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EL PODER CREATIVO DE DIOS PARA LA SANIDAD CHARLES CAPPS
INTRODUCCION
La ciencia médica nos dice que hay muchas enfermedades incurables tales como algunas
formas de cáncer, artritis, enfermedades de corazón, SIDA; solo para mencionar unas pocas.
Este libro presenta una ayuda sobrenatural a todos aquellos con enfermedades incurables. La
Palabra de Dios es sobrenatural. Mezclando la fe con la Palabra de Dios al hablarla con su boca
es una manera de aplicar la medicina de Dios. El resto depende del individuo, ya sea que tenga o
no la confianza de tomar la medicina de Dios de manera regular.
El propósito de este libro es revelar principios de la Palabra de Dios e instruirle en como
cooperar con ellos y aplicarlos para obtener sanidad. Muchos hoy en día están buscando sanidad
pero aun hablan enfermedad y sufrimiento hasta que establecen esa imagen en ellos. Sus
pensamientos y palabras producen un plano vívido y ellos viven dentro de las fronteras y
limitaciones de ese plano. En los capítulos siguientes usted aprenderá como hacer que ese
plano se alinee con la Palabra de Dios.
CONSTRUYENDO CON LADRILLOS DE VIDA O DE MUERTE
Sus palabras son ladrillos de construcción con los cuales usted construye su vida y futuro.
Sus palabras establecen las bases de construcción de su vida, y usted vive dentro de los confines
de esa frontera que usted crea con sus propias palabras. Situaciones, circunstancias y
condiciones están todas sujetas a cambios, pero con el apoyo de sus palabras usted puede
establecerlas en su vida para siempre.
El articulo siguiente, titulado “El paciente sabe lo mejor,” apareció en la edición de Agosto
de 1991 de la revista La asimilación del lector:
“La respuesta de una persona a la pregunta, „¿Es su salud excelente,
buena, regular o pobre?‟ es una notable predicción de quien vivirá o
morirá en los próximos cuatro años según los nuevos
descubrimientos.
Un estudio con más de 2800 hombres y mujeres de 65 o más años de
edad descubrió que aquellos que consideraban su salud „pobre‟
estaban cuatro o cinco veces más propensos a morir en los próximos
cuatro años en comparación a los que consideraron su salud
„excelente.‟ Este fue el caso aunque los exámenes mostraran que los
participantes estaban en condiciones saludables comparativas.
Estos descubrimientos están apoyados por una reseña de otros cinco
grandes estudios, totalizando 23,000 personas, las cuales alcanzaron
conclusiones similares, según Ellen Idler, una socióloga de la
Universidad de Rutgers, y el epidemiólogo Stanislav Kasl de la Escuela
de Medicina de la Universidad de Yale, coautores del nuevo estudio.”
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La gente que tiene una imagen de si mismos como estando en un estado pobre de salud
hablarán de la pobreza de salud. Aunque quizás ellos estén en buena salud, ellos parecen vivir la
realidad de la imagen que tienen de si mismos aun hasta la muerte.
Esto lo confirmaría proverbios 18:21, La muerte y la vida están en poder de la lengua,
Y el que la ama comerá de sus frutos.
Lo que usted cree y habla no solo afecta su cuerpo sino su sistema inmunológico
también. Sus palabras se vuelven ya sea una bendición o una maldición para usted.
Jesús lo puso de esta manera: El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo
bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia
del corazón habla la boca. (Lucas 6:45).
Estoy convencido según mi estudio de la Palabra de Dios que sus propias palabras
pueden cambiar su sistema inmunológico para lo mejor o lo peor. (Santiago 3:2-7.) Las palabras
que usted habla son vitales para su salud y bienestar. Yo creo que hay algunas enfermedades
que nunca sanarán a menos que la gente aprenda a hablar el lenguaje de salud que el cuerpo
entienda. La Palabra de Dios es fundida (plantada) en usted al darle voz a Su Palabra con su
propia boca, y este es el lenguaje de salud para su cuerpo.
Una afirmación constante de la Palabra de Dios en fe construirá dentro de su sistema
inmunológico una unción sobrenatural que es capaz de eliminar enfermedades y dolencias de
manera natural.
Los ladrillos de construcción de Dios
Aquí están unas pocas de las muchas razones escriturales del porqué yo creo esto tan
fuertemente:
Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, Y sobre tus caminos resplandecerá luz.
Job 22:28
La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.
Proverbios 18:7
Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no
dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.
San Marcos 11:23
El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos.
Proverbios 16:9
Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios.
La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
Proverbios 18: 20,21
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros,
y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el
infierno.
Santiago 3:6
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El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.
Proverbios 21:23
Produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.
Isaías 57: 19
Manantial de vida es la boca del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos.
Proverbios 10:11
Las palabras de los impíos son asechanzas para derramar sangre; Mas la boca de los rectos los
librará.
Proverbios 12:6
El hombre será saciado de bien del fruto de su boca; Y le será pagado según la obra de sus
manos.
Proverbios 12:14
Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es
medicina.
Proverbios 12:18
El que guarda su boca guarda su alma; Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Proverbios 13:3
En la boca del necio está la vara de la soberbia; Mas los labios de los sabios los guardarán.
Proverbios 14:3
La lengua apacible es árbol de vida; Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu.
