La educación ambiental como una estrategia para fortalecer actitudes
científicas. Sistematización de una experiencia en la ruralidad
Liz Maryury Zuluaga Cárdenas
Amalia Londoño Avendaño
Trabajo presentado para optar por el título de
Licenciadas en Educación Básica con énfasis en Ciencias Naturales y Educación
Ambiental
Natalia Ramírez Agudelo
Verónica Cardona Arango
Asesoras
Línea: Educación Ambiental
Universidad de Antioquia
Facultad de Educación
Medellín, 2020
“Yo solía pensar que el principal problema ambiental era la pérdida de la biodiversidad,
el colapso del ecosistema y el cambio climático. Pensé que con 30 años de buena ciencia
podríamos resolver esos problemas. Pero estaba equivocado. El principal problema
ambiental es el egoísmo, la avaricia y la apatía.... y para tratar con ello se necesita una
transformación espiritual y cultural. Y nosotros los científicos no sabemos cómo hacer eso”.
James Gustave Speth.
Resumen
En este trabajo se realizó la sistematización de una experiencia en Educación Ambiental con
estudiantes de básica primaria en el Corregimiento de Santa Elena, ejecutado por la
Secretaría de Medio Ambiente en colaboración con el Departamento de Extensión de la
Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, este se realizó a través de talleres, los
cuales constituyeron la metodología pedagógica para la promoción de buenas prácticas ambientales.
A partir de las reflexiones que surgieron durante el proceso y la recuperación de la
experiencia vivida, se identificó la problemática que justifica este trabajo, centrando su
atención en las prácticas cotidianas de los habitantes del corregimiento que afectan la red de
relaciones que mantiene la biodiversidad de su territorio.
En este sentido, desde los enfoques de la Educación Ambiental y la comprensión de las
actitudes científicas que se quiere fortalecer en los estudiantes para lograr una mirada sobre
la biodiversidad y hacia su conservación, se sentaron las bases conceptuales que
determinaron la ruta de acción para el desarrollo de la propuesta de una Secuencia Didáctica
que fue planeada desde las estrategias didácticas de los juegos de roles, la lúdica y la lecto
escritura en torno al tema de la polinización con el propósito de despertar la curiosidad y
mantener la motivación por explorar y descubrir los elementos y las relaciones que, estando
siempre ahí, presentes en su territorio, no habían sido observadas con atención y con ello se
logre el fortalecimiento de las actitudes necesarias para la conservación de la biodiversidad.
Palabras clave
Educación Ambiental, biodiversidad, sistematización de experiencias, actitudes científicas, ruralidad.
Abstract
In this work, the systematization of an experience in Environmental Education with
elementary school students in the Corregimiento of Santa Elena was carried out, executed
by the Ministry of the Environment in collaboration with the Department of Extension of the
Faculty of Education of the University of Antioquia, this was performed through workshops,
which constituted the pedagogical methodology for the promotion of good environmental
practices. From the reflections that arose during the process and the recovery of the lived
experience, the problem that justifies this work was identified, focusing on the daily practices
of the inhabitants of the village that affect the network of relationships that maintains the
biodiversity of his territory.
In this sense, from the approaches of Environmental Education and the understanding of the
scientific attitudes that students want to strengthen in order to achieve a look at biodiversity
and its conservation, the conceptual bases were laid that determined the route of action for
the development of the proposal of a Didactic Sequence that was planned from the didactic
strategies of role plays, play and reading writing around the theme of pollination in order to
awaken curiosity and maintain motivation to explore and discover the elements and
relationships that, always being there, present in its territory, had not been carefully observed
and thereby strengthen the attitudes necessary for the conservation of biodiversity.
Keywords
Environmental Education, biodiversity, systematization of experiences, scientific attitudes,
rurality.
Tabla de contenido
Resumen 2
Tabla de contenido 4
1. Introducción 10
2. Planteamiento del problema 12
3. Objetivos 18
3.1. Objetivo general 18
3.2. Objetivos específicos 18
4. Antecedentes 19
4.1 Sistematización de Experiencias en Educación Ambiental 19
4.2. Actitudes científicas 23
4.3. Estudios en torno a la Biodiversidad 25
5. Marco Conceptual 28
5.1. Educación Ambiental 28
5.2. Actitudes científicas en estudiantes de básica primaria 36
5.3. Biodiversidad, una mirada para la conservación y la protección 41
6. Metodología 45
6.1. La sistematización de experiencias educativas como punto de partida para generar
reflexiones nuevas y renovar la práctica docente 45
6.2. Descripción del plan de sistematización de experiencias 49
6.3. Secuencia didáctica 55
6.4. Técnicas e instrumentos para la recolección de información 57
6.4.1. Relatorías 58
6.4.2. Diarios pedagógicos 59
6.4.3. Análisis de contenidos 60
6.4.4. Encuesta estructuradas y auto diligenciadas 60
7. Consideraciones Éticas 61
8. Los participantes y el contexto 64
9. Sistematización de la experiencia vivida 65
9.1. Taller 1 65
9.2. Taller 2 70
9.3. Salida Pedagógica 76
9.4. Taller 3 82
9.5. Feria ambiental 84
10. Categorías de análisis 87
10.1. Preconcepciones de los estudiantes 87
10.2. Actitudes Científicas 97
10.3. Taller como estrategia didáctica para la Educación Ambiental 103
11. Reflexiones finales 108
12. Anexos 112
13. Referencias 129
Índice de tablas
Tabla 1. Recopilación de algunas corrientes de educación ambiental según Sauvé (2005).
Elaboración propia. ...............................................................................................................29
Tabla 2. Recopilación de la definición de actitud desde 1968 hasta 1999. ..........................38
Tabla 3. Fases para la descripción del plan de sistematización de experiencias. .................50
Tabla 4. Descripción de la experiencia vivida durante el taller 1, denominado Visión
Sistémica de Ambiente. ........................................................................................................65
Tabla 5. Descripción de la experiencia vivida durante el taller 2, denominado
Reconocimiento de Situaciones y Problemas Ambientales. .................................................70
Tabla 6. Descripción de la experiencia vivida durante la salida pedagógica. ......................76
Tabla 7. Descripción de la experiencia vivida durante el taller 3, denominado Fortalecimiento
de propuestas de solución. ....................................................................................................82
Tabla 8. Descripción de la experiencia vivida durante la Feria Ambiental. .........................84
Índice de figuras
Figura 1. Taller 1, imágenes para el taller con todos los CER del corregimiento. ...............66
Figura 2. Taller 1, clasificación de imágenes en la triada del ambiente. CER El Placer, 3er
Grado. ...................................................................................................................................67
Figura 3. Taller 1, relacionémonos. CER El Placer, 4to Grado. ........................................68
Figura 4. Taller 1, identificación del contexto. CER Media Luna, 3er Grado. ....................70
Figura 5. Taller 2, identificación de situaciones y problemas ambientales. CER El Placer.
2do 3ro y 4to Grado. .............................................................................................................73
Figura 6. Taller 2, árbol de problemas. CER El Placer. 2do 3ro y 4to Grado. ....................74
Figura 7. Taller 2, realización de filtro de agua casero. CER Media Luna, 3er Grado. .......75
Figura 8. Salida pedagógica, Acueducto San Pedro. ............................................................80
Figura 9. Salida pedagógica al acueducto San Pedro, Cerro Verde. CER Media Luna. ......80
Figura 10. Salida Pedagógica, Acueducto San Pedro. CER Media Luna. ...........................81
Figura 11. Taller 3, identificando la biodiversidad. CER El Placer y Media Luna. .............83
Figura 12. Feria ambiental, Stand en busca de un mejor aire, CER Media Luna; Siembra un
amigo, El Placer. ...................................................................................................................86
Figura 13. Feria ambiental, intervención del Zoológico Santa Fe. Coliseo de Santa Elena. 86
Figura 14. Imágenes de la pregunta 10. Encuesta a estudiantes. ..........................................88
Figura 15. Pregunta 10. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad. ........89
Figura 16. Pregunta 5. Encuesta a estudiante. Conocimientos sobre biodiversidad. ...........90
Figura 17. Pregunta 8. Encuesta a padres de familia. Conocimientos sobre biodiversidad.
..............................................................................................................................................90
Figura 18. Pregunta 6. Encuesta a Padres de Familia o Apoderados. Conocimientos sobre
biodiversidad. .......................................................................................................................92
Figura 19. Pregunta 7. Encuesta a Padres de Familia o Apoderados. Conocimientos sobre
biodiversidad. .......................................................................................................................92
Figura 20. Pregunta 5. Encuesta a Padres de Familia o Apoderados. Conocimiento sobre
Biodiversidad. .......................................................................................................................93
Figura 21. Pregunta 6. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad. ..........94
Figura 22. Imágenes de la pregunta 17. Encuesta a estudiantes. ..........................................94
Figura 23. Pregunta 17. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad. ........95
Figura 24. Pregunta 11. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad. ........95
Figura 25. Pregunta 12. Encuesta a estudiantes. Prácticas ambientales. ..............................99
Figura 26. Pregunta 13. Encuesta a estudiantes. Prácticas ambientales. ..............................99
Figura 27. Pregunta 12. Encuesta a padres de familia o apoderados Prácticas ambientales.
............................................................................................................................................100
Figura 28. Pregunta 19. Encuesta padres de familia o apoderados. Prácticas ambientales.
............................................................................................................................................100
Figura 29. Pregunta 11. Prácticas ambientales ...................................................................101
Figura 30. Pregunta 22. Encuesta a profesores. ..................................................................102
Figura 31. Pregunta 15. Encuesta a estudiantes..................................................................102
Índice de Anexos
Anexo 1. Encuesta a estudiantes ........................................................................................112
Anexo 2. Encuesta a Padres de familia o apoderados .......................................................118
Anexo 3. Encuesta Profesores. ..........................................................................................122
Anexo 4. Consentimiento Informado CER Media Luna. ..................................................126
Anexo 5. Consentimiento Informado CER El Placer. .......................................................128
1. Introducción
Este trabajo investigativo es el producto de la sistematización de una experiencia a partir del
Proyecto de Educación Ambiental propuesto y ejecutado por la Secretaría de Medio
Ambiente de la Alcaldía de Medellín en convenio con el Departamento de Extensión de la
Facultad de Educación de la Universidad de Antioquia, en el corregimiento de Santa Elena
(comuna 90). El proyecto dio luces para enfocarnos en el contexto socio cultural del
Corregimiento al realizar la intervención en todas las instituciones educativas con las que
cuenta, sin embargo solo se retoman las dos instituciones en las que, como maestras en
formación tuvimos participación directa; estos centros educativos fueron: CER Media Luna
y CER El Placer; desde la aplicación de cinco talleres como estrategia educativa y que tenían
como objetivo implementar buenas prácticas ambientales desde la visión sistémica de
ambiente.
En consecuencia, nuestro trabajo de investigación está dividido en seis partes a saber. La
primera parte comprende el planteamiento de problema identificado, que justifica la
importancia de este proyecto y en la cual se hace una contextualización de la situación global
de alerta ambiental y los esfuerzos a nivel internacional, nacional y local que se han hecho
para mitigar la problemática ambiental que nos aqueja, especialmente en cuanto a pérdida de
biodiversidad. Se desarrolla también una contextualización de la realidad social, cultural y
ambiental que se ha vivido a lo largo de los años en el corregimiento de Santa Elena.
La segunda parte comprende los objetivos propuestos para esta investigación, que se centran
en la sistematización de la experiencia vivida durante la ejecución del proyecto de Educación
Ambiental con la Secretaría de Medio Ambiente, y los objetivos específicos que orientaron
el camino para alcanzar el objetivo general, para el diseño de una Secuencia Didáctica.
La tercera parte comprende las investigaciones que anteceden a nuestro proyecto en cuanto
a la sistematización de experiencias en Educación Ambiental, actitudes científicas y estudios
en torno a la biodiversidad y que nos sirvieron como referentes teóricos y prácticos para
sentar las bases y razonamientos para lo que quisimos lograr. También, se desarrolla el marco
conceptual que detalla y sustenta los argumentos usados a lo largo de todo el trabajo y nos
permite comprender y explicar los fenómenos que experimentamos desde la Educación
Ambiental, las actitudes científicas en estudiantes de básica primaria y la biodiversidad,
desde una mirada para su conservación.
En la cuarta parte se desarrolla la metodología que usamos desde la sistematización de
experiencias, empezando con un acercamiento teórico a su definición y sus orígenes, así
como a la metodología del taller como instrumento de investigación, debido a que fue la
estrategia didáctica aplicada por la Secretaría; se hace una descripción del plan de
sistematización, de cada una de las técnicas e instrumentos que usamos para la recolección
de información y da una definición además, de lo que es la Secuencia didáctica y sus
aplicaciones así como a las consideraciones éticas, los participantes y el contexto en que se
enfocó la investigación.
La quinta parte se centra en la recuperación de la experiencia vivida describiendo las
situaciones más relevantes durante la aplicación de cada uno de los cinco talleres, para ello
se volvió a los registros plasmados en los diarios pedagógicos, las relatorías, fotografías y
videos, de tal manera que pudiera estimular el recuerdo sobre lo vivido para, seguidamente
establecer las categorías de análisis que se observaron a la luz de las bases conceptuales
previamente descritas. Así pues, se presentan tres categorías de interés que son, las
preconcepciones de los estudiantes en torno a la biodiversidad, las actitudes científicas y
finalmente unas reflexiones personales en cuanto al taller como estrategia didáctica para la
Educación Ambiental (EA).
Finalmente, la sexta parte del trabajo comprende el punto de llegada que, más que una
conclusión, es una recapitulación reflexiva sobre lo que esta experiencia investigativa
significó para sus implicados, especialmente para las autoras y maestras en formación. En
este último apartado se incluye una descripción del paso por los objetivos específicos
propuestos al inicio, especialmente en cuanto a lo que implicó y significó el diseño de una
secuencia didáctica (SD) que es el logro, el fruto de los esfuerzos de toda esta investigación.
Por supuesto, en esta última parte se encontrarán los anexos y la lista de referencias que nos
sirvieron durante todo este tiempo.
2. Planteamiento del problema
El planeta se encuentra ante una crisis, en la que generar conciencia ambiental es la principal
necesidad y reto entre la búsqueda de soluciones; el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF),
organización no gubernamental, encargada de la conservación global del medio
ambiente, advirtió que para el 2019, la humanidad comenzó a necesitar de 1,75 planetas al
año para vivir, lo que deja en evidencia que el consumo por cada ciudadano ha aumentado
considerablemente y de forma alarmante, además presenta una relación directa con el aumento
de desechos sólidos no reutilizables en su mayoría por ser plásticos (mal dispuestos),
generando graves efectos sobre el medio ambiente, inundando los océanos y amenazando con
perjudicar la salud de los ecosistemas y la supervivencia de la vida silvestre.
En respuesta a ello, a nivel internacional se han hecho grandes esfuerzos para mitigar las
problemáticas ambientales mediante la creación de propuestas y normatividad para la
conservación de la biodiversidad, como tarea fundamental para el mantenimiento del equilibrio
natural en el ecosistema planetario; en el caso de Colombia, uno de los países más diversos del
mundo, aún se presenta un déficit significativo en cuanto a la protección de la
biodiversidad. La Constitución de 1991, es la carta que recoge las profundas reflexiones sobre
la responsabilidad del gobierno en la protección de la diversidad y la integridad de todo el
medio ambiente, reconociendo al país, en su artículo 7, como “una nación con diversidad étnica
y cultural”. En consecuencia, surge la Ley 99 de 1993, con la cual se crea el Ministerio de
Medio Ambiente y el Sistema Nacional Ambiental (SINA) en respuesta a la necesidad de
proteger los recursos naturales y culturales, establece que la biodiversidad del país, por ser
patrimonio nacional y de interés de la humanidad, deberá ser protegida prioritariamente y
aprovechada en forma sostenible (art. 1., No 10), por consiguiente, el Estado impulsará el uso
de recursos y de instrumentos económicos para la prevención y restauración del deterioro
ambiental y para la conservación de los recursos naturales renovables.
A pesar de los grandes avances en tema de normatividad, todavía se hace necesario aumentar
los esfuerzos que busquen una transformación en las prácticas de consumo y preservación de
la biodiversidad, de manera que la responsabilidad ambiental sea trasladada también a los
ciudadanos; por tanto, en lo que respecta al papel de la educación en el logro de estos fines, la
Ley General de Educación, en su artículo 23 menciona que, entre las áreas obligatorias y
fundamentales dentro del plan de estudios está la Educación Ambiental (EA) como eje
transversal de las propuestas educativas, encaminada a formar ciudadanos éticos y conscientes
de las consecuencias de sus acciones; lamentablemente estos esfuerzos no han sido suficientes
para avanzar en la protección de la biodiversidad y aun el camino por recorrer es vasto y largo
en este sentido.
Por su parte, las instituciones educativas cuentan con los Proyectos Ambientales Educativos
(PRAE) que buscan integrar problemáticas ambientales locales, teniendo en cuenta el contexto
y las dinámicas sociales y culturales de la población; en complemento, el Ministerio de
Educación Nacional, ha planteado la enseñanza de la biodiversidad en los Derechos Básicos
de Aprendizaje (DBA) del Área de Ciencias Naturales, para los grados sexto y once. Con el
programa de fortalecimiento de la cobertura con calidad para el sector educativo rural (PER
II), se han desarrollado secuencias didácticas en el área de Ciencias Naturales; para el grado
quinto se trabajan temas relacionados con los ecosistemas que de manera implícita abordan la
biodiversidad, lo que adquiere relevancia, teniendo en cuenta que, como mencionan Caurín y
Martínez (2013), en muchos casos es posible evidenciar que los estudiantes en sectores rurales
tienen nociones sobre biodiversidad, manifiestan la importancia de su conservación y las
consecuencias de no hacerlo, además tienen presente que el ser humano depende de ella para
sobrevivir, estos conocimientos van de la mano con las creencias y contextos sociales y
culturales.
Por otro lado y en consecuencia con los esfuerzos para la conservación de la biodiversidad, el
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, hace pública en 2012 la Política Nacional
para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), con
base a la cual se incentiva, fortalecen y desarrollan proyectos de Educación Ambiental en la
ciudad de Medellín, que hacen parte de la educación no formal, propuestos, desarrollados y
aplicados por instituciones como el Jardín Botánico, El Zoológico Santa Fe, Parque Explora y
Parque Arví, en colaboración con Universidades como, la Universidad de Antioquia y la
Universidad Nacional y con el patrocinio de la Secretaría de Medio Ambiente.
Uno de los frutos de ello, es el proyecto que ejecutó la Secretaría de Medio Ambiente en
colaboración con el Departamento de Extensión de la Facultad de Educación de la Universidad
de Antioquia y que dio origen a esta investigación. Esta propuesta presentó dos focos de
acción: uno con las instituciones educativas para la aplicación de una propuesta de Educación
Ambiental que promueve una visión sistémica de ambiente en los estudiantes y el otro con un
enfoque más comunitario, que se desarrolló con los empresarios del aprovechamiento (también
conocidos como recicladores) para el adecuado manejo de residuos.
El proyecto se llevó a cabo en la comuna 15 (Guayabal) y la comuna 90 (corregimiento de
Santa Elena), este último, fue el lugar donde tuvimos participación para el desarrollo de la
práctica pedagógica; como autoras del presente trabajo, centramos nuestra intervención en la
línea de Educación Ambiental apoyándonos en la metodología de taller, a través del cual se
logró identificar gran parte de las situaciones ambientales de la localidad, otorgando las bases
para determinar el planteamiento del problema de esta investigación, como se menciona a
continuación.
Santa Elena es un corregimiento muy cercano a la ciudad, debido a esto, ha sufrido grandes
cambios socioespaciales, que diversos autores han estudiado desde la mirada ambiental y
social, por ejemplo, Atehortúa, Rendon y Zapata (2017), hace referencia a la transformación
del uso del suelo que tradicionalmente solía ser destinado a la ganadería, cultivo de hortalizas
y de gran variedad de flores de la región, y que ahora tiene fines recreativos y de explotación
de madera que, al aprovechar el pino de los bosques que se han hecho lugar desde la época de
la conquista española, van dejando en evidencia poco a poco, los efectos de la deforestación.
Esas son algunas de las consecuencias que están relacionadas con la fuerte influencia turística,
que ha tenido Santa Elena en los últimos años debido a su tradición silletera, la cual se celebra
en el mes de agosto de cada año, denominada Feria de las Flores y al establecerse el
megaproyecto Parque Arví, se convirtió en un foco importante para la ejecución de proyectos
que tienen que ver con la gestión integral de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos.
Autores como Cardona y Osorio (2016), hacen mención de las transformaciones espaciales y
socioculturales, como consecuencia del desplazamiento de población urbana ya sea como
nuevos habitantes residentes, visitantes esporádicos o turistas, quienes terminan superando en
cantidad a los campesinos nativos y residentes tradicionales. Es importante analizar esto dado
que, un territorio se construye socialmente, por medio de las relaciones que se dan en él y con
él, logrando evidenciar que, Santa Elena ha entrado en un conflicto, en tanto chocan e
interactúan lo tradicional y lo moderno, lo rural y lo urbano, emergiendo así un nuevo contexto,
nuevas prácticas, nuevas formas de uso del suelo y de habitar el territorio (ahora) urbano-rural.
Volviendo a lo referente con el uso del suelo, pero desde la perspectiva económica, las
prácticas agrícolas tradicionales a pequeña escala, para el cultivo de flores y hortalizas que
solían ser la principal fuente de ingreso de los habitantes, ha sido reemplazado en mayor
medida por otro tipo de actividades económicas influenciadas por el turismo: alquiler de fincas
de recreo y descanso, arrendamiento para nuevos residentes provenientes de la ciudad,
ecoturismo y agroturismo, lo que ha tenido un efecto en la población campesina, provocando
su desplazamiento a la ciudad. Del mismo modo, Cardona y Osorio (2016), afirman que las
prácticas comunitarias que eran características y la no concepción de la propiedad privada, les
permitía mantener relaciones de confianza y libertad de tránsito por todo el territorio, que con
la llegada de nuevos habitantes empiezan a verse también afectadas, delimitando la propiedad
privada, aumentando la inseguridad, la desconfianza y unas prácticas sociales más frías y
pasajeras propias de la urbe.
Prestar atención a estos cambios y efectos sobre el territorio y sobre la cultura es de gran
relevancia si tenemos presente además que, la modernidad trae consigo una serie de propuestas
que ignoran y dejan de lado los saberes indígenas y campesinos, en un afán por producir más
de lo que se alcanza a consumir, “transformando la naturaleza en bienes suntuarios, iconos de
la modernización” (Santiago, 2007, p.129), de lo que Santa Elena no es ajena, pues entre las
pocas prácticas agrícolas que aún se desarrollan, es notorio el cambio hacia unas formas más
tecnificadas, basadas en monocultivos que necesita de agroquímicos para garantizar una alta
producción y que, por otro lado son causa de pérdida de biodiversidad, contaminación de
fuentes de agua y calentamiento global sin dejar de mencionar la tradición en detrimento que
provoca pérdida de identidad cultural y con ella la pérdida del reconocimiento y respeto de la
diversidad cultural y humana, claves para la construcción de sociedades libres y autónomas,
protagonistas de sus propios destinos.
En Santa Elena existe una gran variedad de especies de fauna y flora, acompañada de una
diversidad cultural que habita en el territorio, algunos desde la posición turista e indiferente
(sin sentido de pertenencia), otros desde la admiración y el anhelo de tranquilidad que no ofrece
la ciudad y otros desde el cuidado consciente y el respeto por la vida misma, aunque muchos
de ellos desconozcan el delicado entramado de relaciones que se dan en los sistemas naturales.
En relación con esto, el territorio muestra de manera reincidente un inadecuado manejo de
residuos sólidos, tanto por parte de los visitantes itinerantes, como de los residentes nuevos y
especialmente de los campesinos que tienen como práctica habitual quemar o enterrar las
basuras. Esto último, solía ser una práctica en épocas en que los residuos de las casas eran en
mayor medida orgánicos y el impacto de ese manejo no era significativo, pero ahora, con la
gran cantidad de productos elaborados y empacados excesivamente en plástico y a saber que
la mayor cantidad de alimentos que se consumen en los hogares ya no son producidos en las
huertas familiares sino a través de transformaciones agroindustriales tecnificadas, el impacto
de esa práctica tradicional de manejo de residuos sólidos genera efectos negativos en los
ecosistemas afectando su equilibrio natural y su capacidad para sobreponerse a los cambios.
Consecuencia de lo anterior, se produce la pérdida de hábitats naturales debido a la expansión
urbana en zona rural o lo que es lo mismo el crecimiento demográfico, que trae consigo todos
los problemas que este implica: deforestación, aumento de la demanda de recursos naturales,
aumento de residuos sólidos y biológicos domiciliarios, introducción de especies de flora y
fauna exótica, además de otras dificultades de tipo social que afecta la convivencia y la
seguridad. Con relación a esto y a la fauna propia de un territorio como Santa Elena, cada vez
son mayores los casos en que la fauna silvestre se expone ante las personas que, desde el
desconocimiento los asesinan o capturan.
Sin embargo, a pesar de las intervenciones que se han venido realizando los últimos años, con
las instituciones educativas del corregimiento y con la comunidad, es importante señalar que
aún existen vacíos conceptuales que dificultan la comprensión de la necesidad de protección y
conservación de la biodiversidad y con ella la adopción de prácticas proambientales por parte
de los diferentes grupos poblacionales que habitan el territorio.
Cabe aclarar que el objetivo no es lanzar una crítica vacía e inoperante, si no prestar atención
a estos elementos y circunstancias pues es el camino que permite aprender de los errores
cometidos y aplicar nuevas estrategias sobre la marcha, principalmente si se refiere a la
Educación Ambiental, pues los daños en el ambiente son producto del egoísmo de algunos y
el desconocimiento de las consecuencias de la mayoría. En este sentido, deberán pensarse
metodologías para el desarrollo de las dimensiones psicológicas y cognitivas sobre el medio
ambiente, que involucran las emociones, creencias y por ende las actitudes que se
desencadenan en las personas y en su sentido de responsabilidad. Quiere decir que el cuidado
y la preservación será solo posible cuando el ser humano desde su propia libertad se reconozca
como parte participante de los ecosistemas y de las causas y consecuencias que se dan en él;
en palabras del Movimiento La Vía Campesina (2001), citado en Santiago (2007)
La biodiversidad tiene como fundamento el reconocimiento de la diversidad humana,
el aceptar que somos diferentes y que cada persona y cada individuo tiene la libertad
de pensar y de ser. Visto de esta manera, la biodiversidad no es solo flora y fauna, tierra
y agua y ecosistemas, es también culturas, sistemas de producción, relaciones humanas
y económicas (formas de gobierno) en esencia de la libertad. (p.137)
Hasta ahora, las estrategias que hacen parte de la Educación Ambiental han agotado muchos
recursos para el desarrollo de la dimensión cognitiva pero, poco se ha explorado la afinidad
emocional que se define desde el término y los valores de la biofilia, atribuido a Wilson E. O.
(1989) y más adelante, junto con el sociólogo Keller (1999) se atribuyen nueve valores que
determinan aspectos emotivos y conductuales que pueden ser positivos o negativos pero que
“resultan de gran interés para la psicología conservacionista y la educación ambiental”
(Sánchez y De la Garza, 2016, p. 4). Es importante resaltar que aunque no ha sido muy
explorado el ámbito psicológico que se refiere a las emociones para la transformación de las
conductas hacia el medio ambiente, por lo tanto es necesario reforzar las propuestas que han
trabajado con la sensibilización ambiental y fomentar la biofilia no solo como concepto, sino
también como metodología, que a pesar de que no ha sido suficientemente aprovechado en
los países hispanoamericanos, se presenta como un camino abonado esperando para ser
explotado.
En lo que respecta al presente trabajo de investigación y lo evidenciado durante el desarrollo
de los talleres en Educación Ambiental, se demuestra que aún persiste la necesidad de hacer
una transformación en las prácticas culturales que perviven en algunos habitantes de Santa
Elena, por lo cual, la sistematización de las experiencias en la práctica permite la creación de
nuevas ideas que, conociendo mejor el problema, contribuya a generar las transformaciones
esperadas. En ese sentido, la pregunta de investigación que guía este trabajo es ¿Cómo a través
de la sistematización de la experiencia en la Práctica Pedagógica, sobre la aplicación de talleres
de Educación Ambiental, se puede diseñar una secuencia didáctica que contribuya al
fortalecimiento de actitudes científicas en estudiantes de básica primaria de diferentes Centros
Educativos del Corregimiento de Santa Elena para la conservación y protección de la
biodiversidad?
