* ORGANO DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO *VOLUMEN V • MEXICO, OCTUBRE DE 1951 • NUMERO 58
Celebración Centenaria de ~ Lla Universidad Mexicana D ~
IVLA
CENT~NARIO
UNIV~RSIDADPOR EL DR. LUIS GARRIDO
Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México
En el éstrado de la velada oficial del IV Centenario se ve, entre otras personas, al licenciadcFernando Casas Alemán, Jefe del Departamento del Distrito Federal; docto'r Jean Sarrailh, Rector de la Universidad de ParoÍs; licenciado Miguel Alemán, Presidmte de laRepública; doctor Luis Garrido, Rector de la Universidad Nacio'lGl de México; licenciadoManuel Gual Vidal, Secretario de Educación Pública, y don Jaime Torres Bodet, Director
General de la Unesco_
El 21 de septiembre de 195 1 secumplieron cuatrocientos años dehaber sido expedida la real cédula que fundó la Universidad deMéxico.
El centenario enfocó hacianuestro país la atención del mundo entero..La conmemoración fuéuna fiesta ecuménica. De todoslos 'rumbos de la tierra vinieronrepresentantes, y ninguna Universidad excusó el envío de adhesión en cálidos mensajes, cuandono pudieron mandar legados personales. Aquí álternaban, con elRector de la Sorbona y Presidente de la Asociación Internacionalde Univ~rsidades, el ilustre his,panista doctor Jeart Sarrailh, loslegados de las Universidades alemanas e inglesas; con el-Presidente deja. Unión de UniversidadesLatinoame-ricanas, doctor CarlosMartínez Durán, ex Rector de laUniversidad de Guatemala, los le<Yados de las Universidades de El10> .
Cairo, Jerusalén, la India, Har-vard, Princeton, California, Columbia, Yale; un premio Nobeljaponés; el vicerrector de Salamanca; las Universidades católicas y las protestantes, las oficialesde los Estados y las privadas. Lasagencias cablegráficas internacionales transmitieron amplias reseñas con la historia de la Universidad Me:'cicana y con las crónicasde las solemnidades.
La proyección universal de México en esta ocasión y el rangouniversitario que le concedieronlos centros culturales del mundoentero, son los dos mejores frutosdel centenario y han sido poderoso estímulo para los universitarios mexicanos. Otra cosa no debía esperarse, supuesta la magnitud del acontedmiento que se celebraba: el establecimiento de laUniversidad Mexicana, la primera que abrió sus puertas en elcontinente americano.
El aniplio programa conmemorativo fué t.razado con estos pro-
pósitos:' hacer una fiesta universal de la cultura; restaurar el espíritu humanista en que fué creada nuestra Universidad; mostrara--México y demostrar el progresode la ciencia mexicana en los últimos años.
El primero de estos propósitosse vió cumplido por la nutridaasistenCia de Rectores, Legadose invitados de casi todos los países del mundo; por -los mensajesenviados de parte de las Universidades que no pudieron hacerse representar; por el sentido que inspiró a los actos y a los discursosrealizados en estos días; por elotorgamiento de doctorados honoris causa a personas de diversasnacionalidades; por la serie deconferencias y otra clase de contribuciones internacionales quesustentaron' hombres de cienciaextranjeros; por los lazos de
. amistad que quedaron establecidos al amparo de nuestra Universidad.
Dentro del segundo propósitocabe enumerar el uso del latín enel emblema del Centenario~ en lasaclamaciones que se cantaron y enel discurso pronunciado en el homenaje a los fundadores de laUniversidad, la mañana del día21, en el patio ele la Facultad deFilosofía y Letras, frente a la estatua de Fray Alonso de la Veracruz; la exposición de la culturamexic.ana, inaugurada en el Museo de Chapultepec el día 24; larestauración de la toga universi~
taria, que prestó inusitada solemnidad a los actos y que se ha traducido en noble estímulo para losUTliversitarios mexicanos; la representación del- Diálogo latinosobre - la primitiva Universidad,por' Cervantes de Salazar, hechopor alumnas de la UniversidadFemenina como contribución a losfestéjos centenarios.
Al tercer propósÍto conspiraronla visita a la nueva Ciudad Uni
(Pasa d la página 24)
Se publican seguidos, Ij en forma íntegra dada su significación,los discursos pronunciados por.el Rector Garrido, don JaimeTorres Bodet, y el Rector sárrailh, de la Universidad de París, en la solemne velada oficialdel IV Centenario efectuada el2 I de septíembce de 1951 enel Palacio de Bellas Artes_
LA VENA ENSOÑADORA exaltada porCervantes en el Caballero de la TristeFigura. cabalgando en Rocinante conel yelmo de Mambrino. es la mismaque hizo vibrar al pueblo español enel amor al ideal y en aquella audaciaque realizó la epopeya de la conquista, ensanchando las márgenes de lahistoria.
A las dilatadas playas americanas.con el soldado ávido de oro. llegótambién el misionero de la noble cruzada evangélica. El pergamino y lossellos plúmbeos de las Bulas pontificias de Alejandro VI. daban un sentido espiritual al nuevo imperio. que alentregarlo a la España católica del siglo XVI le transfería el sentido ecuménico de su cultura.
Con los últimos disparos de arcabuz. se fundaba una nueva nacionalidad con elementos de las dos razas.
Los religiosos llegados. a la antiguaTenochtitlán. muchos de ellos sabiosilustres. se preocuparon por la enseñanza como medio de difundir losvalores fundamentales de la civilización occidental. secundando la gestiónde Fray Juan de Zumárraga. delAyuntamiento y del Virrey don Antonio de Mendoza para fundar uncentro universitario en la ciudad deMéxic.o.
En 1551. cuando Solimán ordenael exterminio de los caballeros quecon un claro idealismo. con sus blasones y divisas guardaban en Malta laiglesia de San Juan. desafiando el dominio turco. y el sol abrasador delMediterráneo. su Majestad ImperialCarlos V ~l Emperador más grande que desde Cario Magno habí~ visto la cristiandad- manda por cédulaexpedida el 21 de· septiembre en laciudad de Toro. que se fundara "unestudio Universidad de todas cienciasdonde los naturales y los hijos de e-spañoles fuesen ilustrados en las cosasde nuestra santa fe católica. y en lasdemás fa~ultades".
Criollos. mestizos e indios dieronmuestras de sus excelentes aptitudespara asimilar la cultura. La Real y
•
•
O,.gano oficial de la UtliversidadNacional Autónoma de Müico
RECTOR:
Doctor Luis Garrido
M É x 1 C o. D·. F.
HOSKINS
BANCO LATINO. ~.
AM~RICANO,
S. A.DEPARTAMENTO
DE AHORRO
Apartado Postal 480\
Teléfonos: 12-79-21 y 36-16-89
•
(Entre Av. Independencia
y Artículo 123)
DOLORES NQ 28
ELECTRICO
MATERIAL
y
MAQUINARIA
,Representantes de la Casa
A LA VISTA:Pueden ustedes' retirar a la vista hásta $100.00 o el 30% delmonto de sus ahorros, cuandopasen de esta suma.
RETIROS MAYORES:Con aviso anticipado de 15 ó 30días, pueden retirar $500.00 oel 60%; $1,000.00 o el total desus depóSitos, respectivamente.
•Publicaci6n autorizada por la Comi,si6n Naeional Bancaria en oficionúm. 601-1110748 de 6 de agoltode 1948.
E·lectromo·torS.A.
BaI~eras núm.. HTeléfonos: 35-'94-50 y 18-03-87
México. P. F.
RECORDAMOS A UDS.Que tenemos a sn dj.sposléiónnuestro Departamento de Ahorro, donde podemos servirles enla siguiente forma:
APERTURA:Pneden ustedes abrir su cuenta,con sólo $1.00 (un peso, 00/100)inicial.
1 N TER E S E S :-Les abonamos intereses de 4%
- anual, sobre sus ahorros, cuandopasen de $5.00 (cinco pesos,00/100).
