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Es la conciencia es un proceso cerebral?
Introduccin
La opinin de que existe una clase separada de los acontecimientos, los eventos
mentales, que no puede ser descrita en trminos de los conceptos empleados por las
ciencias fsicas ya no tiene la aceptacin universal e indiscutida entre los filsofos y
psiclogos que una vez tuviera. El moderno fisicalismo, sin embargo, a diferencia del
materialismo de los siglos XVII y XVIII, es conductista. La conciencia segn esta
opinin, o bien es un tipo especial de comportamiento, "muestreo", o comportamiento
de ida y venida, como considera Tolman (1932, p. 206), o una disposicin a
comportarse de cierta manera, siendo una picazn, por ejemplo, una propensin
temporal a rascarse. En el caso de conceptos cognitivos como 'saber', 'creer',
'comprender' y 'recordar', y conceptos volitivos como 'querer' y 'tener la intencin', no
hay duda, creo, que un anlisis en trminos de disposiciones a comportarse
(Wittgenstein, 1953; Ryle, 1949) sea fundamentalmente correcto. Por otra parte, parece
que existe un residuo insoluble de conceptos agrupndose en torno a las nociones de
conciencia, experiencia sensacin e imaginera mental, en donde algn tipo de historia
de proceso interno es inevitable (Place, 1954). Es posible, por supuesto, que pueda
hallarse un buen recuento conductista de este residuo conceptual en ltima instancia.
Para nuestros propsitos actuales, sin embargo, voy a suponer que esto no puede
hacerse y que las declaraciones acerca de dolores y punzadas, acerca de cmo se ven,
suenan y se sienten las cosas, acerca de las cosas soadas o imaginadas con en el ojo de
la mente, son enunciados referentes a los acontecimientos y procesos que son en cierto
privados o interiores para el individuo de quien son predicados. La pregunta que deseo
plantear es la de que si al hacer esta suposicin estamos inevitablemente comprometidos
con una posicin dualista en la que las sensaciones y las imgenes mentales forman una
categora distinta por arriba y ms all de los procesos fsicos y fisiolgicos con los que
se sabe que estn correlacionados. Argumentar que una aceptacin de procesos
internos no implica al dualismo y que la tesis de que la conciencia es un proceso en el
cerebro no puede ser descartada por motivos lgicos.
El "es" de definicin y el "es" de composicin
Quiero enfatizar desde el principio que, en la defensa de la tesis de que la conciencia es
un proceso en el cerebro, no estoy tratando de argumentar que cuando describimos
nuestros sueos, las fantasas y sensaciones, estamos hablando de un proceso en nuestro
cerebro. Es decir, no estoy afirmando que las declaraciones acerca de las sensaciones y
las imgenes mentales sean reductibles o suceptibles de ser analizadas en enunciados
sobre los procesos cerebrales, en la manera en que los 'enunciados de cognicin' son
enunciados susceptibles de ser analizados en la forma de enunciados sobre el
comportamiento. Decir que los enunciados acerca de la conciencia son enunciados sobre
los procesos cerebrales es manifiestamente falso. Ello es mostrado (a) por el hecho de
que usted puede describir sus sensaciones e imgenes mentales sin saber nada sobre los
procesos de su cerebro o incluso que tales cosas existen, (b) por el hecho de que los
enunciados acerca de la conciencia de uno y los enunciados acerca de los procesos
cerebrales de uno son verificado en maneras totalmente diferentes, y (c) por el hecho de
que no hay nada en s auto-contradictorio sobre la declaracin, "X tiene un dolor pero
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no pasa nada en su cerebro". Lo que quiero afirmar, sin embargo, es que aunque el
enunciado "La conciencia es un proceso en el cerebro" no es necesariamente cierto,
tampoco es necesariamente falso. El enunciado "La conciencia es un proceso en el
cerebro," en mi opinin, no es ni auto-contradictorio ni autoevidente; es una hiptesis
cientfica razonable, de la misma manera en que el enunciado, "El rayo es un
movimiento de cargas elctricas," es una hiptesis cientfica razonable.
