Cuaderno de Canciones
Sergio Román Armendáriz Ecuador (1934), Miembro del 'Club 7' de Poesía (1951-1962) www.sergioroman.com
Sergio Román Armendáriz (seudónimo: Escolar) Cuaderno de canciones Mención de Honor, Primer Concurso Nacional de Poesía "Ismael Pérez Pazmiño"
convocado por diario EL UNIVERSO, Guayaquil, Ecuador, 1959.
Descripción
El poemario CUADERNO DE CANCIONES consta de veintisiete
estrofas, de siete versos o líneas melódicas, cada una, identificadas con las
letras del abecedario. Así de manera progresiva, se intenta proyectar el
zigzag sentimental de un enamorado, desde su timidez inicial y las dudas
y satisfacciones posteriores hasta la culminación en el hijo por venir.
Anécdota
Este "Cuaderno…" fue escrito en Guayaquil, Quito y Salinas en papeles
dispersos que el autor iba amontonando en una gaveta de su escritorio
hasta que, impulsado por el concurso, los rescató, expulsó a muchos y los
organizó en la forma ahora conocida. Siendo un "Cuaderno…", el
seudónimo que le convenía era "Escolar". Y así lo firmó.
Cronología
Tiene varias ediciones, la primigenia en el diario El Universo, Guayaquil,
(domingo 20 de septiembre de 1959, pág.5), y la siguiente (que incluyó una
separata de doscientos ejemplares), en la revista del Ateneo Ecuatoriano #14,
(Quito, enero-marzo1961, págs.59-69), dirigida por el crítico Luis Cornejo
Gaete y prologada por el periodista Diego Oquendo: "Sergio Román, poeta
del Club 7…"
Viviendo ya en Costa Rica, Sergio ordenó un tiraje privado y
mimeografiado.
(Ediciones "El pie del peregrino" *, alfa, La Uruca, San José, CR, 1965, 7
páginas) imitando la "Biblioteca de líneas grises" que hacían circular los
miembros del Círculo de Poetas Costarricenses (Albán, Debravo, Chase,
Retana, etc.) con quienes a veces se reunía en un localito de las viejas
Arcadas, frente al Teatro Nacional.
También se reprodujo en un periódico de los educadores costarricenses
"APSE informa" #6, (San José, noviembre de 1967, pág.11), bajo el rubro:
"Poemas del profesor Sergio Román", y, asimismo, en uno de los números de
la revista "Palabra" que, en forma de plaquette, editaba conjuntamente la
antigua Facultad de Ciencias y Letras que dirigieron los doctores Chester
Zelaya (decano) y Shermann Thomas (subdecano) y el entonces llamado
Departamento de Estudios Generales, UCR, 1972, bajo la batuta en esa
época del eximio maestro Isaac Felipe Azofeifa, de quien, Sergio se
considera discípulo** en lides literarias y pedagógicas.
Curridabat, 9 de septiembre del 2008
* Esta iniciativa apenas cubrió las primeras aventuras, alfa, beta, etc. y fracasó por la
desorganización.
** En sus Memorias casi desvanecidas, Sergio asume, en Poesía, la influencia de tres creadores:
En América Latina, Porfirio Barba-Jacob, en el Ecuador, Hugo Mayo, y en Costa Rica, Isaac
Felipe Azofeifa.
Contexto
A partir de noviembre del año 1955, mes de la huelga estudiantil nacional
contra el régimen demagógico de José María Velasco Ibarra, hasta el
mes de junio del año 1959, mes del levantamiento juvenil contra el
régimen autoritario de Camilo Ponce Enríquez, el autor de "Cuaderno de
canciones", al margen de su actividad universitaria y política que a veces
se unieron para ser una sola faena entonces sorpresiva pero inevitable, en
las ciudades ecuatorianas de Guayaquil, Quito y Salinas, el autor fue
convirtiendo en fragmentos líricos su experiencia platónica o aristotélica
con diferentes bellas criaturas dentro de un transcurrir de rupturas y
citas, silencios y pláticas, dudas y coincidencias al azar, sensación de
mariposas en todo el cuerpo y un deseo infinito de morir después de
hacer el amor salvado sólo por la búsqueda de la palabra apenas
vislumbrada y siempre fugitiva.
