El efecto piramidal como terapia alternativa
Entrevista exclusiva a Gabriel Silva, el piramidólogo español que logró la ratificación
del efecto piramidal por parte del Ministerio de Salud.
Casa modelo piramidal. Cortesía piramicasa.com
¿Cómo descubrió esta disciplina? ¿Para usted es una ciencia?
Con seis años de edad fue un descubrimiento impactante para mí, ver las fotos en un libro de
ingeniería de mi padre. Yo leía muy bien, así que entendía buena parte de lo allí expuesto y
un epígrafe que decía que eran “tumbas de faraones” me resultó repelente por lo
contradictorio. Aunque era un niño pequeño, veía absurdo que una obra de tecnología que los
autores reconocían como superior a la ingeniería actual, fuera usada de esa manera. Eso me
convirtió en piramidólogo. Iba a la biblioteca de la escuela y la municipal a diario, buscando
todo lo relacionado a las pirámides. Para muchos, incluyendo mi familia, era una obsesión.
Para mí, la intuición de que había algo demasiado importante detrás como para dejarlo pasar
sin más. Creo que la Piramidología es una disciplina técnica interdisciplinaria. Requiere de la
Matemática, Geometría, Física, Química y Biología, sólo para su comprensión en la teoría,
pero de otras como Ingeniería, Arquitectura, Metalurgia, etc., para su utilidad práctica, o sea
la construcción de pirámides. Podría considerarse como parte de la Geobiología, pero más
avanzada y exigente en algunos sentidos.
O sea que el piramidólogo es aquella persona que lee y recompila información sobre
pirámides…
El piramidólogo estudia todo lo relacionado a las pirámides. Digamos que los hay
especializados en la parte antropológica, histórica, arqueológica (los Dres. Robert Bauval,
Graham Hancok y otros) y otros que son ingenieros, como Christopher Dum o el
francés Philippe Lheureux que ha deducido la función de la Cámara del Rey como pistón
hidráulico de acceso a la verdadera cámara de la Gran Pirámide. También hay
documentalistas como Fernando Malkún que pueden llamarse piramidólogos y finalmente los
que hemos llegado más al fondo del tema mediante investigación interdisciplinaria. En mi
caso, investigación física, médica, veterinaria y biológica, pero también hay piramidólogos
que están investigando cómo aprovechar el efecto para extraer energía eléctrica. Como el
efecto es de tipo magnético-cuántico, la extracción energética de electricidad es algo dudoso
de alcanzar.
¿Cuáles son los fundamentos de la Piramidología? ¿Por qué se desarrolla como una
terapia alternativa?
El Efecto Piramidal fue descubierto en 1927 por Antoine Bovis (también llamado el “Padre de
la Geobiología”). Luego de él, algunos de sus parientes y amigos siguieron sus
investigaciones. En la URSS y Europa del Este tuvo mucho desarrollo en las décadas
siguientes y en Checoslovaquia el Ing. Karel Drbal obtuvo la primera patente sobre un
dispositivo piramidal en 1959, que se usaba para recuperar el filo de las hojas de afeitar.
Paralelamente, algunos investigadores casi olvidados fueron descubriendo efectos
terapéuticos y la conexión Rusia-Cuba permitió a los médicos cubanos conocer sobre los
experimentos efectuados por el gobierno ruso. En 1985 los médicos cubanos comenzaron a
estudiar seriamente el tema, con el Dr. Ulises Sosa Salinas como pionero, con un protocolo
muy estricto desarrollado por asociaciones civiles, universidades y militares. En el año 2005,
tras una larga serie de avales y con miles de pacientes tratados con éxito, la CENAMENT
(Centro Nacional de Medicina Natural y Tradicional), que es la máxima entidad sanitaria
ejecutiva, directamente dependiente del Ministerio de Salud, emitió el aval que puede verse
en nuestra Web. Sin embargo cabe mencionar que unos cincuenta investigadores de todo el
mundo han ido descubriendo cosas a lo largo de estas ocho décadas. En mis libros expongo lo
descubierto por mi equipo y las verificaciones que hicimos sobre otros hallazgos anteriores.
Los fundamentos físicos son largos de explicar, pero muy resumidamente, se utiliza el campo
magnético terrestre para producir un efecto de tensioactivación molecular, logrando
simultáneamente atrapar una gran cantidad de neutrinos, que producen completitud
cuántica. Este fenómeno relativamente simple (si comprendemos bien las cuatro clases de
energía: electromagnética, gravitacional, nuclear fuerte y nuclear débil), se origina en que la
pirámide correctamente orientada y proporcionada actúa como un “embudo” con un campo
magnético diferente del de cualquier otro cuerpo, más rápido y selectivo en incidencia
cuántica. Las consecuencias son: a) Eliminación de radicales libres, b) Tensioactivación
molecular, c) Acumulación de neutrinos. Sus consecuencias orgánicas son respectivamente:
a) Retardo de los procesos de envejecimiento, b) Imposibilidad de putrefacción (recordemos
que ninguna infección bacteriana ni virósica prospera si no hay putrefacción) y c) Mayor
vitalidad por completitud cuántica.