Sospecho que la opinin casi universalmente aceptada de que una afirmacin de la
identidad entre conciencia y procesos cerebrales puede ser descartada meramente por
motivos lgicos deriva de un fracaso en distinguir entre lo que podramos llamar el 'es'
de definicin y el 'es' de composicin. La distincin que tengo en mente aqu es la
diferencia entre la funcin de la palabra 'es' en los enunciados como, "Una plaza es un
rectngulo equiltero", "El rojo es un color", o "Entender una instruccin es ser capaz
de actuar adecuadamente bajo las circunstancias apropiadas ", y su funcin en
enunciados como:" Su mesa es una vieja caja de embalaje", "Su sombrero es un manojo
de paja atada junto con una cuerda", o "Una nube es una masa de gotitas de agua otras
partculas en suspensin". Estos dos tipos de enunciados de la forma 'es' tienen una cosa
en comn. En ambos casos tiene sentido aadir el calificativo "y nada ms". En esto
difieren de las declaraciones en las que el 'es' es un 'es' de predicacin; los enunciados
"Toby tiene 80 aos y nada ms", "Su sombrero es rojo y nada ms", o "las jirafas son
altas y nada ms", por ejemplo, son sinsentidos. Esta caracterstica lgica puede ser
descrita diciendo que en ambos casos el sujeto gramatical y el predicado gramatical son
expresiones que proporcionan una adecuada caracterizacin del estado de cosas a la que
ambos se refieren.
En otro sentido, sin embargo, los dos grupos de enunciados son notablemente
diferentes. Enunciados como "Una plaza es un rectngulo equiltero" son enunciados
necesarios que son verdaderos por definicin. Enunciados como "Su mesa es una vieja
caja de embalaje", por otro lado, son enunciados contingentes, los cuales tienen que ser
verificados por observacin. En el caso de enunciados como "Una plaza es un
rectngulo equiltero", o "El rojo es un color," hay una relacin entre el significado de
la expresin que conforma el predicado gramatical y el significado de la expresin que
conforma el sujeto gramatical, de tal manera que siempre la expresin del sujeto sea
aplicable, el predicado tambin debe ser aplicable. Si se puede describir una cosa
describir como roja, entonces tambin debe poderse describirla como 'de color'. En el
caso de enunciados como "Su mesa es una vieja caja de embalaje", por otro lado, no
existe tal relacin entre los significados de la expresin 'su mesa' y 'vieja caja de
embalaje'; simplemente ocurre que en este ambas expresiones son aplicables y al mismo
tiempo proveen una caracterizacin adecuada del mismo objeto. Sospecho que los que
sostienen que la declaracin "La conciencia es un proceso cerebral" es lgicamente
insostenible basan su reclamacin, en la errnea suposicin de que si los significados de
dos enunciados o expresiones estn bastante desconectadas entre s, no pueden
proporcionar una adecuada caracterizacin del mismo objeto o estado de cosas: si algo
es un estado de conciencia, no puede ser un proceso cerebral, puesto que no hay nada
auto-contradictorio en el supuesto de que alguien sienta un dolor cuando no haya nada
ocurriendo dentro de su crneo. De la misma manera, podramos ser llevados a concluir
que una mesa no puede ser una vieja caja de embalaje, dado que no hay nada auto-
contradictorio en suponer que alguien tiene una mesa, pero no est en posesin de una
vieja caja de embalaje.
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La independencia lgica de expresiones y la independencia ontolgica de entidades
Hay, por supuesto, una diferencia importante entre el ejemplo de la mesa/caja de
embalaje y el ejemplo de la conciencia/proceso cerebral en tanto que el enunciado "Su
mesa es una vieja casa de embalaje" es una proposicin particular que slo se refiere a
un caso concreto, mientras que la proposicin "La conciencia es un proceso en el
cerebro," es una proposicin general o universal que aplica a todos los estados de
conciencia. Es bastante claro, creo, que si viviramos en un mundo en el que todas las
cajas sin excepcin fueran cajas de embalaje, los conceptos de 'mesa' y 'caja de
embalaje' en nuestra lengua no tendran su presente estado lgicamente independiente.
