EXPANSIÓN DE ESTADOS UNIDOS A FINALES DEL SIGLO XIX
MARVIN ANTONIO MARTINEZ AGUILAR
UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL CARMEN
ESCUELA PREPARATORIA DIURNA
UNIDAD ACADEMICA CAMPUS II
6to “M”
CD DEL CARMEN,CAMPECHE
2014
CAUSAS
Estados unidos de América después de ser declarada país libre y soberano vio la oportunidad de crear una nación solida
y fuerte. La inmigración fue creciendo cada vez mas y mas, los habitantes vieron oportunidad de dirigirse hacia el oeste.
La población se expandió por todo el territorio: las vías fluviales también contribuyeron a ello.
Al principio del siglo XIX, comienza en Estados Unidos lo que en la historia norteamericana se conoce con el nombre "la
marcha hacia el oeste, la colonización del medio oeste agrícola por los denominados farmers que eran unidades
familiares de producción pero que estaban absolutamente metidos en una economía capitalista. Es decir, que eran
productores especializados que producían para el mercado.
Esta masa de farmers estaba formada por inmigrantes europeos: ingleses, irlandeses, escoceses, que eran los que
poblaron el medio oeste, y en esta expansión se dio la clave de las formas en que los Estados Unidos se produjo
el desarrollo industrial.
La expansión hacia el lejano oeste, fue sin duda, uno de los factores más importantes de la historia estadounidense.
Caravanas de pioneros iban en busca de la fertilidad de las praderas norteamericanas habitadas por indios y búfalos.
Para ellos no había barreras insuperables: selvas, montañas, ríos eran obstáculos, pero no impedimentos para la gran
expansión.
Sin embargo, entre los yacimientos mineros y los Estados se extendían grandes territorios controlados por
diferentes sociedades indígenas.
La conquista del Oeste, tuvo al menos dos caras: por un lado creaba nuevas oportunidades para miles de colonos
blancos y una sociedad más democrática y con menos diferencias sociales; por el otro, llevaba a la formación de
"reservas" en las que pueblos enteros eran mantenidos en cautiverio o al exterminio de su principal medio de vida: el
bisonte.
Las sociedades indígenas, que ofrecieron firme resistencia a la expansión de la sociedad blanca y adoptaron elementos
provenientes de esa sociedad enemiga, como el caballo, y las armas de fuego, firmaron distintos tratados con las
autoridades norteamericanas para demarcar territorios; sin embargo, estos tratados no fueron respetados y la expansión
continuó.
Después de la guerra civil, la conquista del Oeste entró en su fase decisiva. Hacia 1890 la larga resistencia indígena
había terminado.
Después que estados unidos se proclamara libre y soberano, en ese momento vio propicio para tratar de consolidarse como un país libre
La guerra de Secesión
La Guerra Civil fue la culminación de cuatro décadas en las que se fraguaron profundas y arraigadas diferencias económicas,
sociales y políticas entre los estados del norte y el sur. El sur, eminentemente agrícola, producía excelentes cosechas
de algodón, tabaco y caña de azúcar que exportaba a los estados del norte o a Europa, pero dependía del norte para obtener
manufacturas y los servicios financieros y comerciales necesarios para el desarrollo comercial. Subrayando las diferencias
regionales, la mano de obra en el sur englobaba casi cuatro millones de esclavos negros. Aunque los plantadores esclavistas
representaban una pequeña minoría de la población, dominaban no obstante la política y la sociedad sureña. En última instancia,
los estados del sur fueron a la guerra básicamente para defender el derecho a conservar la esclavitud.
La controversia regional
Para mantener la armonía entre norte y sur dentro de los partidos whig y demócrata, los líderes políticos intentaban evitar el tema
de la esclavitud, pero a medida que aumentaba la oposición del norte a la extensión de la esclavitud a nuevos territorios, ignorar
este tema se hizo cada vez más difícil. El Compromiso de Missouri de 1820 dejó zanjado el asunto temporalmente estableciendo el
paralelo 36º 30' como la línea divisoria del territorio esclavista en Luisiana.