¿Actualmente continúa trabajando con su equipo de investigación en la que respecta
a la terapia piramidal?
Ahora no cuento con el equipo que tuve en los años 80, ni con los recursos económicos que
disponía en esa época, pero hoy en día cuento con un grupo de amigos e investigadores que
son cientos en Cuba (médicos, físicos, biólogos) y algunos profesionales en otros países,
aunque por sus colegiados prefieren mantenerse en el anonimato. Los cubanos son los únicos
que pueden dar la cara, porque su país propicia todo lo que sirve a la gente aunque moleste a
los intereses del mercado mundial. En España, el director de la empresa Aquazulig y director
técnico de Microkit es una eminencia en biología y es uno de los que camina gracias a la
pirámide. Como es un valiente donde los haya, no tiene problemas en certificar su
experiencia. Los médicos son más dependientes de otros estamentos, así que habrá que
esperar que sean muchos más para que se animen a hablar.
¿La pirámide, como figura geométrica, posee “poderes sobrenaturales”? ¿Hay
alguna forma/ método de percibir esa energía?
No, no son poderes sobrenaturales. Son simplemente efectos físicos y químicos con
consecuentes efectos orgánicos. Técnicamente es difícil medir los efectos con método
científico, pero prácticamente es fácil verificarlos. Hay que disponer -como dispuse entre
1984 y 1991- un laboratorio de física cuántica para observar lo que ocurre dentro de la
atmósfera piramidal, por debajo y por encima. Pero existen infinidad de experimentos caseros
que puede realizar hasta un niño (yo hice mi primera pirámide en 1973 con catorce años) y se
demostrarán los efectos invariablemente, si se siguen las pautas correctas.
¿Por qué los estudiosos de esta materia afirman que las grandes pirámides fueron
levantadas por seres de otros planetas (extraterrestres) y no construidas por mano
de obra humana?
A veces se quiere rebatir el absurdo de las teorías oficiales, con otras que son cuando menos,
improbables. No obstante que pudieron ser extraterrestres esos “dioses” constructores,
también pudieron ser una civilización intraterrena o atlante… El caso es que las hicieron
muchos miles de años antes que reinaran los faraones y si no sabemos más sobre aquellos
“dioses” es porque la dictadura académica arqueológica no permite la investigación
interdisciplinaria. Los “templos” de Philae, Abu Simbel, Edfu, Kom
Ombo, Déndera, Luxor, Hatsetsup, etc., contienen millones de metros cuadrados
de escritura que no ha sido descifrada. Existe una gran mentira sobre que los jeroglíficos
han sido totalmente decodificados porque se descubrió la Piedra Rosetta. Eso sólo ha
permitido descifrar un texto (el allí traducido), algunos aspectos fonéticos y muy poco más. Se
ha montado un gran negocio académico, editorial y pseudocientífico. Para descifrar
realmente los jeroglíficos (y luego interpretar la traducción) haría falta un grupo enorme de
interdisciplinarios (criptólogos, informáticos, psicoantropólogos, matemáticos, etc.) y para
algunos sitios en especial, como Kom Ombo, médicos porque lo que allí se ve es todo
referente a la medicina, a la salud, incluyendo enorme cantidad de material quirúrgico
grabado en la piedra.
Usted dice que no son tumbas de faraones, entonces ¿cuál es su visión con respecto
a las grandes pirámides? ¿Cree que fueron dioses constructores?
Los “dioses”, sin duda, eran personas como nosotros pero más evolucionadas mental, psíquica
y tecnológicamente. La pregunta que más me inquietó desde niño, aún no le encuentro
respuesta. No sé quiénes eran estos dioses; pero sí se quienes no pudieron construir las
grandes pirámides. Si ves las herramientas de la IV Dinastía en el Museo de El Cairo con que
se supone se construyeron esas obras que desafían la imaginación de los tecnólogos e
ingenieros modernos, te mueres de risa aunque no sepas de albañilería.
¿Cómo influye la energía piramidal en la vida de una persona?
