Circular
# 509
Pascua eterna
Hna. María Ligia
Mesa Múnera
Hna. Ana Josefa
Zuluaga Giraldo
Hna. Marta Inés
Carvajal
Hna. Mariela
Gutiérrez Mesa
“¡Oh! ¡Muerte apresúrate porque el Dios que mora en mí, me llama! La dicha en
germen que llevo, ya empieza a desarrollarse y acá en la tierra no encuentra
sitio propio para crecer y saciarme, ¡Apresúrate, oh muerte amiga! porque
¡Dios me urge! no me niegues tu beso de paz, ¡dámelo y apresura tu abrazo
para que el Dios mío, coja el fruto de justicia que ha sembrado en mí!”
(Manual de oraciones)
Hna. Carmen Blasina
Peláez Uribe
Hna. Benigna
Barrientos Lopera
Hna. María Aminta
Rojas Mayolo Hna. Ana Judith
Jiménez Bravo
“El justo verá llegar la muerte y la saludará con una sonrisa de dulce reproche que dice: ¡Oh muerte, ¡cuánto has tardado! ¿Cuánto hace que te esperaba para que, cumpliendo tu oficio, rompieras estas ligaduras que me apegan a la tierra?
Acogiendo estos pensamientos de Madre Laura, diríamos: A la muerte, no podemos
considerarla como un riesgo, sino como una certeza que transforma completamente nuestra
vida.
No tenemos por qué temer a la muerte porque es una realidad que se cumplirá en
cada mortal según nuestro peregrinar en la tierra y con la que se nos abrirá la puerta
de la eternidad.
Al final de nuestro caminar como también al principio está Dios. Un Dios que nos
recibe y nos acoge. Un Dios Padre que nos ha creado por Amor y nos salva en su
Hijo. Allí está la razón de nuestra fe.
Nuestras hermanas vivieron con sentido y pasión su vida, solo quien viven cada día a plenitud, puede decir al final, aprendí que la vida es simple, que la vida es un regalo maravilloso de Dios, que todo es fácil cuando amamos lo que hacemos, cuando liberamos nuestro potencial interior, aprendí que todo es posible con la bondad y misericordia de Dios, porque lo que en verdad no es posible, en realidad no es necesario.
Nuestras hermanas, que ya gozan de la vida plena junto a Dios, en el transcurso de sus años aprendieron a vivir plenamente, se entregaron de forma incondicional en los diferentes lugares de misión, con los dones recibidos fueron la cercanía de Dios para el pueblo, dan testimonio de eso quienes vieron de cerca y se enriquecieron de su mensaje y virtudes.
Hna. María Ligia Mesa Múnera
“Vengan, benditos de mi Padre, tomen posesión del Reino preparado
para ustedes desde la creación del mundo…” Mt. 25,31.
…después de la muerte. Entonces se realizará lo que tanto he deseado otras veces: ¡Esfumarme delante de la soberanía de Dios; ¡pero como en la destrucción de la muerte falta la voluntad para que fuera víctima voluntaria, anticipé la oferta y quedó el acto voluntario hecho, de modo que cuando este cuerpo se destruya será la consumación del acto, será el holocausto completo! Aut. 765.3
La hermana María Ligia Mesa Múnera, experimentó la gracia del Amor de Dios en
cada instante de su vida, lo expresó con su serenidad, confianza, esperanza, fe y
amor.
Falleció el 9 de agosto en la Casa de Oración el Tabor por un paro cardiaco según
lo informó el doctor de EMI a las 4,50 a.m.
La partida de la hermana nos deja un gran vacío, nunca pensamos que se fuera tan
inesperadamente. Cada instante de su vida transcurrió como un paso hacia aquel
momento de su encuentro personal y único con el Dueño de la Vida para entrar en
su Gloria en forma amorosa y definitiva…por siempre.
Nos deja un legado de virtudes propias de nuestra espiritualidad: Sencilla, servicial,
humilde, abnegada, pobre, alegre. De una entrega generosa a los pobres a quienes
enseñó a amar y confiar en Dios, Padre Amoroso y Misericordioso.
Damos gracias a Dios por el testimonio que nos dejó y estamos convencidas de la
recompensa en la casa del Padre, en la Eternidad.
DATOS PERSONALES:
Nombre y apellidos: María Ligia Mesa Múnera
Lugar y fecha de nacimiento: Amagá 7 mayo 1936
Padres: (+) Sinforino y Ana Rosa
Fecha de Aspirantado 16 diciembre 1951
Fecha de pre-noviciado: 15 enero 1952
Fecha noviciado: 16 julio 1952
Profesión temporal: 16 julio 1953
Profesión perpetúa: 18 enero 1959
Fecha de Fallecimiento 9 Agosto 2020
Diagnóstico: Muerte Natural.