El conflicto, no obstante, volvió a encenderse cuando las fronteras de Estados Unidos se extendieron hacia el oeste tras la Guerra
Mexicano-estadounidense. Las medidas del Compromiso de 1850 permitieron la admisión de California como estado libre y
la organización de dos nuevos territorios —Utah y Nuevo México— resultantes de las tierras conquistadas en la guerra,
aplicándose el principio de soberanía popular, por el que las cámaras legislativas territoriales decidieron de forma autónoma su
posición con respecto a la esclavitud cuando se integraron como estados de la Unión.
A pesar del Compromiso de 1850, el conflicto continuó. El sur se había convertido en minoría y sus dirigentes veían cada vez con
mayor preocupación las acciones del Congreso de Estados Unidos, sobre el que habían perdido el control. Los estados del noreste
exigían para su desarrollo industrial una tarifa proteccionista, subsidios federales para realizar el comercio, y un sistema bancario y
de moneda seguro. Los estados del noroeste acudían al Congreso buscando terrenos y viviendas gratuitas y ayuda federal para sus
carreteras y canales. El sur, sin embargo, consideraba tales medidas discriminatorias, creyendo que favorecían los intereses
comerciales del norte, y pensaba que era intolerable la agitación antiesclavista que se desarrollaba en varios estados, muchos de los
cuales, por ejemplo, aprobaron leyes de libertad personal en un esfuerzo por contrarrestar el reforzamiento de las leyes de esclavos
fugitivos. Los sureños también estaban preocupados por la frecuencia con la que obtenían cargos electivos los free soilers,
políticos que propugnaban la no admisión de estados esclavistas en la Unión.
La aprobación de la esclavitud
El tema de la expansión de la esclavitud volvió a estallar en 1854, cuando el senador de Illinois Stephen A. Douglas consiguió la
aprobación de un proyecto de ley que establecía dos nuevos territorios (Kansas y Nebraska), aplicando en ambos el principio de la
soberanía popular. El Acta de Kansas-Nebraska, que invalidó el Compromiso de Missouri, levantó una ola de protestas en el norte,
que concluyó con la formación del Partido Republicano, cuyo principal punto programático era la oposición a la expansión de la
esclavitud.
Entretanto, en la lucha por el control de Kansas, el presidente demócrata James Buchanan pidió al Congreso que admitiera a Kansas
en la Unión como estado esclavista, una propuesta que ofendió a los norteños; además, una resolución emitida en 1857 por el
Tribunal Supremo de Estados Unidos sancionó la institución de la esclavitud al considerar que los esclavos eran propiedades y no
ciudadanos y que el Congreso no tenía derecho a prohibir la esclavitud en los territorios que quisieran mantenerla o instalarla.
Una serie de debates celebrados en 1858, entre los dos aspirantes a senador por Illinois, Stephen A. Douglas y Abraham Lincoln,
centraron la atención de todo el país como nunca antes había ocurrido sobre los aspectos políticos y morales del problema; Douglas
defendía la soberanía de los estados, mientras que Lincoln propugnaba que la decisión sobre la esclavitud en los nuevos territorios
dependía del Congreso. Douglas ganó las elecciones, pero Lincoln se consolidó como líder del Partido Republicano y en 1860
obtuvo el triunfo electoral que le permitió ser proclamado presidente de Estados Unidos.
La crisis secesionista
En las elecciones presidenciales de 1860, la división en las filas del Partido Demócrata dio como resultado la candidatura por parte
del ala sureña de John Breckinridge, de Kentucky, y por parte del ala norteña de Stephen Douglas. El recién constituido Partido de la
Unión Constitucional, que reflejaba el sentimiento de concesión aún arraigado en los estados fronterizos, nominó a John Bell, de
Tennessee. Los republicanos eligieron a Abraham Lincoln, en una campaña en la que se oponían a la expansión de la esclavitud y
apoyaban una tarifa proteccionista, subsidios federales para mejoras internas y una ley de residencia.
