CENTRO DE SALUD PROFESOR JESÚS MARÍN
SESIÓN PACIENTE INMOVILIZADO
Educación para la Salud
24/10/2016
AUTORES:
Carmen Nuria García Fernández
Rosario Hernández Ramos
Verónica Martínez Fresneda
Antonia Pérez Fernández
Pablo Samper Oñate
DIRIGIDO, ASESORADO Y REVISADO POR:
Juana Férez Pujalte
Mª Carmen Martínez Ruíz
Mª Dolores Ruíz Mondéjar
Rosario Verdú Nicolás
Pilar Sánchez Toledo
Mónica Martínez Cano
ÍNDICE
1- INTRODUCCIÓN
2- METODOLOGÍA
3- PROCEDIMIENTOS
ASEO DEL PACIENTE
MOVILIZACIÓN Y TRASLADO
CÓMO PREVENIR LA APARICIÓN DE ÚLCERAS POR PRESIÓN EN
PACIENTES INMOVILIZADOS Y CON MOVILIDAD REDUCIDA
ALIMENTACIÓN
4-CONCLUSIÓN/DISCUSIÓN
5- BIBLIOGRAFÍA
1- INTRODUCCIÓN
El cuidado de las personas dependientes es una tarea que suele recaer en una sola
persona, que se identifica como el cuidador principal. La carga que genera el cuidado
hace necesario que el cuidador reciba formación en los cuidados básicos desde
Atención Primaria en forma de intervenciones y sesiones, tanto de forma individual
como en grupos.
El propósito de esta sesión consiste en describir las actividades que integran los
cuidados básicos del paciente inmovilizado o con movilidad reducida, sea cual fuere el
diagnóstico del médico y el tratamiento que prescriba.
Los cuidados básicos que aquí se describen, son aplicables en el hogar y están dirigidos
al cuidador principal.
El objetivo principal es conseguir que el cuidador o familiar adquiera los conocimientos
necesarios para conseguir una adecuada atención de estos pacientes y generar el
máximo confort y bienestar del paciente, evitando el sufrimiento y así lograr
finalmente poder mejorar la calidad de vida.
2- METODOLOGÍA
El presente trabajo ha consistido en una búsqueda bibliográfica en las distintas bases
de datos sanitarias, extrayendo de ellas guías de práctica clínica y demás artículos
científicos que han permitido desarrollar los temas del estudio. Asimismo este ha sido
dirigido, asesorado y revisado por las siguientes enfermeras del Centro de Salud
Profesor Jesús Marín de Molina de Segura:
Juana Férez Pujalte
Mª Carmen Martínez Ruíz
Mª Dolores Ruíz Mondéjar
Rosario Verdú Nicolás
Pilar Sánchez Toledo
Mónica Martínez Cano
3- PROCEDIMIENTOS
3.1 ASEO DEL PACIENTE
Material
Palangana.
Guantes.
Esponjas jabonosas.
Toallas.
Agua.
Ropa limpia de cama.
Jarro con agua templada.
Champú o jabón líquido.
Tapones para los oídos o bolitas de algodón.
Secador si fuese necesario.
PROCEDIMIENTOS
Lo primero que debemos hacer es anular las posibles corrientes de aire que pudiera
haber (tª en torno a 24º), informar al paciente de que vamos a asearlo y procurarle
toda la intimidad posible. Prepararemos todo el material necesario y pondremos al
paciente en decúbito supino, nos lavaremos bien las manos y nos pondremos los
guantes.
1. LAVADO DE CABEZA ( si procede):
Adecuaremos la altura de la cama y retiraremos el cabecero y la almohada, pondremos
al paciente en decúbito supino con la cabeza ligeramente hiperextendida hacia el
cabecero de la cama. Protegeremos el colchón con empapadores absorbentes o
toallas, echaremos agua sobre la cabeza del paciente y aplicaremos el champú,
friccionando con las yemas de los dedos el cuero cabelludo. Aclararemos y
efectuaremos un segundo lavado. A continuación, secaremos muy bien con una toalla
y secaremos con el secador. Para finalizar, peinaremos.
2. ASEO GENERAL EN CAMA:
Si es necesario afeitar, se realizará antes de lavar la cara.
Se debe empezar lavando la cara. Si utiliza jabón, tenga especial cuidado con
los ojos.
Lave los ojos con gasas y agua templada y límpielos siempre desde la parte más
interna hacia la exterior (no utilizar nunca la misma gasa para los dos ojos).
Tenga cuidado de que no entre agua en los oídos. La cera se limpia con un
bastoncillo, pero sólo en los pliegues del pabellón auditivo, nunca introducir
nada en el oído.
Mantener la nariz limpia, usando pañuelos desechables e indicarle que se
suene correctamente la nariz, primero una fosa nasal y después la otra.
