La desigualdad educacional en Chile: La historia de nunca acabar
Para adentrarnos en el tema en cuestión, primero debemos entender de donde surge esta
desigualdad. ¿Tendrá que ver la escuela o la familia? ¿Solo afecta a los alumnos?
Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) el 14,4% de la
población chilena vive actualmente en situación de pobreza, esto equivale a 2,486
millones de personas, pero ustedes pensarán, ¿Qué tiene que ver este simple dato con la
desigualdad educacional? Bueno, a mi parecer tiene mucho que ver, para empezar no es
un simple dato, es una realidad, que está latente día tras día en nuestro alrededor. No es
un secreto para muchos el decir que la carencia de oportunidades se debe a la falta de
recursos y a la condición social en la que se encuentre un individuo.
Si un niño de escasos recursos quisiera entrar a la mejor escuela de su ciudad y dicho
establecimiento es particupal, ¿Podrá el niño acceder a él? Probablemente no, por el
mismo hecho de no tener los recursos suficientes, esto es algo sumamente injusto en
nuestra sociedad, el hecho de tener siempre que aspirar a poco por simplemente carecer
de bienes materiales o de carecer también de una muy buena suma de dinero en la cuenta
bancaria.
Está más que claro, el poder decir que la desigualdad en Chile es alta. Ella es producto de
una elevada participación del 10% más rico de la población en el ingreso nacional. La
fuente original de la desigualdad de los hogares son los ingresos del trabajo, este dicho
trabajo que la población hace día tras día, del propio esfuerzo de ellos. Una situación que,
por lo demás, es similar al resto de América Latina. Si uno podría separar la distribución de
los ingresos en nuestro país se encuentraría con que ésta en su parte inferior no es
demasiado distinta de la que se observa en países mucho más igualitarios. La parte
superior de la distribución, sin embargo, se dispersa significativamente. Ello se explica
porque el impacto de la educación apenas se nota para aquellos que tienen 12 o menos
años de educación. Los ingresos para este grupo son prácticamente planos, o sea se
mantienen, no aumentan ni bajan. Sólo a partir de la educación superior, tiene un año
adicional de educación un impacto significativo en los ingresos de las personas.
Esta conducta de los ingresos se traduce en un alto retorno privado a la educación
universitaria y en un bajo retorno de otros tipos de educación. Por tal razón, es así como
en enseñanza básica un año adicional de educación tiene un efecto marginal sobre los
salarios. En la enseñanza media este retorno adicional es del orden de un 10% mientras
que en la educación superior muestra una cifra del 22%. Esta estructura es poco habitual y
en países más desarrollados se da lo inverso. Las implicancias llaman la atención. Por
ejemplo, mientras en el continente Europeo una persona con educación universitaria gana
aproximadamente 1,8 vez lo que gana una persona con estudios de básica, en nuestro
país esa relación es de 5,5 veces.
Esta dicha condición no siempre ha sido así en nuestro país. En el año 1960 los retornos
privados marginales a la educación básica y media estaban entre al 10% y 20%
respectivamente, mientras que los pertenecientes a la educación universitaria llegaban al
13%. Estos notorios cambios están a la base de las mayores desigualdades que se
observan en el Chile de los años 90 que en el de los 60. Dichas estructuras de retornos
junto a las diferencias aún importantes en la educación de todos los chilenos aportan a
explicar parte importante de las principales desigualdades que se ven en nuestro país y,
en general, en América Latina respecto del resto del mundo.
Recordemos y hagamos retroespectiva. A principios de la década de los 80, se
implementó en Chile un conjunto de reformas en el ámbito educativo. Se creó un sistema
de “vouchers” (cupones) con el fin de que las escuelas con un financiamiento público y las
privadas subvencionadas reciben un aporte directo por cada alumno. Debido a dicha
reforma, incrementó el ingreso a las escuelas privadas subvencionadas, cuyas matrículas
aumentaron del 30% en 1986 al 48% en 2008, por otro lado, el porcentaje de alumnos que
asistía a escuelas privadas pagadas (7%) no presentó una variación. En general, los
alumnos de dichos colegios provienen de familias con un alto nivel socioeconómico (NSE),
esto no pasa con los alumnos de las escuelas municipales, quienes en su mayoria
pertenecen al 1° y 2° quintil, por último los alumnos que pertenecen al 3° y 4° quintil van a
escuelas subvencionadas.
Se debe recalcar que durante las últimas décadas, nuestro país ha mejorado en cobertura
educacional, pero en los términos de calidad y equidad, siguen igual de deficientes. La
reforma ha generado mayor segregación cultural como también socioeconómica,
mientras que el proceso de “vouchers” no ha fomentado una competencia capaz de
garantizar mayor eficiencia, sino que privilegia un equilibrio en que las instituciones tienen
la posibilidad de seleccionar con el objeto de minimizar costos, así obteniendo calidad a
costa de estratificación.
En la práctica, los establecimientos privados cuentan con recursos por cada alumno
matriculado y son mucho más abundantes que en el caso de los municipales, o también
que los subvencionados que se ubican en áreas más vulnerables. Como decía al principio,
el nivel socioeconómico del individuo es uno de los ejes determinantes del aprendizaje.