Proverbios 15:4
La lengua amable es un árbol de vida; la lengua perversa hace daño al espíritu.
Proverbios 15:4 (Dios Habla Hoy)
La lengua de los sabios adornará la sabiduría; Mas la boca de los necios hablará sandeces.
Proverbios 15:2
El corazón del sabio hace prudente su boca, Y añade gracia a sus labios.
Proverbios 16:23
Panal de miel son los dichos suaves; Suavidad al alma y medicina para los huesos.
Proverbios 16:24
Usted puede ver de estas pocas referencias que la Palabra de Dios tiene mucho que decir
acerca de palabras y de sus efectos sobre usted y su salud.
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LA SANIDAD DIVINA ES UNA CURA ESPIRITUAL
La ciencia médica ayuda a la sanidad por medios físicos al administrar medicina al
cuerpo físico. La Sanidad Divina de Dios es espiritual. Esta es administrada por medio del
espíritu humano. (1ª Corintios 2:9-12.) Salmo 107:20 nos dice que Dios envió Su Palabra y los
SANÓ. Note que no dice que Dios envió Su Palabra para sanar sino que El envió su Palabra y
SANÓ. Dios lo considera hecho. Dios no hace acepción de personas, pero si respeta la FE en Su
Palabra.
Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón; Porque son vida a los que las
hallan, Y medicina a todo su cuerpo.
Proverbios 4:20-22
Antes que todo note que la Palabra de Dios es VIDA. También es SALUD, o medicina para
toda su carne. La Palabra de Dios SANARÁ SU CUERPO, pero lo hace a través de medios
espirituales. La sanidad puede ser recibida en el espíritu humano a través de la Palabra. Una vez
que es concebida ahí, esta impregna el cuerpo físico.
Así como usted tomaría medicina para su cuerpo físico con tal de ayudar a la sanidad por
medios físicos, así USTED DEBE RECIBIR La PALABRA de Dios en cuanto a la sanidad dentro de
su espíritu para sanidad sobrenatural.
La Palabra Implantada
La Palabra de Dios es LA LEY ESPIRITUAL PERFECTA. (Salmo 19:7.) Esta es la MEDICINA
SOBRENATURAL. Esta funciona a través del espíritu humano y es una cura espiritual, pero como
cualquier otra medicina, esta debe ser aplicada de manera regular. Usted DEBE HABLAR LA
PALABRA DE DIOS a su situación o circunstancia individual – alguien más no puede hacerlo por
usted. Santiago 1:21 nos amonesta a recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual
puede salvar vuestras almas. Una vez que la Palabra de Dios está implantada en su espíritu,
esta produce resultados en el cuerpo también.
Jesús dijo, Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo
que queréis, y os será hecho. (Juan 15:7). Cuando la Palabra de Dios llega a estar implantada o
fundida en su espíritu esta llega a ser parte de usted. ¡No puede ser separada de usted! No es
solo su pensamiento y afirmación, ¡ES USTED! LA PALABRA HECHA CARNE. Luego su carne
reflejará la vida de esa Palabra. Cuando la Palabra de Dios en cuanto a sanidad hecha raíz en su
carne, esta llega a ser mas grande que la enfermedad y la sanidad es el resultado.
La Imagen que la Palabra crea en usted ya es una realidad en el mundo espiritual.
Cuando usted habla la Palabra de Dios desde su corazón, entonces la fe da sustancia a las
promesas de Dios. Su fe enmarca su mundo diariamente. Jesús lo estableció muy claramente –
“El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas. . .” (Mateo 12:35).
En el primer capitulo de Génesis usted notará que cada vez que Dios habló, ¡La creación
tuvo lugar! ¡Las Palabras son los PORTADORES DE FE! Por la fe entendemos haber sido
constituido el universo por la palabra de Dios (Hebreos 11:3). Sin palabras, no hubiera habido
ninguna creación. Sus palabras crean imágenes y eventualmente usted vivirá la realidad de esa
imagen.
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Cada vez que usted habla su fe, esto crea una imagen fuerte dentro de usted. Si es
sanidad lo que usted desea, la imagen de sanidad es creada por la palabra de Dios y por su
continua afirmación y acuerdo con ella. Eventualmente esa imagen será perfeccionada por la
Palabra de Dios y usted comenzará a verse a si mismo bien. Cuando la Palabra es implantada
esta se funde en su vida dentro de usted (Juan 6:63; Romanos 8:11.)
La Fe Posee la Realidad
Un ejemplo de esto es encontrado en Marcos 5:25-28, donde la mujer con el flujo de
sangre dijo, Si tan solo tocare el borde de su manto seré sana. Ella continuó hablando hasta que
ella SE VIO A SI MISMA ¡BIEN!
Esta mujer esperaba ser sana al abrirse paso por la multitud. La Biblia Amplificada dice:
“Porque ella se mantuvo diciendo, si solo toco Su vestidura, seré restaurada a la salud.”
Esa esperanza fue su meta, pero ella no se SENTÍA SANA, ella no se MIRABA SANA. Pero
ella comenzó llenándose de esperanza con palabras llenas de fe, “Seré restaurada a la salud. Yo
SERÉ restaurada a la salud. Yo seré. . .Yo SERÉ. . .”