Así, en la gaveta de su escritorio, Sergio fue amontonando esos
fragmentos dispersos a los cuales, impulsado por la invitación del
Concurso Nacional de Poesía que convocó el diario El Universo, en
1959, dio forma seleccionando 27 estrofas equivalentes a las 27 letras del
alfabeto. "Escolar", fue el seudónimo que de manera natural surgió para
integrarse al texto que, de acuerdo con el canon del Club 7, lo discutió
con su hermana y hermano en la poesía, Ileana Espinel Cedeño y David
Ldesma Vázquez., disfrutando una cerveza pilsener, David, un whisky
escocés, Ileana, y un vino de la casa, Sergio. Y un ceviche.
Luego cerré el sobre y lo envié.
Treinta ansiedades después, la sorpresa.
"El Universo" lo publicó íntegramente en su edición del domingo 20 de
septiembre de 1959, pág.5, con el siguiente párrafo de introducción:
"Se resolvió calificar con menciones de honor a seis trabajos de mérito,
(entre ellos), Cuaderno de canciones (firmado con el seudónimo
Escolar), del licenciado Sergio Román Arrmendáriz, poeta de valor y
miembro del Club 7".
Los tres primeros premios fueron ganados por tres poetas emblemáticos
del Ecuador: Hugo Salazar Tamariz, con su "Sinfonía de los
antepasados". César Dávila Andrade, con su "Boletín y elegía de las
mitas" y Hugo Mayo (uno de los maestros e inspiradores del Club 7) con
su "Caballo en desnudo".
Esta altísima compañía honra a Sergio.
A propósito, escribe el crítico Hernán Rodríguez Castelo al incluir a
Sergio Román en su antología titulada "Lírica ecuatoriana
contemporánea" (Quito, Círculo de lectores, 1979, 2º. Tomo, págs. 455-
460): "El Cuaderno de canciones fue otra prueba: un poema más largo –
tantas estrofas como letras tiene el alfabeto- con tono y aire de canción.
Lo mejor fue lo más simple, tenso y fuerte (con simplicidad y fuerza que
llegan a recordar a la Mistral)."
(Entonces, los Armendáriz habitábamos una antañona casa situada en la
calle Víctor Manuel Rendón 209, cerca de la ría Guayas, sitio que hoy
ocupa uno de esos bancos del neoliberalismo cuyo canto de sirena en este
mismo instante la energía social le arranca su máscara y sólo le queda
ensayar un estertor más dentro de la partitura de la actual agonía del
capitalismo especulador disfrazado de asquerosa caballerosidad
financiera que cumple la ley satánica por excelencia: el dinero, solito, sin
trabajo y sin parafernalia, produce más dinero.)
Llego a la carrera, subo de tres en tres los amorosos peldaños de la
escalera doméstica, cruzo la sala y en una mecedora saludo a mi madre
con un beso y le cuento la razón de mi alegría y ella me bendice y yo
busco mi habitación y me lanzo de bruces sobre la cama a reír hasta
llorar.
Hoy, cuarenta y nueve años después, con la mano derecha cruzándome la
frente y los ojos apenas entornados por el deslumbramiento de la pantalla
de la computadora, trato de salvar del naufragio estos recuerdos casi
desvaneciéndose desde esa época bohemia de estudios y aventura en que
fui feliz pero no lo sabía, entre brindis, revólveres y versos.
Sergio,
Curridabat, CR,
13 de octubre del año 2008
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 1
"A"
En la línea del corazón te encuentro
en el pan y en el libro en el vidrio del frío
en el corcel de luz del pensamiento en la rápida ola de la sangre
y en el licor purísimo del sueño.
"B"
En voz baja escribo esta canción escribo el color de tu nombre
que es un color a pájaros y frutas escribo tu perfil de tristeza
de mañana tierna en voz baja escribo esta canción
y escribo que te quiero.
"C"
Basta una palabra una palabra tuya
para creer en la bondad o en el dolor
nací para pedir una palabra una palabra tuya
Y tú sabes cuál es esa palabra.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 2
"D"
Necesito decirte por ejemplo tú llenas de pureza
las voces que pronuncias decirte claridad decirte
que la fe eres tú y que es indispensable para amarnos
un mundo sin fusiles.
"E" *
Te amo como amo la paz como amo el aire necesario
como amo el amor te amo
y todo queda dicho pues no hay idioma suficiente que hable
del amor del aire y de la paz.
"F"
Adoro los lugares comunes las fotografías repetidas
las corbatas que no uso por costumbre las lecciones que nunca aprenderé
pero antes y después de todo te adoro
porque eres diferente.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 3
"G"
La noche es joven y es para compartirla contigo
hay luna hay cristales heridos por la lluvia
que es buena amiga tuya alcánzame tus manos sobre el tiempo invencible
y hagamos una sola nuestras dos soledades.
