CAPiTULO -I
El proceso de interpretacion
CAPiTULO -I
EL PROCESO DE INTERPRETACION
Antes de hablar de diferentes procesos de interpretacion, serfa
pertinente hablar en breve sobre Ia mision que tiene eJ interprete. La
principal misi6n del interprete es ayudar a individuos o a grupos humanos
a conocerse mejor, comprenderse mejor y, mas at:m, a respetarse
mutuamente y, si asi lo desean, a ponerse de acuerdo. El interprete
siempre debe estar consciente de dicha misi6n. Y por eso, todo su
esfuerzo debe enfocarse en lograr este entendimiento facil.itando 1a tarea
de comunicaci6n. El interprete de conferencias es un colaborador auxiliar
cuya habilidad es indispensable para el buen funcionamiento de Ia
conferencia internacional.
Para cumplir con exito dicha misi6n, el interprete debe tener ciertas
cualidades necesarias que son, por una parte, una posibilidad de ser
"pasivamente" receptivo, es decir, de absorber d6cilmente y sin reacci6n
las ideas expresada por el orador, y por otra, una vivacidad de espiritu
(que en Ia mayoria de los interpretes se manifiesta en sus salidas agiies).
Cada una de esas dos particularidades es bastante comun, pero es muy
raro que se hallen reunidas en un mismo individuo. Por eso hay tan pocos
buenos intepretes en el mundo, que se dice que "el interprete nace, no se
hace."1
20
1.
\~
Es igualmente imprescindible poseer una buena memoria, Ia cual
debe contener dos tipos de recuerdos: primeramente, un enorme
vocabulario que debe poder evocar rapid a mente para que pueda utilizarlo
en el instante el termino r,equerido; y despues, una imagen, lo mas fiel y
detallada posible, de lo que acaba de decirse en el transcurso de un
periodo muy breve.
I. Diferentes modos de interpretacion
El interprete puede hablar al mismo tiempo que 4~1 orador a quien
traduce, 0 tambien despues de que este ya ha terminado su discurso
totalmente o en parte. En el primer caso, Ia interpretacion se llama
simultanea y en el segundo, consecutiva.
La interpretacion consecutiva es Ia forma mas antigua de
interpretacion, es Ia (mica que conocieron los interpretes de Ia antigOedad
y Ia (mica que se utilizaba hasta que los adelantos tecnicos permitieron
emplear Ia interpretacion simultanea.
En Ia fnterpretacion consecutiva el interprete trabaja c;erca del
orador y puede utilizar mic:rofonos o no, segun Ia dimension de Ia sala, su
acustica y las condiciones de trabajo; mientras que en Ia simultanea,
generalmente, trabaja lejos del orador y se requieren instalaciones
especializadas.
Interpretacion consecutRva
La interpretacion consecutiva puede ser de dos tipos:
/----------"I -- \ '.·..., l., ~, . . \, . . (. •\
· .. \
J 21
a) Consecutiva en una sola direcci6n: propia de conferencias,
discursos, charlas, etc., en Ia que el interprete traduce hacia una sola
lengua. Tiene dos variantes:
Continua: El orador habla durante varies minutes o termina el discurso
complete y el interprete reproduce el discurso, generalmente de forma
resumida y utiliza Ia tecnica de Ia toma de notas para anotar las ideas
expresadas.
Discontinua: El orador habla por unidades de sentido complete y se
interrumpe para que el interprete haga su version. Solo se taman
notas de cifras o nombres. Tiene Ia desventaja de que dup'lica e1
tiempo de fa intervenci6n.
b) Bilateral: Se trata de los dialogos, conversaciones y entrevistas, en Ia
que el interprete traduce a una o a otra lengua alternativamente,
segun sea necesario. Puede realizar una interpretacion consecutiva
continua o disoontinua de acuerdo con las condiciones especif,icas de
que se trate, aunque generalmente Ia que se utiliza es Ia discontinua.
Interpretacion simultanea
La interpretacion simultanea puede ser de tres tipos:
a) Susurrada : El interprete traduce al oido, susurra a uno o varies
delegados lo que dice el orador. Este metoda es conveniente cuando
no hay instalaciones de interpretacion simultanea, el numero de
delegados es reducido y el publico en general habla Ia lengua del
orad or.
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b) En cabina: El interprete trabaja en una cabina insonorizada, Ia
intervencion le llega a traves de audifonos conectados at miar6fono del
orador y Ia retrasmite a Ia sala, - donde cada participante puede
seleccionar Ia cabina o el canal donde se traduce a Ia lengua que
desea escuchar. Per lo tanto, este es un tipo de interpretacion que
requiere instalaciones especiaiizadas. La ventaja principal de Ia
simultanea en cabina radica en el ahorro de tiempo que significa, ya
que los interpretes ha.blan a Ia par que el orador y el mensaje llega
simultaneamente en las diferentes lenguas de trabajo a todos los
participantes.
lnteprete (frances)
Orad or (espaiiol)
lnterprete (ruso}
Sal a =~ ~-----------------------------------------------
A veces es necesario recurrir a Ia tecnica del relev:o en Ia
interpretacion simultanea debido a que no siempre es facil e'ncontrar
ciertas combinaciones de idiomas. Por ejemplo, si no hay interpretes
para Ia combinacion ruso-·frances y ruso-ingles en ciertas conferencias,
surge Ia necesidad de hacer un relevo utilizando al interprete ruso
espaiiol como enlace:
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lnterprete ... (frances)
~
Orad or ( ruso)
lnterprete (espanol)
~ Sal a
~ lnterprete (ingl.es)
J
c)Traducci6n oral a simple vista: El traductorlinterprete traduce
oralmente un texto escrito. La traducci6n oral a simple vista se utiliza
tanto en Ia traducci6n como en Ia interpretacion.
El interprete realiza una traducci6n ·oral a simple vista cuando se le
entrega un texto que hasta ese momento le era desconocido y lo "lee" en
un idioma distinto al del original, directamente o por medio de micr6fono,
con Ia cadencia de una lectura normal.
El interprete simultaneo a veces recibe el discurso escrito en Ia
lengua extranjera y lo utiliza como apoyo, como guia, pero sin dejar de
escuch'ar Ia intervenci6n ya que es factible que se hagan cambios,
adiciones u omisiones.
A veces el interprete traduce un texto que tiene una estructura
ret6rir.a determinada y un orden de ideas que debe ser reproducido
fielmente, de Ia mejor manera posible que Ia otra lengua pueda permitir.
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Sin embargo, en Ia interpretacion consecutive, el interpret€! puede
reorganizar las ideas del discurso de modo que hag a mas comprensible el
mensaje, de forma inmediata, y que sus destinatarios lo puedan captar
f<kilmente.
En Ia interpretacion simultanea no tiene tiempo de estructurar el
discurso de otra manera, pero debe tomarse tanta libertad como sea
necesaria para transmitir el con!:enido del discurso original. Se puede
improvisar al decir algo coherente mientras intenta recuperar ~I hilo del
discurso. Perc es esencial que el interprete conozca Ia materia y el tema
del debate o Ia conversacion.
Segun Maria M. Fernandez y Marin Hita, "La interpretacion se
basa, en gran medida, en lo que Ia memoria cognitiva capta de locuciones
que desaparecen y que casi son irrepetibles palabra por palabra." 2
Tanto al traductor como el interprete puede solicitarsele un
resumen oral de un documento escrito en Ia lengua extranjera, por lo que
tendra que realizar una traduccion oral a simple vista silente y una
sintesis oral de Ia misma.
II. Consideraciones vinculadas al proceso de interpretacion
TRANSPONER
Reglas generales.
La transposicion es todo lo que debe hacer el interprete entre Ia
audicion del discurso original y Ia emisi6n del discurso traducido. Voy a
examinar por separado los procesos propios de Ia interpretacion
consecutiva, en algunos casos, y de Ia interpretacion simultanea en otros,
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pero primeramente voy a plantear algunos lineamientos generales, para
pasar fuego a ciertos detalles que se aplican a ambos cases.