Muflas, Hornos y Pirómetros
Pontificia Universidad de México fué el último; Manuel Ignacio ·Cisneros.sin duda la institución científica más fundadqr del Colegio de Abogados;respetable de Amériéa, según el testi~ Juan Ignacio Castorena y Ursúa, premonio de sus ~iversas constituciones, cursor del periodismo en México; yfundiendo el humanismo renacentista jasé María Luis Mora, el eximio socon las ideas y sentimientos de la nue- ciólogo y político.va nación. Por ello no podemos des- Hasta -'el segundo- tercio del Sl
conocer nuestra ascendencia hispana, glü XVIII se. habían graduado 'en t,\pues como decía Renan: "Los verda- Universidad, según refiere"'don Juanderos hombres del progreso son ~que- de Palafox, mil ciénto sesenta y dosllos que tienen por 'punto de partida" doctore.s,- habiendo salido de su senoun respeto profundo al pasado: todo ochenta y cU,atro señores arzobisposlo ql!e hacemos, todo 10- que somos, y obispos y muchos eminentes togaes el resultado de un trabajo secular." dos en las' Reales Audiencias d.~ Méxi-
En la cátedra de retórica, Cervan- co, Guatemala, Santo Domingo·ytes de Salazar nos traía la clara voz Manila, así como prebendados, canóde las humanidades. Fray Alonso de nigos y' dignidades de ,ve!1erables cala Veracruz, el insigne agustino, pri· bildos, inquisidores, jueces, goberna- mer profesor de filosofía, comentaba. dores, alcaldes mayores, abogados,los textos de Aristóteles'y con gesto médicos y eminen-tes catedráticos :comagnífico donaba dos millares de li- mo los doctores Juan de Cervantes ,ybros al Colegio de San Pedro y San -Maldon~do, que lo fueron de la UniPablo. v~rsjdad de Salamanca; el doctor CQr-
La difusión de la cultura europea tés, que leyó filosofí,! en la de Alcaláen Nueva España se caracterizaba por' de Henares; el doctor Guevara, quela acción evangelízadora, asimiladora regenteó una cátedra de Cánones eny. univérsalista del conquistador, que . Valladolid, y otros que impartieronotorgó' a la Universidad las mismas enseñanza en las Universidades de Semercedes y privilegios de las de Sala- villa y Granada.manca y Alcalá' de Henares. De sus Pero de tan preclaros varones, nadaaulas salieron historiadores y cronis- tan fecundo como la obra de los mi-tas, teólogos y médicos, los fundado- sioneros. Al ab~ndonar las aulas bures de misiones y colegios. . lliciosas de la Universidad Pontificia
Con los ojos del espíritu la evoco o la .blanca celda del conven~o, conasí: Cae el crepúsculo. Los pirules se . un pequeño fardel de ropa., se aventuensombrecen; cobran un tinte oscuro ran por los polvorientos caminos, balas piedras del cercano palacio .virrei- jo la luz dorada del atardecer, henchina!. La tenue luz de la tarcÍe se des- dos de fe y entusiasmo. Nada lesliza oblicua al ras de los canales. Ya amedrenta. Allá van hacia las prono atruenan en los claustros y patios vincias intern~s para evangelizar a losde la Universidad, las voces graves de indios, con abnegación, movidos nolos frailes; sólo se oye el rastreo de los por la riqueza sino por la caridad. Ypíes de algunos estudiantes rezagados, allá van bajo un sol de fuego, en laafables y sonrientes. En este ambien- tarde esplendorosa, con los ojos pueste resignado y melancólico, en que la tos en 'la ermita que construirán paraEdad Media se prolonga ingenua, sen- enseñar su mensaje de inefable bontimental y piadosa, se forman en el dad, sin importarles las horas angussiglo XVI algunos universitarios nota- tiosas, las lluvias torrenciales, las honbIes, como el doctor Pedro Farfán, das barrancas, los ríos turbulentos odos veces Rector, visitador y autor de los llanos inmensos.los primeros Estatutos de la Univer- La fuerza intelectual de la Universidad hechos en México; el canónigo sidad trabajó por la unidad de la CoJuan González, insigne protector de lonia, difundiendo el idioma y la relos indios; el oidor don Vasco de ligión de España. El ambiente espiriPuga, compilador del Cedulario que' tu.al lo saturó de ideas ascéticas. Cano,.lleva su nombre, y fray Bartolomé de teros e imagineros, labraron con amorLedesma, una de las inteligencias más la piedra y madera de conventos epreclaras. .iglesias, para - crear flores, frutas y
Durante estos siglos coloniales Ía ,querubines en las columnas y entreU niversidad ofrece, con caracteres casi paños, en las ventanas y los frisos,dramáticos, el eterno conflicto entre resaltando. afiligranados blasones enl~ razón y la fe. En el siglo XVII de- el dintel de templos y"palacios. Laambulan por sus aulas don Juan Ruiz esencia cristiana de España marcó lade Alarcón, supremo prestigio litera- cultura .de la dominación, que no anrio; el celebérrimo escritor y matemá- heló tanto la grandeza científica cuan-
. tico don Carlos de Sigüenza y Gón- to el esplendor de la virtud, pues comogora; don Juan de Palafax y Mendo- decía Gracián: "~er del mundo, pocoza, visitador, virrey y capitan general, o nada es. Serlo del cielo es mucho;autor de los más importantes Estatue a cuyo gran Monarca sea la alabanza,tos que tuvo la Universidad de Méxi- sea la honra, sea la gloria." ,
co; don Francisco Javier Gamboa, fa- La Universidad Pontificia tiene susmaso comentarista de las Ordenanzas ·períodos de esplendor y decadencia.de Minería; los hermanos Javier, Ya el doctor Moya y Contreras diceJuan y Luis Becerra, gran juriscon- al Presidente del Consejo de Indias:sulto el primero y' notable poligloto "La Universidad está tan flaca y des:
$ 0.505.00
COLABORADORES:
Arturo Adame RodríguezJosé Attolini
Salvador AzuelaAlfredo Cardona PeñaAntonio Castro LealEnrique A. Cervantes
AH ChumaceroFrancisco Díaz de León
Isidro FabelaJustino Fernández
Mauricio Gómez MayorgaMartín Gómez Palacio
Francisco González de Cossío1. M. González de Mendoza
Efraín Huerta·Julio Jiménez Rueda
Roberto LlamasVicente MagdalenaJosé Luis Martínez
Pablo Martínez del RíoLucio Mendieta y Núñez
Vicente T. MendozaFrancisco Monterde
Federico K. G. Mul/erriedEdmundo Q'Gorman
Enrique Juan PalaciosMario Pan;
Salvador PinedaSamueJ Ramos
Víctor RicoFrancisco Rojas González
Jesús C. RomeroJ. Ignacio Rubio Mañé
José SilvaManuel Toussaint
Emilio UrangoLuz Vera
Leopoldo leo
U NIVERSIDAD DE MÉXICO
aparece mensualmente
SRIA. DE LA ADMINISTRACION:
Srita. María Guadalupe Sáen~
Bolivia 17 (Imprenta Universitaria)Teléfonos: 13-41-65 y 39-31-77
GERENTE:
Gennán Pardo García
JEFE DE REDACCION:
Antonio Acevedo Escobedo
REDACTORES:
Dr. Alfonso PnmedaLic. Agustín Yáñez
Francisco González Guerrero
DIRECTOR:
Rafael Corrales Ayala, fr.'
SECRETARIO GENERAL:
Doctor Juan José GonzálezBustamante
CORRESPONSAL EN WASHINGTON, D. C.:
Dr. Rafael Heliodoro Valle
La correspondencia. canÍe o valores debenremitirse así: Revista HUniversidad de Mé.
xico". Justo Sierra 16. México. D. F.