A continuación, se le quitará el camisón o la parte de arriba del pijama y lavaremos el
cuello, torso, axilas, brazos, manos y abdomen, insistiendo en las axilas y en zonas de
pliegues cutáneos como la mamaria. Secaremos muy bien y taparemos con una toalla
para evitar enfriamientos.
Seguiremos con el aseo de las extremidades inferiores, insistiendo en espacios
interdigitales, tanto a la hora de lavar, como a la de secar.
Continuaremos con el lavado de los genitales:
- En mujeres, se lavará la zona con la esponja jabonosa, de arriba hacia abajo,
limpiando cuidadosamente labios y meato urinario. Después, aclararemos,
eliminando completamente los restos de jabón y secaremos.
- En hombres, lavaremos los genitales con esponja jabonosa, retirando el
prepucio para un lavado minucioso del glande. Después, aclararemos hasta
eliminar todo resto de jabón, secaremos y colocaremos el prepucio, para evitar
edema de glande.
En ambos casos, tras el lavado de los genitales, se desechará la esponja usada para el
mismo.
A continuación pondremos al paciente en decúbito lateral. Con una esponja nueva,
lavaremos la zona posterior del cuello, espalda, glúteos, muslos y la región anal.
Secaremos bien y aprovecharemos para aplicar crema hidratante masajeando hasta su
total absorción.
Al acabar, enrollaremos la sábana bajera longitudinalmente hacia el centro de la cama
y la iremos sustituyendo progresivamente por una limpia. Pondremos al paciente de
nuevo en decúbito supino y aplicaremos crema hidratante en el torso y abdomen.
Terminaremos de hacer la cama con ropa limpia, pondremos al paciente el pijama o
camisón limpio y lo peinaremos.
El momento del baño es ideal para hacer una valoración del estado de la piel y para
curar las úlceras por presión o resto de heridas si fuese necesario.
3. HIGIENE BUCAL:
Cepillo infantil suave tanto para los dientes como para la lengua. Es el utensilio
más eficaz incluso en enfermos inconscientes.
Lo más importante para la higiene de después de las comidas son tres
cepillados con enjuague normal con agua. Es importante también evitar las
dietas cariogénicas (patatas fritas, snacks, bollería etc.)
Para la humidificación, pequeños sorbos de agua, zumos de fruta con cubitos
de hielo, manzanilla con limón (anestésico local y estimulante de la saliva,
respectivamente). Se puede aplicar vaselina en los labios.
Es importante la detección precoz de la candidiasis oral y los cuidados
especiales en la utilización de prótesis dental, que favorece las infecciones.
4. HIGIENE DE LAS UÑAS:
No se aconseja pintar las uñas, para ver el color del tejido subyacente.
El corte de uñas debe ser ovalado en las manos y anatómico o recto en los pies, pues
de esta manera se evita que las uñas se encarnen. También puede utilizarse lima de
uñas.
En algunos pacientes las uñas de las manos y las de los pies son muy duras. Se
recomienda aplicarles aceites y sumergirlas en agua jabonosa tibia, durante 10 o 15
min para que se ablanden y puedan ser cortadas. Existen corta uñas especiales para
uñas gruesas. Si se dificulta cortarlas, debe solicitar los servicios de un podólogo.
5. DUCHA EN BAÑO
En ocasiones en las que el paciente no está inmovilizado, sino que presenta reducción
de la movilidad se puede realizar el aseo del paciente en la ducha, aunque habrá que
tomar una serie de medidas como:
Adaptación del baño con suelo antideslizante.
Plato de ducha.
Asa de sujeción en la pared.
Silla de baño adaptada.
3.2 MOVILIZACIÓN Y TRASLADO
ADAPTAR LA HABITACIÓN
Uno de los aspectos esenciales a tener en cuenta respecto al cuidado de la persona
con movilidad reducida es el de adaptar el entorno para evitar peligros que puedan
agravar su situación. Por ello debe ser una zona bien delimitada, de fácil acceso, con
suelos libres de obstáculos y a ser posible no resbaladizos, y bien iluminada.
ROPA DE CAMA
La importancia de la ropa de cama es sobre todo que no sea ropa muy gruesa y pesada
que consiga dificultar el movimiento que ya de por si está afectado. También evitar
que se produzcan pliegues o cualquier arruga que pueda producir daño al paciente
(incluido el propio pijama). Debe ser transpirable para evitar que produzca humedad
de cualquier tipo (sudor, secreciones, etc.). La utilización de la entremetida resulta
muy útil para la movilización posterior.
PROTECCIONES
Las protecciones son instrumentos que ayudan en gran medida a evitar posibles
lesiones de la piel sobre todo en puntos donde por la anatomía se ejerce más. Hay que
tener en cuenta que no solo importa las presiones que ejerce el cuerpo con la cama u
otro objeto, sino que también el que se pueda producir entre los mismos miembros
del cuerpo.
