Domingo de Resurrección
Abril 01, AD 2018
11:00 a.m. Santa Eucaristía
Rev. Randy Lord-Wilkinson, Rector
Rev. Javier García Ocampo, Asistente del Rector
Rev. Nan Hildebrand, Cuidado Pastoral
Jesse Velázquez, Director Musical
¡Bienvenido(a) a la Ascensión!
Si necesita mas información acerca de nuestra comunidad, llene una tarjeta de “Bienvenida”, de las que
puede encontrar en las bancas o en la mesa de la entrada. También puede tomar uno de los paquetes de
“Recién Llegados”, el cual puede tomar de la mesa de la entrada o simplemente pedirlo a cualquier
persona del ministerio de bienvenida.
Favor de poner en SILENCIO su teléfono celular.
En el Servicio, las personas leen las partes en “negrillas”
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Himno de Entrada #414 La Fiesta del Señor
Celebrante: ¡Aleluya! Cristo ha resucitado.
Pueblo: ¡Es verdad! El Señor ha resucitado. ¡Aleluya!
Dios omnipotente, para quien todos los corazones están manifiestos, todos los deseos son conocidos y ningún
secreto se halla encubierto: Purifica los pensamientos de nuestros corazones por la inspiración de tu Santo
Espíritu, para que perfectamente te amemos y dignamente proclamemos la grandeza de tu santo Nombre; por
Cristo nuestro Señor. Amén.
Gloria in Excelsis
Estribillo: Gloria a nuestro Dios, gloria en las alturas.
Y paz en la tierra a toda criatura.
1. Señor te alabamos 2. Tú eres el Cordero
y te bendecimos; que quita el pecado;
todos te adoramos atiende a los ruegos
y te damos gracias. de quien te ha implorado.
Gracias mil, oh Señor, Oh, Señor, ten piedad.
por todo lo creado. (bis) Perdona las culpas. (bis)
3. Tú solo, Señor,
tú solo eres Santo. (bis)
En la gloria de Dios
reinas para siempre. (bis)
Colecta del día
Celebrante: El Señor sea con ustedes
Pueblo: Y con tu espíritu Celebrante: Oremos
Celebrante y Pueblo: Dios omnipotente, que por medio de tu Hijo unigénito Jesucristo has vencido la muerte y
nos abriste la puerta de la vida eterna: Concede a los que celebramos con gozo el día de la resurrección
del Señor, que seamos resucitados de la muerte del pecado por tu Espíritu vivificador; mediante
Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre.
Amén.
Lectura del libro del los Hechos de los Apóstoles (10:34-43)
Pedro entonces comenzó a hablar, y dijo: —Ahora entiendo que de veras Dios no hace diferencia entre una
persona y otra, sino que en cualquier nación acepta a los que lo reverencian y hacen lo bueno. Dios habló a los
descendientes de Israel, anunciando el mensaje de paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.
Ustedes bien saben lo que pasó en toda la tierra de los judíos, comenzando en Galilea, después que Juan
proclamó que era necesario bautizarse. Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret,
y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo
porque Dios estaba con él, y nosotros somos testigos de todo lo que hizo Jesús en la región de Judea y en
Jerusalén. Después lo mataron, colgándolo en una cruz. Pero Dios lo resucitó al tercer día, e hizo que se nos
apareciera a nosotros. No se apareció a todo el pueblo, sino a nosotros, a quienes Dios había escogido de
antemano como testigos. Nosotros comimos y bebimos con él después que resucitó. Y él nos envió a
anunciarle al pueblo que Dios lo ha puesto como Juez de los vivos y de los muertos. Todos los profetas habían
hablado ya de Jesús, y habían dicho que quienes creen en él reciben por medio de él el perdón de los pecados.
Escuchen lo que el Espíritu esta diciendo al pueblo de Dios.
Pueblo: Demos gracias a Dios.
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Salmo 118:1-2,14-24
1 Den gracias al Señor, porque él es bueno; *
para siempre es su misericordia.
2 Diga ahora Israel: *
"Para siempre es su misericordia".
14 Mi fuerza y mi refugio es el Señor, *
y él me ha sido por salvación.
15 Hay voz de júbilo y victoria *
en las tiendas de los justos:
16 "¡La diestra del Señor ha triunfado! *
¡La diestra del Señor es excelsa!
¡La diestra del Señor ha triunfado!"
17 No he de morir, sino que viviré. *
y contaré las hazañas del Señor.
18 Me castigó gravemente el Señor, *
mas no me entregó a la muerte.
19 Abranme las puertas de justicia; *
entraré por ellas, y daré gracias al Señor.
20 "Esta es la puerta del Señor; *
por ella entrarán los justos".
21 Daré gracias porque me respondiste, *
y me has sido de salvación.
