Eve Harrington se pasa noche tras noche
contemplando las actuaciones de su ídola, la
actriz de teatro Margo Channing (Bette Davis).
Su mayor ilusión en esta vida, que sería poder
conocerla personalmente, la podrá cumplir
gracias a la mediación de Karen Richards,
mujer del famoso dramaturgo Lloyd Richards.
Ésta la introduce en los camerinos de la
veterana y admirada intérprete.
Excepcional guión y brillante puesta en
escena para el título fílmico que mejor
representa el arribismo sin miramientos
emocionales y la ambición personal más
despiadada.
Obra de uno de los más grandes maestros y
más cultas personalidades que han pisado un
plató de Hollywood, Joseph L. Mankiewicz.
Elegante, sarcástica y profundamente
perspicaz, Mankiewicz divisa el mundo del
teatro y sus protagonistas desde una posición
de perversa competitividad.
La hermética lucha por la consecución de
influencia y poder, tanto a niveles personales
como profesionales, también juegan un papel
importante.
Eva, una aparentemente ingenua y sensible
muchacha se convertirá deliberadamente en
muy poco tiempo en una feroz arpía.
Ella no detendrá sus anhelos vitales ante nada
ni nadie, consumiendo con su comportamiento
la tranquilidad y felicidad de quienes la
rodean.
Lo negativo de todo ello es que no sabe que
puede ser víctima de su propia vorágine, una
vorágine de implacable determinismo.
Grandes interpretaciones, estupenda
realización, ingeniosos diálogos, soberbia
definición de personajes, magnífica fotografía.