Generalidades
El interprete no debe nunca olvidar que el objetivo inmediato y
esencial de su trabajo es el de posibilitar a las personas a las cuales se
dirige Ia comprensi6n exacta de lo que ha querido expresar el orad or, y de
producir en estas Ia impresi6n que el orador desea causarles. 3
Para lograrlo no basta con traducir literalmente, e incluso a I
menudo hay que gL.~udarse cuidadosamente de hacerlo. En Ia med1da de
lo posible hay que expresar cada .efemento de cad a idea con la forma que
tend ria si Ia expresase un buen orad or del idiom a utilizado. Para no citar
mas que un ejemplo, se requiere, entre otras cosas, que al interpretar del
ingles al espafiol se pase de Ia voz pasiva a Ia activa, y al contrario si se
hace del espafiol al ingles.
I:; I interprete, al igual que el traductor, no debe olvidar tampoco que
un cierto numero de expresiones pierden necesariamente color y vida
cuando se traducen a otro idioma y que, consecuentemente, para que se
restablezca un cierto equilibria no debemos vacilar en afiadirle vigor y un
toque pintoresco de expresi6n en los cases en que asi lo permita el
vocabulario mas rico, mas abundante en imagenes, mas "idiomatico" del
otro idioma. Para eso es necesario tener disponible un numero, lo mas
elevado posible de terminos y expresiones de color local, conocidos por
su uso frecuente en Ia literatura y que no tienen su correspondiente
exacto en el idioma del orador.
Proverbios y metatoras
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Numerosos provelrbios, traducidos pura y simplemente!, corren el
riesgo de no poseer ningun sentido, o de tamar uno bastante distinto,
evocar asociaciones de ideas diferentes o simplemente de situar Ia
estilistica en el otro plano. Si traducimos literalmente en 1espanol el
proverbio ingles "A bird in hand is worth two in the bush" algunos oyentes
pueden preguntarse que! relaci6n con el debate puede tener los pajaros y
los arbustos. Evidentemente, lo mejor es, cada vez que :Ia frase Ia
perm ita, reemplazarla por el proverbio mas parecido en el otro idioma si lo
podemos encontrar con Ia debida celeridad. (En espafiol Ia versi6m
equivalente seria "Mas vale un pajaro en mane que cien volando")4 Un
ejercicio excelente para prepararse en este sentido consiste en dictar a
velocidad normal proveribios en un idiom a y escribir su correspcmdiente en
el otro.
Perc incluso esto no es siempre suficiente, ya que puede ocurrilr
que un proverbio haya side traido a colaci6n por las asociaciones de
ideas a que inducen sus palabras, o que se ha!~an se9uidamente
alusiones a las mismas; entonces el proverbio que vendria bien en el otro
idioma es posible que no se ajustara ni a una situaci6n ni a Ia otra. En el
ejemplo precedente, el orador que ha dicho: "A bird in hand is worth two in
the bush" puede continuer con su imagen de inmediato o mas delante y
decir: "But the birds which are in the bush sing a fairer song them the one'/
hold in my hands". En circunstancias semejantes, como en muchas otras,
solo Ia agilidad y rapidez de su imaginaci6n pueden servir de recurso para
el interprete. Las metaforas, las expresiones ricas en imagenes, los
juegos de palabras, etc. tambien presentan problemas similares.
Alusiones
Cuando se trata1 de citar un autor conocido, Ia posibilidad de
transposicion es todavia mas reducida. La soluci6n consiste ·en anadir-
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incluso cuando el orad or no lo haya hecho -"como decia el poeta ingles
Tennyson" o "como dice Ia Biblia" o "segun una formula comun en ruso" y
dar despues Ia traducci6n lomas comprensible que se pueda. Y como es
frecuente en las conferencias organizadas en Ia India, muchos oradores
suelen citar slokas o versos en sanscrito de los Iibras epicos y.el Bhagwat
Guita, para dar mayor fuerza a su alocuci6n, conviene evitar Ia traducci6n
y decir simplemente que "EI distinguido orador cita unos versos en Ia
lengua sanscrita, cuya traducci6n nose hacer en este momenta."
Bromas y chistes
Los chistes y los juegos de palabras son tambien a menudo
intraducibles. Y hay que cazar.Jos al vue1o a pesar de su dificultad
lingOistica o su origen en elementos culturales o personales. Segun Elsa
Maria Michel, "EI interprete tiene necesidad de un 'filtro anti-chiste · para
poder comunicar el humor sin contagiarse."5 Un relata marselles contado
en frances, un cuento irlandes relatado en ingles o una historia negra en
americana, o una escocesa que gire en torno a alusiones al infierno, etc.,
a menudo no "pasan" al otro idioma. Raramente podemos reemplazarlas
por otros chistes corresporidientes. Asi noes posible traducir literalmente
en frances: "When is a door not a door? When it is ajar". Pero si se tiene
Ia habilidad y dominio lingOistico se puede decir: "t,Cuando un port6n rojo
no es rojo? Cl)ando esta abierto".6 Tambien puede ofrecerse una
explicaci6n laboriosa, lo que le resta parte de su gracia; asimismo,
pueden omitirse simplemente y luego explicar a quien los contaba que no
resistian Ia traducci6n y que hubiese sido una crueldad cercenarlos. A
veces, a regariadientes, el delegado lo cree.
Errores del orador
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AI interprete se le plantea un problema particular cuando tliene Ia ·
impresi6n de que el orador ha cometido un error o un lapsus. Cuando el
hecho es sencillo, por ejemplo, mil en vez de mil/on, Suecia en ltmar de
Suiza, importador en vez de exportador, en un contexto que no <!>frezca
ninguna duda, se puede recomponer Ia frase discretamente. En c:aso de
incertidumbre, es prudente seguir fielmente el orador, en espera de que
este rectifique por si mismo. Cuando el interprete esta en contacto
directo con los delegados, puede igualmente, durante su interpretacion,
atraer Ia atenci6n del orador, cambiando bruscamente de ritmo y
min3ndolo a los ojos con un aire interrogador; si entiende, aunque sea un
poco, el idioma al que se discurso esta siendo traducido, puede oorregir I
su dror.
Ambiguedades y oscuridades
GQue hacer cuando una parte del discurso resulta oscura y
ambigua? El interprete no debe atormentarse y ante todo debe demostrar
sus condiciones de buen psic61ogo, ya que los motivos pued!3n ser
diversos. Es posible que el orador haya sido intencionalmente oscuro y
ambiguo para tantear el te-rreno y reservar Ia opci6n, entre todos los
significados que no ha excluido, del que mejor le indique las reaociones
de su auditorio. En ese caso, el interprete debe poner 1al mayor cuidado
en conservar Ia rnisma duplicidad de sentido, y en no desechar ninguno
de los sentidos que pueda tener el discurso original.
Puede tambien ocurrir que el orador no haya logrado expresar
claramente un pensamiento que si tenia claro en su mente. En esje caso
el interprete puede hacerle un servicio exponiendo con mayor clanidad Ia
idea tal y como Ia ha adivinado. Pero esto resulta arriesgadu a menos
que el orad or enti(anda lo que dice el interprete y que este haya atraido su
atenci6n buscando una aprobaci6n tacita o una desautorizaci6n.
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Puede ocurrir tambiem que Ia idea expresada resulte en si misma
confusa y en ese caso el interprete no tiene otro remedio que ser
igualmente vago.
Lecturas intercaladas _
Una dificultad particularmente grande se presenta cuando el orador
lee inopinadamente un texto en el curso de su intervencion, puesto que Ia
lectura se hace a menudo demasiado r;3pido para que se pueda
interpretar integramente en simultanea. En este caso, hay que resignarse
a decir lo que se pueda o, si es posible, debemos esforzarnos en obtener
el documento que se tee. Pero jamas resulta prudente confiarse en este
ultimo ya que puede tratarse de un manuscrito ilegible o que tenga un I
contexte que el orador desea mantener en secrete; puede este haber
perdido Ia pagina o simplemente encontrarse de mal humor. El
procedimiento menos arriesgado es manejar Ia interpretacion del discurso
en Ia forma que se pueda.
