CABO VERDE
PRAIA, FOGO, SAL, BOAVISTA Y MÁS
10 11
ANTES DE SALIR • DOCUMENTACIÓN
ron las islas de Cabo Verde. En realidad fue la actividad volcánica la que hizo nacer del mar el archipiélago, que junto con los de Azores, Madeira y Canarias, todos ellos con el mismo origen, configura la Macaronesia.En cierto modo, Cabo Verde representa un testimonio casi irreal del antiguo imperio lusitano, una etapa menor en la carrera de Indias con sus luces y sombras, entre las cuales se encuentra el esclavismo. Descubiertas a partir de 1460, las islas fueron colonizadas por europeos y esclavos procedentes de Guinea, pero nunca llegaron a desempeñar un papel relevante en la política portuguesa. La cultura mediterránea, y la política desarrollada por la metrópoli, propiciaron un hondo mestizaje, racial y cultural, que se ha convertido en una seña de identidad nacional. En el siglo xx el país experimentó un brutal éxodo migratorio, tanto es así que hoy más de la mitad de la población vive fuera del territorio. En 1975, de la mano de Amílcar Cabral, Cabo Verde alcanzó la independencia.Para bien o para mal, la oferta turística caboverdiana sigue el modelo caribeño de última generación, y prima el destino de playa, con ofertas en paquetes de todo incluido o media pensión, con estancias estándar de una semana; a este programa se suman los complementos, una vez en el país, para realizar excursiones por la isla de residencia o hasta las vecinas. La temporada alta se limita a los meses de julio y agosto, aunque los nórdicos y alemanes prefieren acudir en invierno y primavera. El panorama, por lo tanto, no nos va a resultar extraño, pues tiene mu
chas coincidencias con el que promueven los operadores turísticos en Baleares, Canarias o Madeira, aunque en estos archipiélagos existe una mayor diversidad de recursos, sin salir de una misma isla, y un mejor nivel de servicios. De acuerdo con el sistema de explotación definido por el mercado, que siempre vela por sus propios intereses y no por enriquecer la cultura del viajero, suele ser habitual que los turistas digan conocer Cabo Verde sin haber salido de la isla de Sal, que de forma equivocada pasan a identificar con la totalidad: esto sería algo así como creer conocer España o el Mediterráneo sin haber salido de Benidorm y alrededores.Sin embargo, más allá de Sal y de los casi siempre artificiales emporios turísticos es donde encontraremos los contrastes y la riqueza de un país que, además de contar con una considerable variedad paisajística, cultiva con esmero el tradicional sentido de la hospitalidad.
DOCUMENTACIÓNPara viajar a Cabo Verde es obligatorio tramitar un visado (45 €) en la embajada personalmente, de lunes a viernes de 9 h a 14 h o a través de su página web: www.embcv-es.gov.cv. También se puede obtener en el aeropuerto de llegada, es más barato pero los trámites para entrar son más lentos. En ningún caso se nos debe olvidar el pasaporte, que al menos deberá tener seis meses de vigencia. Se recomienda antes de viajar consultar la web del ministerio de asuntos exteriores: www.exteriores.gob.es.
ANTES DE SALIR
El archipiélago de Cabo Verde está compuesto por diez islas, los diez granos de tierra de la leyenda y la canción, más ocho islotes, todos los cuales ocupan 4.033 km2 y tienen la misma estructura que Canarias: más verdes y húmedas las islas del oeste (Santo Antão, São Vicente, Santa Luzia, São Nicolau, Brava, Fogo y Santiago), por donde llegan las borrascas del Atlántico, que descargan al acercarse a sus elevaciones; mucho más planas, y por ello secas, las de naciente, que son Sal, Boavista y Maio, pero provistas de enormes playas. La división tradicional entre islas de Barlovento (las seis situadas al norte) y Sotavento (Brava, Fogo, Santiago y Maio), no refleja con tanta exactitud la realidad geológica, geográfica, histórica, pobla
cional y antropológica. A nivel turístico destaca sobremanera la isla de Sal, aunque ahora también le ha tocado el turno de la explotación a Boavista y a la costa meridional de Santiago.Al sur del Trópico de Cáncer, evocador título de una novela de Henry Miller que nos podría dar alguna que otra pista sobre la alegría de vivir que reina en estas islas, Cabo Verde dista 450 km de la costa africana de Senegal (desde Boavista) y se sitúa entre los 14º 50’ y 17º 20’ latitud norte, y los 22º 40’ y 25º 30’ longitud este. Una hermosa leyenda expresa que el propio Dios, antes de irse a descansar el séptimo día, limpió sus manos de algunos pequeños fragmentos de tierra adheridos que, al precipitarse en el océano, forma
> DIRECCIONES ÚTILES
Embajada de Cabo Verde en España: Orense, 58 2º C, Madrid 28020. Telf. 91 570 25 68.Consulado en Las Palmas de Gran Canaria: Padre Claret, 10. Las Palmas 35004. Telf. 928 245 332. [email protected]ía española en Cabo Verde: Rua de Espanha, 1, Achada de Santo Antonio, Praia. Telfs. 238 260 1800, 238 260 1801 y 238 260 1802 y 238 260 1803. Teléfono de Emergencia Consular disponible las 24 h (solo para casos de extrema necesidad): (00 238) 9910124. Fax: 238 262 [email protected]; www.exteriores.gob.es/Embajadas/Praia.
