_____________1- INTRODUCCIÓN ELECCIÓN DE LA ESCALA.
La escala seleccionada para la realización del trabajo es Nuevo
Paradigma Ambiental (NPA), de R.E Dunlap y K.D. Van Liere en 1978.
Teniendo en cuenta que uno de los temas clásicos de preocupación
“social” internacional desde las últimas décadas del siglo XX hasta la
actualidad, es el deterioro progresivo del medio ambiente. La existencia de una
consciencia sobre los diversos problemas ecológicos, resultantes del modelo
de crecimiento sin límites que hasta el momento rige la actividad human, ha ido
en aumento hasta convertirse en algo generalizado. Por lo que actualmente
resulta políticamente correcto (ante la sociedad) y casi inevitable comunicar la
preocupación personal por el medio ambiente. Sin embargo podemos, si nos
detenemos, ver como la mera preocupación por el ambiente no se refleja
necesariamente en la realización habitual de conductas. La conducta
proambiental es un concepto complejo, en el que influyen, entre otros, diversos
factores psicosociales que pueden estar interrelacionados.
Atendiendo a las consideraciones filosóficas sobre el debate
ecocentrismo-antropocentrismo, es decir, sobre si el ser humano se siente
integrado con la naturaleza o la utiliza para sus propios fines, (dadas con la
aparición de los primeros indicadores de desequilibrio del medio ambiente, en
los años 70, surge el interés por el estudio de las actitudes ambientales),
respectivamente han derivado en trabajos que tratan de analizar las creencias
y/o las actitudes sobre la relación individuo-medio ambiente. Desde un enfoque
claramente sociológico cabría destacar aquellos trabajos que analizan la
transición hacia un nuevo sistema social que, como consecuencia del deterioro
medioambiental provocado por el ser humano, implica un cambio necesario en
creencias, actitudes, valores y estilos de vida (Dunlap y Van Liere, 1984;
Milbrath, 1986). Un cambio que enfrenta visiones del mundo diferentes: la
«retaguardia» que pone el énfasis en la capacidad de la ciencia y la tecnología
para solventar la actual problemática ambiental o «Paradigma Social
Dominante» (PSD) supuestamente el origen de la crisis se encontraba en él,
frente a la «vanguardia» empeñada en un cambio radical hacia una sociedad
ambientalmente más limpia y segura o «Nuevo Paradigma Ecológico» (NPE),
un movimiento social de defensa de la importancia del ecosistema y su
equilibrio, ha llevado a un aumento de la conciencia pública sobre la necesidad
de que el hombre modifique su forma de actuar en el ambiente, Se habla así de
nuevas ideologías políticas que se constituyen en auténticos paradigmas – el
ambientalista., en el sentido de que suponen marcos de significado para
interpretar la realidad y legitimar y justificar cursos de acción (Dunlap y Van
Liere, 1984; Milbrath, 1986).
La consideración de estos dos paradigmas opuestos no implica que las
creencias que las personas mantengan acerca de la relación ser humano-
medio ambiente pertenezcan de manera radical a uno u otro paradigma. A
escala individual, hay muchas personas que, aun adhiriéndose al PSD, hacen
esfuerzos por proteger el ambiente. Milbrath (1986) afirma que la mayoría de la
gente no constituye «tipos puros» en su pertenencia a uno u otro paradigma,
sino que existen tipologías mezcladas. De hecho, el autor establece una serie
de «posturas hacia el ambiente» situadas en un espacio de dos dimensiones
ortogonales en función de: a) valorar un ambiente limpio y seguro frente a la
riqueza material; y b) ser partidario del cambio social o resistirse a él. La
dimensión PSD-NPE sería diagonal en este espacio.