Por ende, es díficil pero no imposible, lo que si, es costoso, más aún si están todos en una
misma escuela. Cabe señalar que los padres de estos niños preferencian la poca distancia
entre la escuela y el hogar, mientras más cerca, mejor, no se centran en la calidad de
ensañanza que su pupilo pueda recibir.
De acuerdo al sistema de educación universitaria en Chile, a partir de la reforma de 1981,
ahora se divide en dos grupos, una de ellas son las privadas y las otras son las
pertenecientes al consejo de rectores, estas últimas concentran el mayor porcentaje de
matriculados. Con la implementación de la PSU como método de selección en estas
universidades del consejo de rectores, en conjunto con el promedio de notas (NEM),
después se impuso también el ranking de notas, según ciertos especialistas esto genera
una menor exclusión socioeconómica. Dependiendo de cada carrera y universidad, los
puntajes obtenidos se ponderan con el objetivo de predecir el buen desempeño
académico de los alumnos.
Por otro lado, se ha demostrado que aquí los resultados del SIMCE, están relacionados en
gran medida con los factores socioeconómicos. Podemos considerar que la educación es
un factor fundamental y se señala a las variables y problemáticas socioeconómicas como
las actuales situaciones de desigualdad en la calidad de la educación y el aprendizaje.
Otro problema existencial, lo podemos contextualizar en el video “Another brick in the
wall” del grupo británico Pink Floyd. En tal video, se muestra claramente la crisis por la
que atraviesa la escolarización, en la cual la escuela cumple el rol significativo de integrar
a los individuos a la organización social y cuya finalidad podemos destacar que es
colaborar al progreso de la sociedad, ya que esta es denominada como el órgano que
representa la cura a toda la barbaridad del pueblo, permitiendo que el individuo pueda
llegar a racionalizar.
Proponiendo en sí, como un método de control, la clave de la disciplina que reprime los
impulsos de los niños y de los jóvenes obligandolos a someterse a un régimen escolar
controlado bajo el sistema capitalista, el cual tiene como objetivo dominar a toda costa a
los estudiantes, tal como se muestra en el video, donde los estudiantes apelan al rechazo
constante a la opresión a la cual han estado sometidos puesto que este no es un método
en ningún aspecto adecuado para enseñar ni educar a los niños, debido a que los espacios
educativos deben manejar el concepto de comunicación y participación equitativa
partiendo de la interacción entre el alumno y el profesor, enfatizando en el diálogo y la
comunicación verbal como no verbal, como el medio para detener el conflicto, logrando
en la escuela un ambiente grato, apto para la enseñanza y el aprendizaje, incrementando
la socilización de los indivuduos involucrados, donde el profesor permita que el alumno
profundice en sus habilidades, en su conocimiento previo y supere sus debilidades y
miedos, permitiendo que la escuela sea un lugar ameno, razón más que suficiente por lo
que podemos decir que la educación necesita de todas formas replantearse, vista desde
otro punto de vista en el cual no sólo se encargue de entregar conocimientos, que no sea
algo tan estructurado, sino también que promueva el libre pensamiento y la refexion de
los alumnos, para que estos se culturicen no sólo desde el punto educativo sino más bien,
como seres humanos, cada uno con sus propios valores y principios. No podemos dejar
que nos pasen a llevar, necesitamos educarnos en base a la calidad, mejorar y no ir de mal
en peor.
Pero no todo es tan malo en el ámbito de la educación, dentro del aula se da la magia de
la interacción, se da el espacio único para socializar y traspasar información, culturizándos,
dicha cultura se traspasa entre las experiencias de los alumnos y profesor específicamente
en la primaria y secundaria, donde día tras día en el aula se enseñan variados
conocimientos sin tener en cuenta, que este es un espacio único donde los docentes
tienen la capacidad de ser escuchados por sus alumnos y pueden formarlos en seres con
valores y principios, llegando más allá de sólo entregarles información.
Según lo señalado por Sabato, en su “Ensayo sobre la educación” para poder general algún
cambio dentro del área educacional, más bien dentro del aula, hay que luchar, hacer claro
enfásis en que el ser humano debe ser capaz de opinar, tiene derecho a equivocarse y a
aprender de sus errores, nuestra palabra tiene que tener valor. De la ignorancia, de lo
desconocido, del misterio, nacen todas aquellas interrogantes. Si ya sabemos todo y no
hay preguntas dentro del aula, ¿cuál es el propósito? ¿Por qué estamos ahí? Los alumnos
necesitan aprender y expresarse sin restricciones, no tienen que ser reprimidos, tienen
que aprovechar el máximo sus capacidades para así ser agentes de cambio, líderes de sus
vidas, personas con voz y voto, personas libres con múltiples valores a la hora de
enfrentarse a la realidad de la vida.
Bibliografía - Desigualdad y logro académico en Chile. (2013). Revista de la CEPAL , 107.
http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=a9h&AN=90614021&lang=es&site=ehos
t-live
- El derecho a la educación: Una mirada comparativa. Vernor Muñoz, UNESCO
http://portal.unesco.org/geography/es/files/15017/13230888961Estudio-comparativo-UNESCO-
Vernor-Munoz.pdf/Estudio-comparativo-UNESCO-Vernor-Munoz.pdf
- Pobreza en Chile. (2011). Techo-Chile
http://www.techo.org/paises/chile/
Nombre: Nicole Vargas Torres