Ciudad y campo mano a mano: el papel de losen la rehabilitación de una relación respetuosa
jardines botánicos
En apenas 50 años de industrialización—si tomamos
como referencia el inicio del proceso el año 1959, que
cor r e sponde a la i mpla ntaci ó n del P la n de
Estabilización— las relaciones entre el campo y la ciudad
en España han sido sometidas a un intenso proceso de
transformación.
Hasta entonces, y aún influenciadas por la
globalización a la que dio paso la colonización europea de
América, podríamos decir que ciudad y campo
mantuvieron, en esencia, las bases de relación
establecidas a partir de la consolidación de las primeras
ciudades.
Sin embargo, la industrialización del pasado siglo
introdujo un conjunto de fenómenos que se
concatenarán para crear un nuevo tipo de relación
caracterizada por la intensificación de los procesos y la
hegemonía absoluta de los pr incipios de la
industrialización y del pensamiento urbano.
Hasta mediados del siglo XX las ciudades, en general,
eran “pequeñas y numerosas, y dominaban cada una de 1 ellas a un conjunto limitado de territorios rurales” .
El proceso de intensificación tendrá al menos tres
efectos importantes que romperá esa relación y creará un
nuevo escenario.
Las nuevas condiciones, van a provocar, en primer
lugar, el final de la relación directa entre las aldeas y las
Opinión - OpiniãoJaime Izquierdo
Asesor de MedioambienteGabinete de la Ministra
Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y [email protected]
ciudades en lo concerniente al suministro de productos
agroalimentarios; en segundo lugar, activará
definitivamente la deserción campesina y el éxodo rural,
con lo que el proceso lleva aparejado de abandono de
amplias zonas del país, y, en tercer lugar, favorecerá la
intensificación y la especialización agraria de las zonas
más favorables.
En la actualidad, estamos a las puertas de un nuevo tipo
de relación, de marcada influencia postindustrial, que
debe aprovechar y rehabilitar procesos e intercambios
que ya se habían dado en la preindustrial y la industrial,
incorporando tanto la perspectiva territorial, que nos lleva
a caracterizar tres espacios agrarios —periurbano,
intensivo y campesino—, como la ecológica.
Ahora bien, ¿qué debe caracterizar el nuevo tiempo?
En primer lugar, necesitamos reflexionar sobre algunas
cuestiones que identifican la expresión final, la resultante
de la fricción de la industrialización sobre el territorio. En
términos generales el resultado de esa relación se
sintetiza en la aparición de tres ámbitos rurales.
Un primer cinturón, o espacio rururbano —también
llamado periurbano—, donde la ciudad y el campo se
entremezclan en distintas proporciones. La difusión de la
ciudad y la proliferación de las grandes infraestructuras
han contribuido a fragmentar el espacio rural y a extinguir
suelos de gran valor agronómico.
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Tenemos a continuación un espacio rural que bebiendo en
las fuentes de los principios industriales se ha
intensificado, se ha simplificado y se ha especializado en
productos comerciales de interés para mercados
nacionales o internacionales.
Y, por último, distinguimos un singular espacio
naturrural en proceso de abandono y asilvestramiento
donde el campo y la naturaleza, el ager y la silva, no sólo
se mezclan sino que además son interdependientes y
simbióticos.
Asistimos pues en los albores del siglo XXI a un inédito
cruce de intereses entre lo rural y lo urbano, entre la
agricultura y la economía metropolitana, entre el campo y
la ciudad, que requiere una nueva mirada para aprovechar
las oportunidades emergentes en el mercado y
redescubrir opciones interesantes en la búsqueda de la
calidad de vida y de la calidad ambiental.
Y en la búsqueda de la nueva mirada los jardines
botánicos tienen mucho que aportar. En la medida que se
constituyen como espacios de conocimiento, y de
reencuentro del hombre con la naturaleza, contribuyen a
la consolidación de la conciencia ecológica y, más aún, a
afinar el papel de la ciencia ecológica en la gestión de las
regiones modernas.