En tal mundo, una mesa sera una especie de caja de embalaje de la misma manera que
el rojo es una especie de color. Parece ser una norma del lenguaje que siempre que una
variedad determinada de objeto o un estado de cosas tenga dos caractersticas o dos
conjuntos de caractersticas, una de las cuales es exclusiva de la variedad de objeto o
estado de cosas en cuestin, la expresin utilizada para referirse a la caracterstica o al
conjunto de caractersticas que define la variedad de objeto o estado de cosas en
cuestin siempre implica la expresin utilizada para referirse a la otra caracterstica o
conjunto de caractersticas. Si esta regla no admitiese ninguna excepcin, se seguira
que cualquier expresin que es lgicamente independiente de otra expresin que
caracteriza de manera nica a una variedad dada de objeto o estado de cosas debe hacer
referencia a una caracterstica o conjunto de caractersticas que normalmente no est
normal o necesariamente asociada con el objeto o estado de cosas en cuestin. Sugiero
que es debido a que esta regla aplica casi universalmente, que normalmente estamos
justificados al argumentar desde la independencia lgica de dos expresiones hacia la
independencia ontolgica de los estados de cosas a los que se refieren. Esto explicara
tanto la indudable fuerza del argumento de que los procesos de la conciencia y el
cerebro deben ser entidades independientes porque las expresiones utilizadas para
referirse a ellos son lgicamente independientes y, en general, el curioso fenmeno por
el cual las preguntas sobre el mobiliario del universo suelen ser combatidas y no sea
raro que sean decididas meramente sobre la base de la lgica.
El argumento desde la independencia lgica de dos expresiones hacia la independencia
ontolgica de las entidades a que se refieren se rompe en el caso de los procesos del
cerebro y la conciencia, creo, porque este es uno de un nmero relativamente pequeo
de casos en los que la regla antes enunciada no aplica. Sugiero que estas excepciones se
encuentran en los casos en que las operaciones que deben realizarse a fin de verificar la
presencia de los dos conjuntos de caractersticas inherentes al objeto o estado de cosas
en cuestin rara vez o nunca pueden realizarse simultneamente. Un buen ejemplo es el
caso de la nube y la masa de gotas u otras partculas en suspensin. Una nube es una
gran masa semitransparente de textura aborregada suspendida en la atmsfera, cuya
forma est sujeta a cambio continuo y caleidoscpico. Cuando se observa de cerca, sin
embargo, se encuentra que consiste en una masa de partculas pequeas, generalmente
gotas de agua, en continuo movimiento. Sobre la base de esta segunda observacin
llegamos a la conclusin de que una nube es una masa de partculas pequeas y nada
ms. Pero no hay ninguna conexin lgica en nuestro lenguaje entre una nube y una
masa de partculas diminutas; no hay nada auto-contradictorio en decir de una nube que
no est compuesta de partculas pequeas en suspensin. No hay ninguna contradiccin
involucrada en suponer que las nubes consisten en una densa masa de tejido fibroso; de
hecho, tal coherencia parece estar implcita en muchas de las funciones desempeadas
por las nubes en los cuentos de hadas y en la mitologa. Es claro a partir de esto que los
trminos 'nube' y 'masa de partculas pequeas en suspensin' significan cosas muy
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distintas. Sin embargo, no concluimos de ello que debe haber dos cosas, la masa de las
partculas en suspensin y la nube. Sugiero que la razn de ello es que, aunque las
caractersticas de ser una nube y ser una masa de pequeas partculas en suspensin
estn invariablemente asociadas, nunca hacemos las observaciones necesarias para
verificar el enunciado "Esa es una nube," y aquellas necesarias para verificar el
enunciado "Esto es una masa de partculas pequeas en suspensin" en uno y el mismo
tiempo. Podemos observar la microestructura de una nube slo cuando estamos
envueltos por ella, una condicin que efectivamente nos impide la observacin de
aquellas caractersticas que, a partir de una distancia, nos llevan a describirla como una
nube. De hecho, son tan dispares estas dos experiencias que usamos palabras diferentes
para describirlas. Aquello que es una nube cuando la observamos desde la distancia se
convierte en una niebla o roco cuando estamos envueltos por ello.