En simultanea
En cuanto a Ia transposicion, entre Ia interpretacion simultanea y Ia
consecutiva hay una distancia analoga a Ia que existe entre interpretacion
consecutiva y traduccion escrita. En simultanea, el proceso debe ser
inmediato: no hay posibilidad de acudir a referencias, de pedir consejo a
un colega, de reflexionar, ni de ordenar el discurso, ni siquiera las frases.
El interprete esta a merced del orador del que copia todos sus defectos
de expresion y de ideacion y que multiplica por los suyos propios.
Mientras que un interprete consecutive puede a menudo hacer un buen
discurso cuando el orador ha hecho uno malo, el simultaneo solo puede
intentar no empeorar el discurso que traduce.
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Sobre Ia tecnica particular de transposicion en Ia interpretacion
simultimea, conviene tener en cuenta los siguientes puntos:
1. Mantenerse siempre a igual distancia del microfono. El interprete
aprende rapidamente, por experiencia, en que medida Ia no
observancia de esta regia por parte de los delegados, resulta penosa
para el que escuc:ha, y no hay ninguna razon para que el interprete
someta a su vez a esta molestia a su auditorio.
2. Es preferible hablar en voz baja cerca del microfono que en voz
alta lejos de este. Y para escuchar, el interprete resulta mdnos
perturbado por el sonido de su propia voz.
I
3. Es mejor no cambiar el volumen de Ia voz - lo que en ninguna
forma quiere diecir que tiene que ser monotono.
4. No permitir que el orador avance demasiado con relacion a Ia
interpretacion: lo normal debe ser media frase; para interpretes
muy buenos, una frase completa.
5. En las enumeraciones de cifras, estadisticas, etc., o de nombres
propios (nombres de paises, etc.) seguir al orador a Ia distancia
mas corta posible; un nombre o un numero, o incluso una parte de
un numero cuando Ia cantidad es de mas de tres cifras.
6. Cuando un orador cite muchas cifras y lo seguimos con cierto
retraso, es rnejor anotarlas, a medida que las escuchamos, en una
hoja de papel.
Jl
7. No retrasar por una frase que no se ha comprendido. Vale mas
omitirla completa para no perder tambiem las siguientes.
8. No retrasar por una palabra o expresion para las que no hallamos
de momenta Ia traduccion exacta. Es mejor dar una idea de
equivalencia o recurrir a una perifrasis que vacilar demasiado y
perder lo que sigue.
9. Cuando varios interpretes trabajan paralelamente, el que no haya
entendido una frase importante, puede conectarse con Ia cabina de
uno de sus colegas (si Ia instalacion mecanica se lo permite) para I
ver como ha sido traducida. E..:ito tiene sus riesgos puesto que se
pierde asi una parte de Ia trase siguiente.
10. Cuando no se sa be como va a terminar una frase en particular, si
desconocemos si llevara o no una negacion, se puede comenzar Ia
traduccion de una forma neutra aun cuando con ello hagamos ef
estilo mas denso: "En lo que se refiere a ... ", "En cuanto a ... ", lo que
nos hace posible retardar el momento en que se tenga que decir el
verbo principal y nos permita saber si Ia frase es negativa o
positiva. Naturalmente, puede suceder que un largo periodo, pie no
de incidencias, se termine abruptamente en un elemento
- desafortunado, tal como "lo apruebo" o "me opongo".
11. En simultanea, a veces el interprete se ve forzado a Ia dura opcion
entre exactitud, por una parte, y elegancia e incluso correccion de
estilo, por Ia otra. En ese caso, no debe nunca sacrificar Ia
exactitud, cualesquiera que puedan ser las consecuencias.
12. En simultanea, con mucha mayor razon que en consecutiva y
sobre todo cuando se esta fatigado, hay que desconfiar de las
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"falsas cognadas" o "falsos amigos", 7 terminos que en ambos
idiomas ofrecen una gran similitud y que tienen sentidos diferentes.
13. Durante el periodo de entrenamiento, resulta particularmente
importante grabar de vez en cuando las interpretaciones para
luego estudiarlas y descubrir los errores de los que a menudo no
estamos lo suficientemente conscientes.
Repeticiones
Cuando un orador se repite, se debe con frecuencia a que es un
mal orador, o bien porque su discurso lo ha compuesto rnal, o porque no
logra desde el primer momenta expresar su idea de una forma
satisfactoria, y se repite una y otra vez para mejorar y precisar Ia
expresi6n. En esos casas, el interprete debe, en Ia medida de lo posible,
omitir las repeticiones y solamente expresar una sola vez Ia idea,
colocandola en ellugar correspondiente y dandole Ia forma mas c:ompleta
conforme a lo que hubiese satisfecho al propio autor del discurso.
A veces los oraclores pueden emplear intencionalmente Ia
repetici6n, bien sea como media de persuasion o por otras razones, y
esperan que el interprete Ia respete. En ese caso, salvo instrucciones
formales, no puede hacer otra cosa que someterse, cualquiera quE~ sea Ia
irritaci6n que provoque en el auditorio.
Una variente se pn3senta cuando el autor se corrige a si mismo.
Se dice, por ejemplo, "Propongo una modificaci6n en el parraifo 14", y
algunos instantes despUE!S dice: "Perd6n, he incurrido en un 'error, mi
enmienda, como se me acaba de indicar, se refiere al parrafo 15"; el
interprete debe, evidenternente, traducir Ia pr,imera frasE~: "Propongo una
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enmienda al parrafo 15" y no traducir Ia rectificaci6n. Asimismo si el
orador dice "A prop6sito de tal, he olvidado un detalle", el interprete debe
normalmente insertar "el detalle" en su ubicaci6n 16gica.
Pero hay casas menos simples, donde puede resultar imprudente
tomarse esa libertad. Par ejemplo, si el orador ha querido sondear al .
auditorio o producir un efecto de estilo, o si ha querido expresar
progresivamente su pensamiento, o mas a(m, si ciertas observaciones de
fonda descansaban sabre Ia afirmaci6n err6nea hecha al comienzo de su
exposici6n y en otro contexte resultan incomprensibles. A falta de
instrucciones dadas al respecto par el orador o el presidente, interprete
solo puede guiarse por su tacto.
Reelaboraci6n del discurso
La transposici6n exige a veces una cierta reelaboraci6n del
discurso original, una cierta clasificaci6n diferente de las ideas que en el
se expresan, al igual que una presentaci6n de estas en forma distinta a Ia
empleada por el orador.
En ciertos paises, en particular de lengua inglesa, es normal que
se exponga tres veces una misma idea: primero brevemente, como el
enunciado de un teorema, luego en detalle, con demostraci6n, y
finalmente resumida. Y en ese marco Ia ultima presentaci6n de las ideas
sucesivas se realiza con frecuencia en un arden contrario al que
adoptaron cuando se expusieron en detalle. Esta forma resulta
desconcertante para algunos espiritus Iatinos. Por el contrario, cuando
interpreta en ingles para un auditorio compuesto, en parte, de
, norteamericanos, puede ser util hacer un breve resumen de ciertos
discursos, despues de haberlos traducido en extenso, incluso cuando el
orador no lo haya hecho asi.