• EN INTERNETwww.turismo.cv; www.capeverde.comwww.ecaboverde.com; www.caboverde.comwww.islasdecaboverde.com; www.mindelo.info
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ANTES DE SALIR • DOCUMENTACIÓN
ron las islas de Cabo Verde. En realidad fue la actividad volcánica la que hizo nacer del mar el archipiélago, que junto con los de Azores, Madeira y Canarias, todos ellos con el mismo origen, configura la Macaronesia.En cierto modo, Cabo Verde representa un testimonio casi irreal del antiguo imperio lusitano, una etapa menor en la carrera de Indias con sus luces y sombras, entre las cuales se encuentra el esclavismo. Descubiertas a partir de 1460, las islas fueron colonizadas por europeos y esclavos procedentes de Guinea, pero nunca llegaron a desempeñar un papel relevante en la política portuguesa. La cultura mediterránea, y la política desarrollada por la metrópoli, propiciaron un hondo mestizaje, racial y cultural, que se ha convertido en una seña de identidad nacional. En el siglo xx el país experimentó un brutal éxodo migratorio, tanto es así que hoy más de la mitad de la población vive fuera del territorio. En 1975, de la mano de Amílcar Cabral, Cabo Verde alcanzó la independencia.Para bien o para mal, la oferta turística caboverdiana sigue el modelo caribeño de última generación, y prima el destino de playa, con ofertas en paquetes de todo incluido o media pensión, con estancias estándar de una semana; a este programa se suman los complementos, una vez en el país, para realizar excursiones por la isla de residencia o hasta las vecinas. La temporada alta se limita a los meses de julio y agosto, aunque los nórdicos y alemanes prefieren acudir en invierno y primavera. El panorama, por lo tanto, no nos va a resultar extraño, pues tiene mu
chas coincidencias con el que promueven los operadores turísticos en Baleares, Canarias o Madeira, aunque en estos archipiélagos existe una mayor diversidad de recursos, sin salir de una misma isla, y un mejor nivel de servicios. De acuerdo con el sistema de explotación definido por el mercado, que siempre vela por sus propios intereses y no por enriquecer la cultura del viajero, suele ser habitual que los turistas digan conocer Cabo Verde sin haber salido de la isla de Sal, que de forma equivocada pasan a identificar con la totalidad: esto sería algo así como creer conocer España o el Mediterráneo sin haber salido de Benidorm y alrededores.Sin embargo, más allá de Sal y de los casi siempre artificiales emporios turísticos es donde encontraremos los contrastes y la riqueza de un país que, además de contar con una considerable variedad paisajística, cultiva con esmero el tradicional sentido de la hospitalidad.
DOCUMENTACIÓNPara viajar a Cabo Verde es obligatorio tramitar un visado (45 €) en la embajada personalmente, de lunes a viernes de 9 h a 14 h o a través de su página web: www.embcv-es.gov.cv. También se puede obtener en el aeropuerto de llegada, es más barato pero los trámites para entrar son más lentos. En ningún caso se nos debe olvidar el pasaporte, que al menos deberá tener seis meses de vigencia. Se recomienda antes de viajar consultar la web del ministerio de asuntos exteriores: www.exteriores.gob.es.
ANTES DE SALIR
El archipiélago de Cabo Verde está compuesto por diez islas, los diez granos de tierra de la leyenda y la canción, más ocho islotes, todos los cuales ocupan 4.033 km2 y tienen la misma estructura que Canarias: más verdes y húmedas las islas del oeste (Santo Antão, São Vicente, Santa Luzia, São Nicolau, Brava, Fogo y Santiago), por donde llegan las borrascas del Atlántico, que descargan al acercarse a sus elevaciones; mucho más planas, y por ello secas, las de naciente, que son Sal, Boavista y Maio, pero provistas de enormes playas. La división tradicional entre islas de Barlovento (las seis situadas al norte) y Sotavento (Brava, Fogo, Santiago y Maio), no refleja con tanta exactitud la realidad geológica, geográfica, histórica, pobla
cional y antropológica. A nivel turístico destaca sobremanera la isla de Sal, aunque ahora también le ha tocado el turno de la explotación a Boavista y a la costa meridional de Santiago.Al sur del Trópico de Cáncer, evocador título de una novela de Henry Miller que nos podría dar alguna que otra pista sobre la alegría de vivir que reina en estas islas, Cabo Verde dista 450 km de la costa africana de Senegal (desde Boavista) y se sitúa entre los 14º 50’ y 17º 20’ latitud norte, y los 22º 40’ y 25º 30’ longitud este. Una hermosa leyenda expresa que el propio Dios, antes de irse a descansar el séptimo día, limpió sus manos de algunos pequeños fragmentos de tierra adheridos que, al precipitarse en el océano, forma
> DIRECCIONES ÚTILES
Embajada de Cabo Verde en España: Orense, 58 2º C, Madrid 28020. Telf. 91 570 25 68.Consulado en Las Palmas de Gran Canaria: Padre Claret, 10. Las Palmas 35004. Telf. 928 245 332. [email protected]ía española en Cabo Verde: Rua de Espanha, 1, Achada de Santo Antonio, Praia. Telfs. 238 260 1800, 238 260 1801 y 238 260 1802 y 238 260 1803. Teléfono de Emergencia Consular disponible las 24 h (solo para casos de extrema necesidad): (00 238) 9910124. Fax: 238 262 [email protected]; www.exteriores.gob.es/Embajadas/Praia.