Cundo dos series de observaciones son del mismo evento?
El ejemplo de la nube y la masa de pequeas partculas en suspensin fue elegido
porque es uno de los pocos casos de una proposicin general que involucra lo que he
llamado el 'es' de composicin, que no nos involucra en tecnicismos cientficos. Es til,
porque pone de manifiesto la conexin entre los casos ordinarios de la vida diaria del
'es' de composicin, como el ejemplo de la mesa/embalaje caso, y los casos ms
tcnicos, como "un rayo es un movimiento de cargas elctricas," en donde la analoga
con el caso del proceso conciencia/cerebro es ms marcada. La limitacin del caso
nube/pequeas partculas en suspensin es que deja suficientemente claro el problema
crucial de cmo se ha establecido la identidad de los estados de cosas mencionados por
las dos expresiones. En el caso de nubes, el hecho de que algo es una nube y el hecho de
que algo es una masa de pequeas partculas en suspensin son verificados a la vez a
travs de los procesos normales de observacin visual. Ms an, es discutible que la
identidad de las entidades mencionadas por las dos expresiones sea establecida por la
continuidad entre los dos conjuntos de observaciones mientras el observador se mueve
hacia la nube o se aleja de ella. En el caso de los procesos del cerebro y la conciencia
no existe continuidad entre las dos series de observaciones involucradas. Un escrutinio
introspectivo ms cercano nunca revelar el paso de los impulsos nerviosos por un
millar de sinapsis en la manera en que un examen ms detenido de una nube revelar
una masa de partculas pequeas en suspensin. Las operaciones necesarias para
verificar los enunciados sobre la conciencia y las declaraciones sobre los procesos
cerebrales son fundamentalmente diferentes.
Para encontrar un paralelo para este rasgo hay que examinar otros casos en que una
identidad se afirma entre algo cuya ocurrencia es verificada a travs de los procesos
ordinarios de observacin y algo cuya ocurrencia es establecida a travs de los
procedimientos cientficos especiales. Con este propsito he elegido el caso en que
decimos que el relmpago es un movimiento de cargas elctricas. Como en el caso de
conciencia, por muy de cerca que examinemos el relmpago, nunca seremos capaces de
observar las cargas elctricas; y as como las operaciones para determinar la naturaleza
del estado de conciencia de uno son radicalmente diferentes de aquellas involucradas en
determinar la naturaleza de los procesos cerebrales de uno, as tambin las operaciones
para determinar la incidencia de un relmpago son radicalmente diferentes de las que
estn involucradas en la determinacin de la ocurrencia de un movimiento de cargas
elctricas. Qu es, por tanto, aquello que nos conduce a decir que los dos conjuntos de
observaciones son observaciones del mismo evento? No puede ser meramente el hecho
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de que las dos series de observaciones estn correlacionadas de forma sistemtica de tal
forma que siempre que hay un rayo tambin hay un movimiento de cargas elctricas.
Hay innumerables casos de tal tipo de correlaciones donde no tenemos ninguna
tentacin de decir que los dos conjuntos de observaciones son observaciones del mismo
evento. Existe una correlacin sistemtica, por ejemplo, entre el movimiento de las
mareas y las fases de la luna, pero esto no nos lleva a decir que los registros de los
niveles de marea son los registros de las fases de la luna, o viceversa. Hablamos, ms
bien, de una conexin causal entre dos fenmenos o procesos independientes.
La respuesta aqu parece ser que tratamos a las dos series de observaciones como las
observaciones del mismo evento, en aquellos casos en que la tcnica de observaciones
cientficas puestas en el contexto del apropiado cuerpo de teora cientfica provee de una
explicacin inmediata de las observaciones formuladas por el hombre de la calle. As,
concluimos que el rayo no es nada ms que un movimiento de cargas elctricas, porque
sabemos que un movimiento de cargas elctricas a travs de la atmsfera, tal y como
ocurre cuando se reporta un relmpago, da lugar al tipo de estimulacin visual que
conducira a un observador a reportar un destello de un relmpago. En el caso
luna/marea, por otro lado, no existe tal conexin causal directa entre las fases de la luna
y las observaciones hechas por la persona que mide la altura de la marea. La relacin de
causalidad es entre la luna y las mareas, no entre la luna y la medicin de las mareas.
