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Magster en Educacin Departamento de Ciencias de la Educacin Facultad de Educacin Universidad de Concepcin

La escuela y la construccin de identidades socialesProfesor: Luis Maruri Ajagn LesterFabin Andrs Garca [email protected]

Escuela y Gnero

El siguiente escrito tiene por objetivo exponer algunos trabajos que desarrollan temticas que guardan directa relacin con la escuela y el estudio de gnero. Estos trabajos muestran a la escuela como el agente socializador por excelencia, donde los autores se interesan especialmente por las pautas culturales que existen en el lugar fsico de la educacin formal. Estableciendo que efectivamente existe un pensamiento colectivo que impone y reproduce estereotipos en base a las diferencias de gnero. Entendemos que la educacin es una instancia generadora de oportunidades, para los miembros de una sociedad, porque involucra la adquisicin de los conocimientos bsicos y necesarios para desenvolverse y proyectarse, tanto a nivel profesional como personal. Por lo mismo, seala Ana Snchez: fue una de las primeras reclamaciones invocadas por las mujeres como medio para incorporarse al espacio pblico y as lograr independencia y autonoma personal[footnoteRef:1]. [1: Snchez, A. (2002) El androcentrismo cientfico. un obstculo para la igualdad de gnero en la escuela actual, Educar, p. 92.]

El lugar fsico donde se llevan a cabo los procesos de enseanza y aprendizaje, a nivel formal, es la escuela. Segn Flix Lpez Snchez[footnoteRef:2] la escuela funciona como una institucin social donde se fomenta la interaccin con otros miembros en base a la comunicacin y la experiencia. Adems, se presenta como una institucin que no discrimina por razn de sexo[footnoteRef:3], intentando producir una cultura unvoca y homognea[footnoteRef:4]. Sin embargo, diversos son los estudios que difieren un tanto de lo anterior, sealando que es precisamente la escuela, el espacio donde se perpeta y reproduce prcticas culturales de discriminacin en cuanto al gnero se refiere. [2: Snchez, F. L., (1996) Variables mediadoras del desarrollo personal y social. En A.I.D.E.X., Educacin en valores: educacin para el desarrollo personal y social en la infancia y adolescencia, Plasencia. ] [3: Snchez, A. (2002) Op. Cit., p.93.] [4: Estrada, A., Los fragmentos del calidoscopio. Una propuesta terico-metodolgica para el anlisis cualitativo de las relaciones de gnero en la escuela, Nmadas, N 14, 2001, p.15.]

Para Angela Mara Estrada[footnoteRef:5] la escuela produce su propia trama de significados, donde los distintos actores escolares actan como agentes de socializacin de gnero, participando de la cultural patriarcal a la cual nos encontramos inscritos. [5: Op. Cit.]

En esa misma lnea de crtica Actis, de Prada y Pereda sealan que:la escuela propone a tratar ambos sexos por igual, pretendiendo que con ese se eliminan las diferencias discriminatorias. Pero por debajo, subsisten los papeles sociales de gnero, propios de una cultura y sociedad machista. La igualdad formal (avances legales) no es suficiente para desmontar (o romper) este sistema de estereotipos[footnoteRef:6] [6: Actis, W., de Prada, M., & Pereda, C., Inmigracin, gnero y escuela. Exploracin de los discursos del profesorado y del alumnado, Colectivo Io, Madrid, 2006, p. 49.]

En el pensamiento colectivo estara instalada la idea de un cuerpo docente constituido principalmente por mujeres, y en el caso de los pocos docentes-hombres, estos se dedicaran a ensear disciplinas tales como matemticas o fsica. Mientras que la imagen sobre el alumnado refiere a que los hombres seran ms desordenados, poco atentos al detalle, con autoridad[footnoteRef:7], en cambio las mujeres han de ser pasivas, ordenadas, tranquilas, responsables, no decir tacos, necesitan ser atendidas, desarrollar el romanticismo y el instinto maternal[footnoteRef:8]. [7: Ibd., p. 48.] [8: Ibd., p. 42.]