• EN INTERNETwww.turismo.cv; www.capeverde.comwww.ecaboverde.com; www.caboverde.comwww.islasdecaboverde.com; www.mindelo.info
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LA VISITA • ISLA DE SAL
ISLA DE SALEstamos en el primer emporio turístico de Cabo Verde, la única porción del país que muchos viajeros llegan a conocer, en una de las islas del mundo que están llamadas a desaparecer si el nivel del mar, según los cálculos del Nobel Al Gore, acaba subiendo 6 m. Su planitud, de la que tan solo escapan algunos montes aislados, la asemeja a ciertos atolones del Pacífico, pero a diferencia de aquellos, aquí no vamos a encontrar palmeras cocoteras, sino un de sierto selenítico, un paisaje más propio de los Monegros o las Bardenas Reales, pero de origen volcánico, en el que tan solo osan alzar su copa algunas pobres acacias. La escasez de precipitaciones, con una media de 70 l/m2 al año, explica esta realidad.¿Cuál es, pues, el encanto de esta isla de nombre tan sugerente? Su indiscutible anzuelo, pues algo bueno había de tocarle a la
estéril plataforma de 30 km de largo por 12 de ancho y 216 km2, se encuentra en las playas de fina arena y en sus aguas cris-talinas, que resultan ideales para la práctica del buceo. Esto ha sido suficiente para que la isla Esme-ralda atraiga cada vez a más turismo y se llene de jóvenes trabajado-res procedentes de todo el archipiélago, artesanos se negaleses y hosteleros europeos. Junto a las playas, so-bre todo en el sector meridional y surocci-dental, se ha venido desarrollando un mo-delo de hoteles seme-jante al caribeño de úl-tima generación, esto es, mediante com-plejos expandidos, de dos o tres alturas, bien provistos de todo tipo de servicios y con todo incluido.
Serra Negra(99 m)
Morrinho(99 m)
Rabo de Junco(165 m)
Monte Curral(107 m)
Rocha de Salina(380 m)
Monte Grande(252 m)
Monte Leste(263 m)
Ponta Fiura
Ponta do Sinó
Ponta Preta
Ponta Norte
Buracona
Morrinhodo Açucar
Terra Boa
Baleia
Costa da Fragata
▲
▲
▲
▲
▲
▲
▲
Rib. do Feibel
Ri
b. da Parda
Rib. da Mad
ama
Rib. da Baiona
Baia da Parda
Praia de Monte Grande
Calhetinha
Praia de Agua Doce
Baia do Algodoeiro
Rife Calheta Funda
Salinas
Salinas
Baia deJoaquin Fetinhe
Baia de Fontona
Praia do CascalhoPraia de Canoa
Praia de Sta. Maria Porto deSanta Maria
B a i a d a Mu r d e i r a
Pedra LumeEspargos
Palmeira
Santa Maria
SANTA CRUZ
NOSSASENHORADE FÁTIMA
Todas estas islas estuvieron deshabi-tadas hasta que fueron descubiertas en el siglo xv por los portugueses, quienes procedieron a colonizarlas para convertirlas mayormente en un centro de trata de esclavos prove-nientes del continente africano que se halla a pocos kilómetros (Sene-
gal). La mayor parte de los actuales habitantes de Cabo Verde desciende de ambos grupos: colonizadores y esclavos. En concreto la isla de Sal fue descubierta por Diogo Gomes y Antonio Noli, en diciembre de 1460, y bautizada como Lhana. La ausencia de agua potable, sin embargo, fue un impedimento para la instalación de colonos, y hasta 1793 tan solo estuvo frecuentada por pescadores y cazadores de tortugas, proce-dentes de São Nicolau. En este año, Manuel António Martíns, aquí llegado desde Azores tras haber sufrido un naufragio, examinó el terreno y descubrió las salinas de Pedra de Lume, que comenzó a explotar en 1804. A partir de 1851 Sal entra a formar parte de un municipio con capital en Sal-Rei (Boavista), realidad que no cambiaría hasta 1935. El auge del mercado de la sal a Brasil favoreció el crecimiento de la isla hasta 1887, año en que el país americano restringe la importación. Una segunda fase de de sarrollo vino dada por la construc-ción del aeropuerto por parte de los italianos; tras ella, la población comenzó a emigrar a Europa. La tercera época de pujanza, que es la actual, dio comienzo en los años ochenta con la ampliación del aeropuerto y la llegada de turistas. La necesidad de mano de obra para atender los crecientes servi-cios de hostelería ha propiciado que, en treinta años, se haya triplicado la población, que en la actualidad ronda los 35.000 habitantes. Hoy es uno de los destinos más elegidos por sus espectaculares playas y paisajes vírgenes y sus precios super competitivos.
Un poco de historia
TRANSPORTES> En avión. La isla está comunicada por avión con Boavista, Santiago, Fogo, São Nicolau y São Vicente.Desde el Aeropuerto Internacio-nal Amílcar Cabral (www.asa.cv). hay taxis a la ciudad y carrinhas, que paran a 200 m de la terminal. El aeropuerto dispone de consigna para dejar maletas.