Una forma de protección muy eficaz pero que no significa que se excluyan por ello las
movilizaciones corporales, es el colchón antiescaras. Este dispositivo permite que a
través de un colchón con diversas cámaras de aire que se inflan y desinflan de forma
alterna, consigamos que los puntos de presión del cuerpo varíen y así se reparta la
presión por todo el cuerpo, evitando por ello que se produzca la lesión. El
inconveniente es que es un dispositivo caro y no está al alcance de todos.
PUNTOS MÁS SENSIBLES
Hay que saber identificar bien que partes del cuerpo se pueden ver afectadas por
presiones debido al estado del encamado. Por este motivo el cuidador debe tener en
cuenta y observar que las zonas más sensibles a los daños por presiones son las zonas
de la piel en las que hay huesos cerca de esta, como pueden ser los talones zonas del
glúteo superior (sacro), lateral de la cadera (trocánter), codos, zona de la espalda alta
(zona escapular), y cabeza. Con una buena movilidad alternada (cada dos horas),
conseguiremos evitar que se afecten estos puntos.
MOVILIDAD DE LA CAMA/ GIRO O VOLTEO
Para realización de esta técnica, debemos:
-Colocar la cama en posición horizontal en caso de que sea articulada.
- Siempre nos colocaremos en el lateral de la cama hacia donde queremos que se gire
la persona.
-Flexionaremos la rodilla más lejana a nosotros, que posteriormente quedará encima
de la otra.
- Separaremos del cuerpo el brazo más cercano a nosotros para evitar que sea
estrangulado.
- Nos colocaremos lo más pegado a la cama posible.
- Avisaremos a la persona de que se le va a girar para evitar sustos innecesarios.
- Cogeremos a la persona por los ejes naturales del cuerpo, cadera y hombros, aunque
también se puede coger de la rodilla o con la entremetida.
-Atraeremos el paciente hacia nosotros con un movimiento continuo, se puede colocar
un acolchado detrás para evitar que vuelva a la posición de origen.
MOVILIDAD DE LA CAMA/ SUBIDA O ALZADO
La realización de esta técnica se debe realizar entre dos personas, sobre todo si la
persona no colabora nada.
-Colocar la cama en posición horizontal en caso de que sea articulada.
- Nos situaremos uno a cada lado de la cama.
- Con el uso de la entremetida y a la misma vez se alzará al paciente y se alzará a la
posición elegida
- Si no se dispone de entremetida, colocaremos un brazo en el glúteo y otro en la
escápula..
- Avisaremos a la persona de que se le va a mover para evitar sustos innecesarios.
- Con las piernas flexionadas para usarlas para levantar al paciente y con la espalda
recta realizaremos el ejercicio.
-Otro modo de subirlo es con el uso de un rulo de tela que permite deslizarlo sobre la
cama sin dificultad.
- En el caso de que la persona colabore , se le pedirá que nos ayude.
-Si estamos solos podemos colocarnos detrás del paciente, y cogiéndole de las axilas
atraerlo hacia nosotros.
SEDESTACIÓN DEL ENCAMADO
Esta técnica se puede realizar con una persona salvo que el encamado sea muy
voluminoso o presente mucha rigidez.
-Hay que realizar la técnica en bloque.
-Mantener en todo momento una correcta higiene postural.
-Comprobar que el borde de la cama mantiene el peso del encamado para evitar
deslizamientos.
-Pedir al encamado que colabore siempre que sea posible.
- Realizaremos un giro o volteo lateral antes explicado hasta colocarlo en el borde de la
cama.
-Flexionar las rodillas y sujetar con el otro brazo la espalda apoyando su cabeza en tu
hombro.
-Con un movimiento único bajaremos las piernas de la cama a la vez que elevamos el
cuerpo.
TRANSFERENCIA DEL ENCAMADO
Para realizar la técnica:
-Mantener a la persona lo más cerca posible del cuerpo.
-Mantener nuestras rodillas flexionadas.
-Pedir al paciente que nos coja de la cintura u hombro si es posible. (evitar que coja de
la ropa).
-Avisar al paciente para que colabore y no se asuste.
-Levantar aprovechando la extensión de nuestras rodillas.
-Asegurarnos de la estabilidad del paciente cuando este en bipedestación.
-Si la persona queda muy al borde, la acercaremos antes de levantarla.
-Manos en la zona glútea del paciente y arrastramos a nosotros.
-Manos, una en la zona glútea y otra en la escápula, y viceversa realizando arrastres
cortos.
-A la hora de levantar bloquear con vuestra rodilla la suya para impedir que resbale.
-Acercar lo más posible las dos superficies.
-Asegurarse de que la silla está completamente frenada; las ruedas que no estorben al
paso del paciente o asistente.