La persona enferma de reuma, esclerosis, infecciones crónicas o agudas, prácticamente se
salvan la vida en los casos graves. En los casos leves, recupera la salud. Esa es la mejor
influencia. Hay enfermedades muy resistentes, porque son como la psoriasis o el lupus
psicosomáticas. En esos casos la pirámide ayuda también, evita los efectos destructivos y si
se aprovecha correctamente la pirámides, como le indicamos al usuario, consigue catartizar
la psicosomatosis.
¿Esta energía es siempre la misma o varía de acuerdo al lugar/ forma/ estructura de
la pirámide?
El fenómeno físico es uno, pero los efectos variarán según el material y la densidad de la
pirámide (peso sobre volumen), así como porcentaje de área cubierta. También puede incidir
la calidad geobiológica de la pirámide. Si nos alejamos de la proporción “Al-Ahraum” (nombre
verdadero de la Gran Pirámide de Giza, que significa “La Luz”), el efecto irá siendo cada vez
menor. Si los materiales son ferromagnéticos diamagnéticos, su poder será mayor, pero
dañino para los seres vivos. Sirven para tratar líquidos (agua, vinos, licores, aceites, etc.)
pero para vegetales, animales o humanos, sólo debemos usar paramagnéticos: aluminio muy
puro, maderas y derivados, titanio, platino o plásticos. El platino es demasiado caro y los
plásticos no se recomiendan porque generan cierta estática que merma el efecto piramidal.
¿Cómo descubrió que una figura geométricamente piramidal puede ayudar a tratar
ciertas enfermedades?
El primer experimento que hice basado en un artículo del Lic. Julio Gutiérrez de Mendoza,
(Argentina), resultó bien. Luego fallaban muchos porque el artículo no explicaba el tema de la
orientación. Tiempo después asistí a una conferencia suya y me aclaró el tema. Desde
entonces, hasta 1984 y leyendo a Max Tot y Nielsen, había hecho muchas pirámides, curando
gatos, canarios, plantas, abejas y otros bichitos, pero también conservando toda clase de
comestibles. Dormir en una pirámide bien construida cura -si las tienes- e impide desarrollar
las enfermedades degenerativas, infecciones bacterianas, trastornos del sueño, disfunciones
endocrinas y otros resultados. La relajación muscular profunda producida por la
tensioactivación molecular y la armonización magnética consecuente, facilita y mejora los
procesos del sueño.
Entonces, por ejemplo ¿puede curarse una enfermedad como la esclerosis simple
utilizando solamente el poder de las pirámides?
Como ya expliqué, todas las degenerativas, pero el espectro de otras enfermedades es
grande. El mejor uso es dormir cada noche en la pirámide. Se reemplaza la cama obsoleta y
cada noche es una larga sesión terapéutica, aparte de un dormir mucho mejor. Justamente las
más “incurables”, de etiología desconocida, son las de resultados más seguros con la
pirámide, porque el fondo etiológico está en la descomposición de la armonía molecular. La
pirámide hace que todas las moléculas (de cualquier materia; los líquidos primero y los
sólidos más lenta pero inexorablemente), tomen su menor tamaño, es decir ocupando el
menor espacio, con lo que aumenta la energía nuclear, tanto la débil como la fuerte en los
átomos componente. Entonces -por ejemplo- las moléculas de agua del líquido sinovial que
lubrica nuestras articulaciones, que antes se hallaban deformadas y no salían o no
arrastraban los excedentes a través de las membranas sinoviales, se vuelven más solventes,
menos oxidantes, haciendo correctas todas sus funciones. Lo mismo ocurre con todos los
líquidos orgánicos. Ya hay casos de usuarios con varios años de dormir en pirámides (modelos
de mayor potencia en casos graves) en los que se ha reducido el tamaño de los osteofitos.
Aparte de las degenerativas, se tratan dolencias traumáticas, como esguinces, epicondolitis,
heridas, etc., pero también infecciones crónicas, colitis ulcerosa, gingivitis y cualquier
dolencia inflamatoria.
¿Tiene reportes de casos que hayan sido sanados por medio de esta práctica?