Muchas ciudades del mundo están revisando la
relación con el entorno rural. Hasta tal punto que el medio
rural periurbano se está reinsertando en la ciudad como
un espacio para la producción de alimentos, con el auge
de la agricultura urbana, y con la renaturalización de
espacios que con tratamientos de jardinería y de
integración paisajística se convierten en espacios de uso
recreativo.
Por otra parte, para restituir el papel del hombre en el
manejo de los espacios mal llamados naturales (en
real idad espacios culturales constr uidos por
comunidades campesinas que ahora están en riesgo de
extinción) es preciso repensar y buscar los mecanismos
con los que rehabilitar aquellos elementos del pasado,
que permanecieron vigentes en las aldeas hasta
mediados del siglo XX, y que hoy suenan a futuro:
p r o c e s o s a g r o e c o l ó g i c o s m u l t i f u n c i o n a l e s ,
aprovechamientos locales de energía solar para producir
alimento o calefacción, biodiversidad agraria, pastoreo,
producción local de fertilizantes y abonos, polinización
extensiva, ordenanzas reguladoras de los usos y
manejos sostenibles del monte,...
Para afrontar la renovación de las perspectivas
necesitamos, antes que nada, conocer los sistemas de
conocimiento local de las comunidades campesinas
históricas y apreciar sus formas de conocimiento, la
i ntel igen cia que desplega ron pa ra controla r
sosteniblemente el territorio y para organizar un sistema
productivo dependiente del aprovechamiento de las
rentas producidas por un capital natural tributario
exclusivamente de la energía solar.
Y en ese proceso de rehabilitación de la etnobotánica, o
de ordenamiento de los espacios agrarios periurbanos,
los jardines botánicos pueden desarrollar muchas de sus
potencialidades como punto de encuentro entre la ciudad
y el campo.
1Kayser, B. El espacio rural y el nuevo sistema de relaciones
ciudad – campo. Conferencia pronunciada en la universidad de
Barcelona. 15 de marzo de 1972. Revista de Geografía.
Universidad de Barcelona, VI, nº 2, pp.209 – 217.
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Ernesto Fernandez-San MartínBiólogoCoordinador y autor de los textos de la exposición “Bicentenario de Darwin”,organizada por la Academia Malagueña de Ciencias en el Jardín Botánico de la Universidad de MálagaBlanca Lasso de la VegaBiólogaJardín Botánico - Histórico La Concepción. Málaga
Charles Robert Darwin
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Su Historia
Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury el 12 de
Febrero de 1809. Hasta los 16 años estudió interno en la
escuela del doctor Butler. Cuando su padre consideró que
no aprovechaba gran cosa lo envió con su hermano
Erasmus a la Universidad de Edimburgo. Allí permaneció
dos cursos estudiando Medicina. Con los doctores Grant y
Coldstream se inició en la Zoología marina y asistía a las
sesiones de la “Plinian Society” que fundada por el
profesor Jameson era un foro en el que se leían y
discutían comunicaciones científicas.
Después de dos años en Edimburgo su padre llegó a la
conclusión de que Darwin no quería ser médico y decidió
que debía prepararse para ser cura. Durante un tiempo el
propio Darwin estuvo pensándolo pues no estaba seguro
de su fe en todos los dogmas de la Iglesia Anglicana. Así
que decidió estudiar Teología para convertirse en pastor.
Ingresó en el Christ Collage de Cambridge en 1828 y
estuvo hasta 1831, allí pasó los que llamó “los años más
divertidos de su vida”.
En Cambridge asistía a las conferencias de J.S. Henslow
(1796-1861), teólogo y sacerdote de la Iglesia Anglicana
que a la vez era profesor de Botánica de la Universidad.
Darwin se convirtió en discípulo y amigo de Henslow a
quien admiraba. Henslow le presentó al geólogo A.
