Talcahuano, comuna portuaria. 1
EL CHANCHO E’
GOMA INFORMA
22 de Septiembre 2014
FELIZ DÍA DEL
TRABAJADOR
PORTUARIO
DÍA DEL TRABAJADOR
PORTUARIO
En este número: Mensaje a los jóvenes – Origen del Movimiento Portuario
de Chile – La necesidad de luchar unidos con otros sectores – Comité
Paritario: ¿Qué es y para qué nos sirve? - Fotografías ganadoras del
concurso portuario y más!
Samuel Núñez González, Armando Jiménez Machuca, Guillermo Álvarez
Cañas, Héctor Rojo Alfaro.
Asesinados el 22 de Septiembre de 1973. Su único delito fue luchar por los
derechos de los trabajadores de nuestro sector.
Nuestro homenaje debe ser seguir luchando y nunca olvidar a los caídos.
Talcahuano, comuna portuaria. 2
DÍA DEL TRABAJADOR PORTUARIO
Mensaje a los jóvenes
Este 22 de septiembre no es un día
cualquiera para una parte importante de
esta sociedad, sobre todo para los que
dependen del negocio de las exportaciones
e importaciones. Hoy conmemoramos el
Día del Trabajador Portuario de Chile, en
este número junto con rendir un homenaje a
nuestros mártires asesinados por la dictadura
militar el 22 de septiembre de 1973 en San
Antonio, este boletín “Chancho e’ Goma”
quiere dejar un mensaje a los jóvenes que
hoy se integran a este hermoso oficio.
Desde que Chile existe como república, es
que el trabajo portuario se realiza, los
jornales y lancheros en el siglo XIX fueron
quienes dieron el inicio a nuestro gremio,
organización y lucha fueron la base de esta
organización. En el camino siempre hemos
tenido que lidiar con la ambición de los
mercaderes y políticos; nos han aplicado la
fuerza para detener nuestras legítimas
aspiraciones. La matanza en Valparaíso en
1903, ordenada por el gobierno, pero
dirigida por la Sudamericana de Vapores, es
un ejemplo, también el asesinato de Samuel
Núñez González, Héctor Rojo Alfaro,
Armando Jiménez Machuca y Guillermo
Álvarez Cañas quienes cayeron
defendiendo la organización de los
trabajadores en San Antonio en 1973
(sindicato). Estos hechos nos tienen que
marcar un precedente: los trabajadores sólo
podemos confiar en nuestras propias fuerzas
para conquistar nuestros sueños. También
debemos recordar que en el tiempo han
caído muchos compañeros en estas faenas
dentro de los recintos portuarios, otros con
mejor suerte están con secuelas
permanentes producto de algún accidente;
muchos no sabemos qué enfermedades
contraemos al estar en contacto con los
diferentes productos y debido a los esfuerzos
físicos que debemos realizar. Este es nuestro
trabajo, muy importante para el desarrollo
de cualquier nación, y en Chile, debido a
nuestra geografía, es de suma importancia.
Hace 4 años que decidimos que teníamos
que tener un día para recordar a nuestros
mártires, pero también para decirles a la
sociedad chilena que más allá de la
televisión y de los mall, existe una cultura
que lleva más años que nuestra república, sí
compañeros, nosotros somos una cultura,
con un lenguaje, con una forma de vivir, de
amar, de sentir….y si hoy el gobierno y los
honorables del congreso de la república nos
distinguen con un día oficial para nosotros,
no es porque se les haya ocurrido, sino
porque nosotros, con nuestra lucha, los
obligamos a hacerlo.
En las principales ciudades puertos del
mundo se han levantado monumentos a
nuestra labor; en estos países, se ha
reconocido públicamente nuestra
importancia para la sociedad. Si miramos
en cada ciudad o comuna donde existe un
puerto, nos daremos cuenta que somos
Monumento a los Estibadores. Londres,
Inglaterra
Talcahuano, comuna portuaria. 3
SE PÚBLICO EN EL DIARIO OFICIAL LA “LEY CORTA”
Este 17 de Septiembre se publicó en el Diario Oficial la llamada Ley Corta. A partir de esta
fecha las empresas tienen un plazo de 6 meses para cumplir e implementar lo decretado en
dicha ley.
quienes levantan la economía local,
compramos en los boliches, supermercados,
mercados, peluquerías, botillerías y cantinas,
pub y prostíbulos, etc. Las comunas, no son
comunas así no más, tienen apellidos, son
comunas portuarias, ya que nuestra labor
directa o indirectamente está afectando
todo su quehacer diario.