3. Objetivos
3.1. Objetivo general
Sistematizar la experiencia de práctica pedagógica, sobre la aplicación de talleres de
Educación Ambiental, para el diseño de una secuencia didáctica que contribuya al
fortalecimiento de las actitudes científicas de estudiantes de básica primaria de
diferentes Centros Educativos del corregimiento de Santa Elena, para la conservación
y protección de la biodiversidad.
3.2. Objetivos específicos
● Analizar la experiencia vivida como maestras en formación de la Licenciatura Básica
con énfasis en Ciencias Naturales y Educación Ambiental, en relación al desarrollo de
diferentes talleres de Educación Ambiental.
● Identificar una problemática ambiental que sea común en los Centros Educativos
Rurales de Santa Elena, a partir de la reflexión sobre el desarrollo de 5 talleres
educativos a estudiantes de básica primaria.
● Diseñar una secuencia didáctica para estudiantes de básica primaria, que permita el
fortalecimiento de las actitudes científicas para la conservación de la biodiversidad.
4. Antecedentes
A continuación se presentan los resultados de una revisión de investigaciones relacionadas
con el objeto de estudio, en un rango desde el 2009 hasta el 2019, enmarcadas en nuestras
categorías de interés: las actitudes científicas, estudios en torno a la biodiversidad y
sistematización de experiencias de Educación Ambiental; se utilizaron palabras claves
(biodiversidad, actitudes científicas, emociones en la educación, educación científica,
Educación Ambiental, sistematización de experiencias, entre otras) para ampliar el rastreo de
información. Esta búsqueda, se realizó con el fin de identificar la existencia de líneas de
investigación comunes, que permitieran datar trabajos anteriores relacionados con el tema,
para la adecuada construcción y desarrollo del proyecto investigativo. Las investigaciones aquí
citadas fueron tomadas de las siguientes bases de datos: Scielo, repositorio de la Universidad
de Antioquia, Dialnet, Redalyc, repositorio de la Universidad Iberoamericana, Revista
Javeriana, Biblioteca Digital Universidad Nacional; de este modo evidenciamos que la síntesis
de estos referentes de búsqueda es información confiable y verificada.
4.1 Sistematización de Experiencias en Educación Ambiental
En este apartado, se hace una recopilación de algunos trabajos de investigación desde los
aportes de la sistematización de experiencias a los procesos educativos y más
específicamente a los procesos de Educación Ambiental. Tal es el caso de Bonilla (2015)
quien publica un artículo denominado Aprender a vivir: una experiencia de educación
ambiental en el colegio rural José Celestino Mutis, donde expone el resultado de la
sistematización de la experiencia de las prácticas pedagógicas en Educación Ambiental,
entre el 2011 y el 2014, con el proyecto titulado Ciudadanas y Ciudadanos conociendo y
transformando el mundo, para mejorar la vida, aplicado en un colegio rural. La
investigación tenía el propósito de identificar cómo se relacionó el conocimiento del
contexto con la interdisciplinariedad y con la ética ambiental en el ejercicio de la práctica
pedagógica que buscó “enseñar a aprender a vivir desde la educación ambiental” (p.490).
Las herramientas para la recolección de información que utilizó fueron la narrativa
autobiográfica, las entrevistas y la revisión documental, información que analizó con el
programa NVivo 10. El proyecto surge como consecuencia de los trabajos previos realizados
con la comunidad, en vista del enfoque ambiental que venía defendiendo la institución y
pese a las problemáticas ambientales y culturales que se identificaron por el Relleno
Sanitario Doña Juana y el Parque Minero Industrial gracias al proyecto Ciudadanas y
Ciudadanos que, con su enfoque metodológico buscó comprender las razones de tipo social,
político, económico y ecológico que han generado tal problema ambiental y
simultáneamente impulsaron acciones transformadoras, por lo que se centraron en fortalecer
la actitud investigativa de los estudiantes en temas del ambiente y especialmente de su
contexto más cercano. Todo el ejercicio investigativo le permitió a la docente hacer una
reconstrucción de su propio proceso formativo, desde la propuesta de investigación en su
etapa inicial, que fue definir los instrumentos y matriz de análisis, reconstruir el contexto
institucional que daría origen a nuevas categorías de interés hasta responder a sus preguntas
y objetivos planteados; las conclusiones aportan “al debate epistemológico y metodológico
en Educación Ambiental. Epistemológicamente se resalta el papel del docente reflexivo e
investigador, su práctica como fuente de conocimiento y su propio ejercicio docente como
un ejercicio investigativo” (p.500) además de que, la sistematización como metodología
favorece la creación de instrumentos que fomenten el diálogo y el fortalecimiento de las
propias bases epistemológicas de la profesión docente.
En este sentido, se pone de manifiesto que, la sistematización de experiencia suele ser usada
como la metodología que favorece el fortalecimiento de unas bases teóricas y prácticas, pero
sobre todo ancladas a la propia historia del contexto en que se desarrolle la investigación,
que como en la referencia anterior, quisieron poner en evidencia los saberes y las prácticas
pedagógicas que lograron construir en veinte años de la implementación del PPEC (Proyecto
Pedagógico Educativo Comunitario) con la primera infancia. Tal es el caso de Pineda-Báez,
et al, quienes publican un artículo de investigación científica y tecnológica en 2015,
denominado Aportes para la educación inicial: saberes construidos por el Proyecto
Pedagógico Educativo Comunitario, para mostrar los resultados de la sistematización de la
experiencia del proyecto educativo, que se realizó en el marco del convenio No 3076/2012
que involucra a actores del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF y Cinde. Tuvo
una participación de 181 personas (familias, líderes comunitarios, agentes educativos y
pedagogos/as del ICBF), en los cuales se logró aplicar 78 entrevistas. Las categorías de
interés que se tuvieron en cuenta para el diseño de las entrevistas fueron: “la reconstrucción
histórica del PPEC, la concepción, la intencionalidad, los saberes y prácticas pedagógicas y
la operacionalización de la propuesta.” (p. 4). Los resultados, se complementaron con el
análisis documental, tras la revisión de los fundamentos teóricos y conceptuales del
proyecto. Entre sus hallazgos y partiendo por la primera categoría, el contexto histórico en
que surge el PPEC, se remite al mismo contexto en que surge el ICBF, en 1968 como una
alternativa para dar respuesta a las necesidades nutricionales de los niños y niñas, con
dinámicas familiares maltratantes y las nuevas configuraciones sociales que se dieron en los
70 con la inclusión de la mujer en el mundo laboral y la migración de la población del campo
a la ciudad. Con el fin de atender a las necesidades de los niños y las niñas, se desarrolló un
currículo basado en diversas corrientes pedagógicas, basadas en las necesidades de los
diferentes contextos y se dieron cuenta de la relevancia de incluir a las familias y a la
comunidad para darles a ellos también un papel protagónico. A través del tiempo y con los
cambios que se dieron en el ámbito de las políticas, se hizo necesario adoptar una mirada
emancipadora y crítica para el empoderamiento comunitario y para la atención de la primera
infancia, logrando que el desarrollo infantil sea “indisociable con el desarrollo de los
entornos o ambientes de socialización” (p. 8). En 1990 se consolida el PPEC desde una
perspectiva de desarrollo humano trabajando por potenciar las familias y comunidades como
“piezas” clave para el desarrollo infantil. El ejercicio de sistematización permitió hacer una
reconstrucción de la historia y “de horizontes de sentido, de saberes y prácticas que han
tomado forma durante más de 20 años de trabajo de atención a los niños y niñas de la primera
infancia” (p. 15) y permite vincular su desarrollo y evolución acorde a los cambios de los
movimientos sociales, en que el PPEC tiene muy claro su compromiso político y sus
hallazgos son un aporte a los procesos de educación comunitarios del país.
De manera similar, López (2016), publica un artículo denominado El Proyecto Educativo
Institucional, sistematización de una experiencia enmarcada desde el modelo de Evaluación
CIPP, en la Institución Educativa Rural Chaparral de Guarne – Antioquia. Esta fue una
propuesta de corte mixto que se enfocó en evaluar el PEI (Proyecto Educativo Institucional)
con el propósito de conocer el estado del mismo con relación a cuatro categorías de análisis:
contexto, insumos, procesos y productos según lo plantea la teoría de Daniel Stufflebeam.
La sistematización es una metodología usada también para apoyar los procesos de evaluación
y fue el caso del proyecto que surge como trabajo de grado de maestría del autor para hacer
seguimiento a los indicadores de gestión de la educación en cuanto a eficiencia, eficacia,
cobertura, calidad, pertinencia, innovación y equidad, de acuerdo con los planes de
mejoramiento institucional creados por el MEN. Para ello, las técnicas e instrumentos de
recolección de información en que se basó fueron: escalas de satisfacción tipo Likert y pautas
de análisis de contenido, aplicados tanto a padres, como a estudiantes y docentes; además
del rastreo teórico conceptual como fuentes secundarias de información, le permitió
contrastar los resultados obtenidos de su investigación con la teoría.
El proyecto arrojó resultados positivos con relación a la pertinencia del PEI frente al clima
organizacional, el ambiente escolar y sus propuestas de gestión para el mejoramiento del
nivel académico y la participación de la comunidad. También se revelaron aspectos a mejorar
tales como los espacios físicos, la participación de los padres de familia y de los estudiantes
en el proceso de construcción, seguimiento y evaluación del PEI. Se dictó también unas
recomendaciones con el propósito de que contribuyan al mejoramiento de la institución
educativa en todas sus dimensiones, por ejemplo, hacer seguimiento y evaluación a los
procesos, así como la creación de una estrategia para hacer gestión de recursos que permita
potenciar y mejorar los recursos existentes, se propone también hacer un seguimiento a los
egresados para conocer el desempeño formativo y laboral de estos.
Por otro lado, en la escuela rural de Atacoso , en el Municipio Colón, estado Zulia,
Venezuela, se desarrolló también, el diseño, aplicación y sistematización de una Unidad
Didáctica en el área de EA; sus autores Cáceres, Carballo y Péfaur, (2016) afirman que la
EA, ha sido considerada como una área aislada y descontextualizada de “los aspectos que
conforman la realidad social del entorno escolar” (p.249) por lo que propusieron una unidad
didáctica (UD) para, a través de su sistematización lograr evaluar las estrategias utilizadas,
buscando un mayor alcance y cobertura, al promover la participación de la comunidad en un
vínculo con la escuela.
La UD se organizó con la propuesta de cinco proyectos para explorar a profundidad
el ecosistema del Sur del Lago. Los proyectos de titularon de la siguiente manera: 1)
Conozco el Parque Nacional Ciénaga Juan Manuel, en este proyecto se organizaron
cuatro actividades, 2) aprendo con los animales y las plantas, en este proyecto se
organizaron cuatro actividades, 3) Indago sobre los animales venenosos, en este
proyecto se organizaron cuatro actividades, 4) Bailó y juego con los animales, en este
proyecto se realizó una sola actividad y 5) Reutilizó desechos de la escuela y de mi
casa, se realizaron cinco actividades. (p. 250).
Los participantes eran estudiantes de quinto y sexto grado de una escuela rural caracterizada
por ser una población pequeña y aislada, en constante contacto con la fauna silvestre,
especialmente venenosa (arácnidos y serpientes). Entre las dificultades existentes, se tiene
un ausentismo bastante marcado por la participación de los estudiantes en la actividad
económica de los padres, además se sumó a las dificultades las relacionadas a la ruralidad,
que tienen que ver con falta de recursos, falta de acompañamiento administrativo y poca
participación de la comunidad. La sistematización de la experiencia vivida durante la
aplicación de la Unidad Didáctica (UD), permitió determinar las causas de los logros y de
las dificultades, para identificar los procesos que pueden o deben ser repetidos y aquellos
que no se deberían volver a hacer, programar mejor o ajustar. La identificación de tales
dificultades mencionadas, tanto de los procesos, recursos y capacitación docente propios de
la escuela, como de las externas a ella y en consecuencia la poca comunicación existente
entre la escuela y el contexto, parecen ser la causa del alto ausentismo escolar, deserción y
repitencia que se presenta, adicionalmente las UD enmarcadas en la corriente de EA, se
presentan como la estrategia que permite trabajar con los conocimientos e intereses de los
estudiantes y en consecuencia como la oportunidad de dar solución sistemática a las
dificultades existentes.
4.2. Actitudes científicas
Los artículos mencionados a continuación, sirven de referencia para conocer la forma en que
se ha trabajado las actitudes científicas con relación a la conducta esperada en los estudiantes,
no solo hacia la ciencia sino también hacia la naturaleza.
En 2009, se publicó un artículo titulado Un asunto de actitud científica en el cual Sánchez,
Valencia y Marín, plantearon una estrategia didáctica utilizando el modelo de Pedagogía
Conceptual en Ciencias Naturales para adquirir actitudes científicas, con estudiantes entre la
edad de 8 y 10 años, concluyeron que la formación de las actitudes científicas va ligada a las
motivaciones e intereses de los estudiantes ya que favorecen el aprendizaje e involucran
activamente a los mismos en la apropiación de los conceptos y de las metodologías de las
ciencias. Además, se encontró que, para mediar las actitudes de los estudiantes, el docente debe
buscar esas actitudes en él mismo y así, poder analizar si las analogías implementadas con los
estudiantes en una discusión, está sustentada, tiene rigurosidad, presenta actitud tolerante,
demuestra y genera curiosidad, etc., es decir que sean las adecuadas y pertinentes.
A la par con el estudio anterior, el libro titulado Desarrollo del pensamiento científico:
proyecto innovación en formación científica en Bogotá, recopila una serie de investigaciones
que promueven el pensamiento y competencias científicas; uno de los publicados, es el
resultado de Fajardo (2010) que genera interés para el objeto de esta investigación, porque su
proceso y resultado alude a las actitudes que es necesario motivar en las niñas y los niños, no
solo hacia el aprendizaje de la ciencia sino también hacia la naturaleza. En este proceso los
estudiantes adoptaron actitudes investigativas, documentando las especies vegetales
medicinales de su contexto, realizando entrevistas y rastreo documental, descubrieron y
sistematizaron 120 plantas medicinales, creando sus respectivas fichas con identificación
taxonómica, usos tradicionales, medicinales y demás información complementaria halladas
en sus entrevistas y en el rastreo documental; se logra con ello, evidenciar la diversidad de
plantas medicinales aledañas a la escuela y no solo aprendieron del valor de la biodiversidad,
también cuestionaron reflexivamente sobre las prácticas que afectan o promueven su
conservación.
Este trabajo es interesante debido a que la autora, logró orientar el pensamiento y las actitudes
científicas para mejorar las prácticas ambientales, involucrando a los estudiantes como lo hizo
Quintero (2010), en su trabajo titulado Promoviendo en los escolares actitudes y
comportamientos ambientalmente sostenibles para el cuidado y conservación del agua a partir
de la visita a un museo; en el cual, demostró el efecto motivacional que una salida pedagógica,
tal como visitar un Museo de Ciencias, puede tener sobre las actitudes de responsabilidad hacia
el cuidado y la conservación del agua. Para ello, diseñó un instrumento de evaluación de las
actitudes en cuatro categorías de análisis: creencias de comportamiento, creencias normativas,
creencias de control y conocimiento e información. La autora fundamentó su trabajo en la
teoría del comportamiento planeado (Modelo de Ajzen y Fishbein, 1988-1991), metodología
que permite entender los comportamientos, sentires y actitudes que tenían los estudiantes sobre
el cuidado del ambiente y cómo poder influir en ellos para lograr una transformación. Para su
investigación, trabajó con un grupo control y un grupo experimental, de grado octavo; a ambos
grupos se les aplicó una unidad didáctica sobre el cuidado y conservación del agua pero solo
el grupo experimental visitó un museo de ciencias con el enfoque del cuidado del agua, en el
que tuvieron la posibilidad de aprender en un contexto diferente a la escuela, con espacios y
material interactivo que los acercó más al objeto de estudio, adicionalmente su intercambio de
dudas y opiniones con el guía del museo les amplió más el panorama de las causas y las
consecuencias que hay detrás del cuidado del agua o de su deterioro. Por ello, el resultado para
ambos grupos evidenció una gran diferencia de apropiación de conceptos y una transformación
en las actitudes.
En Perú, González y Muñoz (2018), desarrollaron una investigación titulada El desarrollo de
la actitud científica: una mirada hacia las acciones didácticas de la docente en el aula de tres
años basada en la filosofía Reggio Emilia. La investigación fue diseñada según el modelo de
estudio de caso y fundamentada en la teoría socio constructivista; en su desarrollo se
sistematizó y analizó la información con base a dos variables de estudio: las acciones didácticas
del maestro y el perfil y rol docente. Dentro de esta investigación se abarca con gran detalle el
tema de las actitudes científicas, argumentando que, en las primeras edades, los niños las
presentan naturalmente, mediante la formulación de teorías y con relación a diferentes
problemáticas, además en la observación minuciosa de su entorno y el hecho de cuestionar y
debatir; en su investigación se hizo mención a la importancia de esas actitudes como fuentes
de curiosidad, para la construcción de nuevos conocimientos. Cruz (2016), citado en González
y Muñoz (2018), indica que las actitudes científicas constan de 3 componentes primordiales
relacionados entre sí: los conocimientos, habilidades y comportamientos científicos; en el
primer caso hay una interacción directa y nueva del niño con el entorno, el segundo menciona
que las habilidades son adquiridas a través de la práctica y finalmente que los comportamientos
científicos se refieren al amor a la ciencia, la curiosidad, la disciplina y otras características
que permiten el acceso directo al conocimiento.
4.3. Estudios en torno a la Biodiversidad
Los proyectos que se presentan a continuación tienen enfoques diferentes, por lo que no solo
se retomaron estudios de investigación, sino también traemos a colación experiencias
educativas, culturales y sociales, en tanto queremos reconocer los esfuerzos previos a este
trabajo, como base para el acercamiento al tema de biodiversidad.
La Alcaldía de Medellín, en colaboración con el Jardín Botánico de esta ciudad, Parque
Explora y el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt
(2013), publicaron una cartilla como producto de un ejercicio de investigación sobre la
biodiversidad local y los servicios ecosistémicos en el Área Metropolitana, denominada
Propuesta para la gestión integral de la biodiversidad y servicios ecosistémicos. Síntesis del
documento técnico de soporte y como respuesta a la normativa internacional, nacional y
regional como es la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus
Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE), publicada en 2012, por el Ministerio de Ambiente y
Desarrollo Sostenible. Esta cartilla recoge el proceso de investigación de un equipo de
profesionales de universidades e instituciones privadas, tales como el Jardín Botánico de
Medellín, ISAGEN y la Universidad de Antioquia (para mencionar unos cuantos), con el
propósito de generar conocimiento sobre la riqueza biológica y en general, de los recursos
naturales con que cuenta la ciudad, con el ánimo de servir de insumo para generación de
propuestas de conservación y como marco estratégico y operativo para la implementación de
una PGIBSE en Medellín.
La cartilla es un resultado importante en la producción de conocimiento local, porque recopila
y documenta los elementos naturales que componen nuestra riqueza y biodiversidad, además
de orientar las debidas prácticas por parte de los ciudadanos y las entidades locales para su
adecuada gestión; a pesar de ello, los instrumentos de gestión como el POT y los planes de
desarrollo no necesariamente se han articulado con la propuesta.
Ese mismo año (2013), la Alcaldía de Medellín publicó la misma cartilla, pero una versión
para maestros, construida con el propósito de servir de insumo para la enseñanza y la gestión
de la biodiversidad. Esta cartilla recopiló conceptos claves para la comprensión de la
biodiversidad tales como sistema ecológico, área protegida, gobernabilidad, entre otros y
actividades que ayuden a estudiantes y docentes a descubrir, valorar y proteger la biodiversidad
presente en el barrio, la escuela, jardines, caminos, fuentes de agua y demás lugares del
territorio. Aquí el maestro es un facilitador de conocimiento y experiencias para los estudiantes
y son ellos quienes realizan un proceso autónomo de exploración para la generación de
preguntas sobre el entorno y el impacto de sus prácticas sobre él. El propósito fue hacer énfasis
en el compromiso que exige la biodiversidad de prestar atención a las acciones que los
habitantes del territorio tienen sobre este.
En el año siguiente, Pérez (2014), analizó una recopilación de documentos, acerca de la
relación entre la diversidad cultural y la diversidad biológica, en torno a la educación y la
enseñanza de las ciencias. En el estudio, la autora manifestó la complejidad de los nuevos
“retos que tiene la enseñanza de las ciencias y la formación de profesores, al hacer de la
diversidad biocultural un asunto relevante para ser considerado desde una perspectiva más
plural” (p.417); en la recopilación de información, encontró teorías y posturas que enuncian la
redefinición del concepto de biodiversidad, en la que se incluyen elementos inertes y factores
ambientales, lo que permite la incorporación y participación de perspectivas de la
biodiversidad a nivel cultural, con el carácter de validez y diversidad; desde allí la autora
resalta los aportes del saber tradicional en cuanto a lo que se conoce de las plantas, su
recuperación y producción, incluso de posibles formas de clasificación de la naturaleza, dando
a conocer el riesgo de pérdida de culturas y conocimientos tradicionales por la imposición de
los conocimientos científicos y occidentales.
Un resultado similar al proyecto publicado por la Alcaldía de Medellín y que fue desarrollado
por Sánchez, Múnera, Hinestroza y Montoya (2016) con el apoyo de ISAGEN y la empresa de
gestión ambiental FAUNATIVA, en el cual registraron, identificaron, clasificaron e
inventariaron la fauna del oriente Antioqueño y que culminó con la publicación de una guía
para identificación y divulgación de alrededor de 200 especies de animales que se clasifican
en anfibios, reptiles, mamíferos y aves. Esta guía fue creada con el propósito de servir como
insumo para el desarrollo de estrategias de Educación Ambiental.
También en el 2016, en México, se publica el resultado de una investigación titulada Biofilia
y emociones: su impacto en un curso de educación ambiental (Sánchez y De la Garza), en la
que se buscó indagar sobre el efecto que podría tener en los participantes los valores de la
biofilia propuestos por Wilson y Kellert (1990), como estrategia que moviliza los afectos y las
emociones hacia el medio ambiente. En la investigación participaron 78 estudiantes de
psicología de una universidad pública de ese país. La metodología aplicada fue dividida en tres
fases, la primera y tercera, de evaluación en la que se utilizó la técnica de facilitación afectiva
y la segunda consistió en la presentación de 11 documentales que presentan los valores de la
biofilia. Los resultados demostraron una clara transformación en la percepción emocional
hacia los ambientes naturales. El artículo brinda resultados empíricos que permiten la discusión
de su contenido teórico y abre una puerta para futuras aplicaciones en la Educación Ambiental.
5. Marco Conceptual
5.1. Educación Ambiental
La Educación Ambiental (EA), presenta actualmente grandes desafíos en la era de la
globalización, no solamente por la sobre explotación de recursos que ella implica, sino
también porque, la rápida movilización de seres humanos y de ideas a lo largo y ancho del
globo terráqueo, implica una uniformidad de ideas que, de acuerdo con Sauvé (2006) está
provocando la “desterritorialización de las realidades sociales” (p.85) y en consecuencia la
pérdida de identidad cultural, reduciendo las interacciones sociales y con el ambiente, a
interacciones económicas; universalizando los nuevos símbolos culturales en marcas
comerciales. Es así que la EA se presenta como la posibilidad pedagógica de contrarrestar
esta tendencia aparentemente inevitable pues, su forma de trabajo va más allá de los
contenidos, para ahondar en el tipo de relaciones que el ser humano establece con el entorno,
en “la casa de la vida” (p. 94), para la construcción de identidad, luego busca fortalecer la
relación con el otro humano en una búsqueda de alteridad. De acuerdo con la autora citada,
la EA trabaja por un cambio de la cultura economicista hacia una cultura de pertenencia, de
resistencia, de compromiso, de solidaridad “libre del yugo ideológico del desarrollo
sostenible” (p. 89) que ha surgido desde la mirada económica.
Sin embargo, es importante aclarar que, hablar de EA, puede resultar complejo por las
innumerables definiciones o puntos de vista que se pueden encontrar a lo largo de la historia,
ya que este concepto es relativamente nuevo; a nivel mundial es un tema que preocupa y en
la mayoría de países se propende por que los ciudadanos se eduquen en este sentido y
adquieran prácticas ambientales sostenibles y amigables con el medio ambiente, sin embargo
esta no ha sido una tarea fácil de lograr, pues con el paso del tiempo el interés en este tema
se ha ido perdiendo, se han ido gastando los recursos de manera acelerada y se ha
generado preocupación a nivel mundial, poniendo en primera plana las causas y efectos de
estos comportamientos. Sauvé (2005), realiza una recopilación de las corrientes de EA que
han existido, teniendo en cuenta aspectos como la concepción de medio ambiente, la
intención central de la EA, las estrategias y métodos pedagógicos de cada corriente:
Tabla 1. Recopilación de algunas corrientes de educación ambiental según Sauvé (2005).
Elaboración propia.
Corrientes más
antiguas
Principales características en cuanto a la Educación
Ambiental
Corriente Naturalista Centrada en la relación con la naturaleza, con enfoques cognitivos,
experienciales afectivos, espirituales o artísticos, utiliza estrategias
pedagógicas relacionadas con la resolución de problemas y el
juego, siendo pensada desde la enseñanza de la naturaleza y en pro
de ella.
Corriente
Conservacionista /
Recursista
Esta se centra en la conservación de los recursos tanto naturales
como genéticos, se trabaja en comunidades donde los recursos son
escasos; de allí salen las tradicionales 3 R (reducir, reciclar y
reutilizar), su enfoque está orientado a la gestión ambiental donde
se promueven habilidades en este sentido y en el eco civismo.
Corriente Resolutiva Abarca proposiciones donde el medio ambiente se presenta como
un conjunto de problemas; adopta la visión de Educación
Ambiental propuesta por la UNESCO, enfocada a la información
y al desarrollo de habilidades secuenciales en pro de la solución de
problemáticas ambientales; está estrechamente relacionada con la
anterior corriente, propiciando entonces la modificación de
comportamientos o de proyectos colectivos.
Corriente Sistémica Permite conocer y analizar los diferentes componentes de un
sistema ambiental y relacionar sus componentes, esta corriente se
apoya en los aportes de la ecología, comprende además un enfoque
sistémico y cognitivo basado en el reconocimiento de manera
global de un fenómeno o situación ambiental.
Corriente Científica Identifica con especial atención las relaciones de causa efecto,
presenta la formulación de hipótesis a partir de la observación; se
presentan en ella los conocimientos y habilidades (observación y
experimentación), que tienen que ver con la didáctica y las ciencias
medio ambientales; su principal enfoque es el cognitivo donde el
medio ambiente es objeto de conocimiento para elegir una
solución o acción apropiada.
Corrientes más
recientes
Corriente Bio-
Regionalista
Esta centra la Educación Ambiental en la relación preferente que
se presenta con el medio local o regional hacia un sentimiento de
pertenencia e identidad con el fin de “adoptar modos de vida que
contribuirán a la valorización de la comunidad natural (p.14.)”.
Esta corriente tiene un enfoque participativo y comunitario
encaminados al trabajo con toda la comunidad e involucrando a
cada uno de los miembros de esta.
Corriente Crítica Se inspira en la teoría crítica, consiste en el análisis de las
dinámicas sociales, teniendo en cuenta el ámbito político y
apuntando a la transformación de realidades, se relaciona con la
anterior corriente, teniendo por enfoque el saber acción para el
desarrollo y resolución de problemáticas ambientales de carácter
local, destacando la importancia de contextualización y del
diálogo de saberes, con el fin de formular proyectos con sentido
comunitario.
Corriente
Etnográfica
Presta especial atención en la relación de la cultura con el medio
ambiente, esta propone adaptar la pedagogía a las diferentes
realidades culturales, proponiendo tener en cuenta la cultura
propia de las comunidades implicadas, su lengua, mitos, leyendas
y demás material que representa las particularidades y definen las
comunidades, desde esta corriente se pretende el desarrollo de un
sentimiento de empatía en pro de la tierra y de la pertenencia, pero
no del control.
Corriente De La Eco-
Educación
Está enfocada en aprovechar la relación con el medio ambiente
como eje de desarrollo personal para actuar de una forma
responsable. Esta corriente comprende al medio ambiente como
una esfera de interacción esencial para la eco-formación y la eco-
ontogénesis; la primera entendida desde tres perspectivas: la
socialización, la personalización y la ecologización. La segunda
comprendida desde las diferencias en las relaciones con el medio
ambiente que niños y jóvenes tienen, esta es definida por Tom
Berryman (2002), citado en Sauvé (2005), como “génesis de la
persona en relación con su medio ambiente - Oïkos” (p.24), invita
entonces a adoptar prácticas educativas diferenciadas de acuerdo
con los sujetos.
