DEPARTAMENTO DE RELIGIN
El tiempo de Cuaresma es para nosotros los cristianos un espacio para hacer un alto en nuestra vida, reflexionar, analizar
y ejercitarnos en valores fundamentales que nos ayudan a construirnos como personas de fe, personas cercanas a
quienes nos rodean, especialmente a los ms necesitados; todo esto con directrices concretas que nacen en la vida y
testimonio de Nuestro Seor Jess, mismas que fueron vividas por sus discpulos, apstoles y por Mara Santsima.
Estamos en un contexto sociocultural-econmico que hace que estos valores sean relativizados e incluso evitados,
puesto que la manifestacin de la fe en Dios se ha relegado a un espacio privado, situacin que ha hecho que nuestros
alumnos tengan poco contacto con este tiempo litrgico, as como en la comprensin de los signos y smbolos presentes
en nuestra vida de Iglesia. Mucho ms en la prctica de actitudes esenciales como seguidores de Cristo.
Es por ello que Editorial edeb, con la firme conviccin de sensibilizar y acercar a los nios, adolescentes y jvenes a los
valores propios de Cuaresma, propone el siguiente calendario de actividades para poner en prctica cada uno de los
das de este tiempo. Est abierto para que cada docente lo adapte al nivel que atiende en el Colegio.
Dentro del tiempo de Cuaresma todo fiel est invitado a observar los das penitenciales practicando la oracin,
realizando obras de piedad y caridad, y sobre todo a practicar el ayuno y la abstinencia. Respecto al ayuno y la
abstinencia son propios del mircoles de Ceniza y Viernes Santo. El ayuno aplica para todos los mayores de edad hasta
los cincuenta y nueve aos; sin embargo, al tratar en nuestros colegios con nios pequeos se les ha de ir invitando a
vivir este tiempo de manera prctica y especial sobre la abstinencia u otra prctica piadosa. La abstinencia se practica
desde cumplidos los catorce aos (CIC, Cann 1249-1253).
No obstante, est abierto a buscar otras formas de penitencia, como lo que se les propone en el calendario, donde se
orienta sobre obras de caridad, prcticas de piedad y penitencia, de modo que sean significativas a los alumnos y les
ilumine en su crecimiento espiritual y humano, de tal forma que lo vivan como tiempo de preparacin para la mxima
fiesta dentro de la Iglesia: la Pascua. Creo para comprender, comprendo para creer, dar razn de nuestra fe.
Las actividades propuestas estn en sintona con la exhortacin hecha por el Papa Francisco para este ao:
CUARESMA 2015
MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA CUARESMA 2015
Fortalezcan sus corazones (St 5,8)
Queridos hermanos y hermanas:
La Cuaresma es un tiempo de renovacin para la Iglesia, para las comunidades y para cada creyente. Pero sobre todo es un tiempo de gracia (2 Co 6,2). Dios no nos pide nada que no nos haya dado antes: Nosotros amemos a Dios porque l nos am primero (1 Jn 4,19). l no es indiferente a nosotros. Est interesado en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca cuando lo dejamos. Cada uno de nosotros le interesa; su amor le impide ser indiferente a lo que nos sucede. Pero ocurre que cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los dems (algo que Dios Padre no hace jams), no nos interesan sus problemas, ni sus sufrimientos, ni las injusticias que padecen Entonces nuestro corazn cae en la indiferencia: yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no estn bien. Esta actitud egosta, de indiferencia, ha alcanzado hoy una dimensin mundial, hasta tal punto que podemos hablar de una globalizacin de la indiferencia. Se trata de un malestar que tenemos que afrontar como cristianos.
Cuando el pueblo de Dios se convierte a su amor, encuentra las respuestas a las preguntas que la historia le plantea continuamente. Uno de los desafos ms urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la globalizacin de la indiferencia.
La indiferencia hacia el prjimo y hacia Dios es una tentacin real tambin para los cristianos. Por eso, necesitamos or en cada Cuaresma el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.
Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvacin de cada hombre. En la encarnacin, en la vida terrena, en la muerte y resurreccin del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamacin de la Palabra, la celebracin de los sacramentos, el testimonio de la fe que acta por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en s mismo y a cerrar la puerta a travs de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en l. As, la mano, que es la Iglesia, nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.