Precio del ejemplarSubscripción anual
UNIVERSIDADDE. MEXIC O
2 * UNIVERSIDAD DE MEXICO'
autorizada, que antes 'parece que vaen disminución' que en acrecentarilientó," La rutina, la tradición y la resistencia a que penetrara en sus aulasel libre aire de las ideas, selló la suertede la Institución.
Se la declaró "inútil, irreformabley perniciosa"; "baluarte del' obscurantismo"; "refugio de las ideas másañej'as", Es así como acabó de extinguirse el centro de estudios que iluminó la vida colonial con sus cátedrasde escolástica y teología, porque noreconoció el 'nuevo principio de ,vidaque el espíritu de la época imponía.De ella sólo quedaba el encanto melancólico de lo viejo.
El afán por encontrar for~as adecuadas a los ideales de soberanía, progreso y felicidad, cuando advino, conla Independencia, la República, afect6 de inmediato a la Universidad,que mudó el título de Real por el deNacional, y cuya historia, desde 1833hasta 1865, en que la suprimió Maximiliano, es una larga serie de muertesy resurrecciones, a compás de las vicisitudes .de nuestra historia,
Un h¿mbre de perfecto equilibrioespiritual, el Maestro Justo Sierra,consagrado como uno de los grandesmaestros de América, a quien le tocóla gloria de crear la nueva Universidad, atribuye su desaparición al "espíritu de mejorar, destruyendo, en lugar de transformar, mejorando", según afirma en el espléndido libroEvolución política del pueblo mexicano, pensamiento que reitera en laCámara de Diputados, el 26 de abrilde 1910, al exponer el proyecto de'Ley que crea la Universidad Nacionalde México: "La historia se componede resurrecciones -dijo ante los representantes populares-; nada hamuerto, todo resucita y todo vivecuando ha resucitado, si se apropia ysabe adaptarse a las nuevas necesidades, a los nuevos medios. En virtudde eso me atrevía yo a rectificar: estoque se llamaba muerto (ia Universidad) para mí no debía haber muerto,sino que debía haberse transformado;eso sí, radicalmente transformado."
Al servicio de este ideal de transformación radical, el maestro Sierraconsaúa treinta años de su vida ejemplar. En 1881 formula el primer proyecto de nueva Universidad; el 22 deseptiembre de' 1910 la inaugura, coronando gigantesca labor al frente dela educación nacional.
Según palabras textúales dichas enel Consejo de Educación el 17 de enero de 1910, al iniciar las discusionestécnicas del proyecto que habría dellevar a feliz realización, y después deesbozar la evolución de la Universidad Mexicana desde' el virreinato,afirmó: "Ahora tratamos de reconstruirla, para que sea un centro de altacultura científica, en consonancia conlos progresos modernos."
Para ma.rcar mejor este propósitode modernidad, en su célebre discurso
de inauguración pronunciado al abrirse las puertas de nuestra Casa, el maestro Sierra cortó amarras con el pasado, celoso de que la Institución fincara en el presente y se proyectara sobre10 porvenir.
Pero una y la misma eran las funciones de la vieja y de la nueva Universidad. Una y la misma la fuentede donde procedía: por una parte,como acto del podér público; por otraparte, como necesidad de agrupar orgánicamente las instituciones encargadas de impartir la cultura superior,con jurisdicción nacional, que la Leynos otorga como hace cuatrocientosaños la otorgó la Cédula Real de Carlos V.
Conformes los universitarios mexicanos con las citadas palabras delmaestro Sierra, no podemos declinarel honor de haber sido la sede de laprimera Universidad que abrió suspuertas en la tierra firme de América.y así como la Sorbona, suprimidapor la Revolución Francesa y restaurada muchos años después, se ufana en ser la más antigua Universidad,como lo reconoció el propio don J usto Sierra al invitarla por madrina denuestra Casa de Estudios, así nosotros, este día, celebramos, con la fundación de la Universidad Mexicana,uno d.e los fastos mayores de la historia cultural de América, timbre delabolengo espiritual de nuestra patria.
Al triunfo del liberalismo se inicióuna corriente educativa que, valorizando las ideas renacentistas, cartesianas y humanistas, orientó la enseñanza en un sendero científico y positivo.Barreda, discípulo de Comte, fué elque encauzó la corriente de esta reforma en la Escuela Nacional Preparatoria.
La vida universitaria no tardó enverse sometida a multitud de tropiezos, primero, por la transformaciónsocial y económica que sufrió el país,y después, por dificultades internas.El gobierno, no pudiendo tener uncontrol efectivo sobre ella, le concediósu autonomía mediante la Ley dejulio de 1929, a fin de que pudieraorganizarse ella misma. A pesar delas condiciones adversas en que hatranscurrido esta etapa de la Universidad, puede afirmarse que la reformaha dado frutos indiscutibles, manteniendo el principio de libertad, de investigación y de crítica, perfilando asíla meta institucional de alcanzar lacultura para divulgarla y dar a la comunidad las técnicas que requiere parasus necesidades.
En esta solemne ceremonia, la Universidad evoca su pasado con la sensación profunda del tiempo y de laeternidad. Pero su pasado, con ser tanglorioso, no puede ser ya fuente deinspiración ante las transformacionesdel mundo moderno. Esta fiesta aspira a recordar que hace cuatro centurias, en estas vastas tierras americanas,se encendió la luz de la cultura y desde
•EliTE LOSCATARROS
CONSERVESE LLENO DE SALUDlas primeros señales de peligro, como.son:
e· Fatiga o f10iera constante,e Dolores de cabezo, de pecho,e Respiración fatigoso y
e Fuertes escolosfríos~
Le están indicando a USTED, que' sus ,defensas'orgóñicas ~8i '
hallan disminuídas, y que-será fatil preso de un cotorro que
puede ser el principio de uno pulmonía.1l'~
Vea de inmediato o su médico, poro queje recete los.me
dicomentos que le evitorón complicaciones y le curorón:i@J
Además usted debe cuidarse de los. cambios br.uscosdetemperatura, los enfriamientorrepetidos,- IQJespiratión~[onstan·te de polvos. Yno olvide que el agente~causal de lo "gripa"'es
altamente contagioso y do lugar a10s.brotesePidémicos._~
_AISLESE y consulte de inmediato 01 médico paro no contagiar o los seres queridos que le rodean.
Aumente sus defensas orgánicas y proteja su salud, hacién
dose regularmente su exornen médico general.~
INSTITUTO MEXICANODEL SE-GURO SOCIAL
*******************
•UNIVERSIDAD DE, MEX/ca *~3
Feo. I. Madero N9 32
MEXICO, D. F.
que alimentan por el estudio y conocimiento de nuestra cultura. Son losaños de las energías r~volucionarias.
México se revela a sí mismo.
Es la época en que González Martínez canta la dulce y temblorosa inquietud de su espíritu profúndo bajolos signos nuevos. En que SaturninoHerrán aborda la pintura para revelarel ambiente mexicano: sus volcanesempenachados de nieve, sus danzaspopulares, los brillantes colores de susflores silvestr.es y, sobre todo, la clarabelleza de sus mujeres morenas. detrenzas y rebozo. Yen que un preclaro hijo de la 'Universidad, don Alfonso Reyes, fija los primeros sillaresde su agnífica y dilatada obra. quees honra de nuestra cultura.
La Universidad había rebasado elpositivismo auspitiado' por Barreda.Por sus aulas desfilan las doctrinas delos filósofos que superaron el concepto científico. Restablecimos la enseñanza' de la Historia de la Filosofía yde las Humanidades. Desde entoncesnuestra Universidad ha equilibrado elconocimiento. Materia y'espíritu, ocupan con rigor científico el lugar queles corresponde. Un nuevo principio
.de vida supera· sus etapas teológica ymetafísica. Las Ciencias y las Humanidades se enlaian en una armoníacomparable a la de las leyes de la Naturaleza y del espíritu humano.
En esta evolución cabe reseñar lainfluencia de los universitarios en los
s. A. de C. V.'