-Asegurar la superficie a la cual debe trasladarse el paciente (cama con ruedas frenada,
bañera seca o sin jabón...).
-Nunca realizar los traslados descalzos.
- La postura del cuidador para el traslado será con rodillas flexionadas para el alzado,
espalda recta en todo momento, al levantar al paciente debe mantenerse una pierna
mirando al paciente y la otra en dirección a la silla o asiento al que lo que queremos
dirigir.
Para las transferencias existen también diversos productos de apoyo como tablas,
discos, y cabestrillos que facilitan la maniobra minimizando el riesgo de caídas. En caso
de pacientes muy volumétricos o que no colaboran también se puede usar la grúa que
es otra herramienta muy útil pero cara que facilita el traslado, su colocación se realiza
introduciendo el arnés por detrás del paciente con giros laterales. Y luego solo hay que
engancharlo a la grúa y realizar la maniobra.
(Tabla de traslado): Es útil y facilita el traslado ya que no requiere elevarlo. El inconveniente es que las dos superficies deben estar al mismo nivel.
(Grúa): este dispositivo es muy útil sobre todo en paciente sin movilidad y gran peso, las cintas suelen cruzarse para asegurar la estabilidad. Asegurar que los brazos no queden atrapados al elevar o descender la grúa.
3.3 CÓMO PREVENIR LA APARICIÓN DE ÚLCERAS POR PRESIÓN
EN PACIENTES INMOVILIZADOS Y CON MOVILIDAD REDUCIDA.
DEFINIFICIÓN
Según la GNEAUPP, una UPP es “una lesión localizada en la piel o el tejido subyacente
por lo general sobre una prominencia ósea, como resultado de la presión, o la presión
en combinación con las fuerzas de cizalla. En ocasiones, también pueden aparecer
sobre tejidos blandos sometidos a presión externa por diferentes materiales o
dispositivos clínicos”.
ETIOLOGÍA
La frecuencia e intensidad de las UPP dependen, en gran medida, de la magnitud,
duración y dirección de las fuerzas de presión, además de otros factores relacionados
con la persona y el ambiente o microclima. El mecanismo de producción de las UPP se
basa en la deficiente irrigación sanguínea de la zona por una causa externa: la presión.
La piel que ha sido sometida a niveles perjudiciales de presión aparece inicialmente
pálida por la reducción del flujo sanguíneo y la inadecuada oxigenación (isquemia).
Cuando la presión se alivia, la piel se vuelve rápidamente de color rojo debido a una
respuesta fisiológica llamada hiperemia reactiva. Si la isquemia ha sido de corta
duración, el flujo sanguíneo y el color de la piel, finalmente volverán a la normalidad.
Cuando la presión cutánea es superior a la presión capilar se produce una isquemia
local en la que pueden observarse signos como edema, eritema, erosión, úlcera. A su
vez, también pueden estar presentes dos signos intermedios: la flictena o la escara.
Existen una serie de factores que van a predisponer al individuo a la aparición de
úlceras. Dichos factores pueden clasificarse en dos grupos: factores intrínsecos y
extrínsecos.
FACTORES INTRÍNSECOS FACTORES EXTRÍNSECOS
Trastornos neurológicos (pérdida sensitiva y motora)
Incontinencia urinaria o fecal
Alteraciones nutricionales (desnutrición, obesidad, deshidratación)
Falta de higiene, inadecuadas condiciones de humedad y temperatura
Tratamiento con inmunosupresores (radioterapia, corticoides y citostáticos)
Imposibilidad de cambios posturales,
Tratamiento con sedantes (BZD) Superficies de apoyo no adecuadas Trastornos de la aportación de oxígeno
Dispositivos diagnósticos o terapéuticos (oxigenoterapia, ventilación mecánica no invasiva…
Espasticidad y contracturas articulares Entorno social de riesgo >70 años Formación inadecuada del cuidador
CLASIFICACIÓN DE LAS ÚLCERAS POR PRESIÓN
- CATEGORÍA I
Piel intacta con enrojecimiento no blanqueable de un área localizada, generalmente
sobre una prominencia ósea. La categoría I puede ser difícil de detectar en la personas
con tonos de piel oscura. La piel oscura pigmentada puede no tener palidez visible; su
color puede diferir de la piel de los alrededores. El área puede ser dolorosa, firme,
suave, más caliente o más fría en comparación con los tejidos adyacentes.
La utilización del método del disco transparente, es la manera correcta de diagnosticar
las UPP de categoría I
- CATEGORIA II
Pérdida de espesor parcial de la dermis, se presenta como una úlcera abierta poco
profunda con un lecho de la herida rojo-rosado, sin esfacelos.