> En barco. Para ir a Santiago desde Palmeira presta su servicio el ferry Praia d’Aguada, que tarda ocho horas. Los domingos se ha establecido un servicio circular, procedente de Praia, con regreso por Boavista y Maio. Varios hoteles también ofrecen un servicio de barco para visitar Boavista (ida y vuelta en el mismo día).
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LA VISITA • ISLA DE SAL
ISLA DE SALEstamos en el primer emporio turístico de Cabo Verde, la única porción del país que muchos viajeros llegan a conocer, en una de las islas del mundo que están llamadas a desaparecer si el nivel del mar, según los cálculos del Nobel Al Gore, acaba subiendo 6 m. Su planitud, de la que tan solo escapan algunos montes aislados, la asemeja a ciertos atolones del Pacífico, pero a diferencia de aquellos, aquí no vamos a encontrar palmeras cocoteras, sino un de sierto selenítico, un paisaje más propio de los Monegros o las Bardenas Reales, pero de origen volcánico, en el que tan solo osan alzar su copa algunas pobres acacias. La escasez de precipitaciones, con una media de 70 l/m2 al año, explica esta realidad.¿Cuál es, pues, el encanto de esta isla de nombre tan sugerente? Su indiscutible anzuelo, pues algo bueno había de tocarle a la
estéril plataforma de 30 km de largo por 12 de ancho y 216 km2, se encuentra en las playas de fina arena y en sus aguas cris-talinas, que resultan ideales para la práctica del buceo. Esto ha sido suficiente para que la isla Esme-ralda atraiga cada vez a más turismo y se llene de jóvenes trabajado-res procedentes de todo el archipiélago, artesanos se negaleses y hosteleros europeos. Junto a las playas, so-bre todo en el sector meridional y surocci-dental, se ha venido desarrollando un mo-delo de hoteles seme-jante al caribeño de úl-tima generación, esto es, mediante com-plejos expandidos, de dos o tres alturas, bien provistos de todo tipo de servicios y con todo incluido.
Serra Negra(99 m)
Morrinho(99 m)
Rabo de Junco(165 m)
Monte Curral(107 m)
Rocha de Salina(380 m)
Monte Grande(252 m)
Monte Leste(263 m)
Ponta Fiura
Ponta do Sinó
Ponta Preta
Ponta Norte
Buracona
Morrinhodo Açucar
Terra Boa
Baleia
Costa da Fragata
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Rib. do Feibel
Ri
b. da Parda
Rib. da Mad
ama
Rib. da Baiona
Baia da Parda
Praia de Monte Grande
Calhetinha
Praia de Agua Doce
Baia do Algodoeiro
Rife Calheta Funda
Salinas
Salinas
Baia deJoaquin Fetinhe
Baia de Fontona
Praia do CascalhoPraia de Canoa
Praia de Sta. Maria Porto deSanta Maria
B a i a d a Mu r d e i r a
Pedra LumeEspargos
Palmeira
Santa Maria
SANTA CRUZ
NOSSASENHORADE FÁTIMA
Todas estas islas estuvieron deshabi-tadas hasta que fueron descubiertas en el siglo xv por los portugueses, quienes procedieron a colonizarlas para convertirlas mayormente en un centro de trata de esclavos prove-nientes del continente africano que se halla a pocos kilómetros (Sene-
gal). La mayor parte de los actuales habitantes de Cabo Verde desciende de ambos grupos: colonizadores y esclavos. En concreto la isla de Sal fue descubierta por Diogo Gomes y Antonio Noli, en diciembre de 1460, y bautizada como Lhana. La ausencia de agua potable, sin embargo, fue un impedimento para la instalación de colonos, y hasta 1793 tan solo estuvo frecuentada por pescadores y cazadores de tortugas, proce-dentes de São Nicolau. En este año, Manuel António Martíns, aquí llegado desde Azores tras haber sufrido un naufragio, examinó el terreno y descubrió las salinas de Pedra de Lume, que comenzó a explotar en 1804. A partir de 1851 Sal entra a formar parte de un municipio con capital en Sal-Rei (Boavista), realidad que no cambiaría hasta 1935. El auge del mercado de la sal a Brasil favoreció el crecimiento de la isla hasta 1887, año en que el país americano restringe la importación. Una segunda fase de de sarrollo vino dada por la construc-ción del aeropuerto por parte de los italianos; tras ella, la población comenzó a emigrar a Europa. La tercera época de pujanza, que es la actual, dio comienzo en los años ochenta con la ampliación del aeropuerto y la llegada de turistas. La necesidad de mano de obra para atender los crecientes servi-cios de hostelería ha propiciado que, en treinta años, se haya triplicado la población, que en la actualidad ronda los 35.000 habitantes. Hoy es uno de los destinos más elegidos por sus espectaculares playas y paisajes vírgenes y sus precios super competitivos.
Un poco de historia
TRANSPORTES> En avión. La isla está comunicada por avión con Boavista, Santiago, Fogo, São Nicolau y São Vicente.Desde el Aeropuerto Internacio-nal Amílcar Cabral (www.asa.cv). hay taxis a la ciudad y carrinhas, que paran a 200 m de la terminal. El aeropuerto dispone de consigna para dejar maletas.
> En barco. Para ir a Santiago desde Palmeira presta su servicio el ferry Praia d’Aguada, que tarda ocho horas. Los domingos se ha establecido un servicio circular, procedente de Praia, con regreso por Boavista y Maio. Varios hoteles también ofrecen un servicio de barco para visitar Boavista (ida y vuelta en el mismo día).
