MIÉRCOLES 23 de Abril de 2014 23:27
Apóstol Sergio G. Enríquez O.
Acabamos de tener una fiesta muy hermosa que debemos asimilar, porque
cuando hay una fiesta del Señor debemos tener mucho cuidado, ya que vemos en
la Biblia que cuando llegó el tiempo que se destetó a Isaac, su padre Abraham
hizo una gran fiesta, y Agar e Ismael se fueron del banquete, los desecharon por
la actitud que tenían, porque no estaban contentos ni agradecidos; el problema de
Agar e Ismael era problema de actitud
Otro ejemplo lo vemos con la reina Vasti, la descartaron en la fiesta por su mala
actitud; Vasti estaba muy molesta porque el rey Asuero había hecho una fiesta de
seis meses y no la había llamado. Luego el rey hace otra fiesta pero Vasti había
hecho su propia fiesta, pero su trasfondo era por la actitud de rebelión.
Otro ejemplo de mala actitud: vemos al enemigo de los israelitas, Amán, le
quitaron la vida en un banquete en el que subieron a Mardoqueo e hicieron
descender a Amán y lo mataron. Por eso debemos tener cuidado con la actitud
que podamos tener en las convocaciones porque cuando Dios hace banquetes y
fiestas, verá la actitud que tengamos en nuestro corazón, sea que acudamos o no
a Sus convocaciones porque a partir de ahí nos pueden subir o bajar. Por eso es
que a los que asisten con gozo para darle fiesta a Jehová y sirvieron, tendrán su
galardón como sucedió con Mardoqueo, Isaac, la reina Ester.
El banquete más hermoso que puede existir en la tierra es la Santa Cena, por eso
es que no podemos acercarnos a la mesa del Señor sin estar a cuentas con El.
Vemos que a Judas en la Santa Cena, después del bocado que comió, se le metió
Satanás; él es un ángel caído, un querubín, es la única referencia que tenemos en
la Biblia, en donde un ángel se mete en una persona después de participar de un
banquete; por eso es que una persona que no tiene una actitud adecuada en
medio de la Santa Cena, se debilita, se enferma y algunos hasta mueren; pero los
que atienden adecuadamente las convocaciones del Señor; se regocijan y con un
corazón sencillo reciben la Santa Cena siendo lo más importante para nuestras
vidas en ese momento y como consecuencia tendremos repercusiones
impresionantes como lo es la sanidad, liberación de demonios y en su lugar llega
la bendición del Señor.
Debemos saber que cuando servimos en una fiesta nos podremos encontrar con
Vasti, Amán, Ismael, Agar y Judas; pero también nos podemos encontrar con
Mardoqueo, Ester, Isaac. Todos los que nos hemos regocijado en esta fiesta que
pasó y vivimos en el Retiro del Año del Reinicio, tenemos la oportunidad de ser
trasladados de dimensión aun viviendo en la tierra, pero si murmuramos o nos
quejamos de algo o alguien por inconformismo o amargura; estamos en riesgo de
ser descalificados y eliminados como sucedió con los personajes que ya
describimos.
Entonces la actitud de la gente en los banquetes definen lo que llevan en su
corazón. Absalón hizo un banquete y ahí mató a su hermano Amnón, pero su
actitud tuvo un efecto bumerán porque la muerte llegó a Absalón; aunque era uno
de los preferidos del rey, y era el único que traía una jerarquía real porque todos
los demás eran hijos del rey pero no de reina; la mamá de Absalón si era reina.
Pero entonces dependiendo de la actitud que haya en nuestro corazón, también
estamos arriesgando la salvación.
¿SE PIERDE O NO SE PIERDE LA SALVACIÓN?
Esta ha sido la discusión teológica a través de las edades cristianas, desde que el
Señor ascendió a los cielos, pero si la Palabra dice que hay que cuidarla significa
que se puede perder.
(Hebreos 2:3 LBLA) ...¿cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan
grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor,
nos fue confirmada por los que oyeron...
Aquí debemos recordar que existen diferentes clases de salvación: Existe la
salvación del fuego eterno; la salvación de esta perversa generación; la salvación
de una enfermedad.
(Hebreos 2:3 BPD) ...¿cómo nos libraremos nosotros si rehusamos semejante
salvación? Esta salvación fue anunciada en primer lugar por el Señor y nos fue
confirmada que era verdad por quienes la escucharon de El.