Aquí en Talcahuano, antes de la última
elección de
alcalde, el señor
Gastón Saavedra se
comprometió para
desarrollar el
proyecto del
monumento al
trabajador
portuario, esto fue
en una reunión
sostenida en el
Sindicato de
Estibadores de San
Vicente, las promesas hay que cumplirlas ¿o
no?
Se vienen más desafíos, no digo nuevos, ya
que desde el año 2004 que estamos con
estas ideas, la regulación del sector, las
enfermedades que se generan en este
trabajo y que no son reconocidas por las
mutuales, las pensiones a los 55 años ya que
este es un trabajo de alto riesgo que a esa
edad y al ritmo que las nuevas tecnologías
imponen en los puertos es difícil de
desarrollar.
Somos un sector que tiene mucha historia,
hoy logramos una ley (la llamada Ley Corta)
que nos entrega algunos beneficios, y a
quienes nos toca vivir este momento
histórico, somos los encargados de defender
lo ganado, para que no se pierda en el
tiempo, tarea para nuestros jóvenes,
aprendan no tan sólo a desarrollar las
faenas, sino que también a luchar por
mantener y mejorar lo que tenemos.
Monumento al Estibador. Situado a la entrada
del puerto. Montevideo, Uruguay
Talcahuano, comuna portuaria. 4
ORIGENES DEL MOVIMIENTO PORTUARIO EN CHILE
(Extracto de libro de G. Salazar, Premio Nacional de Historia de 2006)
A mediados de la década de 1820, las autoridades chilenas (gobierno de Ramón
Freire) decidieron crear un gremio de trabajadores portuarios, dado que hasta allí la carga y
descarga de los barcos que recalaban en Valparaíso y en otros puertos se realizaba
enganchando día a día los botes de los pescadores y a los peones-gañanes del caserío
campesino más cercano. Este 'sistema', que fue útil y
barato para el lento período colonial, resultó azaroso,
ineficiente y retrógrado cuando el movimiento de barcos
aumentó exponencialmente después de la
Independencia y la Ley de Libre Comercio que se aprobó
por entonces. Fue necesario despejar ese cuello de
botella, y las autoridades se movieron en ese sentido. Fue
así que, tras un difícil proceso que duró casi treinta años
(1810 - 1835), surgió el célebre Cuerpo de Lancheros y
Jornaleros, cuya presencia y movilizaciones dejarían huella
a todo lo largo del siglo XIX.
El diseño organizativo de ese gremio fue apareciendo a través de un proceso tortuoso pero
progresivo, y consistió en la integración de tres conceptos distintos que, por entonces,
formaban parte de la cultura y la memoria hispano- coloniales: a) el de 'trabajo colectivo
permanente' (proveniente de la encomienda), b) el de 'salario dual', individual y de
comunidad (recordando el salario indígena) y c) el de 'disciplina miliciana', tomado de los
cuerpos cívicos de las ciudades principales. Sobre ese trípode de tradiciones fue surgiendo
un gremio que no sólo operó con eficiencia en la faena que se le encomendó, sino que,
además, encabezó el movimiento contestatario de los asalariados chilenos durante muchas
décadas. Por su origen fue, pues, un gremio autónomo que fue asociándose al Estado, para
seguir siendo administrado por él y, todo el tiempo, realizando una tarea clave en la
actividad de mayor importancia estratégica para el país: el comercio exterior.
A decir verdad, a medida que, desde 1810,
aumentó el movimiento de carga y descarga, los
pescadores dueños de bote (lancheros)
comenzaron a ajustar libremente sus tarifas con los
capitanes de navío, al mismo tiempo que ajustaban
el salario de los peones (jornaleros) que les
ayudaban en el barco y de los que les ayudaban en
la playa. La Ley de Aduanas de 1822 no legisló al
respecto y reconoció tácitamente las prácticas que
se fueron estableciendo en ese ámbito laboral.
