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INTELIGENCIA INTERPERSONAL: PROPUESTA DIDÁCTICA PARA FORTALECER LA
CONVIVENCIA ESCOLAR DE LOS ESTUDIANTES DEL COLEGIO SAN FRANCISCO
DE ASÍS IED DE BOGOTÁ
DIANA MARCELA RIVEROS SANTA
FACULTAD DE EDUCACIÓN Y HUMANIDADES
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
COLOMBIA, BOGOTÁ 2019
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INTELIGENCIA INTERPERSONAL: PROPUESTA DIDÁCTICA PARA FORTALECER LA
CONVIVENCIA ESCOLAR DE LOS ESTUDIANTES DEL COLEGIO SAN FRANCISCO
DE ASÍS IED DE BOGOTÁ
DIANA MARCELA RIVEROS SANTA
Asesora
Doctora NOHORA STELLA JOYA RAMIREZ
Trabajo de investigación presentado como requisito parcial para optar al título de:
Magíster en Educación
FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
LÍNEA INVESTIGATIVA EDUCACIÓN Y SOCIEDAD
COLOMBIA, BOGOTÁ 2019
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Dedicatoria.
Hoy me siento inmensamente feliz y complacida por el logro alcanzado,
ha sido mi deseo aportar mis saberes a los niños, niñas y jóvenes de mi país.
Quiero dedicar este esfuerzo académico a mis padres Ángela y Francisco,
quienes con amor y perseverancia continúan formándome y apoyándome.
A mi esposo Andrés Eduardo, mi compañero de vida y de aventuras,
quien con su respaldo constante me apoya en cada etapa de mi vida.
A mis adorados hijos Santiago Fernando y Andrés Felipe,
ellos son el motor de mi vida y quienes me impulsan a seguir
investigando y aportando a la educación de mi país.
A todas las personas que me han acompañado en este proceso.
¡Mil y mil gracias!
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Agradecimientos.
Deseo expresar mi agradecimiento a Dios, quien ilumina mi vida y me bendice de formas
inexplicables.
A la Doctora Nohora Joya, directora de este trabajo de investigación por su apoyo, su
constancia, por compartir su sabiduría conmigo y sobre todo por su paciencia y calidad humana.
A mis padres Francisco Riveros y Ángela Santa, quienes con esfuerzo y amor han sabido
formarme y a través del ejemplo crearon en mí el interés de aportar a la sociedad desde la educación
y los valores humanos.
A mi esposo Andrés Sarmiento y a mis hijos Santiago Fernando y Andrés Felipe quienes
con su amor fueron comprensivos durante el tiempo que no pude compartir con ellos; pero que
estuvieron atentos a mis dificultades, expectativas, alegrías y siempre fueron mi apoyo para no
detenerme y ser perseverante.
A los estudiantes de grado sexto y séptimo del colegio San Francisco de Asís IED por
aportarme cada día como persona y profesional, especialmente por brindarme sus sonrisas, afecto
y enseñanzas, por hacerme ver la realidad y querer trabajar en ella.
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Resumen.
La convivencia escolar atraviesa una crisis importante a nivel nacional y distrital. Según
estudios realizados por la Secretaría de Educación Distrital y el Departamento Administrativo
Nacional de Estadística (DANE), es común ver casos de agresión escolar en los medios de
comunicación, lo que convierte esta situación en una de las principales preocupaciones de los
profesores del país. El objetivo de este estudio fue diseñar una propuesta para activar elementos
de la inteligencia interpersonal de Howard Gardner con el fin de fortalecer la convivencia escolar
de estudiantes de un colegio distrital en la ciudad de Bogotá. Para lograrlo se hizo una
investigación de enfoque cuantitativo y tipo descriptivo, se aplicaron dos intrumentos para
recolectar datos que son el Trait Meta-Mood Scale-24 (TMMS – 24) y el Cuestionario de
Autoevaluación de las Inteligencias Múltiples (CAIM) y se interpretaron a través de la estadística
descriptiva. Los resultados se analizaron a la luz de categorias, para el TMMS 24 la atención,
claridad y regulación de las emociones y para el CAIM la empatia, el liderazgo y la asertividad.
El estudio arrojó que los estudiantes no presentan una empatía suficiente con sus pares e
incluso con sus habilidades de liderazgo, ni poseen las habilidades ni disposición para comprender
y aceptar a los compañeros que presenten diferencias respecto a sus gustos y preferencias, pero
existe una vinculación importante entre ellos y sus propias emociones acudiendo a resultados
positivos y equilibrados. Teniendo en cuenta lo anterior se genera una propuesta que permitirá
desarrollar elementos de la inteligencia en mención.
Palabras clave: Convivencia Escolar, Inteligencia Interpersonal, Educación emocional.
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Abstract.
School coexistence is going through an important crisis at the national and district level.
According to studies carried out by The District Department of Education and The National
Administrative Department (DANE), It is very common to see cases of school aggression in the
media. This situation has become one of teachers’ main concerns in the country. The aim of this
study was to design a proposal to activate Hogard Gardner’s interpersonal intelligence components
in order to strengthen the school coexistence in students at a public school in Bogotá city. To
achieve this goal, a quantitative and descriptive research-type was performed. Trait Meta-Mood
Scale-24 (TMMS – 24) and Multiple Intelligence Questionnaire (CAIM) processes were applied
to collect and analyze data through the descriptive statistics. The results were analyzed in
categories. TMMS 24 was used for attention, clarity and emotions regulation. CAIM was used for
empathy, leadership and assertiveness.
The study showed that students lack sufficient empathy with their peers and underestimate
their own leadership skills, since they do not possess the skills or disposition to understand and
accept peers who present differences regarding their likes and preferences. However, there is an
important link between them and their own emotions resulting in positive and balanced results.
Taking the above into account, a proposal was generated that will allow the development of
interpersonal intelligence elements.
Key Words: School Coexistence, Interpersonal Intelligence, Emotional Education.
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Abstrait.
La convivialité scolaire traverse une crise importante aux niveaux national et des districts.
Selon des études menées par le Secrétariat de l'Èducation de district et le département administratif
national de statistique (DANE), il est fréquent de constater des cas d'agression scolaire dans les
médias, ce qui fait de cette situation l'une des principales préoccupations des enseignants du pays.
L’objectif de cette étude était de concevoir une proposition visant à activer des éléments de
l’intelligence interpersonnelle de Howard Gardner afin de renforcer la convivialité scolaire des
élèves d’une école de district dans la ville de Bogotá. Pour y parvenir, un type de recherche
quantitatif et descriptif a été réalisé. Deux instruments ont été utilisés pour collecter des données,
à savoir le Trait Meta-Mood Scale-24 (TMMS-24) et le Questionnaire pour Intelligences Multiples
(CAIM), et ont été analysés à l'aide des statistiques descriptives. Les résultats ont été analysés à la
lumière des catégories, de l’attention, de la clarté et de la régulation des émotions de TMMS 24 et
de l’empathie, du leadership et de l’affirmation de soi de la CAIM.
L'étude a montré que les étudiants ne manifestent pas suffisamment d'empathie envers leurs
pairs et que, même avec leurs compétences en leadership, ils ne possèdent pas les compétences
nécessaires ou la disposition pour comprendre et accepter des collègues présentant des différences
en ce qui concerne leurs goûts et leurs préférences. Il existe cependant un lien important entre eux-
mêmes et leurs propres émotions démontrant des résultats positifs et équilibrés. Compte tenu de
ce qui précède, une proposition est générée qui permettra le développement d’éléments de
l’intelligence en question.
Mots clés : Convivialité scolaire, intelligence interpersonelle, éducation émotionelle
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CONTENIDO.
INTRODUCCIÓN …………………………………………………………………………….. 13
CAPITULO I – DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN PROBLEMA ………………………... 17
1.1 Problema de investigación …………………………………………………………………. 17
1.2 Objetivos ………………………………………………………………………………...…. 24
1.2.1 Objetivo General ……………………………………………………………………..… 24
1.2.2 Objetivos Específicos …………………………………………………………………... 25
1.3 Justificación ……………………………………………………………………………….... 25
CAPITULO II – ANTECEDENTES TEÓRICOS …………………………………………….. 30
CAPITULO III – MARCO TEÓRICO …………………………………………………………. 47
3.1 La noción de Convivencia ………………………………………………………………….. 48
3.2 La Convivencia Escolar ……………………………………………………………………. 53
3.3 Agresión, conflicto e intimidación escolar ………………………………………………….. 58
3.4 La noción de Inteligencia …………………………………………………………………… 69
3.5 La Inteligencia Interpersonal ……………………………………………………………..… 76
3.5.1 Educar en la Inteligencia Interpersonal ………………………………………………..…. 83
3.5.2 Caracterización y estimulación de la Inteligencia Interpersonal ……………………….… 86
3.6 Contexto Institucional ……………………………………………………………………... 90
CAPITULO IV – MARCO METODOLÓGICO ………………………………………………. 93
4.1 Diseño Metodológico ……………………………………………………………………… .93
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4.2 Participantes ………………………………………………………………………..…….. 95
4.3 Técnicas e instrumentos ……………………………………………………………..…… 98
4.4 Aspectos éticos de la investigación ………………………………………………….….. 104
CAPITULO V – RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN ……………..…. 105
5.1 Análisis de los resultados de la aplicación del test TMMS – 24 ………………………... 106
5.2 Análisis de los resultados de la adaptación del instrumento CAIM …………………….. 121
CAPÍTULO VI – PROPUESTA DIDÁCTICA……………………………………………….136
CONCLUSIONES …………………………………………………………………………... 150
Anexo 1. Instrumento TMMS – 24 ……………...…………………………………………… 155
Anexo 2. Instrumento CAIM …………………………………………………………………. 156
Anexo 3. Consentimiento Informado de padres y estudiantes ………………………………… 157
REFERENCIAS ……………………………………………………………………………... 158
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ÍNDICE DE TABLAS.
Tabla 1. Pruebas PISA 2015 en relación al bullying………………………………………….. 18
Tabla 2. Índice de exposición al bullying. Pruebas PISA 2015 ………………………………. 20
Tabla 3. Principales atributos de las definiciones del concepto de convivencia …………….... 51
Tabla 4. Caracterización de la Inteligencia Interpersonal …………………………………….. 86
Tabla 5. Resultado para hombres y mujeres – Componente de Atención ……………………. 100
Tabla 6. Resultado para hombres y mujeres – Componente de Claridad …………………….. 100
Tabla 7. Resultado para hombres y mujeres – Componente de Reparación ………………….. 101
Tabla 8. Agrupación de factores Inteligencia Interpersonal ………………………………….. 131
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ÍNDICE DE ILUSTRACIONES.
Gráfica 1. Participación de estudiantes por género……………………………………………… 96
Gráfica 2. Edad de los participantes ……………………………………………………………. 97
Gráfica 3. Resultado estudiantes hombres frente al componente Atención Emocional ……….. 107
Gráfica 4. Resultado estudiantes mujeres frente al componente Atención Emocional ……….. 108
Gráfica 5. Relación Hombres y mujeres frente al componente Atención Emocional …………. 109
Gráfica 6. Resultado estudiantes hombres frente al componente Claridad de Sentimientos …. 113
Gráfica 7. Resultado estudiantes mujeres frente al componente Claridad de Sentimientos ….. 114
Gráfica 8. Relación Hombres y mujeres frente al componente Claridad de Sentimientos……. 115
Gráfica 9. Resultado estudiantes hombres frente al componente Reparación Emocional ……. 117
Gráfica 10. Resultado estudiantes mujeres frente al componente Reparación Emocional …… 118
Gráfica 11. Relación Hombres y mujeres frente al componente Reparación Emocional ……. 119
Gráfica 12. Respuestas de la pregunta 1 CAIM ……………………………………………… 121
Gráfica 13. Respuestas de la pregunta 2 CAIM ………………………………………………. 122
Gráfica 14. Respuestas de la pregunta 3 CAIM ………………………………………………. 123
Gráfica 15. Respuestas de la pregunta 4 CAIM ………………………………………………. 124
Gráfica 16. Respuestas de la pregunta 5 CAIM ……………………………………………….. 125
Gráfica 17. Respuestas de la pregunta 6 CAIM ……………………………………………….. 126
Gráfica 18. Respuestas de la pregunta 7 CAIM ………………………………………………. 127
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Gráfica 19. Respuestas de la pregunta 8 CAIM ……………………………………………….. 128
Gráfica 20. Respuestas de la pregunta 9 CAIM ………………………………………………. 129
Gráfica 21. Respuestas de la pregunta 10 CAIM ……………………………………………... 130
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INTRODUCCIÓN.
Comprender la violencia escolar resulta un proceso complejo, pues es un fenómeno con
amplio entramado de actores y elementos de tipo social, tecnológico, cultural, económico y
familiar que confluyen de diversas maneras. Desde las causas, que pueden ser biológicas,
psicológicas, sociales, culturales e inclusive políticas, hasta las consecuencias que van desde la
generación de traumas, la repetición de ciclos de violencia, la naturalización de comportamientos
violentos y la decadencia moral de la sociedad, es posible comprender que dicha problemática se
puede abordar desde disciplinas distintas.
Mediante un recorrido bibliográfico inicial se pudo establecer el gran interés que este
fenómeno ha despertado en la literatura reciente. Si bien no se trata de una problemática exclusiva
de los últimos años, pues desde la década de los setenta con los estudios del psicólogo sueco Dan
Olweus, se ha planteado como un fenómeno de carácter global e interdisciplinario; en las últimas
décadas se han diversificado los puntos de vista desde los cuales es posible abordarlo, y así mismo,
las investigaciones han ampliado el rango de estudio al incorporar nuevas causas, consecuencias,
métodos de prevención y mecanismos de intervención.
Muchas de las investigaciones consultadas han analizado el fenómeno desde el conjunto
de posibilidades que pueden convertirse en factores que propicien o disminuyan la agresión
escolar, dificultando o facilitando un ambiente de convivencia. Sin embargo, son pocos los
estudios que han planteado cómo al potencializar o desarrollar la Inteligencia Interpersonal en los
estudiantes, se puede generar la empatía, asertividad, diálogo y comunicación necesaria para lograr
la convivencia escolar.
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La inteligencia interpersonal hace parte del modelo de múltiples inteligencias planteado
por el psicólogo norteamericano Howard Gardner en la década de los noventa. Este modelo
comprende ocho “tipos de inteligencia” entre las cuales se encuentra aquella que se refiere a la
manera como interactuamos y nos relacionamos con los demás, o Inteligencia Interpersonal.
La importancia de este tipo de inteligencia para la presente investigación radica en que,
dentro de sus planteamientos epistemológicos, permite comprender la forma de interacción de los
individuos en contextos sociales determinados, por lo tanto se presenta como concepto apropiado
para desarrollar en el contexto educativo.
Particularmente, en Colombia, la problemática de la violencia escolar se encuentra dentro
de las principales preocupaciones en materia de políticas públicas, pues presenta unos de los
índices más altos de la región, como lo muestran algunos estudios internacionales y nacionales
realizados en los últimos años. Las causas de esto pueden ser variadas y por tanto los mecanismos
para abordarla deben ser diversos. Algunos autores consultados hacen hincapié en la influencia del
contexto violento en el que se encuentra el país desde hace más de medio siglo, otros consideran
que independientemente del contexto político es más determinante las condiciones socio-
económicas del grupo familiar, así mismo, desde otras perspectivas se considera que el desarrollo
cognitivo influenciado por los principales actores de convivencia del niño o adolescente es el factor
clave para comprender la aparición de comportamientos agresivos en los mismos.
En la presente investigación se tomaron como base postulados teóricos y metodológicos de
disciplinas que han abordado dicha problemática desde enfoques pedagógicos, psicológicos y
sociológicos. Puntualmente se hace énfasis en los aportes que la teoría de las inteligencias
múltiples, específicamente con su variante denominada “inteligencia interpersonal”, ha hecho al
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campo y las herramientas e instrumentos de tal teoría que resultan más apropiados para el contexto
particular.
El presente documento corresponde a una investigación realizada entre el año 2018 y 2019
en la ciudad de Bogotá, cuyo objetivo fue resolver los interrogantes planteados por la autora en
relación a los aportes que la teoría de la inteligencia interpersonal podía hacer a un contexto
educativo en particular. La problemática identificada tiene lugar en el Colegio San Francisco de
Asís, ubicado en la localidad de Los Mártires, en la ciudad de Bogotá. La autora, como docente de
la institución, identificó una serie de factores que daban cuenta de unos preocupantes índices de
agresión entre los estudiantes de la institución, particularmente entre los jóvenes de los grados
sexto y séptimo de bachillerato. Se encontró que eran frecuentes los casos de agresión física, así
como otras formas de agresión escolar, entre ellas la verbal y la que se da mediante medios
digitales.
Por lo anterior, se planteó la necesidad de diseñar una propuesta didáctica que ayudara a
reducir estos índices y a fortalecer las relaciones de convivencia entre los estudiantes. Así las cosas,
se generó la pregunta de investigación sobre cuales serian los elementos de la inteligencia
interpersonal que se deben desarrollar en dicha propuesta para que a su vez se fortalezcan los
procesos de convivencia escolar, se plantearon tambien unos objetivos frente a la problemática
detectada y, posteriormente, se realizó un diagnóstico que permitió comprender el estado actual de
la inteligencia interpersonal de los estudiantes de grados sexto y séptimo del Colegio San Francisco
de Asís IED en Bogotá.
Luego, se estableció una ruta metodológica que abarcara las herramientas más adecuadas
para abordar la problemática, llegando a la conclusión que bajo el paradigma empírico analítico se
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trataría de una investigación de enfoque cuantitativo y tipo descriptivo que comprendiera una serie
de técnicas e instrumentos específicos aplicados a 44 estudiantes de la institución pertenecientes
al grado sexto y séptimo.
Una vez establecidos dichos parámetros metodológicos se realizó una revisión
bibliográfica que permitió, en primer lugar, rastrear los antecedentes teórico-prácticos que
permitieran identificar la trayectoria que ha tenido la investigación sobre la educación emocional
y la convivencia escolar, y la pertinencia del presente estudio, y posteriormente, y en segundo
lugar, delimitar un marco teórico que contuviera las teorías y conceptos que resultarían pertinentes
para guiar la investigación.
Finalmente, se expusieron los hallazgos, producto de todo el proceso investigativo; estos
resultados permitieron generar una discusión en la cual se plantea una propuesta de intervención
para el fortalecimiento de la convivencia escolar. El diseño de la propuesta didáctica se basó en
unos principios y unos ejes básicos para el fortalecimiento de la inteligencia interpersonal. Por
último, se presentan una serie de conclusiones y recomendaciones dirigidas a diferentes áreas
relacionadas con los procesos pedagógicos y sus actores, como los padres de familia, la institución,
entre otros, así como la pertinencia de seguir ahondando en este tema y generar nuevos estudios
de investigación.
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CAPITULO I –DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN PROBLEMA.
En el primer capítulo se realizó una presentación de la problemática que guía la
investigación. En primer lugar se definió la situación problema aterrizándola al contexto
colombiano y se delimitó la pregunta de investigación en la institución educativa seleccionada.
Posteriormente se establecieron una serie de objetivos y se expusoe la justificación haciendo
énfasis en los aportes y la novedad de la investigación aquí presentada.
1.1. Problema de Investigación.
Los seres humanos somos sociales por naturaleza, tenemos relaciones de interacción en
varios contextos de nuestro quehacer y nuestra cotidianidad, no obstante, estas relaciones no
siempre son acertadas y constructivas debido a un alto índice de agresión y violencia, que bien
podría ser relacionada con la situación de crisis social que vive el mundo entero y específicamente
nuestro país Colombia , desde hace ya algo más de medio siglo. Las escuelas representan uno de
los primeros espacios en los que las niñas, y niños socializan, crean lazos de amistad y
compañerismo y cimientan los principios y valores que enmarcan sus actitudes y comportamientos,
pero también es el lugar donde, de forma precipitada, se ha venido presentando un oleaje de
violencia y agresión que en algunas circunstancias ha tenido consecuencias fatales y que por ende
afecta gravemente la convivencia escolar.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO, 2001), el fenómeno de la convivencia escolar, se entiende inserto dentro de dinámicas
relacionales de la escuela, que guardan relación con el clima de los espacios de aprendizaje y
convivencia, así como con aspectos del entorno y de políticas del establecimiento educacional, no
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obstante, estas dinámicas han estado seriamente afectadas a nivel internacional en donde el
bullying o acoso ha venido tomando bastante fuerza tanto en el plano nacional como a nivel global.
Resulta entonces importante analizar como la convivencia escolar actualmente se ve
afectada por situaciones o acciones negativas que atentan contra ella como lo es el bulliyng, un
término muy usado en los últimos tiempos para referirse al tema de acoso escolar, que cada vez
toma mas fuerza en los ambientes educativos y que atentan directamente a la sana convivencia.
En el contexto internacional es preciso tener en cuenta los datos arrojados por la OCDE -
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos a través de las estadísticas
obtenidas por medio de las Pruebas PISA (Programme for International Student Assessment). Si
bien el objetivo principal de esta prueba es medir el nivel de conocimientos de los estudiantes a
nivel mundial en tres áreas particulares: matemáticas, ciencias y lectura; posee además algunos
parámetros para medir, entre otros, el bienestar de los alumnos que están sujetos al estudio.
Uno de estos parámetros, implementado recién en la aplicación de la prueba en 2015 se
trata del bullying. A través de una serie de preguntas específicas, categorizadas de acuerdo al tipo
de acoso, la prueba mide los índices de exposición de los estudiantes a dinámicas de acoso escolar
o bullying a través de la voz de las mismas “víctimas” (ver tabla 1).
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Tabla 1. Preguntas planteadas a los estudiantes en las Pruebas Pisa 2015 en relación al
bullying.
Fuente: OCDE (2015).
Los resultados globales dieron como resultado que todos los países consultados cuentan
con este fenómeno, en mayor o menor medida, y en la mayoría de los casos una mayor exposición
al acoso escolar dio como resultado unos resultados más bajos en las pruebas. Esto se explica
porque, según el informe, ser acosado por sus iguales genera en los estudiantes consecuencias
negativas relacionadas con su estabilidad emocional y su conducta, que repercute directamente en
su rendimiento académico. Los países del mundo con mayor índice de exposición al bullying por
parte de los estudiantes son Letonia, Nueva Zelandia y Singapur, y particularmente en el continente
americano, Canadá, Estados Unidos y Colombia, en donde el porcentaje de frecuencia de casos de
“bullying” es aproximadamente del 7,6% (ver tabla 2)
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Tabla 2. Índice de exposición al bullying. Pruebas PISA 2015.
Fuente: OCDE (2015).
Si bien los resultados de la prueba no deben ser generalizados, en la medida que dan cuenta
de factores y parámetros estandarizados, es importante tener en cuenta que no se trata de resultados
aislados. La UNESCO, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ha venido
implementando desde el año 2012 la Encuesta Mundial de Salud a Escolares que mide, entre otros
el porcentaje de estudiantes que han experimentado situaciones de acoso escolar “bullying”. Los
resultados de la encuesta indican que más del 32% de los niños ha sufrido acoso escolar, y en caso
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de las niñas la cifra es del 28%, por lo que, aproximadamente uno de cada tres niños en el mundo
sufre de este tipo de violencia.
Los resultados de esta encuesta tampoco pueden ser generalizados a cualquier contexto, en
primer lugar porque se centra en evaluar conductas relacionadas con la salud dejando de lado otras
perspectivas, y en segundo lugar porque analiza datos principalmente de países europeos y de
Norte América. Sin embargo, arroja conclusiones interesantes, según el estudio en estas regiones
las condiciones socioeconómicas y de migración influyen directamente en la aparición del
fenómeno, “el tipo de empleo y el nivel educativo de los padres, es el factor de previsión más fiable
acerca del acoso: entre las familias más pobres, dos de cada cinco jóvenes sufren sus
consecuencias” (UNESCO, 2018)
Respecto a la región, Román y Murillo (2011) en un informe presentado en la Revista de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la situación de
convivencia y violencia escolar en América Latina y el Caribe, afirman que “de acuerdo con los
análisis, poco más de la mitad de los estudiantes de 6º grado (el 51,1%) sufrieron robos, fueron
insultados, amenazados o golpeados por sus compañeros en la escuela durante el mes anterior al
que se recogieron los datos. La agresión más frecuente es el robo (39,4%), seguida de la violencia
verbal (26,6%) y, por último, la violencia física (16,5%).” (p. 44)
El país con menor índice de afectaciones a su ambiente escolar es Cuba, pero las cifras
muestran que esta situación afecta al menos a uno de cada tres alumnos en el resto de los países,
reflejando con ello lo grave y generalizado del fenómeno. Sin embargo, el problema se hace aún
más agudo en Colombia, el Ecuador, Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana y el Perú
(cifras sobre un 45%).
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Otro estudio regional que vale la pena mencionar es el realizado por la ONG Internacional
- Bullying Sin Fronteras para América Latina y España en 2018, que se trata del el primer informe
internacional sobre estadísticas del bullying en América Latina. El informe concluye que 7 de cada
10 niños en América Latina sufre de acoso escolar y sus causas son diversas, por ejemplo se hace
énfasis en la alta permisividad que muestran los docentes y padres de familia frente a los agresores,
reproduciendo problemáticas como la revictimización (Bullying Sin Fronteras, 2018). Según el
informe el primer lugar en número de niños y adolescente afectados por esta problemática lo ocupa
México seguido de Costa Rica y Chile. (Bullying Sin Fronteras, 2018)
Como se evidencia a partir del estudio anterior, Colombia es un país que refleja un
porcentaje elevado respecto a cualquier situación que afecta su entorno escolar, es por esto que en
el año 2011 el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) realizó
conjuntamente con la Secretaria de Educación de Bogotá la Encuesta de convivencia escolar y
circunstancias que la afectan, para estudiantes de 5 a 11 grado en la ciudad de Bogotá. Ante las
estadísticas obtenidas Jorge Bustamante, director del DANE, manifestó que “Los estudiantes de
5° a 11° están comprometidos con la convivencia y la seguridad escolar en los colegios de Bogotá.