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LA VISITA • SANTA MARÍA
niños, en toda la costa caboverdiana medio peces, se zambullen continuamente en el agua. Al frente de tan endeble estructura se sitúa el colonial edificio Viana, que en su día funcionó como lonja de contratación de la sal, y ahora acoge una tienda de artesanía. Un rudimentario paseo marítimo, ideal para disfrutar del atardecer, recorre el inicio de la playa; en él ofrecen sus servicios peluqueras que hacen trencitas, artistas y otros vendedores ambulantes.La playa de Santa María tiene una longitud de 8 km, lo cual no está nada mal, aunque a algunos les salen 10 y hasta 11 km. Con sus límpidas aguas de color azul turquesa, fondos arenosos y mediano oleaje, que la convierten en uno de los mejores destinos del mundo para la práctica del surf y el windsurf (especialmente en la zona de Ponta Preta), se manifiesta como la confirmación del paraíso prometido.Desde la playa es posible contemplar, a lo lejos, el perfil de Boavista.A espaldas de la villa, las salinas
que le dieron fama carecen hoy en día de interés, y su entorno está siendo colonizado por nuevos edificios. Al este es factible alcanzar caminando la Costa da Fragata, más ventosa pero también con arenales, por el momento impolutos y limitados al norte por la diminuta Sierra Negra, que no supera los 102 m de altura.
DORMIREN SANTA MARÍA
Por norma, en los hoteles de cierta categoría resulta más barato adquirir un paquete turístico completo, con el vuelo incluido, que contratar la habitación por cuenta propia. Otra cuestión que hay que tener en cuenta es la gran diferencia de los precios entre la temporada alta (verano) y la baja.
HOTEL MORABEZA****Telf. 242 10 20.www.hotelmorabeza.comOfrece 141 habitaciones en edificios y bungalós acogedores y
SANTA MARÍA> CONCELHO DE SAL. 20.000 HABITANTES
Santa María fue fundada en 1835 por Manuel António Martíns, y en el presente ha experimentado un gran crecimiento. A su población actual hay que sumar los visitantes que en toda época frecuentan el lugar, convertido en la estación más turística del país y con mayoría de italianos, alemanes y franceses. Aquí no va a resultar fácil, por lo tanto, captar la idiosincrasia caboverdiana.
INFO Y TRANSPORTES> Guías. En la calle se ofrecen como guías tanto caboverdianos como otros africanos, que carecen de trabajo y parlotean lo básico en varios idiomas.> Empresas de turismo y de-portes. Surf Angulo (telf. 242 18 99, www.angulocaboverde.com), surf, windsurf y kitesurf; Planeta
(Tanquinho Sul, telf. 242 15 75. www.planetacaboverde.com), todo tipo de servicios turísticos y deportes; Océano Azul (www.oceanoazul.com), deportes náuticos.> Alquiler de vehículos. Hay muchas empresas de alquiler en el aeropuerto y en los hoteles de categoría alta. El taxi es una buena manera de moverse en la isla.
VISITA ■ A Santa María se llega, desde el aeropuerto interna-cional, por la autovía de 18 km que la comunica con Espargos. La población de Santa María, que es nueva y sigue una traza regular, se localiza al sur de la isla y no cuenta con edificios de altura (más de tres plantas), y tampoco con excesivos reclamos, a no ser algunas viviendas de tipo colonial pintadas de vivos colores y agradables plazas como la Mayor (en realidad a praça), en la que fue colocado un molino de viento, construido en madera, procedente de las salinas.
El ambiente de la localidad es totalmente turístico pero a la africana, esto es, sin excesiva presencia del bazar chino, que en este caso tiene su réplica en el senegalés, y aún relativamente libre de los restaurantes de comida rápida, si bien la moda italiana de las pizzas y la pasta arrasa. Encontraremos mucha oferta de artesanía, con animales de la selva y la sabana que nunca en Cabo Verde han sido vistos, algunos artistas callejeros dedicados sobre todo a la pintura, coquetos restaurantes surtidos por los pescadores locales a pie (no será raro ver pasar jóvenes y niños
con un atún o pez espada sobre la cabeza), un mercado pequeñito como anticipo de los que nos esperan en las ciudades, locales para tomar copas –varios montados por italianos– que cambian con frecuencia de gestión y nombre, bullicio y gente que se renueva semanalmente, pues además del paso de turistas en paquete hotelero cabe recordar que esta es la única isla con nativos procedentes de todas las demás, y también de otros paí ses afri canos.El muelle de madera se ha convertido en el emblema más fotografiado de la isla; desde él los
Pocos son los lugares, entre ellos el edificio Viana y el Centro de Artesa-nato, en los que se podrá encontrar género caboverdiano, y no mucha cosa, por cierto. La receta es aplica-ble al mercado, pequeño recinto de angostos pasillos que poco tiene que ver con el tipismo de los de Praia o
Assomada y donde se impone un razonable regateo.En la localidad hay otras muchas tiendas de artesanía africana pero pocas en las que se ofrezca realmente calidad. A este reducido capítulo pertenece la tienda de antigüedades y artesanía Akuaba, cerca del muelle, con una excelente colección de piezas procedentes de di versas tribus africanas, debidamente identificadas, de países como Mali, Ghana, Camerún, Costa de Marfil y también Senegal.