22 La misma piedra que desecharon los edificadores, *
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
23 Esto es lo que ha hecho el Señor, *
y es maravilloso a nuestros ojos.
24 Este es el día en que actuó el Señor; *
regocijémonos y alegrémonos en él.
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (15:1-11)
Ahora, hermanos, quiero que se acuerden del evangelio que les he predicado. Éste es el evangelio que ustedes
aceptaron, y en el cual están firmes. También por medio de este evangelio se salvarán, si se mantienen firmes
en él, tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano. En primer lugar les he enseñado la
misma tradición que yo recibí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que lo
sepultaron y que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; y que se apareció a Cefas, y luego a los
doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía,
aunque algunos ya han muerto. Después se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles. Por último se
me apareció también a mí, que soy como un niño nacido anormalmente. Pues yo soy el menos importante de
los apóstoles, y ni siquiera merezco llamarme apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero soy lo que soy
porque Dios fue bueno conmigo; y su bondad para conmigo no ha resultado en vano. Al contrario, he trabajado
más que todos ellos; aunque no he sido yo, sino Dios, que en su bondad me ha ayudado. Lo que importa es
que, tanto yo como ellos, esto es lo que hemos predicado, y esto es lo que ustedes han creído.
Escuchen lo que el Espíritu esta diciendo al pueblo de Dios.
Pueblo: Demos gracias a Dios.
Himno de Secuencia: # 403 El Cielo Canta Alegría
Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (16:1-8) Pueblo: ¡Gloria a ti, Cristo Señor!
Pasado el sábado, María Magdalena, María la madre de Santiago, y Salomé, compraron perfumes para
perfumar el cuerpo de Jesús. Y el primer día de la semana fueron al sepulcro muy temprano, apenas salido el
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sol, diciéndose unas a otras:
—¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?
Pero, al mirar, vieron que la piedra ya no estaba en su lugar. Esta piedra era muy grande. Cuando entraron en
el sepulcro vieron, sentado al lado derecho, a un joven vestido con una larga ropa blanca. Las mujeres se
asustaron, pero él les dijo:
—No se asusten. Ustedes buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Miren
el lugar donde lo pusieron. Vayan y digan a sus discípulos, y a Pedro: “Él va a Galilea para reunirlos de nuevo;
allí lo verán, tal como les dijo.”
Entonces las mujeres salieron huyendo del sepulcro, pues estaban temblando, asustadas. Y no dijeron nada a
nadie, porque tenían miedo.
El Evangelio del Señor.
Pueblo: Te alabamos, Cristo Señor.
Sermón Rev. Javier García
Credo Niceno
Creemos en un solo Dios, padeció y fue sepultado.
Padre todopoderoso, Resucitó al tercer día, según las Escrituras,
Creador de cielo y tierra, subió al cielo
de todo lo visible e invisible. y está sentado a la derecha del Padre.
Creemos en un solo Señor, Jesucristo, De nuevo vendrá con gloria
Hijo único de Dios, para juzgar a vivos y muertos,
nacido del Padre antes de todos los siglos: y su reino no tendrá fin.
Dios de Dios, Luz de Luz, Creemos en el Espíritu Santo,
Dios verdadero de Dios verdadero, Señor y dador de vida,
engendrado, no creado, que procede del Padre,
de la misma naturaleza que el Padre, que con el Padre y el Hijo
por quien todo fue hecho; recibe una misma adoración y gloria,
que por nosotros y que habló por los profetas.
y por nuestra salvación Creemos en la Iglesia,
bajó del cielo: que es una, santa, católica y apostólica.
por obra del Espíritu Santo Reconocemos un solo Bautismo
se encarnó de María, la Virgen, para el perdón de los pecados.
y se hizo hombre. Esperamos la resurrección de los muertos
Por nuestra causa fue crucificado y la vida del mundo futuro. Amén.
en tiempos de Poncio Pilato:
Oración de los Fieles
Letanista: Con todo el corazón y con toda la mente, oremos al Señor, diciendo: "Señor, ten piedad".
Letanista: Por la paz de lo alto, por la misericordia de Dios y por la salvación de nuestras almas, oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por la paz del mundo, por el bienestar de la santa Iglesia de Dios y por la unidad de todos los pueblos,
oremos al Señor. Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por nuestro Obispo, y por todos los clérigos y laicos, oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
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Letanista: Por nuestro Presidente, por los gobernantes de las naciones y por todas las autoridades, oremos al
Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por esta ciudad de Gaithersburg, por todas las ciudades y comunidades, y por los que viven en ellas,
oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por un clima apacible y por la abundancia de los frutos de la tierra, oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por la buena tierra que Dios nos ha dado, y por la sabiduría y el deseo de conservarla, oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por todos los que viajan por tierra, mar o aire, oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por los ancianos e inválidos, los viudos y huérfanos, por los enfermos y los que yacen en el lecho del
dolor, oremos al Señor. Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: En el ciclo de oración diocesano, oremos por todas las Parroquias en la Diócesis de Washington, todos
las Cofradías del Altar de la Diócesis, así como también oramos por la vida y el ejemplo de Martin Luther
King Jr.