Talcahuano, comuna portuaria. 5
No hay duda de que la
comunidad popular,
compuesta -era el caso del
'pueblo' de Valparaíso- por
pescadores dueños de bote,
campesinos y peones-
gañanes de laboreo diverso,
fue, entre 1810 y 1822, más o
menos, ajustando por sí
misma su relación laboral con los capitanes de barco y sus respectivos sobrecargos.
Naturalmente, lo hizo de modo de no verse explotada y abusada por los patrones 'de paso':
tenía siempre la posibilidad de volver al trabajo de pesca o campesino. Y pudo negociar
con ventaja por la urgencia en que se hallaban lo navieros y los mercaderes para el
embarque y desembarque de sus mercaderías. Por eso, ni las tarifas cobradas por el
lanchero ni el salario pagado a los jornaleros fueron, por tanto, de hambre, razón por la que
los trabajadores perseveraron en esa actividad, sin sabotearla ni abandonarla ... (al revés de
lo ocurrido en la minería). Incluso hasta 1833 -plena dictadura de Diego Portales-los
lancheros se disputaban entre sí la tarea de carga y descarga, dado que las relaciones con
los «shipmasters» era directa e incluso, amigable. Sin duda: la carga y descarga de barcos
mercantes fue, inicialmente, un buen negocio para los pobres que copaban los 'poblados'
de Valparaíso, Coquimbo, Talcahuano y Tomé.
En 1825 el ministro Correa de Saa, sin embargo, consideró que esa relación debía ser
controlada y administrada por las más altas autoridades del puerto, lo que incluía una
fijación oficial de tarifas. La reacción popular a esta medida fue explosiva: toda la
comunidad popular de Valparaíso se amotinó, se tomó el puerto y amenazó con un abierto
desacato a las autoridades. Los amotinados
enviaron una «representación» de protesta al
gobierno, que fue firmada por 759 individuos,
430 de los cuales no sabían leer ni escribir. Las
autoridades debieron ceder y el ministro
renunciar. El impacto de esta «asonada» fue
enorme en los círculos políticos de Santiago, y
duró años en eclipsarse, según atestiguó el
historiador Diego Barros Arana. El resultado neto
de todo eso fue que las autoridades
comenzaron a diseñar los lineamientos 'legales'
del Cuerpo de Lancheros y Jornaleros,
ciñéndose a las prácticas que, de hecho, ya lo
constituían.
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El punto concreto que cabe aquí destacar es que
Valparaíso era, hacia 1820, no propiamente un puerto,
sino una comunidad local (pueblo) con una alta
concentración de campesinos, peones-gañanes y
pescadores. No era un 'pueblo' indígena, pero sí un
pueblo mestizo. Debe tenerse presente que por
entonces los mercaderes chilenos vivían en Santiago
(donde estaba también la Aduana) y los extranjeros no
se establecían aun masivamente en Valparaíso, al cual
dominaron (y refundaron) después. Por eso, ante la
llegada multitudinaria de barcos extranjeros, ese
'pueblo' reaccionó como comunidad. Y como tal se
planteó ante las pretensiones centralistas del ministro
Correa de Saa. Los mercaderes de Valparaíso, muy
alarmados, informaron a Santiago: «el clamor que se
escucha en toda la población, y los brotes de violencia que se han vivido hasta ahora,
preludian un ataque al orden público que nos han obligado a tomar las únicas medidas
adecuadas a esta situación». Lo que prueba que, tanto los talles de navío, los comerciantes,
como las autoridades de Santiago se enfrentaron, para los efectos de racionalizar el trabajo
portuario, con un gremio emergente que, en realidad -lo mismo que los «pueblos de indios»
del período colonial- se asumió a sí mismo en rango de comunidad autónoma. Al punto que
el gobierno de Chile tuvo que modelar el reglamento del gremio adaptándolo no sólo a la
existencia de esa comunidad, sino también a las prácticas que ella había establecido por sí
misma en el cada vez más intenso trabajo portuario.
