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UN MODELO DE ANÁLISIS DE ESTRATOS DEL POEMA “AÑO NUEVO” DE
VICENTE HUIDOBRO
Berta López Morales
Universidad del Bío-Bío
Facultad de Educación y Humanidades
Departamento de Artes y Letras
Av. La Castilla s/n, Chillán, Chile
1. Introducción
El poema “Año Nuevo” pertenece al libro El espejo de agua de Vicente Huidobro,
que fue publicado en 1916 en Buenos Aires1, conjuntamente, con la exposición
hecha por Huidobro acerca de su doctrina estética , en el Ateneo de esa ciudad,
En aquella oportunidad Huidobro señala que:
… toda la historia del arte no es sino la historia de la evolución del Hombre-
Espejo hacia el Hombre-Dios2 /y/ que la primera condición de un poeta es
crear; la segunda, crear, y la tercera, crear3. 1 “La autenticidad de esta edición ha sido discutida por Guillermo de Torre, y aún por algunos amigos de
Huidobro, al respecto véase a Juan Larrea. “Huidobro en vanguardia”, Revista Iberoamericana N° 106-107, 1979, pp. 224-230. Sin embargo, René de Costa prueba en un artículo de su libro En pos de Huidobro,
“Sobre El espejo de agua”, Stgo., Editorial Universitaria, 1980, pp. 18-31, la autenticidad de dicha versión, Cf. Braulio Arenas. “Vicente Huidobro y el Creacionismo”. Huidobro, Vicente. Obras completas. Prólogo de
Braulio Arenas. Santiago, Zig-Zag, 1964, 2 vols 2 Citado por Braulio Arenas en op. Cit. Pp. 21-22. Cf. Huidobro, Vicente. “La creación pura” (ensayo de
estética) y “El Creacionismo” en Obras Completas. Santiago, Ed. Andrés Bello, 1976, p. 719 y p. 732,
respectivamente. 3 Ibíd.
4 Yurkievich señala que Adán y El espejo de agua representarían una etapa de transición. “Entre
modernismo y creacionismo se produce un avance más o menos gradual. El espejo de agua, breve poemario
publicado en 1916, es nítidamente el intermediario entre ambas estéticas y, como tal, el proemio de la etapa creacionista”, en Yurkievich, Saúl. “Vicente Huidobro: El Alto-Azor” en Fundadores de la nueva poesía latinoamericana. Vallejo, Huidobro, Borges, Girondo, Neruda, Paz. Barcelona. Ed. Seix Barral, 1973, p.
63.
2
Este pequeño libro, junto con Adán (1916) corresponde a la etapa
precreacionista4 y su “Arte poética” de El espejo de agua, quizás el más conocido
de los poemas de este libro, sintetiza y formula poéticamente su pensamiento
teórico expresado en su manifiesto Non serviam (1914, Ateneo de Santiago).
En esta época, Huidobro está impactado por la lectura del pensador
norteamericano Ralph Waldo Emerson (recuérdese que le dedicó su libro Adán) y
empapado de su concepción de la misión del poeta:
El poeta se conoce por esta señal: anuncia lo que nadie había profesado
antes. Es el único sabio verdadero; él sabe, dice: sólo él nos habla de
cosas nuevas, pues sólo él estuvo presente en las manifestaciones
íntimas de las cosas que describe. Es un contemplador de ideas; anuncia
las cosas que existen de toda necesidad, como de las cosas eventuales5.
Huidobro se siente llamado a ser el poeta de su tiempo y de su época6.
Pues cada nuevo período requiere una nueva confesión, otro modo de
expresión y el mundo parece que espera siempre a su poeta7.
Iván A. Schulman en “Huidobro y los orígenes de la modernidad”8 sostiene que al
enfocar el desarrollo de la expresión poética de Huidobro en un sentido evolutivo.
5 Emerson, Ralph W. El hombre y el mundo, Buenos Aires, Editorial Americalee, 1964, pp. 136-13
6 Shulman, Iván A. “Huidobro y los orígenes de la modernidad” en Revista Iberoamericana N° 106-107, 1979.
Schulman señala que Huidobro “prefiere la noción de épocas…” p.12. 7 Emerson, Ralph W. op. Cit., p. 137. Cf. Huidobro. Op. Cit.
