DOCENTE: DR. EDUARDO LITANO BOZA
CURSO: HISTORIA ECONOMIA DEL PERU
ALUMNA: MARITA LUANA PURIZAGA RIVERA
Economía totalmente arruinada.
Las actividades económicas como la minería, la
agricultura, el comercio y el sistema fiscal que
constituyeron la base del sistema económico
colonial colapsaron debido a las guerras
independentistas.
Las haciendas en la costa se despoblaron de
negros.
Cupos en dinero, víveres y forrajes exigidos para el
sostenimiento de las continuas guerras ocasionó la
descapitalización de la tierra y redujo al
abastecimiento y comercio agrícola.
Caudillaje Militar
Los caudillos fueron jefes
militares que se disputaron el
control del Estado durante gran
parte del siglo XIX.
Esto les permitía tener el poder
suficiente para llegar a la
presidencia a través de un golpe
de Estado o un levantamiento.
Para lograr sus objetivos, el caudillo debía mantener buenas relaciones con las familias aristocráticas y con los hacendados locales que le prestaban tropas y dinero. Pero, al mismo tiempo debía ganarse el favor de las clases populares.
La revuelta de un caudillo solía iniciarse con una declaración pública en la que afirmaba que el gobernante de turno había quebrantado la ley y que él le devolvería la legalidad al país.
Si el caudillo ganaba las elecciones mandaba a elaborar una Constitución acorde con sus intereses. Por ello, entre 1827 y 1845 se promulgaron cuatro Constituciones (1828,1834, 1836 y 1839) y más de una docena de caudillos ocuparon la presidencia.
2.- LA SOCIEDAD PERUANA EN LOS ALBORES
DE LA REPÚBLICA
Dada la extensión geográfica del Perú a inicios
de su vida independiente, nuestro país era una
república con una escasa población, que
apenas alcanzaba el millón y medio de
La proporción indígena era variable a lo largo
del territorio nacional. En el departamento de la
Libertad (que en aquel entonces incluía a los
actuales de Amazonas, Cajamarca, Piura y
Lambayeque; mientras que en departamento de
Puno, el cual tenía la delimitación actual, el 94 %
de la población era indígena.
CONTRIBUCION INDIGENA
Durante los inicios de la república se
aprecia una gran ambivalencia con
respecto a la contribución indígena, lo cual
habría sido una de las causas de las alzas y
bajas en las sumas de la contribución
indígena recaudada por el Estado
El empobrecimiento generalizado del país,
en especial de los sectores indígenas llevó
a que la contribución de este grupo social
se convirtiera en cada vez una fuente de
ingresos más insegura.
Basta con escuchar el himno nacional
para conocer la interpretación
tradicional de la independencia: El
peruano “oprimido” y “condenado a
una cruel servidumbre” levanta “la
humillada cerviz” y exclama, eufórico:
“¡somos libres!” La historia es más
compleja. La rebelión indígena de 1827
en Iquicha (provincia de Ayacucho)
rechazaba la república y reclamaba
nada menos que el retorno de la
monarquía española.
A pesar de que San Martín prohíbe hablar de “indios”
o “indígenas” y consideraba que todos habrían de
ser considerados iguales, es decir, “peruanos” y con
los mismos esto no sucedía así debido a diferencias
que serian notorias, como:
El idioma materno de la población indígena no era
el castellano, la mayoría ni siquiera podía
comunicarse en el idioma oficial, mientras que la
población blanca y mestiza de la costa no
mostraba interés en aprender el quechua.
La mayor parte de la población indígena vivía de
una agricultura a nivel de subsistencia y si existían
excedentes, estos se trocaban en las ferias
regionales.
Con la fundación de la República, en 1821, José de San Martín había abolido el tributo colonial sobre los indígenas. Pero solo cinco años después, el tributo volvió a instaurarse bajo el nombre de “contribución” indígena. Fue esta contribución la que obligó a muchos indígenas a vender su mano de obra y trabajar en los centros mineros aledaños.
Una parte menor trabajaba en haciendas bajo un régimen conocido como “yanaconaje”. Los yanaconas recibían, por parte de un terrateniente, una parcela para la autosubsistencia y a cambio de ello debían trabajar en las tierras del hacendado por una determinada cantidad de días al año. No recibían dinero, pero el hacendado solía hacerse cargo del pago de la contribución.
La contribución indígena fue un factor importante para la constitución económica de la República. Un cálculo hecho para el año 1829 estima que casi 13 % del presupuesto anual se financiaba mediante este tributo. Entre 1839 y 1845, el tributo ya sostenía más de un tercio del presupuesto nacional. Fue recién en 1854, con el “boom” del guano, que Ramón Castilla abolió este tributo.
La mano de obra esclava fue fundamental en la economía agraria de la Costa peruana, donde la mayor parte de esclavos vivía en el departamento de Lima, seguido de Ancash e Ica. Pero esto poco a poco disminuyo como consecuencia de la ley de libertad, ya que la esclavitud adquirió las formas de servidumbre, donde en las plantaciones generalmente el esclavo se comportaba como un campesino.
Por otro lado la presencia esclava en el Perú no se limitaba a su trabajo en las plantaciones., pues en las casas de los hacendados,se podían desarrollar una gran gama de oficios, como fue el caso de la panadería, zapatería, entre otras, lo cual permitió a los esclavos hacerse de ingresos extras que les posibilitaron comprar su propia libertad.
3.- ECONOMIA.
La agricultura
La agricultura del Perú se había distribuido y desarrollado de manera distinta, en la Costa se desarrollaron, desde la época colonial cultivos como el arroz, el azúcar, los olivos, el algodón y la vid; mientras que en la Sierra se imponían los cultivos tradicionales andinos.