Lugares de Apostolado:
Cabimas, Bolivia, Coroico, Casigua, Barquisimeto, Petare, Cumaná, Saimadoyi,
Maracaibo, Rio de Oro, Coche, Villa Laura, Guarataro, Guarero, Monterey, Bolívar,
Tabor.
Hna. Ana Josefa Zuluaga Giraldo
Los cristianos leemos la vida y el actuar en la historia desde
un acontecimiento clave: “La Resurrección de Jesús”. Creer
en la resurrección es creer que la vida de los seres humanos,
y más ampliamente la de todo el universo, puede ser
renovada y transformada en todas sus dimensiones por el
espíritu del resucitado ya desde ahora, sin perder de vista la
esperanza en una transformación final, más total aún”
Muy queridas hermanas, comunicarles y dar a conocer parte de la vida de nuestras hermanas que ya disfrutan del Apostolado ultraterrestre que la luz eterna luzca para la querida hermana Ana Josefa Zuluaga, quien ha dejado esta tierra de dolor por voluntad de Dios, muy serenamente con una constante y larga enfermedad (padecía de colon irritable, diabetes, arritmia cardiaca, tensión arterial alta).
Ella se distinguió por una abnegación admirable en medio de los excesivos calores de los climas donde ejerció su apostolado, sencillez, capacidad de aceptación en las contrariedades y dificultades, capacidad y sensibilidad a la oración y cuanto la piedad le inspiraba con frecuencia proclamaba y extrañaba las oraciones propias de la Congregación, ella se levantaba temprano para estar con la Comunidad a las 6:30 en la capilla.
Mujer de paz, Su gran celo por la gloria de Dios se manifestaba en el amor a las Hermanas siempre con una mano extendida, una sonrisa para acoger cuando llegábamos a la enfermería su comunidad local. Salía cuando podía a visitar a los enfermos y si lo permitían rezada con ellos el Santo Rosario porque el amor a la Reina Inmaculada era su vida diaria, de la Santísima virgen Inmaculada, aprendió, sobre todo, la humildad, casi heroica a base del sufrimiento, el que recibía con valentía, según testimonio de las Hermanas con quienes trabajó en algunas misiones. La hermana Ana Josefa crecía en humildad en la capacidad que tuvo para pasar desapercibida, de hacer silencio exterior porque fue capaz de entender que a Dios se le encuentra en lo profundo en lo sencillo.
¿Y qué decir de la devoción a Jesús Eucaristía? Muchas visitas y largas, cada momento la veía uno con su rosario rezando, decía, que había muchos motivos para orar pidiendo al que podía darle. No olvidaba en orar siempre por las casas de misión, y por cada una de las Hermanas, por los destinatarios. Por la realidad tan dura que se estaba viviendo en algunos sitios por los enfrentamientos armados. Además, paciente, sacrificada, rara vez se quejaba de sus dolores y sufrimientos. No negaba sus servicios a nadie, desde que estuvieran de alcance. El amor a la Congregación se reflejaba en que pedía mucho al dueño de la mies por las vocaciones. También se alimentaba de las lecturas sobre la Iglesia y la Congregación. En una palabra, fue una misionera ejemplar.
Tres días antes se puso malita que no podía casi respirar, se llamaron los médicos en casa, la evaluaron y le dijeron que posiblemente una afección renal o pulmonar. Desde la mañana, llegaron unos familiares a visitarla, cosa que le alegro mucho. Pero ya estaba muy mal A la 1:30 p. m. dejó este mundo para encontrarse con el amor de su vida el Señor Jesucristo y engrosar la Provincia del cielo.
Inmediatamente nos reunimos las Hermanas del Ave María y de la Enfermería, rezamos rosario, cantamos y a las 5.00 p.m. vino un sacerdote Jesuita a celebra la Eucaristía, quedamos acompañándola y rezando hasta las 10 p.m. que vino la Funeraria por ella.
La hermana Ana Josefa supo reflejar y trabajar dando a conocer el amor de Dios en la escucha, en la palabra, en la cercanía. María inmaculada interceda ante Dios porque ella haya sido colmada de la misericordia y la vida eterna con su hijo Jesús. DATOS PERSONALES:
Nombre y apellidos: Ana Josefa Zuluaga Giraldo
Lugar y fecha de nacimiento: El Santuario – Ant.- 14 diciembre 1926
Padres: (+) Francisco Antonio y Ana Joaquina
Fecha de pre-noviciado: 19 julio 1949
Fecha noviciado: 01 abril 1950
Profesión temporal: 22 abril 1951
Profesión perpetúa: 22 abril 1958
Fecha de Fallecimiento 13 agosto 2020
Diagnóstico: Muerte natural.
