunión interpersonal con el
Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo.
Ninguna de las religiones, ni la misma "Dimensión Religiosa Básica", en
tanto sólo conocida como apertura a un Absoluto Misterio, pueden llegar a
convertirse en la NORMA HISTÓRICA ULTIMA para los seres humanos.
Solamente la gratuita Revelación del Misterio que para el cristiano se realiza en
la Historia a la Luz de JESUCRISTO y en Él, son la presencia simbólica de esa
Norma en la historia.32
Esta Revelación no es siempre explícitamente conocida como tal; ni por
todos ni completamente; aunque está siempre presente en todas y en cada una de
32 Leer, por ejemplo, en la Epístola a los Hebreos (Cap. 1º,1) una descripción simbólica y
sintética del proceso histórico de tal Revelación y de su culminación en Jesús. En la 1ª
Epístola de Juan, cap.3º-4º, la caracterización de lo auténticamente religioso y cristiano
como una ‘Vida en el Ágape = en Dios’.
110
las conversiones arriba mencionadas por mínimas que sean. Revelación a la que
se responde o no, según la medida de la AUTENTICIDAD HUMANA VIVIDA por
cada miembro de la Humanidad. Más que la fidelidad a una de las Religiones
históricas y culturales, la fidelidad a las exigencias de la Autenticidad
Humanizante, puede ser considerada como la Religión Histórica Básica, en
cualquiera de las Religiones o fuera de ellas.
ANEXO 1: Esquema Sistemático
FILOSOFÍA del FENÓMENO RELIGIOSOdesde un
ANÁLISIS de la INTENCIONALIDAD CONSCIENTE HUMANA
1º PRINCIPIO Y FUNDAMENTO DE LO ‘RELIGIOSO’ ,
su RAÍZ ÓNTICA = “RELIGIÓN POTENCIAL”
La APERTURA del dinamismo intencional humano,
potencialmente SIN LÍMITES: Innata, Trascendental.
2º PRE-ESTRUCTURACIONES de la Apertura Innata,
como ‘demandas neurales de representación psíquica ’ : 33
No están presentes en la actividad consciente explícita del sujeto
= no son conscientes: Físicas–Químicas – Biológicas – Orgánicas –
Psíquicas - Neuro-Fisiológicas - Etc.
33 Ver Bernard Lonergan: Insight, c. 6.
111
3º DESARROLLOS de la “Dimensión Re-ligiosa básica”,
Apertura y Búsquedas en la Historia Humana:
“FENÓMENO RELIGIOSO”
Experiencia Religiosa IMPLÍCITA: Presencia más o menos inadvertida de un Deseo sin límites de Bien.
EXPERIENCIA RELIGIOSA EXPLÍCITA :
4º: CONSCIENCIA y CULTURA ‘ religiosas’
+ indiferenciadas:
Formas de ADMIRACIÓN y curiosidad ante todo
tipo de experiencias de trascendencia.
Precomprensiones simbólicas, míticas,
lingüísticas y socio-culturales.
Modos sociales de interpretar y/o de responder
vitalmente desde esas precompensiones:
creencias, prácticas y deberes respecto de Algo o
Alguien considerado como ULTIMO SAGRADO .
112
TRADICIONES y Formas Culturales de
‘Religiosidad ’ .
5º Desarrollos en la COMPRENSIÓN
del Fenómeno Religioso:
PREGUNTAS y BÚSQUEDAS de inteligencia,
descripciones, explicaciones; afirmaciones o
negaciones, valoraciones, respecto de algún
fundamento real de la experiencia ‘religiosa’ de la
Humanidad.
INDAGACIÓN y Comprensión + especializada,
inteligente y crítica o no, que generan resultados
diversos:
Teogonías y representaciones simbólicas,
míticas y/o mágicas.
Relatos, descripciones, HISTORIAs orales o
escritas de las ‘Religiones’.
CIENCIAs de la ‘Religión’: Psicologías,
Antropologías, Sociologías, estudios del
fenómeno religioso. Filosofías y Teologías, +
fundantes o no, de ‘la Religión’.
6º: Modos de VIDA CONCRETA resultantes, las
113
religiones: Modos concretos de vida, dentro de un
orden + inteligentemente buscado para el desarrollo
‘religioso’.
Se generan instituciones, cánones, sistemas de
creencias, prácticas rituales, grupos diferenciados,
funciones especializadas, etc. En estas búsquedas,
si la ideologización y/o la institucionalización se
absolutizan, emergen diversos tipos de fanatismos y
fundamentalismos.
Existencia e Historia humana + AUTÉNTICA o
no, en tanto sea Humanizante: en tanto suceda
en verdadero Amor y esperanzada fé, ó no.
EXISTENCIA e Historia Humana que suceden en
Amor y esperanzada Fe originados explícitamente
como respuesta a algún tipo de Revelación
acaecida mediante sucesos-palabra en la historia.
Por ejemplo, si genuinamente Judías, Cristianas,
Musulmanas, Budistas, Taoístas, etc.
Entre las anteriores vivencias concretas, la
EXISTENCIA e Historia Humana “Cristianas”: en
tanto sucedan en un Amor y esperanzada Fé
originados explícitamente como respuesta a la
Revelación Histórica en la Palabra-Suceso que es
Jesús de Nazareth (el “Evangelio”).
La “AUTENTICIDAD HUMANIZANTE” del desarrollo
114
religioso en todos los tipos anteriores de
religiones, a pesar de estar diversificada en sus
criterios y simbolizaciones específicas, históricas
y culturales; básicamente depende en todos ellos
de ‘vivir auténticamente en Amor y
Esperanzada Fe’.
Sucede concretamente en un conjunto de relaciones
concientes de los sujetos (en su “experiencia”), con
el misterio de lo otro, y con el Misterio del Otro
Primero y Último.
En relaciones, cuya RAÍZ es un Amor originante.
En relaciones que son RESPUESTA + consciente a ese
Amor originante.
En relaciones en las que YA se da una relación +
luminosa con los Otros (‘fe’); y, aunque esa relación es
débil y TODAVÍA NO plena, se sigue tendiendo +, ‘en
esperanzada fe’, a una relación cada vez más cabal con
el misterio del Otro Absoluto.
< = = = >
115
Anexo2:
Hacia un Ecumenismo Integral 34
El ”E c u m e n i s m o” en el Centro de Estudios Ecuménicos
1º: ECUMENISMO Y UNIDAD HUMANA
Personas y grupos de diversas tradiciones socio-culturales y religiosas, interesadas por
el Centro de Estudios Ecuménicos, se preguntan ¿ en qué consiste la dimensión `ecuménica'
del CEE ?
Desde la década de los setentas fue clásica la respuesta dada a la pregunta por Gilberto
Giménez en su artículo "Pedagogía y Práctica de la Comunicación".i Una pedagogía y una
práctica de la comunicación no-irénicas, son medios específicos del CEE para contribuir a la
construcción de la UNIDAD INTEGRAL de la HUMANIDAD: unidad eclesial y religiosa,
unidad social y humana; no desde una `lógica de la oposición', sino desde la `lógica de la dife-
rencia'...
Por otra parte, la crítica situación social mexicana a fines de los sesenta hacía ineludi-
ble una clara toma de posición ante la creciente desigualdad social, económica y política
prevaleciente. La postura asumida fue siempre clara: el CEE optó porque sus programas y
proyectos estuvieran en tal línea que apoyaran explícitamente los intereses de la clase
oprimida.
34 1º y 2º Artículos publicados en la revista del Centro de Estudios Ecuménicos, A.C., en ocasión de la celebración del 25º y del 35º aniversarios de su fundación.
116
Esta opción no enmendaba las anteriores, sólo se esforzaba en hacerla más operativa
en el marco de la coyuntura social, económica y política del país.ii
Con motivo del 20º aniversario del CEE (1968-1988), un número especial de la revista
del Centro recoge y publica toda una serie de reflexiones a este respecto.iii
Presuponiendo esa memoria viva, trataré enseguida, de manera suscinta y esquemática,
de sugerir algunas reflexiones en torno a la UNIDAD HUMANA que enmarca y da
significado al ECUMENISMO desde los POBRES del CEE.
Comenzaré citando unas consideraciones de Bernard Lonergan a propósito de las
características de la conciencia religiosa que emerge en la segunda mitad del siglo XX.iv
Trataré de sugerir, a continuación, cuál es el fundamento concreto del que esta conciencia
religiosa emergente es tan sólo una actualización histórica parcial, y cómo el dinamismo de tal
fundamento tiende a la UNIDAD HUMANA INTEGRAL. Concluiré finalmente,
presentando al `Ecumenismo desde los Pobres' del CEE: 1º como una realización que anticipa
encarnada y proféticamente, en esforzada esperanza (`ya, pero todavía no'), el futuro del
dinamismo humano hacia la Comunión Integral en una Auténtica Humanidad; 2º como un
símbolo histórico de la pedagogía hacia la Comunión de la Humanidad con el Dios Triperso-
nal a la que se refiere Juan el Evangelista en la Oración que pone en labios de Jesús (Jn 17).
-
I. Características de la conciencia religiosa que ha estado emergiendo en la segunda
mitad del siglo veinte.
En la conferencia a que se alude arriba, Bernard Lonergan afirma:
"...Nuestra preocupación es la de una conciencia religiosa que emerge con un componente de
novedad. Novedad que puede ser respuesta al cambio social, que puede originarse por dife-
rencias culturales, que puede remodelar la forma de las creencias y prácticas religiosas
previamente existentes, o dispersarse en particularismos de idiosincracia; pero que también
puede moverse, entusiasta o reluctantemente, hacia el ecumenismo y el universalismo.” v
Lonergan desarrolla a continuación lo que él llama factores externos de tal conciencia: `la
Alienación Social' y el influjo de la `Segunda Ilustración', y aduce los testimonios de algunos
autores comprometidos con la Convergencia de las Religiones del mundo, de las Naciones y
117
de la Humanidad.vi Después de todo lo cuál, propone un marco esquemático para la práctica
y la reflexión de un ecumenismo universalista:
"Existen experiencias que suelen denominarse `religiosas'. La emergencia consciente de estas
experiencias puede ser, desde muy leve y no advertida, hasta absorbente, fascinante y
dominante. Las experiencias religiosas pertenecen de suyo a una `infraestructura', o sea, que
no ocurren etiquetadas y que por sí mismas no están formuladas aún.”
