LA ÉTICA O FILOSOFÍA PRÁCTICA
EL ARTE
LA RELIGIÓN
El ser humano posee un mundo de valores que condicionan en mayor o menor medida su comportamiento y que intenta universalizar en forma de normas. La naturaleza y origen de esos valores es el objeto de estudio de la Ética o Filosofía moral.
Dado que el objeto de la Ética es contextual y no se refiere a
objetos o datos de la naturaleza sino de la conciencia humana, no puede
erigirse en ciencia en el sentido clásico del término. Su único
método posible es el diálogo (1)(intercambio de argumentaciones
racionales, no de opiniones vanas). Para que el diálogo pueda
establecerse es preciso tener una visión clara del mundo y libre de
prejuicios.
La moral o modo de vida adecuado es objeto de la razón práctica (2).
(1) La palabra “diálogo” procede del griego, día, preposición que denota fluir, intercambio, y lógos, razón o lenguaje humano (simbólico, no denotativo).
(2) Kant distingue entre el uso práctico y el uso teórico de la razón. Aristóteles las concebía como dos facultades distintas: lógos y sophrosyne. Hoy en día hay distintas teorías sobre las inteligencias, entre las que destacamos los trabajos de Goleman , quien postula una “inteligencia emocional”, y de Gardner, que define el concepto de inteligencia y las clasifica en al menos 7 tipos, distinguiéndolas de otras cualidades como la creatividad, la moral, el liderazgo o la sabiduría.
El arte puede definirse como el vehículo de expresión de la
creatividad humana. Expresa otro modo de conocer la realidad: a
través del modo en que es percibido y reconstruido por el hombre. Su
fuente de conocimiento no es la razón, sino la sensación (en griego
áisthesis, de ahí Estética, disciplina que estudia la belleza).
Pero la pervivencia del sentimiento religioso en
cualquier cultura y al margen del desarrollo intelectual del
individuo lo desmienten.
El origen de las religiones está en esa
dimensión de inquietudes humanas
ante su propia existencia, pero las
respuestas concretas son sociales, y están elaboradas a lo largo de la historia de cada cultura, muchas veces
fundiendo rasgos comunes.
Uno de los más destacados
reduccionismos de la religión es el
positivista, que la considera una forma
primitiva o infantil del pensamiento humano
(después estaría el metafísico y después
el científico).
La principal característica de
las religiones es que se
expresan en forma de símbolos
y de ritos.
El ser humano posee una dimensión religiosa, que abarca el ámbito
de lo sobrenatural o lo “sagrado”. Se entiende como un ámbito que
intenta responder a inquietudes sobre la inmortalidad, el sentido
de la vida, las fuerzas que rigen la naturaleza en cuanto puedan ser
invocadas para la supervivencia… Su estudio desde esta
perspectiva corresponde a la filosofía de las religiones.