Lugares de Apostolado: Fonseca, Barrancabermeja, Medellín, Puerto Carreño,
Rio Blanco, Montfor, Planadas, Leguizamo, Maicao, Calamar, Teresita, Bangañitas,
Leticia y Enfermería “Madre Laura”
Hna. Mariela Gutiérrez Mesa
Nuestra hermana Mariela Gutiérrez se tomó muy en serio la
cercanía de Dios, supo degustar y pasar largas horas junto
al “Amado “lo que la llevó a experimentar un gran Celo
Apostólico, preocupada por servir por acoger, por entregarse
sin descanso, vivió y compartió con gozo su vocación
Misionera, con capacidad de escucha, de acogida,
sensibilidad con los que sufren, desde la alegría de sentirse
llamada por el Señor se encontró con la fidelidad y
perseverancia hasta el final. Junto a la presencia maternal de la santísima virgen a
quien acudía con confianza se fue yendo lentamente con serenidad, fe, y Amor.
Vino a esta enfermería remitida por el medico de Coomeva en Fusagasugá, Cundinamarca. Con mucho desaliento, desgano de comer, dolor de cabeza, interminable, estuvo primero en la clínica le hicieron varios exámenes y la encontraron muy baja de sodio y luego después de estar aquí, varias veces se le llamaron los médicos y estuvo tomando sus medicinas con fidelidad.
Ocho días antes de fallecer, empezó a no querer levantase ni para comer, se le llevaba a la cama y comía muy poquito. Se llamaron los médicos de CEM (Coomeva Emergencia Médica) le formularon nuevamente muchos exámenes de laboratorio. La Tensión alta algunas veces, otras muy baja y no lograban estabilizarla, pero siempre el dolor de cabeza muy fuerte. La Hermana Mariela se encontraba entre los sencillos de corazón por sus actitudes solidarias y colaborativas. Profundo Amor a María, caridad, y paciencia.
En oración, preguntamos a las Hermanas que han vivido con ella sobre sus virtudes y dicen de ella: fraterna, delicada culta detallista comprensiva con las Hermanas, se hacía querer de todo el mundo, como fue animadora local mucho tiempo, cuando tenía que corregir, lo hacía con qué delicadeza de manera que no llegara a herir o al resentimiento. Su amor al apostolado fue tanto, empezando por su testimonio. Su espíritu de servicio, el ver a Jesucristo en las personas, sobre todo en los pobres, los más humildes y necesitados, la compasión por toda persona que sufría. En cuanto a los votos, sobresalía la obediencia, aunque le costara, especialmente, en los traslados, decía: “Hay que ayuda a la Madre Provincial, aunque sea en esto”. Muy amante de la Santísima Virgen, la Sagrada Eucaristía, y San José y en honor a él no huía a ningún sacrificio. Con la fe tan grande en Dios, alcanzaba muchas cosas en bien de los que necesitaban.
El martes en la mañana, se llamaron los médicos de CEM trataron de ayudarla, pero ya no era de ayudas humana, Dios la necesitaba ya. Además, hacía poco había recibido los santos sacramentos y estaba preparada; el día martes 18 de agosto a la 1:30 p m exhaló el último suspiro. No sufrió mucho tiempo, porque así fue la voluntad de Dios, inmediatamente nos reunimos las Hermanas de las dos casas, el Padre David Sánchez, s.j. celebró la Santa misa con mucho fervor, cantamos oramos el rosario y el Oficio de Difuntos, y la acompañamos hasta que vinieron en la noche de la funeraria por ella. Nos dejó el ejemplo de amor al sacrificio, fidelidad a Dios, a la Iglesia y a la Congregación.
Que María y Santa Laura y nuestras hermanas que nos han precedido, nos
acompañen a todas para que no nos desviemos en el querer de Dios en nuestra
historia. Ofrezcamos por sus almas nuestras oraciones y gratitud sus vidas
ofrendadas por la causa de Dios
DATOS PERSONALES:
Nombre y apellidos: Mariela Gutiérrez Mesa
Lugar y fecha de nacimiento: Altamira –Ant.- 15 mayo 1930
Padres: (+) Pablo Emilio y María
Fecha de pre-noviciado: 13 julio 1947
Fecha noviciado: 01 enero 1948
Profesión temporal: 22 enero 1949
Profesión perpetúa: 01 enero 1954
Fecha de Fallecimiento 18 agosto 2020
Diagnóstico: Muerte Natural
Lugares de Apostolado: Barraquilla, Cartagena, Puerto López, Puerto Carreño,
Teresita, Mitú, Rio Blanco, Bogotá, Herrera, Gaitania, Anolaima, Piedecuesta,
Fusagasugá y Enfermería “Madre Laura”.
Hna. Marta Inés Carvajal
“Pero Cristo ha resucitado de entre los muertos como
primicia de los que mueren. Porque como por un hombre
vino la muerte, así, por un Hombre la resurrección de los
muertos. (1 Corintios 20-21.)