El diseño más o menos 'clásico' del gremio, hacia 1832, era el que sigue: a) El pago por la
faena de carga o descarga (trabajo de los jornaleros) fue
fijado de acuerdo al peso de los bultos y a la distancia
que debían transportarse; b) la tarifa por la tarea global
se fijaba de común acuerdo entre el lanchero y el
capitán de navío; e) los jornaleros se organizaron en
«escuadras» (cuadrillas) y operaban con un lanchero
particular; d) cada lanchero trabajaba con dos
escuadras: una en el barco (descargaba los bultos desde
el barco al bote), y otra en la playa (transportaba los
bultos desde el bote a las bodegas); e) cada escuadra
estaba dirigida por un «sargento», quien pagaba los
salarios; f) el jefe de los lancheros y de todo el plantel era
el «capitán». Con el tiempo se estableció que el jefe
supremo de todo el gremio (a nivel nacional) era el
Comandante del Cuerpo de Lancheros y Jornaleros.
Como se aprecia, la organización del trabajo era
Talcahuano, comuna portuaria. 7
racional y segmentada, tanto así que, poco a poco, adquirió, como se dijo, los rasgos de
una institución 'miliciana'.
Es de interés señalar que ese reglamento dispuso
taxativamente que el salario de los jornaleros debía ser «el
doble del que se le paga a los peones corrientes», y que el
capitán respectivo debía, a su vez, retener un real del
salario semanal de cada jornalero, a efecto de constituir
un «fondo de comunidad». Este fondo, que era
administrado por el juez de comercio local, se constituyó
no sólo para responder ante los daños que pudiera sufrir la
mercancía transportada, sino, sobre todo, para el
incremento del bienestar del conjunto de los trabadores. El
fondo era, al comienzo, sólo para los «jornaleros», pero
después se integraron a él también los «lancheros». No hay
duda que el gremio, con el incremento del comercio
exterior y el nivel racional de las tarifas, alcanzó pronto un
nivel de «bienestar» y de organización que, de lejos, fue
superior al resto de los trabajadores chilenos. En mayo de 1835, el «fondo de jornaleros»
disponía de un excedente que ascendía a más de $5.000 (equivalente entonces al precio
de una hacienda mediana). Como es natural, tal excedente no sólo atestiguaba el
bienestar de los jornaleros, sino también la existencia de un capital de «comunidad» de
escala mayor instalado al borde de una ansiosa cofradía de mercaderes. Eso despertó el
interés del municipio local -que intentó integrar ese fondo a su escuálida tesorería, para
abrirlo al crédito público-, pero también el de las elites en general, que se movieron
entonces para controlar el gremio por sí mismas. Fue inevitable: el fondo comenzó a ser
tomado a préstamo por el municipio o los
mercaderes locales, al paso que los cargos de
sargento, capitán y comandante fueron pronto
provistos por las autoridades centrales, a cuyo
efecto designaron a personas que no pertenecían
al gremio, sino a los círculos mercantiles del puerto o
de la capítal. Entre 1843 y 1851 las elites de Santiago
y Valparaíso se sintieron por fin seguras como para
dictar reglamentos y leyes formales sobre el gremio
portuario (que operaba ya a escala nacional),
hasta lograr convertido en un gremio de Estado. A
partir de entonces, el Cuerpo de Lancheros y
Jornaleros fue utilizado también -dado su estructura
'miliciana'- para patrullar las calles en momentos de
peligro, catástrofe o 'conmoción interior', para
vigilar las cárceles y para otros menesteres de
Talcahuano, comuna portuaria. 8
servicio cívico que, en el fondo, implicaba operar como sub-policía de seguridad para la
comunidad mercantil. En ese punto fue visto como un gremio monopolista o un monopolio
de Estado, razón por la cual los grandes mercaderes (merchant-bankers) comenzaron a
construir muelles propios y a practicar la carga y descarga de barcos con su peonaje
particular (ciertamente peor pagado). De ahí la tendencia de los 'portuarios' a realizar
huelgas y paros 'nacionales' contra los mercaderes y las pretensiones autoritarias y
monopolistas del capital comercial en general. Tal reacción -de indudable impacto político-
estalló treinta o cuarenta años antes del estallido
laboral del norte salitrero.