Compras
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LA VISITA • SANTA MARÍA
niños, en toda la costa caboverdiana medio peces, se zambullen continuamente en el agua. Al frente de tan endeble estructura se sitúa el colonial edificio Viana, que en su día funcionó como lonja de contratación de la sal, y ahora acoge una tienda de artesanía. Un rudimentario paseo marítimo, ideal para disfrutar del atardecer, recorre el inicio de la playa; en él ofrecen sus servicios peluqueras que hacen trencitas, artistas y otros vendedores ambulantes.La playa de Santa María tiene una longitud de 8 km, lo cual no está nada mal, aunque a algunos les salen 10 y hasta 11 km. Con sus límpidas aguas de color azul turquesa, fondos arenosos y mediano oleaje, que la convierten en uno de los mejores destinos del mundo para la práctica del surf y el windsurf (especialmente en la zona de Ponta Preta), se manifiesta como la confirmación del paraíso prometido.Desde la playa es posible contemplar, a lo lejos, el perfil de Boavista.A espaldas de la villa, las salinas
que le dieron fama carecen hoy en día de interés, y su entorno está siendo colonizado por nuevos edificios. Al este es factible alcanzar caminando la Costa da Fragata, más ventosa pero también con arenales, por el momento impolutos y limitados al norte por la diminuta Sierra Negra, que no supera los 102 m de altura.
DORMIREN SANTA MARÍA
Por norma, en los hoteles de cierta categoría resulta más barato adquirir un paquete turístico completo, con el vuelo incluido, que contratar la habitación por cuenta propia. Otra cuestión que hay que tener en cuenta es la gran diferencia de los precios entre la temporada alta (verano) y la baja.
HOTEL MORABEZA****Telf. 242 10 20.www.hotelmorabeza.comOfrece 141 habitaciones en edificios y bungalós acogedores y
SANTA MARÍA> CONCELHO DE SAL. 20.000 HABITANTES
Santa María fue fundada en 1835 por Manuel António Martíns, y en el presente ha experimentado un gran crecimiento. A su población actual hay que sumar los visitantes que en toda época frecuentan el lugar, convertido en la estación más turística del país y con mayoría de italianos, alemanes y franceses. Aquí no va a resultar fácil, por lo tanto, captar la idiosincrasia caboverdiana.
INFO Y TRANSPORTES> Guías. En la calle se ofrecen como guías tanto caboverdianos como otros africanos, que carecen de trabajo y parlotean lo básico en varios idiomas.> Empresas de turismo y de-portes. Surf Angulo (telf. 242 18 99, www.angulocaboverde.com), surf, windsurf y kitesurf; Planeta
(Tanquinho Sul, telf. 242 15 75. www.planetacaboverde.com), todo tipo de servicios turísticos y deportes; Océano Azul (www.oceanoazul.com), deportes náuticos.> Alquiler de vehículos. Hay muchas empresas de alquiler en el aeropuerto y en los hoteles de categoría alta. El taxi es una buena manera de moverse en la isla.
VISITA ■ A Santa María se llega, desde el aeropuerto interna-cional, por la autovía de 18 km que la comunica con Espargos. La población de Santa María, que es nueva y sigue una traza regular, se localiza al sur de la isla y no cuenta con edificios de altura (más de tres plantas), y tampoco con excesivos reclamos, a no ser algunas viviendas de tipo colonial pintadas de vivos colores y agradables plazas como la Mayor (en realidad a praça), en la que fue colocado un molino de viento, construido en madera, procedente de las salinas.
El ambiente de la localidad es totalmente turístico pero a la africana, esto es, sin excesiva presencia del bazar chino, que en este caso tiene su réplica en el senegalés, y aún relativamente libre de los restaurantes de comida rápida, si bien la moda italiana de las pizzas y la pasta arrasa. Encontraremos mucha oferta de artesanía, con animales de la selva y la sabana que nunca en Cabo Verde han sido vistos, algunos artistas callejeros dedicados sobre todo a la pintura, coquetos restaurantes surtidos por los pescadores locales a pie (no será raro ver pasar jóvenes y niños
con un atún o pez espada sobre la cabeza), un mercado pequeñito como anticipo de los que nos esperan en las ciudades, locales para tomar copas –varios montados por italianos– que cambian con frecuencia de gestión y nombre, bullicio y gente que se renueva semanalmente, pues además del paso de turistas en paquete hotelero cabe recordar que esta es la única isla con nativos procedentes de todas las demás, y también de otros paí ses afri canos.El muelle de madera se ha convertido en el emblema más fotografiado de la isla; desde él los
Pocos son los lugares, entre ellos el edificio Viana y el Centro de Artesa-nato, en los que se podrá encontrar género caboverdiano, y no mucha cosa, por cierto. La receta es aplica-ble al mercado, pequeño recinto de angostos pasillos que poco tiene que ver con el tipismo de los de Praia o
Assomada y donde se impone un razonable regateo.En la localidad hay otras muchas tiendas de artesanía africana pero pocas en las que se ofrezca realmente calidad. A este reducido capítulo pertenece la tienda de antigüedades y artesanía Akuaba, cerca del muelle, con una excelente colección de piezas procedentes de di versas tribus africanas, debidamente identificadas, de países como Mali, Ghana, Camerún, Costa de Marfil y también Senegal.