“Caracterizarlas como infraestructura, sin embargo, sólo es respecto de su
formulación. De ninguna manera se pretende sugerir que estas experiencias sean inferiores a
alguna otra experiencia u operación humana. Toda formulación de estas experiencias
religiosas se da en el contexto de una tradición y de un medio cultural.vii Los eventos y
formulaciones contrastantes de éllas son el reflejo de diferentes tradiciones; por ello, en el
mundo de las religiones no se comparten hasta ahora prácticas y teologías comunes, o estilos
comunes de expresiones `religiosas'. El acercamiento a tal estilo común parece que podría
darse en el largo plazo como lo sugieren el Dr. Panikkar y el Dr. Whitson. El primero se fija
más especialmente en los comienzos del esfuerzo, y el segundo en la necesidad de ir más
allá de las posiciones actualmente establecidas"viii
A través de toda su conferencia, Lonergan se esfuerza de mil maneras por llamar la atención
sobre una tendencia de la conciencia contemporánea hacia la comunidad mundial. Sugiere la
raíz de dónde proviene tal convergencia: existe un fundamento real, que en el caso de la
conciencia religiosa es la experiencia religiosa fundamental.
Esta experiencia, respecto de ulteriores manifestaciones y elaboraciones conscientes, es una
`infraestructura', mientras que aquéllas son la `supraestructura cultural' en que ésta se inter-
preta, conoce y vive. Obviamente, la raíz de las diferencias y pluralidad está en la
supraestructura, mientras que actualmente se sospecha con mucha fuerza la existencia de una
unidad originaria radical, y se tiende a reconocer como tal la infraestructura experiencial. Lo
que Lonergan sugiere nos invita a reflexionar y a caer en la cuenta de una realidad fundante de
la existencia e historia de la Humanidad concreta: La radical capacidad y exigencia de una
UNIDAD en PROCESO HISTORICO que gradualmente la constituye.
Como parte integrante del mismo proceso se da la tendencia exigencial hacia una
toma de conciencia cada vez más plena, que potencie realizaciones más auténticas y acabadas
de la misma. Puesto que en el ser humano se hace históricamente consciente la direccionalidad
118
no determinística sino sólo probable del proceso universal: hacia una realización pluralística,
pero que no por sus diferencias deja de converger hacia una UNIDAD de orden superior.ix
II. La utopía de la Unidad: (Orígenes, fundamento real, función y acutalización).
¿Una Unidad perdida? ¿Unidad originaria o final? o ¿Un proceso dialéctico de divergencia-
convergenciax, desde una dispersión-multiplicidad-diversidad-diferencia originarias;
impulsados por una `Finalidad-Eros' intrínseca, a través de un largo y conflictivo proceso
histórico; en el que la libre auto-determinación de la Humanidad converge y/o diverge, hacia
la Comunión que la auto-constituye precisamente como Humanidad en la Historia, y como
Humanidad en Comunión definitiva con Dios.
No es Lonergan el primero en sugerir este tipo de reflexiones. Ya en el siglo 1º de la
era Cristiana, S.Pablo la expresa en lenguaje alegórico (Rom 8, 15ss.). Y ya mucho antes que
Pablo de Tarso, desde el S.IVºa.C., Platón sugiere algo semejante en el discurso que sobre el
amor hace Sócrates en el Banquete. En la primera mitad de este mismo siglo, autores franceses
como Pierre Lecömte de Noüy y su homónimo Teilhard de Chardin, tratan de dar carácter
`científico' a estas perspectivas en multitud de escritos, aunque sin trascender aún expresiones
y lenguajes alegóricos.
Un mérito de la obra de Lonergan es tal vez el lograr expresar `supraestructuralmente'
en un lenguaje técnico a la altura del desarrollo intelectual del siglo veinte, lo que la
experiencia `infraestructural' de la Humanidad desde siempre ha presentido y balbuceado.
III La Autenticidad humana como la invitación a una auto-trascendencia progresiva; como
fundamento radical de todo tipo de impulso y búsqueda de la ‘convergencia `ecuménica', y de
todo impulso hacia la UNIDAD HUMANA y de búsqueda de ella. Cuyo horizonte último se
vislumbra no en una irénica unificación, sino en la Unidad de una Comunión Agápica de las
diferencias, a imagen y semejanza de la Unidad en la Trinidad (Jo 17).
La búsqueda y la promoción de una AUTENTICIDAD HUMANA integral, personal,
social, religiosa y eclesial, como auténtico y profundo sentido ecuménico de los esfuerzos
plurales y diversos del CEE en sus 25 años de existencia. El Centro de Estudios Ecuménicos
119
ha sido `miniespacio de encuentro de diferencias’; un miniespacio de esfuerzo y lucha por la
convergencia, por la comunicación efectiva, por el avance humano-social-religioso-eclesial,
hacia la auténtica Unidad en la Comunión de todos en la Humanidad, y de la Humanidad con
Dios.
NOTAS:
i. Gilberto Giménez: `Reflexiones Teóricas sobre la Pedagogía del CEE', en Estudios Ecuménicos 26/76 p.68, y en el número del 20 Aniversario 68-88, p.97.
ii. En su contribución al mismo número de la revista Estudios Ecumé nicos arriba citada, Rolf Lahussen subraya la continuidad de esta postura desde los inicios de lo que más tarde llegaría a ser el CEE. Cfr. ibidem, `La Experiencia del CEE a lo largo de seis años de Actividades', p.55 y p.89, respectivamente. Ver también el Editorial de Estudios Ecuménicos 39/80, `Ecumenismo desde los Pobres'.
iii. Ver en este número, arriba citado, pp.89-116, y el artículo de Rogelio Gómez Hermosillo, `1968-1988: el CEE a 20 años de su Fundación', p.129.
iv. Conferencia en el Segundo Simposio Internacional sobre la Fé en Baden/Viena, enero 1975. Publicada en A Third Collection, Papers by ..., ed. F. Crowe, Paulist Press, New York, l985, pp55-73. (Traducción Castellana, no publicada, por R. Avilez E.)
v. Op.cit. (traducción) p.5
vi. Algunos de los autores citados por Lonergan:
Robley E. Whitson, The Coming Convergence of World Religions,(N.Y:Newman, 1971), pp 168-169.
Raimundo Panikkar, "Have `Religions' the Monopoly on Religion?", (Journal of Ecumenical Studies, Vol.XI (1974), pp 515-517.
William Johnston, The Mysticism of the Cloud of Unknowing: A Modern Interpretation (N.Y., Desclée, 1967), y otras obras.
William H. Crane, "The Kimbanguist Church and the Search for Authentic Catholicity", en The Christian Century, Vol. LXXXVII (1970) pp 691-695.
vii. Para Lonergan, en contraste con muchos antropólogos y sociólogos, la cultura consiste en `un conjunto de significados y valores que determina modos concretos de vida', por lo que la cultura implica situación social, económico-política e intersubjetiva: Cultura es la realidad determinante del mundo en que concretamente vivimos como seres humanos.
viii. Traducción citada, p.15-16. Los énfasis son de la traducción.
120
ix. Una amplia consideración de esta consideración puede encontrarse en B.Lonergan, INSIGHT, a Study of Human Understanding, cap. 15 & 5 y 6.Publicación de la traducción castellana a cargo de la UIA-México.
x. Expresión usada por Teilhard de Chardin.
2º La IDENTIDAD ECUMÉNICA del CEE
Hace 35 años se asignó un nombre a la persona moral que entonces nacía: se le
denominó “Centro de Estudios Ecuménicos”. El nombre ha perdurado hasta ahora, y con
él se sigue designando al actor social cuyo aniversario ahora celebramos. Después de 35
años se han dado una serie de importantes cambios en la identidad explícita de este Centro.
Cabe por ello preguntarnos si bajo el mismo nombre seguimos designando a la misma
entidad social; o si por lo contrario, estamos celebrando los 35 años de una organización
que sólo conserva el nombre que entonces fue asignado a una entidad social radicalmente
distinta. Pero, si estamos convencidos y celebramos ahora el aniversario del mismo Centro
que fue fundado hace 35 años, es porque estamos convencidos que se trata de una misma
organización social; sin que por ello desconozcamos que ella se ha ido transformando en el
transcurso de su historia.
Desde esta convicción, los cambios más o menos profundos en la autocomprensión,
en el desempeño y servicios a la sociedad por parte del Centro, representan el esfuerzo y el
deseo de seguir siendo fieles a una identidad, vocación y misión originarias.
¿Cuál es esa identidad fundante del CEE?
¿Cómo podemos comprenderla y nombrarla?
¿Podemos identificar algunos rasgos básicos de
esa permanente identidad originaria del Centro?
Si así fuere, podremos comprender los cambios subsiguientes, como necesarias y
convenientes adecuaciones y explicitaciones de esa misma identidad, en el esfuerzo de
quienes la hacen suya por responder a los siempre variables desafíos planteados en el
devenir de la sociedad; de la que el Centro es parte integrante y a la que intenta servir
críticamente como realización histórica de la vocación y misión constitutivas de su
121
propia identidad. ¿Qué es, en síntesis, lo que confiere al CEE una identidad permanente,
y qué ha sido lo cambiante en el ulterior desarrollo de historización de esa misma
identidad?
En las siguientes líneas no pretendo responder a todas las preguntas planteadas. Tan
sólo comparto mediante ellas una opinión personal; la cual se presenta como una mera
hipótesis: para que sea comprobada, rectificada o desechada; mediante una reflexión
colectiva bien atenta a los sucesos y a su significado profundo. Estas reflexiones
presuponen como contexto, las descripciones y reflexiones que sobre los hechos de la
historia vivida por el CEE, acompañan, ilustran y dan cuerpo, en esta u otras
publicaciones, a aquello que aquí se presupone conocido y a lo que sólo se hace
referencia. Este contexto es el que permite documentar, falsificar o verificar, lo que aquí
se propone.
