La actitud de los padres ante las emociones de sus hijos, especialmente las negativas, pueden determinar la forma en que los hijos aprenden a relacionarse con sus propias emociones. Esto también posee consecuencias directas sobre el apego.
Estilo despreocupado: Ver las emociones como algo que se debe evitar o ignorar. Al ignorar
las experiencias emocionales del niño, puede causar que el niño se sienta ignorado o reprimido.
Insinúan al niño que sus sentimientos de tristeza no son lo suficientemente importantes como para inquietar al padre; no se espera que los niños estén tristes.
Estos padres piensan que no se debe confiar en las emociones de los niños.
Estilos de crianza y emociones
Estilo desaprobador Las emociones negativas necesitan ser controladas y revelan un mal
carácter. Los niños se valen de las emociones negativas para manipular a sus
padres Las emociones hacen a la gente débil, y un padre cariñoso debe por
lo tanto ayudar a sus niños a ser resistentes, y así ayudarles a sobrevivir.
Las emociones negativas representan una pérdida de tiempo y no son productivas
Las emociones negativas deben ser cuidadosamente controladas en lugar de ser expuestas libremente.
Los sentimientos de los niños son fundamentalmente una forma de comportamiento, y por lo tanto requieren obediencia y estar bajo la autoridad.
Estilos de crianza y emociones
Estilo Tolerante Valoran el estar involucrados en las vidas de sus hijos, los
aceptan, aman y respetan. Motivan y reconocen la expresión emocional de sus niños. Temen que su niño sienta que el amor de sus padres depende
de la obediencia o buen comportamiento más que del valor del niño como persona.
Aunque la aceptación de las emociones puede parecer admirable al principio, se queda corta con respecto a facilitar un desarrollo emocional saludable.
Estilos de crianza y emociones
Estar consciente de las emociones del niño. Ver los momentos de expresión emocional como “momentos mágicos” en los que se presenta una oportunidad para mayor intimidad y enseñanza
Escuchar con empatía y validar los sentimientos del niñoAyudar al niño a clasificar verbalmente las emociones que
sientePoner límites mientras que le ayuda al niño a solucionar sus
problemas. Lo más importante, es el contacto físico positivo que
demuestra afecto.
Entrenamiento Emocional
“Tengo un niño de 5 años que está en kinder. Yo pierdo mucho la paciencia con él y hasta le llego a pegar. Al día siguiente me siento muy mal y me pongo a pensar en cómo lo maltrate y le bajé la autoestima diciéndole mil cosas. Lo quiero mucho y en el momento no pienso lo que hago ya que mis papas así me enseñaron con regaños y gritos.”
Tus padres te educaron y te enseñaron su amor entre gritos y regaños y ahora que eres madre así haces también con tu hijo y seguramente tu hijo hará con tu nietos…
Pierdo la paciencia y llego a pegar a mi hijo/a
“Tengo una niña de 5 años la cual no le hace caso a nadie. Es muy berrinchuda y siempre quiere llamar la atención de una manera que a la gente le cae mal. Es mi hija, lo entiendo, pero hay veces que no la tolero. Hay momentos en que lloro de desesperación porque ya nada me funciona. Asistí con un psicólogo pero a ella no le veo cambio alguno.”
No entiendo ni tolero a mi hija/a
Nuestros hijos desde el mismo momento de la concepción son fruto de nuestra manera de sentir, de pensar, de reaccionar, de entender la vida. Así, en función de cómo seamos los padres y de cómo nos relacionemos con ellos así son nuestros hijos.
Estoy segura que si aprendes a mirar a tu hija de otra forma mucho más amorosa, en positivo, tolerante, poniendo límites cuando sea necesario y siendo flexible en otros, seguro se establecerá entre vosotras otro tipo de relación. Ella captará que se siente más querida y respetada porque tú has cambiado, y ambas empezareis a disfrutar más del día a día, del compartir momentos, cosas.