Compras
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VIDA Y CULTURA
RELIGIÓN Y CREENCIASLa mayoría de la población sigue siendo católica (80 por ciento), pero las comunidades protestan-tes, en especial adventistas, mor-mones y testigos de Jehová, han avanzado notablemente tras la descolonización. En Mindelo tiene una fuerte presencia el racionalis-mo cristiano, comunidad espiritis-ta nacida en Brasil. Un caso apar-te, propio de la isla de Santiago, es el de los rabelados, que viven su sincretismo cristiano- animista al modo antiguo, sin aceptar el ser-vicio médico ni el sistema escolar.
MESTIZAJEAl igual que en América, en Cabo Verde hemos de hablar de un mestizaje entre colonos y escla-vos negros. Tanto es así que, en la actualidad, el 70 por ciento de la población es mestiza, el 28 por ciento negra (en parte proceden-te de otros países de la costa occidental africana) y el 2 por ciento blanca.
FAMILIA Aunque el catolicismo intentó reforzar los núcleos familiares, hay problemas de integración social como consecuencia de la gran libertad sexual y la falta de uso de medidas profilácticas en las relaciones. Muchas mujeres tienen hijos de varios hombres que no permanecen con ellas, hecho que dificulta el sacar ade-lante a la prole.
ARQUITECTURA COLONIAL Y POPULAREl principal legado de la arquitec-tura colonial es el sobrado, un edificio que se caracteriza por poseer una planta inferior desti-nada a los esclavos, y también ocupada por otras actividades domésticas (cocina, despensa, etc.), y una planta principal, por lo común provista de corredores con barandas de madera o algún tipo de balconada o galería al que dan las habitaciones, reservadas a los propietarios. En las zonas rurales
NATURALEZA Y PAISAJESi el agua es la vida, en Cabo Ver-de hay mucha salada, pero poca dulce. La escasez pluviométrica explica la pobre biodiversidad y la histórica pobreza de sus habitantes, que periódicamente se han visto sometidos a la pérdida de sus co-sechas y al padecimiento de ham-brunas. Solo el 40 por ciento de la población la tiene en sus casas.
FLORAEn las islas caboverdianas tan so-lo han sido localizadas 240 espe-cies de plantas, una cifra minús-cula si la comparamos con las de Madeira o Canarias. Las masas arbó reas, como consecuencia de las talas incontroladas, los incen-dios y la durante mucho tiempo ausencia de proyectos de refores-tación, son muy escasas, y las más extensas se encuentran en la islas de Maio, Fogo y São Vicente.Las necesidades alimentarias, grandes entre la población, y la economía agraria para exportar, no han dejado casi un palmo de terreno aprovechable sin roturar. Por tal motivo, del primitivo manto vegetal tan solo sobreviven algu-nas especies como el antaño abundante drago o dragoeira, el marmolán, árbol endémico por excelencia, y variedades locales de acacia (espinheiro branco), palmera (tamareira) e higuera (figueira-brabo).
FAUNASolo 28 especies de reptiles y 36 de aves tienen presencia en Cabo Verde. La mayor riqueza la encon-tramos en la plataforma costera, que hasta ahora ha sido protegida de la depredación industrial prac-
ticada por las grandes potencias pesqueras.Cabe recalcar la variedad de pe-ces y algas presente en los eco-sistemas de las plataformas co-ralinas, muy abundantes, las grandes tortugas que vienen a desovar a las playas aún desiertas de Boavista, Maio y en menor me-dida Sal, la abundancia de crus-táceos como la langosta, de mo-luscos como los buzios y, ya en alta mar, el tránsito de ballenas, cachalotes, orcas y delfines.
ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOSAdemás de la isla de Santa Lucía y sus adláteres, declarados Re-serva Natural en 1991, en 2002 han sido predefinidos seis par-ques nacionales en zonas monta-ñosas, pero sin que se haya avan-zado gran cosa en su protección y gestión: Châ das Caldeiras (Fogo), Monte Verde (São Vicen-te), Moroços (Santo Antão), Ribei-ra da Torre (Santo Antão), Monte Gordo (São Nicolau) y Serra da Malagueta (Santiago).
PLAYASLas playas, al menos hasta aho-ra, constituyen el principal atrac-tivo de Cabo Verde. Son realmen-te buenas, en este orden, en las islas de Boavista, Sal y Mayo. También Santiago cuenta con algunas buenas al norte y sur, y São Vicente otro tanto en sus bahías; en Fogo, la isla del gran volcán, son de arena negra. Allí donde no existen la playas suele haber lugares para el baño, ha-bilitados o no, en entrantes o piscinas naturales.
> EL CARÁCTER CABOVERDIANO
Si a cada pueblo le correspondiese un atributo, a los cabover-dianos habría que asociarlos con la morabeza. El vocablo expresa a un tiempo amistad, hospitalidad y simpatía a prueba de bombas por más que las cosas no vayan todo lo bien que debieran, cordialidad con el forastero y alegría de vivir que se manifiesta en los tres deportes nacionales del nativo aún no contaminado por el capitalismo globalizador o el afán de figurar de los emigrantes: la música, el baile y el sexo. Como se puede comprobar, el trabajo no figura entre las prioridades, aunque la sociedad se está transformando, aún no se sabe si para bien o para mal, a una gran velocidad.