También puede presentarse como una flictena o blíster intacta llena de suero (a veces
sanguinolento) o abierta/rota. Se presenta como una úlcera superficial brillante o seca
sin esfacelos o hematomas —sin lesión en tejidos profundos—.
- CATEGORÍA III
Pérdida completa del tejido. La grasa subcutánea puede ser visible, pero los huesos,
tendones o músculos no están expuestos (véase la Fotografía 4). Los esfacelos pueden
estar presentes (véase la Fotografía 5), aunque sin ocultar la profundidad de la lesión.
Puede incluir cavitaciones y tunelizaciones. La profundidad de la UPP de Categoría III
varía según la localización anatómica.
- CATEGORÍA IV
Pérdida total del espesor del tejido con hueso expuesto, tendón o músculo. Los
esfacelos o escaras pueden estar presentes. Incluye a menudo cavitaciones y
tunelizaciones. La profundidad de la UPP de Categoría IV varía según la localización
anatómica.
Las úlceras de Categoría IV pueden extenderse a músculo o estructuras de soporte (por
ejemplo, la fascia, tendón o cápsula de la articulación) pudiendo ser probable que
ocurra una osteomielitis u osteítis. El hueso/músculo expuesto es visible o palpable.
PREVENCIÓN
La prevención contempla la elaboración de un plan de cuidados individualizado, que
irá encaminado a disminuir o controlar los factores de riesgo.
- VALORACIÓN Y CUIDADOS DE LA PIEL
El objetivo de los cuidados de la piel es mantener su integridad, evitando la aparición
de UPP y otras lesiones. Se debe inspeccionar la piel regularmente para detectar signos
de enrojecimiento en los individuos identificados con riesgo de padecer UPP.
Es importante vigilar La prominencias óseas y las zonas de exposición a humedad
constante (pañales…)
Existen una serie de signos de alarma cutáneos: sequedad, lesiones, eritemas,
maceración, piel de cebolla. Observar la existencia de eritema y de cualquier tipo de
calor localizado, edema o induración, especialmente en personas con pigmentación
oscura.
Los ácidos grasos hiperoxigenados tipo Mepentol son muy útiles para la prevención de
úlceras por presión (UPP). Se componen de aceite viscoso, ácidos grasos esenciales.
Previenen la maceración de la piel y forman una barrera protectora en la piel frente
agresiones externas y regenerar el epitelio dañado.
Para su utilización hay que realizar una o dos pulverizaciones, dos o tres veces al día
sobre las áreas de riesgo y extenderlo con la yema de los dedos. No se puede frotar ya
que se puede provocar la rotura capilar al realizar masajes de forma continuada y dar
lugar a una úlcera por presión.
Para distinguir una rojez de una úlcera de primer grado se debe presionar. Si la piel
sigue roja y no toma una coloración pálida-blanquecina se tratará de una úlcera de
primer grado.
- VALORACIÓN Y CUIDADOS NUTRICIONALES
En las personas con UPP se combinan otros factores que dificultan una adecuada
nutrición con frecuencia, como la edad avanzada, la inapetencia, la carencia de
dientes, problemas neurológicos, bajo nivel de conciencia, etc.
Se ha demostrado con un alto nivel de evidencia la efectividad de un aporte de
suplementación nutricional con complejos ricos en proteínas en personas en riesgo de
déficit nutricional y riesgo de UPP o tras una intervención quirúrgica mayor.
- MANEJO EFECTIVO DE LA PRESIÓN
El objetivo del manejo de la presión es proporcionar los cuidados adecuados para
evitar los efectos adversos de la presión directa y de cizallamiento. Para ello deben
tenerse en cuenta los siguientes puntos: actividad física, cambios posturales,
protección local ante la presión y superficies especiales de manejo de la presión.
Los cambios posturales son de gran importancia tanto en la prevención como en el
tratamiento de las UPP. La presión causada en una zona del cuerpo por estar acostado
o sentado puede ocasionar una deformación de los tejidos blandos, así como isquemia
de la zona afectada. Normalmente en estas situaciones se produce un estímulo
doloroso que motiva la respuesta de cambio de posición. Cuando esta respuesta no se
ejecuta la isquemia produce daño tisular. Por ello, es muy importante que la persona
tenga la capacidad para sentir el dolor y la capacidad física para moverse o cambiar de
posición por ella misma. Los sujetos que por sí solos no pueden cambiar de posición
necesitarán ayuda para ello.
El objetivo de los cambios posturales, realizados a intervalos regulares, mínimo cada
dos horas y máximo cada cuatro horas por la noche, es reducir la duración e intensidad
de la presión sobre áreas corporales vulnerables. Contribuyen a mejorar el confort del
individuo y su habilidad funcional.
En la realización de los cambios posturales se debe:
– Mantener la alineación corporal y fisiológica.
– No arrastrar al sujeto al cambiarlo de postura.