IngenierosCiviles
Asociados
dos honoríficos a hombres de.' categoría universaL por sus aportacionescientíficas o humanísticas.
i Cómo hubiera gozado esta ceremonia 'el espíritu universalista de Antonio Caso, hijo preclaro de la Universidad y uno de sus maestros másinspirados! "Nadie puede suprimir elpunto de vista humano -afirmabacon su elocuencia característica- enla obra de la escuela. Nadie puede consagrar a las juventudes al solo cultode la sangre y de la patria. Porqueno hay sangre ni patria que prevalezca sobre la obra total de la estirpe humana ..."
y otro hijo insigne de sus aulas,don José Vasconcelos, la dotó, en sucarácter de Rector, con un criterio deuniversalidad y bellez"a. con el lemaque hoy ostenta: "POR MI RAZA HA
BLARÁ EL EspíRITU", para significar que la Institución está llamada,con sus hermanas de la América Española. a ser la expresió~ cultural dela raza definitiva del continente. "Hecha con el genio y con la sangre detodos los pueblos, y, por lo mismo,más capaz de verdadera fraternidad yde visión realmente espiritual."
En 1912, del seno de la Universidad surge un grupo de jóvenes quefundan el Ateneo de la Juventud, yque más tarde ocupan \:lIgares encumbrados en las letras, la política o laciencia. Su acción intelectual debilitala influencia extranjera. por el fervor
entonces, como antorcha inextinguible, la Universidad ha iluminado loscaminos de la patria compartiendo susdolores y alegrías, dando ejemplos deabnegación, lecciones de moral y laconstante incitación de poner el saberal servicio de México, y de utilizarlos conocimientos en bien de la humanidad.
Estos cuatro siglos de vida universitaria significan para la nación unprivilegio y una responsabilidad. Recibimos como preciado don, estandoen proceso aún la epopeya de la colonización, el de acoger la simiente dela cultura occidental, y cuando entantos otros lugares en. donde hoy selevantan naciones florecientes y poderosas, reinaban aún el silencio o labarbarie. Pero también debemos advertir que al recibir tan singular distinción, contrajimos un deber ineludible: ser dignos de tal gloria, manteniendo nuestra jerarquía espiritual basada en la justicia y en la libertadmás auténtica.
La historia de la Universidad se encuentra íntimamente enlazada connuestra evolución política. El pensamiento de Independencia, la emancipación de la Reforma y los anhelos dela Revolución Mexicana han repercutido en sus aulas, pero también laUniversidad ha contribuído poderosamente a la unidad nacionaL comoagente del sentimiento patrio, formando en el fondo de nuestra almacolectiva ciertas miras y sentimientosque aseguran una verdadera solidari-
. dad fundada en elementos económicos, espirituales y técnicos.
De generación en generación laUniversidad Mexicana ha incrementado nuestras tradiciones y el acervode obras artísticas y científicas, perosobre todo ha formado a los hombresque investigan la realidad de nuestraexistencia para estudiar la naturalezay hacerla producir. La conciencia denación se manifiesta cada vez mejor,por esa unión y unidad que da el factor educativo. Un pueblo, para prosperar, necesita conocerse a sí mismo,lo cual sólo se obtiene mediante lareflexión sobre sus sentimientos eideas.
y en este conocimiento colabora laUniversidad. La Universidad que haestado vinculada a la nación comoprincipio espiritual en su pasado deesfuerzos, de sacrificios, de abnegaciones, y en su anhelo presente de quela 'cultura beneficie a las masas paraque la ciencia y el arte no sean el privilegio de una minoría.
Con plenitud de esfuerzos se asocia a la idea de que el hombre no puede alcanzar máxima cultura, sino merced a la libertad del intercambio intelectual en el orbe. Los ideales, anhelos y esperanzas de la UniversidadMexicana han estado al servicio de lacohesión humana. Por ello, en estamemorable ocasión ha conferido gra-
28.225,200.00
*
MEXICO, D. F.
Publicación autorizada por laComisión Nacional B:mcariaen Oficio N' 6DI·II-í022 del29 de mayo de 1948.
DESDE 1887
•
Adquiera usted nuestros bonos
hipotecarios, cuyos ingresos se des
tinan a la construcción de obras y
servicios públicos, y habrá hecho
una inversión segura obteniendo una
renta semestral fija garantizada.
BANCO NACIONAL HIPOTECARIOURBANO Y DE OBRAS
PUBUCAS, S. A.
Capital tmtoTizado: 125.000.000.00*
Capital pagado:
El mercado de nuestros bonos ga
rantiza a usted en cualquier momen~
to la liquidez de su inversión y las
posibilidades de su venta en todo
tiempo.
UNICAMENTE
CONSERVAS
DE CALIDAD
CLEMENTE JACQUESy CIA., S. A.
4 * UNIVERSIDAD DE MEXICO
El licenciado Agustín Yáñez impone la muceta de doctor honoris causa al RectorSarrailh, de la Universidad de París.
DISCURSO DEL DR. lEAN SARRAILHRector de la Universidad de París
destinos de la patria. La RevoluciónMexicana. que ha transformado alpaís. deJ:>e a ellos principalmente suesfuerzo técnico. En las leyes que organizan nuestra sociedad y en lasgrandes obras materiales de serviciopúblico. siempre ha intervenido algúnegresado de nuestra Casa de Estudios.
En sus escaños estuvo Jaime TorresBodet. cuyo esfuerzo considerable yprestigioso es una lección de heroísmoeducativo y de concordia internacional.
En el actual Gobierno de la República encontramos un selecto grupo deascendencia universitaria presidido porun hijo de la Facultad de Derecho.siempre fiel a las mejores causas humanas, que con sostenida inspiración·ha logrado incuestionable progresociudadano. haciendo vibrar al paíscon las obras públicas, que eliminaránla obscura incertidumbre de nuestroporvenir económico.
En este admirable programa deconstrucciones figura la Ciudad Uni·versitaria., que como un símbolo deunión entre el pasado y el presente,yergue sus edificios de líneas modernas sobre las rocas volcánicas del Pedregal, .que guardan vestigios de la civilización· precortesiana. Ningún presente. mejor podía hacer el Gobiernoa la Universidad en su actual etapa,que esta obra 'suprema, que le permitirá llevar a cabo las reformas que la~xperiencia aconseja y la renovaciónque el ideal suscita.
Con la decisión y la clarividenciade los estadistas auténticos, el Presidente de la República ha colocado enel primer plano la educación nacional.La Ciudad Universitaria deberá alentusiasmo y a la ayuda del doctorMiguel Alemán, su vida desarrolladabajo el triple anhelo de la libertad,de la tolerancia y de la idea.
El creciente adelanto de las disciplinas científicas, que marca una erade gran esplendor a la industria y alas técnicas. afectando también a losproblemas sociales, ha merecido de laU niversidad preferente atención, destacando en la obra de la cultura científica, los progresos de la física. Estamos al comienzo de la más grandemodificación que la historia hayajamás sufrido y las universidades deben preparar a los hombres para esteperíodo inmediato.
Los hombres de ciencia de Méxicohan trabajado callada y celosamente.Es llegado el momento de contabilizar los resultados obtenidos en losúltimos cincuenta años, y ningunaoportunidad mejor que estas fiestasjubilares de la Universidad. A ello sedebe la organización del CongresoCientífico; que en breve inauguraremos, con la asistencia de grandesmaestros e investigadores extranjeros.
Pero los desarrollos científicos nodeben hacer olvidar a la Universidad.que el mundo de hoy la obliga a contribuir en la afirmación del principio
de la dignidad de la. persona humana.a difundir el respeto a los derechosfundamentales del hombre, y a promover su efectiva observancia. La dignidad del individuo y los derechosbásicos del hombre son a la vez unade las condiciones y una de las metasprincipales de la cultura.