Lo que en este apartado interesa destacar, sin
embargo, es la reaparición y permanencia del
sentido de comunidad en respaldo del proceso
laboral y, sobre todo, la del «fondo de comunidad».
No hay duda que, tanto la organización y disciplina
('milicianas') de las escuadras de carga y descarga,
como el reglamento respectivo y la existencia de
ese «fondo» le dieron a esos trabajadores un
elevado poder laboral y de acción gremial, tal que,
a pesar de haberse constituido como 'socio útil del
Estado', pudo rebelarse contra los mercaderes que
intentaron quebrar el gremio, y contra el mismo
Estado que, de hecho, protegía más a los
mercaderes que a los jornaleros. Así lo revela un
examen objetivo del movimiento huelguístico y los
motines populares del siglo XJX.
Las imágenes que ilustran este texto corresponden a pinturas del artista argentino Benito
Quinquela Martín. Es considerado el pintor de puertos y es uno de los pintores más populares del
país. Sus pinturas portuarias muestran la actividad, vigor y rudeza de la vida diaria en la portuaria
La Boca. Le tocó trabajar de niño cargando bolsas de carbón y dichas experiencias influenciaron
la visión artística de sus obras.
Talcahuano, comuna portuaria. 9
LA NECESIDAD DE LUCHAR UNIDOS
CON OTROS SECTORES
El presente artículo busca mostrar las
razones por las que es necesario luchar por
nuestras demandas unidos a otros sectores
productivos, más allá del concepto moral
de considerar a los demás trabajadores
como iguales dado que ellos viven las
mismas condiciones materiales con sus
familias y subsisten trabajando y
“rompiéndose el lomo” como también lo
hacemos nosotros. Pero además de ello
tenemos que tener presente los siguientes
aspectos en nuestras futuras luchas.
Para empezar hay que entender que el
trabajo portuario no es el que genera la
riqueza, sino el que entrega un servicio
estratégico a los sectores económicos que
producen los bienes que constituyen el
ingreso del país, por lo tanto cualquier
cambio en los puertos siempre va a afectar
(en mayor o menor grado) a la industria que
son los clientes de ellos. Lo segundo es que
las demandas actuales de la Unión apuntan
a cambios dentro de la industria, tanto en la
forma de que esta opera, en como
distribuye los ingresos, etc, lo que significará
cambios- en algunos casos profundos- en las
cadena de producción de los productos
que movilizamos, o sea en nuestro caso
afectará a quienes trabajan tanto
plantando el árbol como hasta los que traen
la celulosa o la madera al puerto. Por lo
mismo, para legitimar la lucha y no permitir
que las empresas impidan los cambios
escudándose que afectará el empleo y las
condiciones laborales de los demás, es que
se deben incorporar a todos los que
participan en la cadena, principalmente a
quienes generan los productos que se
exportan.
Cadena de la exportación forestal
Talcahuano, comuna portuaria. 10
Por otra parte se debe entender que el
sector portuario ya no es quien absorbe
buena parte de los costos de producción y
exportación como antiguamente (que era
cerca del 18% de todos los gastos), sino que
producto de la alta competencia generada
entre puertos, el ingreso de los clientes
como propietarios de terminales (Coronel
que es de propiedad de Arauco S.A o
Lirquén de CMPC S.A) y algunas mejoras
logísticas, han reducido la participación del
sector a un 4% del total del dinero
movilizado en las exportaciones. Pero a
pesar de ello, se sigue siendo el cuello de
botella de la movilización de recursos, lo
que da un gran poder de negociación, por
lo cual se puede liderar un proceso que
busque una mejor distribución y condiciones
no sólo del sector, sino ahora de toda la
cadena de producción. Claro ejemplo lo
dio recientemente el Sindicato Único
Portuario de Huasco que uniéndose con los
mineros del hierro y los trabajadores de las
contratistas del rubro lograron un bono
anual permanente de $1.000.000 líquidos
por trabajador, el que será cancelado por
los clientes del puerto que son CAP y AES
GENER (dueño de las termoeléctricas). Ellos
demostraron con hechos que la Unión no
solo de los trabajadores de un sector, sino
que de toda la cadena de producción son
una fuerza aún más poderosa y que puede
apostar a asuntos aún más grandes que las
actuales demandas.
