Esta bonita historia es un trabajo
realizado por alumnos y alumnas
del tercer ciclo de Primaria de dos
centros escolares que han trabajado
de forma colaborativa, coordinados
por sus profesoras.
CEIP Virgen de Belén de Jacarilla
(Alicante)
CEIP Padre Manjón de Burgos
Autores y
autoras Enrique Martínez
Álex Férez Eduardo Ortega
Yulisa Lázaro Sara Asturias Iván Maeso Óscar Maté
Profesoras Conchita López
Julita Fernández
Alumna en
prácticas Marta Pérez
Dedicamos este cuento
a todas las personas
que saben
querer,
escuchar,
amar.
Tener empatía es necesario para
ponerse en el lugar del otro, así
es más fácil resolver los
conflictos.
Hace mucho tiempo, en una tierra oscura,
había un volcán en erupción. De repente,
salió de él una especie de piedra parecida
a un huevo. Brillaba como nunca había
brillado el sol.
En ese mismo instante apareció una
criatura mítica que empezó a escalar para
subir a la cima del volcán. Cogió el huevo
y se marchó. Después se adentró en una
gruta que era su casa, puso el huevo
debajo de su almohada y se durmió.
Después de un par de meses, en
primavera, nació la criatura, era
guapísima, pero con el paso del tiempo
se volvió fea.
Manolo, que así era como se llamaba la
criatura mítica, pensó en un nombre para
ella.
Después de mucho pensar le puso
“Volcánico”.
Crecía muy deprisa, se estaba haciendo tan
grande como Manolo, y juntos exclamaban
y recorrían todas las rocas en busca de más
criaturas.
Un día el volcán volvió a entrar en
erupción, les pilló por sorpresa y les
atrapó, pero no les pasó nada porque
Manolo era el rey de los volcanes y
Volcánico, el príncipe.
Ellos hacían que los volcanes entraran en
erupción, pero no lo sabían. Lo que
tampoco sabían era que cada vez que el
volcán estaba activo nacía una nueva
criatura mítica.
Cuando Manolo se enteró, empezó a
hacer que el volcán erupcionara para
formar un ejército mítico y atacar a la
Tierra.
De tanto provocar erupciones, al final
llegó un día que eran ya 1.000.000
de Manolos y Volcánicos porque al
nacer, todos les querían poner esos
nombres en honor a sus creadores.
Un día, apareció una criatura, cuando
todos creían que era uno de los
suyos, se equivocaron, porque en
realidad era una nave espacial y se
fueron al planeta Tierra.
Pero todos no podían ir porque la
nave era demasiado pequeña, por lo
que fueron el primer Manolo y el
primer Volcánico, que eran los
representantes de las montañas.
Mientras tanto, contribuían con sus
propios vehículos para llegar también
a la Tierra.
Cuando llegaron, vieron que era igual
que su planeta por las montañas y
los volcanes, pero había unos seres
muy extraños, los humanos. Ellos
no querían invadirlo porque era un
planeta muy bonito.
Manolo y Volcánico construyeron
una especie de cueva para vivir en el
volcán Vesubio en Italia.
No leas porque te sientes obligado,
lee porque lo que sientes es
entusiasmo.