Yo estoy seguro que su cabeza decía “¿CUÁNDO?” “¡Tu no te MIRAS NADA MEJOR, tu NO
estás NADA MEJOR!”
Entonces ella comenzó a responder al raciocinio humano siendo mas especifica –
“Cuando toque Su vestimenta seré restaurada a la salud.”
Ella estaba llenando su ESPERANZA con una IMAGEN DE FE. Ella estableció su propio
punto de contacto para recibir su sanidad. Sus palabras penetraron su espíritu y ella comenzó a
verse a si misma bien. Esa imagen “para empeorar” de desesperación y derrota tenia que darle
paso a las PALABRAS LLENAS DE FE que salieron de su propia boca.
Cuando ella tocó Su ropa, su toque de fe hizo una demanda sobre el pacto de Dios y la
UNCIÓN que estaba sobre Jesús.
Lo que ella estaba diciendo era su fe hablando. Cuando ella actuó en lo que dijo y tocó Su
ropa, esa fe que estaba en ella LLEGÓ A SER LA SUSTANCIA de su esperanza, y sus palabras se
volvieron una viva realidad.
La Fe da Sustancia a lo que se Espera
Note que fue la fe de ella la que hizo una demanda sobre la unción sanadora que estaba
sobre Jesús. La fe le dio sustancia a su esperanza y la sanidad fue manifestada EN SU CUERPO.
La fe es la sustancia de las cosas que se esperan (Hebreos 11:1). La esperanza es
importante pero esta carece de sustancia hasta que sea llenada con fe. LA ESPERANZA es solo
una establecedora de metas. Su ESPERANZA fue ser sanada, pero la esperanza ¡NO LA SANÓ!
LA FE le dio sustancia a su esperanza.
Su fe le dio sustancia y trajo la manifestación de sanidad que ya era de ella debido al
pacto. Pero ella tenía que llamarla. Mire las palabras de Jesús: “Jesús le dijo: Si puedes creer, al
que cree todo le es posible.” (Marcos 9:23) . . .Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais
decir (Lucas 17:6) . . . El que cree en el Hijo tiene (Juan 3:36) . . . cualquiera que dijere. . . le será
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hecho. . .” (Marcos 11:23,24.) Es el principio de la Bíblia de CREER Y LLAMAR LAS COSAS QUE
NO SE HAN MANIFESTADO TODAVIA.
Las palabras de Jesús suenan muy claramente en cuanto a este asunto. Hija, TU FE TE HA
HECHO SANA. . . (Marcos 5:34). El dar voz a su fe en la Palabra de Dios puede también hacerle
sano.
LA PALABRA DE DIOS ES MEDICINA
Se habla de la Palabra de Dios en Proverbios 4:22 como siendo la medicina para toda
nuestra carne. Es la medicina más poderosa disponible hoy, y es capaz de sanar su cuerpo sin
efectos secundarios.
Salmo 107:20 nos dice que Dios envió Su Palabra y los sanó. . .Según Isaías 53: 5,6 y 1ª
de Pedro 2:24, la sanidad es un hecho en lo que a Dios concierne. Esta nos pertenece porque la
sanidad estaba en la expiación. (Isaías 53:5,6.)
Nuestra confesión de la Palabra de Dios llama a la sanidad la cual ya es nuestra pero no
está en manifestación en nuestros cuerpos de inmediato.
No, Yo no estoy enseñando en contra de los doctores o la medicina. Pero no dependa solo
de doctores o medicina para mantenerse saludable. Hay algunas enfermedades que la ciencia
médica no puede curar. Pero, si usted necesita un doctor, vea a un doctor. Muchas vidas son
salvadas cada año por medio de la ayuda médica. Hay medicinas hoy que son beneficiosas en
cooperar con el proceso de sanidad del cuerpo.
Si usted esta tomando medicina, mezcle fe con esta diciendo, “Yo creo que recibo mi
sanidad en el Nombre de Jesús.” Las medicinas de los hombres no le sanarán, y generalmente
no le impedirán ser sanado. Aun así hay algunas medicinas hoy en día que tienen muchos
efectos secundarios que parecen ser mucho peores que la enfermedad. Así que haga algunas
preguntas y descubra lo que usted está tomando. La mayoría de medicinas ayudarán a moderar
o contener los síntomas mientras usted está aplicando los principios de Dios en cuanto a la
sanidad y la salud.
No recomiendo que tire su medicina y descanse solo sobre la confesión a menos que el
Señor le dirija para hacerlo así. Se requiere de tiempo para renovar su mente y desarrollar fe en
sus palabras así como también en La palabra de Dios. Pero las cosas que usted está
continuamente confesando eventualmente llegarán a ser parte de usted. Es verdad, Dios ha
provisto sanidad para nosotros por medio de Su Palabra. Pero debemos aprender a apropiarnos
de esa sanidad haciendo la Palabra una parte de nuestro vocabulario diario.
Yo creo que al ser enseñado apropiadamente y al practicar su fe usted puede crecer
hasta un punto donde será algo común para usted el recibir sanidad por medio de la Palabra de
Dios. Pero esto no ocurre de la noche a la mañana. Se requiere de tiempo el desarrollar su fe,
así que si usted tiene una situación de vida o muerte donde los doctores dicen si usted no tiene
una operación inmediatamente morirá – en otras palabras, la enfermedad tiene una ventaja
sobre su fe – mi consejo seria tener la operación y creerle a Dios para recobrarse rápido. Use
algo de sentido común y no haga cosas tontas por medio del orgullo espiritual y lo llame fe.