Ofensas, golpes, agresiones y porte de armas blancas y de fuego, entre otros factores fueron
identificados como de riesgo” (Bustamante, 2011, p:1). Y es que hoy en día es común ver en las
noticias los enfrentamientos entre estudiantes de un mismo colegio o de colegios diferentes, que
pretenden resolver sus diferencias a través del maltrato verbal y físico.
A partir de estos estudios surgen entonces grandes interrogantes ¿Qué está pasando con la
educación de los niños y niñas? ¿Cómo desde la familia se enseña y orienta a los hijos a convivir
armoniosamente? ¿Las instituciones escolares, brindan herramientas necesarias para que los niños
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y niñas aprendan a convivir y controlar sus emociones? ¿Cómo la sociedad establece políticas
claras, en relación a la convivencia escolar?
Esta realidad mencionada no es ajena a Bogotá, las estadísticas de convivencia escolar que
reporta la Secretaría de Educación de Bogotá (SED), muestran la realidad de violencia que se
experimenta a diario al interior de las instituciones educativas, representada en situaciones como:
matoneo, agresión física y/o con armas, agresión verbal y psicológica, consumo y expendio de
sustancia psicoactivas SPA; hurto, estafa, retención, daño o destrucción de quipo de elementos e
instalaciones, vandalismo, enfrentamiento de grupos fuera del colegio, suplantación, maltrato a
personas en situación de indefensión, amenazas e intimidación y extorsión, pandillas, parches,
combos, porte de armas, explotación sexual infantil y mal manejo de la homosexualidad, ideación
suicida e intento de suicidio (DANE y SED, 2011.) .
Teniendo en cuenta lo expuesto, el presente estudio centró su atención en el colegio San
Francisco de Asís IED, de la localidad de Los Mártires (14) en Bogotá, en el que se observó que
la realidad no es distinta. Se encontraron reiterados casos de agresión física, a la vez que se
evidenciaron otras formas de violencia escolar. Según bases de datos del departamento de
orientación estudiantil, los índices de violencia verbal, relacional e informática son demasiado
altos, por esta razón en el manual de convivencia de esta institución, tipifica la agresión como
“Situaciones tipo II: Corresponden a este tipo de situaciones la agresión escolar, acoso escolar
(bullying) y ciberacoso (Ciberbullying), que no revistan las características de la comisión de un
delito y cumplan con cualquiera de las siguientes características: que se presenten de manera
repetida o sistémica y que causen daños al cuerpo o a la salud mental sin generar incapacidad”
(p:13).
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La situación de convivencia escolar en esta institución activó las alarmas de agresión,
especialmente en los estudiantes de ciclo III que corresponde a los grados sexto y séptimo, que
bien podrían estar asociadas al desarrollo social y emocional propio de las edades de estos jóvenes,
a las dinámicas familiares, a sus patrones de crianza, y a la violencia heredada de una sociedad
quebrantada desde hace tantos años o también a programas débiles o ausentes de prevención,
mediación y conciliación de la agresión en el colegio y que por ende se afecta la convivencia
escolar y el ambiente adecuado para el aprendizaje. Es notoria la poca habilidad que tienen los y
las estudiantes de este ciclo para resolver los conflictos, no generan empatía hacia el otro ni utilizan
un lenguaje asertivo para relacionarse, a esto se suma el inadecuado manejo de la ira.
Debido a la situación anteriormente expuesta y respondiendo a un interés investigativo
particular, al ser la autora docente de esta institución, surgió la siguiente pregunta de investigación:
¿Qué elementos de la inteligencia interpersonal se deben tener en cuenta para el
diseño de una propuesta didáctica que pueda ser implementada en los estudiantes
de ciclo III, para fortalecer los procesos de convivencia escolar en el Colegio San
Francisco de Asís IED de la localidad de Los Mártires (14) en Bogotá?
1.2. Objetivos.
1.2.1. Objetivo General.
Diseñar una propuesta didáctica a partir de elementos teóricos y metodológicos de la
inteligencia interpersonal, para ser implementada en los estudiantes del ciclo III del colegio San
Francisco de Asís IED de Bogotá, con la finalidad de contribuir al fortalecimiento de la
convivencia escolar en la institución.
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1.2.2. Objetivos Específicos.
1. Identificar los elementos que pertenecen a la inteligencia interpersonal así como los
relacionados con la convivencia escolar a través de una revisión teórica.
2. Caracterizar los elementos de la inteligencia interpersonal que presentan las y los
estudiantes de ciclo III del Colegio San Francisco de Asís IED.
3. Elaborar una propuesta que desarrolle elementos de la inteligencia interpersonal y a su vez
fortalezca los procesos de convivencia en las y los estudiantes de ciclo III del Colegio San
Francisco de Asís IED.
1.3. Justificación.
Para la mayoría de los niños y las niñas en América Latina y el Caribe, la escuela representa
el espacio donde pasan el mayor tiempo de su vida cotidiana. La función central de la escuela es
educar, enriquecer y proteger a sus estudiantes, en un ámbito de respeto y ejercicio de los derechos
de todos. Sin embargo, aún hay escuelas donde se registran dinámicas que vulneran los principios
de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Por ejemplo, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se siguen
reportando casos de castigos corporales, así como de maltrato emocional y abuso sexual. También
se observa una tendencia creciente del acoso entre pares –agravado por el uso del internet– e
inclusive de agresiones de estudiantes (sobre todo varones) y, en algunos casos, de padres contra
maestros y autoridades educativas (UNICEF, 2011). La agresión escolar es un fenómeno global
que requiere de una intervención oportuna, con angustia se observa como la niñez está siendo cada
vez más vulnerable a actos de violencia que consecuentemente generan en ellos reacciones
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agresivas y de baja autoestima, razón por la cual les resulta más difícil relacionarse y construir
ambientes sanos.
Es del diario vivir escuchar situaciones lamentables de agresión y violencia en distintos
contextos como en la familia, en las que se han llegado a medidas tan extremas como el asesinato
por parte de los hijos a los padres y viceversa, o los encuentros violentos de los estudiantes al
terminar la jornada escolar en parques y sitios aledaños a su institución o el matoneo a través de
redes sociales que toma cada vez más fuerza en los niños y jóvenes, estas son algunas de las razones
por las que se han aumentado los reportes de niños y adolescentes con casos de estrés, depresión,
ansiedad, baja autoestima, todos ellos originados en el ambiente hostil, agresivo y violento en el
que permanecen a diario y en el cual se pretende tener un espacio de enseñanza – aprendizaje.
De esta manera, es indispensable realizar estudios que permitan caracterizar este fenómeno
social, de manera focalizada identificando características, necesidades y problemáticas
particulares. Esto para entender no solo dónde se origina los fenómenos de violencia y cómo lo
vivencian los niños, niñas y adolescentes. Además, para construir a partir de eso procesos de
intervención y prevención que se respondan de manera adecuada con los contextos.
En este sentido, no se puede olvidar que aun cuando los estudiantes ejerzan prácticas
violentas con sus compañeros, “ellos como seres humanos, poseen cualidades, habilidades y
destrezas innatas, las cuales hacen parte de la Inteligencia Emocional, que al ser potencializada, se
puede convertir en factor protector frente a esta problemática, logrando disminución o presencia
de la misma” (Castro, 2014, p: 14). Por lo anteriormente expuesto, el tema de la presente
investigación resulta ser vigente, importante, preocupante y requiere de una pronta intervención.
27
Para ello es indispensable realizar estudios que permitan caracterizar este fenómeno social,
entender desde dónde se origina y como lo vivencian los niños, niñas y adolescentes.
Enfocando esta problemática a la localidad 14 de Los Mártires, encontramos en el informe
de gestión de la Dirección Local de Educación (DILE) que también se registran altos índices de
violencia escolar asociados a intolerancia y manejo inadecuado de las emociones (DILE, 2016).
El Colegio San Francisco de Asís IED, ubicado en este sector, cuenta con una población mixta, en
donde se presentan reiterados casos de agresiones escolares de tipo verbal, relacional, indirecta y,
en casos muy aislados, física, siendo los grados sexto y séptimo los más expuestos en esta dinámica
social.
Por lo anteriormente expuesto, este trabajo de investigación aporta a la necesidad de
intervenir la agresión y los malos hábitos relacionales que afectan la convivencia escolar del
colegio San Francisco de Asís, también en el artículo 5 numerales 1 y 2 de la ley 115 de 1994 que
argumenta que se debe garantizar en los establecimientos educativos ambientes sanos, enmarcados
en el respeto y la tolerancia y en la formación integral de los estudiantes. Este trabajo se
fundamentó en las exigencias de los estudios en postgrado que adelanta la investigadora, maestría
en educación, para lo cual es necesario leer un fenómeno educativo, intervenirlo y generar procesos
de cambio y transformación, al realizarlo se aportará valiosamente a la educación, puesto que no
es un secreto que cuando el ambiente escolar es adecuado los aprendizajes serán más significativos
para el estudiante y su rol social será más conveniente. De igual forma es un aporte significativo
al desarrollo de la línea de investigación de educación y sociedad, ya que se busca comprender la
educación en sus diversas relaciones, con el sujeto y la sociedad, y se concibe la institución
educativa como un escenario de socialización válido, para hacer una lectura crítica del contexto.
Para ello se recurrió a ciencias de la educación como la psicología, la pedagogía y la sociología.
28
La investigación propone una mirada novedosa en el contexto colombiano respecto a la
temática tratada en la medida que, partiendo de referentes teóricos puntuales, elabora una
metodología propia tanto para el diagnóstico de las condiciones de los estudiantes como para el
diseño de la propuesta. Si bien, en relación al método del diagnóstico, en Colombia se han
elaborado guías y se han redactado investigaciones a partir de métodos como la Escala de
Autoestima de Rosemberg, la escala Global Well-Being Inventory, el APGAR Familiar, la
Encuesta de Clima Escolar y Victimización de la SED, la Escala Abreviada del Cuestionario de
Intimidación Escolar CIE-A, y desde corrientes como la etnografía; la utilización del test TMMS-
24 no se encuentra generalizado.
Aunque no se trate de una técnica generalizada, el presente trabajo hizo énfasis en la
utilización del TMMS-24 por el valor agregado que este aporta a la investigación, pues se trata de
una herramienta que busca medir el grado de conocimiento de los estados emocionales del sujeto
a través de tres componentes: la percepción emocional, la comprensión de sentimientos y la
regulación emocional. Por tal motivo se considera que, en relación a las estrategias de medición
para el diagnóstico, la presente investigación se presenta como un aporte novedoso para
comprender, en el contexto colombiano, cómo funcionarían estos parámetros de medida. Así
mismo, los datos obtenidos a través de la aplicación del instrumento permitió reconocer una
diferencia en términos de género, de los resultado obtenidos, lo que representa un resultado
novedoso en relación a las investigaciones consultadas que han implementado esta técnica.
Respecto al diseño de la propuesta didáctica, la presente investigación buscó plantear unas
bases que sirvan de apoyo para la implementación y diseño de futuras propuestas. Las
investigaciones consultadas para la presente investigación han mostrado que varios autores en
Colombia han implementado, de manera consciente o no, algunas de las técnicas que en ella se
29
exponen, por ejemplo: el diálogo de saberes, la educación para la paz, la educación en valores, la
ética del cuidado (Muñoz, Rodríguez y Gómez, 2014), la resiliencia (Uribe, 2015), la inteligencia
emocional (Pérez, 2016 y Castro, 2014), la regulación emocional (Castro, 2014), entre otros. Sin
embargo, no se hallaron investigaciones que tuvieran como base teórica y práctica la
implementación de las herramientas puntuales de la inteligencia interpersonal para de desarrollo y
fortalecimiento de la convivencia escolar, es por este motivo que la presente investigación se
presenta como un referente para futuras investigaciones que busquen comprender la manera como
las tesis de esta teoría pueden ser aplicadas al contexto colombiano.
Por último, los aportes que se realizan desde el presente estudio a la labor docente y a la
educación son altamente significativos ya que facilita los procesos de enseñanza - aprendizaje,
proporciona una estrategia didáctica que fortalece la convivencia escolar y aborda una
problemática actual que afecta los intereses del nivel central (Ministerio de Educación) y de las
instituciones educativas de formar en y para la convivencia.
30
CAPITULO II - ANTECEDENTES TEÓRICOS.
Para la construcción de los antecedentes teóricos de la presente investigación, se realizó
una revisión documental de los procesos investigativos previos, para lo cual se utilizaron diferentes
bases de datos especializadas, revistas indexadas como la Revista Mexicana de Investigación
Educativa, la Revista Complutense de Educación, la Revista Internacional para la Justicia Social,
entre otras, así como consultas en los repositorios de universidad nacionales e internacionales de
tesis de maestría y doctorado. Los textos consultados se inscriben en el ámbito educativo y hacen
énfasis en la inteligencia interpersonal y emocional, la convivencia, el acoso escolar y violencia
en la escuela entre otros temas. Otras investigaciones centraron su atención en procesos de
intervención generando propuestas pedagógicas, así como en proyectos para el desarrollo de
políticas de mediación y resolución de conflictos. Los antecedentes aquí expuestos fueron llevados
a cabo en diferentes países de Europa, Latinoamérica y Colombia. A continuación, se presentan
algunos de los ejercicios investigativos que se consideran más relevantes para la presente
investigación. En un primer momento se dará cuenta de aquellas que son de carácter internacional,
para continuar con las de carácter nacional.
La investigación realizada por Abramovay (2005) quien llevó a cabo un estudio titulado:
Victimización en las escuelas: ambiente escolar, robos y agresiones físicas. En dicha investigación
se pretendió captar y analizar las diferentes modalidades de violencia que se presentan en la
escuela. Para ello, la autora eligió cinco ciudades capitales de Brasil (Belem, Salvador, Río de
Janeiro, San Pablo, Porto Alegre y Distrito Federal) en las cuales se aplicaron cuestionarios a
alumnos, profesores y demás funcionarios de 113 instituciones, así como entrevistas y grupos
focales.
31
De acuerdo con Abramovay (2005), la escuela se ha tornado en un escenario de violencia
en el cual se enfrentan todos los actores que componen la dinámica escolar. El origen de esta
situación, según la autora, tiene que ver con las formas en que están estructurados los
establecimientos educativos. Esto sin desconocer que dinámicas externas, también tienen un alto
nivel de incidencia. En las escuelas objeto de investigación, se evidenció que son pocas las
instancias de diálogo y mediación promovidas por las mismas. Esto hace que dirigentes y
profesores adopten una postura de omisión frente a las situaciones de violencia e incluso las
naturalicen. Esto desencadena en los estudiantes sensaciones de inseguridad, abandono e
impunidad.
De forma similar Cid y otros, realizan en el año 2008 la investigación titulada: Agresión y
violencia en la escuela como factor de riesgo del aprendizaje escolar, en donde realizaron una
revisión bibliográfica acerca de los factores y elementos que dan origen a la agresión y violencia
entre los escolares. Además, identificaron algunas intervenciones que se han llevado a cabo para
prevenir y tratar estas conductas, y los resultados obtenidos. Al término de esta investigación se
concluyó que existen conflictos y conductas agresivas y violentas en los niños que asisten a
establecimientos educacionales básicos, afectando las relaciones interpersonales y por ende el
ambiente escolar. Este fenómeno se asocia a diversos factores tanto del niño, como de su familia,
de su entorno escolar y social.
Según los autores, para actuar frente a este problema, es necesaria la participación de la
comunidad escolar. Por eso, se deben establecer normas de respeto y convivencia en las
instituciones, en las que se involucre a la comunidad en su totalidad. Dicen los autores:
“alumnos/as, profesores/as, apoderados/ as, directivos/as, administrativos/as y personal de salud
32
escolar.” (Cid y otros, 2008, p: 28) deben ser partícipes de la construcción de soluciones
consensuadas que permitan su participación en la erradicación de la violencia escolar.
Por otro lado, en Madrid, España, los investigadores Gómez y Barrios en 2009, realizaron
un estudio titulado: De la violencia a la convivencia en la escuela: El camino que muestran los
estudios más recientes, en la cual realizaron una revisión sobre las aportaciones teóricas más
recientes acerca de la violencia escolar y la convivencia. En dicha investigación se concluye que
la convivencia en las escuelas es una realidad compleja, y las intervenciones para su solución
deben partir de esta dificultad inicial. Es decir, se debe hacer un análisis de los contextos
particulares de cada grupo, para de acuerdo con sus características específicas, plantear las medidas
adecuadas. Además, se plantea que la causa del fenómeno de la Violencia Escolar no se puede
atribuir únicamente a los agresores y/o víctimas. Esto debido a que, con esta visión, se deja de lado
a aquellos actores que, sin participar directamente de la agresión, son testigos de ellas de manera
indiferente contribuyendo así al daño de la víctima.
Por su parte, Potocnjak, Berger y Tomicic en el 2011, trabajan en Una aproximación
relacional a la violencia escolar entre pares en adolescentes chilenos: perspectiva adolescente de
los factores intervinientes. Esta investigación, tuvo como objetivo abordar la violencia escolar
desde la perspectiva de los adolescentes, para identificar los factores intervinientes en su
emergencia. Este estudio utilizó una metodología cualitativa exploratoria, enmarcada en la
Grounded Theory o Teoría Fundada, para lo cual se realizaron entrevistas individuales y grupales
a una muestra intencionada de 28 estudiantes de 11 a 14 años ubicados en tres colegios de Chile.
Entre las principales conclusiones se evidencia un distanciamiento entre las lógicas adultas y las
necesidades socio-afectivas de los estudiantes, lo que favorece la emergencia de actitudes violentas
en el entorno escolar. Además, para los autores, las dinámicas de pares pueden sostener, potenciar
33
o inhibir la violencia. Esto si se consideran elementos como el posicionamiento social y las
jerarquías internas de la ecología social.
En el análisis relacional de este estudio, se destaca la demanda adolescente por estructura,
contención y orientación. Debido a que el sistema adulto no satisface de manera adecuada estas
necesidades, la violencia emerge para cumplir la función de llamar la atención de los adultos, para
llenar el espacio de apego social y emocional.
En 2013, la investigación titulada: La competencia de ayuda entre iguales para evitar la
agresión en la escuela, realizada en Madrid, España, por De la Caba y López, buscó abordar la
relación entre la competencia de ayuda y las estrategias de afrontamiento de los jóvenes ante
situaciones de agresión entre iguales. Esto, con dos objetivos fundamentales. En primer lugar,
explorar la forma en que estudiantes de 10 a 14 años perciben la responsabilidad de ayuda entre
iguales dentro de la escuela. En segundo lugar, analizar la relación entre responsabilidades y su
respuesta ante diferentes tipos de agresión.
Para lograr dichos objetivos, los autores aplicaron dos cuestionarios a los jóvenes: el AD
HOC para evaluar responsabilidades hacia los otros y uno situacional con cinco opciones de
respuesta ante diferentes agresiones (pasiva, reciprocidad negativa, asertividad, búsqueda de ayuda
y otras). Los resultados, fueron analizados con el paquete estadístico SPSS (ANOVAS), y
arrojaron que se ayuda menos a inmigrantes, compañeros nuevos o con discapacidad. Además,
destacaron diferencias significativas por edad y género. Las mujeres puntuaron más alto que los
hombres en todas las responsabilidades analizadas. Igualmente, se halló un aumento de las
estrategias de afrontamiento negativo en los cursos superiores, especialmente entre chicos. Por
34
otro lado, los estudiantes que puntuaron más en responsabilidades hacia los iguales eligieron
estrategias de afrontamiento más positivas.
En 2014, en Guadalajara, México, se realizó la investigación Cambios en la percepción de
la violencia y el comportamiento agresivo entre niños a partir de un programa de habilidades
socioemocionales, a cargo de Murrieta y otros, quienes buscaban medir el cambio en la frecuencia
de victimización, comportamiento agresivo y comportamiento positivo de algunos niños, después
de participar en el programa “Comunidades amigas de la infancia”, que tiene como meta la
prevención de la violencia a través del desarrollo de habilidades socioemocionales y de los
derechos humanos (Murrieta y otros, 2011). Luego de la intervención, las autoras concluyen
llamando la atención sobre el costo social de la violencia escolar y la importancia de no ignorarlo.
De acuerdo con esto, el reconocimiento y aumento de este tipo de violencia en los últimos años,
ha aumentado la necesidad de identificar aquellos factores que favorecen la violencia en las
escuelas y los mejores mecanismos para prevenirla e intervenirla.
Para Murrieta y otros (2011) se ha vuelto esencial la formulación de programas preventivos
que ayuden a disminuir la victimización y la agresión; al igual que el seguimiento y la evaluación
de dichas estrategias. Así mismo, se evidenciaron cambios en la percepción de la violencia de la
cual son objeto los menores y un aumento en el reconocimiento de la agresión que ejercen hacia
los compañeros en niños que inicialmente informaron no ser agresivos o que obtuvieron una
puntuación baja en los niveles de agresión.
De la misma forma, aquellos niños que tienden a ser agresores mostraron una disminución
significativa en la agresión, tanto directa como relacional, ejercida hacia sus iguales. Estos
resultados sugieren que el programa “Comunidades amigas de la infancia” ayuda a disminuir la
35
normalización de la violencia en los niños, así como los comportamientos agresivos. Además,
permite analizar la importancia de este tipo de programas en todas las instituciones educativas.
Ahora bien, en el trabajo de investigación de Ramírez titulado Convivencia escolar en
instituciones de educación secundaria: un estudio transcultural desde la perspectiva estudiantil
realizado en Madrid, España en el año 2015, correspondiente a una tesis doctoral, se encontró que
el investigador oriento su trabajo a analizar la convivencia en centros escolares en los países de
Argentina, España, México y Puerto Rico, desde la perspectiva de las comunidades estudiantiles,
con el fin de conocer sus diferencias, similitudes e identificar perfiles.
Los resultados que se obtuvieron a través de los análisis indicaron que de forma general los
estudiantes valoran positivamente la convivencia en sus respectivos colegios y que se encuentran
más agresiones en los estudiantes mexicanos y puerto riqueños que en los de los otros países. Así
mismo, esta investigación concluyó en que la misión de los centros escolares es promover el
desarrollo de los estudiantes en aspectos cognoscitivos, sociales, emocionales y culturales para su
futura incorporación a la sociedad. Por consiguiente, debe ser una prioridad que los
establecimientos escolares no sólo se concentren en los asuntos académicos de los estudiantes,
sino que presten la misma atención a las situaciones correspondientes a las interacciones
personales y cómo estas pueden interferir, a corto, mediano o largo plazo, en el marco social del
individuo (Jares, 2001).
En México, durante el 2015 los autores: Gutiérrez y Pérez, llevaron a cabo una
investigación documental titulada: Estrategias para generar la convivencia escolar, la cual tenía
como fin proporcionar a la comunidad escolar las herramientas necesarias para promover, en los
alumnos de Educación Secundaria una convivencia sana, así como la capacidad de comunicación
36
y resolución no violenta de conflictos. Esta investigación propone una serie de estrategias que
permiten crear ambientes de paz en el contexto educativo. Además, los autores concluyen
afirmando que el fomentar valores universales compartidos es una finalidad educativa que supone
el aprendizaje de una ciudadanía capaz de manejar situaciones difíciles e inciertas desde la
autonomía y la responsabilidad individual. Responsabilidad, por otro lado, unida al
reconocimiento del valor, del compromiso cívico, de la asociación con los demás para resolver los
problemas y trabajar por una comunidad justa, pacífica y democrática.
En este mismo orden, el trabajo Inteligencia emocional y conducta social en estudiantes
del quinto año de secundaria de una institución educativa realizado por Fernández en el año 2015,
específicamente en Trujillo, Perú, da cuenta de un estudio realizado con el fin de determinar la
relación entre la Inteligencia Emocional y la Conducta Social en unos estudiantes de quinto año
de secundaria. Su naturaleza investigativa es de carácter Descriptivo – Correlacional, en una
población de 116 sujetos (87 varones y 29 mujeres), comprendidos entre los 15 y 17 años de edad.
Se empleó el Inventario de Bar-On ICE – NA y la Batería de Socialización (BAS - 3).
Los resultados indican que la auto y heteroaceptación del mundo emocional, así como el
manejo de estrés, adaptabilidad y el ánimo general guardan relación significativa directa con las
escalas de consideración con los demás y su liderazgo, además de una correlación directa y
altamente significativa con la capacidad de autocontrol en las relaciones sociales. Por otro lado, se
aprecia una correlación inversa con las áreas retraimiento social y ansiedad social/timidez, de
carácter significativo y altamente significativo, respectivamente. Se recomienda promover el
desarrollo de programas focalizados en fortalecer el autoconocimiento y el manejo emocional, así
como comportamientos socialmente integradores y adaptativos.
37
Otro trabajo que aporta elementos a esta investigación es el trabajo de Pinedo, titulado La
Inteligencia Emocional en los Estudiantes del primer grado de Educación Secundaria de la
Institución Educativa Almirante Miguel Grau Seminario del Centro Poblado de Almirante Grau,
distrito de Bajo Biavo, Provincia de Bellavista, Región San Martin realizado en Picota, Perú en el
año 2017, se trata de un estudio de nivel no experimental con un diseño descriptivo simple, para
lo que se utilizó como instrumento el test: TMMS – 24.
Los resultados obtenidos en esta investigación impulsan la motivación para desarrollar
investigaciones con la variable inteligencia emocional y/o interpersonal pues resulta muy
importante afianzar las dimensiones trabajadas con el propósito de que permanezcan en todo el
proceso del desarrollo académico y convivencial de la educación. A su vez en este trabajo se logró
comprobar una vez más la efectividad del instrumento Test – TMM-24 que permite medir la
inteligencia emocional de los adolescentes en edad escolar, y que es utilizado también en la
presente investigación.