Por medio de la presente quiero comunicarle los últimos días de la Hna. Martha Inés Carvajal. El texto bíblico conque inicio esta carta nos invita a darle un sentido a nuestro destino por la fe que nos dice que lo que el
Hijo de Dios vivió entre nosotros, lo vivió por todos y cada uno de nosotros. La hermana Martha Inés se le fue notando su deterioro acelerado de su salud. Ella tenía médico en casa, que la visitaba con alguna frecuencia. En una de las visitas le mandó una biopsia de un lunar en su rostro que a veces se le alteraba, dando como resultado positivo, cáncer de piel. En la última visita que hace poco le hizo nos dijo que le diéramos calidad de vida. Este tipo de cáncer en su recorrido por nuestro organismo va haciendo metástasis y ya solo le funcionaba un pulmón. El dictamen del médico fue para cardio-respiratorio. Recordamos de la hna. Martha Inés en este segundo día de encuentro con el Padre de los Cielos: su testimonio de vida Consagrada. Su vida Apostólica con Abnegación y Sacrificio en Panamá, Honduras y Guatemala. Y siempre al lado de los pobres. Su responsabilidad en el fiel Cumplimiento de sus deberes. El Espíritu de Servicio siempre a tiempo y en el momento preciso. Un tierno y ferviente Amor a la Santísima Virgen y a la Eucaristía. Damos gracias a Dios por el testimonio que nos deja y estamos convencidas de la recompensa en su eterno descanso, como es de gozar de la presencia Eterna de Dios.
DATOS PERSONALES:
Nombre y apellidos: Marta Inés Carvajal
Lugar y fecha de nacimiento: Medellín 12 diciembre 1929
Padres: (+) Paulino y María Jesús
Fecha de pre-noviciado: 1 enero 1954
Fecha noviciado: 7 julio 1954
Profesión temporal: 17 julio 1955
Profesión perpetúa: 6 septiembre 1960
Fecha de Fallecimiento 18 agosto 2020
Diagnóstico: Muerte Natural.
Lugares de Apostolado: Colombia: Maicao, San Gabriel, Carlosama, Barranquilla, Jericó, Puerto Nare, Cereté, Turbo, Virginias, Minas de Amagá; Honduras: Yoro; Panamá: Llano Ñopo, Tolé, los últimos años en la Enfermería y Tabor.
Quiero por medio de la presente comunicarle los últimos días
de la hermana Carmen Blasina Peláez Uribe, quien falleció
en la casa del Tabor el día 30 de agosto a las 9.30 a.m. por
un paro respiratorio.
La hna. Blasina presentaba desde hace algún tiempo
alzhéimer que fue progresando paulatinamente hasta dejarla
sin poderse valer por sí misma. En los últimos días le dio una
fuerte gripa que dio como positiva para el covid 19. Fue tratada por varios médicos
de la E.P.S. SUMIMEDICAL. Cinco días antes de su muerte ya había desaparecido
el virus, pero sus pulmones ya no dieron una respuesta positiva, aunque tuvo
oxígeno día y noche en forma permanente. Dios la quería para su Reino.
La hermana Blasina, excelente religiosa, cumplidora de sus deberes. Muy
misionera. Trabajó como docente y enfermera, profesiones que ejerció y
desempeñó con un alto sentido de respeto y solidaridad. Se caracterizó por su
espíritu de trabajo y de servicio bien realizado por la calidad humana con la que se
relacionaba, brindando un trato respetuoso, amable y cordial.
Ella seguirá alentando en nosotras el deseo de una vida centrada en Dios y en los
pobres desde la comunidad. Su ausencia será presencia del testimonio de vida que
nos acompañará siempre. “Que, así como ha compartido la muerte de Jesucristo,
comparta también con El” la gloria de la Resurrección.
DATOS PERSONALES:
Nombre y apellidos: Carmen Blasina Peláez Uribe
Lugar y fecha de nacimiento: Andes 7 enero 1929
Padres: (+) Carlos y Tulia
Fecha de Aspirantado 10 julio 1947
Fecha de pre-noviciado: 10 julio 1947
Fecha noviciado: 24 enero 1948
Profesión temporal: 25 enero 1949
Profesión perpetúa: 15 enero 1959
Fecha de Fallecimiento 30 agosto 2020
Diagnóstico: Muerte Natural.
Lugares de Apostolado: Puerto Inírida, Puerto Carreño, Barranquilla, Belencito, Apartadó, El Cuchillón, Cerro Vidales, Valencia, Campo Bello, Enfermería, Tabor.
Hna. Carmen Blasina Peláez Uribe
Hna. Benigna Barrientos Lopera.
“Llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea
bien, que ese poder extraordinario no procede de nosotros,
sino de Dios.”2 cor. 4,7.