Se requiere de tiempo para desarrollar fe para operar en estos principios, así que no deje
que nadie le ponga bajo condenación por visitar doctores o tener una operación. En otras
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palabras, opere en su nivel de fe, pero no se quede en ese nivel para siempre. Continúe en la
Palabra de Dios hasta que desarrolle fe en el poder sanador de la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios es poder creativo. Los mundos fueron hechos por la Palabra de Dios.
Confesar la Palabra de Dios también puede cambiar su mundo. Esto puede cambiar una imagen
de enfermedad en una imagen de sanidad y salud.
El operar en estos principios no es fácil. Se requiere de disciplina y compromiso. No es
suficiente solo leer estas confesiones. Yo le animo a confesar la Palabra audiblemente sobre su
cuerpo dos o tres veces al día. Confiese con autoridad. No es necesario que haga estas
confesiones delante de otra gente, porque las palabras que usted habla son para su beneficio.
Malas Noticias y Noticias de Dios
Los Doctores quizás le hayan dicho que no hay esperanza médica para usted, pero usted
siempre puede encontrar ESPERANZA sobrenatural de la Palabra de Dios:
Pero clamaron a Jehová en su angustia, Y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra, y los
sanó, Y los libró de su ruina.
Salmo 107: 19,20
Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y
será prosperada en aquello para que la envié. Isaías 55:11
Produciré fruto de labios: Paz, paz al que está lejos y al cercano, dijo Jehová; y lo sanaré.
Isaías 57:19
El regreso de la Palabra de Dios a El Dios declara que Su Palabra no regresará a El vacía. Nosotros estamos para devolver Su Palabra
al darle VOZ, y El creará el fruto de nuestros labios. Confesar la Palabra de Dios es una forma
con la que usted puede tener comunión con el Señor e incrementar su fe al mismo tiempo. Yo le
reto para afirmar estas confesiones de las escrituras audiblemente tres veces al día. No deje que
se conviertan en un logro y una sugerencia fallida. Hágalo una práctica para tomar la medicina
de Dios de manera regular, así como lo haría con cualquier otra medicina. Entonces será VIDA
para usted y SALUD para su carne.
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LA MEDICINA DE DIOS
Para ser hablado con su boca tres veces al día hasta que la fe venga, luego una vez al día
para mantener la fe. Si las circunstancias se ponen peor, duplique la dosis. No hay efectos
secundarios perjudiciales.
Jesús es el Señor de mi vida. La enfermedad y la dolencia no tienen poder sobre mí. Soy
perdonado y libre del PECADO Y CULPA. Estoy muerto al pecado y vivo para la justicia. (Col.
1:21,22.)
***
Soy LIBRE de la falta de perdón y la contienda. Yo perdono a otros como Cristo me ha
perdonado, porque el amor de Dios ha sido derramado en mi corazón por el Espíritu Santo. (Mat.
6:12; Rom. 5:5.)
***
Jesús llevó mis pecados en Su Cuerpo sobre el madero; por lo tanto estoy muerto al
pecado y vivo para Dios y por Su llaga soy sanado y completado. (1ª de Pe. 2:24; Rom. 6:11; 2
Cor. 5:21.)
***
Jesús llevó mis enfermedades y mis dolencias. Por lo tanto no le doy lugar a la
enfermedad y al dolor. Porque Dios envió su Palabra y me sanó. (Sal. 107:20.)
***
Padre, por Tu Palabra yo soy un vencedor. Yo venzo al mundo, la carne y al diablo, por
medio de la sangre del cordero y la palabra de mi testimonio. (1ª de Juan 4:4, Apoc. 12:11.)
***
Tú me has dado vida abundante. Recibo esa vida a través de Tu Palabra y esta fluye a
todo órgano de mi cuerpo trayendo sanidad y salud. (Juan 10:10; Juan 6:63.)
***
Padre Celestial, Yo estoy atento a Tu Palabra. Yo inclino mis oídos a tus razones. No
dejaré que se aparten de mis ojos. Las guardo en medio de mi corazón, porque estas son vida y
sanidad a toda mi carne. (Prov. 4:20-22.)
***
Así como Dios estuvo con Moisés, así está El conmigo. Mis ojos no se oscurecen; ni mis
fuerzas naturales se debilitan. Benditos son mis ojos porque ellos miran y mis oídos oyen.
(Deum. 34:7.)
***
Ningún mal me sobre vendrá, ni plaga tocará mi morada. Porque Tu has mandado a Tus
ángeles que tengan cuidado de mi. Ellos me guardan en todos mis caminos. En mi camino hay
vida, sanidad y salud. (Sal. 91:10,11; Prov. 12:28.)
***
Jesús llevó mis enfermedades y dolencias. Por lo tanto rehúso permitir que la enfermedad
domine mi cuerpo. La vida de Dios fluye dentro de mí trayendo sanidad a cada fibra de mi ser.
(Mat. 8:17; Juan 6:63.)