Hasta este punto resulta evidente que desde el panorama internacional la convivencia
escolar es un tema que también les preocupa, investigar sobre ella y las diferentes alternativas para
abordarla es de interés para ellos. A continuación, se presentan los trabajos investigativos de
carácter nacional que para el presente estudio resultan ser relevantes debido a la posible similitud
con el contexto que se aborda en este documento:
En 2013, los autores López de Mesa y otros, publicaron el artículo titulado: Factores
asociados a la convivencia escolar en adolescentes, en donde presentaron los resultados y
reflexiones de una investigación anterior, realizada en 2011, la cual pretendió evaluar la
convivencia escolar, en 9 instituciones educativas de 5 municipios de Cundinamarca, a través de
38
un estudio descriptivo y transversal. En dicho estudio se elaboró un diagnóstico sobre la
convivencia escolar, en dos de los colegios seleccionados. Para ellos se usó el modelo educativo
Precede Proceed en el cual se plantea la realización de un diagnóstico psicosocial para luego
diseñar e implementar estrategias de intervención, seguimiento y evaluación a corto, mediano o
largo plazo (López de Mesa y otros, 2013).
Para los sujetos investigados, el aula de clase es el lugar donde se producen con mayor
frecuencia las agresiones. Además, en la solución de los conflictos en general, intervienen amigos
y familia. Los profesores, por su parte, manifestaron que no evidencian el apoyo de los padres
hacia los estudiantes cuando estos atraviesan por situaciones de vulnerabilidad. Para los autores,
las situaciones de violencia son independientes del tipo de establecimiento, edad, estrato y
procedencia familiar de los sujetos.
De esta investigación se considera importante destacar el uso de diferentes instrumentos
para medir la violencia escolar como lo son: La Escala de Autoestima de Rosemberg (EAR), la
escala Global Well-Being Inventory (GWBI), el APGAR Familiar, entre otros; los cuales sirvieron
de insumo para la construcción de los dos cuestionarios que se aplicaron en la investigación y se
dirigieron tanto a estudiantes como a profesores. Al retomar elementos de varios instrumentos los
investigadores lograron obtener una visión más holística del problema a investigar.
En 2014, Muñoz, Rodríguez y Gómez realizaron la investigación titulada: Análisis de las
prácticas educativas que favorecen la convivencia escolar. Un estudio de caso. En donde se buscó
hacer un análisis de las prácticas educativas que favorecen la convivencia escolar en la institución
educativa Gimnasio Monseñor Manuel María Camargo. Dicha institución, fue seleccionada por
tener un programa de fortalecimiento de la convivencia escolar en el que se presta especial atención
39
a la prevención de la intimidación escolar. El programa, se encontraba sistematizado y llevaba dos
años de implementación. Además de estar incluido en el Proyecto Educativo Institucional (PEI).
Esto, para identificar aquellos aprendizajes significativos que posibilitan asumir la convivencia
escolar desde la corresponsabilidad y el empoderamiento de los diferentes actores sociales. En esta
investigación, se concluye que a través del diálogo de saberes se puede asumir el conflicto y otros
problemas de la convivencia escolar como una oportunidad de reconocimiento de la diferencia y
el fortalecimiento de los valores, tales como la tolerancia, el respeto y la solidaridad entre otros
(Muñoz, Rodríguez y Gómez, 2014). El estudio además sugiere algunas prácticas educativas que
se pueden implementar en colegios oficiales y privados previa contextualización de la Comunidad
Educativa en la que se va a intervenir, como lo son: la educación para la paz, la comunidad escolar
justa, la educación en valores y ética del cuidado.
El trabajo La convivencia escolar desde la perspectiva de la resiliencia: un apoyo a la
gestión educativa, realizado por Uribe en el año 2015, da cuenta de una investigación cualitativa
en la que se pretende Identificar los procesos de gestión escolar asociados a la resiliencia
desarrollados en la Institución Educativa Compartir Suba sede primaria y que a su vez promuevan
la convivencia escolar. Para ello, la recolección de información se realizó mediante las
observaciones directas y entrevistas semi estructuradas.
Luego de analizar los datos obtenidos la autora concluye en que la sana convivencia escolar
puede llegar a darse cuando se cree conciencia de la resiliencia a nivel de la comunidad educativa;
entendiendo que en la escuela se forman sujetos en un contexto democrático, y que se educan
ciudadanos participativos que valoren a los otros, entonces esta formación debe darse desde la
convivencia desarrollando un proceso desde que el niño entra en la institución hasta que salga.
Evidentemente la resiliencia hace parte de la inteligencia emocional e interpersonal.
40
En 2015, las autoras Bolaños y Roa publicaron la investigación Análisis de la convivencia
escolar en dos instituciones educativas de la ciudad de Bogotá, desde la política pública contenida
en la ley 1620 de 2013 la cual, se llevó a cabo bajo un diseño cualitativo con un enfoque de estudio
de Caso, en dos instituciones educativas de la ciudad de Bogotá: el Colegio Nueva Alianza
Integral, institución de carácter privado y el IED Manuelita Sáenz, institución de carácter estatal.
Dicha investigación, pretendió analizar el desarrollo de su convivencia escolar desde la política
pública contenida en la ley 1620 de 2013. Valiéndose de la aplicación de entrevistas
semiestructuradas, así como el análisis documental de la Ley mencionada, los PEI’s y Manuales
de Convivencia de las instituciones educativas.
Se concluyó con que las políticas públicas en educación están formuladas de manera
general, por lo que es recomendable que su implementación se haga de manera contextualizada en
cada ambiente escolar, atendiendo a necesidades e intereses particulares. De igual manera la
ejecución de proyectos debe responder no solo a la pertinencia, sino además a la transversalidad
para así garantizar la inclusión de toda la comunidad educativa.
La investigación titulada: Propuesta para gestionar los conflictos escolares y promover el
liderazgo a partir del conocimiento de la inteligencia emocional, llevada a cabo en 2016 por la
investigadora Pérez. Toma especial importancia para el presente estudio debido a que retoma la
teoría de las inteligencias múltiples planteada por Howard Gardner (1993) como categoría de
análisis. Esto con el objetivo de desarrollar una estrategia para la resolución de conflictos escolares
que permitiera fortalecer la formación de estudiantes líderes.
Tuvo como población de investigación a los alumnos y docentes de la Institución Educativa
Distrital Integrado la Calera sede Rural Buenos Aires. Esta fue una investigación de carácter
41
cualitativa, siendo un estudio de caso descriptivo, a los estudiantes, se les aplicó un cuestionario y
se realizaron entrevistas tanto a docentes como algunos estudiantes, además se usó el diario de
campo como instrumento de recolección de información. Estas técnicas e instrumentos buscaban
identificar la concepción de conflicto de estudiantes, docentes y padres de familia, así como las
estrategias utilizadas por los mismos, para la resolución de conflictos.
Dicha investigación, concluyó que, para trabajar la resolución asertiva de conflictos, se
requiere del fortalecimiento afectivo y emocional de niños y niñas. Así como del respeto mutuo y
de la cooperación e interrelación entre alumnos, docentes y familias de la institución. Además, se
plantea que la escuela debe tener la prioridad del desarrollo integral de sus estudiantes, más que
cumplir con un currículo que en ocasiones está lejos de la realidad que se vive al interior de las
escuelas rurales. Por esto, es importante promover la comunicación en las relaciones
interpersonales, recalcando el trabajo colaborativo y facilitar la interrelación entre la comunidad
educativa.
La investigación titulada: Inteligencia Emocional y violencia escolar Estudio de caso:
Estudiantes de ciclo tres de la Institución Educativa Distrital (IED) Altamira Sur Oriental.
Realizada por Castro en 2014, consiste en un estudio, que al igual que la realizada por Pérez (2016),
retoma la teoría de Gardner (1993). Esta es una investigación acerca del estado actual de la
Inteligencia Emocional y la Violencia Escolar en la Institución Educativa Distrital Altamira Sur
Oriental. El estudio es descriptivo, de enfoque cualitativo, con una muestra de 249 estudiantes
ciclo tres (quinto, sexto y séptimo).
Se destaca también el uso de cuestionarios especializados para la recolección de
información como lo son: La Escala de Inteligencia Emocional TMMS-24, una Encuesta de Clima
42
Escolar y Victimización de la Secretaría de Educación Distrital y la Escala Abreviada del
Cuestionario de Intimidación Escolar CIE-A. Según la autora, los resultados obtenidos revelan
que el factor de Regulación Emocional, en los estudiantes debe aumentar, pues se encuentra por
debajo del valor estimado. Además, propone una estrategia pedagógica adaptada basada en
talleres, enfocados al fortalecimiento de la Inteligencia Emocional, como factor protector de la
Violencia Escolar.
Más recientemente, en el año 2017, los investigadores Cabrales y otros, realizaron en
Barranquilla el estudio titulado Problemáticas de convivencia escolar en las instituciones
educativas del caribe colombiano: Análisis desde la pedagogía social para la cultura de paz. Se
trata de un diagnóstico de las problemáticas socioeducativas principales de convivencia escolar a
fin de generar propuestas de acción para una cultura de paz. Por tal razón es una investigación de
corte descriptivo, con una muestra seleccionada por conglomerado bietápico (se usa cuando la
población es muy grande) de 209 directivos y docentes que permitió conocer las principales
situaciones problemáticas en las instituciones educativas.
Se establecieron cuatro grandes categorías: riesgo familiar, problemáticas macro
estructurales, violencia entre pares y problemática de drogas. Luego de analizar los resultados
obtenidos se concluye que estas problemáticas influyen en la convivencia escolar y que la
pedagogía social es la alternativa para el proceso paulatino de transformación, que a su vez
contribuye a la generación de una cultura de paz.
Finalmente Salas en el año 2017 realiza el trabajo titulado Propuesta para la
implementación y fortalecimiento de las prácticas pedagógicas exitosas que median en la
convivencia escolar del Colegio distrital Sagrado Corazón de Jesús, en la sede nº 1, zona
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Cachacal – Barranquilla. Con esta investigación la autora concibe la convivencia y su relación
con las prácticas pedagógicas, como un proceso de interrelación entre los miembros de un plantel
escolar, la cual incide de manera significativa en el desarrollo ético, socio efectivo e intelectual del
alumnado y de las relaciones que establecen entre sí, con el personal docente y directivo, donde se
propicia un espacio en el que emergen procesos de interacción y reflexión en torno a problemas,
saberes y cuestionamientos, como elementos que promueven las dinámicas sociales y
transformadoras del acontecer diario en el que participan maestro en el encuentro con los
estudiantes y la comunidad dentro de un contexto socio cultural.
Corresponde entonces este trabajo a un estudio de corte cualitativo en el cual se empleó la
etnografía como mecanismo para obtener y recolectar la información necesaria y así poder diseñar
una propuesta de prácticas pedagógicas exitosas orientadas a la inteligencia emocional en las que
se fortalezca la convivencia escolar, de ahí que la principal recomendación que hace la autora sea
la implementación de la propuesta pedagógica Inteligencia emocional en la práctica pedagógica.
En este marco, se podría formar y concientizar al profesorado en la implementación de prácticas
pedagógicas reflexivas a través de la capacitación, para generar transformaciones al interior de los
procesos de enseñanza- aprendizaje dentro y fuera de la escuela con el apoyo de la familia.
Luego de la revisión de las investigaciones anteriormente expuestas, se puede concluir que
la cuestión de la Convivencia y las agresiones en el ámbito escolar es, aún hoy, un tema vigente.
Esto debido a que se presenta en la mayoría de las instituciones educativas, tanto a nivel nacional
como internacional, y lo hace un tema de particular interés para investigadores y docentes de
diferentes disciplinas.
44
Además, los estudios demuestran la importancia de identificar en cada uno de los contextos,
las dinámicas centrales y cambiantes de la vida escolar. Por ello, se puede concluir que los análisis
respecto a la convivencia y violencia escolar deben ser de carácter holístico. Análisis en donde se
les confiera la misma importancia a todos los actores de la escuela (alumnos, profesores,
administrativos, funcionarios y familiares). Llama la atención dicha postura, pues se aleja de una
perspectiva en la cual solo se atribuye la causa de la violencia escolar, a las pautas de crianza de
los estudiantes, como si estos fueran los únicos involucrados en las dinámicas de violencia.
Entonces, se hace necesario comprender y analizar las dinámicas relacionales de los estudiantes y
demás actores, para poder activar mecanismos de prevención y promoción en los escenarios
escolares.
Así mismo, en el análisis de estas investigaciones se puede observar que este fenómeno
social ha llamado la atención de los distintos gobiernos, pues estos han creado e implementado
políticas públicas para la prevención de la violencia escolar en los establecimientos educativos.
Por ejemplo, en Colombia fue sancionada Ley 1620 del 15 de marzo de (2013). “Por la cual se
crea el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y formación para el ejercicio de los derechos
humanos, la educación para la sexualidad y la prevención y mitigación de la violencia escolar”.
Esta Ley pretende desde una perspectiva de política pública hacer frente a las problemáticas que
suponen una mala convivencia y las dinámicas violentas en el ámbito escolar colombiano.
A su vez, es constante en los trabajos consultados la conclusión de que formar a los
estudiantes en el manejo de sus emociones traerá consigo cambios altamente positivos en el ámbito
escolar, lo anterior porque los seres humanos están llamados a socializar en todos los escenarios
en que se desenvuelven y dependerá de la habilidad y efectividad con que maneje sus emociones
que dichas relaciones sean empáticas o que por el contrario generen conflictos sociales.
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En esta revisión se encontraron diversas propuestas didácticas que permiten mejorar las
prácticas de convivencia a través de la potenciación de elementos de la inteligencia interpersonal
tales como la resiliencia, el manejo de emociones, el liderazgo y demás aspectos que propenden el
desarrollo de la inteligencia y que como consecuencia mejorara las dinámicas relacionales de los
estudiantes y a su vez la convivencia del aula y establecimiento educativo.
Otro elemento relevante de esta revisión documental da cuenta del uso de diversos
instrumentos y cuestionarios para la recolección de información, los cuales se convierten en un
elemento de gran utilidad a la hora de analizar las características particulares de cada uno de los
sujetos investigados. Para finalizar, es importante recalcar el uso de la teoría de las Inteligencias
múltiples de Gardner (1993), junto con otras teorías que, como se podrá observar más adelante,
resultan de vital importancia para el desarrollo de la presente investigación.
Otra característica constante en esta revisión, fue el tipo de investigación descriptivo,
puesto que es reiterativo que es necesario analizar cada contexto para comprenderlo en sus
particularidades y poder usar herramientas de promoción, prevención e intervención adecuadas.
Igualmente se evidencian investigaciones con metodologías cualitativas, cuantitativas y mixtas
con tipos de estudio descriptivos, de estudios de caso, etnografía y discurso, para las cuales el uso
de instrumentos de recolección de información más utilizado fue el cuestionario, escalas liker, la
observación y el grupo focal. Esto permite interpretar que el fenómeno de la educación emocional
y la convivencia escolar puede ser abordado desde diferentes métodos y enfoques, que dependerán
del contexto y de los intereses del investigador.
De otro lado, la mayoría de los resultados obtenidos en estas investigaciones dan cuenta de
la necesidad de promover programas, propuestas, planes y demás estrategias focalizadas que
46
permitan fortalecer al estudiante en su inteligencia interpersonal para el desarrollo de habilidades
socio-emocionales que le permitan interactuar con los demás de manera acertada y constructiva.
Igualmente, la reflexión constante es que la misionalidad de los planteles educativos no debe
basarse únicamente en los planes de estudio sino también promover el desarrollo del estudiante en
todas sus dimensiones como ser humano para que cuando sea entregado a su cotidianidad en la
sociedad sea una persona competente en todos los aspectos de su vida.
Teniendo como base estos antecedentes que reafirmar la importancia y necesidad de este
trabajo investigativo, se continuó con la construcción del marco teórico que soportó esta
investigación.
47
CAPITULO III - MARCO TEÓRICO.
En este apartado se abordaron los conceptos y planteamientos teóricos desde los cuales es
visto el fenómeno de investigación. Además, se identificaron algunas categorías conceptuales
emanadas del mismo planteamiento del problema y de los objetivos de investigación, las cuales se
consideran de sumo interés.
El presente marco teórico giró alrededor de dos conceptos generales: la convivencia escolar
y la inteligencia interpersonal. En primer lugar, se establecieron las distintas acepciones que ha
tenido la noción de convivencia en los últimos años, haciendo énfasis en los diferentes enfoques
desde los cuales puede ser comprendida, para luego relacionar los conceptos en el contexto
particular de los ambientes escolares. Luego, se describieron algunas de sus formas de
representación: agresión, conflicto e intimidación escolar. Respecto al segundo concepto, se
comenzó presentando el concepto de inteligencia, para luego relacionarlo con los tipos
establecidos por Gardner en la década de los noventa: la inteligencia interpersonal. Se analizó esta
categoría para definir lo que significa educar en inteligencia interpersonal y finalmente, se expone
una caracterización de la misma.
En un apartado final, se presentó el contexto institucional del Colegio San Francisco de
Asís. En primer lugar, se expone una breve información sobre la historia de la institución y los
diferentes enfoques asumidos por las diferentes administraciones, posteriormente se presentaron
las condiciones socioeconómicas del contexto geográfico en el que se ubica la localidad de Los
Mártires y la influencia de este en la institución. Finalmente, y con base a lo expuesto
48
anteriormente, se muestran los principios de convivencia de la institución y los objetivos
planteados en el PEI en relación con el clima escolar.
3.1. La noción de Convivencia.
La noción de convivencia se ha convertido en uno de los elementos de discusión
fundamentales de la teoría pedagógica contemporánea, pues, en sentido estricto, los entornos
escolares solo hacen posible el aprendizaje cuando los mismos están diseñados como espacios en
los cuales la convivencia permite las interacciones pacíficas entres los sujetos.
Como afirma Rodríguez (2006) “el aprender a convivir en un marco de reglas determinadas
es una de las funciones asignadas a la educación, tanto en los marcos familiares como en los
sistemas educativos formales” (p. 11) Entonces la convivencia es una manera de socializar con
otros, a la que el ser humano se enfrenta a diario y con la cual descubrirá el arte de empatizar y
compartir criterios con los demás de acuerdo con el contexto en el que se desarrolla. Convivir se
aprende en cada espacio en que se comparte la vida con otros y se enseña principalmente a través
de la práctica misma. Es ineludible enseñar a convivir, debido a que estamos siempre inmersos
dentro de un grupo o comunidad, sea esta laboral, escolar, familiar, etc.
Etimológicamente, el término convivencia proviene de conviviere, que significa vivir en
compañía de otros, cohabitar. Esta definición se asemeja a la que, tradicionalmente, se le ha dado
a la palabra convivencia en el ámbito popular, la cual no solo se hace referencia a “compartir una
vivienda o lugar físico, sino al reconocimiento de que los que comparten, por distintas razones,
escenarios y actividades, deben intentar compartir también un sistema de convenciones y normas
en orden a que la vida conjunta sea lo mejor posible o, al menos, no haya grandes conflictos”
(Ortega, 2006, p: 8)
49
En este sentido, Mesa (2015) citando la definición de Bayona y Figueroa (2005), agrega
que además de esta definición etimológica es necesario incluir las relaciones que se tejen dentro
del ejercicio de cohabitar “la convivencia es un resultado o una atmósfera construida por la
interacción social que puede caracterizarse por ser pacífica o violenta, según cual sea la vía a la
que se acuda para resolver o transformar los conflictos surgidos en el marco de dicha interacción”
(p. 132)
Por otro lado, desde una perspectiva más jurídica, se considera que la convivencia tiene
que ver con el respeto de los derechos humanos de cada uno de los miembros de una sociedad sin
ningún tipo de distinción. Para Ortega (2006) sin importar desde que perspectiva se analice la
noción de la convivencia siempre se incluye el implícito del bien común, el cual es conveniente
respetar para favorecer la resolución de conflictos de forma dialogada, justa y espontánea.
Desde una perspectiva psicológica, la noción de convivencia permite:
un análisis sobre los sentimientos y las emociones que se exigen para relacionarse bien
con los demás. (…) sentimientos de empatía emocional y cognitiva, que se adquieren
cuando el aprendizaje y el desarrollo siguen ciertas pautas sociales de apegos, reciprocidad
afectiva y elaboración de criterios morales sólidos. (Ortega, 2006, p: 8-9)
De acuerdo con lo anterior, la convivencia está relacionada con la capacidad que tiene el
hombre para establecer relaciones fundamentadas en valores sociales como la tolerancia, la
solidaridad, el cooperativismo y el respeto hacia los demás. De no ser así, se fomentan fenómenos
de agresión y violencia. Estas relaciones se basan en parámetros éticos, sociales, normativos y en
las facultades y habilidades individuales para interactuar armónicamente con el otro. Por eso es
preciso que se promuevan valores tales como la: honestidad, luchar por los sueños, manejo de las
50
emociones, solidaridad, solución de conflictos, trabajo en grupo y tolerancia. Todo esto hace
pensar en la importancia de que las instituciones educativas, incentiven la práctica de ponerse en
los zapatos del otro, para mitigar los fenómenos de violencia (Ministerio de Educación Nacional,
2001).
Para finalizar, es importante hacer referencia al texto de Mesa (2015) en el cual el autor
realiza un recorrido teórico por las principales acepciones del concepto en los últimos años y su
respectiva relación con otros atributos, especialmente con la noción de violencia. Para Mesa (2015)
son muchas las definiciones que se han dado al concepto en los últimos años y desde perspectivas
muy diferentes, sin embargo, ninguna de estas definiciones supone un cambio radical en la esencia
de la noción. Para exponer dichas definiciones elabora una tabla comparativa, donde muestra los
autores que han abordado el concepto y el atributo sobre el cual hacen énfasis.
51
Tabla 3. Principales atributos de las definiciones del concepto de convivencia.
ATRIBUTO
FUENTE
Exclusión de la violencia de las relaciones
sociales
(PNUD, 2008)
(Gallardo, 2009, citado por Carbajal 2013)
(Ray, 2005, citado por Carbajal 2013)
(Giménez, 2005)
(Kriesberg, 2001)
(Berns & Fitzduff, 2010)
(Asesoría de paz de la gobernación de Antioquia &
Programa de las Naciones Unidas para los
Asentamientos Humanos [APGA & ONU Habitat].
S.f.)
(Mockus, 2002)
(Universidad de Antioquia, 2001)
Vida en medio de la diferencia y la diversidad
(PNUD, 2008)
(Giménez, 2005)
(Berns & Fitzduff, 2007)
Respeto
(Kriesberg, 2001)
(APGA & ONU Habitat, s.f.)
(Aldana & Ramires, 2012)
Igualdad
(Kriesberg, 2001)
(Berns & Fitzduff, 2007)
Tolerancia
(Giménez, 2005)
(Kriesberg, 2001)
Normas comunes, reconocimiento y
cumplimiento de ellas
(Giménez, 2005)
(Murraín & Acero, 2012)
Regulación del conflicto (Giménez, 2005)
Existencia de conflictos constructivos
(PNUD, 2008)
Reconocimiento del otro como igual
(Camps, 1995)
Fuente: Mesa (2015).
52
Los atributos descritos por Mesa (2015) son aquellos que, en general se desea practicar,
fomentar y fortalecer en la convivencia, sin embargo, está claro que existen diferentes formas de
convivencia de acuerdo con el contexto en el cual esta tenga lugar porque esto obedece a las
diferentes maneras en que los seres humanos se relacionan, donde resultan condicionantes factores
de tipo social, psicológico e incluso económico. Los modelos de convivencia varían dependiendo
del ámbito específico en el que las personas se encuentren (familiar, laboral, escolar, político, etc.).
En este sentido, la convivencia es una manera de socializar con otros a la que el ser humano se
enfrenta a diario, y en donde debe aprender a compartir criterios con los demás. En otras palabras,
el Convivir se aprende en cada espacio en que se comparte la vida con otros y se enseña
principalmente a través de la práctica misma. Es decir, es ineludible enseñar a convivir, debido a
que estamos siempre inmersos dentro de un grupo o comunidad, sea esta laboral, escolar, familiar,
etc.
En 1996 fue presentado el Informe Delors desde el cual se planteó la necesidad de
“aprender a convivir” como uno de los cuatro objetivos fundamentales de la educación, sin
importar distinción por país o cultura, es decir, se comprende con una necesidad universal. En
España y América Latina ha tenido amplio desarrollo el concepto de “convivencia escolar”, cuya
reflexión ha implicado el abordaje multidisciplinar y desde diversas perspectivas, el cual toma
como un referente clave la manera como los diferentes agentes o actores sociales contribuyen en
la construcción de vida social en la escuela y las aulas. En tanto que la escuela es, junto con el
hogar, uno de los espacios que mayor incidencia tiene en la formación ética y moral de las
personas, el estudio sobre la convivencia escolar aborda los conflictos y las problemáticas que
emergen durante el proceso de formación escolar, desde los primeros años hasta el ingreso a la
educación superior (Rey, Casas y Ortega, 2017).
53
A partir de lo anterior es posible relacionar el concepto de convivencia directamente con el
contexto educativo sobre el cual se fundamenta la presente investigación. Por lo tanto, la
comprensión de la noción de convivencia se hace pertinente como primer paso para establecer un
marco de referencia que permita diseñar una propuesta didáctica integral.
3.2. La convivencia escolar.
La escuela es uno de los principales escenarios de socialización en la vida de una persona,
los aprendizajes que allí se adquieren, sin duda marcan la vida de los sujetos y con ello, sus formas
de interacción. De ahí la importancia de construir escenarios de convivencia armónicos desde la
niñez. En palabras del mismo Jares (2006) “la escuela permite aprender las habilidades, actitudes
y valores de la convivencia democrática, practicándolos y no a través de discursos.” (p. 3) En ese
sentido, el diario vivir en la escuela se constituye como el mejor escenario para el aprendizaje de
la convivencia.
