ESTADIO PREOPERACIONAL (2-7 años).
El inicio del estadio preoperacional significa la culminación de la inteligencia
práctica y manipulativa, y la aparición del pensamiento simbólico y representativo,
primero, ( 2-4 años) y, después, del pensamiento intuitivo (4-7 años). Durante estos años,
según Piaget, el pensamiento del niño no es capaz de realizar operaciones lógicas como
la conservación, la seriación, la clasificación, o la reversibilidad.
El pensamiento prelógico del niño se caracteriza por:
Confunde la apariencia con la realidad y se deja llevar más en sus
razonamientos por la primera que por la segunda.
Suele tener un pensamiento irreversible. No entiende que todo proceso
tiene su proceso inverso, de forma que si se invierte el proceso se llega a
la situación original (reversibilidad por inversión); o que en ciertos
procesos los cambios son aparentes, ya que la modificación en una
característica quedan compensados con los cambios en otras
características (reversibilidad por reciprocidad).
En su análisis de la realidad se centran en una sola característica, la que
más sobresale, excluyen el resto, y en función de ella interpretan
erróneamente toda la realidad (egocentrismo cognitivo y social).
El pensamiento del niño es estático. Captan cada uno de los momentos
de un proceso, pero no el proceso o el flujo de los acontecimientos.
Todo ello da lugar a que el niño preoperacional tenga una imagen del mundo
realista, animista, artificialista, finalista, mágica.
Algunas de las operaciones mentales que se inician y realizan en este periodo, y
que mediante las actividades diseñadas con el PRISMAKER se desarrollan, son las
siguientes:
1
Razonamiento inductivo: Muy pronto el niño utiliza este tipo de
razonamiento, aunque de manera rudimentaria, para solucionar los
problemas que se le presentan. Los experimentos actuales parecen
demostrar que el niño aprende de la experiencia de una manera selectiva
y fortuita. Una vez que se forma una idea, está poco dispuestos a
abandonarla y se aferra a cualquier prueba que la confirme, sin importarle
lo aislada o inusual que pueda ser.
Establecimiento de semejanzas y diferencias: Es un paso previo a la
clasificación y a la seriación, imprescindible para organizar la información
que llega del exterior. Mediante este proceso se conceptualiza la realidad
múltiple; se descubren sus aspectos estables y relevantes, codificándolos
simbólicamente (Codificación Selectiva de Sternberg). A la hora de
encontrar semejanzas y diferencias hay que atender a todas las variables
involucradas para poder procesar sólo aquéllas que son necesarias para
desarrollar la tarea prevista (forma, color, tamaño, número, posición...).
Esta etapa termina cuando la formación de clases y series empieza a
interiorizarse. Este aspecto es cuidado y desarrollado en esta etapa
mediante las fichas Nº45, 48, 50, 66, 67 y 68.
ESTADIO DE LAS OPERACIONES MENTALES CONCRETAS
(7-12 años).
Mediante el pensamiento lógico-concreto el niño es capaz de realizar acciones
lógicas que incluyen reversibilidad, conservación, clasificación, ordenación y seriación. Su
capacidad de razonamiento aumenta debido al desarrollo de la atención selectiva, o
capacidad de concentrarse en la información relevante para solucionar un problema e
ignorar las distracciones; al desarrollo y mejor utilización de las estrategias de memoria; a
la mayor capacidad y velocidad de procesamiento; y al aumento de conocimientos que
posibilita transferencias positivas en el momento de resolver problemas.
Algunas de las operaciones mentales más importantes que se adquieren en este
periodo y sobre las que hemos diseñado actividades, basadas en el PRISMAKER, son las
siguientes:
2
Razonamiento deductivo e inductivo: Proceso mental mediante el que
se llega a una conclusión sobre un caso concreto a partir de principios
generales o informaciones disponibles, se infieren leyes que regulan
series de fenómenos observables, o se encuentran semejanzas y
diferencias entre conceptos cada vez más complejos.
Clasificación: Una vez que los niños han aprendido a discriminar,
basándose en las regularidades observadas o en la presencia común de
características semejantes en torno a una o más variables, pueden
formar conjuntos o clases. Es un proceso importante para la formación de
conceptos y el establecimiento de categorías organizadas
jerárquicamente acerca de la realidad, que permite disponer de ella a
distintos niveles de abstracción y complejidad y no perderse en la
dispersión de los individuos particulares. Las fichas Nº45, 46, 47, 48, 49,
50, 51, 66, 67 y 68 trabajan esta capacidad.
Seriación: Son ejercicios en los que hay que observar y encontrar una
regla de orden, que el alumno debe reconocer a partir de la selección de
la información relevante. El alumno no sólo debe reconocer semejanzas y
diferencias y ordenar en función de ellas, sino realizar inferencias de las
leyes que determinan una dirección determinada y aplicar esa ley a una
actividad determinada. Sobre seriación contamos con las fichas Nº 52, 53,
54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, y 65.