8 Schulman, Iván A. op. Cit. P. 11.
3
Hemos aceptado, sin mayor reflexión, el hecho de que no puede haber
otras realidades que las que nos rodean, y no hemos pensado que nosotros
también podemos crear realidades un mundo nuestro, en un mundo que
espera su fauna y su flora propias. Flora y fauna que solo el poeta puede
crear, por ese don especial que le dio la misma Naturaleza a él y
únicamente a él.
Tal vez un poco retrospectivamente en “La creación pura” (ensayo de estética),
refiriéndose a su primer manifiesto, Huidobro aclara que la separación de la
naturaleza no es tal y que si bien es cierto ya no se trata de imitarle en sus
exteriorizaciones, el artista imita su poder exteriorizador:
… el hombre nunca estuvo más cerca de la Naturaleza que ahora que ya no
busca imitarla en sus apariencias, sino hacer lo mismo que ella, imitándola
en el plano de sus leyes constructivas, en la realización de un todo, en el
mecanismo de la producción de nuevas formas9.
Por otra parte, Schulman, en el mismo estudio citado, expresa que:
En el camino hacia el creacionismo –hacia la modernidad- hay una
dialéctica de transición cuyas notas características son el abandono del
mundo exterior10 (“Non serviam”) como catalista y objeto poético; la visión
profunda de la Naturaleza; una compenetración del alma del poeta con el
espíritu religioso de la Naturaleza, y la Naturaleza como visión lejana11.
De este modo, podemos insertar la obra El espejo de agua en aquellas
coordenadas de ruptura con la tradición, y también a la luz de Pasando y
pasando (1914), temprano libro y necesario para comprender la génesis poética 9 Huidobro, Vicente. “La creación pura” en op. Cit. P. 720.
10 Shulman,op.cit.,p.14.
11 Compárase con Caracciolo, Emilio. La poesía de Vicente Huidobro y la vanguardia. Madrid, Ed. Gredos,
1974. “El espejo de agua” (1916 comienza con una declaración de principios. El poeta no va a decirnos del mundo y sus vicisitudes, no va a escribir tampoco a la manera de alguien, va a indagar en sí mismo. Aquí la introversión es perfectamente consciente, es una estrategia para llegar a ciertas verdades inasibles. Pero tal estrategia responde a una tensión interior que podemos llamar centrífuga”, p. 18.
4
de Huidobro. En este libro12 señalaba su rechazo y adhesión a algunos principios
que más tarde sistematizaría en sus manifiestos:
En Literatura me gusta todo lo que es innovación. Todo lo que es original.
Odio la rutina, el cliché y lo retórico.
Odio las momias y los subterráneos de museo,
Odio los fósiles literarios.
Odio todos los ruidos de cadenas que atan.
Odio a los que todavía sueñan con lo antiguo y piensan que nada puede ser
superior a lo pasado.
Amo lo original, lo extraño.
Amo lo que las turbas llaman locura.
Amo todas las bizarrías y gestos de rebelión
Amo todos los ruidos de cadenas que se rompen.
Amo a los que sueñan con el futuro y sólo tienen fe en el porvenir sin
pensar en el pasado.
Amo las sutilezas espirituales.
Admiro a los que perciben las relaciones más lejanas de las cosas13.
En este contexto de asunción de la modernidad, entendida como ruptura y
bipolarización, El espejo de agua representa junto con Adán el comienzo y
concreción, la práctica y el ejercicio de la renovación poética que tiene su origen
en el creador.
En este artículo analizaremos el poema “Año Nuevo”, en sus diversos estratos:
fónico, sintáctico y semántico.
12
Las posiciones de Huidobro y Marinetti no se apartan demasiado por más que el tono de los documentos
sea tan distinto. Pero si comparamos los manifiestos futuristas de 1991 y 1912 con las declaraciones de Huidobro en su libro Pasando y pasando, encontramos coincidencias aún de tono”. Caracciolo, Emilio. op. cit., p. 32. 13
Huidobro, Vicente. “Yo” en Pasando y pasando en op. cit., p. 658.