ESTUDIO DE SALUD Y SEGURIDAD OCUPACIONAL
Este mes de septiembre se inició en terreno la primera etapa de un estudio que busca
determinar los problemas físicos y mentales que genera la labor portuaria, como afecta
a la persona y que se debe hacer para que ello no ocurra. Para ello se necesita de la
colaboración de todos los trabajadores del puerto. Los puertos escogidos en esta
primera etapa son, Puerto San Vicente y Puerto Cabo Froward de Schwager.
Este estudio, financiado con fondos de la Subsecretaria de Previsión Social, es realizado
por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso, organismo dependiente
de las Naciones Unidas) y su programa de Salud Ocupacional; el Departamento de
Ergonomía de la Universidad de Concepción y el Instituto de Salud Pública.
Talcahuano, comuna portuaria. 11
COMITÉ PARITARIO
¿Qué es y para qué nos sirve?
La “Ley corta” nos permite participar como
miembros del Comité Paritario. Tendremos
voz y voto en la toma de decisiones en
temas de seguridad y prevención, este es un
gran logro, pero trae consigo una gran
responsabilidad, por esta razón hay que
prepararse y estudiar, esto no es un juego,
todas las criticas que hacíamos hacia los
seguritos y las empresas, vamos a tener que
abordarlas con seriedad en este comité
paritario, aquí un poco de información para
ir calentando motores, ya que una vez que
se publique la ley, se tienen 6 meses para
implementar las medidas acordadas en
esta, tenemos un poco de tiempo para
aprender. (Extracto de la ley 16.744)
El Comité Paritario de Higiene y
Seguridad (CPHS) es un organismo técnico
de participación entre empresas y
trabajadores, para detectar y evaluar los
riesgos de accidentes y enfermedades
profesionales. Es una institución de vital
importancia para la seguridad de los
trabajadores, pero que, por regla general,
los trabajadores desconocemos. Están
creados y establecidos por la Ley 16.744 de
Accidentes del Trabajo de 1967 y en su
reglamento del año 1969.
Estos Comités Paritarios son
obligatorios en empresas con más de 25
trabajadores y deben estar integrados por
tres representantes de la empresa y tres de
los trabajadores.
¿Cuáles son sus funciones?
Entre las principales funciones están:
Instruir sobre la correcta utilización de
equipos de protección personal.
Vigilar el cumplimiento de medidas de
prevención de higiene y seguridad.
Investigar causas de accidentes y
enfermedades profesionales en la
empresa.
Decidir si hubo negligencia
inexcusable.
Adoptar medidas de higiene y
seguridad para la prevención de
riesgos profesionales.
Cumplir funciones encomendadas por
el organismo administrador.
Promover la capacitación.
Talcahuano, comuna portuaria. 12
¿Quiénes son los trabajadores que lo
pueden integrar?
El Reglamento sobre Constitución y
Funcionamiento de estos Comités Paritarios
nos dice que pueden ser parte de ellos:
A. Los que tengan más de 18 años de edad;
B. Que sepan leer y escribir;
C. Encontrarse actualmente trabajando en
la respectiva entidad empleadora,
empresa, faena, sucursal o agencia y
haber pertenecido a la entidad
empleadora un año como mínimo.
D. Acreditar haber asistido a un curso de
orientación de prevención de riesgos
profesionales.
Elección de los tres representantes de
los Trabajadores en el Comité:
La elección de los representantes de
los trabajadores se efectuará mediante
votación secreta y directa convocada y
presidida por el presidente del Comité
Paritario de Higiene y Seguridad que termina
su período, con no menos de 15 días de
anticipación a la fecha en que deba
celebrarse, por medio de avisos colocados
en lugares visibles de la respectiva industria
o faena.