Oremos por el alivio, la sanación, la valentía y la esperanza de María Estala Rodríguez, María Rebeca
Rodríguez, Jeanine Marín, Elvia Valencia, Martin Quinde, Ana Quijada, Violett Soffer, Delfín López,
Thomas Escobar, Rosa Quijada, Guillermo Rojas, Rita Alonso, Javier Guerrero, Ernesto Luna y todos
aquellos que en esta vida transitoria se encuentran en problemas, dolor, necesidad, enfermedad o cualquier otra
adversidad.
Damos gracias a Dios por una año más de vida de nuestros hermanos: Lucelia Justiniano, Iván Flores y Norma
Luna.
Oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por los pobres y oprimidos, por los desempleados e indigentes, por los encarcelados y cautivos, y por
todos los que se acuerdan y cuidan de ellos, oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por todos los que han muerto en la esperanza de la resurrección y por todos los difuntos, oremos al
Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Por la liberación de todo peligro, violencia, opresión y degradación, oremos al Señor. Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Para que terminemos nuestra vida en fe y esperanza, sin sufrimiento ni reproche, oremos al Señor.
Todos: Señor, ten piedad.
Letanista: Defiéndenos, líbranos, y en tu compasión protégenos, oh Señor, por medio de tu gracia. Todos: Señor, ten piedad.
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Letanista: En la comunión de los santos, encomendémonos los unos a los otros, y toda nuestra vida a Cristo
nuestro Dios.
Todos: A ti, Señor nuestro Dios.
Celebrante: Dios todopoderoso, que por nuestra redención entregaste a tu unigénito Hijo a muerte de cruz, y por
su resurrección gloriosa nos libraste del poder de nuestro enemigo: Concédenos morir diariamente al pecado,
de tal manera que, en el gozo de su resurrección, vivamos siempre con Jesucristo tu Hijo nuestro Señor; que
vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
La Paz
Celebrante: La paz del Señor sea siempre con ustedes.
Pueblo: Y con tu Espíritu.
Versículo para el Ofertorio:
Celebrante: Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de Cristo, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que
confiesan su Nombre. Y de hacer bien y de la ayuda mutua no se olviden; porque de tales sacrificios se agrada
Dios. (Hebreos 13:15, 16)
Himno de Ofertorio: #373 A la Muerte Derroto (proyección)
Santa Comunión
Celebrante: El Señor sea con ustedes.
Pueblo: Y con tu espíritu. Celebrante: Elevemos los corazones.
Pueblo: Los elevamos al Señor.
Celebrante: Demos gracias a Dios nuestro Señor.
Pueblo: Es justo darle gracias y alabanza.
Celebrante: En verdad, oh Padre, es justo glorificarte y darte gracias; porque sólo tú eres Dios, vivo y verdadero,
morando en luz inaccesible desde siempre y para siempre.
Fuente de vida y toda bondad, hiciste todas las cosas y las colmaste de tu bendición; tú las creaste para que se
regocijen en el esplendor de tu gloria.
Innumerables ángeles están delante de ti para servirte noche y día; y contemplando la gloria de tu presencia, te
ofrecen alabanza sin cesar. Y con ellos, también nosotros, y por nuestra voz las demás criaturas bajo el cielo, te
aclamamos y glorificamos tu Nombre, cantando:
Todos:
Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo
Llenos están el cielo
y la tierra de tu gloria.
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
Celebrante: Te aclamamos, santo Señor, glorioso en poder. Tus grandes obras revelan tu sabiduría y amor. Nos
formaste a tu propia Imagen, encomendándonos el mundo entero, para que, en obediencia a ti, nuestro
Creador, pudiéramos regir y servir a todas tus criaturas. Cuando por desobediencia nos alejamos de ti, no nos
abandonaste al poder de la muerte. En tu misericordia, viniste en nuestra ayuda, para que buscándote, te
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
Bendito el que viene
En el nombre del Señor
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
Hosanna, hosanna,
hosanna en el cielo.
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encontráramos. Una y otra vez nos has llamado al pacto contigo, y por los profetas nos enseñaste la esperanza
de salvación.
Tanto amaste al mundo, Padre, que en la plenitud del tiempo nos enviaste como Salvador a tu único Hijo.
Encarnado por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, vivió como uno de nosotros, empero sin
pecado. A los pobres proclamó las buenas nuevas de salvación; a los prisioneros, libertad; a los afligidos, gozo.
