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El concepto de signo para HjelmslevEl concepto de signo para HjelmslevEl concepto de signo para HjelmslevEl concepto de signo para Hjelmslev, , , , Por Eve-rardo Reyes García. Profesor, Tecnológico de Monte-

rrey Campus Toluca. Estudiante Investigador, Univer-

sidad de Paris VIII, Vincennes-Saint-Denis. Agosto,

2006. Ref: http://hipercomunicacion.com/pubs/hjelmslev-signo.html

IntroducciónIntroducciónIntroducciónIntroducción

El concepto de signo deriva de la tradi-

ción clásica que lo compone de tres partes: un

referente, un significado y un significante. Por su

parte, Hjelmslev propone estudiar al signo como

una función semiótica en donde actúan dos func-

tivos: el contenido y la expresión. Este artículo

tiene la intención de presentar de forma breve el

concepto de signo propuesto por Louis Hjelmslev.

Postura de HjelmslevPostura de HjelmslevPostura de HjelmslevPostura de Hjelmslev

Hjelmslev emplea el término signo de la

siguiente manera: “Parece más adecuado emplear

la palabra signo para designar la unidad constitui-

da por la forma del contenido y la forma de la

expresión, y establecida por la solidaridad que

hemos llamado función semiótica" [Hjelmslev,

1971:77].

De esta manera Hjelmslev propone una

nueva concepción de signo, que es diferente a la

noción de Charles Peirce, para quien el signo era

la expresión de un contenido exterior al signo

mismo, es decir, que un signo es algo que significa

una cosa en la ausencia de esa cosa. Hay que re-

cordar que Peirce distinguía tres componentes en

un signo que vienen desde la tradición clásica de

referente, significante y significado. Para Peirce,

un signo era el significante, mientras que el signi-

ficado era el interpretante y el referente era el

objeto.

Por su parte, Hjelmslev establece que un

signo es una relación constante de dependencia

entre una expresión y un contenido. En estos

términos, el contenido representa la "masa amorfa

del pensamiento" y la expresión puede ser ejem-

plificada mediante una cadena de caracteres lin-

güísticos, como las palabras.

Para Hjelmslev, la solidaridad que existe

entre expresión y contenido es tan fuerte y cerra-

da que es imposible que un contenido exista sin

expresión o que una expresión exista sin conteni-

do. De hecho, un contenido siempre opera en

función de una expresión y viceversa. A estos dos

componentes, contenido y a la expresión, se les

llama functivos y la relación ente ellos se le llama

función semiótica.

Forma y suForma y suForma y suForma y sustanciastanciastanciastancia

Pero contenidos y expresiones, son dos

functivos que se apoyan en una misma base: las

formas y las sustancias. Hjelmslev nos dice que el

sentido o el significado de algo se convierte en

sustancia de una nueva forma y no hay otra exis-

tencia posible que ser sustancia de una forma

determinada.

La distinción entre forma y sustancia,

Hjelmslev la toma directamente del lingüista sui-

zo Ferdinand de Saussure. Una forma es lo cons-

tante, lo que en inglés se conoce como tipo o ty-

pe. Por el contrario, la sustancia es lo variable, lo

que en inglés se le llama token, son las ocurren-

cias de una selección entre diferentes clases de

objetos.

Se puede decir que cuando producimos

una expresión, estamos fabricando una ocurrencia

conforme a las reglas de un tipo. Pensemos en la

palabra "perro", la cual entendemos porque cono-

cemos los fonemas que la componen y la cual

podemos también reproducir porque conocemos

sus reglas. La palabra "perro" es una expresión, en

tanto que cadena de caracteres lingüísticos. Pero

ahora pensemos en el tipo de perro que hemos

imaginado. Estamos ante el campo del contenido

en donde es el pensamiento que forma un signifi-

cado con base en diversos factores que influyen

para asimilar una expresión. Estas son las diversas

ocurrencias que se generan a partir de un tipo ya

existente.

Arbitrariedad del signoArbitrariedad del signoArbitrariedad del signoArbitrariedad del signo

Para entender esta nueva concepción de

signo, hay entender que Hjelmslev se apoya en el

principio de arbitrariedad del signo. Este princi-

pio establece justamente que no hay relación es-

table y fija entre un referente y su significado. Por

ejemplo, Eco se apoya en Hjelmslev para indicar

que hay signos cuyo referente no existe o que

para significar no es necesario que estemos frente

al referente. Imaginemos un unicornio. Todos

podemos imaginarlo aunque nunca hayan existi-

do, o los anillos de Saturno, que todos conocemos

y damos por hecho que existen, pero que nunca

hemos visto (y lo que es más triste es que tal vez

nunca los veremos).

Así, Hjelmslev sostiene que la forma lingüística es

independiente de la sustancia mediante la cual se

manifiesta, y que la forma sólo puede ser recono-

cida y definida por medio de la abstracción de la

sustancia, situándonos en el terreno de la función.

ConclusiónConclusiónConclusiónConclusión

Para concluir, citemos nuevamente a

Hjelmslev: "Por muy paradójico que pueda pare-

cer, el signo es al mismo tiempo signo de sustan-

cia de contenido y signo de una sustancia de la

expresión. Es solamente en este sentido que po-

demos decir que un signo es signo de otra cosa

(…) El signo tiene dos direcciones, al "exterior"

hacia la sustancia de la expresión, y al "interior"

hacia la sustancia del contenido." [Hjelmslev,

1971:76].

Referencias:Referencias:Referencias:Referencias:

Hjelmslev, L. (1971). Prolégomènes à une théorie

du langage. Paris: Minuit.

Eco, U. (1988). Le signe. Brusleas: Labor.

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