Esta salvación la dijeron los ángeles, pero ¿cómo puede alguien rehusar,
rechazar, descuidar la salvación? Por es necesitamos analizar por el Espíritu
Santo para ver que hay en nuestro corazón y que El por misericordia nos revele lo
que llevamos para que sea extirpado cualquier situación contraria a Dios.
(Apocalipsis 9:20 NTV) Sin embargo los que no murieron en esas plagas aún asi
rehusaron arrepentirse de sus fechorías y volverse a Dios. Siguieron rindiendo
culto a demonios y a ídolos hechos de oro, plata, bronce, piedra y madera, ¡ídolos
que no pueden ni ver ni oír ni caminar!
Quiere decir que alguien podría rehusar la salvación al no arrepentirse de sus
pecados; debemos aclarar que arrepentirse no significa llorar, arrepentirse es
cambiar de manera de pensar y tener una actitud positiva en las cosas que a Dios
se refieren.
Hay muchos cristianos que aman el dinero y las doctrinas contemporáneas que se
han metido en las iglesias han creado codicia, convirtiéndose en abominaciones
como también lo es la idolatría.
(2 Timoteo 3:1 RVES) Esto también sepas, que en los postreros días vendrán
tiempos peligrosos. 2 Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes a los padres, ingratos, sin
santidad, 3 Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles,
aborrecedores de lo bueno, 4 Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los
deleites más que de Dios; 5 Teniendo la apariencia de piedad, mas habiendo
negado la eficacia de ella y a éstos evita.
Eso quiere decir egolatría, que es una clase de idolatría. El corazón del hombre
tiene una tendencia a la egolatría pero el tiempo que nos ha tocado vivir es el
tiempo más peligroso, porque es el tiempo que se idolatra cualquier cosa que los
medios de comunicación a nivel internacional quieren llevar a la luz, por eso
vemos que se idolatran escritores que mueren, se idolatran cantantes que mueren,
líderes políticos que en algunos países la cúpula de algunos países dicen que sus
lideres muertos les sigue hablando a los que los sustituyen. Claro que con la gente
del mundo eso es entendible, no excusable, pero qué podemos hacer si ellos
prefieren seguir en tinieblas; pero que eso se traslade a la Iglesia y se idolatren a
apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros, salmistas; eso no es
entendible porque Dios nos ha enseñado la verdad y nos ha enseñado lo que El
piensa respecto a la idolatría.
Al Apóstol Pablo en sus días, alguien le quiso ofrecer un sacrificio matando un
animal; pero él se lanzó en medio de la multitud rasgando su vestidura diciendo
que no lo hicieran, porque eso era sinónimo de idolatría para él. Por eso nosotros
tenemos que pelear contra eso, debemos arrepentirnos de cualquier clase de
idolatría que hayamos dado lugar en nuestra vida y en su lugar ubicar nuestro
corazón en adoración a Dios.
La última generación es la que estamos viviendo, la que el Señor Jesucristo dijo:
"en verdad esta generación no pasará sin que todas esas cosas acontezcan"; a
esta generación se le llama la generación "me" o "yo", por eso es que cuando
vemos en las redes sociales cómo es que cada quien toma fotos de sí mismos;
podemos notar que todo eso es producto de la generación a la que se le ha estado
incentivando el ego para que otros los estén admirando.
En un estudio realizado por la gente que se encarga de hacer estadísticas, dicen
que el país en donde está abarcando más la Iglesia Evangélica, es en Guatemala,
ha crecido de una manera impresionante la Iglesia del Señor Jesucristo, pero es
algo que debemos cuidar porque si nos olvidamos que todo ha sido por la
misericordia de Dios y creemos que ha crecido por nosotros, lo podríamos llegar a
perder hasta que reconozcamos que todo poder es de Dios.
Tenemos que reconsiderar nuestros caminos, así como el centinela anhela la
madrugada, así debemos anhelar la Presencia del Señor, como el siervo brama
por las corrientes de las aguas, así debe clamar nuestra alma por Jehová.
Debemos preferir un día en Sus atrios, que mil fuera de ellos, debemos pedir
perdón al Señor si en algún momento se ha apagado el fuego en nuestros
corazones para buscarle y pedirle a Dios que nos permita volvernos a El y poder
tener la oportunidad de reiniciar nuestra relación con El.
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