La explicacin fisiolgica de la introspeccin y la falacia fenomenolgica
Si este recuento es correcto, debera seguirse que con el fin de establecer la identidad
entre la conciencia y ciertos procesos en el cerebro, sera necesario demostrar que las
observaciones introspectivas reportadas por el sujeto pueden ser descritas en trminos
de procesos que se sabe que han ocurrido en su cerebro. A la luz de esta sugerencia es
muy interesante encontrar que cuando un fisilogo, a diferencia de un filsofo, le resulta
difcil ver cmo la conciencia puede ser un proceso en el cerebro, lo que le preocupa no
es cualquier supuesta auto-contradiccin involucrada en este tipo de supuesto, sino la
aparente imposibilidad de dar cuenta de los reportes dados por el sujeto de sus procesos
conscientes en trminos de las propiedades conocidas del sistema nervioso central. Sir
Charles Sherrington ha planteado el problema de la siguiente manera: La cadena de eventos que se extiende desde la radiacin del sol que entra al ojo hasta la
contraccin de los msculos pupilares, por una parte, y por el otro, hasta las perturbaciones
elctricas en la corteza cerebral, son todos pasos directos en una secuencia de 'causacin' fsica,
tal y como son, gracias a la ciencia, inteligibles. Pero en la segunda cadena serial sigue, o asiste,
la fase de la reaccin de la corteza cerebral, un evento o una serie de eventos bastante
inexplicable para nosotros como a s mismos, y en cuanto al vnculo de causalidad entre ellos y
los que les precedieron a ellos, la ciencia no nos ayuda; un conjunto de eventos aparentemente
inconmensurables con cualquiera de los acontecimientos que condujeron a ella. El s mismo 've'
el sol; siente un disco brillante bidimensional situado en el 'cielo', siendo este ltimo un campo
de menor brillo, y con la forma ms bien de un domo aplanado, por encima del s mismo, as
como tambin de un centenar de otras cosas visuales. No hay ninguna pista de que esto se
encuentre dentro de la cabeza. La visin es saturada con esta extraa propiedad llamada
'proyeccin', la inferencia indiscutida de que lo que ve est a una 'distancia' del s mismo que
est viendo, Se ha dicho lo suficiente para sealar que en la secuencia de eventos se alcanza un
paso en el que una situacin fsica en el cerebro conduce a una psquica, la cual, sin embargo,
no contiene ninguna pista del cerebro o de cualquier otra parte del cuerpo La suposicin tiene
que ser, al parecer, dos series continuas de eventos, una fsico-qumica, la otro psquica y, a
veces, la interaccin entre ellas. (Sherrington, 1947, pp. XX-XXI)
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As como no es probable que el fisilogo se impresione por el reparo del filsofo ante la
idea de que haya alguna auto-contradiccin involucrada en suponer que la conciencia
sea un proceso cerebral, de mismo modo no es probable que el filsofo se impresione
por las consideraciones que condujeron Sherrington a la conclusin de que hay dos
series de eventos, una fsico-qumica, la otra psquica. El argumento de Sherrington,
por toda su apelacin emocional, depende de error lgico bastante simple, que es, por
desgracia, cometido con demasiada frecuencia por psiclogos y fisilogos, y no es raro
que en el pasado por los filsofos mismos. Este error lgico, al que me referir como la
'falacia fenomenolgica', es el error de suponer que cuando el sujeto describe su
experiencia, cuando l describe cmo se ven, suenan, huelen, saben, o se sienten las
cosas para l, l est describiendo las propiedades literales de los objetos y los
acontecimientos en una peculiar especie de cinema o pantalla de televisin interna, a la
que se es referida en la moderna literatura psicolgica como 'campo fenomnico'. Si
asumimos, por ejemplo, que cuando un sujeto reporta una imagen residual verde, l est
afirmado la ocurrencia dentro de l de un objeto que es literalmente verde, est claro
que tenemos en nuestras manos una entidad para la que no hay lugar en el mundo de la
fsica. En el caso de la imagen residual verde no hay objeto verde en el medio ambiente
del sujeto que corresponda a la descripcin que l da. Tampoco hay nada verde en su
cerebro; ciertamente no hay nada que pudiera haber emergido cuando l report la
aparicin de la imagen residual verde. Los procesos cerebrales no son el tipo de cosas a
las cuales se le puede aplicar adecuadamente los conceptos de color.
