DESARROLLO SOCIOAFECTIVO DEL NIÑO CON DEFICIENCIA
AUDITIVA
• AMAYA SANZ• RAQUEL ASPANO• DÉBORA GARCIA• BÁRBARA BARCELÓ
1. RASGOS DEL DESARROLLO SOCIOEMOCIONAL
• Dificultades para desarrollar su personalidad• Desajustes personales, sociales y emocionales• Conductas socialmente poco aceptadas• Baja competencia social• Características personales particulares• Rasgos de inmadurez social…
2. CAUSAS
• “Deprivación conversacional”• Enculturación y socialización particulares• Menor aprendizaje por imitación y observación• Sobreprotección (limitación de la autonomía y la
independencia).• Dificultades comunicativas (en la familia).• No aceptación de la sordera ni visión positiva de
sus potencialidades.• Otros factores neurológicos asociados.
3. ETAPA PREVIA. GESTACIÓN
• Los niños oyentes experimentan las primeras percepciones en el vientre de la madre.
• Los niños sordos se ven privados de ello.
4. DEL NACIMIENTO A LOS 3 AÑOS
• Los niños oyentes interactúan y se comunican con la madre antes del habla, lo que hará necesaria la adquisición del lenguaje.
- 3 meses; reconocimiento de las personas y conductas. Busca la fuente sonora con la mirada
- 4 meses; Relación entre lo que oyen y lo que ven. Busca la fuente sonora, situada lateralmente y más abajo, con movimientos de cabeza. Interrumpe el llanto al escuchar música.
- 8 meses; Recelo ante personas extrañas. Localización de fuentes sonoras situadas lateralmente y más arriba mediante movimientos de cabeza.
- 10 meses a 1 año; Reacción vocal al escuchar música. Reacción a estímulos de baja intensidad a un metro de distancia.
- 18-24 meses; Reconocimiento de sí mismos y utilización de pronombres.
• Los niños con sordera también interactúan con la madre pero con diferencias debido a sus limitaciones.
- 4 meses; Comienza el retraso al sólo disponer de un canal.
- Pérdida de elementos sonoros verbales y semánticos en la comunicación.
5. DE LOS 3 A LOS 6 AÑOS
• Proceso de la socialización: adquisición de conocimientos y habilidades para actuar en un grupo.
• Interacciones sociales y lingüísticas: desarrollo cognitivo y capacidades intelectuales.
Tanto el niño oyente como el sordo han de aprender las habilidades y disposiciones para actuar en un medio o grupo.
6. INTERACCIONES SOCIALES DEL NIÑO SORDO CON SUS
IGUALES• Interacciones poco flexibles y
estructuradas (interacciones verbales).• Interés social comparable a los oyentes.• Falta de habilidades para iniciar y
mantener el contacto.
7. INTERACCIONES DEL NIÑO SORDO E HIPOACÚSICO CON
LOS ADULTOSEn la familia el niño con deficiencia auditiva encuentra dificultades para
relacionarse en un medio de oyentes.
• Importancia de la actitud de los padres y la aceptación
• Interacciones sociales: interacciones comunicativas - Procesos comunicativos entre el adulto y el niño sordo con
dificultades (inexistencia de un código común). - La dificultad de comunicación entre ambos puede desembocar en
la permisividad del adulto hacia el niño, perjudicial para su desarrollo.
- Dificultades en la planificación y en la comprensión de secuencias temporales.
- Dificultad para distinguir emociones, limitando la comprensión de situaciones y dando lugar a errores.
- Desconfianza, egocentrismo e impulsividad (modificable). - Situaciones de incomodidad y aislamiento (negativa
repercusión futura). - Vivencia de modo inseguro del entorno. - Comparaciones entre los niños con deficiencia auditiva y
los niños oyentes. - Bajo autoconcepto y autoestima - Necesidad de modelos de identificación en los niños
sordos, hijos de padres oyentes.
8. CONCLUSIONES
• Variabilidad de lo anterior según la competencia comunicativa del medio familiar y escolar.
• Influencias de la sobreprotección de las familias y/o la escuela, adquisición temprana del lenguaje (incluyendo LSE), las experiencias y las estrategias educativas.
9. REFLEXIONES
• Cada niño es diferente y sus intereses varían, pero hay una necesidad que es igual para todos: “la aceptación”, porque será la base de su felicidad.
• "Qué importa la sordera del oído cuando la mente oye; la verdadera sordera, la incurable sordera es la de la mente" (Víctor Hugo).