Corriente De La
Sostenibilidad/
Sustentabilidad
Busca el uso adecuado y racional de los recursos; desde esta
corriente la Educación Ambiental es vista como una herramienta
al servicio del desarrollo sostenible.
Se enfoca en el desarrollo sostenible y viable y la educación es
vista desde el consumo responsable.
Desde el resumen que presenta la autora, se pueden observar puntos en común entre las
corrientes, tanto en las antiguas como en las más recientes, como por ejemplo que la EA es
contextualizada y propicia la construcción de identidad, la participación comunitaria, el
desarrollo de habilidades, conocimientos y sentimientos relacionados con su entorno, el
oikos, la naturaleza; allí se pone de manifiesto la importancia de la cultura y de la
particularidad de cada sociedad y de los individuos en la transformación de sus realidades
locales. Es por esto que la EA es un eje transversal a todas las relaciones y dinámicas
sociales. A lo largo de este trabajo investigativo se pueden observar algunas de las corrientes,
y sobre todo se resaltan las que están orientadas al trabajo con comunidades, al desarrollo de
actitudes y sentimientos de responsabilidad en los ciudadanos, permitiendo su participación
en proyectos ejecutados en las comunidades, como “actos políticos comprendidos como
espacios de compromiso social” (Sauvé, 2006, p. 95) contribuyendo así a la conservación y
protección de la biodiversidad, los recursos naturales y todo el entramado que se forma al
interior de los medios ecosistémicos.
Adicionalmente se pone de manifiesto la importancia de la EA en lugares que cuentan con
recursos, ya sean hídricos, mineros, de biota, petroleros y eólicos entre otros, estén agotados
o no, ya que esta permite la integración y análisis de los sistemas ambientales desde miradas
constructoras y contributivas en todos los ámbitos: sociales, culturales, territoriales,
económicos, personales y políticos, teniendo en cuenta el desarrollo colectivo e individual
de cada ser humano.
En este sentido, a nivel mundial se han ido tomando medidas e interiorizando proyectos
educativos y propuestas políticas que tienen que ver con EA, adoptando algunas de las
corrientes mencionadas anteriormente. Países como Suecia, Francia, Irlanda y Suiza, entre
otros, han ido logrando que sus ciudadanos se formen como personas responsables y
conscientes con el ambiente, favoreciendo así la protección y conservación de numerosas
especies de fauna y flora, posibilitando también que la calidad de vida medio ambiental sea
mejor para todos; es decir, de estas adaptaciones han surgido grandes soluciones y proyectos
que han conllevado a que se preste gran importancia a las problemáticas presentes en todas
las sociedades.
Con relación a Colombia, también se han ido creando, ejecutando y proponiendo diferentes
propuestas que propician en los ciudadanos buenas prácticas ambientales, desde la creación
del ministerio de Medio Ambiente y del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), se
empieza entonces a desarrollar la Política Nacional de Educación Ambiental (2003) que tiene
como objetivo la sustentabilidad ambiental y la inclusión de “la dimensión ambiental como
eje transversal y como elemento de transformación de las relaciones, sociedad, naturaleza y
cultura, en los distintos escenarios del país” (p. 20).
En concordancia, esta política ha presentado diferentes dificultades, entre ellas: la ausencia
de una definición clara con respecto a la EA, descontextualización regional y local, en
relación a diagnósticos y planes de ordenamiento territorial, además de proyecciones con
respecto a la visión sistémica de ambiente que tienen que ver con el análisis de problemáticas
ambientales; un excesivo énfasis en la relación ambiente–entorno rural, pero se promueve
poco la realidad urbano ambiental, concentración solo en proyectos educativo ambientales
que tienen que ver con tema ecológico dejando de un lado las relaciones entre los aspectos
sociales y culturales, interfiriendo así en el desarrollo de la visión sistémica de ambiente en
los procesos formativos. Por último, la desarticulación y las dificultades para presentar y
desarrollar propuestas y proyectos que conlleven al planteamiento y solución de
problemáticas ambientales que conduzcan al desarrollo de la EA a nivel nacional y de esta
manera poder contribuir a la formación de ciudadanos íntegros y capaces de resolver
problemáticas ambientales propias de su entorno.
Es este sentido la Política Nacional de Educación Ambiental (2003) la define:
Como el proceso que le permite al individuo comprender las relaciones de
interdependencia con su entorno con base en el conocimiento reflexivo y crítico de
su realidad biofísica, social, cultural, económico y político, para que a partir de la
apropiación de esta se pueda generar en él y en su comunidad actitudes de valoración,
respeto conservación y protección por el ambiente (p.34).
Se busca entonces que los ciudadanos sean conscientes de las problemáticas ambientales a
su alrededor y puedan proponer alternativas de solución para estas, teniendo en cuenta sus
actitudes cotidianas y a toda la comunidad, también se intenta que esto no solo sea generado
desde la ruralidad, sino que pueda ser aplicado también en la urbanidad.
Pensando entonces en la EA, que parte del trabajo en contextos específicos, es que se hace
necesario reconocerlo como parte integrante y fundamental de toda metodología que se
implemente en las aulas, pues allí se ponen en evidencia características diferenciadoras de
otros contextos, que a su vez, pueden ser utilizadas a favor del aprendizaje, considerando el
entorno en el que vive el estudiante como una aproximación a su realidad, por su parte, otorga
herramientas e información al docente y al estudiante que pueden favorecer la interpretación
y comprensión de ella. Siguiendo con estas ideas, la EA en nuestro país ha tenido una mayor
participación y divulgación en escenarios principalmente rurales, por lo que pensar la
educación rural en Colombia es tema pertinente, también debido a que Sauvé (2005) dentro
de su clasificación de corrientes de EA, relaciona algunas de ellas con los territorios y las
comunidades; tal es el caso de la corriente conservacionista, la etnográfica y la bio-
regionalista, que tienen como objetivo común el trabajo con comunidades y en sus territorios,
sus culturas y la relación de los individuos con la naturaleza, por ello y debido a que la
educación rural ha presentado transformaciones con el paso del tiempo y que aún hoy en día
presenta diferentes retos, tanto para maestros como para estudiantes, a causa a las
condiciones demográficas, sociales y culturales es que resurge la importancia de resaltarla.
En consecuencia, la educación rural demanda de un sistema flexible en cuanto a su capacidad
de adaptación y diagnóstico de necesidades, problemáticas y potencialidades locales, para
responder a múltiples intervenciones, principalmente desde el ámbito educativo, buscando
favorecer los procesos con los estudiantes y evitando la deserción escolar temprana, esto
posibilita que adquieran competencias y con ellas, contribuyan con acciones a la mejora de
su entorno. Según Naranjo y Carrero (2017), uno de los principales retos y fines en la
ruralidad, es educar en la libertad y la igualdad, que citando a Parra (1996), se logran a través
de la formación en el saber hacer, la comprensión de los problemas presentes en su entorno
y la transmisión de valores sociales; y es que, los habitantes de la ruralidad, tienen diversas
cosmovisiones de su espacio, aplican diversas técnicas para el uso de su territorio, tienen
particularidades en sus prácticas cotidianas y hábitos, es decir, tienen otras formas del saber,
que como lo menciona Gaviria (2017), si estas concepciones se catalogan en diferentes
rangos, brindan información para identificar las estructuras y sistemas que conforman la
identidad en los procesos de acumulación de saberes como “pedagogía rural”.
Adicionalmente, hablar del territorio se hace necesario, porque involucra las culturas que
habitan allí, desde la diversidad de costumbres, formas de hacer y ver el mundo y que
albergan conocimientos y prácticas tradicionales que determinan el uso de la tierra y las
prácticas implementadas para el desarrollo sostenible, es por esto que Serna y Mosquera
(2013), consideran necesario la integración de saberes y diversas formas de investigación,
que sirvan para la conservación de la biodiversidad que, poniendo en diálogo los saberes
tradicionales con los sistemas de clasificación de fauna y flora, fomenten y permitan “la
participación activa de las comunidades, en la toma de decisiones frente a los territorios
biodiversos que habitan” (p.14), pues hacer partícipe a la comunidad desde sus
conocimientos frente al manejo de los recursos y el medio ambiente, que tiene repercusiones
importantes en la biodiversidad, integrándolos e interrelacionando estos conocimientos
tradicionales con los de la ciencia, otorga las herramientas para implementar soluciones que
beneficien a todos y a todo. En consecuencia con lo anterior, García y Martínez (2010),
argumentan que la contextualización debe hacerse con preguntas a los estudiantes, que
demuestren cuál es la noción de biodiversidad y cuál es el valor, aplicación y uso que le dan
a ella, de tal manera que se puedan conocer los intereses que permiten desarrollar temas de
conservación y que favorezcan la interpretación crítica por parte de la comunidad, para la
“toma de decisiones fundamentadas en las realidades que se viven y en los intereses propios
y grupales” (p. 17), para el fortalecimiento de la identidad individual y comunitaria como un
primer paso necesario para la alteridad.
Continuando con estas ideas, López (2006), menciona que la ruralidad puede ser entendida
“como el territorio en donde se dan formas particulares de utilización del espacio y relaciones
sociales determinadas por la interrelación con la naturaleza y la convivencia con los demás
pobladores” (p.139), desde este punto de vista las relaciones sociales entre los habitantes
rurales constituyen una red difícil de fragmentar, pero que se ve permeada por la urbanidad
y los cambios sociales que atraviesan las grandes ciudades, esto por un lado ejerce cambios
en la manera de pensar, desarrollarse y relacionarse, así como en las formas de aprendizaje;
por el otro, mantiene la brecha existente entre el sector educativo rural y el urbano, haciendo
evidente cada vez más las precarias condiciones educativas del primero. Según el autor, el
sector rural colombiano es el que menos inversión social educativa presenta, esto debido a
que gran parte de su población no culmina sus estudios y/o presentan necesidades de primer
grado (alimentación, servicios de salud, servicios públicos y educativos) lo que conlleva a
un déficit en los niveles educativos de la población, afectando a su paso su calidad de vida.
Siendo entonces importante el desarrollo no solo económico sino también cultural y social
de la población rural es que surge la necesidad de recopilar los saberes de estos, la
transmisión de conocimientos de generación en generación, el reconocimiento de sus propios
contextos, sus lenguajes y prácticas propias que proporcionan fuentes irrefutables e
inagotables de conocimientos puestos a ser leídos y contados, es así que entonces se propende
por embarcar la sistematización de experiencias educativas rurales con el fin de que la
palabra rural sea leída, escuchada y hablada en términos teóricos y prácticos, teniendo en
cuenta las experiencias propias de los pobladores, del investigador y de los participantes en
general.
5.2. Actitudes científicas en estudiantes de básica primaria
La enseñanza de las ciencias, como fin de la educación, ha enfrentado un desafío para
trascender el concepto y la teoricidad, como lo expone el Ministerio de Educación Nacional
(MEN), en los Estándares Básicos de Competencias de Ciencias Sociales y Naturales, para
lo cual se ha propuesto, el desarrollo de las competencias necesarias en los estudiantes, no
solo para que sepan que son las ciencias naturales sino para que, comprendiéndolas, puedan
comunicar sus experiencias y sus hallazgos, además de “lograr actuar con ellas en la vida
real y hacer aportes a la construcción y al mejoramiento de su entorno” 1 (p. 112). Así pues,
se habla de competencias para referirse históricamente al contexto laboral, en donde es
entendida como “saber hacer en situaciones concretas que requieren la aplicación creativa,
flexible y responsable de conocimientos, habilidades y actitudes” (p. 12); es por esto que, el
enfoque pedagógico que plantea el MEN, apunta al desarrollo de habilidades y actitudes, al
ser la vía para el logro de las competencias planteadas. El interés de esta investigación se
centra en las actitudes, como marco de referencia conceptual.
De acuerdo con lo anterior se encuentra que, los procesos educativos que abordan las
actitudes científicas, necesitan favorecer una “visión panorámica de la realidad” (p.430),
como lo resaltan Vásquez y Manassero (2007), sin mostrar preferencias o inclinaciones sobre
los puntos de vista o perspectivas diversas de los estudiantes y que hace complicado un
proceso educativo sobre actitudes; hay que tener en consideración que cada sujeto hará una
asimilación desde su punto de vista de la realidad y tendrá determinada actitud, entonces el
conjunto de conceptos, que se traduce en conocimiento, con la tendencia afectiva y la
“conducta elegida” serán la esencia del concepto de actitud, que de acuerdo a Alsop, (2005),
Eagly y Chaiken, (1993), debe ser tenido en cuenta, dada la responsabilidad de la educación,
para la formación de sujetos autónomos y críticos, capaces de tomar decisiones que
beneficien no solo a la sociedad en todas sus dimensiones, sino también al medio ambiente
del cual hace parte como lo afirman Donnelly (2004), Vázquez, Acevedo y Manassero
(2005), o como lo dice textualmente Vázquez y Manassero (2007), “las actitudes deben dejar
de ser contenidos olvidados de la educación científica para convertirse en objetivos centrales
de una educación humanística para la alfabetización científica de todos” (p. 15), con lo cual
queda en evidencia que todas las experiencias afectivas ofrecen un camino directo de
1Ministerio de Educación Nacional. Estándares Básicos de Competencias de Ciencias Sociales y Naturales
(2006).
aprendizaje. La educación no cumple con su papel cuando las ideas y los conocimientos no
se trasladan a las emocione, el interés y la voluntad de los estudiantes, por lo cual todo
proceso educativo que tenga en cuenta esto tiene mejores resultados, porque activa el cerebro
y el corazón en perfecta sintonía.
Según el Ministerio de Educación Nacional (2004), las actitudes son innatas al ser humano,
tanto así que desde los primeros años de vida se van reflejando en la personalidad y se
mantienen a lo largo de la vida de cada persona; los niños van desarrollando y asumiendo
diferentes actitudes frente al mundo que van descubriendo y frente a las relaciones que van
tejiendo con las personas que los rodean y de esta forma van asimilando su propio entorno,
sin embargo estas actitudes en ocasiones sufren cambios y modificaciones a causa de
situaciones a las cuales se ven expuestos los sujetos, afectando o favoreciendo el entorno en
el cual ellos se encuentran.
De acuerdo con esto, las actitudes humanas se pueden clasificar de muchas formas y existe
la posibilidad de enmarcarlas de acuerdo a las situaciones generadoras las cuales no se
pueden medir, por lo que Huerta (2008) indica que, una manera de conocer las actitudes es
a través de las creencias y del comportamiento propio de cada persona, porque son
motivaciones que determinan o predisponen la acción del individuo hacia la consecución de
un objetivo o una meta, por lo cual designa una orientación de las disposiciones más
profundas en el ser humano ante un objetivo determinado.
En este sentido, según el MEN, las actitudes pueden definirse como aquellas características
que condicionan o predisponen un comportamiento, emergiendo de la motivación, de las
creencias y el sistema de valores relacionadas con las emociones, así pues, actitudes como la
curiosidad, la honestidad, la flexibilidad, la persistencia, la crítica y la apertura mental, la
disponibilidad para hacer juicios y para tolerar la incertidumbre y aceptar la naturaleza
provisional propia de la exploración científica, la reflexión sobre el pasado, presente y futuro,
el deseo y la voluntad de valorar críticamente las consecuencias de los descubrimientos
científicos y disponibilidad para el trabajo en equipo juegan un papel importante en la vida
de los seres humanos. En consecuencia, con lo anterior, es relevante resaltar que, de acuerdo
con Vásquez y Manassero (2007) y Huerta (2008), en las edades más tempranas, las prácticas
pedagógicas y didácticas en el aula, han concedido siempre una importancia capital al
manejo y desarrollo de las emociones como instrumentos fundamentales del aprendizaje.
Ahora bien, ya que se ha aclarado un poco el panorama en cuanto a las actitudes del ser
humano, es necesario entonces concentrarse en las actitudes propias de la ciencia que se
espera desarrollar en los estudiantes y que han venido teniendo un notable declive en los
resultados académicos con el pasar de los años. Cabe resaltar que, la metodología de
enseñanza y el currículum, como las percepciones de los estudiantes frente algunas áreas
específicas, su relación con la naturaleza y el entorno y volviendo a Vásquez y Manassero
(2008), juegan un papel importante en este deterioro, pues los estudiantes ven la ciencia y
el método científico como algo inalcanzable y como un ejercicio realizado solo por personal
especializado y en lugares específicos, lo que conlleva a que vayan perdiendo el interés por
el aprendizaje de las ciencias y tengan la idea de que la ciencia es una actividad ajena a ellos
y a su cotidianidad.
A la luz de las múltiples definiciones que los autores García y Sánchez (2006) y Pérez (2012),
han rastreado para hacer una construcción unificada del concepto de actitud es que se
presenta a continuación una recopilación de ellas, para ampliar la comprensión del término.
Tabla 2. Recopilación de la definición de actitud desde 1968 hasta 1999.
Autor Año Definición
M. Rokeach 1968 Una organización, relativamente estable, de creencias acerca
de un objeto o situación que predispone al sujeto para
responder preferentemente en un determinado sentido.
Gardner 1975 Las disposiciones, tendencias o inclinaciones a responder
hacia todos los elementos (acciones, personas, situaciones o
ideas) implicados en el aprendizaje de la ciencia.
Gagné 1986 Considera a la actitud como estados complejos del organismo
humano que afectan la conducta del individuo hacia las
personas, cosas y acontecimientos.
Travers 1988 Disposición para responder [por lo tanto a] la conducta se le
da una dirección determinada. En términos técnicos la actitud
es una estructuración intelectual, un concepto interno que no
se puede observar por sí mismo externamente.
Sarabia 1992 Tendencias o disposiciones adquiridas y relativamente
duraderas a evaluar de un modo determinado un objeto,
persona, suceso o situación, y a actuar en consonancia con
dicha evaluación.
Sanmartí y
Tarín
1999 Predisposición a actuar consistentemente de una determinada
forma ante clases de situaciones, personas y objetos distintos.
Basado en el análisis de las actitudes hacia la ciencia de García y Sánchez (2006) y Pérez
(2012). Elaboración propia.
Las definiciones de los diferentes autores mencionados en la tabla, coinciden en que las
actitudes van relacionadas con la conducta y que están orientadas hacia una situación, un
objeto, un suceso o una persona, por tanto la reacción de los estudiantes de forma favorable
o desfavorable hacia la ciencia va encaminada y dictaminada por todas las variables
mencionadas hasta ahora y es preciso mencionar que hay otras más como el género y la edad
(que no serán ampliadas para objeto de este estudio) que han sido estudiadas por diferentes
autores como Gardner (1975) y Vázquez y Manassero (2008) y que también pueden influir
en la actitud que estos tienen hacia la ciencia.
García y Sánchez (2006) y Pérez (2012), profundizan sobre las actitudes relacionadas con
la ciencia, muestran que la falta de claridad en la definición del objeto de actitud, conduce a
múltiples interpretaciones en las investigaciones que han sido realizadas sobre dicho tema;
se habla de actitudes científicas: hacia la ciencia, hacia la enseñanza de la ciencia, hacia el
aprendizaje de la ciencia, hacia el profesor que enseña ciencia, hacia las materias de ciencias,
hacia los científicos y hacia los contenidos de ciencia entre otros, debido a esto se vuelve un
abanico de definiciones de acuerdo a la situación u objeto que se desee analizar, por lo tanto,
cuando se habla específicamente de actitudes hacia la ciencia, se incluyen elementos tales
como el gusto por las clases, por el trabajo científico y por los resultados del mismo, así
como el agrado por la ciencia como institución social, según los autores.
Hasta aquí, el concepto de actitud refiere predisposiciones conductuales hacia algo o alguien
y se hace problemático relacionar las actitudes científicas con las emociones y las creencias,
pues poco se menciona sobre la relación de la ciencia con las emociones, sumándose que las
acciones y las definiciones de la ciencia, según Vázquez y Manassero (2007) han
reproducido una separación dualista del cuerpo y la mente, validando como única y aceptable
la mirada racional, sub valorando la dimensión afectiva, equiparándola con la debilidad y
vulnerabilidad, alejándose de toda consideración para influir en la educación científica, sin
embargo, los estudios recientes en neurociencias, empiezan a demostrar todo lo contrario.
Como lo resaltan Vázquez y Manassero (2007), desde el campo de la educación, los estados
emocionales positivos favorecen la integración de la información y de las experiencias,
mientras los estados emocionales negativos (tensión, frustración, ira, miedo) agobian
hormonalmente el cerebro y limitan severamente la capacidad de aprender, tema que las
neurociencias se ha interesado por entender, para explicar esa relación del cerebro con las
emociones y la capacidad de aprendizaje; es por esto que, las actitudes son un aspecto que
cada vez más es tenido en cuenta para el diseño de estrategias pedagógicas al trabajar con
escolares.
La educación en ciencias por su parte, como dicen Aznar, Fernández y Raga (2010), ha de
ser orientada hacia la relación de las personas con el ambiente, pues favorece la adquisición
de conocimientos que, partiendo del interés de los estudiantes por conocer, de acuerdo a lo
que sienten, creen y saben de su entorno y específicamente sobre la biodiversidad, contribuye
a proponer experiencias que generen transformaciones favorables para la adopción de esas
actitudes responsables, que en palabras de Lemke (2006), citado en Casterlltort y Sanmarti
(2013), sería lo mismo decir que, la educación necesita hacer cambios en la comprensión
fundamental de la naturaleza y en las actitudes, que tienen que ver con la relación que la
especie humana ha creado con el resto de la ecología planetaria, siendo el propósito de la
educación científica, reorientar las prioridades humanas en esa dirección.
Atendiendo a esto, el concepto de actitud que se adopta para esta investigación es el
propuesto por el MEN, defendido y ampliado por Vázquez y Manassero (2007), Huerta
(2008), Aznar, Fernández y Raga (2010), puesto que incluye la motivación, las creencias y
el sistema de valores como aquellas características que condicionan o predisponen el
comportamiento, así como la curiosidad, la creatividad, la honestidad, la flexibilidad, la
observación y la apertura mental, la persistencia, la crítica, la disponibilidad para hacer
juicios, formular preguntas e hipótesis, tolerancia a la incertidumbre y aceptar la naturaleza
provisional propia de la exploración científica, la reflexión sobre el pasado, presente, futuro,
análisis de datos y el trabajo en equipo, actitudes que orientan a su vez, el desarrollo de las
habilidades necesarias para el aprendizaje.
5.3. Biodiversidad, una mirada para la conservación y la protección
La definición de biodiversidad acoge a todos los organismos terrestres y acuáticos,
incluyendo animales, plantas y microorganismos, y a todas las escalas, desde la diversidad
genética en las poblaciones, la diversidad de especies y comunidades en todos los paisajes,
según la Convención sobre la Diversidad Biológica (CBD, 1992), definición que coincide
con la brindada por Oberhuber (2010) como:
El conjunto de todos los seres vivos del planeta, el ambiente en el que viven y la
relación que guardan con otras especies. Está compuesta por los organismos vivos,
así como todos los ecosistemas, y todas las relaciones que establecen entre sí,
reflejando el número, la variedad y la variabilidad de los organismos vivos, y también
cómo éstos cambian de un lugar a otro con el paso del tiempo (p.5).
Varea, (2004), en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo
(CNUMAD o Río, 1992), menciona que los diferentes sectores productivos, movimientos
sociales, gobiernos, organizaciones ambientalistas y demás incluyen propuestas de manejo
y conservación de la biodiversidad, reconociendo también la soberanía de los Estados sobre
su biodiversidad.
En consecuencia, Colombia firma el convenio de Diversidad Biológica a través de la Ley
165 de 1994, en la que se formuló la Política Nacional de Biodiversidad Biológica,
adquiriendo el compromiso de conformar y consolidar un Sistema Nacional de Áreas
Protegidas (SINAP). Más tarde, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible publicó
la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios
Ecosistémicos (PNGIBSE, 2012), para la cual la Alcaldía de Medellín en colaboración con
varias instituciones públicas y privadas, lanza la Propuesta para la gestión integral de la
biodiversidad y servicios ecosistémicos.
No obstante los esfuerzos de las entidades gubernamentales e internacionales para la
conservación de la biodiversidad resultan insuficientes, mientras los individuos de todas las
sociedades ignoren la importancia de la biodiversidad desde su valor ecológico y no solo
como fuente de recursos, dado que esta cumple una importante función en la regulación de
los procesos naturales y la interrelación de los organismos con el entorno, incidiendo a su
vez de manera consecuente en la estabilidad climática, la protección de las cuencas
hidrográficas y de los suelos sensibles de erosión y además, fija la energía solar para la
producción de biomasa, transformación, reciclaje y almacenamiento de materia orgánica y
nutrientes, control biológico y mantenimiento de los procesos evolutivos; en pocas palabras,
el mantenimiento del proceso de renovación de la calidad del agua, el aire, el suelo para la
producción de alimentos, que depende de la conservación de la biodiversidad y los servicios
ecosistémicos.
Ahora bien, sabiendo que Colombia, gracias a condiciones geográficas de su territorio,
aparece en el primer lugar a nivel mundial como el país más biodiverso por metro cuadrado
(WWF), a pesar de ocupar sólo el 0,7% de la superficie terrestre, es el lugar en el que existe
la mayor cantidad de especies de aves y orquídeas; es el segundo en variedad de especies de
plantas, anfibios, mariposas y peces dulceacuícolas; el tercer país con mayor variedad de
palmas y reptiles y ocupa el cuarto lugar en variedad de mamíferos (Min Ambiente, 2019),
llama la atención a nivel internacional, especialmente como fuente de materias primas para
las grandes multinacionales, pues a pesar de que a nivel internacional se han hecho grandes
esfuerzos para mitigar las problemáticas ambientales y siendo Colombia uno de los países
más diversos del mundo, aún presenta un déficit significativo en cuanto a la protección de la
biodiversidad. Es así como la constitución de 1991 es la carta que recoge las profundas
reflexiones sobre la responsabilidad del gobierno en la protección de la diversidad y la
integridad de todo el medio ambiente.
En este sentido, la biodiversidad, adquiere otras miradas e intereses además de la que aboga
por su conservación, una desde el ecologismo y otra desde los intereses de explotación, por
parte de las entidades que tienen poder político y económico, por lo que reconocer, identificar
y valorar la biodiversidad como base de la vida es una tarea fundamental. Sin embargo, no
es conocer de memoria el papel de la biodiversidad en el medio ambiente, sino comprender
de qué manera las acciones humanas pueden contribuir a favorecer o interrumpir el equilibrio
natural. Ya son muchos los autores que proponen entender la relación de los seres humanos
con la naturaleza para recuperar la conciencia y respeto hacia ella, no solo como fuente de
recursos para la satisfacción de las necesidades elementales de la humanidad, sino también
para rescatar su valor social y cultural, pues aún hay una gran cantidad de grupos humanos,
cuya cultura está construida a partir de su relación con la naturaleza, que queda demostrada
en las múltiples lenguas, costumbres y creencias, reflejado en los mitos y símbolos, así como
una gran variedad de expresiones artísticas y rituales, demostrando que los seres humanos
no solo tienen necesidades físicas y reproductivas, sino también “recreativas, estéticas,
espirituales, de protección y seguridad, de libertad, soberanía y socialización. [Por lo tanto]
el desarrollo y el manejo de la biodiversidad determinan el valor económico de este recurso”.
(Varea, 2004, p. 6)
En consecuencia con todo esto, la educación tiene un papel trascendental en el proceso de
enseñanza de la biodiversidad que, según Bermúdez y De longhi (2015), aún presenta
lamentablemente algunas dificultades, pues en los libros de texto se aborda de manera
descontextualizada “del ámbito axiológico y social” (p.675), con tendencia a enfocarse en
algunas especies, entre ellas las que están en vías de extinción y en la riqueza natural, siendo
reduccionista con la concepción de biodiversidad, y de acuerdo con Bermúdez et al., (2014)
y Delonghi, (2012), la creación y publicación de contenidos prestan mayor atención a las
especies de animales que a las especies vegetales y de acuerdo con Cardoso y Oliveira
(2013), el tratamiento de conceptos relacionados con la biodiversidad se hace de forma
superficial o de manera errada.
