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Ministerio de CulturaSociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá
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Ministerio de CulturaSociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá
Casa Museo Quinta de Bolívar
Entre 1942 y 1948 y bajo la dirección del historiador Guillermo Hernández de Alba, continúan las modificaciones que son justamente las que ilustra el álbum que aquí se presenta.
De las más notorias, es el cambio del papel de colgadura que se aprecia en las imágenes, los pisos en listones de madera, la reposición de los cielos rasos y la adición de molduras de yeso. Por otro lado se construye una cocina, en la zona que hoy ocupan los graneros; se levantan en el límite sur las llamadas caballerizas y se sustituyen las columnas de madera por unas nuevas, torneadas y con capiteles tallados. Todos los cambios hechos a lo largo de ese tiempo le dieron a la Quinta un aspecto que dista de la casa que realmente conoció el Libertador.
Por esta razón se emprendió en 1992 el proceso de restauración integral que culmina en 1999. Durante este proceso fueron muy importantes todos los documentos escritos y gráficos que dieran fe de los diferentes momentos históricos de este patrimonio nacional, pero en los que primaron las referencias a la estadía de Bolívar en ella entre 1822 y 1830.
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La Quinta que hoy se conoce como de Bolívar ha tenido una historia caracterizada por constantes cambios arquitectónicos y gran número de propietarios.
Los sucesivos usos dados a la casa luego de la entrega de Bolívar a José Ignacio París en 1830, como el de colegio, casa de salud, fábrica de cerveza y tenería, marcaron sendas transformaciones físicas en el lugar, hasta su conformación como museo en 1922. Una vez pasa a manos del estado se emprenden reparaciones y reformas. Una de ellas fue la construcción de la portada neoclásica de la entrada principal.
El 9 de noviembre de 1924, el poeta y político Guillermo Valencia -quien fue candidato a la presidencia en dos oportunidades y provenía del partido conservador - deja signado al museo con una serie de características a partir de su Oración al Libertador, que entre líneas, resalta la importancia de la figura del héroe en el imaginario de ese partido político. Así como el halo de sacralidad que será reinterpretado a finales del siglo XX, a partir de la iniciativa de restauración integral que le será encomendada a la Sociedad de Mejoras y Ornato.
Esta entidad fue la misma que en 1919, y gracias a la labor del Presidente de esa corporación en ese entonces, rescató al inmueble y contribuyó a convertirlo en un museo dedicado a la memoria de Bolívar.
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