Enfermedad predominantemente sintomática (3-28% de asintomáticos),
Hay enfermedad aguda, subaguda y crónica.
No existe una vacuna ni tratamiento especifico por lo que se aplica exclusivamente un tratamiento sintomático.
La fiebre generalmente es de inicio
súbito, es alta (típicamente superior
a 39°C), y dura entre unos días y
una semana.
Puede ser continua o intermitente,
pero una disminución de la
temperatura no se asocia a
empeoramiento de los síntomas.
Ocasionalmente, la fiebre puede
acompañarse de
bradicardia relativa.
Los síntomas articulares generalmente son simétricos y ocurren
con más frecuencia en manos y pies, pero también pueden afectar
articulaciones más proximales.
También se puede observar tumefacción, asociada con frecuencia
a tenosinovitis.
A menudo los pacientes están gravemente incapacitados por el
dolor, la sensibilidad, la inflamación y la rigidez. No pueden realizar
sus actividades habituales ni ir a trabajar, y con frecuencia están
en cama.
El rash aparece generalmente entre dos a cinco días después del
inicio de la fiebre en aproximadamente la mitad de los pacientes.
Es típicamente maculopapular e incluye tronco y extremidades,
aunque también puede afectar palmas, plantas y rostro. El rash
también puede presentarse como un eritema difuso que
palidece con la presión.
La fase aguda dura entre 3 y 10 días y al final de la misma suele
haber tumefacción en las manos y descamación fina.
Raras veces, pueden
ocurrir formas graves
de la enfermedad con
manifestaciones
atípicas.
Estas pueden deberse
a efectos directos del
virus, la respuesta
inmunológica frente al
virus, o la toxicidad de
los medicamentos.
No se observan hallazgos
hematológicos patognomónicos
significativos en las infecciones
por CHIKV.
Los hallazgos de laboratorio
anormales pueden incluir ligera
trombocitopenia (>100.000/mm3),
leucopenia y pruebas de función
hepática elevadas.
La velocidad de sedimentación
globular y la proteína C reactiva
están generalmente elevadas.
Se considera que las
muertes relacionadas con
infección por CHIKV son
raras.
Sin embargo, se reportó un
aumento en las tasas brutas
de mortalidad durante las
epidemias de 2004−2008 en la
India y Mauricio.
MORTALIDAD
El CHIKV puede afectar a
mujeres y hombres de todas las
edades.
Sin embargo, se considera que
la presentación clínica varía con
la edad, siendo los individuos
muy jóvenes (neonatos) y los
ancianos, más propensos a
desarrollar formas
más graves.
Además de la edad, se han
identificado las comorbilidades
(enfermedades subyacentes)
como factores de riesgo para
una evolución desfavorable.
GRUPOS DE RIESGO
Los adultos mayores son más propensos a
experimentar enfermedad atípica grave y
muerte.
Los individuos >65 años presentaron una tasa
de mortalidad 50 veces mayor a la de los
adultos más jóvenes (<45 años).
Aunque no está claro por qué los adultos
mayores tienen más riesgo de enfermedad
grave, puede deberse a que presentan con
mayor frecuencia enfermedades concomitantes
subyacentes o respuesta inmunológica
disminuida.
La fiebre, con o sin artralgias, es una
manifestación atribuible a muchas otras
enfermedades.
La CHIK puede presentarse de forma atípica
o puede coexistir con otras enfermedades
infecciosas como el dengue o la malaria.
Las enfermedades a ser consideradas en el
diagnóstico diferencial pueden variar en
relación a algunas características
epidemiológicas relevantes, tales como el
lugar de residencia, antecedentes de viajes y
exposición
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
Ambas enfermedades pueden ocurrir
al mismo tiempo en un mismo paciente.
En la CHIK rara vez se observan shock o
hemorragia severa; el inicio es más agudo y la
duración de la fiebre es mucho menor.
En la CHIK el rash maculopapular también es
más frecuente que en el dengue.
Si bien en ambas enfermedades los pacientes
pueden padecer dolor corporal difuso, el dolor
es mucho más intenso y localizado en las
articulaciones y tendones en la CHIK que en el
dengue.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL CON DENGUE
ENFERMEDAD SUBAGUDA Y CRONICA
Después de los primeros 10 días, la mayoría de los pacientes
sentirá una mejoría en su estado general de salud y del dolor
articular.
Sin embargo,
posteriormente puede
ocurrir una reaparición de
los síntomas y algunos
pacientes pueden presentar
síntomas reumáticos como
poliartritis distal,
exacerbación del dolor en
articulaciones y huesos
previamente lesionados, y
tenosinovitis hipertrófica
subaguda en muñecas y
tobillos.
ENFERMEDAD SUBAGUDA Y CRONICA
Algunos pacientes también pueden desarrollar trastornos
vasculares periféricos transitorios, tales como el síndrome
de Raynaud.
Además de los síntomas físicos, la mayoría de los pacientes
sufrirá síntomas depresivos, fatiga general y debilidad.
También puede aparecer hiperpigmentación de la piel.
ENFERMEDAD SUBAGUDA Y CRONICA
La enfermedad crónica se caracteriza por la persistencia de
síntomas por más de tres meses.
La frecuencia con que los pacientes reportan síntomas
persistentes varía sustancialmente según el estudio y el
tiempo transcurrido entre el inicio de los síntomas y el
seguimiento.
Sudáfrica (12%−18% con síntomas persistentes a los 18
meses).
India, 49% con síntomas persistentes a los 10 meses.
Isla Reunión, 80%−93% con síntomas persistentes a los 3
meses; 57% a los 15 meses; y 47% a los 2 años.
ENFERMEDAD SUBAGUDA Y CRONICA
El síntoma persistente más frecuente es la artralgia
inflamatoria en las mismas articulaciones que se vieron
afectadas durante la etapa aguda.
Generalmente no hay cambios significativos en las pruebas
de laboratorio ni en las radiografías de las áreas afectadas.
Algunos pacientes desarrollan artropatía/artritis
destructiva, semejante a la artritis reumatoidea o psoriásica.
Los factores de riesgo para la persistencia de los síntomas
son la edad avanzada (>65 años), los trastornos articulares
preexistentes y la enfermedad aguda más severa.
Manejo ambulatorio de la mayoría de los casos.
Recomendaciones específicas.
Signos de alarma.
Uso mosquiteros.
Eliminación de criaderos.