5
AÑO NUEVO14
1 El sueño de Jacob se ha realizado;
2 Un ojo se abre frente al espejo
3 Y las gentes que bajan a la tela
4 Arrojaron su carne como un abrigo viejo.
5 La película mil novecientos dieciséis
6 Sale de una caja
7 La guerra europea.
8 Llueve sobre los espectadores
9 Y hay un ruido de temblores
10 Hace frío
11 Detrás de la sala
12 Un viejo ha rodado al vacío
1. El título
El título del poema, “Año Nuevo”, es un sintagma constituido por un sustantivo y
un adjetivo, y da lugar a una unidad significativa que alude al inicio de un año y al
término de otro.
La estructura “Año Nuevo” señala la conjunción de dos términos antitéticos:
inicio/fin, nacimiento/muerte, de un modo bastante singular: aunque “año nuevo”
connota renovación, esperanza o augurios de felicidad, implica –por otra parte- in
14
Huidobro, Vicente. “Año Nuevo” en El espejo de agua en Obras Completas, Santiago, Ed. Zig-Zag, 1964,
p. 259
6
absentia, la negación de un término excluido, “viejo”, toda una dialéctica del
tiempo que alcanza al ser humano en el camino a su destrucción o deterioro. En
tal sentido, “Año Nuevo” constituye una celebración negativa que es preciso
determinar en el análisis del contexto y del texto mismo del poema.
2. Plano fónico
El poema “Año Nuevo” consta de doce versos heterométricos, agrupados en un
cuarteto (1 – 4), tres estrofas de dos versos (5 – 6), (8 – 9) y (11 – 12) y de dos
versos, que no forman estrofa (v. 7 y v. 10). La rima, que no es frecuente, es
consonante, asonante con predominio del verso libre15 y se distribuye de la
siguiente manera: ABCB De f Gg h eH; sin embargo el uso del verso libre no es la
tónica ni del poema ni del libro (no olvidemos que El espejo de agua se inscribe
en una etapa precreacionista, o de transición como diría Schulman y Yurkievich,
respectivamente). La polirritmia es el elemento constructivo dominante16, que
contribuye a la dinámica del todo, aunque se puede establecer el predominio de la
cláusula trocaica y yámbico (v.2-4-5-6-8-9-10-11y v. 1-3-7-12 respectivamente).
El cuarteto está formado por versos endecasílabo, decasílabo,endecasílabo y
alejandrino, los versos 5 y 6 corresponden a un alejandrino y hexasílabo,
respectivamente; el v. 7 es heptasílabo; 8-9 decasílabo y octosílabo, el décimo es
tetrasílabo y los dos últimos hexasílabo y eneasílabo. Por otro lado, se puede
señalar el encabalgamiento de los versos 3 y 4, 5 y 6, 11 y 12.
En resumen, se trata de un poema heterométrico y polirrítmico, cuya topografía
rompe con los moldes establecidos de la composición poética tradicional. Esta
ruptura en el plano fónico indica desde ya, una renovación de la poesía que era el
15 Característica de la poesía de los movimientos vanguardistas. Cf. Manifiestos de los futuristas y asimilado por los dadaístas y surrealistas. Cf. Yurkievich, Saúl. Op. cit., p. 68. 16
”La idea es la que debe crear el ritmo y no el ritmo a la idea, como en casi todos los poemas antiguos”. En
“Prefacio” a Adán. Obras completas, Stgo., Ed. Andrés Bello, 1976
7
postulado de toda la vanguardia poética. Sin duda, no podemos afirmar una
ruptura total, pero se evidencia ya una tendencia al versolibrismo17 y a la
asimetría tanto en la medida de los versos como en la disposición del poema.
En Pasando y pasando, Huidobro postulaba su admiración por el ruido de las
cadenas que se rompen: esta liberación de las exigencias métricas constituye un
indicio de la ruptura de esas cadenas que aprisionaban la creación literaria y
sobre todo a la creación poética.
3. Plano sintáctico
Llama la atención la impersonalidad del sujeto de la enunciación. Es un yo
implícito que se manifiesta verbalmente para expresar un fenómeno temporal18.
