Daniela De La Cruz Lázaro. Grupo. 102
3 de noviembre de 2014
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Educar por
competencias Las nuevas tendencias en
educación han permeado en las
escuelas a todos los niveles. Educar
por competencias es darles a los
niños las herramientas integrales
que usarán en la vida y con las
cuales podrán destacar y ser más
eficaces en el aprendizaje.
Cuando unimos todo lo necesario para
el regreso a clase, vemos en la lista de
útiles una gran cantidad de cuadernos,
plumas, juegos geométricos, libros de
texto, mochilas, loncheras, uniformes,
etc. Todos los utensilios necesarios
para que durante este siguiente
Año escolar, nuestros niños obtengan
los conocimientos -es decir, las
herramientas para el futuro- para ser
los mejores en lo que decidan ser. Ante
esta perspectiva nos hacemos la
siguiente pregunta: ¿cómo lo harán?
¿Cómo aprenden nuestros hijos y
como trabajan los maestros con ellos?
Ahora que inicien nuevamente las
clases, los trabajos, las tareas, el
desarrollo de proyectos, e incluso la
manera de evaluar, se encontrarán con
una nueva tendencia en la educación:
las competencias.
Competencias para la vida Lo primero es definir ¿qué son las competencias? Al hablar de competencias, no nos referimos a quien es
La educación
Por competencias
Busca que los
Niños de hoy, se
Conviertan en los
Adultos consientes
De su impacto en
La sociedad del
Mañana.
Daniela De La Cruz Lázaro. Grupo. 102
3 de noviembre de 2014
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Mejor o más rápido que otro; las competencias son las habilidades, actitudes y aptitudes que un alumno va desarrollando en un periodo de tiempo, como sería un ciclo escolar. Así, a inicio del curso de profesores reconoces cuales son las competencias de ingreso de sus alumnos y definen como estas deben mejorar durante el ciclo escolar, con el objetivo de tener un mejor nivel de competencia de egreso.
4 pilares de las competencias
1. Saber conocer. Esto es lo primero que
aprenderán los niños. El conocimiento conceptual es el más complejo pues se trata de aprender las teorías, los conocimientos, hechos, conceptos y principios. Estos no tienen que ser aprendidos en forma literal, sino que se va abstrayendo su si9gnificado o se identifican las características y las reglas que lo compone. Con este conocimiento, se busca que el alumno sea competente, no solo para recordar el conocimiento de memoria, sino de comprenderlo y aplicarlo. Por ejemplo, un niño de preescolar que sabe reconocer los números del 1 al 100, es matemáticamente competente para su nivel; así, un niño de primaria debe saber utilizar los números para saber realizar operaciones como sumar, restar o multiplicar; mientras que uno de secundaria puede resolver problemas como esos números y así sucesivamente cada uno de los niveles académicos implicara una competencia acorde al grado y especialidad.
2. Saber hacer .este conocimiento es de tipo
práctico. Se refiere a la ejecución de
procedimientos, estrategias, técnicas,
habilidades, destrezas métodos. Aquí la
idea es que el alumno aprenda mediante la
participación guiada y con la asistencia
continua, pero decreciente, del profesor. El
objetivo es que el alumno, aplique los
conocimientos y las teoría, y vea por si
mismo lo resultados de estas. El hacer nos
remite a como vamos a aplicar el
conocimiento aprendido en lo cotidiano o en
la resolución de problemas.
3. Saber ser este es el punto actitudional. Una vez ya se le transmitieron a los alumnos las bases teóricas, y aprendió como se puede aplicar este conocimiento en su vida diaria, en esta tercera fase se le dan las herramientas para que las lleve a lo más profundo de su esencia, al ser mismo. Cada alumno manifestara mayores aptitudes o gustos por una materia que por otra, y mayores dificultades en ciertas áreas. Lo importante es que el alumno descubra en todo el conocimiento adquirido un ¿Por
qué?, lo suficientemente fuerte como para definir a que se quiere dedicar el resto de su vida. Esto es por ejemplo la elección de área en la preparatoria, o la carrera que quiere estudiar o bien la especialidad o área labora a la que se quiere dedicar.
4. Saber convivir. En este punto se busca un aprendizaje humano, que englobe los puntos anteriores y que los lleve a mejorar la sociedad. Para ejemplificar este punto podemos tomar como referencia el aprendizaje que obtiene un niño de sembrar un frijolito. Es un principio el niño aprende a reconocer las fases de ver nacer y crecer la planta (saber conocer), pero también construye conocimiento al sembrar y darse cuenta de la importancia que tiene el cuidar el medio ambiente, o el poder tener un pequeño huerto en nuestra casa (saber ser) y descubrir la posibilidad de aplicar este conocimiento para el bien común (saber convivir). Bajo el concepto de la educación por competencias es importante que en los niveles medios y superiores, como la secundaria o la preparatoria, los maestros fomenten la elaboración de proyectos integradores en los que los alumnos puedan incluir distintos temas, vistos en diferentes clases, de manera integral. A nivel de licenciatura, se promueve que los alumnos, utilicen como base los conocimientos, habilidades, actitudes y valores, asi como sus capacidades y experiencias en un contexto especifico, para resolver un problema o situaciones que se le presente en los distintos ámbitos de su vivir. Así que la próxima vez que lleguen a casa tus hijos con tarea, aprende que esta cumple una función importante en la que el alumno debe evidenciar su capacidad (competencia) para resolverla en lo individual, o de ser necesario, guiada por algunos de los padres. Pensemos que lo que está haciendo sus maestros es reconocer cuáles son sus habilidades, actitudes y aptitudes para un futuro. Apoyar en casa brindando las mejores condiciones para que el trabajo escolar se realice, genera un mejor desempeño de nuestros niños.
La responsabilidad de nuestro futuro está en nuestras manos hoy: desarrollamos juntos la competencia del compromiso con la educación.