¿Cuál es esta hipótesis? Puede formularse así: El “Ecumenismo del CEE” forma
parte de su identidad básica y permanente. Esta dimensión permanente de la identidad
de nuestro Centro, como sujeto y actor social, puede quedar designada y connotada en su
mismo nombre por el calificativo “Ecuménico”.
Veamos despacio por qué y bajo qué condiciones. En las reflexiones que siguen,
bajo la expresión “Ecumenismo del CEE”, me referiré a algunos rasgos de esa
dimensión de realidad que le confiere su permanente identidad: la realidad a la que el
adjetivo “ecuménico” cualifica, será entonces la realidad de una orientación-finalidad
básica que constituye la identidad fundante y permanente de esta organización social:
¿Qué características podemos destacar de tal realidad originante?
Después de 35 años, en medio de un innumerable desfile de diversas maneras de expresar la comprensión que del Centro han ido teniendo quienes hablan de ella, podemos destacar algunos rasgos permanentes que subyacen en casi todas ellas:
1.º. El CEE sigue siendo desde su fundación un espacio social, “un Centro”, en el cual convergen diversas búsquedas inspiradas por un deseo común. Un Centro, desde el cual se promueve y encarna de diversas maneras una misma inspiración: el deseo y la búsqueda de contribuir eficazmente en la construcción de una sociedad y de un mundo en el que la lucha por implantar una auténtica Justicia Integral en todas las relaciones humanas, reemplace la secularmente y reinante competencia selvática de unos contra otros.
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2.º. En sus inicios, la reflexión en torno a los sucesos en que la injusticia se iba manifestando en la década de los sesenta del siglo pasado con mayor intensidad, fue la actividad inicial en que se centró la búsqueda de los fundadores.
Esta actividad reflexiva ha seguido presente desde entonces en la búsqueda del Centro; aunque muy pronto ésta se fue abriendo a una participación y colaboración más diversificada y activa con quienes se comprometían para responder a los desafíos estructurales y puntuales que esas circunstancias demandaban.
La denominación “Centro de Estudios”, aún vigente, se refiere a tal actividad, aunque la intensidad del estudio y reflexión, a veces no es ya tan patente y exclusiva como en los inicios; sin que por ello haya dejado de existir como una exigencia permanentemente presente en la vida del Centro.
3.º. Si de las características propias del espacio social que es el Centro y de las diversas actividades en que se ha desempeñado, la atención se desplaza ahora a la índole específica demandada a los integrantes que constituyen al Centro como un Actor Social con identidad propia, descubrimos que bajo la denominación de “Centro Ecuménico”, se puede significar algo que ha sido distintivo del CEE como organización y actor social, desde sus orígenes.
Siempre y cuando, el significado al que esa palabra haga referencia no sea un significado meramente nominal, o un significado sólo socialmente vigente y aceptado (hay una larga historia de ellos) .
Siempre y cuando el término “ecuménico” sea sólo un nombre con el que se designe esa dimensión constitutiva de la realidad-finalidad originaria que constituye al Centro como una realidad históricamente permanente, a la vez que lo identifica y distingue de otras realidades no análogas.
Siempre y cuando la palabra “ecuménico” se utilice sólo como un adjetivo que designe esa cualidad básica de la real y permanente identidad del mismo Centro: la cualidad de la que se derivan los siempre actualizables desafíos a su vocación y misión específicas, en medio de las siempre variables circunstancias históricas y sociales de su existencia.
Ahora bien, el “Ecumenismo del CEE”, a través de sus 35 años de existencia, ha
sido comprendido y llevado a cabo de maneras distintas: desde un “Ecumenismo Inter-
Eclesial” transitó a un “Ecumenismo Social”; y de éste, hasta un “Ecumenismo basado en
la Esperanza que construye Unidad en medio de las diferencias de la Humanidad” . Bajo
todas esas particulares y diversas formas de entender lo “ecuménico”, subyace una
idéntica realidad: la real orientación y finalidad de una inspiración abierta y sin
restricciones; la cual invita e impulsa hacia la Praxis constructora del Sujeto Colectivo
UNO, la Humanidad concreta, a la vez que indefinidamente diferente en sus partes
integrantes.
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Impulsado por tal inspiración radical, el CEE, aun sin ser siempre explícita y
plenamente consciente de ella, se ha esforzado por contribuir mediante la acción y la
reflexión, al ‘empoderamiento’ de sujetos sociales para que lleguen a ser auténticos actores
comprometidos con esa misma finalidad. Los cuales, aunque muy diversos, converjan como
constructores del mismo Bien Humano Total que denominamos Justicia Integral, a pesar
de que no podemos tener de Ella un modelo terminal acabado.
La Praxis del CEE, en la medida que ha buscado y encarnado tal inspiración, es lo
que le ha ido confiriendo su peculiar personalidad moral; ha sido lo que le ha dado una
particular cualidad “ecuménica”; cualidad que es un criterio pertinente, de fondo, para
evaluar la calidad de sus actores, de sus procesos y de los resultados de todo ello.
Desde esta perspectiva el “Centro de Estudios Ecuménicos” que ahora celebramos,
en la medida en que siga siendo movido por la misma inspiración fundante que estuvo ya
presente, aunque subyacente bajo la conciencia coyuntural que le imprimieron sus
Fundadores; es y podrá seguir siendo el mismo Actor Social, “Ecuménico”, que entonces
nacía y que ahora celebramos en su edad adulta.
Celebramos treinta cinco años de “Ir sembrando Esperanza”, colaborando
en la construcción del Bien Humano Integral y de la Unidad Ecuménica de la
Humanidad”. ¡Enhorabuena y Felicidades!
Noviembre de 2003 Ricardo José Avilez Espejel
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6ª Parte:
UNIVERSIDAD y CALIDAD
1ª Sección:UNIVERSIDAD, CULTURA y JUSTICIA SOCIAL
I. Universidad y Cultura
1. Las Universidades existen . . . : NO como una abstracción conceptual; EXISTEN:
(a) como un conjunto de espacios concretos (‘campus’), edificios e instalaciones, documentos constitutivos, etc.: como ‘instituciones’.
(b) Pero sobre todo, como un conjunto de seres humanos, quienes desempeñan diferentes funciones; quienes lo hacen movidos por intereses muy diversos, en contextos sociales, históricos y culturales diversos y variables; etc.: como grupos humanos concretos.
2. ¿Qué es lo que hace de esos espacios y conjuntos humanos, UNA ‘UNIVERSIDAD’? ¿Algo más que un nombre distinto? ¿Algo que establezca la diferencia entre una ‘Universidad’ y otras posibles y existentes
instituciones de Educación Superior (Tecnológicos, etc.)?3. Ese ‘Algo’exige un tipo de interés específico, , junto con otras características que aquí se
suponen: un interés específicamente ‘Universitario’, que oriente y de sentido específico a muchos
otros intereses y a todo tipo de actividades; un interés distinto a los intereses institucionales, el cual los subordina sin excluirlos;
un interés centrado en la ‘Cultura’, si se entiende ésta críticamente como ‘conjuntos de significados y valores que determinan los modos concretos de vida común’ (Bernard Lonergan);
Se trata entonces, de un interés por la conservación, reproducción y efectiva comunicación social de culturas determinadas; pero sobre todo, un interés por su transformación cualitativa..
4. Un interés de esta índole sólo existe si se encarna en sujetos concretos. Existe sólo en la medida en que conjuntos de sujetos humanos compartan de manera orgánicamente institucionalizada, el común deseo de una continua y renovada reproducción, transformación, creación y socialización de culturas pasadas, presentes y futuras; así como de las sociedades constituidas básicamente por esas culturas.
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5. El problema surge cuando este interés específicamente universitario, concretamente encarnado en sujetos humanos colectivamente organizados e institucionalizados, queda disminuido, obstaculizado, subordinado, relegado u olvidado. Cuando otros intereses, aunque necesarios como medio, soporte y cauce de aquéllos, tienden a convertirse en intereses hegemónicos. Lo cual sucede, sobre todo, a medida que crecen y se hacen más complejas las instituciones.
Tal es el caso, por ejemplo, de intereses ajenos a ‘lo universitario’, como el deseo de prestigio y de movilidad social y/o de intereses institucionales ‘no específicamente universitarios’, como la sobrevivencia y competitividad social de la Institución. En ambos casos se trata de intereses legítimos y necesarios; pero que, siendo medios necesarios y convenientes para servir a la ‘finalidad universitaria’, tienden frecuentemente a convertirse en fin en sí mismos, y a proponer e imponer la lógica y criterios personales o institucionales, a las exigencias y criterios propios de una búsqueda genuinamente Universitaria.
No se trata de elegir entre uno y otro tipo de intereses. Se trata de integrarlos de manera orgánica. De tal manera que la ‘finalidad universitaria’, la indispensable y específica Misión Social de la Universidad como Universidad, no sea subordinada o relegada por otro tipo de intereses, conveniencias o incluso necesidades; sino que sea apoyada y servida por ellos.
6. Es inevitable la tensión dialéctica entre los intereses específicamente universitarios y los otros intereses no específicamente tales, como son los intereses meramente institucionales y demás intereses extra universitarios. Las masivas, incesantes y urgentes demandas de sobrevivencia y desarrollo de la realidad institucional en el corto plazo, tienden a sobreponerse como intereses dominantes encarnados en los agentes dentro de la Universidad, a las demandas minoritarias, menos aparentes, menos apremiantes y de largo plazo, de los desafíos culturales específicamente universitarios.
7. La compleja realidad universitaria, ‘la Universidad’, tiende así a quedar reducida a su dimensión meramente institucional; mientras no emerja en sus agentes un interés y esfuerzo suficientemente inteligente, crítico y responsable en sentido contrario; en tanto que la dimensión universitaria específica vaya siendo relegada cada vez más a un mero discurso legitimador (‘ideológico’, en sentido peyorativo), aunque éste sea cada vez más abundante y prolijo (‘documentitis’).
8. El desafío que resulta de la tensión dialéctica entre los intereses encarnados en los sujetos de la Universidad, consiste entonces en mantener cada vez más conscientemente vivo el interés por la específica Misión Cultural de la Universidad; en esforzarse comprometidamente en propiciarla y promoverla, más con obras que con discursos; en convertirla en el afectivo y efectivo interés hegemónico de por lo menos una minoría de agentes universitarios; quienes vayan siendo en el mediano y largo plazo, ‘como levadura en la masa’.