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VIDA Y CULTURA
RELIGIÓN Y CREENCIASLa mayoría de la población sigue siendo católica (80 por ciento), pero las comunidades protestan-tes, en especial adventistas, mor-mones y testigos de Jehová, han avanzado notablemente tras la descolonización. En Mindelo tiene una fuerte presencia el racionalis-mo cristiano, comunidad espiritis-ta nacida en Brasil. Un caso apar-te, propio de la isla de Santiago, es el de los rabelados, que viven su sincretismo cristiano- animista al modo antiguo, sin aceptar el ser-vicio médico ni el sistema escolar.
MESTIZAJEAl igual que en América, en Cabo Verde hemos de hablar de un mestizaje entre colonos y escla-vos negros. Tanto es así que, en la actualidad, el 70 por ciento de la población es mestiza, el 28 por ciento negra (en parte proceden-te de otros países de la costa occidental africana) y el 2 por ciento blanca.
FAMILIA Aunque el catolicismo intentó reforzar los núcleos familiares, hay problemas de integración social como consecuencia de la gran libertad sexual y la falta de uso de medidas profilácticas en las relaciones. Muchas mujeres tienen hijos de varios hombres que no permanecen con ellas, hecho que dificulta el sacar ade-lante a la prole.
ARQUITECTURA COLONIAL Y POPULAREl principal legado de la arquitec-tura colonial es el sobrado, un edificio que se caracteriza por poseer una planta inferior desti-nada a los esclavos, y también ocupada por otras actividades domésticas (cocina, despensa, etc.), y una planta principal, por lo común provista de corredores con barandas de madera o algún tipo de balconada o galería al que dan las habitaciones, reservadas a los propietarios. En las zonas rurales
NATURALEZA Y PAISAJESi el agua es la vida, en Cabo Ver-de hay mucha salada, pero poca dulce. La escasez pluviométrica explica la pobre biodiversidad y la histórica pobreza de sus habitantes, que periódicamente se han visto sometidos a la pérdida de sus co-sechas y al padecimiento de ham-brunas. Solo el 40 por ciento de la población la tiene en sus casas.
FLORAEn las islas caboverdianas tan so-lo han sido localizadas 240 espe-cies de plantas, una cifra minús-cula si la comparamos con las de Madeira o Canarias. Las masas arbó reas, como consecuencia de las talas incontroladas, los incen-dios y la durante mucho tiempo ausencia de proyectos de refores-tación, son muy escasas, y las más extensas se encuentran en la islas de Maio, Fogo y São Vicente.Las necesidades alimentarias, grandes entre la población, y la economía agraria para exportar, no han dejado casi un palmo de terreno aprovechable sin roturar. Por tal motivo, del primitivo manto vegetal tan solo sobreviven algu-nas especies como el antaño abundante drago o dragoeira, el marmolán, árbol endémico por excelencia, y variedades locales de acacia (espinheiro branco), palmera (tamareira) e higuera (figueira-brabo).
FAUNASolo 28 especies de reptiles y 36 de aves tienen presencia en Cabo Verde. La mayor riqueza la encon-tramos en la plataforma costera, que hasta ahora ha sido protegida de la depredación industrial prac-
ticada por las grandes potencias pesqueras.Cabe recalcar la variedad de pe-ces y algas presente en los eco-sistemas de las plataformas co-ralinas, muy abundantes, las grandes tortugas que vienen a desovar a las playas aún desiertas de Boavista, Maio y en menor me-dida Sal, la abundancia de crus-táceos como la langosta, de mo-luscos como los buzios y, ya en alta mar, el tránsito de ballenas, cachalotes, orcas y delfines.
ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOSAdemás de la isla de Santa Lucía y sus adláteres, declarados Re-serva Natural en 1991, en 2002 han sido predefinidos seis par-ques nacionales en zonas monta-ñosas, pero sin que se haya avan-zado gran cosa en su protección y gestión: Châ das Caldeiras (Fogo), Monte Verde (São Vicen-te), Moroços (Santo Antão), Ribei-ra da Torre (Santo Antão), Monte Gordo (São Nicolau) y Serra da Malagueta (Santiago).
PLAYASLas playas, al menos hasta aho-ra, constituyen el principal atrac-tivo de Cabo Verde. Son realmen-te buenas, en este orden, en las islas de Boavista, Sal y Mayo. También Santiago cuenta con algunas buenas al norte y sur, y São Vicente otro tanto en sus bahías; en Fogo, la isla del gran volcán, son de arena negra. Allí donde no existen la playas suele haber lugares para el baño, ha-bilitados o no, en entrantes o piscinas naturales.
> EL CARÁCTER CABOVERDIANO
Si a cada pueblo le correspondiese un atributo, a los cabover-dianos habría que asociarlos con la morabeza. El vocablo expresa a un tiempo amistad, hospitalidad y simpatía a prueba de bombas por más que las cosas no vayan todo lo bien que debieran, cordialidad con el forastero y alegría de vivir que se manifiesta en los tres deportes nacionales del nativo aún no contaminado por el capitalismo globalizador o el afán de figurar de los emigrantes: la música, el baile y el sexo. Como se puede comprobar, el trabajo no figura entre las prioridades, aunque la sociedad se está transformando, aún no se sabe si para bien o para mal, a una gran velocidad.