Se han realizado diferentes estudios que han demostrado mejores resultados y en el que aún
queda un campo abierto para explorar y aprovechar al máximo, es allí donde la educación
juega un papel relevante, ya que dichas estrategias buscan ubicar al ser humano en la
naturaleza como parte integral y no como un ser independiente o que se ubica por encima de
ella, principalmente porque orientan la mirada hacia las emociones, necesidades afectivas y
espirituales, dado que despiertan la conciencia por el cuidado y respeto del ambiente como
un todo. En consecuencia, con esto, la biofilia, concepto creado por Wilson (1989), logra
recopilar conceptualmente estas estrategias, aunque no ha sido muy explorada en
Latinoamérica, como lo mencionan Sánchez y de la Garza (2016), lo que no ha favorecido
una retroalimentación y crecimiento del concepto nacido hace tres décadas. La biofilia hace
referencia a la afinidad emocional hacia el entorno que habita y las acciones que determinan
la forma en que se relaciona con el mismo, por lo tanto se presenta para la EA como un
modelo que orienta y favorece una conciencia sobre las necesarias transformaciones del
comportamiento humano ya que propone una mirada amplia de la conexión de los seres
humanos con la naturaleza y presta especial atención a las emociones; más tarde, Kellert
(1999), propuso nueve valores asociados a la biofilia que, además de que se encuentran en
todas las culturas, implican aspectos de la conducta y la personalidad, estos son: naturalista,
científico-ecologista, estético, simbólica, humanista, moralista, negativista, dominador,
utilitarista.
Estos valores, se refieren a aspectos psicológicos que involucran reacciones afectivas que se
traducen en conductas; evidentemente no todos son valores positivos, por ejemplo el valor
negativista, se refiere a esas emociones que activan una conducta hacia la supervivencia
impulsadas por el miedo; el dominador hace referencia al uso y transformaciones del entorno
natural, desde una mirada que ubica a la persona por encima y no como parte de la naturaleza
y la utilitarista ve a la naturaleza como fuente de recursos sin medir los efectos que su
explotación genere en el equilibrio natural.
Por otro lado los valores positivos como el naturalista, evoca las emociones de agrado por
la naturaleza y busca entenderla, generando conocimiento sobre ella lo que conduce al valor
científico- ecologista, conocimiento que puede generar vínculos afectivos sobre el objeto
conocido y se le atribuye a la naturaleza consecuentemente, valor estético, vista como bella,
armoniosa y equilibrada; el valor humanista, se refiere al apego emocional por algunas
especies abogando por su protección; el valor moralista, hace alusión a la afinidad emocional
y responsabilidad ética; el valor simbólico que es propio de la historia de la humanidad, por
la utilización de analogías de los elementos de la naturaleza para dar sentido a sus vidas.
Estos valores, se presentan como referentes de gran utilidad para el desarrollo de propuestas
educativas que promuevan el cuidado y la conservación de la naturaleza, especialmente de
la biodiversidad
6. Metodología
6.1. La sistematización de experiencias educativas como punto de partida para generar
reflexiones nuevas y renovar la práctica docente
Para comenzar a hablar de la sistematización de experiencias en el campo educativo se deben
revisar algunos apartados, entre ellos es necesario hablar sobre el paradigma cualitativo en
el cual nos centramos para sustentar este estudio.
Realizar investigación en el ámbito educativo abre un abanico de posibilidades, puesto que
genera múltiples datos y allí suceden infinidad de fenómenos que merecen ser estudiados y
analizados a profundidad, desde allí se puede establecer que el paradigma cualitativo puede
cumplir diferentes funciones en el tema educativo, ya que permite la observación, la
descripción, y el intercambio de ideas y conocimientos entre el investigador y los
participantes, adicionalmente estudia los fenómenos, situaciones, procesos y sujetos en su
entorno natural, lo que permite que hayan reflexiones más profundas y significativas al
respecto (Gurdián, 2007).
Diversos autores como Strauss (2002), Sandín (2003), Gurdián (2007) y Vasilachis (2009),
han realizado diferentes aportes teóricos acerca del paradigma cualitativo recogiendo y
acogiéndose a la definición que brindan Denzin y Lincoln (1994), afirmando que es un
multimétodo focalizado, que incluye la interpretación y aproximación naturalista, donde el
investigador cualitativo está involucrado y sometido a la comprensión interpretativa de la
experiencia humana; despliega diferentes métodos y herramientas que fijan mejor su objeto
de estudio, adicionalmente, este tipo de investigación incluye una gran variedad de material
empírico, como lo son las entrevistas, estudios de caso, historias de vida y experiencias
personales entre otros. Autores como Moreira (2002), tienen una perspectiva más amplia de
este paradigma, indicando que, el concepto de investigación cualitativa tiene asociados
diferentes atributos, entre ellos, que es interpretativa, participativa, etnográfica y
fenomenológica, poniendo además de manifiesto que el interés está centrado en los
significados que los sujetos dan a sus acciones y a su realidad.
Cuando se describieron los lineamientos de la investigación, se hizo necesario aclarar que, a
pesar de que este proyecto fue formulado bajo el paradigma cualitativo, ninguno de los
enfoques se ajustó al proyecto debido a los múltiples elementos con los cuales cuenta, por lo
cual fue necesario pensar en un enfoque que pudiera incorporarlos todos, teniendo en cuenta
y como principal objeto de estudio la experiencia vivida, siendo éste el eje transversal de la
investigación, puesto que se desea analizar el proceso desde la propia práctica y generar
aprendizajes y conocimientos a partir de allí, por ello se escogió la sistematización de
experiencias como herramienta metodológica e investigativa que ha venido evolucionando
con el tiempo debido a la importancia que tiene, por recopilar y reflexionar sobre los
procesos, los hechos y fenómenos que acontecen en la vida de los seres humanos y su
entorno, para mejorarlos, reflexionar a profundidad y encontrar estrategias que permitan la
generación de nuevo conocimiento.
Según Verger (2002), "la sistematización de experiencias es una metodología de
investigación participativa iniciada por colectivos involucrados con la educación popular en
América Latina” (p.2), que en coincidencia con Francke y Morgan (1995) y Jara (2012),
tiene sus inicios en los años 80, a causa de la necesidad que tenían los profesionales
involucrados en procesos educativos, de recuperar y comunicar las experiencias educativas
de los movimientos populares que crecían con rapidez en la época, que estaban llenas de
aprendizajes que no se estaban intercambiando ni acumulando y por tanto, tampoco se
aprovechaban como se podría. Es por esto que, la necesidad de comunicar, de acumular y
enriquecer las experiencias, hizo posible la continuidad de la sistematización, pues les
permitía no solo un intercambio, sino que también propiciaba mejoras a los procesos.
Para Francke y Morgan (1995), Verger (2002), Barnechea y Morgan (2010), “la
sistematización se entiende como el proceso de reconstrucción y reflexión analítica sobre
una experiencia” (p.4), en este sentido se desea interpretarla, comprenderla y obtener un
conocimiento que permita transmitirla, realizar procesos de intercambio con otras
experiencias o contrastes con el conocimiento teórico existente y así poder mejorarla. De
esta manera, se puede contribuir a la acumulación de conocimientos generados desde y para
la práctica, su difusión o transmisión. Ghiso (2001), citado en Ruiz (2001), complementa la
definición anterior, indicando que:
La sistematización es un proceso de recuperación, tematización y apropiación de una
práctica formativa determinada que, al relacionar sistémica e históricamente sus
componentes teórico-prácticos, permite a los sujetos comprender y explicar los
contextos, sentidos, fundamentos, lógicas y aspectos problemáticos que presenta la
experiencia, con el fin de transformar y cualificar la comprensión, experimentación
y expresión de las propuestas educativas de carácter comunitario (p.1).
La sistematización de experiencias según Jara (2018), cuenta con características que la
reafirman y le dan sentido, entre ellas: la reconstrucción de manera ordenada de lo ocurrido,
la reflexión en torno a una experiencia y la generación nuevo conocimiento, que en palabras
del autor, “produce conocimientos y aprendizajes significativos que posibilitan apropiarse
críticamente de las experiencias vividas (sus saberes y sentires), comprenderlas teóricamente
y orientarlas hacia el futuro con una perspectiva transformadora” (p.61), además, como
proceso formativo, resulta ser integral pues da pie al origen de sujetos reflexivos, críticos y
creativos, permite también que se propicie el desarrollo de capacidades para comprender,
proponer, actuar e incidir en diferentes campos de la vida económica, social, política y
cultural (Verger, 2002), al favorecer la reflexión tanto de manera colectiva como individual,
al ser la mejor opción para dar cuenta los procesos durante la práctica y la experiencia vivida.
De acuerdo con esto, el Ministerio de Educación Nacional (2010), concibe la sistematización
como un proceso permanente de pensamiento reflexivo sobre la práctica y los saberes que
surgen de experiencias significativas; esta se convierte en una oportunidad para reconstruir
la práctica, aprender de lo hecho, construir significado, mejorar la comprensión de lo
realizado y encontrar formas de darlo a conocer a otros, para así generar procesos de
construcción de conocimientos, partiendo de los aprendizajes encontrados. Desde la mirada
del MEN, también resulta importante considerar que la sistematización de experiencias no
solo debe ser entendida como proceso acumulativo, sino también como una oportunidad para
darle protagonismo e importancia a los procesos de práctica y resignificarla en relación a los
conocimientos que allí circulan; desde allí la sistematización de experiencias adquiere
relevancia, ya que esta ofrece la posibilidad de reflexión y análisis a profundidad de procesos,
situaciones y hechos, presenta un aporte a la producción de conocimiento desde lo particular
y lo colectivo para enriquecer, confrontar y cuestionar el conocimiento, de modo que la
experiencia se convierta en fuente importante de aprendizaje teórico y práctico. de acuerdo
con estas ideas, la finalidad de la sistematización de una experiencia educativa está
relacionada con favorecer el intercambio de experiencias en la enseñanza y el aprendizaje de
los procesos, así como su enriquecimiento y mejora progresiva; al respecto Jara (2018)
establece que la sistematización de experiencias en contextos educativos permite que los
sujetos sean los protagonistas de la experiencia; adicionalmente, el autor propone los
siguientes enfoques
1. Para comprender más profundamente nuestras experiencias y así poder mejorarlas.
2. Para intercambiar y compartir nuestros aprendizajes con otras experiencias similares.
3. Para contribuir a la reflexión teórica con conocimientos surgidos directamente de las
experiencias.
4. Para retroalimentar orientaciones y directrices de proyectos o instituciones grandes a
partir de los aprendizajes concretos que vienen de las diversas experiencias
particulares.
5. Para fortalecer la identidad colectiva de una institución u organización (p. 86).
La atención se centró entonces en dos ítems, el primero y el tercero; del primero se destaca
la importancia de la experiencia, de hacer reflexiones propias, individuales y profundas sobre
la misma y de esta manera mejorar nuestros propios procesos, además el enfoque inicial
permite la comprensión de la experiencia en sus diferentes etapas, dar cuenta del proceso
real vivido y de las interrelaciones surgidas durante el proceso. Con respecto al tercer ítem,
este tuvo una mayor fuerza dentro del presente proyecto, ya que esboza la realización de una
sistematización de experiencias con el objetivo de contribuir a la reflexión teórica con
conocimientos surgidos directamente de las experiencias y desde la práctica misma.
Adicionalmente, tener en cuenta el contexto teórico presente en las prácticas, permite su
articulación, puesto que resulta relevante explicitar y analizarlo críticamente a la luz de los
referentes, así mismo, como lo menciona Jara (2018), este vínculo también facilita un
proceso reflexivo, que desde el saber cotidiano y de los conocimientos que han surgido de la
práctica, se profundiza a través de un proceso de abstracción y se une con el saber constituido,
alimentándose mutuamente.
Es así como adquiere gran relevancia el proceso de sistematización de experiencias en el
ámbito educativo desde los proyectos y desde el trabajo con comunidades, se trata entonces
de abordar y fortalecer la reflexión y el análisis a profundidad de estas experiencias, sin dejar
de un lado los contextos y los participantes presentes en el proceso; el trabajo con y en
comunidades se convierte en un eje primordial de la sistematización de experiencias y de la
generación de conocimiento científico, dado que allí surgen pensamientos e ideas que
permiten a la comunidad y al investigador repensar los procesos, las prácticas y el quehacer
individual y colectivo, además propicia la resignificación de saberes y la apropiación de
aprendizajes, también se ven influenciadas las prácticas futuras y el rol que cumple cada uno
de los miembros de la comunidad y del equipo investigador en el proceso, puesto que de
acuerdo a la experiencia vivida se presenta la posibilidad de que participen en otros procesos
o experiencias.
En el caso de la experiencia vivida con la comunidad educativa de las instituciones de Santa
Elena, esta no fue enfocada en una sola institución, lo que permite que sea enriquecida desde
diferentes perspectivas y miradas que van focalizadas y encaminadas hacia un mismo objeto
de estudio en común, de esta manera, se fortalece y posibilita la integración de las diferentes
ideas, saberes, pensamientos y reflexiones que surgieron en el contexto donde se dio dicha
experiencia, además de posibilitar, ampliar, mejorar, contrastar y resignificar los
conocimientos allí generados, partiendo de las reflexiones propias y del sentir de los
participantes, sin dejar de lado el contexto en el que se dio tal experiencia.
Partiendo de lo anterior y de la generación de conocimiento de manera colectiva, se resalta
la importancia de la Educación Ambiental como parte fundamental en la educación de todo
ciudadano, de ella depende la protección del entorno y todo lo que allí convive, según
Vázquez, et al. (2018), “permite la integración de elementos sociales propios del contexto
escolar, creando una ciudadanía consciente” (p.228), desde esta mirada, la escuela
desempeña un rol importante de “ crear conciencia entre todos los miembros de la comunidad
educativa donde se educan niños y jóvenes del corregimiento, quienes de manera posterior
serán agentes de cambio social y comunitario”(p.231). Encaminándonos en esta perspectiva,
nuestro trabajo investigativo buscó generar en los estudiantes participantes del proyecto y en
toda la comunidad en donde fue ejecutado, un impacto positivo en las miradas y las prácticas
hacia el ambiente, que brindara herramientas sólidas que les permitieran realizar cambios
significativos en el contexto en el que se encuentran, además de mejorar sus condiciones de
vida y posibilitar el desarrollo comunitario, logrando así mejores oportunidades y mejoras
en las interrelaciones sociales que allí se tejen y emergen como consecuencia de dichos
cambios.
6.2. Descripción del plan de sistematización de experiencias
A continuación, presentamos las fases que se definieron para guiar el proceso de
sistematización de la experiencia que tuvimos durante la participación en el Proyecto de
Secretaría de Medio Ambiente, realizado en el corregimiento de Santa Elena, con varias
instituciones educativas, durante el segundo semestre del año 2019. El plan de nuestra
sistematización está basado en los cinco tiempos del proceso de sistematización que propone
Jara (2018), sin embargo, el nuestro está compuesto por 7 fases, las cuales están descritos a
continuación.
Tabla 3. Fases para la descripción del plan de sistematización de experiencias.
Fases para la descripción del plan de sistematización de experiencias
Fases Definición teórica Preguntas guía Visibilización de la
sistematización
I. Formulación
del plan de
sistematización.
a. Delimitación
del objetivo de
la
sistematización
De acuerdo con Jara
(2018), permite indicar
cuál es la finalidad que
tiene la sistematización
de una experiencia, en
términos de beneficios
y/o resultados que se
obtienen, tanto para las
instituciones educativas
como para los
investigadores y demás
interesados.
¿Para qué se quiere
sistematizar?, ¿cuál
es propósito?,
¿cuáles son los
beneficios que se
esperan obtener al
realizar la
sistematización?,
¿qué conocimientos
se espera obtener y/o
recolectar?, ¿cuál es
la utilidad o el
resultado que puede
tener esto para los
miembros de la
institución, la
comunidad educativa
y para nosotros?, ¿a
quién o quiénes
beneficia?
La sistematización de
la experiencia en la
práctica pedagógica,
sobre la aplicación de
talleres de Educación
Ambiental, con el
propósito de sentar las
bases para el diseño de
una secuencia
didáctica que
contribuya al
fortalecimiento de las
actitudes científicas de
estudiantes de básica
primaria de diferentes
centros educativos del
corregimiento de
Santa Elena, para la
conservación y
protección de la
biodiversidad.
b.Definición del
objeto de la
sistematización
Buscar delimitar la
experiencia que se
quiere sistematizar y su
campo de acción, es
decir, el tiempo y
espacio sobre el que se
quiere hacer la
sistematización.
En general se busca que
la experiencia tenga
características que
permitan lograr el
objetivo que puede o no
estar definido para la
realización de esta etapa
y recordar que no es
necesario cubrir toda la
experiencia desde que
comenzó hasta el
momento actual. (Jara,
2018).
¿Qué experiencia(s)
queremos
sistematizar?, ¿por
qué queremos
sistematizar esa
experiencia y no
otra?, ¿con cuáles
criterios
seleccionaremos la
experiencia y qué
ponderación le
daremos a cada uno
de éstos?; dicha
experiencia,
¿presenta alguna
peculiaridad que se
quiere comprender
de forma integral?,
¿quienes
participaron?, ¿en
qué periodo (meses,
años o semanas) se
dio la experiencia?,
¿en dónde se realizó?
Nuestro objeto de
sistematización se
basa en la recopilación
de la experiencia
vivida por los
estudiantes y por las
investigadoras durante
la aplicación de los
talleres de Educación
Ambiental, con la
Secretaría de Medio
Ambiente, que se
enfocaron en la
promoción de buenas
prácticas ambientales
c. Identificación
del eje de
sistematización
Es delimitar aún más el
tema de interés en la
experiencia elegida, ya
que enfoca el proceso
hacia los factores
específicos. Esto quiere
decir que establece un
hilo conductor que guía
¿Qué dimensiones o
aspectos de la
experiencia se quiere
priorizar?, ¿qué
aspectos centrales nos
interesan más?,
¿cuáles serán las
preguntas más
Los talleres se
desarrollaron en torno
al concepto de
ambiente desde la
tríada que la define
(sociedad, naturaleza
y territorio) y buscó
fomentar unas buenas
el análisis de la
experiencia, facilitando
de manera práctica el
proceso, ya que el
investigador se centra
en el tema de su interés
y evita perderse en la
multitud elementos que
tiene una experiencia,
de modo que no
incorpore aspectos
superfluos, siempre
estará focalizado en lo
que busca.
importantes que
quieren hacerse a la
experiencia?, ¿qué
aspectos centrales de
esa experiencia nos
interesa sistematizar?
prácticas ambientales,
por lo que las
creencias,
conocimientos y
actitudes de los
participantes de la
investigación, sobre el
ambiente y la
biodiversidad, son el
eje de la investigación
d. Identificar
las fuentes de
información
Se busca puntualizar e
identificar las fuentes de
información que se
tiene o se necesitan,
reconociendo los
registros con los que se
cuenta, de tal manera
que facilite saber si
dicha información,
permite llegar a los
resultados esperados.
¿Qué información se
desea obtener?, ¿cuál
es el mejor
instrumento para
obtener dicha
información?, ¿qué
otros elementos me
brindan la
información que
necesito?
Durante el proyecto,
se tuvieron en cuenta
como fuentes de
información:
A. Cuestionarios
B. Diarios
pedagógicos
C. Talleres
D. Referentes
conceptuales
II.
Planteamiento
del Problema
Es delimitar ese objeto
de la investigación,
conceptualizando el
problema, en cuanto al
espacio físico-
geográfico y tiempo, de
modo que permita
¿Los investigadores,
exponen el caso
particular de los
fenómenos a
estudiar?, ¿se
evidencia la viabilidad
y lógica de la
La problemática
identificada a partir de
lo observado por las
investigadoras,
durante el trabajo de
campo es la del
desconocimiento de
identificar si la
realización de la
investigación ha de ser
viable o factible en la
realidad o entorno
descrito. Este apartado,
contiene la justificación
del porqué se quiere
estudiar dicha
problemática, las
razones de la elección
por parte de los
investigadores; la
conveniencia del
estudio, la relevancia
social, las implicaciones
prácticas, el valor
teórico y la utilidad
metodológica.
(Sampieri, et al, 2010)
investigación?,
¿atiende a una
necesidad de la
comunidad?
las consecuencias que
las prácticas
cotidianas tienen
sobre la biodiversidad
y su importancia para
el equilibrio de los
ecosistemas.
III.
Acercamiento
teórico
Sampieri, Fernández y
Baptista (2010) afirman
que, para la adecuada
construcción del marco
conceptual, se
recomienda realizar una
revisión de la literatura,
en relación a los temas
específicos de la
investigación, que
arrojará referentes
teóricos o conceptuales,
¿Cuáles son los
referentes teóricos que
explican los temas en
cuestión?, entre todos
los estudios
encontrados en los
antecedentes, ¿cuáles
nos sirven como
referente conceptual?,
¿cuáles son las ideas
de pensamiento más
adecuadas para
Este apartado se
construyó a partir de
los referentes
conceptuales más
representativos,
autores cuyos estudios
nos sirvieron como
base para dar
explicaciones
verificadas frente a la
importancia de la
Educación Ambiental
a partir de los cuales se
creará la perspectiva
conceptual del proyecto
de investigación.
nuestra
investigación?, ¿qué
autor asume esas
posturas?
para la conservación
de la biodiversidad,
partiendo de las
preconcepciones de
los estudiantes para
potenciar actitudes
científicas.
IV.
Recuperación
del proceso
vivido
Se realiza la descripción
del trayecto de la
experiencia; Jara
(2018), afirma que para
ello es necesario tener
en cuenta:
● Reconstruir la
historia de la
experiencia es narrar los
principales
acontecimientos que se
relacionen con el eje de
sistematización, en un
orden cronológico.
● Ordenar y
clasificar la
información, puede ser
por medio de una matriz
de análisis.
¿En qué orden se
realizó cada una de las
actividades?, ¿de qué
manera se construyó
cada instrumento?,
¿qué elementos se
tuvieron en cuenta para
su elaboración?
Se procedió con la
descripción de la
experiencia en los
talleres y la salida
pedagógica.
Adicionalmente se
contó con los
cuestionarios y otras
experiencias durante
la práctica.
Se realizó una matriz
de análisis, con el fin
de categorizar la
información.
V. Reflexiones
de fondo
Se busca realizar una
interpretación crítica
colectiva de la
experiencia, por ello se
requiere de una
negociación cultural y
¿Qué es lo importante
de esa experiencia?,
¿en qué sentido marca
profundamente?,
¿cuál es el cambio que
este proceso ha
El análisis se realizó
en relación a cada una
de las categorías:
preconcepciones de
los estudiantes,
actitudes científicas y
diálogo de saberes entre
los protagonistas de la
investigación, que
permita la construcción
de nuevos
conocimientos y
aprendizaje. (Jara,
2018)
generado?, ¿qué
factores incidieron en
la experiencia en
relación a la
generación de
acciones autónomas
por parte de los
participantes? (Jara,
2018, p.157)
el taller como
estrategia didáctica
para la EA; además se
hizo la triangulación
de la información
encontrada, con los
referentes
conceptuales y la
interpretación de las
investigadoras.
VII.
Consideracione
s finales
Es la formulación de
conclusiones y
sugerencias, a partir de
la reflexión e
interpretación crítica de
la información obtenida
y construida, luego de
ser clasificada y
organizada en el
proceso de
sistematización.
¿Cuáles son las
reflexiones que surgen
frente a la manera en
que se abordó el
proyecto?, ¿qué
sugerencias se
proponen?
Las conclusiones
fueron en torno a las
prácticas y en relación
a los aprendizajes
(personales y
profesionales), el
trabajo de campo y a
todo el proceso como
tal, de la
sistematización de la
experiencia.
6.3. Secuencia didáctica
Para el presente trabajo necesitábamos encontrar un mecanismo que nos permitiera proponer
una solución al problema identificado durante la experiencia y la construcción de los
referentes conceptuales, encontrando que la principal dificultad estaba en las creencias y las
actitudes de los estudiantes sobre el ambiente. La literatura nos permitió darnos cuenta que,
la dimensión afectiva cobra gran relevancia en los procesos educativos en lo que respecta el
ejercicio de aprendizaje de nuevos conceptos y a su vez, condiciona la conducta en la vida
cotidiana. Es por esto que, la Secuencia Didáctica se presenta como la herramienta que nos
permitirá desarrollar el contenido de la Polinización, de manera progresiva, dinámica y
contextualizada para comprender la importancia y la naturaleza de la biodiversidad.
De acuerdo con Frade (2009), una secuencia didáctica es una sucesión planificada de
actividades con un orden y periodo de tiempo establecido; cada actividad tiene sus
parámetros (duración, objetivo de la sección y/o actividad, preguntas guía, entre otros) y
están propuestas de manera que permita dar sucesión a los contenidos de aprendizaje, pues
mantienen un orden lógico, al tener un inicio y un fin y además, ser consecuentes con un
objetivo.
La estructura de nuestra secuencia consta de tres etapas, cada una con un conjunto de
actividades: la exploración de saberes previos, el desarrollo de la temática, y el cierre final.
En nuestro proyecto de investigación se plantea una secuencia didáctica que las integra, en
un juego titulado Jumanji, Salva a los Polinizadores, que permite que los estudiantes se
involucren en un juego de roles para motivar su creatividad e imaginación, a la vez que se
empoderan del conocimiento y rol de su personaje (avatar) para avanzar por cada uno de los
niveles, hasta salvar a los polinizadores.
Con el juego de Jumanji se busca que estimule a los estudiantes para la construcción de su
propio aprendizaje, que coincidiendo con González, Kaplan y Reyes (2010), es la virtud de
las Secuencias Didácticas como herramienta pedagógica, al promover “la capacidad de
desempeñarse eficazmente en situaciones específicas” (p.30); también se adapta a los
contenidos del currículum pero escapa de él, en tanto se piensa la manera de diversificar las
experiencias para que los estudiantes desarrollen sus propias estrategias de aprendizaje, pues
“además al otorgar un trabajo independiente del estudiante, permite la autonomía y
autorregulación del aprendizaje por medio de la planeación de su programa de curso” (p.30).
Esto resalta su relevancia y gran utilidad a la hora de aplicar las secuencias didácticas, pues
la diversidad de actividades que permite plantear facilita desglosar un tema en subtemas,
para hacerlo más comprensible y trabajable, vinculando las actividades a situaciones
problemáticas, desde su contexto, para generar aprendizaje significativo, y que tenga sentido
para los estudiantes, desde sus contextos.
6.4. Técnicas e instrumentos para la recolección de información
La investigación pedagógica, como lo citan Camargo (2005), Martínez (1999), Parra (1999)
y Vasco (2005), constituye una metodología que busca profundizar más sobre las
características del fenómeno de interés, principalmente en lo que tiene que ver con el
ejercicio de la enseñanza y el quehacer docente, que pretende, además de una reflexión crítica
sobre la propia práctica, la confrontación de las teorías con la vida real, mediante la
sistematización de experiencias para la producción de conocimiento. Es así como, de acuerdo
a los propósitos planteados en el Reglamento de Práctica, acuerdo 284 del 2012, en su
capítulo IV estipula como componente fundamental:
La resignificación de las experiencias […], la construcción de saber pedagógico y
didáctico [a través de] el diseño y la sistematización de experiencias en educación,
[para] la aplicación y la validación de teorías pedagógicas y la generación de
nuevos contextos de aplicación […]”.
En consecuencia, con esto, logramos participar en la construcción de una propuesta de
investigación, desde la línea de Educación Ambiental, y en convenio con el Departamento
de Extensión de la Facultad de Educación y la Secretaría de Medio Ambiente de Medellín
en 2019-2, en el Corregimiento de Santa Elena.
Nuestra participación en el proyecto, involucró a las dos asesoras y las tres practicantes, para
el diseño las actividades didácticas durante toda la ejecución del mismo, acogiéndonos a la
metodología de taller y los objetivos específicos de cada encuentro que apuntó a fortalecer
la visión sistémica de ambiente para la adopción de buenas prácticas ambientales; de esta
manera, aportamos nuestros saberes pedagógicos, nuestra creatividad y nuestra sensibilidad
para propiciar encuentros enriquecedores y que motivaron la participación activa de los
involucrados. Por supuesto, nosotras pudimos experimentar nuestras propuestas, analizando
las divergencias y puntos de quiebre que solo la vivencia in situ puede aportar, mediante la
observación y la evaluación crítica. De acuerdo con lo anterior, nuestro ejercicio de
investigación tuvo origen en un proceso empírico que nos permitió realizar la sistematización
de la experiencia como instrumento para la producción de conocimiento, gracias a la
confrontación de la teoría con nuestra propia práctica, en otras palabras, aprender sobre la
marcha. Es por esto que, el taller fue nuestro punto de partida, pues fue el espacio de
interrelación, de comunicación pedagógica y de intercambio de saberes; es considerado un
instrumento y técnica de recolección de información en la investigación cualitativa dado que,
en palabras de Sanjurjo (2009):
[…] Constituye un elemento provocador de cambios porque es una forma de trabajo
que permite proponer acciones pedagógicas tendientes a lograr la circulación de
significados diversos, la toma de conciencia, la comprensión, la elaboración de
interpretaciones y específicamente la iniciación de procesos de reflexión (p. 71).