Los demócratas secesionistas aseguraron prácticamente la elección de Lincoln y esto a su vez convenció a los sureños que tenían que
hacer un esfuerzo para lograr la independencia en lugar de quedar aislados políticamente. En marzo de 1861, cuando Lincoln tomó
posesión de su cargo, Carolina del Sur, Mississippi, Florida, Alabama, Georgia, Louisiana y Texas se constituyeron en los Estados
Confederados de América con Jefferson Davis como presidente, proclamando su secesión de la Unión, acto que Lincoln declaró
ilegal en su discurso inaugural.
El 12 de abril de 1861, cuando se produjo el intento de reabastecer Fort Sumter, una instalación federal en Carolina del Sur, la
artillería sureña abrió fuego. Tres días después Lincoln envió tropas para sofocar la rebelión. En respuesta, Virginia, Arkansas,
Carolina del Norte y Tennessee se unieron también a la Confederación.
El 15 de abril, Lincoln pidió a los estados leales unos 75.000 voluntarios para defender la Unión. Era el inicio de la Guerra Civil
estadounidense.
La guerra civil
Ni el norte ni el sur estaban preparados para mantener una guerra en 1861. Con una población de 22 millones de habitantes, el norte
contaba con un mayor potencial militar. El sur tenía 9 millones de habitantes, pero casi 4 millones de ellos eran esclavos negros cuya
lealtad a la Confederación era de lo más dudosa. Aunque al principio contaron sólo con voluntarios, la necesidad obligó finalmente a
ambos bandos a llevar a cabo un reclutamiento para crear un ejército. Antes de que acabara la guerra, el sur había alistado a unos
900.000 hombres blancos, mientras que la Unión había reclutado a dos millones de hombres (entre los que se encontraban 186.000
negros), casi la mitad de ellos hacia el final de la confrontación.
Además, el norte poseía claras ventajas materiales —en dinero y créditos, fábricas, producción
de alimentos, recursos minerales y transporte— que resultaron decisivas. La capacidad combativa del sur se vio obstaculizada por la
constante escasez de alimentos, ropa, medicinas y artillería pesada. Sin embargo, el sur, con una tradición militar más fuerte, tenía
más expertos en el uso de armas y formó un eficaz cuerpo de oficiales, entre los que destacó Robert E. Lee. Sólo pudo encontrar
Lincoln mandos militares del mismo calibre en Ulysses S. Grant y William T. Sherman.
La Confederación disfrutó de cierta ventaja al desarrollar operaciones defensivas en terreno conocido. Por contra, el norte necesitaba
atacar en frente abierto y soportar enormes gastos en comunicaciones y suministros, por lo que todo presagiaba que
su estrategia exigía una marcha directa por tierra sobre Richmond (en Virginia) la capital de la Confederación, para poner un rápido
final a la guerra. Sin embargo, los asesores militares de Lincoln le convencieron que ejecutase el Plan Anaconda. Concebido por el
general Winfield Scott, consistía en realizar un bloqueo naval en torno a la Confederación para impedir la importación de suministros
de Europa, seguido de la invasión del valle del Mississippi para dividir a la Confederación.
Los confederados también tenían sus diferencias en torno a qué estrategia aplicar. Davis era partidario de una guerra defensiva
prolongada que desgastara al norte, mientras que parte de sus asesores recomendaban una rápida ofensiva que impidiera al norte
movilizar su superior contingente humano y bienes materiales, conscientes de que cuanto más se prolongara la guerra, menos
oportunidades tenía el sur de ganarla.
En mayo de 1861 las tropas de la Unión, al mando del general Irvin McDowell, avanzaron sobre Virginia y se dirigieron hacia
Manassas, base del principal ejército confederado, siendo derrotadas por éste el 21 de julio en la primera batalla de Bull Run.
Después de esta batalla, Lincoln sustituyó a McDowell por el general George B. McClellan como comandante del recién creado
Ejército del Potomac, procediendo éste a su inmediata reorganización.
Durante 1861 el norte obtuvo algunos éxitos clave para asegurar los estados fronterizos de Maryland, Delaware, Kentucky y Missouri,
donde prevalecía el sentimiento unionista, si bien los secesionistas eran también bastante fuertes. La importancia de Maryland
radicaba en su proximidad a Washington y en la ubicación de Baltimore como punto de enlace del ferrocarril con el Medio Oeste.