Las escuelas son micro sociedades, y por lo tanto, tienen una estructura y organización
particular, lo que conlleva al establecimiento de normas de convivencia que responden al contexto
específico en el que se dictan. Se puede afirmar entonces que el escenario escolar demanda un
modelo determinado de convivencia y que este modelo, a la vez, se modifica en razón de los
contextos específicos de las diferentes instituciones.
Por lo tanto, al momento de establecer un modelo de convivencia escolar en una institución,
uno de los factores más importantes a revisar, es la cultura escolar la cual varía en razón del
contexto específico de cada institución. Para Gather (2004) este concepto hace referencia a “los
conocimientos socialmente compartidos y transmitidos sobre lo que es y lo que debería ser, [la
escuela] que se transmiten de manera involuntaria e implícita, y se simbolizan a través de actos y
54
productos.” (p. 89). De acuerdo con Banz (2008), la cultura escolar platea formas de convivencia
particulares, las cuales están asociadas a los roles que desempeñan los distintos actores de la
comunidad escolar.
Debido a lo anterior, no se puede establecer un modelo único de convivencia. Por esta
razón, desde la pedagogía se ha investigado y reflexionado frente a la cuestión de la convivencia.
Estableciendo diversas aproximaciones a este concepto, por ejemplo, para el Ministerio de
Educación de Chile la convivencia escolar se entiende como: “la interrelación entre los diferentes
miembros de un establecimiento educacional, que tiene incidencia significativa en el desarrollo
ético, socioafectivo e intelectual de alumnos y alumnas.” (2002, p. 12). De otra parte, el Ministerio
de Educación Nacional de Colombia (MEN), en la Guía 49, diseñada para la convivencia escolar,
afirma que la convivencia "se refiere al conjunto de relaciones que ocurren entre las personas que
hacen parte de la comunidad educativa, el cual debe enfocarse en el logro de los objetivos
educativos y su desarrollo integral (2010, p. 8).
Estas definiciones coinciden con las de autores como Maldonado (2004) para quien la
convivencia “es fruto de las interrelaciones de todos los miembros de la comunidad escolar,
independiente del rol que desempeñen. Por lo tanto la convivencia no es algo estable, sino que es
una construcción colectiva y dinámica, sujeta a modificaciones conforme varían las interrelaciones
de los actores en el tiempo.” (p. 27) Por su parte Banz (2008) llama la atención sobre la
corresponsabilidad que exige el adecuado desarrollo de modelos de convivencia en las
instituciones educativas “niños, jóvenes y adultos son considerados partícipes de la convivencia
adscribiéndoseles derechos y responsabilidades” (p. 1).
55
Se puede identificar, un punto en común entre los autores, todos coinciden en afirmar que
la convivencia requiere necesariamente de la participación de toda la comunidad académica. Sin
excepción. Por lo tanto, no es posible responsabilizar a un solo actor por las problemáticas a nivel
de convivencia que se presentan en el diario vivir en las instituciones educativas. Este tipo de
enfoques lleva a soluciones de carácter paliativo, en donde además de señalar de manera negativa
a miembros específicos de la comunidad, en general a los alumnos, se exonera de sus
responsabilidades a los demás actores.
Carbajal (2013) en su investigación titulada: Convivencia democrática en las escuelas.
Apuntes para una reconceptualización, hace un interesante análisis sobre lo que considera son los
dos principales enfoques desde donde se entiende la convivencia escolar, un enfoque restringido
y otro de carácter amplio.
Para esta autora, el enfoque restringido de convivencia escolar, centra su interés y acciones
en generar una “disminución de los niveles de violencia escolar, enfatizando el control de los
comportamientos agresivos de los alumnos.” (Carbajal, 2013: p. 12). Por otro lado, el enfoque
amplio, logra integrar “las relaciones democráticas (institucionales, culturales e interpersonales)
con las estructuras de participación como elementos esenciales para la construcción y
consolidación de la paz. (p. 14).
Como se puede observar, las definiciones citadas anteriormente coinciden con el enfoque
amplio planteado por Carbajal (2013), autora que además, sostiene que uno de los elementos
principales de este enfoque, tiene que ver con la forma en que se define la democracia, la cual se
puede entender como: “una forma de resolución de conflictos y de convivencia justa que debe
56
practicarse en cualquier lugar donde se produzcan intercambios sociales” (Maggi, 2007: p. 9)
citado en Carbajal (2013, p: 14)
La democracia entonces tendrá que ver con las formas de resolución de conflictos
existentes en una sociedad. Así como, con las concepciones de poder que imperen en la misma
como ya se mencionó, la escuela se considera una micro sociedad. Además de lo anterior, otro
elemento que resulta fundamental al momento de establecer modelos de convivencia es la forma
en que se concibe la paz. Respecto a esta cuestión, Carbajal (2013) retoma los planteamientos de
Galtung (1969) sobre el concepto de paz.
Según Galtung, existen dos modelos epistemológicos para entender este concepto: la paz
negativa y la paz positiva. La paz negativa, se entiende como la ausencia de violencia directa, de
cualquier tipo. La paz positiva en cambio, plantea una concepción mucho más compleja sobre lo
que requiere una sociedad para estar en paz. Desde ésta perspectiva, se considera que para alcanzar
la paz no solo se debe buscar la ausencia de violencia directa, sino que además se deben tener en
cuenta aquellos factores que la producen. Es decir, en palabras del mismo Carbajal, la violencia
estructural:
(explotación, exclusión, y distribución inequitativa del poder, los recursos y las
oportunidades en la vida), así como la violencia cultural (las creencias arraigadas que
justifican la violencia estructural). La paz positiva presupone, por tanto, una distribución
equitativa del poder y de los recursos, atendiendo las causas de violencia directa y
estructural mediante la construcción de relaciones humanas basadas en la justicia social, la
equidad y la autorrealización (Galtung, 1990). Asimismo, implica eliminar los prejuicios
57
generalizados que justifican la injusticia y la exclusión social (Ibid.). (Carbajal, 2013: p.
15)
Se identifica entonces, cómo el enfoque amplio de la convivencia de Carbajal (2013), entra
en dialogo con la concepción de paz positiva de la que habla Galtung. Ahora bien, no se puede
olvidar que la convivencia escolar está directamente relacionada con el problema del aprendizaje.
Para autores como Ianni (2000), sólo cuando en una institución escolar se privilegian: la
comunicación, el respeto mutuo, el diálogo, y la participación se genera el clima adecuado para
posibilitar el aprendizaje. Entonces, para que el proceso de enseñanza-aprendizaje sea viable, las
interacciones entre todos los miembros de una entidad educativa (estudiantes, profesores,
directivos, padres de familia, entre otros) deben estar en una constante retroalimentación. Esto con
el ánimo de modificarlas y mejorarlas de acuerdo a los cambios del contexto y sus respectivas
necesidades.
Se deduce entonces que la convivencia es una construcción diaria, basada en el manejo de
emociones y de competencias propias de la socialización. La convivencia escolar busca educar a
los niños y jóvenes, no solo en su intelecto sino, en su ser social integral. Para que los mismos
desarrollen la capacidad de desenvolverse en cualquier contexto.
Como lo menciona Torroella “el saber convivir es probablemente el aprendizaje más
importante del desarrollo personal” (2002: p. 34). Por esto, los seres humanos debemos adaptarnos
y readaptarnos a los cambios sociales y culturales que se dan en las dinámicas propias de las
poblaciones. Por ésta razón, es fundamental tener en cuenta que la convivencia no es un hecho que
se den naturalmente entre los sujetos, sino más bien el resultado de un conjunto de procesos, que
58
se refuerzan por parte de todos los actores de un conjunto social, y que permiten la consolidación
de costumbres de largo plazo, que posibilitan las interacciones pacíficas entre los sujetos.
De hecho, la convivencia también es un continuo proceso de enseñanza-aprendizaje. Para
Ianni (2000), se trata de un doble aprendizaje. Un aprendizaje duro y prolongado -hasta podríamos
decir, interminable- que se realiza en cada espacio cotidiano de la vida de todo sujeto, y que sólo
se logra si genera cambios duraderos en la conducta, que permitan desarrollar una capacidad de
adaptación activa al entorno personal y social de cada uno. De otro lado, cabe tener en cuenta que
los procesos de comprensión de la convivencia se mueven en varias direcciones. Es decir, los
sujetos que están en los ambientes aprenden, tanto como los educadores lo hacen: la convivencia
enseña. De la convivencia se aprenden contenidos actitudinales, posturas frente a la vida y al
mundo que posibilitan el aprendizaje de otros contenidos conceptuales y procedimentales.
No obstante, en este proceso de enseñanza- aprendizaje existen varios factores que afectan
la convivencia y que desembocan en serias dificultades para la construcción de ambientes cálidos,
asertivos y oportunos para la academia. Algunos de estos obstáculos son: la agresión, los conflictos
y la intimidación escolar. Cuestiones, que, si bien no se pueden evitar, se deben tramitar de la
mejor manera posible.
3.3. Agresión, conflicto e intimidación escolar.
La violencia escolar, al igual que la convivencia, han sido ejes de investigación y reflexión
para la pedagogía y la psicología, entre otras disciplinas de las Ciencias Sociales. Frente a este
tema se pueden identificar diferentes perspectivas epistemológicas desde la cuales se busca
entender sus causas, así como proponer estrategias de intervención y prevención en las
59
instituciones educativas. Es necesario entonces, en un primer momento, retomar algunas de las
definiciones que se han planteado de este concepto.
Para Cuervo (2016) la definición del concepto de violencia no puede ser entendida desde
ninguna disciplina en particular, sino a partir de una “superposición” de corrientes de pensamiento,
sin embargo, según el autor, el concepto ante todo es un acto en el cual “debe intervenir en el
mismo evento tanto la voluntad de hacer daño por parte de quien lo ejecuta, como la falta de
voluntad de quien lo padece (la parte receptora o pasiva: la víctima)” (p. 78) Esta definición,
aplicada al caso particular del contexto escolar cobra importancia si se pretenden comprender las
dinámicas del acoso escolar o bullying.
La violencia dentro del contexto escolar ha sido tipificada por diferentes autores, uno de
los primeros aportes es el de Moreno (1998), para quien muchos fenómenos que se presentan en
el ámbito escolar no pueden definirse propiamente como violentos, por lo que considera que el
término de “conducta o comportamiento antisocial” en las escuelas, resulta más adecuado. Así,
Moreno reconoce seis categorías de comportamiento antisocial: a) la disrupción en las aulas, b)
los problemas de disciplina, c) maltrato entre compañeros o bullying, d) el vandalismo y daños
materiales, e) la violencia física, y f) el acoso sexual.
Esta tipología ha servido de base teórica para plantear diferentes programas, tanto de
intervención como de prevención de la violencia escolar, incluso para la formulación de políticas
institucionales. Sin embargo, también ha sido complementado y hasta criticada por otros autores.
Uno de ellos es el autor Daniel Lemme (2004), quien además de las anteriores tipologías
planteadas por Moreno agrega otros dos fenómenos, los cuales a su juicio se presentan de manera
60
cotidiana en el ámbito escolar por lo que también se podrían categorizar como comportamientos
antisociales. Estos son:
“primero, el absentismo que da lugar a importantes problemas de convivencia en muchos
centros escolares; el segundo cabría bajo la denominación de fraude en educación o, si se
prefiere, de «prácticas ilegales» (Moreno, 1992, pp. 198 y ss.), esto es, copiar en los
exámenes, plagio de trabajos y de otras tareas, recomendaciones y tráfico de influencias
para modificar las calificaciones de los alumnos, y una larga lista de irregularidades que,
para una buena parte del alumnado, hacen del centro escolar una auténtica «escuela de
picaros». (Lemme, 2004: p. 146)
Pero Lemme no solo agrega dos tipologías a la caracterización planteada por Moreno, sino
que como ya se mencionó realiza una crítica a algunas de sus premisas. Según Lemme se presentan
algunos vacíos, los cuales tienden a distorsionar el verdadero significado de la violencia escolar y
sus implicaciones. Entonces, según Lemme, desde la perspectiva de Moreno (1992) “La escuela
es pensada como un espacio - en general neutro - en el que acontecen situaciones violentas.
(Lemme, 2004: p. 146). Así, la violencia escolar se entiende como:
“un conjunto de comportamientos antisociales fundamentalmente protagonizados por los
alumnos o los jóvenes en general, y en el que, si intervienen los adultos; (profesores) lo
hacen en tanto sujetos particulares y no en función de su posición institucional.” (Lemme,
2004: p. 147).
En esta línea argumental, se puede afirmar de acuerdo con Lemme (2004) que la visión de
Moreno no logra captar el carácter complejo del fenómeno de la violencia escolar, lo que limita
las posibilidades de intervención frente al mismo.
61
En otras palabras, la escuela no puede entenderse solo como el lugar en donde se
manifiestan las conductas antisociales de ciertos alumnos. Por el contrario, se debe entender como
un espacio en el que, de acuerdo a sus características se puede o no producir fenómenos de
violencia.
En este sentido, Lemme (2004) reconoce una serie de hechos que se deben considerar al
momento de describir la violencia escolar, estos ya no enfocadas solamente a los alumnos, y sí
reconociendo a otros actores de la comunidad académica. A continuación, se presentan de manera
textual:
a) Expectativas y demandas al rol docente excesivas y contradictorias; b) desvalorización
del rol docente y/o directivo por parte de los funcionarios y/o los técnicos; c) condiciones
laborales inadecuadas; d) ausencia de mecanismos claros y explícitos de toma de
decisiones en el establecimiento; e) arbitrariedad en las normas o en las sanciones; e) el no
respeto de las normas establecidas por parte de los adultos de la institución; f) el abuso de
poder; g) la discriminación por edad, sexo, posición social, etc.; h) el absentismo y las
"llegadas tarde" de los docentes a la hora de clases, i) la preparación inadecuada de las
clases, improvisar, repetir; j) la humillación de los alumnos por sus dificultades o carencias;
k) la subestimación de las posibilidades de los alumnos ("que se puede esperar de estos
chicos") (Lemme, 2004: p. 147)
Como se puede observar los fenómenos planteados por Lemme rara vez son mencionados
cuando de hablar de violencia escolar se trata. Esto deja ver cómo, aun hoy en muchas instituciones
educativas existe una forma unidireccional de entender el fenómeno de la violencia en el ámbito
62
escolar. Sin embargo, otros autores han planteado otras definiciones de la violencia escolar, que
buscan llenar los vacíos conceptuales de las perspectivas más tradicionales.
Otra tipificación que realiza una actualización de las tesis de Moreno, es la planteada por
Ayala (2015) quien, desde el contexto mexicano, categoriza los factores que influyen en la
violencia escolar de acuerdo a los ámbitos de desarrollo, siendo estos:
Factores escolares: entre ellos se ubican a) la tendencia a minimizar la gravedad de las
agresiones entre iguales, considerándolas como inevitables como problemas que ellos
deben aprender a resolver solos, sin que los adultos intervengan, para hacerse más fuertes,
b) el tratamiento tradicionalmente dado a la diversidad, actuando como si no existiera y c)
3) la insuficiencia de la respuesta que la escuela tradicional suele dar cuando se genera la
violencia entre escolares. (p.495)
Factores individuales: los cuales son inherentes a la persona y pueden aumentar las
probabilidades de que determinado individuo se convierta en víctima, entre ellos: las
características demográficas (edad, educación, ingresos), los trastornos psíquicos o de
personalidad, las toxicomanías y los antecedentes de comportamientos agresivos o de haber
sufrido maltrato. (p. 497)
Factores familiares: los cuales determinan en gran medida el aprendizaje de conductas y
valores de los niños, entre estas se encuentran: un número elevado de personas habitan en
el mismo hogar, una pobre relación filial, estrés, desintegración familiar, nivel
socioeconómico bajo, violencia intrafamiliar, deficiente control y supervisión de los hijos
o hijas, aptitudes poco eficaces en su formación, deserción escolar, desempleo, presencia
de armas en la casa, entre otras. (p. 500)
63
Factores socioculturales: la percepción de conductas violentas dentro del entorno social
donde se habita influye en la aparición de comportamientos violentos, ejemplo de esto son
las prácticas culturales machistas y de dominación por género. (p. 503)
De acuerdo con Zabalza (2002) la violencia se debe entender como aquellas acciones
agresivas que causan daño físico o moral a otra persona de manera intencional. Además, al tratarse
de la violencia en el escenario escolar se debe involucrar a todos los miembros que conforman la
comunidad escolar, para así analizar la violencia “que se desarrolla entre alumnos como la que
tiene lugar entre los profesores y alumnos o de alumnos a profesores, o entre cualesquiera de los
miembros de la comunidad educativa, incluida la violencia entre profesores, de éstos con los
directivos o de la escuela con las familias.” (p. 141)
Cid y otros (2008), por su parte, llaman la atención sobre las diferencias existentes entre
los conceptos de: violencia, agresión y conflicto. En palabras de los mismos autores: “La agresión
y la violencia son conflictos, “la agresión es una respuesta hostil frente a un conflicto latente,
patente o crónico”, y la violencia se asocia a un conflicto “en el que no se sabe cómo regresar a
una situación de orden y respeto de las normas sociales” (Unidad de Apoyo a la transversalidad,
2006, p. 14).” (p. 22)
Uno de los autores que mejor desarrolla la diferencia entre estos conceptos es Chaux
(2012), para quien las agresiones son aquellas acciones deliberadas puntuales, mediante las cuales
algunos de los miembros de las comunidades educativas buscan hacer daño a otros. Por otra parte,
el conflicto es una situación en la que cada una de las partes percibe o cree que sus intereses son
incompatibles con los intereses de la otra parte. Por último, la intimidación u hostigamiento
escolar, se produce cuando de manera reiterada y sistemática uno o varios compañeros amedrentan
64
a otros con características más “débiles”. Para Chaux (2012), de acuerdo con la intensidad con
que se presentan las situaciones anteriores es que se puede llegar a hablar de violencia.
Ahora bien, al desarrollar de manera más cuidadosa el término de agresión escolar, se
puede afirmar que ésta es la que más se presenta dentro de las instituciones educativas. La agresión
se clasifica según su forma y puede ser física, verbal, relacional e indirecta. Así, las agresiones
físicas y verbales tienen que ver con las acciones que buscan hacer daño a otras personas por medio
de actos físicos o con palabras. Las relacionales buscan afectar de manera negativa las relaciones
de otras personas. Finalmente, las indirectas buscan causar daño de forma encubierta. (Chaux,
2012).
Teniendo esto en cuenta, es importante aclarar que a la agresión escolar se llega, en gran
medida, por el manejo inadecuado de los conflictos (Ury, 2000) que surgen en la cotidianidad de
las aulas incluso sin que el profesor o adulto se dé cuenta. Además, los fenómenos de violencia
escolar afectan los resultados académicos de los estudiantes y favorece la deserción escolar.
Según Cid y otros (2008) existen diversas investigaciones que “informan que los episodios
de agresión y/o violencia en las escuelas producen en los niños daños físicos y emocionales, estrés,
desmotivación, ausentismo, e incluso efectos negativos en el rendimiento escolar por estrés
postraumático en los afectados (Gumpel & Meadan 2000; Verlinde, Hersen &Thomas 2000;
Henao, 2005; Smith & Thomas, 2000)” (p. 22).
Entonces, si la violencia escolar surge por el trámite inadecuado de los conflictos en el
ámbito escolar, esto implica que el concepto de conflicto surge como un elemento central al
momento de hablar de violencia escolar. Por lo tanto, conviene retomar algunas definiciones sobre
este concepto. Para Funes (2000) el conflicto tiene que ver con cualquier actividad en la cual dos
65
sujetos controvierten por un interés particular, generando desarmonía entre las partes. En palabras
del mismo autor:
Es un proceso relacional en el que se producen interacciones antagónicas. Puede originarse
simplemente en la percepción de divergencia de necesidades o intereses, que no se
satisfacen simultáneamente o en forma conjunta, debido a incompatibilidades o diferencias
en los valores o en la definición de la situación, también por competencia o por escasez de
recursos. (p. 92)
Ahora bien, existen perspectivas teóricas, que, si bien comparten en su generalidad las
definiciones planteadas, centran su atención en las formas de tramitar los conflictos en el ámbito
escolar.
De acuerdo con Funes (2000), el conflicto tradicionalmente se ha visto como algo negativo.
Dicha perspectiva, desconoce las habilidades y fortalezas presentes en todos grupos humanos,
considerando que los conflictos solo aparecen en grupos integrados por sujetos con características
antisociales. Sin embargo, para este autor:
el tipo de vínculo que posea el grupo, sus motivaciones y su comunicación pueden darle a
la resolución del conflicto una dimensión positiva, (…) [el conflicto], no es exclusivo de
grupos mal cohesionados o con vínculos patológicos, sino que es intrínseco a la vida de los
grupos. (…) El conflicto no es malo en sí mismo. (Funes, 2000, p. 93)
De acuerdo con lo anterior, se puede afirmar que el conflicto no es negativo o positivo en
sí, lo que en realidad determinará su carácter, es la actitud que los involucrados asuman frente al
66
mismo. Esto permite afirmar que la forma en se entienda el conflicto al interior de la escuela,
determinará en gran medida la construcción o no de una sana convivencia.
Dicha premisa coincide con los planteamientos de Martínez (2005) para quien los
conflictos, dentro y fuera de las instituciones educativas, debieran ser consideramos como
oportunidades para mejorar. En sentido, según Martínez (2005):
No cabe entender una comunidad del todo armónica, ni una colectividad regida sólo por
los enfrentamientos. La vida institucional es una mixtura de equilibrio que aporta
estabilidad, y de tensión que introduce dinamismo. Si los conflictos se canalizan de forma
adecuada, se producen cambios positivos en el seno de los centros educativos. (p. 48)
Martínez (2005) retoma a Lederach (2000) quien sostiene que el conflicto supone la
interacción entre dos o más adversarios, que compiten por sus intereses, pero que para llegar
acuerdos cooperan entre sí, lo que genera una interdependencia, que, a su vez, permite entender el
conflicto como algo necesario para el crecimiento de una persona.
En esa misma línea argumental Caballero (2010) sostiene que: “el conflicto se nos presenta
como una ocasión de aprendizaje en la construcción de nuestras relaciones y un motor de cambio,
por tanto, debemos entenderlo no sólo como natural sino como positivo en toda sociedad
democrática” (p. 155). En concordancia con todo lo planteado hasta el momento en este apartado,
sobre la convivencia, la violencia y el conflicto, en el ámbito escolar. Se reconoce la importancia
de analizar de manera crítica las formas en que tradicionalmente se han abordado los conflictos en
las instituciones educativas. Al respecto Martínez (2005) sostiene:
67
Las intervenciones que sean sólo punitivas deben sustituirse por procederes nacidos de la
racionalidad y de la comprensión, que tengan en cuenta la imbricación de escenarios, el
papel y las características de los actores, el establecimiento compartido de normas y de
objetivos, al igual que las alternativas al conflicto. (p. 43)
Ahora bien, para lograr establecer normas y objetivos compartidos, y además, desarrollar
procesos de resolución de conflictos, que reconozcan el carácter complejo de la convivencia en el
ambiente escolar. Se requiere que todos los miembros de la comunidad educativa desarrollen sus
competencias emocionales. En donde lo primordial sea el mutuo reconocimiento de la otredad,
favoreciendo así un crecimiento más integral.
Los padres y docentes juegan un papel clave en el desarrollo de estas competencias
emocionales pues el ambiente familiar y escolar son los que mayor influencia tienen sobre el
desarrollo del individuo; los niños y jóvenes, por su parte requieren de la colaboración, orientación
y comprensión de los adultos que les acompañan para llevar a cabo un proceso en el que puedan
desarrollar su personalidad y, a la vez, aprender a confrontar y asumir sus actos en situaciones de
frustración, conflicto, o victimización. Sobre todo, teniendo en cuenta que el conflicto, la
confrontación y los sentimientos asociados a estas deben mostrarse como experiencias cotidianas
que requieren un buen manejo. Es a partir de estas ideas que investigaciones psicológicas y
pedagógicas han profundizado en la relación que existe entre la inteligencia y el manejo de las
emociones.
En este sentido ha surgido el tema de la educación emocional como un proceso que tiene
un desarrollo continuo orientado a comprender y generar estrategias en relación con las
competencias emocionales de las personas. Se comprende que para esta corriente dichas
68
competencias son un elemento esencial para que las personas puedan desenvolverse tanto en el
ámbito personal como el social, de manera que la educación emocional (EE) funciona como una
suerte de capacitación para la vida que puede aumentar el bienestar personal y social,
parafraseando a Bisquerra (2012, citado por Márquez, Gaeta, 2017) la EE puede ser comprendida
como una alfabetización emocional en tanto que las emociones tienen una profunda influencia en
los procesos de aprendizaje; en la medida que una persona se caracteriza por tener un buen nivel
de autoestima, que aprende más y mejor, que evidencia capacidad para autoregularse, se siente
bien consigo misma, es positiva y optimista, es empática, tolera la frustración y resuelve sus
conflictos de manera que procure evitar respuestas agresivas, es posible afirmar que esta persona
tiene inteligencia emocional.
Tal como se puede ver, los enfoques psicológicos o pedagógicos que toman en cuenta las
competencias emocionales y plantean estrategias desde la educación emocional y apelan a la
inteligencia emocional tienen una comprensión de la inteligencia como una capacidad los seres
humanos usamos más allá de lo académico (es decir, para llevar a cabo procesos para resolver
problemas o producir conocimientos sobre temas especializados). Lo que remite directamente a
Howard Gardner y su teoría acerca de las inteligencias múltiples, las cuales son la inteligencia
lingüística, musical, lógico-matemática, espacial, corporal-kinestesica, intrapersonal,
interpersonal, y naturalista-pictórica; adicionalmente sugiere una novena inteligencia, la espiritual-
existencial. A partir de este planteamiento, se han desarrollado propuestas en disciplinas
relacionadas con la educación sobre las competencias emocionales enfocadas en alguna o algunas
de estas inteligencias.