– Evaluar las condiciones de la piel del individuo y su tolerancia frente a los tejidos.
– Evaluar el nivel de actividad y movilidad.
– Valorar la condición clínica general.
– Conocer el tratamiento prescrito. La frecuencia de los cambios posturales está
determinada según la superficie especial de manejo de la presión que se esté
utilizando y por el estado del individuo.
- COLCHÓN ANTIESCARAS
Es una de las principales técnicas en la prevención de las úlceras por presión en
pacientes inmovilizados o con movilidad reducida, pero el uso del colchón no debe
suprimir los cambios posturales.
La presión que se ejerce sobre un punto del cuerpo se convierte en lesiva cuando es
superior a 15 mmHg.
PUNTOS DE APOYO EN PACIENTES SENTADOS
La presión que se ejerce en dichos puntos es mayor a 45 mmHg, en los puntos donde
se ejerce la presión aparece en primer lugar una falta parcial de oxigeno (hipoxia), si
esta presión continua se produce una falta total de oxigeno (anoxia) y si la situación
se mantiene se produce la muerte de los tejidos (necrosis).
PUNTOS DE APOYO EN PACIENTES ENCAMADOS:
La presión que se ejerce en los puntos de apoyo en un paciente encamado es superior
a 70 mmHg. Incluso con colchones anti escaras algunas zonas soportan una presión
mayor a 15 mmHg, por lo que también resultará lesiva, por lo que es conveniente
aunque la persona esté en un colchón anti-escaras y con cambios posturales vigilar la
aparición de rojeces y tratar.
- APOSITOS HIDROCOLOIDES
Una propiedad de estos apósitos es fraccionar en varios puntos la presión que recae
sobre un punto determinado, por lo que al ser fraccionada la presión en varios puntos,
los valores de esta en cada punto son inferiores de 15mmHg, siendo valores de presión
no lesiva.
Por lo que aplicando dichos apósitos cuando aparece una rojez que no palidece al ser
presionada, esta situación nos indicaría que estamos ante una ulcera por presión en
estadio I, al aplicar los apósitos hidrocoloides sobre la ulcera, estos hacen que se
revierta el proceso y no se avance a una ulcera en estadio II.
El procedimiento para aplicar el apósito es el siguiente: se lava y se seca la zona y
aplicando el apósito de forma que la extensión de este sobrepase 3-4 cm la superficie
enrojecida.
El apósito se puede mantener una semana, puesto que no hay herida, pero si se
arruga, despega o se unta de suciedad se cambia.
Son impermeables para el agua pero no para el oxígeno por lo cual, la piel recibe
oxigeno del exterior.
Se aplica también en ulceras por presión II, III y IV salvo que sean infectadas (porque
en las que están infectadas está contraindicado usar los apósitos hidrocoloides, salvo
en esta situación en estas ulceras son los apósitos de elección para así evitar que la
presión que se ejerce sobre ellas sea lesiva, convirtiendo la presión en no lesiva tras
su aplicación.
La aplicación de estos apósitos, es compatibles con otros productos que se precisen
poner en las ulceras por presión en estadios II, III y IV, para su adecuado tratamiento.
3.4 ALIMENTACIÓN
Una buena alimentación debe basarse en una adecuada ingesta de nutrientes a través
de alimentos variados, seguros, nutritivos y culinariamente satisfactorios. Permite
asegurar el funcionamiento de los órganos y sistemas, favoreciendo el estado de salud
y la calidad de vida (variada y equilibrada). Una alimentación (dieta) equilibrada será
aquella que cubre los requerimientos nutricionales y además mantiene un
determinado reparto entre los 3 macronutrientes. Se va a definir por tanto en base a la
energía y los tres grupos básicos de macronutrientes:
1. Energía: se estima que se debe aportar unas 25 – 35 Kcal/Kg de peso/día.
2. Hidratos de Carbono: Deben suponer el 50 – 60% del total de la energía
consumida. Dentro de ellos, el 40% debe aportarse como hidratos de carbono
complejos (a fin de proporcionar una fuente de energía sostenida a largo plazo)
y el 10% como hidratos de carbono sencillos, el aporte de fibra diario mínimo
recomendado es de 25 g/día.
3. Grasas: Deben suponer el 30 – 35% de la energía total consumida. Menos del
10% debe corresponder a ácidos grasos saturados, del 10 – 15% debe
corresponder a monoinsaturados y del 8 – 10% poliinsaturados.