Kentucky y Missouri eran importantes para la estrategia bélica del norte porque controlaban los puntos de aproximación a los valles
de los ríos Mississippi, Tennessee y Cumberland, por los cuales las fuerzas de la Unión podían introducir la contienda en
el corazón mismo de la Confederación. En Virginia, los condados occidentales repudiaron la secesión, formaron
un gobierno provisional y en 1863 fueron admitidos en la Unión como el nuevo estado de Virginia Occidental.
Con el Ejército del Potomac reorganizado, McClellan avanzó en la primavera de 1862 hacia la península situada entre los ríos James y
York con la intención de marchar sobre Richmond. En la batalla de Fair Oaks y Seven Pines (31 de mayo-1 de junio) se repelió un
c
La guerra y las relaciones exteriores
La Confederación siempre esperó el reconocimiento y el apoyo del extranjero, especialmente de Gran Bretaña y Francia. Esa
esperanza se cifraba principalmente en la dependencia de ambos países del algodón sureño para sus industrias textiles.
Cuando Gran Bretaña y Francia declararon formalmente su neutralidad en 1861, ese acto constituyó el reconocimiento de la
Confederación como poder beligerante, lo que levantó una vigorosa protesta del gobierno de Lincoln. Cuando en 1861 dos
representantes confederados fueron sacados a la fuerza del vapor inglés Trent por autoridades unionistas, Lincoln los liberó en
respuesta a la presiónbritánica. Por otro lado, en 1863 Gran Bretaña accedió a prohibir la construcción de barcos confederados en
sus astilleros.
La diplomacia del algodón de la Confederación fue saboteada de diversas maneras. Antes de que estallara la guerra, las
manufacturas textiles británicas habían almacenado grandes cantidades de algodón. Además, Gran Bretaña y el Norte estaban
comprometidos en un comercio rentable para ambos: el norte compraba armas y manufacturas y Gran Bretaña trigo. Finalmente,
con la proclamación de la Emancipación de los esclavos, la opinión pública internacional se decantó por la causa de la Unión.
El final de la esclavitud
Al comienzo de la guerra Lincoln y el Congreso dejaron claro que su único objetivo era mantener la supremacía de
la Constitución y conservar la Unión. Consciente de la necesidad de contar con la lealtad de los estados esclavistas fronterizos, el
presidente fue muy cauto al tratar el tema de la esclavitud, pero finalmente, el 1 de enero de 1863 entró en vigor la proclamación
de Emancipación de los esclavos estadounidenses, que el presidente defendió como instrumento para debilitar a la
Confederación.
La abolición definitiva de la esclavitud fue ratificada en diciembre de 1865, cuando fue aprobada la 13ª Enmienda de la
Constitución.
El 8 de diciembre de 1863 el presidente firmó una Declaración de Amnistía y Reconstrucción. Excepto para los funcionarios y
oficiales militares de alto rango de la Confederación, todos los sureños que juraran lealtad a la Constitución y obediencia a la
legislación así como a las proclamaciones concernientes a la esclavitud tenían garantizada la amnistía. Cuando el 10% del
electorado de un estado del 1860 hubiera cumplido estas condiciones, ese estado podía redactar una nueva Constitución, elegir
nuevos cargos estatales y enviar representantes al Congreso. Este plan se convirtió en la base del posterior periodo denominado
de Reconstrucción.
Resultados de la guerra
La Guerra Civil estadounidense se saldó con el resultado de 620.000 muertos.
Grandes territorios de Richmond, Charleston, Atlanta, Mobile y Vicksburg quedaron en ruinas. El campo por el que cruzaron los
ejércitos contendientes acabó lleno de plantaciones asoladas, casas y graneros arrasados, puentes quemados y líneas de ferrocarril
destrozadas. Muchas cosechas fueron destruidas o confiscadas, y gran parte del ganado se perdió. Más de cuatro billones de dólares
en propiedades desaparecieron a causa de la emancipación, la repudiación de bonos y monedas confederadas, la confiscación de la
producción de algodón y los destrozos de la guerra.