El Perú, desde tiempos coloniales había sido un exportador de azúcar a Chile, la producción de azúcar se realizaba a través del uso de mano de obra intensiva por parte de los esclavos y se hacia uso de trapiches.
La producción de azúcar no fue privativa de la Costa, aunque la producción azucarera de la sierra fue la escasez de caminos y vías de acceso, lo cual impedía el ingreso a los mercados.
El medio principal para realizar el transporte de carga a lo largo del territorio del Perú, siguió siendo la mula, que eran traídas desde el norte de Argentina, como había venido ocurriendo desde la época Colonial.
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Desde el punto de vista económico Chile
fue uno de los países con los que mayor
intercambio mercantil mantuvimos desde
la colonia hasta la república. A Chile se
exportaba azúcar y se recibía trigo de
aquel país. También se exportaba tabaco
que era producido en algunas zonas de
Chachapoyas y Jaén, algodón, cueros de
ovinos y camélidos.
La población indígena estaba formada
fundamentalmente por una parte de las
llamadas comunidades campesinas, las
cuales fueron creadas durante el siglo XVI
por el Virrey Toledo.
Si bien es cierto que la agricultura permitió la generación de
divisas, el principal producto de exportación del Perú siguió
siendo la plata. Gracias a ello el Perú puso mantener la
importación de una variada cantidad de productos. Entre
las importaciones más importantes que el Perú pudo realizar gracias a la exportación de la plata están los aceites, papel,
loza, harinas, textiles, entre otros.
Productos 1825 1839 1840
moneda fraccionaria 600.000 1.310.828 1.562.149
Lana 14.500 130.087 141.724
nitrato de soda — 59.830 90.942
Algodón 19.400 74.360 85.881
Cortezas 29.600 10.066 23.600
EXPORTACIONES DEL PERÚ (EN LIBRAS ESTERLINAS)
La minería Este fue uno de los sectores más seriamente afectados con la extinción
del sistema colonial, aunque este declive se produjo de manera menos acentuada. En 1821 se creó la Dirección General de Minería, y esta adquirió mayor importancia en 1825 cuando Bolívar nombró a Mariano Eduardo de Rivero y Ustariz, quien realizó una labor excepcional preparando disposiciones prácticas para restablecer la producción minera.
En 1829 se abolieron los gravámenes, diezmos y exceso de cobros sobre la producción de plata y el 3% de impuesto sobre el oro.
La explotación de salitre se inicio en 1830 extrayéndose clandestinamente. En el decenio 1830 a 1839 se explotó un millón de quintales, creció vertiginosamente en los años siguientes despertando así la codicia de Chile.
La política de libre comercio mantenida por el Perú con respecto al intercambio con Inglaterra alentó la importación de bienes ingleses y profundizó la desarticulación de la economía peruana, aumentando con ello nuestra dependencia económica.
No solo la Costa norte del Perú incorporó al país en el comercio internacional, también se destaco la región sur andina, pues se destaco la lana como uno de los productos de exportación más importantes de nuestro país.
La Balanza Comercial
Durante los primeros años de vida independiente el Perú mostró una
balanza comercial deficitaria. Esta situación se mantuvo hasta 1840
en que nuestro país inició la exportación del guano. El déficit fiscal
fue un tema preocupante en los primeros años de la república a tal
punto que nuestro país debió recurrir a la exportación de circulante
monetario nacional.
La liberalización del comercio exterior peruano permitió la
importación de una gran cantidad de bienes, especialmente
ingleses, generando con ello un mayor déficit fiscal que nuestro
país no pudo afrontar exitosamente hasta la llegada del guano. La
importación de productos ingleses, especialmente los textiles
ahondaron la desarticulación y la paralización productiva nuestro
país.
Las actividades económicas en general lucieron bastante
debilitadas en el Perú post 1821. Las únicas actividades que
mantuvieron cierto dinamismo y que permitieron sostener la
situación de la economía nacional fueron la minería, que hacía
posible la importación de una gran cantidad de mercancías y la
producción lanera de la sierra sur del Perú
4.- EL ESTADO REPUBLICANO El estado republicano surgió de condiciones por demás
dificultosas, el reto de crear soberanía popular era en
esencia el desafío de formar ciudadanos, iguales en
derechos y deberes, y esta seria una tarea de gran
responsabilidad habida por cuenta del Perú
El compromiso de esta población mayoritaria con la nueva
realidad política era ambiguo. Parece que era algo más firme en el norte que en el sur. En los años finales de la
década de 1820 se produjeron varias sublevaciones
campesinas en contra del régimen republicano.
La más prolongada fue la de los indios Iquichanos, quienes
mantuvieron la zona norte del departamento de Ayacucho
fuera del control de la república hasta 1830.
En el caso de los tributos, el 27 de agosto de 1821 San Martín, después de declarar peruanos a los indios, procedió a la cancelación del tributo colonial. Pero la insolvencia del Estado peruano no podía permitir por mucho tiempo el mantenimiento de esta generosidad. Su restablecimiento, el 11 de agosto de 1826, se impuso por la necesidad de sustentar las finanzas de la República.
El tributo indígena fue una de las principales fuentes de ingresos fiscales hasta 1854, en que fue definitivamente anulado por Castilla. Como una única concesión al nuevo signo de los tiempos el tributo colonial pasó a llamarse en adelante "contribución" indígena. La recaudación de la "contribución" hizo necesario dividir a la población indígena en tres categorías fiscales:
indios originarios
indios forasteros
indios sin tierra.
Los primeros, que tenían acceso a la tierra, pagaban entre 5 y 9 pesos por año, mientras que los últimos pagaban una tasa que oscilaba entre 2,5 y 5 pesos por año.