En el libro “Revolución Terapéutica de las Pirámides” hemos puesto un resumen extremo de
lo realizado en Cuba hasta su edición. Ahora mismo (agosto de 2010) deben sumar un total de
35 mil casos debidamente registrados. Pero en la parte no oficial, es decir fuera de Cuba,
tenemos algunos miles. En España, cerca de seiscientos usuarios las usan y la cifra aumenta
constantemente. Conservamos algunos reportes y toda la documentación posible, pero
tenemos una política de privacidad muy estricta, atenta a todas las leyes de protección de
datos europeas y americanas. Además no conviene divulgar eso por ahora, salvo algunos
primeros casos graves que hemos puesto en la Web. Preferimos que antes de publicar más
testimonios, la gente vaya sabiendo de esto por referencias directas de personas que conoce,
por artículos como éste, donde uno puede explicar con cierta profundidad. Yo no confío en los
“testimonios” de actores que publicitan cosas por televisión, así que no puedo pretender que
la gente crea en testimonios de desconocidos o de muy famosos. No pensarán “¡Qué bien, se
ha curado!”. Pensarán “¿Cuánto le habrán pagado para eso?” Incluso tengo un
testimonio en video de un caso de cáncer y otros dos no grabados, pero no podemos hablar de
ello porque falta investigación en ese terreno. Yo tuve durante más de veinte años un cáncer
de piel en el codo, muy doloroso a veces. Tras unos años de dormir en la pirámide se convirtió
en un papiloma pedunculado, indoloro muy pequeño, que finalmente me extirparon en cinco
minutos en Cuba.
En su sitio Web (www.piramicasa.com) usted expone muchas fotografías de casas
construidas como pirámides, ¿cuales son las ventajas y desventajas de vivir en este
tipo de viviendas?
Si dormir en una pirámide ya nos libra de casi todas las dolencias conocidas, siendo unas
ocho horas diarias promedio, es posible imaginar lo que ocurre si vivimos en una casa
piramidal. Por media, permanecemos unas catorce horas en casa. Nada se pudre, las toallas y
sábanas no suelen oler a bacterias, aunque igual hay que lavarlas, que las bacterias están
muertas y sí huele el sudor en ellas. Los alimentos se conservan indefinidamente. Los tanques
de agua son dos: uno para el baño, lavandería y lavaplatos, y otro exclusivamente para beber
y cocinar. En la piramicasa no hace falta una piramicama. El efecto está en toda la casa y algo
menor en el exterior. Aún reducido paulatinamente, llega a varios metros.
¿Por qué esta especialidad no es reconocida a nivel mundial por la comunidad
científica como una ciencia legítima, tanto como la matemática, la biología, la
filosofía, entre otras ramas del saber?
Posiblemente debamos hablar de piramidología como quien habla de aeronáutica, ingeniería
naval o ingeniería espacial, es decir que no se trata de una ciencia en si misma, sino del
resultado práctico de investigaciones interdisciplinarias. Tiene dos vertientes principales: una
es la antropológica (historia, arqueología, etc.) y otra es eminentemente práctica: Medicina,
alimentación, Apicultura, Veterinaria, Agricultura, etc. No existe una “ciencia aeronáutica”,
sino una especialidad de la ingeniería, pero todos viajamos en avión. La mecánica automotor
tampoco es una “ciencia oficial”, sin embargo todos circulamos en auto.
La principal fuente de referencia de la disciplina Dianética es el libro “Dianética: la
Ciencia Moderna de la Salud Mental“, escrito por L. Ronald Hubbard en mayo de
1950, considerado para los profesionales de esta área el “libro uno”. ¿Tiene la
piramidología algún documento histórico que sirva para marcar determinadas
pautas o para interpretar mejor su estudio?
Hay unos veinte libros sobre el poder de las pirámides. El más clásico por lo conocido es de
Max Tot y Greg Nielsen, “El Poder Mágico de las Pirámides”. Ya está un poco desfasado,
porque hemos avanzado muchísimo. Sin embargo hay otros libros mucho mejores, como los
del argentino Dr. José Álvarez López en el terreno de las matemáticas, la Geometría y algunos
aspectos de la Biología, porque este genio casi desconocido trabajó con el Dr. Giorgio
Piccardi en las primeras investigaciones de los efectos biológicos de las pirámides. Mi
libro(*)“Tecnología Sagrada de las Pirámides” es un buen referente antropológico, pero he
evitado en lo posible poner lo que han escrito otros. “Revolución Terapéutica de las
Pirámides” sí que es el mejor referente y principal en cuanto a uso terapéutico. Si se quiere
entender mejor la piramidología y la mentalidad de sus constructores desde el punto de vista
antropológico, hay que remontarse a un estudio más diverso y profundo como “La Gran
Rueda”, de Julia Calzadilla. No trata exclusivamente de pirámides, pero nos da vislumbres de
sus constructores. En realidad, nos abre la mente a lo que podríamos llegar a ser nosotros
mismos en el futuro. Creo que por eso me motivó siempre la pirámide; tiene que ver con la
Trascendencia.
¿Con qué otra disciplina podría complementarse esta especialidad?