A partir de la revisión realizada hasta este punto, se comprenden de manera conceptual las
dinámicas de agresión y conflicto que se desarrollan dentro de las instituciones educativas y que
69
de ser reiterativas y sistemáticas se convertirían en violencia escolar (Chaux, 2012); de esta manera
se acalara que la violencia y la agresión no es lo mismo, sino que las agresiones pueden llegar a
constituirse en violencia cuando se salen de control en cuanto a repetición y grado de complejidad.
Con esta revisión conceptual se cumple una fase para dar cumplimiento al primer objetivo de la
investigación, que busca establecer un panorama de las condiciones de los estudiantes en relación
a los conflictos que se generan en el entramado de relaciones sociales que establecen entre ellos y
cómo a partir de la Inteligencia Interpersonal se pueden intervenir. Tal como se pudo evidenciar,
la convivencia y las agresiones son en parte resultado del modo como se establecen modelos de
relacionamiento y socialización en dentro del aparato escolar. Es por esto que los investigadores
han profundizado en la comprensión de la inteligencia como una capacidad que es posible trabajar
para enfocarla en el desarrollo de las competencias emocionales. Una corriente de estas
investigaciones ha dado lugar a los planteamientos del psicólogo Howard Gardner, quien
desarrolla la teoría sobre las inteligencias múltiples, siendo una de estas la inteligencia
interpersonal.
Es preciso revisar cómo la inteligencia interpersonal puede permitir la consolidación de
espacios más amables para el conocimiento. A continuación, se aborda con mayor profundidad el
desarrollo que ha tenido, tanto desde la psicología como la pedagogía, el estudio de la inteligencia
y de la inteligencia interpersonal dentro de la búsqueda de estrategias para mejorar la convivencia
escolar.
3.4. La noción de Inteligencia.
Antes de desarrollar con detenimiento la cuestión de la inteligencia interpersonal, se debe
tener claridad acerca de las perspectivas teóricas, a partir de las cuales se analiza el concepto de
70
inteligencia. En ese sentido, lo primero que se puede decir a este respecto, es que la palabra
inteligencia proviene de los términos griegos logos y nous. Logos significa: recoger, reunir, juntar,
elegir, escoger, contar, enumerar, computar, referir, decir, y hablar. Y corresponde al desarrollo de
un discurso argumentado. En cuanto al término nous, este se relaciona con la facultad de: pensar,
reflexionar, meditar, percibir y memorizar. (Martín, 2007, en Villamizar y Donoso, 2013)
Una vez identificada la etimología del término, y para continuar con la cuestión de las
perspectivas teóricas, alrededor de la noción de inteligencia. Se retoman los planteamientos de
Martín (2007) quien sostiene que “desde un primer momento, los esfuerzos por esclarecer la
naturaleza de este constructo [la inteligencia] se escindieron en dos grandes líneas de trabajo: una
trataba de delimitar su estructura interna, la otra se ocupaba de la elaboración de instrumentos para
su medida.” (p. 15). Además, Martín (2007) retoma el esquema de Sternberg y Detterman (1986)
quienes hacen una clasificación de los principales paradigmas, a través de los cuales se ha revisado
la noción de inteligencia desde la psicología.
A continuación, se presenta un breve resumen de dicha clasificación. Según estos autores,
se destacan tres grupos de teorías sobre la inteligencia, cada una de ellas con unos intereses
particulares.
El primero de ellos, considera que la inteligencia es algo que pertenece a la naturaleza del
individuo, por lo que se debe estudiar desde los procesos psicológicos y cognitivos vinculados a
su funcionamiento. Es decir, los estudios agrupados aquí, buscan analizar los mecanismos propios
de la mente, se destacan entonces dos grandes paradigmas: el psicométrico y el cognitivo. En el
primero predomina, la metodología estadístico-matemática y se intenta describir la estructura
71
mental de los individuos. En el segundo predominan, los procedimientos experimentales que
intentan comprender, la estructura y funcionamiento de la mente, pero en términos de procesos.
Ahora bien, del segundo grupo se puede mencionar que, en su mayoría, se interesan en:
los aspectos sociales, culturales y etnográficos relacionados con la inteligencia. Las
aportaciones de este enfoque se fundamentan en el estudio transcultural de las capacidades
mentales. Las teorías centradas en el contexto se caracterizan por asumir una perspectiva
esencialmente funcionalista. Sus conclusiones ponen en entredicho algunos de los
presupuestos que subyacen a las tradicionales concepciones de la inteligencia.” (Martín,
2007, p. 172)
El último grupo de la clasificación planteada por Sternberg y Detterman, engloban aquellas
teorías que consideran a la inteligencia como un fenómeno complejo, en el cual intervienen
diversos factores externos. En palabras de Martín (2007):
El desarrollo del ser humano es un proceso interactivo, sus capacidades intelectuales
emergen del intercambio continuo con el entorno. El organismo actúa en un medio físico
y humano, que a su vez ejerce una influencia constante sobre él. (p. 172)
En ésta última categoría, resaltan las teorías de la psicología evolutiva y la del desarrollo.
Además, de la gran influencia que ha tenido en los estudios de la pedagogía. En este sentido, vale
la pena retomar la definición sobre inteligencia de uno de los clásicos de la pedagogía, Jean Piaget
quien la definió como: “la forma de equilibrio hacia la cual tienden todas las estructuras cuya
formación debe buscarse a través de la percepción, del hábito y de los mecanismos sensomotores
elementales” (1979, p. 16).
72
Para Piaget, la inteligencia humana tiene dos orígenes: el genético y el de la interacción
con el entorno. Es posible entonces, interpretar que para este autor, la inteligencia debe tomarse
desde lo social. No solo haciendo énfasis, en el razonamiento lógico, matemático y/o científico,
sino reconociendo la importancia de la socialización del ser humano en su desarrollo mental.
Por su parte, para Martínez (2002) “la inteligencia depende tanto de la herencia como del
entorno y, por lo mismo, cabe la posibilidad de promover el enriquecimiento intelectual a través
de un ambiente y una educación adecuados” (p. 81). Aquí, la familia y la escuela representan
pilares fundamentales para el desarrollo de la inteligencia en niños y jóvenes.
Respecto a otros autores, existe la tendencia de definir la inteligencia como la capacidad
para resolver problemas cotidianos. Según De Luca (2003) la inteligencia: “es el conjunto de
capacidades que nos permite resolver problemas o fabricar productos valiosos en nuestra
cultura” (p. 3). Otro autor que se identifica con dicha corriente es Gardner (2003) quien afirma
que “la inteligencia es una habilidad general que se encuentra, en diferente grado, en todos los
individuos” (p: 32), y que tiene tres líneas de desarrollo: 1) la capacidad para resolver problemas
de la vida. 2) la capacidad para generar nuevos problemas para resolver. Y 3) la habilidad para
elaborar productos u ofrecer un servicio que es de un gran valor en un determinado contexto
comunitario o cultural.
De las anteriores definiciones, llama la atención la importancia que se le confiere al
contexto cultural como un factor decisivo para la inteligencia. Además, del reconocimiento sobre
la diversidad de capacidades que puede llegar a tener una persona, y como estas no se presentan
de la misma forma, ni con la misma intensidad en todos los individuos.
73
Justamente, el reconocimiento de las diversas capacidades y destrezas intelectuales de los
individuos, es uno de los elementos centrales de la teoría de las Inteligencias Múltiples desarrollada
por Howard Gardner. La cual, resulta fundamental para la presente investigación.
Para De Luca (2003) Lo más interesante de esta teoría es que respeta y reconoce “las
muchas diferencias que hay entre los individuos; (…) los distintos modos por los cuales podemos
evaluarlos, [en su inteligencia] y el número casi infinito de modos en que estos pueden
dejar una marca en el mundo”. (Gardner, prólogo de Las inteligencias múltiples en el aula de
Armstrong.) (p. 1)
En su teoría, Gardner hace una crítica muy fuerte al concepto tradicional de inteligencia.
El autor sostiene que desde la perspectiva tradicional la inteligencia es vista de una forma uniforme
y reductiva, esto permitió que se generara la idea de que la inteligencia se puede medir en su forma
pura, a través de cuestionarios estandarizados. Dichos instrumentos han contribuido al desarrollo
de todo un aparato teórico que estudia la inteligencia de manera descontextualizada.
Desconociendo los factores culturales de los individuos. (De Luca, 2003). En palabras de Martínez
(2002):
A menudo se ha pretendido explicar qué es la inteligencia exclusivamente a partir de los
resultados en los tests de cociente intelectual. Sin restar mérito a estas pruebas, hay que
evitar la “fiebre psicométrica”, que muchas veces ha dado lugar a abusos clasificatorios y
a injustas desigualdades académicas, sociales, económicas, etc.” (p. 82).
Gardner rechaza de manera enfática la idea de que la inteligencia es una sola. En contra
posición, define y describe otros tipos de inteligencias, los cuales a su juicio, se constituyen en
74
herramientas de análisis que permiten diferenciar las diversas potencialidades y los acentos de
cada persona. En una interpretación de Gardner hecha por García (2009):
Las inteligencias múltiples, son estructuras de la mente y caminan por un itinerario
marcado por los puntos fuertes y débiles de las personas a lo largo de su existencia, (…)
Nuestro autor propone la existencia de ocho tipos de inteligencias múltiples, entendidas
como las distintas capacidades de adquirir y de aplicar los conocimientos asimilados en los
procesos de aprendizaje, definidas también como habilidades cognoscitivas” (p. 142)
Entre los ocho tipos de inteligencia establecidos por Gardner, se encuentran: 1) la
inteligencia lingüística, relacionada con la capacidad de manejar adecuadamente el lenguaje tanto
verbal como escrito y a la habilidad de aprender varios idiomas; 2) la inteligencia lógico -
matemática: correspondiente a la capacidad para analizar problemas de forma lógica, 3) la
inteligencia musical: relacionada con la capacidad para interpretar, componer y apreciar pautas
musicales; 4) inteligencia cinestésico-corporal: que corresponde a la utilización del cuerpo, en
forma total o parcial, para resolver problemas o crear nuevos productos. 5) la inteligencia espacial:
la cual, se vincula a la capacidad para reconocer y manipular pautas en espacios, tanto grandes
como pequeños; 6) la inteligencia interpersonal; capacidad para comprender lo que mueve a los
otros a actuar, y en esa medida trabajar eficazmente con ellos;7) la inteligencia intrapersonal:
correspondiente a la capacidad para comprenderse a sí mismo y 8) la inteligencia naturalista, que
se relaciona con la capacidad para conocer el mundo viviente y el talento para cuidar e
interaccionar con los seres vivos.
Ahora bien, según las interpretaciones de Mora y Martín (2007) “Las inteligencias no
existen como entidades palpables, sino que se manifiestan en ciertas habilidades y
75
comportamientos, cuya utilidad o valor son reconocidos dentro de un determinado entorno
cultural” (p. 71) Según los mismos autores, Gardner (2003) en la última versión de su teoría
también identifica tres enfoques a partir de los cuales se entiende la noción la inteligencia: “1) la
inteligencia como característica de la especie, 2) como fuente de diferencias individuales y 3) como
ejecución apropiada de una tarea.” (Mora y Martín, 2007, p. 74). Se observa que estos enfoques,
coinciden con la caracterización realizada por Sternberg y Detterman (1986) frente a las diferentes
corrientes teórica de inteligencia en la psicología.
Recapitulando, la inteligencia no es una, sino varias. Además, las manifestaciones de
inteligencia varían de acuerdo a las características propias de cada cultura: “la inteligencia nunca
podrá ser conocida plenamente. Su estudio está sujeto a los avances, retrocesos y reajustes propios
del método científico, sin que esté al alcance de ningún investigador formular una teoría acabada
y definitiva” (Mora y Martín, 2007, p.70). Es por esto que, recordando a Gardner, se justifica el
planteamiento de que no puede existir una sola concepción sobre la inteligencia, o que exista una
sola manera en que la inteligencia se manifieste; idea que va en contra de la concepción universal
sobre esta capacidad humana (Mora y Martín, 2007).
De acuerdo con esto, se puede afirmar que los autores mencionados, reconocen la evolución
teórica y conceptual que ha tenido la noción de inteligencia. Luego cabe resaltar, que a medida
que surgen más estudios sobre la inteligencia y se van construyendo nuevos conceptos, se va
redefiniendo el papel de la escuela. Según Antunes (2000) ahora la función de la escuela es la de
ser un “centro de estimulación para la inteligencia” (p. 10). Es decir que, el estudiante ya no va al
colegio solo a aprender sino a desarrollar sus habilidades y estimular su inteligencia. En este
sentido, el rol del docente se modifica también. Ya no solo se trata de trasmitir conocimiento, sino
de ser un facilitador en el proceso de aprender, así como también, de aprender de los estudiantes.
76
Para los intereses de esta investigación se profundizó en la Inteligencia interpersonal
propuesta por Howard Gardner. El reconocimiento de los distintos tipos de inteligencia y los
debates teóricos alrededor de esta idea permitieron profundizar en la caracterización de los
estudiantes para el desarrollo del primer objetivo de esta investigación que corresponde al
diagnóstico. Al mismo tiempo, se obtiene un marco conceptual que permite identificar de forma
correcta las percepciones de los docentes y funcionarios de la institución en la cual se está
trabajando frente a las prácticas de convivencia e inteligencia interpersonal de los estudiantes de
la institución, para dar respuesta al segundo objetivo específico planteado en la presente
investigación. Con el fin de finalizar esta tarea y fundamentar las estrategias a proponer, a
continuación, se presenta de manera puntual la inteligencia interpersonal tal como la expone
Gardner, así como la discusión que este concepto ha suscitado.
3.5. La Inteligencia Interpersonal.
Como ya se mencionó, Gardner expuso en su teoría que todos nacemos con unas
potencialidades marcadas por la genética, y esas potencialidades se van a desarrollar de una manera
u otra dependiendo del medio ambiente, las experiencias, y la educación recibida, entre otros
factores. Gardner argumenta que la inteligencia es una capacidad que se puede desarrollar a lo
largo de la vida y que no todos aprenden lo mismo ni de la misma manera. Además, llama la
atención de la dimensión emocional como un elemento de suma importancia para que los sujetos
logren adaptarse al entorno en que nacen y crecen. Esto implica el reconocimiento de otro en sus
diferencias y el trámite adecuado de los conflictos que se presentan en todos los procesos de
convivencia en cualquier grupo humano con el fin de construir ambientes sanos en todos los
ámbitos de la vida.
77
Para este trabajo, atendiendo al interés investigativo ya planteado, se retoma la noción de
la Inteligencia Interpersonal ya que es una de las inteligencias sociales, a través de cual los
individuos interactúan de manera eficaz con otros, y son capaces de conocer, reconocer e
influenciar en los deseos, necesidades e intenciones de sus pares. Ahora bien, se debe llamar la
atención sobre cómo la cuestión de las emociones en los estudios sobre la inteligencia ha sido
trabajada por varios autores desde distintas perspectivas. A continuación, se hace un breve
recorrido de las mismas para finalmente presentar algunas de las razones por las cuales, la
perspectiva de Gardner, es central en este estudio.
En ese sentido, se deben decir que, uno de los primeros autores que, retomando los
planteamientos de Howard Gardner sobre las Inteligencias Múltiples y específicamente sobre las
emociones, esgrimieron una nueva teoría fueron Mayer y Slovev (1997) quienes establecieron la
teoría de la Inteligencia Emocional la cual, suele confundirse frecuentemente con lo plateado por
Gardner. Según Extremera y Fernández, (2002) en una interpretación de dichos autores:
El modelo de habilidad de Mayer y Salovey se centra de forma exclusiva en el
procesamiento emocional de la información y en el estudio de las capacidades relacionadas
con dicho procesamiento. Desde esta teoría, la Inteligencia Emocional se define como la
habilidad de las personas para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y
precisa, la capacidad para asimilarlos y comprenderlos de manera adecuada y la destreza
para regular y modificar nuestro estado de ánimo o el de los demás. (p. 2).
Para dichos autores, la inteligencia emocional, tiene cuatro ejes fundamentales; 1) la
percepción y expresión emocional: que consiste en reconocer de forma consciente nuestras
emociones e identificar qué sentimos y ser capaces de darle una etiqueta verbal: 2) la facilitación
78
emocional: o la capacidad para generar sentimientos que faciliten el pensamiento; 3) la
comprensión emocional: que consiste en, integrar lo que sentimos dentro de nuestro pensamiento
y saber considerar la complejidad de los cambios emocionales; y 4) la regulación emocional:
dirigir y manejar las emociones tanto positivas como negativas de forma eficaz. (Extremera y
Fernández, 2002).
De otro lado, se encuentra la perspectiva propuesta por Martínez (2002) quien habla de
Inteligencia Afectiva, definida por el mismo como: “la capacidad para conocer, expresar y
controlar la afectividad, sobre todo los sentimientos, las emociones, las pasiones y las
motivaciones” (p. 83). Martínez (2002) al igual que Mayer y Salovey (1990) plantea algunos
aspectos que a su juicio, permiten una mejor definición de lo que es la inteligencia Afectiva, estos
consisten en: a) el conocimiento de la afectividad, la cual hace referencia a la habilidad para
identificar, discernir e interpretar correctamente los estados de ánimo (emociones, sentimientos,
pasiones, etc.). b) la expresión de la afectividad: que es la habilidad para mostrar adecuadamente
las expresiones emocionales que puedan surgir, lo que implica necesariamente tener la capacidad
de identificar los propios estados de emocionales. Y por último, c) el control de la afectividad, que
hace referencia al autogobierno emocional, en otras palabras la capacidad de adecuar las
emociones de acuerdo a las situaciones que se puedan presentar.
Para Martínez (2002), la Inteligencia Afectiva, inicia en la persona y se extiende a distintos
ámbitos de la vida humana, esto debido a su complejidad “la inteligencia afectiva repercute en
todos los ámbitos de la vida: familiar, académico, laboral, social, etc. Por eso es tan importante
desarrollarla a través de la educación” (p. 83)
79
Retomando la teoría de la Inteligencia Emocional, uno de los responsables de la amplia
difusión que tuvo esta teoría fue el autor Goleman quien retomando lo planteado tanto por Gardner
como por Mayer y Slovev, y centrándose en el campo de la administración logró gran éxito. Este
autor además, desarrolla un modelo para medir la inteligencia emocional, el cual “cubre el espectro
total de las competencias emocionales que principalmente están presentes en el desempeño
profesional a partir de proporcionar un factor general de Inteligencia Emocional” Goleman (1995)
citado en Trujillo y Rivas (2005, p. 13).
Por su parte para De Luca (2003) la inteligencia emocional se puede definir como un:
“conjunto de capacidades que nos permite resolver problemas relacionados con las
emociones. Con nuestras emociones (inteligencia intrapersonal) y con las de los demás
(inteligencia interpersonal).” (p. 3). En la definición de De Luca se puede identificar claramente
la razón por la cual constantemente se describe la Inteligencia emocional como la mezcla de las
inteligencias intra e interpersonal planteadas desde las inteligencias múltiples.
Sin embargo, autores como Castelló y Cano (2011), advierten que esto es una
equivocación. Según ellos, si bien Goleman consiguió una marca con la noción de Inteligencia
Emocional en realidad ésta presenta algunos vacíos en términos conceptuales. Además, plantea un
oxímoron, pues la inteligencia se asocia con la racionalidad, mientras que la emoción plantea en
algunas ocasiones incluso la ausencia de razón “el espacio conceptual que incluye [la Inteligencia
Emocional] es bastante ambiguo (…) la conjugación de inteligencia con emociones sugiere un
desmesurado protagonismo de las mismas.” (p. 28). En contraposición a esto lo propuesto en la
teoría de las Inteligencias Múltiples, específicamente en la intra e interpersonal centra su atención
no solo en las emociones sino en las relaciones que el sujeto establece consigo mismo y con las
personas que le rodean, en palabras de Castelló y Cano (2011) lo planteado por Gardner, “presenta
80
un espacio mejor delimitado y justificado, tomando los objetos representados (la propia persona o
los otros) como núcleo principal, sin menoscabo de que las emociones desempeñen un papel
notable en ambos espacios.” (p. 28). Una vez claras las razones de la elección de la noción de
inteligencia interpersonal como categoría central en esta investigación, a continuación, se presenta
una conceptuación de la misma y que es la que asume este estudio.
La inteligencia interpersonal, es la capacidad de entender a los demás e interactuar
eficazmente con ellos. Incluye la sensibilidad a expresiones faciales, la voz, los gestos y posturas
y la habilidad para responder. Esta inteligencia se presenta en actores, políticos, buenos vendedores
y docentes exitosos, entre otros. La tienen los alumnos que disfrutan trabajando en grupo, que son
convincentes en sus negociaciones con pares y mayores, que entienden al compañero. (García,
2009)
Según los autores Castelló y Cano (2011) La inteligencia interpersonal, jugó un papel
esencial en el proceso de adaptación de los primeros humanos. Esta les permitió establecer y
aprender pautas de socialización, que a su vez permitieron una organización comunitaria. En la
actualidad, la capacidad de identificar las emociones de las demás personas continúa teniendo un
papel fundamental para los procesos de adaptación de los individuos a sus contextos culturales.
Para Castelló y Cano (2011):
la inteligencia interpersonal es uno de los recursos más fundamentales del equipamiento
intelectual humano, tanto por su antigüedad como por su funcionalidad. Cabe destacar, tal
como sucede con cualquier forma de inteligencia, que no se trata de un comportamiento
manifiesto. En otras palabras, una persona con buena inteligencia interpersonal no se
81
comporta socialmente de una manera determinada, sino que representa eficientemente a
otras personas y situaciones sociales y es capaz de razonar con este conocimiento.” (p. 27)
Luego, esta inteligencia consiste en relacionarse y entender a otras personas, armonizar y
reconocer las diferencias entre las mismas y apreciar sus perspectivas siendo sensitivo o sensitiva
a sus motivos personales e intenciones. Implica además reconocer estrategias adecuadas para
interactuar efectivamente con una o más personas, amigos y amigas y familiares. Así como,
sensibilidad y entendimiento con relación a los sentimientos, puntos de vista y estados emocionales
de otras personas; habilidad para mantener buenas relaciones con la familia, amistades y con la
gente en general. Y por último, la toma de liderazgo para la resolución de problemas. Cuando en
un individuo, esta inteligencia ha alcanzado estructuras más avanzadas, esta le permite a la persona
de manera hábil, leer las intenciones y deseos de los demás, aunque intenten mantenerlas ocultas.
Gardner (1995) afirma que la inteligencia interpersonal, abarca dos aspectos fundamentales
para su desarrollo, el primero es una infancia feliz y prolongada con una estrecha compañía de la
madre; y la otra es la interacción social adecuada para su entorno. La necesidad de cohesión en el
grupo, de liderazgo, de organización y de solidaridad surge de forma natural a partir de estos dos
aspectos (p. 41)
En esa misma línea argumentativa, según Mora y Martín (2007) la inteligencia
interpersonal tiene una estrecha relación con la inteligencia intrapersonal, llegando incluso a ser la
intrapersonal un elemento necesario para el desarrollo de la interpersonal. En este sentido, para
efectos de lograr una mejor claridad conceptual, se retoma la noción de inteligencia intrapersonal.
Esta inteligencia, de acuerdo con lo expresado por García (2009) tiene que ver con:
82
la pericia para construir una percepción muy precisa respecto de sí mismo, de organizar,
planificar y dirigir su propia vida. Incluye conductas de autodisciplina, de auto
comprensión y de autoestima. (…) Se manifiesta en personas reflexivas, de pensamiento
correcto, con facilidad para aconsejar adecuadamente (p. 144)
Para Gardner (1999) solo a partir del desarrollo de la habilidad de conocerse a sí mismo se
puede lograr conocer a los demás y esta forma, lograr la construcción de una sana convivencia en
cualquier entorno. García (2009) a su vez sostiene “Gracias a esta inteligencia, la persona puede
conocer sus limitaciones y potencialidades, que al fin y al cabo son recursos fundamentales para
relacionarse consigo mismo y alcanzar el bienestar emocional y social” (p. 370).
Tomando en cuenta lo anterior, se puede afirmar entonces, que tanto la inteligencia
intrapersonal como la interpersonal son de gran importancia en la vida de cualquier individuo pues
sí ambas se encuentra lo suficientemente desarrolladas, de alguna manera se garantiza el equilibrio
emocional de los sujetos. “pues del conocimiento que esta tenga de sí misma dependen las
relaciones que entabla con los demás. Gardner (1999) plantea que ese conocimiento contribuye al
fortalecimiento de las actitudes necesarias para el logro de las metas.”(González y otros, 2013: p.
370)
Finalmente, y llevando todo lo anteriormente expuesto al ámbito pedagógico, se puede
observar, que si se potencia la inteligencia interpersonal entre los estudiantes y demás actores de
una comunidad educativa, es posible que se fortalezcan sus dinámicas relacionales y por ende la
convivencia escolar. Ortiz (2003) afirma que los alumnos que poseen esta inteligencia, disfrutan
interactuando con otros, desempeñan roles de liderazgo en los grupos, son sensibles y tiene interés
en los sentimientos y problemas de los demás.
83
Esto da un claro panorama sobre la influencia que esta inteligencia tiene directamente en
las practicas relacionales y convivenciales de los seres humanos en cualquier ámbito, lo cual
permite deducir que educando y desarrollando esta inteligencia en los niños y jóvenes se podrá
incidir positivamente la convivencia escolar.
3.5.1. Educar en la inteligencia interpersonal.
Ortiz (2003) plantea cuatro pasos a desarrollar desde los docentes para educar en el fomento
de las relaciones interpersonales, pues a su juicio, esta educación está íntimamente relacionada con
el acto mismo de aprender, ya que prácticamente no se podría educar sin una interacción entre las
personas. Estos cuatro pasos se desarrollarán a continuación:
El primer paso, consiste en crear un clima para el desarrollo de la inteligencia interpersonal,
lo cual no resulta muy complejo, sin embargo, sus resultados sí pueden ser lentos, ya que modificar
las conductas humanas requiere de paciencia, tiempo y constancia. La escuela ocupa un papel
fundamental en esta estimulación al igual que el compromiso de los progenitores o cuidadores. Es
decir, se debe brindar un espacio cálido, seguro y protector, lo cual se puede lograr a partir de
diferentes formas de encuentro que permitan afianzar lazos cooperativos.