II. Universidad, Sociedad y Dominación
La Universidad realmente existente, junto con sus tensiones internas y sus desafíos, no son una realidad independiente y autónoma de la Cultura y Sociedad a la que pertenecen y que las engendra. Como un subsistema social, las Universidades concretas dependen de la misma Cultura y Sociedad a la que tienen como Misión promover, reorientar y transformar.
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Se da así una dialéctica mayor, la cual contextualiza e influye decisivamente en la tensión y la dialéctica interna propia de la Universidad. Las Universidades, en tanto son hijas de un sistema social, nacen ‘víctimas no autónomas’, nacen sometidas a las culturas socialmente dominantes. La sociedad imperante propicia y controla las Universidades; de manera preponderante para que reproduzcan los intereses, los significados y valores (la ‘Cultura’) que sustentan el orden social establecido.
Pero la Universidad no solamente nace como ‘víctima’ de intereses sociales no específicamente universitarios. La lógica cultural de los intereses institucionales de la sociedad existente, los cuales han sido y siguen siendo lógica e intereses de dominación, se encarnan dentro de la Universidad en una parte mayoritaria de agentes universitarios, quienes fácilmente tienden a adaptar la institución universitaria al poder dominante, sobre todo a los poderes económicos y políticos. Estos agentes universitarios tienden a hacer suyos los intereses y los criterios que mantienen en el poder la cultura socialmente establecida por el mismo poder del que son ‘Víctimas’. La institución universitaria tiende así a convertirse en una ‘Víctima-Cómplice’ de la misma dominación que le permitió nacer; cómplice del poder dominador del que depende su pacífica sobrevivencia económica y política, y de la cultura socialmente establecida; la cual amenaza de mil maneras a quienes se atrevan a oponérsele o intentar transformarla.
El desafío universitario básico se convierte así en la necesidad de una cada vez más lúcida y crítica consciencia de tales orígenes y condicionamientos. Consiste en la invitación a un reiterado esfuerzo de ‘Liberación’ capaz de resistir y de superar poco a poco las prevalecientes condiciones y tendencias externas e internas hacia la complicidad con esa ‘domesticación bancaria de la dominación’ 35. Consiste en el reto de una progresiva LIBERACIÓN DE LOS INTERESES ESPECÍFICAMENTE UNIVERSITARIOS; liberación desde la hegemónica dominación de intereses contrarios a éstos, aunque cultural y socialmente establecidos.
Desde la perspectiva de las consideraciones anteriores, cabe preguntarnos, para evaluar nuestra contribución a la autenticidad Universitaria qué tanto, cualitativamente, los intereses que nos mueven y los criterios que orientan nuestras evaluaciones, planeaciones, decisiones y eventualmente nuestras acciones . . . :(1) ¿Nacen solamente de nuestra condición de ‘Víctimas’ de la dominación, social y
culturalmente establecida?(2) ¿O nacen sobre todo de nuestra más segura, fácil y masiva ‘Complicidad adaptativa’
con la misma dominación de la que ya somos ‘Víctimas’?(3) ¿O finalmente, si realmente nacen de un ‘Deseo de Autonomía Real y de
Liberación’, aunque siempre difícil, minoritario e interna y externamente amenazado?
¿Qué tanto, en suma, nuestra ‘pasión y amor universitarios’, afectivos y efectivos, nacen, operan realmente, son movidos y orientados,
por un ferviente y sincero deseo de Liberación y Justicia Socialante toda forma de dominación e injusticia cultural y social?
Qué tan inteligente, crítica y responsablemente luchamos:
35 Glosando a Paulo Freire.
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¿Por la VERDAD que nos hará LIBRES?
Sección 2ª:
El DESAFÍO de los Desafíos:
¿Un SUEÑO IMPOSIBLE:
LIBERAR una UNIVERSIDAD VÍCTIMA,
de sus COMPLICIDADES
con las lógicas de la DOMINACIÓN?
Los procesos de reflexión en torno a los desafíos que enfrenta actualmente una Universidad, en sus esfuerzos por llegar a ser coherente en su práctica con los planteamientos de su lema, ideario y filosofía; son procesos que buscan resultados aún en proceso de gestación. No sólo se necesita buscar resultados en el discurso y en nuevos documentos. Es preciso buscar resultados práxicos: resultados en los que se reorienten y reestructuren todas sus prácticas; resultados que la trans-formen y que la re-creen.
Estos resultados, lo sabemos de antemano, tendrán un alcance demasiado limitado. La universidad es un subsistema social, parte del macrosistema socio-educativo mexicano y mundial. Como tal, no cuenta con más margen de autonomía real que aquella que el macrosistema tolera más allá de sus propias lógicas. La Universidad pública o privada, aunque de maneras diferentes, sólo puede existir sujetándose a esas lógicas sistémicas: como “víctima” de ellas. Tal es su condición original.
Pero, las universidades así dependientes no son sólo eso: “víctimas” dependientes de lógicas extrínsecas a ellas misma. De hecho y en muchas ocasiones han llegado a convertirse en verdaderos “cómplices” que reproducen con mayor o menor
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ingenuidad la misma lógica global que las hace “victimas”: la lógica de una “educación bancaria”, como la denominó Paulo Freire.
¿Cómo sabemos esto? ¿cómo podemos saber que una universidad cualquiera es “víctima-cómplice” y no sólo “víctima“?
Las señales son múltiples: tal hipotética universidad hace más o menos suya y tiende a adaptarse a las lógicas establecidas por el macro-sistema social y educativo; busca la calidad y excelencia que ese mismo sistema propone o impone como metas.
Valora su éxito con los mismos criterios, variables e indicadores que se derivan de esa misma lógica. Si en la Universidad en cuestión se proponen cambios, éstos no son más que readaptaciones a esa lógica subyacente, la cual permanece incuestionada e incuestionable. Tal Universidad busca, recibe, acepta reconocimientos por su casi indiscriminada fidelidad al sistema establecido; etc., etc.
No creo que exista alguna universidad que pueda sinceramente reconocerse como totalmente libre de tal complicidad. Pueden variar las dosis y haber universidades que luchen más que otras por disminuir al máximo posible tal complicidad. Pero la complejidad institucional de toda universidad, sobre todo si se encuentra en proceso de expansión, hace que inevitablemente se den en su interior lógicas subyacentes adaptativamente cómplices con la lógica del sistema hegemónico dominador.
El problema reviste características diferentes según sea el tipo de vinculación que una universidad tenga con el sistema imperante:
En el caso de las universidades públicas, el Sistema Escolar puede tolerar una relativa autonomía aunque bastante limitada, en aras de lo que en su lógica requiere la índole “pública” de la Educación Superior, de la cual se considera principal responsable.
No así, sin embargo, cuando se trata de universidades privadas, a las que trata rigurosamente como empresas lucrativas; con lo que reduce mucho más los márgenes de autonomía que les tolera.
En ninguno de los dos casos, sin embargo, el sistema dominante puede impedir del todo, en las prácticas de los universitarios (alumnos, profesores, funcionarios, administrativos, etc.), la presencia de lógicas alternas incluso opuestas a la suya. Son
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estas lógicas alternas las que pueden abrir y sostener la esperanza de liberación de una universidad originalmente “víctima-cómplice”; la esperanza de llegar a ser instancias de una educación realmente liberadora.
Creo que el punto de partida de un esfuerzo eficazmente liberador, de un esfuerzo que no debe desconocer los límites de autonomía realmente alcanzables, está en que institucionalmente se reconozcan y se lleguen a aborrecer las propias complicidades con las estructuras de la dominación; está en que la institución no se justifique rápidamente considerándose como sólo víctima de ellas. De lo contrario, se puede ingenuamente suponer que con sólo buenos deseos, intenciones y proyectos de auto-liberación se lograrán avances efectivos de recreación de sí misma. Cuando, en realidad, todos esos esfuerzos, por sus implícitas complicidades, redundarán tarde o temprano en nuevas formas de reproducir y conservar solapadamente, más del mismo subyacente sistema original.
No se puede construir propositivamente sin antes des_construir en la medida de lo posible las propias complicidades con las lógicas sociales de dominación; con la lógicas en las que muchas Universidades ponen y defienden frecuentemente la seguridad de sobrevivencia de su cautiva institucionalidad. En la medida y sólo en la medida en que las propias complicidades vayan siendo reconocidas, aborrecidas y superadas; se podrán conquistar y construir espacios internos y externos de relativa autonomía funcional, interpersonal e intersocial. Espacios en los que puedan emerger, aunque sea sólo como posibilidades probables, modos alternos de organización y de orden; modos menos dependientes y menos adaptativos a las lógicas del gran sistema dominador. Desde dentro de estos espacios es desde dónde se podrá luchar e ir conquistando logros acumulativos y progresivos, ante el permanente desafío de la auto-liberación institucional.
Para concluir: La reflexión en torno a los desafíos que enfrenta la Universidad puede ser parte en ese gran esfuerzo liberador; pero sólo lo será en la medida en que tenga explícitamente presente el permanente Desafío subyacente a todos esos desafíos: la propia liberación de su original connivencia con la alienante y omnipresente dominación de las lógicas propias del sistema que la cobija y nutre. Tal creo que es el reto de una real “Liberación Humanizante” de la
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Universidad: “Tal es el Desafío subyacente a todos los demás desafíos”.
Ricardo José Avilez Espejel
Sección 3ª:
Hacia procesos LIBERADORESen la PLANEACIÓN y EVALUACIÓN
de la UIA-Puebla.
En primer lugar:
1º Entre profesores y alumnos de la Universidad, puede darse y de hecho se da en ocasiones como ésta una excesiva dependencia respecto de los patrones socialmente establecidos para los procesos educativos de aprendizaje, de formación, de planeación, de evaluación, etc...
2° Esta dependencia inhibe una participación más activa, más creativa y más crítica en esos procesos dentro de la universidad. Se confía con mucha facilidad, en mayor o menor grado, casi pasivamente, en modelos y metodologías preestablecidas, o en autoridades teóricas o formales de todo tipo.