Sedgwick (1785-1872) que interesó a Darwin en la
Geología. Fue al regresar de esa expedición geológica con
Sedgwick por el País de Gales cuando encontró en su casa
una carta de Henslow que cambió su vida y el desarrollo
de las Ciencias Naturales: “Al regresar a casa tras mi breve
excursión geológica por el Norte de Gales, encontré una
carta de Henslow, informándome de que el Capitán Fitz-
Roy deseaba ceder parte de su camarote a un joven
voluntario que quisiera ir con él en el viaje del Beagle
como naturalista sin recibir ninguna retribución”.
La misión del viaje del Beagle era levantar un mapa de la
parte de la Tierra de Fuego y después regresar por las
Indias Orientales. Los gastos de la expedición corrían a
cargo del Gobierno inglés pero al naturalista no se le
asignaba retribución y se le calculaban 500 libras para su
equipamiento y otras 30 anuales de manutención. El
Beagle era un bergantín de 27 metros de eslora, armado
con diez cañones, con una tripulación de 66 hombres,
242 toneladas de desplazamiento y equipado
especialmente para el viaje y los trabajos cartográficos y
científicos previstos. Lucía un mascarón de proa en el que
se representaba esculpida la cabeza y las uñas de un
perro sabueso inglés, es decir un beagle.
El Beagle permaneció dos años en las costas
surorientales de América del Sur llevando a cabo
mediciones cartográficas entre Montevideo, las islas
Malvinas, la Patagonia argentina y la Tierra de Fuego.
Desde Julio de 1834 a finales de Agosto de 1835
permanecieron en la zona suroccidental de Suramérica,
entre Chile y Perú. Después de permanecer seis semanas
en la bahía de El Callao (Lima), parten hacia las islas
Galápagos y desde allí cruzan el Pacífico hasta Tahití,
Nueva Zelanda, Tasmania, Isla Keeling, Isla Mauricio y
Ciudad del Cabo, donde llegan en Junio de 1836.
Finalmente, partieron desde Pernambuco hacia
Inglaterra el 19 de Agosto.
En la última parte de su diario anota Darwin: “El último
día de Agosto anclamos por segunda vez en Porto Praya,
en el archipiélago de Cabo Verde; desde aquí salimos para
las Azores, donde nos detuvimos seis días. El 2 de Octubre
zarpamos para las costas de Inglaterra, y en Falmouth
dejé el Beagle,después de haber vivido a bordo de este
excelente barquito cerca de cinco años”.
Sus escritos
En Julio de 1837 comenzó Darwin a reunir los primeros
materiales para su obra fundamental El Origen de las
especies, que fue impresa en 1859. Los más de 20 años
que transcurrieron tienen que ver con su exactitud, rigor,
prudencia y quizá prevención. Pero las ideas básicas de la
evolución de las especies por la selección natural y de la
supervivencia de los más aptos ya rondaban su mente
entonces.
En 1839 se publica el diario del viaje del Beagle, o Diario
del Viaje de un naturalista alrededor del mundo, como
tercer tomo de la expedición, cuyos dos primeros redactó
el Capitán Fitz-Roy. Fue bien acogido y en 1845 se publicó
la segunda edición.
Posteriormente, Darwin se dedica a escribir su libro
sobre los arrecifes de coral (The structure and
distribution of Coral Reefs), que se publica en 1842 y que
le procura una considerable fama entre los geólogos.
Inmediatamente comienza la redacción de su siguiente
obra, referida esta a las islas volcánicas (Geological
observations on the volcanic islands) y que se publica en
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Babilonia:una aplicación informáticapara gestionar colecciones de biodiversidad vegetal en redes de jardines botánicosJosé Ignacio Alonso FelpeteJardín Botánico Atlántico. Gijó[email protected]
Sin pretensión alguna de querer obtener el calificativo de
Maravilla del Mundo Antiguo, como así fueron definidos en
su día los afamados Jardines Colgantes de Babilonia;
desde hace unos meses la Asociación IberoMacaronésica
de Jardines Botánicos (AIMJB) ha asumido el reto de
desarrollar una aplicación informática que permitirá
gestionar las colecciones de biodiversidad vegetal
custodiadas en estas instituciones botánicas y en otras
de similares características.