El segundo paso, es la planeación. Para Ortiz (2003), antes de iniciar el trabajo de
desarrollar la inteligencia interpersonal es fundamental planear la intervención de una forma
correcta y procurando un óptimo clima escolar, para ello es preciso tener en cuenta condiciones y
acciones que promuevan la equidad, confiabilidad, veracidad, responsabilidad y comunidad.
En esa misma línea argumental, cuando la autora habla de la Equidad, hace referencia a
que todos los estudiantes pueden y deben tener el beneficio de una educación de calidad y las
84
expectativas de logro deben ser altas para todos. Es decir, que la totalidad de los estudiantes deben
sentirse iguales en cuanto a oportunidades y beneficios, por lo que el docente deberá analizar los
avances de aprendizaje dependiendo de cada uno, evitando así crear diferencias y roces entre los
educandos.
En cuanto a La Confiabilidad se refiere al conocimiento mutuo, al diálogo y al respeto.
Según Ortiz (2003), se requiere de la empatía, ponerse en su lugar y tratar de sentir sus emociones.
Se trata de tener un sentimiento más colectivo y no individual. Para ello el docente deberá propiciar
espacios de comunicación asertiva, manejo de emociones y respeto por la intimidad del otro.
De otro lado, la veracidad consiste en volver a posicionar el valor de la verdad entre los
jóvenes. Lamentablemente, hoy en día la mentira es algo común y se lanzan prejuicios, acusaciones
y falsos testimonios que afectan el clima escolar, las dinámicas relacionales y por supuesto el
autoconcepto y autoestima de las personas vulneradas. En este mismo sentido se encuentra la
Responsabilidad, que busca formar autonomía en la persona en el uso de su libertad, en el
cumplimiento de normas, en la resolución de conflictos cotidianos, etc.
Finalmente, la autora se refiere a la Diversidad y a la Comunidad. Esta última busca
vincular a los alumnos, personal docente, administrativo, y padres de familia para compartir la
idea de una educación de calidad. En este sentido se requiere de encuentros de toda la comunidad
educativa que permitan redescubrir y reelaborar los valores comunes.
En cuanto a la noción de diversidad, Ortiz (2003) hace un llamado de atención para
entender que la educación es individual, que todas las personas tienen formas de aprendizaje
diferentes, y que es preciso reconocer rasgos particulares de la identidad de los sujetos como
elementos diferenciales que obligan a particularizar las estrategias educativas. En sentido estricto,
85
en un país con una diversidad cultural, de género, de religión y étnica tan diferente, los profesores
y las instituciones educativas, tanto como los tomadores de decisiones y las políticas públicas
deben tener en cuenta estas diversidades a la hora de plantear formas de actuar para que la
diversidad sea una herramienta para ampliar las formas de conocimiento.
Las anteriores 6 características propuestas por la autora en el paso dos, de hacerse efectivas
en el colegio se podría obtener un clima escolar adecuado en el que los estudiantes se sientan a
gusto, esto reduciría significativamente la presencia de emociones negativas y bajaría los niveles
de ansiedad y estrés en ellos.
Ahora bien, el siguiente paso consiste en, conformar un equipo de trabajo. Para Ortiz
(2003), cuando se trata de educar en la inteligencia interpersonal es importante que exista un grupo
de personas dispuesto a trabajar colaborativamente en pos de conseguir esta meta. Para ello se hace
necesario crear comités interdisciplinarios que se encarguen del manejo de conflictos y situaciones
que alteran el clima escolar. Este equipo debe conformarse por docentes, orientadores, padres de
familia y por los mismos estudiantes.
Continuando, se debe elaborar una planificación y actividades para el logro de los
objetivos. Luego se debe establecer los criterios para el buen funcionamiento de los estudiantes
en el aula. Por ejemplo, promover un clima de clase seguro físico y psicológicamente. Además,
los procedimientos y normas se deben establecer de común acuerdo y se hacen de acuerdo con los
valores que se quieren promover. Es preciso enfatizar en el trabajo colaborativo y los proyectos
comunes. Es importante presentar a los estudiantes el aprendizaje de tal forma que ellos puedan
aplicarlo a la vida misma y a su cotidianidad. Así mismo, en la planeación es indispensable la
86
inclusión de actividades con énfasis en el aprendizaje de habilidades sociales, afectivas y éticas,
además de las netamente académicas.
Finalmente, según Ortiz (2003), es fundamental determinar desde el comienzo la forma en
que se evaluará el proceso de enseñanza-aprendizaje de la inteligencia interpersonal. La evaluación
puede realizarse a través de cuestionarios o de la observación directa en el contexto educativo.
3.5.2. Caracterización y estimulación de la Inteligencia Interpersonal.
Retomando a Antunes (2000) es importante hacer una caracterización de la inteligencia
interpersonal que permita analizar holísticamente el estado en que se encuentra y que otras
inteligencias se relacionan con ella, para lo cual él refiere la siguiente guía:
Tabla 4. Caracterización de la inteligencia interpersonal.
INTELIGENCIA DESCRIPCIÓN RELACIÓN CON
LAS OTRAS
INTELIGENCIAS
HABILIDADES AGENTES
Interpersonal Capacidad de
percibir y
comprender a
otras
personas,
descubrir las
fuerzas que las
impulsan y
sentir empatía
por el prójimo
indistinto.
Esta inteligencia
interactúa y se
relaciona con
todas las demás,
particularmente
con la lingüística,
la naturalista y la
cinestésica
corporal
Interactuar
Percibir
Relacionarse con
empatía.
Mostrar
autoestima y
autoconocimiento.
Ser ético/a
Comunicación
Padres
Profesores
Orientadores
Fuente: Antunes (2000).
87
Teniendo ya esto claro se puede iniciar la estimulación de la inteligencia, a partir de la
siguiente ruta que Antunes (2000) diseñó de acuerdo a los ciclos educativos por los que atraviesa
la persona.
Educación infantil. En este momento del ciclo educativo es preciso que el niño
esté rodeado de un proyecto que lo lleve al autodescubrimiento y, luego, de modo
progresivo, al descubrimiento del prójimo. Además, este ambiente debe promover la
valoración y legitimación de las emociones del niño. También, se debe procurar la
elaboración de un programa de entrevistas con el niño explorando la construcción de su
imagen social y comunitaria. Para esta etapa es de gran utilidad el uso de juegos
socializadores. (p. 94)
Educación Primaria. Este ciclo implica la continuación o inicio de un proyecto
que lleve al niño al autodescubrimiento y, luego, de modo progresivo, al descubrimiento
del prójimo. Para esto resulta útil el empleo de circunstancias emocionales como medio de
transmisión de experiencias. En este ciclo además es preciso promover juegos de
percepción corporal y espacios de evaluación emocional. (p. 95)
Educación secundaria: Este ciclo implica la continuación progresiva o el inicio de
un proyecto que lleve al joven al autodescubrimiento y, luego, de modo progresivo, al
descubrimiento del prójimo. En este ciclo es fundamental promover actividades
exploratorias del autoconocimiento y de la empatía. Estrategias de tipo: elección,
personalidad, autógrafos, círculo de debates. Además, es preciso que los estudiantes
revisen los medios de examen de la administración de emociones, de la relación de la
88
comunicación a través del empleo de estrategias tales como símbolos, rótulos, paneles y
juegos de cuadrados. (p. 96)
Teniendo en cuenta la ruta que presenta Antunes (2000) se concluye entonces que, sin haber
realizado un diagnóstico a profundidad, no se puede plantear una propuesta didáctica, pues de
hacerlo así la propuesta no estaría respondiendo a las necesidades de los estudiantes de la
institución. Por lo anterior, se decide elaborar unos lineamientos que sirvan de hoja de ruta para
que luego de realizar el diagnóstico se pueda implementar un plan de acción pedagógico de
acuerdo al mismo.
El anterior recorrido teórico permitió, para el caso puntual de la presente investigación,
establecer las bases teóricas y conceptuales, así como epistemológicas que guiaran, en primer
lugar, la identificación de los elementos de inteligencia interpersonal presentes en los estudiantes
que hacen parte del estudio. En segundo lugar, el conocimiento de dichas corrientes orientó el
diseño de la propuesta didáctica hacia una vertiente psicopedagógica más amplia y otorgó
herramientas e instrumentos de análisis enfocados a las condiciones socioculturales de los
participantes del estudio.
Así mismo, este análisis teórico permitió corroborar que la convivencia escolar y la
inteligencia interpersonal estan estrechamente ligadas, ya que esta inteligencia se basa en la
capacidad de percibir diferencias y fortalezas en los demas y saber abordarlas en beneficio de
relaciones armoniosas, respetuosas y de inclusión, lo cual desencadena en una convivencia
saludable en cualquier contexto, para este caso, el escolar.
De ahí que existan amplios estudios sobre la convivencia escolar y que instituciones y
organizaciones hayan diseñado e implementado distintas estrategias con niños, niñas y jóvenes
89
alrededor del mundo con el fin de fortalecer sus valores, de facilitar el reconocimiento de sí mismos
y de los otros, de aprender a escuchar y a dialogar con quienes piensan distinto, entre otros.
En 2001 la UNESCO creó la estrategia “Aprender a vivir juntos”, la cual tiene como
objetivo principal la mejora de las relaciones entre los estudiantes y el reconocimiento de aquellos
valores comunes entre ellos. Es una apuesta que parte del principio de la libre expresión, y que
genera en los jóvenes la capacidad de tomar conciencia de sus actos y analizar lo que estos
producen en otras personas. Esta estrategia resulta relevante ya que plantea la importancia de
involucrar no solo a los estudiantes, sino también a los profesores, reconociendo que en su
interacción también se producen conflictos.
También en el año 2001 la UNESCO implementó el programa “La mediación escolar” en
Francia, el cual tiene como eje central la labor de los mediadores, quienes facilitan a los jóvenes
la comprensión de las causas del conflicto y sus posibles soluciones. La realización de este
programa se plantea una vez por semana, en donde se generan espacios de diálogo entre alumnos,
profesores-alumnos o profesores-profesores, se les permite expresar sus sentimientos y encontrar
puntos comunes. Este programa sugiere no solo lo relevante de la labor de los mediadores al
facilitar el diálogo, sino la importancia de la formación de los mediadores, que, en este caso,
también puede ser los docentes.
Es evidente entonces que las conflictos y las agresiones escolares, que son los que dificultan
la sana convivencia, podran atenuarse si se desarrolla y potencia la inteligencia interpersonal en
los estudiantes.
90
3.6. Contexto institucional.
El Colegio San Francisco de Asís fue creado en 1945, inicialmente fue una escuela
complementaria para señoritas, cuya finalidad era prestar un servicio educativo y comunitario a
las jóvenes de bajos recursos económicos a través de la enseñanza de variadas artes y oficios
artesanales. Su nombre en ese entonces era Instituto Politécnico Nacional Femenino. En el año
1952, el Ministerio de Educación Nacional (MEN) firmó un convenio con las Hermanas Terciarias
Capuchinas y desde entonces ellas asumen la dirección del colegio ofertando educación media y
básica con una modalidad pedagógica y énfasis en artes.
En el año 2.000, se da por terminado el convenio entre el MEN y la comunidad de las
Hermanas Terciarias Capuchinas, generando drásticos cambios en la institución, ya que esta se
transforma para ser un colegio de carácter distrital, mixto. Desde ese momento, se amplía la oferta
para educación formal de grado cero hasta once, con una modalidad académica que ofrece dos
énfasis a elección del estudiante: humanidades y contabilidad sistematizada.
Actualmente el colegio se encuentra ubicado en la localidad de Los Mártires de Bogotá,
ésta es el número 14 de las 20 en que está dividida la capital de Colombia. Esta localidad, se
caracteriza por ser una de las de menor extensión territorial. Sin embargo, allí se presentan muchas
problemáticas sociales, debido a su ubicación, en el centro de la ciudad zona en donde se
encuentran las zonas más deprimidas de la capital, con presencia de expendios de droga, zonas de
tolerancia, destinadas al trabajo sexual y un alto número de personas habitantes de calle. Además,
dichas zonas colindan y en algunos casos se mezclan con zonas comerciales dedicadas en un alto
porcentaje a la mecánica automotriz y a la venta de autopartes.
91
Debido al panorama social, económico y cultural expuesto anteriormente, el colegio diseña
su Proyecto Educativo Institucional (PEI), procurando intervenir estas dinámicas de manera
positiva. Así mismo dentro del Pacto de Convivencia de la Comunidad Educativa Franciscana
(Acuerdo No 015 de noviembre 12 de 2015) se estipulan los objetivos del clima escolar en la
institución, entre los que se encuentran:
1) El promover el desarrollo de las competencias socio/afectivas y actitudinales de los
estudiantes., 2) Favorecer el desarrollo de actitudes y hábitos de autocontrol,
autodisciplina, auto exigencia y responsabilidad como parte del desarrollo integral de los
estudiantes. 3) Contribuir a la creación de ambientes educativos que permitan a los
estudiantes vivenciar los derechos humanos. 4)Formar a los estudiantes en el respeto y
reconocimiento de las diferencias a fin de que estos valoren la diversidad como fuente de
riqueza cultural. 5) Fomentar el desarrollo de competencias ciudadanas en los estudiantes,
propiciando una mejor interacción entre estos y su activa participación en todos los ámbitos
de la vida pública. (p. 8)
Para lograr los anteriores propósitos, en la institución se establecen los principios básicos
de convivencia a saber: participación, corresponsabilidad, diversidad, integralidad,
responsabilidad, honestidad, solidaridad y respeto.
Por otro lado, la institución cuenta con aproximadamente 1.411 estudiantes en educación
primaria, básica y media entre la jornada mañana y tarde. Estos estudiantes se encuentran censados
entre los estratos 1, 2 y 3. Los principales barrios de la localidad de los que provienen los
estudiantes del colegio son San Bernardo, Eduardo Santos, Las Cruces y el Policarpa. Las familias
92
que conforman esta comunidad educativa son provenientes, en su mayoría, de otras regiones del
país y se caracterizan por ser monoparentales predominando las madres cabeza de familia.
Una de las principales preocupaciones del cuerpo docente de la institución es el deteriorado
clima escolar que se vive actualmente en la institución, donde las agresiones verbales, físicas y
relacionales están a la orden del día, no solamente entre pares sino también de los estudiantes hacia
los docentes y directivos. Otro aspecto inquietante en esta comunidad educativa es el poco cuidado
por parte de los estudiantes frente a la planta física, la cual es averiada constantemente, y ante lo
cual las directivas de la institución han prendido las alarmas por vandalismo.
La información presentada en este apartado funciona a manera de marco contextual de la
investigación y aporta información sobre las condiciones socioculturales de los estudiantes y
docentes que hacen parte del estudio. Teniendo en cuenta este panorama teórico e institucional se
diseña el marco metodológico más conveniente para abordar la problemática expuesta en este
trabajo de investigación.
93
CAPITULO IV - MARCO METODOLÓGICO.
Una vez establecidas las claridades conceptuales necesarias que permitieron estructurar
todo el andamiaje teórico necesario para lograr llevar a cabo un proceso investigativo como el que
se realizó, en el presente apartado se expone el marco metodológico de la investigación, en el cual
se establece el paradigma, el enfoque y el tipo de estudio desde el cual se abordó el problema
formulado, fueron definidas la población y la muestra seleccionadas así como las técnicas e
instrumentos aplicados y finalmente se relacionan los aspectos éticos del presente trabajo.
4.1. Diseño Metodólogico.
De las tres principales vertientes de paradigmas acogidos en la investigación educativa: el
empírico analítico, el naturalista y el sociocrítico, la presente investigación está orientada, en orden
con el enfoque definido, con una postura principalmente empírico analítica.
Este paradigma para Filstead (2000) posee una concepción global positivista, particularista,
objetiva y orientada a los resultados. Las investigaciones educativas enmarcadas en esta postura,
parafraseando a Ramírez (2011), terminan generalmente con un informe en el que se socializan
los resultados hallados y se agrupan recomendaciones para los educadores con el fin de que con
base en estos conocimientos científicos reestructuren su quehacer obteniendo resultados que
contribuyan al proceso educativo, que para efectos de la presente investigación es la propuesta
didáctica.
Inche y otros (2003) afirman que “todo conocimiento es válido si está basado en la
observación de los hechos sensibles” (p. 23). En orden con lo dicho hasta este punto, se empleó
una visión empírico analítica porque se pretendió en esta investigación identificar los elementos
94
presentes y/o ausentes de la inteligencia interpersonal propuesta por Howard Gardner en los
alumnos del colegio San Francisco de Asís, a traves de los instrumentos aplicados de escala liker
que porsteriormente fueron interpretados para así analizar las posibles formas de intervención que
puedan dar como resultado una optimización de la convivencia escolar.
La investigación desarrollada tiene un enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo. Se hace
elección por una investigación cuantitativa ya que el planteamiento del problema y los objetivos
requieren un abordaje por medio de un proceso lineal en el cual se llevan a cabo etapas que se
cumplen en un orden determinado (Echevarría, 2016).
En cuanto a procesos específicos, el enfoque cuantitativo en la investigación educativa
implica la recolección de datos de este carácter: reportes de tipo numérico, los cuales son
generalmente analizados por medio de estadísticas y son realizados con el fin de determinar
tendencias y patrones, sobre todo para identificar relaciones causales (Torres y Gallardo, s.f.). De
acuerdo con esto, el diseño metodológico de esta investigación pone en evidencia el interés por
aplicar técnicas e instrumentos que aportaran la mayor cantidad de datos numéricos o que se
pudieran contabilizar para hallar en ellos información que orientara respecto a la comprensión de
la inteligencia interpersonal en un contexto específico, es decir, dentro del aula en la que día a día
conviven los estudiantes del ciclo III del colegio San Francisco de Asís IED de Bogotá.
Por otra parte este trabajo se orienta por un tipo de investigación descriptiva, ya que según
Abreu (2012) este tipo de investigación consiste en la recopilación de datos que describen los
acontecimientos y luego organiza, tabula, representa y describe la recopilación de datos. Los
estudios descriptivos pueden producir información importante que conducen a la interpretación
de un contexto o situación y posteriormente a recomendaciones para contibuir a ella. .
95
Siendo el objetivo de esta investigación conocer el estado de la inteligencia interpersonal
de los estudiantes resultó pertinente la recolección de datos para posteriormente interpretarlos a
través de la estadistica descriptiva bajo el paradigma empirico analítico.
4.2. Participantes.
A partir de la información anterior, se seleccionó la población de estudio que estuvo
compuesta por los estudiantes del Colegio San Francisco de Asís IED jornada tarde, de la localidad
de Los Mártires, de la ciudad de Bogotá, es importante aclarar que esta jornada se caracteriza por
su baja matrícula y de ahí que los cursos sean pequeños, entre 20 y 25 estudiantes por curso
aproximadamente.
Con respecto a la naturaleza de la muestra de este estudio, se pudo establecer que se trata
de una muestra no probabilística con grupos intactos. Esto significa que el investigador no ha
intervenido en la conformación de los grupos en los que se pretende realizar la investigación, sino
que estos están formados antes de que el trabajo se llevara a cabo. En este sentido, tal como señala
Hernández (2010) se trata de grupos que están libres de cualquier intervención, o grupos naturales.
En este caso corresponde a las y los estudiantes de un grado sexto y un grado séptimo
pertenecientes al Ciclo III. Fueron en total 44 estudiantes participantes y cuya descripción se hace
a partir de las gráficas 1 y 2.
96
Gráfica 1. Participación por Género.
Fuente: Elaboración propia. 2019.
En la muestra hay 27 mujeres y 17 hombres, por lo cual la mayoria de participantes de
estudio pertenece al genero femenino. Este dato es importante porque uno de los instrumentos
aplicados presenta una ponderación diferente dependiendo si es hombre o mujer la persona
encuestada.
39%
61%
GÉNERO DE LOS ESTUDIANTES PARTICIPANTES
HOMBRES
MUJERES
97
Gráfica 2. Edad de los participantes.
Fuente: Elaboración propia. 2019.
Las edades de los estudiantes participantes del estudio se encuentra entre los 11 a los 15
años, distribuidos de la siguiente manera: del total de la muestra el 7% tiene 11 años, el 25% 12
años, continuando con el 32% que tiene 13 años. El porcentaje de estudiantes con 14 años
corresponde al 32%, mientras que el 4% se encuentra en la edad de 15 años. Como se observa las
edades oscilan entre los 11 y los 15 años, momento en que los niños, niñas y jóvenes se caracterizan
por encontrarse en pleno proceso de construcción de su identidad, lo que los hace vulnerables a
los diferentes factores presentes en sus contextos sociales.
7%
25%
32%
32%
4%
EDAD DE LOS ESTUDIANTES PARTICIPANTES
11 AÑOS
12 AÑOS
13 AÑOS
14 AÑOS
15 AÑOS
98
4.3. Técnicas e instrumentos.
La recolección de datos puede ser entendida, entonces, como la medición, lo cual consiste
en asignar números a objetos y eventos de acuerdo con criterios previamente establecidos. En este
sentido la convivencia escolar y la inteligencia interpersonal se observó a través de referentes
empíricos como comportamientos, expresión de sentimientos, regulación de emociones evidentes
en gestos, palabras, entre otros.
Este tipo de datos recolectados deben ofrecer información lo más concreta y exacta posible
para que los resultados puedan ser generalizados (no sin olvidar el contexto y objeto que se está
estudiando, el cual está cargado de elementos subjetivos); esto implica que el instrumento de
medición, o bien, de recolección de datos esté diseñado de manera precisa de acuerdo que cumpla
con los principios de validez, confiabilidad y factibilidad (Namakforoosh, 2005).
Con base en esos datos y la puesta en marcha de un aparato de análisis debidamente
estructurado fue posible describir e interpretar los procesos educativos relacionados con la
convivencia escolar y la inteligencia interpersonal de manera que estos pudieron ser observados y
operables, es decir, pudieron ser medidos de acuerdo con unos criterios establecidos.
En este apartado, se presentan los dos instrumentos utilizados en el estudio, los cuales
permitieron la recolección de los datos e información, que fueron el insumo principal para la
elaboración de la propuesta.
a) TMMS-24 (Trait Meta-Mood Scale).
Es un instrumento diseñado por Extremera y Fernández (2005) de uso libre basado en el
Trait Meta-Mood Scale (TMMS) (Anexo 1) del grupo de investigación de Mayer y Salovey. La
99
escala original es una escala rasgo que evalúa el metaconocimiento de los estados emocionales
mediante 48 ítems, sin embargo en esta version de Extremera y Fernández, el TMMS 24, consta
de 24 items.
Al aplicarlo a las personas se les solicita que evalúen el grado de acuerdo en el que están
frente a unos ítems específicos. Esto se mide según una escala de tipo Likert de 5 puntos (1= Nada
de acuerdo, 5= Totalmente de acuerdo). La escala final está compuesta por 24 ítems, 8 ítems por
factor, y su fiabilidad para cada componente es: Atención (0,90); Claridad (0,90) y Reparación
(0,86). La TMMS-24 contiene tres dimensiones claves de la Inteligencia Emocional con 8 ítems
cada una de ellas: 1) Percepción Emocional: Soy capaz de sentir y expresar los sentimientos de
forma adecuada. 2) Comprensión de Sentimientos: Comprendo bien mis estados emocionales. 3)
Regulación Emocional: Soy capaz de regular los estados emocionales correctamente.
La regulación emocional, en palabras de Bisquerra y Pérez (2007):
Es la capacidad para manejar las emociones; tomar conciencia entre emoción, cognición y
comportamiento; identificar estrategias de afrontamiento; y capacidad para autogenerarse
emociones positivas. Las micro competencias que la configuran son: expresión emocional
apropiada, regulación de emociones y sentimientos, habilidades de afrontamiento,
competencia para autogenerar emociones positivas (p. 40)
Para obtener una puntuación en cada uno de los factores, se suman los ítems de la siguiente
manera: la suma de los factores del 1 al 8 permite analizar la Percepción, del 9 al 16 la
Comprensión, y del 17 al 24 la Regulación. Una vez obtenida la puntuación se debe revisar la
puntuación en cada una de las tablas establecidas para tal fin.
100
Tabla 5. Puntuación para hombres y mujeres - Componente de Atención.
Fuente: Fernández-Berrocal, P., Extremera, N. y Ramos, N. (2004).
Tabla 6. Puntuación para hombres y mujeres - Componente de Claridad.
Fuente: Fernández-Berrocal, P., Extremera, N. y Ramos, N. (2004).
101
Tabla 7. Puntuación para hombres y mujeres - Componente de Reparación.
Fuente: Fernández-Berrocal, P., Extremera, N. y Ramos, N. (2004).
Como se puede observar en las anteriores gráficas existen diferencias en las puntuaciones
para hombres y mujeres. Además, se debe tener en cuenta que la veracidad y confianza de los
resultados dependen de la sinceridad con que se haya dado respuesta a los interrogantes, para lo
cual dentro de lo posible debe existir una confianza entre quienes responden el cuestionario y el
investigador. Según Extremera y Fernández (2005) el TMMS- 24:
“ha supuesto una herramienta muy útil para aquellos científicos sociales que se han
interesado en examinar las diferencias individuales en el metaconocimiento de los estados
emocionales y, sobre todo, para conocer cómo estas habilidades intrínsecas afectan a
diversas áreas del individuo” (p. 102)
Este instrumento resulta ser pertinente debido a que al ser de fácil comprensión y aplicación
rápida permite identificar datos fiables en los niños y niñas. Datos que serán insumos importantes
al momento de plantear un proyecto de intervención, además el mismo instrumento puede servir
como técnica de evaluación una vez llevada a cabo la practica establecida.