Milbrath nos ofrece una breve distinción entre ambos paradigmas:
Centrándonos en el pensamiento ambientalista, cabria destacar las
creencias y valores relevantes que lo caracterizan: la valoración y sensibilidad
hacia la naturaleza, la solidaridad con todas las personas, con las generaciones
futuras y con otras especies, la creencia en la necesidad de planificar la acción
del hombre y evitar así riesgos, su reconocimiento de que el crecimiento tiene
limites y que el hombre debe respetar y adaptarse a ellos, la conciencia de que
nuestras sociedades actuales son desadaptativas y que es necesario empezar
a construir una nueva sociedad basada en el respeto a la naturaleza, en la
cooperación y en la solidaridad, sociedades sinérgicas en las que prime lo
espontáneo, lo sencillo y ecológico, frente a los estilos de vida complejos y
jerarquizados de las sociedades materialistas y competitivas y, por ultimo,
sociedades con un nuevo estilo de hacer política; una política más directa y
cotidiana, más consultiva y donde el tradicional izquierda – derecha sea
superado. Este conjunto de creencias, que forman el nuevo estilo de
pensamiento se contrapone al del paradigma actual dominante. Veamos tales
conjuntos de creencias:
Alta valoración de la naturaleza.
Es la creencia en que la naturaleza tiene valor en sí misma, al margen de
los beneficios que la especie humana obtiene de ella. En consecuencia, el
hombre debe aprender a respetarla y anteponer su equilibrio a la obtención
de beneficios para él si mismo. Desde hace tiempo el hombre ha dominado
el resto de la naturaleza y ha desarrollado actitudes agresivas y de poder:
ha extraído sus recursos, ha contaminado sus elementos y ha modificado
otros muchos, sin darse cuenta que el medio ambiente tiene su propia
dinámica y que si se altera pueden producirse efectos nocivos. Es
fundamental que el hombre aprenda a vivir en armonía con el resto de los
elementos de la naturaleza.
Solidaridad generalizada.
En el nuevo pardaigma ambiental existe una fuerte sensibilidad hacia otros
seres vivos. Estos otros son tanto los coetáneos y m´ñas cercanos como los
más alejados y las generaciones futuras, pero también alude a la
solidaridad hacia otras especies del ecosistema. Es la conciencia de que el
hombre no ocupa lugar excepcional en la naturaleza, y que no debe
subordinar todo a sus necesidades y proyectos. El hombre es un elemento
más dentro del mundo. Supone adoptar el principio de igualdad no sólo con
otras personas y pueblos, sino también con los otros elementos del medio
ambiente.
Protección ambiental y límites al desarrollo económico.
Frente a la creencia dominante en que el desarrollo económico es la clave
del progreso y bienestar del hombre, cada vez se extiende más la creencia
de que el desarrollo económico tiene límites. Los límites están marcados
por el ecosistema y el equilibrio de éste se debe anteponer a los proyectos
de bienestar material formulado por el hombre. La nueva creencia establece
la primasía del ambiente frente al bienestar material. El poner topes al
desarrrollo económico supone no sólo aceptar que no siempre el
conocimiento científico y las nuevas tecnologías conducen al progreso, sino
que además es necesario establecer algún sistema de regulación y control
de dichas tecnologías para evitar correr riesgos, que perjudiquen no sólo a
otros hombres sino también alteren de forma irremediable el quilibrio de la
naturaleza.
Insatisfacción con la sociedad actual y una nueva política.
Las personas con una alta sensibilidad ecológica comparten su
insatisfacción con la sociedad actual en cuánto que esta favorece la
competición (frente a la cooperación), los valores materialistas (frente a
valores postmaterialistas), el trabajo como fuente de adquisición de
bienestar ( frente al trabajo como fuente de satisfacción y autorrealización).
La nueva política se desarrollará a partir de una democrácia más directa y
cotidiana, en la que los ciudadanos participen más, y donde la vieja política
de izquierda y derecha sea modificada.