En este sentido, el taller constituye un conjunto de referentes teóricos encarados con la
práctica que componen una experiencia significativa debido al aprendizaje individual y
grupal, que permitió diferentes formas de interacción y transmisión de ideas a través de las
discusiones y el debate, en pocas palabras, significó una oportunidad de aprendizaje sobre la
marcha. Adicionalmente, Vera (1984) entiende el taller como la posibilidad para que un
grupo de docentes, analicen críticamente sus perspectivas y sus propias prácticas, con el
propósito de alcanzar una transformación enfocada en el perfeccionamiento del ejercicio
pedagógico, por formas menos autoritarias, dogmáticas y burocráticas, por otras más
inclusivas con los saberes y sentires de los educandos y los educadores, más participativas
y además, contribuyan a crear condiciones teóricas de reflexión para otros docentes.
Para hacer posible la reconstrucción y análisis de los aprendizajes durante la elaboración y
aplicación de los talleres, utilizamos otras técnicas e instrumentos tales como relatorías y los
diarios pedagógicos, recopilamos fotos de los encuentros, videos y dibujos que nos
permitieron hacer análisis de contenidos; diseñamos y aplicamos cuestionarios a estudiantes
de los grados 3ro y 4to, a los padres de familia y docentes, instrumento que hace parte de los
métodos de investigación cuantitativa, dentro de lo que conocemos como encuestas
estructuradas y auto diligenciadas. A continuación, haremos una breve descripción de cada
uno de los instrumentos:
6.4.1. Relatorías
Son considerados por Arboleda (2011) como mecanismo que permite recopilar el proceso de
aprendizaje, gracias a la coherencia discursiva de la narración de la experiencia con el
contenido cognitivo; es por esto que la relatoría fortalece los procesos de investigación en el
aula para “desarrollar el entendimiento, el procesamiento de información y en general el
proceso de apropiación intelectual, así como la comprensión y construcción de sentidos. […]
desarrollo del pensamiento, de acuerdo con el propósito específico de cada relatoría” (p.23).
Para nuestro caso, son productos acumulativos que describieron el desarrollo y compromisos
de cada encuentro de clase durante los seminarios de práctica en 2019-2 y 2020-1, por lo
tanto, organizó el proceso formativo en tanto recopiló encuentro por encuentro, el propio
proceso de aprendizaje que, al verse como un todo permite entender y construir significados
sobre el objeto de conocimiento. Para el proceso de sistematización de experiencias, es
relevante contar con este recurso, si enfatizamos en que, uno de nuestros principales
propósitos, fue hacer una reflexión profunda e individual sobre cómo aprendemos a enseñar.
6.4.2. Diarios pedagógicos
Los diarios pedagógicos en investigaciones con maestros en formación, según Botero (2011)
además de que se presentan como requisito de grado, son principalmente un instrumento
estratégico para el desarrollo de habilidades “reflexivas y críticas de los futuros maestros”
(p. 25). Se trata de la redacción en forma narrativa y reflexiva de la experiencia vivida durante
los encuentros, así pues, son el fruto de la observación sobre aspectos del fenómeno que el
investigador tiene interés en conocer, describiendo los componentes de la situación analizada
(lugares, autores, comportamientos, etc.). Contienen apuntes del desarrollo de la experiencia,
sus percepciones, sentimientos, dudas, expectativas y todos los elementos que fueron
relevantes desde la propia subjetividad y rescatando fielmente las expresiones de los
participantes. Los resultados recopilados deben permitir establecer relaciones, constantes y
estructuras esenciales de los fenómenos a través de la comprensión crítica y finalmente su
teorización.
Entre sus dificultades se presentan: la falta de compromiso con la elaboración del diario
asumiendo este como una responsabilidad, más que como un instrumento necesario para el
desarrollo de la investigación. Además, según Botero (2011), la escritura sobre aspectos
irrelevantes propios de la planeación de la clase y no en el fruto de la experiencia y que no
se preste atención a las expresiones de los estudiantes, sus relatos y por supuesto como dice
Murillo (2008), una gran dificultad es que se omita la atención sobre el sujeto de la
investigación: el maestro en formación.
6.4.3. Análisis de contenidos
En investigación cualitativa el análisis de contenido permite hacer una interpretación de
contenidos de manera explícita o implícita, de acuerdo con lo que es evidente o lo que yace
oculto en él, según lo plantean Arbeláez y Onrubia (2014), el objetivo es “verificar la
presencia de temas, palabras o de conceptos en un contenido y su sentido dentro de un texto
en un contexto” (p. 19). El análisis de contenidos, es una técnica indirecta que consiste en la
búsqueda de contenido específico (fotos, videos, dibujos) en una producción de un mensaje
(escrito, oral, imágenes o audiovisual), creados o generados en el contexto que interesa
conocer, en este caso, los encuentros de práctica por lo que, si bien este método es indirecto
en teoría, para nuestro caso, los contenidos recopilados en su mayoría fueron hechos por las
investigadoras y por los promotores de la Secretaría de Medio Ambiente que participaron
del proyecto, por lo tanto dicho contenido fue enriquecido con los recuerdos de las
investigadoras.
6.4.4. Encuesta estructuradas y auto diligenciadas
Si bien nuestra investigación es de corte cualitativa, hacer uso de, al menos un método de
recolección de información de tipo cuantitativo, permitió complementar y facilitar la labor
de análisis. Las encuestas estructuradas, son uno de los métodos más usados en investigación
cuantitativa, se basa en la elaboración de un formulario por parte de los investigadores
(Monje, 2011). Las preguntas en el cuestionario pueden ser abiertas, cerradas, de múltiple
selección, jerarquizadas, de estimación, de hecho, de acción, de intervención, de opinión; no
importa la elección del tipo de pregunta o enunciado que elija, siempre y cuando estén bien
orientadas para conocer lo que se busca. La ventaja de este instrumento, según Monje (2011),
es que reduce el sesgo por la presencia del entrevistador, pero, aumenta la posibilidad de
preguntas sin respuesta. En nuestro caso se diseñaron tres tipos de encuestas que se aplicaron
a tres actores: estudiantes (ver anexo 1), padres de familia (ver anexo 2) y maestros (ver
anexo 3). Los cuestionarios fueron diseñados por nosotras, tuvieron la misma estructura,
aunque la formulación de las preguntas, los términos y el nivel de complejidad conceptual y
la cantidad dependió de las personas a quien fue dirigida. Todos los cuestionarios fueron
elaborados con la misma estructura como se observa a continuación:
1. Presentación del proyecto, objetivos e investigadoras
2. Breve explicación de la estructura del cuestionario
3. cuestionario:
a. datos personales /información general.
b. conocimientos básicos sobre ciencias (biodiversidad).
c. prácticas ambientales.
7. Consideraciones Éticas
En el ejercicio de la investigación educativa cualitativa, hay un uso del conocimiento que es
producto de un proceso interactivo con los niños y las personas que participan en la
investigación; por ello se requiere de una ética aplicada “fundamentos teóricos,
metodológicos, legales y normativos sobre los principios morales” (González et al, 2012,
p.1) que deben orientar y regular la actitud y el comportamiento de los investigadores frente
a lo investigado. Lo anterior demanda a nivel general de una protección de la privacidad, de
mantener cautela al momento de otorgar juicios de valor, y sobre todo de respetar los
derechos de autor, y la autonomía de los participantes. Todo esto, debe estar presente desde
el planteamiento hasta la finalización y posterior socialización de los resultados.
En nuestra investigación, nos basamos en lo propuesto por Barreto (2018) y Moscoso y Díaz
(2018), para darle voz a los niños, pues “Las voces e interpretaciones de quienes son
estudiados, son claves para comprender el fenómeno de interés y las interacciones subjetivas
son el principal modo de abordarlos” (p.53). Nosotras elegimos vincular a los niños y niñas
como protagonistas de la investigación, puesto que ellos tienen la capacidad y el
conocimiento para contar información sobre sí mismos; y es que tal como lo expresan
Christensen y James (2000), citado en Barreto (2011), sólo si escuchamos y oímos (dos
conceptos diferentes) lo que los niños y niñas tienen para decirnos y prestamos atención a
las formas en las cuales ellos y ellas se comunican con nosotros, progresaremos hacia una
investigación, no sobre los niños y niñas, sino con ellos y con ellas; se pretendió lograr en
todas las formas posibles absorber todo aquello que nos pudieron transmitir, informar y hasta
enseñar, de la manera más limpia, evitando constantemente agregar nuestros juicios de valor.
Debido al creciente interés de las investigadoras por conocer y entender la visión que tienen
los estudiantes, acerca de sus experiencias de vida, se plantean responsabilidades que se
centran en los aspectos éticos y metodológicos, esto quiere decir que es “responsabilidad
última de cada investigador poner en la balanza estas consideraciones y realizar el mejor
juicio profesional posible. Para hacerlo, es necesario que el investigador sea totalmente
consciente de los principios éticos y legales que deben ser afrontados” (McMillan y
Schumacher, 2015, p. 167).
Barreto (2011), plantea las siguientes consideraciones éticas, a partir de las cuales nos
basamos en nuestra investigación: la participación, el respeto, la retribución, la rendición de
cuentas y la información. En cuanto a la participación, es necesario aclarar que, se busca que
se proporcionen condiciones que permitan a los estudiantes elegir, entre la participación o
no, en la investigación; ello implica que no se cuestione sus decisiones y que la información
que se les transmita sea clara, precisa y oportuna, teniendo en cuenta la decisión de cada uno
de ellos desde el respeto como primer principio.
Para esto se realizó y presentó un consentimiento informado frente a la participación en el
proyecto de investigación, dirigido a los estudiantes de los grados tercero y cuarto, a sus
acudientes y a la rectora de los CER Media Luna (ver anexo 5) y El Placer (ver anexo 6), en
el documento se hizo explícita la participación voluntaria y los fines con los que sería
utilizada la información obtenida y producida.
Otro de los principios es la retribución – beneficio, que hace referencia a lo que obtendrían
los niños y adultos por hacer parte de la investigación, en cuyo caso con cada institución se
creó una alternativa de solución frente a las problemáticas ambientales locales, lo que les
otorgó una mayor comprensión de su contexto y les permitió identificar estas, para poder
darles solución o buscar alternativas de mitigación.
Por último, está el principio de rendición de cuentas; que hace referencia a devolver los
resultados obtenidos y construidos de la investigación a los participantes, de tal manera que
esté en un lenguaje comprensible, posibilitando una divulgación científica de la información.
Para lograrlo, se realizó una feria con la comunidad del corregimiento de Santa Elena, en la
que se reunieron todas las instituciones educativas, incluyendo las ya mencionadas. Este
evento, no sólo sirvió de encuentro, sino que también permitió la socialización de las diversas
alternativas de solución planteadas y presentadas por los mismos estudiantes ante las diversas
problemáticas ambientales de su localidad, un encuentro para construir y compartir saberes.
Otras consideraciones éticas que se tuvieron en cuenta para la realización de este trabajo
fueron:
● El principio de paridad: es buscar que la participación de todos, esté por igual en
el desarrollo de la investigación.
● La confidencialidad de los resultados obtenidos: otorga el respeto a la intimidad y
el derecho de la persona para elegir y garantizar el anonimato de los participantes,
para que estos no sean identificados, en los escritos y otros medios. Es el respeto por
la vida privada de los niños.
● La cautela en la emisión de juicios de valor: saber dónde comienza y dónde acaba
la descripción de las situaciones que han sido investigadas (González et al, 2012,
p.1).
● Evitar el plagio: el plagio puede darse en tres formas; “a. Copiar literalmente un
trabajo de investigación de otros y presentarlo como propio, b. utilizar trozos de
textos o citas de otros autores sin citarlos y c. usar la propiedad intelectual de un
autor, sin su permiso explícito” (González et al, 2012, p.3).
● La protección de datos: Esto se da en relación con la información que el niño desea
compartir de manera anónima, teniendo en cuenta el intercambio, recopilación y
almacenamiento de la misma, a fin de que no puedan ser identificados al publicarse
y darse a conocer los resultados (Moscoso y Díaz, 2018).
Los métodos que usamos en este proyecto para la recolección de información son
talleres, dibujos realizados por los niños, cuestionarios dirigidos a docentes,
acudientes y estudiantes, fotografías, audios y videos; todos con participación
voluntaria, lo que implica que algunos eligieron no participar en estos instrumentos;
en los últimos mencionados de formato multimedia, se protegió el rostro de cada uno
de los participantes y la información que se obtuvo de estos sólo fue únicamente
manipulada por las investigadoras.
8. Los participantes y el contexto
Nuestra investigación se llevó a cabo en Santa Elena, reconocida como unidad corregimental
a partir de 1987, año en que fue declarado bosque municipal, con el propósito de preservar
los nacimientos que abastecen de agua, hoy en día, a gran parte de la población en Medellín
(Fonnegra, et al, 2012); este es un territorio caracterizado por su ruralidad y la cultura
silletera, como sitio turístico; está ubicada en el altiplano oriental de Antioquia, presenta una
topografía de suave a moderadamente pendientes, con un clima tropical húmedo e influencia
de montaña (Alcaldía de Medellín, 2020), y presenta amenazada constante por la
deforestación, el crecimiento poblacional, generalmente no campesina, y la contaminación
por mala disposición de basuras. Santa Elena se ha especializado en el cultivo de flores,
aunque también tiene hortalizas, tiene una actividad agropecuaria de menor escala, todo esto
lo hace un referente turístico, además, anualmente se celebra el desfile de silleteros, un
evento Antioqueño de gran importancia; cuenta con la presencia del Parque Arví, que busca
mediante una oferta turística sostenible, propender por la conservación de las riquezas
ambientales, culturales y arqueológicas, con varias hectáreas de bosque protegidos.
Los participantes de la investigación son los estudiantes de los CER El Placer y Media Luna,
de los grados 3ro y 4to. Los grupos de ambas instituciones cuentan con estudiantes hijos de
campesinos del sector, hijos de nuevos residentes provenientes de la ciudad o incluso de
otros países y hay entre ellos, estudiantes con necesidades educativas especiales.
El CER Media Luna, se encuentra en la vía principal que conduce al corregimiento de Santa
Elena desde Medellín y limita con las comunas 8 y 9, Buenos Aires y Villa Hermosa,
respectivamente. Sus estudiantes son habitantes, en su mayoría, de la vereda donde se
encuentra ubicada la institución, seguido por habitantes de la ciudad de Medellín y en menor
número, en el corregimiento de Santa Elena.
El CER El Placer, se encuentra en la vía principal que conduce a las veredas Mazo, Barro
Blanco y el Parque Arví. Es una zona con gran actividad turística por estar cerca las fincas
silleteras. Los estudiantes son habitantes, en su mayoría, de otras veredas diferentes a la
vereda donde está ubicada la escuela, seguido de habitantes de la misma vereda y solo un
estudiante es habitante de la ciudad de Medellín.
9. Sistematización de la experiencia vivida
Como ya se ha mencionado anteriormente, haremos una reconstrucción de los aspectos más
relevantes durante la aplicación de los talleres de Educación Ambiental para unas buenas
prácticas ambientales. Si bien los talleres se aplicaron en las diez instituciones educativas del
corregimiento, solo se tendrá en cuenta la experiencia de los CER Media Luna y El Placer.
9.1. Taller 1
Tabla 4. Descripción de la experiencia vivida durante el taller 1, denominado Visión
Sistémica de Ambiente.
Objetivo Descripción
Reconocer los conceptos
relacionados con la visión
sistémica del ambiente, tales
como naturaleza, cultura,
sociedad y territorio.
El taller comenzó con la presentación de los participantes
(estudiantes, practicantes y promotores) y del proyecto de
manera general y la invitación a participar de manera
activa en el proceso. Para ello, se crearon escarapelas, con
imágenes adhesivas y relacionadas con los temas a tratar;
luego cada estudiante habló sobre la elección de la imagen
con el fin de ir conociendo e identificando a los
participantes, sus gustos y características propias.
Después se pasó a la actividad en que se abordó la visión
sistémica de ambiente (definida desde la tríada naturaleza,
sociedad y territorio) con el propósito de ir reconociendo
los saberes previos de los estudiantes e introduciéndolos a
los nuevos conceptos; el primer momento, es
reconocimiento de imágenes (fotografías propias del
corregimiento: bosques, caminos, la iglesia ubicada en el
parque principal, la estación de policía, etc.,), cada
estudiante eligió uno de esos elementos y se ubicó en una
de las tres bases a la cual él creía que pertenecía. El
segundo momento consistió en que los estudiantes con la
ayuda de una madeja y de las imágenes elegidas fueran
estableciendo relaciones entre sí. Finalmente, se hizo un
conversatorio a partir de la pregunta “¿qué pasaría si
desaparece (algún elemento de las fotografías)?” con el
objetivo mostrar a los estudiantes la interdependencia
entre todos los elementos.
Por último, realizaron la identificación del contexto
usando un mapa de Santa Elena, para que los estudiantes
se ubicaran y reconocieran lugares con importancia
histórica y entornos naturales donde ellos habitaban en su
cotidianidad.
Para dar conclusión al taller se planeó el desarrollo de un
cuento basado en lo visto, donde los estudiantes resaltarían
lo que más les había gustado y que les parecía que se podía
mejorar o añadir.
Lo que sucedió:
Figura 1. Taller 1, imágenes para el taller con todos los CER del corregimiento.
Para iniciar el encuentro se repartieron los materiales para la creación de las escarapelas y
presentarnos; luego se pasó a la actividad sobre visión sistémica de ambiente. En cada
institución se buscó la mejor manera de presentar a los estudiantes la colección de fotografías
a color que contenía elementos, lugares o situaciones que pudieran encajar en alguno de los
conceptos que componen la triada de ambiente (naturaleza, territorio y sociedad).
En el CER El Placer, se presentaron comentarios particularmente interesantes para hacer la
clasificación; se trabajó con dos grupos (tercero y cuarto), con quienes se presentó como
reflexión en común que, en la base de naturaleza, todos los estudiantes parecían tener muy
claro que las plantas y los animales hacen parte de ella, sin embargo, ninguno asoció que los
seres humanos también hacen parte, ubicando las imágenes donde hay seres humanos,
indiferente del entorno, en la base de sociedad, así pues, cuando se veían seres humanos en
un jardín o en la naturaleza se confundían para ubicarlas en naturaleza o sociedad. Por el
contrario, en la base de territorio determinaron que era como tal un espacio físico, en el que
no había presencia de plantas o personas. Se pudo escuchar comentarios como:
- “Territorio es el lugar en el que uno vive”, (Susana A. 3ro)
- “Medio ambiente esta foto porque hay una montañita”. (Melisa T. 3ro)
Figura 2. Taller 1, clasificación de imágenes en la triada del ambiente. CER El Placer,
3er Grado.
Por su parte, en el CER Media Luna, también se trabajó con dos grupos (tercero y cuarto),
en ambos se presentaron dificultades para ubicar las imágenes, puesto que al hacer la relación
con elementos como la estación de policía, el campo, los silleteros, casas (entre otras), los
estudiantes se dirigían a alguna de las bases de la triada sin mayor explicación y les daba
dificultad establecer relaciones con las otras bases, por ejemplo cuando escogieron la imagen
del bosque, se dirigieron directamente a la base de naturaleza, pero no la relacionaban con la
de territorio o la de sociedad.
El siguiente momento en que se trató de establecer relaciones entre las imágenes, lanzando
la madeja, a los estudiantes del CER El Placer, sólo se les ocurría vincular las flores con las
silletas como relación de la naturaleza con la sociedad, pues no se les hacía tan fácil encontrar
relación con las imágenes de la base de territorio. En el grado cuarto la relación que se hizo
más evidente fue la de las flores con los jardineros o con los silleteros, repitiéndose una y
otra vez el mismo aporte entre los estudiantes. Cuando se mencionaba la iglesia como
posible relación con algún otro elemento, se enlazaba con la naturaleza porque - “Dios
sembró las flores” (Karen T. 3ro). O con otros espacios como la casa de la cultura o la escuela
porque - “allá hay flores” (Mariana G.3ro); A la pregunta ¿qué tiene que ver la naturaleza
con el territorio?, se lograron respuestas como -“en el territorio alguna vez había plantas”
(Alejandro G. 4to), -“En la casa mi abuelita por ejemplo tiene plantas, del monte saca tierrita
y también podemos sembrar, más flores o frutas…y de ahí salen las silletas” (Melissa T. 4to).
Con el ánimo de orientarlos y profundizar, se hicieron preguntas, tales como ¿Si no hay
plantas ni pasto entonces la iglesia no es medio ambiente?,- “si porque tiene madera”
(Jerónimo G. 4to); ¿Y la relación de los seres humanos con la naturaleza?, -“los humanos
somos animales porque venimos del mono”. (Anderson G. 4to).
Figura 3. Taller 1, relacionémonos. CER El Placer, 4to Grado.
Para los estudiantes del CER Media Luna, en ese mismo momento se establecieron
relaciones con las imágenes sin tener en cuenta la clasificación en las bases. Fue significativo
debido que los estudiantes relacionaron las imágenes de árboles, caminos, casas, abejas,
iglesia, silleteros, quebradas, peces y aves (entre otras) entre sí, logrando identificar la
importancia de cada uno de ellos y la relación existente que permite el equilibrio
ecosistémico, entre ellos mismos cuando se dio el conversatorio de ¿qué pasaría si…? al
quitar alguna de las imágenes por ejemplo la de las abejas surgieron respuestas como, -” Las
abejas son muy importantes “Sara R. (3ro); -” Si no comemos nos morimos” Valery L.(3ro).
En el momento en que se empieza a preguntar ¿qué pasaría si desaparece?, en el CER El
Placer se encontraron algunas de las siguientes frases, desde las relaciones que establecieron
entre los elementos de las bases:
La escuela:
- “estaría en la casa” (Juan G. 4to).
-”no tendríamos educación” (Joaquín P. 3ro)
La iglesia:
- “desaparece dios” (Marina G. 3ro); a lo que otro compañero responde:
- “no desaparece dios porque dios no está en la iglesia si no en el cielo y la tierra” (Miguel
B, 3ro).
Las casas:
- “viviríamos en la calle” (Ana S. 3ro)
- “ya no habría campesinos y viviríamos en la calle” (José Miguel A. 3ro).
Por último, al realizar la actividad de cartografía los estudiantes de ambas instituciones
reconocieron su propio contexto y los lugares más significativos para ellos: la iglesia, la
estación de policía, los barrios aledaños al corregimiento, la escuela en la que estaban
situados.
Para finalizar el taller se tenía programado
la realización de un cuento, pero debido a
lo extensa que se hizo la actividad, solo se
logró hacer en el CER Media Luna un
dibujo que representara alguna de las
actividades hechas durante el encuentro,
de esta manera pudimos recopilar las
actividades más significativas para ellos;
un ejemplo de esto es que la mayoría
dibujó las actividades relacionadas con la
madeja y con la identificación inicial
(escarapelas), unos como Nicolas V,
Valery L. y Santiago Z. (3ro), dibujaron
algunas cosas de las que tenían en las
fotografías.
9.2. Taller 2
Tabla 5. Descripción de la experiencia vivida durante el taller 2, denominado
Reconocimiento de Situaciones y Problemas Ambientales.
Objetivo Descripción
Reconocer las potencialidades
y problemáticas ambientales
que los estudiantes percibían
en los entornos en los cuales se
encontraban.
Para iniciar, se propuso un juego de activación
denominado jugo de limón, donde los participantes debían
formar equipos con una cantidad determinada de
integrantes, dinámica que sirvió para romper el hielo y
recordar algunas temáticas del taller anterior, realizando
preguntas orientadoras tales como ¿qué es ambiente?, ¿de
qué forma el ser humano puede utilizar el agua?,¿cuál era
el hábitat de una gallina?; estas preguntas se les hacían a
quienes quedaban solos.
Para la identificación de saberes previos se propone crear
con los estudiantes un mural de problemas, para lo cual se
dispusieron una serie de imágenes, correspondientes a
Figura 4. Taller 1, identificación del contexto.
CER Media Luna, 3er Grado.
contextos medioambientales que representaban un
problema o una situación ambiental; los estudiantes
debían elegir una imagen y ubicarla en uno de los lados
del mural para clasificarla como problema o situación, de
esta manera darían cuenta de sus saberes previos en
cuanto a qué es una situación ambiental y cuales creían
eran los problemas ambientales que presentaba Santa
Elena y sus centros educativos.
Después del mural, se pasó a una segunda actividad de
carrusel conformada por cuatro bases; la primera fue sobre
el manejo de residuos, para eso se les entregó de manera
aleatoria a los estudiantes unas fichas bibliográficas con
elementos que eran poco comunes para clasificar, tales
como algodón, medicamentos vencidos, ropa o telas para
descartar, residuos de café, papel higiénico usado, hojas
de papel usadas, aceite de cocina, viruta de los colores o
lápices, paquetes de mecato, botellas de vidrio y plásticas
etc; después de esto se realizó una reflexión sobre el uso
adecuado de los recursos naturales y de la forma correcta
de clasificar los residuos. La segunda base tenía que ver
con la contaminación del agua, allí con varios materiales
(piedras, arenas, carbón activado) los estudiantes
realizaron un filtro casero de agua, como una estrategia
para sensibilizarlos sobre el tema y para mostrar una
forma práctica de limpiarla. La tercera base tenía que ver
con pérdida de biodiversidad, allí el objetivo estaba
centrado en identificar con los estudiantes la riqueza de
los entornos naturales de la escuela y conversar con ellos
sobre el tema; se recolectó material vegetal para realizar
un collage y que de esta manera ellos pudieran observar la
gran variedad de plantas con las que cuentan. La última
base fue sobre contaminación atmosférica, en este
momento se pensó la manera en que los estudiantes
pudieran familiarizarse con los colores que indican los
diferentes niveles de contaminación determinados por el
SIATA, así: 1 para el color rojo, nivel de contaminación
más alto; 2 para el color naranja, nivel intermedio y por
último, 3 para el color amarillo, el nivel más bajo. Luego
de haber reconocido los colores con los niveles de
contaminación, los estudiantes debían dirigirse a uno de
estos círculos cuando se decía el número (esto con el fin
de que reconocieran la relación entre los números y los
colores). En el segundo momento de la actividad se
trabajó con elementos generadores de contaminación,
cuando se mencionaba alguno de estos por ejemplo
“vehículos” los estudiantes debían dirigirse al color con el
cual ellos asociaban el nivel de contaminación. Por
último, para cerrar el taller, se planteó la realización de un
árbol de problemas para identificar la situación que más
los afecta y más impacto negativo genera en el entorno de
cada institución y poder trabajar con base a ello en el
próximo taller.
Lo que sucedió:
La intervención en el CER El Placer fue dirigida por el equipo de promotores de la Secretaría,
quienes empezaron analizando una a una las imágenes con todo el grupo, movilizando con
preguntas la participación de los estudiantes. Se seleccionaron algunas imágenes,
principalmente se abordaron las que hacen referencia a algunas situaciones ambientales
como la biodiversidad y los derrumbes por causas ambientales y los problemas a causa de
las acciones humanas. Entre las imágenes están la mala disposición de residuos y vertimiento
de desechos y basuras a los ríos, la tala de árboles, la quema de basura, provocar incendios.
Ante la pregunta por la razón que explique estas acciones, dos estudiantes de segundo grado
responden que, es por el desconocimiento del efecto que tienen en el ambiente.
Luego, el grupo de estudiantes se dividió en las cuatro bases. La participación de la
practicante fue desarrollar la base de pérdida de biodiversidad, para lo cual los estudiantes
salieron del salón hacia el “bosquecito” que está ubicado al interior de la escuela, para
observar la gran cantidad de hojas diferentes que se pueden encontrar en un bosque nativo
en comparación con la homogeneidad del bosque de pinos. Esta reflexión favoreció la
conversación sobre el valor de la diferencia, procurando hacer una comparación hipotética
con las sociedades humanas que tuvieran individuos con los mismos gustos y las mismas
profesiones en comparación con una sociedad con individuos diversos. Entonces se observan
las diferencias en la naturaleza que hacen evidente la comprensión sobre lo que es la
biodiversidad, los indicadores de ésta y su importancia. Simón C. (3ro) cuestiona el valor de
la diferencia en relación con las malas intenciones que tienen algunas personas, se refirió a
la desconfianza que está generalizada en los seres humanos, según él, por las diferencias
entre las personas, comentario con el que demuestra su percepción sobre la diversidad entre
los seres humanos. También se conversó sobre la importancia de que se le enseñe a otras
personas, cuáles son las acciones que provocan daño y cuáles son las que ayudan a mantener
el equilibrio de la naturaleza, en términos de la preservación de la biodiversidad, porque dice
Max M. “mis papás están dañando, pero ellos no saben”, con lo que María M. del mismo
grado, respondió “mi mamá es ingeniera y ella cuida la naturaleza”.