Babilonia, nombre que se ha dado a esta aplicación
(www.jbotanicos.net) nace con un objetivo muy claro:
dotar a la AIMJB de una herramienta que haga posible
organizar la información sobre el material vegetal que se
encuentra localizado en los Jardines Botánicos, al tiempo
que posibilita mantener la trazabilidad entre todas las
muestras almacenadas, entendida ésta como la
capacidad para conocer en cualquier momento los datos
de procedencia geográfica y genética de cualquiera de los
ejemplares ingresados en cualquiera de sus colecciones.
La filosofía de Babilonia atiende a una realidad muy
concreta que no se da en muchas otras instituciones
distintas a los Jardines Botánicos y que tiene que ver con
la capacidad de estos centros para aglutinar, al mismo
tiempo, varios tipos de colecciones de plantas: en cultivo,
de herbario y de germoplasma. Estas colecciones pueden
estar relacionadas entre si de distinta manera, lo que
hace pensar que muchos de los registros que en ellas se
almacenan comparten información. El empleo de
herramientas diseñadas con el propósito de mantener
cohexionada dicha información facilita la gestion
conjunta y el conocimiento global de la biodiversidad
vegetal contenida en estos centros.
Desde esta perspectiva de conjunto, llevada al grado de
institución y sin perder de vista la independencia en la
gestión que debe prevalecer dentro de cada colección, es
desde la que Babilonia aborda el desarrollo de su
estructura de funcionamiento; con usuarios que son
adscritos a un único centro y que, a la hora de trabajar, lo
hacen de manera autónoma sobre cada una de las
colecciones. Sin embargo, la gestión unificada de
registros hace posible que todo el material vegetal de una
institución pueda ser consultado a la vez, evitando así la
necesidad de tener que acceder a diferentes bases de
datos que, en la mayoría de los casos, se han construido
de manera inconexa dentro de cada Jardín Botánico y que
han obligado a que mucha información redundante esté
replicada en varios espacios. El enfoque pretendido de
esta aplicación, dentro de una red organizada de Jardines
Botánicos, no es más que el reflejo de otras iniciativas
como las de GBIF, BioCASE, GENMEDOC, PGH, Species2000
etc. que dentro de otra escala han buscado el consenso
frente a la particularidad, el trabajo en común y el
establecimiento de estándares, para poder ofrecer un
servicio a la sociedad en forma de datos de diversa
naturaleza, consultables a través de internet.
El reto que Babilonia tiene que asumir no puede ser
entendido únicamente dentro del contexto de nuestros
Jardines Botánicos, éste debe trascender al resto de la
comunidad científica y ser reflejo del interés de esta
asociación por hacerse más presente en la sociedad,
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Una diferencia que presenta Babilonia, frente a iniciativas similares que se encuentran disponibles en forma de aplicaciones comerciales, es queen su desarrollo se ha utilizado software libre.
Pantalla del programa Babilonia
ofreciendo herramientas de consulta y edición que den
respuesta a demandas que hasta ahora no están siendo
satisfechas y que son a las que la AIMJB puede y debe
prestar una atención especial.
Entre estas demandas cabe citar el servicio de datos
sobre las plantas cultivadas en Jardines Botánicos, la
generación de Index Seminorum de manera automática y
conjunta o el servicio de datos de los ejemplares
contenidos en Bancos de Germoplasma, compromiso este
último adquirido dentro de la Red Española de Bancos de
Germoplasma, REDBAG.
Una diferencia que presenta Babilonia, frente a
iniciativas similares que se encuentran disponibles en
forma de aplicaciones comerciales, es que en su
desarrollo se ha utilizado software libre. Siguiendo el
planteamiento inicial, la aplicación se ha concebido como
una proyecto desarrollado en lenguaje PHP y su base de
datos se ha construido sobre MySQL. Su código fuente se
hará disponible a la comunidad científica a la vez que la
aplicación, que será ofertada y difundida entre otras
redes de Jardines Botánicos, especialmente dentro del
ámbito de América latina.