Sobresalen –entonces- las formas verbales referidas al pasado en contraposición
a las que aluden al presente y con un claro predominio de formas que indican
acción o movimiento sobre otras que indican estado:
Pretérito Presente
se ha realizado (v. 1) se abre (v. 2)
arrojaron (v.4) bajan (v.3)
ha rodado (v.12) sale (v.5)
llueve (v.8)
hay (v.9)
hace (v.10)
17
”En verdad, Huidobro no practica todavía el verso libre sino el liberado; no lleva la ruptura al extremo de
abandonar la rima; deja de lado la uniformidad y utiliza de manera asistemática medidas fluctuantes y a la vez la consonancia y la asonancia”. En yurkievich, Saúl, op. cit., p. 68 18
Véase la afirmación de Enrique Lihn sobre el yo impersonal o suprapersonal de Huidobro. Según Lihn, es un
rasgo propio de los simbolistas. Lihn, Enrique. “El lugar de Huidobro” en Collazos. Oscar comp. Los
vanguardismos en América Latina, La Habana, Casa de las Américas, 1970 (Serie Valoración Múltiple),
pp.124.125.
8
En relación con las formas pretéritas “se ha realizado” y “ha rodado” (pretérito
perfecto del indicativo), estas presentan similitud temporal y aspectual, enuncian
acciones consumadas del mismo modo que “arrojaron”, perfecto simple, señala
también una acción acabada.
De las formas verbales del presente indicativo, “se abre” “bajan”, “sale”, “llueve”,
“hay”, “hace”, las tres últimas son impersonales, están referidas a fenómenos
extraindividuales. En las formas pretéritas, “se han realizado” corresponde también
a un impersonal.
Atendiendo a la impersonalidad de las formas verbales, podemos realizar otra
agrupación:
bajan se abre se ha realizado
Arrojaron llueve
Sale hay
Ha rodado hace
Hemos separado la forma verbal “se abre”, por cuanto en el grupo sintáctico “un
ojo se abre frente al espejo”, el verbo es reflejo, indica un movimiento que no
necesita la intervención un sujeto; es manifestación de un estado vital, de estar en
vigilia, despierto. Además, la construcción “un ojo se abre…”, por su sentido,
corrobora la autonomía de dicha acción y acentúa el predominio de la construcción
verbal impersonal sobre las otras.
Contribuye a este impersonalismo la acción referida a “película”; esta “sale de una
caja”, lo que constituye una anomalía sintáctica:
película (objeto inanimado) / sale de una caja (acción)
9
El sujeto es incompatible con el predicado; se atribuye una acción a un sujeto que
no puede realizarla por su condición de objeto inanimado19. De este modo, las
formas verbales “se ha realizado”, “se abre”, “sale”, “llueve”, “hay” y “hace”
determinan la estructura impersonal del poema, como asimismo la ausencia de
pronombres.
En cuanto a los nombres o sustantivos, podemos establecer los siguientes
núcleos:
I A II III IV
sueño Jacob ojo tela guerra
espejo gentes sala ruido
película B carne abrigo temblores
espectadores frío
Caja viejo vacío
El primer grupo indica claramente una no-realidad; “sueño”, “espejo” y “película”,
estos representan grado de realidad; el primero consiste en una representación
onírica, “espejo” una realidad virtual y, la última, una realidad creada.
El segundo grupo está referido a seres vivos, a órganos o sustancias relacionados
con ellos; así, “ojo” es un órgano de la visión (humana o animal); “carne”:
sustancia propia de los animales o seres humanos; “espectadores”: seres
humanos que presencian un espectáculo; y, “viejo”: persona de edad.
19
Cf.Chomsky. Syntactic structures, ´s Gravenhage, 1957.
10
El tercero, es una agrupación de objetos inanimados y en relación con los semas
anteriores; así “tela” y “sala” se vinculan semánticamente con “película” y “abrigo”
con “gentes” y “carne”. Por otro lado, “guerra”, “ruido”, “temblores”, “frío” y “vacío”
forman un conjunto fenoménico.
Especial interés despiertan los semas “Jacob” y “caja” por cuanto representan o
pueden considerarse acumuladores de significado. Cada uno por separado remite
a otro código, el primero al bíblico y el otro, podría vincularse al código mítico-
clásico: la Caja de Pandora.