Figura 5. Taller 2, identificación de situaciones y problemas ambientales. CER El Placer.
2do 3ro y 4to Grado.
Se logró hacer una rotación por bases, continuando con estudiantes de segundo grado, con
quienes se abordó también las diferencias en la naturaleza que son evidentes, enfocándonos
en las hojas, tamaños y tipos de plantas y cómo esas diferencias se ven afectadas de manera
sutil con las acciones cotidianas por ejemplo, usar venenos en los cultivos impactando a todo
tipo de insectos, preguntándonos por la importancia que tienen estos para mantener la
biodiversidad, a lo que varios estudiantes se preguntaron si por eso no ven en sus casas arañas
e insectos como la mantis.
Cuando se regresó al salón, se hizo el cierre con el árbol de problemas, se les entregó papeles
en forma de hoja de árbol y flor para que escribieran en las hojas un problema ambiental y
en las flores las propuestas para
solucionarlo. Entre los resultados
obtenidos, los estudiantes coincidieron en
mayor número en la tala de árboles, luego
las acciones sobre los animales tales como
matarlos, la extinción de las arañas, matar
los peces del río y del mar.
Las flores que pretendían usarse para
plantear propuestas se usaron también para
escribir sobre los problemas que
identificaron y que se conocían, entre ellas
se encontró:
- “Ser mejores personas, montar en
bicicleta, no matar los peces, no tirar
basuras ni
a los ríos ni a las calles” (Isaura P. 3ro).
- “Apagar las fogatas, plantar más, no talar más” (Mattias R. 3ro).
-” No dañar el territorio de las arañas” (Joaquín P. 3ro).
Por otro lado, en el CER Media Luna, este taller se realizó solo con el grupo tercero, ya que
los estudiantes del grado cuarto estaban en una actividad con los padres de familia que tenía
que ver con manualidades navideñas, en este sentido el grupo se subdividió para poder
trabajar los diferentes momentos. Para la realización del mural con los grupos que iban
pasando se observó que algunos estudiantes tenían más claridad con respecto a las imágenes
Figura 6. Taller 2, árbol de problemas. CER El
Placer. 2do 3ro y 4to Grado.
de las situaciones y/o problemas ambientales presentados, clasificaron con facilidad las que
tenían que ver con agua contaminada, aguas residuales, basuras puestas en lugares no
adecuados, contaminación vehicular, tala de árboles etc., cuando se hizo el conversatorio
hubo algunas imágenes que generaron confusión como la de las vacas en el pastal, a lo que
los estudiantes respondieron que ese no era un problema ambiental, pero al explicarles que
cuando se hace ganadería a gran escala se deforestan grandes áreas boscosas y que estos
animales en masa emiten grandes cantidades de metano que pueden contribuir al efecto
invernadero, esto cambió un poco la perspectiva que tenían.
En el segundo momento, se resalta que en algunos hogares se realizaba la separación de
residuos de manera adecuada, Sara R. (3ro) por ejemplo indicó que en “su casa se
almacenaba el aceite usado y se traía y se depositaba en una parte del parque donde se los
recibían”; Emanuel B. (3ro), por su parte dijo que “su mamá separaba las cáscaras y desechos
de verduras para echárselos al pequeño huerto que tenían”. En el momento de trabajar la
contaminación del agua, los estudiantes realizaron el proceso una y otra vez, trajeron agua
residual del aseo, de las materas y agua reposada de la zona de la cancha, ya que les llamaba
mucho la atención cómo se daba el proceso de filtración.
En la base de biodiversidad debido a que
no se contaba con la posibilidad de salir
del centro educativo, sólo se realizó la
observación e identificación de las
diferentes plantas que había al interior
observando características tales como,
forma de las hojas, si tenían flores y de qué
color, cantidad que había, si tenían tallos
gruesos etc.; se dejó como tarea traer los
materiales para en la semana siguiente
comenzar con la realización del collage
planteado.
En el momento donde se abordó la
contaminación del aire, inicialmente se hizo desde los vehículos que pasaban por la vía para
así introducir a los estudiantes en el reconocimiento de los diferentes niveles de
contaminación y las categorías de estos, después ya se pasó a la actividad propiamente dicha
Figura 7. Taller 2, realización de filtro de agua
casero. CER Media Luna, 3er Grado.
donde estuvieron animados y participaron activamente, el grupo de Sara R, Valery L,
Mariángel B, Camila C. etc., fue el ganador al dar respuestas mucho más acordes al tema.
En la etapa final, el árbol no se elaboró como se tenía pensado, este se usó para realizar una
recolección de todo lo realizado durante la sesión para dejarlo en la parte central de la
institución (a petición de la rectora de la institución), entonces para decidir cuál era el
problema principal que los estudiantes habían identificado se realizó una votación en el
tablero del salón del grado tercero, allí se anotaron los problemas más sobresalientes y los
estudiantes daban su voto de acuerdo a su percepción y a lo sucedido en el taller. El problema
y/o situación ambiental con más votos fue la contaminación del aire (ya que el centro
educativo está ubicado al lado de la vía principal que de la ciudad conduce al corregimiento
de Santa Elena).
9.3. Salida Pedagógica
Si bien todas las instituciones del corregimiento asistieron a la salida pedagógica al Mirador
Cerro Verde, vereda El Cerro y Acueducto San Pedro, vereda El Llano, solo se cuenta con
la experiencia de una de las investigadoras con el CER Media Luna, pues la investigadora
del CER el Placer, no pudo asistir; esta salida se realizó con los estudiantes del grado tercero
y cuarto.
Tabla 6. Descripción de la experiencia vivida durante la salida pedagógica.
Objetivo Descripción
Identificar las
potencialidades y
problemáticas
ambientales que hacen
parte de la Comuna 90 -
Santa Elena, a través de un
recorrido guiado en
diferentes temáticas, que
permitieran alternativas
autogestionarias de
mejoramiento ambiental.
Se propuso un saludo inicial que permitiera recordar lo sucedido
en los talleres anteriores. Se dieron indicaciones, entre ellas:
● No se debía consumir ninguna planta o fruta, sin previa
autorización del profesor o
facilitador.
● No debía ingerirse agua, a menos de que el profesor o
facilitador lo autorice.
● Si ocurría algún accidente, se debe tratar de mantener la calma
e informar de inmediato al profesor o facilitador.
● En esta salida se debe estar pendiente del guía y de la
información que él esté brindando.
● Si se tiene alguna necesidad fisiológica, se debe informar al
profesor o facilitador, de manera oportuna, pues él será el
encargado de dar las indicaciones.
● Por ningún motivo se puede arrojar basura al suelo o a las
fuentes hídricas.
En la planeación de dicha salida se incluyeron actividades que
reforzaron la articulación de los servicios ecosistémicos con el
concepto de biodiversidad; se propuso trabajar temas puntuales,
como el hábitat, desde allí se hizo la clasificación del lugar de
vivienda de diferentes animales como momento introductorio
para la actividad, esta consistía en lanzar una pelota a un
estudiante al azar diciendo uno de los hábitats mencionados,
para lo cual quien recibiera la pelota, debía responder con el
nombre de animal que viva en ese lugar.
Para profundizar en el tema, se prepararon stickers de animales
e imágenes de lugares naturales para que los estudiantes
lograran clasificarlos según sus saberes, pegando la imagen del
animal en el hábitat que le corresponda.
Para continuar la jornada se planeó el juego denominado yeimy,
con el ánimo de que los estudiantes reconocieran la importancia
del agua como recurso hídrico; en este los estudiantes debían
tumbar una torre de obstáculos ecológicos, pero para lograr
acceder a la pelota debían responder preguntas relacionadas con
el agua, por ejemplo, los estados en se puede encontrar, usos que
el ser humano le da, etc. También se planeó un momento en el
que los estudiantes pudieran observar cómo los ecosistemas nos
abastecen de alimentos, desde allí se conversó sobre el proceso
de sembrado y se explicó que todas las semillas tienen ciclos de
germinación diferentes, para ello sembraron diferentes
semillas: zanahoria, cilantro, lechuga y otras, en un vaso
plástico con un poco de algodón, ya que no se podía recolectar
tierra del lugar para esto, los estudiantes debían llevar un
registro del proceso de crecimiento de la semilla durante 30 días,
describiendo y dibujando en un esquema lo que iban
observando.
Por último, se habían planeado algunas actividades relacionadas
con el clima la actividad inicial de este momento consistía en
hacer llover, para ello con la ayuda de algodón, cinta adhesiva,
una botella, un alfiler, agua y colorante artificial, se llenaba la
botella con el agua y se echaban algunas gotas de colorante, se
perforaba con el alfiler y de esta manera salían las gotas de agua
(o la lluvia).
Adicionalmente, se pensaba generar una “nube” para que los
estudiantes observarán cómo se formaban en las alturas de la
atmósfera, para ello con la ayuda de alcohol, una botella de
vidrio, un inflador y un corcho se procedía a realizar el proceso,
impregnando la botella del alcohol y haciéndole un hueco
preciso al corcho de manera que cupiera el inflador de manera
ajustada y no se saliera el aire, se empezaba a llenar de aire y
después de pasar algunos minutos se retiraba el corcho de forma
rápida y se tapaba la botella con el pulgar de la mano.
Las actividades anteriores no se llevaron a cabo debido a que los
estudiantes debían estar en el centro educativo antes de las 12
del mediodía, adicionalmente no se contaba con el material
indicado para cada una.
Lo que sucedió:
Esta salida se realizó a dos zonas con características geográficas distintas pero todas ubicadas
en el corregimiento. Antes de iniciar el recorrido en el CER Media Luna, se reunieron los
dos grupos; se indagó por lo que recordaban de los talleres anteriores y se les dieron algunas
recomendaciones, por ejemplo, que debían irse livianos, llevar la mejor actitud, no dañar
flores, hojas, árboles y se solicitaba el mejor comportamiento para con el personal; se hizo
una charla introductoria de los lugares que se iban a visitar, su importancia y la necesidad
que ellos conocieran los procesos que se llevaban a cabo en estos lugares esto a cargo de una
persona del lugar y se les invitó a participar y a realizar preguntas o a despejar dudas si las
tenían; a la salida fueron varias docentes del plantel, ya que este día solo estuvieron en el
centro educativo los niños de primero y segundo.
La primera parada fue en el acueducto San Pedro ubicado en la vereda el Llano, descendieron
del transporte y fueron recibidos por el coordinador del acueducto. Se comenzó entonces por
el recorrido en el acueducto, en el lugar a donde llega el agua; se observó que los estudiantes
estaban bastante intrigados cuando el encargado mencionaba que debajo del agua había
varias capas de arenas finas y piedras que ayudaban con la filtración de la basura y la arena
que traía esta.
Después realizamos el recorrido por el cuarto de máquinas y las electrobombas que hacen el
bombeo hacia el tanque de almacenamiento; el personal encargado de esta área, les explicó
el funcionamiento del tablero regulador, cada uno de los botones, las alertas y qué
procedimientos se llevaban a cabo en caso de emergencias, todo este proceso se le explicó
también a la docente que nos acompañó con discapacidad visual, quien pudo tocar los
botones, escuchar las alarmas y se hizo una idea del lugar con la maqueta que había en el
lugar, lo que fue muy instructivo para los demás estudiantes.
Nos desplazamos hacia el lugar donde estaban ubicadas las tuberías que toman el agua para
la central, donde observaron cómo bajaba el agua de los arroyos y como tenía que ser
limpiada antes de ingresar por las tuberías; aquí los estudiantes dieron opiniones sobre la
importancia de mantener la quebrada limpia y cuidar la zona boscosa que hay alrededor. El
guía les mostró la problemática con las especies de plantas invasoras presentes en el lugar y
como eso afectaba el desarrollo y el crecimiento de especies nativas que podrían favorecer
la cuenca. Estudiantes como Mariángel B. (3ro) dieron algunas respuestas sobre ello
mencionando que “muchas personas traen plantas de otros lados sin saber que son
invasoras”; por otro lado, Sara R. (3ro) hace una siguiente reflexión al ver que la quebrada
baja basura “o sea que si tiramos la basura a la quebrada… nosotros mismos tomamos esa
agua contaminada”.
Nos trasladamos al mirador cerro
verde, ubicado en la vereda el Cerro,
allí se realizaron las actividades a
cargo del personal de la Secretaría,
se les dio una charla acerca del
cuidado de los bosques y de fauna
nativa y la importancia de su
protección y conservación, allí se les
habló de los helechos, siete cueros,
robles, orquídeas y musgo que era lo
que más resaltaba en el paisaje.
En la actividad del hábitat los estudiantes mencionaron algunos animales del lugar tales
como, abejas, cerdos, gallinas, perros y varios exóticos, leones, tigres, jirafas, osos entre
otros; se destaca que varios estudiantes (Daniel A, Mariángel B, Camila C, Sergio P.) tenían
conocimientos acerca de la fauna del país y nombraron especies endémicas, como el oso de
anteojos, perezosos y guacamayas. Al pasar a realizar el momento de aire tierra y mar, estos
entendieron con facilidad la dinámica, todos participaron e incluso el personal acompañante
también lo hizo. A partir de esta actividad, los estudiantes realizaron la clasificación de
Figura 8. Salida pedagógica, Acueducto San
Pedro.
Figura 9. Salida pedagógica al acueducto San Pedro, Cerro Verde. CER Media Luna.
hábitats de diferentes animales, utilizando las imágenes y sticker propuestos, se presentó
cierta dificultad ya que las imágenes utilizadas, no eran unos “hogares” como estaban
acostumbrados a ver, más bien se trataba de imágenes generales, como selvas, desiertos, ríos,
praderas, zonas boscosas etc., los stickers podrían pegarse en las imágenes, para ello se trató
de explicar las adaptaciones que presentan los animales en los diferentes territorios para
sobrevivir.
Figura 10. Salida Pedagógica, Acueducto San Pedro. CER Media Luna.
Por último, se realizó la siembra de las semillas, los estudiantes llevaron algunas de estas
semillas para la casa y otras para el centro educativo donde la mayoría germinó. Algunos se
llevaron varios vasos para sembrar en macetas que tenían en casa; se identificó que los niños
que tenían huertas en casa, conocían las semillas, pues no se les informó de qué eran.
Para concluir, los estudiantes estuvieron prestos a las actividades realizadas, se portaron de
manera respetuosa y amable con todo el personal tanto de la Secretaría como el personal
encargado del acueducto y del mirador, adicionalmente la participación de las docentes
acompañantes fue fundamental, ellas también estuvieron participativas y permitió un
acercamiento de ellas para conmigo, la profesora con la discapacidad visual estuvo
acompañada todo el tiempo y los estudiantes y las mismas compañeras nos encargamos de
que se sintiera a gusto y de explicarle todo lo que iba sucediendo a medida que se avanzaba
en el recorrido.
9.4. Taller 3
Tabla 7. Descripción de la experiencia vivida durante el taller 3, denominado
Fortalecimiento de propuestas de solución.
Objetivo Descripción
Revisar y consolidar las propuestas de cada
institución para la solución a un problema
identificado por los estudiantes, para la
Feria Ambiental.
En los CER Media Luna y el Placer, fue
sensibilizar a los estudiantes frente a la
pérdida de la biodiversidad a causa de las
situaciones y/o problemáticas ambientales
identificadas en cada institución.
Este taller inició con la recopilación de la
actividad sobre pérdida de la biodiversidad
planteada en el taller #2, se continuó con la
revisión de las propuestas para presentar en
la feria ambiental con la idea de poder
buscar soluciones o alternativas a estas, por
último, se realizó la elección de los
estudiantes que hablarían y explicarían estas
en la feria ambiental.
Lo que sucedió:
En el CER El Placer a pesar de la oferta educativa y lúdica que este tiene durante todo el año,
también se logró llevar a cabo esta actividad de la mejor manera, siete estudiantes de grupo
3ro, recolectaron material vegetal (hojas, ramitas, arena) y las pegaron en el pliego de cartón
paja, mientras conversábamos entre todos; Max M., Simón G., Joaquín P. y Simón C. (3ro),
identificaron y valoraron la importancia de las variedades de plantas para la supervivencia
de los animales en la naturaleza y cómo ello beneficia al hombre, comparando el servicio de
superhéroes insecto (insecto antropomorfizado) que ven en la televisión (kung fu Panda);
identificaron también las acciones del hombre que afectan esa diversidad, tales como echar
veneno en la casa o en jardín; la actividad se tornó divertida y reflexiva y aunque participaron
pocos estudiantes, fue bastante enriquecedora.
En el CER Media Luna, los estudiantes también recolectaron gran cantidad de material
vegetal, entre hojas de diferentes tamaños, palos, tallos, flores y frutos secos de los lugares
por los que caminan a diario y en donde viven, además el centro educativo cuenta con una
pequeña zona boscosa, esta actividad del collage les permitió trabajar en equipo y tomar
decisiones en conjunto, se realizó una votación para poder realizar el bosquejo sobre el cual
se pegaría el material vegetal, las opciones eran una hoja, un árbol o una flor, el ganador fue
el árbol; los estudiantes trabajaron entusiastas en la construcción de este y la profesora
cooperadora también participó de dicha actividad, les dio el espacio para decorarlo y para
agregar material con el que habían realizado silletas, este incluía una gran variedad de flores
coloridas que le dio un toque otoñal al árbol, además de prestarles elementos como hilos,
tijeras pegamento para madera, grapadoras, ganchos y mireyas entre otros. Entre los mismos
estudiantes surgían preguntas y respuestas del porqué del tamaño de las hojas, el colorido de
las flores o de los frutos, puesto que en días pasados se habían realizado varios talleres sobre
aves e insectos, abordado estos temas.
Entre las conversaciones que surgieron mientras se pegaban las hojas de plantas secas en el
CER El Placer, surgía el tema de la presencia o ausencia de animales en la huerta o jardín en
casa de los estudiantes, por ejemplo, Max M. y Simón C. se sorprendían de saber que se han
encontrado mantis religiosas y que hay muchas especies de colibríes. También tienen pocas
referencias sobre las lagartijas que viven en sus casas. Entonces, al preguntarse ¿Por qué
están en su casa y en la mía no?, y después de que ya muchos estudiantes habían afirmado
que sus papás cuidan los animales y las plantas, se dieron cuenta de que actos como fumigar,
cortar los árboles para construir la casa o cualquier otro edificio, ir por la carretera sin tener
Figura 11. Taller 3, identificando la biodiversidad. CER El Placer y Media Luna.
cuidado de la presencia o ausencia de animales como las serpientes, lagartijas, arañas, etc.,
son daños graves que hacen las personas sin tener conciencia de ello.
Joaquín P., pone una cara de asombro y culpa y dice que sus padres no son malos; a Max M.
le ocurre lo mismo pues descubre que las mantis mueren cuando se fumigan los cultivos. Se
conversó también sobre las especies de plantas nativas que ellos conocen y se preguntaban
sobre sus posibles funciones, aportando Simón G. que tienen usos medicinales y afirmando
que su abuelo conoce sobre ello.
El otro propósito de este encuentro, tenía que ver con la revisión de la propuesta ganadora
dentro de las situaciones y/o problemas ambientales planteados por los estudiantes en el taller
anterior; la propuesta ganadora fue “adopta un amigo”, como propuesta para contrarrestar la
tala de árboles (deforestación) por lo que, como solución se planteó la siembra de nuevas
especies de árboles y plantas nativas, al interior de la institución; para la socialización ante
todas las instituciones de Santa Elena, el día de la feria ambiental, se auto postula
Maximiliano G.
En el CER Media Luna, la propuesta seleccionada tenía que ver con la contaminación del
aire, se llamaba “en busca de un mejor aire”, allí se plantearon medidores de contaminación
caseros, realizados con vaselina y platos desechables; se dio uno de estos a cada estudiante
del grado tercero para que lo tuvieran en casa por aproximadamente tres días luego debían
traerlos para poderlos organizar y presentarlos en la feria ambiental; los que medidores que
presentaron mayor foco contaminante fueron los de estudiantes que vivían cerca a la vía
principal y quienes estaban ubicados cerca de fábricas, estos fueron los que se presentaron,
también se seleccionaron los estudiantes que explicarían la propuesta y cómo surgió, los
estudiantes elegidos fueron los que mayor participación tuvieron durante todos los talleres y
los que tenían mejores conocimientos acerca del tema ambiental, también se tuvo en cuenta
presentación personal y otras variables ya que la profesora ayudó con dicha selección.
9.5. Feria ambiental
Tabla 8. Descripción de la experiencia vivida durante la Feria Ambiental.
Objetivo Descripción
Socializar las propuestas y sus posibles La feria se desarrolló en el Coliseo de Santa
soluciones y/o alternativas ambientales
realizadas por los estudiantes, con el fin de
promover la cultura de sostenibilidad
ambiental en niños y jóvenes de las
diferentes instituciones educativas.
Elena parque Central con todas las
instituciones del corregimiento. En un
primer momento se hizo la instalación y
montaje de los stands a cargo de cada
institución y se procedió a la apertura por
parte de la Alcaldía. En un segundo
momento cada institución hizo la
presentación de su propuesta desarrollada,
por turnos, ante todo el coliseo. Finalmente,
representantes del Zoológico Santa Fe,
realizaron una intervención para hablar de la
biodiversidad y la importancia de su
protección por medio de juegos y una puesta
en escena con una dinámica teatral.
Lo que sucedió:
El transporte nos dejó en el parque principal donde está ubicada la institución educativa sede
principal del corregimiento, allí con el material que se iba a presentar caminamos hacia el
coliseo pues fue este el lugar asignado para llevar a cabo la socialización y la reunión de
todas las instituciones, se contó con la presencia de personal de la Alcaldía, jefe de núcleo
Secretaria de Educación y personal de la universidad, estaban entonces dispuestos los toldos
que se habían destinado para cada CER y los materiales generales para cada uno, papel kraft,
cartulina, papel bond, flores y algunos otros elementos; cada institución se encargaba de
organizarlo a su gusto y de acuerdo a la propuesta escogida.
Inicialmente estuvo haciendo la introducción a la feria el comunicador del proyecto,
lamentablemente no se entendió nada de lo que dijo por fallas en el sonido; luego pasamos a
recibir el refrigerio, que demostró una logística y compromiso por el discurso y por el
cuidado ambiental ya que redujo una cantidad significativa los residuos plásticos y a cambio
solo hubo papel y cascaras de mandarina, ambos biodegradables. A la hora de hacer la
socialización de las propuestas de cada grupo se presentó desorden por un lado porque se
requería de la quietud, escucha y atención de los estudiantes para con sus compañeros
expositores, lo que fue una tarea bastante complicada; por otro lado fue evidente que, algunos
grupos no lograron ahondar en el objetivo de las actividades por tanto sus propuestas fueron
algo flojas, otros en cambio presentaron muy buenas ideas, principalmente porque se notó
que ya venían trabajando un tema ambiental y este proyecto los alentó un poco más a
investigar.
Figura 13. Feria ambiental, intervención del Zoológico Santa Fe. Coliseo de Santa Elena.
Finalmente tuvimos de invitados un equipo del Zoológico Santa Fe, quienes estuvieron
hablando de la conservación de la biodiversidad, con sus intervenciones nos hacían darnos
Figura 12. Feria ambiental, Stand en busca de un mejor aire, CER Media Luna; Siembra
un amigo, El Placer.
cuenta de la belleza e importancia de la fauna. Con una obra de teatro nos hicieron reflexionar
sobre el tráfico de fauna silvestre; se trataba de un hada, un ave y dos cazadores, los
estudiantes prestaron atención y demostraron que les gustó mucho la propuesta. Al finalizar
el encuentro recogimos los materiales y dejamos todo en orden.
Hubo una participación activa de las docentes a cargo, lo que permitió un poco de control.
Muchos de los estudiantes seleccionados, al estar ante el público, reaccionaron con pánico
escénico y no expresaron las ideas que tenían planeadas, en el caso del CER Media luna
varios de los compañeros lo padecieron, sin embargo, debido a que se tenía todo el grupo
preparado para realizar dicha exposición, no pasó a mayores.
10. Categorías de análisis
10.1. Preconcepciones de los estudiantes
Las ideas previas o preconcepciones que tienen los estudiantes son fundamentales para la
aprehensión de nuevos conocimientos, el aprendizaje entonces pasa por este proceso de
contraste de ideas previas para formular y asimilar las nuevas ideas; en este sentido las ideas
previas juegan un papel crucial en el desarrollo del aprendizaje ya que estas son adquiridas
por los estudiantes a partir de su cotidianidad y la relación con el entorno en el cual están
inmersos, desde aquí entonces el análisis de los diferentes instrumentos como diarios
pedagógicos, relatorías y encuestas realizadas a padres de familia, profesores y estudiantes
resulta interesante, pues se puede observar el origen de dichas preconcepciones y la forma
de asimilar su entorno.
Se presta importancia a las ideas previas que tienen los estudiantes con respecto a la
biodiversidad y resulta valioso realizar una mirada sobre los sentimientos, pensamientos y
reflexiones que los niños tienen acerca de este tema pues estas se configuran desde allí; se
observó en la información recolectada que estos tienen preconcepciones con respecto a la
biodiversidad basados en sus creencias religiosas y que estas se ven influidas por diferentes
factores, entre ellos la relación directa que tienen con su núcleo familiar, que al respecto
Caurín y Martínez (2013), mencionan que muchos estudiantes en sectores rurales tienen
preconcepciones que van ligadas a sus contextos sociales y culturales, además los
estudiantes manifiestan la importancia de su conservación y las consecuencias de no hacerlo
como lo manifiesta Sara R. (3ro), indicando que “las personas utilizan muchos pesticidas y
por eso las abejas se mueren y si las abejas se mueren los animales y las plantas también y
no podríamos comer carne ni frutas” y Joaquín P. (3ro) “cuando uno echa veneno para los
insectos, también se mueren las arañas”, a partir de la reflexión de Sara se evidencia que los
estudiantes tienen presente que el ser humano depende de ella para sobrevivir y que es vital
protegerla y cuidarla, Melisa T. (4to) menciona que “en la casa mi abuelita por ejemplo tiene
plantas, del monte saca tierrita y también podemos sembrar, más flores o frutas…y de ahí
salen las silletas” .
Retomando la reflexión hecha por Sara R. se evidencia la importancia que los estudiantes le
dan a los insectos polinizadores que tienen en el lugar, como abejas y mariposas, estas de
crucial importancia en los procesos de polinización, lo que se evidenció en la encuesta
(pregunta 10), cuando se les pidió que señalaran con una X los que consideren que son
beneficiosos para los diversos cultivos.
Figura 14. Imágenes de la pregunta 10. Encuesta a estudiantes.
Se puede observar desde la información suministrada en la figura 15, los estudiantes
identifican a las abejas y a las mariposas como animales importantes para los procesos que
tienen que ver con la producción de alimento a través del servicio de polinización, el 72,9%
seleccionó a las abejas, el 41,7% seleccionó a la mariposa, el 33,3% seleccionó a la mariquita
y el 10,4% seleccionó a la tijereta. Es importante aclarar que los insectos usados y el caracol,
son animales propios de su contexto.
Figura 15. Pregunta 10. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad.
Al mencionar el medio ambiente en el taller 1, se presenta una relación con elementos de la
naturaleza como árboles, montañas y demuestran sus conocimientos previos, aunque básicos
y acordes a su nivel de formación, por ejemplo, al hablar sobre los árboles, los estudiantes
mencionan la importancia de estos como productores de oxígeno recalcando así esta
importante función.
Como parte de esa influencia familiar, se lograron identificar ciertas creencias religiosas,
asociadas con temas como medioambiente, naturaleza y/o biodiversidad, esto se observó
cuando Melisa T. (3ro) mencionó que “medio ambiente esta foto porque hay una montañita”
o cuando Karen T. del mismo grado habla sobre el origen de las flores indicando que “Dios
sembró las flores”.
En este orden de ideas, en la encuesta a los estudiantes, también se evidenciaron estas
creencias, por ejemplo, cuando se preguntó sobre lo que ellos creen que es la biodiversidad
o diversidad biológica (pregunta 5), la respuesta que obtuvo un mayor votación, como puede
observarse en la figura 16, la respuesta con el 54,2%, fue la que se refiere a la cantidad de
especies de animales y plantas; el 22,9% tuvieron en cuenta el espacio geográfico,
asociándolo con la cantidad de especies que pueden habitar allí y el 10,4% asocia la
biodiversidad con las especies de plantas y animales de las que el ser humano se beneficia.