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***
Soy redimido de la maldición. Gálatas 3:13 está fluyendo en mi sistema sanguíneo. Fluye
a cada célula de mi cuerpo, restaurando vida y salud. (Marc. 11:23; Luc. 17: 6.)
***
La vida que está en 1ª de pedro 2:24 es una realidad en mi carne, restaurando cada
célula de mi cuerpo.
***
Yo presento mi cuerpo a Dios porque éste es el templo del DIOS VIVO. Dios mora en mí y
SU VIDA impregna mi ESPIRITU, ALMA y CUERPO de manera que soy lleno de la plenitud de Dios
diariamente. (Rom. 12:1,2; Juan 14:20.)
***
MI cuerpo es el templo del ESPIRITU SANTO. Yo pongo una demanda sobre mi cuerpo
para que libere los químicos correctos. Mi cuerpo está en perfecto balance químico. Mi páncreas
segrega la cantidad apropiada de insulina para la vida y la salud. (1 Cor. 6:19.)
***
Padre Celestial, a través de Tu Palabra Tu me has impartido Tu vida. Esa vida restaura mi
cuerpo con cada aliento que tomo y con cada palabra que HABLO. (Juan 6:63; Marcos 11:23.)
***
Lo que Dios no ha plantado es disuelto y desarraigado de mi cuerpo en el Nombre de
Jesús. Primera de Pedro 2:24 esta injertado dentro de cada fibra de mi ser y estoy vivo con la
vida de Dios. (Marcos 11:23; Juan 6:63.)
Protuberancias, Tumores y Artritis
Jesús cargó con la maldición por mí; por lo tanto, yo prohíbo que toda protuberancia y
tumor habite en mi cuerpo. La vida de Dios dentro de mí disuelve protuberancias y tumores, y mi
fuerza y salud es restaurada. (Mateo 16:19; Juan 14:13; Marcos 11:23.)
***
Protuberancias y tumores no tienen derecho sobre mi cuerpo. Estas son cosas del pasado
porque yo fui liberado de las potestades de las tinieblas. (Col. 1:13,14.)
***
Cada órgano y tejido de mi cuerpo funciona en la perfección con la cual Dios les creó para
que funcionaran. Yo prohíbo cualquier malfuncionamiento en mi cuerpo en el Nombre de Jesús.
(Génesis 1:28,31.)
***
Padre, Tu Palabra ha llegado a ser una parte de mi. Esta está fluyendo en mi sistema
sanguíneo. Fluye a cada célula de mi cuerpo, restaurando y transformando mi cuerpo. Tu
Palabra se ha hecho carne; porque Tú enviaste Tu Palabra y me sanaste. (Santiago 1:21; Sal.
107: 20; Prov. 13:3.)
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***
Tu Palabra es manifestada en mi cuerpo, causando que las protuberancias desaparezcan.
La artritis es algo del pasado. Yo demando a mis huesos y coyunturas que funcionen
apropiadamente en el Nombre de Jesús. (Marcos 11:23; Mateo 17:20.)
***
Padre Celestial, al yo ponerle voz a Tu Palabra, la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús
me hace libre de la ley de pecado y muerte. Y Tu Vida está energizando cada célula de mi
cuerpo. (Rom. 8:12)
***
¡Artritis, tienes que SALIR! ¡Enfermedad DEBES HUIR! Los tumores no pueden existir en
mi, porque el Espíritu de Dios está sobre mi y la Palabra de Dios está dentro de mi. Enfermedad,
temor y opresión no tienen poder sobre mí porque la Palabra de Dios es mi confesión. (Marcos
11:23.)
Corazón y Sangre
Gracias Padre que tengo un corazón fuerte. Mi corazón palpita con el ritmo de vida. Mi
sangre fluye a cada célula de mi cuerpo restaurando vida y salud abundantemente. (Prov. 12:14;
14:30.)
***
Mi presión sanguínea es 120 sobre 80. La vida de Dios fluye en mi sangre y limpia mis
arterias de toda materia que no pertenezca a la vida. (Marcos 11:23.)
***
Mis latidos de corazón son normales. Mi corazón late con el ritmo de vida, llevando la vida
de Dios a través de mi cuerpo restaurando VIDA Y SALUD ABUNDANTEMENTE. (Juan 17:23;
Efesios 2:22.)
***
Yo tengo un corazón fuerte. Cada palpitar inunda mi cuerpo con vida y me limpia de
enfermedad y dolencia. (Ex. 23:25; Marcos 11:23.)
***
Yo mando a mis células sanguíneas que destruyan cada germen de enfermedad y virus
que traten de habitar en mi cuerpo. Yo mando a cada célula de mi cuerpo que sea normal en el
Nombre de Jesús. (Rom. 5:17; Lucas 17:6.)
***
Cada célula que no promueva vida y salud en mi cuerpo es cortada de raíz. Mi sistema
inmunológico no permitirá que ningún crecimiento de tumores viva en mí cuerpo en el Nombre
de Jesús. (Lucas 17:6; Marcos 11:23.)
***
Yo soy redimido de la maldición de la ley y mi corazón palpita con el ritmo de vida. El
Espíritu y vida de la Palabra de Dios fluye en mí limpiando mi sangre de cada enfermedad e
impureza. (Prov. 4:20-23.)