Son condición para una auténticacultura, porque la cultura tiene plenosentido solamente como medio al servicio del hombre. como instrumentopara que el hombre pueda realizar losvalores a los que está llamado, comoprocedimiento para la elevación de lapersona. La cultura resultará auténtica y estimable, sólo en la medidaen que reconozcamos que es en la persona donde encarna la realización delos más altos valores. Y persona quiere decir ser con fines propios. ser quetiene un fin en sí mismo y que nuncadebe ser_degradado a la situación demero medio al servicio de fines ajenos; quiere decir, en suma, ser queposee dignidad.· Del reconocimiento
. de la dignidad fluyen como corolarios los derechos fundamentales delhombre. Así; dignidad y. derechosfundamentales son requerimientos éticos de validez universal, que constitu-
. yen el supuesto de una verdadera cultura; pero son algo más, son también el requisito indispensable paraque pueda florecer de hecho una cultura genuina. É~ta puede desenvolverse solamente sobre la base de la dignidad espiritual de la persona y gn ·unambiente de libertad, es decir, de librediscusión, de franquía para todas lasideas, de ilimitados horizontes parala investigación.
Ahora bien, la dignidad individualy los derechos humanos básicos son,además, una de las metas de la cultura, porque representan uno de losmás altos fines éticos. Filosofía, Ciencia, Arte, Técnica y Economía debenelevar y mejorar al hombre y ayudarle a desarrollar todas las potencialidades de su personalidad. La cultura noes una realidad transpersonal independiente del hombre, sino que esuna función de la existencia humanapara orientar ésta hacia los valores,de los cuales ha menester. Por eso. alpromover el reconocimiento de la dignidad personal y la efectiva observancia de los derechos fundamentales delhombre, la Universidad cumplirá conuna capital exigencia de los valores.
En la vida de nuestra Universidadno ha dejado de brillar como estrellafulgente la libertad de pensamiento,como derecho inherente a la personahumana. Aún en la época colonial,eÍ doctor Díaz de Gamarra enseñó queen la investigación de la verdad debeseguirse a ésta sin jurar por la palabradel maestro. En tiempos más recientesconsagró su autonomía y libertad decátedra con sangre estudiantil. En me~
dio de las tempestades sociales, no dejó de ser guía de la patria.
La obra de su pensamiento ,ha sido
teológica en .la dominación española.positivi.sta con Barreda; ha profesadoel criticismo con Sierra y la intuicióncon Caso. Hoy se. asienta en el examen obj~tivo de los fenómenos, en elanálisis libre de las doctrinas y las instituciones, en el amor y servicio a lapatria, pero también con emoción defraternidad humana en el propósitode que reinen sobre la tierra los bienesdel espíritu.
Señores Delegados Universitarios:
La Universidad a cuyas fiestas jubilares asistís os da por vuestra presencia las más cumplidas gracias y ensu nombre os suplico transmitáis, avuestras respectivas instituciones.. sumás afectuoso saludo. Con particularsimpatía y amistad recordamos a lasUniversidades madrinas, cuando en1910 se restableció nuestra Casa deEstudios. A nuestros hermanos de
J'Ar LE TRES GRAND HONNEUR deprende la parole au nom des nouveauxdoeteurs honoris causa pour offrir aM onsieur le President de la Repúblique et a M essieurs les Ministres quihonorent cette cérémonie de leur présence nos respectueuses salutations.Nous savons tous leur efforts énergiques et couronnés de succés pour développer la culture et la science dansleur pays. C'est ace titre que nous lesprions d'agréer notre hommage le plusdéférent.
Je veux aussi exprimer a notre illustre ami, le grand juriste et administrateur, M onsieur le Reeteur D.Luis Garrido ainsi qu'atout le coipsprofesoral notre profonde gratitudepour la haute dignité académiquequ'ils viennent·de nous conférer. Nousvoulons aussi les assurer de notre sincere et cordiale affeetion.
Antes de proseguir esta breve alocución, quiero pediros ante todo, señoras y señores, que me perdonéis por
raza e historia de Salamanca. A laUniversidad de París tan dignamenterepresentada en la persona de su egregio Rector Jean Sarrailh y a la Universidad de California, exponente dela gran civilización americana.
Agradecemos con profunda gratitud los mensajes de los centros decultura superior que no pudieron acreditar representantes. Es un presagioalentador advertir cómo las universidades del mundo se unen generosamente para conmemorar sus aniversarios, y para unir sus esfuerzos coordi c
nadas y perseverantes en la conquistade sus nobles ideales.
Por lo que concierne a nuestra Casa. sus mejores anhelos y empeños están en realizar. asociada a las demásuniversidades del mundo. un renovado humanismo. un humanismo concreto al servicio de los hombres reales. como promesa inefa9le de horasmás lúcidas y mejores.
el gran atrevimiento de hacer uso enadelante de vuestra lengua materna.Me figuro que bien entenderéis el sentido profundo de esta audacia: así meserá permitido afirmar con más fuerzala amistad entrañable que me une alpueblo y a la Universidad de México,y aseguraros que merced a la comunidad del idioma me siento más cercade vuestro pensamiento y vuestro corazón.
Mis colegas y yo experimentamosen estos momentos gran emoción alvestir esta noche la toga de vuestraUniversidad, al ingresar en vuestrafamilia de alta alcurnia y noble abolengo espiritual. Es que, señoras y señores, conocemos su historia ya viejade cuatro siglos, tan bien bosquejadapor los brillantes oradores de esta mañana, su lento caminar en medio demuchas dificultades y grandes obstáculos, sus luchas contra varias clasesde enemigos, sus fortunas y adversidades. sus horas de esplendor y deca-
UNIVERSIDAD DE MEXICO * 5
El Coordinador de- Humanidades de la UNAM, licenciado Agustín y áñez, invistecon las insignias doctorales a don Jaime Torres Bodet.
DISCURSO DE DON JAIME TORRES BODETDirector GI'ne-ral de la Une-sco
dencia. Sabemos muy bien que, comola venerable Sorbona y otras Universidades europeas, sufrió el peso de ladisciplina escolástica, a pesar de lasinquietudes renacentistas y, más tarde, del vendaval de libertad en el sigló XVIII.
Pero no ignoramos lo que significó la gloriosa fecha de 1910, cuandose trató no de restaurar un organismo viejo y casi moribundo, sino decrear úna escuela nueva, abierta alprogreso científico y consagrada a lailustración y prosperidad del pueblomexicano. Ya nos parece que en estosinstantes oímos la voz elocuente delapóstol de la cultura nacionaL delMaestro don Justo Sierra, cuandoafirmaba: "Los fundadores de laU niversidad de antaño decían: «Laverdad está definida, enseñadla.» Nosotros decimos a los universitarios dehoy: «La verdad se va definiendo;buscad la» ."
Tampoco hemos olvidado, máscerca de nosotros, el concepto luminoso que tenía formado de la Universidad el insigne arqueólogo donAlfonso Caso -he~inano del granfilósofo siempre llorado y recordado-, quien escribía, cuando veníameditando sobre el problema de laenseñanza superior: "El principio delibertad de cátedra y de investigacióndebe quedar consagrado como un postulado esencial para la vida misma dela institución universitaria": y después de haber hablado de "la abstención de la Universidad en los asuntospolíticos del Estado", añadía estasfrases memorabies: "Esto. por' supuesto, no quiere decir que el universitario. por tener tal carácter, pierdael más general e importante de ciudadano, y que no conserve todos susderechos. de acuerdo con las leyes denuestro país, para organizarse, en laforma que lo estime conveniente, conel objeto de participar en la vida cívica. Pero la Universidad, como taLha de permanecer constantemente ajena a las cuestiones políticas."
Por ser, pues. según la voluntadde sus nuevos creadores. la Universidad de México un asilo de libertad eindependencia. un nuevo templo consagrado a la ciencia, comprenderéis,queridos compañeros. con qué profunda satisfacción aceptamos nosotros, los nuevos doctores honoriscausa, la honra de sentarnos a vuestrolado y formar parte de vuestro dignísima claustro.