3° Tal carencia de autonomía entraña un grave peligro: el de irse volviendo en el mejor de los casos cada vez más excelentes actores dentro de los parámetros sistémicos de una "bancaria educación domesticadora" (Freire).
¿Es posible ejercer y pensar las funciones universitariasdesde perspectivas menos exclusivamente reproductoras
de los sistemas 'educativos' imperantes?¿Es posible ejercerlas y pensarlas con
una nueva orientación ‘liberadora’? a) una nueva manera de enfocar esas funciones, que discierna
críticamente lo que sea realmente válido en ellas de lo que no. b) un renovado interés, no tanto en continuarlas y consolidarlas buscando
solamente mayor eficacia en su realización; sino que intente reorientarlas con un sentido auténticamente “Humanizante”.
c) un esfuerzo capaz de proponer creativamente alternativas viables
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que superen esclavitudes alienantes?
Una nueva orientación explícitamente liberadora.(La cual no excluye la reproducción de lo válido ya existente)
2º ¿Cómo se puede propiciar una AUTONOMÍA LIBERADORA?:
una mayor auto-gestión colectiva, tanto en los procesos de evaluación y de planeación del aprendizaje, como de todo el
desarrollo ‘humanizante’, dentro de la Universidad.
Las estrategias que tratan de remediar lo anterior mediante meros cambios externos al sujeto, desde fuera, resultan poco efectivas, si no es que muchas veces contraproducentes.
Tal es el caso, por ejemplo, de meros cambio en planes de estudios, nuevos cursos, reglamentos, exhortaciones, etc.
Se propone como estrategia alternativa un cambio en el modo de enfocar los mismos procesos por parte de los acompañantes y promotores de ellos.
¿En qué consiste y qué exige tal cambio de enfoque?Básicamente implica y exige NUEVOS CRITERIOS VALORALES:
1. Nuevos criterios críticamente establecidos y operativamente asumidos;2. Criterios que permitan diferenciar e interrelacionar los QUÉs y PARA
QUÉs del esfuerzo educativo de los que depende la calidad auténticamente humanizante, de los procesos en que ese esfuerzo se encarna.
3º Buenos QUÉs y PARA QUÉs, como la clave de buenos CÓMOs.
Se mencionan como ilustración algunos de esos QUÉs que son claves:a) Un cambio en la preocupación e interés central del educador: pasar de una preocupación centrada en lo que se trata de enseñar o en el
cómo enseñarlo, a una preocupación más centrada en despertar, provocar, promover, liberar, la capacidad auto-gestiva de aprendizaje del sujeto; mediante ejercicios de la actividad consciente del sujeto que aprende; mediante ejercicios que sean adecuados al campo específico de aprendizaje.
fomentar el "aprender a aprender" del sujeto, más que sólo el
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aprendizaje del ‘CHA’ en algún campo de aprendizaje específico.b) Una consciencia más explícita en los profesores de las exigencias
intrínsecas que requiere la actividad del sujeto que aprende para lograr un BUEN APRENDIZAJE y DESARROLLO HUMANOS, sin confundir o separar ambas dimensiones.
Esto demanda un grado mucho mayor de autoconocimiento por parte de los
profesores, como sujetos en tanto humanos y además opciones
operativas congruentes con sus exigencias de desarrollo: Una progresiva
"auto-apropiación".
Si los profesores saben lo que está en juego en la actividad consciente del sujeto que aprende, podrán ayudarlo a ejercitarla mejor, aunque el aprendiz no tenga inicialmente conciencia explícita de esas implicaciones de su actividad de aprender.
En etapas más avanzadas del aprendizaje, la misma actividad de aprender podrá ser problematizada y las implicaciones y exigencias propias de aprender a aprender podrán ser explicitadas y gradualmente apropiadas por el sujeto, quien ya desde antes aprendió a ejercitarlas bien
c) Se exige de los profesores un cambio en la manera de relacionarse consigo mismos y de relacionar los objetos de aprendizaje, con los sujetos del aprendizaje, a quiénes no se trata solamente de comunicar paquetes predeterminados de ‘CHA’, sino de promover y acompañar para que sean precisamente sujetos colectivamente autogestivos de sus propios procesos de aprendizaje específico y de desarrollo humanizante.
Con todo lo anterior se sugieren esquemáticamente, algunas diferencias entre el paradigma hegemónico vigente y una nueva estrategia orientada a una creciente autonomía creativa, crítica y responsable de los alumnos de todas las áreas y del posgrado.
Ricardo José Avilez Espejel
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Sección 4ª: HACIA UN PROCESO COOPERATIVOen la PLANEACION y DESARROLLO
de la UIA GOLFO CENTRO
A quince años de trabajo educativo, la UIA Golfo Centro puede hablar objetivamente de muchos avances concretos en la búsqueda de operativización de los objetivos que le plantea su ideario y su filosofía educativa, y de todo un camino recorrido en la definición permanente de una misión acorde con el contexto económico, político, social y cultural de nuestro país.
El planteamiento de un proceso participativo en la elaboración de las “Líneas prioritarias” y de los “Desafíos” institucionales reflejan esta búsqueda por hacer operativa una filosofía humanista de inspiración cristiana; la cual nos plantea un reto dinámico y permanente de reflexión sobre los “signos de los tiempos”, para ir adecuando las estrategias y programas de trabajo a la realidad siempre cambiante; teniendo siempre como perspectiva fundamental al ser humano y la búsqueda de la justicia social.
Después de quince años se pueden también descubrir limitaciones, deficiencias y aspectos en los que hay que avanzar o replantear el camino. El proceso de reflexión organizado por la “Comisión del XV° aniversario” intentó poner a todo el personal a reflexionar sobre estos logros y limitaciones, para hacer un balance comunitario que nos permita seguir avanzando en la reflexión. Este acto simbólico en el que todo el personal de tiempo se reunió a pensar en la Universidad y sus procesos, debe marcar sin duda una pauta para cada una de las áreas, en orden a continuar con la reflexión sistemática que nos lleve a consolidar lo avanzado y a plantear juntos una “Visión de futuro” de la Universidad.
Se busca una reflexión tal, que oriente y pueda volver convergentes las búsquedas de todas las áreas. Tal, que pueda ser un Reflexiones de Martín López Calva y Ricardo José Avilez Espejel
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factor de integración de la pluridiversidad que debe existir en toda institución universitaria. Tal, que oriente todas nuestras actividades hacia la meta común de promover una mayor humanización de nuestros alumnos y del contexto, aportando a la construcción progresiva de una sociedad más justa y fraterna.
Tal ‘Visión’, sin duda no puede quedar plasmada en un documento estático y cerrado. Solamente puede sugerirse como un ‘planteamiento heurístico’ que nos proporcione algunas pautas para empezar a buscar esa convergencia, a través de múltiples espacios y procesos de diálogo y reflexión.
El presente documento preliminar pretende señalar un posible esquema abierto de interpretación de esta necesidad de convergencia; mediante el planteamiento de algunas exigencias o condiciones comunes que deberían ser contempladas en los procesos de desarrollo hacia esta visión común, y de los distintos modos de pensar y planear la universidad, presentes -implícita o explícitamente- en los modos de operar concretos de cada uno de los que trabajamos en ella. Se pretende que esto sea un catalizador de una búsqueda tal, que convierta poco a poco la operación cotidiana en una cooperación efectiva que avance hacia un horizonte común de desarrollo, propio de la Universidad Iberoamericana Golfo Centro.
* * * * * * * * *
1. EL PROBLEMA “...respecto a la filosofía de la educación, el problema
fundamental es el horizonte del administrador de la educación - de la persona o grupo que tiene el poder y el dinero, que dirige la burocracia, que toma las decisiones, y el horizonte del maestro. En la medida en que ambos horizontes sean insuficientemente amplios, habrá dificultades continuas...”36
36
? Lonergan, B. (1998) Filosofía de la Educación. UIA. Méx. p. 160
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El contexto que se ha ido generando en estos quince años de historia es el de múltiples y variados esfuerzos por orientar y redescubrir la misión de la universidad en la realidad concreta del país. Múltiples esfuerzos que han partido de horizontes diversos, de intenciones y priorizaciones diversas y de mecanismos diversos para su realización.
Todos estos esfuerzos han tenido también un diverso nivel de concreción operativa, un diverso grado de incidencia en la operación y cooperación real y potencial de las distintas personas y áreas, un diverso nivel de impacto en los modos concretos de entender la misión de la universidad y la propia tarea dentro de ella y un distinto grado de compromiso con esa manera de entender y asumir la tarea en cada una de las personas y áreas de la universidad.
En el nivel de la planeación institucional, la universidad ha tenido también un proceso en el que se han intentado diferentes formatos, procesos, procedimientos, normas, enfoques y significados de lo que se busca en cuanto a operación y desarrollo universitario. Y diferentes maneras en que estos procesos se han entendido, aceptado e incorporado a las tareas concretas de cada área, con distinto nivel de incidencia en la necesaria cooperación inter-departamental, entre departamentos-centros y entre académicos-administrativos.
A estos procesos distintos se puede agregar también que cada área, de acuerdo al horizonte de las personas que la dirigen posee su propia lógica de funcionamiento interno y la propia noción de lo que es eficiente, pertinente y viable para el contexto concreto de desarrollo de la propia área y del plantel en general.
El “choque” entre las diversas lógicas de funcionamiento u operación es algo que muchas veces dificulta la cooperación más allá de la buena voluntad de las personas concretas. De manera que se puede plantear un problema que se deriva, no solamente de la pluralidad de visiones y formas de planear y evaluar la tarea propia de cada área o grupo, sino de dos factores relacionados con esta pluralidad indiferenciada de visiones:
En primer lugar: el problema de la absolutización de la propia visión, enfoque y modo de planear; que se convierte en excluyente de todas las demás formas posibles y obstaculiza la posible convergencia de los esfuerzos.
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En segundo lugar: el problema de la dispersión de estas diferentes visiones que pueden tener todas ellas, elementos muy pertinentes y ricos para el desarrollo de la universidad; pero que, si se realizan de manera aislada o incluso opuesta a otras, generan confusión e impiden la integración buscada.