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Poemas
Puede ocurrir que un delegado cite un pasaje mas o menos largo
de un poema y espere divertido aver que es lo que hace el interprete. En
el caso de Ia India, puede haber un delegado que cite fragmentos en
forma de verso del Bhagawat Guita u otro libra epico para resaltar su
punta. La buena suerte del interprete puede brindarle Ia posibilidad de
que su compafiero de equipo sea poeta tambien y que encuentre tiempo
para hacerle una traducci6n mas o menos versificada, lo mas poetica
posible, que vendrci a intercalarse en Ia interpretacion. Pero en el 1 caso I
mas frecuente, hay qt..e confesar cierta impotenda: "EI Sr delegadJo ha
citado a prop6sito del tema que trata, un poema de ..... , que
desgraciadamente no estoy en condiciones de traducir impromptu."
Discursos leidos
Se presenta un problema delicado cuando el discurso para traducir
es leido. Se distinguen varios casas:
a) El orador ha dado con anticipaci6n el texto del discurso por escrito
y Ia interpretacion debe ser mas o menos integral. Es pertinente
seguir el disc:urso en el texto escrito, ap011andole las adiciones,
supresiones y modificaciones a medida que el orador vaya
hablando, y anotando tambien sabre el propio texto, por ejemplo,
entre lineas, las palabras y expresiones apropiadas ya vertidas al
idioma de traclucci6n. Puede ser util tambien hacer sobre el texto,
por media de anotaciones claras y visibles, las inversiones de
elementos de frases que deben hacerse en el curso de Ia
traducci6n; por ejemplo, cuando se traduce del al,eman, traer el
verba final al Iugar que le corresponde en Ia frase espanola o
inglesa.
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b) E/ orador ha dado por anticipado un ejemplar del discurso pero Ia
interpretacion debe ser abreviada. Sociol6gicamente, es el caso
mas delicado, ya que, generalmente, origina un conflicto entre el
orador, que quiere una interpretacion integral, y el presidente, que
desea ganar tiempo, pero no siempre se atreve a asumir
abiertamente esa responsabilidad. En ese caso, es preferible dejar
a un lado el texto escrito, y tamar notas, pero hay que actuar con el
maximo de discreci6n y estar dispuestos a limar las asperezas y
reproches que este procedimiento pueda ocasionar.
c) El orador no ha dado todavia su texto en el momenta en que su
discurso comienza. Entonoes, hay que actuar como .sino existiese
en absolute esa posibilidad y contar unicamente con las notas que
uno pueda tomar. Puede ocurrir que el texto resulte un manuscrito
dificil de descifrar, o que este incomplete, o que el orador lo
complete y modifique en el transcurso de Ia lectura sin siquiera
indicarlo por un cambia de tono, o que el orador, por una raz6n,
rehuse comunicarlo. El interprete que no hubiese tornado notas se
encontraria en aprietos y podria-cometer un error:
HABLAR
Capacidad de respiraci6n y voz
El interprete debe tener una voz fuerte y armoniosa. Como el
profesor o el actor ,el interprete esta llamado a hablar durante horas
en grandes salas donde hay mala acustica y donde, sin embargo,
debe ser escuchado claramente por todo el auciitorio. A esto vienen a
atiadirse dos circunstancias agravantes: Ia sala esta frecuentemente
llena de humo y muchos de los oyentes entienden mal el idioma en
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que se habla. Por eso, es necesario tomar ciertas precauciones y
prepararse convenientemente.
Primero, el interprete debe cuidar sus 6rganos vocales,
resguardarse de los n~sfriados, vigilar su estado pulmonar, que es
fundamental para una buena elocuci6n, y no agotar inutilmente su voz.
La calidad de Ia voz tiene tambien su importancia. Si una
comisi6n olvida rapidamente un error de pronunciaci6n, el seseo o
cualquier otra cosa, se irrita con mas facilidad ante una voz demasiado
seca, o demasiado aguda, ante una cadencia confusa o a saUos, muy
1lenta o rapida en exceso. Un interprete, cuya voz es agradable de
escuchar, disfruta en general, de una opinion favorable.
En cuanto a Ia elocuci6n, no es necesario que sea lo mas
perfecta posible. En particular, el interprete no debe bajar Ia voz al
final de las palabras o las frases. No debe olvidar que se esta
dirigiendo sobre todo a extranjeros. Es aconsejable mirar de V€'Z en
cuando a quienes le escuchan y sobre todo a quienes va destinada su
traducci6n. Si descubre en ellos una dificultad de comprensi6n, es
mejor elevar su tono, hablar mas despacio, articular los monosilabas
importantes, y en particula1· las negaciones; con especial cuidado,
debe emplear palabras mas sencillas, expresiones menos idiomaticas,
e induso eventualmente, debe repetir los puntos esenciales. Si ve que
los delegados anotan lo quH esta diciendo, cifras o texto, no debe
vacilar en adoptar Ia cad1~ncia de un dictado, con todas las
repeticiones que requiera. lgualmente puede repetir si ve que un
delegado no ha oido algo que le concierne. y debe detenerse ~el
tiempo necesario si observa que el delegado a quien va dirigido el
parrafo que se traduce, no est<3 escuchando por una raz6n cualquiera
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Gestos y tonos
La selecci6n del tono oratorio suscita graves problemas, y
unicamente el tacto y Ia intuici6n del interprete pueden guiarlo en
cada caso particular. Sin embargo, hay dos extremes de los que
debe preocuparse mucho.
Uno, es Ia adopci6n de un tono apatico, neutro, mecanico y tedioso
que quita todo interes al discurso, adormece al auditorio e irrita, con toda
raz6n, al orador y sus partidarios. Los mas hermosos arranques
oratorios, las exposiciones mas sustanciosas no resisten semejante
embate; pareoen inco1oras y r,idiculas.
Otra, es Ia exhuberancia, con gestos y elevaci6n de Ia voz, que
caracteriza a los politicos demagogos. El interprete que de esta forma
hace el payaso puede provocar Ia risa por unos instantes a los integrantes
menos interesados de su publico, pero ademas de que pierde su
dignidad, y se hace a menudo acreedor de un resentimiento prolongado.
De manera general, es recomendable hablar en un tono
ligeramente menos animado que el del propio orador, adoptando a veces
algunas de sus entonaciones mas importantes, pero sin que parezca que
se le imita burdamente: ellimite es extremadamente dificil de establecer.
Mucho mas cuanto que el interprets no puede cambiar de personaje
como lo haria un actor que lee una pieza de teatro y que asume
alternativamente todos los papeles.
En cuanto a los gestos, hay que proceder con mayor cautela. El
interprete que da un pufletazo en Ia mesa en el parrafo en que un orador
ha creido oportuno puntualizar su discurso con una acci6n similar, corre el
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riesgo de no obtener el mismo resultado y simplemente provocar risas.
La imitacion de otros gestos puede resultar todavia peor.
Cuando un orador, a consecuencia de limitaciones personates
(timidez, deficiente conocimiento del idioma, etc.) no ha dado a su
discurso el relieve que hubiera; deseado, es permisible que el interpr,ete,
en ese caso, trate de mejorar el original.
Pero, evidentemente, el tono debe escogerse teniendo tambien en
cuenta Ia indole de Ia sesi6n. No seria el mismo para convencer a una
audiencia del Tribunal de justicia internacional, que el de una asamblea
de especialistras, una reunion politica, una reunion sindical o Ia
cuiminacion de un festival cultural.
Facultad aratoria
Para ser un buen interprete, es indispensable ser un buen orador.
Una comisi6n perdona a uno de sus miembros que hable mal, que vacile,
que se repita, puesto que se interesa sobre todo en el contenido del
discurso, y por otra partE!, Ia mayoria de los delegados habla una lengua
que noes Ia suya. Sobre todo en el caso de Ia India, un pais multilingOe,
con una variedad de acentos, es normal encontrarse con los delegados
que hablen ingles de una forma totalmente diferente. Pero nada de esto
estaria dispuesta a perdonar al interprete, que debe ser un profesional de
Ia palabra y que se hace pagar por ello.
El alumno-interprete debe entrenarse intensivamente en hablar ,en
publico, por su cuent.a propia, a fin de expresar sus ideas, y los buemos
centres de formaci6n de interpretes dedican a e.sta parte esencial de Ia
formacion todo el tiempo necesario.