Pero hay más. En los días aciagosque nos ha tocado vivir. y que sontan recargados de preocupaciones yamenazas, observamos con dolor que,por causa de la técnica y maquinismocuyos progresos se van desarrollandocon vertiginosa velocidad, se pierdepor todas partes el sentido de 10 humano. y la noción de fraternidaduniversal. Lo espiritual retrocede delante de 10 mecánico: la solidaridad,delante de la cruel -competencia eco-
nómica. Ya no sabemos más lo· quees la dulzura de vivir, el arte de armonizar el ritmo individual con la marcha del tiempo, cada día más precipitada y apremiante. Ya, y esto es lomás grave, no se tiene respeto a lapersona huma'na a la cual se le quiereimponer un modo de pensar y de actuar. por haber desaparecido la virtudcardinal de las grandes épocas históricas, la tolerancia y la mutua comprensión.
Pues bien, nosotros creemos que envuestra Universidad sigue por fortunael culto al humanismo. que se mantiene aquí' siempre viva la jerarquíaestricta .de los valores humanos, y quetodos sus' ilustres maestros., fieles alespíritu de la latinidad, a su tradiciónoriginaria más pura y fecunda, d~
fienden las prerrogativas del hombreeterno, sin rehusar por tanto de servir incondicionalmente a la cienciamás moderna. tan dignamente representada en vuestras facultades e institutos. Por la busca incansable de 10que constituye la esencia y la autenticidad humana. vosotros trabajáispara fortalecer la gran comunidadmundial. Así lo hicieron los filósofosfranceses del siglo XVIII y, verbigracia, Duclos,. cuando escribía en susConsideraciones sobre las costumbres:"Los hombres de mérito, de cualquiera nación que sean, no formanmás que una entre sí."
Así lo proclamaba. por el mismotiempo. un español ya olvidado.Agustín Foronda. cuando afirmaba:"El hombre es ciudadano del mundo." Así 10 explicaba el Padre JoséMárquez, mexicano de la misma centuria. cuando se expresaba de este modo: "El vetdadero filósofo es cosmopolita y tiene por compatriotas a todos los hombres; la verdadera filosofía no reconoce incapacidad enhombre alguno o porque haya nacidoblanco o negro, o porque haya sidoeducado en los polos o en la zonatórrida. "
Bsta gran lección de solidaridadhumana y de amor. bien la habéisoído vosotros. cuando -según medijo mi amigo y éolega, el RectorGarrido- habéis decidido inéorporaros en la nueva Asociación Internacional de Universidades, tan llenade esperanza, de espíritu de amistady concordia ~niversaI. y que cuentacon el valioso apoyo de la Uniónde Universidades Latinoamericanas.Tampoco vuestro Gobierno la desatendió, pues. desde un principio,aprobó con entusiasmo la entrada devuestro país. en la Unesco. de granprestigio internacional, cuyo directorgeneraL que rige sus destinos con mano firme y preclara 'inteligencia. es;por cierto, el gran mexicano donJaime Torres .Bodet.
Temo. señoras y señores. haberpropasado los líniites' que me habíafijado al principio de esta breve. oración. Pero conozco vuestra benevo-
lencia y supongo que puedo contarcon vuestra indulgencia. Al terminar,os quiero decir que mañana, cuandovolvamos a nuestras lejanas Universidades, podremos dar cuenta a nuestros colegas que no tuvieron la suertede asistir a este acto tan solemn~,
que México, su pueblo, su gobierno,y su Universidad. nos han acogidocon un esplendor y un cariño verdaderamente emocionante; que aquí, en
HACE TREINTA Y OCHO AÑOS, uncolegial penetraba anhelosamente enel recinto de la Universidad de México. y, con tímida pluma, anotabasu nombre al pie de la solicitud deinscripción para el primer ·curso de laque era, en San Ildefonso. su granpórtico positivista: la Escuela Nacional Preparatoria. Se abrían -ante sus
ojos todas las tentaciones de la cultura. Las matemáticas, con sus símbolos y sus signos. capaces de mediren fórmula estricta 10 mismo el diámetro de la tierra que el paralaje deun astro, o el esfuerzo de un ala ...Las ciencias naturales, con sus metáforas' hechas cuerpo, de sangre o declorofila, flores que curan o que adormecen, pájaros que hablan. como enlos cuentos; caballos y leones. deBuffon o de Plinio. resucitados siglosmás tarde en el tema de un frescode Diego Rivera o en el mármol deun endecasílabo de Díaz Mirón. Lahistoria, con su desfile trágico o pintoresco, avanzando por los capítulosdel manuaL desde el Orie~te de Sesostris y Nabucodonosor, hasta el O~
cidente de Morelos. de Lincoln y deBolívar. La geografía, con' sus excursiones inmóviles sobre el mapa. poema inmenso de naufragioS y de conquistas, en cuyo texto. para separarlas estrofas de los continentes. el marinserta, ;con tipográfica pertinencia,el asterisco de una isla solitaria o lospuntos suspensivos de un arth~piéla-
vuestra poderosa capital de luz y debelleza, hemos participado en unaceremonia inolvidable de fraternidadespiritual; que, por fin. en este glorioso centenario, hemos afirmado contoda fe y energía. así la Universidadde México como sus hermanas delmundo entero. nuestra voluntad inquebrantable de consagrarnos a laciencia y a la cultura. así como a lajusticia. la libertad y la paz.
go. .La filosofía. experiencia de rigory, a la vez, aprendizaje insigne de tolerancia; disciplina y piedad del alma; diálogo infinito entre el hombreque vive dentro de una situación quele ha sido dada y el hombre que vivepara comprend$lr y, eventualmente.enmendar esa situación. y, entre lasprobetas de la ~la·se de' química. el
telescopio del observatorio escolar yla botella de Leyden de una lección defísica. la literatura, sueño despierto,espectáculo siempre activo, en que elespectador -quiéralo o no- es actor irreal de 10 que presencia: Eneaen, Virgilio. Hamlet en Shakespeare oDon Quijote, cuando no Sancho, enla creación patética de Cervantes.
El colegial de que os hablo vivió.en aquella Casa de Estudios, la mayoraventura que puede vivir un joven: eldescubrimiento - iba a agregar: lainvención de sí mismo.
Maestros de mente honrada y depiedad sin flaquezas le guiaron en elperiplo que es menester intentar paraadentrarse. en el propio ser. Cuando.ahora, al término de la madurez. elcolegial de antaño ve 10 que una experiencia de varios lustros ha ido depositando' sobre. su alma -en polende esperanzas tenaces o en polvo demisteriosas melancolías-lo que comprueba, en primer lugar, es que cadaacontecimiento de esa experiencia habría sido para él absolutamente dis-
6 * UNIVERSIDAD .DE MEXICO
(Autorizado por la Comisión Nacional Bancaria en Oficio N° 601-Il-7399 de28 de abril de 1948.)
COMPRE CERTIFICADOSDE PARTICIPAClON . ..
NACIONAL FINANCIERA, S. A.
1-1'~. ,~
G i';
cionaría la mejor de sus tradiciones yperdería su más egregio timbre de glona.
Hombres universales, ejemplarescompletos de una humanidad verdaderamente solidaria, eso es lo que másfalta hace a las colectividades febrilesde' nuestra época.
Si proyectamos una mirada objetiva sobre el presente de la civiliza~
'ción, advertiremos hasta qué punto elhombre de hoy depende de las técnicas, y en qué proporción el desarrollode las técnicas depende, a su vez, de lainvestigación científica desinteresada.Las más sencillas gestiones de la vidasocial, los actos individuales más simples. están atados --como por hilosinvisibles y tenues- a algún invento.