Para cumplir tus designios, se entregó a la muerte y, resucitando de la tumba, destruyó la muerte e hizo nueva
la creación entera.
Y a fin de que no viviésemos más para nosotros mismos, sino para él, que por nosotros murió y resucitó, envió
al Espíritu Santo como su primicia a los que creen, para completar su obra en el mundo y llevar a plenitud la
santificación de todos.
Llegada la hora en que había de ser glorificado por ti, su Padre celestial, habiendo amado a los suyos que
estaban en el mundo, los amó hasta el final; y mientras cenaba con ellos, tomó pan, y dándote gracias, lo partió
y se lo dio a sus discípulos, y dijo: "Tomen y coman. Este es mi Cuerpo, entregado por ustedes. Hagan esto
como memorial mío".
Pueblo: Amén. Su Cuerpo fue entregado por nosotros.
Después de la cena tomó el cáliz; y dándote gracias, se lo entregó, y dijo: "Beban todos de él. Esta es mi
Sangre del nuevo Pacto, sangre derramada por ustedes y por muchos para el perdón de los pecados. Siempre
que lo beban, háganlo como memorial mío".
Pueblo: Amén. Su Sangre fue derramada por nosotros.
Celebrante: Padre, celebramos ahora este memorial de nuestra redención. Recordando la muerte de Cristo y su
descenso entre los muertos, proclamando su resurrección y ascensión a tu derecha, esperando su venida en
gloria; y ofreciéndote, de las dádivas que tú nos has dado, este pan y este cáliz, te alabamos y te bendecimos.
Pueblo: Te alabamos, te bendecimos,
te damos gracias,
y oramos a ti, Señor nuestro Dios.
Celebrante: Señor, te rogamos que en tu bondad y misericordia, tu Espíritu Santo descienda sobre nosotros y sobre
estos dones, santificándolos y mostrando que son dones santos para tu pueblo santo, el pan de vida y el cáliz de
salvación, el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo Jesucristo.
Concede que todos los que compartan este pan y este cáliz sean un solo cuerpo y un solo espíritu, un sacrificio
vivo en Cristo, para alabanza de tu Nombre.
Recuerda, Señor, a tu Iglesia, una, santa, católica y apostólica, redimida por la sangre de tu Cristo. Manifiesta
su unidad, guarda su fe y presérvala en paz.
Y concede que alcancemos nuestra herencia con todos los santos que han encontrado favor contigo en tiempos
pasados. Junto con ellos te alabamos y te damos gloria, por tu Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Por Cristo, y con Cristo y en Cristo, tuyos son el honor y la gloria, omnipotente Dios y Padre, en la unidad del
Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. AMEN.
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Oremos como nuestro Salvador Cristo nos enseñó:
Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu Nombre,
venga tu Reino,
hágase tu voluntad,
en la tierra como en los cielos.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Fracción del Pan
Agnus Dei Administración del la Comunión: Todos son bienvenidos a la mesa del Señor en Ascensión. Para recibir la comunión acérquese al frente a la
estación, como se lo indiquen las personas del comité de bienvenida. Reciba el pan en la palma de su mano y cómalo, después tome un trago de la
copa con el vino. Si prefiere recibir una bendición en lugar de la comunión, por favor acérquese al frente y cruce las manos frente a su pecho, esto
le hará saber al clérigo de su deseo de ser bendecido.
Himno de Comunión: # 602 Racimo y Trigal
Oración de Post-Comunión
Celebrante: Oremos.
Todos: Eterno Dios, Padre celestial, en tu bondad nos has aceptado como miembros vivos de tu Hijo,
nuestro Salvador Jesucristo; nos has nutrido con alimento espiritual en el Sacramento de su Cuerpo y
de su Sangre. Envíanos ahora en paz al mundo; revístenos de fuerza y de valor para amarte y servirte
con alegría y sencillez de corazón; por Cristo nuestro Señor. Amén.
Bendición.
Celebrante: Que Dios todopoderoso, quien nos ha redimido y nos ha hecho hijos tuyos por la resurrección de su
Hijo nuestro Señor, derrame sobre ustedes las riquezas de su bendición. Amén.
Que Dios, quien por medio del agua del bautismo les ha levantado del pecado a la vida nueva, les haga santos
y dignos de ser unidos a Cristo para siempre. Amén.
Que Dios, quien les ha sacado de la esclavitud del pecado a la verdadera y perdurable libertad en el Redentor,
les lleve a su herencia eterna. Amén.
Y la bendición de Dios omnipotente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sea con ustedes y more con ustedes
eternamente. Amén.
Himno de Salida #400 Resucito
Celebrante: Bendigamos al Señor.
Pueblo: Demos gracias a Dios.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal.
Porque tuyo es el reino,
tuyo es el poder,
y tuya es la gloria,
ahora y por siempre. Amén