Que el descanso eterno luzca para nuestra Hermana Querida
Benigna:
No podemos pasar por alto estos acontecimientos de la Provincia, cómo el Señor ha venido a probarnos llevándose una cantidad de Hermanas, las que llama para engrosar las filas de la Congregación en la Provincia del cielo, pero no nos acostumbramos a ese dolor a pesar de saber que pasan a una vida plena. El 14 de septiembre pasado, hacia las 3.30 de la tarde, en la comunidad de la
enfermería, dejó de existir para la tierra nuestra Hermana Benigna Barrientos
Lopera.
Llena de alegría, de paz, obediencia, servicio, abnegación, celo Apostólico, silencio
fue entregando su vida poco a poco al calor del fuego del dolor y la enfermedad. Allí
le esperaba Dios para poner término a sus luchas, después de haber probado su
constancia y piedad, en algunas casas misioneras del Amazonas- Colombia, donde
con delicadeza visitaba frecuentemente las familias con sus enfermos llevándoles
la comunión y devolviéndoles la fe y la esperanza.
Ella se distinguió por su amor y devoción a la virgen María, capacidad de escucha,
buenas relaciones fraternas, sentido de pobreza, de disponibilidad, de acogida y
alegría. Su semblante serenamente alegre, fue reflejo de la ternura y el Amor de
Dios.
La Hermana Benigna, en Cúcuta trabajo en el taller con mujeres cabeza de hogar,
con lo que ayudaban a sus casas pues vendían los trabajos hechos en el taller y
con el producto beneficiaban sus hogares.
Dios en si infinita misericordia la iba modelando para su reino, y fue descubriendo
en lo más recóndito de su ser lo que buscaba en ella: la Hermana callada, sencilla,
buena gente a morir, en fin lo que el Dueño de la vida buscaba una Hermana
Humilde de corazón y la encontró Benigna Barrientos Lopera.
Nuestras hermanas en Fusagasugá, enfermería y el equipo de apoyo con muy
buenas atenciones y a tiempo ayudaron grandemente a cuidarla en sus últimas
semanas, los médicos estuvieron atentos ofreciendo sus programas de cuidado
paliativo.
El día 14 de agosto nos llega una ambulancia que traía de Fusa a la Hna. Benigna Barrientos Lopera quien venía remitida había sufrido una caída fracturándose la cabeza del fémur, venía acompañada de la Hna. Teresa Morales M. En fusa fue atendida por él medico quien la remitió aconsejando no ser operada por la edad. Traía sus medicamentos de rutina. A los tres días llamamos una médica particular y ella, al revisar la historia, le reforzó los medicamentos para el dolor. A los poquitos días presentó tensión alta, dificultad respiratoria. Se llamaron nuevamente los médicos de Coomeva Emergencia Médica (CEM) la canalizaron con mucha dificultad, la dejaron estabilizada, pero nuevamente vino la médica y nos dijo que era posible que no pasaba de ese día. Siguió muy malita entre visitas médicas y la vida. El domingo 13 de septiembre el Padre celebró la Misa por ella, le aplicó la unción de los enfermos, recibió con fervor la sagrada Eucaristía y pasó la noche muy mal, llegaron los familiares. El 14 de a las 3:30, estando con ellos la Hna. María Luisa y unas Hermanas, se fue precisamente en el momento en que hubo más silencio, porque su vida había sido llena de continuos elocuentes silencios Inmediatamente nos reunimos con las Hermanas del Ave María, para rezar el santo rosario y el oficio de difuntos, en esos momentos llego el Padre David Sánchez, s.j. párroco de Villa Javier a celebrar la Eucaristía. Después nosotras seguimos con la Hermana hasta que vinieron de la Funeraria. Las Hermanas que tuvieron la dicha de vivir con ella en algunas misiones, dicen que era muy alegre, pero sin estrépitos, orante, amante de la Eucaristía y de la Santísima. Virgen María, trabajadora incansable, maestra admirable, sensible a los sufrimientos de los pobres, humilde, sincera, amante de la lectura y no perdía un momento el tiempo. Como tantas Hermanas, ha partido dejándonos gratos recuerdos, unidos al ejemplo magnifico de fidelidad, generosidad, abnegación y alegría. Sigamos acompañándola con nuestro cariño confiando en que su apostolado se vea en todos los sitios de Colombia en donde se necesita la presencia de una Misionera. Puedo expresar que nuestra Hna. Benigna en medio de su sufrimiento y enfermedad
poco a poco y en profundo silencio pudo llegar a la verdadera plenitud del Amor.
Sigamos ofreciendo nuestra oración y sufragios por otra hija de la Congregación y
si no los necesitare dice Santa Laura “no dejará de ser muy fructuosa en manos de
la Santísima virgen “
DATOS PERSONALES:
Nombre y apellidos: Benigna Barrientos Lopera
Lugar y fecha de nacimiento: Campamento (Ant.) 15 / 03 / 1932
Padres: (+) Eleazar Barrientos y Zoila Rosa Lopera
Fecha de Aspirantado 10 junio 1951
Fecha de pre-noviciado: 14 julio 1951
Fecha noviciado: l4 enero 1952
Profesión temporal: 15 enero 1953
Profesión perpetúa: 15 enero 1959
Fecha de Fallecimiento 14 septiembre 2020
Diagnóstico: Muerte Natural.