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Arterias y Células
En el Nombre de Jesús, mis arterias, no se comprimirán ni se obstruirán. Arterias, ustedes
están limpias, tienen elasticidad y funcionan como Dios las creó para que funcionen. (Lucas
17:6; Marcos 11:23; Isa. 55:11; Santiago 3:2-5.)
***
La ley del Espíritu de Vida en Cristo Jesús me ha hecho libre de la ley del pecado y muerte;
por lo tanto, no permitiré que el pecado, enfermedad o muerte señoreen sobre mí. (Rom. 8:2;
Rom. 6:13,14.)
***
El mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos mora en mí, impregnando Su vida a
través de mis venas, enviando sanidad por todo mi cuerpo. (Rom. 8:11.)
***
En el Nombre de Jesús yo prohíbo que mi cuerpo sea engañado de cualquier manera.
Cuerpo no serás engañado por ningún virus o germen de enfermedad. Tampoco obraras en
contra de la vida o salud en ninguna forma. Cada célula de mi cuerpo sustenta vida y salud.
(Mat. 12:25; 35ª.)
Sistema inmunológico
Mi sistema inmunológico se hace más fuerte día a día. Yo hablo vida a mi sistema
inmunológico. Yo prohíbo la confusión en mi sistema inmunológico. El mismo Espíritu que
levantó a Cristo de los muertos mora en mí y aviva mi sistema inmunológico con la vida y
sabiduría de Dios, las cuales guardan la vida y salud de mi cuerpo.
Huesos y Médula Saludables
Yo hablo a los huesos y coyunturas de mi cuerpo. Yo les llamo normales en el Nombre de
Jesús. Mis huesos y coyunturas no responderán a ninguna enfermedad; porque la vida del
Espíritu de Primera de Pedro 2:24 impregna cada hueso y coyuntura de mi cuerpo con VIDA y
SALUD.
***
Padre, Yo pongo una demanda sobre mis huesos para que produzcan médula perfecta. Yo
pongo una demanda sobre la médula para que produzca sangre pura que se protegerá de
enfermedad y dolencia. Mis huesos rehúsan cualquier ofensiva de la maldición. (Prov. 16:24.)
***
Yo pongo una demanda sobre mis coyunturas para que funcionen perfectamente. No
habrá dolor o hinchazón en mis coyunturas. Mis coyunturas rehúsan el dejar que cualquier cosa
dañe o destruya su funcionamiento normal. (Prov. 17:22.)
Imponiendo la Vida
Mezcle bien esto con fe y autoridad. Para ser tomado con las palabras de la boca tan
frecuentemente como se necesite para mantener la salud y la vida.
Cuerpo, yo te hablo la Palabra de Fe. Yo demando que todo órgano interno ejecute un
trabajo perfecto, porque tú eres el templo del ESPIRITU SANTO; por lo tanto, yo te ordeno en el
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Nombre del Señor Jesucristo y por la autoridad de Su Santa Palabra que seas sano y completo
en el Nombre de Jesús. (Prov. 12:18.)
***
Padre, Yo resisto al enemigo en cada manera que el venga contra mí – Yo requiero que
mi cuerpo sea fuerte y saludable, y yo lo hago que obedezca con Tu Palabra. Yo rechazo la
maldición, e impongo la vida en este cuerpo. (Santiago 4:7.)
***
Yo no moriré sino que viviré y declararé las obras de Dios. (Sal.118:17)
***
Tú has perdonado todas mis iniquidades; Tú has sanado todas mis dolencias; Tú has
redimido mi vida de la destrucción; Tú has satisfecho mi boca con cosas buenas de manera que
mi juventud es renovada como las águilas. (Sal. 103:2-5.)
***
Señor, Tu has bendecido mi alimento y mi agua y has alejado la enfermedad de mi. Por lo
tanto yo cumpliré el número de mis días en salud. (Ex. 23:25,26.)
ENTENDIENDO EL PRINCIPIO
Ahora que ya ha pasado por las confesiones de las escrituras, miremos el principio que
podría ser la clave para que usted sea un participante de las provisiones de Dios en cuanto a su
sanidad.
Probablemente no hay otro asunto tan importante para su sanidad y salud que el
principio de LLAMAR LAS COSAS QUE NO SON. Vemos en Romanos 4:17-22 que Abraham llegó
a estar totalmente persuadido que Dios haría lo que El había prometido. La manera como el
llegó a estar totalmente persuadido fue por llamar aquellas cosas las cuales no estaban en
manifestación como que si lo estaban.
Tomamos esto del verso diecisiete:
(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el
cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
Romanos 4:17
Aquí Pablo se está refiriendo a Génesis capitulo 17. Usted notará que Dios llamó a Abram
padre de naciones antes que el tuviera el hijo prometido, y le enseño a Abram hacer lo mismo.
Dios cambió el nombre de Abram por Abraham, que significa “padre de naciones, o
multitudes.” Este fue el medio que El usó para convencer a Abraham a llamar lo que él todavía
no tenia en realidad. Dios lo había establecido por la promesa, pero Abram tenia que llamarlo a
la realidad por medio de mezclar la fe con la Palabra de Dios.
