DELEGANDO UN PAÍS
Hablar de delegar es un termino muy complicado, ya que a veces creemos que
nadie pude hacer mejor las cosas que uno mismo. Pero la verdad es que todos
necesitamos de todos para hacer mejor nuestro trabajo, por que entre mas ojos
supervisen mas fácil es encontrar los errores.
Lamentablemente también es muy complicado delegar una responsabilidad por
que a veces hay personas malintencionadas que buscan solo beneficiarse, ya que
la guerra de egos es un mal de la humanidad. Y entorpecen el trabajo en equipo
que podría llegar a ser un muy buen proyecto. Trise mente esto sucede en todos
lados, desde que estamos en la escuela formándonos siempre hay uno que se
favorece del esfuerzo de otros, también en el trabajo nunca falta un compañero
incomodo que solo busca su beneficio.
Cuando hablamos de delegar nos referimos a que cada persona tiene un talento, y
en un equipo hay que dejar que esa persona realice eso que se le facilita, y
siempre hay que reconocer que no somos todo logos y que es bueno saber quien
del equipo tiene la facilidad para realizar cada función, así todos podrán demostrar
sus talentos consiguiendo mejore resultados.
Si bien es difícil como persona saber cual es tu talento interno, aunque siempre
hay quien lo descubre y es hay cuando uno pude demostrarse lo capaz que pude
llegar hacer dando un muy buen resultado. También depende de del líder que ese
el que esta al frente de el equipo, para saber destacar las virtudes de cada
integrante y como acomodar su intervención es en este.
La humanidad es compleja y defectuosa, estamos rodeados del bien y del mal,
como si fueran una especie de bufet en el que tu elijes que camino tomar, las
respuestas a eso siempre las encuentras en ti y en lo que tu esperas de ti, si
encontraste tu misión en la vida, o si solo eres un débil pasajero que camina sin
dirección en un desierto solo y sin mas allá, para poder dejar huella.
Esto nos lleva a ver la problemática que existe en la política de cualquier lugar,
siempre rodeada del bien y del mal, en promesas y verdades, uno encentra de
otro, encontrando beneficios, mientras acaban a otros.
Sucia o limpia la política es un claro ejemplo de delegar actividades, por que al fin
de cuentas un pueblo entero es quien le delega a uno solo a responsabilidad de
nuestro trabajo, este debe cuidar de nosotros y procurar impulsarnos y no
hundirnos.
Cuando un pueblo busca delegarle las responsabilidades a alguien busca
seguridad y tranquilidades, se supone que esa persona debe atender estos
intereses de los que confiaran en el para llevarlo a un poder absoluto.
Triste mente no es así, el poder que se delega es tano que sufren la enfermedad
de delirios de poder, esto hace que envés de cumplir con lo delegado, se
beneficien ellos y dejen solo a un pueblo.
Por estas circunstancias aparece un pueblo desilusionado y descreído, que sabe
que siempre será defraudado y por eso vive con los brazos abajo sin hacer nada
por si mismo, ya que espera que alguien mas se levante a poner orden, para
luego entones volver a defraudar.
Pero si esto lo vemos como si fuéramos una empresa y el que esta al amando fuer
nuestro subordinado y nosotros los jefes, ¿que acaso eso no nos convierte en
lideres?, ¿Qué clase de lideres somos?, ¿somos capases de mandar al que
manda? Es posible que nos este faltando mano dura en eso de liderar a nuestro
subordinado, pero si bien es cierto que no estamos delegando bien por que nos
falta saber que delegar, saber que queremos pedir y entonces saber quien esta
capacitado para responder por lo pedido.
También es claro que mientras sigamos como humanidad envueltos entre el bien y
el mal difícilmente alguien estará capacitado para delegarle un país. Y que aunque
sepamos que pedir, difícilmente habrá alguien con la suficiente vacuna para
vencer la enfermedad del poder. Y mientras nos toca vivir en la misma historia.