El proyecto Babilonia, que en una primera fase ha
contado con el apoyo económico de la Fundación
Biodiversidad, aborda ahora el desarrollo de nuevas
herramientas que completen las funciones básicas de
catalogación con las que cuenta ahora. El módulo de
consultas y listados permitirá la generación de preguntas
individualizadas a requerimiento del usuario. Estas
consultas podrán ser guardadas para su uso posterior y el
resultado de las mismas podrá ser exportado a diferentes
formatos. Actualmente el equipo de programadores
trabaja para que la red GBIF pueda nutrirse de los datos
almacenados en Babilonia, lo cual va unido a la
implantación en el servidor que almacena la base de
datos de los protocolos de intercambio necesarios y al
ajuste de consultas para alcanzar el estandar DarwinCore
1.2 y 1.4, soportado actualmente por GBIF. La generación
automática de Index Seminorum y el desarrollo de los
módulos de limpieza y caracterización de semillas
(protocolos de germinación y viabilidad) serán los
siguientes pasos a abordar, de manera inmediata.
Babilonia se descubre como una herramienta que
busca facilitar el trabajo desarrollado en nuestras
instituciones y la puesta en común de la información
contenida en ellas. Su éxito o fracaso únicamente
dependerá del uso que queramos darle y del entusiasmo
con que entendamos que su desarrollo permitirá a la
AIMJB ofrecer esta aplicación al resto de la comunidad
científica.
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El Jardín Botánico de Castilla-La Mancha (JBCLM),
inscrito en la AIMJB desde febrero de 2005, desarrolla sus
actividades en el ámbito de las prioridades que su puesta
a punto le obligan a contemplar. Se trata de un proyecto de
gran complejidad en los aspectos técnicos, científicos,
socioeconómicos y de carácter cultural, lo que conlleva
El Jardín Botánico de Castilla La ManchaUna realidad cercanaFrancisco Montero Riquelme, J. Esteban Hernández Bermejo y Jose MªHerranz [email protected]
un tratamiento extraordinariamente minucioso de todos
y cada uno de los aspectos implicados. Los factores
condicionantes y, en su caso, limitantes, para la
definición del proyecto técnico y para la ejecución de las
obras e instalaciones necesarias, han generado
ampliaciones en los plazos previstos y, aun hoy, quedan
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por resolver algunos aspectos relativos a conexiones
urbanas de carácter energético o de servicios generales.
Por otra parte, la definición, selección, elección y
adquisición del material vegetal adecuado a los objetivos
propuestos y a la viabilidad de su establecimiento y
desarrollo posterior, en el entorno medioambiental del
Jardín, ha requerido un esfuerzo y conocimiento
científico-técnico notable desde la Escuela Técnica
Superior de Ingenieros Agrónomos de Albacete con el
respaldo del Jardín Botánico de Córdoba. Paralelamente,
y en la línea de apoyo histórico que la Universidad de
Castilla-La Mancha (UCLM) viene haciendo con la idea de
este Jardín Botánico, se ha llevado a cabo la construcción
de un Instituto de Investigación (titularidad UCLM),
ubicado en el interior del JBCLM y para el que se está
constituyendo su estructura investigadora.
El marco socioeconómico y cultural del JBCLM ha ido
consolidándose, progresivamente, en el reconocimiento
y aceptación de las instituciones implicadas que
encuentran, en el régimen de Fundaciones, el esquema
de relación y representación oportuno para el desarrollo
de los objetivos planteados y que, con una cuota
ponderada a la participación económica consiguiente,
reflejan el equilibrio de intereses y compromisos que
adquieren. La Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha, la Diputación Provincial de Albacete, el
Ayuntamiento de Albacete y la Universidad de Castilla-La
Mancha constituyen, en febrero de 2008, la Fundación
Jardín Botánico de Castilla-La Mancha que, tras los
nombramientos del Director General, D. Siro Torres García
y del Director Técnico, D. Francisco Montero Riquelme,
inicia la formación de su estructura orgánica. A
continuación, la Comisión Ejecutiva de la Fundación
JBCLM, acuerda el encargo de la Dirección Científica a D.