Gracias al aeroplano, a la radio, ala televisión, las distancias han sidoacortadas para el cuerpo, cuando nosuprimidas para el espíritu. Una especie de ubicuidad nos ha sido otorgada. El día, la semana, el mes. el añose han henchido de posibilidades que,antes, hubieran sido juzgadas ilusiónde un fantástico novelista. Y esto ocurre, precisamente, en un período dela historia en que el promedio de lalongevidad del hombre ha aumentadode manera considerable.
Parece como si, en el transcurso deuna sola generación, nuestra existencia hubiera extendido maravillosamente sus límites, en el 'tiempo y enel espacio. Cuando se escriba la epopeya del siglo xx y, sin omitir el relato de los desacuerdos y de las batallas, se haga el registro de las victorias pacíficas del saber, se llegaráa' una conclusión que, para vosotros.resulta obvia: la de que hemos vivido-y estamos viviendo- la revolución técnica más profunda que hayanconocido los hombres desde la era enque los habitantes de las cavernas comenzaban a domesticar, no sé si inconscientemente, los elementos que lanaturaleza ponia a su alcance.
Lo que' esta revolución técnica reserve a la humanidad, no seré yoquien acepte el riesgo de imaginarlo.Muchísimo bien, sin duda; pero acaso, desde otros puntos de vista, muchísimo mal. Basta recordar el conflicto último, para darse cuenta de 10que puede aguardarnos en uno y enotro extremo.
Penetramos así en un terreno muydelicado: el de las amenazas que unaciencia sin equilibrio moral puede representar para la civilización. No pretendo, por cierto, acusar a la cienciade las destrucciones ejecutadas en sunombre. Hacer responsables a los investigadores -y a ellos nada másdel estado internacional que provocaesas destrucciones, sería descargar fácilmente. sobre una minoría, una responsabilidad que todos compartimosy que, mientras la paz no se consolide, será una responsabilidad mundial. Pero, sin llegar al punto en que
México 1, D. F.
crueles para no intentar una acciónconjunta contra el desistimiento delos espíritus. Porque es deber de lainteligencia el generalizar en todoslos hombres, por la cultura, el sentido de la responsabilidad popular, afin de establecer un civismo internacional y hacer de la paz lo que debieraser toda paz activa: el fruto de unacolaboración permanente de todos lospueblos.
Estoy asistiendo, con la representación de la Unesco, a los debatesdel Consejo Interamericano Cultural.Ahora bien: ¿qué es lo que ese Consejo se propone? ¿Y qué es 10 quebusca la propia Unesco, sino el robustecimiento de una solidaridad que,por intelectual y moral, no sea exclusivamente el efecto de una alia,nza política o de un co~venio económico?
En esa función de universalidad yde comprensión recíproca, las universidades han precedido valientemente a,los Estados. En efecto, ninguna universidad digna de ese nombre puedereducirse a ser un gabineIi.te de investigación, una fábrica de diplomas o,
,incluso, un conservatorio de cultura.Si, abrumadas por, su papel instrumental -producir profesionistaslas universidades desdeñaran su aptitud más augusta -la de modelar caracteres de hombres capaces de ~nten
der, ayudar y: querer a todos los otroshombres-la enseñanza superior trai-
Venustiano Carranza 25Apartado 353
En el programa tendiente a impulsar el desarrollo económico del paísla NACIONAL FINANCIERA, S. A., continúa cumpliendo su parte, al estimular en una forma cada vez más vigorosa el desenvolvimiento industrialde México., Es a través de sus emisiones de Certificados de Participación como laNacional Financiera ha logrado absorber una considerable porción del ahorropúblico -más de 1,000 millones de pesos hasta el 31 de. enero pasado.- encauzándolo hacia la promoción de industrias que reafIrman la estructuraeconómica de México.
Colabore usted en esta magna tarea permitiendo que sus ahorros, juntoa los de miles de mexicanos, se traduzcan en inversiones productivas de lasque depende en buena parte nuestro progreso.
I
se m~ otorga? Al advertir lo exiguode mis merecimientos, he de percatarme, por fuerza, de que este don tiene,antes que nada, el valor de un estímulo generoso.
Llevado por las circunstancias atrabajar en el seno de una instituciónerigida para defender la paz merceda la educación, la ciencia y la cultura,lo que en tal estímulo más 10 obligaes comprender que implica, de vuestraparte, un aliento a perseverar en laempresa internacional en que participo. Aceptad por ello toda mi gratitud.
EJ;l un J!1undo en que las cicatricesse confunden {:on las heridas, en untiempo en que las ideologías se combaten urias a otras, con tanta violencia y pasión como los ejércitos,frente a una humanidad a la que sóloel miedo de perecer en común parecepersuadir, por momentos, de las ventajas de vivir en común, una obra deconciliación intelectual y moral no es,ahora; fácil ni cómoda. Sin embargo¿cuál más urgente? Y, a la postre,aunque lenta, ¿cuál más fructuosa?
Ciertamente, la educación, la cultura y, la ciencia no lograrán evitar'por su solo esfuerzo y en espacio depocos años lo que no eviten, con prudente energía, los estadistas. Pero hacesiglos q'ue se dice lo, mismo, ante cadacrisis. Y los resultados de esa abdicación de la inteligencia son demasíado
tinto si, a fin de explicarle la vida,hubiera empleado la humanidad intérpretes menos, serios, menos cordiales y menos justos que aquellos profesores estoicos y bondadosos.
El colegial de entonces, señores-lo habéis comprendido ya-, es elhombre que os habla hoy.
Crecido al amparo de la Universidad, es infinita la deuda que he contraído para con ella. He leído muchoslibros, pero los que evoco, entre todos, con particular 'estremecimiento,son aquellos que consulté en sus bibliotecas: biblioteca oscura, vasta ymonjil de la Escuela Preparatoria, biblioteca de Altos Estudios, clara y metálica, biblioteca de la Facultad de"Jurisprudencia, en la cual no revelaréa muchos de los presentes, ningún secreto si confieso que fueron más lashotas que consagré a un amarillentoeJemplar del Espíritu de las Leyes quea los flamantes volúmenes de los Códigos'. He visto, asimismo, muchospaíses. Pero, al llegar por primera veza cada capita} visitada, una voz conocida me saludaba desde el andén oe'n el vestíbulo del aeródromo: la vozde mi viejo maestro de Geografía que,á través de los años y de las distancias, me repetía su mensaje conmovedor. Mensaje henchido -¿porquénegarlo?- de estadísticas ya pretéritas. Y, sin embargo, mensaje tanimpregnado de honda sabiduría y tanpenetrado de simpatía para todos lospueblos del mundo, que, bruscamente, en las calles de la ciudad extranjera, México revivía para mí al conjuro de aquel recuerdo de adolescencia.
,Todo esto que os digo lo sabéis,sin duda, mejor que yo. Una balanzainvisible pesa los actos de cada ser.La que, en mi interior, ha pesadoconstantemente los míos, buenos omalos, es una balanza moral construída aquí, comprobada aquí, ennuestra venerada Casa de Estudios. Sufiel es el fiel de México.
¿Cómo podría expresaros más claramente la emoción que me embargaen este ~omento, cuando la Universidad se ilumina y se pone en fiestapara conmemorar cuatro siglos de historia, y cuando las autoridades que laadministran --entre las que saludo asu eminente Rector- me llaman acompartir con ellas y con vosotros unregocijo en verdad filial? Pero haymás aún. Yo, que hubiera podidovenir como el más modesto ex alumnoa esta ceremonia, recibo en ella unadistinción que nunca esperé. Me veo,de pronto, entre un grupo de mexicanos por los que siento una admiración acendrada durante lustros. Se meconfiere al mismo tiempo que a ellos-y a un conjunto internacional depróceres del saber y de la enseñanza- el más alto honor que puedeconferir la Universidad en un dia dejúbilo. Y me pregunto: ¿qué es lo quepremia, en mi caso, el doctorado que
,UNIVERSIDAD DE MEXICO * 7
MEXICO, D. F.