En tercer lugar: el problema de posibles incoherencias de cada visión parcial con las exigencias de humanización propias del horizonte de inspiración Cristiana.
¿Cómo buscar y encontrar solución a este problema?
Es evidente que la solución que se busca no consiste en la simple uniformidad o en la imposición de una sola manera de entender o planear el desarrollo de la universidad. Lo que se busca es integración en la pluralidad, y no homogeneidad.
El problema deriva entonces hacia una solución mucho más difícil y profunda que es la búsqueda de un terreno común desde el cual orientar nuestros pasos. Un campo común de búsqueda en el que puedan caber todas las genuinas formas de aportación plural y comprometida. Una búsqueda diversa en sus formas y metas, pero convergente en la orientación común de una misma finalidad: la orientación común que resultaría de atender todos a las comunes exigencias de integralidad, coherencia y autotrascendencia inherentes al “humanismo integral de inspiración cristiana” que fundamenta el ser y el quehacer de la universidad.
El problema exige seguramente buscar procesos mucho más complejos y profundos, pero mucho más viables a largo plazo. Procesos en los que los administradores de lo académico y los administradores de la universidad, vayan ampliando su horizonte de tal manera que se evite esta generación de problemas continuos y se pongan el poder, el dinero y las decisiones, en el horizonte más amplio de nuestra común búsqueda educativa, y no sólo en el horizonte restringido de la particular lógica de operación de cada área.
Desde horizontes convergentes progresivamente comunes se irá logrando que la operación de la universidad se vaya convirtiendo en auténtica cooperación: en una colaboración no exenta de problemas
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o diferencias, pero que podrá converger en la común orientación de una misma finalidad.
2. RETOS en la BÚSQUEDA DE SOLUCIÓN:
La existencia concreta de un esfuerzo colectivo que sea a la vez abierto, crítico y responsablemente creativo, y que además llegue a tener la continuidad de un PROCESO DE COLABORACIÓN, no sería imaginable, ni pensable, ni realizable, si no se diera o si no fuera posible crear un ámbito común de conciencia entre los diversos componentes parciales del necesario sujeto colectivo de tal esfuerzo.
¿Es posible construir tal ÁMBITO: qué implica y qué exige?
Se trata nada menos que de hacer efectiva una manera común de entender y que ella sea aceptada de hecho como indispensable. No se trata de una misma inteligencia resultante, sino del modo común, específicamente humano, de llegar a inteligencias diversas de los mismos desafíos.
Se trata de lograr CRITERIOS COMUNES para JUZGAR y VALORAR , a la vez abiertos y críticos. No juicios idénticos, sino condiciones comunes para afirmar la verosimilitud o mayor-menor verdad de inteligencias diversas; y condiciones para jerarquizar el diverso valor que se atribuye a todo estilo de bienes valorables.
Se trata de llegar a CONSENSOS en un SUJETO - COMUNIDAD : el consenso que se basa, no en una uniformidad de pareceres, sino en el respeto a exigencias humanas comunes en el modo de buscar logros diversos.
Se trata de lograr lo anterior entre especialistas en campos que frecuentemente parecen irreductibles u opuestos entre sí, como pueden ser para algunos, el de las ciencias naturales y el de las ciencias humanas, el de la técnica y el arte, el de las práctica políticas, económicas y administrativas, el de la reproducción y/o la transformación de los sujetos y sus culturas, civilización, religión, etc. Tal consenso es obvio que no puede existir fácilmente entre sujetos de experiencias, ideologías, métodos y prácticas tan extremadamente diversas.
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Se requiere para ello, llegar a un lenguaje y a una comprensión comunes de NORMAS Y CRITERIOS de interpretación, de verificación-falsación, de auténtica CALIDAD; tanto en la planeación, como en la evaluación, de todas las actividades universitarias.
Hacia una Hipótesis de Trabajo.
Responder a todos estos retos sería imposible de no existir una matriz común de tales normas y criterios de autenticidad:
Una matriz que no hay que confundir con los diversísimos resultados de su ejercicio.
Una matriz cuya normatividad no sea otra cosa que el conjunto de exigencias propias del modo propio de operar de LA BÚSQUEDA HUMANA; o, lo que es lo mismo, su propio método intrínseco.
¿Existe tal matriz y tal método?
Si existe tal matriz, cuyo método propio sea normativo de las múltiples y diversas especializaciones de la actividad humana, los requisitos anteriores son realizables. Entonces sí será posible que lleguen a converger los horizonte de quienes se mueven por el común interés de una colaboración Pluri_, Inter_ y trans_disciplinar, institucionalmente organizada.
Ahora bien, tal matriz SÍ EXISTE Y OPERA CONCRETAMENTE, y además puede ser explícitamente objetivada, incluso por sujetos cuyos intereses e ideologías particulares sean relativamente opuestas. No se trata, por tanto, de una mera utopía, sino de una posibilidad concretamente realizable bajo determinadas condiciones.
Tal es la HIPÓTESIS DE TRABAJO que aquí se propone. Ella debe ser probada multi y pluri-disciplinarmente; para que del concurso y/o de la confrontación entre múltiples y muy diversos acercamientos reflexivos, llegue a ser falseada, transformada, o bien verificada.
No se trata de una comprobación que se sustente solamente en alguna previa teoría disciplinar;
Sino en su constatación experiencial en el concreto ejercicio de la común actividad consciente. Puesto que es del ejercicio de
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esta misma actividad, de donde proceden todas las realizaciones del ser humano por diversas que sean sus formas de especialización: intersubjetivas, prácticas, teóricas, artísticas, religiosas, etc.; o sea, todas las obras de la Historia Humana.
Esta hipótesis global se puede desdoblar en algunos ENUNCIADOS: 1º. En lo concreto de toda actividad humana más o menos
especializada existe UNA MISMA ESTRUCTURA DINÁMICA DE EXIGENCIAS METÓDICAS: una estructura de interrelaciones entre las mismas operaciones recurrentes, de cuyo ejercicio más o menos bien o mal estructurado, proceden la multitud y diversidad de modos particulares en que se puede especializar la actividad humana.
2°. Es posible validar el presupuesto anterior en cualquiera de los diversos ámbitos en los que se especializa el ejercicio de esa común estructura de exigencias metódicas. Exigencias de cuyo siempre limitado cumplimiento, depende la humanización mayor o menor, auténtica o inauténtica, de cualquier actividad de los seres humanos.
3º Tal validación es concretamente asequible a seres humanos capaces de pensar y reflexionar críticamente, así como de valorar responsablemente. Pero cada uno de ellos tiene que constatarlo por sí mismo en su propio operar consciente.
4º Mediante una investigación reflexiva es posible constatar tal conjunto de exigencias comunes propias del modo humano de buscar y de dar significado y valor a su experiencia.
5º El modo diverso de responder concretamente a estas exigencias es la raíz de la pluralidad. Esta pluralidad es propia de la índole histórica del desarrollo de la respuesta a tales exigencias comunes; dado que tal respuesta es siempre limitada, particular, más o menos gradual, y muchas veces contradictoria.
6º El conjunto inter-relacionado de estas exigencias operativas de la actividad consciente humana (su ‘estructura dinámica’), constituye precisamente su propio ‘método’: es decir, ‘la estructura normativa de operaciones recurrentes e interrelacionadas que genera los resultados acumulativos y progresivos” 37 de su propia búsqueda.
7º Este ‘método’, como conjunto de exigencias básicas requeridas en cualquier tipo de operación consciente humana, es normativo en todas y cada una de las realizaciones de nuestra actividad. De
37 Bernard Lonergan, Método en Teología, Ed. Sígueme, Salamanca, 1994, p.12.
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tal manera que la calidad humana del ejercicio y de su logros especializados, depende precisamente del mayor o menor cumplimiento de esas exigencias en las variables circunstancias histórico-concretas en las que se ejercita la actividad consciente.
8º Este mismo conjunto de exigencia metódicas, cuando se trata de actividades específicas complejas, como son la enseñanza y el aprendizaje, la investigación, la evaluación, la planeación, etc., siguen siendo las que determinan la calidad de actividades menos complejas o más simples (como son las de llegar a entender, a conocer y elegir individualmente). Sólo que en los casos más complejos, esas mismas exigencias además de estructurar las operaciones menos complejas, se convierten en la exigencia de interrelacionar de acuerdo con ellas las diversas funciones cuya totalidad integra esa actividad más compleja.
9º La interrelación convergente de funciones diversas, cada una con su propia lógica interna, es imprescindible para llegar a una auténtica cooperación educativa dentro de instituciones cada vez más complejas por su tamaño y exigencias de organización inter-funcional.
10º Las exigencias metódicas de tal complejidad inter-funcional son análogas (‘isomórficas’) a las exigencias de interrelación entre los grupos de operaciones más simples. Se puede llegar así a una clave común que haga posible la cooperación intra-institucional.
Por todo lo anterior, es preciso un esfuerzo colectivo que lleve a al autodescubrimiento del método propio de nuestro común operar consciente, y a una coherente transformación de nuestras prácticas específicas. Así se hará posible la integración armónica de la pluralidad de especializaciones en una institucionalizada y auténticamente humana cooperación educativa.
Esta es la acción colectiva a las que esta reflexión pretende invitar con estas consideraciones.
* * * * * * * * *
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Reflexiones de Martín López Calva (1ª parte), y de Ricardo Avilez (2ª parte); estas últimas presentadas en el encuentro anual de Planeación de la UIAGC, Veracruz, Ver., Octubre de 1998.
Sección 6ª :¿Un HORIZONTE de CRITERIOS FUNDANTES?
en el contexto de la Mundialización
1. La Mundialización , un fenómeno complejo.
a) Como un hecho en la historia humana consiste en procesos de desarrollo de la intersubjetividad e interdependencia entre los seres humanos y su entorno. Como tal, ha existido siempre en la historia que sucede.
b) Como uno o más búsquedas y proyectos concretos de un ‘ORDEN en la búsqueda de Bienes de todo tipo: un ‘BIEN de Orden’ en la historia humana, actualmente explícitamente mundial. Se pretende organizar y controlar la colaboración o la disputa en la búsqueda colectiva, + excluyente o + dialécticamente opuesta de toda clase de ‘Bienes Particulares’: vitales, sociales, económicos, políticos, culturales, religiosos, etc.
c) Como maneras particulares de tomar posición afectiva, práctica y/o teórica. Y, consiguientemente, como modos particulares de percibir, de entender, de concebir, de teorizar y sistematizar; de dar significado y valor, a las experiencias de procesos y búsquedas como las arriba descritas. Emergen así múltiples y diversos horizontes históricos respecto del complejo fenómeno de la Mundialización.
