CARTELES TEATRO Y CINE MEXICANOS
Fernanda del Rivero, Emilienne André, Karla Martínez, Fabio
Levy, Jessica Becker
TEATRO PRECO LON IAL EN MÉXIC O
fin religioso, lejos de ser simplemente una actividad de
entretenimiento.
estas “obras” tomaban lugar, más que nada se trataba de
texto leído entre dos o más personas, representando
algunos a dioses y otros a hombres.
Para un texto dramático Maya llamado “Rabinal Achí” se
requería música, vestuario especial y una forma primitiva
de actuación para llevarse a cabo.
FORMA EVANGELIZADORA
una fuerte herramienta de la que se valieron los
españoles para evangelizar a los indígenas en
nuestro país. Mediante obras de teatro sencillas
presentaban la vida de Jesucristo, su Pasión y su
Muerte.
Las conocidas “pastorelas” hoy en día son fruto de
aquellas épocas remotas, en donde se utilizaban
vestimentas muy sencillas pero adecuadas,
músicalización también bastante simplificada,
cantos, bailes y actuación alegre.
SIGLO XVI I
Sor Juana Inés de la Cruz aunque su principal
campo temático fue la poesía, escribió algunas
comedias y autos sacramentales, “Los Empeños de
una Casa” y “El Cetro de José y el Divino Narciso”
son dos de sus obras con tintes teatrales más
memorables.
También realizó obras dramáticas el escritor Juan
Ruiz de Alarcón a finales de este siglo XVII.
SIGLOS XVI I I Y X IX
El teatro en México se vio gravemente aturdido por
todo lo que la Independencia implicó.
El país cayó en un bache cultural, pero logró el
premio mas anhelado por el ser humano: la libertad.
Sobresalieron entonces autores románticos como
Fernando Calderón y Manuel Eduardo de Gorostiza.
SIGLO XX
La zarzuela tenía tintes españoles, pero la mayor parte de las
veces trataba sobre temas mexicanos.
José F. Elizondo creó la zarzuela “Chin-Chun-Chan”, en el año de
1904, que se convertiría en la primera obra presentada en México
en alcanzar las 1000 representaciones.
a la par de la Revolución Mexicana, que el teatro en nuestro
país comenzaba a tomar forma como algo que perseguía las
tradiciones y el folklore del país, e intentaba dejar atrás la
influencia española.
TEATRO EN CANCÚN
CARTELES CINE
cartel cinematográfico ha sido durante mucho
tiempo la forma más vistosa y económica de
promocionar una película, que se convirtió en una
vertiente del arte gráfico.
INICIOS
En 1896, a partir de la llegada de Gabriel Veyre y
Ferdinand Bon Bernard –los enviados de los
hermanos Lumière, mandarón imprimir una serie de
programas en los que se mencionaban las vistas y el
teatro en que éstas serían exhibidas
Las paredes de la Ciudad de México se poblaron
con esta propaganda, provocando una gran
expectación y una afluencia espectacular en el
inmueble.
Un pequeño primer auge del cartel en el cine
mexicano vendría a partir de 1917, cuando
Venustiano Carranza, decidió impulsar la producción
de cintas que ofrecieran una visión totalmente
diferente de los mexicanos.
En la década de los años treinta el cartel empieza a
ser considerado como uno de los accesorios
indispensables para la promoción de las películas
la producción cinematográfica empieza a ser más constante desde la
realización de Santa (Antonio Moreno, 1931).En esa época la industria
del cine en México, empieza a gestarse como tal.
1936, cuando se filma Allá en el Rancho Grande (Fernando de Fuentes),
esta cinta se le considera uno de los parteaguas en la historia del cine
mexicano, ya que por su trascendencia mundial, permitió descubrir a los
productores del país un esquema de trabajo y un estilo de cine
nacionalista que les redituaba frutos.
El cartel en la época de oro del cine mexicano eran
firmados por sus autores rara vez , ya que la mayoría de
estos artistas (pintores, dibujantes o caricaturistas de
renombre) consideraban estos trabajos como netamente
comerciales.
Al principio realizaban loa carteles a base de ilustración
realista e hiperalista capturando la sinopsis central de la
película y con un uso llamativo de la tipografía
la primera década del siglo XX y en toda la década
de los años veinte, el elemento normalmente
utilizado para la difusión de las pocas películas
producidas en esas épocas sería un antecedente de
lo que hoy se conoce como fotomontaje, cartulina o
lobby card: un rectángulo de aproximadamente 28 x
40 cm, en el que se colocaba una fotografía y en el
resto de la superficie se pintaban los créditos del
título a promover.
Desde 1966-67, empezaron a hacerse más
frecuentes los carteles que integraban, como su
elemento gráfico principal, alguna fotografía
representativa del tema abordado por la cinta, a un
gran tamaño, y luego se le agregaba una tipografía
de formas muy características y singulares.
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