Lugares de Apostolado: Uribia, Montería, Tibú, San Antonio Chamí, Chimichagua,
Catalaura, Sokorpa, La Pedrera, Tamalameque, Inírida, Gamarra, Mirití, Gaitania,
Fonseca, Birikaira, La Paz, Piedecuesta, Cúcuta, Leticia, Fusagasugá y Enfermería
“Madre Laura”.
Estas circunstancias vitales nos podrían ayudar para asimilar ese necesario cambio
al espíritu de desear la vida en abundancia, de saber morir, acoger con respeto y
humildad, y cuando nos llegue la prueba estemos prontas a Amar y servir.
Hna. María Aminta Rojas Mayolo
“La muerte es el fin y el principio de la vida. Fin biológico y
principio de la vida escatológica. Es la meta alcanzada, la
plenitud anhelada, lugar del verdadero nacimiento, comunión
íntima y total con Dios.” (Del Manual de oraciones)
Hemos iniciado este trienio 2020- 2023 celebrando la pascua eterna de la Hna. Aminta Rojas Mayolo. Hoy se ha marchado, nos ha dejado y se ha ido a un mundo mejor, donde no hay dolor ni pena, solo alegría y vida eterna. Todo el apoyo y cariño para su familia en este paso tan difícil, pero a la vez hermoso para la hermana. Su vida fue testimonio de silencio, paz, entrega generosa. Misionera de pocas palabras, era orgullosa de haber sido acompañada en su proceso vocacional por Monseñor Geraldo Valencia Cano, obispo de Buenaventura, su tierra natal. Era una religiosa preocupada por el bienestar de las hermanas, su capacidad observadora la hacía detallista en su preocupación por los padres de las hermanas por quienes preguntaba con frecuencia a cada una, excelente maestra, secretaria y mecanógrafa, su vida entregada en Venezuela, fue simplemente testimonio de servicio y compromiso con los más pobres. Mujer de oración, contemplaba con tranquilidad la vida y el paso de Dios por la misma. La hermana Sara Casanova, Animadora de la Enfermería Nuestra Señora de la
Asunción de Popayán, nos comparte como fueron estos años de compartir de la
hermana Aminta en esta comunidad y sus últimos momentos.
Los designios de Dios son presencia y acontecer en nuestras vidas. Dios encontró
preparada a nuestra Hermana Aminta Rojas Mayolo y el día 10 de octubre del 2.020
luego de cuatro días de gravedad y atención con médico en casa partió para el cielo.
Desde que asumí la coordinación de la casa en el mes de febrero de este año
encontré a la hermana Aminta, con antecedentes de demencia senil, Parkinson y
artrosis de rodillas que no le permitía caminar. tampoco hablaba; pero estaba
consciente. Debido al párkinson tenía mucha dificultad para deglutir los alimentos.
Se le veía siempre serena, respondía a lo que se le preguntaba con la cabeza o con
un gesto de agrado o desagrado, algunas veces trataba de decir algo, pero la mayor
parte de las veces no era posible entenderle. Era una paciente colaboradora en
medio de su gran incapacidad.
El día miércoles 7 de octubre presentó fiebre alta, motivo por el cual se le dio
atención médica por medio de la entidad “Protegemos”. Quedó medicada con
antibiótico oral. Como la fiebre persistía al día siguiente llamamos al médico de
“Sabemos Cuidarte” IPS que la atendía mensualmente. Le indicaron otro antibiótico
por vía venosa cada 24 horas por tres días. El sábado 10 la fiebre era más alta.
Llamamos de nuevo al médico de la IPS y nos indicaron llevarla por urgencias.
En el hospital Susana fue atendida inmediatamente y le practicaron muchos
exámenes, entre otros la prueba PCR de covid, la cual dio negativo. El diagnóstico
del médico internista que la atendió fue: Neumonía bacteriana, la dejaron
hospitalizada con la advertencia de que estaba muy grave, debido a la infección y
complicada por su edad avanzada. A las 8:20 de la noche del 10 de octubre, llamó
el médico internista que la estaba atendiendo e informó que la hermana no logró
superar la gravedad de la neumonía y que había muerto.
Hasta aquí el informe de la gravedad y muerte de la hermana Aminta. Quiero añadir
algunos testimonios de las hermanas Amparo Álvarez y Edilma Posada que viven
en esta casa y que compartieron con ella la vida apostólica en Venezuela, donde
pasó la mayor parte de su vida misionera. Fue una hermana muy responsable de
su trabajo, siempre muy bien presentada, reservada y prudente. Nunca se le
escuchaba críticas destructivas de nadie. Ni le gustaba pertenecer a grupos que
afectaran la vida comunitaria ni la honra y fama de otras hermanas o personas
seglares.