El pueblo de Dios, por tanto, tiene necesidad de renovacin, para no ser indiferente y para no cerrarse en s mismo. Querra proponerles tres pasajes para meditar acerca de esta renovacin.
1. Si un miembro sufre, todos sufren con l (1 Co 12,26) La Iglesia
La caridad de Dios que rompe esa cerrazn mortal en s mismos de la indiferencia, nos la ofrece la Iglesia con sus enseanzas y, sobre todo, con su testimonio. Sin embargo, slo se puede testimoniar lo que antes se ha experimentado. El cristiano es aquel que permite que Dios lo revista de su bondad y misericordia, que lo revista de Cristo, para llegar a ser como l, siervo de Dios y de los hombres. Nos lo recuerda la liturgia del Jueves Santo con el rito del lavatorio de los
pies. Pedro no quera que Jess le lavase los pies, pero despus entendi que Jess no quera ser slo un ejemplo de cmo debemos lavarnos los pies unos a otros. Este servicio slo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por Cristo. Slo stos tienen parte con l (Jn 13,8) y as pueden servir al hombre.
La Cuaresma es un tiempo propicio para dejarnos servir por Cristo y as llegar a ser como l. Esto sucede cuando escuchamos la Palabra de Dios y cuando recibimos los sacramentos, en particular la Eucarista. En ella nos convertimos en lo que recibimos: el cuerpo de Cristo. En l no hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en l no se es indiferente hacia los dems. Si un miembro sufre, todos sufren con l; y si un miembro es honrado, todos se alegran con l (1 Co 12,26).
La Iglesia es communio sanctorum porque en ella participan los santos, pero a su vez porque es comunin de cosas santas: el amor de Dios que se nos revel en Cristo y todos sus dones. Entre stos est tambin la respuesta de cuantos se dejan tocar por ese amor. En esta comunin de los santos y en esta participacin en las cosas santas, nadie posee slo para s mismo, sino que lo que tiene es para todos. Y puesto que estamos unidos en Dios, podemos hacer algo tambin por quienes estn lejos, por aquellos a quienes nunca podramos llegar slo con nuestras fuerzas, porque con ellos y por ellos rezamos a Dios para que todos nos abramos a su obra de salvacin.
2. Dnde est tu hermano? (Gn 4,9) Las parroquias y las comunidades
Lo que hemos dicho para la Iglesia universal es necesario traducirlo en la vida de las parroquias y comunidades. En estas realidades eclesiales se tiene la experiencia de que formamos parte de un solo cuerpo? Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios quiere donar? Un cuerpo que conoce a sus miembros ms dbiles, pobres y pequeos, y se hace cargo de ellos? O nos refugiamos en un amor universal que se compromete con los que estn lejos en el mundo, pero olvida al Lzaro sentado delante de su propia puerta cerrada? (cf. Lc 16,19-31).
Para recibir y hacer fructificar plenamente lo que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible en dos direcciones.
En primer lugar, unindonos a la Iglesia del cielo en la oracin. Cuando la Iglesia terrenal ora, se instaura una comunin de servicio y de bien mutuos que llega ante Dios. Junto con los santos, que encontraron su plenitud en Dios, formamos parte de la comunin en la cual el amor vence la indiferencia. La Iglesia del cielo no es triunfante porque ha dado la espalda a los sufrimientos del mundo y goza en solitario. Los santos ya contemplan y gozan, gracias a que, con la muerte y la resurreccin de Jess, vencieron definitivamente la indiferencia, la dureza de corazn y el odio. Hasta que esta victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros, todava peregrinos. Santa Teresa de Lisieux, doctora de la Iglesia, escriba convencida de que la alegra en el cielo por la victoria del amor crucificado no es plena mientras haya un solo hombre en la tierra que sufra y gima: Cuento mucho con no permanecer inactiva en el cielo, mi deseo es seguir trabajando para la Iglesia y para las almas (Carta 254,14 julio 1897).
Tambin nosotros participamos de los mritos y de la alegra de los santos, as como ellos participan de nuestra lucha y nuestro deseo de paz y reconciliacin. Su alegra por la victoria de Cristo resucitado es para nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de dureza de corazn.