Como puede observarse, cada uno de estos conjuntos representa campos
semánticos cuya disposición gráfica sería la siguiente:
A
JACOB
I II III
Sueño Ojo
Espejo gentes tela
carne abrigo (viejo)
B
CAJA
(de Pandora)
IV II
película guerra (europea) espectadores
ruido de temblores
III
frío detrás
sala
vacío viejo
11
Esta disposición señala dos movimiento en el poema, A y B que se articulan a
través del primer campo semántico con dos códigos subyacentes, bíblico: el sueño
de Jacob (explícito) y clásico: la caja de Pandora (implícito). Esto invierte las
relaciones de los campos semánticos y articula el poema todo.
Brevemente y para finalizar el análisis sintáctico, podemos señalar la aglutinación
de significado en los sustantivos; existe un predominio de tales semas (18), a lo
que contribuye –además- la supresión de verbos o nexos, que hace más sugestivo
el enunciado (véase: “la película mil novecientos dieciséis). La comparación, que
será uno de los recursos más utilizados por Huidobro20 se anuncia ya como figura
insólita: “arrojaron su carne como un abrigo viejo”; la anomalía nace del supuesto
carne = cuerpo, de este modo “abrigo viejo” supone algo usado, gastado, y por lo
tanto, innecesario o inútil.
1. Plano semántico
La referencia bíblica que abre el poema “Año Nuevo” organiza y estructura el
plano del significado del poema. El primer código se integra al segundo (clásico) y
de aquí al actual, en dos movimientos. El primero abarca todo el cuarteto y el
segundo, el resto del poema.
En el código bíblico, el sueño de Jacob significa:
1. La mediación entre dios y los hombres21.
2. Promesa de la tierra de los judíos; 20 ”La comparación o símil, que propone explícitamente una semejanza, se cuenta entre las Figuras
características de la poesía huidobriana (…). La imagen o comparación creada es por cierto una figura particular que se diferencia de la figura tradicional por el modo insólito en que creadora e imaginativamente construye el universo de fenómenos”. Goic, Dedomil. “La comparación creacionista: Canto III de Altazor en Revista Iberoamericana, N° 106-107, p. 129. 21
Gm. 28.12, véase también Sn. Jn. Cap. 2, v.51.
12
3. Diseminación de los judíos sobre la tierra; y
4. Promesa del retorno de los judíos a la tierra prometida.
Así, la articulación semántica se realiza a partir del sueño de Jacob como algo
realizado. Ello sugiere el fin de los tiempos y comienzo de una nueva era,
equivalente semántico de año nuevo. Sin embargo, esta visión prometeica, de
anticipación y de buenas nuevas tiene su contrapartida en el ojo que se abre
frente al espejo.
La singularidad de ojo por medio del determinante “un” remite a un ojo que no es
otra cosa que el proyecto cinematográfico relacionado semánticamente con
espejo, colector de imágenes y reflejo de la realidad.
Frente al sueño de Jacob, arquetípico, ya realizado (no sabemos cómo), el
proyecto cinematográfico (ojo) entra en acción, nos muestra gentes desprovistas
de su corporeidad, son imágenes sobre la tela, sobre el écran sin necesidad de
cuerpo = carne para estar allí; han dejado este cuerpo inútil como un abrigo viejo.
De este modo “el sueño de Jacob” se identifica semánticamente con “película”.
Ahora bien, la proyección de esta es la realidad misma, “la película mil
novecientos dieciséis”, actual y contingente en oposición a aquella metarrealidad
de la profecía divina, pendiente desde el comienzo de los tiempos, pero que para
el sujeto de la enunciación se ha realizado. (Nótese que es una afirmación en que
lo aspectual del enunciado la hace concluyente); la impersonalidad de la forma
verbal sugiere -además- la existencia de un sujeto otro cuya presencia se
manifiesta en la acción perfectible consumada.
Debemos determinar –ahora- cómo el mito bíblico o más bien el código bíblico se
integra al actuar del enunciado. Nos parece que ello se realiza a través del código
clásico, a través de la figura “la película…/sale de una caja” que remite a la caja de
13
Pandora, de la cual brotan todos los males de la humanidad y como conclusión
lógica, la guerra europea.