La hermana Juana Bastardo, también nos comparte como la hermana Aminta Rojas,
fue su maestra de sexto grado de primaria, ella recuerda sus palabras de ánimo, de
confianza y cercanía, su motivación constante, era una hermana responsable,
cercana, humana y buena amiga.
En Venezuela se le recuerda como una hermana que supo responder con fidelidad
al llamado de Dios, cumplió con fe y confianza su decidido sí, fue testimonio fraterno,
buena administradora, su amor a la Santísima Virgen la caracterizaba siempre,
honesta, trasparente y servicial su vida, su enfermedad y su muerte son testimonio
para todas nosotras de virtudes evangélicas que contribuyen grandemente en bien
de la vida fraterna y apostólica y que sin duda nacen de un corazón con gran vida
interior.
DATOS PERSONALES:
Nombres y apellidos: María Aminta Rojas Mayolo
Lugar de Nacimiento: Buenaventura (Valle del Cauca) Fecha de Nacimiento: 26 abril 1928 Padres: (+) Miguel Rojas y Aminta Mayolo Ingreso al Pre-noviciado: 5 abril 1956 Ingreso al noviciado: 15 enero 1957 Profesión Temporal: 16 enero 1958 Profesión Perpetua: 15 enero 1963 Fallecimiento: 10 octubre 2020 Diagnóstico: Neumonía bacteriana MISIONES DONDE EJERCIÓ SU APOSTOLADO:
Colombia: Chimichagua, Chiriguaná y Majagual, Enfermería Nuestra Señora de la
Asunción – Popayán; Venezuela: El Junquito, Petare, Isla de Margarita, Casigua,
Villa del Rosario, Calabozo, Cuchivero, Sirapta - Sierra de Perijá, Caigüire –
Cumaná, Puerto Ayacucho – Amazonas y Ciudad Bolívar.
Hna. Ana Judith Jiménez Bravo
La hermana Ana Judith Jiménez Bravo, falleció, a los 91 años,
el sábado 20 de octubre, en las vísperas de la festividad de
nuestra madre fundadora, en la Enfermería Nuestra Señora
de la Asunción de Popayán, donde permaneció durante los
últimos cuatro años, atendida con amor y delicadeza por las
hermanas y el personal que allí labora.
Al conocer la noticia de la súbita partida de la hermana al
encuentro con la misericordia y el amor de Dios – Padre, me
surge espontánea la acción de gracias por sus servicios tan generosos en su
trayectoria misionera. La recordaremos como una buena misionera, alegre, humilde,
generosa y sencilla, que en silencio caminó incansablemente con las diferentes
comunidades, especialmente cuando integró el equipo itinerante de la Arquidiócesis
de Popayán, fue testimonio de fraternidad y entrega.
Muchas hermanas le recuerdan por su generosidad siendo oportuna para acudir en
la ayuda de las hermanas que lo necesitaran. Sin duda que el Señor de la vida, en
su misericordiosa bondad, la acoge en la patria del cielo y le concede el premio
preparado para los fieles servidores del Evangelio. Su amor y devoción a la
Santísima Virgen María fue siempre su sostén de esperanza cristiana y el tierno
consuelo en sus momentos de dificultad. El rezo al Santo Rosario, fue para ella
fuente de esperanza y paz.
Fue una excelente maestra, su apostolado de la enseñanza, le permitió vivir con
mucha disciplina, organización, sensibilidad a la escucha de los jóvenes, por eso
algunas hermanas que estuvieron cerca de ella resaltan como uno de sus dones la
cercanía y la atención ante sus necesidades.
La hermana Sara Casanova, Animadora de la Enfermería Nuestra Señora de la
Asunción de Popayán, nos comparte como fueron sus últimos momentos.
A los diez días de la muerte de nuestra querida hermana Aminta Rojas, nos visita
de nuevo la hermana muerte, esta vez para transportar a la verdadera vida a la
hermana Ana Judith Jiménez Bravo.
La hermana venía decayendo notoriamente con crisis de demencia senil muy
marcadas por visiones, con proyectos de frecuentes viajes a la misión. El
tratamiento psiquiátrico la mantuvo estable a pesar de su pérdida de memoria y
desubicación en el tiempo y en el espacio. Además de la demencia padecía de
hipertensión arterial, artrosis generalizada, obesidad y deficiencia vascular.
El día 20 de octubre, a eso de las 09:00 de la mañana nos reunimos para tener un
rato de compartir comunitario como preparación para la fiesta de nuestra Santa.