La falacia fenomenolgica sobre la cual se basa este argumento depende de la errnea
suposicin de que debido a nuestra capacidad para describir las cosas en nuestro medio
ambiente depende de nuestra conciencia de ellos, nuestras descripciones de las cosas
son primariamente descripciones de nuestra experiencia consciente, y slo en segundo
lugar, indirecta e inferencialmente, descripciones de los objetos y eventos en nuestro
entorno. Se asume que, debido a que reconocemos las cosas en nuestro medio por su
aspecto, sonido, olor, sabor y tacto, comenzamos por describir sus propiedades
fenomnicas, es decir, las propiedades de las visiones, sonidos, olores, sabores, y tactos
que producen en nosotros, e inferimos sus propiedades reales a partir de sus propiedades
fenomnicas. De hecho, el caso es a la inversa. Empezamos por aprender a reconocer
las propiedades reales de las cosas en nuestro medio. Aprendemos a reconocerlas, por
supuesto, por su aspecto, sonido, olor, sabor y tacto, pero esto no significa que hemos
de aprender a describir el aspecto, sonido, olor, sabor y tacto de las cosas antes de que
podamos describir las cosas mismas. De hecho, es slo despus de que hemos aprendido
a describir las cosas en nuestro entorno que podemos aprender a describir nuestra
conciencia de ellas. Describimos nuestra experiencia consciente, no en trminos de las
mitolgicas 'propiedades fenomnicas' que se supone son inherentes a los mitolgicos
"objetos" en el mitolgico "campo fenomnico", sino a travs de la referencia a las
propiedades fsicas actuales de los objetos fsicos concretos, eventos, y procesos que
normalmente, aunque quizs no en el presente caso, dan lugar al tipo de experiencia
consciente que estamos tratando de describir. En otras palabras, cuando describimos la
imagen residual como verde, no estamos diciendo que hay algo, la imagen residual, que
es verde; estamos diciendo que estamos teniendo el tipo de experiencia que
normalmente tenemos y que hemos aprendido a describir como cuando vemos un
parche de luz verde.
Una vez que nos libramos de la falacia fenomenolgica nos damos cuenta de que el
problema de explicar las observaciones introspectivas en trminos de procesos
cerebrales est lejos de ser insuperable. Nos damos cuenta de que no hay nada que no
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hay nada que el sujeto que hace introspeccin diga acerca de sus experiencias
conscientes que sea inconsistente con cualquier cosa que el fisilogo pueda decir acerca
de los procesos cerebrales que causan que l describa el medio ambiente y su conciencia
del medio ambiente en la forma en que lo hace. Cuando el sujeto describe su
experiencia diciendo que una luz que es de hecho estacionaria parece moverse, todo lo
que el fisilogo o psiclogo fisiolgico tiene que hacer para explicar las observaciones
introspectivas del sujeto es mostrar que el proceso cerebral que causa que el sujeto
describa su experiencia de esta manera es el tipo de proceso que normalmente ocurre
cuando l est observando un objeto en movimiento actual y que, por tanto,
normalmente causa que l informe el movimiento de un objeto en su entorno. Una vez
que el mecanismo por el cual el individuo describe lo que est sucediendo en su entorno
ha sido elaborado, todo lo que se requiere para explicar la capacidad del individuo para
hacer observaciones introspectivas es una explicacin de su habilidad para discriminar
entre aquellos casos en los que sus hbitos normales de descripcin verbal son
apropiados para la situacin estmulo y los casos en los que no lo son, y una
explicacin de cmo y por qu l aprende a emitir sus protocolos descriptivos ordinarios
precedidos por una frase calificativa como "parece", "se asemeja", "se ve como", "se
siente como", etc, en los casos en que la adecuacin de sus hbitos descriptivos
normales estn en duda.