4. Proteínas: Deben suponer del 10 al 30% de la energía total consumida.
En cuanto al consumo de agua, se recomienda la ingesta de 1 ml por Kcal ingerida. Así,
para una dieta media de 2000 Kcal, se recomienda la ingesta de 2 L. En cuento a la
ingesta de minerales y vitaminas, estas dependen de la edad, sexo y del estado
fisiológico. Es destacable que el hombre suele presentar unos requerimientos
ligeramente superiores que las mujeres, salvo para el hierro, debido a la mayor
predisposición de estas a padecer anemia por su condición fisiológica y a que estas
suelen seguir una alimentación más pobre en productos de origen animal, que
presentan hierro hemo, más biodisponible que el hierro inorgánico propio de
vegetales.
En estas recomendaciones, es importante mantener una dieta equilibrada y variada,
no basta con tomar diariamente raciones del mismo alimento de cada grupo, sino que
hay que variarlos por dos razones:
1. Los nutrientes característicos de cada grupo varían mucho entre los alimentos del
mismo.
2. Las toxinas y contaminantes naturales se distribuyen en todos los grupos. Cuanto
más variada sea la alimentación, menor será la posibilidad de que se tomen en
cantidades dañinas.
Además de una ingesta de nutrientes y energía variada y equilibrada, esta se debe
distribuir de una forma adecuada a lo largo del día.
En los pacientes encamados, es muy importante la adecuada ingesta de proteínas para
evitar las úlceras por presión y la desnutrición. La ingesta excesiva de proteínas
también es perjudicial, afectando a órganos como el riñón y el hígado; por ello,
siempre que no lo prescriba el médico, no hay que dar suplementos proteicos como
batidos preparados enriquecidos en proteínas. En esta tabla, resaltaremos alimentos
dónde podemos encontrar más proteínas.
La combinación de distintos tipos de alimentos, aporta proteínas que pueden
complementar en aminoácidos deficitarios, resultando así en una proteína de mejor
calidad que cuando se consumen por separado.
Respecto a la presentación de los alimentos; siempre que se pueda, hay que ejercitar
los dietes masticando; pero en pacientes con disfagia, por peligro de broncoaspiración
es conveniente usar una dieta modificada de textura. Una dieta modificada de textura
consiste en emplear los alimentos de consumo habitual, cocinándolos siguiendo las
recetas tradicionales y transformándolos según las necesidades, para conseguir una
textura adecuada. La textura de la dieta debe ser individualizada según el tipo de
disfagia y el grado de disfunción, pero en general se debe planificar con alimentos que
forman bolos semisólidos, cohesivos a la masticación de consistencia blanda, con purés
espesos y homogéneos evitando texturas gruesas con presencia de grumos, espinas u
otros elementos que puedan ocasionar problemas para la deglución. Se puede contar
con alimentos líquidos como leche o café con leche, que ligados a sólidos como
galletas, bollería simple o pan nos pueden dar la textura deseada para esta dieta en los
desayunos y meriendas. En caso de disfagia a líquidos, hacer una buena elección de los
líquidos. No se permiten líquidos claros y se utilizarán espesantes para adaptar la
viscosidad a la textura tolerada por el paciente (nectar, miel o pudding). Los
espesantes los venden en la farmacia y para que los cubra la seguridad social necesitan
autorización médica. Para la hidratación del paciente también se pueden utilizar aguas
gelificadas o bebidas espesadas
SONDA NASOGÁSTRICA
5. Normas para la correcta administración del alimento:
• Lavado cuidadoso de las manos
• El alimento se debe dar a temperatura ambiente
• Colocación del paciente: Siente al paciente en una silla, o si está en cama
incorporarlo de 30 a 45 º con la ayuda de unos almohadones. Esta posición debe
mantenerse durante una hora después de haber terminado. El alimento debe estar
colgado por encima de la cabeza del paciente
• Administración por jeringa. Antes de dar el alimento compruebe la correcta posición
de la sonda mediante las señales exteriores. Debe permanecer en el mismo sitio, si se
ha desplazado avise a su médico o enfermera. Vierta la cantidad de alimento en un
recipiente limpio y graduado. Aspire el contenido del recipiente con la jeringa y
conectarla a la sonda. La administración debe ser de forma lenta. Pasar de 50 a 100 ml
de agua de forma lenta para limpiar la sonda. Desconectar y tapar la sonda.
• Limpieza de la jeringa Lave la jeringa con agua jabonosa, aclárela bien y séquela.
6. Cuidados de nariz y boca:
La sonda se fija a la nariz con esparadrapo, el cual hay que cambiarlo todos los días.
Limpiar la nariz con agua y jabón, secarla y vigilar que no roce o deforme la nariz. Los
orificios nasales debe limpiarlos suavemente con agua templada y poner crema
hidratante para evitar irritaciones. Cuando tome alimento por la sonda debe cepillarle
los dientes y la lengua. Suavice los labios con cacao o vaselina. Si es necesario
humedezca la boca con una gasa empapada en agua, de dos a tres veces al día.