Hablamos sobre lo que, para cada una de nosotras, significa ser hija de una Santa
de la talla de Madre Laura. Recuerdo con mucha claridad que ella dijo: “Yo nunca
pensé que por la pobreza de mi familia podría llegar a ser religiosa, pero Dios
me lo concedió y puedo decir que soy muy feliz siendo misionera.” Sus
palabras estuvieron acompañadas de una expresión de su rostro de mucha paz y
alegría. Luego participó de la velación con el Santísimo y almorzó con gusto como
lo hacía siempre; al terminar pidió a la enfermera que la pasara a otra silla. A las
dos de la tarde la sorprendió un infarto fulminante. En silla de ruedas se le trasladó
a su habitación, se le puso oxígeno, se le dio masaje cardiaco, respiración boca a
boca, pero todo fue inútil. En cuestión de 15 a 20 minutos murió. Se llamó un médico,
una ambulancia, pero cuando llegó el médico ya estaba muerta.
La falla cardíaca fue fulminante, no dio tiempo a nada. Las hermanas impactadas
por lo sorprendente del hecho empezaron a rezar. Poco a poco se acercaron a la
estación de enfermeras y desde allí acompañaron a la hermana en su encuentro
definitivo con Dios. Prontamente comuniqué a la hermana Ayda Orobio Granja,
animadora provincial quien inmediatamente se hizo presente, lo mismo la hermana
Presentación Mancilla, consejera ecónoma provincial.
A la Hermana Ana Judith en estos últimos meses se le veía tranquila, reposada y
había logrado pacificar su carácter fuerte y primario. Dios la encontró madura para
hacer parte del apostolado ultraterrestre y estoy segura que lo que ella no alcanzó
a purificar, la misericordia de Dios lo cubrió.
Tuve la gracia de acompañar a la hermana durante varios años en su proceso de
crecimiento espiritual. Admiré siempre en ella su preocupación por trabajar sus
debilidades y por ser fiel en la vida de oración, le gustaba mucho la lectura espiritual
y cultura general.
DATOS PERSONALES:
Nombres y apellidos: Ana Judith Jiménez Bravo (Pía de la Paz)
Lugar de Nacimiento: Urrao – Antioquia Fecha de Nacimiento: 12 diciembre 1928 Padres: (+) Martín Emilio Jiménez y Zoila Rosa Bravo Ingreso al Aspirantado: 01 septiembre 1961 Ingreso al Pre-noviciado: 25 marzo 1963 Ingreso al noviciado: 15 enero 1964 Profesión Temporal: 16 enero 1964 Profesión Perpetua: 02 febrero 1975 Fallecimiento: 20 octubre 2020 Diagnóstico: Infarto fulminante MISIONES DONDE EJERCIÓ SU APOSTOLADO:
Puerto López, Ave María en Bogotá, Tame, Tarapacá, Sucre, Catrú, Cristóbal
Colón, Paniquitá, Jambaló, Las Delicias - Silvia, San Andrés, Pitayó, Monserrate,
San Lorenzo - Cauca, Villarrica, Popayán en la Casa Central, Yatdy Laura y la
Enfermería.
¡Dame la muerte Señor, antes que vivir más tiempo sin amarte! ¡Verse uno vencido por el amor y no poder amar, hasta aniquilarse, Dios mío! Aut. 373.5
La muerte está prevista por Dios desde toda la eternidad y tiene determinado el momento. Dios nos llama a cada una, lo importante es saber que nuestra vida está en sus manos, Él busca el momento más favorable para llevarnos, pero debemos estar siempre preparadas. ¿Estoy preparada para morir? Si, preparada porque no sabemos el día ni la hora, pero si tenemos la seguridad que llegará.
¡Dios mío, cómo entonces me pareció muerte cuanto no eras Tú! Vi con tan clara luz cómo sólo Dios es Vida y cómo los humanos no tenemos idea de lo que es vida y damos ese nombre a lo que es verdadera muerte. Vi, cómo el tiempo es muerte y la eternidad vida; vi, cómo en Dios se contiene la vida tan plenamente, con un abarcar de muchos conceptos a la vez, que en mi asombro gritaba como ebria verdaderamente: ¡Viva mi Dios tan vivo! y lloraba con el dolor más violento; luego volvía a llamar a Dios diciéndole: ¡Señor, la muerte llama a la Vida! ¡Si no vienes en
mi apoyo, mi alma abandonando este cuerpo se irá tras de tu Vida, que será la mía, si es que la muerte puede llegar a tener vida! Aut. 168.3 La partida de nuestras hermanas está marcada por el recuerdo de sus vidas, obras y por su testimonio de fe y compromiso; esto a la vez que nos animan, nos interpela en la vivencia de nuestro seguimiento a Jesús hasta el final.
Encomendémoslas en nuestras oraciones, y que ellas a su vez con el apostolado ultraterrestre sigan acompañando e intercediendo por esta su congregación en este momento histórico que vivimos y por las necesidades de los pueblos indígenas tan necesitados.
Fraternalmente Hna. Inés Zambrano Jara Animadora General
Medellín, 7 noviembre 2020