Desde una perspectiva psicosocial cabría destacar las investigaciones
que aplican el modelo de expectativa-valor sobre actitudes y creencias de
forma que se analiza la preocupación medioambiental a partir de las creencias
sobre las consecuencias que el deterioro medioambiental puede tener para
ciertos elementos valorados por las personas, en concreto: uno mismo, los
demás seres humanos o la biosfera - elementos no humanos del planeta.
Algunos autores sostienen que las creencias hacia las consecuencias
del deterioro medioambiental están motivadas o dinamizadas por los valores —
entendiendo éstos como estructuras estables que se generan en el proceso de
socialización y que orientan la acción (Stern y Dietz, 1994)—
En diversos trabajos y partiendo de la estructura universal de los valores
humanos desarrollada por Schwartz (1992), se ha puesto de manifiesto
empíricamente una relación entre orientaciones de valor «egoístas»,
«socioaltruistas» y «biosféricas» y las creencias acerca de las consecuencias
que el deterioro medioambiental puede tener para uno mismo, los seres
humanos en general y los elementos no humanos del planeta, respectivamente
(Stern, Dietz y Kalof, 1993; Stern y Dietz, 1994; Schultz y Zelezny, 1998). Por
su parte, Schultz (2000 y 2001) constató empíricamente la existencia de esta
estructura tripartita de las creencias sobre las consecuencias del deterioro
medioambiental —egoísta altruista y biosférica— a partir de un análisis de
contenido realizado transculturalmente sobre la pregunta ¿cuál es el problema
ambiental que más le preocupa y por qué? Los resultados fueron utilizados
para elaborar instrumentos de medida de las creencias sobre las
consecuencias que el deterioro medioambiental tiene para uno mismo, los
demás y los animales y plantas y la estructura tripartita fue obtenida y
confirmada a través de diversos análisis factoriales aplicados sobre diferentes
muestras.
Puesto que la preocupación por el medio ambiente, la posible
suministración controlada de recursos( el agua…), el deterioro ambiental, la
extinción de especies, entre otras preocupaciones por el planeta están a la
orden del día a sido el punto clave que ha llevado a la elección de la NPA para
realizar el trabajo. Despertó un encanto hacia mi curiosidad el poder trabajar la
escala con sujetos de distintas edades, lugares de nacimiento y actual
residencia distintas ( entre otras) para ofrecerme una ligera idea de las
creencias y valores que la gente tiene acerca del medio ambiente, esperando
obtener unos resultados muy acorde con lo que hoy día todo el mundo revela
en sociedad: -“el medio ambiente es importante”. – “debemos concienciarnos”.
– “yo reciclo y me preocupo por las generaciones futuras”…. Quién no ha oído
casi diariamente algún discurso en el que se nos ofrece la “tremenda”
preocupación por el medio ambiente, que cada uno siente la necesidad de
proclamar casi a los “cuatro vientos”.
Junto con lo atractivo que me sugirió la temática de la escala por la
posibilidad de tratarlo como algo muy actual aparecieron algunas dudas acerca
del tema que se formularon como las hipótesis de mi trabajo; veámoslas:
Podemos afirmar que el Nuevo Paradigma Ambiental, la conducta o
pensamiento ambientalista definido como tal, es algo reciente, por lo que
podemos suponer que por ello, la gente más joven o que comprende
edades próximas a su surgimiento y desarrollo probablemente serán
personas mucho más concienciadas de la importancia y cuidado
respecto al medio ambiente; por lo tanto se nos plantea:
o Las personas jóvenes ( entre 20-30/35 años) se muestran con
una sensibilidad hacia el medio ambiente más elevada que
las personas mayores( 40- 50/60), por lo tanto obtendrán
puntuaciones altas en el cuestionario NPA.
Tendremos en cuenta también la variable sexo, atendiendo
a las suposiciones de los típicos tópicos que enmarcan a la
mujer como un ser más sensible, delicado y cuidadoso que
el hombre, nos planteamos:
o Las mujeres son más sensibles, con una mayor
preocupación y cuidado por el medio ambiente.