El conflicto conlleva en sí una serie de connotaciones propias y pertinentes de una
situación bélica y de crisis para el ser humano, un destino común de sacrificio y
exterminio. Tal articulación nos permite afirmar que la realización del sueño de
Jacob se ha transformado en una negación (compárense los campos semánticos
A y B, donde los semas de B tienen un orden distinto a los de A). Por otra parte, la
película deja de ser un espectáculo, es la situación misma que vive el espectador:
“llueve sobre los espectadores” y esto ocurre a pesar y en contra de la voluntad
de los mismos. De este modo, se articula el código bíblico al código actual; el
primero, rico en posibilidades, esperanzas, el fin de la promesa; la guerra supone
siempre destrucción y muerte. En esta transposición en que el sueño de Jacob
tiene –ahora- connotaciones negativas (se puede comprobar a través de los
efectos: llueve, ruido de temblores, frío), la consecuencia ineludible que es la
nada, el “vacío”.
Detrás de la sala, alguien ajeno al espectáculo, pero no desvinculado del mundo,
(un viejo) “ha rodado al vacío”. Este último verso es paralelo al primero por la
construcción sintáctica. Esto nos lleva a concluir que el sueño de Jacob se realiza
en la nada, en el vacío; en suma, en la muerte.
El sueño de Jacob ha ido adquiriendo connotaciones negativas, pues presupone
una visión o premonición apocalíptica, pero, tal como señalábamos anteriormente
debe relacionarse con “Año Nuevo” en el sentido negativo al compartir más
negatividades que promesas de bienaventuranza. Y como celebración negativa
apunta a la muerte del año anterior: “un viejo ha rodado al vacío”.
14
El escepticismo final, la soledad y la muerte se presencian en este plano; todos los
años son repeticiones, con más o menos dramas, de los anteriores. El paso del
tiempo es un siempre acercarse a la muerte.
5. Conclusiones
Del texto “Año Nuevo” puede interpretarse como una construcción sintagmática de
dos tiempos, que se integran en una unidad significativa, cuyos elementos
constructivos responden a las características de la poesía vanguardista22.
En relación con el futurismo, podemos afirmar que, aunque “el yo” de la poesía
huidobriana es el centro del quehacer poético, “Año Nuevo” es particularmente un
ejemplo de la supresión de ese yo poético que Marinetti postulaba23; es una
enunciación de la catástrofe bélica, que se expresa con una fría emoción. Sin
embargo, desde ya, se evidencia un alejamiento de los postulados futuristas, en
cuanto “Año Nuevo” no constituye una exaltación de la guerra sino una desolada y
escéptica mirada sobre el destino humano.
La mención de ciertos objetos típicos como película por ejemplo, no es reveladora
de elementos futuristas24. Los rasgos futuristas en Huidobro se transforman en un
acercamiento al cosmos, en una vivencia de los fenómenos estelares y cósmicos
que ya se vislumbran en “ruido de temblores”, “llueve” o “vacío”.
Elementos tales como “espejo”, “sueño”, “película” pueden considerarse como
típicamente surrealistas pues contribuyen a la creación de una atmósfera vaga y
22
“Vanguardia” apunta básicamente a dos aspectos: uno que revela temporalidad, otro que trasunta
experimentación. Ambos conceptos aluden a una situación de fragilidad, de precariedad que otro tipo de obras parece no ostentar”. Caracciolo, Emilio. “Huidobro y el futurismo” en Revista Iberoamericana Nº106-107, p. 159. 23
Cf. Caracciolo, Emilio. op. cit., p. 161 24
Ibid.
P.38
15
delicuescente25, pero es sobre todo en el tono de soledad, en la opacidad del
mundo (llueve, hace frío) que se trasluce en el poema lo que hace pensar en
rasgos cubistas, que más adelante, se evidenciarán con más claridad en
Horizoncarré (1917) y Poemas árticos (1918)26
25
La poesía surrealista participa por igual de la vigilia y del sueño, de lo tangible y de lo espiritual, de lo
histórico y de lo atemporal” en Caracciolo, Emilio, op. cit., p. 87 26
Caracciolo, E. op. cit., p.59.