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Primeramente, porque debe ser orador de "carrera", y tambi€m
porque hace de segundo. El delegado puede buscar sus palabras,volver
atras, enmendarse para precisar sus ideas, regular su discurso segun las
reacciones (de sorpresa, incomprension, decepcion, entusiasmo, etc.)
que observa en su auditorio. Si tuviera que repetir su propio discurso
siempre le saldrfa mejor que Ia primera vez. Esta es precisamente Ia
situacion de ventaja en que se encuentra el interprete y de Ia que debe
sacar provecho.
La lengua de Ia interpretacion
El interprete debe ser una autoridad del idioma que habla lf debe
tener dominic perfecto de1 ,idioma al que traduce. En Ja med,ida de lo
posible, excepto en algunos cases excepcionales, solo debe interpretarse
en Ia lengua activa que generalmente suele ser Ia materna. El interprete
llamado a interpretar en una lengua que no domina a Ia perfeccion
comete normalmente muchas faltas que no haria en otro uso de Ia
lengua, puesto que toda su atencion se concentra en otro aspecto de Ia
situacion.
Combinacion de lengua
El termino se refiere a las lenguas que un interprets emplea en su
profesion. Estas lenguas de trabajo ademas pueden subdividirse en las
· activa · y ·pas iva·.
Las Jenguas activas son aquellas en que el interprets trabaja. Una
lengua activa puede ser de dos tipos:
Lengua - A. La lengua materna del interprets (u otra lengua
estrictamente equivalents a una lengua materna) en Ia que el interpreta a
40
partir de todas otras lenguas de trabajo, generalmente, en los dos modos
de interpretacion, simultaneo y consecutive.
Lengua - B. Una lengua en que un interprete trabaja a partir de
una o mas de sus otras lenguas y que, aunque no es su lengua materna,
es lUna lengua que el domina perfectamente. Algunos interpretes trabajan
en las lenguas 8 en solo uno de los dos modes de interpretacion.
En principia, Ia principallengua activa de un interpn:!te suele ser Ia
materna -Ia lengua en que el interprets se educo formalmente yen que
se siente comedo. Una lengua activa que noes Ia materna del int.l3rprete
puede adquirirse solo despues de muchos arias de trabajo duro y
estancias frecuentes en un pals donde se habla esa lengua.
Generalmente, sin embargo, Ia segunda activa lengua alcanza un nivel
satisfactorio solo despues de muchos alios de practica y es mas propia
para Ia interpretacion de los debates tecnicos donde Ia precision lexica es
mas importante que el estilo. Es habitual solo trabajar 1en Ia segunda
lengua activa a partir de Ia lengua materna.
Las lenguas pasivas son aquellas que el interprete comprende
perfectamente y a partir de las que interpreta. Suelen desi!~narse Lengua
-C. Veamos un ejemplo. A base de lo mencionado arriba, un interprete
puede trabajar en tres lenguas, es decir, ingles, espariol y frances. AI
clasificarlas como lenguas A, B y C respectivamente, obtenemos Ia
combinacion de lenguas del interprete. Esto supone que este interprete
en particular puede interpretar del frances y del espariol al in!Jies, y
tambien del ingles al espariol.
Algunos delegados nacionales, en particular los franceses, son
esp.ecialmente punWiosos sabre Ia correccion con que su lengua debe ser
hablada (sintaxis, precision y ortodoxia del vocabulario) que son capaces
41
de descubrir- con tanto mas orgullo cuanto elias mismos sean capaces
de cometer faltas aun mas graves. Con todo lo parad6jico que esto
pueda parecer, ocurre a veces igual con delegados que se expresan en
una lengua extranjera. Nada resulta mas penoso que un italiano o un
austriaco que quiere dar una leccion de frances a franceses o de ingles a
ingleses. El interprete debe siempre aceptar las criticas sin reacci6n,
traducirlas con Ia misma impasibilidad que tendria si no fuera el el
enjuiciado y no dar su opinion si no se le pregunta -Ia que, par otra parte,
es casi siempre el final de Ia digresion lingOistica en cuestion.
Estilistica
AI igual que con el tono oratorio, el estilo en que se ofrece Ia
interpretacion debe ser escogido con tacto. A veces, un orador que
emplea un estilo florida y refinado desea ser traducido con elegancia, a
veces un delegado obrero que se limita a su papel, espera que el
interprete mantenga toda Ia fuerza y el colorido de sus expresiones. No
basta entonces con traducir exactamente Ia idea, tambien, en ta medida
de lo posible, hay que mantener Ia misma calidad de estilo.
Sin embargo, hay casas en los que una cierta atenuacion es no
sola mente permitida sino de rigor. Noes posible, par ejemplo, so pena de
poner en ridiculo al orador, reproducir en una lengua severa, como el
ingles o el aleman todo el estilo florida donde a menudo reside Ia gracia
de un discurso italiano o espafiol. Ciertas formulas bruscas que corren el
riesgo de haber ida mas alia de las intenciones del orador resultan con
frecuencia beneficiadas cuando se vierten a un tono menos ofrensivo. El
interprete que no se preocupa par estas casas no esta cumpliendo
enteramente su mision. Pero, de una forma general, puede tomarse
como regia, tanto para Ia estilistica como el tono, el llevar a un grado
42
promedio todo aquello que tienda visiblemente a constituir un caso
extrema.
Uso de Ia primera o tercera persona
Ciertos mterpretes prefieren hablar en primera persona y otros en
tercera. Cada sistema tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El
discurso indirecto (en tercera persona) hace considerablemente mas
densas las frases, las sobrecarga de pronombres relativos. y de
conjunciones y les resta claridad, vivacidad, fuerza y poder de convicci6n.
En algunos casos, sin embargo, es inevitable. Por ejemplo,
cuando a consecuencia de una mala direcci6n de los debates, deben
interpretarse varias intervenciones que se suceden sin ningun intervalo.
A veces tambien cuando el delegado ha citado at interprete y e~ste debe
reservarse su opinion: "Ef Sr. X estima que Ia traducci6n que he dado es
malay que hay que decir ... ". En el principia es bueno- y con frecuencia
reglamentario - anunciar el nombre y el pais (o Ia organizaci6n) del
orador antes de comenzar Ia traducci6n del discurso. Pero seria
evidentemente afectaci6n pueril si se hiciese en un pequerio cornite
donde todos los miembros se conocen.
Acentos y provincialismo
Para idiomas como el ingles y el espanol, en los cuaies el acento y
tambien el vocabulario varian segun los paises que los emplean, se
plantea un problema delicado. l,Debe el interprete escoger el acento de
Oxford, de Boston, o de Brooklyn? l,Ef de Madrid, el de Cuba o de
Buenos Aires?
43
Cuando el auditorio del interprete es lingUisticamente homogeneo,
par ejemplo, en una conferencia franco-inglesa o americano-mexicana,
par supuesto hay que aproximarse lo mas posible a las variantes
dialectales propias de las delegacion~s nacionales. Seria igualmente de
mal gusto para el interprete ingles dejarse llevar par el acento de Brooklyn
en el primer caso o imitar el de Oxford en el segundo. Un error semejante
es, par otra parte, susceptible de hacer Ia comprensi6n dificil, al igual que
un empleo de terminos en una acepci6n a Ia que el auditorio no esta
acostumbrado puede provocar graves malentendidos.
Sin embargo, el caso mas frecuente es que el auditorio del
interprete sea de origen var.iado, y ademas, pocas personas, incluso entre
los interpretes., pueden expresamente pasar, sin resuHar risibles, de un
acento a otro. La soluci6n normal es Ia de adoptar Ia forma de hablar
mtias neutra posible. El interprete debe abstenerse de toda afectaci6n en
su vocabulario, su acento y su entonaci6n. Debe evitar emplear terminos
a los cuales algunos paises representados atribuyen significaciones
diferentes.