2. “Horizontes” : ÁMBITOS de alcance ó límites de relación posible de un sujeto: afectivos, estéticos, perceptivos, intelectuales, conceptuales, valorales, (como ejemplos de horizontes de consciencia); etc., etc.
Tipos de estos Horizontes y de los CRITERIOS que se generan en ellos :
a) De corte clásico: se establecen relaciones sistemáticas, necesarias y permanentes, invariantes y verificables (leyes). En muchos de tales horizontes se ha sido proclive a una actitud teórica ‘clasicista’, que convierte en norma fundante los criterios de alguno de esos horizontes paradigmáticos: se generan así criterios propios de todo tipo de clasicismos y de fundamentalismos.
b) De corte histórico: la toma de consciencia de la historicidad de los procesos humanos lleva a establecer relaciones variables, relativas a circunstancias de tiempo, lugar, sujetos y modos particulares de significar y valorar. La
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‘historicidad’ es asumida como dimensión constitutiva del existir humano social e individual.
La absolutización de esta consciencia histórica genera como una tentación permanente la actitud teórica y práctica del ‘Historicismo’, de un relativismo historicista absolutizado, contradictorio en sí mismo. Se convierte en criterio y norma absoluta (como en la actitud clasicista) la dimensión de la historicidad propia de todo lo que sucede en el mundo de lo humano. Se rechaza entonces toda posible diferencia cualitativa que no sea meramente pragmática, o más o menos controlable desde horizontes particulares, casi siempre en mayor o menor conflicto unos con otros. El respeto y la negociación de las diferencias en la significación y valoración de las experiencias colectivas y de los criterios en las que ellas se expresan se convierten así en las únicas condiciones que harían posible una convivencia pacífica.
3. En el contexto de las consideraciones anteriores:¿Es posible hablar de un ‘horizonte fundante de los criterios de calidad humana’ sin caer en una u otra vertiente de las desviaciones ‘clasicista y/o historicista’?
¿Es posible integrar lo válido de lo clásico y de la historicidad en una unidad de otro orden, que sea fuente de criterios fundantes de la calidad humana?
¿En qué órdenes de realidad NO puede encontrarse esa nueva unidad-principio? En órdenes de realidad abstracta: sentida, percibida, conceptualizada, afirmada o negada, asumida o rechazada.
¿En qué tipo de orden de realidad SÍ puede buscarse y encontrarse algo de ese principio fundante? En la realidad concreta del dinamismo autopresente -en este sentido consciente- del sujeto humano.
¿Qué sí puede encontrarse? :
1º Conjuntos de actos conscientes, recurrentes e interrelacionados, que generan resultados humanos de todo tipo, acumulativos y progresivos’.2º Condiciones y exigencias de interrelación entre esos actos y operaciones; de las cuales depende, como de condiciones requeridas, el logro de la acumulación y progreso buscados (en contraste con un mero amontonamiento de logros y procesos de no-progreso y decadencia).3º Pueden objetivarse esos actos y exigencias de interrelación, hasta llegar a criterios que permitan discernir el cumplimiento de esas exigencias y condiciones.
Lo 1º y lo 2º suceden concretamente y están presentes en la conciencia del sujeto. Lo 3º, ‘la objetivación’ será siempre histórica y relativa a los sujetos y a las circunstancias (a los horizontes) en que se originen; pero hará en algo explícita la estructura del dinamismo consciente que la origina. Son ‘Metodologías’ que explicitan algo del Método Fundante. Podemos hablar de ese Método Fundante a través de Metodologías relativa e históricamente tales.
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¿Cómo? ¿con qué tipo de búsqueda o ‘indagación’ se pueden ir encontrando tal tipo de criterios?: Mediante una Investigación Reflexiva o ‘introspectiva’, entendida y realizada como una progresiva ‘objetivación de los contenidos de la concienticidad’ (B.L.).
4. HORIZONTE FUNDANTE : No puede consistir sólo en un ámbito ‘objetivo’ de alcances, como sucede en los horizontes clásicos y los históricos (este ámbito es sólo el ‘polo objetivo’ del horizonte);.
Ni siquiera puede consistir en el grado de desarrollo histórico de la actividad consciente de sujetos humanos particulares (el ‘polo subjetivo histórico’ de los horizontes).
Consiste en la única fuente y en el origen radical de esos alcances y desarrollos (su ‘Principio y Fundamento’): la concreta, compleja y misteriosa realidad del sujeto que todos y cada uno potencialmente estamos siendo como sujetos humanos; la realidad que se desarrolla limitada y de manera pluriforme en la totalidad histórica.
Esta potencialidad, universalmente concreta, invariable y permanente, mientras exista el ser humano y siga siendo ‘humano’, es una potencialidad ‘trans-histórica y trans-cultural’. (A sí entendida , ha sido llamada ‘trascendental’ por algunos pensadores).
5. ¿Cuáles serán los Criterios de Calidad en la búsqueda de un horizonte fundante (‘lo Ético’)?
Si entendemos ‘lo moral’ como los modos concretos como los sujetos viven y dan significado y valor a sus experiencias colectivas; entonces, ‘lo ético’ consistirá en alguna dimensión reflexiva que se pregunta, indaga y establece históricamente criterios sobre la calidad humana de ‘lo moral’.
Resultan así una gran variedad de modelos y paradigmas de criterios que dependen de los respectivos horizontes históricos y culturales de los que provienen.
Desde horizontes fundantes + objetivados, pueden generarse criterios relativamente fundantes en los que se exprese históricamente algo del único principio y fundamento radical de lo moral: algo de las exigencias trascendentales de una auténtica humanización colectiva .o ‘Humanización’, la exigencia constitutiva del misterio del sujeto humano en proceso. Estos criterios, en la medida en que expresen algo de lo transhistórico y transcultural del sujeto humano, serán abiertos, incluyentes, universalmente ‘ecuménicos’.
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Sección 7ª :Criterios de Calidad en la Maestría en Educación Humanista de la UIA Puebla
La índole trans_disciplinar, peculiar de esta Maestría, implica y exige que los criterios que permiten discernir la calidad de sus procesos y de sus resultados, sean asimismo distintos de los que se suelen emplear para evaluar otros posgrados disciplinares, de índole más objetiva y especializante.
No se trata desde luego de criterios meramente formales; ya que éstos no expresan ni garantizan la calidad ‘humanizante’ del desarrollo de los sujetos en su ejercicio intelectual, moral y religioso, el cual se busca explícitamente en esta Maestría. Se trata más bien de criterios que permitan detectar avances cualitativamente positivos de esas dimensiones en el ejercicio de la actividad consciente de cada sujeto particular.
Tales avances, de cuyo logro depende la calidad de la Maestría, se pueden denominar ‘transformaciones del polo subjetivo del horizonte del sujeto (su actividad consciente) en un sentido críticamente humanizante’. Se trata de discernir la calidad del ejercicio subjetivo y no sólo la de sus logros objetivos.
Los criterios que se buscan, en consecuencia, no son de tipo cuantitativo, sino eminentemente cualitativos. A la luz de tales criterios se deben evaluar todos los elementos integrantes de la Maestría: profesores, administradores, alumnos, currículo y sus enfoques, procedimientos y requisitos de titulación, etc. En todos estos elementos integrantes de la Maestría se objetiva, se expresa, se
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manifiesta de maneras distintas esa misma actividad consciente. Discernir en ellos la calidad ‘Humanizante’ del ejercicio subjetivo de esa misma actividad consciente es considerarlos como “obras que dan testimonio del esfuerzo por ex-sistir y del deseo de Ser” (en frase de Paul Ricoeur) de los sujetos del siempre inacabado proceso de humanización.
Como ejemplos de la búsqueda de tales criterios, y no como una descripción acabada de los mismos, se presentan a continuación algunos enfoques, criterios y requisitos no formales que de hecho se están empleando. En ellos se expresan de alguna manera las exigencias de calidad académica vigentes en la Maestría en Educación Humanista (‘Humanizante’).
Los módulos de la M.E.H. forman parte de un conjunto estructurado. Cada parte está funcionalmemnte relacionada con todas las demás. Por ello es preciso que el enfoque de cada módulo mantenga esa inter-funcionalidad; sin que ello obste a la flexibilidad y apertura que el encargado del módulo dé a su participación.
En la 1ª etapa se trata de tomar consciencia explícita de las dimensiones básicas de la experiencia como polimórfica actividad consciente del sujeto humano, en proceso de humanización: se pretende darse cuenta explícitamente de las dimensiones ‘moral, intelectual y religiosa’ de esa intencionalidad consciente, y de la necesidad existencial de discernir la calidad humanizante o no de su desarrollo, en los múltiples y diversos campos donde se ejercita.
En la 2ª etapa se inicia la búsqueda reflexiva de fundamentos y criterios que permitan realizar ese discernimiento de la calidad humana en el ejercicio cognoscitivo, valoral y de auto-trascendencia del sujeto humano colectivo e individual.
En la 3ª etapa este estilo de búsqueda humanizante se contrasta con diversos acercamientos disciplinares a esas problemáticas: los de las ciencias naturales, de las ciencias humanas, de la reflexión religiosa, etc. (al menos, tal es la función central de estos módulos en el conjunto de la maestría).
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En la 4ª y última etapa, la intención es que los sujetos concretos se reubiquen en el diálogo inter-disciplinar desde el horizonte más o menos trans-formado por la experiencia de la maestría, y muy específicamente desde la ulterior dimensión que la inspiración cristiana de esta Universidad confiere a ese horizonte.