Cada vez que el decía, “Yo soy Abraham,” el estaba llamando las cosas que todavía no se
habían manifestado. Abraham no negaba que estaba viejo. El no andaba por ahí diciendo, “Yo no
soy viejo,” porque el era viejo. Pero el decía, “Yo soy Abraham,” (Padre de Naciones). Este era el
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método de Dios para ayudarle a cambiar su imagen, y esto causó que el estuviera totalmente
persuadido.
Pablo también nos da revelación de este principio en 1ª de Corintios 1:27,28:
Sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo
escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
Y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es.
En otras palabras Dios usa fuerzas espirituales las cuales no se miran para anular las
cosas naturales que se miran. Este es el principio bíblico de llamar las cosas que no son como si
fuesen.
Luego en 2ª de Corintios 4:13, Pablo dice:
Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé,
nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.
Pablo está mencionando a David cuando dijo, Creí, por lo cual hablé. . . . En Salmos
118:17, David dijo, No moriré, sino que viviré, Y contaré las obras de JAH.
Cuando se trata de la sanidad divina este es un principio vital. Deberíamos declarar a
nosotros mismos lo que la Palabra de Dios revela acerca de nosotros, sin importar las
circunstancias o como nos sentimos acerca de eso.
En Romanos 10: 6-8 Pablo dice que la justicia que es por la fe dice. . . cerca de ti está la
palabra en tu boca y en tu corazón.
Note, la Palabra está primero en su boca y (luego) en su corazón. La Palabra de Dios llega
a ser injertada en su corazón al usted hablarla. No hay nada mas importante para su fe que
declarar lo que Dios ha dicho sobre usted con su propia voz. Darle voz a la Palabra de Dios es un
método de llamar las cosas que Dios ha dado por promesa y todavía no se manifiestan.
Cuando usted hace esto, algunos dirían que usted está negando lo que existe, pero eso no
es verdad. Usted está estableciendo lo que Dios ha dicho que es verdadero en cuanto a la
sanidad aunque todavía no sea una realidad en su cuerpo. Usted no niega que la enfermedad
existe, pero usted niega su derecho de existir en su cuerpo, porque usted ha sido redimido de la
maldición de la ley y libertado de las potestades de las tinieblas. (Gálatas 3:13; Colosenses
1:13.)
Dios también le ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad. Esas
cosas le pertenecen. (2ª Pedro 1:3,4.) Cuando usted está enfermo y confiesa que está sano por
la llaga de Jesús, usted está llamando lo que Dios ya le ha dado, aunque todavía no se
manifieste.
Este es el método de Dios de llamar las cosas que no son como si fuesen hasta que sean.
Hay algunos que han mal entendido este principio, y ellos llaman las cosas que son, como que
no son. En otras palabras, ellos niegan lo que existe. Pero no hay poder en negar que la
enfermedad existe. El poder está en llamar la sanidad y la salud por medio de mezclar la fe con
la Palabra de Dios.
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Si usted está enfermo, no niega que está enfermo; aun así, por otro lado, usted no quiere
estar siempre confesando su enfermedad, por que eso establecerá su circunstancia actual para
usted. Negar la enfermedad no le hará sentirse bien. Pero al mezclar la fe con la Palabra de
Dios, usted está llamando la promesa de Dios que se manifieste en su cuerpo. Esto le causará
que esté totalmente persuadido, y la sanidad será el resultado.
Hay algunos que le dirán que está mintiendo si confiesa que es sano cuando está
enfermo. No, usted está simplemente llamando la sanidad que Dios ya ha provisto, aunque
todavía no se manifieste en su cuerpo. Lo que usted está realmente haciendo es practicando la
medicina de Dios.
Usted no está tratando de convencer a nadie que usted no está enfermo, pero usted está
simplemente proclamando lo que Dios ha dicho en Su Palabra como un hecho, a pesar de su
condición actual. La Palabra dice, por cuya (de Jesús) herida fuisteis sanados (1ª Pedro 2:24).
Note que esto está en tiempo pasado en lo que a Dios concierne, pero todavía no se manifiesta
en su cuerpo.
Usted está llamando a su cuerpo que esté bien según Lucas 17: 5,6 y Marcos 11:23. Su
cuerpo está escuchándole y le obedecerá si usted cree y no duda en su corazón. Sus palabras
tienen más efecto sobre su cuerpo que las palabras de alguien más.
Su cuerpo fue creado con la habilidad de sanarse por si mismo, y si cada parte funciona
apropiadamente, lo hará. Algunas enfermedades son causadas por un desequilibrio químico en
el cuerpo, y la parte del cerebro que controla el habla también controla la secreción de químicos
para el cuerpo. Esto nos da algo mas de luz sobre lo que Jesús dijo en Marcos 11:23, “. . . lo que
diga le será hecho.”
Llame lo que usted quiera
El error que muchos cristianos comenten es que llaman las cosas que son, de la manera
que son. Al hacer esto están estableciendo la condición o circunstancia actual en sus corazones,
mentes y también en sus cuerpos.
Leí un articulo hace muchos años sobre una dama que tenia fiebre continua por varios
meses. Los doctores no podían encontrar nada malo físicamente. Ellos la interrogaron
minuciosamente y descubrieron que cuando ella se molestaba sobre algo, ella siempre decía,
“eso me está quemando.” Ella usaba esa frase muchas veces al día. Ellos no estuvieron seguros
si esto tenía algo que ver con su condición o no, pero le pidieron que no usara esa frase ya mas.