Por último, parece interesante el tema del acercamiento a la naturaleza
que se a tratado teniendo en cuenta el lugar de crianza. Encontramos
los individuos criados en ambientes más naturales, en pueblos frente a
los criados en las ciudades.
o Las personas criadas en pueblos, ambientes rurales,
próximas a la naturaleza, mostrarán una mayor preocupación
y sensibilidad por la temática medioambiental.
___________-2- FACTORES, MEDIDAS QUE CONTIENE LA ESCALA
La escala Nuevo Paradigma Ambiental o NPA fue construida por R.E
Dunlap y K.D Van Liere en 1978. Publicada en a revista Journal of
Enviromental Education.
A comienzos de los 70, se estaba investigando la preocupación e interés
del público por las cuestiones ambientales. En 1973 Dunlap, Gale y Rutherford
construyeron una primera escala formada por 8 ítems en la que se mezclaban
creencias y valores tradicionales norteamericanos con la preocupación e
interés por los temas ambientalistas. Más tarde se desarrollaron escalas
diferenciadas para medir por separado las creencias tradicionales sobre el
medio ambiente y el nuevo paradigma ambiental. Dunlap y Van Liere
defendieron y apoyaron con datos la existencia de un nuevo conjunto de
valores y creencias, que denominaron Nuevo Paradigma Ambiental.
Presentaron una escala para medir la aceptación de este nuevo paradigma y
describieron resultados preliminares obtenidos con la misma.
El NPA es una medida de las orientaciones, actitudes y creencias del
hombre hacia medio ambiente físico y social. Mide un subconjunto de creencias
sociales, relacionadas con la concepción del medio ambiente, con la
percepción de la posición que el hombre, como especie, ocupa en el
ecosistema y sus implicaciones para su desarrollo y bienestar. Tales creencias
forman lo que se conoce como el Nuevo Paradigma Ambiental- un conjunto de
creencias sobre las relaciones del hombre con el ambiente y la importancia de
defender el ecosistema frente a la acción agresiva del hombre y de su
bienestar. Dunlap y Van Liere miden por medio de la escala del NPA, esta
nueva sensibilidad.
La escala NPA está formada por 12 ítems. Y estos están formulados en
la dirección de sensibilidad ecológica excepto el 3, 4, 6, y 10, en los que debe
invertirse la contestación para poder puntuarlos correctamente.
Las preguntas que forman la escala NPA pretenden poner de manifiesto tres
creencias básicas. Hacen referencia a la propia valoración de la naturaleza. La
sensibilidad ecológica supone aceptar que el ecosistema y sus distintos
componentes tienen sus propias leyes de funcionamiento y, por tanto, el
hombre debe aceptar tales principios y evitar alterarlos con sus actividades.
Veamos de forma detallada los ítems que corresponden a cada una de las tres
“dimensiones” dentro de la escala:
El respeto a la naturaleza: son aquellos ítems relacionados con la
percepción y valoración de la naturaleza:
1-Estamos acercándonos al límite de la población que la tierra puede
soportar.
2- El equilibrio de la naturaleza es muy delicado y muy fácil de alterar.
5- cuando los seres humanos interfieren con la naturaleza, con
frecuencia se producen consecuencias desastrosas.
8- los seres humanos debemos vivir en armonía con la naturaleza para
poder sobrevivir.
9- La Tierra es como una nave espacial, con salas y recursos limitados.
12- Los hombres están abusando demasiado del ambiente.
Posición del hombre en el ecosistema, desde la sumisión a la de
dominio y poder hasta la orientación igualitaria en la que el hombre debe
respetar la naturaleza. La crisis ecológica de los años 70 ha puesto en
crisis tanto el supuesto del carácter excepcional del hombre como la
creencia generalizada de que el poder es un principio inevitable en las
sociedades humanas.
3- Los seres humanos tienen derecho a modificar el ambiente natural
para satisfacer sus necesidades.