"H"
Como el norte es al timón y la nave es a la mar
como el aire es al pulmón como la harina es al pan
así es tu vida para mi vida y nada más.
"I"
Tenías un clima adolescente en la piel un rosado sabor
ángel en la voz tenías flechas de ternura en la mirada
te amé y desde entonces con tu metal de estatua
levanto un monumento a la alegría.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 4
"J"
Fue tu emoción igual a un cielo nuevo y fue mi sentimiento una gaviota
aquella melodía parecía un puente entre nosotros y el crepúsculo
casi nos entendimos casi con el sollozo roto
y el suspiro desnudo.
"K"
Cuando cantes o reces estas cosas que digo tú estarás conmigo y yo estaré a tu lado
entonces tus ojos verán
con mis ojos cerrados.
"L"
Eras el huracán y el faro sobre esta vida
hecha a la medida de tus manos ay
sobre esta vida que gasto por costumbre
como vino herido por una copa rota.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 5
"LL"
Desde tu adiós me falta el aire y la sinceridad y las ideas
y en vez de gritar la realidad pienso que no te extraño pienso automáticamente como disco
y por torear al sol de la nostalgia empiezo un cigarrillo.
"M"
Tantos kilómetros tantos muros de ausencia
separándonos si eres la verdad
dime por favor una cordial mentira dime que el fuego vencerá al diluvio y alcanzaré ese cielo que no existe.
"N"
Nada dices y hace poco dijiste demasiado
así es de presuroso el reloj de la esperanza
ayer nos amábamos y ahora somos apenas estos dos extraños
cerrando la ciudad inútil del recuerdo.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 6
"O"
Que ruede el ave y el eco y el navío junto al filo del río de la pena
espero que regreses definitivamente
y que ruede el río de la pena afuera
con el ave y el eco y el navío.
"P"
Este poema es para ti sucede que al saborear recuerdos tú me llegas aunque no lo quiera
me asomo a tu retorno que no envías contesto las cartas que no vienen
sucede que hay un hombre que te llama condecorado por el dolor de amarte.
"Q"
Mientras te pienso todo se ilumina de pronto
y aunque lejos acaso estemos cerca
como dos árboles desconocidos cuyas raíces se amarran
bajo la noche intensa.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 7
"R"
Vestimos el corazón de fiesta y lo lanzamos al agua de un olvido
y allá va el corazón girando buscándonos
buscando todavía un día inexistente donde iremos a nuestro dulce encuentro con algún milagro de besos imposibles.
"S"
Ven y ayúdame a llorar por lo que pudo ser
esperándote perdí la llave de los llantos
ven y ayúdame a llorar.
"T"
Si otra vez es temprano si otra vez
detalles sin valor a nosotros no más nos estremecen
hablémonos en un silencio bajo mientras con las manos unidas descubrimos
planetas oxidados en antiguas ternuras.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 8
"U"
Ha llegado la estación del amor y juntos nuevamente decimos la plegaria
del surco a la semilla nos incendian extraordinarias fuerzas
el duende del molino el mantel del rocío
y los rubios motores de la aurora.
"V"
Contigo habité un sueño y supe que nos pertenecían
el panal de las culpas sencillas el universo entero
al despertar cerramos la lámpara de las lejanas lágrimas y encendimos la cárcel de las caricias nuevas.
"W"
Ay niña alta como la niebla
como una fogata en la montaña fresca
como el arcilla y el agua muero y vivo por ti tarde y mañana.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 9
"X"
A mí te anudo al igual que un cinturón ebrio
o un desnudo collar y
con una espada sábana de olor
te cubro.
"Y"
Voy a ti como el cordero al pastor
como el mundo va a la paz y la miel sube a la flor
voy a ti para partir
tu sol por la mitad.
"Z"
A bordo del anhelo encenderé la siembra que curvará la línea dorada de tu vientre hasta que un día nueve uvas más tarde
estremecidos vientos revienten las amarras que un milagro sacude en tus muelles azules y el hijo nos sorprenda como final de un viaje o como árbol crecido en la luz de la sombra.
Sergio Román Armendáriz Cuaderno de Canciones, p. 10 * "Canción simple" es el subtítulo de esta estrofa "E". Edición virtual desde Costa Rica para www.sergioroman.co.cr septiembre / octubre 2008