102
Así mismo se empleó este instrumento porque permite medir el grado de atención, claridad
y reparación que tienen los estudiantes sobre sus emociones, todas ellas incidentes en una adecuada
inteligencia interpersonal para la interacción entre pares en cualquier contexto.
b) Cuestionario de Autoevaluación de las Inteligencias Múltiples – CAIM.
También se contó con otro instrumento, en el cual la investigadora, con previa autorización de
la coautora Cristina Stecconi, tomó un fragmento de la prueba diseñada por Roberto Kertenz en
1996, conocida como el Cuestionario de Autoevaluación de las Inteligencias Múltiples (CAIM)
(Anexo 2), que tiene como objetivo el autoconocimiento de los potenciales y habilidades
personales, esto en consonancia con los planteamientos de Howard Gardner sobre las inteligencias
múltiples y que se encuentra para uso libre con la debida cita del autor. El cuestionario, consta de
varias afirmaciones referentes a los tipos de inteligencia planteados por Gardner.
Para la presente investigación, se eligieron 10 afirmaciones, cada una de ellas asociadas a
factores o habilidades como: La empatía, asertividad y el liderazgo. Dichas afirmaciones permiten
analizar la inteligencia interpersonal. Los alumnos debían asignar a las afirmaciones un puntaje de
0 a 10 en el cual 0 significa nunca y 10 siempre. Las afirmaciones seleccionadas fueron las
siguientes:
1. Al observar las conductas de otras personas, me doy cuenta de las emociones que
sienten
2. Escucho a los demás y llego a aceptarlos, aunque no esté de acuerdo con ellos
103
3. Puedo reflejar, como si fuera un espejo, lo que dicen o expresan con sus gestos y su
cuerpo
4. Obtengo los resultados deseados como líder o conductor de grupos
5. Capto lo negativo y lo positivo de las personas, pero tiendo a reforzar lo positivo en
ellas en vez de criticarlas o discutir con ellas.
6. Disfruto estando en compañía de gente que tenga valores o intereses parecidos a los
míos.
7. Pido lo que necesito en forma amable, directa y verbal
8. Puedo negociar y llegar acuerdos flexiblemente
9. Apoyo a las personas cuando percibo que realmente lo necesitan
10. Defiendo mis derechos y me hago respetar, en forma firme y serena
Estos dos instrumentos empleados permitieron analizar el estado actual de la inteligencia
interpersonal en los estudiantes del colegio San Francisco de Asís desde una optica individual a
partir de la atención, claridad y reparación de sus emociones (TMMS-24) así como su puesta en
marcha desde la interaccion con sus pares (CAIM) analizando la empatía, asertividad y liderazgo
que posee cada uno de ellos, lo anterior como insumo para la elaboración de un diagnóstico que
posteriormente arrojó los lineamientos para el diseño de la propuesta didáctica, que hace parte de
uno de los objetivos del presente trabajo.
Otro aspecto fundamental en la elección de estos dos instrumentos es su alta validez y
confiabilidad, para el caso del TMMS-24 es de 0.90 y para el CAIM es de 0.85, lo que permite que
los datos arrojados para el presente estudio sean confiables en su interpretación y que a su vez sean
104
tan claros que permitan desarrollar una adecuada caracterización de los mismos para
posteriormente diseñar la propuesta didáctica.
Ahora bien, el analizar los datos arrojados por estos dos instrumentos permitió conocer la
realidad desde una perspectiva mas holística, ya que como se mencionó anteriromente se apunta
al conocimiento de las emociones tanto de forma individual como cuando se esta interactuando
con los demás.
Resulta tambien pertinente mencionar que la investigadora de este estudio labora en esta
institución, conoce la realidad convivencial de este contexto y esto sirvió para los planteamientos
y discusiones finales.
4.4. Aspectos éticos de la investigación.
Esta investigación centró su trabajo en estudiantes del colegio San Francisco de Asís IED,
es vital tener en cuenta aspectos éticos que enmarquen el trabajo en la rigurosidad, la legalidad y
el respeto por los participantes de la investigación. Retomando a Noreña y otros (2012) algunos
de estos son:
a. Consentimiento informado, los participantes deben estar de acuerdo con ser informantes y
conocer sus derechos y responsabilidades.
b. Confidencialidad, asegurar la protección de la identidad de las personas que participan
como informantes de la investigación.
c. Manejo de riesgos, este requisito tiene relación con los principios de no maleficencia y
beneficencia establecidos para hacer investigación con seres humanos. (pág. 272)
105
De acuerdo con lo anterior en esta investigación se contó con el consentimiento de los
estudiantes y sus representantes legales para participar libremente de esta investigación (ver
anexo 4) luego de socializarles en que consistia la misma, sus objetivos y beneficios.
Por otra parte durante la escritura de este trabajo se reconocieron y respetaron los derechos
de autor, asignando las citas respectivas de acuerdo a la producción intelectual de los autores
relacionados.
106
CAPITULO V - RESULTADOS Y ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN.
A continuación, se presentan los resultados producto de la aplicación de los instrumentos
que permitieron identificar el estado de los estudiantes del Colegio San Francisco de Asís frente a
la inteligencia interpersonal. Se presentan entonces las gráficas, producto de la tabulación de los
resultados, así como sus respectivos análisis a la luz de los referentes teóricos ya mencionados.
Esto para identificar algunas de las necesidades de los estudiantes en términos de educación
emocional para la convivencia escolar.
En ese sentido, en un primer momento se muestran las gráficas correspondientes a los
resultados obtenidos del primer instrumento aplicado a los estudiantes el TMMS 24. Para ello se
identifican los componentes de evaluación planteados en el instrumento a saber: Atención
emocional, Claridad de sentimientos y Reparación emocional. Dichos análisis y gráficas se
presentan de manera separada entre hombres y mujeres, debido a la diferencia de puntajes de
evaluación que se da en el instrumento pero su interpretación se hace de manera conjunta para
cada componente evaluado.
En un segundo momento, se muestran los análisis y graficas correspondientes a la
aplicación del instrumento adaptado CAIM y luego se plantea una discusión final usando como
insumo la relación existente entre los analisis de los instrumentos ya mencionados.
Es importante resaltar que la mayoría de los participantes de la muestra para este trabajo
pertenecen al genero femenino, hay en total 25 mujeres y 19 hombres. Este dato es importante
pues los resultados muestran que no se distingue, al menos entre el grupo de estudio, la cuestión
del género. Es decir, las formas de apropiarse de la cuestión de la inteligencia interpersonal son
transversales, iguales para hombres y para mujeres. Sin embargo, en el primer instrumento
107
aplicado el genero si resulta determinante pues como ya mencionó en la ficha tecnica se presentan
valores diferenciados para cada uno.
La edad de los estudiantes participantes del estudio se encuentra entre los 11 a los 15 años,
esta caracterización permite establecer unos datos iniciales que son contrastados en apartados
posteriores con la información obtenida de los instrumentos con la finalidad de analizar los datos
recogidos de manera transversal.
5.1. Análisis de los resultados de la aplicación del test TMMS- 24.
En el presente apartado se encuentran las gráficas y el análisis producto de la aplicación
del instrumento TMMS-24, los resultados de este instrumento se muestran diferenciando entre
estudiantes hombres y estudiantes mujeres, esto debido a que el instrumento en mención presenta
valores específicos de acuerdo con el genero para la ubicación en cada rango, no obstante una vez
se establezca el rango para cada categoria, la interpretación se realiza de manera conjunta.
Según Extremera y Fernández (2005) esta prueba tiene como objetivo “conocer la actitud
de las personas hacia su experiencia emocional y la propia conciencia de sus propias habilidades
emocionales” (p. 102). para los mismos autores este instrumento se caracteriza por hacer una
medición estable en el tiempo de las creencias o actitudes de las personas sobre sus estados de
ánimo y emociones.
108
a) Componente de la Atención de Sentimientos en estudiantes hombres y mujeres del
Colegio San Francisco de Asís.
La atención emocional se define como la tendencia de las personas a observar y pensar
sobre sus emociones y sentimientos, valorar y examinar sus estados afectivos y centrarse y
maximizar su experiencia emocional (Gohm y Clore, 2000; Swinkels y Giuliano, 1995). Este
componente en la prueba TMMS-24 es evaluado mediante las primeras ocho afirmaciones del
cuestionario, a saber: 1) Presto mucha atención a los sentimientos. 2) Normalmente me preocupo
mucho por lo que siento. 3) Normalmente dedico tiempo a pensar en mis emociones. 4) Pienso
que merece la pena prestar atención a mis emociones y estado de ánimo. 5) Dejo que mis
sentimientos afecten a mis pensamientos. 6) Pienso en mi estado de ánimo constantemente. 7) A
menudo pienso en mis sentimientos. 8) Presto mucha atención a cómo me siento.
Gráfica 3. Resultado de estudiantes hombres frente al componente de Atención Emocional.
Funte: Elaboración propia 2019.
32%
68%
0%
ATENCIÓN DE LAS EMOCIONES EN LOS HOMBRES
POCA ADECUADA DEMASIADA
109
En la gráfica 3 se presenta el consolidado de las respuestas dadas por los estudiantes
hombres participantes en el estudio, frente a las primeras ocho afirmaciones ya mencionadas. Así
las cosas el 32% de los estudiantes afirma prestar poca atención a sus emociones mientras que el
68% se situa con una adecuada atención de las mismas. Ningun estudiante manifesto atender
demasiado a sus emociones por lo cual se puntua con el 0%. Para las mujeres los resultados se
evidencian en la grafica 4.
Gráfica 4. Resultado de estudiantes mujeres frente al componente de Atención Emocional.
Fuente: Elaboración propia 2019.
El 60% de las mujeres encuestadas manifestaron tener poca atencion de sus emociones, el
40% de ellas quedaron ubicadas en el rango de adecuada atención y al igual que los hombres
ninguna manifesto prestar demasiada atencion de sus emociones quedando esta categoria con el
0%. Ahora bien, al relacionar estos porcentajes entre hombres y mujeres podemos concluir que el
60%
40%
0%
ATENCIÓN DE LAS EMOCIONES EN MUJERES
POCA ADECUADA DEMASIADA
110
52% de ellos presenta una adecuada atención a sus emociones frente a un 48% que se situa en la
categoria de poca atencion de ellas, lo cual se presenta en la siguiente gráfica.
Gráfica 5. Resultados hombres y mujeres frente al Componente de la Atención Emocional.
Fuente: Elaboración propia. 2019
Al observar estos resultados se puede concluir que pese a que el porcentaje de poca atencion
a las emociones es elevado tambien son varios los estudiantes que tienen una adecuada atención,
es decir, que hay una conciencia sobre sus propias emociones, un reconocimiento de sus
sentimientos y su significado. Frente a la escasa atención de las emociones Gohm y Clore (2000)
sostiene que el principal problema es que tampoco podra utilizar efectivamente esa informacion
para regular su estado animico, lo cual puede desencadenar una sintomotologia fisica como la
depresión y la ansiedad, asi como su funcionamiento social en relación con el otro (Extremera y
otro 2002).
0
2
4
6
8
10
12
14
16
POCA ADECUADA DEMASIADA
RELACIÓN ATENCIÓN EMOCIONAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES
HOMBRES MUJERES
111
En cuanto a la atención adecuada de las emociones Thayer y otros (2003) sostienen
Las personas atentas emocionalmente se caracterizan por estar vigilando en todo momento
el progreso de sus estados de ánimo en un esfuerzo por intentar comprenderlos, lo cual no
siempre es productivo para el individuo, sobre todo cuando una alta atención a las
emociones no va seguida de una suficiente capacidad para discriminar sus causas, motivos
y consecuencias (p. 116)
Así las cosas, es importante que aunque se tenga una moderada atención emocional no se
excedan estos niveles, pues podría entrarse en una rumiación de las emociones lo cual en vez de
generar estados animicos positivos podrían volverse negativos. De ahí la importancia de que la
persona tambien tenga presente las otras dos categorias evaluadas en este instrumento como la
Claridad y la Reparación emocional. Igualmente las personas que tienen una moderada atención
de sus emociones son las que en su mayoria lograran la regulación de las mismas y su
implementación en el entorno será mas saludable (Gohm y Clore 2000).
Es importante recordar que, en la construcción de la convivencia escolar, orientado por la
educación emocional y las competencias emocionales, se estimula la reflexión sobre los propios
actos y las consecuencias de las acciones, esto con el fin de que las personas sean cada vez más
conscientes de sus acciones y que tomen decisiones que los satisfagan a largo plazo. (Ortega,
2006).
De acuerdo con los resultados obtenidos en la variable Atención emocional es posible
afirmar, de acuerdo con la construcción teórica que se realizó en la primera fase de la investigación,
que la relación existente entre el autoconocimiento y la inteligencia interpersonal es estrecha, de
ahí que las personas que afirman reflexionar más sobre sus emociones tiene mayor efecto sobre el
112
clima escolar, principalmente en la manera como se relacionan asertivamente con los demás, tal
como lo plantean Castelló y Cano (2011) y Mora Martín. Si, como afirman Thayer y otros (2003),
las personas que reflexionan sobre sus emociones tienden a tener un mayor manejo de estas,
reflejarían también el planteamiento de Gardner (1999) y García (2009) respecto a que la
construcción de la percepción de sí misma que le permite organizarse, planificar y dirigir sus vidas,
a la vez que tener mayor agudeza y empatía para construir una sana convivencia tanto en el aula
como en otro entorno, como el hogar.
b) Componente de Claridad de Sentimientos en estudiantes hombres y mujeres del
Colegio San Francisco de Asís.
La Claridad emocional se refiere a cómo las personas creen percibir sus emociones, es decir cómo
creen que actúan en diferentes circunstancias. En otras palabras, retomando los planteamientos de
Extremera y Fernández (2005) “sería la capacidad para denominar nuestras emociones, en
contraposición a saber únicamente que uno se siente bien o mal” (p. 116) Este componente se
evalúa mediante las siguientes ocho afirmaciones del cuestionario a saber: 9) Tengo claros mis
sentimientos 10) Frecuentemente puedo definir mis sentimientos. 11) Casi siempre sé cómo me
siento. 12) Normalmente conozco mis sentimientos sobre las personas. 13) A menudo me doy
cuenta de mis sentimientos en diferentes situaciones. 14) Siempre puedo decir cómo me siento.
15) A veces puedo decir cuáles son mis emociones. 16) Puedo llegar a comprender mis
sentimientos.
A continuación, se presenta la gráfica producto de las respuestas dadas por los estudiantes
hombres frente al componente mencionado.
113
Gráfica 6. Resultado de estudiantes hombres frente al componente de Claridad de
Sentimientos.
Fuente: Elaboración propia 2019.
En la gráfica 5 se observa que el 47% de los estudiantes hombres pertenencientes a esta
muestra manifiestan tener una baja claridad de sus sentimientos, el 42% afirma tener una adecuada
claridad sobre ellos mientras que el 11% entiende de una forma excelente sus sentimientos y
emociones. Para las mujeres este componente se observa en la grafica 6.
47%
42%
11%
CLARIDAD DE SENTIMIENTOS
BAJA ADECUADA EXCELENTE
114
Gráfica 7. Resultado de estudiantes mujeres frente al componente de Claridad de
Sentimientos.
Fuente: Elaboración propia 2019.
Respecto al componente de Claridad de sentimientos en las estudiantes mujeres, el 52%
manifiesta una baja claridad de sus sentimientos, el 44% dice entenderlos claramente y el 4% los
tiene claros de una forma excelente. Relacionando los resultados entre los hombres y mujeres de
esta muestra se concluye que el 50% de ellos se encuentran ubicados en baja claridad de sus
emociones, el 43% tiene una adecuada comprensión de los mismo y el 7% se ubica en el rango de
excelente claridad de los sentimientos. Se identifica entonces, que, aunque con un margen bajo de
diferencia, la mayoría de los estudiantes, tanto hombres como mujeres, presentan dificultades al
momento de identificar sus emociones.
52%44%
4%
CLARIDAD DE SENTIMIENTOS
BAJA ADECUADA EXCELENTE
115
Grafica 8. Resultados hombres y mujeres frente al Componente de la Atención Emocional.
Fuente: Elaboración propia. 2019.
Al respecto, Fernández, Velasco y Campos, (2003) sostienen que, si bien las personas en
su mayoría tienen la capacidad de expresar e identificar si se sienten bien o mal, para algunas
personas resulta más fácil detectar específicamente las emociones, por ejemplo, no solo poder
saber que es un estado de ánimo negativo sino saber diferenciar e identificar si el sentimiento
especifico es: enfado, ansiedad o frustración. Es de suma importancia desarrollar en los estudiantes
esta dimensión pues al lograr dicha claridad según Extremera y Fernández (2005):
La persona tiene mayor facilidad para comprender el origen de sus emociones, qué
acontecimientos esperar durante la experiencia de esas emociones (i.e., reacción
fisiológica, respuestas motoras, pensamientos) y sus consecuencias, elementos que son de
mucha utilidad pensando en términos de convivencia escolar. (p. 116)
0
2
4
6
8
10
12
14
BAJA ADECUADA EXCELENTE
RELACIÓN CLARIDAD EMOCIONAL ENTRE HOMBRES Y MUJERES
HOMBRES MUJERES
116
En contraste con el análisis realizado para Atención emocional, los bajos niveles de
Claridad emocional evidencian que los jóvenes atienden a lo que sienten, se preguntan por ello,
sin embargo, no logran definir dichas emociones. Esto muestra la falta de estrategias de educación
emocional que le permita a los alumnos identificar lo que sienten y definirlo. Hay que recordar
que las competencias emocionales, tal como lo explica Bisquerra (2012) hacen parte de un proceso
de educación en el que la presencia de los padres y los docentes para apoyar a los niños o jóvenes
es fundamental. En este sentido puede haber dos motivos por los cuales dicha “alfabetización” no
se evidencia: o bien porque los padres y docentes también desconocen cómo identificar y distinguir
sus emociones, así como nombrarlas; o porque no se presta la suficiente importancia y atención a
las reacciones y emociones de los jóvenes y niños o no se les consulta directamente.
Resulta inquietante entonces la necesidad de formar en este componente, puesto que la
persona que no tiene claridad en sus sentimientos esta confundida emocionalmente y es probable
que sus reacciones generen mas problemas y situaciones de conflicto que para los terminos de
convivencia escolar deriva en un panorama muy desafortunado.
c) Componente de Reparación Emocional en estudiantes hombres y mujeres del Colegio
San Francisco de Asís.
De acuerdo con Extremera y Fernández (2005) la reparación de las emociones “alude a la
creencia del sujeto en su capacidad para interrumpir y regular estados emocionales negativos y
prolongar los positivos” (p. 103) Este componente se evalúa mediante las últimas ocho
afirmaciones planteadas en el cuestionario, a saber: 17) Aunque a veces me siento triste, suelo
tener una visión optimista. 18) Aunque me sienta mal, procuro pensar en cosas agradables. 19)
Cuando estoy triste, pienso en todos los placeres de la vida. 20) Intento tener pensamientos
117
positivos, aunque me sienta mal. 21) Si doy demasiadas vueltas a las cosas, complicándolas, trato
de calmarme. 22) Me preocupo por tener un buen estado de ánimo. 23) Tengo mucha energía
cuando me siento feliz. 24) Cuando estoy enfadado intento cambiar mi estado de ánimo.
A continuación, se presentan las gráficas productos de las respuestas dadas por los
estudiantes hombres participantes en la investigación, para luego presentar la correspondiente a
las mujeres.
Gráfica 9. Resultado de estudiantes hombres frente al componente de Reparación
Emocional.
Fuente: Elaboración propia 2019.
En la gráfica 7 se puede observar que el 63% de los hombres manifiesta tener una adecuada
reparación emocional, el 11% afirma tener una excelente reparación de sus emociones mientras el
26% debe mejorar la misma. En cuanto a las respuestas dadas por las mujeres pertenencientes a la
muestra de este trabajo los resultados se evidencian en la siguiente grafica.
26%
63%
11%
REPARACIÓN EMOCIONAL
BAJA ADECUADA EXCELENTE
118
Gráfica 10. Resultado de estudiantes mujeres frente al componente de Reparación
Emocional.
Fuente: Elaboración propia 2019.
En la grafica 8 se observa que el 52% de las encuestadas afirma tener una adecuada
reparación de sus emociones, mientras que el 32% se ubica en el rango de baja reparacion y un
16% afirma que su reparación emocional es excelente. Ahora bien, unificando criterios entre los
hombres y la mujeres se puede afirmar que el 57% de los estudiantes se encutran en el rango de
“excelente reparación de las emociones”, el 29% afirma que tiene poca habilidad en la reparación
de sus emociones miestras que el 14% se ubica en el rango de excelente reparación de las mismas.
32%
52%
16%
REPARACIÓN EMOCIONAL
BAJA ADECUADA EXCELENTE
119
Gráfica 11. Resultados Hombres y Mujeres frente al componente de Reparación Emocional.
Fuente: Elaboración Propia. 2019.
Según los autores Feldman, Gross, Conner y Benvenuto, (2001) la reparación emocional,
está muy relacionada con la Claridad emocional pues permite la recuperación de los estados de
ánimo de la persona. En esto coinciden (Gross y John, 2002) citados por Extremera y Fernández
(2002):
No en vano, las personas con alta capacidad de diferenciación de la experiencia emocional
tienen más posibilidades de regular sus emociones, Ahora bien, las emociones pueden ser
reguladas de formas muy diversas y el factor de Reparación emocional no cubre
ciertamente todas ellas. No obstante, la mayoría de las estrategias de regulación se centran
en incrementar o mantener la intensidad de las emociones positivas y reducir o eliminar las
emociones negativas” (p. 117)
0
2
4
6
8
10
12
14
BAJA ADECUADA EXCELENTE
RELACIÓN ENTRE HOMBRES Y MUJERES FRENTE A LA REPARACIÓN EMOCIONAL
HOMBRES MUJERES
120
Una puntuación adecuada para la prueba de TMMS-24 requiere de un equilibrio en cada
uno de los componentes lo cual en términos generales sucede en los estudiantes participantes de
la investigación, lo que resulta positivo pensando en términos de un futuro proceso de intervención
pedagógico en cuanta a la formación emocional y la Convivencia en la escuela.
La Reparación emocional hace referencia directa a la acción, a la toma de decisiones y a la
expectativa de las consecuencias que estas decisiones tienen. Según los datos: ante esto procuran
reflejar estados de ánimo positivos, lo que refleja asertividad que se consigue de manera intuitiva.
Esto se afirma teniendo en cuenta que, a pesar de la falta de claridad para identificar emociones,
los jóvenes procuran reflejar un buen estado de ánimo. Ahora bien, también procuran ser lo más
sinceros consigo mismos en relación con lo que están sintiendo. De acuerdo con esto, estos
comportamientos de los jóvenes evidencian que hay posibilidad de construir una convivencia
escolar apropiada y diseñar una propuesta didáctica orientada a fortalecer este aspecto.
Lo anterior se fortalece cuando se identifica que existe conciencia en los jóvenes
encuestados de que las emociones se autoregulan con autonomía y voluntad pues no hay una
actitud de victimización sino de superación de estados negativos. Por lo tanto, existe un escenario
de inteligencia emocional, tal como lo plantea De Luca (2003), sobre todo en la capacidad de
resolver problemas relacionados con emociones propias (intrapersonal). La estrategia didáctica a
diseñar puede fortalecer, entonces, la inteligencia intrapersonal, contribuir en la Claridad
emocional para llevar al desarrollo de la inteligencia interpersonal.
Estos resultados a su vez permitieron establecer una serie de parámetros y consideraciones
iniciales que arrojan información relevante para la investigación sobre el grado de conciencia
emocional en cuanto a atencion, claridad y regulación que manejan los estudiantes en relación a la
121
identificación y manejo propio de las emociones. Ahora bien, resulta importante para este estudio
conocer como estas categorias se evidencian al momento de interacuar con el otro y por ello a
continuación se presentan los resultados del instrumento CAIM.
5.2. Análisis de los resultados de la adaptación del instrumento CAIM.
El proposito de aplicar este instrumento es que, una vez establecida la forma como los
estudiantes comprenden sus propias emociones, realicen una autoevaluación sobre la manera cómo
identifican, emplean y controlan dichas emociones en el trato con sus pares, es decir sus
compañeros. En este apartado se hace la interpretación de los datos obtenidos sobre el estado actual
de la inteligencia interpersonal. En estas graficas se muestran los resultados de la totalidad de la
muestra ya que el instrumento no requiere distinción del género.
Gráfica 12. Pregunta 1: Al observar las conductas de otras personas, me doy cuenta de las
emociones que sienten.
Fuente: Elaboración propia 2019.
0
2
4
6
8
10
12
14
16
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
2 2
01
15
4 4 4
7
5
122
De la muestra total de 44 participantes, 15 responden la opción 5 ante esta pregunta. Esto
implica que el 34% de los entrevistados no tienen claridad a la hora de reconocer los sentimientos
de los otros, o bien consideran que no saben leer esos sentimientos. En todo caso, esta respuesta
es consistente con el resto de las respuestas de este instrumento, pues en general los participantes
responden con más frecuencia la opción cinco, indicando que no están seguros sobre las respuestas
o sobre los marcos interpretativos a través de los cuales se podrían responder estas preguntas.
Como veremos más adelante, esto demuestra que, dentro del grupo, aun es difícil responder
preguntas que los apelan directamente sobre sus sentimientos y sobre la necesidad de expresarlos.
Gráfica 13. Pregunta 2: Escucho a los demás y llego a aceptarlos, aunque no esté de acuerdo
con ellos.
Fuente: Elaboración propia 2019.