El 12,5% manifestó no conocer la respuesta. Si bien la mayoría de las respuestas son acorde
con la definición de Oberhuber (2010), que menciona que la biodiversidad es el conjunto
de todos los seres vivos del planeta, incluido el ambiente en el que viven y la relación que
guardan con otras especies, teniendo en cuenta también los cambios que estas sufren con el
paso del tiempo, de cierta manera los estudiantes no tienen en cuenta y no alcanzan a
comprender el entramado de relaciones que compone la biodiversidad y cómo esas relaciones
son afectadas con las conductas humanas.
Figura 16. Pregunta 5. Encuesta a estudiante. Conocimientos sobre biodiversidad.
Al realizar esta misma pregunta a los padres de familia (pregunta 8) la respuesta obtenida es
similar a la de los estudiantes; en la figura 17 se evidencia que, para el 58,1%, la
biodiversidad tiene que ver con la variedad de especies animales y vegetales que conforman
la tierra, de esta manera se evidenció como los conocimientos y las ideas que los padres
tienen acerca de un concepto pueden influir en las ideas y la asimilación del entorno por
parte de los estudiantes.
Figura 17. Pregunta 8. Encuesta a padres de familia. Conocimientos sobre biodiversidad.
Siguiendo por esta línea, durante el taller 2, en la actividad que buscó el reconocimiento de
la biodiversidad y la identificación de las problemáticas ambientales, Joaquín menciona la
palabra “veneno”, cuando hace referencia a los pesticidas, entendiendo que los químicos
utilizados para controlar plagas resultan ser dañinos para el ambiente y pueden ocasionar
disminución en las poblaciones de artrópodos y demás animales que contribuyen a mantener
el equilibrio dentro de estos agroecosistemas, sin embargo existen otras alternativas más
amigables surgidas desde los mismos cultivos y de las mismas plantas que favorecen y
controlan de forma natural las poblaciones de insectos potencialmente plagas. De acuerdo
con lo anterior, en la encuesta a los padres de familia o apoderados, se les preguntó por lo
que ellos sabían sobre el control biológico (pregunta 6), que se ilustra en la figura 18, donde
el 39.5% de ellos indica que es un método de control de plagas, enfermedades y malezas con
otros organismos vivos y otra mitad 39.5% indica que es un control natural de plagas,
enfermedades y malezas con preparados naturales. Si bien ambas respuestas pueden estar
relacionadas, el control biológico está orientado según la Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (1996), al uso de organismos vivos para
el control de plagas, ya sean plantas u otros animales, con el uso de parásitos, predadores y
patógenos; El uso de este método permite que no haya afectaciones graves ni consecuencias
drásticas para el entorno y tampoco una disminución acelerada en las poblaciones, ayudando
entonces a regular y mantener el ciclo en el ecosistema. Este ha sido un mecanismo de
control, basado en los principios de la agroecología y aún no ha sido ampliamente aplicado
en los sistemas de producción agrícola, sin embargo, ya hay suficientes estudios que lo
respaldan y que vale la pena socializar y gestionar su aplicación.
Figura 18. Pregunta 6. Encuesta a Padres de Familia o Apoderados. Conocimientos sobre
biodiversidad.
Resulta entonces interesante observar las respuestas de la figura 19 cuando se les pregunta
por la función de un pesticida (pregunta 7), encontrando que el 62,8% dicen que es para el
control de insectos, el 39,5% menciona que su función es controlar hierbas y roedores, el
27,9% dicen que es para el control de plantas ilícitas y el 23,3% dicen que es para el control
de gérmenes y virus. Las anteriores respuestas demuestran un desconocimiento sobre el
correcto uso de los pesticidas, desde sus funciones y aplicaciones, sabiendo además que son
productos ampliamente comercializados.
Figura 19. Pregunta 7. Encuesta a Padres de Familia o Apoderados. Conocimientos sobre
biodiversidad.
Ahora bien, al hablar de entorno, podríamos acercarnos al concepto de fauna que los padres
tienen, pues este puede influir en los conceptos que los estudiantes se pueden forjar acerca
de varios temas, como la biodiversidad y su importancia, entre otros, puesto que los padres
tengan claridad frente a este tema proporciona seguridad y podría ayudar a resolver dudas
futuras de sus hijos, como se señala en la pregunta que se les pedía marcar de la lista, las
especies que NO hace parte de la fauna (Figura 20, pregunta 5).
Figura 20. Pregunta 5. Encuesta a Padres de Familia o Apoderados. Conocimiento sobre
Biodiversidad.
De acuerdo con el resultado se observa que los padres de familia o apoderados del
corregimiento reconocen el concepto de fauna y como lo menciona Serna y Mosquera
(2013), el diálogo de saberes tradicionales y los diferentes sistemas de clasificación permiten
que la comunidad se haga partícipe de la protección y conservación de la biodiversidad.
Al abordar la biodiversidad y su importancia, cuando se realiza la pregunta a los estudiantes
sobre dicho tema (pregunta 6), con el fin de identificar la relevancia que ellos le han dado
desde sus propias experiencias, se observó que la relacionan con los procesos evolutivos que
han tenido las especies a lo largo del tiempo, siendo esta la respuesta más reiterativa en ellos
como se observa en la figura.
Figura 21. Pregunta 6. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad.
Desde esta perspectiva, es importante mencionar que, los CER del corregimiento han
contado con jornadas pedagógicas planeadas por el por el Parque Arví desarrollando este
tema, por lo que se podría decir que para los estudiantes la biodiversidad y su cuidado y/o
protección, van ligados a las diferentes especies que hay en un lugar y los cambios que sufren
a lo largo del tiempo para poder sobrevivir y dejar descendientes. Al preguntarles sobre la
conservación y la protección de la biodiversidad (pregunta 17), que se pide poner un número
del 1 al 3, según ellos consideren el estado de conservación de los elementos de la figura
22, siendo 1: no conservado, 2: medianamente conservado y 3: muy conservado; los
estudiantes respondieron en su mayoría que, la diversidad de plantas se encuentra muy
conservada y que los recursos hídricos también lo están, pero por el contrario, otros como el
aire y los animales no están tan protegidos.
Figura 22. Imágenes de la pregunta 17. Encuesta a estudiantes.
Figura 23. Pregunta 17. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad.
En la figura 23 se puede observar los valores dados a cada elemento, por ello la importancia
de reconocer las diferentes problemáticas ambientales y no solo centrar la EA en temas
netamente ecológicos y sostenibles.
Teniendo en cuenta la protección de la biodiversidad de esas especies propias o ajenas a los
lugares, los estudiantes presentaron acercamientos a especies de plantas nativas e invasoras,
esto se ejemplifica cuando se conversó con ellos durante el taller 2, sobre las especies de
plantas nativas que conocían y sus posibles funciones, aportando Simón G. que “ tienen usos
medicinales” y afirmando que su abuelo conoce sobre ello al hablar de las denominadas
invasoras que hacen referencia a plantas que no son propias del contexto y que pueden
ocasionar alteraciones en los ecosistemas, pudiendo provocar la extinción de especies nativas
y endémicas de la región contribuyendo a la pérdida de biodiversidad; estos acercamientos
pueden ser soportados desde la pregunta por la (s) razón (es) por las que una planta es
invasora (pregunta 11) .
Figura 24. Pregunta 11. Encuesta a estudiantes. Conocimientos sobre biodiversidad.
En la respuesta más seleccionada por los estudiantes, el 39.6%, dice que las plantas invasoras
no son originarias de la región y se adaptan muy bien, por ello se convierten en invasoras;
desde allí que para los estudiantes sea importante el reconocimiento de su contexto en cuanto
a su flora, posibilitando la identificación de estas y favoreciendo la toma de decisiones de
manera conjunta con expertos y con la comunidad en general.
Abordando el tema del contexto, durante la actividad denominada Armemos nuestro
territorio del taller 1, los estudiantes asociaron el concepto con un espacio geográfico
determinado y tuvieron presente los lugares aledaños a las instituciones en las que se
encontraban, además de los espacios culturales con los que cuenta el corregimiento, hicieron
la identificación de lugares significativos para ellos, demostraron la importancia que estos
tienen en su cotidianidad: la iglesia, barrios aledaños a los centros educativos como
Manrique, Buenos Aires, Caicedo etc., la estación de policía, algunas veredas y las propias
escuelas, fueron algunos de los elementos que más resaltaron y para dar cuenta de
esto Emanuel B., Valery L. y Santiago Z. dibujaron algunas cosas de las que tenían en las
fotografías y en esta actividad, también se pudo evidenciar cuando Susana A. (3ro) indica
que “territorio es el lugar en el que uno vive”, o cuando Alejandro G. ( 4to) mencionó, “en
el territorio alguna vez había plantas”, ya que se menciona la importancia cultural que los
estudiantes dieron a los lugares; retomando el tema de las creencias religiosas estos
respondieron a la pregunta ¿qué pasaría si desapareciera la iglesia?, Mariana G (3ro),
responde “desaparece Dios”, a lo que Miguel le respondió “no desaparece Dios porque Dios
no está en la iglesia si no en el cielo y la tierra”, reiterando así las arraigadas costumbres
religiosas que presentan. Al preguntar ¿y si desaparece la escuela? respondieron “estaría en
la casa” (Juan G. 4to),” no tendríamos educación” (Joaquín P. 3ro), demostrando así la
importancia que tiene para ellos formarse y estudiar.
Si bien los estudiantes se encuentran en un contexto con gran variedad de plantas y animales
y que cuenta con recursos hídricos que merecen especial protección debido a su importancia
ecosistémica y cultural, se pudo evidenciar que estos reconocen parte de ella pero asocian
esto a sus creencias religiosas influenciadas por su núcleo familiar, se presentan también
algunos niveles de desconocimiento en cuanto a otros insectos de importancia biológica
como “mariquitas” y “tijeretas” entre otros, puesto que aunque estos reconocen el papel de
las abejas y mariposas en los procesos de polinización no abarcan todo el entramado que se
presenta allí.
La importancia del contexto a nivel educativo y curricular esbozan y dan puntadas para que
los estudiantes construyan identidad con su entorno y logren aprendizajes más significativos,
tener en cuenta sus ideas previas propicia que se preparen clases y material académico mucho
más acorde a sus necesidades y entorno sociocultural y ambiental, también juegan un papel
importante las personas cercanas a ellos, por lo que involucrarlos en el proceso educativo
puede favorecer su aprendizaje.
10.2. Actitudes Científicas
Los procesos educativos que abordan las actitudes científicas, necesitan favorecer una
“visión panorámica de la realidad” como lo resaltan Watts y Alsop (2000), sin mostrar
preferencias o inclinaciones sobre los puntos de vista o perspectivas diversas de los
estudiantes, lo que hace complicado un proceso educativo sobre actitudes; hay que tener en
consideración que cada sujeto hará una asimilación desde su punto de vista de la realidad y
tendrá determinada actitud, entonces el conjunto de conceptos, que se traduce en
conocimiento, con la tendencia afectiva y la “conducta elegida” serán la esencia del concepto
de actitud, que de acuerdo con Alsop, (2005), Eagly y Chaiken, (1993), debe ser tenido en
cuenta, dada la responsabilidad de la educación, para la formación de sujetos autónomos y
críticos, capaces de tomar decisiones que beneficien no solo a la sociedad en todas sus
dimensiones, sino también al medio ambiente del cual hace parte, por lo que darle relevancia
a las actitudes de los estudiantes y en consecuencia a la dimensión afectiva durante la
planeación y ejecución de las propuestas de aula, tanto o más que a los contenidos, pues
ofrecen una ruta directa de aprendizaje.
Para nuestro caso, quisimos planear los encuentros de tal modo que favoreciera una
experiencia divertida y participativa de los estudiantes, además de que pudiéramos conocer
las prácticas ambientales de la comunidad educativa, inicialmente conforme a la temática del
proyecto y allí nos encontramos con lo que los niños y las niñas consideran como buenas
prácticas ambientales, haciendo de manera repetitiva aportes como: “tenemos que cuidar la
naturaleza”, ¿cómo?, “no tirando la basura a la calle y no desperdiciando agua”, “sembrar
más plantas”. Sus comentarios iniciales revelan su comprensión con relación a lo que ellos
creen, saben y sienten que es correcto para “cuidar la naturaleza”, como discurso que se ha
venido dando los últimos años pero que no ahonda en la comprensión de las causas y las
consecuencias de las problemáticas ambientales o de las relaciones que se dan en los
ecosistemas.
Aquí es necesario aclarar que, los niños van desarrollando y asumiendo diferentes actitudes
frente al mundo que van descubriendo y frente a las relaciones que van tejiendo con las
personas que los rodean y de esta forma van asimilando su propio entorno, sin embargo, estas
actitudes en ocasiones sufren cambios y modificaciones a causa de situaciones a las cuales
se ven expuestos los sujetos, afectando o favoreciendo el entorno en el cual ellos se
encuentran. De acuerdo con esto, después de la intervención del taller 2, en que abordamos
los problemas y las situaciones ambientales, los mismos estudiantes lograron identificar las
causas y las consecuencias tanto de las situaciones ambientales como de los problemas, de y
desde las prácticas cotidianas, lo que favoreció nuevos aportes, que se reflejaron para el
cierre del taller 3, con comentarios un poco más elaborados con relación a buenas prácticas
ambientales, por ejemplo: Isaura P. (3ro), “Ser mejores personas, montar en bicicleta, no
matar los peces, no tirar basuras ni a los ríos ni a las calles”, comentario bastante interesante
pues su expresión de “ser mejores personas” implica también la forma de relacionarse con el
otro como una buena práctica ambiental al comprender que el ser humano también hace parte
de la naturaleza. Por otro lado, Mattias R. (3ro) dice, “Apagar las fogatas, plantar más, no
talar más”, demuestra su relación de cercanía con el bosque; Joaquín P. (3ro) dice,” No dañar
el territorio de las arañas”, menciona a las arañas desde que se enteró que estas también
mueren cuando se aplican pesticidas. Sus comentarios reflejan la atención por la
biodiversidad y no solo al cuidado del agua y el manejo de residuos que tenían inicialmente,
además demuestran sus creencias, intereses y motivaciones.
En los cuestionarios aplicados, se incluyó un apartado con preguntas sobre las prácticas
ambientales. Por ejemplo, la pregunta sobre los hábitos en casa que se reflejan en la figura
25, el 52% de los estudiantes de los CER Media Luna y El Placer, dicen adoptar prácticas
relacionadas con el manejo de basuras, dentro de las cuales el 45,8% separan los desechos
orgánicos de los inorgánicos, el 50% reúsa las botellas plásticas y el 52% no tira las basuras
a la calle. En cuanto a la disposición final de los residuos (pregunta 13), el 89,6% espera a
que pase el camión recolector mientras que el 4,2% quema la basura en casa. Si comparamos
sus respuestas con la de los padres de familia, el 85% espera que pase el camión recolector
y el 0% quema las basuras.
Figura 25. Pregunta 12. Encuesta a estudiantes. Prácticas ambientales.
Lo anterior se contrasta con las prácticas al caminar por el bosque (pregunta 15), en que el
81% evitan tirar basuras al suelo y el 54% ayudan a recoger la basura que se encuentren en
el camino.
Figura 26. Pregunta 13. Encuesta a estudiantes. Prácticas ambientales.
El tema del manejo adecuado de residuos ha sido el interés de la mayoría de los programas
de EA que se centra en la adecuada disposición, más que en la reducción de la producción
de basura en los hogares, lo que implica el consumo consciente y medido de productos
embalados en plástico. Puede esto demostrarse con los resultados de las encuestas de los
padres de familia o apoderados sobre actitudes ambientales, en cuanto a las estrategias que
aplica en casa, el 65,1% separa los residuos orgánicos de los inorgánicos (pregunta 12).
Figura 27. Pregunta 12. Encuesta a padres de familia o apoderados Prácticas ambientales.
El 60,5% no arroja basuras a la calle o al bosque y el 46,5% evita consumir y transportar
alimentos en envases desechables (pregunta 19). No queda muy claro si los padres hacen
distinción de lo que es el reciclaje o si lo entienden como la separación en su fuente, términos
completamente distintos, pero la manera en que se encuentran planteadas las preguntas y las
respuestas no permite una correcta interpretación.
Figura 28. Pregunta 19. Encuesta padres de familia o apoderados. Prácticas ambientales.
Por otro lado, el 34,9% hace uso de productos de aseo amigables con el ambiente (pregunta
19), lo que demuestra una posible comprensión del efecto que los productos de aseo tienen
sobre el ambiente y por lo tanto, su compromiso su cuidado teniendo en cuenta que, el 60,5%
se beneficia de nacimientos de agua en sus casas.
Hasta aquí se ha dado bastante relevancia al tema de la disposición de los residuos, tanto
porque es una de las problemáticas más evidentes que aqueja a territorio, como porque es el
tema en el que más se enfocan las estrategias de EA en las escuelas. En este sentido y
teniendo en cuenta que la educación en ciencias ha de ser orientada hacia la relación de las
personas con el ambiente y en su propio contexto, para favorecer la adquisición de
conocimientos que, partiendo del interés de los estudiantes por conocer, de acuerdo a lo que
sienten, creen y saben de su entorno y en nuestro caso orientando la mirada sobre la
biodiversidad, contribuye a proponer experiencias que generen transformaciones favorables
para la adopción de esas actitudes responsables.
De acuerdo con esto, buscamos la posibilidad de hacer cambios en la comprensión
fundamental de la naturaleza y en las actitudes, que tienen que ver con la relación que la
especie humana ha creado con el resto de la ecología planetaria; indagamos por los
conocimientos que tienen los padres sobre el control biológico, de la figura 29, vemos que
el 39,5% acertaron en que es un método de control de plagas, enfermedades y malezas con
organismos vivos.
Figura 29. Pregunta 11. Prácticas ambientales
En cuanto a este tema, las respuestas sobre las prácticas de control de plagas que utilizan los
profesores en la escuela, de la figura 30, muestran que el 20% dice hacer uso de pesticidas,
el 20% hace uso de enemigos naturales, el 20 % usa biopreparados a partir de plantas y el
40% dice no hacer nada.
Figura 30. Pregunta 22. Encuesta a profesores.
En este análisis también se contempló el cuidado del agua como una actitud importante a
considerar, pues si bien pueden tener el conocimiento científico sobre la necesidad y
relevancia de los recursos hídricos, el hecho de cuidarlos, ser responsables y pensar en un
futuro, indica una actitud medioambiental. En este caso, los estudiantes en el Taller 1, dicen
que cuidan el agua porque ahorran cuando se cepillan los dientes, pues usan un vaso con
agua para cepillarse, y en la encuesta el 58,3% aprovechan las aguas lluvias para hacer aseo
en casa (figura 31).
Figura 31. Pregunta 15. Encuesta a estudiantes.
Si bien es complicado pretender lograr grandes cambios en un proyecto de EA aplicado en
cinco encuentros con estudiantes, sí es importante rescatar que, hicimos un trabajo por el
reconocimiento de la biodiversidad y la necesidad de su cuidado, con el fin de trascender el
tema del manejo de residuos, que es importante pero que, visto como un hecho aislado no
engloba las consecuencias hacia la biodiversidad, lo que finalmente se vio reflejado en el
discurso de los estudiantes al incluir el tema de la protección de las arañas, como insistía
Joaquín, desde el reconocimiento de su papel en el control biológico, o de otros animales del
bosque, principalmente en cuanto al uso de pesticidas, práctica bastante común entre los
habitantes de Santa Elena. Por otro lado, los estudiantes comprendieron el valor de consumir
alimentos preparados en casa porque no aportaba basuras de ese modo y se sentían orgullosos
de destapar sus cocas en el descanso para tomar su media mañana.
Poniendo en conversación la categoría de las preconcepciones de los estudiantes con esta
categoría, los estudiantes demostraron cuáles eran sus creencias, en relación con su sistema
de valores que está fuertemente vinculado con la cultura silletera del territorio y la religión,
que son relevantes mencionar, pues hace parte de las características que condicionan o
predisponen el comportamiento y que relacionado con las actitudes inherentes al ser humano
en edad infantil y que son las mismas actitudes necesarias para hacer ciencia, se puede decir
que, siempre mostraron curiosidad durante los encuentros al participar en las actividades;
honestidad al participar y aceptar que sus prácticas o las prácticas de sus padres afectan la
biodiversidad pero no son conscientes de ello; apertura mental y crítica al analizar las causas
de las problemáticas ambientales y análisis de información, tras proponer una solución a la
problemática identificada en sus instituciones.
10.3. Taller como estrategia didáctica para la Educación Ambiental
Como maestras en formación y sabiendo que es un perfil que presumiblemente ha de durar
durante todo el ejercicio docente y sobre todo como personas adultas, nos encontramos
constantemente preguntándonos sobre las propuestas que más puedan motivar la
participación de los estudiantes para el desarrollo de un tema. Se sabe que, el saber docente
no acoge solo el saber disciplinar, sino también su saber procedimental y pedagógico desde
su propia subjetividad que, será nutrido constantemente por la experiencia vivida durante
todo el ejercicio de su práctica docente (Tardif, 2014) y son los resultados de su experiencia
lo que le permitirá desarrollar planeaciones de clase exitosas y entiéndase por “clases
exitosas” aquellas en las que la participación de los estudiantes es fluida y hay un intercambio
de conocimientos entre profesor y los estudiantes, donde entran en juego la habilidad del
profesor para mantener el control del grupo, la motivación y la posibilidad de favorecer la
comprensión y aprehensión del conocimiento que se desea transmitir. Es por esto que, la
respuesta de los estudiantes a las planeaciones de las actividades implica la confrontación de
“lo que yo creo que puede funcionar, como maestra”, versus “lo que en realidad sucedió”, y
merece una categoría de análisis. Para esta, nos basamos principalmente en las reflexiones
de nuestros diarios pedagógicos.
La metodología a la cual nos acogimos fue el taller, pues de acuerdo con Sanjurjo (2009)
constituye un instrumento de comunicación pedagógica y de intercambio de saberes pues
facilita la circulación de significados, la elaboración de interpretaciones y los procesos de
reflexión. En el proceso, de manera general, se cumplió con los objetivos de los encuentros,
aunque nos sucedió de manera repetitiva que, pensando en tener una alta oferta de actividades
que permitiera pasar de un momento a otro, reduciendo los espacios para la distracción o el
aburrimiento de los estudiantes, en ninguno de los encuentros se aplicó al 100% la
planeación. Esto sucedió porque, en el momento de estar presente, frente al grupo, teníamos
que tomar decisiones con relación al control del grupo, saltándonos algún paso.
Adicionalmente, las actividades que pensamos que iban a ser fluidas y divertidas no
resultaron como esperábamos, por ejemplo en el taller 1, nos pudimos percatar de que en
realidad a algunos de los estudiantes les costó opinar, o participar frente a todos sus
compañeros, tal vez porque éramos desconocidas y estaban tímidos; de este modo, es
necesario tener en cuenta que, la participación se hace más fácil para algunos estudiantes y
por el contrario, para otros es más complejo por lo que toma más tiempo, entonces , mientras
esperábamos el aporte de cada uno y cada una, otros estudiantes estaban jugando y buscando
cambiar de actividad. Con el primer taller, en el momento de la presentación, buscamos
“romper el hielo” y darles a los estudiantes la confianza de participar desde sus propios
saberes y gustos al elegir un sticker con el que se sintieran identificados y resultó curioso,
ver que los estudiantes acomodan su discurso más a lo que ellos creen que el docente quiere
escuchar, que a lo que ellos verdaderamente sienten y piensan, por lo que siempre estábamos
haciendo énfasis en que hablaran desde ellos. Por ejemplo, Anderson G. (4to grado),
sorprendido de que nadie le corrija durante sus intervenciones dice “entonces ¿si yo digo que
tal cosa es esto, entonces así es?” y, además, era de los estudiantes que más participaba,
satisfecho de que sus aportes fueran tenidos en cuenta y sin recibir negativas.
En el taller 2, también sucedió que no se aplicó toda la planeación pues el tiempo no alcanzó,
aunque para este momento se llevaron propuestas más experimentales y prácticas que
favorecieron más la participación por parte de los estudiantes. En este encuentro fue más
evidente la fortaleza que tiene el taller como metodología de trabajo que favorece la
circulación de saberes y significados pues se busca que sea dinámico y participativo. El
diseño de las bases para que los estudiantes en cada una de ellas tuviesen la posibilidad de
tocar, armar, buscar y comparar, evidentemente logró movilizarlos emocionalmente para un
mejor aprendizaje, sin embargo, contamos con la fortuna de que este encuentro fuera dirigido
por tres profesores (la estudiante practicante, y dos promotores de la Secretaría).
Para el taller 3, debido a que la planeación era más reducida, porque el objetivo era concretar
la propuesta que se socializó en la feria ambiental, se profundizó con el /los estudiantes sobre
el discurso que usaría, lo que permitió afianzar mucho más la comprensión de la importancia
de abordar el problema ambiental y la solución planteada por la institución. En este sentido,
el encuentro fue mucho más fluido y conversado, permitiendo que los estudiantes hicieran
aportes más tranquilos, desde sus intereses, por ejemplo, cuando relacionaron casos de los
programas de televisión que ellos ven, para explicar su nivel de comprensión de la
importancia de algunas especies en la naturaleza, tal como antropomorfizar las mantis y las
arañas con una función de “súper héroes”. En este sentido, resulta relevante para nuestra
experiencia como docentes en formación que, favorecer la comunicación en espacios más
flexibles y más livianos en programación, moviliza de manera más libre las emociones y la
disposición de los estudiantes hacia los aprendizajes.
Adicionalmente este taller permitió el trabajo en equipo, la toma de decisiones en conjunto,
el trabajo colaborativo y la puesta en marcha de la creatividad, la curiosidad, la observación
y el ensamble de lo que se habían realizado en los talleres anteriores, permitió también el
espacio para que los estudiantes demostrarán sus emociones y las dudas que tenían con
respecto a temas puntuales, como los procesos de conservación de las flores que se usan en
las silletas o procesos de descomposición de material vegetal por parte de diferentes
microorganismos etc. Propició el reconocimiento de su flora, movilizándolos a observar
cómo en los bosques cercanos se entremezclan muchas especies de árboles y plantas con
variadas hojas, flores y frutos; se preguntaron acerca del papel que cumplen los hongos e
insectos que notaron en las hojas secas y el material vegetal recolectado, evidenciando así la
importancia de pequeños insectos que aportan a la descomposición del material vegetal que
cae al suelo, además de la función de los hongos y los microorganismos descomponedores.
Desde nuestro punto de vista este taller, aunque corto y sencillo fue el enlace para que los
estudiantes activaran la curiosidad, además de permitir la expresión de sus sentires y el
acercamiento a los docentes, rectora y las practicantes de una manera más fluida y menos
formal al interior del aula y de la dinámica institucional.
La salida pedagógica por su parte, trajo consigo un mundo nuevo, estuvieron atentos y
prestos a las explicaciones y a la información transmitida por las diferentes personas que nos
acompañaban, aquí se puede hacer énfasis en la importancia que tiene el lenguaje que se
transmite a los niños y niñas, puesto que de esa buena conexión dialógica que se realice con
ellos en este tipo de eventos podrán mejorar, aclarar dudas o crear sus propias ideas a partir
del contexto en el que se encuentran y de las personas con las que tienen contacto. Las salidas
pedagógicas son herramientas valiosas en la Educación Ambiental, pues brindan elementos
de realidad que son casi imposibles de describir a través del libro de texto, de la imagen o
del video, permiten el contacto con la realidad y la articulación con la formación del ser
humano, además pueden facilitar los procesos de aprendizaje y la comprensión de los
conceptos de una forma más fácil y amena como lo señala Orión (2001).
En general, el proyecto pretendía fomentar las buenas prácticas ambientales desde la
comprensión de que la sociedad, la naturaleza y el territorio componen todo el medio
ambiente y para ello, también se quiso fortalecer los proyectos ambientales educativos que
venían desarrollando en cada institución educativa y desde la problemática que cada
institución haya identificado previamente, sin embargo la premura y el afán “por cumplir
con la tarea” desde lo que debía mostrarse en la feria ambiental, dificultó un verdadero
empoderamiento por parte de los estudiantes, que de acuerdo con Larrosa (2006), una de las
dificultades de la experiencia es la falta de tiempo.
Para el caso del CER El Placer, la propuesta de “siembra un amigo” que quería solucionar el
problema de la deforestación y para mantener la motivación de los estudiantes con las plantas
que adoptarían, conseguimos más plantas frutales y realizamos una resiembra de los árboles
entregados por la Secretaría, de manera más dispersa y conjunta con el grupo por las zonas
verdes de la institución.