Consiguientemente, el enfoque de los últimos seminarios se pretende sea el de propiciar la reflexión, desde la experiencia de los participantes, en torno a sus diversas aportaciones especializadas, sea que ya estén en proceso de realización, o que sean planes y proyectos futuros, en la Universidad o fuera de élla. El trabajo de titulación podrá consistir en alguna obra que dé testimonio de ello. Se propone una reflexión sobre la índole de tal titulación en esta Maestría como una ‘OBJETIVACIÓN de la EXPERIENCIA VIVIDA’.
El objetivo central de la Maestría en Educación Humanista es promover en el sujeto que ingresa a élla una transformación en el modo de ejercer su actividad consciente. Una transformación tal que el ejercicio especializado de esa actividad consciente en los muy diversos ámbitos de su actuación, sea cada vez más congruente con las exigencias propias de un desarrollo auténticamente humanizante. Se trata así, específica y no exclusivamente, de avanzar en el desarrollo cualitativo del sujeto humano como sujeto-persona, con y para los demás.
No se trata de lograr ‘de suyo’, aunque no se excluyen, muchos otros logros ‘objetivos’ que de hecho son productos de tal desarrollo.Esto no obstante, tal desarrollo sólo se manifiesta y opera social y objetivamente en obras del sujeto que dan testimonio del avance en la pretendida transformación ‘del esfuerzo por existir y deseo de ser’38 del mismo sujeto a través del proceso vivido a lo largo de la Maestría.
El trabajo de titulación en esta Maestría por ello, consistirá en algún tipo de obra. La índole de esa obra puede ser muy diversa, según sea el ámbito de especialización de los sujetos, sus intereses y el tipo de esfuerzo a través del cual realiza su aportación y servicio
38 Paul Ricoeur acuñó y empleó con frecuencia la expresión, preñada de significado: ‘reflexionar, como apropiación del propio esfuerzo por existir y del deseo de ser, a través de las obras que dan testimonio de ese esfuerzo y deseo’. Passim, V.gr., en “La Simbólica del Mal” (2ª parte de ‘Finitud y Culpabilidad’).Trad.Ed.Taurus.
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especializados. Sea cual fuere el caso particular, tal obra será una ‘objetivación de la experiencia del sujeto’.
No se trata con todo de una objetivación cualquiera, sino de una obra que dé testimonio de la trans-formación en proceso, pero con un nivel cualitativo que esté a la altura de una ‘maestría académica’. ¿Cuáles son las requisitos cualitativos de tal objetivación académica?
La siguiente reflexión pretende: 1º explicitar, diferenciar e interrelacionar diferentes tipos de ‘objetivación’; 2º sugerir cuáles entre éllos pueden ser válidos como trabajo de titulación en esta maestría peculiar, y por qué (desde qué horizontre y en base a qué criterios).
1º Tipos de objetivaciones: encarnadas, empíricas, inteligentemente descriptivas o explicativas, reflexivamente críticas, más o menos auténticamente responsables... 39
2º Interrelaciones: según sea el nivel del objetivo específicamente pretendido en cada caso será el nivel de objetivación apropiado (tal vez ayude la imagen de círculos en espiral sobre un eje central que es el del desarrollo del mismo sujeto).
3º Ahora bien, SI el objetivo de la maestría en educación humanista es concretamente una transformación existencial, la objetivación que dará testimonio de ella son necesariamente obras en las que el sujeto quede involucrado a ese nivel. Todo otro nivel de explicitación no será un objetivo en sí mismo, aunque sí puede ser un sustento concomitante. El trabajo de titulación por tanto, tendrá que ser alguna obra que manifieste socialmente tal transformación del sujeto en sus modos de operar en su praxis existencial.
Esta transformación consiste en avances y desarrollos en/de las ‘conversiones básicas’ (actualización de exigencias fundantes de una ‘auto-trascendencia humanizante’). Del desarrollo armónico de éllas depende la calidad del auténtico Amor y Servicio humanos. Estas conversiones básicas implican:
39 Cfr. Método en Teología, cap. 3º & 1: Vehículos del significar. Y/o en Tiempo y Significación, ensayo publicado en CWL 6 .- Trad. Armando Bravo, S.I. (Escritos filósoficos y teológicos de loa años 50-70) .
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a) avance en la apertura irrestricta de horizontes, por la cual no se idoliza absolutizándolo ningun horizonte particular, ni bien alguno que sea limitado (‘conversión religiosa’ básica).
b) avance en la congruencia operante del sujeto con las exigencias inmanentes y con las exigencias situacionales de un ‘desarrollo humano deveras humanizante’ (‘conversión moral’);
c) avance en una congruencia intelectual de la búsqueda cognoscitiva del sujeto con las exigencias de un deseo de conocer puro y desinteresado, o atinado amor a la verdad (‘conversión intelectual’);
d) avance en una sintonía afectiva que sostiene y promueve armónicamente los avances anteriores, en tanto emerge de un inconsciente psíquicamente ordenado (‘conversiones afectiva y psíquica’ respectivamente).
5º Finalmente, la obra que dé testimonio más o menos explícito de los avances mencionados, revelará académicamente el nivel de conversión intelectual alcanzado por cada sujeto, en tanto que más allá de la mera descripción muestre capacidad de análisis, de síntesis y de sistematización; pero sobre todo de reflexividad razonablemente crítica y responsable.
En conclusión: Las objetivaciones dramáticamente encarnadas, exitencial y práxicas, son las más importantes y valiosas, en congruencia con los objetivos transformativos de la maestría. Esto no obstante, el trabajo de titulación, como una objetivación lingüística (en lenguajes no necesariamente técnicos), será una obra que permanece como ‘testimonio de la calidad del esfuerzo por ex-sistir y del deseo de ser’, psico-intelectual, moral y religioso de las-los titulandos.
Ricardo José Avilez Espejel
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Ex_Coordinador de la MEH
E P Í L O G O
Los documentos que anteceden han sido generados en muchos casos
como guías para espacios de reflexión. En este sentido son sólo ensayos
didácticos; necesitan ser acompañados en su lectura, explicados e
interiorizados, de preferencia en procesos de reflexión grupal.
En su elaboración subyace una intención y opción básica: la de
concentrar la atención y el esfuerzo de búsqueda y aprendizaje en la FUENTE
y RAÍZ de todos los procesos de construcción de significados, valores y
acciones de las personas humanas; en la fuente y raíz que constituye el Drama
de la Historia de la Humanidad.
Todos los ensayos se refieren primariamente al CONSTRUCTOR:
al dinamismo y actividad que construye los procesos; y no tratan directamente
de los innumerables y diversos ámbitos de constructos, en y sobre los que
comúmente se reflexiona y actúa en la mayor parte de otras búsquedas.
La actividad consciente humana y el sujeto que ella constituye es
por esto la realidad concreta a cuya luminosidad presente al sujeto, todas
las reflexiones intentan acercarse; es la realidad que se intenta comprender
progresiva y acumulativamente, desde diversos ángulos; de ella se quiere decir
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algo, balbuceándolo en lenguajes prestados de otros ámbitos, y cuyo
significado en esta búsqueda tiene que ser recreado y establecido.
Este viraje de lo CONSTRUIDO al CONSTRUCTOR no consiste en
algún tipo de deducción ó de inducción lógica o científica. Requiere
básicamente un proceso de reflexión “introspectiva”. Con tal que se entienda
esta “introspección”, no como una inspección hacia el interior, como podría
sugerir la etimología del término; sino como un proceso de “objetivación de
los contenidos de la concienticidad”40: como un esfuerzo por atender,
entender, conceptualizar y expresar, la luminosidad de la realidad
interiormente presente en la actividad con-sciente del sujeto, en la presencia
luminosa de la actividad a sí misma.
“Concienticidad e intencionalidad” son dos dimensiones inseparables
de la misma concreta actividad consciente. Por tratarse de una actividad que
relaciona al sujeto con “lo otro”, no puede suceder sin que al mismo tiempo
que hace presente algo de eso otro (su intencionalidad), esté presente a sí
misma (su autopresencia = su concienticidad). Una y otra dimensión pueden
ser analíticamente diferenciadas, aunque no separadas.
La expresión “contenidos” referida a una y otra cualidad, tiene que ser
usada análogamente, nunca unívocamente. “Contenidos de la concienticidad”
se refiere a las diversas modalidades de la presencia luminosa de la actividad
consciente a sí misma: como actividad sentiente, onírica, imaginativa; que pregunta,
busca, comprende, piensa, delibera, elige, valoriza, etc). “Contenidos de la
Intencionalidad”, en cambio, se refiere a las diversas modalidades como lo
40 Así lo describe Lonergan en Método en Teología, cap. 1º & 2
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otro se hace presente a la misma actividad consciente: como lo que se siente,
se sueña, se imagina, etc.
La permanente tentación es confundir y no diferenciar los “contenidos
de la “concienticidad”, con los “contenidos de su inseparable
intencionalidad” (los “objetos” de la experiencia).
Los textos, por ello, mediante sus símbolos y contenidos, todos ellos
objetos de experiencia, tan solo han pretendido proporcionar PISTAS que
ayuden a los eventuales lectores de ellos a ir realizando tal introspección; la
cual, nadie puede realizar por ellas-os. No ir más allá de los significados
textuales y simbólicos, sería quedarse solamente con posibles contenidos de la
intencionalidad de su autor; pero quedaría sin respuesta la ulterior y
permanente invitación que subyace en ellos: hacia la apropiación de los
“contenidos de la propia concienticidad Humana”.
Motivar y facilitar tal invitación ha sido la intención básica al elaborar
y presentar esta Colección. Si sirve de algo en este sentido, habrá logrado su
Finalidad.
Unas breves palabras de agradecimiento antes de terminar. Este trabajo
ha sido posible gracias al apoyo y colaboración de muchísimas personas
amigas-os y compañeras-os. No puedo ennumerarlas ni mencionar el nombre
de algunas-os, sin omitir muchísimas-os más. Sepan que estoy en deuda con
todas-os y cada una-o: Martín, Maru, Mariselas, Manuel, Laura, Xavier, Jorge,
Ceci, etc., etc. ¡Muchísimas Gracias a todas y todos!
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Tlaxcala, Tlax. Febrero 2006 Ricardo José Avilez Espejel
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