7. Administración de medicamentos:
No mezcle la alimentación con los medicamentos. Los medicamentos se administrarán
por la misma entrada que el alimento. Nunca mezcle en la jeringa varios
medicamentos. Debe pasarse por la sonda 20-30 ml de agua después de cada
medicamento. Solo se utilizarán jarabes, ampollas o medicamentos líquidos (no
efervescentes). Sólo los comprimidos (no las cápsulas) se pueden triturar hasta que
quede un polvo fino. Disolverlo en 20-30 ml de agua.
8. Problemas que pueden surgir y soluciones:
Lesiones en la nariz por irritación debida a la rigidez de la sonda. Debemos:
Cambiar la posición de la sonda para que no presione sobre el mismo punto.
Aplicar solución desinfectante o lavar la zona con agua jabonosa.
Cambiar esparadrapo cada día.
Obstrucción de la sonda por productos o medicamentos secos en el interior de la
sonda. Debemos: Pasar agua tibia (50ml) por la sonda con la ayuda de una jeringa.
Extracción de la sonda: La sonda sale al exterior por causa accidental o voluntaria.
Debemos: No asustarnos y avisar a su médico o enfermera
Nauseas y vómitos. Pueden ser por: Posición incorrecta del paciente, el alimento pasa
demasiado rápido y entonces hay excesivo contenido gástrico. Causas relativas a la
dieta o la medicación. Debemos:
1. Colocar al paciente en la posición correcta incorporándolo 30-45º Parar la nutrición
de 1 a 2 horas. Reiniciar la nutrición al cabo de 1 a 2 horas y si persisten los vómitos
avisar a su médico
2. Parar la nutrición de 1-2 horas, pasadas las cuales volver a aspirar hasta que
disminuya el contenido gástrico.
3. Revisar si se cumplen las indicaciones de administración de la dieta o del
medicamento.
Diarrea. Puede ser por: El alimento pasa demasiado rápido, fórmula demasiado fría,
dieta contaminada, dieta inadecuada. Debemos: Parar la nutrición de 1 a 2 horas .R y
reiniciar la nutrición al cabo de ese tiempo y si persiste avisar a su médico. Si usa una
jeringa, pasar el alimento lentamente (mínimo de 2 a 3 minutos por jeringa llena de
producto)
Dar el producto a temperatura ambiente
Desechar la dieta y avisar a su médico.
Administrar una dieta con fibra soluble
Estreñimiento por producto con poca fibra e inmovilidad: comuníquelo a su médico y
movilizar al paciente en la medida de lo posible.
Sensación de sed. Puede ser por medicación, fiebre y sudoración: Revisar la ingesta de
líquido y medicación.
Llamar al médico o enfermera si:
1. Las náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal no paran en 24 horas.
2. Fiebre por encima de 38º
3. Rotura o salida de la sonda de alimentación
4. Hinchazón excesiva de la cara y de las piernas
5. Enrojecimiento y supuración de la zona donde está colocada la sonda
6. Estreñimiento (más de 5 días sin deposiciones)
7. Sospecha de aspiración a pulmón
4. CONCLUSIÓN
Podemos concluir que esta forma de proceder nos lleva a una mejor asistencia del
paciente inmovilizado y con movilidad reducida, así como a un mayor confort y mejora
de su calidad de vida, aumentando por ende la del cuidador, y evitando así su
sobrecarga.
Con relación a cómo prevenir la aparición de úlceras por presión, en el Centro de Salud
Jesús Marín en Molina de Segura se está llevando a cabo la prevención durante 20
años, en los cuales ha ido disminuyendo la incidencia de UPP en pacientes, llegando a
evitar prácticamente la total aparición.
Gran parte del éxito de esta prevención ha sido gracias a distribución de la población
por cupos, pues cada enfermera empezó a preocuparse por las úlceras que tenían sus
pacientes ya que tenían que desplazarse al domicilio y tener la responsabilidad de la
prevención curación y tratamiento de estas.
5. BIBLIOGRAFÍA EN APA Y VANCOUVER
Pujalte BF, Llatas FP, Fornes, PD, Mañez VM, Fernández VL. Apósitos en el
tratamiento de ulceras y heridas. Enfermería Dermatológica. 2008; 2(4): 16-19.
Fernández, I. C. (2014). Guía de práctica clínica para el cuidado de personas con
úlceras por presión o riesgo de padecerlas. Enfermería Dermatológica,8(22),
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Grupo de trabajo de úlceras por presión (UPP) de La Rioja. Guía para la
prevención, diagnóstico y tratamiento de las úlceras por presión. Logroño:
Consejería de Salud de La Rioja; 2009
Requena Álvarez, E. (2016). Monografía sobre el tratamiento y prevención de
las úlceras por presión en pacientes adultos.
Cotelo, E. L., Sexto, E. S., Figueiras, M. D. F., Buján, L. F. S., Cotelo, M. J. L., &
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