Has mencionado a Dianética, bueno, esa es una de las mejores terapias integrales que puede
haber. No tengo relación con la Iglesia de la Cienciología, pero estudio la obra de Hubbard y
recomiendo a todos estudiarla y ponerla en práctica. Más aún a los psicólogos. Una buena
catarsis psicológica es el mejor complemento a la pirámide y ella facilita los procesos. Un
cerebro sano, bien irrigado, con el sistema muscular bien relajado, es esencial para una
purificación psicológica. Hay horarios y modalidades adecuados para el mejor uso de la
pirámide, que se establecen en cada caso. También se compatibiliza con Homeopatía,
Apiterapia, Su-Jock, Acupuntura, Fitoterapia y cualquier terapia naturalista no invasiva.
¿Qué piensan los piramidólogos con respecto a los mensajes codificados que se
encuentran en el interior de las pirámides?
En las pirámides no hay escritos, ni jeroglíficos, salvo unos realizados fraudulentamente por
el dinamitero Coronel inglés Richard William Howard Vyse a principios del siglo XIX. Las
pirámides son mensajes codificados en sí mismas, en especial la Gran Pirámide de Giza, con
sus proporciones idénticas a las moléculas reales de agua: [ 5 (H2O) ], con su ubicación
geodésica muy estudiada y con la increíble tecnología aplicada. También se han escrito
algunas tonterías sobre “profecías” codificadas allí, pero eso es tan absurdo como las teorías
oficiales.
Dentro de las pirámides no hay mensajes escritos, entonces ¿Por qué cree que se
levantaron semejantes monumentos?
Como decía, quién las construyó es un misterio, pero sabemos que fue hace muchos más
milenios que los supuestos. Quizá unos 14.500 años atrás. El porqué es más interesante hoy
en día, en base a lo que sabemos. Un mensaje matemático, geométrico, químico, geodésico,
mecánico y en general, una muestra gigantesca de conocimientos que sería largo exponer en
este artículo y que hemos resumido en dos libros. Sirvieron para recuperar la salud, para
enseñar a las civilizaciones que vinieron después, para mantener la “llama emotiva” de
muchos conocimientos universales. Una especie de “cámara del tiempo”, para que los
conocimientos más importantes de la humanidad no se pierdan. La codificación es
básicamente matemática y geométrica, como puede comprenderse en los magníficos libros
del Dr. José Álvarez López. Por eso los arqueólogos y egiptólogos que no quieren “inversión
profesional”, que no trabajan interdisciplinariamente, están muy lejos de comprender la
maravilla científica de las pirámides. Un ejemplo de esa codificación es justamente la forma,
que corresponde exactamente a la proporción de la molécula de agua verdadera, o sea [5
(H2O)] dispuestos en forma de pirámide de 51º 51’ 14”. Los físicos que trabajaron conmigo
estaban interesados en estudiar neutrinos y otras subpartículas. Sabían que en la pirámides
podían estudiarlas mejor que en los subterráneos de Sulbury, Japón, etc., pero con las
pirámides aprendieron muchísimo más. Ampliaron sus conocimientos y conceptos sobre el
universo cuántico y sobre el Universo en general.
Además de España ¿en qué otro país se utiliza esta disciplina como terapia?
En Cuba de manera oficial desde 2005, con más dos mil médicos formados en
piramidoterapia, en los casi cien hospitales y clínicas del país. En Rusia no sabemos, pero
sospechamos que son tantos o más. En Nicaragua, México, Uruguay, Argentina, Venezuela y
Brasil van aumentando día a día el número de terapeutas y médicos que trabajan con
pirámides (especialmente en modalidad de “Antipirámide”, usando el campo inferior al plano
de la base).
¿Qué le diría a aquellas personas que consideran/ ven/ creen/ toman a esta disciplina
como una práctica basada en la charlatanería?
He recibido insultos, denotaciones e incluso amenazas. Cuando me han escrito los supuestos
escépticos (con algo de respeto) les he contestado buenamente. Ya no me molestan. Hay
demasiada información y bien clara tanto en Cuba como en otros países. He escrito dos libros
muy didácticos, uno con una eminencia médica mundial que es el Dr. Ulises Sosa Salinas.
También algunos artículos sobre los “escépticos” o los que se dicen serlo. Yo soy un
verdadero escéptico. No me creo nada, pero no dejo de investigar. No soy ningún genio, pero
tenía sólo catorce años cuando hice mi primera pirámide con apenas datos. Hoy cualquier
niño de primaria puede estudiar un poco el asunto y demostrar que no es un mito. El peor
charlatán es el que dice “no creer” y no investiga.
(*) Para mayor información sobre los libros publicados por el piramidólogo Gabriel Silva,
puede visitar el sitiohttp://stores.lulu.com/piramicasa