Dentro una semanas, la temperatura de su cuerpo era normal.
Cuantas veces usted ha dicho, “Cada vez que como eso, me enferma” “Mi espalda me
esta matando,” “Esos niños me ponen nervioso(a)” o, “Ya me va a dar la gripe” Sus propias
palabras le están dando instrucción a su cuerpo y su sistema inmunológico eventualmente
responderá a sus instrucciones.
Pero el método de Dios es llamar las cosas positivas, aunque todavía no sean una
realidad en su cuerpo. Usted las llama hasta que se manifiesten. Usted tiene el derecho dado por
Dios para ejercitar autoridad sobre su cuerpo. En Romanos 8:13, Pablo nos dice “porque si vivís
conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.”
Su carne quiere decirlo de la manera que es, pero su espíritu, si es entrenado apropiadamente,
lo quiere decir de la manera que Dios lo dijo en Su Palabra.
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Su cuerpo responderá a las demandas del espíritu humano.
Si usted alimenta el hombre espiritual con la Palabra de Dios, esto pondrá demandas
sobre la carne para alinearse con la palabra de Dios.
Cuando usted se ejercita, usted demanda más energía de su cuerpo. El corazón late más
rápido y mas sangre fluye trayendo mas oxigeno a las células de su cuerpo, y su cuerpo
responde a sus demandas de manera natural. Pero usted debe poner la demanda sobre ello
antes que responda. Aun su perro o su gato responderán al mandato de su voz. Cuanto mas su
cuerpo responderá a las demandas hechas sobre el por la Palabra de Dios hablada de su boca.
La verdad es, su cuerpo siempre responde a sus palabras en alguna manera, ya sea para bien o
para mal. Así que escoja sus palabras cuidadosamente.
Hace muchos años un articulo apareció en la revista TIMES de Louisiana, escrito por un
neurocirujano. El titulo del articulo era “hable a su cuerpo para librarse de los males.” El estaba
usando un método que llamó ejercicio mental el cual involucraba literalmente el decir a su
cuerpo que hacer.
El presentó ejemplos como el de un diabético quien instruyó a su páncreas que segregara
insulina o el de una persona con hipertensión quien tenia que decir varias veces al día, “mi
presión sanguínea es de 120 sobre 80.”
El dijo, “no hay diferencia si el paciente sabe donde está su páncreas o lo que significa
120 sobre 80, El cuerpo lo sabe.”
Hay mas verdad en Marcos 11:23 de lo que la mayoría de la gente se da cuenta. Usted
puede tener lo que diga en fe, pero la mayoría de gente está diciendo lo que tienen.
Dios creó el cuerpo del hombre para vivir para siempre, pero el pecado trajo la maldición
de enfermedad y muerte. El cuerpo humano tiene una habilidad inherente para sanarse a si
mismo, pero debido a un desequilibrio químico impropio y un funcionamiento impropio de
ciertos órganos, ciertas medicinas y químicos ayudarán al cuerpo en el proceso de sanidad. Pero
la Palabra de Dios es la original y mas poderosa medicina disponible hoy.
Fue su Palabra la que creó el cuerpo humano. Esta es la medicina original enviada para
un propósito específico de sanidad. (Salmo 107:20.)
La ciencia medica está descubriendo que el principio de Marcos 11:23 realmente
funciona aun para traer salud a nuestros cuerpos físicos.
Las palabras de Jesús en Lucas 17:6 suenan claramente:
Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro:
Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
El NUEVO TESTAMENTO GRIEGO-INGLES INTERLINEAL dice, “este le obedecería a usted.”
Jesús no está realmente hablando sobre árboles literales aquí, sino de problemas que usted
enfrenta en la vida. Ya sea que usted esté llamando a que su presión sanguínea esté a 120
sobre 80 o confesando que su páncreas segregue la cantidad apropiada de insulina, siempre hay
alguien que querrá acusarle de mentiroso, porque ellos no entienden estos principios de fe. Así
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que, no es necesario que haga sus confesiones delante de otros – hágaselas a usted mismo en
su propio tiempo de oración al estar en comunión con el Señor.
Recuerde – cuando usted esté enfermo, llámese a usted mismo sano, porque usted está
llamando lo que no tiene aun. Si usted pone esto en práctica y lo hace una forma de vida,
entonces su cuerpo responderá a sus demandas de fe que están basadas en la autoridad de la
Santa Palabra de Dios.
No, no ocurrirá solo porque usted lo diga, pero el decirlo está involucrado en causar que
ocurra. Decir es la manera que usted planta la semilla para lo que necesita. La palabra hablada
de Dios imparte espíritu de vida a su cuerpo físico (Juan 6:63), porque su Palabra es semilla
incorruptible, y esta produce según su genero.
Yo le reto para apartar un tiempo diariamente, para estar en comunión con Dios. Hágalo
una práctica para meditar Su Palabra por medio de hablarla a su cuerpo. Hágalo dos o tres
veces al día. Luego duplíquelo en sus confesiones en el área donde usted tiene más problemas.
Ore la Palabra sobre su cuerpo. Declárelo ser verdad hasta que usted esté totalmente
persuadido. Su cuerpo responderá a su voz; tanto mas responderá a la Palabra de Dios hablada
en FE.