De esta forma se generan pautas de cultura escolar distintas uno del otro. Segn Estrada lo masculino se relaciona directamente con lo acadmico, en reas como ciencia y tecnologa, mientras que lo femenino se mantiene pasivo en esta rea y se asocia lo positivo con el comportamiento moral. As, se contrapone la permisibilidad hacia los hombres con la pasividad que deberan tener las mujeres, esto supone realizar una nueva jerarquizacin dentro de una institucin que ya posee roles establecidos. Por lo mismo, en nuestro rol como profesores deberamos ser capaces de resistirnos a esta tendencia cultural que establece pautas de comportamientos normales, que naturaliza, lo que es femenino y masculino. No caer, como sealan Actis, de Prada y Pereda, en el facilismo de ser polticamente correcto pregonando un discurso de no-discriminacin cuando efectivamente no existe. Muchas veces enceguecidos por la arrogancia acadmica, nosotros los profesores suponemos estar por encima de tales patrones de comportamiento. Es necesario realizar una autocrtica a nivel personal y profesional sobre el tema. Sobre este ltimo, desde Asprelli[footnoteRef:9], entendemos que en la enseanza toda comunicacin viene acompaada de un contenido, nos parece oportuno sealar el trabajo realizado por Mara Cecilia Fernndez[footnoteRef:10], quien analiza la representacin de las mujeres en los textos escolares de Historia de Chile. La autora identifica que estos recursos pedaggicos contienen una fuerte carga estereotipada de gnero, donde las mujeres en la historia son representadas como sujetos pasivos, en calidad de acompaante[footnoteRef:11], sin identidad o simplemente son silenciados. El llamado que realiza Fernndez es a la capacidad crtica que deberan tener los docentes para discriminar la informacin dada del texto, aprovechando ese texto como una instancia para la enseanza. [9: Asprelli, M., (2010) La didctica en la formacin docente, Rosario: Homo Sapiens.] [10: Fernndez Darraz, M., Las mujeres en el discurso pedaggico de la historia: exclusiones, silencios y olvidos,Universum, Vol.25, N1, 2010, pp. 84-99. ] [11: Ibd., p.94.]

A modo de conclusin puedo sealar que los estudios relacionados a la educacin y el gnero son valiosos en su crtica y contenido, ya que interpelan directamente a nuestra visin sobre el mundo y prcticas cotidianas. Desde nuestro rol como docentes se nos presenta otra oportunidad de generar un cambio significativo en la escuela, derribando estereotipos que marcan identidades y conductas en nuestros estudiantes, colegas y cuerpo administrativo. Lo que implica tener una visin crtica en identificar estas pautas culturales de discriminacin en base al gnero y actuar en pos de una sociedad ms equitativa.

Referencias: Actis, W., de Prada, M., & Pereda, C., Inmigracin, gnero y escuela. Exploracin de los discursos del profesorado y del alumnado, Colectivo Io, Madrid, 2006.Disponible: [Fecha de consulta: 15 de noviembre 2014, 19:00]

Estrada, A., Los fragmentos del calidoscopio. Una propuesta terico-metodolgica para el anlisis cualitativo de las relaciones de gnero en la escuela, Nmadas, N 14, 2001, pp. 10-22.Disponible: [Fecha de consulta: 15 de noviembre 2014, 19:32]

Fernndez, M., Las mujeres en el discurso pedaggico de la historia: exclusiones, silencios y olvidos,Universum, Vol.25, N1, 2010, pp. 84-99. Disponible:[Fecha de consulta: 4 de noviembre 2014, 12:15]

Snchez, A., El androcentrismo cientfico. un obstculo para la igualdad de gnero en la escuela actual, Educar, N 29, 2002, pp. 91-102. Disponible: [Fecha de consulta: 15 de noviembre 2014, 18:19]

Snchez, F. L., (1996) Variables mediadoras del desarrollo personal y social. En A.I.D.E.X., Educacin en valores: educacin para el desarrollo personal y social en la infancia y adolescencia, Plasencia: Extremadura.4