Por otra parte, toda comunidad cristiana est llamada a cruzar el umbral que la pone en relacin con la sociedad que la rodea, con los pobres y los alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera, no debe quedarse replegada en s misma, sino que es enviada a todos los hombres.
Esta misin es el testimonio paciente de Aquel que quiere llevar toda la realidad y cada hombre al Padre. La misin es lo que el amor no puede callar. La Iglesia sigue a Jesucristo por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1,8). As podemos ver en nuestro prjimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo muri y resucit. Lo que hemos recibido, lo hemos recibido tambin para ellos. E, igualmente, lo que estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda la humanidad.
Queridos hermanos y hermanas, cunto deseo que los lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de la indiferencia.
3. Fortalezcan sus corazones (St 5,8) La persona creyente
Tambin como individuos tenemos la tentacin de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e imgenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir. Qu podemos hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia?
En primer lugar, podemos orar en la comunin de la Iglesia terrenal y celestial. No olvidemos la fuerza de la oracin de tantas personas. La iniciativa 24 horas para el Seor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia tambin a nivel diocesano, en los das 13 y 14 de marzo, es expresin de esta necesidad de la oracin.
En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. La Cuaresma es un tiempo propicio para mostrar inters por el otro, con un signo concreto, aunque sea pequeo, de nuestra participacin en la misma humanidad.
Y, en tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversin, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los hermanos. Si pedimos humildemente la gracia de Dios y aceptamos los lmites de nuestras posibilidades, confiaremos en las infinitas posibilidades que nos reserva el amor de Dios. Y podremos resistir a la tentacin diablica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al mundo y a nosotros mismos.
Para superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia, quiero pedir a todos que este tiempo de Cuaresma se viva como un camino de formacin del corazn, como dijo Benedicto XVI (Ct. enc. Deus caritas est, 31). Tener un corazn misericordioso no significa tener un corazn dbil. Quien desea ser misericordioso necesita un corazn fuerte, firme, cerrado al tentador, pero abierto a Dios. Un corazn que se deje impregnar por el Espritu y guiar por los caminos del amor que nos llevan a los hermanos y hermanas. En definitiva, un corazn pobre, que conoce sus propias pobrezas y lo da todo por el otro.
Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: Fac cor nostrum secundum Cor tuum: Haz nuestro corazn semejante al tuyo (Splica de las Letanas al Sagrado Corazn de Jess). De ese modo tendremos un corazn fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en s mismo y no caiga en el vrtigo de la globalizacin de la indiferencia.
Con este deseo, aseguro mi oracin para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por m. Que el Seor los bendiga y la Virgen los guarde.
Vaticano, 4 de octubre de 2014
Fiesta de san Francisco de Ass
Franciscus
Objetivo: Sensibilizar a los alumnos sobre el tiempo de reflexin y prctica de los valores propios de Cuaresma, como tiempo de preparacin para vivir la Semana Santa y celebrar la fiesta central de nuestra fe: la Pascua.
Orientaciones didcticas
Ambientar a los alumnos en la dinmica a seguir durante los cuarenta das correspondientes a Cuaresma. Generar preguntas clave para sondear experiencias y saberes previos sobre el tema. Segn sea el nivel, definir qu es Cuaresma, su duracin, ejemplos bblicos relacionados a este tiempo con el
nmero cuarenta, cuyo signo clave es el tiempo que Jess pas en el desierto previo al inicio de su vida pblica. Cada docente es consciente del nivel de informacin y experiencia que sus alumnos tienen respecto al tema.
Facilitar la informacin correspondiente a ayuno y penitencia, segn el nivel lo requiera. Sensibilizar sobre las actitudes y valores a observar en estos cuarenta das: Oracin, ayuno, limosna, perdn,
conversin y reconciliacin. Presenta las indicaciones pertinentes para el desarrollo de la actividad. Unas citas bblicas que pueden ayudar a ubicarlos en la intencin de los retos cuaresmales: Mt 6,1-6.16-18; 7,12
Indicaciones:
1. Solicitar a los alumnos dibujen en su cuaderno una tabla dividida en cuarenta cuadritos, son los das de Cuaresma. Con su respectivo ttulo.