' , ·suencios y frases incoriclusas
Es importante evitar los silencios en cualquier tipo de
interpretacion. En simultanea, sabre todo cuando se realiza par media de
audifonos, los silencios, par muy justificados que sean, par ejemplo, por
una pausa del orador, dan al que escucha Ia impresi6n de que se ha
omitido alga. En consecutiva, despiertan grandes dudas en los
delegados, sabre Ia exactitud de Ia traducci6n que se hace.
El interprete que se ve en dificultades, ya sea porque espera Ia
continuaci6n del discurso o porque descifra sus notas con torpeza, saldra
mejor si continua abundando, par ejemplo, repitiendo en una forma
44
ligeramente diferente - mejorada segun el caso - lo que dijo arjltes, o
tambien "llenando" el vacio con frases de enlace apnopiadas a!l caso
particular, que alargara cuanto sea necesario. Ejemplo: "Como se ha
dicho anteriormente, en esas condiciones, como con:secuencia de lo
dicho, creo que selria oportuno afiadir algunas palabras en un punto que
no deja de tener irnportancia. Veamos de que se trata. En el malico del
problema que examinamos, en lo que a mise refiere, estimo que ... ", etc.
En general el publico no demostrara particular asombro, mucho mas
cuanto que Ia mayor parte de los discursos - como lo demuestran las
cintas grabadas- estan abundantemente salpicados de tales formas de
llenar un bache o J'apsus.
El interprete debe igualmente evitar hacerse esperar en el
comienzo de su traducci6n. Para ello, en consecuencia, debe siempre
disponer sus hojas de notas, ya sean sueltas o reunidas en un bloc, de
suerte que pueda encontrar de inmediato el principia. Cuando emplee
hojas sueltas, nunc;a debe escribir porIa parte de atras y debe numerarlas
comenzando en el numero 1 para cada discurso.
El interprete no debe dejar nunca una frase sin terminall". En
simultanea el problema es grave, porque un buen numero de oradores no
suelen terminar sus frases, abren parentesis que no cierran, im.l'ierten
condesnvoltura sus construcciones gramaticales sobre Ia marcha, etc.
Pero cuando un pasaje es incomprensible, el error es inevitablemente
achacado at interprete. Este debe, por lo tanto, terminar de Ia forma
menos comprometedora posible Ia frase que ha comenzado.
En consecutiva, es inteligente evitar el peligro de esas frases
demasiado largas y de los multiples parentesis, evitandol1os en Ia medida
de lo posible.
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Duraci6n
La duracion de Ia interpretacion consecutiva integral no debe
sobrepasar las tres cuartas partes de Ia duracion del discurso original,
salvo excepciones justificadas. El interprete que habla mas tiempo
comete una falta profesional. En efecto, el interprete:
a) Ace pta una cadencia algo mas rapid a que el orad or, a me nos que
se le haya pedido claramente que hable mas despacio, en
particular, cuando ciertos delegados interesados en su traduccion
comprenden mal el idioma. I
b) No tiene las mismas razones que el orador para titubear sobfie fa
contjnuacion de sus ideas, o Ia se'leccion de las patabras.
c) Suprime muchas frases de relleno que normalmenteseeliminarian
en un texto escrito.
d) Abrevia Ia mayor parte de las formulas de cortesia.
e) Suprime las repeticiones no intencionales.
Sin embargo, en ciertos casos, el interprete debe hablar tanto
-tiempo-como el orador, por ejemplo, cuando el discurso original y Ia
traduccion se encuentran delante de el.
El interprete debe estar dispuesto a abreviar mas aun en Ia medida
que le sea prescrito. No es pertinente protestar si el presidente le otorga
unicamente los dos tercios o Ia mitad o Ia cuarta parte o Ia decima parte
del tiempo tornado por el orador.
Si, como es posible y natural, se produce como resultado de un
reglamento ode una tradicion de Ia asamblea, debe tamar sus notas en
consecuencia, suprimir o acortar en Ia proporcion requerida todo lo que le
parezca accesorio, agrupar las sucesivas exposiciones de una misma
46
idea (teniendo cuidado de que el anunciado unico que de ello resulte sea
complete).
Si no esta prescrito el tiempo, una vez terminado el discurso, biern
el orad or haya hablado mucho y durante un tiempo mayor del previsto, el
interprete debe, a medida que vaya hacienda Ia lectura de1 sus notas,
realizar Ia separacion de lo que ha de ser traducido integralmente, de ·lo
que hade abreviar y de lo que pura y simplemente hade suprimir.
El interprete debe entrenarse metodicamente para hacer frente a
esas dos situaciones bien diferentes. Las escuelas de interpretes q:ue
solo preparan para Ia traduccion integral omiten una parte importante de
su tarea.
Es evidente que en Ia interpretacion simltanea, Ia duracion de Ia
interpretacion es Ia rnisma que Ia del discurso. Se debe plantear que el
interprete, incluso si sigue al orador con un cierto retraso, no debe
terminar mucho despues que el, ya que eso provocaria confusion en el
debate.
Es pertinente senalar el caso en que Ia lengua de llegada requiere
normalmente un tiernpo mayor para expresar una idea que Ia lengua del
orador. El interprete se ve entonces en Ia penosa obligaci6n de tener, o
que abreviar el discurso, o que hablar a una velocidad tal. que los q'-Je lo
escuchan tengan problemas en seguirlo. Casi siempre hay que
resignarse a Ia primera de las dos soluciones, pero, naturalmente,
esforzandose en conservar todo lo esencial y no dejar sin traducci6n lo
que sea de alguna importancia para Ia comprension de Ia tesis sostenida
por el orador.
41
Tambien hay que tratar de hacer comprender a los delegados, que
por su propio interes deben hablar con lentitud, si desean ser traducidos
integramente.
lnseguridades del interprete
A menudo en el curso de discusiones tecnicas, ocurre que a veces
el interprete no conoce el termino corespondiente a una palabra o
expresi6n de las que emplea el orador. Cuando se ha comprendido el
sentido y el tema es conocido, podemos a veces sustituir Ia palabra por
una perifrasis que este bastante clara. Si el interprete no pudiera hacerlo,
debe confesarlo con :Ia mayor sencillez, y nadie lo juzgara con severidad.
Lo mejor es emplear el term1no en 1a 1engoa original y agregar: "Yo nose
c6mo se dice eso en espariol." Cuanto mas raro y tecnico sea el tema,
mayores posibilidades hay de que algunos de los asistentes hayan leido
las publicaciones que a el se refieren en diferentes lenguas y pueden
ofrecer Ia traducci6n. Si eso no fuera el caso, el orad or que ha ·empleado
el termino original a veces lo explica y esas explicaciones pueden ser
interesantes y fructlferas para el auditorio.
Cuando el interprete no esta seguro del termino que emplea, debe,
siempre en Ia medida de lo posible (sino esta demasiado aislado de los
delegados), atraer Ia atenci6n de alguien capaz de corregirlo.
Errores del interprete
Cuando el interprete, y esto le ocurre a los mejores, ha cometido un
error de traducci6n, pueden presentar dos casas:
1. El es el primero en percatarse. Siempre estara alerto para
rectificarlo de inmediato. lncluso una falta aparentemente
48
insignificante puede dar Iugar a malentendidos que no se
evidencian sino unas horas o hasta algunas sesiones despues,
hacienda perder a Ia asamblea un tiempo considerable. 8 El
interprete no debe jamas, ni par amor propio, ni par tim:ide.z,
encubrir un error que haya cometido.
2. Un miembro de Ia asamblea puede percatarse antes que el y
corregirlo, bien interrumpiendo!o, bien al final de Ia traducci6ril. En
ese caso el iinterprete debe siempre aceptar Ia correcci6n, incluso
si se refiere a un punta carente de importancia. Es de buen tono
excusarse brevemente y darle las gracias. Pero sabre todo, hay
que evitar discutir o explicar.