La guerra zanjó la cuestión del mantenimiento de la Unión; se desacreditó la doctrina de la secesión y, a partir de 1865, los estados
encontraron otras formas de exponer sus diferencias. La guerra amplió la autoridad del gobierno federal, que ejercería una
jurisdicción y poderes más amplios que en cualquier otro momento anterior en la historia del país.
Finalmente, la Guerra Civil estadounidense supuso la libertad para casi cuatro millones de negros.
La Reconstrucción en los estados del Sur
El primer asunto al que tuvo que hacer frente el país, una vez acabada la Guerra Civil (periodo conocido como la Reconstrucción),
fue determinar cómo reintegrar a los estados secesionistas a la Unión. El plan de Lincoln consistía en readmitir a los estados suristas
sin imponerles excesivas represalias, aunque el Congreso demandara mayor severidad. El presidente Andrew Johnson mantuvo
inicialmente una postura similar a la de Lincoln. El Congreso aprobó en 1867 las Leyes de Reconstrucción, por las que la mayor
parte del Sur quedaba dividido en cinco distritos militares, se garantizaba el derecho a sufragio a la población masculina negra, y a
los antiguos dirigentes políticos confederados se les prohibió tomar parte en los gobiernos de los diversos estados.
La política adoptada por los sucesivos gobiernos de este periodo de la Reconstrucción provocó gran resentimiento en el Sur. Los
sureños eran incapaces de aceptar cualquier forma de gobierno en el que negros y los delegados del Norte tuvieran un papel
importante e intentaron alterar a los gobiernos federales con estallidos de violencia y, a través de la intimidación, orquestada sobre
todo por el Ku Klux Klan. El Norte, cada vez más cansado de imponer la Reconstrucción por la fuerza, permitió que en 1867 los
sureños lograran recuperar el control de los gobiernos de todos sus estados.
Lo ocurrido en America y Europa a mediados del siglo XIX
Durante estos años, así en América como en Europa, el movimiento hacia la creación de naciones apareció y reapareció como la
tendencia política dominante del periodo. Todas las luchas que sucedieron durante este periodo expresión de este deseo de fundar
o de ampliar un estado nacional. La expansión rusa por el Cercano Oriente trajo como consecuencia la Guerra de Crimea; el
espíritu del "risorgimento" encendió la guerra italiana de 1859; los planes prusianos para la unificación de las Alemanias
precipitaron la guerra austro – prusiana de 1866. La exasperación que llevo al sur de los Estados Unidos a separarse de la Unión,
en 1861, fue menos poderosa que la voluntad de la mayoría de la nación que quería conservar la unión.
Tanto si las demandas de independencia o de expansión fueron frustradas por fuerzas superiores, como si venció el propósito de
unidad, como en Italia, Alemania y los Estados Unidos, este deseo de forjar, o de conservar un estado nacional, se manifestó
como el impulso mas poderoso y apremiante que agitó al mundo occidental.
El segundo principio político que dio forma a la era, el principio de la democracia parlamentaria, avanzó mas vacilantemente y
dentro de limites mas estrechos. En Inglaterra, hizo progresos considerables; en Italia y en la Confederación del Norte de
Alemania, el gobierno representativo inestable. Pero en Francia, la república democrática de 1848 se había transformado en una
verdadera dictadurahacia 1852. La reforma mas notable, de esta era de reformas, que alteró la situación legal de muchísimas
personas, fue la emancipación de mas de 5.000.000 de esclavos negros norteamericanos.
Bibliografía
Bustinza, Juan A. y otros; Historia 3: los tiempos contemporáneos, Argentina y el mundo. A-Z Editora. Febrero, 1993.
Pasino, Alejandra y otros. Historia I. Biblioteca de iniciación, Editorial de la Facultad de Ciencias Sociales, UNLZ. Marzo. 2000.
Barral, María E. y otros. Historia: el mundo contemporáneo. Siglos XVIII, XIX y XX. Editorial Estrada. Diciembre. 1999.
Enciclopedia Encarta.1998.
Atlas de la Historia Universal. Editorial Clarín.
La reina Victoria.
La Guerra civil de Estados Unidos.
La unidad italiana.
La unidad alemana
La unidad italiana.
Trabajo enviado y reaizado por:
María Fernanda Arima
Fernanda[arroba]tordo.net