Por otro lado, el CER Media Luna optó por trabajar medidores de calidad del aire caseros y
se compraron algunos árboles para sembrar cerca del pozo séptico pues este se estaba
convirtiendo en un problema debido a los olores que generaba, se plantearon otras
soluciones, pero estas requerían de capital institucional por lo que no se pudieron ejecutar.
Para concluir, queremos enfatizar en las posibilidades que el taller ofrece, como metodología
de trabajo práctico para el desarrollo de experiencias significativas y movilizadoras de
reflexión, propuestas como un ejercicio que complementa las actividades del aula y le
permite al estudiante y al profesor generar nuevos significados en la relación con el otro y
con lo otro, por lo que para la EA y para nuestro caso puntual, demostró tener la flexibilidad
y la capacidad de entablar relaciones con el entorno, y sobre todo para fortalecer las actitudes
científicas que son inherentes al ser humano en la etapa infantil.
11. Reflexiones finales
Basándonos en nuestra experiencia y teniendo en cuenta las reflexiones a profundidad que
surgieron durante este proceso, la sistematización favoreció una nueva mirada hacia el
delicado entramado de las relaciones humanas y las acciones sobre su entorno inmediato de
acuerdo a la diferentes condiciones que se presentan, desde allí que el objetivo de analizar
dicha experiencia haya sido enriquecedor para nosotras como maestras en formación, puesto
que los contextos y el cambiante devenir educativo dan un paso a la vez, pero debemos
rescatar los pequeños cambios que se efectúan en los contextos educativos influenciados por
diferentes actores; en nuestro caso, la implementación de talleres relacionados con
Educación Ambiental, develan cuán delicadas pueden ser esas interacciones y como se ven
afectadas y permean la cotidianidad de los individuos que allí se encuentran. Adicionalmente
el análisis resalta la importancia de indagar por los factores claves y fundamentales durante
el desarrollo del proyecto, teniendo en cuenta que la sistematización de experiencias produce
conocimientos y aprendizajes significativos que posibilitan apropiarse críticamente de las
experiencias vividas, los propios saberes y sentires, y así comprender y explicar los
contextos, sentidos, lógicas y aspectos problemáticos con el fin de transformar y cualificar
la comprensión y expresión de las propuestas educativas de carácter comunitario; nos
permite dar cuenta de nuestras reflexiones, nuestros sentires y como se desenvuelve un
entramado difícil de entender desde la mirada del otro, ajeno al contexto y la situación
particular de cada ser.
Desde este panorama de trabajo con la comunidad educativa, a partir de la metodología de
taller, orientado al fortalecimiento de buenas prácticas ambientales y el reconocimiento de
una visión sistémica de ambiente, se posibilitó la identificación de la problemática ambiental
que justifica este proyecto y que contribuyó a que los estudiantes hicieran un acto de
reflexión frente a los diferentes fenómenos ambientales presentes en las instituciones; desde
allí y según la información recolectada, en contraste con los resultados obtenidos en esta
investigación, se determinó que se presentaban algunos problemas relacionados con la
pérdida de la biodiversidad, pues se ve gravemente afectada a causa de las diferentes
prácticas que los seres humanos tienen en su cotidianidad y teniendo en cuenta el contexto y
las condiciones socioculturales, podría decirse que, dichas prácticas pueden afectar el
equilibrio ecosistémico y consecuentemente la conservación de la biodiversidad. Lo anterior
considerando la evidencia, de que los estudiantes reconocen su contexto, pero desconocen
cómo sus prácticas pueden propiciar perdida en la biodiversidad. Se resalta la importancia
de que la comunidad educativa y en especial los estudiantes de básica primaria pudieran
reconocer parte de la biodiversidad con la que cuentan y en ese sentido, se pueda favorecer
la apropiación de las acciones orientadas a la conservación.
La sistematización de la experiencia durante la práctica, ha resultado ser el primero de
muchos pasos que se darán en el ejercicio profesional, principalmente si para dar valor a la
labor docente y al papel de la EA en Colombia se trata. La experiencia se ha cargado de
significado y valor después de la sistematización, tras analizar la recuperación del proceso
vivido, pues movilizó una gran cantidad de emociones que harán que este aprendizaje sea
para toda la vida pues, debido a que el proceso de reflexión y análisis crítico (por parte de
las compañeras, las asesoras y la más mordaz de todas, la autocrítica) implicó una constante
deconstrucción y construcción de todo el ser, el hacer y el saber, no solo como maestras en
formación, futuras profesionales, si no también y principalmente como mujeres y seres
humanos.
En la línea de formación de Educación Ambiental hemos sido testigos del fluctuante estado
de esperanza y desesperanza que acompaña las planeaciones y ejecuciones de las propuestas,
en cuanto a la necesidad que sentimos en nuestros corazones por generar un cambio cultural
que se vea reflejado en las acciones cotidianas hacia el medio ambiente, que trascienda la
mera palabrería. De los más grandes e importantes aprendizajes que esta experiencia nos ha
dejado es que, los grandes cambios, empiezan desde las pequeñas acciones y esas pequeñas
acciones en ocasiones no pueden ser medidas o ni siquiera descritas con palabras, porque
hacen parte del mundo del individuo, en su espíritu, algo tan sencillo e íntimo como el
reconocimiento de una identidad, como persona que hace parte de una comunidad y del
espacio físico en el que habita. La sistematización ha permitido abrazar los polos positivos y
negativos de la experiencia, así como si de la materia y de la energía habláramos, pues juntos
y no disgregados, cargan la potencialidad de crear, CREAR la realidad que deseamos vivir.
Las sistematización de las experiencias vividas durante la aplicación de los talleres de
Educación Ambiental en el Corregimiento de Santa Elena, con estudiantes de básica
primaria, nos mostró las posibilidades ilimitadas de la mente humana cuando contrasta su
experiencia con las experiencias de otros, lo que conocemos como las teorías y los conceptos
que fueron construyéndose poco a poco con el tiempo, como un gran edificio desde sus bases
y por lo cual, nosotros tenemos la responsabilidad y el compromiso de seguir construyendo,
desde el piso en que estamos, ahora debemos alzar las paredes y el techo para sostener a los
que vienen. La educación y específicamente la EA junto con el papel del docente ha sido
subvalorado por mucho tiempo en nuestro país, que no es ajeno a las dinámicas económicas
de poder que ha traído la globalización, pero el reconocimiento de su gran valor, su
importancia, trascendencia social y cultural, solo puede lograr sus propósitos empezando el
cambio por una(o) misma(o): “Ser el cambio que deseas en tu vida”, esa es la más importante
lección a interiorizar durante las clases y durante toda la vida.
Como fruto de toda esta experiencia, la Secuencia Didáctica sería la estrategia que permitió
vincular el marco conceptual con el problema identificado, es decir, se pensó como la
metodología a través de la cual, trabajaríamos con los estudiantes las actitudes científicas,
que no son más que las actitudes que son propias de los niños y niñas: curiosidad, creatividad,
la honestidad, la flexibilidad, la observación y la apertura mental, entre otros, con un
propósito establecido, que es el reconocimiento de los polinizadores de su contexto, como
elementos vitales para el mantenimiento de la biodiversidad. En la secuencia se pensó de
manera global los temas y subtemas que permitan tener una visión general y particular de los
polinizadores: quienes son, cómo operan y cuáles son los servicios ecosistémicos en que
intervienen. Lamentablemente, debido a la contingencia mundial que emergió durante la
práctica, la propuesta no pudo ser aplicada como lo deseamos, pero seguimos trabajando en
ella, cargándola de sentido y de propuestas enriquecedoras para su participación; se adaptó
para un grupo de seis estudiantes que participarían adoptando un rol o avatar y para quienes
se desarrolló un material didáctico, que cada avatar portará y manejará para poder jugar
durante los encuentros, de ese modo se espera movilizar la lectura, además de motivar la
investigación para ampliar la información concerniente al rol de cada estudiante en el juego.
El papel del docente aquí, es el de motivador y moderador, pues serán los estudiantes los que
determinarán el curso que el juego pueda llevar, de acuerdo a las propuestas e ideas que
surjan de ellos.
Así pues, la SD es una propuesta educativa para la protección de la biodiversidad que hemos
construido, fruto de la experiencia de nuestra práctica y ha sido creada desde las múltiples
posibilidades que brinda la imaginación humana. No podemos decir que es una propuesta
original pues contiene aportes de gran cantidad de fuentes, pero, tal vez sea innovadora
porque le apuesta a las metodologías didácticas de los juegos teatrales, juegos de roles,
lectura y escritura desde la dimensión conceptual de lo que es Jumanji, no sólo como libro y
película, si no como lo que significa su palabra en Zulú: "muchos efectos". En consecuencia,
con esto, hay una gran apuesta e invitación por lograr su aplicación y sistematización,
replicada en diferentes contextos, para observar y contrastar los resultados que pueda tener,
al presentarse como una herramienta que estimule la creatividad de los jugadores para lograr
aprendizajes significativos y desarrollar propuestas de conservación y por supuesto, poder
perfeccionar la propuesta.
A modo de recomendación y para cerrar, queremos enfatizar en que, a lo largo del ejercicio
docente es crucial estar en continua transformación y renovación de conocimientos, actitudes
y autobservación de los prejuicios y preconceptos que tenemos nosotras(os) mismas(os) pues
es algo de los que no nos percatamos fácilmente, es por esto que hay que estar siempre
dispuestas(os) al cambio, a la reflexión y al diálogo, con el fin de no atascarse o generar
desacuerdos que no conducen a la consecución de los objetivos propuestos y generan
desequilibrio; la adecuada gestión de las emociones es de vital importancia a la hora del
trabajo en equipo y con comunidades que involucran diferentes actores sociales.
En cuanto a la aplicación y ejecución de proyectos es importante tener claridad sobre todo
lo que se ejecutará, cómo, cuándo y dónde, son elementos primordiales que abarcan ese
proceso y que contribuyen a que culmine con éxito. Adicionalmente el trabajo en equipo es
primordial, la comunicación asertiva y la interacción efectiva de unos con otros facilitarán
las dinámicas propias de este tipo de acontecimientos.
12. Anexos
Encuestas sobre conocimientos sobre biodiversidad y prácticas ambientales.
Anexo 1. Encuesta a estudiantes
Anexo SEQ Anexo_ \* ARABIC 2. Anexo 2. Encuesta a Padres de familia o apoderados
Anexo 3. Encuesta Profesores.
Anexo 4. Consentimiento Informado CER Media Luna.
Anexo 5. Consentimiento Informado CER El Placer.
13. Referencias
Alcaldía de Medellín. (2020). Corregimiento de Santa Elena. Recuperado el 2 de julio de 2020.
https://www.medellin.gov.co/irj/portal/medellin?NavigationTarget=navurl://1608d2a90a8c
33ef85876b7e3fe9ed5d
Alsop, S.J. (2005). Beyond Cartesian Dualism: Encountering Affect in the Teaching And
Learning of Science. Dordrecht : Springer Verlag.
Arbeláez, M., & Onrubia, J. (2014). Análisis bibliométrico y de contenido. Dos metodologías
complementarias para el análisis de la revista colombiana Educación y Cultura. Revista de
Investigaciones UCM, 14(23), 14 - 31.
Arboleda, Julio C. (2011). La relatoría social como dispositivo de investigación en el aula para
fortalecer el pensamiento y el proyecto de vida social de los estudiantes, desde preescolar
hasta universidad. Facultad de Ciencias de la Educación, Humanidades, Filosofía y Artes.
Atehortúa, A; Rendon, L. E & Zapata, D. (2017). Influencia del proceso migratorio de la ciudad
al campo en la transformación sociocultural de las veredas aledañas al Parque Arví del
corregimiento de Santa Elena (Medellín) entre los años 2010-2016. Proyecto de grado en
trabajo social. Corporación Universitaria MINUTO DE DIOS.
Aznar, Fernández y Raga (2010). Valores, actitudes, creencias y conducta: ¿cómo fomentar
conductas ambientalmente responsables?
Barnechea G. M. Mercedes y Morgan T. M. de la Luz, (2010). La sistematización de
experiencias: producción de conocimientos desde y para la práctica. Tend. Retos N.º 15:
97-107. Perú.
Barreto, M. (2011). Consideraciones ético-metodológicas para la investigación en educación
inicial. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 2 (9), 635 - 648.
Bermúdez, G. M. A. et al. (2014). La transposición del concepto de diversidad biológica: un
estudio sobre los libros de texto de la educación secundaria española. Enseñanza de las
Ciencias, Barcelona, v. 32, n. 3, p. 285-302.
Bermúdez, G. M. Al; Longhi, Ana Lía De Gavidia, V. (2015). La enseñanza monumentalista y
utilitarista de las causas de la biodiversidad y de las estrategias para su conservación: un
estudio sobre la transposición didáctica de los manuales de la Educación Secundaria
española. Revista ciencia y educación Bauru.21 (3). p.673-691.
https://doi.org/10.1590/1516-731320150030010.
Bonilla Valero, Nancy. (2015). Aprender a vivir: una experiencia de educación ambiental en el
Colegio Rural José Celestino Mutis. Biografía. Escritos sobre la Biología y su Enseñanza.
ISSN 2027 Edición Extraordinaria. p.p. 490 – 502. Memorias del VIII Encuentro Nacional
de Experiencias en Enseñanza de la Biología y la Educación Ambiental. III Congreso
Nacional de Investigación en Enseñanza de la Biología.
Botero, C. (2011). El diario pedagógico como dispositivo de objetivación y control:
configuraciones de maestros. Investigación presentada como requisito para optar al grado de
Magíster en Educación. Facultad de Educación. Universidad de Antioquia.
Cáceres Péfaur, Beatriz ; Carballo Pérez, Kimara; Péfaur Vega, Jaime Eduardo (2016). La
sistematización de la unidad didáctica en educación ambiental: una aproximación desde
una experiencia en la ruralidad. Artículos Arbitrados,
Camargo, M. (2005). Maestro-investigador y ¿por qué no? En C. Hernández et al.
Navegaciones. El magisterio y la investigación (pp.111-139). Bogotá: IESALC-
COLCIENCIAS.
Cardona Morales, Elkin; Osorio Correa, Yesid, (2016). Transformaciones del territorio en el
corregimiento de Santa Elena (Medellín) Implicaciones del megaproyecto Parque Arví.
Sesión: población y migraciones o territorio y desplazamiento. Congreso Nacional de
Sociología. Dic 2016. Disponible en:
https://issuu.com/luzhelenanaranjoocampo/docs/19._transformaciones_del_territorio
Cardoso Silva, C. B.; Oliveira, A. C. (2013). ¿Como los libros didácticos de biología abordam
as diferentes formas de estimar a biodiversidade? Ciência & Educación, Bauru, v. 19, n. 1,
p. 169-180.
Castelltort, Alba; Sanmarti, Neus (2013). El aprendizaje interrelacionado de contenidos de
ciencias y actitudes ambientales en la educación primaria: la influencia de las actividades
externas en el caso del uso sostenible del agua. IX Congreso Internacional Sobre
Investigación En Didáctica De Las Ciencias. Girona, 9-12 de septiembre de 2013
Caurín, A. C., & Martínez, P. M. J. (2013). Análisis del concepto de biodiversidad en los libros
de texto de segundo ciclo de primaria en la Comunidad Valenciana (España). Perfiles
Educativos, 35(141), 97–114. https://doi.org/10.1016/s0185-2698(13)71837-3.
Denzin, N. K., Lincoln, Y. S.: Introduction: Entering the field of qualitative research. En:
Denzin, N. K., Lincoln, Y. S. (eds.): "Handbook of Qualitative Research" Cap. 1, Sage
Publications, California, 1994, Pag. 1-17 Traducción de Mario E. Perrone.
Donnelly, J.F. (2004). Humanizing Science Education. Science Education, 88, pp. 762– 784.
Eagly, A.H. y Chaiken, S. (1993). The psychology of attitudes. Forth Worth: Harcourt Brace
College Publishers.
Fajardo, C. (2010). Estudio etnobotánico de algunas especies del barrio los Andes de Bogotá y
reconocimiento de su valor sociocultural en la comunidad. Publicado en Desarrollo del
pensamiento científico: proyecto innovación en formación científica. In Alcaldía Mayor De
Bogotá Educación.
Fonnegra, R., Alzate, F., Orozco, C., Vásquez, C., Correa, A., Suárez, J., García, V., Roldán,
F., y Vasco, C. (2012). Medicina Tradicional en los corregimientos de Medellín: Historias
de Vidas y Plantas. Colombia. Medellín. Universidad de Antioquia-Alcaldía de Medellín.
Disponible en: http://www.udea.edu.co/wps/wcm/connect/udea/6d319bcc-0d6e-48c5-bcf1-
de46bf8ea270/Medicina+tradicional+en+los+corregimientos+de+Medellin.pdf?MOD=AJP
ERES&CVID=mPTwVZu
Frade, L. (2009). Planeación por competencias. México: Inteligencia educativa. Tomado de
http://www.dcne.ugto.mx/Contenido/Profesores/tecnicasdidacticas/Planeacion_por_compet
encias.pdf
Francke, M. y M.L. Morgan (1995) La sistematización: apuesta por la generación de
conocimientos a partir de las experiencias de promoción. Escuela para el Desarrollo, Lima,
Perú.
Galindo Cáceres, J. (1998). Técnicas de Investigación en Sociedad, Cultura y Comunicación.
México: Addison Wesley Longman. Historia oral y de vida: del recurso técnico a la
experiencia de investigación. pág. 207-265. Pág. 117- 164.
García R, M. y Sánchez, B. (2006). Las actitudes relacionadas con las ciencias naturales y sus
repercusiones en la práctica docente de profesores de primaria. Perfiles Educativos, XXVIII
(114), 61-89. [Fecha de consulta 20 de febrero de 2020]. ISSN: 0185-2698. Disponible en:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=132/13211404
García, J. & Martínez, F. (2010). Cómo y qué enseñar de la biodiversidad en la alfabetización
científica. Repositorio de la universidad de Valencia. Revista enseñanza de las ciencias.
28(2), p. 175–184.
Gardner, P. L. (1975). Attitudes to science: A review. Studies in Science Education, 2, 1-41.
Gaviria, J. (2017). Problemas y retos de la educación rural colombiana. Conocimiento y
políticas públicas educativas. Educación y Ciudad No 33. Colombia. ISSN 0123-0425. pp.
53-62
González, M. y Muñoz Vargas, B. (2018). El desarrollo de la actitud científica: una mirada
hacia las acciones didácticas de la docente en el aula de tres años basada en la filosofía
Reggio Emilia. Repositorio universidad pontificia Católica del Perú.
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle/20.500.12404/12968/Gonzalez%20An
t%c3%banez_Mu%c3%b1oz%20Vargas_Desarrollo_actitud_cient%c3%adfica1.pdf?seque
nce=1&isAllowed=y
González, O., González, M. y Ruiz, J. (2012). Consideraciones éticas en la investigación
pedagógica: una aproximación necesaria. EDUMECENTRO, 4(1), 1-5.
Gurdián Fernández, A. (2007). El Paradigma Cualitativo en la Investigación Socio-Educativa.
Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC). Agencia Española de
Cooperación Internacional (AECI), San José, Costa Rica.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2077-28742012000100001&lng=es&tlng=es.
Huerta P, J.M. (2008). Actitudes humanas, actitudes sociales. Conferencia en la Universidad de
Mayores Experiencia Recíproca, Madrid.
Jara, O. (2018). La sistematización de experiencias: práctica y teoría para otros mundos
posibles. Colombia. Bogotá. Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano.
Kellert, S. y Wilson, E. O. (1999). The biologic basis for human values of nature. En S. R
Kellert y E. O. Wilson (Eds.), The Biophilia Hypothesis (pp. 42-69). Washington, DC: Island
Press.
Larrosa, Jorge. (2006). Sobre la experiencia. Universidad de Barcelona. ALOMA.
López Noreña, Ómar Felipe (2016). El Proyecto Educativo Institucional, sistematización de
una experiencia enmarcada desde el modelo de Evaluación CIPP, en la Institución
Educativa Rural Chaparral de Guarne – Antioquia.
M. Paz Sandín Esteban (2003). Investigación Cualitativa en Educación. Fundamentos y
Tradiciones. McGraw-Hill. Madrid-España.
Martínez, P. (1999). Palabras de instalación del Simposio Internacional de Investigadores en
Educación. En CAB (Ed.), La investigación como práctica pedagógica (pp. 9-12). Santa
Marta: CAB.
McMillan, J. y Schumacher, S. (2015). Investigación Educativa: Una introducción conceptual.
España. Madrid. Pearson Educación S.A.
Ministerio de Educación Nacional. (MEN), (2010). Las rutas del saber hacer: Experiencias
Significativas que transforman la vida escolar Orientaciones para autores de experiencias
y establecimientos educativos. Consultado 10/06/2020 en: www.mineducacion.gov.co
Monje Alvarez, C. (2011), Metodología de la investigación cuantitativa y cualitativa. guía
didáctica.
Moreira M. Antonio (2002). Investigación en Educación en Ciencias: Métodos Cualitativos.
Programa Internacional de Doctorado en Enseñanza de las Ciencias., Universidad de Burgos,
Departamento de Didácticas Específicas, España; Universidad Federal do Rio Grande do
Sul, Brasil. Texto de Apoyo n° 14. Publicado en Actas del PIDEC, 4:25-55.
Moscoso, L. y Díaz, P. (2018). Aspectos éticos de la investigación cualitativa con niños. Revista
Latinoamericana de Bioética, 18(1), 51-67. https://doi.org/10.18359/rlbi.2955
Murillo, G. (2008). Maestros contadores de historias: relatos de vida. Medellín: Gobernación
de Antioquia, Secretaria de Educación para la Cultura.
Naranjo, C. y Carrero, A. (2017). Retos y desafíos de la Educación rural para niños y jóvenes
en escenarios de Construcción de Paz: una mirada desde lo local para la transformación
global Prospectiva. Revista de Trabajo Social e intervención social No. 24, julio-diciembre
2017: pp. 95-120.
Oberhubert, et al (2010). Cultura y bienestar humano: El papel de la biodiversidad. Centro de
investigación para la paz, (CIP-Ecosocial), Madrid.
Parra, R. (1999). La vida de los maestros colombianos. Diversidad y modernidad. En CAB
(Ed.), La investigación como práctica pedagógica (pp. 115- 124). Santa Marta: CAB.
Pérez M. Antonio. (2012). Actitudes hacia la ciencia en primaria y secundaria. Universidad de
Murcia, España.
Pérez, M. (2014). Miradas de la biodiversidad y la diversidad cultural: una reflexión a
propósito de la enseñanza de las ciencias. Sexto Congreso Internacional sobre Formación
de Profesores de Ciencias. Bogotá, Colombia. https://doi.org/10.17227/01203916.3234.
Pineda-Báez, N. Y., Garzón-Rodríguez, J. C., Bejarano-Novoa, D. C. & Buitrago- Rodríguez,
N. E. (2015). Aportes para la educación inicial: saberes construidos por el Proyecto
Pedagógico Educativo Comunitario. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez
y Juventud, 13 (1), pp. 263-278.
Quintero C., Sandra M. (2010). Promoviendo en los escolares actitudes y comportamientos
ambientalmente sostenibles para el cuidado y conservación del agua a partir de la visita a
un museo interactivo de ciencia. Universidad de Antioquia. Facultad de educación. Maestría
en educación. Línea: educación en ciencias experimentales y matemáticas. Medellín.
Ruiz B. Luz D. (2001). La sistematización de prácticas, proceso de sistematización de la
experiencia de convivencia del Liceo Nacional Marco Fidel Suárez. Sistematización de
experiencias en educación popular. Memorias Foro: Los contextos actuales de la educación
popular. Medellín.
Sampieri, R., Fernández, C.y Baptista, P. (2010). Metodología de la investigación. México.
McGraw-HILL / Interamericana Editores, S.A.
Sánchez Bonell, D. A.; Valencia Villa, P. A.; & Marín Niño, J. J. (2009). Un asunto de actitud
científica. Revista Educación Y Desarrollo Social, 3(1), 129-139.
https://doi.org/10.18359/reds.867
Sánchez Granada, D. P., Múnera Puerta, W. A., Hinestroza B, L. M., & Montoya Arango, S.
(2016). Tesoro vivo- Fauna silvestre en el Oriente Antioqueño.
Sánchez Rubio, D. (2002). La biodiversidad amenazada: propiedad intelectual y sistema
capitalista.
Sánchez y De la garza, (2016). Biofilia y emociones: su impacto en un curso de educación
ambiental.
Sanjurjo, L., et al, (2009). Los dispositivos para la formación en las prácticas profesionales.
Homo Sapiens Ediciones. Santa Fe. Argentina.
Santiago, E. (2007). Biodiversidad, cultura y territorio. Territorios, núm. 16-17, enero-julio,
2007, pp. 127-148 Universidad del Rosario Bogotá, Colombia.
Sauvé, L. (2005). Uma cartografia das correntes em educaçao ambiental. (p. 17-46). In Sato,
M. et Carvalho, I. (Dir.). Educação ambiental - Pesquisa e desafios. Porto Alegre: Artmed.
Sauvé, L. (2006). La educación ambiental y la globalización: desafíos curriculares y
pedagógicos. Revista Iberoamericana de educación, mayo-agosto, número 041.
Organización de los estados iberoamericanos para la educación, la ciencia y la cultura (OEI).
Madrid, España. pp, 83-101
Serna, S.; Mosquera, L. (2013). Saberes locales y territorios de vida: Memorias del III
Encuentro Comunitario para la Biodiversidad. Instituto de Investigación de Recursos
Biológicos Alexander Von Humboldt. Colombia
Strauss, A. y Corbin, J. (2002). Bases de la investigación cualitativa. Técnicas y
procedimientos para desarrollar la teoría fundamentada. Contus, Editorial Universidad de
Antioquia. Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia.
Tardif, Maurice (2014). Los saberes del docente y su desarrollo profesional. Narcea S.A
Ediciones. Madrid, España.
Universidad de Antioquia. Reglamento de práctica. ACUERDO 284, 18 de septiembre de 2012.
Facultad de Educación.
Varea, Anamaría (2004). Iniciativas para conservar la biodiversidad.
Vasco, E. (2005). La investigación en el aula o el maestro investigador. En C. Hernández et al
(Eds.). Navegaciones. El magisterio y la investigación (pp.103-110). Bogotá: IESALC-
COLCIENCIAS
Vasilachis G. Irene, R. Ameigeiras Aldo,B. Chernobilsky Lilia , Giménez Béliveau Verónica,
Mallimaci Fortunato, Mendizábal Nora, Neiman Guillermo , Quaranta Germán y J. Soneira
Abelardo (2009). Estrategias de investigación cualitativa. Barcelona, España. Editorial
Gedisa, S.A.
Vásquez Thorné, M., et al., (2018). Educación ambiental mediante la investigación como
estrategia pedagógica. Cultura. Educación y Sociedad 9(1), 228-239. DOI:
http://dx.doi.org/10.17981/cultedusoc.9.1.2018.18
Vázquez, A. y Manassero, M. A. (2007). En defensa de las actitudes y emociones en la
educación científica (I): evidencias empíricas derivadas de la investigación. Revista Eureka
sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 4(2), pp. 247- 271.
Vázquez, A. y Manassero, M. A. (2008). El declive de las actitudes hacia la ciencia de los
estudiantes: un indicador inquietante para la educación científica. Revista Eureka sobre
Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 5(3), pp. 274- 292.
Vázquez, A. y Manassero, M. A. (2008). En defensa de las actitudes y emociones en la
educación científica (II): Evidencias empíricas derivadas de la investigación. Revista
Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 4(3), pp. 417- 441.
Vázquez, A., Acevedo, J. A. y Manassero, M. A. (2005). Más allá de una enseñanza de las
ciencias para científicos: hacia una educación científica humanística. Revista Electrónica
de Enseñanza de las Ciencias, 4(2).
Vera, R. (1984). El taller de educadores como método de investigación y perfeccionamiento
docente, operando a nivel de las condiciones culturales de un proceso de democratización
escolar. Seminario para la Democratización De La Escuela Básica en Chile. Mimeo,
Santiago de Chile.
Verger, A. (2002). Sistematización de experiencias en américa latina una propuesta para el
análisis y la recreación de la acción colectiva desde movimientos sociales. Trabajo
enmarcado dentro del proyecto “Globalización y desigualdades en América Latina:
formación, contenidos e impactos de las políticas educativas y de lucha contra la pobreza en
Argentina, Brasil y Chile, financiado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el FEDER
(proyectos I+D).
Watts, M. y Alsop, S. (2000). The affective dimensions of learning science. International Journal
of Science Education, 22(2), pp. 1219-1220.
Wilson, E. (1989). Biofilia. México: Fondo de Cultura Económica.
Recommended