Se presenta una cuesti6n delicada cuando, en ur1 equipo, uno de
los interpretes cree que uno de sus colegas ha cometido un error grave,
susceptible de dar Iugar a malentendidos y confusiones. ~Debe intervenir
y hacer ella correcci6n? En este caso, Ia regia absoluta es que cadia cual
debe asumir Ia responsabilidad plena par el trabajo que f:iene a su cargo y
que debe posibilitar que sus colegas hagan otro tanto. Seria una grave
incorreccion cormgir a un colega en alta voz, tambien resultari~a poco
prudente, ya que si los dos interpretes han aida o entendido de forma
diferente, nada permite establecer, cual de los dos es el equiva.cado, y
una correccion injustificada aumentaria aun mas Ia confusion. En un caso
como este, hay que hacerle llegar rapidamente al cole~~a. en gen:eral par
media de una nota escrita Ia mas claramente posible, 1el punta er;t el cual
se estima que puede haberse equivocado y dejarle Ia decision· final de
rectificar el punto en cuestion. Si eso no fuera posible, y el caso resultara
grave, se le puede hacer llegar al secretario o al presidente de Ia reunion
una nota que diga: "No estoy seguro que Ia delegacion de tal :idioma ...
haya entendido claramente lo que ha querido decir el Sr. .. " Cuandc hay
un jete de equipo responsable, este puede naturalmente iotervenir,
aunque no es muy aconsejable, salvo en casos excepcionales.
49
Consideraciones profesionales
Secreta profesional
El interprete esta obliqado a guardar el mas riguroso secreta
profesional al igual que un medico o abogado. El interprete que no lo
hace se descalifica como tal. Sus funciones hacen que frecuentemente
sea el confidente no deseado, aunque inevitable, de individuos o de
grupos que constituyen el todo o Ia parte de una reunion internacional.
No solo no debe revelar jamas intencionalmente lo que de esta forma ha
conocido s·ino, lo que resulta aun mas dificil, debe poner el mayor
cuidado, cuando participa en otras reuniones, de no dejar adivinar to que
sabe del mismo asunto par haberlo oido con anterioridad.
Etiqueta de las sesiones
El interprete, ya sea hombre o mujer, debe aparecer en las
sesiones con un aspecto absolutamente correcto, tanto desde el punta de
-- vista de su vestimenta como del cuidado de Ia misma.- Pero Ia correccion
es una cosa relativa, que determina el grado de solemnidad de Ia sesion y
Ia composicion de Ia asamblea. Como regia general, se puede decir que
el interprete se aleja ligeramente del nivel general de los delegados para
aproximarse mas propiamente a un promedio normal. Es decir, que
cuando el caracter general de Ia sala sea alga relajado, el interprete
puede permitirse una mayor flexibilidad, y cuando, par el contrario, el
ambiente sea muy formal, tambien puede seguirlo en tono menor.
No debe permitirse ninguna familiaridad con los delegados, hacia
los cuales el interprete debe tener siempre una actitud deferente, aunque
50
se trate de personas con las que tenga lazes de estrecha amistad u otro
tipo de relaci6n.
El interprete debe si~empre dar Ia impresi6n de que siente un vivo
interes par el tema de Ia discusi6n, ya que, par otra parte, si asi no lo
hiciere, seria en el/ella una falta de inteligencia, una prueba de inmadurez
o de ineptitud para el desempefio de su oficio. En el transcurso de una
carrera que ha durado un poco mas de dos decadas, durante Ia cual yo
he tenido Ia oportunidad de trabajar en docenas de conferencias,
comisiones, comites, etc., nunca puedo decir que haya asistido a una
discusi6n que no me haya ensefiado algo util y nuevo.
El interprete debe siempre testimoniar respeto par todas las
opiniones expresadas en las sesiones, y no debe manifestar ni
aburrimiento ni ironia ni indignaci6n ni incredulidad. El interprete que da
Ia impresi6n de tener una cierta autoridad, justificada o no, corre el riesgo
de 1indisponer a los delegados contra el. Si, par el contrc:1rio, parece no
estar seguro de si mismo, lleva a los delegados a desconfiar de sus
traducciones y a incitarlos a corregirlo, a menudo sin raz6n e inutilmente.
Hay que encontrar el justo rnedio entre los dos extremes. Por lo tanto, el
interprete debe naturalmente participar en Ia vida corriente de Ia sesi6n,
guardando, por supuesto, Ia reserva necesaria.
El interprete debe tener una puntualidad rigurosa, puesto que Ia
sesi6n puede comenzar sin su presencia. Puede ocurrir tambien que
antes de Ia apertura formal de Ia sesi6n se produzcan importantes
conversaciones entre los delegados que hayan llegado antes de Ia hora, y
que Ia intervenci6n del interprete se haga util y necesaria.
Documentacion
51
El interprete debe, antes de Ia reunion, procurarse Ia
documentacion de Ia sesion en Ia forma mas completa posible, en todos
los idiomas a partir de los cuales, y en los cuales, va a trabajar. Esto es
indispensable para estar bien preparado para abordar su trabajo. Es
aconsejable clasificar los documentos por si mismo, siguiendo un orden
que le permita rapidamente y sin dificultades -localizaiios a medida que
intervienen los orad ores. La clasificacion variara, por supuesto, segun los
casos. En general, es una buena medida poner juntas las diversas
versiones de un mismo documento en todos los idiomas utilizados.
Ademas de eso, pueden clasificarse todos los documentos por orden
numerico, o segun las cuestiones que figuren en el orden del dia, o de I
cuaJquier otra forma. Pero ocurre a veces 4ue no se le envian al
interprete ciertos documentos o que se distribuyen otros o simplemente
se ponen a disposicion de los delegados ya en Ia propia sala, al inicio
mismo de Ia sesion o durante Ia misma. Una de las primeras tareas del
interprete es obtener toda Ia documentacion que le falta. Algunos
organizadores con poca experiencia no se dan cuenta de Ia importancia
que esto tiene. Hay que insistir sabre esta necesidad y no temer, si
llegase el caso, en intercalar en Ia interpretacion: "Lo lamentamos, pero
no tenemos en nuestras manos el texto a quese·esta refiriendo el orador,
y no podemos decirles en que pagina del texto (espafiol) se encuentra el
pasaje que ha citado", o tam bien "y por tanto no podemos ofrecerles el
texto oficial del citado pasaje", u otra formula cualquiera con un efecto
similar.
En particular, es necesario que el interprete se esfuerce por tener
en su cartera una copia del reglamento interior, en cada uno de los
idiomas que van a emplearse. En las asambleas se refieren muy a
menudo a este texto, y se corre el peligro de improvisar Ia traduccion de
parrafos en el citados, cuando ya existe una traduccion oficial impresa.
52
Ademas, cuando se suscita una discusi6n semejante, nadie quiere, daro
esta, desprenderse de su ejemplar en beneficia del interprete.
El interprete debe tambien preocuparse por poseer un esquema
que indique Ia estructura de Ia organizaci6n en el marco en que funciona
Ia comisi6n en que este trabajando; los 6rganos de que depende y
aquellos que dependen de esta, con sus nombres oficiales exactos en los
diferentes idiomas y, eventualmente, las abreviaturas oficiales
correspondientes. Facilmente pueden provocarse malentidos si se
emplea "Comite" en vez de "Comisi6n", etc.
Trabajo de equipo
Normalmente los interpretes trabajan en equipos, y es correcto
regular mas o menos Ia distribuci6n de las tareas antes del comienzo de
Ia sesi6n, incluso aunqw~ puede darse el caso de que haya que hacer
cambios posteriores. En Ia medida en que los miembros de un equipo
sean intercambiables, cada interprete puede encargarse de un cierto
numero de delegados, bien en raz6n de los lugares que estas ocupen,
bien sea por paises, o por el idioma que hai:Hen. Cada interprete puede
asi traducir uno o dos discursos, por turno, o cubrir el servicio durante un
cierto periodo de tiempo fijado, aproximadamente, un cuarto de hora ·o
media hora.