4- El hombre fue creado para dominar el resto de la naturaleza.
6- Las plantas y los animales están ahí para ser utilizadas por los
hombres.
10- Los hombres no necesitan adaptarse al medio natural, puesto que
pueden modificarlo para satisfacer sus necesidades.
Progreso y desarrollo económico:Aceptación o no de la creencia en el
progreso y desarrollo ilimitado de las sociedades humanas. Una vieja
creencia de las sociedades modernas que está siendo desacreditada,
entre otros factores, por los desastres ecológicos y riesgos producidos
por las actividades del hombre. Esta creencia ha alimentado la
preocupación del hombre por el bienestar material y que dio lugar ala
viejo eje izquierda-derecha de los grandes sistemas ideológicos. Los
ítems que miden el grado de aceptación o rechazo de la vieja creencia
en el progreso sin límites son:
7- Si queremos tener una economía saludable, es necesario desarrollar
una economía de “intervención estatal”, que controle el desarrollo
industrial.
11- Existen límites al desarrollo que nuestras sociedades industrializadas
no pueden sobrepasar.
En definitiva, la sensibilidad ecológica se fundamenta en tres
subconjuntos de creencias:
la naturaleza tiene sus propias leyes
el hombre es un elemento más dentro de los elementos del ecosistema
frente al bienestar material de la especia humana debe anteponerse el
ecosistema, es necesario un control sobre la actividad humana.
Esta escala se fue generalizando como una medida de preocupación
ambiental ampliamente utilizada entre los investigadores. Sin embargo, el uso
de la escala de forma indiscriminada para medir creencias, actitudes e incluso
valores, refleja la ambigüedad en la medición de este fenómeno; así como el
fracaso en el intento de conectar el NEP con teorías psicosociales de
estructura de las actitudes.
Resulta razonable suponer que esto se debe a que los ítems del NEP
Reflejan creencias primitivas (Dunlap et al., 2000). Efectivamente, según
Rokeach (1968), las creencias primitivas constituyen el núcleo interno del
sistema de creencias, sus verdades básicas sobre la realidad física y social y la
naturaleza de uno mismo. Estas creencias primitivas influenciarían un amplio
rango de creencias y actitudes referentes a temas ambientales más concretos.
Algunos autores han incluido el NEP en sus modelos como medida de
creencias primitivas (Gray, 1985; Stern, Dietz y Guagnano, 1995). Asimismo,
este tipo de creencias tendría influencia en el comportamiento, aunque las
barreras y oportunidades que influyen en las conductas en situaciones
específicas nos hacen ser prudentes a la hora de esperar una relación estrecha
entre NEP y la conducta ecológica responsable (Gardner y Stern, 1996).
Otra peculiaridad de la escala NEP es que, aunque en principio está
concebida para medir un único constructo, en ocasiones se estructura en un
número variable de factores. Por ello, aunque la noción de paradigma implica
cierta consistencia, parece recomendable confirmar su estructura subyacente
mediante un análisis factorial para decidir la conveniencia de emplear la escala
como una única variable o como varias, formando subescalas.
Recientemente se ha presentado una versión revisada de la escala NEP
(Dunlap et al., 2000). Conocida como New Ecological Paradigm o Revised NEP
scale, consta de 15 ítems y se presenta como un instrumento mejorado por tres
razones: abarca de modo más exhaustivo las distintas facetas de una visión
ecológica del mundo; equilibra el Escala Nuevo Paradigma Ecológico 40 Medio
Ambient. Comport. Hum.,2005 número de ítems en dirección pro y anti-NEP; y
actualiza la terminología de la primera versión. Además de los tres temas
recogidos en la escala clásica, se añaden en esta nueva versión ítems
relacionados con la idea antroponcentrista de excepcionalismo humano -la idea
de que los humanos son una excepción a las leyes de la Naturaleza-, y con la
posibilidad de que se produzca una crisis ecológica derivada del cambio
climático inducido por la actividad humana.