2. Hay dos opciones para trabajar el calendario, una es que cada docente recorte papelitos con el nmero de das de cuaresma, indicados en dicho formato; otra es que recorte cada da con su actividad. Pueden imprimirse en hojas de color para hacerlo ms vivo y atractivo. Al elegir cualquier opcin se procede a colocarlos en un contenedor (cajita o bote de plstico, lo que tengan a la mano, de tal manera que los alumnos tengan la facilidad de sacar cualquier actividad).
3. Pegarlo en el cuadrito correspondiente, segn vayan avanzando los das, de tal manera que al finalizar el tiempo cuaresmal tengan cubierta toda la tabla. En colegios pequeos es viable que los papelitos sacados se vayan pegando en el cuaderno; sin embargo, donde el docente tiene ms grupos, se recomienda recortar un juego, ya
sea de los nmeros del 1 al 40 o las actividades, para que el alumno anote el nmero o la actividad correspondiente y lo devuelva al contenedor.
4. Ejemplo, en el primer da saca el papelito nmero 32, checar en el calendario la actividad que es: Recoger mi
cuarto, lo ofrezco por quienes viven en la calle. Lo anotar o pegar en su primer recuadro, y as sucesivamente, sin
importar qu nmero o actividad sea, lo importante es ir realizando una actividad cada da hasta cubrir la tabla.
5. Al iniciar cada clase, pedirle a dos alumnos compartan su experiencia al haber cumplido el reto. Qu sentiste? Qu te impresion o llam la atencin de dicha actividad? Qu aprendiste? Esto ayudar a promover la conciencia sobre lo que hicieron y la invitacin a vivirlo para quienes no lo llevaron a cabo.
6. Cinco o diez minutos antes de terminar la clase, pedir a los alumnos tomen otro papelito con las actividades a realizar durante los das siguientes, hasta que vuelvan a tener clase. Recuerden que todo esto es tomando en cuenta la dinmica y nivel con el que se trabaje, con los ms pequeos tal vez sea ms eficaz un reto por cada clase que tengan a la semana.
7. Una vez cubierta la actividad, poner una palomita, esto como una forma de autoevaluacin.
Nota. De elegirse la opcin de recortar slo un juego de nmeros o actividades, imprimir en hoja doble carta el calendario completo y pegarlo en cada saln, para que as el alumno pueda identificar la actividad correspondiente a su nmero.
Lecturas bblicas:
Mircoles 18 de Febrero de 2015, Mircoles de Ceniza: Mt 6,1-6.16-18 Domingo 22 de Febrero de 2015, Domingo 1 de Cuaresma: Mc 1,12-15 Domingo 01 de Marzo de 2015, Domingo 2 de Cuaresma: Mc 9,2-10 Domingo 08 de Marzo de 2015, Domingo 3 de Cuaresma: Jn 2,13-25 Domingo 15 de Marzo de 2015, Domingo 4 de Cuaresma: Jn 3,14-21 Domingo 22 de Marzo de 2015, Domingo 5 de Cuaresma: Jn 12,20-33 Domingo 29 de Marzo de 2015, Domingo de Ramos: Mc 14,1-15,47
Josefina Zaragoza N.
Departamento de Religin Edeb
Febrero 2015 Lunes Martes Mircoles Jueves Viernes Sbado Domingo
18 19 20 21 22
1 2 3 4 5 Ayudar en casa a
recoger la mesa, lo ofrezco por las
personas que no tienen que comer
Ser servicial en el colegio todo el
da, lo ofrezco por quienes no tienen la oportunidad de
estudiar
Prestar mi ayuda a personas que lo
requieran durante el da, lo ofrezco por las personas
de la tercera edad que son
abandonadas
Borrar el pizarrn despus de cada clase, lo ofrezco
por los nios que estn
hospitalizados
Visitar a un enfermo y leerle o contarle mi cuento favorito, lo ofrezco
por la paz en mi familia
23 24 25 26 27 28 1
6 7 8 9 10 11 12 Llevar un
sndwich y jugo listo para drselo a alguien en la calle que lo necesite, lo
ofrezco por quienes no tienen
que comer
Regalar un juguete o artculo que me guste, lo
ofrezco por quienes estn
deprimidos
Confesarme, lo ofrezco por quienes no
pueden asistir a Misa (enfermos y
personas de la tercera edad)
Explicar a un compaero