En esta elección podrán tomar parte
todos los trabajadores de la respectiva
empresa, faena, sucursal o agencia; y si
alguno desempeñara parte de su jornada
en una faena y parte en otra, podrá
participar en las elecciones que se efectúen
en cada una de ellas.
Se eligen las tres más altas mayorías.
FUERO:
De entre los 3 delegados
elegidos, estos mismos, elegirán a uno de sus
miembros para que goce de fuero mientras
dure como delegado en el Comité Paritario.
Más allá de respetar las normas de
seguridad por cumplir las reglas o como
obligación, nuestra responsabilidad es el
autocuidado, un compromiso con
nosotros mismos y nuestras familias.
¿Y qué pasó con la pausa laboral? Gran
iniciativa que servía para preparar el
cuerpo y relajarnos antes de empezar la
faena.
Convenio de descuento en atención podológica.
20% de descuento en valor de la consulta presentando la tarjeta portuaria.
Válido para trabajadores, cónyuges e hijos.
Aníbal Pinto 239, Talcahuano
FONOS: 2546805-93017219
Talcahuano, comuna portuaria. 13
En 15 años, Chile podría perder las
abejas o convertirse en su último refugio
Las abejas podrían desaparecer de Chile en
sólo quince años, pero nuestro país también
podría convertirse en el último refugio de
estos laboriosos y benéficos insectos, según
dijeron hoy a Efe los expertos de la ONG
“Plan Bee”.
La población de abejas disminuye un 8%
cada año, lo que proyectado a quince
años se convertirá en un serio peligro de
extinción para la especie.
Es fundamental darse cuenta de que
nuestra existencia como seres humanos
depende de la vida de las abejas, ellas son
ahora el principal indicador de que nuestro
planeta está agonizando.
Tras analizar más de 52.000 colmenas en dos
años en las regiones de Coquimbo y
Valparaíso, los profesionales de Rejipro, una
empresa chilena dedicada a la extracción
de propóleos, se percataron de que era
necesario crear un ’plan B’ para trabajar por
la concienciación de la sociedad sobre la
conservación de las abejas.
La forma de contrarrestar estas
adversidades comienza por pedir a los
habitantes de Chile que planten flores, para
poder recuperar y mantener la población
de abejas.
RESOLUCIONES CONGRESO REGIONAL UPBB
El viernes 5 de septiembre concluyó el proceso de Congreso Regional de la UPBB,
donde se definieron acciones y lineamientos a seguir durante el próximo periodo.
Se inicia con una evaluación de lo ocurrido con el proceso de la Ley Corta, lo bueno
que se hizo y lo que se debe mejorar. Se presentaron los resultados hasta la fecha de
las mesas de estudios de salud, de Jubilación por Trabajo de Alto Riesgo y de
Congelamiento de Tarjetas Portuarias. Tras las presentaciones y debates se concluye
que se debe ahondar aún más en esas mesas de trabajo y se estableció un mandato
de presionar al gobierno para que se fiscalice con fuerza los problemas de seguridad y
de persecución sindical en los puertos y participar, con propuestas propias, en las
mesas nacionales de reforma laboral y de cambios a la ley de accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales, principalmente en lo concerniente a las Mutuales.
Talcahuano, comuna portuaria. 14
Les compartimos las fotografías ganadoras del concurso “Imágenes Portuarias”
organizado por la Unión Portuaria Comunal Talcahuano-San Vicente.
Primer Lugar.
“Nos reunimos,
escuchamos,
acatamos los
acuerdos y nos
organizamos” Eso es lo
que demuestra la
imagen ganadora de
este concurso, no hay
mucha técnica
fotográfica, pero sí
demuestra una gran
Unión Portuaria”
Segundo lugar
“Saliendo del turno”. Esta fotografía
demuestra el esfuerzo de sol a sol en cada
uno de los trabajadores, una imagen en
tonos sepias ayudada por los rayos de sol le
da la calidad humana.
Tercer Lugar
“Amarradores” Esta fotografía obtiene el
tercer lugar por su color, una alta
profundidad de campo dando prioridad
a los trabajadores ejerciendo su
esforzada labor.