0
2
4
6
8
10
12
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
4
2
1
0
11
5 5
4
3
9
123
Ante esta pregunta se observa un comportamiento muy interesante. Si bien, el puntaje más
frecuente es el número 5, hay una dispersión muy pronunciada pues la opción 10 y la opción 1,
tuvieron también frecuencias altas. En esta medida, la respuesta 5 obtiene el 25 por ciento de las
respuestas, la opción 10 el 20.4%, y la opción 1 el 9%. Todo esto muestra que los estudiantes a la
pregunta: Escucho a los demás y llego a aceptarlos, aunque no esté de acuerdo con ellos, responden
reflejando un desacuerdo de grupo sobre la habilidad de escuchar. De nuevo la opción 5 indica
inseguridad de los participantes, pues señala que no saben si escuchan o no a las personas cuando
no están de acuerdo con ellas. Sin embargo, en contraste con el punto anterior, el 20.4% afirma
que siempre escucha al otro aun en las situaciones en las que no está de acuerdo.
Gráfica 14. Pregunta 3: Puedo reflejar, como si fuera un espejo, lo que dicen o expresan con
sus gestos y su cuerpo.
Fuente: Elaboración propia 2019.
0
2
4
6
8
10
12
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
7
2
4
2
12
4
6
2
0
5
124
A esta pregunta, la respuesta que mayor frecuencia presenta es nuevamente la número 5,
con un 27.7% de la muestra afirmando que no tiene claridad sobre si podría reflejar los
sentimientos de sus compañeros. Esta respuesta refuerza la idea de que, en el imaginario de los
participantes, es muy difícil reconocer las expresiones de los compañeros. Cada respuesta refuerza
la idea de que ante los gestos de los otros hay una especie de ininteligibilidad, una dificultad para
leer en los gestos de los compañeros una gramática de la expresión corporal.
Cabe señalar que la opción 9 no fue respondida por ninguno de los participantes. Además, la
respuesta siempre (la opción 10), tiene solamente un 11%. Son muy pocos los estudiantes que
reconocen una habilidad para leer y entender a cabalidad los sentimientos de sus compañeros. Por
otro lado, es muy relevante que el 15% de los estudiantes reconozca que nunca sería capaz de
imitar las expresiones de los compañeros. Todo esto indica que para los participantes el
reconocimiento de la expresión es un problema, dicho en otras palabras no poseen mucha empatía.
Gráfica 15. Pregunta 4: Obtengo los resultados deseados como líder o conductor de grupos.
Fuente: Elaboración propia 2019.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
2
3 3
6
10
6
4 4
3 3
125
Nuevamente, a la pregunta sobre liderazgo, el 22.7% de los estudiantes respondió la opción
5. Esto indica claramente que los participantes se sienten inseguros sobre su capacidad para el
liderazgo. Cabe resaltar que de la opción 1, a la opción 5, tendríamos un 54 por ciento de las
respuestas. Esto implicaría que los estudiantes se sienten mucho más cercanos a no tener
habilidades para el liderazgo que a sentirse empoderados sobre las mismas.
Este bloque de preguntas permite ver una clara tendencia de los estudiantes a minimizar
sus habilidades para entender a sus compañeros, para comprenderse como sujetos que tienen
habilidades interpersonales desarrolladas, y para tener habilidades de liderazgo. En esta medida,
los participantes han demostrado inseguridad y una imagen contradictoria y hasta negativa de sus
habilidades.
Gráfica 16. Pregunta 5: Capto lo negativo y lo positivo de las personas, pero tiendo a reforzar
lo positivo en los otros en vez de criticarlas o discutir con ellas.
Fuente: Elaboración propia 2019.
0
2
4
6
8
10
12
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
4
1
2
3
5
3
7
3
4
12
126
Esta pregunta evidencia el primer resultado diferente del análisis. Como vemos, esta es la
primera vez en la que los participantes demuestran seguridad al reconocer una habilidad. Es
curioso porque esta respuesta, leída con cuidado, parece contradictoria respecto de las preguntas
anteriores. Sin embargo, esta pregunta se planteó de manera más propositiva. Es decir, en la
segunda parte de la pregunta el texto reza: “tiendo a reforzar lo positivo”, el enunciado obliga a
los estudiantes a ponerse en una situación que parece más familiar. En efecto, contrario a lo que
ha sucedido hasta este punto del análisis, el 27.2% de los participantes afirma que realiza refuerzos
positivos. Además, el 65 por ciento de las respuestas está por encima de la opción 6. Es decir, la
mayoría siente que refuerza positivamente. Y solo un 35% no lo hace constantemente.
Gráfica 17. Pregunta 6: Disfruto estando en compañía de gente que tenga valores o intereses
parecidos a los míos.
Fuente: Elaboración propia 2019.
0
2
4
6
8
10
12
14
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
2
0
4
2
8
0
4
2
8
14
127
Esta pregunta implica una visión más interesante. Los participantes reconocen que se
sienten cómodos entre pares y parecidos. Es decir, para los participantes, el hecho de saberse
reconocidos por sus compañeros les permite un entorno de confianza y cordialidad. Esta es la
primera pregunta en la cual la frecuencia del siempre supera los 12. Y es la primera vez que casi
no hay respuestas en las opciones del 1 al 5. En efecto, el 31.8 % de los participantes reconocen
que disfruta en compañía de sus pares. Es más, entre la opción 10 y la opción 9 (siempre y casi
siempre) tendríamos el 50% de las respuestas. Es decir, la mitad de los estudiantes se siente
cómodos casi siempre entre personas que comparten sus gustos e intereses.
Gráfica 18. Pregunta 7: Pido lo que necesito en forma amable, directa y verbal.
Fuente: Elaboración propia 2019.
A la pregunta sobre las formas de cordialidad, los participantes responden de que reconocen
la falta cordialidad en su trato con los demás. En efecto, de manera sorpresiva, los participantes
0
2
4
6
8
10
12
14
16
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
1
4
01
4
7
34
5
15
128
responden en un 15% que nunca responden de forma amable. Además, de nuevo la opción número
5 es la más respondida, con un 18% de los participantes marcando esta opción. Por otro lado, cabe
resaltar que las otras opciones fueron marcadas también de manera uniforme. Esta dispersión de
los resultados muestra que los participantes en general tienen, de nuevo, una imagen contradictoria
sobre sus actitudes de cordialidad sobre los otros. Nuevamente las respuestas muestran una falta
de reconocimiento de las habilidades sociales y de los conocimientos propios de la inteligencia
interpersonal.
Gráfica 19. Pregunta 8: Puedo negociar y llegar acuerdos flexiblemente.
Fuente: Elaboración propia 2019.
De acuerdo a las respuestas dadas a esta pregunta, en efecto, el 56% de los participantes
reconoce que no tiene todas las habilidades necesarias para negociar. Algunos estudiantes se
encuentran entre los puntajes de 6 a 10 pero no superan la mitad de la muestra.
0
1
2
3
4
5
6
7
8
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
7
3
4
3
8
4
6
1
4 4
129
Esto es interesante en tanto en los escenarios en donde se realizan las preguntas, las
habilidades para generar acuerdos ponen en juego todas las características propias de la
inteligencia interpersonal. En esta medida, así los participantes tengan percepciones negativas en
general sobre sus habilidades interpersonales, es claro que bajo ciertas preguntas esta percepción
se transforma.
Gráfica 20. Pregunta 9: Apoyo a las personas cuando percibo que realmente lo necesitan.
Fuente: Elaboración propia 2019.
Nuevamente, y contrario a la tendencia, la respuesta a la pregunta sobre si ayudan a las
personas cuando lo necesitan, muestra una perspectiva muy positiva sobre sus habilidades
interpersonales. En efecto, el 38% de los participantes responde que ayuda siempre a las personas
cuando realmente lo necesitan. Hay que tener en cuenta que, en este escenario, reconocer que se
realizan este tipo de acciones entra en contradicción con las percepciones negativas del grupo,
0
2
4
6
8
10
12
14
16
18
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
12 2 2
6
1 1
6 6
17
130
propias de las respuestas anteriores. Además, nuevamente, si sumamos las respuestas entre los
puntos 1 al 10, solo tendremos una frecuencia de trece, para un porcentaje de 29% para la totalidad
de cinco opciones. Es decir, el 70 por ciento de los participantes considera que en la mayoría de
las ocasiones presta ayuda de ser necesario.
Gráfica 21. Pregunta 10: Defiendo mis derechos y me hago respetar, en forma firme y serena.
Fuente: Elaboración propia 2019.
Para esta última pregunta a los participantes les parece que en la mayoría de las ocasiones
defiende sus derechos y se hace respetar de forma firme y serena. El 34 por ciento de los
participantes responde que siempre, y el 22 % responde que casi siempre. Así, el 56% de los
participantes responde que casi siempre defiende sus derechos de manera firme y serena. Cabe
resaltar que a esta pregunta no hay respuestas, de nunca o de casi nunca. Todo esto es muy
interesante porque nuevamente, contrario a la tendencia mostrada en los puntos anteriores, aquí
0
2
4
6
8
10
12
14
16
Puntaje1
Puntaje2
Puntaje3
Puntaje4
Puntaje5
Puntaje6
Puntaje7
Puntaje8
Puntaje9
Puntaje10
0 0
2
0
6
4
2
5
10
15
131
los participantes se describen como sujetos que reconocen formas de actuar en contextos de
presión.
Al concluir la revisión de resultados de este instrumento que está orientado a analizar las
habilidades de interacción de los estudiantes, se pudo concluir que si bien es cierto que los
estudiantes reconocen sus emociones, estos carecen de seguridad y claridad a la hora de reconocer
las emociones de los demás, así como las expresiones y la poca habilidad de ponerse en el lugar
del otro (empatía), a su vez se evidencia que existe temor a la hora de ejercer un liderazgo en el
grupo y que no hay un verdadero empoderamiento, sin embargo, manifestaron tener habilidades a
la hora de negociar o mediar y que les gusta rodearse de gente positiva y amable. Finalmente se
evidenció que no siempre manifiestan sus peticiones y emociones de forma cordial.
Stecconi (2006) afirma que para hacer una mejor lectura global del cuestionario se puede
agrupar las preguntas en 3 factores, así:
Tabla 8. Agrupación de factores Inteligencia Interpersonal.
1. Al observar las conductas de otras personas, me doy cuenta de
las emociones que siente.
Empatía
2. Escucho a los demas y llego a aceptarlos, aunque no este de
acuerdo con ellos.
Asertividad
3. Puedo reflejar, como sí fuera un espejo, lo que dicen o expresan
con sus gestos y su cuerpo.
Empatía
4. Obtengo los resultados deseados como líder o conductor del
grupo.
Liderazgo
5. Capto lo negativo y lo positivo de las personas, pero tiendo a
reforzar lo positivo en los otros en vez de criticarlos o discutir
con ellos.
Asertividad
6. Disfruto estando en compañía de gente que tenga valores o
intereses parecidos a los mios.
Empatía
7. Pido lo que necesito en forma amable, directa y verbal. Asertividad
8. Puedo negociar y llegar a acuerdos flexiblemente. Liderazgo
9. Apoyo a las personas cuando percibo que realmente lo necesitan. Empatía
132
10. Defiendo mis derechos y me hago respetar, en forma fierme y
serena.
Asertividad
Fuente: Cristina Stecconi (p. 159 - 160)
Así las cosas y de acuerdo a las respuestas dadas por los estudiantes los factores que mas
dificultad repercuten en cuanto a inteligencia interpersonal son la empatía y el liderazgo, ya que
en ellos la frecuencia de respuesta estuvo mas inclinada entre los rangos 0 a 5, mientras que el
factor liderazgo tuvo su mayor frecuencia entre los rangos 9 y 10.
Cardozo (2012) afirma que la empatía es uno de los factores emocionales más esenciales
del comportamiento social y que las personas empáticas, son menos agresivas por su sensibilidad
emocional y su capacidad para entender las derivaciones negativas para sí mismo y para los otros,
que a su vez pueden generar las reacciones que desencadenan la agresión. Así las cosas resulta
claro que si no desarrollan habilidades propias de la empatia a traves de la inteligencia
interpersonal se veran afectadas las dinamicas de interección y puede afectar la armonía de la
convivencia escolar.
En cuanto al liderazgo, Pareja (2007) lo define en el ambito escolar
Los líderes escolares han derivado en agentes de cambio que deben acabar con la fuerza de
la costumbre, la rutina, las inercias -y el propio miedo al cambio- como condicionantes
negativos del aprendizaje en las organizaciones, y en los individuos. Deben generar un
“crecimiento” en pos a un proyecto compartido donde además se cuide la educación
emocional en las relaciones humanas para, así, permitir su equilibrio y afrontar la toma de
decisiones como un camino en el que cuentan todos, porque se negocian y resuelven
133
conflictos huyendo de la competición, la evasión o la sumisión para centrase en el
compromiso donde todos ganen.(p. 17)
Es claro que desarrollar el liderazgo en los estudiantes le contribuira a fortalecerse
individualmente y luego a que desde su individualidad aporte efectivamente al grupo en el que se
encuentre inmerso, mejorando así el ambiente escolar. Con respecto a esto se hace evidente que es
necesaria una propuesta de intervención que desarrolle en los estudiantes elementos de la
inteligencia interpersonal que puedan mediar las relaciones entre pares y potenciar habilidades
sociales. Pese a que el factor de asertividad tuvo un alto puntaje es importante seguir
fortaleciendolo para que los estudiantes logren la adecuada integración de estos factores y se
favorezca positivamente a la convivencia escolar.
Ahora bien, relacionando los resultados obtenidos en ambos instrumentos se logra
evidenciar que la empatía tiene una relación directa con la categoria de Reparación Emocional, ya
que como afirman Caprara y Cervone (2007)
la autorregulación emocional es central en la disposición del comportamiento prosocial y
en la inhibición del comportamiento agresivo, por lo que los resultados apoyan el
planteamiento actual de incluir la autorregulación y el control emocional junto con los
procesos cognitivos y la empatía en el estudio del comportamiento prosocial. (p. 85)
Esto confirma la relación en que el 68% de los estudiantes deba trabajar en la regulación
de sus sentimientos y un elevado numero de estudiantes deba trabajar en la empatía y la habilidad
de entender al otro. En el aula de clases la cuestión de la expresión de sentimientos en los
estudiantes es un tema de vital importancia puesto que permite el desarrollo de habilidades sociales
y contribuye a la sana convivencia entre los compañeros de clase. El desarrollo de este elemento
134
de la inteligencia interpersonal en el ámbito escolar de acuerdo con (Lozano y Vélez, 2008)
“mejora la autoconciencia y la confianza (…), domina las emociones y los impulsos, y aumenta la
empatía y la colaboración entre los alumnos” (p. 649).
Por otro lado, estos elementos como la empatía, el liderazgo, la asertividad, la atencion,
claridad y reparación de las emociones tambien se desarrollan en otros contextos, el entorno
familiar resulta ser determinante en esta cuestión.
Para Lantieri (2009) citado en Lozano y Vélez (2008):
Cuando los niños aprenden y dominan las habilidades sociales y emocionales, esto les
ayuda no solo en la escuela, sino también en todos los aspectos vitales, si los padres y los
hijos practican y emplean estas habilidades en casa, los efectos son doblemente
beneficiosos (p. 650).
Es importante entonces generar estrategias que le permitan al estudiante no solo potencias
estos elementos en la escuela sino que pueda tambien llevarlos al hogar y a los demas contextos
donde se desenvuelva. Resulta entonces evidente que la inteligencia interpersonal puede llegar a
ser de mucha utilidad en el momento de implementar un proyecto de intervención con niños, niñas
y jóvenes para fortalecer la convivencia del colegio.
Otro aspecto, da cuenta de algunas categorías de género tradicionales, las cuales mediante
diferentes patrones culturales determinan en los cuerpos unas “normas” específicas de cómo
deberían comportarse, en relación con sus características biológicas. Entonces, se le exige al
hombre una actitud de fortaleza y agresividad y se le recrimina si no corresponde con dichas
135
normas. Mientras que de las mujeres se exige una actitud sumisa, pacifica e incluso débil,
determinándolas también a comportarse de acuerdo a unas expectativas sociales determinadas.
Lo anterior, permite identificar la necesidad de que sea cual sea la estrategia por
implementar frente a la convivencia y la inteligencia interpersonal, es necesario que la misma se
construya en clave de generó, pues esto permitirá luchar con aquellas categorías tradicionales que
terminan afectando directamente la convivencia de los alumnos.
Así las cosas estos resultados permitieron identificar que la propuesta a elaborar en el
presente trabajo debía fortalecer los elementos de atención, claridad y reparación de las emociones
ya que ninguna de estas categorías presentó un porcentaje elevado en su buen manejo, así mismo
los factores de empatía y liderazgo fueron los que mas porcentaje bajo o de incertidumbre
presentaron, pese a que la asertividad presentó mejores resultados es importante seguir
fortaleciendo este elemento que ya poseen los estudiantes y no dejarlo debilitar.
Una vez recogidos estos elementos de análisis del estado actual de la Inteligencia
Interpersonal de los estudiantes del Colegio San Francisco de Asís, se diseñó una propuesta (Ver
Anexo 1) que está centrada en el desarrollo de esta inteligencia, lo cual traerá consigo la prevención
de practicas agresivas por el inadecuado manejo de las emociones y por consiguiente fortalecerá
la sana convivencia.
136
CAPÍTULO VI – PROPUESTA DIDÁCTICA
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CONCLUSIONES.
En la presente investigación se realizó un proceso propio de una investigación cuantitativa
que requirió, en primera instancia, el abordaje teórico y conceptual acerca de la temática sobre la
convivencia escolar y la variable a asociar, la inteligencia interpersonal. En este abordaje se
identificó que en la investigación educativa no existe unanimidad respecto a la comprensión de
conceptos como convivencia escolar o sobre la inteligencia y cómo esta contribuye en el desarrollo
de habilidades emocionales, es decir, distintas a las propiamente académicas. En este sentido
existen múltiples investigaciones que, con enfoques teóricos o experimentales han procurado
abordar esta temática e identificar los principales factores por los cuales se puede ver afectada la
convivencia escolar.
Uno de los elementos que resalta como principal problemática dentro de la convivencia
escolar es la agresión que se puede desenvolver bien sea entre los estudiantes o también con
participación de los padres y docentes. Por este motivo, resulta fundamental buscar estrategias para
darle a conocer a esos dos actores –padres y docentes– su papel como causantes o motivadores de
formas de agresión dentro de la escuela; esto quiere decir que así como son parte del problema,
están en la responsabilidad de plantear soluciones.
Reconocer la inteligencia desde un panorama amplio y diverso permite reconocer que los
procesos de aprendizaje de las personas dependen profundamente del modo como cada individuo
establece relaciones con otras personas, en su hogar, en la escuela y en otros espacios, siendo estos
dos mencionados los que más influencia tendrán a lo largo de su vida. De este modo, la propuesta
de Howard Gardner de ver el desarrollo de habilidades en los niños como el reflejo de múltiples
inteligencias que se desarrollan simultáneamente aporta una visión desde la cual plantear
151
alternativas ante las diferentes problemáticas y dificultades que los niños y jóvenes experimentan
a lo largo de su formación. Es a partir de esta propuesta de Gardner y del diseño metodológico que
se ajustara al contexto especifico estudiado que se planteó el objetivo general de la investigación.
A partir de los datos obtenidos mediante la aplicación de los instrumentos y de la revisión
teórica realizada, se concluye que la implementación de estrategias pedagógicas enfocadas desde
la inteligencia interpersonal se presenta como una alternativa para la problemática de la agresión
escolar entre pares, así como para el fortalecimiento de las relaciones entre los estudiantes.
Para el caso puntual de la visión de los estudiantes del Colegio San Francisco de Asís se
encontró una particularidad a rescatar, se trata de la contradicción entre la visión personal y la
percepción y relación con el otro. En relación a la primera se observó que, a pesar de que las
condiciones socioeconómicas sugieran una desvinculación entre los estudiantes y sus propias
emociones, los cierto es que los instrumentos arrojaron unos resultados positivos y equilibrados
frente a esta cuestión.
Sin embargo, llamó la atención que existe una diferencia entre mujeres y hombres en lo
relacionado con la atención a las emociones, donde los últimos tienden a generar rechazo frente a
la idea de que sus sentimientos afecten sus pensamientos, lo que probablemente derive de una
cultura machista arraigada en la sociedad colombiana y potencializada en los sectores deprimidos
de la ciudad de Bogotá.
Respecto al segundo elemento, es decir el relacionado con los sentimientos del “otro”, los
resultados fueron menos favorables, pues se encontró que los estudiantes no presentan una empatía
suficiente con sus pares e incluso con sus habilidades de liderazgo. También se encontró en este
152
punto que los estudiantes no poseen las habilidades ni disposición para comprender y aceptar a los
compañeros que presenten diferencias respecto a sus gustos y preferencias.
Por lo tanto, se concluye que los participantes tienen una mejor imagen de sus propios
sentimientos y formas de actuar que de los del “otro”, es decir, cuando son interrogados por sus
propias emociones tienden a tener una visión positiva, sin embargo, cual la pregunta va
encaminada a comprender las relaciones de estos con sus semejantes los resultados tienden a ser
más negativos y reflejar que los alumnos poseen escasas capacidades de empatía y colaboración,
así como de cordialidad y apoyo mutuo.
Esto permite interpretar que es necesario hacer énfasis en esta contradicción, pues genera
un desequilibrio que puede desencadenar en sentimientos de superioridad que facilitan la aparición
de fenómenos como el bullying. Mediante la implementación de estrategias que equilibren la
visión personal con la percepción del “otro” se puede llegar a reducir a cero la presencia de actos
violentos dentro de la institución.
Al finalizar este trabajo de investigación se pudo concluir que es indispensable educar en
y para la convivencia sana y responsable a nuestros niños, niñas y jóvenes. Para ello se cuenta con
diversas propuestas que pretenden a través del manejo adecuado de las emociones y las diferentes
inteligencias del ser humano, entre ellas la interpersonal, mejorar las prácticas relacionales de los
estudiantes. El principal objetivo de este trabajo consistió en identificar los elementos de la
inteligencia interpersonal presentes y/o ausentes en los estudiantes de ciclo III del colegio San
Francisco de Asís IED de Bogotá, para que a través del planteamiento de una propuesta se
contribuya al fortalecimiento de la convivencia escolar en la institución.
153
Para lograr resultados concretos y positivos frente las dificultades de convivencia presentes
en la institución, es necesario renovar las formas de entender este fenómeno. Se requiere de una
visión más holística en donde se tengan en cuenta a todos y cada uno de los actores de la comunidad
educativa: estudiantes, docentes, funcionarios de la institución, padres de familia) deben
convertirse en sujetos activos y colaborativos en los procesos tanto de intervención como de
prevención de violencia escolar.
La cuestión de género debe ser transversal a todos los procesos de la institución no solo
para garantizar el respeto a la diferencia de parte de todos los integrantes de la comunidad
educativa, sino porque este enfoque se convierte en una poderosa herramienta al momento de la
intervención e incluso en el aula de clase. Se debe incentivar en los niños y niñas la expresión
adecuada de sentimientos, y mediante diferentes actividades alrededor del cuerpo, desmontar
imaginarios sociales que correspondan con categorías tradicionales de género que limitan y
encasillan a los estudiantes frente a sus emociones.
Los participantes demuestran a lo largo de la investigación una especie de paradoja al
momento de interpretar la relación que tienen con sus emociones. Esto se puede evidenciar porque
la mayoría de los estudiantes en los instrumentos aplicados manifestaron no tener competencia a
la hora de reconocer manifestaciones de afecto o expresiones afectivas de sus compañeros. Sin
embargo, ellos mismos se consideran competentes a la hora de prestar ayuda a sus compañeros y
de reconocer la necesidad de ayuda en los otros. En esta medida, se puede decir que en el momento
de su desarrollo emocional existe una gran inseguridad respecto al reconocimiento de las
emociones propias. Sin embargo, esa inseguridad no se convierte en un obstáculo a la hora de
promover prácticas de solidaridad entre sus compañeros.
154
Para plantear un proceso de intervención y/o propuesta didáctica en una institución frente
a un tema como el planteado en la presente investigación, es de vital importancia que se lleve a
cabo un diagnóstico minucioso del o los grupos a intervenir debido a la heterogeneidad de los
mismos. Esto para lograr dar respuestas de manera más completa a cada una de a las necesidades
específicas de los estudiantes.
Resulta interesenta que este tema sea estudiado desde varios enfoques, entre ellos el
cualitativo, y observar como se comporta este mismo fenómeno desde otros tipos de estudio y así
seguir contribuyendo desde lo pedagógico y didáctico a las prácticas sanas de convivencia y
construcción de tejido social desde las instituciones educativas que son los primeros espacios de
socialización de los niños, niñas y jóvenes de esta sociedad.
155
ANEXO 1. INSTRUMENTO TMMS 24
156
ANEXO 2. INSTRUMENTO CAIM
EL CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES –
Dr. Roberto Kertész- [email protected] – 2012
Marque con un puntaje de 1 a 10, en el cual 1 significa nunca y 10 significa siempre, la forma en
que se desempeña en las siguientes actividades:
157
ANEXO 3. CONSENTIMIENTO INFORMADO
Estimado Estudiante y Padre de familia:
La docente DIANA MARCELA RIVEROS SANTA, del área de ciencias sociales se encuentra
realizando la investigación “Inteligencia interpersonal: una propuesta didáctica para fortalecer la
convivencia escolar de los estudiantes del Colegio San Francisco de Asís IED” para lo cual
necesita aplicar una encuesta a los estudiantes de grado sexto y séptimo de la jornada tarde y así
recolectar datos necesarios para su trabajo. Esta encuesta es de carácter anónimo y no requiere de
datos personales, íntimos o familiares.
Por lo anterior solicitamos a ustedes la autorización para participar de dicha encuesta.
Cordialmente
CALARA INÉS LEÓN DIANA M. RIVEROS
Rectora Docente Investigadora
Yo ________________________________ del curso _________ expreso mi deseo de participar
en la investigación y mis padres y/o acudientes
__________________________________________ autorizan la aplicación de la encuesta.
__________________________ ______________________________
Firme Estudiante Firma Padres o acudientes
158
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