Cuento Corto Infantil, escrito por: Alexia Imoda
EL MEJOR HOMENAJE
En un bosque encantado vivían dos ovejitas mellizas. Se estaba acercando el día de la
madre. Un día más que especial para ellas porque además de especial era cansado, ya
que tenían que trabajar para poder homenajear a su mama tal como ellas creían que la
misma lo merecía.
Al fin se les ocurrió que trabajo hacer, era cortar el césped rosado y brillante de ese
bosque encantado. Pero las pequeñas desconocían que quien se atreviera a cometer tal
acto se quedaría sin pelaje.
Ellas les dijeron a sus padres que irían a caminar por el bosque y no volverían hasta el
atardecer.
Sus padres se preocuparon por la tardanza de las hermanas que no volvían y estaba
anocheciendo y las hermanitas no llegaban a su hogar. Así que su papa salió a buscarlas
desesperadamente igual que su mama. Las ovejitas no sabían que sus padres las
estaban buscando, ellas estaban cortando el pasto todavía cuando apareció el pequeño y
tierno Pandita.
Pandita intentaba advertirles que se detuvieran, no obstante ellas seguían y seguían su
tarea sin escucharlo siquiera.
– “Por favor paren, por lo menos díganme porque no paran”, – pronuncio el pandita con
fina voz.
– “No paramos porque necesitamos el dinero”- respondieron las ovejitas.
A lo que el pandita preguntó porque necesitaban tanto dinero. Ellas dijeron que era para el
regalo del día de la madre. El panda se sorprendió ante la respuesta. Y preguntándose
así mismo:
– “Día de la madre, dinero, mucho dinero”.
Y sintió que en su mente nacía una gran confusión, ya que no podía relacionar el dinero
con el día de la madre. Entonces les preguntó que tenía que ver el dinero con el día de la
madre y ellas dijeron que sin dinero no podrían comprarle el regalo a mama.
El pandita les dijo que él a su mamita querida le regalaba el día de la madre un abrazo y
un beso como cualquier mañana. Ya que para él cada día, cada minuto era un momento
adecuado para homenajear a su mama. Ellas se rieron y siguieron su tarea.
Cuando de repente… se escuchó un Plafff¡¡ que terminó como una suave brisa que
rosaba el poco pasto que quedaba ya. Cuando en ese momento una oveja miró a la otra y
dijeron…
– “¡Estás sin lana!”.
Y ambas salieron corriendo de allí, chocaron a sus padres que las seguían buscando por
el bosque encantado y les dijeron:
– “Nos vamos a casa”.
Cuando llegaron a su casa entraron a su cuarto y no quisieron comer nada. Al día
siguiente su madre esperaba un cálido abrazo de sus hijas, pero a cambio de eso no
recibió nada. Las pequeñitas ovejitas estaban llorando en su cuarto, cuando de repente
sintieron un cálido calor y se miraron mutuamente y dijeron:
– “¡Te volvió a crecer la lana!”
Ellas salieron corriendo del cuarto a abrazar a su mama y su mamá les dijo:
– “No necesito un regalo, con esto era suficiente”.
Desde entonces todos los días de la madre ellas la abrazaban y de vez en cuando le
compraban un regalo.
FIN
– Moraleja del cuento: Un beso y un abrazo es el mejor homenaje.
– Valores del cuento: Amor, humildad, sinceridad, responsabilidad, cariño.