Seguros sobre la Vida
casos nos duelen menos cuando sentimos que su recuerdo p6drá ahorrarles un desástre posil;lle o un viejo'er·ror. Y núestros aciertos 1105 confortan porque pensamos que tal vezconsoliden en su conciencia ese opti·mismo viril que es imprescindible parainsistir, hasta la muerte, en la buscaincesante de la verdad. Para ellos, que'son promesa, la palabra mejor de micorazón.
Un aniversario, señores, es siempreuna cita con el destino. La Universidad Nacional Autónoma acude a esacita con entusiasmo y con lealtad. Unpasado ilustre la induce a superarse.U n inmenso futuro la aguarda en esaCiudad Universitaria, cuyas obras vemos con pasmo. Sobre el paisaje austero elegido para su construcción, losedificios de esa Ciudad del mañanason el mejor testimonio de la fe queel pueblo y el Gobierno de. Méxicodepositan en los valores del .espíritu.
Ningú'n símbolo podría representar de manera más vigorosa el au,gurio que elevo, en nombre de. la U nescoy en mi propio nombre, para el porvenir de la Universidad Nacional Autónoma. ¡Que sea, siempre, una fuerza libre, regida sólo por las leyes dela ve(dad! ¡Que sea, siempre, unafuerza auténtica, expresión genuina ycordial de México!..i Y que sea, siempre, una fuerza pura, defensora sinreticencias de la libertad y la dignidaddel hombre!
OFICINAS" GEN ERALES:
Tels. 10-46-60 y 35-31-16San Juan de Letrán 9
SEGUROS DE MEXICO, S. ·A.
toda gran Universidad. He aqui lalección que incumbe, en México, anuestra Casa de Estudios. He ahí larazón del magnífico estímulo que pa-
. ra mí significa el diploma con queme honráis.
He hablado, hasta ahora. a losmaestros. ¿Y cómo podría no hablar,ante todo, a ellos, un hombre que lesdebe las mejores satisfacciones de suexistencia? De niño, el primer en·cuentro con la imagen de un universológico y sistemático. De estudiante, elapasionado \reclamo de las voces seductoras de la cultura. Y más tarde,cuandQ tuve el singular privilegio deservir en la Secretaría. de EducaciónPública, el ver cómo la Patria se hacetodos los días -y cada día- en losojos del párvulo sorprendido por larevelación magnética de las cosas, o enla mente de los analfabetos que, trasde la fatigosa jornada, en la ~s'cl,le1a
rural nocturna, deletrean. con ansiedad, sobre la humilde cartilla, el amorde México! ....
Pero no podría terminar sin 'dirigirme a mis ·jóvenes compatriotas.Ellos -y sus hermanos del mundo
. entero-- son la justificación esencialde nuestro existir. La lámpara quecuidamos, en el santuario de nuestraintimidad más celosa, no tiene otrosentido que el de poder alumbrarlesun poco en la ruta por la,que avanzan hacia la luz superior que todavíanosotros no poseemos. Nuestros fra-
vía parece hoy un soberbio enigma.por los contrastes de inteligencia y deinstintivos excesos en que se deleit!\ba.Tal frase adquiere, en nuestra era, trágica actualidad.
La conciencia a que aludo no es so- .lamente aquella que conduce al investigador y al descubridor a una vigilancia constante de sus recursos técnicos y a una subordinación absolutaa las normas de ·la verdad. Semejanteregla me parece primordial requisitoen todo estudioso; En su aspecto másperceptible, esa es la que el públicollama, atinadamente, la concienciaprofesional del sabio. Pero hay otra,mucho más amplia y,- en los mejores,mucho más honda, espejo en que elsabio mira la imagen de su verdad,proyectada sobre la perspectiva completa de la cultura a que pertenece.AhÍ, en esa confrontación esencial yconmovedora de lo que se sabe con.10 que se es, ahí, sobre todo, es dondese aprecia el valor humano de unaverdad. Y ésa, señores, es la conciencia sin cuyo lúcido predominio seríala ciencia, tan sólo, ruina del alma.
Tal conciencia implica una solidaridad interior de todos los aprendizajes y todas las experiencias del individuo, porque constÍtuye una síntesis-universitaria y univ:ersal- que rebasa el marc? estrecho de la profesión:y asocia, en una sola' virtud, la bandad y la· inteligencia, la sensibilidad yel carácter, la especialización del "sabioy la integridad del hombre.
Ya 10 afirmaba en 1910, con su'majestuosa elocuencia. don, Justo Síerra: "No; no será la U riiversidad unapersona destinada a no separar losojos del telescopio o del microscopio,aunque en torno de ella una naciónse desorganice; no la sorprenderá latoma de Constantinopla discutiendosobre la naturaleza de la luz del Tabar." Y reconocía, en seguida, quehay problemas eternos que la Universidad no tiene derecho a menospreciar; y en presencia de los cuales,"el hombre no es más que el hombre,en todos los climas y en todas lasrazas". "Es decir --exclamaba magistralmente- una interrogación antela noche."
No sé si la ciencia, la educación yla cultura podrán dar, por sí solas,
.una respuesta definitiva a esa tremenda interrogación. Pero sí estoy segurode que, sin el auxilio de la cultura, dela educación y de la ciencia, todaotra respuesta será precaria.
Apreciar en la vida, incesantemente, la oportunidad de un serviciopúblico, sentirse en cada momento responsable de los demás como de símismo, estimar en los beneficios delsaber o del arte una obligación sagrada de asistencia y de amor paracuantos viven sobre la tierra, ver enla justicia Una vocación de fraternidad humana, tratar, en fin, de fundarla paz sobre el respeto de todos lospueblos, he ahí la lección mayor de
3LITERATURA MEXICANA SIGLOXX (Primera parte). Por José Lui!Martínez, S 15.00.
2PAISAJES Y LEYENDAS, TRADUCIDAS Y COSTUMBRES DEMEXICO (Segunda serie). Por Igna·cio M. Altamirano, S 12.50.
4LITERATURA MEXICANA SIGLOXX (Segunda parte). Guías bibliográficas. Por José Luis Martínez$ 10.00. '
5LITERATURA ESPA~OLA. Hastafines del Siglo XV. Por Agustín Miliares CarIo, $17.50.
DE VENTA EN LA
VOLUMENES PUBLICADOS
ANTIGUA LIBRERIAROBREDO
CREACION y CRITICA LITERARIA
1LITERATURA ESPA~OLA SIGLOXX (Segunda edición). Por Pedro Salinas, $ 12.50.
Esq. Guatemala y Argentina
México, D. F.
Solicite nuestro Boletín
Mensual "AvIsos"
CLASfCOS y MODERNOS
la creaClOn de la ciencia escapa a laciencia ¿no creéis que hasta la cienciamás pura lleva en sí misma un enemigo tácito y cauteloso? ¿Y no pensáis, acaso, que ese enemigo es la abstracción desmedida en que se complace, crecientemente, .cada especialidad?
Un admirable químico decía, en lapasada centuria, que la generación delos químicos que habían sabido todala química estaba llamada a morir.con él. Su declaración era una prueba de modestia más que de jactancia,pues quien la hacía se daba cuenta deque la ciencia había entrado en eseperíodo de expansión en el que loscampos se restringen porque se profundizan y en que los planos se reducen, para poder enfocarlos mejor.
Sin embargo, aun reconociendo elmérito incalculable que implica el serespecialista de algo -y de algo concreto-, me perdonaréis que insista enla necesidad de que' el especialista noolvide nunca que su tarea fundamental es la de ser hombre. Fuera del ga- .bine te, la vida existe también. Ycuanto mejor comprenda la funciónsocial de su actividad en el drama deesa vida exterior a su gabinete, mejorserá la contribución del sabio a laciencia del mundo - y a su conciencIa.
"Ciencia sin conciencia no es sinoruina del alm;\" escribía, hace más decuatro siglos, un hombre que toda-
8 * UNIVERSIDAD DE. MEXICO