aquello que se le dificulta de alguna materia, lo ofrezco
por quienes no tienen amigos
Regalar un dulce a un compaero con quien no
convivo o trabajo, lo ofrezco por los nios que tienen
alguna discapacidad
Rezar un Ave Mara por los sacerdotes, lo ofrezco por el trabajo de mis
paps
CUARESMA 2015
EDEB
MARZO 2015
Lunes Martes Mircoles Jueves Viernes Sbado Domingo
23 24 25 26 27 28 1
6 7 8 9 10 11 12
Lavar los trastes en casa, lo ofrezco por quienes no
tienen casa
2 3 4 5 6 7 8
13 14 16 16 17 18 19
Ayudar a mi pap o mam en un trabajo o tarea profesional, lo
ofrezco por quienes no estn buscando trabajo
Visitar a Jess en la capilla por 15
minutos, lo ofrezco porque
Dios aumente mi fe
Saludar y sonrer a todas las personas que me encuentre durante el da, lo
ofrezco por aquellas personas
que se sienten solas
No ver la tele y jugar o platicar con mis paps o
hermanos, lo ofrezco por quienes han perdido a su
familia
Pedir perdn o disculpas a quien ofend, lo ofrezco por las personas soberbias para
que sean humildes
Apoyar en su tarea a mis
hermanos o compaeros, lo ofrezco por mis maestros y su
familia
Escuchar con respeto y silencio las llamadas de
atencin de paps o maestros, lo ofrezco por los
misioneros
9 10 11 12 13 14 15
20 21 22 23 24 25 26
Rezar un Padre Nuestro por las necesidades del
director o coordinador/a de
pastoral, lo ofrezco por las vocaciones
religiosas y sacerdotales
Pedir a alguien que me explique sobre temas de materias en los que me cuesta
ms, lo ofrezco por las necesidades de
mi familia
Compartir una tarde con mi
mam o pap y preguntarle sobre
a qu jugaba cuando era
chico/a y cul era su juego favorito, lo ofrezco por los
paps hospitalizados
Sacar la basura del saln al
contenedor general al final del da o cuando sea
necesario, lo ofrezco por las personas que hacen todo lo
necesario porque nuestro colegio
est limpio
Ayudar a cocinar en casa, lo ofrezco
por las comunidades
indgenas que son despojados de sus
propiedades
Estar en el recreo con el compaero con quien nunca
convivo, lo ofrezco por los nios maltratados
Estar de buen humor durante todo el da, lo ofrezco por
quienes tiene odio en su corazn y
hacen dao a las personas
Lunes Martes Mircoles Jueves Viernes Sbado Domingo
16 17 18 19 20 21 22
27 28 29 30 31 32 33
Pasar una tarde con tus abuelitos o una persona de la
tercera edad, lo ofrezco por los
bebs que estn en casas cuna
Ayudar en el quehacer de la casa, lo ofrezco por la salud del
Santo Padre
No escuchar msica hoy, lo
ofrezco por quienes no son
escuchados y son ignorados
Prestar atencin a todas las clases y
har todas las actividades, lo ofrezco por las
personas perseguidas por
apoyar y defender a quienes son
violentados por sistemas polticos
inhumanos
Regalar una paleta a alguna persona de intendencia del colegio, lo ofrezco por la salud de mi
familia
Recoger mi cuarto, lo ofrezco por
quienes viven en la calle
No desperdiciar nada de comida,
lo ofrezco por quienes no tienen
que comer
23 24 25 26 27 28 29
34 35 36 37 38 39 40
Abrazar a mis paps y hermanos, lo ofrezco por los
hurfanos
Desconectarme de las redes sociales durante un da y platicar ms con
mi familia, lo ofrezco por las personas que
estn en prisin
Mantener limpio y ordenado mi lugar
todo el da, lo ofrezco por la paz en mi comunidad
y pas
Compartir mi lunch con algn
con algn compaero que
no traiga nada, lo ofrezco por los
inmigrantes
Rezar un Padre Nuestro por los catequistas y sus
familias, lo ofrezco por el eterno
descanso de los fieles difuntos
Ver una pelcula con mis abuelitos
o paps, lo ofrezco por las personas
que han padecido la violencia o inseguridad
Pedir disculpas y reconciliarme con quien me enoj y dej de hablar, lo
ofrezco por las personas de la
tercera edad que han sido
abandonados en asilos