De cualquier manera, el interprete que en un momernto
determinado no esta trabajando, no puede considerar ese intervale como
de descanso. En su propio interes, le conviene se~Juir Ia discusi6n, para
entender mejor las alusiones y reacciones que vendran de1spues. Pero,
sobre todo, debe ayudar a su companero en todas las formas posibles.
En particular, puede: buscar, en los documentos, los textos a que se ,este
refiriendo el orador, principalmente cuando exista ya una tradueci6n
53
oficial; puede tambien buscar, consultando a especialistas, los terminos
dificiles o desconocidos; puede cerciorarse de que su compatiero anota
con exactitud las largas enumeraciones de cifras; puede apuntarle lo
quele haya parecido que ha entendido o escuchado mal, etc.
En los debates oficiales, una colaboraci6n como esta puede
culminar en un notable perfeccionamiento de Ia interpretacion. El espiritu
de equipo es, sin duda, una cualidad esencial al interprete. Un interprete
que es mal compafiero, es mal interprete.
El interprete como colaborador del presidente
E1 buen 1nter:prete ,es un especialista en reuniones internacionales y
en su tecnica. Par ella resulta un valioso colaborador del presidente de
sesi6n, sabre todo cuando ni este, ni el secretario principal, tienen una
experiencia grande en sus funciones.
Durante 1a consecutiva, puede setialarle o tecordarle a1 presidente
los miembros que hayan pedido Ia palabra y hayan pasado inadvertidos u
olvidados; setialar o hacer fracasar los malentendidos·-que hayan pasado
inadvertidos y puedan traer molestas consecuencias; sugerir redacciones
y traducciones cuando Ia asamblea elabore un texto; a veces precisar
mejor de lo que lo hayan heche los oradores, los documentos a los que se
haya heche referenda; cerciorarse de que todos los .delegados hayan
puesto atenci6n en lo que les competa directamente, etc.
Esto exige del interprete, por una parte, un tacto muy grande (ya
que su intervenci6n debe ser Ia mas discreta posible), y por otra, una
experiencia practica, tanto del arte de presidir como de Ia redacci6n de las
resoluciones. Dos disciplinas que ni las escuelas de interpretes ni los
propios interpretes debieran olvidar.
54
El interprete como chivo expiatorio
El interprete de sesiones, a veces tiene que des.emperiar un papel
mucho menos agradable, pero util, yes el de servir en ocasiones de chivo
expiatorio. Cuando un delegado se da cuenta demasia.do tarde de que ha
heche mal en decir algo, o que hubiera debido decirlo en otra forma, y
que las reacciones que ha provocado en el auditorio son peore's de lo que
habia podido suponer, muy frecuentemente juzga oportuno echarle Ia
culpa al interprete, acusimdole de no haber traducido bien.
En ese caso es deber absolute del interprete aceptar l.a
rectificaci6n, e incluso pedir excusas. Nunca debe olvidar que este es
uno de los medics puestos a su disposici6n para cumpiir su tarea
principal; Ia de aproximar a los individuos y Jos grupos. Tanto peor si su
amor propio resulta lesionado. La mayoria de los delegados. (y el propio
orador en primer Iugar) saben en el fondo lo que ha ocurrido de verdad, y
ag radecen al interpret€~ su actitud.
Tambien puede ocurrir que el propio orador, que entiende mal' el
idioma que utiliza el interprete, piensa que no esta siendo traducido bien y
quiere hacer Ia correcci6n. Si Ia formula que ofrece expresa el sentido, el
interprete debe aceptarla llanamente, a menos que el hecho se repita con
frecuencia tal que llegue a irritar al auditorio ole hag a perder confianza en
Ia exactitud de Ia inte~rpretaci6n, en cuyo caso puede protestar diciendo:
"Eso quiere decir exactamente lo mismo." Y si el orador comete una
verdadera tergiversaci6n de sentido en su traducci6n, el interprete debe
tratar de hacerselo entender.
Distintos tipos de r1euniones
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Todas las reglas expuestas con anterioridad, por muy
rigurosamente que hayan sido enunciadas, deben ser aplicadas con una
cierta discrecion y ajustarse a los casos particulares. Es evidente, por
ejemplo, que si en las negociaciones mas o menos diplomaticas hay que
velar sobre todo por los matices de expresion, en una reunion de
especialistas se debe preocuparse mas por Ia exactitud tecnica, en una
conferencia literaria de Ia elegancia del estilo, en una asamblea politica
del vigor del discurso, etc.
Del mismo modo, el estilo y el tono no pueden ser los mismos en
un pequefio comite de tres o cuatro persona's reunidas alrededor de una I
mesa, en una comision de veinte o cincuenta miembros yen una gran
reunion publica donde los asistentes se cuentan por millares.
Finalmente, es necesario saber distinguir entre las sesiones donde
los participantes desean verdaderamente entenderse, y eventualmente
ponerse de acuerdo, y entre aquellas que abundan mas de lo que uno se
imagina, donde cada cual quiere hablar el mayor tiempo posible, pero no
se interesa en absolute por lo que dicen los demas.
Tras presentar el proceso de interpretacion y explicar en detalle los
distintos tipos de interpretacion (consecutiva, susurrada y simultanea),
hemos elaborado asimismo sus reglas generales para abordar las
estructuras problematicas que se presentan en forma de proverbios,
metatoras, bormas y chistes, ambigOedades, etc. Dichas reglas ayudan
al interprete en realizar su tarea de manera tiel. Tambien hemos hablado
de otras consideraciones en torno a Ia interpretacion tales como Ia
estilistica, como manejar los gestos y los distintos tones del orador, sus
diferentes acentos y, mas importante, como debe maneja1 el interprete
sus propios errores. Las consideraciones profesionales tales como Ia
etiqueta de las sesiones, el estudio de Ia documentaci6n de conferencias,
56
preparacion de glosario tem<Hico, el trabajo de equipo, etc. son
igualmente importantes.
Notas y referencias
1. La interpretacion exige unas aptitudes naturales, inherentes- flsicas y mentales, sin las cuales no sera posible adquirir las habilidades de interpretacion, por muy buenos que sean los centros y el proceso de formacion.
2. Sanchez, M.F. y Marin Hita, M.T., "La traduccion a Ia vista: Su importancia en Ia forrnacion del interprete", en II Encuentros Complutenses en tomo a Ia traducci6n, lnstituto Universitado de Lenguas Modemas y Traductores, Universidad Complutense de Madrid, 1990, p.222.
3. Jean Herbert en su Manual de lnterprete, 2nda ed., Ecole d'interpretes, Univ. de Geneve, Geneve, 1952, elabora ·en detalles las reglas generales d1al proceso de transposicion.
4. Alfonso Torrents df~ls Prats: Diccionario de modismos ingleses y norteamericanos, Ed. Juventud, Barcelona, 1997, p.58
5. Michel, Elsa-M, "lnterpretar chistes, tacos y otros exabruptos: Experiencia del Parlamento Europeo" en Forum (Revista de Traducci6n - lnterpretaci6n), Universite Sorbonne Nouv1~lle, enero, 2003.
6. Alfonso Torrents del Prats, op.cit., p.110.
7. R.M.Bakaya en su monografia "Theory and Practice of TranslatiolilPerspectives and Prospects", JIST A, Vo/.4, No.3 and 4, 1975, utiliz~ el termino de 'False Friends' en ingles para explicar los problemas C4ue pueden presentarse a Ia hora de traducir las palabras que ofrecen una gran similitud de apariencia en las dos lenguas.
8. A veces el error en el empleo de los terminos que suenan semejante, por ej., 'developing countries· y 'developed countries·, 'Suiza· por ·suecia·, etc., puede ocasionar malentidos, ya que el empleo de uno por el otro cambia totalmente el significado.
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