Razonamiento hipotético-deductivo: Al final del estadio de las
operaciones mentales concretas y el inicio de las operaciones formales el
niño es capaz de razonar con un mayor nivel de abstracción y
complejidad. El razonamiento hipotético-deductivo a partir de los 11-12
años permite al niño tener en cuenta y valorar todos los posibles factores
que pueden influir en la solución de un problema, establecer hipótesis
específicas (o predicciones) sobre lo que podría ocurrir, y comprobar
sistemáticamente esas hipótesis para ver si se confirman o no en el
mundo real. Ello significa que el niño se adentra en el mundo de lo posible
(el mundo real sólo es una parte del mundo de lo posible) y que su
3
pensamiento básicamente a partir de este momento es proposicional y
metacognitivo. En relación con esta capacidad tenemos las fichas Nº52,
53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61 y 68.
En todas las operaciones implicadas en el Razonamiento, se usan como variables
más básicas, y particularmente cuando se trabaja con material no-verbal, las siguientes:
Tamaño:. El concepto de tamaño, determinado por la longitud, la altura y la
anchura, es fácilmente comprensible y en torno a él se agrupan muchos conceptos
básicos como grande, pequeño, gigante, enano, muy, delgado, largo…, fáciles de trabajar
con ejercicios no verbales. Permite la cuantificación, la comparación, el ordenamiento y la
clasificación.
Para trabajar el tamaño se necesita:
-codificar los atributos de un primer estímulo,
-codificar los atributos del segundo estímulo,
-comparar el primer estímulo con el segundo,
-comparar en función del concepto tamaño para establecer la relación de
igualdad, y desestimar, si es necesario, las diferencias de color.
Forma: o contorno de una figura. Las más básicas son el punto, la línea, el círculo,
el triángulo, el cuadrado y el rombo.
Color: que pueden ser primarios o secundarios y pueden variar en cuanto a brillo y
tonalidad. (Aquí se ha trabajado poco, solamente se incluye en un segundo nivel de
algunos ejercicios en los que precisamente el color es la variable no relevante).
Posición: entendida como la orientación relativa de los objetos. Puede variar de
izquierda-derecha, de arriba-abajo, dentro-fuera, delante-detrás y mediante rotaciones de
la figura. Siempre nos referiremos a la propia figura como centro de referencia, siendo el
esquema corporal o su propio cuerpo el primer referente.
Una buena estrategia general para resolver este tipo de problemas (formulados a
través del PRISMAKER), partiendo de la base de una buena estructuración, es el
establecimiento de submetas, es decir la división de un problema en subproblemas que
deben resolverse de uno en uno. Muy a menudo, un problema entero puede parecer
imposible y el establecimiento de submetas puede ayudar.
4
En el siguiente cuadro se tiene una aproximación lógica a la posible solución de
cualquier problema, con la consigna de las operaciones oportunas a realizar en cada
momento. Este proceso ha sido inspiración y fuente en el desarrollo de las fichas
PRISMAKER.
SOLUCIÓN DE PROBLEMAS
1. Identificación del problema Estado inicial o punto de partida y estado
meta o solución. Movimientos lícitos.2. Representación del problema
3. Planificar la solución Submetas que permiten un acercamiento
progresivo.
4. Ejecución del plan Aplicación de las estrategias medios-fines.
Reducir el estadio inicial o meta.
5. Evaluación de la solución Comprobación del resultado. Si no se ha
llegado a la solución correcta, regresamos
al punto Nº2.
Para llevar a cabo los pasos especificados de manera efectiva, hay que tener en
cuenta una serie de condiciones que limitan la solución de problemas y que deben
cuidarse en el aula:
- El sistema de procesamiento del alumno .
- El ambiente de la tarea . Alude a la estructura del problema tal como es
presentado por el profesor. Indudablemente condiciona la conducta del
alumno.
- El espacio del problema . Se refiere a la representación que un alumno hace
del problema con el fin de trabajar con él.
5
- Los compañeros . Otro de los recursos fundamentales en este ámbito son los
alumnos expertos, los cuales pueden proporcionar a sus compañeros
soluciones efectivas a los problemas planteados y con un esquema más
cercano, que el que pudiera tener el propio profesor. Conocer las reglas que
utilizan y como las utilizan puede llevar a nuestros alumnos novatos hacia un
aprendizaje exitoso (Zona de Desarrollo Próximo).
- Los maestros : El maestro debe actuar de soporte para favorecer la
competencia cognitiva a partir de la zona de desarrollo próximo (Vygotsky). La
instrucción mediada se define como el proceso interactivo a través del cual
el maestro potencia la interiorización de los procesos psicológicos del
pensamiento (metacognición). El maestro como mediador, ayuda al alumno a
organizar, filtrar y esquematizar los estímulos del aprendizaje e influye,
finalmente, en la transferencia o trascendencia del mismo. Para lo cual es
preciso conectar la información previa con la nueva, anticipando lo aprendido
a experiencia novedosas y futuras.
6