Esteban Hernández Bermejo.
Se trata de una apuesta decidida de las instituciones
que constituyen la Fundación JBCLM para dotarse de un
Jardín Botánico en Albacete como valor cultural del
mundo vegetal en un espacio del conocimiento y
desarrollo de la sociedad actual. Impor tantes
aportaciones económicas y relevantes compromisos de
mantenimiento constituyen el respaldo y garantía de
credibilidad en los responsables y gestores del JBCLM así
como en la AIMJB y en sus miembros, que han respondido
a las llamadas y consultas de ayuda en nuestros inicios.
Se trata de una apuesta decidida de las instituciones que constituyenla Fundación JBCLM
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La cronología de actuaciones del JBCLM puede resumirse en el esquema siguiente:
-Presentación proyecto en mayo de 2003 en Albacete-Presentación a AIMJB en abril de 2004 en Barcelona-Reunión de AIMJB en julio de 2004 en Albacete-Formulario solicitud admisión a AIMJB el 2 de Febrero de 2005-Presentación solicitud y admisión en Reunión Asamblea de la AIMJB el 26 de febrero de 2005 en Jardín Botánico Viera y Clavijo de Gran Canaria. VIII Simposio.-Seminario académico en noviembre de 2007: El Jardín Botánico de Castilla La Mancha y su compromiso con la Conservación y la Sociedad. ETSIA Albacete y Jardín Botánico de Córdoba.-Constitución de la Fundación Jardín Botánico de Castilla la Mancha en Febrero 2008-Primeros contratos de personal en septiembre de 2008-Finalización Obra civil del proyecto en diciembre de 2008-Participación en la Semana de la Ciencia. Noviembre 2008-Participación en FITUR 2009-Protocolo de colaboración con el Jardín Botánico Viera y Clavijo de Gran Canaria. Febrero de 2009.
Fidelización de públicos Un reto de futuroAna CasinoDirectora del Jardín Botánico Atlántico de Gijón, [email protected]
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La divulgación de la ciencia y del conocimiento conlleva,
cada vez en mayor medida, la focalización del estudio y,
por tanto, la centralización de recursos en un
determinado equipamiento que ayude al gran público a
entender diferentes ámbitos específicos del saber y le
muestre los recursos de aprendizaje de una forma
sencilla, atractiva y amena. Surgen así los museos de
ciencia , como espacios donde se concentran
exposiciones sobre una materia específica que analizan
desde muy diversos enfoques complementarios el objeto
de conocimiento que se expone. Los Jardines Botánicos
no son una excepción. A la exposición vegetal que es su
esencia se suman otros elementos que soportan y ponen
en valor la biodiversidad vegetal que cada Botánico
encierra. Estos elementos se apoyan de manera
creciente en soportes museográficos interactivos que
buscan el diálogo con los diferentes segmentos de
público cuyo interés se quiere captar, combinando el
elemento fijo, estático y pasivo de la exposición con la
respuesta puntual, dinámica y variable del perceptor, que
se complementa con las más variadas acciones de
didáctica: desde talleres a cursos de formación más
específica, pasando por visitas guiadas y otras
actividades de interpretación de la naturaleza que
atraigan el interés del gran público y le motiven a una
mayor implicación con el entorno natural que le rodea.
Visto así, la entrada a un Botánico parece sencilla o
cuando menos factible; pero uno de los grandes retos que
la mayoría de estos museos afronta en la actualidad es la
fidelización del visitante, buscando su implicación
permanente más allá de una primera visita de carácter
aleatorio. Identificar los órdenes de motivación y definir la
segmentación de los públicos por sus características
intrínsecas ayuda sin duda a programar acciones
individualizadas de interés para cada uno de ellos que
permitan la reiteración de la visita y que ésta ocurra de
forma motivada. La eficacia última de las mismas se
sustenta pues en la identificación originaria de grupos
homogéneos para poder luego actuar con cada uno de
ellos de forma coherente y adaptada a sus necesidades
concretas aunque no se deba olvidar el enfoque
multidisciplinar que permita la integración ordenada del
conocimiento y evite la generación de grupos estancos e
impermeables; un punto de encuentro en el que se
concentran factores de creatividad, singularidad e
innovación que ya no resulta tan fácil de conseguir.
