IMPACTO DE LA CRISIS EN
CENTROS DE AYUDA SOCIAL
Antonio Carrión PazoFrancisco moya Parens
El objetivo de nuestro reportaje ha sido el de plasmar la realidad de los centros de ayuda social en Cartagena salpicados por la crisis financiera que estamos sufriendo. Para ello, hemos visitado y nos hemos adentrado durante varios días en dichos centros para reflejar cómo la crisis afecta a estos centros sociales, que carecen de subvenciones estatales, y que se encuentran abarrotados de gente. Los centros visitados son el centro San Pablo en Los Dolores y el Buen Samaritano en el barrio de las “600”.
El Centro San Pablo es un centro dedicado
exclusivamente a niños entre 6 -14 años,
formado únicamente por voluntarios. San
Pablo está abierto todo el año. Su trabajo
consiste en ofrecer ayuda, comida y apoyo
a los niños que realmente lo necesitan. Es totalmente gratuito.
El grupo entero en el comedor social a la hora de comer. El
número de niños, en comparación con el año anterior, se ha
duplicado
Grupo reducido de niños comiendo en una pizzería del
centro de Cartagena
El centro San pablo este año no ha recibido ninguna subvención, por ello, ha tenido que buscar otras estrategias para poder seguir adelante y mantenerse activos
Entre dichas alternativas los comercios del pueblo de los dolores
donaron al centro distintos materiales (desde comida hasta viajes) para que organizasen un
bingo y recaudasen dinero
Niños recogiendo sus regalos de Navidad gracias a las donaciones
anónimas que han permitido costear los gastos para éstos.
El Buen Samaritano es un centro de
ayuda social para adultos que se
encuentran en una situación socio-
económica y laboral precaria.
Personas ancianas reunidas en una mesa a la hora de comer
Trabajadores cumplen condena en el comedor social y sirven de comer a
los necesitados
A la derecha, Las “600”, uno de los barrios más azotados por la crisis.
Vistas del exterior de la fachada de un edificio
Abajo, una familia del barrio acude para comer al centro