Muchas y muy diferentes son las acciones llevadas a
cabo por diferentes Jardines Botánicos, con una
valoración de impacto variable sobre los colectivos a los
que van dirigidos. En el Jardín Botánico Atlántico de Gijón
el diseño y elaboración de nuevas propuestas constituye
un espacio en sí mismo de creación donde la actividad
artística y la didáctica se ponen al servicio del
conocimiento botánico. Segmentando grupos objetivo los
programas se avienen a los respectivos intereses, ya
sean científicos (Aula Abierta para público especializado,
con Conferencias, Cursos y Talleres) formativos (con la
Escuela de Jardinería y el Programa Educativo para
profesorado y alumnos), turísitico-culturales (con la
celebración de los Cambios de Estación y las Noches
Mágicas del Botánico y el Festival Música con Raíces, en
periodo estival) o sencillamente, de participación social
(a través del Pasaporte a la Naturaleza, el Bosque Sonoro
o el programa de Leer el Paisaje). Las últimas iniciativas
desarrolladas buscan captar la atención del público
familiar a través del infantil y como elemento integrador
del niño y el adulto, generando un espacio de actuación
común en el que todos se sientan verdaderos partícipes
de la actividad y no únicamente meros receptores de ella.
Nace así el CLUB DE LOS MIRUÉNDANOS (miruéndano es el
nombre dado, en algunas zonas de Asturias, a los frutos
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de la fresa silvestre Fragaria vesca L.), una iniciativa
creada en diciembre de 2008 para niños y niñas de hasta
12 años que participarán con carácter gratuito en
diversas actividades programadas desde el Botánico y
cuyo objetivo principal es la creación de un foro de trabajo
a través de la participación en el que los miembros del
Club sean parte activa del Botánico implicando a su
entorno familiar directo, con visitas guiadas al Jardín,
excursiones a otros espacios naturales abiertos dirigidas
por personal formado (organizadas con Asociaciones del
sector o con grupos de trabajo profesionalizados en el
tema concreto de estudio, etc.), encuentros específicos
para el grupo (Día del Miruéndano) y otras propuestas
que serán generadas de manera colectiva y participativa
por todos ellos, como el Periódico Digital del Miruéndano,
una apuesta por la creación en red de soportes
interactivos en los que el propio niño sea artífice y
propulsor de sus iniciativas utilizando para ello las
herramientas de comunicación que les son más cercanas
y conocidas y que además suponen un factor de difusión
indirecta muy potente.
Subyace a este programa la necesidad de integrar los
valores medioambientales y de preservación de la
biodiversidad vegetal entre la sociedad desde las edades
más tempranas, trabajando con los más pequeños que
crecerán así reconociendo la importancia de su entorno,
identificándolo como factor de calidad humana, y
transmitiendo la necesidad del compromiso personal
permanente con la Naturaleza en todos los órdenes de su
vida. Diseñar la acción, desarrollarla y divulgarla
constituye un primer paso; mantener el interés es el
s iguiente, mediante recordatorios periódicos
personalizados con los que se ofrezca una programación
variada y atractiva con iniciativas que compaginen el
desarrollo intelectual, la potenciación de las habilidades
artísticas y el aprendizaje sobre el mundo vegetal.
Finalmente, será el grado de penetración social de la
acción (hoy son ya 184 niños los miembros del Club) el
factor de valoración de su éxito y el criterio que permitirá
medir el impacto conseguido y corregir, en su caso, las
pautas de actuación establecidas rentabilizando
esfuerzos y redireccionando enfoques.
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